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Abogado Postulante

La postulancia es la actividad primigenia del abogado, donde nace la


conformación etimológica del vocablo Abogado, quien se desarrolla como
abogado postulante es el profesional que despliega sus conocimientos para la
representación, dirección o asesoría a quien requiere sus servicios en calidad de
parte dentro de un litigio en el que se contiende o disputa una verdad jurídica,
independientemente de que dicha actividad profesional se oriente, en su caso, a la
asesoría prestada en calidad de consejero o consultor de cualquier cuestión en
materia legal.

La relación jurídica que surge entre el abogado y su cliente implica


responsabilidades y obligaciones para ambas partes, como son, por parte del
abogado:
1. Realizar el servicio de acuerdo con lo contratado.
2. Desempeñar el trabajo personalmente.
3. Responder de los daños y perjuicios por negligencia, impericia o dolo.
4. Guardar el secreto profesional.
5. Avisar con oportunidad al cliente cuando no se puede continuar prestando sus
servicios.

Del cliente:
1. Satisfacer los honorarios.
2. Reembolsar los gastos erogados por la prestación del servicio.

Abogado Asesor
La actividad primigenia del abogado cuenta con des matices directos: la
representación y la asesoría. En relación con la asesoría esta se da cuando el
profesional del derecho despliega sus conocimientos para brindar opinión u
orientación en calidad de consejero o consultor de cualquier cuestión en materia
legal, El abogado que realiza cualquiera de las tareas mencionadas recibe el
nombre de asesor o abogado consultor y generalmente desempeña su labor en
entidades del sector público, privado, órganos legislativos o despachos de
consultoría jurídica.

Notario Público
La función notarial tiene dos vertientes: una de carácter público y otra de carácter
privado. La primera surge de la relación Jurídica que existe entre el Estado y el
notario, a fin de que éste brinde un servicio público a la sociedad, el cual consiste
en autorizar y dar fe a los actos y hechos jurídicos que se presentan ante él.
En el ámbito privado, el notario realiza una función en calidad de profesional del
derecho con patente de dar fe pública, sujeta esta relación a la consideración de
un contrato civil de prestación de servicios profesionales.
Corredor Público
El corredor público es un fedatario en materia mercantil y tiene una función dual,
consistente en ser intermediario en la celebración de un acto de comercio al der fe
pública de él, o como un profesional en el campo del derecho privado, capaz de
otorgar fe pública a aquellos actos u hechos que ante él celebren particulares, por
cuya mediación se proponen, ajustan y otorgan contratos mercantiles. Además, el
corredor público está facultado para realizar avalúos sobre bienes inmuebles y
elaborar sociedades anónimas de capital variable, ilimitadas y para constituir
asociaciones civiles.

Catedrático
Una de las actividades del profesional del derecho que implican mayor
dedicación, entrega y sacrificio es la docencia. La transmisión del conocimiento
jurídico es uno de los derroteros en la amplia gama de posibilidades de desarrollo
intelectual con que cuenta el abogado.
La creación y recreación del derecho mediante el estudio de la norma jurídica,
con el agregado invaluable de la cotidiana preparación para la transición de esos
conocimientos a los futuros sostenedores de un eficaz y eficiente Estado de
Derecho.
En ello radica la importancia de la actividad docente del abogado que elige el
proceso de enseñanza y aprendizaje como apostolado; es njo solo la orientación
simple y llana al estudiante de la ciancia jurídica, sino también la formación
paciente del abogado en ciernes a quien se le incorpora al mundo del deber ser.
Tal responsabilidad trasciende la evaluación académica y se funde con el
compromiso ético de fomentar con el ejemplo la integridad de quien pretende
ostentar el honroso título de licenciado en derecho.

Principios Éticos
Tratar los principios morales del abogado nos coloca delante de un asunto
debatido desde hace mucho tiempo en la filosofía del derecho y, en cierto sentido,
también delante de la teoría del derecho: la vinculación entre el ámbito jurídico y el
moral. ¿Se puede prescindir de la moral en el derecho? O sea, ¿Es posible
realmente aceptar una ciencia pura del derecho sin ninguna referencia a la moral?
En la profesión de licenciado en derecho se pone en juego la defensa de la vida,
de la libertad, de la honorabilidad, etc., valores que solo pueden ser defendidos
por quienes realmente los conocen porque los han vivido. Un abogado sin
principios y sin ética se asemeja a un gánster, a un delincuente, pero con patente
de actuar, lo cual lo hace más perverso por los conocimientos técnicos adquiridos.
De allí que derecho significa rectitud de conciencia en su actuación.
Por otra parte, la defensa de los valores más importantes para el hombre como los
que hemos enunciado, exige además conocer el derecho en su sentido más
amplio, no solo la ley, porque el derecho es algo más que ésta.
Ahora convendrá preguntarse, ¿Qué cosa es un principio? Y particularmente ¿qué
cosa es un principio moral que rige el actuar del abogado? En filosofía se suelen
distinguir tres tipos de principios: los entitativos, es decir, aquellos donde algo
procede con dependencia del ser, los cognoscitivos, o sea, aquellos que designan
conocimientos inmediatos, y los prácticos, es decir, los que incluyen las
proposiciones directivas o valorativas del obrar humano de carácter universal.

LA ética es la disciplina que como ciencia ocupa se estudiar los actos morales, los
fundamentos de éstos y cómo se vinculan en la determinación de la conducta
humana, para lo cual se establece una serie de comportamientos o actitudes que
deben ser observadas por considerarse buenas o malas para conseguir ciertos
fines.

Las características que deben que resaltar en este punto son dos: por una parte la
ética y la moral no son dos disciplinas separadas o diferentes. La ética es la
ciencia o disciplina que estudia la moral, mientras que esta última refleja los
distintos comportamientos que los hombres realizan en una sociedad determinada
y en un especifico periodo de la historia. Por otra parte, aun reconociendo la
diversidad de éticas que existen, para la profesión del abogado, ésta sólo puede
explicarse a partir de una ética teleológica, es decir, una ética de fines, ¿cuáles?
Los fines del abogado postulante.

Podemos decir que referirse a los principios éticos en que se sustenta el ejercicio
profesional del abogado es reconocer que se requiere una serie de directrices
morales propias de esta profesión para que sea practicada correctamente.

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