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Purgatorio

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Para otros usos de este término, véase Purgatorio (desambiguación).

Representación artística del Purgatorio.

Virgen del Carmen rodeada de ángeles que rescatan a las almas del Purgatorio. Escultura barroca
de Dupar, Beniaján (España).
Penitente. Anónimo (s. XVIII). Óleo con texto del libro Gritos del Purgatorio y medios para acallarlos,
de José Boneta (1689). En (E)mancipa-Ment, Cullera (Valencia).

El purgatorio es un concepto religioso con especial presencia en la teología


católica y la copta. De acuerdo con esta doctrina, el purgatorio no es un
espacio físico1 y se define como un estado del alma transitorio de purificación
y expiación en el que, después de la muerte, las personas que han fallecido en
estado de gracia sufren la pena temporal que aún se debe a
los pecados perdonados y, tal vez, expiar sus pecados veniales no perdonados
para poder acceder a la visión beatífica de Dios.2
Según se cree, debido a que todo aquel que entra en el purgatorio terminará
entrando al Cielo tarde o temprano, el Purgatorio no es una forma de Infierno.
Se afirma que las plegarias a Dios por los muertos, la celebración de
la eucaristía y las indulgencias pueden acortar la estancia de una o varias
almas que estén en dicho estado.
De acuerdo con la doctrina oficial de la Iglesia católica, las penas que se sufren
son similares a las del Infierno, pero no son eternas y purifican porque la
persona no está empedernida en una opción por el mal. Por eso, el Purgatorio
es la purificación final de los elegidos, la última etapa de la santificación.

Índice

 1El Purgatorio en la Biblia


 2El Purgatorio en el Antiguo Testamento
o 2.1Perspectiva copta
o 2.2Perspectiva en la Iglesia protestante
 3El Purgatorio en el Nuevo Testamento
o 3.1Perspectiva copta y católica
o 3.2Iglesia primitiva
o 3.3Perspectiva protestante
o 3.4Perspectiva ortodoxa
 4El Purgatorio en el magisterio de la Iglesia católica
o 4.1Penas del Purgatorio
o 4.2Sufragios
o 4.3El voto de ánimas
o 4.4El Purgatorio en los padres de la Iglesia
o 4.5Santos devotos de las almas del Purgatorio
 5Iglesia copta
 6Iglesia ortodoxa
 7Islam
 8Zoroastrismo
 9En la cultura
 10Bibliografía
 11Referencias
 12Véase también
 13Enlaces externos

El Purgatorio en la Biblia[editar]

Representación artística en el cuadro titulado El Purgatorio del pintor venezolano Cristóbal Rojas

Las Iglesias copta y católica creen que las almas salvadas, pero cuya
purificación no está completa, experimentan una purificación que no tiene lugar
ni en el cielo ni tampoco en la morada de los muertos ("de los justos")
denominada en la Biblia sheol o hades.345 La Iglesia católica recuerda las
palabras de Jesucristo referidas en Lucas 12:58-59: “Cuando vas con tu
adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él
en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te
entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de
allí hasta que hayas pagado el último centavo»”. Se argumenta que si del
Infierno no se puede salir, debe existir un lugar donde se cancele esa deuda,
pues además, hablando de la “Jerusalén Celestial”, el libro del Apocalipsis dice:
“Nada manchado entrará en ella” (Ap. 21, 27). Luego, con la parábola del
funcionario que no quiso perdonar, en Mateo 18:21-35, Jesús compara el Reino
de los Cielos con alguien que pide perdón pero niega hacerlo; aun así advierte
que el hombre puede cumplir su deuda: “Y tanto se enojó el señor, que lo puso
en manos de los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Y Jesús añadió:
«Lo mismo hará mi Padre Celestial con ustedes, a no ser que cada uno
perdone de corazón a su hermano»”(Mateo 18:34-35). Cabe recordar incluso
que Jesucristo enseñó a orar poniendo la condición de ser perdonados,
perdonando: “…y perdona nuestras deudas, como también nosotros
perdonamos a nuestros deudores;” (Mateo 6:12). Así, como en el cielo no hay
“verdugos” que cobren la deuda, el catolicismo concibe un lugar intermedio
donde los salvados purifiquen las deudas pendientes.
Existe otro pasaje en el que Jesucristo habla de la existencia de otro mundo
después de este, donde se perdonan los pecados: "Dios perdonará incluso a
aquel que diga algo contra el Hijo del Hombre; pero al que hable contra
el Espíritu Santo, no lo perdonará ni en el mundo presente, ni en el
venidero". (Mateo 12, 32).
En 1 Corintios San Pablo habla más claramente del Purgatorio:
La obra de cada uno se verá claramente en el día del Juicio porque ese día
vendrá con fuego, y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno. Si la
obra que se construyó resiste, recibirá su salario. Si la obra se quema, será
castigado, aunque se salvará como quien escapa del fuego. (1 Cor. 3, 13-15).
Encontramos un gran número de santos que han experimentado visitas de
almas del Purgatorio, las cuales son permitidas por Dios para que se interceda
de una manera más intensa por ellas tras estos encuentros sobrenaturales.
Cabe destacar que en el Purgatorio existen tantos estadios como personas,
quedando algunas almas en un estadio muy próximo al infierno y otras
cercanas al cielo.

El Purgatorio en el Antiguo Testamento[editar]


Entre los lugares del Antiguo Testamento que tanto la Iglesia copta y la Iglesia
católica interpretan como relacionados con la expiación tras la muerte en un
Purgatorio, están:
Muchos serán purificados, emblanquecidos y refinados; los impíos procederán impíamente, y
ninguno de los impíos comprenderá, pero los entendidos comprenderán.
Daniel 12,10
A este tercio lo meteré en el fuego, lo fundiré como se funde la plata, lo probaré como se prueba el
oro. Él invocará mi nombre, y yo lo oiré. Yo diré: 'Pueblo mío'. Él dirá: 'Yahveh es mi Dios'.
Zacarías 13,9
“Pero él presumía que una hermosa recompensa espera a los creyentes que se acuestan en la
muerte, de ahí que su inquietud fuera santa y de acuerdo con la fe. Mandó pues ofrecer ese
sacrificio de expiación por los muertos para que quedaran libres de sus pecados”.
2 Macabeos 12:45-46

Desde la perspectiva católica y copta, se piensa que los pasajes anteriores dan
a entender que en el "estado de purgación" las almas podrán ser purificadas
(limpiadas) de la pena temporal de ciertos pecados, ya perdonados en cuanto a
la culpa; ese otro mundo no puede ser el Infierno, pues en él ya se está
condenado; tampoco el cielo pues nada que tenga mancha entrará ahí, por lo
que este lugar debe ser un estado temporal. Lo que hay que purificar en el
Purgatorio es la pena temporal del pecado, que ha quedado aun después de la
confesión. Un ejemplo de esto sería una calumnia. Si se ha sido extendida a
otras personas, aunque la persona que la dijo se confiese ese rastro de su
pecado ya ha quedado esparcido y será difícil de borrar.
Perspectiva copta[editar]
La Iglesia copta, además de los pasajes anteriores, arguye los capítulos 6 a 36
del libro de Enoc donde se describe con detalle el Purgatorio; sin embargo, la
Iglesia católica no incluye esos capítulos entre su argumentación debido a que
el libro de Enoc no está dentro del canon bíblico católico por lo que no es
considerado por los católicos como un libro inspirado por Dios. Pero el libro de
Enoc es parte integrante del canon bíblico copto, debido a que forma parte de
la Septuaginta y a que el libro de Enoc es citado por el apóstol san Judas
Tadeo en el Nuevo Testamento (Judas 1,14).
Perspectiva en la Iglesia protestante[editar]
Artículo principal: Deuterocanónicos

La mayoría de las iglesias protestantes rechazan la creencia en el Purgatorio


así como los libros deuterocanónicos donde se hace mención de la oración por
los muertos para que estos sean libres de sus pecados.

El Purgatorio en el Nuevo Testamento[editar]


Perspectiva copta y católica[editar]
Uno de ellos, y tal vez el principal, es cuando el apóstol san Pablo habla sobre
el día del juicio y sobre qué pasará con aquellas personas que tuvieron fe y
sirvieron a Dios, pero cuyas obras no fueron tan buenas. Él lo explica así:
"Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado
por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. Si lo que has construido resiste el fuego,
será premiado. Pero si la obra se convierte en cenizas, el obrero tendrá que pagar. El se salvará
pero no sin pasar por el fuego".
1Cor 3,13-15

Notemos dos aspectos fundamentales de lo que san Pablo quiere enseñar


acerca de un creyente en Dios: en primer lugar afirma que si la obra resiste al
ser examinada la persona se salvará, en este caso se está refiriendo a un
cristiano que va directamente a salvarse, sin necesidad de pasar por una
purificación. Pero, inmediatamente agrega que hay otra situación donde la obra
de la persona no resistió el juicio y no dice que se va a condenar, sino que ese
cristiano tendrá que pagar o ser castigado y se salvará, pero como quien pasa
por el fuego.
Al seguir estudiando la Biblia sobre este tema, encontraremos que la existencia
del Purgatorio es una consecuencia lógica de la santidad de Dios, pues si Él es
el tres veces santo (Isaías 6,3), o sea, la plenitud de la santidad y perfección,
entonces quienes estén junto a Él también deben de serlo (Mateo 5,48). Por
eso, quien es fiel a Dios, pero no se encuentra en un estado de gracia plena a
la hora de morir, no puede disfrutar del Cielo porque la misma Biblia dice que
en la ciudad celestial:
No entrará nada manchado (impuro).
Ap 21,27

Entonces, de acuerdo con ello, si un cristiano no puede entrar al Cielo por tener
alguna mancha o impureza, ni tampoco sufrir el castigo eterno, es claro que
tendrá que 'pagar' en esta vida o en la otra. 6
Aparte de ello, el trasfondo de lo citado en Mateo 5, 25-26 establece una
analogía entre "cárcel" y "estado de pena" transitoria para la persona deudora:
Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu
adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel, Yo te aseguro: no
saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.
Esta "prisión" o "cárcel" escatológicamente hablando no puede ser solamente
considerada física como tal, y en menor caso como el Infierno, porque nadie
"sale" de él en su condena definitiva, considerándose por demás otro "estado",
en donde se pagarán completamente las deudas de menor agravio contra el
prójimo (pecados veniales).7
La Iglesia católica nunca ha enseñado que en el Purgatorio se perdonen
pecados mortales, sino solo veniales que no mudan al creyente del estado de
gracia habitual o santificante, necesaria para salvarse. Pero principalmente se
enseña que en el Purgatorio se realiza la purificación de las reliquias del
pecado.8
Otra cita del Nuevo Testamento con que católicos y coptos explican la
existencia del Purgatorio es Mateo 12, 31-32:
A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que
hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el otro.

En esta frase, según san Gregorio Magno, se puede entender que algunas


faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro. 9 De la
misma idea son otros autores como san Beda y san Bernardo,10 entre otros. De
acuerdo con san Isidoro de Sevilla estas palabras prueban que en la próxima
vida "algunos pecados serán perdonados y purgados por cierto fuego
purificador".11 San Agustín también argumenta: "algunos pecadores no son
perdonados ni en este mundo o en el próximo no se podría decir con verdad a
no ser que hubiera otros (pecadores) quienes, aunque no se les perdone en
esta vida, son perdonados en el mundo por venir." 12
Iglesia primitiva[editar]
El purgatorio como estado temporal de purificación fue creído desde el principio
por los primeros cristianos.

 Año 211. Tertuliano: "Nosotros ofrecemos


sacrificios por los muertos..."
 Año 307. Lactancio: "El justo cuyos pecados
permanecieron será atraído por el fuego
(purificación)..."
 Año 386. Juan Crisóstomo: "No debemos dudar
que nuestras ofrendas por los muertos les lleven
un cierto consuelo...".
 Año 580. Gregorio Magno: "Respecto a ciertas
faltas ligeras, es necesario creer que, antes del
juicio, existe un fuego purificador...". 13
Perspectiva protestante[editar]
Martín Lutero, fundador del protestantismo, creía que era inútil orar por los
muertos.14
Perspectiva ortodoxa[editar]
Según la doctrina de la Iglesia ortodoxa, es preciso y necesario rezar por las
almas de los difuntos, dado que a menos que estos hayan sido santos y ya
estén en el Cielo o al contrario ya estén en el infierno, las almas de quienes
murieron en amistad con Dios y arrepentidos de sus pecados, pero aún faltos
de purificación, no pueden ingresar al Cielo por sí mismos, sino que necesitan
de la oración de los fieles ortodoxos para subir al Cielo, esas almas ya están
salvadas pero sufren debido a que pueden ver la felicidad del Cielo pero no
ingresar a ella. La Iglesia ortodoxa no cree en la existencia del fuego purificador
del purgatorio, por lo que el único método que tienen los fieles difuntos para
ascender al Cielo son las oraciones de la Iglesia ortodoxa pidiendo a Dios por
su purificación y entrada al Paraíso.

El Purgatorio en el magisterio de la Iglesia


católica[editar]

Majestuoso retablo de Ánimas situado en la Iglesia Matriz de la Concepción de Santa Cruz de


Tenerife (España).

La doctrina del Purgatorio ha sido una enseñanza constante del Magisterio de


la Iglesia.15 Además de la Biblia, la Iglesia se apoya en la tradición
apostólica para definir una doctrina. En el caso del Purgatorio,
el Catecismo cita a san Gregorio Magno y a san Juan Crisóstomo. Pero hay
muchas citas sobre el Purgatorio en los llamados Padres de la Iglesia, tales
como san Gregorio Magno (540–604), 16 san Cesáreo de Arlés (470–
543),17 Tertuliano (155-230),18 san Cipriano de Cartago (¿200?-258),19
san Agustín de Hipona (354-430),20 entre otros.
El Catecismo de la Iglesia Católica se refiere al Purgatorio o purificación final
en los siguientes términos:21
Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están
seguros de su salvación eterna, sufren una purificación después de su muerte a fin de obtener la
santidad necesaria para entrar en el gozo de Dios.
Catecismo de la Iglesia Católica, 1054.

La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en


los Concilios de Florencia22 y Lyon,23 que refutaron a los griegos orientales:
“Las almas que partieron de este mundo en caridad con Dios, con verdadero
arrepentimiento de sus pecados, antes de haber satisfecho con verdaderos
frutos de penitencia por sus pecados de obra y omisión, son purificadas
después de la muerte con las penas del Purgatorio”.
Más extensamente fue formulada en el Concilio de Trento que insiste:24
Cuiden con suma diligencia que la sana doctrina del Purgatorio, recibida de los santos
Padres y sagrados concilios, se enseñe y predique en todas partes, y se crea y conserve por los
fieles cristianos; aquellas, empero, que tocan a cierta curiosidad y superstición, o saben a torpe
lucro, prohíbanlas como escándalos y piedras de tropiezo para los fieles.
Concilio de Trento

También se ha hecho referencia al Purgatorio en el último concilio ecuménico,


el Vaticano II (1962-1965)25
El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica 26 dedica un par de puntos
que resumen esta doctrina:
El Purgatorio es el estado de los que mueren en amistad con Dios pero, aunque están seguros de
su salvación eterna, necesitan aún de purificación para entrar en la eterna bienaventuranza. En
virtud de la comunión de los santos, los fieles que peregrinan aún en la tierra pueden ayudar a las
almas del Purgatorio ofreciendo por ellas oraciones de sufragio, en particular el sacrificio de la
Eucaristía, pero también limosnas, indulgencias y obras de penitencia.
Compendio del Catecismo de la Iglesia católica, 210-211

La Iglesia católica, usando un lenguaje actual, explica la doctrina del Purgatorio


en los siguientes términos:272829
Durante nuestra vida terrena, siguiendo la exhortación evangélica a ser perfectos como el Padre
celestial (cf. Mt 5, 48), estamos llamados a crecer en el amor, para hallarnos firmes e irreprensibles
en presencia de Dios Padre, en el momento de «la venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos
sus santos» (1 Ts 3, 12 s). Por otra parte, estamos invitados a «purificarnos de toda mancha de la
carne y del espíritu» (2 Co 7, 1; cf. 1 Jn 3, 3), porque el encuentro con Dios requiere una pureza
absoluta. Hay que eliminar todo vestigio de apego al mal y corregir toda imperfección del alma. La
purificación debe ser completa, y precisamente esto es lo que enseña la doctrina de la Iglesia sobre
el Purgatorio. Este término no indica un lugar, sino una condición de vida. Quienes después de la
muerte viven en un estado de purificación ya están en el amor de Cristo, que los libera de los
residuos de la imperfección.

Penas del Purgatorio[editar]


Según la doctrina católica hay una diferencia sustancial entre Infierno y
Purgatorio, y este no es un Infierno temporal. Propiamente hablando, solo en el
Infierno se da una verdadera pena de daño, ya que ella es el castigo
ultraterreno a la aversión actual de Dios, que no se da en las almas del
Purgatorio. Sin embargo pueden distinguirse:

 Dilación de la Gloria. Tratada por la tradición


teológica como pena de daño, es sin embargo
cualitativamente distinta de la que se da en el
Infierno, y consiste en el aplazamiento del Cielo. El
alma queda privada de la visión beatífica (visión de
Dios) mientras purga sus pecados. Esta pena
implica que la presencia en el Purgatorio no puede
prolongarse en el tiempo hasta más allá del Juicio
Final.
 Pena de sentido. La tradición de los Padres
latinos es casi unánime en favor del fuego real y
corpóreo, semejante al del Infierno, pero no ha
sido necesaria todavía una declaración
dogmática al respecto. Sí hay argumentos en la
tradición, como el cuestionario de Clemente VI a
los armenios, donde expresamente se pregunta
«...si crees que son atormentados con fuego
temporalmente...». En cuanto a si Dios se vale de
los demonios para la administración de las penas
del Purgatorio, santo Tomás (De purgatorio, Suppl.
a.5) explica que no.
Sufragios[editar]
Son las ayudas que los fieles ofrecen a las almas del Purgatorio.
Principalmente son:

 Ofrecimiento de la Misa: Ya sea encargándole la


Misa a un sacerdote, ya sea ofreciéndola
mentalmente por un difunto.
 Ofrecimiento de la Comunión: Los católicos,
ortodoxos, coptos y luteranos creen que en la
comunión se encuentra realmente Cristo. Cuando
comulgan (reciben a Cristo), pueden ofrecerlo por
reparación de las almas que les falta algo por
purificar.
 Misas gregorianas: Se denominan de esta
manera, a la serie de misas en las que se debe
interceder por un difunto durante treinta días sin
interrupción. Su origen se vincula a un episodio
narrado por San Gregorio Magno.30
 Indulgencia: La indulgencia es la remisión ante
Dios de la pena temporal por los pecados, ya
perdonados en cuanto a la culpa. La indulgencia
es parcial o plenaria según libere de la pena
temporal debida por los pecados en parte o
totalmente. Todo fiel puede lucrar para sí mismo o
aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las
indulgencias tanto parciales como plenarias. 31
Otros sufragios son: el ofrecimiento de las penas y alegrías, olvidar los insultos
y perdonar a los que nos ofenden, ofrecer diversas oraciones, limosna y otras
obras de misericordia.
El voto de ánimas[editar]
También llamado acto heroico de caridad, consiste en una donación completa
de los efectos satisfactorios ganados con obras buenas, en favor de las almas
del Purgatorio.
En palabras de san Agustín, todas las obras buenas que se practican en
estado de gracia santificante, tienen la virtud de producir cuatro efectos:
meritorio, propiciatorio, impetratorio y satisfactorio. El efecto meritorio aumenta
la gracia de quien la hace, y no puede cederse. Lo propiciatorio aplaca la ira de
Dios; lo impretratorio inclina a Dios a conceder lo que se le pide. Por último, es
satisfactoria porque ayuda a satisfacer o pagar la pena por los pecados. 32 Es
este último efecto satisfactorio el que se cede a las ánimas del Purgatorio,
ofreciendo a Dios una compensación por la pena temporal debida. No es un
voto riguroso, ni requiere ningún formalismo más allá de hacerlo con el
corazón, sino una cesión voluntaria que puede rectificarse en cualquier
momento. Tampoco debería decirse heroico pues se gana más de lo que se
cede.33
El Purgatorio en los padres de la Iglesia[editar]
Santa Perpetua (181 – 203 d. C.) en prisión tiene dos visiones, en la primera ve
a su hermano que tenía siete años muerto en un lugar tenebroso en el cual
estaba sufriendo. Ella ora por el descanso eterno de su alma y luego de ser
escuchada tiene una segunda visión donde ve a su hermano sano y en paz. "Vi
que el lugar que había observado previamente sombrío estaba ahora
iluminado, y Dinocrates, con un cuerpo limpio y bien vestido, estaba buscando
algo para refrescarse. Y donde había estado la herida, yo vi una cicatriz..
Entonces entendí que había sido trasladado del lugar del castigo" 34
Los Hechos de Pablo y Tecla fue una obra escrita en el siglo II (año 160) que
narra la historia de una mujer que se convirtió al cristianismo después de
escuchar las predicaciones de San Pablo. Posteriormente deshace el
compromiso con su novio y se dedica a asistirle en la evangelización. Leemos
allí una oración de intercesión para que una cristiana fallecida sea trasladada al
lugar de los justos.“Y después de la exhibición, Tryfaena nuevamente la recibe.
Su hija Falconilla había muerto, y dijo a ella en un sueño: Madre, tú deberías
tener esta extranjera Tecla en mi lugar, para que ore por mí, y yo pueda ser
transferida a el lugar de los justos.” 35
Abercio de Hierápolis (? – 200 d. C.), antes de morir, compuso su propio
epitafio datado a finales del siglo II o comienzos del siglo III donde pide que se
ore por él: "Que cada uno que esté de acuerdo con esto y quien lo entienda ore
por Abercio."36
Clemente de Alejandría (150 – 217 d. C.): en los Stromata se habla de la
purificación por “fuego” que sufre el alma posterior a la muerte cuando no ha
alcanzado la completa santidad. “El creyente a través de gran disciplina se
despoja de sus pasiones y pasa a la mansión mejor que la anterior, pasa por el
mayor de los tormentos tomando sobre sí el arrepentimiento de las faltas que
pudiera haber cometido después de su bautismo. Es torturado entonces
todavía más al ver que no ha logrado lo que otros ya han adquirido. Los
mayores tormentos son asignados al creyente porque la Justicia de Dios es
buena y su bondad es justa y, estos castigos completan el curso de la
expiación y purificación de cada uno.”37
Tertuliano (160 - 220 d. C.) refiere que se ore por los difuntos: "Una mujer está
más atada a su esposo cuando está muerto... De hecho, ella ora por su alma, y
mientras tanto pide refrigerio para él, y ofrece (su sacrificio) en los aniversarios
de su muerte. (216 d.C.)"38 "Cada vez que se acerca el aniversario, hacemos
ofrendas por los muertos como honores de cumpleaños. (211 d.C.)" 39
Orígenes (185 - 254 d. C.) refiere que si un hombre deja esta vida con faltas
menores habiendo hecho cosas de valor, es condenado al fuego que quema
los materiales inservibles, y prepara el alma para el Reino de Dios: "Porque si
sobre la base de Cristo, haz construido no sólo oro y plata sino piedras
preciosas (1 Cor. 3); sino también madera, caña o paja ¿qué es lo que esperas
cuando el alma sea separada del cuerpo? ¿Entrarías al cielo con tu madera y
caña y paja y de este modo manchar el reino de Dios? ¿o en razón de estos
obstáculos podrías quedarte sin recibir premio por tu oro y plata y piedras
preciosas? Ninguno de estos casos es justo. Queda entonces, que serás
sometido al fuego que quemará los materiales livianos; para nuestro Dios, a
aquellos que pueden comprender las cosas del cielo está llamado el fuego
purificador." "Pero este fuego no consume a la creatura, sino lo que ella ha
construido, madera, caña o paja. Es manifiesto que el fuego destruye la
madera de nuestras trasgresiones y luego nos devuelve con el premio de
nuestras grandes obras." 40
Cipriano de Cartago (200 – 258 d. C.) escribe: "Una cosa es, cuando es
arrojado a prisión, no salir de allí hasta que uno haya pagado el último penique;
otra cosa es al mismo tiempo recibir el salario de la fe y el coraje. Una cosa, ser
torturado por un largo sufrimiento por los pecados, para ser limpiado y
largamente purgado por el fuego; otra haber purgado todos los pecados
mediante el sufrimiento. Una cosa es, en fin, estar en suspenso hasta la
sentencia de Dios en el día del juicio; otra ser coronado de inmediato por el
Señor ".41 Cipriano anota que ofrece sacrificios por los difuntos: "Siempre les
ofrecemos sacrificios, como recordarán, tan a menudo como celebramos las
pasiones y los días de los mártires en la conmemoración anual." 42 "Finalmente,
también, tome nota de sus días en que partieron, para que podamos celebrar
su conmemoración entre los monumentos conmemorativos de los mártires,
aunque Tertulio ha escrito, y me escribe y confía los días en que pasan
nuestros hermanos bendecidos en prisión por la puerta de una muerte gloriosa
a su inmortalidad; y aquí se celebran oblaciones y sacrificios para sus
conmemoraciones."43
Lactancio (250 – 317 d. C.) escribe: "Pero cuando él juzgue a los justos, él
también los probará con fuego. Entonces aquellos cuyos pecados excedan en
peso o número, serán chamuscados por el fuego y quemados, pero aquellos a
quienes la justicia y plena madurez de la virtud ha imbuido, no percibirán ese
fuego.”44
Cirilo de Jerusalén (315 – 386 d. C.) anota: "Recordamos también a todos los
que ya durmieron, en primer lugar, los patriarcas, los profetas, los apóstoles,
los mártires, para que, por sus preces y su intercesión, Dios acoja nuestra
oración. Después, también por los santos padres y obispos difuntos y, en
general, por todos cuya vida transcurrió entre nosotros, creyendo que ello será
de la mayor ayuda para aquellos por quienes se reza... ofrecemos a Cristo
muerto por nuestros pecados, pretendiendo que el Dios misericordioso se
compadezca y sea propicio tanto con ellos como con nosotros" 45
Gregorio de Nisa (331 – 394 d. C.): “Cuando el renuncia a su cuerpo y la
diferencia entre la virtud y el vicio es conocida, no puede acercarse a Dios
hasta no haber purgado con fuego que limpia las manchas con las cuales su
alma está infectada. Ese mismo fuego en otros cancelará la corrupción de
materia y la propensión al mal”46
San Ambrosio (395 d. C.) en su oración funeraria donde oraba por el alma del
emperador que había muerto dice: "Da, Oh Señor, descanso a Tu servidor
Teodosio, aquella paz que Tú has preparado para tus santos....Lo amaba, por
eso lo seguiré a la tierra de los vivos; no lo dejaré hasta que por mis oraciones
y lamentaciones sea admitido en el santo monte del Señor, a quien sus méritos
llama" 47
Juan Crisóstomo (347 - 407 d. C.) afirma que este recordatorio por los nombres
en la celebración del santo sacrificio como la mejor forma de aliviar a los
muertos fue una práctica establecida por los Apóstoles: "No en vano fue
decretado por los Apóstoles que el memorial de los misterios debe ser hecho
por los que han partido. Ellos sabían que aquí había muchos beneficios que se
podrían obtener para ellos. Cuando el pueblo entero está de pie con sus manos
alzadas, una asamblea sacerdotal y la maravillosa víctima sacrificial es
ofrecida, ¿cómo no podremos vencer a Dios con nuestras súplicas? Y esto lo
hacemos por los que se han ido en la fe" 48 luego agrega en otro escrito que “Si
los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de su padre (cf. Jb 1, 5),
¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les
lleven un cierto consuelo? [...] No dudemos, pues, en socorrer a los que han
partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos” 49
San Agustín (354 - 430 d. C.) escribió sobre el tema: "purifícame en esta vida y
vuélveme tal que ya no necesite de fuego corrector, atendiendo a los que han
de salvarse, aunque, no obstante, como a través del fuego. ¿Por qué acontece
esto si no es porque edifican aquí sobre el cimiento, leña, paja, heno? Si
hubiesen edificado sobre el oro, plata, piedras preciosas, estarían libres de
ambas clases de fuego, no sólo de aquel eterno, que ha de atormentar para
siempre los impíos, sino también de aquel que corregirá a los que han de
salvarse a través del fuego."50
Santos devotos de las almas del Purgatorio[editar]

San Nicolás de Tolentino es considerado protector de las ánimas del Purgatorio según la Iglesia
católica.51
En esta lista aparecen algunos santos que defendieron, veneraron o tuvieron
visiones de las almas del Purgatorio según la tradición católica:

 San Bernardo de Claraval (1090-1153)52


 San Nicolás de Tolentino (1245-1305)53
 Santa Isabel, princesa de Hungría y duquesa
de Turingia (1207-1231)54
 Santa Isabel, reina de Portugal e infanta
de Aragón (1271-1336)55
 Santa Brígida de Suecia (1303-1373)56
 Santa Catalina de Suecia (1330-1381)54
 Santa Lidwina de Schiedam (1380-1433)57
 Santa Magdalena de Pazzi (1566-1607)58
 San Pedro de San José Betancur (1626-1667)59
 Santa Gemma Galgani (1878-1903) 60
 San Pío de Piedrelcina (1887-1968)61
 Santa Faustina Kowalska (1905-1938)62
 San Josemaría (1902-1975)63

Iglesia copta[editar]
La Iglesia copta, en cambio, acepta la existencia del Purgatorio. La única
diferencia es que usa otra palabra. La principal base bíblica para afirmar la
existencia del Purgatorio según esta Iglesia está en el Libro de Enoc64 en sus
capítulos 6 - 36. Escritos antes del 160 a. C., estos se centran en el tema de
los Vigilantes y hacen además una descripción detallada del Infierno, el
Purgatorio y el Paraíso. En la Iglesia copta tradicionalmente se ofrecen rezos a
Dios para que les muestre su misericordia a las almas de los difuntos que
padecen en el Purgatorio y puedan ingresar al Cielo. [cita  requerida]

Iglesia ortodoxa[editar]
La Iglesia ortodoxa comparte con la católica la creencia en la existencia de
alguna suerte de estado intermedio tras la muerte de los justificados antes de
llegar al Cielo, y también cree en la eficacia que dan las oraciones por los
difuntos a los que se encuentran en dicho estado. Sin embargo, ellos no
equivalen su concepto de estado intermedio con el concepto católico del
Purgatorio, ya que ellos rechazan tanto que se trate de un tercer lugar aparte
del Cielo y el Infierno como que en dicho estado intermedio los fieles sean
azotados por un fuego literal.65
Durante el Concilio de Florencia, la delegación ortodoxa liderada por Marcos de
Éfeso debatió con los católicos sobre la existencia del Purgatorio. Marcos de
Éfeso rechazó dicha doctrina, sosteniendo en su lugar que los fieles que
fallecen con pequeños pecados no confesados (o que no han producido frutos
de arrepentimiento por los pecados que han confesado), son limpiados de
estos pecados ya sea en su juicio post mortem con su mismo miedo, o bien
después del juicio, cuando están confinados (pero no permanentemente) en el
Infierno, por las oraciones y liturgias de la Iglesia y las buenas obras realizadas
por los fieles.66 Debe decirse, no obstante, que la Iglesia Ortodoxa no tiene
ningún dogma fijo sobre la naturaleza de dicho estado intermedio, y entre ellos
hay diversas opiniones sobre este punto.65

Islam[editar]
Artículo principal: Barzaj

En el islam existen conceptos parecidos de manera superficial con esta


doctrina, como el Barzaj, el lugar, período o secuencia de trámites por los que
el alma espera el Juicio Final, en lo que Mahoma describe como «las peores
horas de la vida de un hombre». La idea de que las almas que van al infierno
pueden sufrir allí la purificación y alcanzar el cielo, permite a algunos opinar
que el Infierno de los musulmanes es más parecido al purgatorio de los
católicos que al infierno cristiano. Existe también el Araf, un alto muro o barrera
en el que esperan los que han conseguido escapar del Infierno, pero no han
sido autorizados aún a entrar en el Cielo. También se encuentran en ese lugar
fronterizo las almas de los naturalmente inocentes: los niños o los locos
incapaces de distinguir el bien del mal.67

Zoroastrismo[editar]
Otro lugar que responde en forma similar es el Hamistagan o Hamestagan
del zoroastrismo, donde las almas de los que presentan un balance equilibrado
entre sus buenas y sus malas obras, reciben la oportunidad (esta es la principal
divergencia con el Purgatorio cristiano) que necesitan para ganar un sitio en el
Cielo.[cita  requerida]

En la cultura[editar]
Existen numerosas manifestaciones artísticas relativas al Purgatorio. Como
pueden ser edificios, vidrieras, tallas, retablos, varas de mando de las diversas
cofradías, cuadros, obras de orfebrería, y así tenemos muestras iconográficas
del Purgatorio, en todo tipo de manifestaciones artísticas.
Dante Alighieri menciona el Purgatorio en su obra máxima, la Divina comedia,
es una de las tres partes de su obra, y lo imagina como una montaña, dividida
en siete rellanos donde la ánimas purgan un pecado distinto; y en la cima se
encuentra el Paraíso Terrenal.
Pedro Calderón de la Barca escribió una comedia intitulada El Purgatorio de
San Patricio, basada en leyendas populares acerca del santo y referencias al
Purgatorio.
La novela La ciudad del gran rey de Oscar Esquivias se ambienta en el
Purgatorio.68
En la actualidad en la Iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio (Roma) se
encuentran algunas reliquias, objetos y testimonios sobre las almas purgantes.
Uno de los más importantes estudios historiográficos sobre la religión en el
siglo XIII, fue la obra El nacimiento del Purgatorio de Jacques Le Goff, el cual
ahonda la concepción histórica del origen del concepto que estudió el
surgimiento de esta concepción como una explicación hecha a través de la
historia la tradición eclesiástica que enmarca la noción de un lugar intermedio
adonde van aquellas almas ‘no tan buenas’ para ingresar directo al Cielo, y las
‘no tan malas’ como para condenarse eternamente. 69

Bibliografía[editar]
 Justo Luis R. Sánchez de Alva; Jorge Molinero
(2000). El más allá. Iniciación a la escatología.
Ediciones Rialp. ISBN 9788432132810.

 Vallejo Nájera, María (2007). Entre el Cielo y la


Tierra. Historias curiosas sobre el Purgatorio.
Planeta. ISBN 978-84-08-07107-5.

Referencias[editar]
1. ↑ http://www.acontecercristiano.net/2011/01/benedicto-xvi-
niega-que-el-purgatorio.html
2. ↑ Cross, edited by F.L. (2005). The Oxford dictionary of the
Christian Church: Purgatory (3rd rev. ed. edición). Oxford:
Oxford University Press. ISBN 9780192802903.
3. ↑ Piñero, Antonio; Vegas Montaner, Luis (2007). Antonio
Piñero, ed. Biblia y helenismo. El pensamiento griego y la
formación del cristianismo. Ediciones El Almendro de
Córdoba. pp. 142, 179. ISBN 978-84-8005-091-3.
4. ↑ Piñero, Antonio; Gómez Segura, Eugenio (2012). «El
juicio final en el cristianismo primitivo - El castigo de los
malvados en el Nuevo Testamento: el infierno». El juicio
final: En el cristianismo primitivo y las religiones de su
entorno. EDAF. ISBN 978-84-414-3121-8.
5. ↑ Antonio Piñero (31 de octubre de 2007). «El Diablo y las
concepciones del Infierno». religiondigital.org. Consultado el
12 de septiembre de 2020.
6. ↑ El Purgatorio ¿Es bíblico o un invento de la Iglesia?.
7. ↑ ¿El Purgatorio en la Biblia?.
8. ↑ La doctrina del purgatorio sobradamente demuestra que
las penas que hay que pagar o las reliquias del pecado que
hay que purificar pueden permanecer, y de hecho
frecuentemente permanecen, después de la remisión de la
culpa; pues en el purgatorio se purifican, después de la
muerte, las almas de los difuntos que "hayan muerto
verdaderamente arrepentidos en la caridad de Dios; sin
haber satisfecho con dignos frutos de penitencia por las
faltas cometidas o por las faltas de omisión". Las
mismas preces litúrgicas, empleadas desde tiempos
remotos por la comunidad cristiana reunida en la sagrada
misa, lo indican suficientemente diciendo: "Pues estamos
afligidos por nuestros pecados: líbranos con amor, para
gloria de tu nombre". (Pablo VI, Constitución
Apostólica Indulgentiarum doctrina, n. 3, de fecha 1-1-1967)
9. ↑ Diálogos 4:39
10. ↑ Sermo LXVI en Cantic., n.11
11. ↑ Deord. creatur., c. xiv, n. 6
12. ↑ Ciudad de Dios XXI Chapter 13;24. Consultado el 1 de
abril de 2018.
13. ↑ «El Purgatorio: ¿Es biblico o un invento de la
Iglesia?». Catholic.net. Consultado el 1 de septiembre de
2020.
14. ↑ Question 201 of Luther's Small Catechism with
Explanation (Concordia Publishing House, 1991 edition)
answers the question "For whom should we pray?" as
follows: "We should pray for ourselves and for all other
people, even for our enemies, but not for the souls of the
dead" The Lutheran Church Missouri Synod
15. ↑ El Denzinger o Enchiridion Symbolorum, libro que reúne
de manera sucinta los textos y documentos doctrinales de
los papas, los concilios ecuménicos y el magisterio
eclesiástico, desde los comienzos de la Iglesia hasta
nuestros días, recoge la enseñanza oficial de la Iglesia
sobre la doctrina del purgatorio en los numerales 456, 535,
570, 723a, 729, 733 (Nota 3), 740, 744, 777, 778, 779, 780,
840, 983, 998, 2147ª.
16. ↑ San Gragorio Magno, Dial. IV, 39.
17. ↑ San Cesáreo de Arlés, Sermo 179.
18. ↑ Tertuliano, De Anima, 58.
19. ↑ San Cipriano de Cartago, Ep. 55, 20.
20. ↑ San Agustín de Hipona, De Civ. Dei, XXI, 13; Enarr. in Ps.
37, 3; Enchir. 69.
21. ↑ El Catecismo de la Iglesia Católica hace referencia al
Purgatorio en sus numerales 298, 954, 958, 1030, 1031,
1032, 1054, 1055 y 1371.
22. ↑ Enchiridion Symbolorum, 1239.
23. ↑ Enchiridion Symbolorum, 1274.
24. ↑ Enchiridion Symbolorum 1545. 1563.
25. ↑ Lumen Gentium, 49, 50 y 51.
26. ↑ Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica
27. ↑ Cf. Concilio Ecuménico de Florencia, Decretum pro
Graecis: Denzinger-Schonmetzer, 1304; Concilio
Ecuménico de Trento, Decretum de iustificatione y
Decretum de purgatorio: ib., 1580 y 1820.
28. ↑ ACIPRENSA:El Purgatorio, Purificación necesaria para el
encuentro con Dios.
29. ↑ Biblia Clerus: Juan Pablo II, Catequesis-Escatología
Universal
30. ↑ San Gregorio Magno, Diálogos, IV, 55. (PL 77, 420-421).
31. ↑ Catecismo de la Iglesia Católica 1471. Consultado el 2 de
abril de 2018.
32. ↑ Antonio de San José (O.C.D.) (1808). Compendio moral
salmaticense según la mente del angelico doctor. Volumen
2. Traducción:Marcos de Santa Teresa (O.C.D.).
Universidad Complutense de Madrid: Imprenta de la Calle
de la Greda. p. 576.
33. ↑ P. Jorge Loring, S.I. «Cómo ayudar a los
muertos». catholic.net. «Pero yo digo: esto de heroico nada.
Porque si dice Cristo: «Los misericordiosos alcanzarán
misericordia», y si por hacer yo este acto de misericordia,
después voy a tener la misericordia de Dios para conmigo,
¿qué más quiero? Soy yo el que salgo ganando, haciendo
un acto de misericordia. »
34. ↑ La pasión de Perpetua y Felicidad, 2:3-4. Consultado el 1
de abril de 2018.
35. ↑ Los Hechos de Pablo y Tecla. Consultado el 1 de abril de
2018.
36. ↑ La Inscripción de Abercio. Consultado el 1 de abril de
2018.
37. ↑ Clemente de Alejandría, Stromata. VI:14. Consultado el 1
de abril de 2018.
38. ↑ Tertuliano: Sobre la Monogamia, Capítulo 10. Consultado
el 1 de abril de 2018.
39. ↑ The Chaplet Capítulo 3. Consultado el 1 de abril de 2018.
40. ↑ Homilies on Jeremias: Patrologia Graeca XIII, col. 445,
448.
41. ↑ de Cartago, Cipriano. Epístola 51:20 Para Antonianus
Acerca de Cornelio y Novaciano.. Consultado el 1 de abril
de 2018.
42. ↑ de Cartago, Cipriano. Epístola 33:2. Consultado el 1 de
abril de 2018.
43. ↑ de Cartago, Cipriano. Epístola 36:2. Consultado el 1 de
abril de 2018.
44. ↑ Firmiano, Lactancio. Institutos divinos, Libro VII (De una
vida feliz) Capítulo 21. Consultado el 1 de abril de 2018.
45. ↑ de Jerusalén, Cirilo. Lectura Catequética XXIII:9-10.
Consultado el 1 de abril de 2018.
46. ↑ Gregory of Nyssa, Sermon on the Dead, PG 13:445,448
47. ↑ De obitu Theodosii, Patrologia Latina XVI, col. 1397
48. ↑ Crisóstomo, Juan. Homilías sobre Filipenses: Homilía 3.
Consultado el 2 de abril de 2018.
49. ↑ Crisóstomo, Juan. Homilía 43 (1 Corinthians 15:46) 8.
Consultado el 2 de abril de 2018.
50. ↑ de Hipona, Agustín. Exposition on Psalm 38:2. Consultado
el 3 de abril de 2018.
51. ↑ "Saint Nicholas of Tolentine", Augustinians of the Midwest
52. ↑ Apostolado de la Misa Diaria. San Bernardo de Claraval
53. ↑ San Nicolás de Tolentino: protector de las almas del
Purgatorio (edificante)
54. ↑ Saltar a:a b Entre el Cielo y la Tierra. Historias curiosas
sobre el Purgatorio. Vallejo-Nájera, María.
55. ↑ «Libro sobre las almas del purgatorio». Archivado
desde el original el 25 de abril de 2018. Consultado el 24 de
abril de 2018.
56. ↑ Oraciones de Santa Brígida por 12 años
57. ↑ Santa Liduvina. Paciente enferma crónica. Año 1433
58. ↑ Purgatorio. Santa Magdalena de Pazzi
59. ↑ San Pedro de San José de Betancourt. Sitio web de las
Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.
60. ↑ [1]
61. ↑ ¿Pasó el Padre Pío por el Purgatorio?
62. ↑ El purgatorio, el infierno y el cielo que vio Santa Faustina
Kowalska
63. ↑ [2]
64. ↑ El Libro de Enoc es parte del Canon de las Escrituras
del Antiguo Testamento en esta iglesia
65. ↑ Saltar a:a b «Purgatory - OrthodoxWiki». orthodoxwiki.org.
Consultado el 22 de agosto de 2021.
66. ↑ «The Orthodox Response to the Latin Doctrine of
Purgatory». orthodoxinfo.com. Consultado el 22 de agosto
de 2021.
67. ↑ De María Díaz Ramírez, Esaú (2009). «La religión en el
quijote. Don quijote de la mancha ¿predicador y teólogo?».
Legal.
68. ↑ El Norte de Castilla.
69. ↑ Le Goff, Jacques. El nacimiento del Purgatorio (1981).

Véase también[editar]

  Portal:Iglesia católica. Contenido relacionado


con Iglesia católica.
 Domingo de la Divina Misericordia
 Indulgencia
 Infierno
 Limbo
 Bardo
 Barzaj
 Suargá
 Gehena
 Escatología cristiana
 Muerte
 Peto de ánimas

Enlaces externos[editar]
  Wikcionario tiene definiciones y otra
información sobre purgatorio.
 Purgatorio, Enciclopedia Católica Online.
 Purgatorio: ¿Qué es el purgatorio? ¿Cuál es su
origen y significado?

yectos Wikimedia

 Datos: Q566

Multimedia: Purgatory / Q566

Citas célebres: Purgatorio

ntificadores

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F: 119634018 (data)

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