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Entrevista n.

Tras una segunda visita a la población, decidimos cubrir áreas que en el primer compilado quedaron
faltantes, así que atravesamos un par de calles para llegar con una mujer de aproximadamente 55-
60 años. Al parecer era la dueña de un pequeño molino frente a la plaza.

Comenzamos a preguntar sobre cuestiones de gustos y lo que ella quisiera en su comunidad, y


reafirmó algunas cosas que nos comentaron anteriormente, como el área de la plaza que pertenece
al atrio de la iglesia y la parte que pertenece a la población.

El rasgo más importante de todo el rato charlando con ella es que nos dijo que como tal, San José
Aztatla es considerado en su totalidad una comunidad indígena. Y por esto mismo, la mayoría de
sus habitantes de más de 50 años manejan el náhuatl, o como ella menciona el “mexicano”

Hizo mención de que existen escuelitas donde se les considera de enseñanza indígena, y ella asegura
que la mayoría de los jóvenes también conocen la lengua. Quizá no de la misma manera y fluidez
como los adultos, pero que de alguna manera pueden hablarla, sin embargo, les da vergüenza o
pena el aceptar su raíz, por lo que los adolescentes casi no lo hablan o ni siquiera hacen mención de
ello.

La mayoría de las mujeres mayores son quienes manejan mejor la lengua, tan solo al momento de
la entrevista, rodeados de un par de puestos, las tres mujeres responsables de su venta son unas de
las que mejor manejan la lengua.

Comentó que una de las actividades económicas que más se desempeñan son la agricultura y
mercadeo, pero que la mayoría sale del lugar a trabajar a los municipios de los alrededores.

Entrevista n.5

Decidimos bajar un poco, rumbo al centro de salud, pero perdiéndonos entre calles entramos a una
tienda de abarrotes, tras comprar algunas cosas. Quien nos atendió fue una mujer de alrededor 30-
36 años, amablemente accedió a la entrevista, pero ésta fue un tanto peculiar, ya que nos comentó
que como tal ella no era originaria o residía en el lugar. Ella era de fuera e iba a rentar el local para
vender.

Pese a esa pequeña traba nos hizo mención del cómo percibía a la población, el lugar y demás.
Comentó que hacía unos años, los jóvenes solían visitar su negocio por el hecho de comer algo
durante el receso en la preparatoria, pero tras un aviso del que no está del todo segura, dejaron de
salir. Pues los maestros de la preparatoria comenzaron a vender dentro de la escuela, bajando así
sus ventas.

Dijo que la mayoría de los habitantes siembran, cultivan, venden y demás pero como tal lo que se
puede observar dentro del área son los pequeños negocios de comida.
Entrevista n.6

Recorrimos más allá de la tienda de abarrotes y dimos con un puesto de tortillas, donde vendían
comida corrida y antojitos. Por lo que decidimos entrar.

Había una mujer de alrededor 35-40 años, quien era la encargada/dueña del lugar. Le preguntamos
si podría responder un par de preguntas, pero por cuestiones de tiempo prefirió llamar a su nuera
para que nos atendiera.

Era una chica entre 27-30 años, embarazada de aproximadamente 6-7 meses.

Ella nos reafirmó el dato de la comunidad indígena, sin embargo, nos dijo que los únicos hablantes
eran las personas mayores de 60 años.

Algo en lo que ella hizo demasiado énfasis fue que es una población calmada, bastante tranquila.
Las personas no suelen ser problemáticas cada uno se hace responsable de sus asuntos y muy rar
vez hacen algo en conjunto fuera de las festividades de regla y los novenarios.

Dijo que la mayoría de las veces que hay eventos de carácter interno, la gente suele reunirse en la
plaza, pero que no es una cantidad exagerada, pero cuando es la feria o fiesta en el pueblo, suelen
visitar personas de los alrededores para pasar el rato, y ahí es donde llega a llenarse más. Por lo
regular eso ocurre mucho en los bailes, ya que es un evento un tanto más abierto.

Dijo que la mayoría de la población es conformada por los niños de 0-11 años, la población adulta
entre 30-60 años y algunos en el rango de 16-18 años, ya que al no haber secundaria o una
preparatoria fuera de la existente ubicada en la presidencia municipal, los adolescentes se ven
obligados a salir del lugar a estudiar en su mayoría hacia San Felipe, Contla y Santa Ana.

Nos comentó que anteriormente algunos pobladores practicaban la cuestión de textilería, sobre
todo la elaboración de cobijas, pero poco a poco se fue perdiendo al punto de preferir salir a buscar
trabajo en las fábricas de otros municipios.

Entrevista n.7

Por último, decidimos ir con la presidenta de comunidad, y afortunadamente pudo atendernos.

Nos mencionó que, como tal, escuelitas que se consideraran indígenas solo era una, la de educación
inicial, y quizá el kínder donde se les enseña el himno nacional y algunas otras canciones en náhuatl,
pero como tal en profundidad la lengua, no. Se planea que se extienda la enseñanza de éste hasta
el nivel primaria. La mayoría de los niños son inscritos en éstas dos escuelas e incluso niños de fuera
llegan a ser inscritos en.

La gente de 30 años en adelante son los que manejan el náhuatl.


Sobre la cuestión textilera, dijo que la mayoría dejó de practicarle por la mala remuneración del
trabajo. En un inicio, se hacía la venta dentro de la comunidad, pero por la poca colaboración de los
habitantes, decidían salir a vender a otros lados. Pero actualmente solo un 20% de la población lo
practica y para vender fuera de. Ya que hace aproximadamente 15 años desapareció casi en su
totalidad la elaboración de éstas.

No hay una actividad característica, pues todos se dedican a diferentes ramas, como ganadería,
agricultura y demás. Incluso hace la observación de que la cuestión textilera si acaso se lleva en
familias nucleares, donde el esposo se dedica a ello con ayuda de sus hijos, y la esposa a las labores
domésticas.

También hay dos personas reconocidas por la población que practican la elaboración de pan de
fiesta.

Hace mención de que la comunidad es bastante pasiva, tanto que casi cae al punto de ser apática.
Pues en las reuniones a las que han sido convocadas, o los programas que luego llegan en apoyo
(llegó uno de tinacos y calentadores solares) no suelen verse atraídos. Muy pocos son los que
muestran interés y a veces es nulo.

Pese a que tienen todas las facilidades, se niegan a participar. Es muy raro que hagan algo en
conjunto, pero siempre muestran apoyo tanto moral como económico para los bailes y ferias, pero
la cuestión de faenas y trabajos para el mantenimiento de la comunidad no muestran interés.

Sobre la cuestión académica, dice que la existencia de becas ha hecho que los jóvenes se vean
incentivados a estudiar, y casi no hay población que haya abandonado sus estudios, por lo que dice
que al parecer es bastante necesario un incentivo para que la población se active y deje esa postura
apática que ha mostrado por años.

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