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Deriva Continental - Cap 3 - Kearey ES
Deriva Continental - Cap 3 - Kearey ES
Estudiantes
2017-08-16 15:22:38
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Kearey, P., Klepeis, K. y Vine, F.J. (2009G ).lobal
Tectonic. Wiley-Blackwell. pp. 54-71
3 Deriva continental
LA DERIVA 55
CONTINENTAL
continentes
3.1 INTRODUCCIÓN
Aunque se pueden realizar reconstrucciones
aproximadas manualmente moviendo modelos de
Ya en el siglo XVI se observó que las costas occidental y continentes
oriental del océano Atlántico parecían encajar como las
piezas de un rompecabezas (sección 1.1). Sin embargo,
la importancia de esta observación no se comprendió
plenamente hasta el siglo XIX, cuando el encaje
geométrico de los contornos continentales se invocó
como una prueba importante para construir la
hipótesis de la deriva continental. La correspondencia
de los rasgos geológicos de las costas yuxtapuestas
reforzó la hipótesis. La aplicación de la técnica del
paleomagnetismo en las décadas de 1950 y 1960
proporcionó la primera prueba cuantitativa de que los
continentes se habían desplazado al menos en
dirección norte-sur durante el tiempo geológico.
Además, se demostró que los continentes habían
sufrido movimientos relativos, lo que confirmó que la
deriva continental se había producido realmente.
3.2 RECONSTRUCCI
ONES
CONTINENTALES
3.2.1 Teorema de Euler
Para realizar reconstrucciones continentales precisas a
través de océanos cerrados es necesario poder describir
matemáticamente la operación que supone el ajuste
geométrico. Esto se logra de acuerdo con un
teorema de Euler, que establece que el movimiento de
una porción de una esfera a través de su superficie se
define únicamente por una única rotación angular
alrededor de un polo de rotación (Fig. 3.1). El polo de
rotación, y su punto antípoda en el diámetro opuesto de
la esfera, son los dos únicos puntos que permanecen en
una posición fija con respecto a la porción en
movimiento. Por consiguiente, el movimiento de un
continente a través de la superficie de la Tierra hasta su
posición anterior a la deriva puede describirse
mediante su polo y su ángulo de rotación.
3.2.2 Reconstrucciones
geométricas de los
56 CAPÍTULO 3
generalmente como función objetivo. Los valores de
Polo geográfico la función objetiva se introducen en la rejilla de
posiciones de los polos y se contornean. La ubicación
Eje de de la función objetiva mínima revelada por este
rotación Polo procedimiento proporciona entonces el polo de
de rotación rotación para el que los bordes continentales se
Ángulo de ajustan con mayor exactitud.
rotación
Gran círculo o
ecuador de
rotación
Pequeños
círculos o
latitudes de
rotación
Figura 3.2 Ajuste de los continentes alrededor del Océano Atlántico, obtenido mediante la coincidencia de la isóbata de
500 brazas (920 m) (redibujado de Bullard et al., 1965, con permiso de la Royal Society de Londres).
en el Golfo de Vizcaya que está cerrado por esta patrón de lineaciones magnéticas. Las consideraciones
rotación. Las pruebas geológicas (apartado 3.3) y la geológicas y geométricas sugieren que los bloques de
información proporcionada por las lineaciones corteza del Paleozoico que subyacen a América
magnéticas en el Atlántico (apartado 4.1.7) indican Central se situaban originalmente en la región que
que la reconstrucción representa la configuración ahora ocupa el Golfo de México, un área existente
continental de finales del Triásico y principios del dentro de la reconstrucción (Fig. 3.3). El Atlántico Norte
Jurásico, hace aproximadamente 200 Ma. comenzó a abrirse hace unos 180 Ma, y el Atlántico
El examen de la Fig. 3.2 revela una serie de Sur algo más tarde, hace unos 130 Ma. Los polos de
solapamientos de importancia geológica, algunos de rotación del Atlántico Norte y Sur eran lo
los cuales pueden estar relacionados con el proceso suficientemente diferentes como para que la
de estiramiento y adelgazamiento durante la apertura creara el espacio entre América del Norte y
formación de los márgenes continentales rifados del Sur que ahora ocupa el Caribe. Esto también
(Sección 7.7). Islandia está ausente porque es de permitió la rotación de los bloques
edad cenozoica y su construcción durante la centroamericanos en el sentido de las agujas del
apertura del Atlántico es posterior a la reloj desde el Golfo de México hasta sus ubicaciones
reconstrucción. La plataforma de Bahamas parece actuales. Hace unos 80 Ma, los polos de rotación del
solapar el margen continental africano y la tierra Atlántico Norte y Sur cambiaron a una ubicación casi
firme. Sin embargo, es probable que la plataforma idéntica en la región del actual polo norte, de modo
represente una acumulación de sedimentos cubiertos que a partir de ese momento todo el Océano Atlántico
por coral sobre la corteza oceánica que se formó se abrió efectivamente como una sola unidad.
después de la separación de las Américas (Dietz y
Holden, 1970). Del mismo modo, el delta del Níger
de África parece formar una superposición cuando
en realidad también se desarrolló en parte sobre
3.2.4 La reconstrucción
corteza oceánica formada después del rifting. de Gondwana
Una de las principales críticas a la reconstrucción es
la superposición de Centroamérica con Sudamérica y Las pruebas geométricas por sí solas también se han
la ausencia del Mar Caribe. Sin embargo, esto debe utilizado en la reconstrucción de los continentes
considerarse a la luz de nuestro conocimiento de la meridionales que conforman
historia de la apertura del Atlántico basado, en su
mayor parte, en su
110˚100˚90˚80˚
20˚ 20˚
Bloque
Chortis
0400 km 100˚90˚80˚
Figura 3.3 Reconstrucción de la región centroamericana dentro del ajuste de Bullard et al. de los continentes
alrededor del Atlántico (Fig. 3.2). C, ubicación de las porciones premesozoicas de Cuba (redibujado de White, 1980,
LA DERIVA 59
con permiso de Nature 283, 823-6. Copyright 1980 Macmillan Publishers Ltd). CONTINENTAL
60 CAPÍTULO 3
Figura 3.4 Ajuste de los continentes meridionales y la India (redibujado de Smith & Hallam, 1970, con permiso de Nature
225, 139–44. Copyright 1970 Macmillan Publishers Ltd).
3.3 PRUEBAS
GEOLÓGICAS DE
LA DERIVA
CONTINENTAL
Las reconstrucciones continentales analizadas en las
secciones
3.2.3 y 3.2.4 se basan únicamente en el ajuste
geométrico de los bordes de la plataforma
continental. Si representan las verdaderas
configuraciones antiguas de los continentes, debería
ser posible trazar rasgos geológicos continuos de un
continente a otro a través de los ajustes. El ajuste de
los rasgos requiere el rifting del supercontinente a
LA DERIVA 61
CONTINENTAL
no siempre se produce, ya que la ubicación de la
grieta suele estar controlada por la geología del
supercontinente, y tiene lugar a lo largo de líneas
de debilidad que pueden ser paralelas a la veta
geológica. Sin embargo, sigue habiendo muchas
características geológicas que pueden
correlacionarse a través de los márgenes
continentales yuxtapuestos, algunas de las cuales
se enumeran a continuación.
1 Cinturones de pliegues. La continuidad del
cinturón de pliegues de los Apalaches del
este de América del Norte con el cinturón
de pliegues de la Caledonia del norte de
Europa, ilustrado en la Fig. 3.5, es un
ejemplo particularmente bien estudiado
(Dewey, 1969). Dentro de los depósitos
sedimentarios asociados a los cinturones
plegados suele haber más pruebas de la
deriva continental. El tamaño del grano, la
composición y la distribución de la edad
de los minerales detríticos de circón en
los sedimentos pueden utilizarse para
determinar la naturaleza y la dirección de
su origen. El origen de los sedimentos de
las Caledónidas del norte de Europa se
encuentra al oeste, en un lugar que ahora
ocupa el Atlántico, lo que indica que, en el
pasado, este lugar debió estar ocupado por
corteza continental (Rainbird et al. , 2001;
Cawood et al. , 2003).
2 Provincias de edad. La correlación de los
patrones de edades a través del Atlántico
sur se muestra en la Fig. 3.6, que ilustra la
coincidencia de ambas
62 CAPÍTULO 3
Escudo del
Báltico
Groenland
ia
Platafor
ma rusa
Tierra firme
africana
Figura 3.5 El ajuste de los continentes en torno al Atlántico Norte, según Bullard et al. (1965), y las tendencias de
los cinturones de pliegues apalachianos-caledónicos y variscos (del Paleozoico temprano y tardío) (sombreado
oscuro y claro, respectivamente). Las dos fases de construcción de montañas se superponen en el este de
Norteamérica (redibujado de Hurley, 1968; la Confirmación de la Deriva Continental. Copyright © 1968 por Scientific
American, Inc. Todos los derechos reservados).
3.4 PALEOCLIMATOLOGÍA
La distribución de las regiones climáticas en la Tierra
está controlada por una compleja interacción de
muchos fenómenos, como el flujo solar (es decir, la
latitud), las direcciones de los vientos, las corrientes
oceánicas, la elevación y las barreras topográficas
(secciones 13.1.2 y 13.1.3). La mayoría de estos
fenómenos son poco conocidos en el registro
Figura 3.7 Correlación de los depósitos glaciares del
geológico. Sin embargo, a gran escala, la latitud es el
Permo-Carbonífero, las doleritas del Mesozoico y las
principal factor de control del clima y, sin tener en
anortositas del Precámbrico entre los continentes
reconstruidos de Gondwana (según Smith & Hallam, cuenta las pequeñas regiones microclimáticas que
1970, con permiso de Nature 225, 139-44. Copyright dependen de combinaciones poco frecuentes de
1970 Macmillan Publishers Ltd). otros fenómenos, parece probable que el estudio de
los indicadores climáticos en las rocas antiguas pueda
utilizarse para inferir, en un sentido general, su antigua
latitud. En consecuencia,
LA DERIVA 65
CONTINENTAL
Figura 3.8 Correlación de la estratigrafía entre los continentes de Gondwana (redibujado de Hurley, 1968, la
Confirmación de la Deriva Continental. Copyright © 1968 por Scientific American, Inc. Todos los derechos
reservados).
66 CAPÍTULO 3
su dispersión (Hallam, 1972). Un ejemplo obvio sería el Los océanos también pueden representar
crecimiento de un océano entre dos fragmentos de barreras de dispersión para ciertos animales que
un supercontinente que impidiera la migración entre están adaptados a vivir en entornos marinos
ellos de las formas de vida terrestres. La distribución relativamente poco profundos. La dispersión
de los tetrápodos en el pasado implica que debió de generalizada de los invertebrados marinos sólo puede
haber una fácil comunicación entre todas las partes de producirse en sus fases larvarias cuando forman parte
Gondwana y Laurasia. En Brasil y en el sur de África se del plancton (Hallam, 1973b). Para la mayoría de las
han encontrado restos del reptil Mesosaurus de especies, el estado larvario es demasiado corto para
principios del Pérmico. Aunque estaba adaptado a la existir durante la travesía de un gran océano. En
natación, se cree que Mesosaurus era incapaz de consecuencia, los antiguos límites de las provincias
recorrer grandes distancias y no podría haber cruzado los faunísticas se correlacionan frecuentemente con las
5.000 km de océano que hay ahora entre estas dos suturas, que representan las líneas de unión entre
localidades. antiguos continentes puestos en yuxtaposición por el
consumo de un océano intermedio. La distribución de
los trilobites del Cámbrico es muy
LA DERIVA 69
CONTINENTAL
sugiere que en el Paleozoico inferior existían varios De hecho, los movimientos continentales relativos
continentes separados por grandes cuencas oceánicas. La pueden modificar el patrón de las corrientes oceánicas,
similitud entre las especies de ammonites que se la temperatura media anual, la naturaleza de las
encuentran actualmente en la India, Madagascar y fluctuaciones estacionales y muchos otros factores
África indica que sólo pudieron existir mares poco (Valentine y Moores, 1972) (Sección 13.1.2). Asimismo,
profundos entre estas regiones en la época jurásica. los procesos de las placas tectónicas pueden dar lugar a
La paleobotánica revela igualmente el patrón de cambios en la topografía, que modifican los hábitats
fragmentación continental. Antes de la ruptura, todos disponibles para la colonización (Sección 13.1.3).
los continentes de Gondwana mantenían, en tiempos La diversidad de las especies también está
del Permo-Carbonífero, las distintivas floras Glossopteris controlada por la deriva con- tinental. La diversidad
y Gangamopteris (Hurley, 1968; Plumstead, 1973) (Fig. aumenta hacia el ecuador, de modo que la diversidad
3.8), que se cree que son formas de clima frío. Al en el ecuador es aproximadamente diez veces mayor
mismo tiempo, en Laurasia existía una variada flora que en los polos. Por lo tanto, se espera que la
tropical (Fig. 3.10). Sin embargo, tras la deriva en dirección norte-sur controle la diversidad
fragmentación, la flora de los distintos continentes se de un continente. La diversidad también aumenta
diversificó y siguió caminos de evolución separados. con la fragmentación continental (Kurtén, 1969). Por
Una forma menos evidente de barrera a la ejemplo, en el Paleozoico existían 20 órdenes de
dispersión es el clima, ya que los movimientos reptiles en Pangea, pero con su fragmentación en el
latitudinales de los continentes pueden crear Mesozoico se desarrollaron 30 órdenes de
condiciones climáticas inadecuadas para ciertos mamíferos en los distintos continentes. Cada
organismos. fragmento continental se convierte en un núcleo
para la radiación adaptativa de los
Figura 3.10 Distribución actual de la flora y la fauna de Pangea (extraído de Tarling y Tarling, 1971).
70 CAPÍTULO 3
trones. Los campos magnéticos son generados por los fundido hasta por debajo de la
movimientos orbitales y de espín de los electrones.
En las envolturas con electrones emparejados, sus
campos magnéticos se anulan esencialmente. Los
electrones no apareados presentes en las sustancias
paramagnéticas hacen que los átomos actúen como
pequeños imanes o dipolos.
Cuando una sustancia paramagnética se coloca
en un campo magnético externo débil, como el
campo terrestre, los dipolos atómicos giran para
volverse paralelos a la dirección del campo externo.
Esta magnetización inducida se pierde cuando la
sustancia se retira del campo, ya que los dipolos
vuelven a sus orientaciones originales.
Algunas sustancias paramagnéticas que contienen
un gran número de electrones no apareados se
denominan ferromagnéticas. La estructura magnética
de estas sustancias tiende a convertirse en una serie de
dominios magnéticos, dentro de los cuales los átomos
están acoplados por la interacción de los campos
magnéticos de los electrones no apareados. Esta
interacción sólo es posible a temperaturas inferiores a
la temperatura de Curie, ya que por encima de esta
temperatura el nivel de energía es tal que prohíbe la
unión magnética interatómica y la sustancia se
comporta entonces de forma paramagnética
ordinaria.
Dentro de cada dominio, la alineación interna de
los dipolos atómicos enlazados hace que el dominio
posea una dirección magnética neta. Cuando se
coloca en un campo magnético, los dominios cuyas
direcciones magnéticas están en el mismo sentido
que el campo externo crecen en tamaño a expensas
de los dominios alineados en otras direcciones. Una
vez retirado el campo externo, se conserva una
dirección preferente resultante del crecimiento y la
contracción de los dominios, de modo que la sustancia
exhibe una direccionalidad magnética global. Esta
magnetización retenida se conoce como
magnetismo permanente o remanente.
3.6.3 Magnetización
remanente natural
Las rocas pueden adquirir una magnetización
remanente natural (MRN) de varias maneras. Si el
NRM se forma al mismo tiempo que la roca, se
denomina primario; si se adquiere durante la historia
posterior de la roca, se denomina secundario.
La remanencia primaria de las rocas ígneas se
conoce como magnetización termoremanente (TRM).
Se adquiere cuando la roca se enfría desde su estado
LA DERIVA 73
temperatura. Una vez aislada CONTINENTAL
la magnetización
temperatura de Curie, que se realiza después de la
solidificación. En esta fase, sus minerales remanente primaria, su fuerza y dirección se miden con
ferromagnéticos adquieren un magnetismo en el un magnetómetro de espín o con un magnetizador
mismo sentido que el campo geomagnético en ese superconductor.
momento, que se mantiene durante su historia
posterior.
La remanencia primaria en las rocas sedimentarias
clásticas se conoce como magnetización remanente
detrital (DRM). A medida que las partículas
sedimentarias se depositan en la columna de agua,
los minerales ferromagnéticos presentes se
alinean en la dirección del campo geomagnético.
Al llegar al fondo las partículas se aplanan, y si son de
forma alargada conservan el acimut del campo
geomagnético pero no su inclinación (Fig. 3.12).
Tras el enterramiento, cuando el sedimento se
encuentra en estado húmedo, las partículas
magnéticas se realinean con el campo geomagnético
como resultado de la actividad microsísmica, y esta
orientación se mantiene a medida que la roca se
consolida.
La MRN secundaria se adquiere durante la
historia subsiguiente de la roca según varios
mecanismos posibles. La magnetización remanente
química (MRC) se adquiere cuando se forman
minerales ferromagnéticos como resultado de una
reacción química, como la oxidación. Cuando
tienen un tamaño suficiente para la formación de
uno o más dominios, los granos se magnetizan en
la dirección del campo geomagnético en el
momento de la reacción. La magnetización
remanente isotérmica (IRM) se produce en las rocas
que han sido sometidas a fuertes campos
magnéticos, como en el caso de un rayo. La
magnetización remanente viscosa (MRV) puede
producirse cuando una roca permanece en un
campo magnético relativamente débil durante un
largo período de tiempo, ya que los dominios
magnéticos se relajan y adquieren la dirección del
campo externo.
Algunos CRM pueden ser adquiridos poco
después de la formación, por ejemplo durante la
diagénesis, o durante un evento metamórfico de
edad conocida, y por lo tanto conservan
información paleomagnética útil.
Los CRM, TRM y DRM tienden a ser "duros" y
permanecen estables durante largos periodos de
tiempo, mientras que ciertos componentes
secundarios de los NRM, especialmente los VRM,
tienden a ser "blandos" y se pierden con relativa
facilidad. Por lo tanto, es posible destruir los
componentes "blandos" y aislar los componentes
"duros" mediante la técnica de la limpieza
magnética. Esta técnica consiste en controlar la
orientación y la intensidad de la magnetización de
una muestra de roca al someterla a un campo alterno
de intensidad creciente o a un aumento de la
74 CAPÍTULO 3
Triásico - Jurásico
Present
e
Cámbrico
L. Pérmico
Pennsylvanian
Devónico
Pennsylvanian
Cámbrico
Pérmico
Devónico
Jurásico
Figura 3.13 Dos métodos de visualización de datos paleomagnéticos: (a) asumiendo polos magnéticos fijos y
aplicando desplazamientos latitudinales al continente; (b) asumiendo un continente fijo y trazando una trayectoria de
vagabundeo polar. Trabajos posteriores han modificado el detalle de los movimientos mostrados. Nótese que se ha
trazado el polo sur (redibujado a partir de Creer, 1965, con permiso de la Royal Society of London).
detallado
y la sutura final coincidirían. Después de la fisura, los
dos segmentos describen trayectorias APW
divergentes hasta que la horquilla en el tiempo 8
señala un cambio en la dirección del movimiento a
una de convergencia. Tras la sutura en el momento
12, los dos segmentos siguen una trayectoria polar
común.
Se cree que los continentes del sur, más la India,
formaron un único continente, Gondwana, desde
finales del Precámbrico hasta mediados del Jurásico.
Durante este periodo, de aproximadamente 400 Ma,
deberían tener la misma trayectoria de vagabundeo
polar cuando se reensamblen. Figura
3.16 ilustra una trayectoria moderna de Gond- wana
(Torsvik & Van der Voo, 2002). La trayectoria relativa
a Sudamérica puede compararse con la trayectoria
muy temprana dada por Creer (1965) (Fig. 3.13b).
Sin embargo, el aparente mayor detalle de la
trayectoria mostrada en la Fig. 3.16 puede ser
injustificado. Existe un considerable desacuerdo sobre
los detalles de la trayectoria de la APW para
Gondwana, presumiblemente debido a la escasez de
suficientes datos fiables (Smith, 1999; McElhinny &
McFadden, 2000). Curiosamente, la trayectoria
favorecida por Smith (1999), basada en un análisis
78 CAPÍTULO 3
3.6.6 Reconstruccione
s paleogeográficas
basadas en el
paleomagnetismo
La mejor manera de reconstruir las posiciones
relativas de las principales zonas continentales en
distintos momentos de los últimos 200 Ma es utilizar
la información muy detallada sobre la evolución
de las actuales cuencas oceánicas que
proporcionan las anomalías magnéticas
oceánicas lineales
LA DERIVA 79
CONTINENTAL
(a)
195
195 60N
215 215
235
235 255
250
270 285
290
305
315 30N
370 345 345
450 370
385 385
435
435
475
450 475
535
405
420
405 0N
90E 120E 150E 180E 210E
500
(b)
195 60N
215 235
250
270
290
315 30N
370
345
385
435
475
450
420 0N
535
90E 405 120E 150E500 180E
Figura 3.14 Trayectorias aparentes de la deriva polar para América del Norte (círculos sólidos y línea continua) y
Europa (círculos abiertos y línea discontinua) (a) con América del Norte y Europa en sus posiciones actuales, y (b) tras
el cierre del océano Atlántico. Las edades para cada posición media del polo se indican en Ma, y las de Europa en
cursiva (redibujado de McElhinny & McFadden, 2000, con permiso de Academic Press. Copyright Elsevier
2000).
80 CAPÍTULO 3
8
A Cierre del 7 B
océano y
A
sutura de los 9
1 1 continentes 6
5 10
2 2 B
B 4
3 3 Rifting
3 4
4
4
2 3
5 11
2
Desplaza 6 12
A+B
miento y A 7 11 13
creación 1 1
8 10 14
del 9
océano B A Continente
Un solo suturado
continente
Figura 3.15 Firma paleomagnética de la divergencia y convergencia de placas (redibujada de Irving et al., 1974, con
permiso de la American Geophysical Union. Copyright © 1974 American Geoplysical Union).
000°E
495
443
352
545
550
417
290
Pérmico
248
206142
65
Figura 3.16 Trayectoria de APW para Gondwana, basada en la reconstrucción de Lottes & Rowley (1990) (redibujada
de Torsvik & Van der Voo, 2002, con permiso de Blackwell Publishing).
LA DERIVA 81
CONTINENTAL