ANÁLISIS DE HUNDIMIENTO TECTÓNICO Y PALEOZOICO

PALEOGEOGRAFÍA DE GONDWANA
Kenneth E. Williams
Texaco Inc. de Houston,
Texas, EE.UU.

ABSTRACT

Calibrated geohistory analyses of single data points and cross sections are used to construct tectonic subsidence
curves. There are a limited number of distinct curve types, of which seven end-members are discussed. These curve
types and their shapes are genetically related to plate tectonic processes. One regional backstripped cross section
across South America is discussed. The tectonic subsidence curves are used as calibration for a paleogeographic
analysis of Gondwana in the Phanerozoic. It is suggested that the southern part of South America and parts of
Antarctica are composed of terranes that were formerly located west of the present position of the Arequipa massif
in Chile and Peru. These displaced terranes formed the western edge of Gondwana from the Cambrian–Ordovician
to the end of the Devonian. During these periods, they were involved in intracratonic rifting. During the time of the
basal Carboniferous unconformity, the terranes were translated southward to approximately their present positions.
Seven reconstructions are presented that are representative of the major episodes in the development of Gondwana.

Resumen

Los análisis calibrados de geohistoria de los perfiles y puntos de datos simples, se usan para Construir el
hundimiento tectónico. Existe una Cantidad limitada de Tipos Distintos de curvas de los Cuales comentamos siete
miembros extremos. Estos tipos de curvas y sus formas están genéticamente relacionados a los procesos de placas
tectónicas. Se comenta un perfil retrodespejado regional través de sudamérica. Las curvas de hundimiento tectónico
se usan para una calibración como análisis paleogeográfico de Gondwana en el Fanerozoico. Se sugiere que la
parte mayor meridional de Sudamérica y partes de Antártida están compuestas de terrenos que estaban situados al
Oeste de la posición real del macizo de Arequipa en Chile y Perú. Desplazados éstos terrenos formaron el borde
occidente de Gondwana del Cámbrico-Ordoviciano hasta el final del devónico. Durante periodos de éstos, estuvieron
implicados en un intracratónico agrietamiento. Durante el tiempo de la disconformidad del carbónico basal, los
terrenos se trasladaron hacia el sur adoptando aproximadamente sus posiciones actuales. Se presentan siete
reconstrucciones, los mismos representan los episodios principales en el desarrollo del Gondwana

INTRODUCCIÓN
En este resumen de la historia fanerozoica de Gondwana,
se hace especial hincapié en la reconstrucción de la
historia geológica y la paleogeografía del sur de América
del Sur y sus alrededores. También se examina el
desarrollo temporal de la margen de Gondwana.
La microplaca patagónica inicialmente no pudo separarse
de su posición original adyacente al macizo de Arequipa
durante el Ordovícico. Finalmente fue cortado en el
carbonífero temprano y trasladado hacia el sur hacia su
posición actual. La compresión suturó firmemente este
bloque en el continente al final del tiempo Pérmico. Se
presentan una serie de siete reconstrucciones que
resumen los episodios principales en el desarrollo de
Gondwana. Durante este intervalo se depositaron rocas
fuente, focas y reservorios en varias cuencas de América
del Sur. Los patrones cambiantes de subducción a lo
largo del margen temprano del Pacífico se reflejan en
varias inconformidades regionales que agrupan los
principales episodios geológicos de América del Sur.
Durante el Paleozoico, Gondwana estaba en una posición
polar. Una capa de hielo del sur está presente en todas
las reconstrucciones paleozoicas. Los mapas se
muestran en una proyección estereográfica del polo sur
basada en el Proyecto Atlas Paleogeográfico (Scotese et
al., 1979). Las reconstrucciones se probaron contra un
conjunto de subsidencias tectónicas y parcelas de
geohistoria y un conjunto de secciones transversales
regionales. Parece que hay un número limitado de curvas
de subsidencia tectónicas distintas, cada una de las
cuales es representativa de un estilo tectónico diferente.
Estas curvas se usaron para calibrar y probar la
consistencia de los datos paleogeográficos durante la
construcción de los mapas.
ANÁLISIS DE SUBSUDENCIA TECTÓNICA Y PUNTOS subsidencia de la grieta cerrada es similar, pero
DE DATOS generalmente es intracratónico, como una falla fallida
(Burke, 1977).
Curvas de hundimiento tectónico
La Figura 1 muestra una subsidencia tectónica típica y
una trama de geohistoria. Los datos utilizados en el
análisis se derivaron de la geología del área, en este
ejemplo, de las Serranias Chiquitanas (zona Robore) del
este de Bolivia (Yacimentos Petroliferos Fiscales
Bolivianos, 1972). La ubicación del conjunto de datos se
muestra como el punto 6 en la Figura 2. Se utilizaron
edades, espesores, litologías, madurez de la materia
orgánica y estimaciones de la duración y la cantidad de
erosión. En este ejemplo, el modelado de las unidades
devónicas supone que actualmente están dentro de la
ventana generativa de petróleo. Los datos se
retrocedieron utilizando los métodos descritos por Sclater
y Christie (1980). Cada curva de subsidencia tectónica se
calibró con la mayor cantidad de información disponible
posible. El calibrador más común es la reflectancia de
vitrinita (Cole et al., 1987). Este y otros indicadores de
madurez orgánica conservan un registro de la
temperatura máxima a la que fue sometida la roca y, por
inferencia, la profundidad máxima de enterramiento del
sedimento donde se pueden inferir o determinar los
gradientes paleogeotérmicos (Tissot et al., 1988). El
análisis de la pista de fisión (Gleadow et al., 1983)
también fue importante ya que a menudo puede indicar el
momento en que los sedimentos se enfriaron por debajo
de los 100 ° C. El análisis de geohistoria totalmente
calibrado también se comparó con puntos adyacentes y
puntos distantes en las mismas cuencas y en las cercanas
para garantizar la coherencia de la interpretación. Esto se Figura 1: Análisis de puntos de datos únicos: (a) datos de
hizo mejor en secciones transversales reconstruidas subsidencia tectónica y (b) análisis de geohistoria. El
basadas en los datos de geohistoria invertidos (Beaumont modelo completo de un conjunto de datos se basa en un
et al., 1988). análisis de geohistoria calibrado e incorpora toda la
información disponible de los conjuntos de datos cercanos,
Análisis de la curva de hundimiento tectónico así como la reflexión de vitrinita y los análisis de
seguimiento de fisión. El conjunto de datos es de las Sierras
Las curvas de hundimiento tectónico son indicadores
Chiquitanas, punto 6 de la Figura 2. U, inconformidad.
sensibles de los procesos que hacen que las cuencas
disminuyan. Se han corregido para la carga de Ejemplos de este tipo incluyen el historial de hundimiento
sedimentos, la profundidad del agua pálida y el tipo de paleozoico temprano de la cuenca Anadarko de América
sedimento, y se calibraron sobre la base del análisis de del Norte (Feinstein, 1981) y la cuenca paleozoica
geohistoria. La comparación de las curvas aborda temprana del Chaco de Bolivia (Figura 1). Un factor de
directamente las preguntas sobre qué fuerzas estuvieron estiramiento beta (β) calculado (Watts, 1981) y un perfil
activas para hacer que la cuenca se hunda de una manera de paleotemperatura extrapolado facilitan la calibración
única. La Figura 3 muestra una clasificación de las curvas de las parcelas de geohistoria (Lucazeau y LeDouaran,
de subsidencia tectónica. Hay siete tipos básicos. 1984; Voorhoeve y Houseman, 1988). Generalmente se
Los tipos de grieta abierta y cerrada son las formas de requieren múltiples iteraciones del análisis en la
curva familiares descritas por McKenzie (1978). El tipo de calibración de las curvas. Lerche (1990) describe una
grieta abierta caracteriza las tierras fronterizas técnica matemáticamente más rigurosa. Estos dos tipos
continentales como el margen atlántico de los Estados de grietas son el resultado de la extensión litosférica. Su
Unidos (Watts y Thorne, 1984) y el margen de África análisis puede ser complejo dependiendo de la calidad de
occidental (Brun y Lucazeau, 1988). El tipo de curva de los datos (Karner y Dewey, 1986).
Figura 2: Mapa de índice y reconstrucción de Gondwana a
340 Ma. Se indica la ubicación de diez puntos de datos
(estrellas) y una sección transversal (línea hasta el punto 7).
La flexión rápida es la respuesta típica de una cuenca
frontal a una carga aplicada (Allen et al., 1986; Beaumont
et al., 1988). Una disconformidad en la base del paquete
de sedimentos puede marcar la traducción y la erosión de
la protuberancia (Quinlan y Beaumont, 1984). Ejemplos
de este tipo de curva de cuenca de antepaís son comunes
en todo el mundo. La cuenca del norte de los Alpes (Allen
et al., 1986) y la cuenca del Chaco boliviano de la era
terciaria son ejemplos. La distancia desde la carga
tectónica se refleja en la disminución de la magnitud del
hundimiento y la forma de la curva. Lejos de la carga de
empuje excesivo, la curva se asemeja a la forma de
flexión lenta o curva intracratónica. Con una mayor
distancia, se ven los efectos de tensiones más distantes.
Las características locales de un régimen de estrés se
vuelven más difusas y menos distintivas dependiendo de
la distancia a la fuente de estrés y la respuesta litosférica
a ese estrés aplicado externamente.
La respuesta de flexión lenta se ha descrito como
exponencialmente positiva (Thorne y Watts, 1989). Se
asocia comúnmente con fallas de deslizamiento de
magnitud variable, dependiendo de la proximidad a la
fuerza motriz. Ejemplos de la respuesta litosférica a
tensiones externas incluyen la cuenca de Los Ángeles
(Mayer, 1987) y la cuenca de Paraná. La falla por
deslizamiento no se puede demostrar en todas las
cuencas donde se ve este tipo de curva.
Figura 3: Tipos de curva de subsidencia tectónica típicos de
varios ajustes tectónicos. Los tipos de curvas son
indicativos de la configuración tectónica de las cuencas.
Este tipo de curva indica solo que el régimen de estrés
que actúa sobre el punto fue influenciado por variaciones
geográficas, de tiempo y de fuerza. Los patrones de
subsidencia y elevación cambian dependiendo de cómo
la litosfera anisotrópica responde a diferentes direcciones
y magnitudes de tensiones de origen externo.
La respuesta cratónica al hundimiento tectónico refleja
un régimen de estrés débil y fuerzas distantes. Muchas
cuencas interiores se han hundido intermitentemente en
una serie de pequeños pulsos de hundimiento. Esto se
llama el tipo de curva intracratónica. La forma de cada
pulso se asemeja al patrón de grietas a pequeña escala.
Su duración es generalmente de unos 30 m.y., con un
hundimiento inicial rápido de 1 a 4 m.y. duración. Esto es
característico de los ciclos tectónicos de tercer orden
(Lambeck et al., 1987; Cloetingh, 1988). Ejemplos de la
curva intracratónica son la cuenca de Williston (Quinlan,
1987) y la cuenca de Michigan (Marshak, 1986) del centro
de los Estados Unidos. Un segundo tipo de respuesta
cratónica es una curva de estasis, que se caracteriza por
elevación y erosión. La cantidad de elevación y erosión
está determinada por la geología regional y por la
calibración de las cartas de geohistoria (Waples et al.,
1992).
En áreas donde la magnitud de las curvas de
subsidencia es relativamente pequeña, a veces se
pueden discernir los efectos de parámetros distintos de
las principales fuerzas impulsoras de placas. La
flotabilidad litosférica que resulta de las diferencias
reológicas, así como los esfuerzos de flexión de la placa,
crean fuerzas de compresión o tensión que se modifican
localmente por la curvatura de la tierra (Dallmus, 1958).
Las tensiones desviatorias son localmente importantes
(Dewey, 1988).
Se observa un patrón de hundimiento inicial rápido
seguido de un período más largo de tasas de hundimiento
exponencialmente decreciente, comúnmente conocido
como hundimiento de deriva de deriva, se observa en
cuencas de grietas abiertas a lo largo de los márgenes
continentales (Watts y Steckler, 1981). Las cuencas de
grietas cerradas se forman en interiores continentales
como resultado de tensiones desviadoras o por otros
procesos de extensión litosférica. La rápida flexión de las
cuencas de antemano cambia gradualmente a una flexión
lenta y, en última instancia, a un patrón cratónico a
medida que aumenta la distancia de la fuerza impulsora.
Figura 4: Análisis de puntos de datos para los Andes
bolivianos y la cuenca Anadarko en los Estados Unidos. (a)
Patrón deposición. Vea la Figura 1 para las etiquetas de
curva. (b) Tasa de subsidencia del sótano. Los números
dentro de un círculo en las Figuras 4-9 se refieren a las
edades de los mapas paleogeográficos: 1, Cámbrico; 2,
silúrico; 3, devoniano; 4, carbonífero temprano; 5,
carbonífero; 6, Pérmico; y 7, Triásico-Jurásico. La línea
discontinua superior en esta parcela es la curva de
subsidencia tectónica para la cuenca profunda de Anadarko
del sur de Oklahoma. Ubicación mostrada en la Figura 2.
Los análisis de datos de punto
Se seleccionaron varios puntos de datos
seleccionados y una sección transversal regional para
ilustrar y restringir el análisis paleogeográfico de
Gondwana. Las ubicaciones de los puntos de datos
presentados se muestran en la Figura 2. La sección
estratigráfica requiere al menos información de edad,
grosor y litología para un análisis mínimo.
La Figura 4 resume la dinámica de la evolución de la
cuenca fanerozoica en Bolivia. El hundimiento comenzó
en el Cámbrico y continuó a un ritmo rápido en el
Ordovícico, cuando se depositaron más de 7000 m de
sedimentos clásticos. Se requirió un factor de
estiramiento de β = 2.0 para modelar esta grieta. La
subsidencia mecánica inicial y el posterior equilibrio
térmico proporcionaron el espacio de acomodación para
el relleno de sedimento observado (McKenzie, 1978). La
línea punteada superior en la Figura 4 es una curva de
subsidencia tectónica comparativa para la cuenca
profunda de Anadarko del sur de Oklahoma (Coffman,
1988). Tanto el tiempo como la magnitud de las dos
cuencas son similares. De hecho, puede haber habido
una relación tectónica entre las dos regiones en base a
estas similitudes y su aparente proximidad en ese
momento (Ronov et al., 1984). El hundimiento continuó a
un ritmo más lento en el Silúrico debido al hundimiento
térmico. En el Devónico, un episodio de hundimiento
Figura 5: Análisis de puntos de datos para la cuenca del
Paraná, Brasil. (a) Patrón deposición. Vea la Figura 1 para
las etiquetas de curva. (b) Tasa de subsidencia del sótano.
Números como en la Figura 4; ubicación que se muestra en
la Figura 2.
nuevo y sedimentación afectó la cuenca (Isaacson, 1975),
coincidiendo con el tectonismo regional y la elevación al
oeste de la cuenca del Chaco.
Un hiato erosivo sustancial caracteriza al carbonífero
temprano. Fue durante este tiempo que los principales
terrenos al oeste de la cuenca se trasladaron hacia el sur
a lo largo de fallas de deslizamiento a sus posiciones
actuales, como se postula en este documento. La
sedimentación carbonífera fue fundamentalmente
diferente de la del Paleozoico temprano (Sempere, 1995).
En comparación con la cuenca marina insuficientemente
llena en el Devónico, la cuenca carbonífera del Chaco se
sobrellenó. La estratigrafía está dominada por depósitos
glaciales (Helwig, 1972; Castanos y Rodrigo, 1980). La
sedimentación del pérmico continuó a un ritmo más lento
y terminó con una transgresión marina. La región
boliviana se vio poco afectada por los eventos triásicos y
jurásicos del cinturón andino. Hay pocas rocas
sedimentarias de esta edad en la parte central de la
cuenca, aunque pueden haber sido despojadas por la
erosión del Cretácico temprano, que se caracteriza por
una gran disconformidad. El hundimiento ha continuado
episódicamente hasta el presente. Un aumento
importante en la tasa de subsidencia en el terciario tardío
coincidió con la renovación renovada de los Andes
(Lohmann, 1970; Urien et al., 1981; Cobbing, 1985).
En comparación con los datos bolivianos, la cuenca
del Paraná (Figura 5) siguió un patrón de hundimiento y
deposición significativamente diferente (Northfleet et al.,
1969; Fulfaro et al., 1982; Goulart y Jardim, 1982). El
hundimiento paleozoico temprano que fue tan significativo
en la cuenca boliviana tuvo poco o ningún efecto en el
Paraná. La glaciación siluriana dejó una delgada capa de
rocas principalmente continentales. En la cuenca del
Paraná, el Devónico fue una época de deposición marina
y acumulación de roca fuente. En comparación con el
hundimiento vigoroso en la cuenca boliviana, el
hundimiento de Paraná fue relativamente leve. Esto se
refleja en las columnas estratigráficas del Devónico: 3200
m en Bolivia en comparación con 1050 m en la cuenca del
Paraná. Sin embargo, la erosión regional posterior al
Devónico fue tan significativa. Esta no conformidad
implica un evento tectónico generalizado (Miliani, 1992).
Se cree que la Precordillera, Chilenia y los terrenos
patagónicos se han trasladado hacia el sur a sus
ubicaciones actuales durante este tiempo. Durante el
Carbonífero, la cuenca del Paraná fue sometida a un
mayor hundimiento y se inundó con grandes espesores
Figura 6: Análisis de puntos de datos para la cuenca del
Huallaga, Perú. (a) Patrón deposición. Vea la Figura 1 para
las etiquetas de curva. (b) Tasa de subsidencia del sótano.
Números como en la Figura 4; ubicación que se muestra en
la Figura 2.
de rocas glaciofluviales y glaciomarinas (Franca y Potter,
1988). El hundimiento pérmico fue mucho mayor en la
cuenca del Paraná que en el Chaco boliviano. Excelentes
fuentes de rocas de la Formación Irati fueron depositadas
en esta vía marítima interior. El hundimiento triásico fue
menor y principalmente continental (Zalan et al., 1990).
La Figura 6 muestra el patrón de depósito y
hundimiento de la cuenca del Huallaga del Perú (Vargas,
1988), ubicado en el flanco occidental del escudo
brasileño. El punto de datos está al este del locus del
tectonismo cámbrico-ordovícico, devónico y carbonífero
temprano. En su historia temprana, el hundimiento se
parecía al de la cuenca del Paraná, con delgadas rocas
paleozoicas inferiores cubriendo un sótano que
aparentemente tenía una alta rigidez litosférica y bajas
tasas de hundimiento. Se produjeron tasas de
subsidencia ligeramente más altas en el Pérmico y el
Triásico. No fue hasta el Cretáceo y el Terciario que se
produjo un hundimiento rápido en respuesta al desarrollo
del pliegue y el cinturón de montaña de empuje.
Existen grandes diferencias en la apariencia de las
curvas derivadas de las cuencas del Chaco, Paraná y
Huallaga que resultaron directamente de sus posiciones
relativas y los campos de tensión tectónica cambiantes de
América del Sur. Cada cuenca respondió de manera
diferente a los campos de estrés resultantes de los
mismos eventos tectónicos básicos. Cada respuesta se
debe a las diferencias en la composición del sótano y la
rigidez litosférica, la distancia desde la fuerza impulsora
tectónica, las diferentes orientaciones de tensión en
relación con los tejidos corticales y las diferentes fuentes
sedimentarias.
Figura 7: Análisis de puntos de datos para la cuenca del
Pérmico, West Texas, y la cuenca del este de la Amazonía,
Brasil. (a) Patrón deposición. Vea la Figura 1 para las
etiquetas de curva. (b) Tasa de subsidencia del sótano. La
línea discontinua superior es la curva de subsidencia
tectónica para un punto de datos en la cuenca amazónica
de Brasil para la comparación. Números como en la Figura
4; ubicación que se muestra en la Figura 2.
En la Figura 7 se muestra un análisis de puntos de datos cuenca del antepaís Karoo (DeWit y Ransome, 1992) . La
de la cuenca del Pérmico del oeste de Texas (Matchus y sedimentación de Dwyka sugiere un área fuente de tierras
Jones, 1984). Esta cuenca tenía un ajuste de margen altas hacia el sur (Visser, 1987). La tectónica de
pasivo en la mayor parte del Paleozoico. Se incluye una compresión continua en el Pérmico tardío y el Triásico dio
curva para la cuenca amazónica de Brasil (Mosmann et como resultado el cinturón plegable de Cape y su
al., 1986) para la comparación (línea discontinua superior contraparte en América del Sur, el cinturón plegable de
en la Figura 7). Las historias geológicas de estas dos Ventana (Ramos, 1986). La subsidencia triásica se
regiones aparentemente no relacionadas del mundo son atribuye a procesos extensionales que resultaron del
sorprendentemente similares. Ambos se enfrentaron al colapso orogénico.
Océano Pacífico durante la mayor parte del Paleozoico y Las curvas de dos puntos de datos en la Antártida (St.
tienen patrones similares de hundimiento. Alrededor de John, 1986; Bradshaw y Webers, 1988) se ilustran en la
2100 m de sedimento acumulado en cada cuenca desde Figura 9. Los mismos episodios tectónicos afectaron a
el Cámbrico-Ordovícico hasta el tiempo Carbonífero. Las ambos pero de diferentes maneras dependiendo de su
curvas confirman que cada cuenca estaba en un borde distancia desde la fuente del estrés y la orientación del
posterior, margen que disminuye térmicamente durante estrés. . Se reconocen tres episodios principales de
este tiempo. El hundimiento fue lento y disminuyó con el hundimiento en estas curvas. El primero ocurre solo en
tiempo. En el medio Carbonífero-Pérmico, ambas las montañas de Pensacola, donde una sucesión
cuencas fueron sometidas a tasas de subsidencia cámbrica-ordovícica indica subsidencia extensional. En el
crecientes. El Triásico estuvo marcado por una Devónico, la reactivación tectónica del terreno Wilson
disminución significativa en la tasa de hundimiento y un causó un episodio de subsidencia rápida. Una
cambio en la deposición continental. Ambas regiones inconformidad o un hundimiento muy lento en el
fueron sometidas a procesos tectónicos similares en el Carbonífero temprano caracteriza esta parte de la
Paleozoico. Ambos cubren la corteza continental que se Antártida. Se atribuye a la acumulación del terreno
atenuó al final del Precámbrico (β = 1.4). El tectonismo patagónico y posiblemente algunas partes de la
devónico no fue significativo. En la época carbonífera, Península Antártica en la principal masa continental de
América del Norte y del Sur convergieron como parte de Gondwana. La subducción de la corteza oceánica debajo
Pangea. Este episodio tectónico, y la acumulación de de la corteza continental antártica en el Pérmico puede
microplacas mexicanas y centroamericanas al oeste de ser la razón de una mayor tasa de subsidencia. Este
las dos cuencas, se refleja en nuevas y crecientes tasas evento afectó a las montañas marginales del norte de
de hundimiento. Ambas regiones fueron sometidas a Transantarctic más que a la otra área. En ambas áreas,
cantidades similares de estrés, aunque ninguno de los el hundimiento esencialmente cesó en el Triásico con la
puntos de datos estaba cerca del borde de su microplaca formación de una no conformidad.
respectiva. Los márgenes de las dos microplacas
experimentaron considerablemente más tectonismo y
deformación que en los propios puntos de datos. En el
tiempo triásico, los regímenes de estrés en las dos
cuencas habían disminuido en magnitud.
Los datos de depósito y subsidencia de Sudáfrica
(Figura 8) ilustran el desarrollo de las cuencas de Cape y
Karoo (Dingle et al., 1983). El evento de hundimiento que
inició el desarrollo de la cuenca temprana del Cabo
Paleozoico reactivó los tejidos panafricanos
eocambrianos (Tankard et al., 1995). Toda la sección
paleozoica inferior se depositó a lo largo de un margen
extensional del borde de salida. Una gran disconformidad
al final del Devónico fue el resultado de la elevación y la
erosión de cantidades significativas de la sección anterior
al Karoo. Ramos (1986) correlaciona este último
diastrofismo devónico con la acumulación del terreno de
Chilenia en el sur de América del Sur. Este es también el
momento en que la meseta de Malvinas (Malvinas) (que
se cree que era parte de la microplaca patagónica) se
acreció hasta el borde del cráter Kaapvaal de Sudáfrica y
proporcionó una procedencia para la sedimentación de la
Figura 8: Análisis de puntos de datos para el sur de África.
(a) Patrón deposición. Vea la Figura 1 para las etiquetas de
curva. (b) Tasa de subsidencia del sótano. Números como
en la Figura 4; ubicación que se muestra en la Figura 2.
Figura 9: Análisis de puntos de datos para dos ubicaciones
en la Antártida. (a) Patrón deposición. Vea la Figura 1 para
las etiquetas de curva. (b) Tasa de subsidencia del sótano.
Curva sólida, montañas de Pensacola; curva discontinua,
norte de las montañas Transantárticas. Números como en
la Figura 4; ubicación que se muestra en la Figura 2

Figura 10: Mapa de índice para Argentina, Paraguay y Brasil que muestra la ubicación de la sección transversal
regional y las posiciones de las principales cuencas y elevaciones. Durante el Paleozoico, el complejo de la cuenca
Chaco-Tarija, Chaco-Paraná y Paraná fue continuo. Se separaron por extensión mesozoica.

En ambas áreas, Secciones transversales

secuenciales Esta sección transversal (Figuras 11, 12, 13) ilustra la
La ubicación de una sección transversal compuesta naturaleza regional de las no conformidades y las
para las latitudes Chaco-Paraná se muestra en la Figura relaciones estratigráficas. Atraviesa la cuenca del Chaco
10. en el norte de Argentina, cruza el arco de Asunción de

Figura 11: Sección transversal regional para segmentos de
tiempo silúrico-carbonífero. La ubicación se muestra en la
Figura 10. Las estrellas muestran la parte superior de la
ventana de generación de petróleo.
Paraguay y la cuenca de Paraná en el sur de Brasil, y
continúa hasta el arco de Ponta Grossa cerca de la costa.
La parte occidental está en el norte de Argentina, al sur
del principal depocentro de la cuenca boliviana del Chaco.
La sección se compone de 14 puntos de datos
distribuidos en 1500 km. Los datos incluyen siete pozos
en la sección, tres afloramientos y cuatro puntos
derivados del mapeo regional estructural y de isopach.
Siempre que sea posible, estos puntos de datos se
calibran con los datos geoquímicos, lo que indica una
profundidad de entierro anterior y localmente puede
restringir el gradiente paleogeotérmico (Malizia et al.,
Figura 12: Sección transversal regional para segmentos de
tiempo Pérmico-Triásico. Ubicación mostrada en la Figura
10. Estrellas, parte superior de la ventana generativa de
petróleo; signos iguales, profundidad a 93˚C.
1993). Cuatro puntos estaban disponibles para este tipo
de calibración a lo largo de la sección transversal.
La Figura 11A muestra la configuración modelada a lo
largo de este perfil al final del tiempo de Siluria
(aproximadamente 408 Ma). El arco de Asunción en el
medio de la sección formó la línea de la bisagra y el
margen oriental de la cuenca siluriana. La cuenca del
Chaco-Paraná y la cuenca del Chaco se unieron en yugo
a principios del Paleozoico antes de que la extensión del
Mesozoico los separara (Starck, 1995). El patrón de
deposición paleozoico temprano donde la sección se
espesa dramáticamente hacia el oeste a través del arco
de Asunción en dirección a la cuenca boliviana continuó
 sedimentos carboníferos y pérmicos (Figuras 11D, 12A).
El arco de Asunción es la principal característica positiva
en este perfil. Este arco y un altiplano al este de la costa
fueron fregados por glaciares carboníferos (Visser, 1987;
Franca y Potter, 1988). La cuenca del Paraná desarrolló
una identidad separada distinta solo en el Carbonífero. El
grosor de la sección Carbonífera-Pérmica que se depositó
y luego se eliminó por erosión no se midió directamente.
Los espesores presentados aquí se basan en análisis y
mapeos regionales y están parcialmente restringidos por
el modelado de madurez.
La inconformidad post-Pérmica (Figura 12B) fue un
evento tectónico importante que dejó la cuenca de Paraná
aislada como un despocentro separado. El arco de
Asunción fue levantado y erosionado en este momento,
mucho más que el arco de Ponta Grossa. También se
conservó un volumen significativo de sedimentos en la
cuenca del Chaco. Sobre las rocas pérmicas se encuentra
la sucesión continental triásica (Figura 12C). Esta parte
de la estratigrafía contiene depósitos de eolianita
generalizados, lo que indica una paleogeografía árida. Se
informa que la Formación Serra Geral (Figura 13A) es la
mayor acumulación mundial de flujos basálticos en la
corteza continental. Estos extrusivos cubren casi toda la
cuenca Paraná de Brasil y se extienden a la cuenca
Chaco-Paraná en el subsuelo. Al final del Cretáceo
(Figura 13C), la erosión había eliminado gran parte de
esta capa volcánica de la cuenca del Paraná. Las
cuencas del Chaco y Paraná se hundieron en el
Cretácico. La figura 13D muestra la configuración actual
del perfil.

LOS MAPAS PALEOGEOGRÁFICOS

Figura 13: Sección transversal regional para Jurásico:
segmentos de tiempo recientes. Ubicación mostrada en la Los mapas paleogeográficos presentados aquí
Figura 10. Estrellas, parte superior de la ventana generativa (Figuras 14-21) se basan en el trabajo de Scotese et al.
de petróleo; signos iguales, profundidad a 93˚C; signos
(1979) Se utilizaron reconstrucciones del polo sur, con el
más, base de ventana generativa de petróleo.
polo sur en el centro. África fue designada arbitrariamente
como "arriba" en las reconstrucciones de Gondwana. Las
hacia el Devónico (Figura 11B). Esto estableció el patrón
microplacas que no interactuaron con Gondwana no
arquitectónico de la cuenca al final de la primera
fueron analizadas. Los mapas resumen la paleogeografía
secuencia de depósito principal. La Figura 11C
de siete segmentos de tiempo fanerozoico.
(aproximadamente 340 Ma) muestra las relaciones
estructurales y estratigráficas en la inconformidad
Paleogeografía del Ordovícico
precarbonífera. Esta disconformidad fue significativa para
las cuencas a ambos lados del arco. Hay mucha más
La Figura 14 muestra una reconstrucción de
sección preservada al oeste del arco de Asunción que en
Gondwana para el Ordovícico, aproximadamente 475 Ma.
el este, lo que refleja parcialmente la deposición original,
Gondwana era el continente del sur, con las masas de
el tectonismo y la erosión. La sección cruza la cuenca de
tierras norteamericanas y europeas más ecuatoriales.
Las Brenas de Pezzi y Mozetic (1989), que tiene una
Lash (1987) ha descrito la colisión entre Norteamérica y
sección paleozoica inferior gruesa conservada (punto 6
Europa. Un arco volcánico parece haber estado presente
en la Figura 10).
en el margen norte de Gondwana, cuyos restos ahora se
Después de la gran disconformidad, las cuencas se
encuentran en los Andes de Colombia (Burgl, 1967;
hundieron nuevamente bajo un espesor variable de
Barrett, 1988). Se cree que una gran capa de hielo se
localizó en África central según los numerosos Una zona de subducción que se sumerge hacia el océano
indicadores glaciales que se muestran en la estaba presente a lo largo del margen antártico y
reconstrucción paleogeográfica. australiano (Veevers, 1980; Kleinschmidt y Tessensohn,

Figura 14 — Mapa paleogeográfico del ordovícico, 475 Ma. La leyenda es para las figuras 14-21. Los datos para la
presencia de glaciación en cada intervalo de tiempo provienen de varias fuentes, principalmente Caputo y Crowell
(1985), Chatterjee y Hotton (1986), St. John (1986) y Van Houten y Hargraves (1987).
1987). Otros autores infieren la presencia de una zona de
subducción de inmersión hacia tierra en este momento
(St. John, 1986). El terreno de Wilson se acreció en la
Antártida a lo largo del cinturón orogénico Ocloyic-
RossDelamerian-Adelaide (Figura 14) (Coira et al., 1982;
Stump, 1987).
Se cree que existió una gran masa de tierra al oeste
de los actuales Perú y Bolivia en el Ordovícico y se
muestra en la Figura 14 como el bloque patagónico. Se
ha descrito de diversas maneras en la literatura como el
macizo de Arequipa (Cobbing, 1985; Isaacson, 1975),
Belén y Mejillones (Ramos, 1986), paleocontinente del
Pacífico sudoriental (Dalmayrac, 1988), proto-Puna
(Herve et al., 1987) y el macizo pampeano (Helwig, 1972).
En ese momento, no había tierra continental que formara
el extremo sur de América del Sur (Ramos, 1989; Visser,
1993). La extensión ordovícica afectó el margen suroeste
de Gondwana, formando un tramo de cuencas de grietas
intracratónicas en Bolivia y el norte de Argentina
(Cobbing, 1985; Dalmayrac, 1988; DeWit y Ransome,
1992). Más de 7 km de sedimentos acumulados en este
sistema de grietas que desaparece rápidamente. Las
grietas fueron extensas, pero no suficientes para crear la
corteza oceánica. Se registra que la rotación en sentido
antihorario de una porción del remanente restante del
macizo de Arequipa se produjo en el último tiempo
Cámbrico-Ordovícico temprano (Forsythe et al., 1993). Un
pequeño volumen de volcánica ordovícica está presente
en los Andes bolivianos (Padula, 1972). El margen hacia
tierra del sistema de grietas probablemente estuvo
marcado por el arco de Asunción. La sección transversal
regional (Figuras 11-13) sugiere un triple aumento en el
grosor de la sección sedimentaria al oeste del arco de
Asunción en Paraguay.
Este altiplano inferido al oeste del sistema de grietas
boliviano era un área de origen para las voluminosas
rocas clásticas que llenaban la cuenca (Cobbing, 1985).
El escudo brasileño probablemente no estaba lo
suficientemente elevado como para formar un área de
fuente sustancial (Figuras 5, 6). Al sur, el terreno de
Pampeanas fue el sitio de mayor actividad volcánica
atribuida a un arco de isla en aumento (Acenolaza, 1976;
Coira et al., 1982; Ramos et al., 1986; Herve et al., 1987;
Wilner et al. 1987)
Glaciación siluriana media
El Silúrico Medio (Figura 15) fue una época de
glaciación generalizada de aproximadamente 425 Ma
(Grahn y Caputo, 1992). La distribución de estos
sedimentos glaciales sugiere que el polo sur estaba
centrado en el interior de África cerca del centro de la
masa terrestre (Caputo y Crowell, 1985; Van Houten y
Hargraves, 1987; Cocks y Fortney, 1988). La acumulación
menor ocurrió a lo largo del margen antártico y australiano
de Gondwana. Este evento tectónico se conoce como el
orógeno Borchgrevink - Tasman (St. John, 1986). Algunos
afloramientos silurianos en los Andes (por ejemplo, la
asociación de calizas de agua cálida siluriana y
diamictitas silurianas) indican la posibilidad de
desplazamiento lateral (Martínez, 1980). Se postula que
este episodio de falla lateral ocurrió a principios del
Carbonífero.
Los volcanes en el terreno de las Sierras Pampeanas
de Argentina indican que la actividad extensional persistió
en el Silúrico (Ramos et al., 1986). El hundimiento
continuó en la cuenca del Chaco boliviano como lo
muestran las curvas de hundimiento tectónico. Sin
embargo, la tasa fue mucho más lenta que en el
Cámbrico-Ordovícico, lo que indica que la extensión fue
reemplazada por una fase de enfriamiento. Las facies
propensas a la arena son más frecuentes en el margen
suroeste de la cuenca que a lo largo de su flanco noreste
(Cobbing, 1985). Esta fue una continuación del patrón
establecido en el Cámbrico-Ordovícico.
Paleogeografía del Devónico
Las lutitas marinas devónicas (380 Ma) son las rocas
fuente más conocidas en las cuencas productoras de
Bolivia y el norte de Argentina (Illich et al., 1981), y las
areniscas de esa edad son reservorios significativos. En
consecuencia, el Devónico tiene un importante interés
comercial. Las lutitas de la edad devónica también forman
rocas fuente de hidrocarburos en las cuencas de Permian
y Anadarko de América del Norte (Schmoker, 1986) y en
la cuenca amazónica de Brasil (Mosmann et al., 1986).
El polo sur estaba ubicado en el margen de Gondwana
en el Devónico (Figura 16) (Scotese et al., 1979). El clima
era más cálido y las capas de hielo un poco más
pequeñas que en el Silúrico. Se han reportado depósitos
glaciales de la cuenca del Amazonas (Mosmann et al.,
1986; Van Houten y Hargraves, 1987; Veevers y Powell,
1987) en una latitud cercana a 30˚S en las
reconstrucciones de Scotese et al. (1979) Las diamictitas
glaciales se producen en el Alto Devónico de los Solimoes
(Amazonas occidental) y en las cuencas del Amazonas y
Parnaiba de Brasil. Esto fue más probable en una zona
climática templada. Las ocurrencias se encuentran en un
tramo de cuencas de tendencia este-oeste y se atribuyen
a la glaciación alpina a lo largo de su margen sur.
También se cree que el escudo brasileño tenía glaciares.
Colombia se caracterizó por la deposición de esquisto
marino en el Devónico y una fauna de los Apalaches
similar a sus contrapartes en América del Norte (Copper,
1977; Barrett, 1988; Van Der Voo, 1988). Se cree que la
provincia faunística Gondwana Malvinokaffric y la
provincia faunística de los Apalaches estaban separadas
 Figura 15 — Mapa paleogeográfico para el Silúrico Medio, 425 Ma. Leyenda igual que en la Figura 14.
por la misma altura topográfica que separaba las cuencas
boliviana y amazónica. El Devónico de Sudáfrica estuvo
dominado por la deposición deltaica (Theron y Loock,
1988). Los ambientes marinos marginales persistieron
durante la mayor parte del Devónico.
Las rocas devónicas depositadas en las cuencas del
Chaco y ChacoParaná se derivaron del escudo brasileño,
así como de un terreno fuente occidental. Las facies de
arenisca son más abundantes a lo largo de los márgenes
de la cuenca (Cobbing, 1985). La cuenca Chaco-Paraná
de Paraguay contiene un relleno en gran parte arcilloso.
En la cuenca del Chaco de Bolivia y el noroeste de
Argentina, el orógeno occidental fue la principal fuente de
sedimento (Mingramm et al., 1972; Isaacson, 1975;
Sempere, 1995). De hecho, la fuente occidental era
considerablemente más sustancial que el cinturón andino
actual (Isaacson, 1975). Este suministro de sedimentos
voluminosos fue acomodado por una mayor tasa de
subsidencia en la cuenca del Chaco boliviano, como se
muestra en las curvas de subsidencia tectónica (Figura 4).
El presente autor cree que este enorme volumen de
sedimentos se explica por un orógeno creciente
aumentado por la microplaca patagónica que luego se
encontraba al oeste del norte de Chile y Perú (Figura 16).
Bird y Molenaar (1992) han recurrido a una interpretación
similar para explicar una fuente norteña de sedimentos
para la vertiente norte paleozoica de Alaska.
La Figura 16 muestra el terreno patagónico al oeste de
la costa Perú-Chile y al oeste del macizo de Arequipa. El
terreno de Chilenia de Ramos et al. (1986), ubicado justo
al sur del terreno patagónico, se cree que se movió a su
posición actual a lo largo de un sistema de deslizamiento.
 Figura 16 — Mapa paleogeográfico para el Devónico, 380 Ma. Leyenda igual que en la Figura 14.
Los volcanes intrusivos y extrusivos están presentes a lo
largo de las Sierras Pampeanas y a lo largo del margen
occidental de la cuenca del Chaco (Ramos et al., 1986;
Wilner et al., 1987). La elevación tardía del Devónico
también afectó a la región de la cuenca del Amazonas.
Esta interpretación implica que no había corteza
continental que formara el extremo sur de América del
Sur. La tectónica de compresión del Devónico en el norte
de Argentina se conoce como la orogenia Chanic (Coira
et al., 1982; Cobbing, 1985).Un remanente aislado de la
fauna Apalaches de agua caliente devónicas está
presente al oeste del macizo Arequipa en el sur de Perú
(Cobbing, 1985).
Un remanente aislado de la fauna de los Apalaches
de aguas cálidas del Devónico está presente al oeste del
macizo de Arequipa en el sur de Perú (Cobbing, 1985).
Este conjunto coincide mejor con afloramientos análogos
en Ecuador. Este afloramiento parece estar ubicado en
uno de los muchos terrenos desplazados que se
trasladaron hacia el sur.
Paleogeografía del carbonífero temprano
Al final del Devónico, alrededor de 340 Ma, se produjo
un cambio importante en la paleogeografía de Gondwana
(Figura 17). Se caracteriza por una inconformidad
generalizada. La evidencia es abundante de que varias
regiones montañosas intracratónicas se desarrollaron en
América del Sur en este momento. La traducción de los
diversos terrenos a sus posiciones actuales en el sur de
Sudamérica y la Antártida también probablemente ocurrió
en este momento.
La interacción entre las principales placas de Pangea
creó la orogenia de los Apalaches del este de América del
Norte (Hatcher, 1988). Las fallas de empuje ocurrieron tan
al sur como las montañas Ouachita de la cuenca Arkoma,
 Figura 17: Mapa paleogeográfico de la inconformidad carbonífera base, 340 Ma. Leyenda igual que en la Figura 14.
donde la deformación se transmitió a la corteza oceánica
entre América del Norte y Gondwana (Thomas y Schenk,
1988). Las tensiones transmitidas por la corteza oceánica
vinculada también afectaron la masa de tierra tan lejos
como la región de la cuenca del Amazonas (Figura 7). Es
probable que la corteza oceánica de la región del Pacífico
haya cambiado de enfriamiento pasivo a subducción
activa en este momento. Todas las curvas de subsidencia
tectónica en este artículo (Figuras 1, 4–9) muestran una
inconformidad simultánea. Las interacciones entre las
principales placas de la región oceánica del Pacífico y las
de Gondwana continental fueron la fuerza impulsora de
este episodio tectónico.
La traslación hacia el sur de las microplacas desde sus
posiciones iniciales al oeste del macizo de Arequipa a sus
ubicaciones respectivas en la Patagonia y la Antártida
probablemente ocurrió durante el Devónico tardío y el
Carbonífero temprano. El momento preciso está
oscurecido por el tectonismo, la deformación y la erosión
más jóvenes. Sin embargo, esta historia se registra en
una gran disconformidad que abarca gran parte del
suroeste de Gondwana. Esta es la inconformidad
eohercínica de algunos autores (LopezGamundi y
Rosselló, 1993).
La Figura 18 muestra un intento de reconstruir esta
historia traslacional de terreno, aunque el orden en que se

Figura 18: Reorganización inferida de terrenos. PB, cuenca
Paganzo. 1, Precordillera; 2, Patagonia; 3, Chillenia; 4,
partes de la Antártida y otros terrenos dispersos.
movieron estas microplacas es especulativo. Es probable
que el terreno Precordillera se movió en una etapa
temprana porque estaba fuera del gran terreno occidental
y los carbonatos acumulados en un margen posterior en
el Ordovícico. La deformación extensa afectó su margen
occidental después del emplazamiento. Los terrenos
patagónicos, chilenos y otros asociados probablemente
se mudaron más tarde. La cuenca de Paganzo se
encuentra en el límite norte del terreno Precordillerano.
Se hundió rápidamente en Namurian (Archangelsky et al.,
1987) inmediatamente después de la acumulación de los
terrenos desplazados y puede reflejar un período de
extensión local. Las rocas volcánicas y de arco
magmático inferido posiblemente registran la
acumulación del complejo de terreno Patagónico-
Malvinas 340 Ma (Ramos, 1986). En este contexto, el tren
de la volcánica marca la zona de sutura. El límite del
terreno del borde norte de la Patagonia está al sur de la
Sierra de la Ventana y está oscurecido por depósitos
sedimentarios más jóvenes. La ausencia de deformación
compresiva contemporánea sugiere que el movimiento
lateral izquierdo tenía un sentido transtensional de
comportamiento.
Varias tierras altas o áreas montañosas deben su
elevación a este episodio tectónico. Los ejemplos
incluyen el arco de Asunción y la región del macizo
truncado de Arequipa (Messner y Wooldridge, 1964;
Franca y Potter, 1988). Estas tierras altas formaron
centros glaciales locales en varios momentos durante el
Carbonífero.
Esta interpretación del bloqueo patagónico se basa en
Martínez (1980), pero difiere de la suya en que se cree
que la traducción ocurrió durante un corto período de
tiempo en el Devónico tardío y el Carbonífero temprano
durante el episodio tectónico de Chanic. La presente
interpretación involucra varios bloques pequeños.
Además del esquema lateral izquierdo enfatizado aquí,
aparentemente también hubo movimientos locales
derecho-laterales (Acenolaza y Toselli, 1976; Ramos,
1989). Estos sentidos opuestos de desplazamiento no
son mutuamente excluyentes y son comunes en los
terrenos con fallas de llave inglesa, como la falla Garlock
en el área del Valle de la Muerte de California (King,
1977).
Paleogeografía del Carbonifero
La reconstrucción carbonífera (Figura 19) muestra la
paleogeografía a aproximadamente 290 Ma para uno de
los muchos máximos glaciales que afectaron a
Gondwana. La gran cantidad de ciclotemas en Kansas y
Oklahoma que se han atribuido a las oscilaciones
glaciales eustaticas del nivel del mar y a los efectos del
tectonismo (López-Gamundi, 1989; Klein y Kupperman,
1992) muestra que el aumento y disminución de las capas
de hielo ocurrieron en numerosas ocasiones. ) Gondwana
fue sometida a capas de hielo continentales (Veevers y
Powell, 1987; Visser, 1987; Eyles et al., 1995).
Pangea estaba completamente ensamblado en este
momento (Figura 19). La cuenca del Amazonas se hundió
rápidamente como resultado de la convergencia de los
dos supercontinentes, así como del hundimiento a lo largo
del margen occidental del continente (Mosmann et al.,
1986). Las colinas bajas bordean el margen sur de la
cuenca; estos eran restos erosivos del cinturón de
montaña anterior que habían sido la fuente de depósitos
glaciares en la cuenca (Figura 17). También hubo un
tectonismo significativo a lo largo del margen antártico-
australiano como resultado de la subducción hacia tierra,
reflejada en la construcción de montañas y volcanes (St.
John, 1986; Veevers y Powell, 1987; Audley-Charles,
1988).
Existe una importante producción comercial de
petróleo y gas a partir de rocas glaciofluviales
carboníferas en Omán (Levell et al., 1988) y de las
cuencas Chaco y Tarija de Bolivia y el norte de Argentina.
Ambas regiones se ubicaron a aproximadamente 30 ° S
lat durante el Carbonífero, en el límite de la influencia
glacial. Con base en la experiencia en Bolivia, sugiero que
en ambas regiones los depósitos fueron originados por la
glaciación de las montañas. La paleogeografía de la
cuenca occidental del Chaco consistió en amplios valles
glaciofluviales con corrientes que fluyen hacia el norte
(Helwig, 1972; Tankard et al., 1995). El paisaje
deposicional consistía en valles de hasta 500 m de
profundidad que estaban llenos de complejos
glaciofluviales apilados, lutitas lacustres localmente
variadas y diamictitas glaciales con clastos estriados. Era
un entorno de depósito extremadamente propenso a la
arena pero que se volvió más arcilloso al norte (Castanos
y Rodrigo, 1980). Se cree que los glaciares existieron en
el cinturón de pliegue y empuje que formó el flanco
occidental de la cuenca del Chaco y en las elevadas
tierras altas cratónicas al este.
Hubo varias incursiones marinas en el interior de
Gondwana sudamericana (Northfleet et al., 1969; Frakes
y Crowell, 1972; Soares et al., 1977; Franca y Potter,
1988). Las incursiones en la cuenca de Paraná en el sur
de Brasil están bien documentadas. Estos mares
probablemente se inundaron desde el sur (Figura 19).
Los sistemas de depósito glacial marino y glaciofluvial
influyeron en la cuenca Paraná del sur de Brasil y el norte
Figura 19 — Mapa paleogeográfico para el carbonífero, 290 Ma. Leyenda igual que en la Figura 14
de Argentina (Mingramm et al., 1972; Soares et al.,
1977). En Sudáfrica, se conserva la misma evidencia de
glaciación masiva (Visser, 1987). De acuerdo con Dingle
et al. (1983), el cinturón plegable de Cape en Sudáfrica y
su contraparte, el cinturón plegable de Ventana en
Argentina, comenzaron a deformarse en este momento
por inversión de los depocentros extensionales más
antiguos. Esta deformación se atribuye al reajuste de las
microplacas acumuladas del bloque patagónico.
Paleogeografía del Pérmico
Pangea fue influenciado por una amplia variedad de
tensiones en el Pérmico a aproximadamente 250 Ma
como precursor de la fragmentación que ocurriría en el
Mesozoico (Veevers et al., En prensa). El polo sur estaba
ubicado frente a la Antártida (Scotese et al., 1979; Caputo
y Crowell, 1985) (Figura 20), lo que resultó en un clima
más cálido que en el período Carbonífero-Pérmico
Temprano. La glaciación fue más restringida (Veevers y
Powell, 1987).
Un episodio orogénico importante afectó el margen
suroeste de Gondwana en el intervalo medio Pérmico-
Triásico (Lawver y Scotese, 1987). Se creó una amplia
extensión de montañas plegables en Australia, la
Antártida, el sur de África y América del Sur por inversión
selectiva de cuencas extensionales más antiguas. Se
cree que hubo un componente lateral izquierdo de
cizallamiento en América del Sur que refleja los ajustes
del terreno patagónico (Figura 20). Este comportamiento
Figura 20 — Mapa paleogeográfico para el Pérmico, 250 Ma. Leyenda igual que en la Figura 14.
de deslizamiento también puede explicar la yuxtaposición
de carbonatos de arrecife y faunas de agua fría (Helwig,
1972; Martínez, 1980). Las cuencas sedimentarias se
unieron a lo largo de este cinturón tectónico (Veevers,
1980). Las volcánicas intrusivas e intrusivas fueron
relativamente comunes a lo largo del margen continental.
Este comportamiento de desgarre también puede explicar
la yuxtaposición de los carbonatos arrecifales y faunas de
agua fría (Helwig, 1972; Martínez, 1980). Las cuencas
sedimentarias fueron juntos a lo largo de este cinturón
tectónico (Veevers, 1980). Las volcánicos extrusivos e
intrusivas eran relativamente comunes a lo largo del
margen continental.
 La glaciación pérmica a lo largo del margen de la
Antártida y Australia depositó sedimentos en un entorno
de cuenca de arco posterior que aparentemente estaba
relacionado con la subducción por inmersión hacia tierra
(Elliot, 1975). El sistema de arco de la isla se extinguió
durante el Pérmico. Al final del Pérmico, había una zona
de subducción activa a lo largo del margen norte de
Australia (Veevers, 1980; Audley-Charles, 1988). El
Pérmico también fue una época de disminución de los
glaciares y la mejora del clima.
En India, un conjunto radiante de cuencas de grietas
fue invadido por una transgresión marina (Chatterjee y
Hotton, 1986). Este sistema extensional y la grieta interior
de la cuenca de Cooper de Australia (Wopfner, 1981)
reflejan el enlace tectónico a través de Gondwana o los
efectos de campo lejano de las tensiones intraplacas
(Cloetingh, 1988).
Figura 21 — Mapa paleogeográfico para el Triásico, 200 Ma. Leyenda igual que en la Figura 14.
Partes de la cuenca del Chaco boliviano se hundieron
durante el Pérmico, mientras que otras partes parecen
haberse erosionado. La vía marítima poco profunda de
Copacabana recolectó clásticos y sedimentos de
carbonato autóctonos, así como detritos volcánicos
(Cobbing, 1985). La secuencia se espesa hacia el
noroeste y Perú (Castanos y Rodrigo, 1980). En general,
el hundimiento de la cuenca del Chaco fue mínimo. En
contraste, la cuenca del Paraná se hundió continuamente
durante el Pérmico. Varios arcos internos y depocentros
locales reaccionaron de manera diferente a los campos
de tensión predominantes. En particular, los arcos de
Asunción, Ponta Grossa y Río Grande fueron levantados
periódicamente para que los sedimentos los cubrieran y
cubrieran (Gama et al., 1982).
El tectonismo y el vulcanismo pérmico se extendieron
a lo largo del sur de Sudamérica (Martínez, 1980; Coira et
al., 1982; Ramos et al., 1986). Una amplia banda de
volcanes elásticos, flujos básicos, intrusivos y cizalladuras
ocurre al norte del terreno patagónico en el sur de
Argentina (Miller, 1981). La acumulación progresiva de
terrenos se registra en las edades radiométricas que se
vuelven más jóvenes en esa dirección (Forsythe, 1982;
Herve et al., 1987). La roca fuente de hidrocarburos más
prometedora en la cuenca del Paraná es la Formación
Irati (Padula, 1969). Ha sido suficientemente enterrado
para madurar en gran parte de la cuenca (Cerqueira y
Neto, 1986). En Sudáfrica, el equivalente de la formación
Irati es la formación Whitehill de la cuenca Karoo
(Anderson y McLachlan, 1979). Los depósitos glaciales
de la Formación Paraná Itarare son equivalentes al Grupo
Dwyka de Sudáfrica.
El cinturón plegable del Cabo se inició durante el
Pérmico. Cratonward, la cuenca de flexión Karoo
disminuyó en respuesta a una carga aplicada. Dingle y
col. (1983) han sugerido que la meseta Malvinas al sur de
la cuenca Karoo también formó una montaña. La
compresión y la inversión continuas del cinturón de
pliegues del Cabo se atribuyen a los ajustes del terreno
patagónico resultantes de las continuas interacciones
entre la placa oceánica y continental.
Final de la Paleogeografía del Triásico
Las condiciones continentales prevalecieron en toda
Gondwana durante el Triásico, dejando un registro
generalizado de eolianitas y camas rojas (Figura 21). Una
gran disconformidad de alrededor de 200 Ma marca la
base del Mesozoico en la mayoría de las regiones
(Padula, 1972; Milani, 1992). La extensión afectó a la
Patagonia y África. La actividad volcánica ocurrió
localmente. La masa de tierra estaba más lejos del polo
sur, lo que explica los climas más cálidos (Scotese et al.,
1979). La construcción de montañas por inversión
intracratónica continuó en el Triásico. En el sur de África
y el sur de América del Sur, la inversión fue un proceso
selectivo y afectó a las cuencas que ya estaban
compensadas en las zonas de alojamiento. El resultado
fue un orógeno irregular con compensaciones marcadas
(Tankard et al., 1995). La extensión triásica posterior por
colapso orogénico afectó a ambos lados del Atlántico. Las
cuencas como el Cuyo en la Patagonia y el Moltero en
Sudáfrica fueron litorales y acumularon rocas de origen
lacustre ricas en materia orgánica y depósitos fluviales
trenzados que se desprendieron del orógeno (Uliana y
Biddle, 1987; Tankard et al., 1995). En la Antártida, varios
terrenos muestran movimientos de deslizamiento y
transpresión relacionados con la subducción triásica
(Elliot, 1975; Wilson et al., 1989).
RESUMEN
La parte sur de América del Sur y el margen de la
Antártida aparentemente fueron construidos por una
mezcla de exóticos terrenos y microplacas que
originalmente se ubicaron al oeste del actual macizo de
Arequipa en Chile. Estos terrenos formaron el borde
occidental de Gondwana hasta el final del Devónico. A
principios del Paleozoico, la región se vio afectada por la
ruptura intracratónica. La separación y la traducción hacia
el sur de los terrenos están marcada por una
inconformidad conspicua tardía entre Devónico y
Carbonífero temprano. Las paleogeografías paleozoicas
más jóvenes son muy diferentes como resultado del
movimiento de grandes masas de tierra a lo largo del
margen continental. El tectonismo resultante y los
reajustes de placas culminaron en los pliegues de
Pérmico-Triásico Ventana y Cabo. El Mesozoico posterior
estuvo marcado por la ruptura y la ruptura de Gondwana.
Las grietas ordovícicas en la cuenca del Chaco
boliviano causaron la acumulación de más de 7000 m de
sedimentos. Un gran porcentaje de estos depósitos tuvo
su origen en una gran masa de tierra ubicada al oeste del
límite actual de América del Sur. Creo que esta masa de
tierra consistió en un mosaico de terrenos, incluidos los
que eventualmente construirían la Patagonia y la
Península Antártica. En la época siluriana, la cuenca del
Chaco continuó hundiéndose y acumulando sedimentos
de la microplaca patagónica. La glaciación se produjo en
grandes partes del continente. En el Devónico, las tasas
más altas de hundimiento en la cuenca del Chaco se
atribuyen a la subducción de la corteza oceánica al oeste
de la microplaca patagónica. La secuencia devónica
contiene fuentes prominentes y rocas de reservorio en las
cuencas del Chaco y el Amazonas. El inconformismo
devónico tardío-carbonífero temprano representa el
tiempo de la traducción lateral hacia el sur de los terrenos
patagónicos, precordillera y otros a aproximadamente sus
posiciones actuales. Las tierras altas se crearon en el
interior de Gondwana como resultado de tensiones
intraplacas.
El Carbonífero se caracterizó por cuencas con exceso
de arena propensas a la arena y glaciación generalizada
(Figura 19). Encerar y menguar las capas de hielo
depositaba repetidas ciclotenas. En los márgenes de la
capa de hielo, los glaciares de montaña eran una fuente
importante de sedimentos en Omán y Bolivia. En la época
pérmica, la construcción de montañas,
El vulcanismo y el emplazamiento de los batolitos
implican subducción a lo largo del margen del continente.
Las lutitas orgánicas se formaron en las cuencas
intracratónicas (p. Ej., Lutitas Irati de Brasil y lutitas
Whitehill de Sudáfrica). Las condiciones no marinas
prevalecieron en gran parte del continente durante el
Triásico.
AGRADECIMIENTOS
Agradezco a Glenn Ware y Don Irwin por su apoyo y a
Oscar Lopez-Gamundi por las discusiones sobre algunos
de los conceptos que se persiguen en este documento.
Jim Kotchavar redactó los mapas paleogeográficos. Se
agradece a Margy Walsh por sus búsquedas en la
biblioteca. También deseo agradecer a Texaco por su
apoyo y permiso para publicar este documento.
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Marina y Geología del Petróleo, v 1, p.. 319-338.
Watts, AB, y MS Steckler, 1981, el hundimiento y la
tectónica de tipo atlántico márgenes continentales:
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