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FACULTAD DE MEDICINA
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INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 3
OBJETIVOS .......................................................................................................................... 4
Tipos de transporte ............................................................................................................... 5
Transporte intrahospitalario ............................................................................................... 5
Transporte interhospitalario ............................................................................................... 6
Traslado del paciente conectado a un ventilador mecánico. ................................................. 8
Efectos fisiológicos del transporte ......................................................................................... 9
Efectos del transporte sobre el paciente. .............................................................................. 9
Efectos del transporte sobre el equipo de soporte vital ....................................................... 10
Principios generales del transporte ..................................................................................... 11
Fase preparatoria................................................................................................................ 11
Relación riesgo-beneficio .................................................................................................... 11
Coordinación y comunicación pre transporte ...................................................................... 11
Monitorización y equipamiento durante el transporte .......................................................... 12
Fase de transferencia ......................................................................................................... 12
Fase de estabilización protransporte................................................................................... 13
Contraindicaciones del transporte ....................................................................................... 13
CONCLUSIÓN .................................................................................................................... 14
BIBLIOGRAFIA ................................................................................................................... 15
INTRODUCCIÓN
Las unidades de cuidados intensivos (UCI) se caracterizan por prestar un elevado nivel de
cuidados, contando para ello con personal altamente especializado, sofisticados sistemas de
monitorización y avanzadas capacidades de tratamiento. Todas estas particularidades
posibilitan la aplicación de ventilación mecánica de forma prolongada, así como la realización
de técnicas diagnósticas y procedimientos quirúrgicos a la cabecera de la cama, creando un
entorno de seguridad inexistente en otras áreas del hospital.
Con frecuencia, sin embargo, es necesario trasladar a los pacientes fuera del ambiente
protegido y seguro de la UCI, con el fin de realizar estudios diagnósticos o intervenciones
terapéuticas que no es posible practicar en la propia unidad. Por otra parte, en ocasiones
puede requerirse el transporte desde un hospital con recursos limitados a otro centro
hospitalario con mayor nivel de especialización y tecnología. En cualquier caso, la movilización
de un paciente en situación crítica, a menudo con unas reservas fisiológicas limitadas, plantea
una serie de riesgos que deben tenerse en cuenta a la hora de planificar su traslado.
OBJETIVOS
● OBJETIVO GENERAL
Conocer los tipos de transporte del paciente crítico ventilado y la relación riesgo
beneficio del traslado de los pacientes en su estado de salud.
● OBJETIVOS ESPECÍFICO
Transporte intrahospitalario
En general, las razones por las que un paciente ventilado mecánicamente necesita ser
movido fuera de la UCI son para realizar estudios radiológicos y practicar intervenciones
quirúrgicas.
Este transporte es el de los pacientes que requieren cuidados intensivos, bien tras una
resucitación y estabilización inicial en el servicio de urgencias o después de haber sufrido un
empeoramiento de su situación clínica en la planta de hospitalización. En ambas situaciones,
el traslado se produce desde una zona del hospital donde no es posible una monitorización y
cuidado avanzados hacia un área dotada de personal y recursos tecnológicos apropiados.
Dado que la gravedad de la enfermedad se correlaciona con la incidencia de complicaciones,
se precisa una adecuada planificación, con objeto de anticiparse a los problemas secundarios
que pudieran surgir durante el proceso de transporte.
Debido a la capacidad de mantener de forma continua las medidas de soporte vital, los
métodos diagnósticos no portátiles, tales como la tomografía computarizada, la resonancia
magnética, la cateterización cardiaca, la angiografía o los estudios de medicina nuclear, se
han vuelto más accesibles a los pacientes ventilados mecánicamente, y además es frecuente
que deban repetirse con el fin de seguir la evolución de la enfermedad o los efectos del
tratamiento. En contraste con los anteriores tipos de transporte, que son transferencias
unidireccionales de una zona a otra, con tiempos de tránsito cortos y donde los pacientes son
movidos a un lugar con mayores niveles de monitorización y cuidados, el traslado de un
paciente grave fuera de la UCI o del servicio de urgencias para realizar una prueba de imagen
implica un riesgo mucho mayor, ya que supone un transporte de ida y vuelta, durante un
periodo de tiempo habitualmente largo, hacia un área donde es difícil mantener la
monitorización y que además suele estar mal equipada para el manejo de las emergencias.
Incluye la transferencia de los pacientes graves desde la UCI al quirófano y viceversa. A pesar
de tratarse de áreas con grandes capacidades de monitorización, es frecuente que se
produzcan perturbaciones cardiorrespiratorias importantes durante el transporte.
Transporte interhospitalario
El transporte entre hospitales ha aumentado en los últimos años debido a la regionalización
de una gran parte del cuidado especializado, y es frecuente que los pacientes que precisan
métodos sofisticados de diagnóstico o cirugía altamente específica tengan que ser
trasladados desde hospitales comarcales a centros de referencia de ámbito provincial o
regional. En términos generales, las estrategias de planificación y los problemas que pueden
surgir son similares en ambos tipos de transporte, intrahospitalario e interhospitalario, salvo
que en este último se suman las complicaciones relacionadas con la distancia y con el medio
de evacuación utilizado.
El transporte interhospitalario puede realizarse por tierra o por aire. En el primer caso se
emplea una ambulancia adecuadamente equipada, mientras que para el transporte aéreo
puede utilizarse un helicóptero o un avión.
En general, todos los medios de transporte deben tener una serie de características
esenciales:
● Disponibilidad y accesibilidad fáciles.
● Adecuada seguridad operativa.
● Capacidad para llevar una camilla y equipo móvil de cuidados intensivos.
● Asientos seguros para el personal sanitario, tanto a la cabecera como a los lados del
paciente.
● Espacio adecuado y fácil acceso al paciente para observación y realización de
procedimientos.
● Suministro de oxígeno en cantidad suficiente para todo el trayecto.
● Suministro eléctrico con voltaje y capacidad suficientes para el equipo portátil.
● Velocidad apropiada, sin exposición innecesaria a los efectos de la aceleración.
● Niveles de ruido y vibración aceptables.
● Dotación de luz, ventilación y control de climatización.
● Equipado de ganchos para sueros y receptáculo de desechos.
● Embarque y desembarque sencillos, tanto para el paciente como para el equipo
sanitario.
● Provisión de radio y teléfono móvil.
Es importante asimismo tener definidas las distintas fases de realización del transporte
intrahospitalario para tomar las previsiones correspondientes y garantizar el éxito sin
complicaciones del traslado.
Fase preparatoria
El aspecto más importante del proceso de transporte es realizar una preparación y una
planificación adecuadas. En primer lugar, hay que hacer un análisis cuidadoso de la
necesidad del traslado, valorando meticulosamente los posibles riesgos y beneficios. En
segundo lugar, debe realizarse una evaluación minuciosa de la situación clínica del paciente
y conseguir su estabilización, considerando no sólo las medidas terapéuticas que actualmente
tiene, sino todo el equipo y la monitorización que es probable que pudiera necesitar. En tercer
lugar, hay que tener en cuenta el personal sanitario acompañante, que dependerá de la
gravedad de la enfermedad y de la complejidad del equipo necesario.
Relación riesgo-beneficio
Antes del transporte se deben sopesar los riesgos de movilizar a un enfermo grave frente a
los posibles beneficios derivados de las exploraciones o intervenciones que vayan a
efectuarse fuera del ambiente de los cuidados críticos. La literatura revela que en dos tercios
de los pacientes que se trasladan al departamento de radiología no se produce modificación
de la actitud terapéutica. Por tanto, si es poco probable que las pruebas o procedimientos
realizados fuera de la UCI vayan a alterar las estrategias de tratamiento, debe cuestionarse
la necesidad de movilizar al paciente y considerar su ejecución a la cabecera de la cama, en
particular en los pacientes inestables. Del mismo modo, la evacuación a otro centro
hospitalario sólo debe emprenderse cuando los recursos diagnósticos o terapéuticos que el
enfermo precisa exceden los medios disponibles en el hospital de origen y si los beneficios
sobrepasan claramente los riesgos del transporte.
Fase de transferencia
Ésta es la fase activa del proceso de transporte e incluye tanto la movilización como el tiempo
que el paciente permanece en el área de destino. El tiempo que dura la transferencia se
correlaciona con la incidencia de eventos adversos. Los objetivos de esta etapa incluyen el
mantenimiento de la estabilidad, la continuación del tratamiento previo al transporte y la
prevención de contratiempos y errores iatrogénicos Si ha habido una adecuada planificación
y preparación, esta etapa debería transcurrir sin complicaciones. Las manipulaciones y los
cambios entre la cama, la camilla y la mesa de exploraciones suelen ser origen de graves
alteraciones en la fisiología del paciente, y de la mayoría de los problemas técnicos, de
manera que es fundamental que se realicen de forma cuidadosa y organizada. Otro aspecto
a considerar es la vulnerabilidad a la hipotermia, sobre todo en el transporte interhospitalario
de pacientes sedados y relajados, por lo que deben proporcionarse medidas de calentamiento
pasivo durante todo el recorrido.
Existen efectos fisiológicos que afectan al paciente y efectos del transporte sobre el equipo
de soporte vital, para ellos debe haber una coordinación y comunicación entre las áreas de
traslado donde se deben cumplir ciertas fases además de tener el equipo y monitorización
necesaria para un transporte efectivo y sin complicaciones
BIBLIOGRAFIA