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02 NOV 22

006281-22 Expediente N.º: 003-2022-CC/TC


Escrito N.º 04
Cuaderno: Principal
Sumilla: TÉNGASE PRESENTE. -------

SEÑOR PRESIDENTE DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL:

ANÍBAL QUIROGA LEÓN, Letrado Ad-Honorem acreditado por el


Congreso de la República para su defensa en los presentes actuados constitucionales según
Acuerdo N.º 29-2022-2023/JUNTA-CR de la Junta de Portavoces, de 24 de agosto de
2022; en los autos iniciados contra el PODER JUDICIAL sobre DEMANDA DE CONTIENDA
DE COMPETENCIA o PROCESO COMPETENCIAL; ante Ud. respetuosamente decimos:

Que, habiéndosenos notificado el 25 de octubre de 2022 el Auto del


Tribunal Constitucional, emitido en la misma fecha, mediante el cual se resolvió: “1. ADMITIR
a trámite la demanda de conflicto competencial interpuesta por el Congreso de la
República contra el Poder Judicial; y correr traslado de esta al demandado para que
se apersone al proceso y la conteste dentro de los 30 días útiles siguientes a la
notificación de la presente resolución. // 2. Declarar IMPROCEDENTES las
pretensiones contenidas en el escrito de ampliación de la demanda”; y sin que el
presente escrito signifique impugnación de ninguna naturaleza, quisiéramos manifestar
nuestra profunda desazón y desacuerdo por la declaración de improcedencia de las
pretensiones y el pedido de interpretación incoados en la Solicitud de Ampliación de
Demanda de Contienda de Competencia presentado en forma el pasado 18 de octubre de
2022, por las razones que con todo respeto pasaremos a exponer a renglón seguido.

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1. Que, no existe ninguna duda -y nadie discute ello- que entre las atribuciones
constitucionales del Tribunal Constitucional previstas en el Art. 202° de nuestra Carta
Magna no se cuenta la de “absolver consultas” o, como se señala en el Auto en
comento, la de “dirimir las disputas interpretativas que en nivel teórico o político
pudieran mantener los poderes del Estado”. Nadie, Señor Presidente, ha solicitado
ello al digno Tribunal Constitucional. Por lo tanto, esos extremos razonados (en la
ratio decidendi del Auto Admisorio) son innecesarios e inconducentes, ya que se
razona y se fundamenta sobre algo que no ha sido expresamente solicitado.

2. Como ya se ha reiterado, en ningún caso, como aparece de su texto expreso del


Otrosí del recurso de Ampliación de la demanda Competencial, se solicitó al Tribunal
Constitucional una “consulta”, ni se formuló en modo alguno como pretensión que el
Tribunal Constitucional hiciese “en abstracto” una “consulta interpretativa” del Art.
117° de la Constitución, ya que es bien sabido que ello escapa a las competencias
expresamente previstas por la Constitución, conforme lo precisa el Art. 203° de la
propia Carta Política.

3. Como se puede ver, el Tribunal Constitucional -en su parte resolutiva- no se ha


pronunciado sobre el rechazo de ninguna pretensión de “interpretación” o “consulta
abstracta” respecto del Art. 117° de la Constitución, porque tal pretensión no le fue
expresamente formulada.

4. Que, de la lectura atenta del escrito de nuestra Solicitud de Ampliación de Demanda


de Contienda de Competencia de 18 de octubre de 2022 no existe ningún extremo
en el que el Congreso de la República haya elevado al Tribunal Constitucional una
consulta interpretativa sobre el Art. 117° de la Constitución Política del Estado, que

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a la letra dispone lo siguiente: “Art. 117°.- Excepción a la inmunidad presidencial.
- El Presidente de la República sólo puede ser acusado, durante su período,
por traición a la Patria; por impedir las elecciones presidenciales,
parlamentarias, regionales o municipales; por disolver el Congreso, salvo en
los casos previstos en el artículo 134 de la Constitución, y por impedir su
reunión o funcionamiento, o los del Jurado Nacional de Elecciones y otros
organismos del sistema electoral”.

5. Que, en cambio, la petición específica que se formuló fue la siguiente: “[Venimos]


a solicitar al digno Tribunal Constitucional la delimitación interpretativa y
conceptual, de cara a las pretensiones de esta DEMANDA DE CONTIENDA DE
COMPETENCIA O PROCESO COMPETENCIAL, se determine el contenido y
alcances del Art. 117° de nuestra Carta Magna”. Es decir, que esa delimitación
conceptual e interpretativa estaba subordinada a tener que resolver y enfrentar
(encarar) las pretensiones formuladas en vía de Ampliación de la demanda, y
nunca en abstracto o fuera de ese margen de hechos formulados en las
pretensiones impetradas en vía de Ampliación de la Demanda Competencial.

6. Que, como es pacífico en la doctrina procesal más autorizada, las peticiones


presentadas a los jueces en los procesos contenciosos se encuentran sustentadas
siempre en un supuesto de hecho y un supuesto normativo que le debe ser aplicado
en la resolución heterocompositiva.

7. Que, partiendo de esta premisa doctrinaria, si se estudia con atención nuestra


Solicitud de Ampliación de Demanda de Contienda de Competencia, se puede
advertir la siguiente estructura:

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(i) En lo que se refiere al SUPUESTO FÁCTICO se especificaron los Procesos
Constitucionales de Acción de Amparo Constitucional y de Acción de Hábeas
Corpus Constitucional incoados, entre otros, por el ex Presidente de la
República, Sr. Martín Vizcarra Cornejo, y por el Presidente de la República,
Sr. Pedro Castillo Terrones, contra la Sub Comisión de Acusaciones
Constitucionales de la Comisión Permanente del Congreso de la República,
con la finalidad de que se abstenga de ejercer sus funciones constitucionales
y legales de fiscalización y control político, incluyendo el ejercicio de la
facultad de conducir investigaciones y formular acusaciones constitucionales
por presuntos delitos cometidos en ejercicio de sus funciones.

(ii) En lo que se refiere al SUPUESTO NORMATIVO, en lo que específicamente


atañe al Presidente de la República en funciones, de la concordancia de los
Arts. 99° y 117° de nuestra Carta Magna podría colegirse que las
atribuciones parlamentarias de fiscalización, de control político y de
acusación constitucional, cuya suspensión es parte de las pretensiones
formuladas por los Sres. Vizcarra Cornejo y Castillo Terrones, no pueden ser
ejercidas por los órganos competentes del Congreso de la República durante
la vigencia del periodo presidencial, con excepción de lo relacionado con
actos de traición a la patria, impedimento de las elecciones presidenciales,
parlamentarias, regionales o municipales, disolución o impedimento de la
reunión o funcionamiento del Parlamento, del Jurado Nacional de Elecciones
y de los demás organismos del Sistema Electoral.

8. Que, estando al sustento fáctico y al sustento jurídico anteriormente expuestos,


resulta de especial trascendencia determinar si esta interpretación del Art. 117° de la

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Constitución Política del Estado resulta acorde con los valores y principios
constitucionales y convencionales aplicables al presente caso, teniendo en cuenta
que, según fue resaltado en la Denuncia Constitucional (Carpeta Fiscal N.º 251-2021)
interpuesta por la Fiscal de la Nación contra el Sr. Castillo Terrones ante el Congreso
de la República el 11 de octubre de 2022, ese criterio interpretativo podría resultar
contrario a lo dispuesto en el Art. 30°, Num. 30.2 y 30.3, de la Convención de las
Naciones Unidas contra la Corrupción.

9. Que, por consiguiente, el considerar de modo aislado a las pretensiones formuladas


en vía de Ampliación de la Demanda Competencial impetradas en el principal de
dicho escrito constituye una interpretación ad absurdum de dicho Otrosí ya que allí
no se contienen ningún pedido de opinión o de consulta al Tribunal Constitucional
sobre la interpretación en abstracto del Art. 117° de nuestra Carta Magna, como
lamentablemente ha sido repetido en el Auto Admisorio de la Demanda
Competencial, incurriéndose en una falacia (1) que no puede servir válidamente para
adoptar ninguna decisión por parte del Supremo Intérprete de la Constitución. Nunca
se formuló una consulta al Tribunal Constitucional. No aparece esa formulación
expresa en el Otrosí. Lo que se solicitó fue que se interprete dicha disposición
constitucional para la resolución de las controversias planteadas en la Solicitud de
Ampliación de la Demanda de Contienda de Competencia presentada el 18 de
octubre de 2022. Al no admitirse dichas pretensiones ampliadas, carecía de objeto
todo lo demás fundamentado a ese respecto.

(1) Al respecto, el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española define así el
término: Falacia: Del at. fallacia. 1. f. Engaño, fraude o mentira.

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10. Que, a la luz de estas consideraciones y para concluir esta exposición, debemos
señalar que el haber señalado en el Considerando 49 que: “Estas competencias,
[previstas en el Art. 202° de la Constitución Política del Estado,] cuyo alcance
se desarrolla, además, en el NCPCo, no incluyen la posibilidad de absolver
consultar o dirimir las disputas interpretativas que en el nivel teórico o político
pudieran mantener los poderes del Estado”; expresan un criterio resolutivo que
no fue solicitado en la Solicitud de Ampliación de Demanda de Contienda de
Competencia. Por lo tanto, contiene un evidente exceso en su razonamiento.

11. En ningún caso en la Ampliación de la Demanda de conflicto de competencias, se


ha planteado, solicitado o impetrado al TC a que formule una “interpretación en
abstracto” de ninguna norma constitucional, ni consta en el texto expreso de dicha
ampliación, en su totalidad, pedido o pretensión alguno de “consulta” que el
Congreso de la República le haya formulado en forma alguna al Tribunal
Constitucional.

12. Por ello es que ese rechazo es inexistente en la Parte Resolutiva (en la que el
Tribunal Constitucional decide, resuelve y ordena) del Auto Admisorio del Tribunal
Constitucional. Los considerandos de la ratio decidendi “2.3 Solicitud de
Interpretación del Art. 117° de la Constitución” (puntos 38 a 51) son manifiestamente
innecesarios e inconducentes, ya que se pronuncian sobre algo que no ha sido
peticionado, ni solicitado, ni aparece de las pretensiones expresa y válidamente
formuladas al Tribunal Constitucional en vía de Ampliación de la Demanda de
Proceso Competencial o de Conflicto de Competencias.

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13. Así, podemos leer que: “SOLICITUD DE INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO
117 DE LA CONSTITUCIÓN.- Adicionalmente. se advierte que, en el único
otrosí del escrito de ampliación, se solicita la delimitación interpretativa y
conceptual del contenido y alcances del artículo 117 de la Constitución.
Concretamente, en el escrito del Visto se señala que:
(...) venimos a solicitar al digno Tribunal Constitucional la definición
interpretativa y conceptual, de cara a las pretensiones de esta DEMANDA DE
CONTIENDA DE COMPETENCIA o PROCESO COMPETENCIAL, se determine
el contenido y alcances del Art. 117 de nuestra Carta Magna” (…).
Al respecto, corresponde precisar, inicialmente, que, de acuerdo con el artículo
201 de la Constitución, este Tribunal ha sido diseñado como “órgano de
control” de la Carta Fundamental.
En esta línea, el artículo l de su Ley Orgánica establece que:
El Tribunal Constitucional es el órgano supremo de interpretación y control de
la constitucionalidad. Es autónomo e independiente de los demás órganos
constitucionales. Se encuentra sometido sólo a la Constitución y a su Ley
Orgánica.
A la luz de estos preceptos, queda claro que el Tribunal Constitucional
interpreta las disposiciones constitucionales, pero no realiza tal actividad más
que en el contexto de los procesos que llegan a su conocimiento y cuando
dichas normas resulten inmediatamente aplicables a los procesos o estos
tengan conexión con aquellas.
En la ampliación de la demanda no se ha alegado ni acreditado que el artículo
117 de la Constitución haya sido concretamente aplicado por el Poder Judicial
en algún caso cuya resolución hubiera afectado la competencia del Congreso
de la República.

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Por otra parte, la interpretación de dicha disposición constitucional tampoco
podría entenderse como referida a la actuación del Ministerio Público o del
Poder Ejecutivo, por cuanto no existiría identidad de partes con la pretensión
principal.
Este Tribunal no es un órgano que intervenga en el proceso político que
resuelva las disputas coyunturales entre los órganos del Estado, incluso
cuando tales controversias pudieran girar en torno a la interpretación de
disposiciones constitucionales.
Cada órgano público debe desarrollar sus competencias de acuerdo con el
marco constitucional e interpretará autónomamente el alcance de las
disposiciones de la Norma Fundamental que se refieren a ellas. Solo cuando
se alegue que en tal tarea se ha afectado o menoscabado las atribuciones de
otro poder u órgano constitucional podrá plantearse la demanda competencial
ante este Tribunal y es, en dicho contexto, que resultará procedente someter a
control la interpretación realizada.
Si se procediera de un modo distinto, se cerraría el necesario margen de
deliberación que resulta inherente al sistema democrático y se alteraría el
equilibrio entre la actividad propia de los órganos políticos y la de los órganos
jurisdiccionales, como este Tribunal.
Corresponde recordar que este órgano de control de la Constitución. a tenor
del artículo 202 de la Constitución, tiene competencia para:
Conocer, en instancia única, la acción de inconstitucionalidad,
Conocer, en última y definitiva instancia, las resoluciones denegatorias de
hábeas corpus, amparo, hábeas data, y acción de cumplimiento; y
Conocer los conflictos de competencia, o de atribuciones asignadas por la
Constitución, conforme a ley.

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Estas competencias, cuyo alcance se desarrolla, además, en el NCPCo, no
incluyen la posibilidad de absolver consultas o dirimir las disputas
interpretativas que en el nivel teórico o político pudieran mantener los poderes
del Estado.
Además, este Tribunal tiene pacíficamente resuelto que:
no tiene competencias consultivas ni es una instancia de debate sobre el
alcance de su jurisprudencia (cfr. Auto de aclaración 00032-202 l -PI/TC,
fundamento 8).
En conclusión, la pretensión contenida en el otrosí del escrito de ampliación
no se refiere a un acto concreto del Poder Judicial que menoscabe la
competencia del Congreso de la República y, por lo tanto, resulta
improcedente.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú,
RESUELVE
ADMITIR a trámite la demanda de conflicto competencial interpuesta por el
Congreso de la República contra el Poder Judicial; y correr traslado de esta al
demandado para que se apersone al proceso y la conteste dentro de los 30
días útiles siguientes a la notificación de la presente resolución.
Declarar IMPROCEDENTES las pretensiones contenidas en el escrito de
ampliación de la demanda.”

14. Como se puede ver, el Tribunal Constitucional razona sobre un punto que no fue
expresamente peticionado, pero se abstiene de referirse a la misma en el Auto
Resolutorio de la admisión parcial de la demanda Competencia y su Ampliación. Fue

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claramente un exceso y algo innecesario, y paradójicamente, un exceso que termina


afectando a la mejor defensa del Congreso de la República.

POR TANTO:
A USTED SEÑOR PRESIDENTE DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL PEDIMOS: Se sirva tener presente lo expuesto, por ser de estricta
justicia constitucional.

Lima, 02 de noviembre de 2022

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