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DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

ASESOR: LIC. ARTURO PÉREZ CASTILLO

ENSAYO

CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, CARACTERÍASTICAS Y


DIFERENCIAS CON LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA

ALUMNO: CARLOS RAMÓN BARAJAS PÉREZ


QUÉ ES LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS?

La Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH), es el tratado internacional que


fundamenta el sistema interamericano de protección de derechos humanos. De dicho
instrumento surge el órgano jurisdiccional competente para conocer de violaciones a
derechos humanos: la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), la cual se
instaló en el año de 1979.

La CorteIDH es un órgano jurisdiccional autónomo, no permanente, cuyo objetivo principal


es aplicar e interpretar las disposiciones contenidas en la CADH. Tiene sede en San José de
Costa Rica, en donde tienen lugar periodos ordinarios y extraordinarios de sesiones. A partir
de 2006, con el propósito de llevar el trabajo de la Corte alrededor del continente, se
comenzaron a celebrar sesiones extraordinarias en distintos países de la región. Durante las
sesiones tienen lugar audiencias de casos contenciosos sujetos a examen de la Corte y de
solicitudes de opinión consultiva, así como deliberaciones para emitir resoluciones en
asuntos que se encuentren bajo estudio de la Corte.

Composición

La Corte Interamericana está compuesta por siete jueces, nacionales de los Estados
miembros de la OEA, elegidos a título personal entre juristas de la más alta autoridad moral,
de reconocida competencia en materia de derechos humanos, que reúnan las condiciones
requeridas para el ejercicio de las más elevadas funciones judiciales.

Funciones

De la CADH se desprenden distintas funciones a cargo de la Corte Interamericana. La


principal es la relativa al examen de casos y emisión de sentencias en las que se declara la
responsabilidad internacional de los Estados parte que hayan ratificado la competencia
contenciosa de la Corte. Bajo dicha función se generan los criterios y estándares que dotan
de contenido los derechos contenidos en la CADH y los diversos instrumentos que forman
parte del Sistema Interamericano. En 25 años de función contenciosa (1987-2012) la Corte
ha dictado 259 sentencias relacionadas con 161 casos ocurridos en 22 Estados del
continente americano. De dicha función contenciosa deriva la función de dar seguimiento
al cumplimiento de los Estados de los puntos resolutivos de la sentencias.

Dentro de las funciones de la CorteIDH, también se encuentra la posibilidad de ordenar


medidas provisionales en casos de extrema gravedad y urgencia, y cuando se haga
necesario evitar daños irreparables a las personas en los asuntos que este conociendo o de
asuntos que aún no estén sometidos a su conocimiento a solicitud de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos.

Asimismo, la Corte tiene la facultad para emitir opiniones para interpretar el alcance de
cualquiera de las disposiciones de la CADH o de otros tratados internacionales sobre
protección a derechos humanos en los Estados Americanos. El objetivo de la función
consultiva por parte de la Corte, es ayudar a los Estados a respetar sus obligaciones
internacionales y a los órganos de la OEA a cumplir con sus funciones encomendadas.
Actualmente la función consultiva de la CorteIDH es la más amplia y activa de los sistemas
regionales de protección al contar con 20 opiniones consultivas.
La Carta de las Naciones Unidas (Carta) establece como uno de sus órganos principales a la
Corte Internacional de Justicia (C. I. J.), otorgándole a ésta la posibilidad de ejercer su
jurisdicción en controversias jurídicas que competen al derecho internacional y, por ende,
en controversias en las que se debaten aspectos vinculados al Derecho Internacional
Humanitario (D. I. H.) y al Derecho Internacional de los Derechos Humanos (D. I. D. H.) Es
por esta razón, entonces, que ciertos tratados internacionales tales como la Convención
para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio (Convención sobre Genocidio), la
Convención Internacional contra el Reclutamiento, la Utilización, el Financiamiento y la
Instrucción de Mercenarios (Convención sobre Mercenarios) y la Convención sobre la
Prohibición de la Preparación, la Fabricación, el Almacenamiento y el Empleo de Armas
Químicas y de su Destrucción (Convención sobre Armas Químicas) prevén la sumisión de
controversias jurídicas atinentes a su interpretación o aplicación a la jurisdicción de la C. I.
J..

La C. I. J. es uno de los seis órganos principales de la O. N. U.. 1Como tal, su creación fue
plasmada en la Carta constitutiva de esta organización que fuera adoptada durante la
Conferencia de San Francisco el 26 de junio de 1945. Esta creación parece responder, en
alguna medida, a la circunstancia de que en la Carta se menciona, a modo de ejemplo, al
arreglo judicial como uno de los métodos de solución pacífica de las controversias entre
Estados. En efecto, en el Artículo 33.1 de la Carta se estipula:

Art. 33. 1. Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible de poner en
peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales tratarán de buscarle
solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la mediación, la
conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales
u otros medios pacíficos de su elección.

Los Estados Miembros de la O. N. U. atribuyeron a la C. I. J. importantes funciones judiciales.


En efecto, en el Capítulo XIV de la Carta se establece:
Art. 92. La Corte Internacional de Justicia será el órgano judicial principal de las Naciones
Unidas; funcionará de conformidad al Estatuto anexo, que está basado en el de la Corte
Permanente de Justicia Internacional, y que forma parte integrante de esta Carta.

El Estatuto de la C. I. J. desarrolla ciertos principios generales enunciados en el Capítulo XIV


de la Carta. Los artículos que lo componen están agrupados en cinco capítulos, a saber:
“Organización de la Corte” (Artículos 2-33); “Competencia de la Corte” (Artículos 34-38);
“Procedimiento” (Artículos 39-64); “Opiniones Consultivas” (Artículos 65-68) y “Enmiendas”
(Artículos 69-70). Asimismo, confiere a la C. I. J. la facultad de elaborar su Reglamento,
teniendo éste por objeto completar las reglas generales enunciadas en el Estatuto, como,
por ejemplo, las disposiciones relativas al funcionamiento de la C. I. J. y de la Secretaría, y
al procedimiento.

La C. I. J. es un cuerpo de magistrados independientes. Los jueces son elegidos por los


Estados Miembros de la O. N. U. y otros Estados Partes al Estatuto. El número de
magistrados que la integran fue fijado en quince y la duración de su mandato en nueve
años, con posibilidad de reelección. Se renuevan por tercios cada tres años y si un juez
fallece o dimite durante su mandato se procede a una elección complementaria para el
período de tiempo restante.

Contrariamente a la mayoría de otros órganos de las organizaciones internacionales, la C. I.


J. no se compone de representantes gubernamentales: los jueces son magistrados
independientes. En relación con las condiciones que deben reunir los miembros de la C. I.
J., el Estatuto establece que deben ser elegidos sin tener en cuenta su nacionalidad, de
entre personas que gocen de alta consideración moral y que reúnan las condiciones
requeridas para el ejercicio de las más altas funciones judiciales en sus respectivos países,
o que sean jurisconsultos de reconocida competencia en materia de Derecho Internacional.

La C. I. J. tiene su sede en La Haya, ciudad donde reside el gobierno holandés; y tiene la


facultad - jamás utilizada hasta el momento - de sesionar en otro lugar, si así lo decidiere.
Los miembros de la C. I. J. no pueden desempeñar ninguna otra ocupación de carácter
profesional o función política o administrativa, ni ser agentes, consejeros o abogados en
ningún asunto.

La función de la C. I. J. es la de decidir conforme al derecho internacional las controversias


que le sean sometidas. Asimismo, puede emitir opiniones consultivas sobre cuestiones
jurídicas que le solicitare la Asamblea General o el Consejo de Seguridad y los otros órganos
de la O. N. U. y los organismos especializados que sean autorizados por la Asamblea
General, sobre cuestiones jurídicas que surjan dentro de sus esferas de actividades.

DIFERENCIAS ENTRE AMBAS CORTES

La Corte Internacional de Justicia no es un organa judicial cuya competencia este dirigida


especificamente, a la proteccion internacional de los derechos humanos. Esa jurisdiccion
no existe hoy a nivel universal -pese a que hay un sistema de las Naciones Unidas en la
materia, pero que no incluye un organa de caracter estrictamente judicial-, pero si a nivel
regional europea y americana: La corte Europea de Derechos Humanos y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Pero si bien la Corte Internacional de Justicia no
tiene una competencia referida directa y particularmente a la materia relativa a los
derechos humanos, sus competencias contenciosa y consultiva pueden, como acabamos de
decir, llegar a referirse a esta materia y, por ende, sus pronunciamientos al respecto, asi
como las consideraciones sobre el tema de los derechos humanos, pueden poseer una
importancia y una trascendencia que no es posible desconocer.

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