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QUEJOSOS: JORGE DE JESÚS VEGA

MARCHENA Y FELIPE VEGA PINEDA.


AMPARO INDIRECTO.
ESCRITO INICIAL

C. JUEZ DE DISTRITO EN EL ESTADO DE MÉXICO,


CON RESIDENCIA EN NEZAHUALCÓYOTL TURNO
P R E S E N T E.

JORGE DE JESÚS VEGA MARCHENA y FELIPE VEGA PINEDA, promoviendo por nuestro propio
derecho señalando como represente común al primero de los señalados en el presente párrafo,
con para oír y recibir notificaciones y documentos el ubicado en la calle Roberto Fierro número 7,
pueblo San Martin de las Pirámides, Municipio San Martin de las Pirámides, código postal 55850,
estado de México y, autorizando en términos del artículo 12 de la ley de amparo a los C.C.
Licenciados Edgar García Domínguez, Fernando Cornejo Arias y César Mauricio Huitron Carrillo,
solicitando además,  se me permita la consulta del expediente vía electrónica mediante el
portal http://www.serviciosenlinea.pjf.gob.mx/, señalando el correo de
edgarinn73@gmail.com de conformidad con el artículo 3 de la Ley de Amparo y el acuerdo general
1/2013 relativo al expediente electrónico del Poder Judicial de la Federación, sin otro particular, 
comparezco a exponer ante Usted C. Juez con el debido respeto y como mejor proceda en
derecho, comparezco para exponer:

Que con fundamento en los artículos 103 fracción I y 107 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 1° fracción I, 2, 3, 5, 6, 12,17, 18, 19, 22, 37, 75, 76, 77, 107, fracción IV, 108,
110, 170 fracción I, y demás relativos y aplicables de su Ley de Amparo, en relación con lo
dispuesto en el artículo 52, fracciones III y IV de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, vengo a demandar el AMPARO Y PROTECCION DE LA JUSTICIA DE LA UNIÓN, contra las
autoridades y por los actos que adelante precisaré, por ser eminentemente violatorios de
garantías.
A solicitar el amparo y protección de la Justicia Federal contra las Autoridades y por los actos que
se señalan en los apartados de su natural acomodo.

Se interpone la presente demanda de garantías dentro de los quince días hábiles siguientes al acto
concreto de aplicación de las disposiciones cuya constitucionalidad se combate, lo que se acredita
mediante las diversas documentales que se ofrecen y exhiben como prueba en la presente
demanda de garantías.

A efecto de dar cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 108 y 175 de la Ley de Amparo,
manifiesto:

I. NOMBRE Y DOMICILIO DE LOS QUEJOSOS: Quedaron establecidos en el proemio de la presente


demanda.

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II. NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO INTERESADO: ANDRES ALVA CASTRO, con domicilio
señalado en el escrito inicial de demanda mercantil del expediente 517/2019, radicado en el
segundo juzgado civil de primera instancia del distrito judicial de Otumba en el estado de México,
siendo el ubicado en calle Emilio F. Montaño número 23-A, colonia centro en el municipio de
Otumba, Estado de México.

III. AUTORIDAD RESPONSABLE:


Ordenadora
C. Juez segundo civil de primera instancia del distrito judicial de Otumba en el estado de México.
Carretera Santa Bárbara s/n, Tepachico, municipio de Otumba en el estado de México.
Ejecutora
C. Actuario del Juzgado segundo civil de primera instancia del distrito judicial de Otumba en el
estado de México.
Carretera Santa Bárbara s/n, Tepachico, municipio de Otumba en el estado de México.

IV. LEY O ACTO QUE DE CADA AUTORIDAD SE RECLAMA.


Sentencia Interlocutoria de fecha 12 de noviembre de 2020.

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V.- FECHA DE NOTIFICACION DEL ACTO RECLAMADO: Bajo protesta de decir verdad manifiesto
que con fecha el día 16 de noviembre de 2020, por boletín judicial y estrados, me fue notificada la
sentencia emitido por el C. Juez segundo civil de primera instancia del distrito judicial de Otumba
en el estado de México, emitida en el incidente de liquidación de intereses moratorios adeudados
y no pagados tramitado ante la responsable en el juicio ejecutivo mercantil 517/2019, tramitado
ante el C. Juez segundo civil de primera instancia del distrito judicial de Otumba en el estado de
México, en contra de los suscritos, hoy quejosos.

LA NORMA GENERAL SE IMPUGNA EN SU CARÁCTER DE HETEROAPLICATIVA, CON MOTIVO DE


SU PRIMER ACTO DE APLICACIÓN.
V. PRECEPTOS CONSTITUCIONALES QUE CONTIENEN GARANTIAS INDIVIDUALES VIOLADAS.
Artículos 1, 5, 6, 14, 16, 17, 19, 20, 22, 23 y 29 en relación con los diversos 31 fracción IV y 73
fracción VII, todos ellos de la Constitución Federal.
VI. FUNDAMENTO DE LA DEMANDA. Sirven de fundamento a esta demanda los artículos 103
fracción I y 107, 1°, 5, 6, 14, 16, 17, 19, 22, 23 y 29 de la Constitución General de la República, 1°
fracción I, 2, 3, 5, 6, 17, 18, 19, 22, 37, 75, 76, 77, 107, fracción IV, 108, 110 y demás relativos y
aplicables de su Ley de Amparo en vigor.

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Se funda la competencia de ese H. Juzgado para conocer de la presente demanda de garantías de
acuerdo a lo que dispone el artículo 52, fracciones III y IV de la Ley Orgánica del Poder Judicial de
la Federación.

VII. OPORTUNIDAD DE LA DEMANDA.

La presente demanda se presenta dentro del término de 15 días hábiles contados a partir del
primer acto de aplicación de la ley que se tacha de inconstitucional.

La presente demanda se formula dentro del término de 15 días hábiles establecidos por la Ley de
Amparo, contados a partir del primer acto de aplicación de la ley que se tacha de inconstitucional.

Al respecto es importante destacar que la presente demanda se endereza en contra de las normas
que se detallan en el apartado denominado “ley o acto que de cada autoridad se reclama” en su
carácter de “heteroaplicativas”, es decir, mediante la actualización que surge con un acto de su
aplicación concreta.

La presente demanda de garantías es procedente, toda vez que se promueve en contra del primer
acto de aplicación de la ley que se tilda de inconstitucional, los suscritos al percatarnos de la
publicación hecha desde el día 16 de noviembre del año en curso, enterándonos de ella el día 16
de noviembre del dos mil veintiuno, mediante la publicación mediante boletín judicial y estrados
de la responsable y por lo tanto señalando el día 16 de noviembre del año en curso como fecha en
que me entero como sentenciados ahora quejosos:

VIII. PROTESTA DE LEY.


BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD MANIFIESTO, que los hechos que me constan y que
constituyen ANTECEDENTES de los actos reclamados, son los siguientes:
 
IX. A N T E C E D E N T E S
ANTECEDENTES.

PRIMERO. En fecha 25 de septiembre de 2019, se dictó sentencia definitiva en el expediente al


rubro señalado, relativo al presente asunto en lo principal y en cuya ejecutoria se condenó a la
parte demandada al pago de los intereses moratorios a razón del 2.13% mensual respecto de la
cantidad de $500.00 (quinientos mil pesos 00/100 m.n.) a partir de que incurrió en mora y hasta el
día que se hiciera el pago total de lo reclamado.

SEGUNDO. Mediante auto de fecha nueve de septiembre del presente año, se tuvo por admitido el
incidente de liquidación de intereses que presentó y dio inició por cuerda separada el C. José Luis
Juárez Pérez.

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TERCERO. Por auto de fecha 22 de septiembre de 2001, se tuvo por desahogada en tiempo y
forma la vista que se le diera a los suscritos mediante proveído de fecha 09 de septiembre de
2021.

CUARTO. Por auto de fecha 22 de septiembre de 2001, se tuvo por desahogada en tiempo y forma
la vista que se le diera a los C.C. Jorge De Jesús Vega Marchena y Felipe Vega Pineda mediante
proveído de fecha 09 de septiembre de 2021.

QUINTO. Previa regularización que por enésima ocasión se hizo en el procedimiento por no
respetar el método de procedimiento y que no se hizo en el principal en este asunto por carecer
de técnica jurídica, tanto en lo que hace al personal de juzgado y de quien por su propia voluntad
tomo un juicio en patrocinio para después renunciar a él por su propia voluntad y así autorizarlo el
juzgador, se llevó acabó la audiencia incidental de pruebas y alegatos en fecha once de noviembre
del presente año, alegatos en los que se hizo vales las causas de usura el cálculo erróneo y
excesivo de la parte actora al presentar su planilla de intereses, pero sobre todo la base del error y
excesivo calculo no tomando en consideración la pandemia de SARS-COV2, represento el cierre de
oficinas públicas y privadas, que hasta la fecha tiene con ciertas medidas la atención al público por
parte del poder judicial de manera discriminatoria en el estado de México, pero no lo tomo en
cuenta el actor incidentista para el cálculo en su planilla de intereses.

SEXTO. En fecha 12 de noviembre de 2001, se emitió la sentencia interlocutoria la cual en su


punto resolutivo señala lo siguiente:
“…Conforme a lo expuesto y con apoyo en los numerales 1321, 1323, 1324, 1325, 1346, y demás relativos del Código de
Comercio, se;
RESUELVE
PRIMERO. - De acuerdo con los motivos y razones expuestas en la parte considerativa de la presente resolución, se aprueba la
planilla de liquidación de intereses presentada, en consecuencia, se condena a JORGE DE JESUS VEGA MARCHENA Y FELIPE
VEGA PINEDA, al pago de la cantidad de $340, 800.00 (TRESCIENTOS CUARENTA PESOS 50/100 MONEDA NACIONAL) por
concepto de intereses moratorios, lapso que comprende del dieciséis de febrero de dos mil diecinueve al dieciséis de
septiembre de dos mil veintiuno.
NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE…”

Se publicó en boletín en fecha 16 de noviembre de 2021.

Inconforme con dicha sentencia definitiva, los suscritos interpone la demanda de amparo directo a
través del presente escrito.

Por considerar que la sentencia interlocutoria es violatorio a nuestro derechos humanos y es ilegal
en su emisión por no cumplir con los requisitos señalados en los diversos artículos del código de
comercio para su dictado, es que con ello causa agravios a los suscritos y por lo cual es que se
hacen valer en el presente escrito para que se envíen al tribunal de alzada para su trámite y
resolución.

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Por considerar ilegal y violatoria de los derechos fundamentales, violatoria de nuestros derechos
de defensa y principios y garantía de audiencia y seguridad jurídica, equidad tributaria, de reserva
en la información a los intereses que represento, los suscritos es por lo que todas y cada una de
los actos que se reclaman y resoluciones del juicio que se menciona son ilegales y violatorias de
derechos fundamentales y derechos humanos de los suscritos y es que se hacen valer los
siguientes:

X. CONCEPTOS DE VIOLACION.

CONCEPTO DE VIOLACIÓN

PRIMERO. - Violación a los artículos 1º, 4, 14 ,16, 17, 19, 20, 20, 23 y 29 de la Constitución General
de la República.

El tercero de los preceptos citados determina, en su segundo párrafo, que nadie podrá ser privado
de la vida, de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio
seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades
esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho.

El artículo 16 de la Ley Fundamental, por su parte, garantiza a los particulares el que no pueda ser
molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento
escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento.

Se violan los artículos 1º, 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
en relación con los diversos artículos 362, 1321, 1323, 1324, 1325, 1346, 1348, 1349 al 1358 del
Código de Comercio, por no cumplir con los requisitos legales a que está obligada la autoridad
jurisdiccional a respetar y a cumplir y me causa agravios la sentencia dictada por el AQUO de difícil
reparación.

La autoridad manifiesta en el considerando I, de la sentencia y se hace de manifiesto que nunca


existió el considerando II o más alguno, es decir, del considerando II, pasa al resolutivo primero,
que también aclaró que nunca existe un segundo ni posterior, es decir, se quedó en primero; sin
que se explique la razón a la omisión, tan solo una mala técnica de metodología de procedimiento
y resolución judicial, que si se cansó en critica a ciudadano como el suscrito, sin conocimiento
jurídico, como lo puede observar a lo largo del principal y sobre todo en el incidente en que se
actúa en donde se me dejo en su momento sin el derecho de alegar, de manera burda y violando
derechos humanos, que tuvo a bien su señoría como a-quo, corregir la actuación de su personal,
que abusando no solo de alguien que no tiene el conocimiento jurídico como campo de trabajo y
solo eso, porque solo se trata de esa técnica o método, al haberlo estudiado por años, así como
otros de práctica, no le da derecho a sobajar, humillar y sacar con uso de la fuerza como le sucedió
al suscrito FELIPE VEGA PINEDA, siendo alguien enfermo, adulto mayor, pensionado, que también
trabajó en la transformación de este país desde otra trinchera como profesionista, sin abusar
desde un escritorio y que dizque obrando de buena fe, lo cual es falso, tan solo para no saber
redactar y emitir una sentencia de dos hojas que no valora pruebas, no tiene metodología, no

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tiene técnica jurídica, no refiere experiencia, falta orden y redacción, todo por obedecer a un
tiempo por decir lo menos o, a intereses que es lo que se presume, en el principal, se dejó
renunciar a nuestro defensor, lo cual dejo en estado de indefensión a los suscritos, y solo por su
propia voluntad y sin razón, se ha explicado en el presente incidente la razón y naturaleza de
causa, la cual nace de una razón de extorsión, omisiones de falsedad contra la fe pública, como
también contra la ley federal en cuanto a lo que hace el artículo 1061 del código de comercio, por
parte del ahora actor incidentista, razones al parecer contra el erario público federal, situaciones
que afectaron los derechos laborales del suscrito, se abusó en contra del patrimonio del suscrito
FELIPE VEGA PINEDA por una extorsión probada, y actuando con la bondad de la autoridad
jurisdiccional, a través de ese H. Juzgado, ahora a-quo, por decir, lo menos o su patrocinio, porque
para eso está el método como lo ha llamado en diversas ocasiones personal de ese H. Juzgado en
el trámite del presente asunto, para encontrar la verdad en su materia, pero además está obligado
como servidor público a dar vista al ministerio público de lo que observa, no solo a dejar pasar,
pero ya no existe el servicio público como tal, desde que existen los pretextos, con base en una
carga de trabajo, y ahora con restricciones en la atención al público, pero para atender el concepto
de violación y los agravios en el considerando I, que por esta vía se combate, el mismo señala lo
siguiente:

“…I.- De acuerdo a lo resuelto en la sentencia definitiva de fecha veinticinco de septiembre


del dos mil diecinueve, dictada en el presente asunto, la pretensión de la parte actora,
respecto a la liquidación de intereses, resulta procedente.

En efecto, en la ejecutoria de mérito, se condenó a los enjuiciados, al pago de los intereses


moratorios a razón del (2.13%) dos punto trece por ciento mensual respecto de la
cantidad de $500.000 (QUINIENTOS MIL PESOS 00/100 M.N.) a partir de que incurrió en
mora y hasta el día en que se hiciera el pago total de lo reclamado.

Ahora bien, el artículo 362 del Código de Comercio, establece que la mora empieza a
correr el día siguiente al vencimiento, es por ello, que se aclara que el día en que empieza
a correr la mora es a partir del dieciséis de enero de dos mil diecinueve, no obstante a
esto, la parte actora realiza su cuantificación a partir del mes de febrero de la anualidad en
referencia, por lo que se tomará como base la data establecida por el accionante y el
periodo que se considerara para cuantificar la presente planilla será del dieciséis de
febrero de dos mil diecinueve al dieciséis de septiembre de dos mil veintiuno.
Bajo esa tesitura, no existe duda que por el periodo de tiempo que se reclama han
transcurrido de manera efectiva TREINTA Y DOS MESES.
Por tanto, si la suerte principal a que fueron condenados JORGE DE JESUS VEGA
MARCHENA Y FELIPE VEGA PINEDA, ascienda a la cantidad de $500.000.00 (QUINIENTOS
MIL PESOS 00/100 M.N.), es evidente que el (2.13%) dos punto trece por ciento mensual
de dicha cantidad nos da un saldo de $10,650.00 (DIEZ MIL SEISCIENTOS CINCUENTA
PESOS 00/100 MONEDA NACIONAL), cantidad que al ser multiplicada por treinta y dos
meses que se reclaman, ello nos da un saldo total de $340,800.00 (TRESCIENTOS
CUARENTA PESOS 50/100 MONEDA NACIONAL), que es la suma por la que finalmente se
aprueba la planilla de liquidación de intereses moratorios generados, y cuyo pago deberán
hacer los ejecutados dentro del plazo de CINCO DÍAS contados a partir del siguiente al que
quede firme esta resolución
Sirve de apoyo al criterio antes vertido la tesis que por analogía y aún por mayoría de
razón se aplica al caso que nos ocupa, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su

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Gaceta, Noventa Época, Tomo IV, Septiembre de 1996, página 657, registro 201430 y cuyo
texto literal es el siguiente
INCIDENTE DE LIQUIDACIÓN DE INTERESES. AUN CUANDO NO HAYA OPOSICIÓN DE LA
CONTRARIA, EL JUZGADOR ESTA OBLIGADO A ANALIZAR LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS
DE LA ACCIÓN DEL.Si bien es cierto que de las constancias que integran el juicio natural, se
advierte que en el incidente de liquidación de intereses no hubo oposición a la planilla de
regulación de los intereses moratorios, también lo es, que una correcta interpretación del
artículo 1348 del Código de Comercio, permite determinar que esa sola circunstancia es
insuficiente para decretar la ejecución por la cantidad que importe la liquidación, en razón
de que el Juez natural se encuentra obligado a analizar los elementos de
la acción incidental intentada, independientemente de que exista o no oposición a la
planilla correspondiente, para poder establecer la procedencia o improcedencia de la
misma, por tanto, si por una parte, en la planilla en comento no se expresó cuál fue el
costo porcentual promedio o CETES que se aplicó, ni cuál es el factor que fijó el banco,
como se convino en los documentos base de la acción y a que se refiere la sentencia
ejecutoria al condenar a los demandados al pago de los intereses moratorios pactados y,
por la otra, que si bien acompañó con la planilla "estado de cuenta concentrado de
movimientos y saldo", en el que se precisa la tasa de intereses moratorios, sin embargo,
no por ello, debe decirse que tales tasas de intereses correspondan a lo convenido o
pactado en el contrato base de la acción, de ahí que si no existe prueba alguna que
acredite dicha constancia la responsable está en lo correcto al sostener en la resolución
reclamada, que se encuentra imposibilitada para verificar la veracidad de
la liquidación respectiva.
TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO CIRCUITO.
Amparo en revisión 77/96. Banco Nacional de Comercio Interior, S.N.C. 20 de junio de
1996. Unanimidad de votos. Ponente: Roberto Avendaño. Secretario: Manuel de Jesús
Cruz Espinosa…”

El A quo, al resolver la sentencia que se recurre, no tomo en cuenta ni los criterios jurisdiccionales
aplicables al presente asunto, los cuales son claros y precisos al señalar que debió aplicar
debidamente la ley y acreditar y analizar los elementos CONSTITUTIVOS DE LA ACCIÓN, dicha
condena emitida en la resolución recurrida es a todas luces ilegal, incongruente, derivada de la
planilla que realiza nuestra contraparte y que al momento de analizar la sentencia recurrida, solo
trascribe o copia la cifra o hace referencia al mismo monto que pidió el actor en el juicio ante el a-
quo, autoridad que toma en cuenta desde las fechas que proporciona la actora desde su inicio
hasta la fecha final de su cuenta, es decir, define los meses cuantificados por la actora incidentista
de la fecha de inicio en mora hasta la fecha límite que propuso en su escrito incidental.

Así las cosas, el a-quo, en términos generales en todo momento actuó en beneficio de la actora
incidentista, no dando oportunidad del debido proceso, del derecho de audiencia y con ello la
literalidad de la ley, en cuanto a que ambas partes manifestaran lo que a su derecho convenga,
ofrezcan pruebas y aleguen sus derechos.

Pues la resolución dictada por el a-quo, paso por alto un hecho superviniente, de fuerza mayor y
caso fortuito, como es la emergencia sanitaria por SARS-COV-2, que a queja la sociedad en
general, el buen funcionamiento de instituciones públicas y privadas inclusive el cierre temporal
de sus oficinas, así como ese poder judicial en el estado de México, desde el 18 de marzo de 2020,
reabriendo de manera gradual de conformidad al semáforo que emita la autoridad

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correspondiente, teniéndose como un verdadero caso fortuito y fuerza mayor, por lo que los
suscritos estaban material, jurídica y físicamente imposibilitado para dar cumplimiento a las
obligaciones o impugnarlas contenidas en la sentencia ejecutoriada, como una imposibilidad
verdadera, precisando a esta autoridad, que no como una manera de evadir obligación alguna. Por
otro lado se advierte la mala fe con la que se condujo la actora incidentista en el principal, a
sabiendas del hecho notorio de la emergencia sanitaria y que derivado de los acuerdos y circulares
como la 17/2020, 19/2020 y demás circulares que se derivaron de las mismas en el año 2020 y
principios del año en curso, donde se autorizó la suspensión de labores y por consecuencia la
suspensión de términos procesales en el poder judicial del estado de México, a partir del 18 de
marzo de 2020, hasta el mes de agosto del mismo año, por lo que la actualización de intereses de
los meses que se refiere en la incidencia planteada, están mal calculados porque la excepción para
su cobro y cuantificación derivada de la emergencia sanitaria por COVID, ya que como se ha
mencionado, solo debe cuantificarse los meses anteriores al 18 de marzo de 2020, y no tomar en
cuenta hasta después de agosto de 2020 al igual que en el mes de diciembre de 2020, enero,
febrero y marzo de 2021, o para mayor referencia los acuerdos y circulares de ese poder judicial
en el estado de México que son y fueron de carácter general, por lo cual no debieron ser probados
ante el a-quo, para su aplicación.

En tal virtud, la actora incidentista ahora apelada y el a-quo, dejaron de observar y aplicar los
acuerdos y circulares al caso que nos ocupa, de acuerdo al método o metodología del
procedimiento del cual siempre señalo el a-quo, se debía seguir, porque del 18 de marzo al mes de
agosto de 2020 no se abrieron juzgados, ni corrieron términos, así como del mes de diciembre de
2020 al mes de febrero de 2021, por lo que la actualización de intereses de los meses que se
refiere en la incidencia planteada no concuerda con los días y meses que se tuvieron a partir de la
condena derivado de la emergencia sanitaria COVID, por lo que el computo realizado por la parte
apelada no corresponde a lo condenado en la sentencia interlocutoria recurrida, porque no deben
tomarse en cuenta ni en consideración los meses en los que se estuvo en inactividad procesal, en
virtud de la emergencia sanitaria por SARS-COV-2 que aqueja a la sociedad en general el buen
funcionamiento de las instituciones públicas y privadas e inclusive el cierre temporal de sus
oficinas, por caso fortuito y fuerza mayor, y al estar impedido física, material y jurídicamente para
dar cumplimiento o para impugnar la sentencia ejecutoriada o su ejecución, como una
imposibilidad verdadera es que resulta violatorio de derechos humanos tener a gobernados o
ciudadanos de primera y segunda categoría o clase o no existe publicado ni tampoco acuerdo
presidencial en términos del artículo 129 constitucional, que permita hacer diferencia entre
ciudadanos, gobernados o que se les haya dado autorización para cobrar los intereses de distinta
manera o que la pandemia causa efectos de forma distinta a los gobernados o procesados o aun
sentenciados.

Por otro lado, se advierte la mala fe de la apelada y del a-quo al pretender omitir la pandemia y los
acuerdos y circulares en donde se autorizó la suspensión de labores y por consecuencia la
suspensión de términos procesales en el poder judicial del estado de México, a partir del 18 de
marzo de 2020, así como la suspensión de actividades y términos judiciales, acuerdos de la
judicatura del poder judicial de la entidad, en congruencia con esos acuerdos y circulares no
debieron tomarse en cuenta los meses y días para su cobro de intereses en la resolución que se

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recurre, en virtud de la emergencia sanitaria, por fuerza mayor y caso fortuito y los principios de
igualdad y equidad.

A mayor abundamiento el banco de México y diversas instituciones de crédito mediante circulares


y acuerdos suspendieron el cobro de intereses, a fin de proteger el sano desarrollo del sistema
financiero, proteger a los intereses de la población, sobre todo al principio de derecho que
establece que donde existe la misma razón debe existir la misma disposición, bajo tal
consideración es que se solicita se revoque la resolución recurrida que vulnera mis derechos
humanos, por ilegal, por estar indebidamente calculados los intereses que me imponen en la
resolución recurrida, porque existe un caso fortuito de fuerza mayor, que se debe recalcular los
intereses, que se pretenden cobrar, por la actora, incidentista en el incidente cuya resolución se
recurre y no aprobar la planilla de la actora incidentista.

Porque el incumplimiento no puede ser imputable a los suscritos por estar fuera del dominio de
nuestra voluntad, son causas de imputabilidad para el deudor al caso en concreto son la
imprevisibilidad y la generalidad puesto que cuando el hecho puede ser previsto se deben tomar
las prevenciones correspondientes para evitarlo y si no las hace así, no hay caso fortuito o fuerza
mayor, el carácter de generalidad implica que la ejecución del hecho sea imposible de realizar para
cualquier persona.

En el caso en concreto la pandemia es un caso fortuito y fuerza mayor para evitar la culpa y la
mora del suscrito, ya que dicha situación de hecho fue imprevisible y general, provocando como
consecuencia la imposibilidad física de los suscritos para cumplir con la obligación no por
negligencia, culpa o mora, y que no pueda considerarse culpable de la falta de cumplimiento, dado
que a lo imposible nadie está obligado.

Sirve de apoyo los criterios jurisdiccionales siguientes:

“…Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 174899


Instancia: Pleno
Novena Época
Materias(s): Común
Tesis: P./J. 74/2006
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXIII, Junio de 2006, página 963
Tipo: Jurisprudencia

HECHOS NOTORIOS. CONCEPTOS GENERAL Y JURÍDICO.

Conforme al artículo 88 del Código Federal de Procedimientos Civiles los tribunales pueden invocar
hechos notorios aunque no hayan sido alegados ni probados por las partes. Por hechos notorios
deben entenderse, en general, aquellos que por el conocimiento humano se consideran ciertos e
indiscutibles, ya sea que pertenezcan a la historia, a la ciencia, a la naturaleza, a las vicisitudes de la
vida pública actual o a circunstancias comúnmente conocidas en un determinado lugar, de modo
que toda persona de ese medio esté en condiciones de saberlo; y desde el punto de vista jurídico,
hecho notorio es cualquier acontecimiento de dominio público conocido por todos o casi todos los
miembros de un círculo social en el momento en que va a pronunciarse la decisión judicial, respecto

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del cual no hay duda ni discusión; de manera que al ser notorio la ley exime de su prueba, por ser
del conocimiento público en el medio social donde ocurrió o donde se tramita el procedimiento.

Controversia constitucional 24/2005. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. 9 de marzo de


2006. Once votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretarios: Raúl Manuel Mejía Garza y Laura
Patricia Rojas Zamudio.

El Tribunal Pleno, el dieciséis de mayo en curso, aprobó, con el número 74/2006, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dieciséis de mayo de dos mil seis.

Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 91/2014, desechada por
notoriamente improcedente, mediante acuerdo de presidencia de 24 de marzo de 2014.

Sirve de apoyo al criterio antes vertido la tesis que por analogía y aún por mayoría de razón se
aplica al caso que nos ocupa, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Noventa
Época, Tomo IV, Septiembre de 1996, página 657, registro 201430 y cuyo texto literal es el siguiente
INCIDENTE DE LIQUIDACIÓN DE INTERESES. AUN CUANDO NO HAYA OPOSICIÓN DE LA CONTRARIA,
EL JUZGADOR ESTA OBLIGADO A ANALIZAR LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA ACCIÓN DEL. Si
bien es cierto que de las constancias que integran el juicio natural, se advierte que en
el incidente de liquidación de intereses no hubo oposición a la planilla de regulación de los intereses
moratorios, también lo es, que una correcta interpretación del artículo 1348 del Código de
Comercio, permite determinar que esa sola circunstancia es insuficiente para decretar la ejecución
por la cantidad que importe la liquidación, en razón de que el Juez natural se
encuentra obligado a analizar los elementos de la acción incidental intentada, independientemente
de que exista o no oposición a la planilla correspondiente, para poder establecer la procedencia o
improcedencia de la misma, por tanto, si por una parte, en la planilla en comento no se expresó cuál
fue el costo porcentual promedio o CETES que se aplicó, ni cuál es el factor que fijó el banco, como
se convino en los documentos base de la acción y a que se refiere la sentencia ejecutoria al
condenar a los demandados al pago de los intereses moratorios pactados y, por la otra, que si bien
acompañó con la planilla "estado de cuenta concentrado de movimientos y saldo", en el que se
precisa la tasa de intereses moratorios, sin embargo, no por ello, debe decirse que tales tasas de
intereses correspondan a lo convenido o pactado en el contrato base de la acción, de ahí que si no
existe prueba alguna que acredite dicha constancia la responsable está en lo correcto al sostener en
la resolución reclamada, que se encuentra imposibilitada para verificar la veracidad de
la liquidación respectiva.
TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO CIRCUITO.
Amparo en revisión 77/96. Banco Nacional de Comercio Interior, S.N.C. 20 de junio de 1996.
Unanimidad de votos. Ponente: Roberto Avendaño. Secretario: Manuel de Jesús Cruz Espinosa…”
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2023514


Instancia: Primera Sala
Undécima Época
Materias(s): Común
Tesis: 1a./J. 3/2021 (11a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 5, Septiembre de 2021, Tomo II,
página 1912
Tipo: Jurisprudencia

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE. PROCEDE EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 79, FRACCIÓN VI, DE
LA LEY DE AMPARO, CUANDO EL JUEZ ANTE QUIEN SE PRESENTA LA DEMANDA MERCANTIL OMITE
APLICAR EL CONTENIDO DEL ARTÍCULO 1127, SEGUNDO PÁRRAFO, DEL CÓDIGO DE COMERCIO.

Hechos: Los Tribunales Colegiados de Circuito contendientes conocieron de diversos amparos


directos en los cuales el Juez ante quien se entabló una demanda mercantil omitió aplicar el
segundo párrafo del artículo 1127 del Código de Comercio. Uno de los tribunales colegiados
consideró que ello constituía una violación manifiesta de la ley que dejaba sin defensa a la parte
quejosa, por lo que suplió la deficiencia de la queja, el otro órgano de amparo contendiente no
efectuó tal suplencia de la queja.

Jorge 11
Criterio jurídico: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación arriba a la convicción
de que cuando el Juez ante quien se presentó una demanda mercantil omite aplicar el segundo
párrafo del artículo 1127 del Código de Comercio, procede suplir la deficiencia de la queja, en
términos del artículo 79, fracción VI, de la Ley de Amparo.

Justificación: Lo anterior es así, porque el artículo 79, fracción VI, de la Ley de Amparo faculta para
suplir la deficiencia de la queja en materias de estricto derecho, como la mercantil, cuando se
hubiere actualizado una violación evidente de la ley que haya dejado sin defensa a la parte quejosa,
entendiéndose por tal, aquella actuación que haga notoria e indiscutible la vulneración a los
derechos de la parte quejosa, tutelados por la Constitución General o por los tratados
internacionales en los que el Estado Mexicano sea parte, mediante la transgresión a las normas
procedimentales o sustantivas que rigen el acto reclamado. En ese sentido, esta Primera Sala
concluye que cuando al decidir sobre la procedencia de la vía mercantil intentada se omite aplicar el
segundo párrafo del artículo 1127 del Código de Comercio, procede suplir la deficiencia de la queja
en el juicio de amparo respectivo. Ello, pues el aludido precepto de la legislación mercantil es claro y
preciso al señalar que si se verifica el supuesto en el cual el órgano jurisdiccional declare la
improcedencia de la vía mercantil propuesta por la parte actora, la consecuencia será continuar el
procedimiento para el trámite del juicio en la vía mercantil que se considere procedente declarando
la validez de lo actuado; con la obligación del Juez de regularizar el procedimiento. Por ende, si no se
aplica esa norma de derecho y en vez de reencausar el litigo en la vía mercantil adecuada se desecha
la demanda, ello derivará en la afectación de derechos sustantivos de la persona accionante, en
tanto que el no reencausar la vía, además de traducirse en la imposición injustificada de un
obstáculo en el acceso a la jurisdicción, puede derivar en la pérdida, por prescripción negativa, de la
acción misma, ya que conforme al artículo 1041 de la codificación mercantil en cita, cuando en un
juicio mercantil la demanda es desestimada no opera la interrupción de la prescripción de la acción.
Por lo que, la suplencia de la queja en los términos aquí apuntados operará, en principio, a condición
de que la vía mercantil adecuada deba tramitarse ante la propia persona juzgadora que ya conoce
de la demanda; pues de otro modo el análisis y la aplicación de las normas adjetivas relativas a la vía
derivaría también en un pronunciamiento con relación a la competencia del órgano jurisdiccional,
tópico respecto del cual existen reglas propias y a las cuales se debe atender caso por caso.

Contradicción de tesis 36/2021. Entre las sustentadas por el Octavo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Primer Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito. 12 de
mayo de 2021. Cinco votos de las Ministras Norma Lucía Piña Hernández, Ana Margarita Ríos Farjat,
y los Ministros Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien reservó su derecho para formular voto
concurrente, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: Norma Lucía
Piña Hernández. Secretario: Melesio Ramos Martínez.

Tesis y/o criterios contendientes:

El emitido por el Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, al resolver el
amparo directo 874/2018, en el que consideró que cuando el acto reclamado lo constituye la
resolución que confirma la improcedencia de la vía ejecutiva mercantil escrita y ordena desechar la
demanda por estimarse que la vía procedente es la oral mercantil, debe suplirse la deficiencia de la
queja en el amparo directo, en tanto que tal forma de proceder constituye una violación manifiesta
de la ley que deja sin defensa a la parte quejosa, y

El sustentado por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, al resolver el
amparo directo 479/2019, en el que determinó que cuando el acto reclamado se hizo consistir en la
resolución que confirmó la improcedencia de la vía ejecutiva mercantil escrita y desechó la demanda
por estimar que la vía procedente es la oral mercantil, no se debe suplir la deficiencia de la queja, ya
que no se actualiza una violación evidente de la ley que dejara sin defensa al quejoso por afectar los
derechos previstos en el artículo 1o. de la Ley de Amparo.

Tesis de jurisprudencia 3/2021 (11a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada a distancia de siete de julio de dos mil veintiuno.
Esta tesis se publicó el viernes 03 de septiembre de 2021 a las 10:12 horas en el Semanario Judicial
de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 06 de

Jorge 12
septiembre de 2021, para los efectos previstos en el punto noveno del Acuerdo General Plenario
1/2021.

Suprema Corte de Justicia de la Nación

Registro digital: 2019893


Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Décima Época
Materias(s): Común, Civil
Tesis: VII.2o.C.178 C (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 66, Mayo de 2019, Tomo III, página
2816
Tipo: Aislada

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE. EL HECHO DE QUE LA AUTORIDAD DE AMPARO NO HAYA


ESTUDIADO EL FONDO DEL ASUNTO RESPECTO DE LA FALTA O ILEGAL EMPLAZAMIENTO AL JUICIO
DE ORIGEN, NO ES OBSTÁCULO PARA QUE EL TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO LLEVE A CABO
AQUÉLLA EN RELACIÓN CON LOS AGRAVIOS EN EL RECURSO DE REVISIÓN, SI EL RECURRENTE ES
UNA PERSONA QUE POR SUS CONDICIONES DE MARGINACIÓN, SE ENCONTRÓ EN DESVENTAJA
SOCIAL PARA SU DEFENSA.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia 1a./J. 79/2012


(10a.), de rubro: "SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN EL RECURSO DE REVISIÓN. NO OPERA
POR LA SOLA CIRCUNSTANCIA DE QUE EL ACTO RECLAMADO LO CONSTITUYA LA FALTA O EL ILEGAL
EMPLAZAMIENTO AL JUICIO DE ORIGEN SI LA AUTORIDAD DE AMPARO NO ESTUDIÓ EL FONDO DEL
ASUNTO.", estableció que cuando en el juicio de amparo se señala como acto reclamado la falta o el
ilegal emplazamiento al juicio de origen, ello no es motivo suficiente para que el tribunal que conoce
del recurso de revisión interpuesto contra la resolución emitida en el juicio de amparo supla, desde
luego, la deficiencia de los agravios expresados por el recurrente, si el Juez de Distrito desechó la
demanda de amparo o sobreseyó en el juicio sin examinar el fondo del asunto. En dicho criterio se
interpretó el artículo 76 Bis, fracción VI, de la Ley de Amparo abrogada, similar al diverso 79,
fracción VI, de la ley vigente, que señalaba que el juzgador debía suplir la queja deficiente de los
conceptos de violación y de los agravios en las materias civil, mercantil y administrativa, cuando
advirtiera que el acto reclamado implicaba una violación manifiesta de la ley que dejara sin defensa
al quejoso o al recurrente. Ahora, debe enfatizarse que el hecho de que la autoridad de amparo no
haya estudiado el fondo del asunto respecto de la falta o ilegal emplazamiento al juicio de origen, no
es obstáculo para que el Tribunal Colegiado de Circuito supla la deficiencia de los agravios en el
recurso de revisión, si el recurrente es una persona que por sus condiciones de marginación, se
encontró en desventaja social para su defensa en el juicio, pues ese proceder encuentra
fundamento en el artículo 79, fracción VII, de la ley vigente, la cual es una hipótesis diversa a la
interpretada en la jurisprudencia citada; además de que el principio de suplencia de la queja
deficiente en el juicio de amparo, se erige como una institución de capital importancia dentro de
nuestro sistema jurídico, con características particulares, con el fin de impedir la denegación de
justicia por razones de carácter meramente técnico-jurídicas, a favor de las personas o sectores a
que se refiere este numeral.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SÉPTIMO CIRCUITO.

Amparo en revisión 319/2018. Candelaria Temoxtle Atlahua y otros. Unanimidad de votos. 14 de


marzo de 2019. Ponente: Ezequiel Neri Osorio. Secretario: Víctor Daniel Flores Ardemani.

Nota: La tesis de jurisprudencia 1a./J. 79/2012 (10a.) citada, aparece publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XII, Tomo 1, septiembre de 2012, página
443.

Esta tesis se publicó el viernes 17 de mayo de 2019 a las 10:22 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Suprema Corte de Justicia de la Nación

Jorge 13
Registro digital: 167864
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Novena Época
Materias(s): Civil
Tesis: I.4o.C.184 C
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXIX, Febrero de 2009, página 2023
Tipo: Aislada

PRUEBAS EN LA ETAPA DE EJECUCIÓN DE SENTENCIA. SE DEBE RECURRIR A LA REGLA DE LOS


INCIDENTES PREVISTA EN EL ARTÍCULO 1353 DEL CÓDIGO DE COMERCIO. LIQUIDACIÓN DE
INTERESES.

La circunstancia de que el artículo 1348 del Código de Comercio, no prevea una etapa para ofrecer
pruebas, al indicar: "Si la sentencia no contiene cantidad líquida la parte a cuyo favor se pronunció al
promover la ejecución presentará su liquidación, de la cual se dará vista por tres días a la parte
condenada y sea que la haya o no desahogado, el Juez fallará dentro de igual plazo lo que en
derecho corresponda. Esta resolución será apelable en el efecto devolutivo."; no significa que en la
etapa de ejecución de sentencia, cuando se promueve el incidente de liquidación de intereses, no se
puedan anunciar ni desahogar las pruebas pertinentes, porque se debe recurrir a la regla de los
incidentes, que prevé etapa probatoria, en concreto al artículo 1353 del Código de Comercio, que
dice: "Cualquier otro tipo de incidentes diferentes a los señalados en el artículo anterior, se harán
valer por escrito, y al promoverse el incidente o al darse contestación al mismo, deberán proponerse
en tales escritos las pruebas, fijando los puntos sobre las que versen las mismas. De ser procedentes
las pruebas que ofrezcan las partes, se admitirán por el tribunal, señalando fecha para su desahogo
en audiencia indiferible que se celebrará dentro del término de ocho días, mandando preparar
aquellas pruebas que así lo ameriten.". Pues no sería aceptable que si la parte condenada se
inconformare con el importe de la liquidación, no pudiera ofrecer prueba para poner de manifiesto
la equivocación en la planilla de liquidación correspondiente, ello, atendiendo al principio de
equidad entre las partes y para que el Juez pueda resolver lo que en derecho corresponda.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo en revisión 262/2008. Mario Agustín Navidad Martínez. 11 de septiembre de 2008.


Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval López. Secretaria: Angélica Rivera Chávez…”

Dado a que la sentencia que se recurre, no están siendo debidamente fundados y motivados,
también se viola en nuestro perjuicio el artículo 16 Constitucional; las actuaciones que reclamo
del a-quo, violan nuestros derechos humanos, principios y garantías de audiencia y legalidad
que se consagran a favor de los suscritos y de todo gobernado; así como nuestros derechos
humanos, principios y Garantías Individuales consagradas en los artículos 1°, 14, 16 y 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La interpretación que el A-quo realiza a los artículos 1, 14 y 17 en relación con el 103 de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, específicamente en cuanto al derecho
fundamental a contar con “ex officio, el control de convencionalidad y adoptando la
interpretación más favorable conforme al principio pro persona, los derechos y libertades de
acceso a la justicia, garantía de audiencia y tutela jurisdiccional, acorde con los artículos 8,
numeral 1 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con los
preceptos 14 y 17 de la Constitución General de la República", dentro del procedimiento del
cuya resolución se recurre a través del presente escrito, es incorrecta, arcaica e inexacta, por
las razones siguientes:

Jorge 14
De conformidad con los artículos 1o. y 103 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, los órganos jurisdiccionales se encuentran legalmente vinculados a ejercer, ex
officio, el control de convencionalidad en sede interna, lo cual implica la obligación de velar no
sólo por los derechos humanos contenidos en los instrumentos internacionales firmados por el
Estado Mexicano, sino también por los establecidos en la Constitución Federal, adoptando la
interpretación más favorable conforme al principio pro persona. Así, deben proteger
cabalmente, entre otros, los derechos y libertades de acceso a la justicia, garantía de audiencia
y tutela jurisdiccional, acorde con los artículos 8, numeral 1 y 25 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, en relación con los preceptos 14 y 17 de la Constitución General de
la República. Ahora bien, si la tutela jurisdiccional se ha definido como el derecho de toda
persona para acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales para
plantear sus pretensiones o defenderse de ellas, con el objeto de que mediante la sustanciación
de un proceso donde se respeten ciertas formalidades se emita la resolución que decida la
cuestión planteada y, en su caso, se ejecuten las decisiones, es evidente que el respeto a esos
derechos y libertades no debe supeditarse a requisitos innecesarios, excesivos, carentes de
razonabilidad o proporcionalidad; por ello, cuando los Juzgados de Distrito y Tribunales
Colegiados de Circuito adviertan tal circunstancia, deben analizarla preponderantemente, en
ejercicio del control de convencionalidad, con la finalidad de proteger y garantizar los derechos
humanos, aun cuando no exista concepto de violación o agravio al respecto.

Es evidente que el respeto a esos derechos fundamentales y libertades no debe supeditarse a


requisitos innecesarios, excesivos, carentes de razonabilidad o proporcionalidad; como es el
caso de no valorar y analizar los hechos completos de la demanda, y proceso, por considerar
que no se justificó la causa ni sus elementos, aún a pesar de que existe criterios que señalan lo
contrario en casos similares, y que tampoco los valoro el a-quo, refiriendo otros criterios no
aplicables al caso en concreto, pero se comete la omisión más grande en el propio juicio aún y a
pesar de que la autoridad impidió el acceso a la justicia del suscrito; que fue el a-quo, al no
realizar el estudio y evadirse a juzgar conforme a derecho y violentando nuestros derechos
humanos, que posteriormente el a-quo solo, sin tomar de manera íntegra los escritos de
contestación y desahogo de vista ni las pruebas de los suscritos, tampoco se realizó la suplencia
de la queja a favor de los suscritos, fue tan solo para la actora incidentista que plasmo lo que
pidió en la sentencia, solo copio lo que pidió, no valoro, no aplico la experiencia ni la legalidad,
y su tuvo por confesa de todo lo anterior demando y manifestado como hechos; pero
conforme a los criterios jurisdiccionales, es que por ello, cuando los Tribunales Colegiados
adviertan tal circunstancia, por deficiencias en la resolución recurrida, deben analizarla
preponderantemente, en ejercicio del control de convencionalidad, con la finalidad de proteger
y garantizar los derechos humanos, aun cuando no exista concepto de violación o agravio al
respecto.

Esto es, nuestro derecho fundamental para acceder de manera expedita a tribunales
independientes e imparciales para plantear sus pretensiones o defenderse de ellas, con el
objeto de que mediante la sustanciación de un proceso donde se respeten ciertas formalidades
y se emita la resolución que decida la cuestión planteada y, en su caso, se ejecuten las
decisiones, y por ende se haga efectiva la defensa adecuada, a gozar de la oportunidad de

Jorge 15
aportar pruebas; promover medios de impugnación; exponer la argumentación sistemática del
derecho aplicable al caso concreto; a utilizar todos los beneficios que la legislación procesal
establece para la defensa, y no como lo sostiene el A-quo, por el contrario, que niega la
oportunidad, es decir; evidenciar su falta de técnica jurídica y sin análisis alguno de los
conceptos y hechos de la demanda, de la contestación y pruebas, sino que además lo hace y
resuelve lo hizo de forma genérica y sobre todo omite el estudio constitucional y de protección
de los derechos fundamentales a que está obligado y hacerlo de forma individual como el caso
amerita y no basando la resolución en la tesis aislada que interpreta y aplica al caso en
concreto, por ello, cuando los Tribunales Colegiados adviertan tal circunstancia, deben
analizarla preponderantemente, en ejercicio del control de convencionalidad, con la finalidad
de proteger y garantizar los derechos humanos, aun cuando no exista concepto de violación o
agravio al respecto y en el presente asunto que se recurre, no sucedió por el a-quo ese análisis
preponderante en ejercicio de control de convencionalidad, con la finalidad de proteger y
garantizar los derechos humanos no lo hizo.

La garantía a la tutela jurisdiccional puede definirse como el derecho público subjetivo que toda
persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para acceder de manera
expedita a tribunales independientes e imparciales, a plantear una pretensión o a defenderse
de ella, con el fin de que a través de un proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se
decida sobre la pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute esa decisión.

Ahora bien, si se atiende a que la prevención de que los órganos jurisdiccionales estén
expeditos -desembarazados, libres de todo estorbo- para impartir justicia en los plazos y
términos que fijen las leyes, significa que el poder público -en cualquiera de sus
manifestaciones: Ejecutivo, Legislativo o Judicial- no puede supeditar el acceso a los tribunales
a condición alguna, pues de establecer cualquiera, ésta constituiría un obstáculo entre los
gobernados y los tribunales, por lo que es indudable que el derecho a la tutela judicial puede
conculcarse por normas que impongan requisitos impeditivos u obstaculizadores del acceso a la
jurisdicción, si tales trabas resultan innecesarias, excesivas y carentes de razonabilidad o
proporcionalidad respecto de los fines que lícitamente puede perseguir el legislador.

Sin embargo, no todos los requisitos para el acceso al proceso pueden considerarse
inconstitucionales, como ocurre con aquellos que, respetando el contenido de ese derecho
fundamental, están enderezados a preservar otros derechos, bienes o intereses
constitucionalmente protegidos y guardan la adecuada proporcionalidad con la finalidad
perseguida, como es el caso del cumplimiento de los plazos legales, el de agotar los recursos
ordinarios previos antes de ejercer cierto tipo de acciones o el de la previa consignación de
fianzas o depósitos.

Si bien los derechos mencionados giran en torno al derecho fundamental de tutela


jurisdiccional efectiva contenido en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, debe tenerse presente que dichas prerrogativas son autónomas, con
dimensiones y alcances propios que exigen desarrollos interpretativos individualizados que
abonen en el entendimiento y configuración del núcleo esencial de cada derecho. Ahora bien,

Jorge 16
en cuanto al juicio de amparo, la Corte Interamericana ha establecido que éste se encuentra en
el ámbito del artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, "Pacto de San
José", reconociéndolo, por su naturaleza, como el procedimiento judicial sencillo y breve que
tiene por objeto la tutela de todos los derechos reconocidos por la Constitución y la Convención
citada; el mismo Tribunal Interamericano precisó que el recurso consagrado en el aludido
artículo 25 no es el recurso de apelación, el cual está previsto, en el artículo 8.2 h), del mismo
tratado. Esta diferencia entre el derecho a la protección judicial y el derecho a la revisión, es de
suma relevancia para entender cuándo se está en presencia del derecho a recurrir un fallo ante
una instancia superior, en respeto al derecho al debido proceso, y cuándo se está ante la
exigencia del derecho a un recurso que ampare derechos fundamentales de fuente nacional o
convencional, por tanto, el juicio de amparo debe considerarse como un medio de defensa
diseñado para proteger los derechos consagrados en la Constitución y la Convención
Americana, y no como un mecanismo de segunda instancia, esto es, un recurso que sirve de
margen para la revisión de una decisión en el marco de un proceso.

De la tesis de jurisprudencia de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación


1a./J. 42/2007, (1) de rubro: "GARANTÍA A LA TUTELA JURISDICCIONAL PREVISTA EN EL
ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SUS
ALCANCES.", deriva que el acceso a la tutela jurisdiccional comprende tres etapas, a las que
corresponden tres derechos que lo integran: 1) una previa al juicio, a la que atañe el derecho de
acceso a la jurisdicción; 2) otra judicial, a la que corresponden las garantías del debido proceso;
y, 3) una posterior al juicio, que se identifica con la eficacia de las resoluciones emitidas con
motivo de aquél. En estos términos, el derecho fundamental de acceso a la jurisdicción debe
entenderse como una especie del diverso de petición, que se actualiza cuando ésta se dirige a
las autoridades jurisdiccionales, motivando su pronunciamiento. Su fundamento se encuentra
en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, conforme al cual
corresponde al Estado mexicano impartir justicia a través de las instituciones y procedimientos
previstos para tal efecto. Así, es perfectamente compatible con el artículo constitucional
referido, que el órgano legislativo establezca condiciones para el acceso a los tribunales y
regule distintas vías y procedimientos, cada uno de los cuales tendrá diferentes requisitos de
procedencia que deberán cumplirse para justificar el accionar del aparato jurisdiccional, dentro
de los cuales pueden establecerse, por ejemplo, aquellos que regulen: i) la admisibilidad de un
escrito; ii) la legitimación activa y pasiva de las partes; iii) la representación; iv) la oportunidad
en la interposición de la acción, excepción o defensa, recurso o incidente; v) la competencia del
órgano ante el cual se promueve; vi) la exhibición de ciertos documentos de los cuales depende
la existencia de la acción; y, vii) la procedencia de la vía. En resumen, los requisitos de
procedencia, a falta de los cuales se actualiza la improcedencia de una acción, varían
dependiendo de la vía que se ejerza y, en esencia, consisten en los elementos mínimos
necesarios previstos en las leyes adjetivas que deben satisfacerse para la realización de la
jurisdicción, es decir, para que el juzgador se encuentre en aptitud de conocer la cuestión de
fondo planteada en el caso sometido a su potestad y pueda resolverla, determinando los
efectos de dicha resolución. Lo importante en cada caso será que para poder concluir que
existe un verdadero acceso a la jurisdicción o a los tribunales, es necesario que se verifique la

Jorge 17
inexistencia de impedimentos jurídicos o fácticos que resulten carentes de racionalidad,
proporcionalidad o que resulten discriminatorios.

De los artículos 14, 17 y 20, apartados B y C, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, deriva el derecho de
acceso efectivo a la justicia, el cual comprende, en adición a determinados factores
socioeconómicos y políticos, el derecho a una tutela jurisdiccional efectiva y los mecanismos de
tutela no jurisdiccional que también deben ser efectivos y estar fundamentados constitucional
y legalmente. Ahora bien, en la jurisprudencia 1a./J. 42/2007, de rubro: "GARANTÍA A LA
TUTELA JURISDICCIONAL PREVISTA EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SUS ALCANCES.", la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación definió el acceso a la tutela jurisdiccional como el derecho público
subjetivo que toda persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para
acceder de manera expedita a tribunales independientes e imparciales, a plantear una
pretensión o a defenderse de ella, con el fin de que, a través de un proceso en el que se
respeten ciertas formalidades, se decida sobre la pretensión o la defensa y, en su caso, se
ejecute tal decisión; de ahí que este derecho comprenda tres etapas, a las que corresponden
tres derechos: (i) una previa al juicio, a la que le corresponde el derecho de acceso a la
jurisdicción, que parte del derecho de acción como una especie del de petición dirigido a las
autoridades jurisdiccionales y que motiva un pronunciamiento por su parte; (ii) una judicial, que
va desde el inicio del procedimiento hasta la última actuación y a la que concierne el derecho al
debido proceso; y, (iii) una posterior al juicio, identificada con la eficacia de las resoluciones
emitidas. Ahora, los derechos mencionados alcanzan no solamente a los procedimientos
ventilados ante Jueces y tribunales del Poder Judicial, sino también a todos aquellos seguidos
ante autoridades que, al pronunciarse sobre la determinación de derechos y obligaciones,
realicen funciones materialmente jurisdiccionales.

De ahí que el hecho de que los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales
de los que el Estado Mexicano sea parte y en resumen, los requisitos de procedencia, a falta de
los cuales se actualiza la improcedencia de una acción, varían dependiendo de la vía que se
ejerza y, en esencia, consisten en los elementos mínimos necesarios previstos en las leyes
adjetivas que deben satisfacerse para la realización de la jurisdicción, es decir, para que el
juzgador se encuentre en aptitud de conocer la cuestión de fondo planteada en el caso
sometido a su potestad y pueda resolverla, determinando los efectos de dicha resolución y que
lo importante en cada caso será que para poder concluir que existe un verdadero acceso a la
jurisdicción o a los tribunales, es necesario que se verifique la inexistencia de impedimentos
jurídicos o fácticos que resulten carentes de racionalidad, proporcionalidad o que resulten
discriminatorios, y sobre todo omite el estudio constitucional y de protección de los derechos
fundamentales a que está obligado y hacerlo de forma individual como el caso amerita y no
basando la resolución en una solo tesis aislada, sino debe aplicar los criterios jurisdiccionales,
por ello, cuando los Tribunales Colegiados de Circuito adviertan tal circunstancia, deben
analizarla preponderantemente, en ejercicio del control de convencionalidad, con la finalidad
de proteger y garantizar los derechos humanos, aun cuando no exista concepto de violación o
agravio al respecto y en el presente asunto que se recurre, no sucedió por el a-quo ese análisis

Jorge 18
preponderante en ejercicio de control de convencionalidad, con la finalidad de proteger y
garantizar los derechos humanos.

Y, no solo negar el derecho de acceder a la justicia conforme a derecho, por una supuesta falta
de técnica de argumentación, ante el a-quo y se omita el estudio conforme a derecho del fondo
del asunto, omitiendo el uso de la suplencia de la queja, pero en esencia el espíritu de la norma,
y sobre todo la aplicación correcta de la ley por quienes desempeñan la actividad jurisdiccional,
pero si se niega el acceso a la justicia solicitada, es doble la violación a los derechos humanos,
derechos fundamentales para una debida integración y avance de la sociedad, validando que se
prefiere supeditarse a requisitos innecesarios, excesivos, carentes de razonabilidad o
proporcionalidad; cuando por derecho fundamental le es necesario que se verifique la
inexistencia de impedimentos jurídicos o fácticos que resulten carentes de racionalidad,
proporcionalidad o que resulten discriminatorios, y el estudio constitucional y de protección de
los derechos fundamentales a que está obligado y hacerlo de forma individual como el caso
amerita y no basando la resolución en una tesis aislada que aplica al caso en concreto, por ello,
cuando los Tribunales Colegiados de Circuito adviertan tal circunstancia, deben analizarla
preponderantemente, en ejercicio del control de convencionalidad, con la finalidad de proteger
y garantizar los derechos humanos, aun cuando no exista concepto de violación o agravio al
respecto y en el presente asunto que se recurre, no sucedió por el a-quo ese análisis
preponderante en ejercicio de control de convencionalidad, con la finalidad de proteger y
garantizar los derechos humanos que en el presente asunto es la tutela jurisdiccional, por lo
tanto en esencia, el derecho fundamental consiste en los elementos mínimos necesarios
previstos en las leyes adjetivas que deben satisfacerse para la realización de la jurisdicción, es
decir, para que el juzgador se encuentre en aptitud de conocer la cuestión de fondo planteada
en el caso sometido a su potestad y pueda resolverla, determinando los efectos de dicha
resolución.

Por tanto, la resolución recurrida es violatorio de derechos humanos, que como parte de la
obligación que le impone al Estado Mexicano la Constitución y normas internacionales de
promover, respetar, proteger y garantizar los Derechos Humanos conforme a los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad ajustándose a dichos
dispositivos internacionales y así asegurar al ser humano una adecuada reparación de sus
derechos humanos mediante un recurso sencillo, rápido y eficaz, como debe ser el juicio de
garantías en el que accionó, con el fin de salvaguardar al gobernado, de violaciones con motivo
de los actos reclamados y que sean efectivamente considerados violatorios de derechos
humanos. De todo ello deviene la heteroaplicabilidad de los actos reclamados en virtud del
concepto de violación que se hace valer por el agravio que sufren los quejosos en su esfera
jurídica.

Así las cosas, en virtud de que el acto recurrido al A-quo debe ser declarado
inconstitucionalidad e in-convencionalidad la sentencia combatida y que, por tanto, deberán
quedar sin efecto alguno para el Quejoso, tanto en su aplicación actual como futura, debiendo
restituírsele en el goce y ejercicio de sus derechos fundamentales respecto de todas esas
disposiciones al suscrito; lo anterior, con sustento en la siguiente jurisprudencia:

Jorge 19
"[TA]; 10a. Época; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; Libro III, Diciembre de 2011, Tomo 1; Pág. 535

“CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN UN MODELO DE CONTROL DIFUSO DE


CONSTITUCIONALIDAD. De conformidad con lo previsto en el artículo 1o. de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, todas las autoridades del país, dentro del ámbito de sus competencias, se
encuentran obligadas a velar no sólo por los derechos humanos contenidos en la Constitución Federal, sino
también por aquellos contenidos en los instrumentos internacionales celebrados por el Estado Mexicano,
adoptando la interpretación más favorable al derecho humano de que se trate, lo que se conoce en la
doctrina como principio pro persona. Estos mandatos contenidos en el artículo 1o. constitucional,
reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de 10 de junio de 2011, deben
interpretarse junto con lo establecido por el diverso 133 para determinar el marco dentro del que debe
realizarse el control de convencionalidad ex officio en materia de derechos humanos a cargo del Poder
Judicial, el que deberá adecuarse al modelo de control de constitucionalidad existente en nuestro país. Es
en la función jurisdiccional, como está indicado en la última parte del artículo 133 en relación con el artículo
1o. constitucionales, en donde los jueces están obligados a preferir los derechos humanos contenidos en la
Constitución y en los tratados internacionales, aun a pesar de las disposiciones en contrario que se
encuentren en cualquier norma inferior. Si bien los jueces no pueden hacer una declaración general sobre
la invalidez o expulsar del orden jurídico las normas que consideren contrarias a los derechos humanos
contenidos en la Constitución y en los tratados (como sí sucede en las vías de control directas establecidas
expresamente en los artículos 103, 105 y 107 de la Constitución), sí están obligados a dejar de aplicar las
normas inferiores dando preferencia a las contenidas en la Constitución y en los tratados en la materia.”

Íntimamente ligado el presente Agravio, La sentencia que se recurre resulta inconstitucional, en


virtud de que es regresiva puesto que eliminan derechos ya conocidos, ejercidos y gozados por
los ciudadanos mexicanos en su artículo 1°, 14, 17, Constitucionales, pero además la reforma
constitucional del 11 de junio del año 2012, eleva los derechos fundamentales a la condición de
derechos humanos.

Respecto a la interpretación directa de un precepto de la Constitución y subsista en el recurso


el problema de constitucionalidad, que se da en la sentencia que se recurre, en relación al
artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

"Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su
derecho.
Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para
impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta,
completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.
Siempre que no se afecte la igualdad entre las partes, el debido proceso u otros derechos en los juicios o
procedimientos seguidos en forma de juicio, las autoridades deberán privilegiar la solución del conflicto
sobre los formalismos procedimentales.
El Congreso de la Unión expedirá las leyes que regulen las acciones colectivas. Tales leyes determinarán las
materias de aplicación, los procedimientos judiciales y los mecanismos de reparación del daño. Los jueces
federales conocerán de forma exclusiva sobre estos procedimientos y mecanismos.
Las leyes preverán mecanismos alternativos de solución de controversias. En la materia penal regularán su
aplicación, asegurarán la reparación del daño y establecerán los casos en los que se requerirá supervisión
judicial.
Las sentencias que pongan fin a los procedimientos orales deberán ser explicadas en audiencia pública
previa citación de las partes.
Las leyes federales y locales establecerán los medios necesarios para que se garantice la independencia de
los tribunales y la plena ejecución de sus resoluciones.

Jorge 20
La Federación y las entidades federativas garantizarán la existencia de un servicio de defensoría pública de
calidad para la población y asegurarán las condiciones para un servicio profesional de carrera para los
defensores. Las percepciones de los defensores no podrán ser inferiores a las que correspondan a los
agentes del Ministerio Público.
Nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter puramente civil."

Es inconstitucional el criterio del a-quo mediante el cual resuelve en la sentencia que recurre y
la interpretación que da a ese artículo al referir lo siguiente:

Lo anterior en virtud de que el numeral 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos establece en los párrafos segundo y tercero lo siguiente:

"…Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para
impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta,
completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.
Siempre que no se afecte la igualdad entre las partes, el debido proceso u otros derechos en los juicios o
procedimientos seguidos en forma de juicio, las autoridades deberán privilegiar la solución del conflicto
sobre los formalismos procedimentales."

Es decir, que el a-quo no hace un verdadero estudio del caso que se puso a su consideración y
juicio, porque si se violaron los derechos fundamentales de los suscritos que se contienen en
los artículos 1, 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por no
haberse dado la oportunidad de acceder a una justicia, ni a quien fuera escuchado, no se dio la
oportunidad de acudir a juicio, en donde fuera escuchado y en su momento vencido en juicio.

Dado a que la sentencia que se recurre y el procedimiento del amparo indirecto y su revisión,
no están siendo debidamente fundados y motivados también se viola en nuestro perjuicio el
artículo 16 Constitucional; Las actuaciones que reclamo del a-quo, violan nuestro derechos
humanos, principios y garantías de audiencia y legalidad que se consagran a favor de los
suscritos y de todo gobernado; así como nuestro derechos humanos, principios y Garantías
Individuales consagradas en los artículos 1°, 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.

Me causa en el presente concepto de violación el agravio de difícil reparación y viola nuestros


derechos humanos, así como nuestras garantías individuales, debido a que es ilegal por
contener una falsa apreciación de la realidad, y carece de la debida fundamentación y
motivación y es violatoria de los artículos 14, 16 y 17 de la constitución política de los Estados
Unidos Mexicano, por no cumplir con los requisitos y dejar en un terrible estado de indefensión
al hoy recurrente en el juicio de garantías.

Ahora bien, la garantía de audiencia prevista en el artículo 14 de nuestra carta Magna consiste
en otorgar al gobernado la oportunidad de defensa previamente al acto privativo de la libertad,
propiedad, posesiones o derechos y su debido respeto impone a las autoridades, entre otras
obligaciones, que en el juicio que se siga, se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento, entendidas éstas como las necesarias para garantizar la defensa adecuada
previa al acto de privación y que se traducen en los siguientes requisitos: 1. La notificación del

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inicio del procedimiento y sus consecuencias; 2. La oportunidad de ofrecer y desahogar las
pruebas en que se funde la defensa; 3. La oportunidad de alegar; y 4. El dictado de una
resolución que dirima las cuestiones debatidas.

Así lo ha sostenido el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia


publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo II,
diciembre de mil novecientos noventa y cinco, página ciento treinta y tres, que dice:

“FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y
OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO. La garantía de audiencia establecida por el artículo 14
constitucional consiste en otorgar al gobernado la oportunidad de defensa previamente al acto privativo de
la vida, libertad, propiedad, posesiones o derechos, y su debido respeto impone a las autoridades, entre
otras obligaciones, la de que en el juicio que se siga se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento. Estas son las que resultan necesarias para garantizar la defensa adecuada antes del acto de
privación y que, de manera genérica, se traducen en los siguientes requisitos: 1) La notificación del inicio del
procedimiento y sus consecuencias; 2) La oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que se finque
la defensa; 3) La oportunidad de alegar; y 4) El dictado de una resolución que dirima las cuestiones
debatidas. De no respetarse estos requisitos, se dejaría de cumplir con el fin de la garantía de audiencia,
que es evitar la indefensión del afectado."

Por su parte, los artículos 16 y 17 constitucionales prevén las garantías de legalidad y seguridad
jurídica, consistentes en la debida fundamentación y motivación que las autoridades están
obligadas a expresar en sus actos, lo que significa que el acto de autoridad debe sustentarse en
una disposición normativa de carácter general, es decir, que la ley prevea una situación
concreta para autorizar determinado acto, de tal manera que las autoridades sólo pueden
hacer lo que la ley les permite y, que expresen las circunstancias y modalidades del caso
particular por las que consideran que los hechos encuadran dentro del marco establecido por la
ley; asimismo, señalan el derecho a una administración de justicia pronta, completa e imparcial,
por lo que se establece que las leyes federales y locales deberán prever los medios necesarios
para que se garantice la independencia de los tribunales y la plena ejecución de sus
resoluciones; en consecuencia, los medios de apremio constituyen una facultad otorgada a la
autoridad jurisdiccional para obtener el cumplimiento de sus determinaciones.

Bajo esta óptica, para que una autoridad cumpla con los extremos la garantía de legalidad, es
necesario que en sus determinaciones cite los preceptos legales aplicables que le sirven de
apoyo y, además, exprese los razonamientos lógico jurídicos que la condujeron a la conclusión
de que el asunto concreto de que se trata, encuadra en los supuestos de la norma invocada.

De igual manera se contempla como garantía constitucional, el derecho a una administración


de justicia pronta, completa e imparcial, por lo que se establece que las leyes federales y locales
prevean los medios necesarios para que se garantice la independencia de los tribunales y la
plena ejecución de sus resoluciones; en consecuencia, los medios de apremio constituyen una
facultad otorgada a la autoridad jurisdiccional para obtener el cumplimiento de sus
determinaciones.

Jorge 22
En efecto, de conformidad con el artículo 16 constitucional todo acto de autoridad debe estar
debidamente fundado y motivado, entendiéndose por lo primero, la expresión precisa de los
preceptos legales aplicables, y por lo segundo, el señalamiento de las causas inmediatas,
razones particulares o circunstancias especiales que se hayan tomado en consideración para la
emisión del acto. Por tanto, debe existir adecuación entre los preceptos citados y los motivos
aducidos, es decir, la actualización de los supuestos normativos. sirve de apoyo la
jurisprudencia número 338, consultable en la página 27, del último Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación, 1917-1995, tomo VI, materia común, que a la letra dice:

“MOTIVACIÓN, CONCEPTO DE. La motivación exigida por el artículo 16 Constitucional, consiste en el razonamiento,
contenido en el texto mismo del acto autoritario de molestia, según el cual, quien lo emite llega a la conclusión de
que el acto concreto al cual se dirige, se ajusta exactamente a las prevenciones de determinados preceptos legales.
Es decir, motivar un acto es externar las consideraciones relativas a las circunstancias de hecho que se formula a la
autoridad para establecer la adecuación del caso concreto a la hipótesis legal."

Por lo anterior es ilegal y violatoria de derechos humanos de los suscritos el no haber


desahogado ni valorado las pruebas ofrecidas por los codemandados incidentitas, tan es así que
no fueron señaladas en la resolución, es decir, no consta que valor les dio el a-quo a las pruebas
ofrecidas en la resolución recurrida, por lo que al no existir esa técnica de resolución lo que
procede es la revocación.

De igual manera causa en el presente concepto de violación el acto reclamado un agravio el


hecho de que no fue notificado personalmente ni se dejó citatorio ni fue dejada la cedula a
nuestro representante alguno, cuando debió considerarse un emplazamiento y dejar citatorio,
en caso de no haber encontrado a los suscritos en la primera diligencia de incidente cuya
resolución se recurre.

Si bien es cierto que de las constancias que integran el juicio natural, se advierte que en
el incidente de liquidación de intereses si hubo oposición a la planilla de regulación de los
intereses moratorios, también lo es, que una correcta interpretación del artículo 1348 del
Código de Comercio, permite determinar que esa sola circunstancia es insuficiente para
decretar la ejecución por la cantidad que importe la liquidación, en razón de que el Juez natural
se encuentra obligado a analizar los elementos de la acción incidental intentada.

Independientemente de que exista o no oposición a la planilla correspondiente, para poder


establecer la procedencia o improcedencia de la misma, por tanto y sin embargo, no por ello,
debe decirse que tales tasas de intereses correspondan a lo convenido o pactado en el contrato
base de la acción, o la sentencia de ahí que si no existe prueba alguna que acredite dicha
constancia, el a-quo debió sostener en la resolución reclamada, que se encuentra
imposibilitada para verificar la veracidad de la liquidación respectiva.

Por todo lo anterior es que debe amparase a los suscritos y otorgarse la protección de la justicia
de la unión en contra de la resolución que se impugna.

VIII.- SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE.

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Hago valer la excepción al principio de estricto derecho, esto es el beneficio de suplencia de la
queja deficiente que opera en favor del quejoso, que establece el artículo 79, fracción VI, de la Ley
de Amparo.
Lo anterior, a fin de que realizando un análisis profuso a todo lo argumentado se establezca la
verdad de los acontecimientos y si algo deje de argumentar, en torno a las violaciones cometidas
por las autoridades, respetuosamente pido a su Señoría que, en uso de la suplencia de queja
invocada y solicitada, se entre al estudio y análisis de cualquier violación que se advierta por su
Señoría y que se hubiese omitido su alegación.
 IX.- SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO.
Con fundamento en los artículos 125, 128, 129, 130, 136, 138 y 148 de la Ley de Amparo, solicito
en este acto se me conceda la suspensión provisional, así como definitiva del acto reclamado y
contra los efectos del acto que se reclama:
Ahora bien, procede conceder la medida cautelar definitiva en el amparo promovido contra el acto
reclamado.
X.- PRUEBAS. -
 PARA EL CUADERNO SUSPENSIONAL. -
 1.- LA DOCUMENTAL PÚBLICA. - Consistente en copia simple de la sentencia de fecha 12 de
noviembre del año en curso emitida por C. Juez segundo civil de primera instancia del distrito
judicial de Otumba en el estado de México.

Con esta prueba acredito nuestro interés suspensional, la existencia de los actos reclamados, así
como su inconstitucionalidad.
 Relaciono esta prueba con todos y cada uno de los puntos del presente incidente de suspensión.
2.- LA DOCUMENTAL PÚBLICA. - Consistente en copia simple del Instrumento público, el cual
solicito SEA COMPULSADO CON EL ORIGINAL QUE SE ACOMPAÑA AL CUADERNO PRINCIPAL.
 Con esta prueba acredito nuestro interés suspensional, personalidad, la existencia de los actos
reclamados, así como su inconstitucionalidad.
 Relaciono esta prueba con todos y cada uno de los puntos del presente incidente de suspensión.
PARA EL CUADERNO PRINCIPAL. -
Por lo anteriormente expuesto y fundado, A usted pido se sirva:
Primero. Admitir a trámite la demanda de amparo, con la copia de traslado y copias simples que
se acompañan y copia del acto reclamado.
Segundo. Pedir informes justificados y el expediente relativo.
Tercero. Previa tramitología CONCEDER LA SUSPENSION PROVISIONAL Y EXPEDIR COPIA
CERTIFICADA DE LA SUSPENSION PROVISIONAL Y EN SU MOMENTO DEFINITIVA.

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Cuarto. Conceder el amparo y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL en favor de los suscritos.
PROTESTAMOS NUESTROS RESPETOS.

Nezahualcóyotl, Estado de México a 07 de diciembre de 2021

JORGE DE JESÚS VEGA MARCHENA FELIPE VEGA PINEDA

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