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REPÚBLICA DE COLOMBIA

RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO

JUZGADO DIECIOCHO ORAL ADMINISTRATIVO DEL


CIRCUITO DE SANTIAGO DE CALI

Sentencia No.81.-

ASUNTO: TUTELA
RADICACIÓN: 76001-33-33-018-2021-00130-00
ACCIONANTE: JHON EDUAR PALOMEQUE ARANGO
ACCIONADOS: NACIÓN – MINISTERIO DE DEFENSA- DIRECCIÓN DE
SANIDAD MILITAR
Santiago de Cali, ocho (08) de julio de dos mil veintiuno (2021)

I. ANTECEDENTES

1. OBJETO DEL PRONUNCIAMIENTO


Procede este despacho a emitir sentencia en la acción de tutela instaurada por el señor
Jhon Eduar Palomeque Arango, contra la Nación – Ministerio de Defensa – Dirección
General de Saludad Militar, trámite al que por medio del auto No. 276 del 25 de junio de
2021 fue vinculada la Dirección de Sanidad del Ejército Nacional, por la presunta
vulneración de sus derechos fundamentales de salud, seguridad social y al trabajo.

2. ANTECEDENTES
Manifiesta el actor que presentó petición ante la Dirección General de Sanidad Militar
solicitando que se continuara prestando el servicio médico por parte de la accionada para
acceder a la valoración por el especialista en fisiatría, y ante la falta de respuesta,
presentó acción de tutela, de la cual conoció el Juzgado Quince Penal del Circuito de Cali,
cuya orden de amparo al derecho de petición le manifestaron la imposibilidad de lo
pedido, argumentando que el descuido en el agendamiento de las citas.
Agrega que, ha realizado todos los trámites tendientes a programar la cita con la
especialidad en fisiatría pero que por diferentes situaciones (pandemia y orden público), la
entidad no la ha agendado, lo cual se puede evidenciar también con la tardanza en la
entrega del acta de evacuación y el informativo administrativo.
Refiere que se siente “maltratado física y psicológicamente” por parte de la entidad
accionada, pues considera que se encuentra en riesgo inminente dado que su brazo no le
responde por la lesión que sufrió con arma de fuego mientras prestaba el servicio militar
obligatorio.
Señala que, debido a la pandemia por covid-19 y protestas en la ciudad de Cali, la entidad
accionada no prestaba el servicio médico, debiendo solicitar con frecuencia que le
reactivaran el servicio médico lo cual era contestado tardíamente; luego le informaron que
no tenían agenda para las terapias, ni fisiatra que le expidiera el concepto para la
respectiva junta médica.
3. SUJETOS PROCESALES
ACCIONANTE:
Señor Eduar Palomeque Arango, identificado con la cédula de ciudadanía No.
1.006.034.456, domiciliado en la calle 4 No. 98- 20 Apto 202 D, en el barrio Meléndez de
Cali, dirección electrónica abodiego_7@hotmail.com, cel 3178708071
ENTIDAD ACCIONADA:
Nación- Ministerio de Defensa- Dirección General de Sanidad Militar, dirección electrónica
disanejc@ejercito.mil.co
Juzgado Dieciocho Administrativo Oral del Circuito de Santiago de Cali
Asunto: Tutela
Radicación: 76001-33-33-018-2021-00130-00
Accionante: Jhon Eduar Palomeque Arango
Accionado: Nación – Ministerio de Defensa- Sanidad Militar

4. PRETENSIONES DE LA PARTE ACCIONANTE


La parte actora pretende se protejan sus derechos fundamentales a la salud, a la
seguridad social y al trabajo, y como consecuencia de ello se ordene la activación
inmediata del servicio de salud y se ordene la valoración por fisiatría. De igual manera
solicita se ordene el tratamiento integral en salud hasta tanto sea valorado por la junta
médica militar.
5. DERECHOS PRESUNTAMENTE VULNERADOS:
La accionante solicita se amparen los derechos fundamentales a la salud, seguridad
social y al trabajo.
6. POSICIÓN DEL EXTREMO PASIVO
6.1. Nación – Ministerio de Defensa- Dirección General de Sanidad Militar
En el archivo 08 del expediente se observa memorial de contestación de la demanda por
parte de la accionada en la cual señala que por disposición del artículo 9 de la Ley 352 de
1997 y el artículo 12 del Decreto 1795 del 2000 la Dirección General de Sanidad Militar es
una dependencia del Comando General de las Fuerzas Militares que incluye al Ejército
Nacional, Armada de Colombia y Fuerza Aérea Colombiana, las cuales tienen sus
respectivas direcciones de sanidad.
Añade que, dentro de la estructura del Subsistema de salud del Ejército Nacional, la
Dirección de Sanidad del Ejército Nacional es una dependencia del comando de esa
institución armada, de conformidad con lo establecido en el parágrafo del artículo 16 del
Decreto 1795 del 2000 el cual dispone:
“PARÁGRAFO. Las Direcciones de Sanidad a las que se refiere el presente artículo
serán las creadas por las normas internas de cada Fuerza.”…”
Indica que las competencias legales para definir la situación médico laboral, determinar
sobre la viabilidad o no de brindar servicios médicos, emitir conceptos médicos y realizar
la Junta Médico- Laboral radican en las direcciones de sanidad de las fuerzas, en este
caso, en la Dirección de Sanidad del Ejército Nacional según lo dispuesto en los artículos
4, 8, 17 y 18 del Decreto 1796 del 2000; y que en ese sentido, es esa dependencia la
autoridad que puede definir sobre i) la viabilidad de convocar y practicar la junta médica,
ii) determinar sobre la viabilidad o no de la prestación asistencial de los servicios médicos
que se requiera, y iii) es la encargada de informar al Grupo de Gestión de la Afiliación
(GRUGA) de la Dirección General de Sanidad Militar, por cuanto tiempo y por qué
especialidades médicas debe ser activado el accionante.
Por lo anterior, solicita se desvincule a la Dirección General de Sanidad Militar de la
presente acción por falta de legitimación en la causa por pasiva.

6.2. Ministerio de Defensa- Ejército Nacional- Dirección de Sanidad del Ejército Nacional
La entidad en mención, guardó silencio.
7. PRUEBAS APORTADAS PERTINENTES AL CASO
▪ Acta de examen médico de evacuación practicada a un personal de soldados
regulares integrantes del 2° contingente -2017, los cuales fueron desacuartelados
por la causal de tiempo de servicio militar obligatorio cumplido para el 01 de
noviembre de 2018, en la cual se consignó para el actor en la casilla de
“observaciones” “No apto” (archivo 02)
▪ Informativo Administrativo Extemporáneo por Lesión No. 006 emitido por la
Tercera División de la Tercera Brigada del Batallón de Ingenieros No. 3
“CR.AGUSTÍN CODAZZI”, del cual se destaca:
“DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS: Tomando como base el informe rendido por el señor
CS. CRUZ NOMELÍN ARNULFO, Comandante de sección CALDAS 3, donde relata los
hechos ocurridos el día 29 de julio de 2018, siendo aproximadamente las 16:45 horas, en

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el sector del corregimiento de ZARAGOZA vía BUENAVENTURA, cuando el SLR. TOVAR


ARIAS ANTONIO,…, se encontraba realizando aseo a su arma de dotación, sin previa
autorización del comandante de sección, en la manipulación del arma, accidentalmente
dispara su fusil, impactando el señor SLR. PALOMEQUE ARANGO JHON EDUAR,..,
inmediatamente el soldado enfermero le presta los primeros auxilios y es evacuado a la
clínica santa Sofía en Buenaventura, donde es diagnosticado con: HERIDA POR ARMA
DE FUEGO EN HEMITÓRAX IZQUIERDO, TRAUMA DE TÓRAX PENÉTRATE POR
HAF…”
▪ Historia clínica a nombre del actor en la cual se describe la atención médica
prestada en razón a la lesión descrita anteriormente, asimismo está la solicitud de
valoración por fisiatría (14 diciembre de 2020)
▪ Informe Pericial de Clínica Forense emitido por el Instituto Nacional de Medicina
Legal y Ciencias Forenses, practicado al señor Jhon Eduar Palomeque Arango el
día 30 de abril de 2019, cuya conclusión fue “Mecanismo traumático de lesión:
Proyectil Arma de Fuego. Incapacidad médico legal PROVISIONAL CINCUENTA Y
CINCO (55) DÍAS. Secuelas médico legales a determinar… debe regresar a nuevo
reconocimiento médico legal previa valoración por ortopedia, neurocirugía, cirugía general,
aportando historia clínica completa de atención por los hechos y de control por
especialistas, imágenes, reportes por radiología, electromiografía de miembro superior
izquierdo...”

▪ Oficio emitido por el Comando General de las Fuerzas Militares el día 10 de junio
de 2021 a través del cual da respuesta a una petición de reactivación del servicio
médico del actor, mediante la cual refiere que la ficha médica de retiro fue
calificada desde el 09 de mayo de 2019 y que las órdenes de cirugía general y
fisiatría no habían sido gestionadas por este; negando la solicitud aduciendo que
han transcurrido más de dos (2) años desde la fecha de retiro sin que el
interesado adelantara en término y continuidad las actuaciones para definir la
situación médico laboral y sin haber practicado la totalidad de los conceptos
ordenados, siendo que el término para la práctica de exámenes de retiro es de
dos meses siguientes al acto administrativo que produce la novedad, de modo
que el accionante debió iniciar y culminar los trámites para la junta médica durante
el mismo año de retiro de las Fuerzas Militares, y que al no hacerlo, no existe
justa causa para mantener activos los servicios médicos requeridos. (archivo 04)
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
1. COMPETENCIA
De conformidad con el artículo 86 de la Constitución Política y con los artículos 37 del
Decreto 2591 de 1991, 1 del Decreto 1382 de 2000, este Despacho Judicial es
competente para conocer de la presente acción.
2. DE LA ACCIÓN DE TUTELA
La acción de tutela fue concebida por el constituyente primario como un trámite
preferente, breve y sumario para la protección inmediata y efectiva de los derechos
fundamentales de las personas, cuya eficacia radica en que, existiendo certeza de la
vulneración o la amenaza alegada por quien pide el amparo, se emita una orden respecto
de la persona o autoridad de la cual se solicita el resguardo, actúe o se abstenga de
hacerlo, so pena de las sanciones por desacato previstas en la ley (art. 86 C. N. y
Decreto 2591 de 1991).
3. CASO CONCRETO
La parte actora solicita la protección de los derechos fundamentales a la salud, seguridad
social y al trabajo, frente a la negativa de la entidad accionada de continuar prestándole el
servicio médico para tratar su afección de salud y para obtener el concepto médico por
“fisiatría” para la posterior realización de la Junta Médica Laboral del Ejército Nacional.
3.1. PROBLEMA JURÍDICO
El problema jurídico en el presente asunto, se contrae a establecer si la entidad accionada
y/o vinculada con su acción u omisión, vulneró los derechos fundamentales invocados por
la parte accionante al no continuar prestando el servicio médico requerido por el actor

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para el tratamiento de su patología y para la recopilación de los conceptos médicos


exigidos para la valoración por la Junta Médica Laboral; o si por el contrario, le asiste
razón a la accionada en señalar que no se presentó violación a los derechos
fundamentales del actor en la medida en que fue este el que no gestionó dentro del
término legal los estudios médicos.
3.2. TESIS DEL DESPACHO
La decisión se circunscribirá a resolver el problema jurídico planteado, teniendo como
base la situación fáctica expuesta por el accionante, en concordancia con las normas
legales aplicables al caso y la jurisprudencia de la H. Corte Constitucional y una vez
determinado lo anterior, el Despacho accederá al amparo solicitado toda vez que el
tratamiento médico y valoraciones médicas requeridas por el actor son consecuencia de
la lesión sufrida mientras prestaba el del servicio militar obligatorio, los cuales son
necesarios para la realización de la junta médica laboral tendiente a determinar su
situación jurídica frente a la accionada.
Lo anterior con base en los argumentos planteados a continuación:
4. MARCO JURÍDICO
Según lo señalado en el artículo 4° del Decreto 1795 del 2000, el Sistema de Salud de las
Fuerzas Militares y de Policía Nacional está constituido de la siguiente manera:
“ARTICULO 4. COMPOSICIÓN DEL SISTEMA. -El Sistema de Salud de las Fuerzas
Militares y de la Policía Nacional (SSMP) está constituido por el Ministerio de Defensa
Nacional, el Consejo Superior de Salud de las Fuerzas Militares y de la Policía
Nacional (CSSMP), el Subsistema de Salud de las Fuerzas Militares (SSFM), el
Subsistema de Salud de la Policía Nacional (SSPN), y los afiliados y beneficiarios del
Sistema.

El Subsistema de Salud de las Fuerzas Militares lo constituyen el Comando General


de las Fuerzas Militares, la Dirección General de Sanidad Militar, el Ejército Nacional,
la Armada Nacional, la Fuerza Aérea y Hospital Militar Central. El Subsistema de
Salud de la Policía Nacional lo constituyen la Policía Nacional y la Dirección de
Sanidad de la Policía Nacional.”

En cuanto al objeto de este sistema, el artículo 5 ib, señala:


ARTICULO 5. OBJETO. Prestar el Servicio de Sanidad inherente a las Operaciones
Militares y del Servicio Policial como parte de su logística Militar y además brindar el
servicio integral de salud en las áreas de promoción, prevención, protección,
recuperación y rehabilitación del personal afiliado y sus beneficiarios.

PARAGRAFO. - Los Establecimientos de Sanidad Militar (ESM) y Policial (ESP),


estarán destinados prioritariamente a la atención en salud del Sistema como apoyo
para la defensa y seguridad Nacional.
Finalmente, la sentencia en comento señaló que el cumplimiento expreso de las
sentencias judiciales por parte de las autoridades encargadas de su ejecución,
implica, además, el mandato de proceder a su acatamiento conforme lo ordenado en
la parte resolutiva de ellas, como parte del contenido propio de los principios de buena
fe (artículo 83 de la Constitución), racionalidad de la actuación administrativa y
seguridad jurídica.”

Esta misma normativa, en cuanto a las funciones del Comando General de las Fuerzas
Militares y de la Dirección General de Sanidad Militar dentro del subsistema de esta
institución, dispone:
“ARTICULO 11. FUNCIONES DEL COMANDO GENERAL DE LA FUERZAS MILITARES. -
El CGFM tendrá como funciones con relación al SSFM las siguientes:

a) Destinar el personal Militar necesario para cubrir las necesidades de la Dirección General
de Sanidad Militar, de acuerdo con las normas vigentes.

b) Supervisar, a través de la Dirección General de Sanidad Militar, la ejecución de los


recursos asignados al Subsistema de Salud de las Fuerzas Militares y evaluar su gestión.

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c) Verificar, a través de la Dirección General de Sanidad Militar, el cumplimiento de las


políticas y acuerdos que apruebe el CSSMP en lo relativo al Subsistema, así como de los
planes y programas que coordine el Comité de Salud de las Fuerzas Militares.

“ARTICULO 12. DIRECCIÓN GENERAL DE SANIDAD MILITAR. - La Dirección General de


Sanidad Militar es una dependencia del Comando General de la Fuerzas Militares cuyo
objeto es administrar los recursos del Subsistema de Salud de las Fuerzas Militares e
implementar las políticas que emita el CSSMP y los planes y programas que coordine el
Comité de Salud de las Fuerzas Militares respecto del Subsistema de Salud de las Fuerzas
Militares.”

“ARTICULO 16. FUNCIONES ASIGNADAS A LAS FUERZAS MILITARES.- El Ejército


Nacional, la Armada Nacional y la Fuerza Aérea serán las encargadas de prestar los
servicios de salud a través de las Direcciones de Sanidad de cada una de las Fuerzas a los
afiliados y sus beneficiarios del Subsistema de Salud de las Fuerzas Militares, por medio de
sus Establecimientos de Sanidad Militar; así mismo podrán solicitar servicios
preferencialmente con el Hospital Militar Central o con Instituciones Prestadoras de
Servicios de Salud y profesionales habilitados, de conformidad con los planes, políticas,
parámetros y lineamientos establecidos por el CSSMP.

PARAGRAFO. - Las Direcciones de Sanidad a las que se refiere el presente Artículo serán
las creadas por las normas internas de cada Fuerza.”

4.1. Del derecho a la salud y de la continuidad en el servicio del personal militar con
posterioridad a su desvinculación
La H. Corte Constitucional ha reiterado que la atención en salud de los miembros de la
Fuerza Pública debe extenderse a aquellos sujetos que, aun habiendo sido retirados del
servicio activo por la situación de salud padecida al momento del retiro requieren de la
continuidad en el servicio, debiendo entonces garantizándose hasta que sea necesario.
Lo anterior, cobra mayor importancia, según la Alta Corporación, en los eventos en que la
persona ingresa a la institución armada en óptimas condiciones y en desarrollo o con
ocasión a su actividad sufre un accidente o adquiere una enfermedad que le produce
secuelas físicas o psíquicas y que como consecuencia de ello es retirado, casos en los
cuales los establecimiento de sanidad están obligados a prestar la atención médica
necesaria, siempre que de no hacerlo oportunamente se ponga en riesgo la salud, la vida
o la integridad de la persona. Al respecto, en un caso similar (Sentencia T- 258 de 2019),
ha indicado:

“2.1 Casos en los cuales se deben prestar los servicios de salud a miembros del
Ejército Nacional con posterioridad a su desvinculación
La sentencia T-516 de 2009 señaló que si bien, por regla general, las Fuerzas
Militares y de la Policía Nacional deben vincular al sistema de seguridad social a
quienes prestan el servicio a la institución, existen tres excepciones, que prolongan la
obligación de prestar el servicio de salud a los miembros de estas instituciones, con
posterioridad a su desvinculación.
(a) Cuando la persona adquirió una enfermedad antes de incorporarse a las fuerzas
militares y la misma no haya sido detectada en los exámenes psicofísicos de ingreso,
debiendo hacerlo y se haya agravado como consecuencia del servicio militar. En este
caso, la Dirección de Sanidad correspondiente deberá continuar brindando atención
médica integral.
(b) Cuando la enfermedad es producida durante la prestación del servicio, el servicio
de salud deberá seguir a cargo de la Dirección de Sanidad de las Fuerzas Militares o
de la Policía Nacional en los casos en que la enfermedad es producto directo del
servicio, se generó en razón o con ocasión del mismo, o es la causa directa de la
desincorporación de las fuerzas militares o de policía.
(c) Cuando la enfermedad tiene unas características que ameritan la práctica de
exámenes especializados para determinar el nivel de incapacidad laboral de la
persona o el momento en que ésta fue adquirida.
Así las cosas, el Sistema de Seguridad Social en Salud, tanto en el régimen general
como en los especiales, está basado en el principio de continuidad, razón por la cual
corresponde a la Dirección de Sanidad del Ejercito Nacional, prestar el servicio de

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salud de manera oportuna a sus afiliados y/o beneficiarios, aun cuando la relación
laboral haya culminado, si se presentan los casos anteriormente mencionados.
(…)
La accionante pretende que se tutelen los derechos fundamentales de su hijo Andrés
Cortés Duque a la vida y a la seguridad social y, en consecuencia, se le active de
forma provisional los servicios médicos de atención quirúrgica, medicamentos en
general, hospitalización y rehabilitación y se realice por parte de la Junta Médico
Laboral el dictamen que determine la pérdida de su capacidad laboral, los cuales
fueron negados por la entidad accionada, con el argumento que había pasado
demasiado tiempo entre la deserción del señor Cortés Duque y la solicitud de
reactivación de los servicios, además de que se habían cumplido los tiempos
establecidos en el Decreto 1796 de 2000.
Para resolver el caso puesto a consideración, la Sala encuentra que:
(i) En el caso particular de las Fuerzas Militares, el artículo 217 de la Constitución
establece en su inciso tercero que “la Ley determinará el sistema de reemplazos en
las Fuerzas Militares, así como los ascensos, derechos y obligaciones de sus
miembros y el régimen especial de carrera, prestacional y disciplinario, que les es
propio”. De igual forma, el Decreto 1796 de 2000 establece en su artículo 15 que
las Juntas Médico Militares o de Policía tienen las siguientes funciones: 1)Valorar y
registrar las secuelas definitivas de las lesiones o afecciones diagnosticadas; 2)
Clasificar el tipo de incapacidad sicofísica y aptitud para el servicio, pudiendo
recomendar la reubicación laboral cuando así lo amerite; 3) Determinar la disminución
de la capacidad psicofísica; 4) Calificar la enfermedad según sea profesional o común;
5) Registrar la imputabilidad al servicio de acuerdo con el Informe Administrativo por
Lesiones; 6) Fijar los correspondientes índices de lesión si hubiere lugar a ello; 7) Las
demás que le sean asignadas por Ley o reglamento.
(ii) La calificación de la pérdida de capacidad laboral tiene dos finalidades a saber:
médico y económico, pues permite esclarecer cuál fue la enfermedad que dio origen a
perder en mayor o menor porcentaje la capacidad referida, “gracias a la valoración
que doctores expertos en las diferentes áreas de la medicina realizan, e igualmente
permite esclarecer desde este ámbito de experticia si tuvo un origen común o causa
laboral”. En términos económicos, permite establecer a qué tipo de prestaciones tiene
derecho quien es afectado por una enfermedad o accidente.
(iii) El dictamen de pérdida de capacidad laboral para los miembros de las Fuerzas
Militares que se encuentren fuera del servicio, permite establecer si se requiere
reactivar los servicios médicos. De acuerdo con la jurisprudencia de esta Corporación,
la entidad tiene la obligación de garantizar el servicio de salud, en aquellos casos en
los que resulta procedente dicha reactivación, a saber: (a) Cuando la persona adquirió
una enfermedad antes de incorporarse a las fuerzas militares y la misma no haya sido
detectada en los exámenes psicofísicos de ingreso, debiendo hacerlo y se haya
agravado como consecuencia del servicio militar. En este caso, la Dirección de
Sanidad correspondiente deberá continuar brindando atención médica integral;
(b) Cuando la enfermedad es producida durante la prestación del servicio, el servicio
de salud deberá seguir a cargo de la Dirección de Sanidad de las Fuerzas Militares o
de la Policía Nacional en los casos en que la enfermedad es producto directo del
servicio, se generó en razón o con ocasión del mismo, o es la causa directa de la
desincorporación de las fuerzas militares o de policía; y (c) Cuando la enfermedad
tiene unas características que ameritan la práctica de exámenes especializados para
determinar el nivel de incapacidad laboral de la persona o el momento en que ésta fue
adquirida. Así mismo, este Tribunal ha establecido que la continuidad del servicio de
salud, se encuentra supeditada a la necesidad de la prestación por el tiempo que
resulte indispensable, con el fin de no lesionar los derechos fundamentales a la vida,
la integridad física y la dignidad humana de quienes prestaron sus servicios al estado
colombiano y que por diversas razones no se encuentran activos. (Subrayas fuera
de texto original)

Por consiguiente y atendiendo a que el señor Andrés Cortés Duque estuvo vinculado
al Ejercito Nacional y que su estado de salud es bastante delicado debido a la
enfermedad mental que le fue diagnosticada -esquizofrenia paranoide-, la Sala
encuentra la necesidad de que la Dirección de Sanidad del Ejercito Nacional, según lo
consignado en el artículo 17 y siguientes del Decreto 1796 de 2000, lleve a cabo una
Junta Médica-Laboral con el objetivo de que se realice una valoración médica y se
logre determinar la pérdida de capacidad laboral del mismo, la fecha de estructuración

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y el origen, entre otros. La valoración médica que haga la autoridad competente,


deberá ser tenida en cuenta en el proceso proceso penal por deserción que se viene
adelantando en su contra, con el fin de garantizar el derecho al debido proceso del ex
soldado y teniendo en cuenta las historias clínicas aportadas al expediente en su
totalidad.”
En un pronunciamiento anterior, esa Alta Corporación ya se había pronunciado en
similar sentido frente al derecho a la salud de los conscriptos (sentencia T- 737 de
2013), así:
27.- La obligación en cabeza del Ejército Nacional de satisfacer las necesidades básicas de
salud de los soldados cuya integridad personal se vea lesionada mientras ejercen la
actividad militar o con ocasión de la misma, encuentra su razón de ser, por un lado, en la
necesidad de garantizar que las personas que prestan el servicio militar obligatorio cuenten
con las condiciones físicas y psicológicas suficientes para realizar la actividad castrense, y
por el otro, en la responsabilidad que el Estado asume al momento de reclutar a los
colombianos, frente a su integridad personal y seguridad.
En este sentido, la Ley 48 de 1993 y el Decreto 2048 del mismo año, reglamenta que el
Ejército Nacional tiene la obligación de someter a las personas que van a ser reclutadas, a
evaluaciones médicas que permitan determinar con claridad si son aptas o no para el
ingreso y permanencia en el servicio y para desarrollar de manera normal y eficiente la
actividad militar, con el fin de evitar posteriores pérdidas de efectivos que se pudieron
prevenir a partir del primer examen.
28.- El Decreto 1796 de 2000 define como capacidad psicofísica el conjunto de habilidades,
destrezas, aptitudes y potencialidades de orden físico y psicológico que deben reunir las
personas para ingresar y permanecer en el servicio activo de Fuerza Pública y de la Policía
Nacional, en consideración a su cargo, empleo o funciones. Esta capacidad psicofísica será
valorada con criterios laborales y de salud ocupacional, por parte de las autoridades
médico-laborales de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional para desarrollar de forma
normal y eficientemente la actividad militar y policial correspondiente a su cargo, empleo o
funciones.
Así mismo, el artículo 8 del referido decreto, establece la obligación de realizar exámenes
médicos y paraclínicos de capacidad psicofísica al momento del retiro de los miembros de
las Fuerzas Militares y/o de la Policía Nacional. El examen de retiro tiene carácter definitivo
para todos los efectos legales; por tanto, debe practicarse dentro de los dos (2) meses
siguientes al acto administrativo que produce la novedad, siendo de carácter obligatorio en
todos los casos. Los exámenes médico-laborales y tratamientos que se deriven del examen
de capacidad sicofísica para retiro, así como la correspondiente Junta Médico-Laboral
Militar o de Policía, deben observar completa continuidad desde su comienzo hasta su
terminación. En Sentencia T-411 de 2006, la Corte Constitucional, manifestó:
“Así las cosas, si bien esta Corporación ha sostenido que en materia de atención en
salud la regla general es que aquella debe brindarse con carácter obligatorio mientras la
persona se encuentra vinculada a la institución castrense, es posible que, en ciertos
casos, la obligación se extienda más allá del momento en que se produce el
desacuartelamiento. Esta regla encuentra su excepción en aquellos eventos en los que
el retiro se produce en razón de una lesión o enfermedad que adquirió por razón del
servicio y que de no ser atendida de manera oportuna, haría peligrar la salud o integridad
personal del afectado.”
Así mismo, en esa oportunidad, concluyó que las personas que prestan el servicio militar
tienen derecho a acceder a los servicios médicos en salud a costa de las instituciones de las
Fuerzas Militares, de acuerdo con las siguientes reglas:
“(i) Durante todo el tiempo de prestación del servicio militar mientras se encuentre vinculado
a las Fuerzas Militares o a la Policía Nacional;
(ii) Aún después de su desacuartelamiento, cuando se trate de afecciones que sean
producto de la prestación del servicio o
(iii) cuando el padecimiento, siendo anterior a éste, se haya agravado durante su
prestación, siempre que se cumplan las dos condiciones anteriormente señaladas, esto es,
que la información suministrada al momento de la evaluación médica de ingreso haya sido
veraz, clara y completa respecto del estado de salud del conscripto y que la lesión
preexistente se hubiere agravado de forma sustancial en razón de las actividades
desarrolladas durante la prestación del servicio y debido a las deficiencias de los servicios
médicos de la unidad militar en la que se encontraba.”

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En conclusión, una vez seleccionada e incorporada al servicio militar luego de que la


persona ha sido declarada apta, se materializa en cabeza del Estado, la obligación de
prestar los servicios médicos requeridos, y que si bien, en principio solo son obligatorios
mientras se encuentran vinculados a la Institución, de manera excepcional se extienden
más allá del retiro, cuando el soldado que se ha visto afectado por un accidente común o de
trabajo o por alguna enfermedad durante la prestación del servicio, puede reclamar a los
organismos de sanidad de las Fuerzas Militares, que tienen atribuidas las funciones de
prevención, protección y rehabilitación en beneficio de su personal, la atención médica,
quirúrgica, de servicios hospitalarios, odontológicos y farmacéuticos necesarios para su
recuperación, aún después del desacuartelamiento.”
Como se puede observar de la jurisprudencia citada, la obligación de la institución militar
o de policía de prestar el servicio de salud al personal que presta el servicio militar
obligatorio no se extingue necesariamente con el desacuartelamiento, sino que de
manera excepcional por la ocurrencia de algún siniestro o adquisición de alguna
enfermedad durante o con ocasión del servicio prestado, ese servicio se extiende hasta la
definición de su situación prestacional ante la entidad, ello en razón a las funciones
atribuidas con miras a la prevención, protección y rehabilitación, la atención médica,
quirúrgica, de servicios hospitalarios, odontológicos y farmacéuticos necesarios para su
recuperación.
En igual sentido se ha pronunciado frente al deber que tienen las instituciones de la
Fuerza Pública a través de sus direcciones de sanidad de practicar los exámenes
médicos y paraclínicos de capacidad psicofísica al momento del retiro de los
uniformados, el cual por tener un efecto definitivo, deberán realizarse dentro de los dos
(2) meses siguientes al acto que produce la novedad; siendo enfática en señalar que
todos los exámenes y tratamientos que se deriven de la valoración de la capacidad
psicofísica, así como la correspondiente Junta Médico Laboral Militar o de Policía deben
observar la continuidad desde su comienzo hasta su terminación, es decir, dadas las
circunstancias descritas anteriormente, en principio, se debe garantizar el servicio médico
desde que se produce la novedad (enfermedad, lesión, accidente) hasta que sea
valorada su capacidad psicofísica por la Junta Médico Laboral.
5. CONCLUSIONES
Con base en el sustento fáctico y probatorio, el despacho acogerá el pedimento de
salvaguarda constitucional, toda vez que persiste la condición de enfermedad, lesión y/o
accidente adquirida durante la prestación de su servicio militar obligatorio y no se ha
practicado la junta médico laboral militar.
Lo anterior, adquiere firmeza ante el silencio de la entidad vinculada frente a los
fundamentos expuestos por la parte actora, siendo necesario dar aplicación a la
presunción de veracidad contenida en el artículo 20 del Decreto 2195 de 1991, el cual
dispone:
“ARTICULO 20. PRESUNCION DE VERACIDAD. Si el informe no fuere rendido dentro del
plazo correspondiente, se tendrán por ciertos los hechos y se entrará a resolver de plano,
salvo que el juez estime necesaria otra averiguación previa.”
Así las cosas, se encuentra demostrada la ocurrencia del accidente sufrido con arma de
fuego y la lesión padecida por el actor durante la prestación del servicio militar obligatorio,
así como las complicaciones de salud que dicho suceso ocasionó en la salud del actor y
de todo el tratamiento médico suministrado por la entidad accionadas, tal como consta en
la historia clínica aportada.
Asimismo, de acuerdo con la respuesta suministrada por el Comando General de las
Fuerzas Militares ante una solicitud de reactivación del servicio médico, se puede
constatar que hasta la presentación de la acción de tutela no se ha realizado la Junta
Médico Laboral Militar ante la falta de algunos conceptos médicos requeridos, entre otros,
el de fisiatría.
De acuerdo con lo anterior, no es de recibo para el Despacho los argumentos expuestos
por la entidad para no reactivar el servicio médico del actor, toda vez que si bien la norma
señala que los exámenes médicos y paraclínicos de capacidad sicofísica deben ser
practicados durante el término de dos (2) meses una vez ocurrida la novedad (artículo 8
del Decreto 1796 del 2000), también señala el deber de prestarlo para su práctica y
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Juzgado Dieciocho Administrativo Oral del Circuito de Santiago de Cali
Asunto: Tutela
Radicación: 76001-33-33-018-2021-00130-00
Accionante: Jhon Eduar Palomeque Arango
Accionado: Nación – Ministerio de Defensa- Sanidad Militar

garantizar su continuidad desde su comienzo hasta su terminación. De modo que


atendiendo a lo expuesto por el actor en el escrito de tutela y sin que exista prueba que
indique lo contrario, el hecho de que hasta la fecha no se haya obtenido el concepto
médico por fisiatría como se le exigió para la Junta Médico Laboral, no es imputable
exclusivamente al interesado, sino a la falta de esa especialidad en la entidad y la falta de
agenda para su programación, y esta tesis cobra relevancia si se tiene en cuenta que los
demás conceptos si fueron practicados y en la respuesta suministrada por el Comando no
refiere que al actor se le haya programado cita con fisiatría y este no compareciera,
obligándose a prestar el servicio médico hasta el recaudo total de los mismos, así como el
tratamiento médico que por la lesión sufrida que requiera el actor.
Adicional a lo anterior, la entidad no puede desconocer la situación especial del actor,
quien adquirió la lesión durante la prestación del servicio militar obligatorio, cumpliendo el
mandato constitucional, el cual si bien impone ese deber a todos los hombres que
adquieran la mayoría de edad, también impone a la entidad reclutadora el deber de
garantizar que dichas personas cuenten con las condiciones físicas y psicológicas
suficientes para realizar la actividad castrense, así como también asume la
responsabilidad en representación del Estado frente a su integridad personal y seguridad
durante el servicio y sus consecuencias.
Otra de las situaciones que la entidad accionada no puede desconocer, además de la
condición de conscripto del actor, es que si la norma – Decreto 1796 del 2000 impone el
deber a la autoridad militar de realizar los exámenes médicos y clínicos y garantiza la
prestación del servicio médico durante su práctica a todo el personal profesional que sea
retirado indistintamente si padece alguna patología, cuanto más a quienes se encuentran
vinculados en cumplimiento del deber constitucional y de quienes se tiene pleno
conocimiento que durante el servicio o con ocasión del mismo sufrió un accidente,
adquirió una enfermedad o lesión cuyas secuelas perduran una vez recobran su vida civil
y que afectan su futuro laboral de manera sustancial.
Es así como en los casos como el estudiado, considera el Despacho que la entidad
accionada adquiere una posición más garantista, con miras no a perpetuar el servicio
médico, en principio, sino frente al deber de prestar ese seguro médico hasta que se
defina su situación psicofísica y prestacional que como resultado de ello se deriva, y en el
ejercicio de ese deber, agilizar todos los trámites administrativos para obtener las
valoraciones y concepto requeridos por la Junta Médico Laboral Militar, pues son trámites
que no se pueden eludir y de su pronta realización depende la garantía de deberes y
derechos constitucionales.
Por lo expuesto, el despacho amparará el derecho a la salud y seguridad social del actor y
ordenará a la Dirección de Sanidad del Ejército Nacional la activación del servicio de
salud a favor del señor Jhon Eduar Palomeque Arango, y en el término de un (1) mes
contado a partir de la notificación de la presente sentencia, deberá programar cita para
que sea valorado en dicho término por la especialidad de fisiatría y se programe la fecha
de la valoración por la Junta Médico Laboral Militar.
De igual manera, se advierte que de encontrase sin vigencia los exámenes médicos-
clínicos ya practicado para la Junta Médico Laboral Militar en los términos del artículo 7°
del Decreto 1796 del 2000, deberá garantizar su práctica desde su comienzo hasta que
sea valorada su capacidad psicofísica, que no puede superar el término de dos (2) meses
a partir de su práctica.
Se negará la protección del derecho al trabajo invocado, comoquiera que no se advierte
de la situación fáctica expuesta en la demanda la afectación de este derecho
fundamental, pues si bien no se desconoce que las resultas de la valoración psicofísica
pueden incidir en la vida laboral, situación que debe ser valorada por el juez natural, en
sede constitucional la controversia gira en torno al servicio médico propiamente dicho.
En lo concerniente a la Dirección General de Sanidad Militar, una vez valorada sus
funciones y su posición dentro del Sistema de Salud de las Fuerzas Militares y de Policía,
el despacho la desvinculará dentro del presente trámite por falta de legitimación en la
causa por pasiva.

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Juzgado Dieciocho Administrativo Oral del Circuito de Santiago de Cali
Asunto: Tutela
Radicación: 76001-33-33-018-2021-00130-00
Accionante: Jhon Eduar Palomeque Arango
Accionado: Nación – Ministerio de Defensa- Sanidad Militar

En mérito de lo expuesto, el Juzgado Dieciocho Administrativo del Circuito de Santiago de


Cali, administrando justicia en nombre del Pueblo y por mandato de la Constitución
Nacional,
III. RESUELVE
PRIMERO: AMPARAR los derechos fundamentales a la salud y seguridad social del
señor Jhon Eduar Palomeque Arango, identificado con cédula de ciudadanía No.
1.006.034.456, vulnerados por la Dirección de Sanidad del Ejército Nacional, por las
razones anotadas con antelación.
SEGUNDO: ORDENAR al Director de Sanidad del Ejército Nacional, o a quien haga sus
veces, a que en el término de cuarenta y ocho (48) horas, contado a partir de la
notificación del presente fallo, ACTIVE la afiliación en el sistema de salud a favor del
señor Jhon Eduar Palomeque Arango, hasta tanto sea valorado por la Junta Médico
Laboral Militar, debiendo prestar la atención médica requerida para la obtención de todos
los conceptos, exámenes clínicos y tratamientos médicos requeridos para ello.
TERCERO: ORDENAR al Director de Sanidad del Ejército Nacional, o a quien haga sus
veces, a que en el término de un (1) mes, contado a partir del día siguiente a la
notificación del presente fallo, programe cita para que el señor Jhon Eduar Palomeque
Arango sea valorado en dicho término por la especialidad de fisiatría y se programe la
fecha de la valoración por la Junta Médico Laboral Militar sin sobrepasar el término de dos
(2) meses del concepto médico.
En caso se haber operado la caducidad de los exámenes médicos- clínicos ya practicado
para la Junta Médico Laboral Militar en los términos del artículo 7° del Decreto 1796 del
2000, deberá garantizar su práctica desde su comienzo hasta que sea valorada su
capacidad psicofísica, que no puede superar el término de dos (2) meses a partir de su
realización.
CUARTO: NOTIFICAR por el medio más expedito lo resuelto en esta sentencia a los
interesados, así como también se informa que la presente decisión podrá ser impugnada1
por los medios electrónicos (adm18cali@cendoj.ramajudicial.gov.co) dentro de los tres (03)
días siguientes a su notificación, en caso de no ser impugnada, remitir el expediente a la
H. Corte Constitucional para su eventual revisión.
QUINTO: ARCHIVAR el expediente, una vez la H. Corte Constitucional decida sobre su
revisión, dejando las anotaciones de rigor.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE,

FEDRA MORERA GIRALDO


Juez

1
Acuerdos PCSJA20-11517, PCSJA20-11518, PCSJA20-11519, PCSJA20-11521, PCSJA20-11526 del Consejo Superior de la Judicatura y los Acuerdos
CSJVAA20-15 y CSJVAA20-17 del Consejo Seccional de la Judicatura del Valle del Cauca

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