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Bien riesgoso o peligroso, y actividad riesgosa o peligrosa: reflexiones en torno a su delimitación

Bien riesgoso o peligroso, y actividad


riesgosa o peligrosa: reflexiones en torno a
su delimitación
Por: Fabrizio Farfán Ramírez

Resumen:
Con la implementación de la teoría del riesgo dentro del Código Civil peruano
(1984), se trató de cubrir aquellos supuestos donde sea muy difícil, incluso
imposible, encontrar un agente que haya intervenido en el daño con dolo o culpa.
No obstante, es adecuado preguntarse, ¿la teoría mayormente acogida por la
jurisprudencia peruana es la mejor? La respuesta propuesta por este artículo es
negativa, pues esta teoría quedó obsoleta con el pasar del tiempo y, en la actualidad,
no hace más que generar distintos problemas al juez, quien es el responsable de
delimitar si un bien es riesgoso o peligroso, o si una actividad es riesgosa o
peligrosa.
Palabras clave:
Derecho Civil – Responsabilidad Civil – Responsabilidad Objetiva – Teoría del
Riesgo – Bien riesgoso o peligroso – Actividad riesgosa o peligrosa - Bienes –
Actividades.
Sumario:
1. Introducción / 2. La teoría del riesgo / 2.1. Orígenes / 2.2. La teoría del riesgo en el Perú /
2.3. El riesgo de las actividades nuevas / 2.4. Criterios para determinar un bien riesgoso o
peligroso y una actividad riesgosa o peligrosa / 2.4.1. Criterio del riesgo desfasado / 2.4.2.
Criterio legislativo y de control / 3. ¿Se debe priorizar el dolo o la culpa en un supuesto en el
cual también medie un bien o actividad riesgoso o peligroso? / 4. ¿Se debe tomar estrictamente
el contexto para determinar un bien riesgoso o peligroso y una actividad riesgosa o peligrosa?
/ 4.1. Una regulación íntegra de la responsabilidad por bienes riesgosos o peligrosos y
actividades riesgosas o peligrosas / 5. La teoría del riesgo general / 6. Conclusiones / 7.
Bibliografía


Un especial agradecimiento a mis maestros, Guido Mendoza Fantinato y David Kuroiwa Honma.
 Estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.

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Fabrizio Farfán Ramírez

1. INTRODUCCIÓN
Durante más de un siglo, la implementación de la responsabilidad objetiva dentro del Código
Civil peruano (1984) fue sumamente cuestionada, incluso, por la más calificada doctrina
nacional. 1 Lo que ahora se conoce como responsabilidad civil extracontractual manifiesta su
evolución mediante discusiones, modificaciones y adaptaciones. Esto nace debido a que no
existía un consenso sobre qué tipo de responsabilidad adoptar, cosa que, en la actualidad, el
Código Civil peruano (1984) trató de solucionar con una implementación de artículos con
esencia subjetiva y otros con objetiva.2

La objetivación de la responsabilidad civil, a estas instancias, es precisa, pues suple distintos


vacíos que la teoría subjetiva no puede controlar. Además, con el desarrollo de nuevas
industrias, fábricas y productos, fruto de un avance tecnológico presuroso, los daños
incrementaron. En dichos daños, no existe el dolo ni la culpa, elementos que eran necesarios
para convertir al causante en un responsable civil. Asimismo, es pertinente aclarar que este
artículo parte de la necesaria función suplida por la objetivación de la responsabilidad civil
extracontractual dentro de la sociedad peruana. Por ello, no es materia del presente artículo
refutar la mitologización de la objetividad en la responsabilidad civil, teoría muy bien sostenida
por Berckmeyer (2001).
En ese orden de ideas, el presente artículo jurídico gira en torno a la disposición proveniente
del artículo 1970 del Código Civil peruano (1984), donde existen diferentes complicaciones en
torno a la figura del bien riesgoso o peligroso y la actividad riesgosa o peligrosa. ¿Cómo
determinar un bien riesgoso o peligroso?, ¿cómo determinar una actividad riesgosa o peligrosa?

La determinación de lo que viene a ser un bien riesgoso o peligroso y una actividad riesgosa o
peligrosa es una tarea encargada al juez, quien debe delimitar si el empleo de un bien o la
realización de una actividad especifica puede generar que el factor de atribución, también
llamado criterio de imputación configura objetividad o subjetividad, a partir de distintos
parámetros. Por este motivo, la jurisprudencia y la doctrina juegan un papel sumamente
importante en la decisión del juez; este es el porqué del presente artículo.

2. LA TEORÍA DEL RIESGO

2.1. Orígenes
Para empezar, Uribe (2017), autor de uno de los artículos más prolijos referidos a la teoría del
riesgo, atribuyó su creación a dos autores franceses; por un lado, a Louis Josserand, y por el
otro a Raymond Saleilles. En un principio, dicha teoría únicamente fue pensada para accidentes
laborales, donde se buscaba que la víctima de un infortunio laboral logrará siempre una

1
Tal como lo relató Trazegnies (2016), Alfredo Solf y Muro discreparon radicalmente contra los intentos de
implementación de la responsabilidad objetiva dentro del Código Civil de 1936. Estos intentos provenían tanto
de Manuel Augusto Olaechea como de Juan José Calle.
2
Con respecto a la teoría subjetiva, el artículo 1969 del Código Civil (1984) representa la responsabilidad por
dolo o culpa. Asimismo, el artículo 1970 encarna la responsabilidad por el uso de un bien riesgoso o peligro y
por actividad riesgosa o peligrosa; siendo este artículo el núcleo de la responsabilidad objetiva dentro del marco
normativo peruano.

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indemnización. Fruto de ello y tras constantes intentos de encontrar un remedio dentro del
mismo Código Civil francés por parte de Josserand, Raymond Saleilles (1897) –teniendo de
base los aportes de Josserand–, en su obra Los accidentes de trabajo y la responsabilidad civil,
expuso una teoría en la que su principal fundamento no es la culpa, sino el acto dañoso, cuya
neutralización se consigue mediante la reparación del daño (Uribe, 2017).
No obstante, esta teoría fue y es uno de los temas más polémicos a nivel doctrinario, legislativo
y jurisprudencial, debido a que, al igual que los partidarios, existe otro sector que rechaza dicha
teoría al acoger una tesis más tradicional. Sin embargo, en un inicio, esta teoría fue bien
recibida por este sector, pues partidarios de la teoría de la culpa como los hermanos Mazeaud
reconocieron el éxito de dicha tesis, pues se fundaba en las necesidades de brindar una
indemnización a trabajadores que sufrían infortunios, su buena acogida también se debió a que
dicha tesis fue absorbida por la ley de accidentes laborales del 9 de abril de 1898. Presentando
así, en ese entonces, un peligro inocuo a la teoría de la culpa (Uribe, 2017).

2.2. La teoría del riesgo en el Perú


Se debe destacar:
[Que] todos los bienes y actividades que se utilizan en la vida moderna para la
satisfacción de las diferentes necesidades suponen un riesgo ordinario o común para las
personas. Sin embargo, existen también y cada vez en mayor número, bienes y
actividades que significan un riesgo adicional al ordinario, tales como los automotores,
los artefactos eléctricos, las cocinas a gas, ascensores, los diferentes tipos de armas de
fuego, escaleras mecánicas, etcétera. Para todo este tipo de bienes y actividades no será
necesario examinar la culpabilidad del autor, pues deberá bastar con acreditar el daño
causado, la relación de causalidad, y que se ha tratado de un daño producido mediante
un bien o actividad que supone un riesgo adicional al ordinario y común, y que por ello
mismo merecen la calificación de riesgosos. Haya sido el autor culpable o no, será
igualmente responsable por haber causado el daño mediante una actividad riesgosa o
peligrosa. El factor de atribución no es, pues, la culpa del autor, sino el riesgo creado
en el sentido antes mencionado. (Taboada, 2018, p. 117)3
Esta definición brindada por Taboada (2001) es la que jurisprudencialmente más se adoptó,
pues en distintas resoluciones, además de usar sus parámetros, es citado directamente4.
Empero, es correcto preguntarse: ¿es esta la definición más adecuada? La respuesta propuesta
es negativa, puesto que, como se ha observado, Taboada (2001) optó incluso por enumerar
algunos bienes y actividades que generan un riesgo, como los automotores, los artefactos
eléctricos, la cocina a gas, ascensores, los diferentes tipos de armas de fuego y escaleras
mecánicas. No obstante, se debe considerar que algunos de los bienes antes mencionados ya
no generan un riesgo. La razón de ello es que, principalmente, debido al mismo motivo por el
cual se implementaron en la esfera peruana como un riesgo, es decir, al avance tecnológico.

3
Subrayado del autor.
4
En la Casación 3977-2016 Lima Norte, se opta por citar directamente a Taboada al momento de hacer
referencia a una actividad riesgosa o peligrosa.

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Fabrizio Farfán Ramírez

De este modo, es adecuado afirmar que, debido al avance tecnológico, se incrementaron los
riesgos, pero también es necesario ser conscientes que este conduce a su prevención, tanto así
que considerar distintos artefactos electrónicos o mecánicos como bienes riesgosos o peligrosos
es, a estas alturas, inadecuado.

Por ejemplo, un televisor manufacturado en 2020 no crea el mismo riesgo que un televisor
manufacturado en 1950, pues en el primero, la tecnología utilizada para prevenir cualquier tipo
de daño a quien adquiere el producto es muchísimo más consolidada. A raíz de ello, es
necesario que el juez tome en cuenta tanto el modelo como el año de fabricación de un
determinado bien. De no ser así, se generaliza toda la evolución tecnológica que un producto
puede tener y se podría catalogar de bien riesgoso a alguno que no lo es, lo que ocasiona que
el factor de atribución configure una presunción iuris et de iure (responsabilidad objetiva), en
un supuesto donde era necesario demostrar el dolo o la culpa (responsabilidad subjetiva).

2.3. El riesgo de las actividades nuevas

Según Posner (1996), como se citó en Useda (2014):


Las actividades nuevas tienden a ser peligrosas porque hay poca experiencia con
sus características de seguridad. Por la misma razón, es posible que los peligros
no sean evitables simplemente teniendo cuidado, pero el hecho de que las
actividades sean nuevas implica que hay buenos sustitutos para ellas. Por tanto,
es posible que el mejor método para el control de los accidentes sea una
reducción de la escala de la actividad, a fin de frenar su difusión mientras se
aprende más acerca de su utilización segura. (p. 127)5
Para comprender este postulado de Posner (1996), es necesario separar los conceptos de bien
y actividad. En primer lugar, un bien nuevo, por lo general, genera nuevas actividades. Un
ejemplo claro es el automóvil, el cual, aparte de generar facilidades al momento de transportar,
generó deportes y actividades de entretenimiento. Por ello, una actividad muy difícilmente
puede generar un riesgo, si es que a esta no le precede un bien nuevo. No obstante, es necesario
que la aparición de este bien sea determinante, como la invención del globo aerostático o la
electricidad; no basta con ser un nuevo modelo de celular o un software actualizado, pues esto
solo genera que el bien esté más consolidado en nuestra espera y produzca cada vez un menor
riesgo. Posner (1996) hizo énfasis en las actividades, pues tanto en las abnormally dangerous
activity del derecho anglosajón como en el artículo 2050 del Codice italiano (inspiración para
el artículo 1970 del Código Civil peruano) solo existe la figura de la actividad peligrosa, no la
del bien peligroso, debido a que esta es una incorporación del legislador peruano.

Tal como manifestó Useda (2013) y acorde con lo que busca el estudio, en la actualidad, no se
ven innovaciones de gran impacto como en décadas anteriores. Esto hace que, en vez de que
se produzcan nuevos riesgos, las empresas se vean obligadas a brindar un mejor servicio y a
consolidar los distintos productos que se encuentran dentro del mercado, lo que ocasiona un

5
Subrayado del autor.

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efecto completamente adverso al descrito por Posner (1996), pues si no hay bienes nuevos, las
actividades únicamente consolidan más y más los bienes de esta esfera, generando un menor
riesgo.

Asimismo, es importante resaltar que no todos los productos o bienes se consolidan dentro de
una esfera con la misma facilidad. Un claro ejemplo son los automóviles. La primera versión
de un automóvil fue registrada en 1886, mientras que la primera versión de un televisor fue
registrada en 1898; no hay que ser muy sabio para afirmar que un televisor fabricado en la
actualidad no genera ningún tipo de riesgo, pues este evolucionó en su aspecto físico (tamaño,
peso y delgadez) como en su aspecto tecnológico (software, definición y calidad de imagen).
Empero, no se puede decir lo mismo de un automóvil, el cual, por su propia masa, sigue
presentando un riesgo. Sin embargo, cada vez hay un mayor acercamiento a la completa
automatización de los automóviles, y cuando esto ocurra; el riesgo generado por estos bienes
disminuirá paulatinamente.

2.4. Criterios para determinar un bien riesgoso o peligroso y una actividad riesgosa o
peligrosa
2.4.1. Criterio del riesgo desfasado.
Uno de los problemas de la teoría del riesgo es, sin lugar a duda, el cómo identificar un bien o
una actividad que calce en sus parámetros. Uribe (2017) plasmó, dentro de su artículo La
responsabilidad por riesgo, dos vías mediante las cuales se hace posible determinar un bien
riesgoso o peligroso y una actividad riesgosa o peligrosa. La primera de estas vías es la
legislación. Se puede tomar esta vía únicamente cuando la norma determina la responsabilidad
por riesgo y la regula íntegramente; no existiendo cabida para interpretaciones judiciales,
jurisprudenciales ni, mucho menos, doctrinales.

Claramente, este no es el caso de la norma que regula la responsabilidad por riesgo en Perú.6
Por ello, es menester inclinarse por la segunda vía. Se debe recurrir a esta cuando el legislador
consagra un sistema de responsabilidad por riesgo mediante una disposición común que no
especifica la actividad o cosa sobre la cual debe ser imputada. En este supuesto, no se recurre
a la legislación como en la vía anterior, sino a la interpretación judicial, la doctrina y la
jurisprudencia. Igualmente, este mismo autor explicó qué criterio debe ser seguido cuando se
toma la segunda vía; el cual es el riesgo desfasado. Al respecto:
El riesgo que califica una actividad o cosa de riesgosa es aquel que se encuentra por
encima de los estándares medios, el que está por encima del riesgo vital ordinario o
aquel riesgo desfasado del simple riesgo de vivir en sociedad. (Uribe, 2017, p. 35)

6
El artículo 1970 del Código Civil (1984) tipifica lo siguiente: “Aquel que mediante un bien riesgoso o
peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa, causa un daño a otro, está obligado a
repararlo”. Por ello, al no existir una regulación integra tal como sí se realiza en otros artículos como el referido
a los bienes inmuebles (Decreto Legislativo 295, art. 334, 1984), es imposible llegar a su delimitación por medio
de esta primera vía.

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2.4.2. Criterio legislativo y de control


Por otro lado, Espinoza (2019) coincidió con Uribe (2017) al optar por dos vías para determinar
un bien riesgoso o peligroso y una actividad riesgosa o peligrosa. Sin embargo, estas dos
difieren de las anteriormente proporcionadas por Uribe (2017). Según Espinoza (2019), “un
criterio a tenerse en cuenta es que la misma actividad esté calificada legislativamente como
riesgosa y otro podría ser que, determinada actividad esté sujeta a un tipo especial de control”
(p.958). Sin lugar a dudas, Espinoza (2019), a diferencia de Uribe (2017), ostentó una opinión
meramente enmarcada a la legislación; para él, esta última determina las actividades riesgosas
o peligrosas mediante una calificación legislativa 7 y un control especial. De este modo, hizo a
un lado tanto a la jurisprudencia como a la doctrina, fuentes que sí son consideradas por Uribe
(2017).

3. ¿SE DEBE PRIORIZAR EL DOLO O LA CULPA EN UN SUPUESTO EN EL CUAL


TAMBIÉN MEDIE UN BIEN O ACTIVIDAD RIESGOSO O PELIGROSO?
Uno de los fines imperantes al momento de la implementación de la responsabilidad objetiva
fue priorizar la indemnización del dañado. Esto se consiguió al invertir la carga de la prueba y
crear leyes que regulen supuestos específicos. No obstante, es correcto preguntarse: ¿se prioriza
la indemnización de la víctima en todos los supuestos? La respuesta es la negativa, pues existen
supuestos en los cuales calza perfectamente la aplicación de la responsabilidad objetiva, pero
se opta por priorizar la búsqueda del dolo o la culpa. Por ejemplo, si una persona daña a otra
por medio de un arma de fuego (claramente un bien riesgoso), no se aplica el art 1970, sino el
1969.
Priorizar el dolo o la culpa en estos supuestos va completamente en contra de los fines de la
responsabilidad objetiva y, más aun, teniendo en cuenta que precisamente en los daños
ocasionados por un arma de fuego el factor de atribución depende de si fueron llevados a cabo
por medio de un bien riesgoso o peligroso o por medio de una actividad riesgosa o peligrosa.
Si este daño es realizado solo a partir de un arma de fuego, se aplica el artículo 1969, tal como
se explicó. No obstante, si este daño se lleva a cabo mediante un arma de fuego en el ejercicio
de una actividad riesgosa como la caza, se aplica el artículo 1970.
Esto es un sinsentido, pues es lo mismo para la víctima; realizarse el daño por medio de un
bien o una actividad riesgosa o peligrosa, la victima sufre un daño y el derecho debería priorizar
su resarcimiento mientras deja de lado esta diferenciación innecesaria. Sumado a ello, el
artículo 1970 regula expresamente tanto los bienes como las actividades riesgosas o peligrosas
y dicho postulado dice: “bienes riesgosos o peligrosos y actividades riesgosas o peligrosas”.
Por lo tanto, no debería ser necesaria la coexistencia tanto de un bien como de una actividad
riesgosa o peligrosa en un mismo supuesto para poder recién imputar objetividad.

7
Un ejemplo claro es la Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre (Ley 27181, 2012), donde se establece
la responsabilidad objetiva en accidentes de tránsito.

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4. ¿SE DEBE TOMAR ESTRICTAMENTE EL CONTEXTO PARA DETERMINAR


UN BIEN RIESGOSO O PELIGROSO Y UNA ACTIVIDAD RIESGOSA O
PELIGROSA?
Todo lo antes analizado llevan a una misma cuestión, ¿para identificar un bien riesgoso o
peligroso, o una actividad riesgosa o peligrosa es necesario tener en cuenta estrictamente el
contexto? En este punto, se presenta un dilema, pues tanto una respuesta afirmativa como
negativa produce problemas.

De ser la respuesta afirmativa, es decir, considerar estrictamente el contexto en el que se


produjo el daño, se entraría a un campo poco explorado, donde algunos bienes completamente
inofensivos en un contexto pueden ser bienes riesgosos o peligrosos en otro. Un ejemplo de
esto es el siguiente: Timur sufre de diabetes tipo 2. Lamentablemente, esta enfermedad se le
complicó demasiado y terminó internado en un hospital. Otis, un familiar de otra paciente,
mientras conversaba con Sonia, enfermera de Timur, por error cambia las bebidas que ambos
reposaron en una mesa. Esto ocasiona que Sonia le dé una gaseosa a Timur y que Otis se quede
con el agua mineral que Sonia debía darle a Timur.

Si se toma como base en un estricto análisis del contexto, se debería de considerar dicha bebida
gaseosa como un bien riesgoso o peligroso, pues para Timur, ingerir la cantidad de azúcar
propia de esa bebida puede incluso costarle la vida. Por ello, en el contexto de Timur, una
simple gaseosa crea un riesgo adicional.

De ser la respuesta negativa, es decir, no considerar el contexto en el que se produjo el daño y


únicamente imputar objetividad sobre un bien en específico y una actividad en específico, se
incurriría en el error de generalizar la evolución de los bienes, que se ha criticado en este
estudio.8 Del mismo modo, hacer esto le quitaría todo tipo de sentido al artículo 1970 del
Código Civil (1984), pues el legislador, mediante la imprecisión del enunciado “[…] bien
riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa”, pone todo el peso
de la interpretación y delimitación sobre el juez. Entonces, si ambas posiciones presentan
problemas, ¿qué es lo más adecuado? Hasta el momento, se consideran dos vías mediante las
cuales se puede solucionar este dilema, una regulación integra de la responsabilidad por bienes
riesgosos o peligrosos y actividades riesgosas o peligrosas, o mediante la teoría del riesgo
general.

4.1. Una regulación integra de la responsabilidad por bienes riesgosos o peligrosos y


actividades riesgosas o peligrosas.
Como se pudo dilucidar, Uribe (2017) propuso dos vías para identificar un bien riesgoso o
peligroso y una actividad riesgosa o peligrosa. Como se ha mencionado, el Perú opta por la
segunda, es decir, la disposición común. Sin embargo, por los distintos motivos expuestos en
el presente artículo, es adecuado pregunrarse: ¿por qué no implementar una regulación integra
de la responsabilidad por riesgo? Dentro del Código Civil (1984) existen distintos artículos que

8 Ver Pag.3 - “Teoría del riesgo en el Perú”.

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regulan íntegramente determinados postulados, tales como el artículo 321, artículo 885,
artículo 886, etc. Siendo este tipo de regulación la más adecuada para enmarcar el campo de
acción del artículo 1970 del Código Civil (1984).

De esta manera, tener completamente difusa la figura de la responsabilidad por riesgo genera
gran incertidumbre y poca predictibilidad en la población. Igualmente, una presunción tan
fuerte como es la presunción iuris et de iure amerita claridad y seguridad para los ciudadanos
que rigen su actuar en torno a ella. Del mismo modo, tener una regulación integra haría que se
generen incentivos en personas, empresas y negocios que se vean afectados por ella.
Consiguiendo así, que estas personas, las cuales muchas veces generan daños sin siquiera tener
conocimiento de ello, al ver claramente que deben responder objetivamente por cualquier tipo
de riesgo expresando en el artículo, evitarán en mayor cuantía generar riesgos. Claramente,
este problema también podría ser enmendado por la difusión del riesgo a través de los precios
(el óptimo de Pareto). No obstante, en esta segunda opción no se prevén los daños, sino que se
espera su consumación para recién actuar, mientras que, en la primera opción, se prevén dichos
daños mediante incentivos; también, se indemniza a la persona afectada.

5. LA TEORÍA DEL RIESGO GENERAL


Como segunda alternativa a todos los problemas expuestos en el presente artículo, está la teoría
del riesgo general. Esta teoría propuesta por el presente artículo sienta sus bases en considerar
el contexto de forma estricta para determinar un bien riesgoso o peligroso y una actividad
riesgosa o peligrosa, pero con la diferencia de que el riesgo generado no debe ser únicamente
entre un agente y el bien o actividad, sino entre los agentes y el bien o actividad. Un ejemplo
para un mejor entendimiento es el siguiente.
Thomas es un ciudadano ejemplar y sumamente querido por toda su urbanización. Un día, al
encontrarse de vacaciones, opta por explorar zonas recónditas y alejadas a la ciudad, lo cual lo
lleva a un campo de entrenamiento militar; dicho campo se encontraba sumamente alejado de
cualquier tipo de contacto. Thomas, al escuchar carcajadas dentro de dicho recinto, decide
entrar y ver cuál era la causa de esas irreverentes risas. Lo que Thomas descubre es
impresionante, pues ve a militares completamente resguardados mediante trajes antiexplosivos
de primerísima calidad jugando fútbol con un pequeño objeto. Thomas es gran fanático del
fútbol, por lo cual, decide meterse en el juego.

Cuando Thomas sale de entre los arbustos, no dejar la mínima probabilidad de que los
uniformados puedan advertirle de que el objeto con el que jugaban no era una pelota, sino una
granada; así que patea dicha granada. Tras una explosión, Thomas pierda ambas piernas,
mientras que los militares no sufrieron ni el más mínimo rasguño debido a sus trajes
antiexplosivos. Tras establecer una demanda, Thomas se da con la sorpresa de que los militares
no eran más que estudiantes aficionados a las armas y que contaban con todas las autorizaciones
correspondientes, que el campo de entrenamiento militar estaba abandonado desde muchos
años atrás y que tanto los trajes como la pequeña granada fueron adquiridos por dichos
estudiantes.

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Bien riesgoso o peligroso, y actividad riesgosa o peligrosa: reflexiones en torno a su delimitación

Para la presente teoría, la pequeña granada no es un bien riesgoso o peligroso ni tampoco la


actividad realizada por los estudiantes puede ser tildada de riesgosa o peligrosa. Pues, la
explosión de dicha granada únicamente presentaba un peligro para Thomas, mas no para los
estudiantes. Del mismo modo, considerar la granada como un bien riesgoso o peligroso, en este
contexto, es igual que considerar a la bebida gaseosa del ejemplo plasmado en el capítulo 4
como un bien riesgoso o peligroso; y de hacerlo, no se estaría considerando la peligrosidad del
bien o de la actividad, sino la estigmatización social que tiene.
De manera similar, se estaría basando estrictamente en una relación entre el bien o actividad y
el sujeto dañado. Por ello, para determinar un bien riesgoso o peligroso y una actividad riesgosa
o peligrosa, hay que basarse en la relación de personas y el bien o actividad. Si la actividad o
el bien dentro del caso en concreto genera un peligro para la mayoría de sujetos involucrados,
estamos frente a un bien o actividad riesgosa o peligrosa. Por otro lado, si dicho bien o actividad
no genera un riesgo en la mayoría de personas involucradas, necesariamente, se debe recurrir
al dolo o culpa para imputar responsabilidad.

6. CONCLUSIONES
* La teoría de riesgo utilizada en el Perú para imputar objetividad en el factor de atribución
peca de ser imprecisa y no tener en consideración los cambios dentro de la sociedad y el mundo.

* En un supuesto en el cual medie dolo o culpa juntamente con el uso de un bien riesgoso o la
realización de una actividad riesgosa, se debe priorizar la imputación objetiva, pues esto hace
que se priorice la indemnización a la persona dañada.

* Si al considerar el contexto para determinar si un bien o actividad es riesgosa o peligrosa,


solo se tiene en cuenta la relación entre el sujeto dañado y el bien o actividad; cometemos el
error de imputar responsabilidad objetiva en supuestos en los cuales es imperante buscar el
dolo o la culpa. Por ello, es preciso buscar la relación de sujetos involucrados y el bien o la
actividad.
* Si a pesar de que no existe una relación de sujetos involucrados y bien o actividad, la
responsabilidad es objetivada. La razón de ello no será la peligrosidad o el riesgo creado por el
bien o actividad, sino la estigmatización social de un determinado bien.

7. BIBLIOGRAFÍA

Berckemeyer, F. (2001). El peligroso mito de la objetividad en los fundamentos de la


responsabilidad civil extracontractual. THEMIS Revista De Derecho, (43), 261-269.
Espinoza, J. (2019). Derecho de la responsabilidad civil. Tomo I. Instituto Pacífico.
Espinoza, J. (2019). Derecho de la responsabilidad civil. Tomo II. Instituto Pacífico.

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Fabrizio Farfán Ramírez

Ministerio de Justicia. (2012). Ley 27181 del 21 de noviembre de 2012. [Ley General de
Transporte y Tránsito Terrestre]. Lima, Perú.
Presidencia de la República. (1984). Decreto Legislativo 295 del 24 de julio de 1984. [Código
Civil]. Lima, Perú.
Taboada, L. (2001). Elementos de la responsabilidad civil. Editorial Grijley.
Trazegnies, F. (2016). La responsabilidad extracontractual, Tomo I. ARA Editores.
Trazegnies, F. (2016). La responsabilidad extracontractual. Tomo II. ARA Editores.
Uribe, S. (2017). La responsabilidad por riesgo. Ratio Juris UNAULA, 1(1), 29-50.
Useda, M. (2013). La responsabilidad civil extracontractual en los bienes producto de las
innovaciones tecnológicas. Ius Et Tribunalis, 1(1), 125-130.

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