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TEMA 14.

LA LEY ORGÁNICA
5/2000, DE 12 DE ENERO,
REGULADORA DE LA
TÉCNICO EN RESPONSABILIDAD PENAL DE
LOS MENORES Y SU
REGLAMENTO DE DESARROLLO.

PSICOLOGÍA
CONSELLERÍA
JUSTICIA 2018
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MÓDULO 1
LEY ORGÁNICA 5/2000 de RESPONSABILIDAD PENAL DEL MENOR.

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

2. ESTRUCTURA Y CONTENIDO DE LA LEY.

3. CONCEPTO MENOR DE EDAD:

a) MENOR DE 14 AÑOS.

b) MENOR DE 14 A 18 AÑOS DE EDAD.

c) CONCEPTO DE JOVEN.

4. COMPUTO DE LA EDAD PENAL.

5. ACUSACIÓN PARTICULAR.

6. INSTITUCIONES RELACIONADAS.

b. JUEZ DE MENORES.

c. FISCAL DE MENORES.

d. POLICÍA DE MENORES.

e. SECRETARIO.

f. EQUIPO TÉCNICO.

g. ENTIDAD JURÍDICA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA.

h. ABOGADO DEL MENOR.

7. NORMATIVA INTERNACIONAL EN MATERIA DE MENORES.


1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

Lo primero que debemos tener en cuenta es la ausencia de una legislación específica


sobre menores hasta fechas muy recientes. En el Derecho Romano la responsabilidad penal se
alcanzaba con la pubertad.

Históricamente encontramos diferencias notables entre el tratamiento de los


responsables de los delitos y faltas según su edad de los mismos, así pues podemos observar
un tratamiento diferenciado de los adultos sobre los menores.

Ya en la época de los romanos se establecían tramos de inimputabilidad, los infantes


hasta los 7 años, los impúberes de 7 a 14 años con mayor o menor responsabilidad según su
posibilidad de discernir, es decir según la capacidad de entendimiento de sus actos.

En la época Medieval se establecieron también unos tramos de edad que comprendían


desde los 10 años que no eran responsables y otro tramo de 10 a 14 años en los que se le
atenuaba la pena.

Ya en España encontramos en 1337 la figura del Padre de Huérfanos fundada por


Pedro IV, que con una finalidad protectora protegía a niños desfavorecidos, esta institución
celebraba vistas por delitos o faltas cometidos por los menores y plantea medidas correctoras.
Esta institución duró hasta el Siglo XVIII, donde aparece la figura de los Toríbios de Sevilla
que creada durante el reinado de Felipe V por el padre Toribio de Velasco tenía una función
más correctora.

Para encontrar en nuestro país, el primer tribunal especializado en menores debemos


de acudir a 1948 al llamado Tribunal Tutelar de Menores y que duró hasta 1985, momento en
el que se transfieren las competencias sobre protección a las comunidades autónomas.

El criterio del discernimiento o entendimiento estuvo vigente hasta el Código Penal de


1928 donde se establece la no responsabilidad criminal hasta los 16 años, después de esta
edad se aplica el C.P. de adultos.

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La última referencia sobre menores hasta la actual Ley Penal del Menor se encuentra
en el C.P. de 1936, diferenciando menores de 16 años como inimputables, entre 16 y 18 años
responsabilidad atenuada, y mayores de 18 años C.P. de adultos.

La Ley Orgánica 5/2000 Responsabilidad Penal de los Menores, de 12 de enero, regula


un nuevo proceso de menores, lo que constituye una necesidad impuesta por el Código penal
de 1995, que establece en su artículo 19.1 " los menores de 18 años no serán responsables
criminalmente con arreglo a este código".

2. ESTRUCTURA Y CONTENIDO DE LA LEY 5/2000.

Consta de:

8 títulos.
64 artículos.
4 disposiciones adicionales
l disposición transitoria
7 disposiciones finales.

En la Exposición de Motivos, como en todas las leyes, encontramos las líneas generales
que rigen la ley, esta se fija por la necesidad impuesta en el artículo 19 del Código penal de
1995.

Ley Orgánica ha sido conscientemente guiada por los siguientes principios generales:

Naturaleza formalmente penal pero materialmente sancionadora-educativa del


procedimiento y de las medidas aplicables a los infractores menores de edad,

Reconocimiento expreso de todas las garantías que se derivan del respeto de los
derechos constitucionales y de las especiales exigencias del interés del menor,

Diferenciación de diversos tramos a efectos procesales y sancionadores en la categoría


de infractores menores de edad,

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Flexibilidad en la adopción y ejecución de las medidas aconsejadas por las
circunstancias del caso concreto,

Competencia de las entidades autonómicas relacionadas con la reforma y protección


de menores para la ejecución de las medidas impuestas en la sentencia y control
judicial de esta ejecución.

CARACTERÍSTICAS.

Se establece un marco flexible para que los Juzgados de Menores puedan determinar
las medidas aplicables a éstos en cuanto infractores penales, sobre la base de valorar
especialmente el interés del menor.

Simultáneamente, encomienda al Ministerio Fiscal la iniciativa procesal, y le concede


amplias facultades para acordar la terminación del proceso con la intención de evitar,
dentro de lo posible, los efectos aflictivos que el mismo pudiera llegar a producir.

Asimismo, configura al equipo técnico como instrumento imprescindible para


alcanzar el objetivo que persiguen las medidas y termina estableciendo un
procedimiento de naturaleza sancionadora-educativa, al que otorga todas las garantías
derivadas de nuestro ordenamiento constitucional, en sintonía con lo establecido en la
aludida sentencia del Tribunal Constitucional y lo dispuesto en el artículo 40 de la
Convención de los Derechos del Niño de 20 de noviembre de 1989.

El principio de que la responsabilidad penal de los menores presenta frente a la de los


adultos un carácter primordial de intervención educativa que trasciende a todos los
aspectos de su regulación jurídica y que determina considerables diferencias entre el
sentido y el procedimiento de las sanciones en uno y otro sector, sin perjuicio de las
garantías comunes a todo justiciable.

La responsabilidad penal de los menores precisa de otro límite mínimo a partir del
cual comience la posibilidad de exigir esa responsabilidad y que se ha concretado en
los catorce años, con base en la convicción de que las infracciones cometidas por los
niños menores de esta edad son en general irrelevantes y que, en los escasos supuestos

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en que aquéllas pueden producir alarma social, son suficientes para darles una
respuesta igualmente adecuada los ámbitos familiar y asistencial civil, sin necesidad
de la intervención del aparato judicial sancionador del Estado.

Las sentencias 36/1991, de 14 de febrero, y 60/1995, de 17 de marzo, sobre las


garantías y el respeto a los derechos fundamentales que necesariamente han de
imperar en el procedimiento seguido ante los Juzgados de Menores, sin perjuicio de
las modulaciones que, respecto del procedimiento ordinario, permiten tener en cuenta
la naturaleza y finalidad de aquel tipo de proceso, encaminado a la adopción de unas
medidas que, como ya se ha dicho, fundamentalmente no pueden ser represivas, sino
preventivo-especiales, orientadas hacia la efectiva reinserción y el superior interés del
menor, valorados con criterios que han de buscarse primordialmente en el ámbito de
las ciencias no jurídicas.

Se debe tener en cuenta el interés propio del perjudicado o víctima del hecho cometido
por el menor, estableciendo un procedimiento singular, rápido y poco formalista para el
resarcimiento, en su caso, de daños y perjuicios, dotando de amplias facultades al Juez de
Menores para la incorporación a los autos de documentos y testimonios relevantes de la causa
principal.

En este ámbito de atención a los intereses y necesidades de las víctimas, la Ley introduce
el principio en cierto modo revolucionario de la responsabilidad solidaria con el menor
responsable de los hechos de sus padres, tutores, acogedores o guardadores, si bien
permitiendo la moderación judicial de la misma.

Debemos tener en cuenta una cosa muy clara, cuando hablamos de menores, se le aplicará
siempre MEDIDAS DE SEGURIDAD, nunca PENAS. Por lo tanto a un menor infractor se le
aplicará una medida de seguridad prevista en la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de
los Menores, y nunca una Pena, independientemente de si es privativa de derechos o privativa
de libertad.

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3. CONCEPTO DE MENOR DE EDAD.

Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor 5/2000 da una definición auténtica de
menor al disponer en el apartado cuarto del art. 1.º que menor es todo aquel sujeto que
todavía no ha cumplido los dieciocho años.

Así mismo el art. 1 de la L.O 1/1996 de 15 de enero de Protección Jurídica del Menor,
establece: La presente Ley y sus disposiciones de desarrollo son de aplicación a los menores
de dieciocho años que se encuentren en territorio español.

El art. 19 del C.P dispone: Los menores de dieciocho años no serán responsables
criminalmente con arreglo a este Código. Cuando un menor de dicha edad cometa un hecho
delictivo podrá ser responsable con arreglo a lo dispuesto en la ley que regule la
responsabilidad penal del menor, en este caso la L.O 5/2000 de 12 de enero de
Responsabilidad Penal del Menor.

El hecho evolutivo de la edad propicia que en dicho marco temporal que discurre desde el
nacimiento hasta el momento de alcanzar la mayoría de edad, se sucedan una serie de
periodos caracterizados por la relación de que, a mayor edad, en principio mayor madurez y,
por tanto, mayor responsabilidad, también penal, del sujeto.

Es por ello que atendiendo a la regulación jurídica contenida en la ley podemos distinguir
dos periodos con diferentes efectos y consecuencias de tipo procesal y penal.

En primer lugar, nos centraremos en el régimen aplicable a los menores de catorce años
que hayan cometido un hecho delictivo, y, en segundo lugar, en el aplicable a los sujetos
entre catorce y dieciocho, dentro de este último marco, se constata como el legislador
atendiendo al hecho evolutivo de la edad distingue las consecuencias en función de que el
sujeto sea mayor o menor de dieciséis años.

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MENORES DE 14 AÑOS.

Respecto de los menores de 14 años de edad no se les pueden aplicar las medidas
recogidas en esta ley, y en su artículo 3 dice que ha propuesta del Fiscal dichos menores
pasarán a formar parte de las instituciones encargadas de los menores.

El art. 1 de la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor 5/2000, de 12 de enero,


dispone que los sujetos menores de catorce años no tengan responsabilidad penal.

De cometer una infracción penal tendremos que acudir en cuanto a su situación personal a
lo dispuesto en el art. 3 de la mencionada ley en el que se dispone: cuando el autor de los
hechos mencionados en los artículos anteriores sea menor de catorce años, no se le exigirá
responsabilidad con arreglo a la presente ley, sino que se le aplicará lo dispuesto en las
normas sobre protección de menores previstas en el Código Civil y demás disposiciones
vigentes.

El Ministerio Fiscal deberá remitir a la entidad pública de protección de menores


testimonio de los particulares que considere precisos respecto al menor, a fin de valorar su
situación, y dicha entidad habrá de promover las medidas de protección adecuadas a las
circunstancias de aquél conforme a lo dispuesto en la L.O. 1/1996, de 15 de enero.

Por lo tanto, en estos supuestos el legislador ha considerado que lo adecuado no es una


respuesta sancionadora sino un estricto régimen protector, articulado en la citada L.O. 1/1996
de Protección Jurídica del Menor y en la correspondiente normativa autonómica.

En la práctica ello va a suponer que el menor sea puesto a cargo de sus familiares o bien,
en caso de inadecuación o imposibilidad en el ejercicio de la patria potestad, tutela o guarda,
a cargo de las instituciones administrativas pertinentes.

Normalmente son los Servicios sociales de los distintos entes autonómicos los
depositarios de dichas competencias que desarrollan con sus propios medios o a través de
conciertos con entes locales públicos así como con entidades privadas.

Finalmente, la Circular 1/2000 de la Fiscalía General del Estado de 18 de diciembre en la


que se fijan los criterios de aplicación de la ley Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del

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Menor 5/2000, concreta que la remisión se efectuará a favor de la entidad pública del
domicilio del menor y no del lugar de comisión del hecho.

MENORES DE 14 A 18 AÑOS DE EDAD.

A estos menores de edad cuando cometan un hecho delictivo tipificado en el Código


Penal, se les aplicará el régimen de responsabilidad previsto en la L.O 5/2000 de
Responsabilidad Penal del Menor y serán enjuiciados por los Juzgado de Menores, art1.1 y 2.

En aras de una mejor consecución de las finalidades preventivo-educativas


perseguidas por la presente ley, se establecerán dos tramos en esta franja de edad. De 14 a 16
años de edad y de 16 a 18 años de edad. Esta división de tramos conlleva importantes
consecuencias en orden a la responsabilidad y a la determinación de las medidas aplicables,
constituyendo una agravación especifica el tramo de los mayores de 16 años por la comisión
de delitos que se caracterizan por la violencia, intimidación o peligro para las personas.

Se fija un régimen de consecuencias más gravoso para los menores de dieciséis y


diecisiete años: la posibilidad de aplicar medidas más duraderas sólo está prevista para los
menores que hubieran cumplido los dieciséis años en el momento de la comisión de los
hechos.

Por su parte también en la disposición adicional cuarta, donde, como sabemos, se fija un
régimen de responsabilidad específico para los menores implicados en delitos de homicidio,
asesinato, agresiones sexuales, terrorismo y todos aquellos castigados con penas de prisión de
quince años o más, se prevén las consecuencias más gravosas para los menores de edades
comprendidas entre los dieciséis y dieciocho años.

Así pues, al distinguir dos tramos el legislador es consciente de que en este decisivo
periodo de la vida de las personas se da una característica que justifica la existencia de un
régimen específico: nos hallamos ante una personalidad en evolución, sometida a un proceso
y, por tanto, la respuesta sancionadora-educativa que se adopte ha de ir acomodándose a la
personalidad del sujeto.

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En este sentido a diferencia del Código Penal, a los menores de edad delincuentes, se les
aplican no penas, sino medidas, encaminadas a educar y corregir estas actitudes y
comportamientos.

CONCEPTO DE JOVEN (DESAPARECIDO).

Ha desaparecido el famoso apartado que se extendía a los mayores de 18 años y menores


de 21 en determinados supuestos establecidos en el artículo 4 de la Ley Orgánica de
Responsabilidad Penal del Menor 5/2000 y que atribuía el concepto de JOVEN.

4. COMPUTO DE LA EDAD PENAL.

El art 315 del Código Civil dispone que “para el computo de los años de la mayoría
de edad se incluirá completo el día del nacimiento, sea cual fuere la hora de éste”, según
el cual se dejaría de ser menor a partir del primer momento del día en que se cumplan los
dieciocho años, por lo que la mayoría de edad comenzará el mismo día en que el joven
cumple los dieciocho años, es decir, después de la 12 de la noche.

El Código Penal no establece mención alguna al respecto, por lo que se entiende que
aquél será natural, teniéndose en cuenta la hora del nacimiento, y la mayoría de edad penal
comenzará en el momento cronológico en el cual se cumplen los dieciocho años, que será a
cualquier hora del día. Con esta interpretación podrían darse casos excepcionales en los que
por horas o minutos se estaría dentro o fuera del Código Penal; por ejemplo, si el sujeto nació
a las 22:00 horas, transcurridos dieciocho años a las 22:01 habrá alcanzado la mayoría de
edad penal.

Por este segundo criterio se viene inclinando la jurisprudencia. En este sentido la STS
de 18 de mayo de 1992 señala que la edad penal se debe computar de momento a momento,
sin sujeción a lo establecido en el art. 315 del Código Civil.

Ahora bien ¿pero y de no conocerse la hora del nacimiento? El Tribunal Supremo, ha


señalado que si no consta la hora de nacimiento, por el principio in dubio pro reo, la mayoría

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de edad penal comenzará al día siguiente de cumplirse los dieciocho años. De aplicarse el art.
315 del Código Civil, perjudicaría al sujeto al adelantar el momento de la mayoría de edad
penal a las cero horas del decimoctavo aniversario del día del nacimiento.

5. ACUSACIÓN PARTICULAR.

En la redacción original de la ley cabía que el perjudicado, al amparo de lo dispuesto


en el Art. 25 de la LORRPM, se personase, siempre que los hechos se atribuyeran a mayores
de 16 años (referidos al momento de la comisión del hecho), y en su comisión se constatase
violencia, intimidación o grave riesgo para la vida o integridad física de las personas.

La L.O. 15/2003, de 25 de noviembre ha dado una nueva redacción al art. 25 dando


entrada en la legislación penal del menor a la figura del acusador particular, al disponer:

Podrán personarse en el procedimiento como acusadores particulares, a salvo de las


acciones previstas por el artículo 61 de esta Ley, las personas directamente ofendidas por el
delito, sus padres, sus herederos o sus representantes legales si fueran menores de edad o
incapaces, con las facultades y derechos que derivan de ser parte en el procedimiento, entre
los que están, entre otros, los siguientes:

a. Ejercitar la acusación particular durante el procedimiento.


b. Instar la imposición de las medidas a las que se refiere esta Ley.
c. Tener vista de lo actuado, siendo notificado de las diligencias que se soliciten y acuerden.
d. Proponer pruebas que versen sobre el hecho delictivo y las circunstancias de su comisión,
salvo en lo referente a la situación psicológica, educativa, familiar y social del menor.
e. Participar en la práctica de las pruebas, ya sea en fase de instrucción ya sea en fase de
audiencia; a estos efectos, el órgano actuante podrá denegar la práctica de la prueba de
careo, si esta fuera solicitada, cuando no resulte fundamental para la averiguación de los
hechos o la participación del menor en los mismos.
f. Ser oído en todos los incidentes que se tramiten durante el procedimiento.
g. Ser oído en caso de modificación o de sustitución de medidas impuestas al menor.
h. Participar en las vistas o audiencias que se celebren.
i. Formular los recursos procedentes de acuerdo con esta Ley.

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Una vez admitida por el Juez de Menores la personación del acusador particular, se le dará
traslado de todas las actuaciones sustanciadas de conformidad con esta ley y se le permitirá
intervenir en todos los trámites en defensa de sus intereses

6. INSTITUCIONES.

Existen varias instituciones pero las principales figuras son el juez y el fiscal, que
necesitan la especial característica de "especialización". En general, todos los participantes
tienen una finalidad; la educación del menor, y sus medidas van encaminadas a la
reeducación del menor.

JUEZ DE MENORES

El art. 117.3 atribuye a los jueces en exclusiva juzgar los hechos punibles. Este hecho no
se cumplía con los menores en la Ley de 1948. En 1985 se produce el cambio al aprobar la
LOPJ, recogiendo en su art. 96 la figura del Juez de Menores. En 1988 hay otra Ley de
Demarcación y Planta Judicial, donde se dice que ciudades deben tener Jueces de Menores
(capitales de provincia).

El Juez de Menores, es una persona que primeramente ha estudiado Derecho, una vez
obtenida la carrera realiza oposiciones a Judicatura (Juez o Fiscal) y posteriormente y con
años de experiencia realizan otra oposición, pero esta vez a Juez de Menores. En la ley se
establece la exigencia de tener la categoría de magistrado.

Las plazas de Juez de menores serán ocupadas por Magistrados, con un mínimo de tres
años de experiencia.

La ley establece la necesidad de “especialización" de abogados, fiscales, policías, etc.

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FISCAL DE MENORES.

Asume el protagonismo de la instrucción, dirige la instrucción y ordena a la Policía


Judicial las labores a realizar. Los fiscales se rigen por los principios de independencia
jerárquica (art. 54 CE, art. 3 de su estatuto orgánico y art. 6 de la Ley 5/2000).

El artículo 124 de la CE recoge la tarea fundamental del Ministerio Fiscal, siendo ésta la
defensa de la ley, la defensa de los derechos de los ciudadanos y del interés público y velar
por la independencia de los jueces y tribunales.

En el artículo 6 de la Ley del Menor 5/2000, se le atribuyen la defensa de los derechos de


los menores, vigilar las actuaciones que se realicen en interés del menor, observar las
garantías del procedimiento, dirigir personalmente la investigación de los hechos y ordenar a
la Policía Judicial que practique las actuaciones necesarias para la comprobación de los
hechos y de la participación de los menores en los mismos.

Es el principal protagonista a nivel judicial. La principal diferencia es que instruye. Dirige


la investigación; tiene bajo su mando la Policía Judicial. Decide el archivo de las actuaciones
o incoa el expediente y tramita al juzgado de menores.

La Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores establece la existencia en


todas las fiscalías de una sección especial de menores compuesta por fiscales especialistas.

POLICIA DE MENORES.

En 1981 se crea en la Policía Nacional el grupo de Menores (GRUME). Y tiene


competencias tanto de protección como de reforma.

Actuación policial con menores de menos de14 años:


- Protección general (tanto para terceros como para sí mismos)
- Aplicar la protección general como las de las CCAA.
- Ponerlo en conocimiento del Fiscal de Menores y ponerse a su disposición.

Actuación policial con menores mayores de 14 años:


- Detención, art. 17 de la Ley 5/2000 y 3 del Reglamento 1774/2004.

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- La detención se llevará a cabo con la observancia de todos los derechos y en la forma
que menos perjudique al menor.
- Informar inmediatamente de la detención al Ministerio Fiscal y al Representante del
menor.
- Si el menor es extranjero notificarlo al consulado de su país.
- La declaración del menor ante la policía deberá llevarse a cabo delante de su abogado,
el Fiscal o representante legal (si éstas no pudiesen estar presentes deberá estar otro
Fiscal).
- En las dependencias policiales deberán estar separados de los detenidos adultos.
- La detención policial no podrá durar más de 24 horas, debiendo ser puesto a
disposición del Fiscal transcurrido este tiempo, pudiendo éste prologar la detención por
otras 24 horas más (art. 17 Ley 5/2000).

SECRETARIO.

Es el único que no es necesario que sea especialista, de todas las personas que
intervienen.

Es el que levanta acta de todas las actuaciones, insta al menor y a sus representantes a
nombrar un abogado, nombrándolo de oficio en caso de no hacerlo los representantes del
menor.

EQUIPO TÉCNICO.

Es un órgano auxiliar de la Administración de Justicia, compuesto por expertos en


Ciencias Sociales.

La Ley no indica quien compone el equipo técnico, pero si lo recoge el reglamento, y


deberá estar formado por: 1 educador, 1 psicólogo, y 1 trabajador social.

En el informe se indicará cual sería la medida más adecuada para el menor. Pueden
proponer medidas socio-educativas, proponer una conciliación con la víctima, solicitar la no
continuidad del expediente por pensar que con lo que se ha hecho el menor ya tiene
suficiente.

En el informe se debe de informar sobre:

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- La situación sicológica del menor.

- La situación familiar del menor.

- La situación educativa del menor.

- Cual es el entorno social del menor.

La Circular de la Fiscalía General del Estado 1/2000 establece: “ El informe del equipo
técnico, constituye para el Fiscal una fuente de información imprescindible- aunque no
vinculante- para adoptar las oportunas decisiones sobre la prosecución del proceso y
selección de medidas”.

ENTIDAD JURÍDICA DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA.

La ley atribuye a las CC.AA la ejecución de las medidas, pudiendo llevarlas a cabo por
sus propios medios o concertándolas con entidades privadas sin animo de lucro.

En la Comunidad Valenciana se encarga la Dirección General de la Familia, Menor y


adopción; que es donde se ubica la Protección e inserción de los menores.

Debe asesorar al juez en muchos asuntos del proceso, igual que el equipo técnico.

ABOGADO DEL MENOR.

Hay una diferencia importante respecto al abogado de los adultos. El abogado del menor
se puede entrevistar con el menor de forma reservada incluso antes de la exploración (sea en
sede policial o judicial) o cualquier intervención posterior a la detención o custodia del
menor. Si bien la ley establece que será después de haberse incoado el correspondiente
expediente, en la práctica de hecho la Policía lo esta permitiendo y el Ministerio Fiscal a
consulta del Defensor del Menor, se ha manifestado a favor de la misma, en aras de una
mayor protección del menor. “Circular 2/2005”.

Debe en todo caso recordarse la vigencia del pronunciamiento contenido en la


Circular 2/2001 en el sentido –por lo que ahora interesa- de que el detenido menor de edad
incomunicado (en relación con delitos de naturaleza terrorista) en principio gozará de los

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derechos propios de todo menor detenido pero no podrá designar abogado de su elección, por
lo que el letrado que le asista será de oficio y no podrá entrevistarse reservadamente con su
abogado, ni antes ni después de su declaración.

Se presta asistencia letrada al menor en los siguientes actos del proceso:

l. En la adopción de medidas cautelares de régimen cerrado.

2. Detención.

3. Audiencia (aunque no es obligatorio en la comparencia y en la exploración de


menores no detenidos).

REPRESENTANTE DEL MENOR.

Debemos ir al Código Civil y nos dice que suelen ser los padres o los que ostentan la
patria potestad o quien tenga la tutela. En caso contrario si no tuviese a padre, tutor o persona
que ejerza la patria potestad, en su detención será representado por el Fiscal que será
diferente del instructor como lo establece el artículo 17.2 de la la Ley Orgánica de
Responsabilidad Penal de los Menores.

7. NORMATIVA INTERNACIONAL SOBRE MENORES.

El presente tema ha sido extraído a partir de la legislación española y se deben tener en

cuenta las directrices marcadas por Naciones Unidas y recogidas en los siguientes textos

internacionales:

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Las Directrices de las Naciones Unidas para la prevención de la delincuencia juvenil

(Directrices de Riad, aprobadas por resolución de la Asamblea General 45/112 de 14

de diciembre de 1990. Insiste sobre todo en tres cuestiones:

1.Prevención.

2.Indicaciones sobre la legislación y administración de la justicia de

menores.

3.Investigación.

Reglas de las Naciones Unidas para la protección de los menores privados de libertad

(Proyecto de resolución presentado a la Asamblea General de las Naciones Unidas en

el Congreso sobre prevención del delito y tratamiento del delincuente).

Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración de justicia de menores

(Reglas de Beijing). Divididas en cinco partes

1.- Definiciones menor –joven y principios

2.- Investigación y procesamiento: detención. Especialización policial.

3.- Sentencia, resolución y garantías procesales (derecho abogado, informe

expertos).

4.- medidas no privativas de libertad

5.-medidas privativas de libertad.

Convención de Naciones Unidas sobre derechos del niño de 20 de noviembre de

1989, a destacar:

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Art. 37 Garantías en la aplicación de penas o medidas a los menores, especial

hincapié en las condiciones de la privación de libertad.

Recomendación del Comité de Ministros del Consejo de Europa (87) 20 sobre

reacciones sociales ante la delincuencia juvenil de 17 de septiembre de 1987.

1. Prevención

2. Desjudicialización

3. Intervención mínima, rápida y especializada.

4. Tratamiento en su medio natural y en instituciones pequeñas

5. Fomento investigación

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MODULO 2
LAS MEDIDAS

l. CARACTERÍSTICAS DE LAS MEDIDAS.


2. CLASES.
3. PRESCRIPCIÓN.
4. INEJECUCIÓN DE LAS MEDIDAS.
5. EL INTERNAMIENTO.
6. PRINCIPIO ACUSATORIO.
7. REGLAS GENERALES DE APLICACIÓN Y DURACIÓN DE LAS MEDIDAS.
8. REGLAS ESPECIALES DE APLICACIÓN Y DURACIÓN DE LAS MEDIDAS.
9. DOLO E IMPRUDENCIA.

1. CARACTERISTICAS DE LAS MEDIDAS.

En la aplicación de las medidas aplicaremos el principio de intervención mínima, se


deben buscar otras alternativas a la aplicación de la medida, el derecho debe operar en último
lugar y cuando ya se han agotado todas las alternativas existentes.

Las características son:

Solo se pueden aplicar tras la comisión de una infracción penal.


Destaca la responsabilidad penal menor, el menor es responsable de los hechos
cometidos.
Son fundamentalmente educativas, se busca la adaptación social del menor.
Se le reconoce al menor en su aplicación todas las garantías que se le reconoce al
adulto.
De duración determinada. pueden llegar a un máximo de 8 años si el delito fuese
grave, y dependiendo de la edad del menor.

Los principios que rigen las medidas van orientados en especial al interés del menor, el
juez adoptará aquella medida que más interés tenga para el menor, esto es aquella que le sea
más beneficiosa, que más le reeduque.

Por tanto la medida no es concebida como un castigo ya que su finalidad es educativa.

Existe una flexibilidad judicial, el juez es casi libre para adoptar una medida u otra,
sustituir una ya impuesta o suspenderla. .

Existe la intervención del equipo técnico que asesora al Juez en la adopción de la medida,
y sin cuyo informe el juez no puede imponer ninguna medida..

Por último al adoptar la medida se debe de tener en cuenta la edad del menor según tenga
más de 16 años o menos de esta edad.

2. CLASES DE MEDIDAS.

A. MEDIDAS PRIVATIVAS DE LIBERTAD.

Solo para los casos más graves, privan más o menos de la libertad deambulatoria.

Tipos:

l. De internamiento: distinguir 3 tipos.

a) Internamiento en régimen cerrado.

Las personas sometidas a esta medida residirán en el centro y desarrollarán en el


mismo las actividades formativas, educativas, laborales y de ocio.

b) Internamiento en régimen semiabierto.


2
Las personas sometidas a esta medida residirán en el centro, pero podrán realizar fuera
del mismo alguna o algunas de las actividades formativas, educativas, laborales y de ocio
establecidas en el programa individualizado de ejecución de la medida. La realización de
actividades fuera del centro quedará condicionada a la evolución de la persona y al
cumplimiento de los objetivos previstos en las mismas, pudiendo el Juez de Menores
suspenderlas por tiempo determinado, acordando que todas las actividades se lleven a cabo
dentro del centro.

c) Internamiento en régimen abierto.

Las personas sometidas a esta medida llevarán a cabo todas las actividades del
proyecto educativo en los servicios normalizados del entorno, residiendo en el centro como
domicilio habitual, con sujeción al programa y régimen interno del mismo.

d) Internamiento terapéutico en régimen cerrado, semiabierto o abierto.

En los centros de esta naturaleza se realizará una atención educativa especializada o


tratamiento específico dirigido a personas que padezcan anomalías o alteraciones psíquicas,
un estado de dependencia de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas o sustancias psicotrópicas, o
alteraciones en la percepción que determinen una alteración grave de la conciencia de la
realidad.

Esta medida podrá aplicarse sola o como complemento de otra medida prevista en este
artículo.

Cuando el interesado rechace un tratamiento de deshabituación, el Juez habrá de


aplicarle otra medida adecuada a sus circunstancias.

e) Tratamiento ambulatorio.

Las personas sometidas a esta medida habrán de asistir al centro designado con la
periodicidad requerida por los facultativos que las atiendan y seguir las pautas fijadas para el
adecuado tratamiento de la anomalía o alteración psíquica, adicción al consumo de bebidas

3
alcohólicas, drogas tóxicas o sustancias psicotrópicas, o alteraciones en la percepción que
padezcan.

Esta medida podrá aplicarse sola o como complemento de otra medida prevista en este
artículo.

Cuando el interesado rechace un tratamiento de deshabituación, el Juez habrá de


aplicarle otra medida adecuada a sus circunstancias.

2. Permanencia de Fin de Semana.

Se pueden ejecutar tanto en un establecimiento como en el domicilio del menor del


cual no podrán salir salvo para realizar tareas socio-educativas que el juez le haya
encomendado.

Su duración es de 36 horas si se realizan en fines de semana si se cumplen de viernes


tarde a domingo noche.

En la exposición de motivos la finalidad de esta medida es la evitación de actos de


vandalismo y agresiones leves durante los fines de semana.

g) Permanencia de fin de semana.

Apartado g) del Artículo 7, apartado primero, de la Ley Orgánica de Responsabilidad


Penal del Menor, de 12 de enero. “Las personas sometidas a esta medida permanecerán en
su domicilio o en un centro hasta un máximo de treinta y seis horas entre la tarde o noche
del viernes y la noche del domingo, a excepción, en su caso, del tiempo que deban dedicar a
las tareas socio-educativas asignadas por el Juez que deban llevarse a cabo fuera del lugar
de permanencia”.

B. MEDIDAS RESTRICTIVAS DE LIBERTAD

4
Fundamentalmente se concreta esta medida en la libertad vigilada, similar a la libertad
condicional en adultos, el menor sigue en su entorno y un delegado de libertad vigilada se
encarga de supervisar que el menor siga unas pautas.

Es decretada por el juez y se le pueden incluir al menor que cumpla una serie de
obligaciones como acudir a centros educativos, programas de inserción, prohibición de acudir
a determinados lugares, que resida en un lugar determinado.

h) Libertad vigilada.

En esta medida se ha de hacer un seguimiento de la actividad de la persona sometida a


la misma y de su asistencia a la escuela, al centro de formación profesional o al lugar de
trabajo, según los casos, procurando ayudar a aquélla a superar los factores que determinaron
la infracción cometida.

Asimismo, esta medida obliga, en su caso, a seguir las pautas socio-educativas que
señale la entidad pública o el profesional encargado de su seguimiento, de acuerdo con el
programa de intervención elaborado al efecto y aprobado por el Juez de Menores.

La persona sometida a la medida también queda obligada a mantener con dicho


profesional las entrevistas establecidas en el programa y a cumplir, en su caso, las reglas de
conducta impuestas por el Juez, que podrán ser alguna o algunas de las siguientes:

1.ª Obligación de asistir con regularidad al centro docente correspondiente, si el menor está
en edad de escolarización obligatoria, y acreditar ante el Juez dicha asistencia regular o
justificar en su caso las ausencias, cuantas veces fuere requerido para ello.

2.ª Obligación de someterse a programas de tipo formativo, cultural, educativo, profesional,


laboral, de educación sexual, de educación vial u otros similares.

3.ª Prohibición de acudir a determinados lugares, establecimientos o espectáculos.

4.ª Prohibición de ausentarse del lugar de residencia sin autorización judicial previa.
5.ª Obligación de residir en un lugar determinado.

5
6.ª Obligación de comparecer personalmente ante el Juzgado de Menores o profesional que se
designe, para informar de las actividades realizadas y justificarlas.

7.ª Cualesquiera otras obligaciones que el Juez, de oficio o a instancia del Ministerio Fiscal,
estime convenientes para la reinserción social del sentenciado, siempre que no atenten contra
su dignidad como persona.

Si alguna de estas obligaciones implicase la imposibilidad del menor de continuar


conviviendo con sus padres, tutores o guardadores, el Ministerio Fiscal deberá remitir
testimonio de los particulares a la entidad pública de protección del menor, y dicha entidad
deberá promover las medidas de protección adecuadas a las circunstancias de aquél,
conforme a lo dispuesto en la Ley Orgánica 1/1996.

C. MEDIDAS PRIVATIVAS DE OTROS DERECHOS.

Prestaciones en beneficio de la comunidad, deben ser voluntarias, no serán retribuidas,


consentimiento del menor, y deben ser actividades de interés social, comunitario o de
personas que se encuentren en situación de precariedad.

El contenido educativo de la medida estará ligado al contenido de los hechos que ha


cometido y por los cuales se le aplica la medida.

Privación del permiso de conducir o del derecho a obtenerlo, así como licencias
administrativas de caza o utilizar armas.

Esta medida esta prevista para los delitos cometidos con vehículo a motor y podrá ser
impuesta como pena principal o como pena accesoria.
Según la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, LO 5/2000 de 12 de
enero son las siguientes:

i) La prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima o con aquellos de sus


familiares u otras personas que determine el Juez.

6
Esta medida impedirá al menor acercarse a ellos, en cualquier lugar donde se
encuentren, así como a su domicilio, a su centro docente, a sus lugares de trabajo y a
cualquier otro que sea frecuentado por ellos.

La prohibición de comunicarse con la víctima, o con aquellos de sus familiares u otras


personas que determine el Juez o Tribunal, impedirá al menor establecer con ellas, por
cualquier medio de comunicación o medio informático o telemático, contacto escrito, verbal
o visual.

Si esta medida implicase la imposibilidad del menor de continuar viviendo con sus
padres, tutores o guardadores, el Ministerio Fiscal deberá remitir testimonio de los
particulares a la entidad pública de protección del menor, y dicha entidad deberá promover
las medidas de protección adecuadas a las circunstancias de aquél, conforme a lo dispuesto en
la Ley Orgánica 1/1996.

k) Prestaciones en beneficio de la comunidad.

La persona sometida a esta medida, que no podrá imponerse sin su consentimiento, ha


de realizar las actividades no retribuidas que se le indiquen, de interés social o en beneficio
de personas en situación de precariedad.

n) Privación del permiso de conducir ciclomotores y vehículos a motor, o del derecho a


obtenerlo, o de las licencias administrativas para caza o para uso de cualquier tipo de
armas.

Esta medida podrá imponerse como accesoria cuando el delito o falta se hubiere
cometido utilizando un ciclomotor o un vehículo a motor, o un arma, respectivamente.

ñ) Inhabilitación absoluta.

La medida de inhabilitación absoluta produce la privación definitiva de todos los


honores, empleos y cargos públicos sobre el que recayere, aunque sean electivos; así como la
incapacidad para obtener los mismos o cualesquiera otros honores, cargos o empleos
públicos, y la de ser elegido para cargo público, durante el tiempo de la medida.

7
D. LAS MEDIDAS EDUCATIVAS.

Se concretan en:

l. Asistencia a un Centro de Día.

Esta medida orientada a que el menor permanezca en su entorno, es decir reside en su


domicilio y durante el día realiza actividades de interés cultural, social, educativo, etc.

Las personas sometidas a esta medida residirán en su domicilio habitual y acudirán a


un centro, plenamente integrado en la comunidad, a realizar actividades de apoyo, educativas,
formativas, laborales o de ocio.

2. Convivencia con otra persona o familiar o grupo educativo:

La finalidad última es paliar las carencias del ambiente familiar, alejar al menor de un
entorno que es dañino para él, la duración de esta medida es determinada por el Juez.
La persona sometida a esta medida debe convivir, durante el período de tiempo
establecido por el Juez, con otra persona, con una familia distinta a la suya o con un grupo
educativo, adecuadamente seleccionados para orientar a aquélla en su proceso de
socialización.

3. Realización de tareas socio-educativas.

Similar a la asistencia a un centro de día, pero solo podrá hacer una tarea
socioeducativa.

Se usan los servicios de la comunidad, es más concreto que el centro de día.

La persona sometida a esta medida ha de realizar, sin internamiento ni libertad


vigilada, actividades específicas de contenido educativo encaminadas a facilitarle el
desarrollo de su competencia social.

8
4. La amonestación.

Es una reprimenda del juez al menor, que tome conciencia de sus actos.

Esta medida consiste en la reprensión de la persona llevada a cabo por el Juez de


Menores y dirigida a hacerle comprender la gravedad de los hechos cometidos y las
consecuencias que los mismos han tenido o podrían haber tenido, instándole a no volver a
cometer tales hechos en el futuro.

E. MEDIDAS ASISTENCIALES O TERAPEÚTICAS.

Se distinguen dos fundamentalmente:

l. Internamiento Terapéutico: el sujeto está en un centro privado de libertad. (ya citadas con
anterioridad)

2. El tratamiento ambulatorio; donde el menor se somete a un programa normalmente de


desintoxicación y acude a seguir el tratamiento o hasta pasar consultas.

Según la Ley 5/2000, de Responsabilidad Penal de los Menores, de 12 de enero,


establece los afectados por esta medida, que son aquellos supuestos recogidos por el artículo
20.1, 2, 3 del Código Penal de 1995 (problemas de alcohol drogas, alteración de la
percepción).

Pueden negarse y sustituirse por otra medida..

En la Exposición de motivos de la Ley encontramos la diferencia entre el


internamiento y el tratamiento deambulatorio, y esta está principalmente en que en el caso del
internamiento deberá concurrir un entorno familiar desestructurado o perjudicial.

En caso contrario es decir que los menores tengan un entorno familiar favorable se
optará por el tratamiento ambulatorio.

9
CRITERIOS DEL JUEZ PARA ESTABLECER LAS MEDIDAS.

En la Ley viene en el artículo 7, de Responsabilidad Penal de los Menores, que para


establecer la medida tendrá en cuenta los hechos y especialmente las circunstancias
personales y sociales, edad, personalidad y fundamentalmente le interés del menor.

Teniendo en cuenta que no se puede establecer una medida de mayor duración que las
penas de los adultos, debe existir una correlación entre el hecho y la medida impuesta.

Las medidas que pueden imponer los Jueces de Menores, ordenadas según la
restricción de derechos que suponen, son las citadas con anterioridad.

Respecto de las faltas solo se podrán castigar con amonestación, fin de semana,
prestaciones en beneficio de la comunidad, privación del permiso de conducir u otras
licencias.

La medida de internamiento en régimen cerrado, solo para los delitos con violencia e
intimidación o que se haya puesto en peligro la vida o integridad de las personas.

Según consta en la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, en su


artículo 7 vigente con las modificaciones introducidas por la 8/2006, se establece:

Para la elección de la medida o medidas adecuadas se deberá atender de modo


flexible, no sólo a la prueba y valoración jurídica de los hechos, sino especialmente a la edad,
las circunstancias familiares y sociales, la personalidad y el interés del menor, puestos de
manifiesto los dos últimos en los informes de los equipos técnicos y de las entidades públicas
de protección y reforma de menores cuando éstas hubieran tenido conocimiento del menor
por haber ejecutado una medida cautelar o definitiva con anterioridad, conforme a lo
dispuesto en el artículo 27 de la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores.

El Juez deberá motivar en la sentencia las razones por las que aplica una determinada
medida, así como el plazo de duración de la misma, a los efectos de la valoración del
mencionado interés del menor.

10
El Juez podrá imponer al menor una o varias medidas de las previstas en la Ley
Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, LO 5/2000, de 12 de enero; con
independencia de que se trate de uno o más hechos, sujetándose si procede a lo dispuesto en
el artículo 11 para el enjuiciamiento conjunto de varias infracciones; (redacción según la Ley
Orgánica 8/2006) pero, en ningún caso, se impondrá a un menor en una misma resolución
más de una medida de la misma clase, entendiendo por tal cada una de las que se enumeran
en el art. 7 de la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, de 12 de enero.

DURACIÓN DE LAS MEDIDAS.

Respecto de la duración de las medidas diremos que no pueden tener una duración
superior a 2 años, en prestaciones en beneficio de la comunidad de 100 horas y de las
permanencias de fin de semana no pueden ser superiores a 8 fines de semana. Art. 9.3 la
Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, LO 5/2000, de 12 de enero;

En el caso de superar los 16 años de prisión por el delito o delitos cometidos, y si


media violencia o intimidación, o grave peligro para la vida o integridad de las personas, la
duración máxima será de:

En la medida de internamiento de hasta 8 años. (art.10 .2 apartado b) de la Ley


Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, LO 5/2000, de 12 de enero;

Prestaciones en beneficio de la comunidad hasta 200 horas. (Art.10.1 b) de la Ley


Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, LO 5/2000, de 12 de enero;

La permanencia de fin de semana hasta 16. (Art.10.1 b) de la Ley Orgánica de


Responsabilidad Penal de los Menores, LO 5/2000, de 12 de enero;

Art. 9.3 la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, LO 5/2000, de 12 de


enero;
Por último para mayores de 16 años y casos de extrema gravedad, se podrá establecer
una medida de régimen cerrado de hasta 5 años y una medida de libertad vigilada de hasta 5

11
años. La excepcional gravedad se establece en delitos de terrorismo, homicidio, asesinato y
agresión sexual.

3. LA PRESCRIPCIÓN DE LAS MEDIDAS.

Recogida en el artículo 15 de la ley 5/2000, de 12 de enero, de Responsabilidad Penal


de los Menores, modificada por la LO 8/2006:

l. Las medidas de más de dos años prescriben a los 3 años.

2. Las restantes a los dos años excepto la amonestación, prestaciones en beneficio de la


comunidad y el arresto de permanencia en fin de semana que prescriben al año.

Art. 15.1. Los hechos delictivos cometidos por los menores prescriben:

1.º Con arreglo a las normas contenidas en el Código Penal, cuando se trate de los
hechos delictivos tipificados en los artículos 138, 139, 179, 180 y 571 a 580 del
Código Penal o cualquier otro sancionado en el Código Penal o en las leyes penales
especiales con pena de prisión igual o superior a quince años.

2.º A los cinco años, cuando se trate de un delito grave sancionado en el Código
Penal con pena superior a diez años.

3.º A los tres años, cuando se trate de cualquier otro delito grave.

4.º Al año, cuando se trate de un delito menos grave.

5.º A los tres meses, cuando se trate de una falta.

2. Las medidas que tengan una duración superior a los dos años prescribirán a
los tres años.

12
Las restantes medidas prescribirán a los dos años, excepto la amonestación, las
prestaciones en beneficio de la comunidad y la permanencia de fin de semana, que
prescribirán al año.»

4. SUPUESTOS DE INEJECUCIÓN.

El juez decidirá con carácter general que medida es la más adecuada y si deja esta sin
efecto.

La modificación de medidas viene establecido en la Ley Orgánica de Responsabilidad


Penal de los Menores, LO 5/2000 de 12 de enero; pudiendo adoptarse de oficio por le Juez o
a instancia del Ministerio Fiscal. Estas modificaciones pueden ser:

Dejar sin efecto la medida.


Reducir su duración.
Sustituida por otra.
Suspensión de la medida.

Condiciones:

No ser condenado durante el tiempo que dure la suspensión.


Asumir compromiso de reintegrarse en la sociedad y no delinquir.
El juez puede establecer la libertad vigilada, o la realización de una tarea
socioeducativa.

Existe a su vez la posibilidad la conciliación del menor con la víctima.

Debe haber arrepentimiento del menor y reparación de daño causado.

13
5. EL INTERNAMIENTO EN REGIMEN CERRADO.

La medida de internamiento es la más grave de las medidas que el juez puede adoptar.

Esta medida es ejecutada materialmente por la Comunidades Autónomas las cuales


proporcionaran centros de internamiento, así como profesionales para supervisar al menor y
realizaran la apertura expediente donde consten todos los datos relativos al menor, desde las
medidas aplicadas si son más de una, su situación personal, el tiempo de cumplimiento de la
medida etc.

Las medidas de internamiento deben de cumplirse en centros específicos, separados


de los centros penitenciarios, y a su vez también será distinto su régimen interno y
tratamiento (lo que sería el reglamento penitenciario de los adultos).

En los centros se da una serie de normas dirigidas a la normal convivencia dentro del
mismo, así como el seguir un tratamiento rehabilitado exitoso.

Por ejemplo se establecen unas relaciones con el exterior una serie de actividades
dirigidas a conseguir la rehabilitación, es decir podrán disfrutar de permisos ordinarios y
extraordinarios (como lo puede ser el fallecimiento de un familiar, etc.).

Dentro de los ordinarios encontraríamos las salidas programadas de 4 o 5 internos


acompañados de un educador con fines culturales y de ocio.

A su vez los menores ingresados en estos centros tienen una serie de deberes-
derechos, como lo son:

Derechos: (Artículo 56 Ley)

Como persona a que se respete su personalidad, libertad religiosa, a una adecuada


alimentación, a adecuadas prendas de vestir, al honor, la intimidad y la dignidad.
Como ciudadanos del Estado, tienen derechos civiles (como el derecho a la
propiedad), derechos sociales (derecho a la educación y a la cultura) y a su vez
también derechos Políticos, como el derecho a sufragio universal.

14
Derechos reconocidos como internos; estaría por ejemplo el derecho al tratamiento, a
participar en las actividades del centro, etc.

Artículo 56. Derechos de los menores internados.

Todos los menores internados tienen derecho a que se respete su propia personalidad,
su libertad ideológica y religiosa y los derechos e intereses legítimos no afectados por el
contenido de la condena, especialmente los inherentes a la minoría de edad civil cuando sea
el caso.

En consecuencia, se reconocen a los menores internados los siguientes derechos:

a) Derecho a que la entidad pública de la que depende el centro vele por su vida, su
integridad física y su salud, sin que puedan, en ningún caso, ser sometidos a tratos
degradantes o a malos tratos de palabra o de obra, ni ser objeto de un rigor arbitrario o
innecesario en la aplicación de las normas.

b) Derecho del menor de edad civil a recibir una educación y formación integral en
todos los ámbitos y a la protección específica que por su condición le dispensan las
leyes.

c) Derecho a que se preserve su dignidad y su intimidad, a ser designados por su


propio nombre y a que su condición de internados sea estrictamente reservada frente a
terceros.

d) Derecho al ejercicio de los derechos civiles, políticos, sociales, religiosos,


económicos y culturales que les correspondan, salvo cuando sean incompatibles con el
objeto de la detención o el cumplimiento de la condena.

e) Derecho a estar en el centro más cercano a su domicilio, de acuerdo a su régimen


de internamiento, y a no ser trasladados fuera de su Comunidad Autónoma excepto en
los casos y con los requisitos previstos en esta Ley y sus normas de desarrollo.

15
f) Derecho a la asistencia sanitaria gratuita, a recibir la enseñanza básica obligatoria
que corresponda a su edad, cualquiera que sea su situación en el centro, y a recibir una
formación educativa o profesional adecuada a sus circunstancias.

g) Derecho de los sentenciados a un programa de tratamiento individualizado y de


todos los internados a participar en las actividades del centro.

h) Derecho a comunicarse libremente con sus padres, representantes legales,


familiares u otras personas, y a disfrutar de salidas y permisos, con arreglo a lo
dispuesto en esta Ley y sus normas de desarrollo.

i) Derecho a comunicarse reservadamente con sus letrados, con el Juez de Menores


competente, con el Ministerio Fiscal y con los servicios de Inspección de centros de
internamiento.

j) Derecho a una formación laboral adecuada, a un trabajo remunerado, dentro de las


disponibilidades de la entidad pública, y a las prestaciones sociales que pudieran
corresponderles, cuando alcancen la edad legalmente establecida.

k) Derecho a formular peticiones y quejas a la Dirección del centro, a la entidad


pública, a las autoridades judiciales, al Ministerio Fiscal, al Defensor del Pueblo o
institución análoga de su Comunidad Autónoma y a presentar todos los recursos
legales que prevé esta Ley ante el Juez de Menores competente, en defensa de sus
derechos e intereses legítimos.

l) Derecho a recibir información personal y actualizada de sus derechos y


obligaciones, de su situación personal y judicial, de las normas de funcionamiento
interno de los centros que los acojan, así como de los procedimientos concretos para
hacer efectivos tales derechos, en especial para formular peticiones, quejas o recursos.

m) Derecho a que sus representantes legales sean informados sobre su situación y


evolución y sobre los derechos que a ellos les corresponden, con los únicos límites
previstos en esta Ley.

n) Derecho de las menores internadas a tener en su compañía a sus hijos menores de


tres años, en las condiciones y con los requisitos que se establezcan
reglamentariamente.

16
Deberes (Artículo 57):

Diversidad de ellos desde la obligación de permanecer en el centro, obligación de


recibir enseñanza, de respetar y de cumplir las normas, a los trabajadores, colaborar en las
actividades del centro, llevar unos hábitos de higiene, etc.

Para ello se establecen unas sanciones, así como inspecciones periódicas.

La ley nos habla de sanciones pero no tipifica las infracciones, todo ello en su artículo
60.

De entre las sanciones más graves encontramos la separación del grupo, (especie de
primer grado de los establecimientos de prisiones), la privación de salidas los fines de
semana, de salidas recreativas, etc.

Artículo 57. Deberes de los menores internados.

Los menores internados estarán obligados a:

a) Permanecer en el centro a disposición de la autoridad judicial competente hasta el


momento de su puesta en libertad, sin perjuicio de las salidas y actividades
autorizadas que puedan realizar en el exterior.

b) Recibir la enseñanza básica obligatoria que legalmente les corresponda.

c) Respetar y cumplir las normas de funcionamiento interno del centro y las


directrices o instrucciones que reciban del personal de aquél en el ejercicio legítimo
de sus funciones.

d) Colaborar en la consecución de una actividad ordenada en el interior del centro y


mantener una actitud de respeto y consideración hacia todos, dentro y fuera del centro,
en especial hacia las autoridades, los trabajadores del centro y los demás menores
internados.

17
e) Utilizar adecuadamente las instalaciones del centro y los medios materiales que se
pongan a su disposición.

f) Observar las normas higiénicas y sanitarias, y sobre vestuario y aseo personal


establecidas en el centro.

g) Realizar las prestaciones personales obligatorias previstas en las normas de


funcionamiento interno del centro para mantener el buen orden y la limpieza del
mismo.

h) Participar en las actividades formativas, educativas y laborales establecidas en


función de su situación personal a fin de preparar su vida en libertad.

6. PRINCIPIO ACUSATORIO.

En la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, es su artículo 8, se


regula el Principio acusatorio.

El Juez de Menores no podrá imponer una medida que suponga una mayor restricción
de derechos ni por un tiempo superior a la medida solicitada por el Ministerio Fiscal o por el
acusador particular. ( Párrafo modificado por la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de
noviembre )

Tampoco podrá exceder la duración de las medidas privativas de libertad


contempladas en el artículo 7.1.a), b), c), d) y g), en ningún caso, del tiempo que hubiera
durado la pena privativa de libertad que se le hubiere impuesto por el mismo hecho, si el
sujeto, de haber sido mayor de edad, hubiera sido declarado responsable, de acuerdo con el
Código Penal.

18
7. RÉGIMEN GENERAL DE APLICACIÓN Y DURACIÓN DE LAS MEDIDAS.
(REDACCIÓN SEGÚN LO 8/2006), ART 9 DE LA LEY.

No obstante lo establecido en los apartados 3 y 4 del artículo 7, la aplicación de las


medidas se atendrá a las siguientes reglas:

Cuando los hechos cometidos sean calificados de falta, sólo se podrán imponer las
medidas de libertad vigilada hasta un máximo de seis meses, amonestación, permanencia de
fin de semana hasta un máximo de cuatro fines de semana, prestaciones en beneficio de la
comunidad hasta cincuenta horas, privación del permiso de conducir o de otras licencias
administrativas hasta un año, la prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima o
con aquellos de sus familiares u otras personas que determine el Juez hasta seis meses, y la
realización de tareas socio-educativas hasta seis meses.

La medida de internamiento en régimen cerrado sólo podrá ser aplicable cuando:

a) Los hechos estén tipificados como delito grave por el Código Penal o las leyes
penales especiales.

b) Tratándose de hechos tipificados como delito menos grave, en su ejecución se haya


empleado violencia o intimidación en las personas o se haya generado grave riesgo
para la vida o la integridad física de las mismas.

c) Los hechos tipificados como delito se cometan en grupo o el menor perteneciere o


actuare al servicio de una banda, organización o asociación, incluso de carácter
transitorio, que se dedicare a la realización de tales actividades.

3. La duración de las medidas no podrá exceder de dos años, computándose, en su caso, a


estos efectos el tiempo ya cumplido por el menor en medida cautelar, conforme a lo dispuesto
en el artículo 28.5 de la presente Ley.

La medida de prestaciones en beneficio de la comunidad no podrá superar las cien


horas. La medida de permanencia de fin de semana no podrá superar los ocho fines de
semana.

19
4. Las acciones u omisiones imprudentes no podrán ser sancionadas con medidas de
internamiento en régimen cerrado.

5. Cuando en la postulación del Ministerio Fiscal o en la resolución dictada en el


procedimiento se aprecien algunas de las circunstancias a las que se refiere el artículo 5.2 de
esta Ley, sólo podrán aplicarse las medidas terapéuticas descritas en el artículo 7.1, letras d) y
e) de la misma.»

8. REGLAS ESPECIALES DE APLICACIÓN Y DURACIÓN DE LAS MEDIDAS.


(REDACCIÓN SEGÚN LO 8/2006)

Cuando se trate de los hechos previstos en el apartado 2 del artículo 9 de la Ley


Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, el Juez, oído el Ministerio Fiscal, las
partes personadas y el equipo técnico, actuará conforme a las reglas siguientes:

a) si al tiempo de cometer los hechos el menor tuviere catorce o quince años de


edad, la medida podrá alcanzar tres años de duración. Si se trata de prestaciones en
beneficio de la comunidad, dicho máximo será de ciento cincuenta horas, y de doce fines de
semana si la medida impuesta fuere la de permanencia de fin de semana.

b) si al tiempo de cometer los hechos el menor tuviere dieciséis o diecisiete años


de edad, la duración máxima de la medida será de seis años; o, en sus respectivos casos,
de doscientas horas de prestaciones en beneficio de la comunidad o permanencia de dieciséis
fines de semana.

En este supuesto, cuando el hecho revista extrema gravedad, el Juez deberá


imponer una medida de internamiento en régimen cerrado de uno a seis años,
complementada sucesivamente con otra medida de libertad vigilada con asistencia educativa
hasta un máximo de cinco años. Sólo podrá hacerse uso de lo dispuesto en los artículos 13 y
51.1 de la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, una vez transcurrido el
primer año de cumplimiento efectivo de la medida de internamiento.

20
A los efectos previstos en el párrafo anterior, se entenderán siempre supuestos de
extrema gravedad aquellos en los que se apreciara reincidencia.

Cuando el hecho sea constitutivo de alguno de los delitos tipificados en los artículos
138, 139, 179, 180 y 571 a 580 del Código Penal, o de cualquier otro delito que tenga
señalada en dicho Código o en las leyes penales especiales pena de prisión igual o superior a
quince años, el Juez deberá imponer las medidas siguientes:

a) si al tiempo de cometer los hechos el menor tuviere catorce o quince años de edad,
una medida de internamiento en régimen cerrado de uno a cinco años de duración,
complementada en su caso por otra medida de libertad vigilada de hasta tres años.

b) si al tiempo de cometer los hechos el menor tuviere dieciséis o diecisiete años de


edad, una medida de internamiento en régimen cerrado de uno a ocho años de duración,
complementada en su caso por otra de libertad vigilada con asistencia educativa de hasta
cinco años.

En este supuesto sólo podrá hacerse uso de las facultades de modificación, suspensión
o sustitución de la medida impuesta a las que se refieren los artículos 13, 40 y 51.1 de la Ley
Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor, LO 5/2000 de 12 de enero, cuando haya
transcurrido al menos, la mitad de la duración de la medida de internamiento impuesta.

3. En el caso de que el delito cometido sea alguno de los comprendidos en los


artículos 571 a 580 del Código Penal, el Juez, sin perjuicio de las demás medidas que
correspondan con arreglo a esta Ley, también impondrá al menor una medida de
inhabilitación absoluta por un tiempo superior entre cuatro y quince años al de la duración de
la medida de internamiento en régimen cerrado impuesta, atendiendo proporcionalmente a la
gravedad del delito, el número de los cometidos y a las circunstancias que concurran en el
menor.

4. Las medidas de libertad vigilada previstas en este artículo deberán ser ratificadas
mediante auto motivado, previa audiencia del Ministerio Fiscal, del letrado del menor y del
representante de la entidad pública de protección o reforma de menores al finalizar el
internamiento, y se llevará a cabo por las instituciones públicas encargadas del cumplimiento
de las penas.

21
9. DOLO E IMPRUDENCIA.

Constatada la ausencia de cualquiera de las causas de inimputabilidad, y afirmada, por


tanto, la capacidad de culpabilidad, si quiera sea especial del menor, procede pasar al
segundo momento del juicio de culpabilidad, el relativo a las formas de culpabilidad.

El hecho injusto atribuido al menor puede serle reprochado a título de dolo o a título
de imprudencia.

El dolo es la forma más grave de culpabilidad y supone que el sujeto responsable de la


acción ha querido, directa o eventualmente, el resultado antijurídico.

En la imprudencia, por el contrario, el sujeto no quiere la realización del resultado


antijurídico, pese a ello, éste le es atribuible al haber infringido el deber de cuidado que le era
personalmente exigible.

El sujeto autor del hecho imprudente, debía y podía haber previsto y evitado el
resultado.

Si bien en la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, parte de la


flexibilidad como principio determinante en la elección de la medida más adecuada, sin
embargo, tan amplio arbitrio judicial se matiza al aportarse una serie de criterios adicionales
que viene a introducir por la vía indirecta del art. 9 un cierto reflejo del principio de
proporcionalidad.

De este modo, aunque sigue siendo característica del Derecho Penal juvenil la
inexistencia de una exacta correspondencia entre el hecho y la sanción, se establecen una
serie de correctivos.

La medida de internamiento en régimen cerrado sólo podrá ser aplicable cuando:

22
a) Los hechos estén tipificados como delito grave por el Código Penal o las leyes
penales especiales.

b) Tratándose de hechos tipificados como delito menos grave, en su ejecución se haya


empleado violencia o intimidación en las personas o se haya generado grave riesgo
para la vida o la integridad física de las mismas.

c) Los hechos tipificados como delito se cometan en grupo o el menor perteneciere o


actuare al servicio de una banda, organización o asociación, incluso de carácter
transitorio, que se dedicare a la realización de tales actividades.

Así pues ante la comisión de una infracción penal por parte de un menor hay que
averiguar si tal hecho ha sido cometido dolosa o imprudentemente, puesto que las
consecuencias van a ser diferentes.

Con relación al comportamiento doloso, cabrá constatar la presencia de los elementos


que tradicionalmente la doctrina ha asignado a esta forma de culpabilidad: el elemento
intelectual y el elemento volitivo.

En cuanto al elemento intelectual, éste a su vez remite a la necesidad de que el menor


haya proyectado su conocimiento en dos direcciones, en primer lugar, nos hemos de
encontrar ante un conocimiento actual de todos los elementos del hecho típico: conducta,
sujetos, elementos subjetivos, elementos normativos, relación de causalidad, resultado, etc.

En segundo lugar, el sujeto ha de conocer que su hacer está prohibido, el


conocimiento en este caso ha de ser igualmente actual y el exigible a un profano en derecho,
no a un jurista.

Además, de conocer, el sujeto ha de querer la realización del injusto típico, dado que
dicho querer admite grados nos podemos encontrar con distintas modalidades de dolo en
función de dicho momento volitivo: dolo directo de primer o segundo grado y dolo eventual.

El dolo puede verse excluido por la presencia de un error.

23
En el ámbito penal se distinguen dos modalidades de error, el error sobre el tipo y el
error sobre la prohibición.

La doctrina ha señalado que las peculiares características de la culpabilidad del


menor, condicionada como ya hemos visto supra por el grado de madurez conducirán a una
mayor facilidad a la hora de apreciar situaciones de error de uno u otro tipo.

Con respecto al error de tipo ha señalado Cuello que el desconocimiento y la


inexperiencia de la juventud es fuente de estos errores.

Con respecto al error de prohibición disculpante, cabe que por razones relacionadas
con la madurez, no haya podido evitar el error sufrido (lo que sí hubiera sido posible y
exigible en el caso del adulto)…, hay que tener en cuenta que, en el impulso juvenil para ver
las posibles dificultades a la hora de medir la necesidad de la defensa en la legítima defensa,
la ponderación de bienes en el estado de necesidad o el miedo en el exceso en la legítima
defensa.

Con respecto a la imprudencia, como se ha señalado anteriormente, en ésta se atribuye


al sujeto el resultado antijurídico por haber infringido el deber de cuidado que le era
personalmente exigible.

Los elementos de la imprudencia son la previsibilidad: el sujeto tenía la capacidad


para prever el resultado, tuvo la posibilidad de representarse de forma anticipada la eventual
concurrencia del futuro resultado; y la evitabilidad, para que exista imprudencia no basta con
que el sujeto haya previsto el resultado, sino que es preciso que haya podido y debido
evitarlo.
No en vano la infracción del deber de cuidado personalmente exigible al autor
constituye el momento esencial sobre el que se articula sobre los delitos imprudentes el
reproche.

Habrá que estar pues a las capacidades y potencialidades del individuo concreto para
determinar si ha infringido dicho deber de cuidado y si, por tanto, se le puede imputar el
resultado a título de imprudencia. Así pues cabrá tener en cuenta las especiales características
del menor a fin de determinar si el deber de cuidado le era personalmente exigible.

24
DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN

MÓDULO 3

EL PROCESO PENAL DEL MENOR

1. LAS COMPETENCIAS.

2. FASES DEL PROCEDIMIENTO:

A. INSTRUCCIÓN.

B. FASE INTERMEDIA.

C. AUDIENCIA.

3. RECURSOS.

4. RESPONSABILIDAD CIVIL.

A. EXTENSIÓN DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL.

B. RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ASEGURADOS.

5. LA ACUSACIÓN PARTICULAR.

EL PRINCIPIO ACUSATORIO.

6. LEY DE PROTECCIÓN JURÍDICA DEL MENOR 1/96

A. PRINCIPIOS.

B. DERECHOS DEL MENOR.

C. MECANISMOS DE PROTECCIÓN.

ANEXO: MODELOS DE ACTA DE SITUACIÓN DE RIESGO Y/O DESAMPARO.


1. COMPETENCIAS.

Cuando en el ámbito procesal se hace referencia a la competencia nos referimos a los


criterios para determinar el órgano jurisdiccional encargado de conocer de un determinado
asunto.

Para llegar a concretar qué órgano es el definitivamente competente en un asunto se


manejan tres criterios, el objetivo (distribuye los asuntos por razón de la materia), el
funcional (en función del cual se fija el órgano que ha de conocer en cada acto o fase
procesal) y el territorial (distribuye los asuntos entre los distintos órganos del mismo tipo, por
razones espaciales) Juez de menores de Castellón o de Valencia.

Desde el criterio de la competencia objetiva, la ley del menor establece la


competencia de los jueces de menores para conocer de los delitos o faltas cometidos por los
mayores de catorce y menores de dieciocho. Al respecto el art. 2 de la ley establece en sus ap.
1 y 2: 1. Los Jueces de Menores serán competentes para conocer de los hechos cometidos por
las personas mencionadas en el artículo 1 de esta Ley, así como para hacer ejecutar sus
sentencias, sin perjuicio de las facultades atribuidas por esta Ley a las Comunidades
Autónomas respecto a la protección y reforma de menores.

2. Los Jueces de Menores serán asimismo competentes para resolver sobre las
responsabilidades civiles derivadas de los hechos cometidos por las personas a las que resulta
aplicable la presente Ley.

Desde un punto de vista funcional: en primera instancia conocen los jueces de


menores (art. 2.1), en segunda instancia las Audiencias Provinciales. En los supuestos de
casación para unificación de doctrina la Sala segunda del Tribunal Supremo.

Según la disposición adicional cuarta las competencias en materia de delitos de


terrorismo se atribuyen al Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional, cuyos autos
y sentencias podrán ser objeto de recurso de apelación ante la Sala correspondiente de la
propia Audiencia.

2
Desde un punto de vista territorial: hay que estar a lo dispuesto en el ap. 3 del art. 2, a
saber: La competencia corresponde al Juez de Menores del lugar donde se haya cometido el
hecho delictivo, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 20.3 de esta Ley.

Por su parte en el art. 20. 3 se dispone: En los casos en los que los delitos atribuidos
al menor expedientado hubieran sido cometidos en diferentes territorios, la determinación del
órgano judicial competente para el enjuiciamiento de todos ellos en unidad de expediente, así
como de las entidades públicas competentes para la ejecución de las medidas que se apliquen,
se hará teniendo en cuenta el lugar del domicilio del menor y, subsidiariamente, los criterios
expresados en el artículo 18 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Es decir que si el menor ha cometido delitos en varios territorios el órgano judicial


competente será el correspondiente a su domicilio, ¿cómo determinamos el lugar de
domicilio del menor?, habrá que estar a lo dispuesto al respecto en el C.c., en cuyo art. 40 se
establece: que es el lugar de su residencia habitual y en su caso el que determine la LEC, esta
ley en su art. 64 establece que con respecto a los hijos sometidos a potestad es el de sus
padres y el de los menores sometidos a tutela el de sus guardadores.

Si por alguna razón( no tiene domicilio conocido) no nos podemos acoger a tal criterio
habrá que estar a lo dispuesto en el art. 18 de la Lecrim

El art. 18 de la Lecrim señala que son jueces competentes para conocer de las causas
por delitos conexos:

1. El del territorio en que se haya cometido el delito señalado con pena mayor.

2. Si tienen señalada la misma pena, el primero que comenzó la causa.

El de la Audiencia de lo criminal o el Tribunal Supremo cuando las causas


comenzaron al mismo tiempo o no conste quien comenzó primero.

Se fija con estas normas la competencia judicial pero no se dice nada respecto al fiscal
que va a ser competente para la instrucción, pero todo apunta que será el fiscal que
corresponda según el juez competente.

3
2. FASES DEL PROCEDIMIENTO.

Las fases del procedimiento son tres; instrucción, intermedia y audiencia.

A. INSTRUCCIÓN.

Actos de iniciación: El proceso puede iniciarse por distintas vías, en primer lugar cabe
la iniciación de oficio, la ley en el art. 16 relativo a la iniciación del expediente no la
menciona expresamente pero dada la aplicación supletoria de la Lecrim, especialmente en lo
referente al procedimiento abreviado, habrá que estar a lo dispuesto en el art. 785 bis de la
misma el cual dispone que, cuando el Ministerio Fiscal tenga noticia directa o por denuncia o
atestado de un hecho delictivo, practicará por sí mismo u ordenará a la policía la práctica de
las diligencias pertinentes para la comprobación del hecho y la responsabilidad de los
participes.

Si considera que no hay indicios de delito archivará las actuaciones comunicándoselo


a quien hubiera alegado ser perjudicado para que pueda reiterar su denuncia ante el juez de
instrucción.

Si, por el contrario, considera que sí hay indicios de delito instará al Juez para que
practique las correspondientes diligencias previas poniendo a su disposición al detenido, si lo
hubiere y los efectos del delito. Podrá hacer comparecer ante sí cualquier persona en los
términos establecidos en la ley para la citación judicial observando las mismas garantías que
en la ley se señalan para la declaración judicial.

Denuncia: La ley en el art. 16 hace expresa alusión a la forma de iniciación por


denuncia, pero no se regula, por lo que nuevamente tendremos que recurrir al régimen
supletorio de la Lecrim. Podemos definirla como aquélla declaración de conocimiento por la
que se puede o debe comunicar a las autoridades judiciales, miembros del Ministerio Fiscal o
policía la comisión de unos hechos que podrían ser constitutivos de delito o falta. La

4
denuncia es un deber, de no denunciarse la Lecrim prevé sanciones hay excepciones por
parentesco, por secreto profesional, etc.

Se presenta ante el Juez, Ministerio Fiscal o Policía, en principio no hay requisitos


especiales de capacidad, cualquiera puede denunciar. En cuanto a la forma que ha de revestir,
tampoco se prevén formalidades específicas, puede ser escrita u oral. Si es escrita lo normal
es que se acompañe una relación de los hechos y de las personas que pudieran ser
responsables, declaración que vendrá firmada por el denunciante; si se realiza oralmente el
receptor habrá de levantar acta y la misma será firmada por ambos.

Una modalidad especial de denuncia es el atestado policial, cuando la policía ha


adquirido conocimiento de hechos delictivos directamente o por denuncia ante ellos ha de
comunicarlo inmediatamente ante el juez o al fiscal, aunque han de continuar con las
diligencias investigadoras cesando en cuanto el fiscal se haga cargo de las mismas, sin
perjuicio de que realicen las actuaciones que aquel les ordene.

En cuanto a la forma que ha de revestir el atestado, si es por escrito, se ha de hacer


constar todos los datos y circunstancias observados, tanto inculpatorios como exculpatorios.
Se firmará o sellará por quien lo extienda, pudiendo hacerlo quienes intervinieran en las
diligencias relacionadas con él (peritos, testigos...).

El valor del atestado es, en principio el de una simple denuncia, sin embargo en el
procedimiento abreviado (supletorio en el procedimiento contra menores) puede ser
suficiente para formular acusación sobre su base. Puede atribuírsele valor de prueba
preconstituida (ej. Comprobación del nivel de alcoholemia) cumpliendo las formalidades y
garantías legales y constitucionales.

Querella: La redacción original de la LORRPM no admitía la iniciación por querella


al no permitirse el ejercicio de acciones por particulares (art. 25 de la LORRPM...no cabe, en
ningún caso, el ejercicio de acciones por particulares).Sin embargo, el citado art. 25 ha sido
modificado recientemente mediante la L.O. 15/2003, de 25 de noviembre; de acuerdo con la
nueva redacción del precepto se admite la personación como acusación particular, de las
personas directamente ofendidas por el delito, sus padres, sus herederos o sus representantes
legales si fueran menores de edad o incapaces, con las facultades y derechos que derivan de
ser parte en el procedimiento.

Además el particular puede interponer acción para exigir responsabilidades civiles


(art. 61.1) pero tal acción no se instrumentaliza por medio de querella reservada para la

5
acción penal y civil derivada de delito sino, mediante un escrito de personación del
perjudicado.

Como sabemos es característica particular del proceso que se sigue contra los menores
infractores que la instrucción está reservada al Ministerio Fiscal. Conocida por éste la
existencia de un delito cuya comisión se atribuye a un menor puede llevar a cabo las
siguientes actuaciones referidas en el art. 16 de la LORRPM:

En primer lugar, admitir o no a trámite la denuncia, si no la admite porque los hechos


no son indiciariamente constitutivos de delito, ha de comunicarle al perjudicado que no va a
poder reproducir su denuncia al juez o ante otra instancia, únicamente le cabrá el recurso a la
acción civil, así pues la inadmisión será firme no podrá recurrirse al superior jerárquico del
fiscal ni al Tribunal Constitucional en amparo pues no se viola derecho fundamental, al no
tener el perjudicado derecho a la acción penal sino sólo a la civil. Si la admite: custodiará las
piezas, documentos o efectos y practicará las diligencias tendentes a la comprobación del
hecho y la responsabilidad del menor pudiendo resolver el archivo cuando los hechos no
constituyan delito o no tengan autor conocido. Tanto de la resolución de inadmisión como de
admisión ha de ponerla en conocimiento de los que formularon la denuncia

Tras estas primeras actuaciones el fiscal dará cuenta al juez de menores el cual:

Iniciará las diligencias de trámite

Abrirá la pieza separada de responsabilidad civil (art. 64).

Desistimiento

Manifestación del principio de oportunidad, al fiscal se le conceden amplias


posibilidades de no iniciar el expediente. Los motivos por los que el fiscal puede desistir de la
tramitación del expediente recogidas en la LORRPM son las siguientes:

Desistimiento por corrección en el ámbito educativo y familiar (Art. 18 de la


LORRPM)

Condiciones:

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a. Que se trate de delitos menos graves sin violencia o intimidación, o faltas.

b. Que no haya antecedentes

c. Se trasladará a la Entidad pública de protección de menores a efectos de


protección (art. 3), se sigue el mismo régimen que en el caso de menores de catorce
años autores de hechos delictivos.

Sobreseimiento por conciliación o reparación (Art. 19)

Condiciones:

a. Delitos menos graves o faltas.

b. Falta de violencia o intimidación graves.

c. Conciliación del menor con su víctima.

d. Compromiso de reparar

e. Cumplir la actividad educativa

Instrucción propiamente dicha

Adopción de medidas cautelares.

Concepto: La medidas cautelares son aquellas decisiones que afectan a los derechos de
terceros involucrados en un proceso con la finalidad de asegurar el enjuiciamiento y la
ejecución de la sentencia. Tienen en definitiva una función de aseguramiento, con base en la
citada función se les pueden imputar las siguientes características:

Instrumentalidad: se justifican sólo con relación a otro proceso, llamado principal, del
que tienden a garantizar su resultado.

Provisionalidad: la medida cautelar no puede convertirse en definitiva, desaparece


cuando deja de ser necesaria en el proceso principal.

7
Temporalidad: la medida cautelar es limitada, se extingue cuando desaparecen las
causas que la motivaron, cuando afecta a derechos fundamentales tiene una duración
máxima delimitada legalmente, aun cuando subsistieran las razones de su
mantenimiento.

Variabilidad: puede ser modificada, e incluso alzada cuando se altera la situación que
dio lugar a su adopción.

Art. 28.1 de la L.O.R.P.M.

El Ministerio Fiscal, de oficio o a instancia de quien haya ejercitado la acción penal,


cuando existan indicios racionales de la comisión de un delito y el riesgo de eludir u obstruir
la acción de la justicia por parte del menor o de atentar contra los bienes jurídicos de la
víctima, podrá solicitar del Juez de Menores, en cualquier momento, la adopción de medidas
cautelares para la custodia y defensa del menor expedientado o para la debida protección de
la víctima.

Dichas medidas podrán consistir en internamiento en centro en el régimen adecuado,


libertad vigilada, prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima o con aquellos de
sus familiares u otras personas que determine el Juez, o convivencia con otra persona, familia
o grupo educativo.

El Juez, oído el letrado del menor, así como el equipo técnico y la representación de la
entidad pública de protección o reforma de menores, que informarán especialmente sobre la
naturaleza de la medida cautelar, resolverá sobre lo propuesto tomando en especial
consideración el interés del menor. La medida cautelar adoptada podrá mantenerse hasta que
recaiga sentencia firme.

El tiempo máximo de la medida cautelar de internamiento será de seis meses, y podrá


prorrogarse, a instancia del Ministerio Fiscal, previa audiencia del letrado del menor y
mediante auto motivado, por otros tres meses como máximo.

El tiempo de cumplimiento de las medidas cautelares se abonará en su integridad para


el cumplimiento de las medidas que se puedan imponer en la misma causa o, en su defecto,
en otras causas que hayan tenido por objeto hechos anteriores a la adopción de aquéllas. El
Juez, a propuesta del Ministerio Fiscal y oídos el letrado del menor y el equipo técnico que

8
informó la medida cautelar, ordenará que se tenga por ejecutada la medida impuesta en
aquella parte que estime razonablemente compensada por la medida cautelar.

Incoación del expediente

Se incoará un procedimiento por cada hecho delictivo, salvo cuando se trate de delitos
conexos.

La definición legal de delito conexo la encontramos en el art. 17 de la Lecrim en el


que se establece que son delitos conexos:

1. Los cometidos simultáneamente por dos o más personas, siempre que éstas vengan
sujetas a diversos jueces o puedan estarlo por la índole del delito.

2. Los cometidos por dos o más personas en distintos lugares si hubiera habido
concierto para ello.

3. Los cometidos como medio para perpetrar otros o facilitar su ejecución.

4. Los cometidos para procurar la impunidad de otros.

5. Los diversos delitos que se imputen a una persona…si tuvieren analogía o relación
entre ellos y no hubiesen sido hasta entonces sentenciados.

La Fiscalía se abrirá un expediente personal en el que se archivarán todos los


procedimientos abiertos al menor y se compondrán de los testimonios derivados de cada uno
de los expedientes de reforma en los que haya intervenido el menor y servirán a modo de
historia del menor, ésta solo tendrá efectos de acumulación de testimonios, de evaluación de
sus circunstancias personales pero no podrá ser alegada para integrar los antecedentes penales
que sólo se acreditarán mediante la certificación del registro de sentencias.

Una vez abierto en la Fiscalía el expediente será notificado al menor salvo que, como
dispone el art. 24, sea declarado el secreto del mismo.

El Juez de Menores, a solicitud del Ministerio Fiscal, del menor o de su familia, o de


quien ejercite la acción penal, podrá decretar mediante auto motivado el secreto del

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expediente, en su totalidad o parcialmente, durante toda la instrucción o durante un período
limitado de ésta.

No obstante, el letrado del menor y quien ejercite la acción penal deberán, en todo
caso, conocer en su integridad el expediente al evacuar el trámite de alegaciones. Este
incidente se tramitará por el Juzgado en pieza separada.

Derechos del menor

Desde el mismo momento de la incoación del expediente, el menor tendrá derecho a:

1. Ser informado por el Juez, el Ministerio Fiscal, o agente de policía de los derechos que le
asisten.

2. Designar abogado que le defienda, o a que le sea designado de oficio y a entrevistarse


reservadamente con él, incluso antes de prestar declaración.

3. Intervenir en las diligencias que se practiquen durante la investigación preliminar y en el


proceso judicial, y a proponer y solicitar, respectivamente, la práctica de diligencias

4. Ser oído por el Juez o Tribunal antes de adoptar cualquier resolución que le concierna
personalmente.

5. La asistencia afectiva y psicológica en cualquier estado y grado del procedimiento, con la


presencia de los padres o de otra persona que indique el menor, sí el Juez de Menores
autoriza su presencia.

6. La asistencia de los servicios del equipo técnico adscrito al Juzgado de Menores.

Diligencias de investigación

Como dispone la ley en su artículo 23 la instrucción del fiscal tendrá un doble objeto,
en primer lugar se valorará la participación del menor en los hechos que se le imputan y, en
segundo lugar , se propondrá la medida que en su caso se considere más oportuna.

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El fiscal deberá dar vista al letrado del menor del expediente en un plazo no superior a
veinticuatro horas y tantas veces éste lo solicite.

El fiscal no podrá practicar diligencias restrictivas de derechos fundamentales sin


autorización judicial.

En la práctica de la instrucción del fiscal se realizarán diligencias similares a las del


proceso penal de adultos

Inspecciones oculares

Determinación del cuerpo del delito

Identidad del menor y sus circunstancias (reconocimientos en rueda y fotográficos)

Exploraciones de los menores

Declaración de los jóvenes

Declaración de los testigos

Careo de testigos y expedientados

Informes periciales.

Entrada y registro en lugar cerrado, de libros, papeles, apertura de correspondencia


escrita y telegráfica.

Intervención de comunicaciones.

Participación del perjudicado

La L.O. 15/2003, de 25 de noviembre ha dado una nueva redacción al art. 25 dando


entrada en la legislación penal del menor a la figura del acusador particular, que más adelante
veremos.

Participación del menor representado por su letrado (art. 26)

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El abogado del menor podrá proponer cuantas diligencias considere necesarias al
fiscal quien, como director de la instrucción las admitirá o no a trámite, de no admitirlas
(admisión o no admisión que se hará mediante resolución motivada que comunicará al
letrado, dando asimismo conocimiento al juez), podrán ser reproducidas ante el juzgado de
menores.

Excepción: el fiscal está obligado a recibir en cualquier momento la declaración del


menor salvo que ya hubiese concluido la instrucción y el expediente haya sido elevado al
juzgado de menores.

Si las diligencias propuestas por el letrado afectan a derechos fundamentales deberá


solicitar su práctica al juzgado de menores.

Informe del equipo técnico (art. 27)

Durante la instrucción el fiscal requerirá del equipo técnico (que a estos efectos
dependerá funcionalmente de él, dependa de quien dependa orgánicamente)(el informe podrá
ser elaborado o complementado por la entidades públicas o privadas que trabajen en el
ámbito de la educación de los menores y conozcan de la situación del menor expedientado)
para que emita un informe técnico, o actualicen los ya existentes en un plazo máximo de diez
días y, en caso de gran complejidad de hasta un mes sobre:

Situación psicológica,

Educativa

Familiar del menor

Entorno social.

Estamos ante una especie de prueba pericial que va ha influir decisivamente en las
decisiones posteriores tanto del fiscal como del juez de menores.

Una vez elaborado el informe y entregado al fiscal éste lo tiene que remitir
inmediatamente al juez, dando asimismo copia al letrado del menor.

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Decisiones del equipo técnico en este momento procesal:

Intervención socio-educativa, no se indica el contenido pero puede guardar cierta


similitud con la medida de realización de tareas socio-educativas consistente en:
actividades específicas de contenido educativo encaminadas a facilitarle el desarrollo
de su competencia social.

Realización una actividad reparadora o de conciliación al amparo de lo dispuesto en el


art. 19. Sobreseimiento por conciliación.

Proponer la no continuación del expediente en interés del menor (ya se ha expresado


el reproche o ha transcurrido demasiado tiempo desde la comisión de los hechos). Se
reconoce el efecto aflictivo del proceso penal, con eficacia similar al de una medida
sancionadora.

B. FASE INTERMEDIA.

Es similar a la apertura del juicio oral en adultos, se presentará un escrito de


alegaciones, es decir un escrito de calificación sin circunstancias modificativas, pero con las
circunstancias personales del menor, se propondrá una medida.

Propondrán las pruebas de que se hagan valer ambas parte y se podrá solicitar la
intervención del equipo técnico.

En este momento del proceso es posible que se produzca la conformidad (la medida a
adoptar debe ser distinta al a de internamiento), también es posible que este momento
sobreseer el expediente.

Pueden asistir a la audiencia el Ministerio Fiscal, el perjudicado, el menor, su


representante y el letrado y el representante del equipo técnico.

Expresamente prohibido el que los medios de comunicación difundan la imagen o


identidad del menor.

Existe en este momento una nueva posibilidad de conformidad por parte del menor,
pero se incluye que la medida pueda incluir un incluir el internamiento.

13
La Ley Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, LO 5/2000 de 12 de enero
regula en su artículo 30 regula la Remisión del expediente al Juez de Menores.

Acabada la instrucción, el Ministerio Fiscal resolverá la conclusión del expediente,


notificándosela a las partes personadas, y remitirá al Juzgado de Menores el expediente, junto
con las piezas de convicción y demás efectos que pudieran existir, con un escrito de
alegaciones en el que constará la descripción de los hechos, la valoración jurídica de los
mismos, el grado de participación del menor, una breve reseña de las circunstancias
personales y sociales de éste, la proposición de alguna medida de las previstas en esta Ley
Orgánica de Responsabilidad Penal de los Menores, LO 5/2000 de 12 de enero con
exposición razonada de los fundamentos jurídicos y educativos que la aconsejen, y, en su
caso, la exigencia de responsabilidad civil.

En el mismo acto propondrá el Ministerio Fiscal la prueba de que intente valerse para
la defensa de su pretensión procesal.

Asimismo, podrá proponer el Ministerio Fiscal la participación en el acto de la


audiencia de aquellas personas o representantes de instituciones públicas y privadas que
puedan aportar al proceso elementos valorativos del interés del menor y de la conveniencia o
no de las medidas solicitadas.

En todo caso serán llamadas al acto de audiencia las personas o instituciones


perjudicadas civilmente por el delito, así como los responsables civiles.»

El Ministerio Fiscal podrá también solicitar del Juez de Menores el sobreseimiento de


las actuaciones por alguno de los motivos previstos en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, así
como la remisión de los particulares necesarios a la entidad pública de protección de menores
en su caso.

C. AUDIENCIA.

Aquí el Juez pregunta a las partes si quiere proponer nuevas pruebas o si quieren
denunciar la vulneración de algún derecho fundamental.

Recibido el escrito de alegaciones con el expediente, las piezas de convicción, los


efectos y demás elementos relevantes para el proceso remitidos por el Ministerio Fiscal, el

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secretario del Juzgado de Menores los incorporará a las diligencias, y el Juez de Menores
procederá a abrir el trámite de audiencia, para lo cual el secretario judicial dará traslado
simultáneamente a quienes ejerciten la acción penal y la civil para que en un plazo común de
cinco días hábiles formulen sus respectivos escritos de alegaciones y propongan las pruebas
que consideren pertinentes.

Evacuado este trámite, el secretario judicial dará traslado de todo lo actuado al letrado
del menor y, en su caso, a los responsables civiles, para que en un plazo de cinco días hábiles
formule a su vez escrito de alegaciones y proponga la prueba que considere pertinente.

Se realiza la práctica de la prueba, las propuestas por el fiscal, por las partes distintas
al Fiscal, y las propuestas por el letrado del menor.

Una vez practicadas las pruebas se debe oír al equipo técnico que exponga lo más
conveniente para el menor.

El juez podrá acordar que las sesiones no sean públicas, en ningún caso se permitirá
que los medios de comunicación obtengan o difundan imágenes o datos que permitan la
identificación.

La Sentencia de Conformidad.

Si el escrito de alegaciones de la acusación solicitara la imposición de alguna o


algunas de las medidas previstas en las letras e) a ñ) del apartado 1 del artículo 7, y hubiere
conformidad del menor y de su letrado, así como de los responsables civiles, la cual se
expresará en comparecencia ante el Juez de Menores en los términos del artículo 36, éste
dictará sentencia sin más trámite.

Cuando el menor y su letrado disintiesen únicamente respecto de la responsabilidad


civil, se limitará la audiencia a la prueba y discusión de los puntos relativos a dicha
responsabilidad.

Cuando la persona o personas contra quienes se dirija la acción civil no estuvieren


conformes con la responsabilidad civil solicitada, se sustanciará el trámite de la audiencia
sólo en lo relativo a este último extremo, practicándose la prueba propuesta a fin de
determinar el alcance de aquella.

15
A la vista de la petición del Ministerio Fiscal y de los escritos de alegaciones de las
partes, el Juez adoptará alguna de las siguientes decisiones:

a) La celebración de la audiencia.

b) El sobreseimiento, mediante auto motivado, de las actuaciones.

c) El archivo por sobreseimiento de las actuaciones con remisión de particulares a la entidad


pública de protección de menores correspondiente cuando así se haya solicitado por el
Ministerio Fiscal.

d) La remisión de las actuaciones al Juez competente, cuando el Juez de Menores considere


que no le corresponde el conocimiento del asunto.

e) Practicar por sí las pruebas propuestas por las partes y que hubieran sido denegadas por el
Fiscal durante la instrucción, conforme a lo dispuesto en el artículo 26.1 de la presente Ley, y
que no puedan celebrarse en el transcurso de la audiencia, siempre que considere que son
relevantes a los efectos del proceso. Una vez practicadas, dará traslado de los resultados al
Ministerio Fiscal y a las partes personadas, antes de iniciar las sesiones de la audiencia.

Previo a la celebración de la Audiencia propiamente dicha el juez expondrá al menor


los hechos y las medidas que solicita el fiscal, preguntándole si se conforma, de ser así el juez
dictará resolución de conformidad, salvo que el letrado del menor se oponga. Puede que el
menor esté de acuerdo con los hechos pero no con la medida solicitada, se sustanciará la
audiencia solo con relación a éste último aspecto.

El siguiente paso es que el Juez dicte sentencia, para ello tendrá un plazo máximo de
cinco días, deberá ser de fácil comprensión, contendrá entre otros:

Los antecedentes del hecho.

Los hechos probados.

Los fundamentos de derecho.

16
El fallo.

Deberá estar firmada por el juez.

Finalmente todas las sentencias se anotarán en un registro para conocer los antecedentes
del menor.

3. RECURSOS.

Los recursos que caben son la apelación, el de reforma y recurso de casación.

APELACIÓN.

Contra sentencias dictadas por el Juez, en un plazo de cinco días, el órgano


competente es la Sala de Menores del Tribunal Superior de Justicia.

Art 41.1 de la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor, LO 5/2000 de 12 de


enero.

Contra la sentencia dictada por el Juez de Menores en el procedimiento regulado en

esta Ley cabe recurso de apelación ante la correspondiente Audiencia Provincial, que se

interpondrá ante el Juez que dictó aquélla en el plazo de cinco días a contar desde su

notificación, y se resolverá previa celebración de vista pública, salvo que en interés de la

persona imputada o de la víctima, el Juez acuerde que se celebre a puerta cerrada.

A la vista deberán asistir las partes y, si el Tribunal lo considera oportuno, el

representante del equipo técnico y el representante de la entidad pública de protección o

reforma de menores que hayan intervenido en el caso concreto.

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El recurrente podrá solicitar del Tribunal la práctica de la prueba que, propuesta y

admitida en la instancia, no se hubiera celebrado, conforme a las reglas de la Ley de

Enjuiciamiento Criminal.

Contra los autos que pongan fin al procedimiento o resuelvan el incidente de los

artículos 13, 28, 29 y 40 de esta Ley, cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial

por los trámites que regula la Ley de Enjuiciamiento Criminal para el procedimiento

abreviado. (Apartados 1 y 3 redactados según LO 9/2000 de 22 de diciembre).

Contra los autos y sentencias dictados por el Juzgado Central de Menores de la

Audiencia Nacional cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Penal de la A.Nacional.

Contra las resoluciones dictadas por los secretarios judiciales caben los mismos

recursos que los expresados en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que se sustanciarán en la

forma que en ella se determina.

REFORMA.

Contra los autos y providencias de los Jueces de Menores cabe recurso de reforma

ante el propio órgano, que se interpondrá en el plazo de tres días a partir de la notificación.

El auto que resuelva la impugnación de la providencia será susceptible de recurso de

apelación.

Sin embargo contra los autos que pongan fin al procedimiento o resuelvan el incidente
de los arts. 13 (modificación de la medida impuesta), 28(adopción de medidas cautelares),
29(medidas cautelares en casos de exención de responsabilidad) y 40(suspensión de la
ejecución del fallo), cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial por los trámites
que fija la Lecrim para el procedimiento abreviado.

18
RECURSO DE CASACIÓN PARA LA UNIFICACIÇON DE DOCTRINA.

Son recurribles en casación, ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, las
sentencias dictadas en apelación por la Audiencia Nacional y por las Audiencias Provinciales
cuando se hubiere impuesto una de las medidas a las que se refiere el artículo 10 (reglas
especiales y duración de las medidas).

El recurso podrá prepararlo el Ministerio Fiscal o cualquiera de las partes que


pretenda la indicada unificación de doctrina dentro de los diez días siguientes a la
notificación de la sentencia de la Audiencia Nacional o Provincial, en escrito dirigido a la
misma.

El recurso tendrá por objeto la unificación de doctrina con ocasión de sentencias


dictadas en apelación que fueran contradictorias entre sí, o con sentencias del Tribunal
Supremo, respecto de hechos y valoraciones de las circunstancias del menor que, siendo
sustancialmente iguales, hayan dado lugar, sin embargo, a pronunciamientos distintos.

El escrito de preparación deberá contener una relación precisa y circunstanciada de la


contradicción alegada, con designación de las sentencias aludidas y de los informes en que se
funde el interés del menor valorado en sentencia.

Si la Audiencia Nacional o Provincial ante quien se haya preparado el recurso


estimara acreditados los requisitos a los que se refiere el apartado anterior, el secretario
judicial requerirá testimonio de las sentencias citadas a los Tribunales que las dictaron, y en
un plazo de diez días remitirá la documentación a la Sala Segunda del Tribunal Supremo,
emplazando al recurrente y al Ministerio Fiscal, si no lo fuera, ante dicha Sala.

El recurso de casación se interpondrá ante la Sala Segunda del Tribunal


Supremo, siendo de aplicación en la interposición, sustanciación y resolución del recurso lo
dispuesto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en cuanto resulte aplicable.

4. LA RESPONSABILIDAD CIVIL.

19
El juez deberá de pronunciarse sobre la responsabilidad penal y en su caso de la
responsabilidad civil.

El objeto civil entiende:

1. Restitución de la cosa, es decir el menor debe devolver lo sustraído y si el objeto


sufre algún daño, restituirlo e indemnizar.

2. Reparación del daño, son daños en las cosas.

3. La indemnización de los perjuicios materiales y morales, son el resto de perjuicios


que causa el delito como lo son las lesiones.

La responsabilidad civil la exige el Ministerio Fiscal, aunque el interesado podrá


renunciar a la misma.

Los representantes legales de los menores de 18 años responderán solidariamente, no


subsidiariamente, es decir están al mismo nivel, no es el menor y luego los padres" pueden
ser los padres en primer lugar.

No se exige culpa o negligencia por parte de los padres para responder de la


Responsabilidad Civil.

La acción para exigir la responsabilidad civil en el procedimiento regulado en esta


Ley se ejercitará por el Ministerio Fiscal, salvo que el perjudicado renuncie a ella, la ejercite
por sí mismo en el plazo de un mes desde que se le notifique la apertura de la pieza separada
de responsabilidad civil o se la reserve para ejercitarla ante el orden jurisdiccional civil
conforme a los preceptos del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Se tramitará una pieza separada de responsabilidad civil por cada uno de los hechos
imputados.

Cuando el responsable de los hechos cometidos sea un menor de dieciocho años,


responderán solidariamente con él de los daños y perjuicios causados sus padres, tutores,
acogedores y guardadores legales o de hecho, por este orden.

20
Cuando éstos no hubieren favorecido la conducta del menor con dolo o negligencia

grave, su responsabilidad podrá ser moderada por el Juez según los casos.

En su caso, se aplicará también lo dispuesto en el artículo 145 de la Ley 30/1992, de

26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento

Administrativo Común, y en la Ley 35/1995, de 11 de diciembre, de ayudas y asistencia a las

víctimas de delitos violentos y contra la libertad sexual, y sus disposiciones complementarias.

EXTENSIÓN DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL.

La responsabilidad civil a la que se refiere el artículo 60 de la Ley Orgánica de


Responsabilidad Penal del Menor 5/2000 de 12 de enero se regulará, en cuanto a su
extensión, por lo dispuesto en el capítulo I del Título V del Libro I del Código Penal vigente
de 1995.

RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS ASEGURADORES.

Los aseguradores que hubiesen asumido el riesgo de las responsabilidades pecuniarias


derivadas de los actos de los menores a los que se refiere la Ley Orgánica de Responsabilidad
Penal de los Menores, LO 5/2000 de 12 de enero, serán responsables civiles directos hasta el
límite de la indemnización legalmente establecida o convencionalmente pactada, sin perjuicio
de su derecho de repetición contra quien corresponda.

5. LA ACUSACIÓN PARTICULAR.

21
Podrán personarse en el procedimiento como acusadores particulares, a salvo de las
acciones previstas por el artículo 61 de esta Ley, las personas directamente ofendidas por el
delito, sus padres, sus herederos o sus representantes legales si fueran menores de edad o
incapaces, con las facultades y derechos que derivan de ser parte en el procedimiento, entre
los que están, entre otros, los siguientes:

a) Ejercitar la acusación particular durante el procedimiento.

b) Instar la imposición de las medidas a las que se refiere esta Ley.

c) Tener vista de lo actuado, siendo notificado de las diligencias que se soliciten y


acuerden.

d) Proponer pruebas que versen sobre el hecho delictivo y las circunstancias de su


comisión, salvo en lo referente a la situación psicológica, educativa, familiar y social
del menor.

e) Participar en la práctica de las pruebas, ya sea en fase de instrucción ya sea en fase


de audiencia; a estos efectos, el órgano actuante podrá denegar la práctica de la prueba
de careo, si esta fuera solicitada, cuando no resulte fundamental para la averiguación
de los hechos o la participación del menor en los mismos.

f) Ser oído en todos los incidentes que se tramiten durante el procedimiento.

g) Ser oído en caso de modificación o de sustitución de medidas impuestas al menor.

h) Participar en las vistas o audiencias que se celebren.

i) Formular los recursos procedentes de acuerdo con esta Ley.

Una vez admitida por el Juez de Menores la personación del acusador particular, se le
dará traslado de todas las actuaciones sustanciadas de conformidad con esta Ley y se le
permitirá intervenir en todos los trámites en defensa de sus intereses.

22
El Principio acusatorio.

El Juez de Menores no podrá imponer una medida que suponga una mayor restricción
de derechos ni por un tiempo superior a la medida solicitada por el Ministerio Fiscal o por el
acusador particular.

Tampoco podrá exceder la duración de las medidas privativas de libertad


contempladas en el artículo 7.1.a), b), c), d) y g), de la Ley Orgánica 5/2000 de 12 de enero
de Responsabilidad Penal de los Menores, en ningún caso, del tiempo que hubiera durado la
pena privativa de libertad que se le hubiere impuesto por el mismo hecho, si el sujeto, de
haber sido mayor de edad, hubiera sido declarado responsable, de acuerdo con el Código
Penal.

6. LA LEY DE PROTECCIÓN AL MENOR. LA LEY 1/96.

La ley orgánica 1/1996 de Protección jurídica del menor, parte de la consideración


que es menor todo sujeto de edad inferior a los dieciocho años. El art. 1 establece que la
misma se aplica a todos los menores de 18 años que se encuentren en territorio español.

La ley se estructura en dos títulos perfectamente diferenciados:

En el primero se define un cuadro básico de derechos del menor, así como los
principios rectores de la actuación administrativa.
En el segundo se revisa y actualiza la normativa vigente en materia de
instituciones de protección de menores.

PRINCIPIOS.

a) Interés superior del menor

El respeto al interés superior del niño es un principio que aparece recogido en diversos
textos tanto a nivel nacional como internacional. A título de ejemplo en la Carta Europea de
Derechos del niño se establece que: Toda decisión familiar, administrativa o judicial, en lo

23
que se refiere al niño, deberá tener por objeto prioritario la defensa y salvaguardia de sus
intereses. En el ámbito nacional, el C.c. hace referencia, al regular la institución de la patria
potestad (art. 154), que ésta se ejercerá siempre en beneficio de los hijos. También aparece
recogido en las distintas disposiciones de las CCAA que regulan la protección de menores,
tanto de rango legal como reglamentario.

El art. 3 de la Ley 7/1994 sobre la infancia, (Comunidad Autónoma Valenciana),


establece como principios rectores de la actuación de los poderes públicos: la protección
integral de la infancia, la prevención de riesgos y la defensa y garantía de sus derechos.

b) Medidas de contenido educativo.

Se vuelve a insistir en la importancia de la educación en la primera etapa de la vida


del ser humano. Contenido educativo de las medidas que es de aplicación, especialmente
diría yo, en los casos en los que el menor necesitado de protección está implicado en la
comisión de un ilícito penal.

c) Las limitaciones a la capacidad de obrar se interpretarán restrictivamente.

La idea básica es que el menor es titular de derechos, no únicamente del derecho a ser
protegido por los adultos, sino de cualquier otro derecho, capacidad que se extiende incluso a
la posibilidad de ejercerlo frente a la voluntad contraria de los adultos

DERECHOS DEL MENOR.

El título I comienza reconociendo a los menores los derechos plasmados tanto en la


Constitución como en los Tratados Internacionales en los que España sea parte, haciéndose
especial alusión a la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas,
subrayándose su papel como instrumento a cuya luz cabe interpretarse la ley 1/96.

24
La ley no recoge de manera absoluta todos los derechos de los que son titulares los
menores, únicamente se hace especial mención de aquéllos que, precisamente por ser su
destinatario un sujeto menor de edad, requieren una especial adecuación.

Los derechos expresamente aludidos en la ley que comentamos son los siguientes:

Derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen (art. 4) Reconocido en la


Constitución (art. 18) y desarrollado por la L.O. 1/1982 de 5 de mayo. La Convención lo
contempla en el art. 16 junto con el secreto de la correspondencia y la inviolabilidad del
domicilio. Como sabemos el C.P. de 1995 ha reforzado la tutela de la intimidad en estos
supuestos al regular, de forma expresa, un tipo agravado cuando el hecho incumbe a un
menor de edad

Se hace especial hincapié en la tutela de la intimidad del menor frente a los medios de
comunicación prohibiéndose cualquier utilización de la imagen o del nombre del menor
contraria a su interés incluso aunque conste el consentimiento del menor.

La acción para proteger dicho derecho serán ejercitadas por el Ministerio Fiscal sin
perjuicio de las que puedan iniciar los representantes legales. Es importante remarcar que el
Ministerio Fiscal podrá iniciar acciones incluso contra los intereses de los representantes
legales, pudiera ocurrir que la aparición del menor en los medios sea promovida y consentida
por estos atraídos por la resonancia pública y por intereses económicos

Derecho a la información (art. 5) Los padres, tutores y entidades públicas velarán


porque la información que reciban los menores sea veraz, plural y respetuosa con los
principios constitucionales. Las Administraciones Publicas velarán porque los medios de
comunicación en sus mensajes dirigidos a menores promuevan los valores de igualdad,
solidaridad, respeto a los demás, que se eviten imágenes de violencia, explotación en las
relaciones interpersonales o que reflejen un trato degradante o sexista.

Libertad de pensamiento, conciencia y creencias (art. 6) Estos derechos tienen su


límite en el desarrollo integral del menor y, sobre todo en el ejercicio del resto de los
derechos: vida, salud, educación, etc.

Derecho de participación, asociación y reunión (art. 7). Derecho a participar en la


vida social, cultural, artística y recreativa.

25
Derecho de asociación: tanto a formar parte como a promover la
creación, pero para que las asociaciones infantiles y juveniles puedan
obligarse civilmente deben tener un representante legal.

Derecho a participar en reuniones públicas y a promoverlas y


convocarlas pero en este caso con el consentimiento expreso de sus
padres, tutores y guardadores, quienes serán , en su caso, los
responsables civiles.

Derecho a la libertad de expresión (art. 8). Se reconoce el derecho concretando que


se extiende especialmente:

A la publicación y difusión de sus opiniones

A la edición y producción de medios de difusión

Al acceso a las ayudas que las Administraciones fijen para tal fin.

El límite al ejercicio de este derecho se encuentra en la protección a la intimidad


recogida en el art. 4, el ejercicio del derecho a la libertad de expresión no podrá perjudicar la
honra, reputación o ser contrario a los intereses del menor.

Derecho a ser oído (art. 9). Se reconoce este derecho del menor tanto en el ámbito
familiar como en los procesos administrativos o judiciales en los que sea parte. El Derecho lo
ejercitará por sí mismo o a través de la persona que designe para que le represente.

Para la defensa y garantía de sus derechos el menor puede:

Solicitar la protección y tutela de la entidad pública competente

Acudir al Ministerio fiscal

Acudir al Defensor del Pueblo

Solicitar los recursos sociales disponibles en las Administraciones


públicas.

26
MECANISMOS DE PROTECCIÓN.

La Ley Orgánica 1/1996 recuerda que las Entidades públicas a las que compete la
protección y tutela de los menores son las que designen las Comunidades Autónomas y
contempla básicamente dos situaciones de desprotección social del menor, que implican un
distinto grado de intervención:

Las situaciones de riesgo.

La situación de desamparo.

Se considera situación de riesgo aquélla en la que por las circunstancias personales o


por influencias de su entorno o extrañas, exijan la adopción de medidas de prevención y
rehabilitación para evitar situaciones de desamparo o de inadaptación.

En estos supuestos, la Entidad pública competente pondrá en marcha las actuaciones


pertinentes para reducirlas, intentando eliminar los factores de riesgo, actuando en la
propia familia del menor a través de medidas de apoyo o ayuda familiar que pueden ser,
bien de carácter económico, cuando la causa determinante del riesgo proceda de carencias
o insuficiencias de recursos de esta clase; bien prestaciones de tipo formativo o
psicosocial, con la finalidad de mantener el hogar familiar como soporte básico y facilitar
su normal integración social.

La situación de desamparo definida en el art. 172.1.2 del C.c. como la que se


produce de hecho a causa del incumplimiento, o del imposible o inadecuado ejercicio de
los deberes de protección establecidos por las leyes para la guarda de los menores, cuando
éstos queden privados de la necesaria asistencia moral o material.

La familia como agente de socialización primaria es el eje fundamental en cuanto a la


protección de menores se refiere. Por ello los padres están obligados a prestar asistencia a

27
sus hijos, velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles
una formación integral, así como representarlos y administrar sus bienes. (Artículo 154
del Código Civil).

ANEXO

MODELO DE ACTA DE NOTIFICACIÓN DE RIESGO /


DESAMPARO POR ABSENTISMO ESCOLAR.

NOTIFICACIÓN RIESGO Y/O DESAMPARO


POR ABSENTISMO ESCOLAR

De acuerdo con la actuación abajo detallada, por la que esta Policía Local de Valencia ha
tenido que intervenir con su hijo/a, y ante el cariz que dicha actitud pudiera comportar,
pudiendo entenderse ello como una situación de RIESGO Y/O DESAMPARO respecto del
menor, es por lo que nos vemos obligados a comunicarle tales hechos, todo ello en función de
prevenir estas situaciones o de repararlas si cabe, mediante la necesaria intervención familiar,
de acuerdo con lo establecido en el art. 6 del Decreto 93/2001, de 22 de Mayo, por el que se
aprueba el Reglamento de Medidas de Protección Jurídica del Menor en la Comunidad
Valenciana; así como en los arts. 12 y 14 de la L.O. 1/1996, de 15 de Enero, Ley de
Protección Jurídica del Menor, art. 154 del Código Civil, arts. 1.1, 6.1 y Disposición
Adicional Segunda punto 1 de la L.O. del Derecho a la Educación y en los arts. 5 y 6 de la
L.O. de Ordenación General del Sistema Educativo, sobre obligatoriedad de la enseñanza;
legislación de la que se deduce que la actuación de la administración en la protección del
menor es subsidiaria al cumplimiento de los deberes paternos, es decir, la administración
deberá interesarse cuando se deduzca o se tengan indicios del imposible, inadecuado o
inexistente cumplimiento de las facultades que conforman la patria potestad respecto de la
obligación de velar por ellos, educarlos y procurarles una formación integral, pudiendo
suponer ello una infracción establecida en el art. 226 del Código Penal.

NOMBRE DEL MENOR: ________________________________________________________

D.N.I. ________________, NACIDO EN: _____________________, FECHA:


_______________ HIJO DE:_______________Y DE: _____________, DOMICILIO:
C/AVDA./PZA. ___________________________________________,DE
______________________________

28
FECHA DE LOS HECHOS: _________ HORA: ________, LUGAR: ___
, RELACIÓN DE HECHOS:

__________________________________________________________________

COLEGIO EN EL QUE ESTÁ MATRICULADO:


______________________________________

Valencia, a de de

El INTENDENTE PRINCIPAL JEFE DE LA X UNIDAD DE DISTRITO DE LA

POLICÍA LOCAL DE VALENCIA.

Recibí: ...............................

D./Dª.............................................................................,en calidad de .....................................

MODELO DE ACTA DE NOTIFICACIÓN DE RIESTO Y/O DESAMPARO


GENERICA, PARA CUALQUIER SITUACIÓN.

NOTIFICACIÓN
RIESGO Y/O DESAMPARO GENÉRICA

De acuerdo con la actuación abajo detallada, por la que esta Policía Local de Valencia ha tenido que
intervenir con su hijo/a, y ante el cariz que dicha actitud pudiera comportar, pudiendo entenderse ello como una
situación de RIESGO Y/ O DESAMPARO respecto del menor, es por lo que nos vemos obligados a
comunicarle tales hechos, todo ello en función de prevenir estas situaciones o de repararlas si cabe, mediante la
necesaria intervención familiar, de acuerdo con lo establecido en el artículo 6 del Decreto 93/2001, de 22 de

29
Mayo, por el que se aprueba el Reglamento de Medidas de Protección Jurídica del Menor en la Comunidad
Valenciana; así como en los artículos 12 y 14 de la L.O. 1/1996, de 15 de Enero, Ley de Protección Jurídica del
Menor y del artículo 154 del Código Civil; legislación de la que se deduce que la actuación de la administración
en la protección del menor es subsidiaria al cumplimiento de los deberes paternos, es decir, la administración
deberá interesarse cuando se deduzca o se tengan indicios del imposible, inadecuado o inexistente cumplimiento
de las facultades que conforman la patria potestad.

NOMBRE DEL
MENOR:__________________________________________________________

D.N.I. ________________, NACIDO EN: _____________________, FECHA:


_______________

HIJO DE:___________________ Y DE: __________________, DOMICILIO:


C/AVDA./PZA. _

__________________________________________, DE
_________________________________

FECHA DE LOS HECHOS: ______________________ HORA: _____________, LUGAR:

__________________________________________________, RELACIÓN DE HECHOS:___

__________________________________________________________________

SI
SE HA DENUNCIADO EN VIA ADMINISTRATIVA.
NO

SI
SE HAN REALIZADO DILIGENCIAS A PREVENCIÓN.
NO

Valencia, a de de

El INTENDENTE PRINCIPAL JEFE DE LA X UNIDAD DE DISTRITO DE LA


POLICÍA LOCAL DE VALENCIA.

Recibí: ...............................

30
D./Dª........................................................................................,en calidad de .....................................

31
MÓDULO 4
INTERVENCION POLICIAL CON MENORES

1. LA INTERVENCIÓN POLICIAL CON LOS MENORES.

ACTUACIÓN POLICIAL CON MENORES DE 14 AÑOS.

2. LOS CENTROS DE ACOGIDA EXISTENTES EN LA COMUNIDAD


VALENCIANA.

3. LAS COMPETENCIAS DE LA GENERALITAT VALENCIANA EN


RELACIÓN CON LOS MENORES.

4. LA DETENCIÓN DE LOS MENORES.

a. Actuación con menores entre 14 y 18 años.

b. Forma de la detención.

c. Derechos del menor detenido.

d. Comunicación de la detención.

e. Cacheo y esposamiento.

f. Traslados.

g. Custodia.

h. Habeas Corpus.

i. Declaración del detenido.

j. Asistencia del abogado.

k. Reconocimiento del detenido.

5. EL DELITO DE ABANDONO DE FAMILIA.


1. INTERVENCIÓN POLICIAL CON LOS MENORES.

De lo establecido en los módulos anteriores, podemos establecer dos grupos


diferenciados dentro del ámbito de aplicación de la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal
del Menor LO 5/2000 de 12 de enero:

Los menores de 14 años.


Los menores entre 14 y 18 años.

Es evidente que la determinación de la edad juega un papel crucial y en este sentido la


Circular 1/2000 de la Fiscalía General del Estado señala que "a tenor de lo dispuesto en el
artículo 5.3 de la LORPM el momento de la comisión del ilícito penal será el que determine
la edad del sujeto infractor en relación con la aplicación del régimen de la Ley Orgánica de
Responsabilidad Penal del Menor LO 5/2000 de 12 de enero.

Sobre el cómputo de la edad cobran vigencia las indicaciones efectuadas en la Instrucción


1/1993, recaída a propósito de la Ley Orgánica 4/1992, de 15 de junio.

Como entonces se sostuvo, no ha de ser aplicable el criterio establecido en el arto 315 del
Código Civil según el cual para el cómputo de la mayor edad "se incluirá completo el día del
nacimiento".

El cómputo de la edad ha de efectuarse, de acuerdo con los principios que inspiran el


Derecho Penal, de momento a momento, para lo cual, en aplicación de lo previsto en el
articulo 375 Lecrim, cuando no bastare el DNI, pasaporte o cualquier otro documento
identificativo y subsistieren las dudas sobre la edad del sujeto se traerá al Expediente la
certificación literal de nacimiento expresiva de la hora del alumbramiento. En todo caso, las
dificultades interpretativas sólo podrán ser solventadas a favor del menor".

Se suscitan problemas en relación con la fijación del momento de comisión de los hechos
en determinados supuestos.

De una parte, en las infracciones penales continuadas habrá de atenderse a la edad del
sujeto en el momento de la comisión de cada una de las infracciones. Sólo habrá lugar a

2
integrar en el delito continuado cuyo conocimiento se atribuya a la jurisdicción de menores
aquellos hechos cometidos por el sujeto entre los 14 y 18 años.
Los hechos cometidos por el sujeto habiendo rebasado dichas edades no podrán, por ese
solo motivo, integrarse en el delito continuado y de ello se conocerá en el procedimiento que
corresponda. Otra cosa es que en atención al seguimiento de un procedimiento penal por
hechos cometidos durante la mayoría de edad conexos a otros hechos cometidos durante la
minoría de edad, el Fiscal de Menores decida desistir de la persecución de estos últimos.

El delito permanente también presenta problemas en relación con la edad del sujeto
infractor. En tal sentido, el delito permanente no podrá ser enjuiciado por la jurisdicción de
menores cuando el sujeto activo hubiera rebasado la edad máxima antes de eliminarse la
situación ilícita.

La regla interpretativa del art 132.1 párrafo 2° del CP, aun dictada para fijar el inicio del
cómputo de la prescripción, es perfectamente aplicable en estos supuestos. En todo caso, el
enjuiciamiento del delito permanente por la jurisdicción ordinaria no podrá tener en
consideración, exclusivamente a efectos de agravación de la responsabilidad, las conductas
cometidas en momentos anteriores a la adquisición de la mayoría de edad.

Igualmente se plantean problemas en los casos en que entra la acción y el resultado el


sujeto rebase la edad. El criterio habrá de ser el de atender al momento de la acción u omisión
y no al del resultado. En apoyo de lo anterior militan lo dispuesto en el arto 7 CP, la
interpretación literal de la expresión "comisión de los hechos" que emplea el art 5 de la Ley,
y finalmente, el hecho de tratarse de la solución más favorable al menor.

Por último, si al iniciarse el procedimiento o durante la tramitación del mismo hubiesen


sido rebasadas las edades que se establecen en la Ley, las reglas de competencia no se verán
por ello alteradas.

Completa este régimen el art 14 respecto de los condenados que alcanzaren la mayoría de
edad que:

- Cuando el menor a quien se le hubiere impuesto una medida de las establecidas en esta
Ley alcanzase la mayoría de edad, continuará el cumplimiento de la medida hasta
alcanzar los objetivos propuestos en la sentencia en que se le impuso conforme a los

3
criterios expresados en los artículos anteriores.

- Cuando se trate de la medida de internamiento en régimen cerrado y el menor alcance


la edad de dieciocho años sin haber finalizado su cumplimiento, el Juez de Menores, oído
el Ministerio Fiscal, el letrado del menor, el equipo técnico y la entidad pública de
protección o reforma de menores, podrá ordenar en auto motivado que su cumplimiento
se lleve a cabo en un centro penitenciario conforme al régimen general previsto en la Ley
Orgánica General Penitenciaria si la conducta de la persona internada no responde a los
objetivos propuestos en la sentencia.

- No obstante, cuando las medidas de internamiento en régimen cerrado sean impuestas


a quien haya cumplido veintiún años de edad o, habiendo sido impuestas con
anterioridad, no hayan finalizado su cumplimiento al alcanzar la persona dicha edad, el
Juez de Menores, oídos el Ministerio Fiscal, el letrado del menor, el equipo técnico y la
entidad pública de protección o reforma de menores, ordenará su cumplimiento en centro
penitenciario conforme al régimen general previsto en la Ley Orgánica General
Penitenciaria, salvo que, excepcionalmente, entienda en consideración a las circunstancias
concurrentes que procede la utilización de las medidas previstas en los artículos 13 y 51
de la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor LO 5/2000 de 12 de enero o su
permanencia en el centro en cumplimiento de tal medida cuando el menor responda a los
objetivos propuestos en la sentencia.

- Cuando el menor pase a cumplir la medida de internamiento en un centro


penitenciario, quedarán sin efecto el resto de medidas impuestas por el Juez de Menores
que estuvieren pendientes de cumplimiento sucesivo o que estuviera cumpliendo
simultáneamente con la de internamiento, si éstas no fueren compatible con el régimen
penitenciario, todo ello sin perjuicio de que excepcionalmente proceda la aplicación de
los artículos 13 y 51 de la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor LO 5/2000
de 12 de enero.

- La medida de internamiento en régimen cerrado que imponga el Juez de Menores con


arreglo a la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor LO 5/2000 de 12 de enero
se cumplirá en un centro penitenciario conforme al régimen general previsto en la Ley
Orgánica General Penitenciaria siempre que, con anterioridad al inicio de la ejecución de
dicha medida, el responsable hubiera cumplido ya, total o parcialmente, bien una pena de

4
prisión impuesta con arreglo al Código Penal, o bien una medida de internamiento
ejecutada en un centro penitenciario conforme a los apartados anteriores citados

ACTUACIÓN POLICIAL CON INFRACTORES MENORES DE 14 AÑOS.

Como hemos visto en módulos anteriores los menores de 14 años están totalmente
exentos de responsabilidad penal.

La razón del legislador para establecer esa exención viene establecida en la exposición de
motivos de la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor LO 5/2000 de 12 de
enero y se fundamenta en ",.. la convicción de que las infracciones cometidas por los
niños menores de esta edad son en general irrelevantes y que, en los escasos supuestos en
que aquéllas puedan producir alarma social, son suficientes para darles una respuesta
igualmente adecuada los ámbitos familiar y asistencia civil, sin necesidad de la
intervención del aparato judicial sancionador del Estado ".

Partiendo de esa exención de responsabilidad penal, la actuación policial con un


menor de 14 años que haya cometido una infracción penal, cualquiera que esta sea, será de
carácter protector administrativo, debiendo observarse las obligaciones establecidas para las
Administraciones Públicas en materia de protección de menores, que en el ámbito de la
Comunidad Valenciana, vienen recogidas en el artículo 6 del Decreto 93/2001, de 22 de
mayo, del Gobierno Valenciano, por el que se aprueba el Reglamento de Medidas de
Protección Jurídica del Menor en la Comunidad Valenciana .

De entre esas medidas de protección y por su interés en la práctica policial, podemos


destacar las siguientes:

Prestar una atención inmediata al menor Que lo necesitare. actuando si corresponde a


su ámbito de competencias o dando traslado, en otro caso, al órgano competente, así
como poner los hechos en conocimiento de sus representantes legales o, cuando sea
necesario del Ministerio Fiscal o de los órganos judiciales.
Verificar la situación denunciada. adoptando las medidas necesarias en función de
aquella actuación.
Garantizar la intimidad de los menores así como de los interesados en el
procedimiento. teniendo carácter reservado los datos e información obtenida.

5
Informar a los padres, tutores o guardadores sobre la situación de los menores bajo la
guarda o tutela de la entidad pública, salvo que exista una resolución judicial que lo
prohíba.

Partiendo de las consideraciones hechas, la actuación policial se ceñirá, estrictamente, al


ámbito de la prevención general y a su protección específica y nuestra actuación se concretará
en los siguientes pasos:

CONOCIMIENTO DEL HECHO DELICTIVO

VERIFICACIÓN DEL HECHO

IDENTIFICACIÓN IMPLICADOS

PUESTA EN CONOCIMIENTO MINISTERIO FISCAL

INFORMAR O ENTREGAR AL MENOR A SUS REPRESENTES LEGALES

NOTAS:

Primero.- Respecto de la víctima habrá que actuar igual que si se tratará de un hecho
cometido por un adulto y por lo tanto habrá que seguir lo establecido en los artículos 13, 109
de la Lecrim.

Segundo.- Respecto de los efectos, instrumentos o pruebas de la infracción, se actuará igual


que en un caso normal, siguiendo lo establecido en los artículos 13 y 282 de la Lecrim.

Tercero.- En ningún caso se permitirá que los medios de comunicación social obtengan o
difundan imágenes del menor ni se facilitaran datos que permitan su identificación, con pleno
cumplimiento de las normas relativas a la protección jurídica de menores, especialmente el
derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y la protección de la juventud y de la
infancia.

6
Cuarto.- Si en el transcurso de la intervención policial se hubiera detectado una situación de
riesgo o posible desamparo (arts. 15 y 23 Reglamento de Medidas de Protección Jurídica del
Menor en la Comunidad Valenciana ), estamos obligados (art. 87 Reglamento de Medidas de
Protección Jurídica del Menor en la Comunidad Valenciana ) a comunicado a los equipos
municipales de servicios sociales, o a las Direcciones Territoriales competentes en materia de
protección de menores.

Quinto.- Respecto de la puesta en conocimiento del Ministerio Fiscal, habrá que participarle
los hechos y circunstancias conocidas, con confección y remisión, en su caso, del
correspondiente informe policial, haciendo constar, además, los indicios de posibles
situaciones de riesgo o desamparo en lo que pueda encontrarse envuelto el menor, de manera
que el Ministerio Fiscal pueda informar a la entidad encargada de la protección de menores
de la situación y que esta pueda acordar las medidas de protección necesarias.

En resumen, respecto de las intervenciones con menores de que 14 años que hayan
cometido una infracción penal hay que recordar que:

Que están totalmente exentos de responsabilidad penal, cualquiera que sea la


infracción penal que cometan.
No cabe con ellos la medida de la detención, y la intervención policial será de carácter
protector administrativo, no siendo de aplicación ninguna de las medidas y técnicas
policiales destinadas a la actuación con menores infractores entre catorce y dieciocho
años.

7
2. LOS CENTROS DE ACOGIDA EXISTENTES EN LA COMUNIDAD
VALENCIANA.

CENTROS Y RESIDENCIAS

PROVINCIA DE ALICANTE

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "L'ALACANTÍ" - ALICANTE


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 965243891 Fax: 965910281
C/ GENERAL PINTOS, 21
03010 ALACANT/ALICANTE

CENTRO DE RECEPCIÓN" ALACANT" - ALICANTE


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 965241812 Fax: 965241901
C/ PRIMITIVO PÉREZ, 21
03010 ALACANT/ALICANTE

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "LES ROTES" - DÉNIA CONSELLERIA


DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 965780345 Fax: 965780345
CASTILLO DE OLIMBROI, 12
03700 DÉNIA

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "EL TEIX" - ALCOY


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 965330323 Fax: 966520061
C/ LA ALAMEDA, 56
03800 ALCOI/ALCOY

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "BAIX VINALOPÓ" - ELCHE


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL

8
Tel.: 965426750
C/ HUERTOS y MOLINOS, S/N
03203 ELX/ELCHE

RESIDENCIA JUVENIL "SEGURA" - ALICANTE


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 965209646 Fax: 965209646
C/ SEGURA, 9 - 10 IZQ.
03004 ALACANTI ALICANTE

PROVINCIA DE CASTELLÓN DE LA PLANA

CENTRO DE REEDUCACIÓN "PI GROS" - CASTELLÓN DE LA PLANA


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 964210969 Fax: 964245193
CAMINO PI GROS, S/N
12005 CASTELLÓ DE LA PLANA / CASTELLÓN DE LA PLANA

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "BAIX MAESTRAT" VINARÓS


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 964455221 Fax: 964455221
C/ 29 DE SEPTIEMBRE, S/N
12500 VINAROS

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "CASTELLÓ" - CASTELLÓ DE LA


PLANA
CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 964239656
AVDA. CAPUCHINOS, 25
12004 CASTELLÓ DE LA PLANA/CASTELLÓN DE LA PLANA

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "PLANA ALTA" - CASTELLÓN DE LA


PLANA
CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL

9
Tel.: 964211120
C/ ALBAIDA, S/N
12006 CASTELLÓ DE LA PLANA/CASTELLÓN DE LA PLANA

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "PLANA BAIXA" - NULES


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 964673676 Fax: 964673676
AVDA. CONSTITUCIÓN, 93
12520 NULES

RESIDENCIA JUVENIL " AVDA. DE VALENCIA" - CASTELLÓN DE LA PLANA


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.:964202645
AVDA. DE VALENCIA, 34 - ESC.l BAJO 2
12005 CASTELLÓ DE LA PLANA/CASTELLÓN DE LA PLANA

CENTRO DE RECEPCIÓN DE CASTELLÓN, PENYETA ROJA


Diputación Provincial de Castellón.
Tel.: 964359889
Castellón de la Plana

PROVINCIA DE VALENCIA

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "L'HORTA" - ALDAIA CONSELLERIA


DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 961500451
C/ MADRE RAFOLS, 6
46960 ALDAIA

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES - LA HOYA DE BUÑOL CONSELLERIA


DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.:962500122
C/ SAN LUIS, 45
46360 BUÑOL

10
RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "LA SAFOR" - GANDIA
CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 962876575
C/ AIGÜERA, 4
46700 GANDIA

RESIDENCIA COMARCAL JUVENIL - MISLATA


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 963597243
C/ MIGUEL HERNÁNDEZ, 3
46920 MISLAT A

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES DEL CABAÑAL - VALENCIA


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 963712160
C/ FRANCISCO EXIMENIS, 50
46011 VALENCIA

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "XIQUES" - VALENCIA


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 963493027
AVDA. CAMPANAR, 30
46015 VALENCIA

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES "XICS" - VALENCIA


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 963493130
C/ SAN JAVIER, 2
46015 VALENCIA

RESIDENCIA COMARCAL DE MENORES DE MONTEOLIVETE VALENCIA


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 963748024

11
C/ ARABISTA A. HUICI, 47
46013 VALENCIA

CENTRO DE RECEPCIÓN "LES PALMERES" - ALBORAYA


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.:961856385
PDA. DE SABOYA, S/N
46120 ALBORAYA

GUARDERÍA "SAN VICENTE DE PAÚL" - VALENCIA


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 963672498
C/ FCO. FALCONS, 26 - 28
46024 VALENCIA

CENTRO DE REEDUCACIÓN "SAN VICENTE FERRER'


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 963638083:
C/ SAN VICENTE, 1
46110 GODELLA

CENTRO DE RECEPCIÓN "VALENCIA" – BURJASSOT


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 963643311 Fax: 963900447
C/ MARIANO RIBERA, 12
46100 BURJASSOT

RESIDENCIA COMARCAL JUVENIL "MARIANO RIBERA”


CONSELLERIA DE BIENESTAR SOCIAL
Tel.: 963639450
C/ MARIANO RIBERA, 12
46100 BURJASSOT

ADMINISTRACIÓN AUTONÓMICA

12
Consellería de Bienestar Social
Tel. 96.386.67.00
Paseo de la Alameda, 16
46010 Valencia

Comisionado para la Protección del Menor


Tel. 96.386.67.00
Paseo de la Alameda, 16
46010 Valencia

Dirección Territorial de Servicios Sociales Servicio del Menor


Tel. 96.386.67.50
Avda. Barón de Cárcer, 36
4600 1 Valencia

Servicio de Atención Jurídica al Menor


96.386.92.96
C/ Colon, 80
46004 Valencia

Defensor del Menor de la Comunidad Valenciana


96.386.24.00

Telefono del menor


960.100.033

3. LAS COMPETENCIAS DE LA GENERALITAT VALENCIANA EN


RELACIÓN CON LOS MENORES.

Principios en los que se inspira la política social del menor en la comunidad autónoma
valenciana.

13
Programas autonómicos de protección de menores.
Principio de integración familiar.
Principio del beneficio e interés del menor.
Situación de las medidas en el interior de los sistemas de protección social y
desjudicialización.
Situaciones de riesgo.
Situaciones de desamparo.

AREAS DE INTERVENCIÓN

PROBLEMAS Y NECESIDADES FAMILIARES


PROBLEMATICAS SURGIDAS POR RAZÓN DEL SEXO
MENORES
JUVENTUD
VEJEZ
MINUSVALIAS
TOXICOMANÍAS
MINORÍAS ÉTNICAS
DELINCUENCIA Y ATENCIÓN A DETENIDOS Y EXRECLUSOS
INMIGRANTES TRANSEÚNTES Y REFUGIADOS
SITUACIONES GRAVES DE EMERGENCIA SOCIAL

4. DETENCIÓN DEL MENOR.

ACTUACIÓN POLICIAL CON MENORES DE ENTRE 14 Y 18 AÑOS.

La actuación policial con menores de entre 14 y 18 años, al estar sujetos a


responsabilidad penal, estará en función de las características de los hechos cometidos.

14
En principio, todo lo dicho para los menores de 14 años, excepción hecha de la
exención de responsabilidad penal, es aplicable para este colectivo, si bien, aquí hay que
hablar de una medida de especial interés policial: LA DETENCIÓN.

Los menores de edad entre 14 y 18 años presuntamente responsables de la comisión


de hechos delictivos, podrán ser detenidos en los mismos casos y circunstancias que los
previstos en el Código Penal para los adultos, es decir, un menor podrá y deberá ser detenido
por los agentes de policía cuando concurra cualquiera de los supuestos contemplados en el
artículo 492 Lecrim, extendiéndose esta facultad a los propios particulares en los supuestos
del artículo 490 Lecrim.

La detención de estos menores se concebirá como un medio subsidiario al que acudir,


cuando no resulten eficaces otras posibles soluciones y siempre que sea necesario en orden a
la protección del menor, averiguación de los hechos y aseguramiento de las pruebas,
realizándose con sujeción a alguna de las siguientes consideraciones:

Gravedad del delito cometido.


Flagrancia del hecho.
Alarma social provocada.
Habitualidad o reincidencia de la conducta del menor.
Edad del menor, especialmente en el tramo de 16 a 18 años.

Una vez producida la detención de un menor, hay que tener en cuenta que esa situación
no podrá durar más tiempo del estrictamente necesario para la realización de las
averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos investigados y en todo caso, y
dentro del plazo máximo de 24 horas, el menor detenido deberá ser puesto:

En libertad con entrega a aquellos que ejerzan la patria potestad, tutela o guarda del
menor -de hecho o de derecho- salvo que las circunstancias aconsejen lo contrario con
entrega en este caso a la Entidad Pública de protección correspondiente, tras consulta
y autorización de la Sección de Menores de la Fiscalía competente.

En libertad, sin entrega a los anteriores, cuando se trate de menores emancipados.

15
A disposición del Ministerio Fiscal. Sección de Menores de la Audiencia Nacional o
Provincial, según se trate o no de delitos de naturaleza terrorista.

En caso de ser necesaria una prórroga del plazo de detención y la incomunicación del
menor detenido, porque este se encuentre integrado en banda armada o relacionado con
individuos terroristas o rebeldes, se solicitará a través de la Sección de Menores de la Fiscalía
de la audiencia Nacional, para su oportuna petición al Juez Central de Menores.

En cuanto a las diligencias realizadas estas deberán ser remitidas junto con el menor
detenido en su caso a la correspondiente Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia
Provincial (o la Audiencia Nacional. para casos de delitos de naturaleza terrorista)

Sin embargo, hay que tener en cuenta que en los atestados en los que se encuentren
encartados conjuntamente menores entre 14 y 18 años y mayores de 18 años, se procederá de
la siguiente forma:

El original, junto con los mayores detenidos y en el plazo máximo de 72 horas se,
remitirá al Juez de Instrucción competente del propio partido judicial y en casos de
terrorismo al Juez Central de Instrucción de la audiencia Nacional.

Una copia, junto con los menores detenidos. y en el plazo máximo de 24 horas se
remitirá a la Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia Provincial. y en caso
de terrorismo a la Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia Nacional

Esbozadas estas líneas generales, a continuación se explican diversos relacionados con la


detención de menores que han sido extraídos de la Circular 1/2000 de la Subdirección
General Operativa del Cuerpo Nacional de Policía, que contiene las normas provisionales de
tratamiento de menores y que puede servir de pauta de actuación en la detención de menores
de entre 14 y 18 años:

FORMA DE LA DETENCIÓN

La detención deberá practicarse en la forma que menos perjudique al menor en su


persona, reputación o patrimonio, con una respuesta policial proporcionada a las

16
circunstancias personales del menor y del delito cometido, especialmente en los casos de
delitos violentos, sexuales o terroristas cometidos por menores entre 16 y 18 años.

Al llevar a cabo la detención de menores, se evitará, en la medida de lo posible, la


espectacularidad, el empleo de un lenguaje duro, la violencia física y la exhibición de armas.

DERECHOS DEL MENOR DETENIDO

En todo caso, deberá garantizarse siempre el pleno respeto de los derechos del menor
y velar por el cumplimiento de las normas relativas a su protección jurídica.

Deberá informarse al menor, de forma inmediata y en un lenguaje claro, comprensible


y adecuado a su estado y circunstancias personales, de los siguientes derechos:

De los hechos que se le imputan.


De las razones motivadoras de su detención.
De los derechos que le asisten, especialmente:
Derecho a guardar silencio, a no declarar, a no contestar a alguna o algunas de las
preguntas que le formulen o a declarar únicamente ante el Fiscal o el Juez
Derecho a no declarar contra si mismo ya no confesarse culpable.
Derecho a designar Abogado ya solicitar su presencia para que asista a las diligencias
policiales de declaración e intervenga en todo reconocimiento de identidad de que sea
objeto. Si no designara Abogado, se procederá a la designación de oficio.

"Derecho a que se ponga en conocimiento del familiar o persona que desee, el hecho
de la detención y el lugar de su custodia, y derecho, en caso de ser extranjero, a que se
comuniquen las circunstancias anteriores a la Oficina Consular de su país.
Derecho a ser asistido gratuitamente por un intérprete, en caso de que el menor
extranjero no comprenda o no hable el castellano.
Derecho a ser asistido gratuitamente por un intérprete, en caso de que el menor
extranjero no comprenda o no hable el castellano.
Derecho a ser asistido gratuitamente por un intérprete, en caso de que el menor
extranjero no comprenda o no hable el castellano.

17
Derecho a ser reconocido por el médico forense, su sustituto legal, por el de la
institución en que se encuentre detenido o por cualquier otro dependiente del Estado o
de otra Administración Pública

COMUNICACIÓN DE LA DETENCIÓN.

Deberá notificarse inmediatamente el hecho de la detención y el lugar de


custodia a los representantes legales del menor (padres, tutores o guardadores) y a la
correspondiente Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia Nacional o Provincial,
según se trate o no de hechos de naturaleza terrorista.

Cuando se trate de menores extranjeros, deberá notificar se las circunstancias anteriores al


Consulado respectivo, en los siguientes casos:

Cuando el menor extranjero no resida habitualmente en España.


Cuando lo solicite el propio menor o sus representantes legales.

CACHEO Y ESPOSAMIENTO.

El cacheo de los menores detenidos, se realizará con respeto absoluto a sus derechos
fundamentales y siempre como medida de seguridad para el propio menor y los actuantes,
retirándole cualquier objeto que pudiera hacer peligrar su integridad física o su seguridad o la
de los que le custodian, especialmente en los casos de menores entre 16 y 18 años autores de
delitos violentes, sexuales o terroristas.

El esposamiento de menores se llevará a cabo en los casos que sea necesario,


como respuesta proporcional a la naturaleza del hecho cometido y a las circunstancias
personales del menor, especialmente en casos de delitos violentos, sexuales o terroristas
cometidos por menores entre 16 y 18 años, y velando igualmente por el respeto de sus
derechos.

TRASLADOS.

El traslado de menores se realizará en la forma que menos perjudique al menor y con


respeto y garantía de sus derechos.

18
En la medida de lo posible, los traslados se realizarán en vehículos sin distintivos
y por policías no uniformados, si bien y a criterio del responsable policial actuante y
atendidas las circunstancias de cada caso y la disponibilidad de los recursos existentes
también podrán realizarse en vehículos con distintivos policiales y por personal uniformado.
En ambos casos, dichos traslados se efectuarán siempre de forma separada de los detenidos
de mayor edad.

En todos los casos, deberán tomarse las medidas de seguridad necesarias y


proporcionales a la situación, atendida la naturaleza de los hechos y las características del
menor, especialmente en los delitos violentos, sexuales o terroristas cometidos por menores
entre 16 y 18 años.

CUSTODIA.

Los menores detenidos deberán hallarse custodiados en dependencias policiales


adecuadas que cumplan con las medidas básicas de seguridad, especialmente en los casos
de menores entre 16 y 18 años autores de delitos sexuales, violentos o terroristas.

Las dependencias policiales donde permanezcan ingresados los menores detenidos,


deberán estar separadas, en todo caso, de las que se utilicen para los detenidos mayores
de edad.

Durante su estancia en dependencias policiales, y en la medida de los posible,


recibirán los cuidados, protección y asistencia social, psicológica, médica y física que
requieran, habida cuenta de su estado, edad, sexo y características individuales.

Los menores permanecerán custodiados en dependencias policiales el tiempo mínimo


imprescindible, siendo entregados, tras las gestiones policiales, a sus representantes legales o
pasándolos a disposición de la Sección de Menores de la fiscalía competente.

HABEAS CORPUS.

El procedimiento de ".habeas corpus" podrá ser legalmente solicitado por:

19
El propio menor detenido.
Sus padres, familiares o representante legal.
La Autoridad Judicial o Fiscal.
El Defensor del Pueblo.
El Abogado del detenido (según doctrina del Tribunal Constitucional)

Cuando el procedimiento sea instado por el propio menor detenido, así como por
cualquiera de los sujetos legitimados (padres, familiares, representante legal, Autoridad
Judicial o Fiscal, Defensor del Pueblo, Abogado), el responsable policial de la detención lo
notificará al Ministerio Fiscal (Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia Nacional o
Provincial, según se trate o no de delitos de naturaleza terrorista), dando curso, directamente,
al procedimiento correspondiente a través del Juez de Instrucción competente.

Las solicitudes de "habeas corpus" de menores detenidos, se tramitarán directamente, por


el responsable policial, al Juez de Instrucción competente (no al Juzgado - Provincial o
Central de Menores), según el siguiente orden de prelación:

Juez de Instrucción del lugar en el que se encuentre detenido el menor.


Juez del lugar donde se produjo la detención del menor.
Juez del lugar donde se hayan tenido las últimas noticias sobre el paradero del menor
detenido.

En caso de menores detenidos por delitos de naturaleza terrorista, la petición de "habeas


corpus" se tramitará directamente, por el responsable policial, ante el Juez Central de
Instrucción competente, dando la correspondiente notificación a la Sección de Menores de la
Fiscalía de la Audiencia Nacional.

DECLARACIÓN DEL DETENIDO.

La declaración del menor detenido, se realizará siempre en presencia del


Abogado designado o de oficio.

20
También estarán presentes en dicha declaración, aquellos que ejerzan la patria
potestad, tutela o guarda del menor (de hecho o de derecho), salvo que las circunstancias
del caso aconsejen lo contrario.

En defecto de estos últimos, así como en el caso de no concurrir el Abogado dentro


del plazo fijado, se comunicará tales circunstancias, a los efectos oportunos, al Ministerio
Fiscal, (Sección de Menores de la Fiscalía de la Audiencia Nacional o Provincial, según se
trate o no de delitos de naturaleza terrorista), sin que, en ningún caso, quepa tomarles
declaración, sin la presencia del Fiscal o su expresa autorización.

ASISTENCIA DEL ABOGADO.

La asistencia del Abogado del menor detenido consistirá en:

Solicitar, en su caso, que se informe al detenido de sus derechos y que se proceda a su


reconocimiento médico.

Solicitar, al término de la diligencia en la que haya intervenido, la declaración o


ampliación de los extremos que considere convenientes, así como la consignación en
el acta de cualquier incidencia.

Durante la práctica de la diligencia de declaración, el Abogado no podrá hacer ningún


tipo de recomendaciones al menor detenido.

En lo que se refiere a la relación del menor detenido con su abogado, se hará la


interpretación más favorable, por lo que se podrá entrevistarse reservadamente, incluso antes
de la declaración ante la policía o juzgado.

RECONOCIMIENTO DEL DETENIDO.

La práctica del reconocimiento en rueda de detenidos se entenderá excepcional y


sólo se realizará en casos estrictamente necesarios y siempre contando con el previo
conocimiento y la expresa autorización el Ministerio fiscal .

21
El reconocimiento fotográfico de menores para fines de investigación, se realizará de
forma ordinaria, utilizando, a tal efecto, los álbumes fotográficos de los menores detenidos.

EL DELITO DE ABANDONO DE FAMILIA, MENORES O INCAPACES

Incurren en un delito de abandono de familia:

Los que dejan de cumplir los deberes legales de asistencia inherentes a la patria
potestad, tutela, guarda o acogimiento familiar o de prestar la asistencia necesaria
legalmente establecida para el sustento de sus descendientes, ascendientes o cónyuge, que se
encuentren necesitados.

En estos casos el delito podrá ser castigado con la pena de arresto de 8 a 20 fines de
semana.

El juez también podrá imponer de forma motivada, la pena de inhabilitación especial


para el ejercicio del derecho de patria potestad, tutela, guarda o acogimiento familiar por
tiempo de 4 a 10 años.

Los que dejan de pagar durante 2 meses consecutivos o 4 meses alternos cualquier tipo
de prestación económica en favor de su cónyuge o sus hijos (pensión compensatoria,
pensión de alimentos...), establecida en convenio regulador aprobado en resolución judicial,
en los supuestos de separación legal, divorcio, o nulidad matrimonial, procesos de filiación,
o procesos de alimentos en favor de sus hijos.

En estos supuestos el delito será castigado con la pena de arresto de 8 a 20 fines de


semana.

En ambos casos la reparación del daño derivado del delito (responsabilidad civil)
comportará el pago de las cuantías adeudadas.

Para perseguir penalmente estos delitos es necesario que el perjudicado o su representante


legal formulen la correspondiente denuncia. Cuando el perjudicado sea una persona menor de
edad, incapaz o desvalida, también podrá denunciar el Ministerio Fiscal.

22
El delito de abandono de menores o incapaces

Por su parte, incurren en un delito de abandono de menores o incapaces, las


personas que encargadas de la guarda de un menor o incapaz se desentienden de sus
cuidados.

Esta infracción es sancionada con la pena de prisión de 1 a 2 años.

Si el abandono se realiza por los padres, tutores o guardadores legales, se impondrá la


pena de prisión de 18 meses a 3 años y si aquel hubiese puesto en peligro la vida, salud,
integridad física o libertad sexual del menor de edad o del incapaz, se aplicará la pena de
prisión de 2 a 4 años.

Por su parte, el abandono temporal de un menor de edad o de un incapaz será


castigado, en sus respectivos casos, con las penas inferiores en grado a las previstas
anteriormente.

El que, teniendo a su cargo el cuidado o educación de un menor de edad o de un


incapaz, lo entregue a un tercero o a un establecimiento público sin el consentimiento de la
persona que se lo hubiese confiado o de la autoridad, será castigado con la pena de multa de
6 a 12 meses.

Si en este último caso hubiese puesto en peligro la vida, la salud, la integridad física o
la libertad sexual del menor de edad o del incapaz se impondrá la pena de prisión de 6 meses
a 2 años.

Para terminar, los que utilicen o presten a menores de edad o incapaces para la
práctica de la mendicidad, incluso si ésta es encubierta, serán castigados con la pena de
prisión de 6 meses a 1 año.

Si para estos fines se trafica con menores de edad o incapaces, se emplea con ellos
violencia o intimidación, o se les suministra sustancias perjudiciales para su salud, la pena
imponible será la de prisión de 1 a 4 años.

Además de la pena que lleve aparejada la comisión de alguno de estos delitos, el Juez
o Tribunal, si lo considera adecuado en atención a las circunstancias del menor, podrá

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imponer a los responsables de los mismos la pena de inhabilitación especial para el ejercicio
de la patria potestad o de los derechos de guarda, tutela, curatela o acogimiento familiar por
tiempo de 4 a 10 años.

Si el culpable ostenta la guarda del menor por su condición de funcionario público,


se le impondrá además, la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por
tiempo de 2 a 6 años.

24
ANEXO: HOJA DE IDENTIFICACIÓN DE UN MENOR

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