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Bueno...

probablemente no noten que en este momento están mirando algo bastante extraño,
porque soy un escritor de ciencia informática de la generación Y, en un evento TEDx y aún así,
nunca he tenido una cuenta en redes sociales. De hecho, el cómo esto sucedió fue de alguna
manera algo fortuito. Las redes sociales entraron en mi radar por primera vez, cuando estaba en
mi segundo año de la universidad, ahí fue cuando Facebook llegó a nuestro Campus y en ese
momento, - el cual fue justo después del primer colapso ".com" - yo tenía un negocio universitario,
el cual tuve que cerrar debido al colapso y luego, repentinamente este chico de Harvard llamado
Mark, tiene este producto llamado Facebook y a la gente emocionada por ello. Entonces, en un
ataque de celos e inmadurez profesional, dije: "No voy a usar esto. No voy a contribuir al negocio
de este chico, o lo que sea que vaya a ser." Mientras sigo con mi vida, veo que no mucho después,
todos los que conozco están enganchados en esto. Y desde la claridad que se obtiene, cuando uno
tiene algo de objetividad y perspectiva en ello, me di cuenta de que parecía algo peligroso. Así que
nunca entré. Nunca he tenido una cuenta de red social desde entonces. Estoy aquí por dos
razones y quiero dar dos mensajes. El primer mensaje que quiero dar, es que aunque nunca haya
tenido redes sociales, estoy bien, no tienen de que preocuparse. (Risas) Resulta que todavía tengo
amigos, sé lo que está sucediendo en el mundo; como científico de la computación, aún sigo
colaborando con gente de todo el mundo, - afortunadamente sigo expuesto regularmente a ideas
interesantes - y rara vez me describo, como alguien que carece de opciones de entretenimiento.
Así que estoy bien, pero incluso iría un poco más allá y diría que no sólo estoy bien sin redes
sociales, sino que de hecho, creo que estoy mucho mejor. Creo que soy más feliz, tengo más
sostenibilidad en mi vida y creo que he tenido más éxito profesional, debido a que no uso las redes
sociales. Mi segundo objetivo en este escenario, es tratar de convencer a más de ustedes a creer
lo mismo. Veamos si realmente puedo convencer a más de ustedes, de que también estarían
mucho mejor si dejan las redes sociales. Entonces, si la temática de este evento TEDx es 'El
Futuro,' supongo que en otras palabras, esta sería mi visión del futuro: Un futuro en el que menos
gente utiliza redes sociales. Esa es una gran afirmación, creo que debo respaldarla. Así que pensé
que lo que haría, sería tomar las tres objeciones más comunes que escucho, cuando le sugiero a la
gente abandonar las redes sociales y luego, por cada una intentaré calmar la tensión publicitaria y
ver si realmente puedo hacerles ver la realidad. Esta es la primera objeción más común que
escucho. (Risas) No es un ermitaño, de hecho es un desarrollador web hipster de la calle octava,
no estoy seguro. (Risas) ¿Hipster o ermitaño? A veces es difícil distinguirlos. Entonces, la primera
objeción es esta: "Cal, las redes sociales son una de las tecnologías fundamentales del siglo XXI.
Rechazarlas sería un acto extremo de obsolescencia. Sería como ir al trabajo en caballo o usar un
teléfono de disco. No puedo tomar tal postura en mi vida." Mi respuesta a esa objeción, es que no
tiene ningún sentido. Las redes sociales no son una tecnología fundamental. Se sirven de algunas
tecnología fundamental, pero se entiende mejor como esto. Es decir, es un fuente de
entretenimiento, es un producto de entretenimiento. La manera en como el tecnólogo Jaron
Lanier lo dice, es que estas empresas les ofrecen regalos brillantes, a cambio de minutos de su
atención y bites de su información personal, lo cuales pueden ser empacados y puestos a la venta
después. Así que decir que no usan redes sociales, no debería ser una gran postura social,
únicamente es rechazar una forma de entretenimiento por otras. No debería haber más
controversia que decir: "No me gustan los periódicos, me gustan las noticias de las revistas," o
"prefiero la televisión por cable más que la gratuita." Decir que no usan este producto, no es una
postura social o política. No he puesto la imagen de una máquina de casino por casualidad, puesto
que si observan estas tecnologías, un poco más de cerca, no sólo son una fuente de
entretenimiento, sino que son una fuente de entretenimiento desagradable. Ahora sabemos que
muchas de las grandes empresas de redes sociales contratan individuos llamados ingenieros de la
atención, que toman prestados los principios de los casinos de Las Vegas y otros lugares, para
procurar hacer estos productos, tan adictivos como sea posible. El uso deseado de estos productos
es que los usen de manera adictiva, porque eso maximiza los beneficios que pueden ser extraídos
de su atención y sus datos. Así que, no son una tecnología fundamental, sólo son una fuente de
entretenimiento entre muchas, y si las miran de cerca, son desagradables. Esta es la segunda
objeción común que escucho, cuando le sugiero a la gente las dejen La objeción es: "Cal, no puedo
abandonar las redes sociales, porque son vitales para mi éxito en la economía del siglo XXI. Si no
tengo una marca bien cultivada en las redes sociales, la gente no sabrá quién soy y nadie podrá
encontrarme; las oportunidades no vendrán a mi y desapareceré efectivamente de la economía."
Entonces, nuevamente mi respuesta a esto es: "Esta objeción tampoco tiene sentido."
Recientemente publiqué este libro, que se basa en múltiples evidencias, para llegar al punto de
que en un mercado competitivo en el s.-XXI, lo que el mercado valora es la habilidad de crear
cosas excepcionales y valiosas. Si producen algo excepcional y valioso, el mercado lo va a valorar.
Lo que el mercado descarta en su gran mayoría, son actividades fáciles de replicar y que producen
una pequeña cantidad de valor. Bueno, el uso de las redes sociales es la epítome, de una actividad
fácil de replicar y que no produce mucho valor. Es algo que cualquier niño de seis años puede
hacer un smartphone. Por definición, el mercado no dará mucho valor a esos comportamientos.
En cambio, va a recompensar el trabajo intensivo y enfocado, que se requiere para desarrollar y
aplicar habilidades reales en la creación de cosas - como un artesano - que sean únicas y valiosas.
Para decirlo de otra manera: Si pueden escribir un elegante algoritmo, si pueden escribir un
estudio jurídico que puede darle un giro a un caso, si pueden escribir miles de palabras en prosa,
que van a enganchar a un lector hasta el final, si pueden mirar a un mar de datos ambiguos y
aplicar estadísticas y extraer ideas que podrían transformar un estrategia de negocios. Si pueden
hacer este tipo de actividades que requieren trabajo intensivo, que producen resultados únicos y
valiosos, la gente los encontrará. Serán capaces de escribir su propio boleto y construir las bases
de una vida profesional significativa y exitosa, independientemente de cuántos seguidores de
Instagram tengan. Esta es la tercera objeción común que escucho, cuando le sugiero a la gente
abandonar las redes sociales en cierto sentido, creo que podría ser una de las más importantes. La
objeción es: "Cal, quizá concuerdo contigo y tengas razón; no es tecnología fundamental. Tal vez el
uso de las redes sociales no es el centro de mi éxito profesional. ¿Pero sabes qué? Son inofensivas,
me divierten - qué raro, Twitter es gracioso - Tampoco las uso tanto, estoy empezando a usarlas,
es algo interesante probarlas y tal vez podría perderme de algo si no las uso. ¿Cuál es el daño?"
Entonces, vuelvo a decir: 'Esta objeción tampoco tiene sentido.' En este caso, lo que se pierde es
una realidad que considero muy importante, de la que necesitamos hablar más sinceramente, la
cual es: 'Las redes sociales traen consigo múltiples y significantes daños bien documentados.' Y de
hecho, tenemos que confrontar estos daños directamente, cuando se trata de tomar la decisión,
sobre si adoptamos o no esta tecnología y permitir que entre en nuestras vidas. Uno de los daños
que sabemos que esta tecnología trae consigo, está relacionado con su éxito profesional. Acabo de
argumentar que la capacidad de concentrarse intensamente, para crear cosas únicas y valiosas,
pulir habilidades que el mercado valora; esto es lo que va a importar en nuestra economía. Pero
justo antes de eso, argumenté que las herramientas de las redes sociales, son diseñadas para ser
adictivas. El verdadero propósito del diseño de estas herramientas, es que ustedes fragmenten su
atención lo más posible a lo largo del día. Así es como estas herramientas son diseñadas para
utilizarse. Tenemos una creciente cantidad de investigaciones, que nos dicen que si pasan grandes
porciones de su día en un estado de atención fragmentada; - grandes porciones del día en que
constantemente dividen su atención, para dar un vistazo rápido, o simplemente revisar Instagram
- esto puede reducir permanentemente su capacidad de concentración. En otras palabras, podrían
disminuir su capacidad permanentemente para hacer exactamente el tipo de esfuerzo intensivo,
que cada es vez más necesario en una economía cada vez más competitiva. Así que no son
inofensivas, de hecho pueden tener un significante impacto negativo, en su habilidad de prosperar
en la economía. Estoy especialmente preocupado por las generaciones más jóvenes, los cuales que
son los más saturados por esta tecnología. Si pierden su habilidad de sostener la concentración,
van a ser cada vez menos relevantes para esta economía. Además hay daños psicológicos que han
sido bien documentados, que son provocados por las redes sociales y que necesitamos abordar.
Gracias a la literatura de investigación, sabemos que ante más usen las redes sociales, es más
probable que se sientan solos o aislados. Sabemos que la constante exposición a los positivos y
cuidadosamente organizados retratos de las vidas de sus amigos, puede llevarlos a sentirse
inadecuados y puede aumentar las tasas de depresión. Y algo que creo que vamos escuchar más
en un futuro cercano, es que hay un hay un desajuste fundamental, entre la forma en que
nuestros cerebros están conectados y este comportamiento de exponerse a sí mismos a estímulos
con premios intermitentes a lo largo del día. Una cosa es pasar un par de horas en una máquina
traga-monedas en Las Vegas, pero si cargan con una y tiran de esa palanca todo el día, desde que
se levantan hasta que se acuestan. No estamos hechos para eso. Es un cortocircuito para el
cerebro y estamos empezando a encontrar que tiene consecuencias cognitivas reales. Una de ellas
es esa penetrante sensación de ansiedad. Ahora bien, la advertencia de este problema está en las
universidades. Si hablan con expertos en salud mental de las universidades, les dirán que con el
aumento del uso ubicuo de los smartphones y las redes sociales entre los estudiantes del campus,
ha ocurrido una explosión de trastornos relacionados con la ansiedad en esos campus. Así que, esa
es la advertencia. Este comportamiento es un desajuste para el cerebro y puede hacerlos sentir
miserables. Así que, hay un costo real por el uso de las redes sociales, lo que significa que cuando
intentan decidir: ¿debo usar esto o no? decir que es inofensivo no es suficiente. Realmente tienen
que identificar un beneficio claro, significativo y positivo que pueda sobrepasar estos potenciales
daños, que no son triviales en absoluto. La gente suele preguntar: "Está bien, pero: ¿cómo sería la
vida sin las redes sociales?" Pensar en ello puede causar un poco de miedo. Según personas que sé
que han pasado por este proceso; pueden haber unas semanas difíciles. De hecho, es como un
proceso de desintoxicación. Las primeras dos semanas pueden ser incómodas. Se sienten un poco
ansiosos, como si les faltara una extremidad, pero después de eso, las cosas se establecen y en
realidad, la vida sin redes sociales puede ser muy positiva. Hay dos cosas que puedo reportar del
mundo sin redes sociales. Primero, puede ser muy productivo. Soy profesor en un instituto de
investigación, he escrito cinco libros y rara vez trabajo después de las cinco de la tarde entre
semana. Ahora, parte del por qué estoy intentando lograr eso, es porque resulta que si tratan su
atención con respeto, - sin fragmentarla y permiten que permanezca entera y preservan su
capacidad de concentración - a la hora de trabajar, pueden hacer una tarea tras otra con
intensidad y la intensidad se puede intercambiar por tiempo. Es sorprendente todo lo que se
puede hacer en ocho horas, si son capaces de concentrarse intensamente en una cosa tras otra.
Otra cosa que les puedo decir de la vida sin redes sociales, es que fuera del trabajo, las cosas
pueden ser bastante tranquilas. Suelo bromear que estaría muy cómodo siendo un agricultor en
1930, porque si observan mi tiempo libre, leo el periódico mientras amanece, escucho béisbol en
la radio. Me siento en un sillón de piel y leo un libro de tapa dura, después de que mis hijos se van
a la cama. Suena anticuado pero tienen una finalidad. De hecho, es una manera restaurativa y muy
tranquila de pasar su tiempo fuera del trabajo. No tienen esos constantes estímulos en su vida y
esa sensación de ansiedad que traen consigo. Así que la vida sin redes sociales realmente no es tan
mala. Entonces, si juntan estas líneas, verán mi argumento completo, del por qué pienso; no
todos, pero sí muchas más personas que actualmente usan redes sociales, no deberían hacerlo.
Para resumir, eso se debe primero a que podemos descartar las preocupaciones principales, de
que es algo fundamental y que se debe utilizar. Disparates, es un traga- monedas en sus móviles.
Podemos descartar que no van a conseguir trabajo si no las usan. Disparates: cualquier cosa que
un niño de seis años puede hacer, no será lo que el mercado premiará. Y luego hice hincapié en
que hay un daño real. Así que, no son inofensivas. Realmente tendrían que tener un beneficio
significativo, antes de decir que la compensación vale la pena. Y por último mencioné que la vida
sin redes sociales tiene efectos muy positivos. Así que, espero que cuando muchos de ustedes
realmente hagan este mismo cálculo, al menos consideren la perspectiva que estoy planteando
ahora, la cual es que muchas más personas estarían mucho mejor, si no utilizaran esta tecnología.
Desde luego, algunos de ustedes pueden discrepar, algunos tendrán críticas mordaces - aunque
acertadas - sobre mi y mis argumentos, y por supuesto, acepto comentarios negativos. Sólo les
pido que dejen sus comentarios en Twitter. Gracias. (Risas) (Aplausos)

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