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Actualización de 1998
PLAN DE MANEJO
DE AVES ACUÁTICAS
DE NORTEAMERICA
Plan nord-americain de
Gestion de la sauvagine
CONTENIDO
Prefacio………………………………………………………………………………….
Agradecimientos………………………………………………………………………..
Resumen Ejecutivo……………………………………………………………………..
Ampliando la visión………………………………………………………………………
Fortaleciendo el fundamento biológico…………………………………………..
Hacia la conservación de paisajes………………………………………………..
Ampliando el alcance de las asociaciones……………………………………….
Resumen…………………………………………………………………………………..
Los desafíos……………………………………………………………………….
Las visiones……………………………………………………………………….
Objetivos poblacionales…………………………………………………………...
Temas específicos en el manejo de las aves acuáticas…………………………….
Objetivos poblacionales para los patos……………………………………………
Situación actual de los patos de superficie………………………………..
Situación actual de los patos buceadores y de los patos marinos…………
Objetivos poblacionales para los gansos………………………………………….
Situación actual del ganso canadiense…………………………………….
Situación actual del ganso blanco y del ganso de Ross…………………...
Situación actual del ganso careto mayor………………………………….
Situación actual de otros gansos…………………………………………..
Objetivos poblacionales para los cisnes…………………………………………...
Situación actual del cisne de tundra……………………………………….
Situación actual del cisne trompetero……………………………………..
Sección 3 –Administración del Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica
Administración internacional……………………………………………………………..
Comité del Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica………………...
Grupo de Evaluación Continental…………………………………………………
Consejo para la Conservación de Humedales de Norteamérica…………………..
Administración nacional…………………………………………………………………..
Canadá…………………………………………………………………………….
Estados Unidos……………………………………………………………………
México…………………………………………………………………………….
Administración regional…………………………………………………………………..
Esfuerzos conjuntos………………………………………………………………
Figura……………………………………………………………………………………...
Modelo para la conservación cooperativa del hábitat…………………………………….
Tablas……………………………………………………………………………………...
Tabla 1. Estimación poblacional promedio de diferentes especies de patos en
Norteamérica de 1970 a 1979 (en miles de patos)………………………………...
Tabla 2 Situación actual, tendencias y metas para las poblaciones de las 10 especies
más comunes de patos reproductores de la región media de Norteamérica (miles de
patos)…………………………………………………………………………...
Tabla 3 Situación actual y metas poblacionales para diferentes especies de gansos de
Norteamérica………………………………………………………………………
Tabla 4 Situación actual y metas poblacionales para diferentes especies de cisnes de
Norteamérica………………………………………………………………………
Tabla 5 Objetivos de esfuerzos conjuntos del Plan de Manejo de Aves Acuáticas de
Norteamérica (en acres)…………………………………………………………...
Mapa
Areas de importancia para las aves acuáticas en Norteamérica…………………………..
Prefacio
El Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica (el Plan), firmado entre Canadá y
Estados Unidos en 1986, planteó Una Estrategia para la Cooperación en la conservación de las
aves acuáticas, haciendo especial énfasis en la importancia de contar con una aproximación basada
en el desarrollo de asociaciones o esfuerzos conjuntos para conservar los hábitat de importancia
para las aves acuáticas, en mejorar el conocimiento científico sobre las poblaciones y sus
interacciones con el hábitat, y actualizar el Plan periódicamente.
En 1994, el Plan fue actualizado, y se convirtió en un auténtico esfuerzo continental cuando
México se unió a Canadá y Estados Unidos como país signatario. Aunque los principios y las metas
poblacionales presentadas en el documento Extensión del Compromiso eran los mismos que los del
Plan de 1986, los objetivos de hábitat se cuadruplicaron. El desafío era claro: se necesitaba hacer
mucho más y a una escala más amplia.
La Actualización de 1998, Ampliando la Visión, se basa en el legado del Plan de 1986 y de
la Actualización de 1994. La visión aquí presentada reconoce que el contexto socioeconómico en el
que se inserta la conservación y manejo de las aves acuáticas de Norteamérica está cambiando muy
rápido. Ahora más que nunca, la conservación y manejo de las aves acuáticas están vinculados a
una gama muy amplia de políticas y programas sociales y económicos, así como a otros intereses
internacionales para conservar la vida silvestre. La Actualización de 1998 se desarrolló tomando en
consideración estas circunstancias y a través de consultas exhaustivas con todos los socios.
Esperamos que esta actualización guíe la conservación y el manejo de las aves acuáticas a
escala continental hasta bien entrado el próximo siglo. Asimismo, esperamos que el Plan siga
siendo un modelo para la conservación a escala internacional, y que su espíritu de asociación y
cooperación inspire a todos aquellos que trabajan para proteger los recursos naturales de
Norteamérica. Reconocemos el esfuerzo incansable y el compromiso de los miles de socios que
han hecho del Plan un éxito, y esperamos su apoyo continuo. A todos aquellos que están
involucrados en la conservación, esperamos tener la oportunidad de trabajar conjuntamente para
proteger los recursos naturales de nuestros tres países.
“Tenemos la oportunidad de jugar un papel en el drama del paisaje… que se desenvuelve a través
del continente más ricamente bendecido del planeta… la oportunidad de recrear las condiciones
para el regreso de grandes poblaciones de aves acuáticas, aves terrestres y todo tipo de especies
que habitan en los humedales…Para esto se necesita una visión…”[traducción].
Rich Goulden
1941- 1997
Resumen Ejecutivo
! Los socios del Plan contribuyen a mejorar la capacidad de paisajes y ecosistemas para
mantener a las poblaciones de aves acuáticas y otras especies asociadas con los humedales al
asegurar que la instrumentación del Plan se desarrolle mediante una planificación basada en el
fundamento biológico, la que a su vez es ajustada mediante evaluaciones continuas.
! Los socios del Plan definen las condiciones necesarias que deben presentar los paisajes y
ecosistemas para que puedan mantener a las poblaciones de aves acuáticas y a otras especies
asociadas con los humedales; también participan en el desarrollo de políticas y programas
económicos, sociales y de manejo y conservación que pueden afectar las condiciones
ecológicas de estos paisajes.
! Los socios del Plan colaboran con otros esfuerzos de conservación, en particular con otras
iniciativas para la conservación de aves migratorias, y contactan a otros sectores y a las
comunidades para forjar alianzas más amplias en una búsqueda colectiva por hacer un uso
sustentable de paisajes. Los desafíos que se plantean en esta actualización de 1998 forman la
base para el planteamiento de acciones que mejorarán la situación de las aves acuáticas de
Norteamérica, promoverán el manejo sustentable de paisajes y ecosistemas y ampliarán
vínculos de cooperación.
Tras describir el legado de conservación del Plan, los logros obtenidos hasta la fecha y los
cambios en el contexto internacional en el que se deberá instrumentar el Plan, la Sección 1
presenta una dirección estratégica que intenta guiar a los miembros en la instrumentación del
Plan hasta bien entrado el próximo siglo. Esta dirección estratégica esta compuesta de tres
visiones; fortalecer el fundamento biológico del Plan, transitar hacia un enfoque para la
conservación a nivel de paisajes y ecosistemas y ampliar y fortalecer los esquemas de
asociación y participación pública.
La sección 2 describe los objetivos poblacionales y de hábitats para los patos, gansos y
cisnes de Norteamérica y, por último, la Sección 3 presenta una visión general de la
administración del Plan en Canadá, Estados Unidos y México.
SECCIÓN 1
Dirección Estratégica
Desde tiempos muy remotos, patos, gansos y cisnes han emigrado a través de los paisajes
de Norteamérica en un ritual anual que produce un sentimiento de admiración ante los misteriosos
procesos que hacen que millones de aves vuelen año con año de un extremo a otro del continente.
El misterio de la migración es complejo por el hecho de que las aves acuáticas dependen de una
compleja cadena de hábitats que traspasan las fronteras internacionales y que están cada vez más
amenazados. Detrás del espectáculo de la migración se encuentra un desafío de proporciones sin
precedentes: la conservación de un recurso migratorio a escala continental.
En 1986, el Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica respondió a este desafío:
encomendó a la comunidad conservacionista la difícil tarea de enfocar los programas de
conservación de tres países, para así aumentar las poblaciones continentales de un recurso
migratorio compartido y extremadamente móvil: las aves acuáticas. Firmado inicialmente entre
Canadá y Estados Unidos, el Plan fue actualizado en 1994 con México como signatario. El Plan de
1986 recomendada a la comunidad conservacionista que desarrollará programas y proyectos
coordinados para el manejo de hábitat en sitios específicos para generar aumentos en las
poblaciones a escala continental. Este es el enfoque y fundamento biológico que diferencia el Plan
de la mayoría de los otros esfuerzos de conservación de aquella época.
El plan también reconocía que las políticas y prácticas que afectan el uso de la tierra en
extensas áreas del continente tendrían que modificarse. Los esfuerzos de conservación tendrían que
ir más allá de los límites de las áreas públicas protegidas y trabajar con sistemas más completos,
incluyendo todos los tipos de tenencia de la tierra. Los socios dejaron atrás la seguridad que
ofrecían los programas y las asociaciones conservacionistas tradicionales para iniciar programas y
políticas que afectarían directamente la salud ecológica de los ambientes naturales para así
beneficiar no sólo a la vida silvestre sino también a las personas.
Para poder llevar a cabo esta tarea el Plan ofrecía una plataforma desde la cual los
conservacionistas de aves acuáticas de los sectores público y privado podían organizarse: los
esfuerzos conjuntos. En 1994, las asociaciones regionales mexicanas, análogas a los esfuerzos
conjuntos de los Estados Unidos y Canadá, se unieron a los trabajos del Plan. Este concepto de
asociación marcaría el comienzo de una nueva era en la protección de humedales al cambiar la
manera en que se instrumentan las actividades de conservación.
Entre 1986 y 1987, los miembros del Plan invirtieron más de 1500 millones de dólares
estadounidenses en zonas prioritarias para proteger, conservar, restaurar, manejar y mejorar
hábitats en humedales y tierras altas colindantes; para conducir la investigación y dar seguimiento a
las poblaciones de aves acuáticas; para proporcionar educación ambiental y una planeación
participativa con las comunidades. Los socios del Plan han trabajado en los tres países y a nivel
internacional para influir en las políticas agrícolas, forestales, hidráulicas y comerciales que, con
toda seguridad, han afectado indirectamente y en mayor medida a los paisajes que los proyectos de
conservación por sí solos.
Gracias al esfuerzo colectivo de los socios del Plan, las esperanzas de aquellos que lo
delinearon por primera vez, se han transformado en un triple legado para la conservación que sienta
las bases de la presente Actualización de 1998:
! El fundamento biológico del Plan vincula el manejo del hábitat in situ con los conteos
poblacionales de aves acuáticas y con metas, objetivos y estrategias de hábitat, tanto a escala
continental como regional.
! El plan ha resultado de vital importancia para que la comunidad conservacionista de vida
silvestre de Norteamérica vaya modificando su enfoque a uno que este basado en una escala de
paisaje y que se integre el manejo y la administración de tierras públicas, privadas y
comunales.
! El Plan fue pionero en contar con una estrategia para crear vínculos, asociaciones y esquemas
de cooperación para la conservación, que abarcara todas las facetas de la instrumentación del
Plan.
Al mirar atrás hacia el año de 1986, todos los que formaron parte del Plan deben ser
reconocidos por sus excepcionales contribuciones a la conservación del hábitat y las especies. La
visión del Plan de establecer relaciones de cooperación con base en un fundamento biológico y
científico y enfocadas a modificar paisajes naturales, es ahora una realidad.
Contexto de la conservación
de las aves acuáticas
Tendencias
Los cambios en el contexto internacional, tanto global como continental, seguirán
presentando desafíos a los socios del Plan en la conservación y manejo de las áreas de importancia
para las aves acuáticas, otras aves migratorias y la vida silvestre.
Los patrones demográficos están experimentando cambios fundamentales. Por primera vez
en la historia, la mayoría de los seres humanos viven en áreas urbanas. En Estados Unidos y
Canadá, está aumentando el número de empresas agrícolas corporativas y de propietarios que están
ausentes de sus tierras, mientras que disminuye el número de empresas familiares. En algunas
partes del centro y del norte de México ha comenzado una redistribución parecida. Un resultado de
este cambio es la pérdida de conocimientos y experiencia de primera mano de muchos de los
procesos ecológicos y de prácticas de conservación in situ. A medida que las personas se van
apartando de la tierra y recibiendo mayor influencia de los estilos de vida urbanos, se reduce su
capacidad de apreciación y conocimiento acerca de temas y prácticas de manejo y uso del suelo,
del agua y de la vida silvestre.
Desde principios de la década de los ochenta, el número de cazadores de aves acuáticas en
Canadá y Estados Unidos ha disminuido significativamente. Sin embargo, ha aumentado el número
de personas que dedican parte de su tiempo a otras actividades de recreación al aire libre, como la
observación de aves. Los cazadores han demostrado por mucho tiempo su apoyo a la conservación
y han contribuido sustancialmente a proyectos de conservación de hábitat. Debe promoverse que
otros grupos interesados o que se benefician de la conservación, contribuyan como lo han hecho los
cazadores, ya que con el tiempo esto ayudará a asegurar que los esfuerzos de conservación sean
sostenidos y a que los costos asociados se distribuyan más equitativamente.
La creciente demanda de producción de granos causada por el continuo crecimiento de la
población mundial creará incentivos para convertir más áreas de pastizales y humedales en áreas de
uso agrícola intensivo. Las presiones adicionales para aumentar la producción de granos en
Norteamérica podrían reducir tanto el apoyo público como los incentivos para que los campesinos
participen en programas que hasta la fecha han sido fundamentales para el éxito del Plan. Estos
incluyen programas de conservación agrícola tales como el Conservation Reserve Program y el
Wetlands Reserve Program en los Estados Unidos; los programas Prairie CARE (Conservation of
Agriculture, Resources and the Environment) y Ontario CARE en los Estados Unidos y Canadá; y
programas de recursos naturales tales como el Programa de Conservación, Manejo de la Vida
Silvestre y Diversificación Productiva en el Sector Rural y el Programa de Áreas Naturales
Protegidas de México.
Por otra parte, las decisiones negociadas por la Organización Mundial de Comercio, bajo
los auspicios del Acuerdo Internacional sobre Aranceles y Comercio (GATT), están reduciendo o
eliminando los subsidios para la producción de granos y otras materias primas. Los socios del Plan
esperan que conforme las decisiones sobre el uso de la tierra respondan a las demandas del
mercado, las prácticas y políticas evolucionarán hasta ser sustentables y permitir la conservación de
la vida silvestre en áreas agrícolas.
Finalmente el tema del cambio climático global ha generado un debate sobre el grado en el
que las actividades humanas influyen en las tendencias meteorológicas. Independientemente de las
causas, los pequeños cambios del clima pueden tener un profundo efecto en los humedales, en
particular aquellos que ya presentan algún nivel de degradación. Para poder anticipar y sobrellevar
estos cambios, se necesita contar con estrategias adaptativas de conservación.
Los autores del Plan de 1986 previeron la necesidad de actualizarlos periódicamente para
que éste siguiera respondiendo a las necesidades y siendo relevante. Es con este espíritu que la
Actualización de 1998 refleja el legado establecido por el Plan y presenta una visión hacia el futuro
y a su próxima Actualización en el año 2003.
Ampliando la visión
La visión
Los miembros del Plan contribuyen a mejorar la capacidad de paisajes y ecosistemas para
mantener a las poblaciones de aves acuáticas y otras especies asociadas con los humedales al
asegurar que la instrumentación del Plan se desarrolle mediante una planificación basada en el
fundamento biológico, la que a su vez es ajustada mediante evaluaciones continuas.
Si se quiere que el Plan consiga la meta de restaurar y mantener las poblaciones de aves
acuáticas en el marco de las actuales tendencias demográficas, económicas y ambientales, se debe
fortalecer su fundamento biológico. Este fundamento une lógicamente las metas poblacionales a
nivel continental con las estrategias de conservación a nivel regional, y por lo tanto depende de qué
tan bien se conozcan las condiciones del paisaje que afectan la abundancia de las aves acuáticas.
El fundamento biológico del Plan puede fortalecerse a través de un proceso sistemático de
planificación estratégica, instrumentación y evaluación en el que:
! La planificación estratégica se base en los objetivos de manejo y los efectos previstos de las
acciones de manejo para evaluar estrategias alternativas de conservación;
! La instrumentación proceda de acuerdo con la estrategia de conservación seleccionada,
reconociendo que existen restricciones en las acciones de conservación y los límites que se
tienen en cuanto al conocimiento biológico; y
! Las medidas de evaluación progresen hacia objetivos de manejo y proporcionen una base para
afinar las estrategias en futuros esfuerzos de planificación.
En este contexto, la justificación a favor de una planificación basada en información biológica
es asegurar estrategias de conservación exitosas, mientras que las razones a favor de una
evaluación consisten en mejorar la efectividad de esa planificación.
A continuación se describen las acciones que consolidarán el fundamento biológico del
Plan:
Las metas poblacionales a nivel continental establecidas por primera vez en 1986
proporcionan al plan los indicadores fundamentales de desempeño. Sin embargo y a pesar de su
indudable utilidad, las metas poblacionales continentales resultan insuficientes para planificar y
evaluar actividades de manejo a nivel regional o local. Por lo tanto, los objetivos que los socios del
Plan identifiquen deberían ser cuantificables y apropiados a la escala geográfica considerada. Estos
objetivos podrían incluir metas para poblaciones regionales o reflejar niveles deseados de
reproducción y sobrevivencia, de manera que, independientemente de la forma que tomen, las
relaciones entre los objetivos y las diferentes escalas geográficas de interés deberían ser siempre
explícitas y lógicas.
Los programas de monitoreo y evaluación utilizados como guía para el manejo de las aves
acuáticas en Norteamérica están entre los mejores en el mundo. Sin embargo, los mecanismos para
monitorear lasa condiciones ambientales y los efectos del cambio en el paisaje sobre las aves
acuáticas no están bien desarrollados. Estas capacidades de monitoreo y evaluación permanecen
fuera del alcance de muchos de los socios del Plan, porque los recursos disponibles han sido
insuficientes. Por lo tanto, los socios del Plan deberían procurar desarrollar fuentes de
financiamiento para estos programas, para que las posibilidades de instrumentación aumenten.
Se recomienda a los socios del Plan que ajusten sus enfoques de conservación e
identifiquen los paisajes, cuencas, o ecosistemas más críticos para alcanzar las metas del Plan, y
que procuren determinar y documentar los principales factores limitantes de la abundancia de aves
acuáticas en esas áreas. Al hacer esto, los socios del Plan deberían asegurarse que en la medida de
lo posible, la planificación para la conservación se complemente y se integre con otros intereses
sobre recursos naturales y vida silvestre.
La visión
Los socios del Plan definen las condiciones necesarias que deben presentar los paisajes y
ecosistemas para que puedan mantener a las poblaciones de aves acuáticas y a otras especies
asociadas con los humedales, y participan en el desarrollo de políticas y programas económicos,
sociales y de manejo y conservación que pueden afectar las condiciones ecológicas de estos
paisajes.
L a aplicación efectiva del Plan requiere comprender el contexto del paisaje en el que se
están dirigiendo los esfuerzos de conservación. Mientras que las tierras públicas proporcionan
hábitats y refugios críticos para las aves acuáticas y otras aves migratorias, la mayoría de las áreas
utilizadas por estas especies se encuentran en zonas también utilizadas para producir beneficios
económicos para las comunidades humanas, tales como la agricultura, minería, pesca y silvicultura.
A lo largo del continente, estos importantes paisajes naturales incluyen ecosistemas como
humedales, pastizales, bosques y zonas riparias y costeras.
El enfoque de paisaje para el manejo del hábitat tiene como propósito encontrar un
equilibrio entre los objetivos de conservación y los objetivos socioeconómicos de una región. Para
lograr las metas poblacionales del Plan, se deben conservar miles de hábitats, la mayoría de los
cuales se encuentran en áreas dedicadas a la producción. Para alcanzar los objetivos del Plan es
indispensable considerar los intereses de la gente que comparte estas áreas con la vida silvestre. El
Plan proporciona la estructura organizativa necesaria para que la comunidad conservacionista
pueda tomar en cuenta los intereses y así conseguir beneficios mutuos en los distintos paisajes
naturales del continente.
A continuación se describen algunas acciones que ayudarían a contar con un enfoque para
la conservación a escala de paisaje.
Los socios del Plan deberían esforzarse por asumir que la conservación de las aves
acuáticas es un componente legítimo e indispensable de cualquier paisaje manejado en forma
sustentable. Plantear los objetivos para los hábitats en términos de metas específicas y
cuantificables a nivel de paisajes y establecer programas de monitoreo de hábitats, proporcionará
bases lógicas para establecer la dirección, magnitud y urgencia de acciones específicas para la
conservación de las aves acuáticas dentro de determinados paisajes naturales.
Los miembros del Plan deberían mejorar la coordinación para la conservación del hábitat
con otras iniciativas de conservación de la vida silvestre, incluyendo otras iniciativas para la
conservación de aves migratorias, especies en peligro de extinción, pesca y biodiversidad. Esto
creará beneficios mutuos al definir la dirección, magnitud y urgencia de las acciones de
conservación dentro de los paisajes y ecosistemas y al lograr que la conservación de la vida
silvestre sea relevante dentro de un contexto más amplio.
Los miembros del Plan deberían renovar sus esfuerzos para influir en programas y políticas
no relacionados con la vida silvestre pero que afecten la salud de los paisajes naturales de los que
ellas dependen. En particular, se debería influir en las políticas comerciales, agrícolas, forestales e
hidráulicas, para mejorar los hábitats para las aves acuáticas y otras aves migratorias. Estos
esfuerzos deberían hacer énfasis en la capacidad de estos sectores para ayudarnos a alcanzar las
metas planteadas para las aves acuáticas y por otro lado, en las posibilidades que tienen las
acciones de conservación derivadas de la instrumentación del Plan, para que estos sectores también
puedan alcanzar sus objetivos.
El éxito a largo plazo del Plan dependerá del compromiso de las comunidades locales con
el concepto de administración, que incluye planificación, instrumentación y cuidado. Por lo tanto,
la conservación de las aves acuáticas debería en la medida de lo posible, ser instrumentada a través
de proyectos y programas basados en las comunidades. Esto fomentará paisajes capaces de sostener
tanto el progreso económico como los procesos ecológicos, y en última instancia, asegurará el
futuro de las aves acuáticas. Este enfoque identificará intereses, objetivos, incentivos y
desincentivos comunes, pondrá énfasis en la educación e información, y formulará acercamientos a
la conservación que den como resultado beneficios mutuos.
Debido a que los paisajes críticos para las aves acuáticas son manejados por una amplia
gama de intereses divergentes, y dado que la protección de estos paisajes es una tarea demasiado
amplia para una sola organización o agencia, la instrumentación de un enfoque a escala de paisaje
debe hacerse a través de acciones que incluyan a los administradores de tierras y otros socios.
Extender los lazos de asociación ha sido una característica del Plan, que permite juntar más
conocimientos, recursos y energía para llevar a cabo las acciones de conservación. De este modo, el
compromiso de lograr un enfoque a escala de paisaje implica directamente avanzar en un proceso
de formación de asociaciones para su instrumentación.
Ampliando el alcance de las asociaciones
La visión
Los socios del Plan colaboran con otros esfuerzos de conservación, en particular con otras
iniciativas para la conservación de aves migratorias y contactan a otros sectores y a las
comunidades para forjar alianzas más amplias en una búsqueda colectiva por hacer un uso
sustentable de especies
y ecosistemas.
Los autores del Plan de 1986 notaron que la restauración de las poblaciones de aves
acuáticas iba a requerir mucho más que la intervención de los gobiernos federales en tierras
federales y con recursos federales. De hecho, la aprobación federal del Plan de 1986 estuvo basada
en el claro reconocimiento de que la responsabilidad fiscal para su instrumentación no dependía
solamente de los gobiernos federales. La conservación de las aves acuáticas puede haber tenido sus
raíces en tratados internacionales, pero los recursos en que se sustentaría el Plan tendrían que
provenir también de sectores como el privado, estatal o municipal.
Lo que comenzó como un reconocimiento de las realidades fiscales, se convirtió en la base
y motivación de una innovadora manera de hacer negocios: asociaciones entre el sector público y el
privado. La instrumentación internacional del Plan se inició cuando las organizaciones
conservacionistas de Estados Unidos empezaron a complementar los fondos de las agencias
estatales de vida silvestre y facilitaron la transferencia de fondos a través de fronteras
internacionales para que dichos fondos fueran complementados y aumentados por agencias
federales, estatales, municipales, por el sector privado y por las comunidades, primero en Canadá y
posteriormente en México.
Este nuevo acercamiento a la conservación favoreció la aprobación en 1989 de la Ley de
Conservación de Humedales de Norteamérica que ayudó a crear un mecanismo de financiamiento
para proyectos de humedales llevados a cabo en el marco del Plan. Hoy en día, los conceptos de
complementar y compartir recursos se han replicado en tantas ocasiones por los socios del Plan que
el negocio de la conservación de las aves acuáticas ha experimentado un cambio fundamental y
duradero.
El éxito del Plan ha dependido de la habilidad de los distintos intereses para crear y
sostener nuevas relaciones lo suficientemente flexibles como para inventar nuevas formas de
instrumentar la conservación de las aves acuáticas. Este legado es una de las contribuciones más
importantes del Plan para la conservación de los recursos naturales. En algunas regiones, estas
asociaciones han ido más allá de las aves acuáticas, para incluir a grupos interesados en la
conservación del suelo y los recursos hidrológicos, y lo que es más importante los dueños de la
tierra, tanto privados como comunales y ejidales.
A continuación se describen las acciones que facilitarán la ampliación de las asociaciones:
Existen hábitats a nivel local y regional que son de gran importancia para las aves acuáticas
y que están fuera de las áreas establecidas por los esfuerzos conjuntos, grupos regionales
organizados, o de las áreas designadas como importantes para las aves acuáticas de Norteamérica.
A menudo, estas áreas están incluidas dentro de una región fisiográfica de interés para otras
iniciativas de conservación de aves. Los socios del Plan deberían intentar participar en el desarrollo
de otros planes a nivel de paisaje para la conservación de aves migratorias, de manera que se
asegure que las necesidades de las aves acuáticas sean tomadas en cuenta. De la misma forma, se
puede invitar a los representantes de otras iniciativas sobre aves migratorias a que participen en los
esfuerzos de planificación para identificar las necesidades de hábitats de esas especies que deberían
ser tomadas en cuenta por los socios del Plan. Finalmente, un esfuerzo conjunto u organización
regional puede estar afiliado con más de una de estas iniciativas.
Siempre que la cooperación pueda dirigirse hacia tratar problemas de mutuo interés, los
socios del Plan deberían estar dispuestos a adherirse o a crear asociaciones con otros sectores
diferentes a los vinculados con la vida silvestre, con el objetivo de influir en programas y políticas
que puedan contribuir a las metas del Plan, lo que contribuirá a mejorar conjuntamente la salud del
medio ambiente. El enfoque inicial del Plan en el sentido de establecer relaciones con dueños de la
tierra privados o comunales y con grupos que trabajan por la conservación de suelos y recursos
hidrológicos no ha cambiado y debería enfatizarse más.
Proyectos Evaluaci
Aves acuáticas ón
Proyectos Evaluaci
ón
Aves terrestres
Proyectos Evaluaci
ón
Aves playeras
Proyectos Evaluaci
ón
Aves acuáticas
coloniales
Las visiones
La actualización de 1998 ofrece tres visiones que se basan en el legado del Plan.
Los miembros del Plan contribuyen a mejorar la capacidad de paisajes y ecosistemas para
mantener a las poblaciones de aves acuáticas y otras especies asociadas con los humedales al
asegurar que la instrumentación del Plan se desarrolle mediante una planificación basada en el
fundamento biológico, la que a su vez es ajustada mediante evaluaciones continuas.
Los socios del Plan definen las condiciones necesarias que deben presentar los paisajes y
ecosistemas para que puedan mantener a las poblaciones de aves acuáticas y beneficiar a otras
especies asociadas con los humedales; también participan en el desarrollo de políticas y
programas económicos, sociales y de manejo y conservación que pueden afectar las condiciones
ecológicas de estos paisajes.
Los socios del Plan colaboran con otros esfuerzos de conservación, en particular con otras
iniciativas para la conservación de aves migratorias, y contactan a otros sectores y a las
comunidades para forjar alianzas más amplias en una búsqueda colectiva para hacer
un uso sustentable de especies y ecosistemas.
Objetivos poblacionales
Metas
Mantener la actual diversidad de especies de patos en toda Norteamérica y lograr una población
reproductora continental de 62 millones de patos (una población de 39 millones en el centro del
continente) durante años con condiciones ambientales normales, lo cual sostendría una bandada de
otoño de 100 millones.
Alcanzar o exceder las metas poblacionales para el centro del continente para las 10 especies de
aves acuáticas presentadas en la Tabla 2.
a Este objetivo poblacional para el pato negro americano está basado en índices derivados del
inventario de mediados de invierno. Se están realizando esfuerzos para desarrollar un objetivo en áreas
reproductoras basado en nuevos estudios de reconocimiento que se están desarrollando en la parte este del
continente.
Tabla 1
a. Las cifras estimadas de la parte media del continente proviene de Waterfowl Breeding
Population and Habitat Surver, franjas 1-18, 20-50 y 75-77. Las estimaciones para Norteamérica
incluyen las cifras estimadas de la parte media del continente, así como cifras calculadas de
poblaciones de otras regiones basadas en inventarios de invierno y opiniones de expertos. Se han
puesto en marcha nuevos estudios en áreas reproductivas del noreste de los Estados Unidos y el
este de Canadá, que en el futuro deberán ser útiles para depurar las cifras estimadas y las metas
para ciertas especies.
b. Los patos arlequín del este de Canadá, y lo éider de Fischer y de Steller están clasificados como
especies en peligro de extinción o amenazadas.
Tabla 2
a. Franjas del estudio 1-18, 20-50, y 75-77 del Waterfowl Breeding Population and Habitat Survey
La tabla 2 presenta las metas poblacionales para patos del Plan de Manejo de Aves
Acuáticas de Norteamérica y el estado actual de las poblaciones reproductoras en la parte media del
continente, en donde la mayoría de los patos de Norteamérica se reproducen. De las 10 especies
más comunes que se reproducen en las praderas, 8 presentan tendencia a aumentar entre 1986 y
1998, lo que coincide con el periodo de instrumentación del Plan. Únicamente las poblaciones del
pato boludo mostraron una tendencia decreciente, y actualmente están 45 por ciento por debajo del
objetivo del Plan. Las cifras para el pato golondrino, aunque han permanecido relativamente
estables durante los últimos años, actualmente están 55 por ciento por debajo del objetivo del Plan.
La mayoría de los patos de Norteamérica se reproducen en Canadá y Estados Unidos, y
pasan el invierno en Estados Unidos y México. Para propósitos de este documento, los patos de
Norteamérica se han dividido en tres grupos basados en sus requerimientos ecológicos: patos de
superficie, patos buceadores y patos marinos.
Los patos de superficie son el grupo de patos más abundante y ampliamente distribuido de
Norteamérica y son de gran importancia para los cazadores y los observadores de aves. Incluyen el
pato de collar, pato negro americano, pato tejano, pato chalcuán, pato golondrino, pato friso,
cerceta alaverde, cerceta alazul, cerceta canela, y al pato cucharón norteño. El pato arcoiris, el pato
real, el pijije alablanca y el pijije canelo, también se incluyeron en esta categoría (Tabla 1).
Las poblaciones reproductoras de patos de superficie con mayor densidad se encuentran en
las praderas. Los hábitats boreales también mantienen grandes poblaciones aunque a una menor
densidad. Las especies que anidan tempranamente, como el pato de collar y el golondrino, son
particularmente afectadas por la pérdida del hábitat de anidación en las tierras altas de las praderas.
El uso intensivo de las tierras para la agricultura en las áreas de reproducción de las praderas,
combinado con una sequía que empezó en 1980, afectó negativamente a grandes porciones del
hábitat de reproducción hasta principios de los años 90. La degradación y pérdida del hábitat de
reproducción hasta principios de los años 90. La degradación y pérdida del hábitat y los cambios en
el uso del suelo han favorecido a los depredadores, y éstos impiden que las aves acuáticas alcancen
sus índices históricos de sobrevivencia y reclutamiento.
Entre 1986 y 1988 seis especies (pato de collar, pato friso, pato chalcuán, cerceta alaverde,
cerceta alazul y pato cucharón norteño), han mostrado tendencias ascendentes en la región central
del continente (Tabla 2). No hay una tendencia evidente para el pato golondrino en el centro del
continente durante ese mismo periodo.
La población de pato negro americano en el este de Norteamérica ha disminuido a lo largo
de las últimas cuatro décadas. Los conteos anuales de invierno que se utilizaron como índice del
tamaño poblacional de esta especie, permiten estimar un promedio poblacional de 491,000 aves
durante los años 60, disminuyó a 285,000 durante los años 90. Aunque los patos negros americanos
han disminuido tanto en la ruta migratoria del Atlántico como en la del Mississippi,
proporcionalmente han disminuido mucho más en esta última. Los conteos de las poblaciones
reproductoras iniciados en 1990 en la parte este de Canadá, mostraron que la población
reproductora del pato negro americano se ha incrementado en las provincias marinas, pero ha
disminuido en la porción oeste de su área de reproducción. Los cambios en su abundancia pueden
estar relacionados con la pérdida de hábitat, la competencia con los patos de collar y la mortalidad
a causa de la cacería.
El pato arcoiris se distribuye principalmente al este de Norteamérica, y normalmente habita
en áreas con una densa cobertura vegetal. Por esta razón, no disponemos de estimaciones de su
abundancia a partir de conteos aéreos del tipo que normalmente se utilizan para monitoreo de la
abundancia de patos de bosque. Sin embargo, los conteos desde tierra a lo largo de rutas específicas
sugieren un incremento en las tendencias poblacionales en el corto y largo plazo.
Varias especies de patos de superficie se distribuyen solamente al sur de Estados Unidos y
México. El pato tejano y el pato real prácticamente no son migratorios. Los pijijes tienden a ser
nómadas, exhibiendo movimientos impredecibles, por lo que detectar cambios en el estado
poblacional es muy difícil. Aunque existen muy pocos datos de estas poblaciones, se esta tratando
de cubrir los vacíos de información.
Los patos buceadores de Norteamérica, incluyen el pato coacoxtle, el cabeza roja, el pico
anillado, el boludo mayor y el boludo menor. Aunque no son verdaderos patos buceadores, también
se incluyen en esta categoría el pato tepalcate y el enmascarado, dos especies de Bucephala spp y el
pato monja. La mayor densidad de patos buceadores reproductores se registran en una región
conocida como las praderas, aunque los patos de pico anillado y boludo menor están ampliamente
distribuidos. El pato boludo mayor se reproduce principalmente en regiones sub-árticas. El pato
enmascarado se distribuye principalmente en México. Los patos buceadores tienden a usar
pantanos relativamente profundos y los ríos y lagos del interior durante la reproducción y la
migración, y bahías costeras, estuarios y aguas profundas durante el invierno.
El pato coacoxtle y el cabeza roja han registrado tendencias poblacionales crecientes en la
región central del continente durante los últimos años (Tabla 2). Individualmente, la situación de
las especies de pato boludo (mayor y menor) es difícil de discernir, ya que son dos especies que no
se distinguen durante los conteos aéreos. Sin embargo, el tamaño poblacional de los patos boludos,
(compuesta principalmente por el boludo menor), ha disminuido desde 1970 y es el único grupo
que ha continuado disminuyendo desde 1986. Esta constante disminución ha aumentado la
preocupación sobre esta especie, provocando que las agencias públicas y privadas destinen recursos
adicionales para resolver el problema de esta especie.
Las estimaciones de las poblaciones reproductoras del pato pico anillado y del pato
tepalcate en la región central de Norteamérica no se consideran tan confiables como las de las
especies presentadas en la Tabla 2. Sin embargo, los datos sugieren que en el largo plazo estas
especies han aumentado su abundancia. No hay datos disponibles para evaluar el estado del pato
enmascarado.
Los patos marinos de Norteamérica incluyen especies de la Tribu Mergini, en particular el
pato arlequín, el cola larga, el pato monja, cuatro especies de Somateria spp., tres especies de
Melanitta spp., tres especies de Bucephala spp., y tres especies de Mergus spp. Se reproducen
principalmente en las regiones norteñas del continente. La información biológica de algunas de
estas especies es sumamente limitada, al igual que su índice poblacional o estimación anual de
productividad. Las especies: Polysticta stelleri y Somateria fischeri de Alaska están incluidas en la
lista de especies amenazadas. Las poblaciones de pato arlequín del este de Norteamérica han sido
declaradas en peligro de extinción en Canadá.
La información disponible para el pato monja sugiere que su abundancia ha aumentado en
el largo plazo en las áreas monitoreadas. Las especies del género Bucephala spp. Aparentemente no
presentan ninguna tendencia. Para el caso de las especies de Mergus spp, la poca información con
la que se cuenta sobre su abundancia en las áreas de reproducción y de invernación, sugiere que son
un grupo que ha experimentado incrementos en el largo plazo.
Las condiciones del hábitat de reproducción para la mayoría de las especies de patos
marinos no han cambiado en los últimos años. Sin embargo, varias de las áreas de invernación
habituales en ambas costas han sido degradadas a causa del desarrollo industrial y urbano. Se
desconocen los efectos que pueda tener la degradación del hábitat sobre las poblaciones, y existen
pocos datos sobre las poblaciones de patos marinos o sus niveles de aprovechamiento. Un resumen
de la información disponible sugiere que algunas poblaciones están estables o en aumento, mientras
que otras pueden estar disminuyendo. En noviembre de 1998 se aprobó condicionalmente la
formación de un esfuerzo conjunto para los patos marinos, con la intención de abordar las
necesidades de manejo y de información sobre estas especies y para facilitar la coordinación y
cooperación a nivel internacional.
Objetivo:
Incrementar o reducir las poblaciones a los niveles sustentables listados en la Tabla 3.
Tabla 3
Situación actual y metas poblacionales para diferentes especies de
gansos de Norteamérica
Los gansos blanco, de Ross, el careto mayor, el emperador, el de collar y la mayoría de las
poblaciones del ganso canadiense anidan en las partes más septentrionales de Norteamérica y a lo
largo de la Bahía de Hudson. Varias poblaciones que anidan en el Ártico han alcanzado niveles de
abundancia sin precedentes, al grado de ser considerados sobreabundantes. Poblaciones tan grandes
se atribuyen a los altos índices de sobrevivencia de los adultos, como resultado de la abundancia de
alimento en terrenos agrícolas a lo largo de sus rutas migratorias o áreas de invernación. La
sobreabundancia de gansos está causando graves perjuicios a tierras de cultivo, parques y hasta en
campos de golf. También han provocado daños potencialmente irreparables por sobre-pastoreo en
los hábitats de reproducción del Ártico. Otras poblaciones de gansos que anidan en regiones del
Ártico y sub-Ártico no han respondido para alcanzar los objetivos del Plan. El Esfuerzo Conjunto
del Ganso del Ártico se estableció para mejorar la coordinación en el monitoreo y la investigación
sobre las poblaciones reproductoras de estas regiones y para identificar los factores que han
contribuido a la sobreabundancia de algunas poblaciones y que han limitado la recuperación de
otras, y en última instancia para formular recomendaciones para mejorar el manejo de estas
poblaciones.
Los objetivos poblacionales para gansos fueron desarrollados por los Esfuerzos Conjuntos y los
Consejos de las Rutas Migratorias, por medio de consultas con otros grupos, tomando en
consideración varios factores. Estos incluyen el tamaño óptimo para el mantenimiento de la
población,la capacidad de carga de las áreas de reproducción, la demanda humana por usos de
consumo y de no consumo, la tolerancia por parte de los dueños de las tierras a la depredación de
los cultivos, y el potencial para el brote de enfermedades.
Nueve poblaciones de ganso canadiense han excedido los objetivos planteados por el Plan.
De éstas, las poblaciones residentes de la ruta migratoria del Atlántico, las de la ruta migratoria del
Mississippi, las de las praderas del oeste y Grandes Llanuras, Hi-Line y las de las Aleutianas,
todavía están en aumento. Aunque ninguna población de ganso canadiense está disminuyendo; los
números poblacionales del Atlántico, del Valle del Mississippi, de las praderas del este y las del
Pacífico permanecen por debajo de los objetivos del Plan (Tabla 3). En particular, el ganso pardo
canadiense sigue siendo una subespecie de especial preocupación. Los principales factores
limitantes de estas poblaciones son el clima, el alimento, el agua durante la reproducción y crianza,
así como la depredación y la cacería en las áreas de reproducción.
Situación actual del ganso nevado y del ganso de Ross
Todas las poblaciones de ganso blanco, excepto la de la Isla de Wrangel, han alcanzado o
excedido los objetivos del Plan y se están evaluando distintas estrategias para comprobar las
tendencias de crecimiento o disminución de las poblaciones en el futuro. Los desafíos asociados
con la sobreabundancia de la población de ganso blanco en la región central de Norteamérica, que
ha sobrepasado las metas del Plan por casi 2 millones de individuos, son de especial preocupación.
Las consecuencias de la degradación de las áreas de reproducción del Ártico y de los paisajes
adyacentes para el ganso blanco así como para otras especies de vida silvestre son preocupaciones
prioritarias. Liberar las cuotas de cacería sobre estas poblaciones quizás no sea suficiente para
estabilizar o revertir estos índices de crecimiento. Actualmente, las poblaciones de ganso de Ross
exceden los objetivos del Plan en un 300 a 900 por ciento. Por lo tanto, también se examinan
propuestas para reducir las poblaciones de esta especie.
El ganso careto mayor que migra a través de la ruta migratoria del centro, para invernar a lo
largo del Golfo de México, ha sido tradicionalmente dividido en poblaciones del este y del oeste de
la región central de Norteamérica. El análisis de los datos de los estudios realizados con collares,
han demostrado que en los grupos de ganso careto mayor del centro de Norteamérica funcionan
como una sola población, por lo que se ha especificado un solo objetivo poblacional (Tabla 3) para
ella y debido a que los conteos de otoño se iniciaron apenas en 1992, no es posible aún distinguir
una tendencia poblacional. La población del ganso careto mayor en la ruta migratoria del Pacífico
está al nivel de los objetivos del Plan; no obstante que las poblaciones del tule siguen siendo bajas.
Las poblaciones del ganso de collar se han recuperado después del desplome de los años
70. Actualmente la población del Atlántico ha excedido las metas y la población del Pacífico está a
un 75 por ciento de los objetivos del Plan. El tamaño de ambas poblaciones es estable. Las
poblaciones del ganso emperador están por debajo de los objetivos del Plan, y el tamaño de la
población es estable.
Los socios del Plan han establecido objetivos para dos poblaciones del cisne de tundra y
tres poblaciones del cisne trompetero (Tabla 4). Las áreas de reproducción del cisne de tundra
incluyen la mayor parte de las regiones Árticas y sub Árticas, desde la costa oeste de Alaska hasta
la costa noroeste de Quebec. La población del este, inverna principalmente en los estados del
centro del Atlántico que rodean la Bahía de Chesapeake y la población del oeste inverna en varias
localidades a lo largo de la costa, desde el sur de la Columbia Británica hasta la parte baja del río
Colorado ene l suroeste de Arizona y California.
El cisne trompetero se reproduce en colonias aisladas que son parte de un área de
reproducción histórica que es mucho más amplia y que incluía las praderas, bosques boreales y la
región intermontana desde el sur de Alaska hasta el oeste de los estados de los Grandes Lagos y
Ontario. La designación de poblaciones del cisne trompetero, que no realiza las largas migraciones
anuales que caracterizan a los cisnes de la tundra, se derivan de las regiones en las que se
reproducen e invernan.
Objetivos:
Alcanzar o exceder los objetivos del índice de invierno para las poblaciones del este y del oeste del
cisne de tundra especificadas en la Tabla 4.
Mantener o exceder las tasas recientes de crecimiento anual en las tres poblaciones del cisne
trompetero para lograr os objetivos del índice de otoño especificados en la Tabla 4.
Tabla 4
Situación actual y metas poblacionales para diferentes especies
de cisnes de Norteamérica
a. Indice de 1995
b. Indice de 1997
c. Objetivo índice de otoño
Las poblaciones del cisne trompetero se han recuperado de los números críticamente bajos
registrados a principios de 1900, cuando algunos predijeron su inminente extinción. Los objetivos
poblacionales presentados en la Tabla 4 fueron desarrollados proyectando los índices poblacionales
de crecimiento actuales hasta el año 2015. En consecuencia, ninguna población de cisne trompetero
se acerca a los objetivos del Plan. Cada una de las poblaciones de las Montañas Rocosas y del
Pacífico están aproximadamente en un 35 por ciento del tamaño poblacional planteado como
objetivo. La población del interior, que ha crecido gracias a los programas de restauración, está
cerca de un 60 por ciento deñl objetivo planteado. Los objetivos que se ha fijado el Plan para la
población del interior están siendo revisados por grupos de manejo preocupados por asegurar el
estado del futuro de la población, a la vez que tratan de evitar los posibles riesgos de
sobrepoblación como la experimentada con la introducción del ganso canadiense gigante.
Tabla No. 5
Objetivos de esfuerzos conjuntos del Plan de Manejo
de Aves Acuáticas de Norteamérica (en acres)
Administración internacional
El Comité del Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica está conformado por
miembros seleccionados de las agencias responsables del manejo de las aves acuáticas en Canadá,
Estados Unidos y México. En cada país, los miembros son nombrados por el director de la agencia
nacional de vida silvestre para llevar a cabo las siguientes tareas:
• Servir como foro internacional para discutir temas y problemas de largo plazo sobre aves
acuáticas y traducir estas discusiones a recomendaciones para ser consideradas por parte de los
tres países.
• Actualizar el Plan aproximadamente cada cinco años en respuesta a nuevas circunstancias o
cambios en políticas y oportunidades.
• Aprobar nuevos esfuerzos conjuntos o asociaciones regionales y otros tipos de asociación y
revisar y aprobar sus planes de instrumentación y evaluación para garantizar la promoción de
los propósitos del Plan.
• Facilitar, aconsejar y mantener un estrecho contracto y comunicación con los esfuerzos
conjuntos o asociaciones regionales, con otros mecanismos de instrumentación y con los socios
del Plan sobre la instrumentación del mismo.
• Revisar y dar seguimiento a los progresos para alcanzar las metas poblacionales y los objetivos
de hábitat del Plan.
• Revisar los datos científicos y técnicos sobre el estado y la dinámica de las poblaciones de aves
acuáticas y sus hábitats, así como su relación con los objetivos del Plan.
• Establecer y promover vínculos con otras iniciativas internacionales de conservación de aves
migratorias, de la vida silvestre y de los hábitats.
• Establecer y promover vínculos con organizaciones o agencias nacionales e internacionales
apropiadas para asegurar que la conservación de las aves acuáticas está incorporada al uso
sustentable de los paisajes.
• Proporcionar un foro para la comunicación internacional.
• Considerar y, en caso necesario, recomendar acciones adicionales a los gobiernos federales de
Canadá, Estados Unidos y México. El Comité del Plan dirige todas sus recomendaciones hacia
el Servicio Canadiense de Vida Silvestre, al Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados
Unidos y al Instituto Nacional de Ecología de México.
El Grupo de Evaluación Continental fue establecido por el Comité del Plan para
desarrollar, coordinar y realizar una evaluación biológica de los resultados del Plan. Entre sus
responsabilidades están revisar y depurar la estrategia de evaluación del Plan, coordinar los
esfuerzos de monitoreo de hábitat, asesorar a los esfuerzos conjuntos o asociaciones regionales en
cuanto a la integración de programas de monitoreo y evaluación, coordinar y conducir evaluaciones
a gran escala, y realizar resúmenes e informes sobre el progreso y las implicaciones de la
evaluación.
Consejo para la Conservación de Humedales de Noteamérica
Administración nacional
Las oficinas nacionales que coordinan los esfuerzos del Plan, proporcionan apoyo
estratégico, administrativo, financiero, de personal, y logístico para apoyar las actividades del
Comité del Plan, del Grupo de Evaluación Continental y de los esfuerzos conjuntos o asociaciones
regionales del Plan.
Canadá
Estados Unidos
En Estados Unidos, el Plan se ha convertido en una red dirigida por los esfuerzos conjuntos
para conectar diferentes programas orientados hacia la conservación de aves migratorias y sus
hábitats en tierras públicas y privadas.
El manejo de tierras públicas está orientado a la adquisición de terrenos públicos de alta
prioridad y a restaurar, mejorar y mantener hábitats en tierras ya existentes. Entre los socios se
incluyen a todos los estados que participan en los esfuerzos conjuntos y la mayoría de las
principales agencias federales para el manejo de tierras, tales como el Sistema de Refugios de Vida
Silvestre, el Servicio de Parques Nacionales, el Departamento de Manejo de Tierras, el
Departamento de Reclamación, el Departamento de Asuntos Indígenas, el Servicio Forestal del
Departamento de Agricultura y el Departamento de Defensa.
La administración y manejo de tierras privadas están enfocados a mejorar los humedales,
pastizales y bosques como hábitat para las aves acuáticas. Las tierras privadas se conservan a través
de una variada red de programas y asociaciones, tales como, Amigos de la Pesca y la Vida Silvestre
del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, empresas, programas en tierras
privadas llevados a cabo por organizaciones conservacionistas y programas federales como el
Programa de Reservas de Humedales, el Programa de Conservación de Reservas y el Programa de
Mejoramiento de la Calidad Ambiental del Departamento de Agricultura.
La coordinación nacional es realizada a través de la Oficina de Aves Acuáticas y
Humedales del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, que proporciona apoyo financiero, mantiene un
sistema de seguimiento de resultados, lleva a cabo actividades de evaluación a nivel nacional,
publica el boletín informativo del Plan, Waterfowl 2000 (en cooperación con Canadá y México),
informes anuales de avance y otros reportes y se coordina con otras agencias federales y con el
Congreso de los Estados Unidos.
México
Administración regional
Esfuerzos conjuntos
El Comité del Plan promueve la creación de otras asociaciones donde sea que existan
vacíos de información necesaria para conservar las aves acuáticas y en donde exista apoyo
económico e interés por parte de los socios. Tales esfuerzos deberían formar parte de los esfuerzos
conjuntos, o coordinarse estrechamente con ellos. Como nota importante, el Comité del Plan espera
aprobar en 1999 el Esfuerzo conjunto para los Patos Marinos.