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AMPLIANDO LA VISION

Actualización de 1998

PLAN DE MANEJO

DE AVES ACUÁTICAS

DE NORTEAMERICA

Plan de Manejo de Aves Acuáticas de


Norteamérica

North American Waterfowl


Management Plan

Plan nord-americain de
Gestion de la sauvagine
CONTENIDO

Prefacio………………………………………………………………………………….

Agradecimientos………………………………………………………………………..

Resumen Ejecutivo……………………………………………………………………..

Sección 1-Dirección Estratégica……………………………………………………….


El Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica - Un legado de Conservación…

Contexto de la conservación de las aves acuáticas………………………………………


Evolución de la conservación de las aves acuáticas en Norteamérica……………
Situación actual a nivel continental para la Actualización de 1998………………
Otras iniciativas para la conservación de las aves migratorias…………………...
Tendencias………………………………………………………………………...

Ampliando la visión………………………………………………………………………
Fortaleciendo el fundamento biológico…………………………………………..
Hacia la conservación de paisajes………………………………………………..
Ampliando el alcance de las asociaciones……………………………………….

Resumen…………………………………………………………………………………..
Los desafíos……………………………………………………………………….
Las visiones……………………………………………………………………….

Sección 2 – Objetivos poblacionales y situación actual de las aves acuáticas


De Norteamérica…………………………………………………………

Objetivos poblacionales…………………………………………………………...
Temas específicos en el manejo de las aves acuáticas…………………………….
Objetivos poblacionales para los patos……………………………………………
Situación actual de los patos de superficie………………………………..
Situación actual de los patos buceadores y de los patos marinos…………
Objetivos poblacionales para los gansos………………………………………….
Situación actual del ganso canadiense…………………………………….
Situación actual del ganso blanco y del ganso de Ross…………………...
Situación actual del ganso careto mayor………………………………….
Situación actual de otros gansos…………………………………………..
Objetivos poblacionales para los cisnes…………………………………………...
Situación actual del cisne de tundra……………………………………….
Situación actual del cisne trompetero……………………………………..
Sección 3 –Administración del Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica
Administración internacional……………………………………………………………..
Comité del Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica………………...
Grupo de Evaluación Continental…………………………………………………
Consejo para la Conservación de Humedales de Norteamérica…………………..
Administración nacional…………………………………………………………………..
Canadá…………………………………………………………………………….
Estados Unidos……………………………………………………………………
México…………………………………………………………………………….
Administración regional…………………………………………………………………..
Esfuerzos conjuntos………………………………………………………………

Figura……………………………………………………………………………………...
Modelo para la conservación cooperativa del hábitat…………………………………….

Tablas……………………………………………………………………………………...
Tabla 1. Estimación poblacional promedio de diferentes especies de patos en
Norteamérica de 1970 a 1979 (en miles de patos)………………………………...
Tabla 2 Situación actual, tendencias y metas para las poblaciones de las 10 especies
más comunes de patos reproductores de la región media de Norteamérica (miles de
patos)…………………………………………………………………………...
Tabla 3 Situación actual y metas poblacionales para diferentes especies de gansos de
Norteamérica………………………………………………………………………
Tabla 4 Situación actual y metas poblacionales para diferentes especies de cisnes de
Norteamérica………………………………………………………………………
Tabla 5 Objetivos de esfuerzos conjuntos del Plan de Manejo de Aves Acuáticas de
Norteamérica (en acres)…………………………………………………………...

Mapa
Areas de importancia para las aves acuáticas en Norteamérica…………………………..
Prefacio

El Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica (el Plan), firmado entre Canadá y
Estados Unidos en 1986, planteó Una Estrategia para la Cooperación en la conservación de las
aves acuáticas, haciendo especial énfasis en la importancia de contar con una aproximación basada
en el desarrollo de asociaciones o esfuerzos conjuntos para conservar los hábitat de importancia
para las aves acuáticas, en mejorar el conocimiento científico sobre las poblaciones y sus
interacciones con el hábitat, y actualizar el Plan periódicamente.
En 1994, el Plan fue actualizado, y se convirtió en un auténtico esfuerzo continental cuando
México se unió a Canadá y Estados Unidos como país signatario. Aunque los principios y las metas
poblacionales presentadas en el documento Extensión del Compromiso eran los mismos que los del
Plan de 1986, los objetivos de hábitat se cuadruplicaron. El desafío era claro: se necesitaba hacer
mucho más y a una escala más amplia.
La Actualización de 1998, Ampliando la Visión, se basa en el legado del Plan de 1986 y de
la Actualización de 1994. La visión aquí presentada reconoce que el contexto socioeconómico en el
que se inserta la conservación y manejo de las aves acuáticas de Norteamérica está cambiando muy
rápido. Ahora más que nunca, la conservación y manejo de las aves acuáticas están vinculados a
una gama muy amplia de políticas y programas sociales y económicos, así como a otros intereses
internacionales para conservar la vida silvestre. La Actualización de 1998 se desarrolló tomando en
consideración estas circunstancias y a través de consultas exhaustivas con todos los socios.
Esperamos que esta actualización guíe la conservación y el manejo de las aves acuáticas a
escala continental hasta bien entrado el próximo siglo. Asimismo, esperamos que el Plan siga
siendo un modelo para la conservación a escala internacional, y que su espíritu de asociación y
cooperación inspire a todos aquellos que trabajan para proteger los recursos naturales de
Norteamérica. Reconocemos el esfuerzo incansable y el compromiso de los miles de socios que
han hecho del Plan un éxito, y esperamos su apoyo continuo. A todos aquellos que están
involucrados en la conservación, esperamos tener la oportunidad de trabajar conjuntamente para
proteger los recursos naturales de nuestros tres países.

George Arsenault, Canadá Thomas Hinz, Estados Unidos


Daniel M. Ashe, Estados Unidos Eldridge “Red” Hunt, Estados Unidos
Humberto Berlanga, México Gerald McKeating, Canadá
Arnold Boer, Canadá Bob McLean, Canadá
Jorge Correa, México Felipe Ramírez Ruiz, México
Dick Elden, Estados Unidos Joshua Sandt, Estados Unidos
Patricia Escalante, México Dennis Sherratt, Canadá
Francisco Flores, México David A. Smith, Estados Unidos
Eric Gustafson, México Doug Stewart, Canadá.

El Comité del Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica.


Agradecimientos

La elaboración de este documento de Actualización del Plan en 1998 se debe en gran


parte al mismo espíritu de asociación y cooperación entre los tres países que fundamenta los
principios del Plan. El Comité del Plan agradece el tiempo y apoyo prestado por las siguientes
personas, y nos disculpamos si hemos omitido a alguien.

Charles Baxter Mark Koneff


Danielle Bridgett Art Martell
Dee Butler Elisa Peresbarbosa
Ken Cox Barbara Robinson
Erika Delgado Greg Thompson
Rod Fowler Len Ugarenko
Rich Goulden Steve Wendt
Meredith Gutowski Ken Williams
Fred Johnson

“Tenemos la oportunidad de jugar un papel en el drama del paisaje… que se desenvuelve a través
del continente más ricamente bendecido del planeta… la oportunidad de recrear las condiciones
para el regreso de grandes poblaciones de aves acuáticas, aves terrestres y todo tipo de especies
que habitan en los humedales…Para esto se necesita una visión…”[traducción].

Rich Goulden
1941- 1997
Resumen Ejecutivo

E l Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica (el Plan) es la iniciativa más


ambiciosa para la conservación de especies silvestres que jamas se haya intentado a escala
continental. El plan busca restablecer las poblaciones de aves acuáticas en Canadá, Estados Unidos
y México a los niveles registrados durante la década de los años 70, que constituye el punto de
referencia mejor documentado sobre las poblaciones de aves acuáticas. Durante los últimos años,
una combinación de diversos factores ha permitido que las poblaciones de aves acuáticas se
acerquen a este nivel deseado. Grandes logros en la conservación de los hábitats gracias a los
esfuerzos de muchos de los socios del Plan, nuevos programas para la conservación de hábitats
para la vida silvestre, cambios y ajustes en las políticas y programas de conservación, y
condiciones hidrológicas excepcionales, han contribuido a registrar una asombrosa recuperación en
la mayoría de las poblaciones de patos, gansos y cisnes.
A pesar de que estos resultados son alentadores, el entusiasmo de los socios del Plan está
limitado por el hecho de que las poblaciones de aves acuáticas se están acercando a los niveles
poblacionales que se establecieron para condiciones ambientales promedio, y no para las excelentes
condiciones que se han registrado en forma sostenida durante los últimos cuatro o cinco años. El
continuo crecimiento de la población mundial, la creciente demanda de producción agrícola, y la
búsqueda de un mejor nivel de vida, son factores que combinados con un inevitable regreso a las
condiciones hidrológicas promedio o inferiores, probablemente tendrán en el futuro un efecto
negativo en la poblaciones de aves acuáticas. Por ello, es claro que para mantener las poblaciones
de aves acuáticas en niveles adecuados, los esfuerzos de conservación deben ajustarse
continuamente.
El legado establecido por el Plan en sus primeros 12 años, trabajando para la conservación
con un fundamento biológico sólido, en áreas y paisajes prioritarios y mediante esquemas de
cooperación innovadores, ha cambiado el enfoque conservacionista, ya que tiene efectos positivos
en toda la vida silvestre, y no sólo en las aves acuáticas. Miles de socios que representan diferentes
intereses en los tres países han trabajado para conservar más de cinco millones de acres de
ecosistemas de humedales. Juntos, han restaurado, protegido y mejorado hábitats para aves
migratorias, anfibios, peces, mamíferos y plantas. Sus esfuerzos han contribuido también la
proteger la rica diversidad biológica de Norteamérica, así como a proporcionar servicios
ambientales tales como mejorar la calidad del agua y controlar la erosión..
Además, la investigación y monitoreo de poblaciones específicas realizadas por los socios de los
esfuerzos conjuntos, han aportado conocimientos sobre estas especies que permiten mejorar su
manejo y conservación.
Considerando la historia y el futuro de la conservación de aves acuáticas en un contexto
internacional de constantes cambios, los autores del Plan de 1986 previeron la necesidad de
actualizaciones periódicas para mantener un enfoque adecuado y actualizado. Con este espíritu, el
Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica, Ampliando la Visión, Actualización de 1998,
reflexiona sobre el legado establecido por el Plan y presenta tres visiones para mejorar la
protección de aves acuáticas en el futuro:

! Los socios del Plan contribuyen a mejorar la capacidad de paisajes y ecosistemas para
mantener a las poblaciones de aves acuáticas y otras especies asociadas con los humedales al
asegurar que la instrumentación del Plan se desarrolle mediante una planificación basada en el
fundamento biológico, la que a su vez es ajustada mediante evaluaciones continuas.
! Los socios del Plan definen las condiciones necesarias que deben presentar los paisajes y
ecosistemas para que puedan mantener a las poblaciones de aves acuáticas y a otras especies
asociadas con los humedales; también participan en el desarrollo de políticas y programas
económicos, sociales y de manejo y conservación que pueden afectar las condiciones
ecológicas de estos paisajes.
! Los socios del Plan colaboran con otros esfuerzos de conservación, en particular con otras
iniciativas para la conservación de aves migratorias, y contactan a otros sectores y a las
comunidades para forjar alianzas más amplias en una búsqueda colectiva por hacer un uso
sustentable de paisajes. Los desafíos que se plantean en esta actualización de 1998 forman la
base para el planteamiento de acciones que mejorarán la situación de las aves acuáticas de
Norteamérica, promoverán el manejo sustentable de paisajes y ecosistemas y ampliarán
vínculos de cooperación.
Tras describir el legado de conservación del Plan, los logros obtenidos hasta la fecha y los
cambios en el contexto internacional en el que se deberá instrumentar el Plan, la Sección 1
presenta una dirección estratégica que intenta guiar a los miembros en la instrumentación del
Plan hasta bien entrado el próximo siglo. Esta dirección estratégica esta compuesta de tres
visiones; fortalecer el fundamento biológico del Plan, transitar hacia un enfoque para la
conservación a nivel de paisajes y ecosistemas y ampliar y fortalecer los esquemas de
asociación y participación pública.
La sección 2 describe los objetivos poblacionales y de hábitats para los patos, gansos y
cisnes de Norteamérica y, por último, la Sección 3 presenta una visión general de la
administración del Plan en Canadá, Estados Unidos y México.
SECCIÓN 1

Dirección Estratégica

El Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica-


Un legado de conservación

Desde tiempos muy remotos, patos, gansos y cisnes han emigrado a través de los paisajes
de Norteamérica en un ritual anual que produce un sentimiento de admiración ante los misteriosos
procesos que hacen que millones de aves vuelen año con año de un extremo a otro del continente.
El misterio de la migración es complejo por el hecho de que las aves acuáticas dependen de una
compleja cadena de hábitats que traspasan las fronteras internacionales y que están cada vez más
amenazados. Detrás del espectáculo de la migración se encuentra un desafío de proporciones sin
precedentes: la conservación de un recurso migratorio a escala continental.
En 1986, el Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica respondió a este desafío:
encomendó a la comunidad conservacionista la difícil tarea de enfocar los programas de
conservación de tres países, para así aumentar las poblaciones continentales de un recurso
migratorio compartido y extremadamente móvil: las aves acuáticas. Firmado inicialmente entre
Canadá y Estados Unidos, el Plan fue actualizado en 1994 con México como signatario. El Plan de
1986 recomendada a la comunidad conservacionista que desarrollará programas y proyectos
coordinados para el manejo de hábitat en sitios específicos para generar aumentos en las
poblaciones a escala continental. Este es el enfoque y fundamento biológico que diferencia el Plan
de la mayoría de los otros esfuerzos de conservación de aquella época.
El plan también reconocía que las políticas y prácticas que afectan el uso de la tierra en
extensas áreas del continente tendrían que modificarse. Los esfuerzos de conservación tendrían que
ir más allá de los límites de las áreas públicas protegidas y trabajar con sistemas más completos,
incluyendo todos los tipos de tenencia de la tierra. Los socios dejaron atrás la seguridad que
ofrecían los programas y las asociaciones conservacionistas tradicionales para iniciar programas y
políticas que afectarían directamente la salud ecológica de los ambientes naturales para así
beneficiar no sólo a la vida silvestre sino también a las personas.
Para poder llevar a cabo esta tarea el Plan ofrecía una plataforma desde la cual los
conservacionistas de aves acuáticas de los sectores público y privado podían organizarse: los
esfuerzos conjuntos. En 1994, las asociaciones regionales mexicanas, análogas a los esfuerzos
conjuntos de los Estados Unidos y Canadá, se unieron a los trabajos del Plan. Este concepto de
asociación marcaría el comienzo de una nueva era en la protección de humedales al cambiar la
manera en que se instrumentan las actividades de conservación.
Entre 1986 y 1987, los miembros del Plan invirtieron más de 1500 millones de dólares
estadounidenses en zonas prioritarias para proteger, conservar, restaurar, manejar y mejorar
hábitats en humedales y tierras altas colindantes; para conducir la investigación y dar seguimiento a
las poblaciones de aves acuáticas; para proporcionar educación ambiental y una planeación
participativa con las comunidades. Los socios del Plan han trabajado en los tres países y a nivel
internacional para influir en las políticas agrícolas, forestales, hidráulicas y comerciales que, con
toda seguridad, han afectado indirectamente y en mayor medida a los paisajes que los proyectos de
conservación por sí solos.
Gracias al esfuerzo colectivo de los socios del Plan, las esperanzas de aquellos que lo
delinearon por primera vez, se han transformado en un triple legado para la conservación que sienta
las bases de la presente Actualización de 1998:

! El fundamento biológico del Plan vincula el manejo del hábitat in situ con los conteos
poblacionales de aves acuáticas y con metas, objetivos y estrategias de hábitat, tanto a escala
continental como regional.
! El plan ha resultado de vital importancia para que la comunidad conservacionista de vida
silvestre de Norteamérica vaya modificando su enfoque a uno que este basado en una escala de
paisaje y que se integre el manejo y la administración de tierras públicas, privadas y
comunales.
! El Plan fue pionero en contar con una estrategia para crear vínculos, asociaciones y esquemas
de cooperación para la conservación, que abarcara todas las facetas de la instrumentación del
Plan.
Al mirar atrás hacia el año de 1986, todos los que formaron parte del Plan deben ser
reconocidos por sus excepcionales contribuciones a la conservación del hábitat y las especies. La
visión del Plan de establecer relaciones de cooperación con base en un fundamento biológico y
científico y enfocadas a modificar paisajes naturales, es ahora una realidad.

Contexto de la conservación
de las aves acuáticas

E n el transcurso de este siglo la conservación de las aves acuáticas en Norteamérica se ha


ido adaptando a las variaciones y oportunidades ofrecidas por las fuerzas políticas, sociales,
económicas y ambientales. Actualmente y conforme los miembros del Plan consideran el futuro de
la conservación de las aves acuáticas en esta Actualización de 1998, y colaboran más
estrechamente que nunca en cada uno de los tres países, deben responder a los continuos cambios
fundamentales en el contexto internacional, que dieron forma y orientación a la elaboración del
Plan original en 1986.

Evolución de la conservación de las aves


acuáticas en Norteamérica
La estructura institucional para la cooperación internacional en los esfuerzos de
conservación y manejo de aves migratorias de Norteamérica fue establecida a principios de este
siglo. En 1916, Canadá y los Estados Unidos firmaron un tratado para la conservación de las aves
migratorias, y en 1936 los Estados Unidos y México firmaron un convenio similar. Para los años
ochenta ya se había establecido una larga tradición de cooperación internacional para el monitoreo
y manejo de las poblaciones de aves acuáticas. Los datos poblacionales confirmaron que la
degradación y conversión acelerada de los hábitats causado por las actividades humanas, junto con
un periodo extenso de precipitaciones por debajo del promedio en las praderas del centro del
continente, habían provocado niveles excepcionalmente bajos para las poblaciones de la mayoría
de las especies de patos. El Plan de 1986 y la Actualización de 1994 respondieron a la clara
necesidad de ampliar la cooperación internacional en el manejo de las poblaciones para incluir
también la conservación de los hábitats.
Como resultado de lo anterior, Canadá, Estados Unidos y México comparten ahora la
responsabilidad y los costos de la instrumentación de las medidas de conservación previstas en el
Plan. Pero también comparten los beneficios que repercuten en muchos sectores de la economía
como resultado de tener poblaciones sanas de aves migratorias en Norteamérica. Más de 60
millones de personas que observan las aves migratorias y 3.2 millones que cazan aves acuáticas
generan más de 20 mil millones de dólares estadounidenses al año en actividades económicas en
Norteamérica.
Aunque el Plan se centra en la conservación de los hábitats de las aves acuáticas, los
beneficios que se derivan de los esfuerzos de los socios del Plan van mucho más allá de la
conservación de las aves migratorias. Los socios del Plan están perfeccionando cada vez más el
diseño de los proyectos para obtener beneficios para otras especies, incluyendo especies en peligro
de extinción, y también para mejorar las condiciones hidrológicas y de calidad del agua.
Situación actual a nivel continental para la Actualización de
1998.
Canadá, Estados unidos y México participan también en otros esfuerzos de conservación y
de comercio que afectan directamente la conservación de las aves acuáticas, creando obligaciones,
oportunidades y desafíos para los miembros del Plan.
Estos incluyen la Convención de Humedales de Importancia Internacional (Ramsar, Irán
1971); la Convención de la Diversidad Biológica de 1992; el Tratado de Libre Comercio de
Norteamérica de 1992, y los Acuerdos paralelos para la Cooperación Ambiental de Norteamérica; y
el Comité Trilateral para la Conservación y Manejo de la Vida silvestre y de los Ecosistemas.
Aunque cada una de estas iniciativas refleja una sensibilidad cada vez mayor con respecto a los
beneficios económicos y ambientales de cooperación internacional, juntos forman un marco
institucional cada vez más complejo y diverso dentro del cual debe instrumentarse el Plan.
Un resultado importante de estas alianzas es la completa incorporación de México en los
esfuerzos de conservación del patrimonio biológico de Norteamérica. En Canadá y Estados Unidos,
a pesar de la existencia de programas de conservación públicos y privados relativamente
elaborados, el movimiento conservacionista se ha desarrollado y madurado en gran medida al
margen de las principales políticas socioeconómicas. La convergencia comenzó apenas en la última
década, con el avance del concepto de desarrollo sustentable. México, en cambio, está
desarrollando sus políticas e infraestructura para la conservación en forma más coordinada,
guiándose por un reconocimiento explícito de las implicaciones de ambos factores para la
consecución del Plan y en general para la conservación de la biodiversidad.
Otro elemento crítico para el éxito de estas iniciativas es el papel de las comunidades
nativas, aborígenes, indígenas y locales, para las cuales las aves acuáticas tienen una importancia
cultural y alimenticia. Actualmente a nivel internacional, las enmiendas de 1995 y 1997 a las
Convenciones sobre Aves Migratorias, reconocen la importancia para las comunidades locales de
la cacería de subsistencia de aves acuáticas. En el plano nacional, el papel de las comunidades
aborígenes, nativas, indígenas y locales en el manejo de las aves migratorias y ene l manejo de sus
hábitats seguirá cambiando. En México, por ejemplo, en donde casi toda la tierra es de propiedad
privada, ejidal o comunal, para que la conservación sea efectiva es indispensable involucrar
activamente a las comunidades y dueños de la tierra.
En último término, el éxito del Plan dependerá de una efectiva colaboración entre todos los
sectores de la sociedad que desempeñan un papel en la conservación y manejo de las aves
acuáticas.

Otras iniciativas para la conservación de las aves migratorias


En 1986, referirse a la conservación de las aves acuáticas a nivel internacional era en gran
medida sinónimo de conservación de aves migratorias; los programas internacionales que
contemplaban otros grupos de aves migratorias que no fueran de importancia para la cacería apenas
empezaban. La Red Hemisférica de Reservas de Aves Playeras existía desde hace solo un año, y
hubo que esperar casi cinco años antes de que el programa Compañeros de Vuelo empezara a tomar
en cuenta a las otras 700 especies de aves migratorias que no fueran de importancia para la cacería.
Más recientemente, ha surgido un grupo de personas interesadas en conformar una iniciativa para
la conservación de aves acuáticas coloniales.
Inspirados por el éxito del Plan, estas iniciativas internacionales se están enfocando en la
conservación planificada a escala continental, ampliando así el ámbito y la vitalidad de la
conservación de las aves migratorias de Norteamérica. Por otra parte, una amplia coalición de
organizaciones gubernamentales, no gubernamentales, y académicas están considerando la manera
más eficiente de coordinar e integrar a todas estas iniciativas de conservación de aves, por lo cual,
la Comisión de Cooperación Ambiental para América del Norte está facilitando este esfuerzo a
través de la Iniciativa para la Conservación de las Aves de Norteamérica (North American Bird
Conservation Initiative).
El gobierno de los Estados Unidos proporcionó un incentivo para que Canadá, Estados
Unidos y México aceleraran sus esfuerzos de cooperación en materia de aves migratorias al aprobar
en 1989 la Ley de Conservación de Humedales de Norteamérica. Mediante un programa de apoyo a
proyectos, esta ley promueve la creación de asociaciones para conservar humedales, aves acuáticas,
otras aves migratorias, peces y en general toda la vida silvestre que depende de estos hábitats en los
tres países.

Tendencias
Los cambios en el contexto internacional, tanto global como continental, seguirán
presentando desafíos a los socios del Plan en la conservación y manejo de las áreas de importancia
para las aves acuáticas, otras aves migratorias y la vida silvestre.
Los patrones demográficos están experimentando cambios fundamentales. Por primera vez
en la historia, la mayoría de los seres humanos viven en áreas urbanas. En Estados Unidos y
Canadá, está aumentando el número de empresas agrícolas corporativas y de propietarios que están
ausentes de sus tierras, mientras que disminuye el número de empresas familiares. En algunas
partes del centro y del norte de México ha comenzado una redistribución parecida. Un resultado de
este cambio es la pérdida de conocimientos y experiencia de primera mano de muchos de los
procesos ecológicos y de prácticas de conservación in situ. A medida que las personas se van
apartando de la tierra y recibiendo mayor influencia de los estilos de vida urbanos, se reduce su
capacidad de apreciación y conocimiento acerca de temas y prácticas de manejo y uso del suelo,
del agua y de la vida silvestre.
Desde principios de la década de los ochenta, el número de cazadores de aves acuáticas en
Canadá y Estados Unidos ha disminuido significativamente. Sin embargo, ha aumentado el número
de personas que dedican parte de su tiempo a otras actividades de recreación al aire libre, como la
observación de aves. Los cazadores han demostrado por mucho tiempo su apoyo a la conservación
y han contribuido sustancialmente a proyectos de conservación de hábitat. Debe promoverse que
otros grupos interesados o que se benefician de la conservación, contribuyan como lo han hecho los
cazadores, ya que con el tiempo esto ayudará a asegurar que los esfuerzos de conservación sean
sostenidos y a que los costos asociados se distribuyan más equitativamente.
La creciente demanda de producción de granos causada por el continuo crecimiento de la
población mundial creará incentivos para convertir más áreas de pastizales y humedales en áreas de
uso agrícola intensivo. Las presiones adicionales para aumentar la producción de granos en
Norteamérica podrían reducir tanto el apoyo público como los incentivos para que los campesinos
participen en programas que hasta la fecha han sido fundamentales para el éxito del Plan. Estos
incluyen programas de conservación agrícola tales como el Conservation Reserve Program y el
Wetlands Reserve Program en los Estados Unidos; los programas Prairie CARE (Conservation of
Agriculture, Resources and the Environment) y Ontario CARE en los Estados Unidos y Canadá; y
programas de recursos naturales tales como el Programa de Conservación, Manejo de la Vida
Silvestre y Diversificación Productiva en el Sector Rural y el Programa de Áreas Naturales
Protegidas de México.
Por otra parte, las decisiones negociadas por la Organización Mundial de Comercio, bajo
los auspicios del Acuerdo Internacional sobre Aranceles y Comercio (GATT), están reduciendo o
eliminando los subsidios para la producción de granos y otras materias primas. Los socios del Plan
esperan que conforme las decisiones sobre el uso de la tierra respondan a las demandas del
mercado, las prácticas y políticas evolucionarán hasta ser sustentables y permitir la conservación de
la vida silvestre en áreas agrícolas.
Finalmente el tema del cambio climático global ha generado un debate sobre el grado en el
que las actividades humanas influyen en las tendencias meteorológicas. Independientemente de las
causas, los pequeños cambios del clima pueden tener un profundo efecto en los humedales, en
particular aquellos que ya presentan algún nivel de degradación. Para poder anticipar y sobrellevar
estos cambios, se necesita contar con estrategias adaptativas de conservación.
Los autores del Plan de 1986 previeron la necesidad de actualizarlos periódicamente para
que éste siguiera respondiendo a las necesidades y siendo relevante. Es con este espíritu que la
Actualización de 1998 refleja el legado establecido por el Plan y presenta una visión hacia el futuro
y a su próxima Actualización en el año 2003.

Ampliando la visión

Fortaleciendo el fundamento biológico

La visión

Los miembros del Plan contribuyen a mejorar la capacidad de paisajes y ecosistemas para
mantener a las poblaciones de aves acuáticas y otras especies asociadas con los humedales al
asegurar que la instrumentación del Plan se desarrolle mediante una planificación basada en el
fundamento biológico, la que a su vez es ajustada mediante evaluaciones continuas.

Si se quiere que el Plan consiga la meta de restaurar y mantener las poblaciones de aves
acuáticas en el marco de las actuales tendencias demográficas, económicas y ambientales, se debe
fortalecer su fundamento biológico. Este fundamento une lógicamente las metas poblacionales a
nivel continental con las estrategias de conservación a nivel regional, y por lo tanto depende de qué
tan bien se conozcan las condiciones del paisaje que afectan la abundancia de las aves acuáticas.
El fundamento biológico del Plan puede fortalecerse a través de un proceso sistemático de
planificación estratégica, instrumentación y evaluación en el que:

! La planificación estratégica se base en los objetivos de manejo y los efectos previstos de las
acciones de manejo para evaluar estrategias alternativas de conservación;
! La instrumentación proceda de acuerdo con la estrategia de conservación seleccionada,
reconociendo que existen restricciones en las acciones de conservación y los límites que se
tienen en cuanto al conocimiento biológico; y
! Las medidas de evaluación progresen hacia objetivos de manejo y proporcionen una base para
afinar las estrategias en futuros esfuerzos de planificación.
En este contexto, la justificación a favor de una planificación basada en información biológica
es asegurar estrategias de conservación exitosas, mientras que las razones a favor de una
evaluación consisten en mejorar la efectividad de esa planificación.
A continuación se describen las acciones que consolidarán el fundamento biológico del
Plan:

Desarrollar objetivos de manejo cuantificables a una escala específica


que proporcionen la base para la planificación y la evaluación

Las metas poblacionales a nivel continental establecidas por primera vez en 1986
proporcionan al plan los indicadores fundamentales de desempeño. Sin embargo y a pesar de su
indudable utilidad, las metas poblacionales continentales resultan insuficientes para planificar y
evaluar actividades de manejo a nivel regional o local. Por lo tanto, los objetivos que los socios del
Plan identifiquen deberían ser cuantificables y apropiados a la escala geográfica considerada. Estos
objetivos podrían incluir metas para poblaciones regionales o reflejar niveles deseados de
reproducción y sobrevivencia, de manera que, independientemente de la forma que tomen, las
relaciones entre los objetivos y las diferentes escalas geográficas de interés deberían ser siempre
explícitas y lógicas.

Mejorar la planificación y la evaluación por medio de una ampliación de


las capacidades de monitoreo y evaluación.

Los programas de monitoreo y evaluación utilizados como guía para el manejo de las aves
acuáticas en Norteamérica están entre los mejores en el mundo. Sin embargo, los mecanismos para
monitorear lasa condiciones ambientales y los efectos del cambio en el paisaje sobre las aves
acuáticas no están bien desarrollados. Estas capacidades de monitoreo y evaluación permanecen
fuera del alcance de muchos de los socios del Plan, porque los recursos disponibles han sido
insuficientes. Por lo tanto, los socios del Plan deberían procurar desarrollar fuentes de
financiamiento para estos programas, para que las posibilidades de instrumentación aumenten.

Aumentar el cumplimiento del Plan basándose en información biológica

Se recomienda a los socios del Plan que ajusten sus enfoques de conservación e
identifiquen los paisajes, cuencas, o ecosistemas más críticos para alcanzar las metas del Plan, y
que procuren determinar y documentar los principales factores limitantes de la abundancia de aves
acuáticas en esas áreas. Al hacer esto, los socios del Plan deberían asegurarse que en la medida de
lo posible, la planificación para la conservación se complemente y se integre con otros intereses
sobre recursos naturales y vida silvestre.

Diseñar y realizar evaluaciones en asociación con otras iniciativas de


conservación

Diseñar y realizar evaluaciones conjuntamente con otras iniciativas de conservación


(regionales y locales) puede ser una estrategia sumamente efectiva para desarrollar futuros
esfuerzos de planificación e instrumentación. Las acciones de manejo que mejoren el
entendimiento sobre la biología de las aves acuáticas y la ecología de sus hábitats, tomando en
cuenta las necesidades, perspectivas y limitaciones de los socios del Plan, deberían ser una
característica integral de este acercamiento.
El éxito en fortalecer el fundamento biológico del Plan se puede cuantificar según la
habilidad y voluntad de los socios del Plan para cumplir con las estrategias de conservación que
estén basadas en un proceso sistemático de planificación estratégica, instrumentación y evaluación.
Sin embargo, en última instancia, el éxito puede medirse por el grado de coincidencia entre los
resultados esperados y observados en lo que respecta a las estrategias de conservación. Tal
coincidencia reflejaría un profundo conocimiento de cómo las condiciones del paisaje afectan la
abundancia de aves acuáticas.
En la medida en que la comunidad conservacionista de aves acuáticas fortalezca el
fundamento biológico del Plan, será más fácil entender y predecir las posibles consecuencias
biológicas de instrumentar acciones específicas de conservación. Por lo tanto, las soluciones a largo
plazo deben contemplar los factores del paisaje que influyen en el uso de los hábitats locales por las
aves acuáticas, y en último término, considerar la influencia en la evaluación de los impactos
biológicos ocasionados por las acciones de conservación. De este modo, el compromiso de mejorar
el fundamento biológico del Plan lleva directamente a un enfoque basado en el paisaje para la
instrumentación del Plan.
Hacia la conservación de paisajes

La visión

Los socios del Plan definen las condiciones necesarias que deben presentar los paisajes y
ecosistemas para que puedan mantener a las poblaciones de aves acuáticas y a otras especies
asociadas con los humedales, y participan en el desarrollo de políticas y programas económicos,
sociales y de manejo y conservación que pueden afectar las condiciones ecológicas de estos
paisajes.

L a aplicación efectiva del Plan requiere comprender el contexto del paisaje en el que se
están dirigiendo los esfuerzos de conservación. Mientras que las tierras públicas proporcionan
hábitats y refugios críticos para las aves acuáticas y otras aves migratorias, la mayoría de las áreas
utilizadas por estas especies se encuentran en zonas también utilizadas para producir beneficios
económicos para las comunidades humanas, tales como la agricultura, minería, pesca y silvicultura.
A lo largo del continente, estos importantes paisajes naturales incluyen ecosistemas como
humedales, pastizales, bosques y zonas riparias y costeras.
El enfoque de paisaje para el manejo del hábitat tiene como propósito encontrar un
equilibrio entre los objetivos de conservación y los objetivos socioeconómicos de una región. Para
lograr las metas poblacionales del Plan, se deben conservar miles de hábitats, la mayoría de los
cuales se encuentran en áreas dedicadas a la producción. Para alcanzar los objetivos del Plan es
indispensable considerar los intereses de la gente que comparte estas áreas con la vida silvestre. El
Plan proporciona la estructura organizativa necesaria para que la comunidad conservacionista
pueda tomar en cuenta los intereses y así conseguir beneficios mutuos en los distintos paisajes
naturales del continente.
A continuación se describen algunas acciones que ayudarían a contar con un enfoque para
la conservación a escala de paisaje.

Definir e instrumentar la conservación de las aves acuáticas dentro del


contexto de los paisajes naturales

Los socios del Plan deberían esforzarse por asumir que la conservación de las aves
acuáticas es un componente legítimo e indispensable de cualquier paisaje manejado en forma
sustentable. Plantear los objetivos para los hábitats en términos de metas específicas y
cuantificables a nivel de paisajes y establecer programas de monitoreo de hábitats, proporcionará
bases lógicas para establecer la dirección, magnitud y urgencia de acciones específicas para la
conservación de las aves acuáticas dentro de determinados paisajes naturales.

Expandir la coordinación de acciones de conservación de paisajes con


otras iniciativas de vida silvestre

Los miembros del Plan deberían mejorar la coordinación para la conservación del hábitat
con otras iniciativas de conservación de la vida silvestre, incluyendo otras iniciativas para la
conservación de aves migratorias, especies en peligro de extinción, pesca y biodiversidad. Esto
creará beneficios mutuos al definir la dirección, magnitud y urgencia de las acciones de
conservación dentro de los paisajes y ecosistemas y al lograr que la conservación de la vida
silvestre sea relevante dentro de un contexto más amplio.

Buscar soluciones para los paisajes que beneficien las metas de


conservación para las aves acuáticas y otras necesidades

Los miembros del Plan deberían renovar sus esfuerzos para influir en programas y políticas
no relacionados con la vida silvestre pero que afecten la salud de los paisajes naturales de los que
ellas dependen. En particular, se debería influir en las políticas comerciales, agrícolas, forestales e
hidráulicas, para mejorar los hábitats para las aves acuáticas y otras aves migratorias. Estos
esfuerzos deberían hacer énfasis en la capacidad de estos sectores para ayudarnos a alcanzar las
metas planteadas para las aves acuáticas y por otro lado, en las posibilidades que tienen las
acciones de conservación derivadas de la instrumentación del Plan, para que estos sectores también
puedan alcanzar sus objetivos.

Instrumentar proyectos comunitarios en el contexto del paisaje

El éxito a largo plazo del Plan dependerá del compromiso de las comunidades locales con
el concepto de administración, que incluye planificación, instrumentación y cuidado. Por lo tanto,
la conservación de las aves acuáticas debería en la medida de lo posible, ser instrumentada a través
de proyectos y programas basados en las comunidades. Esto fomentará paisajes capaces de sostener
tanto el progreso económico como los procesos ecológicos, y en última instancia, asegurará el
futuro de las aves acuáticas. Este enfoque identificará intereses, objetivos, incentivos y
desincentivos comunes, pondrá énfasis en la educación e información, y formulará acercamientos a
la conservación que den como resultado beneficios mutuos.
Debido a que los paisajes críticos para las aves acuáticas son manejados por una amplia
gama de intereses divergentes, y dado que la protección de estos paisajes es una tarea demasiado
amplia para una sola organización o agencia, la instrumentación de un enfoque a escala de paisaje
debe hacerse a través de acciones que incluyan a los administradores de tierras y otros socios.
Extender los lazos de asociación ha sido una característica del Plan, que permite juntar más
conocimientos, recursos y energía para llevar a cabo las acciones de conservación. De este modo, el
compromiso de lograr un enfoque a escala de paisaje implica directamente avanzar en un proceso
de formación de asociaciones para su instrumentación.
Ampliando el alcance de las asociaciones

La visión

Los socios del Plan colaboran con otros esfuerzos de conservación, en particular con otras
iniciativas para la conservación de aves migratorias y contactan a otros sectores y a las
comunidades para forjar alianzas más amplias en una búsqueda colectiva por hacer un uso
sustentable de especies
y ecosistemas.
Los autores del Plan de 1986 notaron que la restauración de las poblaciones de aves
acuáticas iba a requerir mucho más que la intervención de los gobiernos federales en tierras
federales y con recursos federales. De hecho, la aprobación federal del Plan de 1986 estuvo basada
en el claro reconocimiento de que la responsabilidad fiscal para su instrumentación no dependía
solamente de los gobiernos federales. La conservación de las aves acuáticas puede haber tenido sus
raíces en tratados internacionales, pero los recursos en que se sustentaría el Plan tendrían que
provenir también de sectores como el privado, estatal o municipal.
Lo que comenzó como un reconocimiento de las realidades fiscales, se convirtió en la base
y motivación de una innovadora manera de hacer negocios: asociaciones entre el sector público y el
privado. La instrumentación internacional del Plan se inició cuando las organizaciones
conservacionistas de Estados Unidos empezaron a complementar los fondos de las agencias
estatales de vida silvestre y facilitaron la transferencia de fondos a través de fronteras
internacionales para que dichos fondos fueran complementados y aumentados por agencias
federales, estatales, municipales, por el sector privado y por las comunidades, primero en Canadá y
posteriormente en México.
Este nuevo acercamiento a la conservación favoreció la aprobación en 1989 de la Ley de
Conservación de Humedales de Norteamérica que ayudó a crear un mecanismo de financiamiento
para proyectos de humedales llevados a cabo en el marco del Plan. Hoy en día, los conceptos de
complementar y compartir recursos se han replicado en tantas ocasiones por los socios del Plan que
el negocio de la conservación de las aves acuáticas ha experimentado un cambio fundamental y
duradero.
El éxito del Plan ha dependido de la habilidad de los distintos intereses para crear y
sostener nuevas relaciones lo suficientemente flexibles como para inventar nuevas formas de
instrumentar la conservación de las aves acuáticas. Este legado es una de las contribuciones más
importantes del Plan para la conservación de los recursos naturales. En algunas regiones, estas
asociaciones han ido más allá de las aves acuáticas, para incluir a grupos interesados en la
conservación del suelo y los recursos hidrológicos, y lo que es más importante los dueños de la
tierra, tanto privados como comunales y ejidales.
A continuación se describen las acciones que facilitarán la ampliación de las asociaciones:

Ampliar las relaciones con otras iniciativas para la conservación de aves


migratorias

El desafío de instrumentar medidas de conservación a escala de paisaje no es exclusivo de


la comunidad que se dedica a la conservación y manejo de las aves acuáticas. Dado que otras
iniciativas de conservación de aves migratorias se enfrentan a problemas similares, las necesidades
y oportunidades para la cooperación aumentarán. Los miembros del Plan deberían buscar y
establecer relaciones con los socios de aquellas iniciativas con las que tengan metas en común. En
particular, estas relaciones deberían concentrarse en la coordinación para la planificación biológica,
instrumentación de la conservación de hábitats y en la cooperación en programas de monitoreo de
hábitats y poblaciones a largo plazo.

Existen hábitats a nivel local y regional que son de gran importancia para las aves acuáticas
y que están fuera de las áreas establecidas por los esfuerzos conjuntos, grupos regionales
organizados, o de las áreas designadas como importantes para las aves acuáticas de Norteamérica.
A menudo, estas áreas están incluidas dentro de una región fisiográfica de interés para otras
iniciativas de conservación de aves. Los socios del Plan deberían intentar participar en el desarrollo
de otros planes a nivel de paisaje para la conservación de aves migratorias, de manera que se
asegure que las necesidades de las aves acuáticas sean tomadas en cuenta. De la misma forma, se
puede invitar a los representantes de otras iniciativas sobre aves migratorias a que participen en los
esfuerzos de planificación para identificar las necesidades de hábitats de esas especies que deberían
ser tomadas en cuenta por los socios del Plan. Finalmente, un esfuerzo conjunto u organización
regional puede estar afiliado con más de una de estas iniciativas.

Buscar vínculos de cooperación con otros sectores económicos para


alcanzar metas comunes

Siempre que la cooperación pueda dirigirse hacia tratar problemas de mutuo interés, los
socios del Plan deberían estar dispuestos a adherirse o a crear asociaciones con otros sectores
diferentes a los vinculados con la vida silvestre, con el objetivo de influir en programas y políticas
que puedan contribuir a las metas del Plan, lo que contribuirá a mejorar conjuntamente la salud del
medio ambiente. El enfoque inicial del Plan en el sentido de establecer relaciones con dueños de la
tierra privados o comunales y con grupos que trabajan por la conservación de suelos y recursos
hidrológicos no ha cambiado y debería enfatizarse más.

Apoyar y promover asociaciones con las comunidades

La mejor manera de mantener poblaciones de aves acuáticas en paisajes dedicados a la


producción es creando asociaciones con las comunidades, para incluir sus necesidades económicas,
sociales y de conservación. Para el Plan, la instrumentación de medidas de conservación y
salvaguarda del hábitat debe contar con la participación de líderes de comunidades aborígenes,
nativas, indígenas y locales, y de consumidores de subsistencia además de intereses
conservacionistas. La participación de las comunidades rurales también será decisiva en la
conservación de las aves acuáticas.
La figura muestra un modelo conceptual de las oportunidades para una conservación
cooperativa entre diferentes iniciativas que tengan intereses comunes con respecto a paisajes. Cada
iniciativa mantiene su propia identidad al mismo tiempo que coopera con otras en las actividades
de planificación, instrumentación y evaluación, a diferentes escalas geográficas: regionales,
nacionales e internacionales. Este modelo se aplica igualmente a iniciativas para la conservación de
aves migratorias y a otros esfuerzos de conservación con bases científicas. Utiliza un acercamiento
a nivel de paisaje y se basa en las necesidades de los socios, proporcionando a los esfuerzos
conjuntos u organizaciones regionales, tanto como a las naciones, flexibilidad en la
instrumentación del Plan.

Iniciativa Planificación Infraestructura Sistemas


Objetivos/Estrategias instrumentación de evaluación

Proyectos Evaluaci
Aves acuáticas ón

Proyectos Evaluaci
ón
Aves terrestres

Proyectos Evaluaci
ón

Aves playeras

Proyectos Evaluaci
ón

Aves acuáticas
coloniales

Planificación Instrumentación Evaluación


integrada integrada integrada
Resumen
Los desafíos

La instrumentación exitosa del Plan depende del interés, compromiso, experiencia y


recursos de los socios voluntarios. Estos socios enfrentan los desafíos de:

• continuar la cooperación entre tres naciones con diferentes culturas y lenguas;


• mantener la participación de los socios actuales e involucrar a otros nuevos;
• aumentar la capacidad de realizar monitoreos de hábitat y poblaciones y de evaluar prácticas y
programas de manejo;
• continuar y aumentar la investigación y el monitoreo de determinadas especies;
• continuar y aumentar la educación y participación de la comunidad en la planificación de la
conservación;
• obtener en el futuro apoyo legislativo y administrativo para la instrumentación del Plan;
• desarrollar relaciones con otras iniciativas de conservación de aves migratorias;
• desarrollar y mejorar las relaciones con otros esfuerzos de conservación;
• influir en programas y políticas para dirigir la agricultura, silvicultura y el comercio hacia la
protección de las aves acuáticas y de los humedales;
• definir paisajes naturales que sostengan a las aves acuáticas en concordancia con otros
intereses;
• evolucionar y adaptarse a las condiciones cambiantes para asegurar la consecución de las metas
del Plan;
• y evitar un falso sentimiento de seguridad después de los éxitos logrados.

Las visiones

La actualización de 1998 ofrece tres visiones que se basan en el legado del Plan.

Los miembros del Plan contribuyen a mejorar la capacidad de paisajes y ecosistemas para
mantener a las poblaciones de aves acuáticas y otras especies asociadas con los humedales al
asegurar que la instrumentación del Plan se desarrolle mediante una planificación basada en el
fundamento biológico, la que a su vez es ajustada mediante evaluaciones continuas.

Se invita a todos los socios del Plan a que:

• continúen desarrollando objetivos de manejo cuantificables y a una escala específica, que


formen la base para la planificación y la evaluación;
• mejoren la planificación y la evaluación incrementando las capacidades de monitoreo y
evaluación;
• mejoren la instrumentación del Plan basándose en información biológica; y
• diseñen y realicen evaluaciones en asociación con otras estrategias de conservación.

Los socios del Plan definen las condiciones necesarias que deben presentar los paisajes y
ecosistemas para que puedan mantener a las poblaciones de aves acuáticas y beneficiar a otras
especies asociadas con los humedales; también participan en el desarrollo de políticas y
programas económicos, sociales y de manejo y conservación que pueden afectar las condiciones
ecológicas de estos paisajes.

Se invita a todos los socios del Plan a que:

• definan e instrumenten la conservación de las aves acuáticas en el contexto de paisajes;


• mejoren y amplíen la coordinación con otras iniciativas de conservación de la vida silvestre
para conservar los hábitats en diversos paisajes;
• busquen soluciones a nivel de paisaje que contribuyan al cumplimiento de las metas para la
conservación de las aves acuáticas y otras necesidades; y
• instrumenten a nivel de paisaje proyectos con una amplia y activa participación de las
comunidades.

Los socios del Plan colaboran con otros esfuerzos de conservación, en particular con otras
iniciativas para la conservación de aves migratorias, y contactan a otros sectores y a las
comunidades para forjar alianzas más amplias en una búsqueda colectiva para hacer
un uso sustentable de especies y ecosistemas.

Se invita a los socios del Plan a que:


• amplíen las asociaciones con otras iniciativas a favor de la conservación de otras aves
migratorias;
• busquen asociaciones con otros sectores económicos para alcanzar metas comunes; y
• apoyen y promuevan asociaciones con las comunidades locales.
SECCION 2

Objetivos poblacionales y situación actual de las aves


acuáticas de Norteamérica

Objetivos poblacionales

En Norteamérica existen 43 especies de patos, gansos y cisnes que comúnmente dependen


de algún tipo de hábitat en dos o más paisajes para completar su ciclo de vida. A continuación se
presentan los objetivos poblacionales establecidos para la mayoría de las aves acuáticas de
Norteamérica. En los planes establecidos por los esfuerzos conjuntos o las asociaciones regionales
se pueden incluir objetivos específicos para otras especies de vida silvestre que dependan de los
humedales.
Aunque los patos, gansos y cisnes no son componentes aislados de los humedales,
representan una de las fuentes de datos de largo plazo mejor documentadas en los humedales. No
existe otro inventario de vida silvestre en humedales comparable con éste.
Los factores que afectan negativamente a las aves acuáticas de Norteamérica son los
mismos que están afectando la diversidad biológica de ecosistemas enteros. Asimismo, los
objetivos poblacionales del Plan no pueden alcanzarse sin restaurar los ecosistemas de los que
dependen las aves acuáticas.

Temas específicos en el manejo de las aves acuáticas


Además de instrumentar la Dirección Estratégica descrita en la Sección 1, los socios del
Plan deberían considerar problemas e inquietudes específicas relacionadas con el manejo de las
aves acuáticas para poder avanzar en el cumplimiento de los objetivos poblacionales y de la visión
del Plan en el sentido de fortalecer el fundamento biológico.
Por ejemplo los datos disponibles sugieren un decremento en varias de las 15 especies de
patos marinos de Norteamérica. Tres de estas especies están clasificadas como amenazadas o en
peligro de extinción en los Estados Unidos o Canadá. Para recuperar y salvaguardar estas especies
se necesitan acciones coordinadas de investigación y monitoreo para desarrollar manejo de hábitat
y recomendaciones políticas. Se ha aprobado condicionalmente un Esfuerzo Conjunto de Patos
Marinos está siendo organizado por parte de agencias e instituciones interesadas como el
mecanismo más apropiado para facilitar la coordinación y cooperación internacional para atender
este recurso.
Muchas otras especies de patos, en especial el pato golondrino, no han respondido ni a las
mejoras en el hábitat ni a las aparentes óptimas condiciones del hábitat. Se necesitan esfuerzos
adicionales para entender mejor los factores limitantes en la recuperación de esta especie y de las
poblaciones, y para desarrollar acciones de conservación que ayuden en el cumplimiento de los
objetivos poblacionales. Además, algunas poblaciones de gansos, como el ganso canadiense de la
ruta migratoria del Atlántico, todavía se encuentran en niveles muy por debajo de las metas del
Plan. Los esfuerzos deben continuar en el manejo de ésta y otras poblaciones de gansos que aún
están por debajo de los objetivos planteados.
Por otra parte, algunas poblaciones de gansos que anidan en el Ártico, han alcanzado
niveles que exceden por muchos las metas del Plan, debido en parte a la abundancia de cultivos
para forraje en las áreas de invernación. Esto ha creado graves problemas, incluyendo la
degradación de los cultivos y del hábitat. La expansión de las colonias reproductoras del ganso del
Ártico ha degradado severamente algunas áreas de anidación y reproducción en la tundra. El
Esfuerzo Conjunto para el ganso del Ártico debería seguir trabajando con otras asociaciones para
desarrollar soluciones a este problema de manejo.
Las poblaciones reproductoras del ganso canadiense en zonas templadas también han
aumentado drásticamente en algunas regiones. La depredación de zonas agrícolas, la pérdida de la
calidad del agua, y problemas como la acumulación de materia fecal en áreas públicas, se presentan
en varias regiones. Aunque asociaciones conformadas por granjeros, cazadores, conservacionistas y
agencias públicas entre otros han tratado de resolver este problema en algunas regiones, se deberían
ampliar los alcances de este esfuerzo.
Los esfuerzos de conservación bajo el Plan se han enfocado principalmente en las aves
acuáticas migratorias. Sin embargo, para incluir todas las aves acuáticas de Norteamérica, se
debería ampliar el alcance del Plan para incluir actividades de planificación y manejo a nivel
nacional y regional de especies de aves acuáticas residentes o endémicas, tales como los patos
arborícolas y el pato enmascarado.
En ciertas regiones de Norteamérica las enfermedades han causado altos índices de
mortalidad en las aves acuáticas y este problema sigue siendo una preocupación entre la comunidad
conservacionista. Las relaciones regionales deberían seguir mejorando su conocimiento sobre las
causas de las enfermedades, tales como el botulismo y el cólera aviar. Deberían continuar
desarrollando acciones para reducir y controlar el efecto de las enfermedades, particularmente en
sitios en donde su intensidad y frecuencia amenaza especies o poblaciones.
En algunas porciones de los hábitats de reproducción en las regiones centrales de
Norteamérica, se presenta una depredación excesiva que está afectando gravemente las poblaciones
de algunas aves acuáticas y de otras aves que anidan en el suelo. En estas situaciones, se deben
considerar estrategias más efectivas de manejo de depredadores, con un enfoque que considere el
manejo del paisaje.

Objetivos poblacionales para los patos

La abundancia de patos en Norteamérica entre 1970 y 1979 es el punto de referencia para


las metas poblacionales establecidas bajo el Plan (Tabla 1). El Plan de 1986 sostenía que el número
de patos registrados durante la década de los años 70, a excepción de unas cuantas especies,
cumplía las necesidades de todos los sectores interesados en su aprovechamiento. Este número de
patos y la cantidad de hábitat requerido para mantenerlos a lo largo de su ciclo anual, determinaron
los principales objetivos del Plan. De este modo, la información generada en los años 70 apoyó el
objetivo general de contar con 62 millones de patos reproductores y una bandada de otoño de 100
millones de aves bajo condiciones ambientales normales; es decir, condiciones climatológicas
normales en la región central del continente.

Metas

Mantener la actual diversidad de especies de patos en toda Norteamérica y lograr una población
reproductora continental de 62 millones de patos (una población de 39 millones en el centro del
continente) durante años con condiciones ambientales normales, lo cual sostendría una bandada de
otoño de 100 millones.

Alcanzar o exceder las metas poblacionales para el centro del continente para las 10 especies de
aves acuáticas presentadas en la Tabla 2.

Obtener un índice poblacional de invierno de 385,000a para el pato negro.

a Este objetivo poblacional para el pato negro americano está basado en índices derivados del
inventario de mediados de invierno. Se están realizando esfuerzos para desarrollar un objetivo en áreas
reproductoras basado en nuevos estudios de reconocimiento que se están desarrollando en la parte este del
continente.
Tabla 1

Estimacióna poblacional promedio de diferentes especies de patos en


Norteamérica 1970-1979 (en miles de patos)

Especie Continente Centro del continente


PATOS DE SUPERFICIE
Pato de collar 11,000 8,199
Pato golondrino 7,000 5,596
Pato negro americano 1,400 30
Pato tejano 480 no aplicable
Pato friso 2,000 1,518
Pato chalcuán 3,500 2,974
Cerceta alaverde 3,000 1,858
Cerceta alazul y cerceta canela 6,000 4,653
Pato cucharón norteño 2,000 1,990
Pato arcoiris 3,000 no aplicable
Pato real 30 no aplicable
Pijije alablanca y pijije canelo 136 no aplicable
PATOS BUCEADORES
Pato cabeza roja 900 639
Pato coacoxtle 600 542
Pato boludo menor y mayor 8,000 6,302
Pato de pico anillado 1,000 506
Pato tepalcate 700 352
Pato enmascarado 6 no procede
PATOS MARINOSb
Pato arlequín 200 no procede
Pato cola larga 2,700 428
Somateria spp. 2,500 23
Negreta común, negreta de nuca
blanca, negreta de alas blancas 2,000 1,476
Pato monja 1,000 724
Pato de ojos amarillos 1,500 481
Mergus spp 1,500 403
TOTAL DE PATOS 62,152 38,694

a. Las cifras estimadas de la parte media del continente proviene de Waterfowl Breeding
Population and Habitat Surver, franjas 1-18, 20-50 y 75-77. Las estimaciones para Norteamérica
incluyen las cifras estimadas de la parte media del continente, así como cifras calculadas de
poblaciones de otras regiones basadas en inventarios de invierno y opiniones de expertos. Se han
puesto en marcha nuevos estudios en áreas reproductivas del noreste de los Estados Unidos y el
este de Canadá, que en el futuro deberán ser útiles para depurar las cifras estimadas y las metas
para ciertas especies.
b. Los patos arlequín del este de Canadá, y lo éider de Fischer y de Steller están clasificados como
especies en peligro de extinción o amenazadas.
Tabla 2

Situación actual, tendencias y metas para las poblaciones de las 10


especies más comunes de patos reproductores de la región media de
Norteamérica (miles de patos)

Especie y población Estado Estado Tendencia Metas


en 1985 en 1998 reciente poblacionales
(1986-1998)
Pato de collar 4,961 9,640 En aumento 8,200
Pato golondrino 2,515 2,521 Sin tendencia 5,600
Pato friso 1,303 3,742 En aumento 1,500
Pato chalcuán 2,051 2,858 En aumento 3,000
Cerceta alaverde 1,475 2,087 En aumento 1,900
Cerceta alazul y cerceta
canela 3,502 6,399 En aumento 4,700
Pato cucharón norteño 1,702 3,183 En aumento 2,000
Pato cabeza roja 578 1,005 En aumento 640
Pato coacoxtle 376 686 En aumento 540
Pato boludo mayor y 5,098 3,472 En disminución 6,300
menor

a. Franjas del estudio 1-18, 20-50, y 75-77 del Waterfowl Breeding Population and Habitat Survey

La tabla 2 presenta las metas poblacionales para patos del Plan de Manejo de Aves
Acuáticas de Norteamérica y el estado actual de las poblaciones reproductoras en la parte media del
continente, en donde la mayoría de los patos de Norteamérica se reproducen. De las 10 especies
más comunes que se reproducen en las praderas, 8 presentan tendencia a aumentar entre 1986 y
1998, lo que coincide con el periodo de instrumentación del Plan. Únicamente las poblaciones del
pato boludo mostraron una tendencia decreciente, y actualmente están 45 por ciento por debajo del
objetivo del Plan. Las cifras para el pato golondrino, aunque han permanecido relativamente
estables durante los últimos años, actualmente están 55 por ciento por debajo del objetivo del Plan.
La mayoría de los patos de Norteamérica se reproducen en Canadá y Estados Unidos, y
pasan el invierno en Estados Unidos y México. Para propósitos de este documento, los patos de
Norteamérica se han dividido en tres grupos basados en sus requerimientos ecológicos: patos de
superficie, patos buceadores y patos marinos.

Situación actual de los patos de superficie

Los patos de superficie son el grupo de patos más abundante y ampliamente distribuido de
Norteamérica y son de gran importancia para los cazadores y los observadores de aves. Incluyen el
pato de collar, pato negro americano, pato tejano, pato chalcuán, pato golondrino, pato friso,
cerceta alaverde, cerceta alazul, cerceta canela, y al pato cucharón norteño. El pato arcoiris, el pato
real, el pijije alablanca y el pijije canelo, también se incluyeron en esta categoría (Tabla 1).
Las poblaciones reproductoras de patos de superficie con mayor densidad se encuentran en
las praderas. Los hábitats boreales también mantienen grandes poblaciones aunque a una menor
densidad. Las especies que anidan tempranamente, como el pato de collar y el golondrino, son
particularmente afectadas por la pérdida del hábitat de anidación en las tierras altas de las praderas.
El uso intensivo de las tierras para la agricultura en las áreas de reproducción de las praderas,
combinado con una sequía que empezó en 1980, afectó negativamente a grandes porciones del
hábitat de reproducción hasta principios de los años 90. La degradación y pérdida del hábitat de
reproducción hasta principios de los años 90. La degradación y pérdida del hábitat y los cambios en
el uso del suelo han favorecido a los depredadores, y éstos impiden que las aves acuáticas alcancen
sus índices históricos de sobrevivencia y reclutamiento.
Entre 1986 y 1988 seis especies (pato de collar, pato friso, pato chalcuán, cerceta alaverde,
cerceta alazul y pato cucharón norteño), han mostrado tendencias ascendentes en la región central
del continente (Tabla 2). No hay una tendencia evidente para el pato golondrino en el centro del
continente durante ese mismo periodo.
La población de pato negro americano en el este de Norteamérica ha disminuido a lo largo
de las últimas cuatro décadas. Los conteos anuales de invierno que se utilizaron como índice del
tamaño poblacional de esta especie, permiten estimar un promedio poblacional de 491,000 aves
durante los años 60, disminuyó a 285,000 durante los años 90. Aunque los patos negros americanos
han disminuido tanto en la ruta migratoria del Atlántico como en la del Mississippi,
proporcionalmente han disminuido mucho más en esta última. Los conteos de las poblaciones
reproductoras iniciados en 1990 en la parte este de Canadá, mostraron que la población
reproductora del pato negro americano se ha incrementado en las provincias marinas, pero ha
disminuido en la porción oeste de su área de reproducción. Los cambios en su abundancia pueden
estar relacionados con la pérdida de hábitat, la competencia con los patos de collar y la mortalidad
a causa de la cacería.
El pato arcoiris se distribuye principalmente al este de Norteamérica, y normalmente habita
en áreas con una densa cobertura vegetal. Por esta razón, no disponemos de estimaciones de su
abundancia a partir de conteos aéreos del tipo que normalmente se utilizan para monitoreo de la
abundancia de patos de bosque. Sin embargo, los conteos desde tierra a lo largo de rutas específicas
sugieren un incremento en las tendencias poblacionales en el corto y largo plazo.
Varias especies de patos de superficie se distribuyen solamente al sur de Estados Unidos y
México. El pato tejano y el pato real prácticamente no son migratorios. Los pijijes tienden a ser
nómadas, exhibiendo movimientos impredecibles, por lo que detectar cambios en el estado
poblacional es muy difícil. Aunque existen muy pocos datos de estas poblaciones, se esta tratando
de cubrir los vacíos de información.

Situación actual de los patos buceadores y de los patos marinos

Los patos buceadores de Norteamérica, incluyen el pato coacoxtle, el cabeza roja, el pico
anillado, el boludo mayor y el boludo menor. Aunque no son verdaderos patos buceadores, también
se incluyen en esta categoría el pato tepalcate y el enmascarado, dos especies de Bucephala spp y el
pato monja. La mayor densidad de patos buceadores reproductores se registran en una región
conocida como las praderas, aunque los patos de pico anillado y boludo menor están ampliamente
distribuidos. El pato boludo mayor se reproduce principalmente en regiones sub-árticas. El pato
enmascarado se distribuye principalmente en México. Los patos buceadores tienden a usar
pantanos relativamente profundos y los ríos y lagos del interior durante la reproducción y la
migración, y bahías costeras, estuarios y aguas profundas durante el invierno.
El pato coacoxtle y el cabeza roja han registrado tendencias poblacionales crecientes en la
región central del continente durante los últimos años (Tabla 2). Individualmente, la situación de
las especies de pato boludo (mayor y menor) es difícil de discernir, ya que son dos especies que no
se distinguen durante los conteos aéreos. Sin embargo, el tamaño poblacional de los patos boludos,
(compuesta principalmente por el boludo menor), ha disminuido desde 1970 y es el único grupo
que ha continuado disminuyendo desde 1986. Esta constante disminución ha aumentado la
preocupación sobre esta especie, provocando que las agencias públicas y privadas destinen recursos
adicionales para resolver el problema de esta especie.
Las estimaciones de las poblaciones reproductoras del pato pico anillado y del pato
tepalcate en la región central de Norteamérica no se consideran tan confiables como las de las
especies presentadas en la Tabla 2. Sin embargo, los datos sugieren que en el largo plazo estas
especies han aumentado su abundancia. No hay datos disponibles para evaluar el estado del pato
enmascarado.
Los patos marinos de Norteamérica incluyen especies de la Tribu Mergini, en particular el
pato arlequín, el cola larga, el pato monja, cuatro especies de Somateria spp., tres especies de
Melanitta spp., tres especies de Bucephala spp., y tres especies de Mergus spp. Se reproducen
principalmente en las regiones norteñas del continente. La información biológica de algunas de
estas especies es sumamente limitada, al igual que su índice poblacional o estimación anual de
productividad. Las especies: Polysticta stelleri y Somateria fischeri de Alaska están incluidas en la
lista de especies amenazadas. Las poblaciones de pato arlequín del este de Norteamérica han sido
declaradas en peligro de extinción en Canadá.
La información disponible para el pato monja sugiere que su abundancia ha aumentado en
el largo plazo en las áreas monitoreadas. Las especies del género Bucephala spp. Aparentemente no
presentan ninguna tendencia. Para el caso de las especies de Mergus spp, la poca información con
la que se cuenta sobre su abundancia en las áreas de reproducción y de invernación, sugiere que son
un grupo que ha experimentado incrementos en el largo plazo.
Las condiciones del hábitat de reproducción para la mayoría de las especies de patos
marinos no han cambiado en los últimos años. Sin embargo, varias de las áreas de invernación
habituales en ambas costas han sido degradadas a causa del desarrollo industrial y urbano. Se
desconocen los efectos que pueda tener la degradación del hábitat sobre las poblaciones, y existen
pocos datos sobre las poblaciones de patos marinos o sus niveles de aprovechamiento. Un resumen
de la información disponible sugiere que algunas poblaciones están estables o en aumento, mientras
que otras pueden estar disminuyendo. En noviembre de 1998 se aprobó condicionalmente la
formación de un esfuerzo conjunto para los patos marinos, con la intención de abordar las
necesidades de manejo y de información sobre estas especies y para facilitar la coordinación y
cooperación a nivel internacional.

Objetivos poblacionales para los gansos

El Plan establece objetivos poblacionales para 30 poblaciones de 6 especies de gansos. Las


poblaciones de gansos ocupan cada año áreas tradicionales de reproducción y de invernación y se
mueven entre estas áreas a lo largo de corredores migratorios habituales. En consecuencia, el Plan
incluye objetivos para poblaciones individuales del ganso canadiense, del ganso blanco, del ganso
careto mayor y del ganso de collar.
Conjuntamente Canadá, Estados Unidos y México son responsables del monitoreo y del
manejo de estas especies y sus poblaciones.

Objetivo:
Incrementar o reducir las poblaciones a los niveles sustentables listados en la Tabla 3.

Tabla 3
Situación actual y metas poblacionales para diferentes especies de
gansos de Norteamérica

Especie y población Media de la Tendencia reciente Metas


población (1996- (1986-1997) poblacionales
1998)
GANSO CANADIENSE
Atlántico 50,500 Estable 175,000c,d
Residente de la ruta 968,000 En aumento 550,000e,f
migratoria del
Atlántico
Norte del Atlántico No hay cifra No hay cifra 15,000c
aproximada aproximada
Sur de la Bahía de 76,000 Estable 100,000e
James
Valle del Mississippi 619,600 Estable 900,000e
Gigantes de la ruta 1,067,000 No hay cifra 1,000,000e
migratoria del Aproximada
Mississippi
Pradera del este 226,100 Estable 300,000e
Pradera del 446,300 En aumento 285,000g
oeste/Grandes Llanuras
Pradera de hierba alta 292,600 Estable 250,000g
Pradera de hierba corta 487,500 Estable 150,000g
Hi-Line 169,000 En aumento 80,000g
Montañas Rocosas 107,000 Estable 60,000g
Pacífico 8,700 Estable 7,250c
Ruta m. del Pacífico No hay cifra No hay cifra
menor Aproximada Aproximada 125,000g
Pardo 13,700 Estable Evitar clasif. de
Amenazadah
Cacareador(cackling) 173,000 En aumento 250,000g
Aleutianas 24,000 En aumento 7,500g
Vancouver No hay cifra No hay cifra No establecida
Aproximada Aproximada Aún
GANSO BLANCO
Mayor 674,000 En aumento 500,000 i
Menor del centro del 2,742,000 En aumento 1,000,000 g
continente

Menor de la r. de m. 107,900 En aumento 110,000 g


central-oeste

Menor de la isla de Cifras no Cifras no


Wrangel Disponibles m Disponibles m 120,000 e
Menor del oeste del 486,000 En aumento 200,000 e
Ártico Canadiense
GANSO DE ROSS 400,000 En aumento 100,000 e
GANSO CARETO MAYOR
Centro del continentej 831,400 Estable 600,000 k

Juncos 5,500 Estable 10,000 g

Ruta migratoria del 313,500 En aumento 300,000 g


Pacífico
GANSO DE COLLAR
Atlántico 121,800 Estable 124,000 g
Pacífico 141,100 Estable 185,000 g
GANSO
EMPERADOR 59,000 Estable 150,000 e

a) Los años de estudios incompletos han sido excluidos del análisis.


b) Tendencia estadística P<0,10.
c) Objetivo de pares en reproducción.
d) Objetivo particionado: 150,000 pares en la península de Ungava; 25,000 pares en la parte
boreal de Quebec.
e) Objetivo de población reproductora total.
f) Objetivo particionado: 450,000 en los estados de la ruta migratoria del Atlántico; 100,000 en el
sur de Ontario; basado en el Atlantic Flyway Spring Waterfowl Plot Survey y el CWS-Ontario
Spring Ground Survey.
g) Objetivo de índice de invierno.
h) ESA-Endangerend Species Act (Estados Unidos).
i) Objetivo de índice de población de primavera; se sigue realizando una revisión internacional
del objetivo del ánsar nivel mayor.
j) Las poblaciones y el oeste del centro del continente se han combinado siguiendo evaluaciones
de los datos de las anillas del cuello.
k) Objetivo de índice de otoño.
l) Cifras aproximadas basadas en los datos de las anillas del cuello
m) El gobierno ruso está llevando a cabo un estudio al respecto. No se disponía de estimaciones
poblacionales en el momento de la publicación del presente documento.

Los gansos blanco, de Ross, el careto mayor, el emperador, el de collar y la mayoría de las
poblaciones del ganso canadiense anidan en las partes más septentrionales de Norteamérica y a lo
largo de la Bahía de Hudson. Varias poblaciones que anidan en el Ártico han alcanzado niveles de
abundancia sin precedentes, al grado de ser considerados sobreabundantes. Poblaciones tan grandes
se atribuyen a los altos índices de sobrevivencia de los adultos, como resultado de la abundancia de
alimento en terrenos agrícolas a lo largo de sus rutas migratorias o áreas de invernación. La
sobreabundancia de gansos está causando graves perjuicios a tierras de cultivo, parques y hasta en
campos de golf. También han provocado daños potencialmente irreparables por sobre-pastoreo en
los hábitats de reproducción del Ártico. Otras poblaciones de gansos que anidan en regiones del
Ártico y sub-Ártico no han respondido para alcanzar los objetivos del Plan. El Esfuerzo Conjunto
del Ganso del Ártico se estableció para mejorar la coordinación en el monitoreo y la investigación
sobre las poblaciones reproductoras de estas regiones y para identificar los factores que han
contribuido a la sobreabundancia de algunas poblaciones y que han limitado la recuperación de
otras, y en última instancia para formular recomendaciones para mejorar el manejo de estas
poblaciones.
Los objetivos poblacionales para gansos fueron desarrollados por los Esfuerzos Conjuntos y los
Consejos de las Rutas Migratorias, por medio de consultas con otros grupos, tomando en
consideración varios factores. Estos incluyen el tamaño óptimo para el mantenimiento de la
población,la capacidad de carga de las áreas de reproducción, la demanda humana por usos de
consumo y de no consumo, la tolerancia por parte de los dueños de las tierras a la depredación de
los cultivos, y el potencial para el brote de enfermedades.

Situación actual del ganso canadiense

Nueve poblaciones de ganso canadiense han excedido los objetivos planteados por el Plan.
De éstas, las poblaciones residentes de la ruta migratoria del Atlántico, las de la ruta migratoria del
Mississippi, las de las praderas del oeste y Grandes Llanuras, Hi-Line y las de las Aleutianas,
todavía están en aumento. Aunque ninguna población de ganso canadiense está disminuyendo; los
números poblacionales del Atlántico, del Valle del Mississippi, de las praderas del este y las del
Pacífico permanecen por debajo de los objetivos del Plan (Tabla 3). En particular, el ganso pardo
canadiense sigue siendo una subespecie de especial preocupación. Los principales factores
limitantes de estas poblaciones son el clima, el alimento, el agua durante la reproducción y crianza,
así como la depredación y la cacería en las áreas de reproducción.
Situación actual del ganso nevado y del ganso de Ross

Todas las poblaciones de ganso blanco, excepto la de la Isla de Wrangel, han alcanzado o
excedido los objetivos del Plan y se están evaluando distintas estrategias para comprobar las
tendencias de crecimiento o disminución de las poblaciones en el futuro. Los desafíos asociados
con la sobreabundancia de la población de ganso blanco en la región central de Norteamérica, que
ha sobrepasado las metas del Plan por casi 2 millones de individuos, son de especial preocupación.
Las consecuencias de la degradación de las áreas de reproducción del Ártico y de los paisajes
adyacentes para el ganso blanco así como para otras especies de vida silvestre son preocupaciones
prioritarias. Liberar las cuotas de cacería sobre estas poblaciones quizás no sea suficiente para
estabilizar o revertir estos índices de crecimiento. Actualmente, las poblaciones de ganso de Ross
exceden los objetivos del Plan en un 300 a 900 por ciento. Por lo tanto, también se examinan
propuestas para reducir las poblaciones de esta especie.

Situación actual del ganso careto mayor

El ganso careto mayor que migra a través de la ruta migratoria del centro, para invernar a lo
largo del Golfo de México, ha sido tradicionalmente dividido en poblaciones del este y del oeste de
la región central de Norteamérica. El análisis de los datos de los estudios realizados con collares,
han demostrado que en los grupos de ganso careto mayor del centro de Norteamérica funcionan
como una sola población, por lo que se ha especificado un solo objetivo poblacional (Tabla 3) para
ella y debido a que los conteos de otoño se iniciaron apenas en 1992, no es posible aún distinguir
una tendencia poblacional. La población del ganso careto mayor en la ruta migratoria del Pacífico
está al nivel de los objetivos del Plan; no obstante que las poblaciones del tule siguen siendo bajas.

Situación actual de otros gansos

Las poblaciones del ganso de collar se han recuperado después del desplome de los años
70. Actualmente la población del Atlántico ha excedido las metas y la población del Pacífico está a
un 75 por ciento de los objetivos del Plan. El tamaño de ambas poblaciones es estable. Las
poblaciones del ganso emperador están por debajo de los objetivos del Plan, y el tamaño de la
población es estable.

Objetivos poblacionales para los cisnes

Los socios del Plan han establecido objetivos para dos poblaciones del cisne de tundra y
tres poblaciones del cisne trompetero (Tabla 4). Las áreas de reproducción del cisne de tundra
incluyen la mayor parte de las regiones Árticas y sub Árticas, desde la costa oeste de Alaska hasta
la costa noroeste de Quebec. La población del este, inverna principalmente en los estados del
centro del Atlántico que rodean la Bahía de Chesapeake y la población del oeste inverna en varias
localidades a lo largo de la costa, desde el sur de la Columbia Británica hasta la parte baja del río
Colorado ene l suroeste de Arizona y California.
El cisne trompetero se reproduce en colonias aisladas que son parte de un área de
reproducción histórica que es mucho más amplia y que incluía las praderas, bosques boreales y la
región intermontana desde el sur de Alaska hasta el oeste de los estados de los Grandes Lagos y
Ontario. La designación de poblaciones del cisne trompetero, que no realiza las largas migraciones
anuales que caracterizan a los cisnes de la tundra, se derivan de las regiones en las que se
reproducen e invernan.

Objetivos:
Alcanzar o exceder los objetivos del índice de invierno para las poblaciones del este y del oeste del
cisne de tundra especificadas en la Tabla 4.

Mantener o exceder las tasas recientes de crecimiento anual en las tres poblaciones del cisne
trompetero para lograr os objetivos del índice de otoño especificados en la Tabla 4.

Tabla 4
Situación actual y metas poblacionales para diferentes especies
de cisnes de Norteamérica

Media de la Tendencia reciente Objetivos índice de


población de (1986-1997) invierno
invierno en 3 años
(1995-1997)
Especie y población
CISNE DE TUNDRA
Población del este 82,100 Estable 80,000

Población del oeste 100,000 En aumento 60,000


CISNE TROMPETERO
Costa del Pacífico 16,312a En aumento 43,200c

Montañas Rocosas 2,600b En aumento 6,800c

Interior 1,462b En aumento 2,500c

a. Indice de 1995
b. Indice de 1997
c. Objetivo índice de otoño

Situación actual del cisne de tundra

El número de cisnes de tundra en la población del este es aproximadamente igual al


objetivo poblacional establecido por el Plan. Actualmente, la población del oeste casi ha duplicado
el objetivo en el Plan. La primera población está estable, mientras que esta última continúa
aumentando.

Situación actual del cisne trompetero

Las poblaciones del cisne trompetero se han recuperado de los números críticamente bajos
registrados a principios de 1900, cuando algunos predijeron su inminente extinción. Los objetivos
poblacionales presentados en la Tabla 4 fueron desarrollados proyectando los índices poblacionales
de crecimiento actuales hasta el año 2015. En consecuencia, ninguna población de cisne trompetero
se acerca a los objetivos del Plan. Cada una de las poblaciones de las Montañas Rocosas y del
Pacífico están aproximadamente en un 35 por ciento del tamaño poblacional planteado como
objetivo. La población del interior, que ha crecido gracias a los programas de restauración, está
cerca de un 60 por ciento deñl objetivo planteado. Los objetivos que se ha fijado el Plan para la
población del interior están siendo revisados por grupos de manejo preocupados por asegurar el
estado del futuro de la población, a la vez que tratan de evitar los posibles riesgos de
sobrepoblación como la experimentada con la introducción del ganso canadiense gigante.
Tabla No. 5
Objetivos de esfuerzos conjuntos del Plan de Manejo
de Aves Acuáticas de Norteamérica (en acres)

Área de esfuerzo conjunto Protección Restauración Mejoramiento


ESTADOS UNIDOS
Costa del Atlántico 945,0001 88,0501 121,7401

Hábitat del Valle Central 80,000 120,000 735,000

Costa del Golfo 689,000 104,000 958,000

Intermontana Oeste 1,500,00 500,000 500,000

Valle del Bajo Mississippi 407,000 864,000 1,182,000

Costa del Pacífico 116,600 21,0003 21,0003

Lagos Playa 51,000 10,000 25,000

Simas de las Praderas 1,891,515 744,898 3,669,500

Cuenca de Agualluvia 50,000 30,0004 8,333

Región del Alto Mississippi y de


los Grandes Lagos 1,329,0001 605,2001,3 605,2001,3

TOTAL E.U.A 7,059,115 3,087,148 7,220,573


CANADA
Hábitat del Este 1,435,230 1,221,5503

Costa del Pacífico2 132,400 66,0003

Hábitat de las Praderas 3,600,0005 3,600,0003


TOTAL CANADA 5,167,630 4,887,5503
MÉXICO Por determinarse

TOTAL DEL PLAN 12,226,745 5,530,923 9,664,348

1 Objetivos actualmente bajo revisión.


2 Esfuerzo conjunto internacional.
3 En los objetivos de protección del hábitat no se distingue entre restauración y mejoramiento. Para
los fines de la presente tabla, se suponen áreas de restauración y mejoramiento por partes iguales
(igual número de acres).
4 Incluye 24 mil acres de terreno restaurado y 6 mil acres de creación de hábitat.
5 El objetivo para el hábitat es asegurar y mejorar el hábitat de praderas, tanto humedales (760 mil
acres) como tierras altas (2,840 mil acres).
SECCION 3

Administración del Plan de Manejo de Aves Acuáticas de


Norteamérica

Administración internacional

Comité del Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica

El Comité del Plan de Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica está conformado por
miembros seleccionados de las agencias responsables del manejo de las aves acuáticas en Canadá,
Estados Unidos y México. En cada país, los miembros son nombrados por el director de la agencia
nacional de vida silvestre para llevar a cabo las siguientes tareas:

• Servir como foro internacional para discutir temas y problemas de largo plazo sobre aves
acuáticas y traducir estas discusiones a recomendaciones para ser consideradas por parte de los
tres países.
• Actualizar el Plan aproximadamente cada cinco años en respuesta a nuevas circunstancias o
cambios en políticas y oportunidades.
• Aprobar nuevos esfuerzos conjuntos o asociaciones regionales y otros tipos de asociación y
revisar y aprobar sus planes de instrumentación y evaluación para garantizar la promoción de
los propósitos del Plan.
• Facilitar, aconsejar y mantener un estrecho contracto y comunicación con los esfuerzos
conjuntos o asociaciones regionales, con otros mecanismos de instrumentación y con los socios
del Plan sobre la instrumentación del mismo.
• Revisar y dar seguimiento a los progresos para alcanzar las metas poblacionales y los objetivos
de hábitat del Plan.
• Revisar los datos científicos y técnicos sobre el estado y la dinámica de las poblaciones de aves
acuáticas y sus hábitats, así como su relación con los objetivos del Plan.
• Establecer y promover vínculos con otras iniciativas internacionales de conservación de aves
migratorias, de la vida silvestre y de los hábitats.
• Establecer y promover vínculos con organizaciones o agencias nacionales e internacionales
apropiadas para asegurar que la conservación de las aves acuáticas está incorporada al uso
sustentable de los paisajes.
• Proporcionar un foro para la comunicación internacional.
• Considerar y, en caso necesario, recomendar acciones adicionales a los gobiernos federales de
Canadá, Estados Unidos y México. El Comité del Plan dirige todas sus recomendaciones hacia
el Servicio Canadiense de Vida Silvestre, al Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados
Unidos y al Instituto Nacional de Ecología de México.

Grupo de Evaluación Continental

El Grupo de Evaluación Continental fue establecido por el Comité del Plan para
desarrollar, coordinar y realizar una evaluación biológica de los resultados del Plan. Entre sus
responsabilidades están revisar y depurar la estrategia de evaluación del Plan, coordinar los
esfuerzos de monitoreo de hábitat, asesorar a los esfuerzos conjuntos o asociaciones regionales en
cuanto a la integración de programas de monitoreo y evaluación, coordinar y conducir evaluaciones
a gran escala, y realizar resúmenes e informes sobre el progreso y las implicaciones de la
evaluación.
Consejo para la Conservación de Humedales de Noteamérica

La Ley de Conservación de Humedales de Norteamérica de 1989, estableció el Consejo


para la Conservación de Humedales de Norteamérica para revisar las propuestas de trabajo para la
conservación de humedales presentadas al programa de apoyo financiero establecido por la Ley. El
Consejo ordena y jerarquiza las propuestas basándose en criterios biológicos y recomendaciones
hechas por los Comités de Manejo de los Esfuerzos Conjuntos en los Estados Unidos y por los
gobiernos federales de Canadá y México. El Consejo selecciona y recomienda propuestas de apoyo
financiero a la Comisión de Conservación de Aves Migratorias, que es autoridad sobre
financiamiento creada bajo esta ley.

Administración nacional

Las oficinas nacionales que coordinan los esfuerzos del Plan, proporcionan apoyo
estratégico, administrativo, financiero, de personal, y logístico para apoyar las actividades del
Comité del Plan, del Grupo de Evaluación Continental y de los esfuerzos conjuntos o asociaciones
regionales del Plan.

Canadá

En Canadá, el Plan es administrado por el Consejo para la Conservación de Humedales de


Norteamérica (NAWCC-Canadá). Colaborando con sus contrapartes en Estados Unidos y con el
Instituto Nacional de Ecología de México, el NAWCC-Canadá aconseja al Ministro de Medio
Ambiente sobre el desarrollo, coordinación e instrumentación de las iniciativas de conservación de
humedales de importancia nacional e internacional.
La coordinación nacional es proporcionada por la Oficina de Instrumentación del Plan de
Manejo de Aves Acuáticas de Norteamérica, el Servicio Canadiense de Vida Silvestre, El
Ministerio del Medio Ambiente en Canadá y el Secretariado del NAWCC-Canadá.
Estas oficinas proporcionan apoyo financiero, mantienen un sistema de seguimiento de
resultados, publican el boletín informativo del Plan, Waterfowl 2000 (en cooperación con los
Estados Unidos y con México), publican la Lista de contactos del Plan y se coordinan con los
esfuerzos conjuntos y las provincias para lograr las metas del Plan en Canadá.
Los comités de manejo de los esfuerzos conjuntos y los comités de administración de las
provincias han formado varias asociaciones. Entre los socios canadienses se encuentran el gobierno
federal, todos los gobiernos provinciales y numerosas agencias gubernamentales, organizaciones de
conservación, municipios, empresas y propietarios de la tierra. Estos socios son responsables
directos del diseño, instrumentación y seguimiento de programas y proyectos en todo el país.

Estados Unidos

En Estados Unidos, el Plan se ha convertido en una red dirigida por los esfuerzos conjuntos
para conectar diferentes programas orientados hacia la conservación de aves migratorias y sus
hábitats en tierras públicas y privadas.
El manejo de tierras públicas está orientado a la adquisición de terrenos públicos de alta
prioridad y a restaurar, mejorar y mantener hábitats en tierras ya existentes. Entre los socios se
incluyen a todos los estados que participan en los esfuerzos conjuntos y la mayoría de las
principales agencias federales para el manejo de tierras, tales como el Sistema de Refugios de Vida
Silvestre, el Servicio de Parques Nacionales, el Departamento de Manejo de Tierras, el
Departamento de Reclamación, el Departamento de Asuntos Indígenas, el Servicio Forestal del
Departamento de Agricultura y el Departamento de Defensa.
La administración y manejo de tierras privadas están enfocados a mejorar los humedales,
pastizales y bosques como hábitat para las aves acuáticas. Las tierras privadas se conservan a través
de una variada red de programas y asociaciones, tales como, Amigos de la Pesca y la Vida Silvestre
del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, empresas, programas en tierras
privadas llevados a cabo por organizaciones conservacionistas y programas federales como el
Programa de Reservas de Humedales, el Programa de Conservación de Reservas y el Programa de
Mejoramiento de la Calidad Ambiental del Departamento de Agricultura.
La coordinación nacional es realizada a través de la Oficina de Aves Acuáticas y
Humedales del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, que proporciona apoyo financiero, mantiene un
sistema de seguimiento de resultados, lleva a cabo actividades de evaluación a nivel nacional,
publica el boletín informativo del Plan, Waterfowl 2000 (en cooperación con Canadá y México),
informes anuales de avance y otros reportes y se coordina con otras agencias federales y con el
Congreso de los Estados Unidos.

México

En México, la conservación en el marco del Plan es coordinada a través del Instituto


Nacional de Ecología. Los esfuerzos de conservación están enfocados a mejorar integralmente las
condiciones del ecosistema de humedal, en el contexto del gran patrimonio que representa la
diversidad biológica de México. La importancia económica de las aves acuáticas es relativamente
pequeña en comparación con la importancia económica y social que se da a los recursos biológicos
como un todo. Los proyectos de conservación se desarrollan, instrumentan y manejan en
cooperación con las comunidades locales. La educación ambiental es una parte integral de los
programas de conservación. Desarrollar alternativas para el uso sustentable de los humedales y
otros hábitats, así como trabajar con las comunidades locales para desarrollar e instrumentar planes
de manejo son aspectos altamente prioritarios.
En México, se han establecido y desarrollado asociaciones regionales en algunos
humedales considerados prioritarios y se está trabajando para seguir desarrollando inventarios y
bases de datos, así como proyectos de conservación de hábitats y especies y en la depuración de
prioridades.

Administración regional

Esfuerzos conjuntos

Los comités de manejo de los esfuerzos conjuntos proporcionan visión estratégica y


recomendaciones para asegurar que se logren las metas del Plan. Revisan los resultados de los
programas de evaluación y mantienen una estrategia de instrumentación actualizada que refleje las
necesidades actuales de los esfuerzos conjuntos para apoyar los objetivos poblacionales del Plan a
escala continental. Asimismo, identifican las técnicas de conservación más efectivas (programas
intensivos y extensivos, influencia en las políticas) y la relativa importancia de cada uno para
cumplir con los objetivos a escala de paisaje del esfuerzo conjunto. También desarrollan y aseguran
el financiamiento para proyectos de conservación. Además de los esfuerzos conjuntos enfocados al
hábitat (regiones particulares), también existen esfuerzos conjuntos orientados hacia especies, los
cuales abordan las necesidades de monitoreo e investigación de una especie o grupo particular de
especies. Estos esfuerzos conjuntos también tienen un enfoque internacional.
Esfuerzos conjuntos de hábitat

Esfuerzo conjunto de la Costa del Atlántico


Esfuerzo conjunto del Valle Central
Esfuerzo conjunto para el hábitat del Este
Esfuerzo conjunto de la Costa del Golfo
Esfuerzo conjunto de la Región Intermontana Oeste
Esfuerzo conjunto del Valle de Bajo Mississippi
Esfuerzo conjunto de la Costa del Pacífico (Estados Unidos y Canadá)
Esfuerzo conjunto de los lagos Playa
Esfuerzo conjunto para el hábitat de las praderas
Esfuerzo conjunto de simas de las praderas
Esfuerzo conjunto de la cuenca pluvial
Esfuerzo conjunto de la región del Alto Mississippi y de los Grandes Lagos

Se espera que con el tiempo se desarrollen y establezcan nuevos esfuerzos conjuntos de


hábitat en varias de las áreas de importancia para las aves acuáticas. Por ejemplo, el Comité del
Plan espera aprobar el Esfuerzo conjunto de la Bahía de San Francisco en 1999.
En México se han establecido asociaciones regionales en varios lugares del país para
contribuir al cumplimiento de las metas del Plan.

Esfuerzos conjuntos de especies

Esfuerzo conjunto del Ganso del Ártico (Estados Unidos y Canadá)


Esfuerzo conjunto del Pato Negro Americano (Estados Unidos y Canadá)

El Comité del Plan promueve la creación de otras asociaciones donde sea que existan
vacíos de información necesaria para conservar las aves acuáticas y en donde exista apoyo
económico e interés por parte de los socios. Tales esfuerzos deberían formar parte de los esfuerzos
conjuntos, o coordinarse estrechamente con ellos. Como nota importante, el Comité del Plan espera
aprobar en 1999 el Esfuerzo conjunto para los Patos Marinos.

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