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NOMBRE DEL INSTITUTO:

Instituto Superior de Letras Eduardo Mallea (A-1369)

CURSO /TALLER: TALLER LITERARIO

MODALIDAD: Abierta y a distancia

CUATRIMESTRE: SETIEMBRE 2022

NOMBRE DEL PROFESOR/A: MARÍA SOLEDAD CORREU

NOMBRE DEL ALUMNO/A1: ALEJANDRO DI VAGNO

TRABAJO PRÁCTICO N.º: 3

TÍTULO DEL TRABAJO: CONTRAPUESTOS

Nota: 8 (ocho) Bien planteados los puntos de vista, si bien ambos


narradores parecieran plantear el mismo tipo de estilo o de registro.

FECHA DE ENTREGA: 5/10/22

AÑO ACADÉMICO: 2022


Tercera semana
1
A) Doble registro: 1) Escribir lo que siente un personaje ante la agonía de
su padre y lo apunta en un cuaderno. 2) Redactar el texto imaginario que
el padre agonizante escribiría en su diario, con su hijo enfrente y sin
poder hablarle.

1) Ahora que estás a las puertas de la incertidumbre más honda, mis


sentimientos son ambiguos, que en el más esperanzador de los
mundos paralelos hubiera sido mi más caro anhelo para nuestro
vínculo. Me agobia quizá la misma insondable agonía angustiosa el
sentir que no he tenido un padre, en cualquier sentido que se le
pueda adjudicar a la palabra. No lo has sido en lo material y mucho
menos en lo afectivo. Creo de hecho que, de no haber sido por la
mediación de mamá, hasta te resultaría difícil recordar los nombres
de tus hijos, qué esperar de fechas importantes, o saber algo de
nuestras vidas.
Pero hubo en particular un hecho que me no puedo borrar y mucho
menos perdonar, y es el que jamás me animé a expresar de ninguna
forma. Como esta carta no espero dártela, tampoco lo haré aquí
ahora. Medité mucho sobre sacarme ese peso de la garganta en este
suplicio hacia donde vayas, que no creo que sea el mejor de los
lugares; pero no le vi utilidad, salvo enfermarte el alma aún más de lo
que ya están tu mente y cuerpo. Y elegí no cargar con esa culpa.
De momento, te despido tan fríamente como me sentí desamado, y
deseo que en algún rapto de súbita consciencia encuentres las
fuerzas para perdonarte, porque yo no las he aún hallado.
Te digo adiós.

2) Hijo: como un castigo de los dioses casi lo último que me han


arrebatado es el habla, como para que deba resistir mirarte a los ojos
sin poder pronunciarte palabra. Las que nunca encontré la forma de
decirte, y que, en la hora más necesaria, no puedo hacerlo. Quiero
que sepas que he cometido muchos errores, y el peor de todos es el
que me llevaré donde vaya, porque es el que no puedo perdonarme,
y no sé si Dios tendrá la misericordia suficiente. Ni siquiera tengo el
valor de escribirlo. Sólo espero que algún día puedas hacerlo por tu
propio bien, no por el mío. Estoy orgulloso por quien te has
convertido y en quien te convertirás, y eso fue tu logro, a pesar de
mis muchos pecados. Mis deudas serán un asunto para remediar
frente a frente con nuestro hacedor. Te confieso que siento temor, y
que de alguna manera el dolor que estoy atravesando en todos los
órdenes, son una consecuencia de no haber sabido cómo vivir.
Te despido con el consuelo de que has sabido ser mejor de lo que yo
pude. Al menos dejo ese legado con algo de paz. El resto me lo
tendré que ganar o pagar.
Si nos volvemos a ver, espero sea sin todo este miserable peso
sobre nuestras consciencias.
Hasta siempre.

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