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MOTIVO: URGENCIAS
HISTORIA CLÍNICA
Exploración física
Se observan múltiples heridas, las más importantes: una laceración en el lóbulo inferior de
oreja derecha de 2 cm de longitud y laceración en región periorbitaria izquierda a nivel de
canto interno involucrando párpado inferior.
Se realiza lavado con solución salina. La paciente tiene la cartilla vacunal al día y no
presenta ningún antecedente patológico de interés.
Las mordeduras por animales en niños son una causa frecuente de visitas a los servicios de
atención primaria y urgencias. La mayoría de las mordeduras de perros ocurre en niños
entre 5 y 9 años de edad y es más frecuente en el sexo masculino. Las regiones más
comúnmente afectadas por la mordedura de perro en niños menores de 9 años de edad son
la cabeza y el cuello, debido a que las cabezas son proporcionalmente más grandes y su
estatura más baja; en niños mayores de 10 años, así como en adultos, los brazos y las
piernas son los sitios más frecuentes de mordeduras, particularmente la mano derecha.
Tratamiento
Discusión
De forma general, se pueden tener en cuenta las siguientes consideraciones para aplicación
de los biológicos antirrábicos humanos en la persona expuesta:
Exposición sin riesgo: no hay contacto directo con la saliva del animal o la piel de la persona
expuesta está intacta sin lesión.
Exposición de riesgo leve: comprende dos posibles situaciones: cuando la persona sufrió
mordedura en piel erosionada o en herida reciente, y cuando la tiene una mordedura
superficial, que incluye epidermis, dermis y tejido subcutáneo, en la región del tronco,
específicamente tórax y abdomen o en miembros inferiores (muslo, pierna, pie).
Exposición de riesgo grave: se considera en los siguientes cinco posibles incidentes:
Contacto directo con la saliva de animal rabioso en la mucosa de ojo, nariz, boca, ano o
genitales.
Mordedura en cabeza, cara, cuello o en miembros superiores.
Mordeduras profundas o múltiples (2 o más mordeduras) en cualquier parte del cuerpo.
Las mucosas de la persona expuesta entran en contacto con la saliva del animal rabioso
confirmado por laboratorio.
Paciente inmunodeprimido.
En aquellas con exposición sin riesgo no está indicado aplicar tratamiento biológico
antirrábico humano. En las exposiciones de riesgo leve se aplicará únicamente vacuna
antirrábica humana en los días 0, 3, 7 y 14 (esquema Essen). En aquellos con exposición
de riesgo grave se aplicarán la vacuna antirrábica y la inmunoglobulina calculada a 20 UI/kg
de peso. La forma de administración será mediante infiltración de la mitad de la dosis
requerida alrededor de la herida, si esta lo permite, y el resto por vía intramuscular profunda
en la región glútea. No es necesaria la vacuna si el animal no muestra signos o síntomas de
rabia (anorexia, disfagia, comportamiento anormal, parálisis o convulsiones; como
precaución, deberá ser monitorizado al menos 10 días).