Está en la página 1de 10

Monografía

HAMLET
¿HACER O NO HACER?

Estrategias Shakesperianas para representar la distancia entre el


pensamiento y la acción

EMAC ALUMNAS

Escuela de Arte y Comunicación Alma Muschetto

ARTE DRAMÁTICO Macarena Aguilar

Teatro Universal Sabrina Zapotoczny

PROFESORA

Mariel Tuñon

2021
Índice

La unidad de espacio. Lo impulsivo vs. lo civilizado…………………………… 3


Las citas sobre la mitología. Lo visceral vs. lo cultural…………………………. ...... 4
Lo sobrenatural y la unidad de tiempo. Lo lógico vs. lo intuitivo ......................... 5
El teatro dentro del teatro como unidad paralela de espacio. La duda ............. 6
Ofelia como personificación de la duda. La mente vs. el presentimiento ......... 7
Sobre la unidad de acción. El pensar vs. el hacer .................................................. 8
Conclusiones ........................................................................................................................ 9
Bibliografía ......................................................................................................................... 10

2
La unidad de espacio.

El castillo, donde transcurre el mayor porcentaje de las escenas, podría ser

un elemento simbólico para representar aquel sitio donde supuestamente

debería suceder el comportamiento ideal (las normas de las buenas

costumbres, la búsqueda del obrar por el bien común en el ejercicio del

poder, la armonía, el bienestar), y en oposición es escenario de sucesos

cotidianos, pero también aberrantes o cuestionables: traición, muerte,

incesto, ambición desmedida, locura.

En la poética aristotélica, la unidad de espacio se debía desarrollar en un

lugar único. Si bien la acción en Hamlet se sitúa en el interior de un conjunto

de espacios diferentes, las escenas ocurren en diferentes habitaciones

hacia el interior del castillo y sus espacios exteriores.

Esta propuesta del autor de poner al palacio como contexto más recurrente,

podría exponer el contraste entre las normas socioculturales y las pulsiones

naturales propias de todo humano. Así, el castillo es el ámbito que contiene

las acciones de los personajes en cierta escala igualitaria al proponer que,

más allá del recinto y las jerarquías, quienes lo habitan son personas con

los mismos conflictos internos. Sean reyes, reinas, príncipes o servidores,

estén en el fango mismo o en la residencia más aristocrática.

3
Las citas sobre la mitología.

En estos recursos podría haber una referencia crítica a lo supuestamente

incuestionable de lo divino, lo supremo, pero en este caso en el respecto de

lo monárquico. La idea de la popular frase “el humano está hecho a imagen

y semejanza de los dioses” se podría presentar en conflicto si se propone

que en realidad “los dioses están hechos a imagen y semejanza de los

humanos”. Simplemente porque éstos los idearon y porque por ello es que

las deidades llevan todas sus falencias, debilidades e impulsos

irrefrenables. Nuevamente la idea de que lo humano se rige siempre por la

contradicción.

Un ejemplo de esta observación se puede encontrar en Hamlet cuando éste

compara a su madre, la Reina Gertrudis, con Niobe, personaje de la

mitología griega castigada por los dioses con la muerte de sus hijos, la que

al ver sus cadáveres siente tal dolor que queda inmóvil y se convierte en

piedra. En ese caso, Hamlet menciona a este personaje mitológico de una

manera sarcástica para referirse al corto plazo en que su madre contrae

matrimonio con su tío el Rey Claudio luego de la muerte de su padre

Esta propuesta del autor de introducir las referencias mitológicas, podría

representar la intención de polemizar la idea del monarca como figura ideal

y ejemplo a seguir, poniendo así en duda su forma gloriosa e indiscutible.

4
Lo sobrenatural y la unidad de tiempo.

El fantasma como elemento simbólico para representar aquello que la lógica

niega, pero los sentidos acreditan, podría hacer referencia a la duda de

decidir entre hacer caso a la razón o al misterio de lo que no se puede

explicar.

A su vez, la madrugada como espacio temporal en el que el fantasma hace

sus primeras apariciones, se constituye como unidad de tiempo propia del

terreno onírico, donde se representa la incertidumbre de considerar si los

hechos forman parte de un sueño o de la realidad sobria.

En la concepción Aristotélica, la unidad de tiempo debía constar de un día.

En Hamlet los acontecimientos se suceden en un lapso de tiempo

significativamente más amplio y, si bien no existen demasiados indicios de

temporalidad, las acciones representadas respetan la linealidad del tiempo.

Sin embargo, el elemento temporal se abre en las atmósferas más que en la

cronología. Por eso en varias de sus obras, Shakespeare hace uso de lo

misterioso, jugando con la alucinación para invitar a pensar que el tiempo

es un elemento contundente a la hora de crear y experimentar lo

sobrenatural.

Esta propuesta podría hacer referencia a la duda de definir las decisiones

optando por la lógica de la mente o bien por las razones enigmáticas de la

intuición.

5
El teatro dentro del teatro como unidad paralela de
espacio.

Crear otro escenario dentro del espacio de la obra, podría ser una estrategia

del autor para cuestionar la idea de una visión unilateral de los hechos,

planteando de esta forma la posibilidad de realidades paralelas y poniendo

en juicio la soberbia humana de pretender verdades absolutas.

En el libro “El metateatro, la comedia y la crítica: hacia una nueva interpretación”,

Catherine Larson señala que esta herramienta “causan que el público ‘vea doble’

y que reconozca en un nivel consciente que mira un drama sobre el drama. Esta

perspectiva duplicada del espectador ofrece modelos para comprender mejor la

estructura del teatro y, además, se crea mayor distancia estética y una interrupción

del mundo ficticio producido en escena”.

En la poética aristotélica, la unidad de espacio se debía desarrollar en un

lugar único. Pero en Hamlet la idea de lo metateatral implica que toda la

obra se duplique en el interior del drama. El metateatro expresa la

multiplicidad e infinitud, que actúa como elemento distanciador y muestra

la vacilación del humano que desconfía de su propia percepción.

6
Ofelia como personificación de la duda.

Indecisa entre creer en las pruebas de amor de su amado Hamlet o en las

palabras de su padre, el personaje expresa una vacilación. La necesidad de

obediencia de la joven entra en contradicción con la moral, pues no puede

satisfacer las órdenes y deseos de todos los personajes al mismo tiempo.

Es posible que el autor proponga al personaje de Ofelia como representación del

titubeo entre la razón y el presentimiento. Porque de esta forma, también podría

querer demostrar que la locura tiene una veta lógica y que a través de ella los

personajes dicen verdades universales. Así le sucede a Hamlet cuando finge

estar loco y a Ofelia cuando dice: «¡Señor, señor! Lo que somos, lo sabemos; no

sabemos, sin embargo, lo que podemos ser…».

Esto podría contener una máxima aplicable a todos los personajes de la obra en

representación de la existencia humana, con su eterna incertidumbre y

contradicción entre el pensamiento y lo intuitivo.

7
Sobre la unidad de acción.

En la unidad Aristotélica de acción sólo se debía desarrollar un conflicto.

Pero en Hamlet hay abundantes escenas que se insertan dentro de una

sucesión de eventos necesarios para comprender el sentido de la obra.

No faltan los elementos truculentos, la sangre que llama a la sangre, el

encadenamiento de los sucesos arrebatados por la acción. Todo lo que sería

una estrategia del autor para mostrarnos el conflicto que conlleva el

pensamiento en relación con los hechos.

También es fácil entender el monólogo de la obra respecto de aquello de “ser o no

ser”, qué es lo mismo que preguntarse si vale la pena la lucha a cierto precio, o

incluso si vale la pena seguir viviendo. Muestra rotunda de la duda constante entre

el pensamiento y el acto.

En su escrito Shakespeare. La invención de lo humano, Harold Bloom

analiza:

“El príncipe no tiene ningún remordimiento por haber matado a Polonio, o por
haber acosado malévolamente a Ofelia hasta la locura y el suicidio, o por su despido
gratuito de Rosencrantz y Guildenstern hacia sus muertes inmerecidas. No creemos
a Hamlet cuando se jacta ante Laertes de que amaba a Ofelia, pues la naturaleza
carismática parece excluir el remordimiento, excepto por lo que todavía no se ha
hecho”.

8
Conclusiones

En representación de la eterna incertidumbre propia de la existencia

humana, Shakespeare expone en Hamlet distintos recursos para

representar la distancia entre el pensamiento y la acción

Elecciones de espacio narrativo, de citas y referencias, elementos de lo

sobrenatural, herramientas de tiempos y espacios paralelos con el

metateatro, acciones de sucesos encadenados, tipo “mamushka”.

Una serie de recursos que muestran las cuestiones de la mente como lugar

insondable del existir, en articulación con los impulsos naturales. Un

resultado de conflictos internos constantes y vitales, entre lo lógico y lo

impulsivo, lo racional y lo intuitivo, la pulsión natural y la normal

sociocultural civilizada.

La duda se establece entonces como una traba para el hacer, que parece

mutar el famoso “ser o no ser” tan emblemático de la obra, por una

vacilación centrada más bien en la dicotomía entre la acción o la reflexión,

que en el cuestionamiento sobre el ser y estar. O, dicho en otras palabras,

podría ser una afirmación que asegure: solo somos lo que hacemos.

9
Bibliografía

Aristóteles. (2002) La poética. Madrid. Istmo.

BLOOM, Harold. (2002) Shakespeare. La invención de lo humano. Barcelona. Anagrama.

Larson, Catherine. (2016) El metateatro, la comedia y la crítica: hacia una nueva interpretación.
Alicante. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Oliva, Cesar. Torres Monreal, Francisco. (1994) Historia del arte escénico. Madrid. Cátedra crítica y
estudios literarios.

https://es.scribd.com/document/47432908/16406730-Hamlet-y-El-Drama-Moderno-
Shakespeariano

10

También podría gustarte