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CITAS 1
1Las citas las he mecanografiado yo y algunas incluso traducido, así que si queréis una referencia
bibliográfica más precisa decídmelo, pero no uséis estás.
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conjunto caótico donde diversos sistemas de signos interactúan los unos en los otros,
dentro de un espacio difuso e irregular. La hibridación intertextual y la yuxtaposición de
fragmentos son cualidades que Chamberland reconoce en los casos analizados, en
donde se percibe el funcionamiento de una dinámica no lineal, una simetría recurrente,
una sensibilidad a las condiciones iniciales, un cierto desarrollo en bucle. Por supuesto
cabría hablar de la impredecibilidad de ese conjunto y de la saturación de signos, además
también de la ausencia de lógica dramática. La mímesis deja su lugar a la mixis que
pone en marcha “un univers de sens en construction et en rénégotiations constantes, où
les noeuds et les liens entre les parties sont multiples et hétérogènes, […], organisés sur
un mode fractal” (…) una suerte de sinfonías donde se entrecruzan asociaciones,
derivaciones y conflagraciones, ante un espectador activo como nunca.
El teatro entendido más como proceso que como resultado, y es así tanto
desde el plano de la producción como de la mímesis, y de la recepción del
espectáculo.
5. García Barrientos.
Anexo
(…)
Mímesis.
a. Medios de imitación
Hay artes que utilizan todos los recursos [de la imitación] antes mencionados, el ritmo,
la melodía y el metro, como la poesía ditirámbica, el nomo, la tragedia y la
comedia; pero difieren entre sí en que unas emplean todos los medios a la vez, en
tanto que otras los emplean aisladamente.
b. Formas imitadas
(…) Puesto que los que imitan representan a seres que actúan, y dado que es fuerza que
éstos sean buenos o malos -ya que los caracteres casi siempre son reducibles a una de
estas dos categorías, habida cuenta que se diferencian por su virtud o sus vicios- imitan o
bien a personas moralmente superiores a nosotros, o a inferiores, o incluso, iguales, (…)
Esa es (…) la diferencia que distingue a la tragedia de la comedia: ésta imita a personas
peores de lo que son actualmente, aquella a mejores.
c. Modo en que se realiza la imitación.
(…) Sófocles es, en cierto modo, un imitador del mismo tipo que Homero, ya que uno y
otro imitan a personas nobles; pero en otro sentido pertenece al mismo tipo que
Aristófanes, pues ambos imitan a personas que actúan y obran. De ahí que algunos
llamen a estos poemas dramas, ya que son imitaciones de personas que obran.
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TRAGEDIA.
a. Efecto provocado por la tragedia.
(…) No deben exhibirse personajes virtuosos que pasan de la felicidad a la desdicha -
pues esto no inspira temor ni despierta la compasión, sino que es repugnante-, ni
tampoco malvados que pasan de la desdicha a la felicidad -pues esto es lo menos trágico
del mundo- ya que no cumple con la condición requerida pues no provoca sentimientos
humanitarios ni dignos de compasión ni de temor. Tampoco debe aparecer un personaje
totalmente malvado pasando de la felicidad a la desdicha: una composición semejante, en
efecto, despierta sentimientos humanitarios, mas no comportará compasión ni temor, pues
aquella se refiere al ser que, sin merecerlo, es desdichado, y este al que es como
nosotros. La compasión tiene por objeto la persona que no merece ser desdichada; el
temor, el que es igual a nosotros, de modo que el hecho no sería, en este caso, digno de
compasión ni de provocar temor.
Queda, pues, el caso de quien ocupa una posición intermedia entre ambos. Tal es el caso
del que no destaca ni por su virtud ni por su justicia, pero tampoco cae en la desdicha por
maldad o por perversión, sino más bien por culpa de alguna falla [hamartía]; un personaje
que se halle en una situación de alto grado de gloria y prosperidad, como Edipo y Tiestes,
y los héroes famosos pertenecientes a linajes de este tipo.
Es preciso que la trama bien construida sea simple, y no compleja como afirman algunos,
y que el paso no sea de la desdicha a la felicidad, sino al contrario, de la felicidad a la
desdicha, y ello no como resultado de alguna perversión sino a causa de un gran error
(…)
b. Es posible que el temor y la compasión resulten por efecto del espectáculo, pero
también pueden resultar del entramado mismo de los hechos, lo cual es, sin duda
preferible y propio de un poeta mejor.
8. Tiang Xiangzu (1550-1616): Para el dios del teatro, el maestro Qingyuan del
templo de Yihuang.
El teatro crea el cielo y la tierra, los espíritus y los dioses. El teatro puede agotar las
diez mil posibilidades del carácter de los hombres y presentar los cien cambios de la
historia de la humanidad. Algunos actores en el escenario, actuando con naturalidad,
brillo, ritmo y gracia, pueden mostrarle a los espectadores la ilusión de la gente de hace
mil años o escenas que cualquiera podría soñar. Pueden hacer que todo el mundo se
sienta feliz o triste sólo creando tales ilusiones. Los espectadores reaccionan
simultáneamente, pero de forma diversa. A veces les gusta comentar y aplaudir, otras se
excitan o agotan. A veces se estiran para escuchar mejor, otras sacuden la cabeza con
desprecio. A veces observan conteniendo las risas; a veces se lanzan hacia el escenario
en multitud. Los ricos y privilegiados dejan a parte su arrogancia, incluso los indigentes y
miserables realizan generosas aportaciones económicas. El ciego rabia por la vista, el
sordo ruega poder oír, el mudo quisiera gritar, y el cojo correr. El impasible se apasiona, el
reticente se hace charlatán. El silencioso hace ruido, y el ruidoso calla. El hambriento se
siente saciado y el borracho se despierta. Los paseantes se detienen, los dormidos
despiertan. El rudo se refina. El loco se vuelve inteligente.
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El teatro refuerza el orden entre el emperador y sus súbditos, fortalece los lazos
entre padres e hijos, mejora el afecto entre ancianos y jóvenes, y enriquece el amor entre
marido y mujer. El teatro puede expresar la amistad, solucionar conflictos, apaciguar la
ansiedad y divertir a la gente corriente. (…) Donde reina el dao del teatro no hace falta
cerrar las puertas, se reducen los vicios del pueblo, se evitan las calamidades y se
mantiene la paz. ¿Acaso el teatro no presenta divirtiendo, la doctrina moral suprema a
través de los más ricos sentimientos humanos?
(…) Al usar la palabra “unidad” (…) me refiero a que la acción de la obra debe estar
unificada, debe ser coherente y conexa como las venas los están gracias a la sangre que
fluye por ellas. Incluso incidentes que puedan parecer inconexos, deben tener relaciones
ocultas con la acción principal e irse descubriendo gradualmente, como las fibras de la
raíz del loto se mantienen unidas imperceptiblemente incluso cuando las cortas por la
mitad. La unidad es esencial.
(…)
El teatro es la forma más compleja de literatura. Son muchos los factores a tener en
cuenta. (…). La habilidad para manejar los sentimientos (qing) y la escena (jing)
constituyen los dos desafíos más importantes para un escritor. Los sentimientos se
refieren a lo que cada personaje tiene en su corazón, mientras que la escena es lo que
cualquiera puede ver en el exterior. Es fácil describir una escena, pero muy difícil describir
los sentimientos. Los sentimientos de una persona son solamente suyos. (…) Los
escritores dotados naturalmente se emplean más al duro trabajo de modelar los
sentimientos, y menos al fácil trabajo de describir la escena.
(…)
De todas las conductas literarias, escribir teatro es la más heroica, la más magnífica, la
más satisfactoria, incluso hace maravillas en el bienestar físico de quien compone. Sin
este género, los hombres de más talento y mejor dotados se ahogarían; los valientes y
gallardos se sentirían encerrados. (…) La ansiedad y las preocupaciones sólo me
abandonan cuando escribo obras de teatro. Es entonces cuando siento que se relajan mis
frustraciones y que en mi interior me convierto en el hombre más feliz entre el cielo y la
tierra, mostrando mucho más lujo y gloria que la que pudiera desear en la vida real que
parece nimia frente a las ilusiones que creo.
5
Anexo
13. Zeami.
Anexo
CÓMICO l.º.- Yo creo que en nuestra compañía se ha corregido bastante ese defecto.
HAMLET.- Corregidle del todo, y cuidad también que los que hacen de payasos no
añadan nada a lo que está escrito en su papel; porque algunos de ellos, para hacer reír a
los oyentes más adustos, empiezan a dar risotadas, cuando el interés del drama debería
ocupar toda la atención. Esto es indigno, y manifiesta demasiado en los necios que lo
practican, el ridículo empeño de lucirlo. Id a preparaos.
Anexo
16. Schiller,
Anexo
17. Schlegel,
Anexo
18. Nietzche.
Anexo
19. Meyerhold
Anexo
pág. 253.
[Director]
...Si me preguntan dónde está la dificultad de la labor del director, les contesto que
está en que tiene que abarcar lo inabarcable. La dificultad del arte del director de
escena está en que debe ser ante todo músico, mantiene relación con uno de los
campos más difíciles del arte musical, pues siempre monta sus movimientos
escénicos en contrapunto. [Montar en contrapunto: combinar los distintos movimientos
simultáneos de forma contrastada.]
[Teatro clásico]
pag. 159 y sig.
Es necesario un teatro estático (…) las tragedias antiguas constituyen ejemplos de teatro
inmóvil, en los que la fuerza trágica está representada por el destino y por la posición del
hombre en el universo.
Si falta el movimiento en el desarrollo del argumento, si toda la tragedia está
constituida sobre la relación recíproca entre hado y hombre, es necesario un teatro
inmóvil también en plano técnico, un teatro que considere el movimiento como música
plástica, como expresión exterior de una emoción interior (movimiento entendido como
ilustración). La técnica del teatro inmóvil prefiere por esto gestos contenidos y
movimientos limitados; teme los movimientos superfluos porque distraen al espectador de
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[Diálogo]
Todavía más: en toda obra dramática hay dos diálogos, uno “exteriormente
necesario” -las palabras que acompañan y explican la acción- y otro “interior”, el diálogo
que el espectador debe captar, no en las palabras sino en las pausas; no en los
gritos, sino en los silencios; no en los monólogos sino en la musicalidad de los
movimientos plásticos.
El diálogo “exteriormente necesario” ha sido construido por Maeterlinck de manera
que los personajes dispongan de una cantidad mínima de palabras en el curso de una
acción extremadamente tensa.
(…)
Pág 177.
El movimiento en la escena no viene dado por el movimiento en el sentido literal de la
palabra, sino por la distribución de las líneas y colores y por la facilidad y maestría con
que líneas y colores se entrelazan y vibran.
Si el teatro “de la convención” quiere que se eliminen los decorados puestos sobre
un único plano con el actor y con los accesorios de escena, si rechaza las candilejas y
somete la interpretación del actor al ritmo de la dicción y de los movimientos plásticos, si
favorece el renacimiento de la danza -y obliga al espectador a una participación activa en
la acción- ¿no lleva eso quizás a la resurrección del arte antiguo?
Pág 182.
[Tradición y repertorio]
[Grotesco]
(…)
“Grotesco es la denominación de un género decididamente cómico en literatura, en
música y en las artes plásticas. El grotesco representa sobre todo algo monstruoso y
extraño. Una obra humorística que reúne en sí misma, sin leyes aparentes, los conceptos
más heterogéneos, porque, ignorando los detalles y jugando sobre la propia originalidad,
toma solamente lo que corresponde a su gozo de vivir a su ironía y capricho hacia la vida”
(…) La estilización, reduciendo la riqueza al empirismo a lo típico, empobrece la vida.
El grotesco no conoce sólo lo alto o sólo lo bajo, sino que mezcla el contraste,
creando conscientemente agudas contradicciones y jugando tan sólo con su originalidad.
(…)
Al grotesco le está permitido aproximarse de modo insólito a la vida cotidiana.
El grotesco permite precisamente la vida cotidiana cesando de representarse sólo
lo que es habitual. En la vida, además de lo que vemos, hay también un vastísimo sector
inexplorado. El grotesco, buscando lo sobrenatural, junta en síntesis la esencia de los
contrarios, crea un cuadro del fenómeno e introduce al espectador a la tentativa de
resolver el enigma de lo incomprensible.
(…)
El arte grotesco se funda en la lucha entre forma y contenido. El grotesco tiende a
someter el psicologismo a la escenografía. Ese es el motivo de que en todos los teatros
en que reina, la parte escenográfica del espectáculo, en el amplio sentido del término
(teatro japonés), es tan importante. No sólo tiene importancia la ambientación escénica, la
arquitectura del escenario y del mismo teatro, sino también la mímica, los movimientos del
cuerpo, los gestos y las posiciones de los actores que deben ser expresivas y “hacer
escena” por su plasticidad.
Pág. 230 y sig.
[Actores y biomecánica]
El actor debe adiestrar el material propio, es decir, el cuerpo, para que éste pueda
ejecutar instantáneamente las órdenes recibidas desde el exterior (del autor y del
director).
(…)
El defecto fundamental del actor contemporáneo es la absoluta ignorancia de las
leyes de la biomecánica.
El espectáculo, claro está, es una labor conjunta del actor y del espectador. Se
requiere tener siempre en cuenta el cansancio de la sala, qué pasajes llegaron y qué
otros no llegaron, tener en cuenta la lucha del público contra un problema mal planteado,
las preguntas y las respuestas. Como resultado de esta lucha, el vigésimo, centésimo o
tricentésimo espectáculo será un espectáculo acabado y para él se pueden enviar
invitaciones a los amigos, conocidos y críticos. El espectáculo está visto para sentencia
cuando decimos. “Respondemos por este espectáculo porque fue corregido por medio del
público”
[Actor]
(…)
El actor que sale al escenario lleva tras sus espaldas la enorme lucha de los
sistemas interpretativos: el sistema de la visceralidad, el sistema de las reviviscencias y la
interpretación motor. El actor trae al escenario no sólo su material, sino que llega como
organizador de este material de cara al público. En ocasiones revisa la tarea que le
encomendó el dramaturgo, la tarea del director, ya que en ese juego de la improvisación
surge una tarea nueva, la tarea del actor. Entonces se convierte en autor y en director.
Después debe conocer sus características naturales, debe saber cómo se forma el actor,
qué papeles le vienen bien. Debe saber qué es la improvisación, qué es el conjunto, debe
conocer las experiencias del pasado, traer las llamadas tradiciones, las legítimas
tradiciones e una serie de sistemas, que no fueron inventadas por el dramaturgo ni por el
director, sino que fueron entronizadas por grandes actores (…)
Pág. 299.
[Corporeidad]
Imagínese un teatro sin el hombre vivo, sólo con el escenario y la luz: con una
combinación de luces y decorados y en el que la voz suena entre bastidores. ¿Satisfaría
ese teatro al espectador? No, por supuesto. El espectador va al teatro porque quiere ver
al hombre, verle y escucharle -no es causal que el cine mudo haya sido reemplazado por
el sonoro- (…) el espectador quiere que los subtítulos sean pronunciados por un hombre
vivo.
Pag. 334.
[Luz]
La luz debe influir en el espectador como una música. Debe haber ritmos
luminosos y la partitura luminosa puede construirse según el principio de la sonata. Para
mí no existe una definición del estilo de: azul significa luna y amarillo significa sol. (…) Mi
sueño es mostrar una noche sin azul. La oscuridad más absoluta es el máximo de luz.
(…) El actor debe mostrar por sí mismo que todo está oscuro.
20. Appia
Anexo
21. Artaud,
Anexo
El teatro y su doble
“Intentaremos fundar el teatro ante todo en el espectáculo, en el que
introduciremos una noción nueva del espacio usando todos los planos posibles y los
grados de la perspectiva en profundidad y altura, y con ello sumaremos una idea
particular del tiempo a la idea de movimiento. En un tiempo dado, al mayor número
11
“El público creerá en los sueños del teatro, si los acepta realmente como sueños y no
como copia servil de la realidad (...) De ahí el recurso a la crueldad”
22. Brecht.
Anexo
(…)
Todo lo transmití con asombro
Hasta lo más familiar.
Que la madre diera el pecho al niño
Lo conté como algo que nadie creería.
Que el portero cerrara la puerta a los que se helaban
Como algo que nadie había visto aún.
Todos los criterios estéticos generales están condenados al fracaso cuando se trata de
definir la farsa. El efecto que ésta produce sobre el público más cultivado puede ser
diversísimo, puesto que tal efecto depende en gran parte de la propia actividad creadora
del espectador. Cada uno es muy libre en este sentido de reaccionar como le venga en
gana, dejándose llevar por el placer que le produce el espectáculo y emancipándose de
todas las prescripciones estéticas tradicionales sobre las formas canónicas de la
admiración, la risa, el llanto, etcétera (…) Claro que al público asiduo del teatro no le
gusta nada esta inseguridad característica de la farsa y por eso la suele despreciar y mirar
con malos ojos. ¡Peor para él! Este público que frecuenta el teatro tiene, de ordinario, un
concepto muy limitado de la seriedad y por ello desea y hace todo lo posible por intentar
que el teatro lo ennoblezca y eduque. Al salir de la sesión teatral quiere o se imagina que
le puede decir a todos sus contertulios que ha gozado uno de los mayores placeres
artísticos de toda su vida.
24. Mukarovsky
Por su carácter semántico, el espacio fílmico está mucho más cerca del espacio en la
literatura que del espacio teatral. En la literatura el espacio también es significación; ¿qué
otra cosa podría ser, si es presentado por medio de la palabra? Muchas frases épicas
pueden ser transcritas al espacio fílmico sin ningún cambio en su construcción. Por
ejemplo: "Se abrazan, lentamente primero, luego con vehemencia; se separan, alzan
violentamente los cuchillos y se lanzan adelante con el arma alzada." Esta frase podría
servir, incluso por razón de su tiempo verbal presente, como expresión de un momento de
tensión en la acción de una novela. (pág. 329)
13
...
Textos teóricos.
Abuín, Anxo. Escenarios del caos. Entre la hipertextualidad y la performance en
la era electrónica. Tirant lo Blanc, Valencia, 2006.
Bobes Naves, María del Carmen. Semiología de la obra dramática. Arco libros,
Madrid, 1997.
Leacroft, Helen and Richard. Theatre and Playhouse. Methuen, New York, 1984.
Textos literarios.
Valle Inclán, R. M. Martes de Carnaval. Espasa Calpe, Madrid, 1992.
Séneca, L.A. Tragedias, vol. II. Gredos, Madrid, 1980.
Racine, Jean. Andrómaca. Fedra. Cátedra, Madrid, 1985.
Sófocles. Teatro Completo. Bruguera, Barcelona, 1978.
VVAA. Teatro de agitación política 1933-1939. Cuadernos para el diálogo, Madrid, 1976.
Muñoz-Alonso López, Agustín (ed.) Teatro español de vanguardia. Castalia, Madrid, 2003.
Esquilo. Tragedias Completas. Cátedra, Madrid, 1983.
Brecht, Bertold. Teatro Completo. Cátedra, Madrid 2006.
Suassuna, Ariano. Auto da Compadecida. Agir, Rio de Janeiro, 1997.
Santareno, Bernardo
Moratín. El teatro Nuevo o el Café. www.cervantesvirtual.com
Mesonero Romanos. El romanticismo y los románticos. www.cervantesvirtual.com
Vega, Lope de. Arte Nuevo de hacer comedias.www.cervantesvirtual.com
Recursos en red.