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Contexto
Época de Shakespaere
En la primera mitad del siglo XVI, la historia política inglesa está dominada por la figura de
enrique VIII, el rey que rompió todo vínculo entre la corona británica y el vaticano. El
pretexto fue la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón, dispuesta por el Papa
Clemente VII.
Casado en segunda nupcias con Ana Bolena, Enrique VIII tuvo con ella una hija, que sera
la gran figura de los años siguientes: Isabel. Pero los vaivenes de la vida política
retardaron la ascensión de Isabel al poder. Tras la sucedió del poder por su hijo Eduardo
VI, y María Tudor conocida como “María la sanguinaria” apodo con el que el pueblo la
bautizo por imponer penas terribles, persiguió, transformo en peligrosos casos de
conciencias las mínimas muestras de independencia ideológica y termino por hundir a su
país en un baño de sangre.
Luego de este deliro, el reinado de Isabel debió parecer un verdadero paraíso, era culta y
comprendió que el primer objetivo de su gobierno debía ser el mantenimiento de la paz
interna, tan difícil en aquellas épocas turbulentas. Era dueña de una natural astucia
política, de modo que distribuyo puestos favores entre católicos y protestantes.
El reinado de Isabel significo un época de prosperidad, Inglaterra se transformo en la
reina de los mares, España iba a ser sin saberlo una nación sin fe. Londres se
transformaba así en el centro del mundo aunque, naturalmente la ciudad tenía solo cien
mil habitantes.
El auge de las artes y las letras, en un medio como este, resulta casi una necesidad
histórica. Las Universidades continuaban funcionando según la tradición medieval. La
reina, cediendo en esto a sus propias inclinaciones, promovía a los artistas: la música y el
baile eran actividades predilectas para ellas.
Teatro de Shakespeare
Hamlet
La fama que goza esta pieza la más comentada entre todas las de Shakespeare se debe
acaso a que en ella se plantea el problema mismo de la tragedia: el príncipe de Hamlet, el
existir se le vuelve sinónimo de tragedia, y también las vidas ajenas le parecen trágicas:
lucha, por otra parte, para poder quedar por encima de su propio conflicto dramático,
transformándose así en un viviente símbolo de la situación en que padecen los héroes
trágicos todos.
Hamlet es también el más enigmático entre todos los personajes de Shakespeare, y el
que tiene un alma más romántica. Estas características y especialmente la segunda,
hicieron también mucho por su celebridad fue la corriente romántica, la que en el siglo
XIX, alzó el arte de Shakespeare como una verdadera bandera de combate contra las
limitaciones de pseudosocialismo.
Para empezar, citaré A. Bdradley, el cual resume la historia en breves palabras, Hamlet
“es el único personaje trágico, en la obra hay ocho muertes violentas, ni hablemos del
adulterio, el espectro, una loca y una pelea en un tumba” (1974, p.5).
La historia gira alrededor del carácter peculiar del héroe, es decir sin este personaje la
historia seria sensacionalista y horrible, sin embargo el Hamlet actual dista mucho de ser
así e inclusive hace un efecto menos terrible que Otelo, -Rey Lear o Mahbeth.
Si no tuviéramos conocimiento de este personaje la historia sería apenas inteligible.
Lo fundamental para este hecho, es la pregunta que uno se hace, la conducta del héroe,
el punto de vista de la conciencia planteado por Bradley nos aclara que la dificultad de
Hamlet, es su dificultad es interior, Hamlet estaba reprimido pro la conciencia de un
escrúpulo moral, y no podía satisfacerlo el que era fuera justo de vengar a su padre.
En primer lugar Hamlet, se hace cargo habitualmente sin cuestionarse de que debe
vengar a su padre, aun cuando duda o piensa que duda de la honestidad del Espectro
llega a ser verdadero;” si el solo retrocediera, yo no sabría mi camino”.
En los dos si-loquios en donde el revela su posición “¡que villano, que ruin esclavo soy! Y
“como me acusan todos los sucesos y excitan mi venganza aletargada”. Se reprocha con
amargura por no cumplir con su deber, cuando reflexiona sobre las causas posibles de su
incumplimiento nunca menciona entre ellas un escrúpulo moral. Cuando el espectro
aparece en la habitación de la reina, confiera con la conciencia dolorida, que envuelto en
el tiempo de las pasiones, ha dejado pasar el cumplimiento de su orden, pero alegra que
su conciencia se lo impidiera.
Otras de las teorías que podemos definir es la de Schlegel y Coledrige. De acuerdo con
este Hamlet es la tragedia del reproche, la causa de las dilaciones del héroe es la
irresolución y la causa de esta irresolución es un exceso de reflexión y de un hábito
especulativo de su mente. Tiene una intención general de obedecer al espectro.
Schlegel dice todo intenta mostrar cómo una consideración calculada tiende a extinguir
tanto como sea posible, la perspicacia humana y todas sus relaciones y posibles
consecuencias de un hecho, y esto mutila el poder de actuar, Hamlet es un hipócrita
consigo mismo, sus rebuscados escrúpulos encubren su falta de determinación. No tiene
una creencia firme en sí mismo o en cualquier otra cosa, se pierde en los laberintos de su
pensamiento.
Otro de los aspectos de que menciona Bradley, son los efectos de su naturaleza,
melancolía, he dicho y no congoja, ni siquiera locura el que adoptara presumir de loco
puede bien haberse debido en parte al temor de la realidad, a un instinto de conservación,
un presentimiento de que la presunción le permitiría dar con alguna salida al peso que
sobrellevaba en su corazón y en su cerebro, y a un temor de que quizás no pudiera
reprimir esa salida. Esta melancolía, es algo muy diferente de la locura, y de algún modo
del sentido usual dado al significado de la palabra, sin duda podría llegar a ser locura, la
ansiedad de morir puede tornarse en un irresistible impulso de autodestrucción; el de
desordenarse de los sentimientos y de la voluntad puede extenderse equilibrio y al
intelecto, el desengaño se hace carne y el hombre se vuelve pordriamos decir incapaz e
irresponsable.
La de hacerse Hamlet el loco es una maniobra que saca de sus casillas a Claudio y lo
pone a su merced.
Hamlet, se pone a hablar de una manera casi maníaca, como diagnostica Lacan. Juega a
negar el sentido, a desligarse del falo, del falo monárquico por ejemplo. Con lo cual no
diremos que ridiculiza a sus adversarios, hace surgir la bajo los ropajes que se esconde,
los brillos, los toques de trompeta de la corte.
La tercera locura de Hamlet: ha de ser rey. Ha de ser por tanto algo que es y no es a la
vez. Pero esa cosa, esa thing hecha de nothing, no llega a serla sino muerto.
Bibliografía