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Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas

Facultad de Ciencias Sociales

Maestría en Ciencia Política

Desarrollo y aplicaciones de la Ciencia


Política en América Latina
Edgardo R. Romero Fernández

Compilador
Compilador: Edgardo R. Romero Fernández
Corrección: Liset Ravelo Romero

Edgardo R. Romero Fernández, Denyse Villar, Yud Milagros Ponce, Julio Rafael Torres
Bonachea, Daily Cordero Morales, Lidia Cano Obregón, Daniel Gatica Polco, Lisandra
Lefont Marín, Michel Hernández Fernández, Milton Encalada Granda, Eduardo Romero
Cano, Gustavo Tapia Ocampo, 2016

Editorial Feijóo, 2020

ISBN: 978-959-312-006-7

Editorial Samuel Feijóo, Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, Carretera a
Camajuaní, km 5 ½, Santa Clara, Villa Clara, Cuba. CP 54830
ÍNDICE
Presentación / V - VI Edgardo R. Romero Fernández
Apuntes sobre la Ciencia Política y su devenir en América Latina / 7 -17.
Denyse Villar y Yud Milagros Ponce
Inicios del abordaje institucionalizado en América Latina. Algunas
particularidades del caso brasileño / 18-25.
Yud Milagros Ponce
¿A dónde va la ciencia política latinoamericana? Parafraseando a
Giovanni Sartori / 26-30.
Julio Rafael Torres Bonachea
¿Qué significación tiene el pensamiento marxista para el antiguo y el
actual debate de las izquierdas, en torno a las fuerzas directrices para la
construcción del socialismo? / 31-38
Edgardo R. Romero Fernández
Análisis de los movimientos sociales femeninos en América latina desde
sus acciones colectivas / 39-44
Daily Cordero Morales
Paradigmas emancipatorios, movimientos sociales y sujeto
revolucionario en el escenario latinoamericano actual / 45-56
Edgardo Romero Fernández
Lidia Cano Obregón
La teoría de los movimientos antisistémicos como caso particular y sus
implicaciones en las luchas revolucionarias de América Latina / 57-65
Edgardo Romero Fernández
Inseguridad, poder y resistencia popular / 66-84
Daniel Gatica Polco
“Imperio” y “Multitudes”. Una aproximación a las teorías de Michael Hardt
y Toni Negri / 85-94
Lisandra Lefont Marin
La gobernabilidad en América Latina. Una tarea pendiente / 95-106
Michel Hernández Fernández
La lucha por el dominio político en América Latina a través del comercio
internacional / 107-115
Milton Encalada Granda
La evaluación de la dimensión axiológica del desarrollo y su vínculo con
las políticas públicas: Proceso vital para la integración latinoamericana y
caribeña /116-121
Edgardo Romero Fernández
El surgimiento de las políticas públicas y las veleidades de su aplicación
en América Latina, reflejo de la pertinencia de la crítica marxista, a la
visión hegeliana de la relación Estado – sociedad civil / 122-133
Eduardo Romero Cano
La organización de la sociedad civil, tarea urgente de los gobiernos
progresistas del siglo XXI. Un acercamiento al caso ecuatoriano / 134-153
Gustavo Tapia Ocampo
PRESENTACIÓN

Con la publicación de este libro damos continuidad a un esfuerzo que


iniciáramos con la apertura de la carrera de Filosofía en la Universidad Central
de Las Villas, Cuba, en el año 2009. La malla curricular de dicha carrera
proponía una disciplina de Historia y Teoría de la Política, que desde el inicio
estuvo a nuestro cargo y que cumpliría la misión de ampliar el espectro teórico
y epistemológico de los estudiantes de filosofía vinculándolos con el análisis
político de la cotidianeidad circundante. Tempranamente necesitamos producir
textos para la docencia de dicha disciplina, pues en Cuba no existe en estos
momentos Licenciatura en Ciencia política en las universidades y así
surgieron los libros: Introducción a la Historia de las ideas políticas, en 2009, y
El debate contemporáneo: Ciencia Política Vs. Filosofía política y teoría
política, de 2013, ambos bajo nuestra coordinación.
El presente texto aunque posee fines docentes, es más bien un requerimiento
de investigación, pues reúne trabajos de docentes y estudiantes de la Maestría
en Ciencia Política de nuestra universidad con la mirada volcada hacia la
realidad actual latinoamericana, utilizando las herramientas de las ciencias
políticas pero con vocación Sur, o desde una epistemología del Sur como
plantea Boaventura de Souza Santos.

El modesto objetivo que nos proponemos con este texto es servir de


orientación y a la vez de plataforma a jóvenes investigadores que se adentran
en el conflictivo mundo de la Ciencia Política, (sobre todo a partir de
las furibundas declaraciones contra la misma realizadas por Giovanni Sartori
en 2004) y que lo hacen intentando utilizar un arsenal teórico y metodológico
que no pretendemos desconocer, pero que sin dudas tiene serias limitaciones
y no goza ya, a pesar del incremento de sus cultores en el
sub-continente latinoamericano en los últimos 15 años, de la confiabilidad y el
boom que tuvo hacia mediados del siglo pasado.

Este primer asalto al objetivo se sustenta en los aportes de un grupo de


estudiantes de la mencionada maestría en su segunda edición y el
acompañamiento que hicimos a este empeño, algunos de los profesores
vinculados a la enseñanza de las disciplinas políticas en nuestra Universidad.
Los trabajos, aunque diversos, sí muestran como eje fundamental los
desarrollos y aplicaciones de la Ciencia política en América latina y de ahí el
título que encabeza esta obra colectiva.

V
Por otro lado, la organización de la misma posee una lógica que va desde las
reflexiones sobre la Ciencia Política como disciplina, pasando por análisis sobre
el poder, los sujetos revolucionarios del cambio, la gobernabilidad, el análisis
concreto de obras contemporáneas que abordan el asunto político, la
dominación política a través del comercio y por último una sub-disciplina de la
Ciencia política como la política pública que se presenta grosso modo para
dejar lista la escena para el segundo intento de producir en el ámbito de la
Teoría política utilizando algo del instrumental de la Ciencia política.

Todos los autores expusieron a partir de sus opiniones, sin intentar consensuar
más allá de lo que fue debatido en las aulas y quedó consensuado por
aproximaciones sistemáticas, aunque evidentemente en el presente texto
queda demostrada una cierta proximidad de posiciones entre los diversos
enunciados. No es este nuestro objetivo aunque nos alegra la mencionada
proximidad.

Esperamos presentar nuevos textos surgidos al calor del debate y la


investigación sobre la Ciencia Política, pero con la mirada puesta en
nuestros problemas y necesidades.

Dr. C. Edgardo Romero Fernández

Coordinador de la Maestría en Ciencia Política, de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las


Villas, Cuba

Marzo, 11 de 2016

VI
Apuntes sobre la Ciencia Política y su devenir en América Latina

Lic. Denyse Hernández Villar 1

Lic. Yud Milagros Ponce León

Promesas y crisis de la Ciencia Política.

Son diversas las ciencias sociales que tienen como objeto de estudio a la política y sus
procesos. Según los criterios del politólogo italiano Norberto Bobbio, retomados por
Fernando Barrientos las ciencias políticas en sentido amplio, estudian ―…los
fenómenos y las estructuras políticas conducidas con sistematicidad y rigor‖, de allí
que para algunos abarque todas las formas de pensamiento político desde la
2
antigüedad hasta nuestros días.‖ En esta clasificación pueden enmarcarse la
sociología, la filosofía, el derecho, la economía, la historia y la actual Ciencia Política.

Sin embargo, en la actualidad prevalece la ciencia política, en sentido estricto. Para


Norberto Bobbio, ―ella… designa a la ciencia empírica de la política, conducida según
la metodología de la ciencia empírica más desarrollada como es el caso de la física, la
biología, etc.‖; coincide con la idea de CP dominante en la actualidad, se circunscribe
propiamente a una concepción de análisis empírico de los fenómenos políticos con el
apoyo de diversas técnicas de análisis y en más recientemente con avanzados
programas estadísticos en computadoras…‖3

Esta disciplina científica venía gestándose desde finales del siglo XIX y principios
del XX, al unísono de la filosofía positiva y la sociología, pero no ganó terreno hasta
después de la II Guerra Mundial. Contexto donde logró emerger como ―… una ciencia
especializada que con su propio lenguaje lograra producir descripciones e
interpretaciones empíricas relevantes‖ 4, sobre los procesos políticos que
experimentaban las sociedades de la época, fundamentalmente la norteamericana.

Esta naciente disciplina fue heredera de un conjunto de teorías, conceptos y


métodos provenientes de las ciencias políticas, en su acepción amplia. Fuentes de las
cuales comenzó a renegar con vistas a producir un conocimiento supuestamente
autónomo e independiente. La tarea de la pionera ciencia era titánica. En un contexto,

1
Profesoras. Dpto. de Sociología. UCLV. Estudiantes de la II Edición de la maestría en Ciencias Políticas de del Dpto.
de Filosofía de la facultad de Ciencias Sociales de la UCLV.

2 Barrientos del Monte, Fernando 2009 ―La ciencia política en américa latina. Apuntes para una historia (estructural e
intelectual) de la disciplina en la región.‖, Texto preparado para el Seminario de Investigación del Área de Ciencia
Política y de la Administración de la Universidad de Salamanca. p 3.
3
Íbíd
4
Barrientos del Monte, Fernando. 2013 ―La Ciencia Política en América Latina. Una breve introducción histórica.‖
Convergencia Revista de Ciencias Sociales, (Universidad Autónoma del Estado de México) N. 61. p 1.

7
donde investigadores de ciencias hermanas, como la sociología, avizoraba el
agotamiento del paradigma empirista norteamericano y del conductismo (behaviorist),
la ciencia política prometió ofrecer a la sociedad un conocimiento exacto, objeto y sin
sesgos axiológicos sobre el ethos político. Para ello se propuso crear un arsenal
semántico y teórico que designara los procesos y fenómenos políticos que debían ser
explicados a través de conocimientos empíricos develados con métodos propios.

Desde esta perspectiva se va consolidando una idea de ciencia política restringida


al análisis empírico de los procesos políticos, que se concebía autosuficiente como
para emprender esta empresa, sin tomar prestado de otras áreas. Esta tendencia a la
fragmentación ha sido catalogada por G. Almond (1990) como incomoda y en nuestra
opinión auto lacerante, y es conocida por la metáfora de las mesas separadas.

Desde la teoría de los sistemas de Nihklas Luhmann la ciencia política en sentido


estricto nace como un sistema cerrado que puede realizar los procesos de autopoiésis,
sin ayuda del resto de las ciencias políticas, con el objetivo de construir su identidad.
Sin embargo, cuando se dice puede decir que esta fragmentación es auto lacerante es
importante referirse a la idea de autorreferencia propuesta por Luhmann. En la opinión
de Castro (2007) Luhmann, ―…recupera cuanto de positivo tiene el concepto de
autorreferencia y hace del mismo un fundamento que posibilita el que, a un tiempo, el
sistema posea clausura y apertura. En tanto un sistema es autorreferente y
autopoiético se encuentra, efectivamente, clausurado en sí mismo. Y sólo en tanto se
encuentra así clausurado podrá constituirse como un sistema digno de atención y
sujeto de un conjunto de operaciones específicas. Pero esta autorreferencia es, al
mismo tiempo, condición de la apertura del sistema. A un mayor nivel de clausura
autopoiética y autorreferencia se da también un mayor nivel de apertura del sistema.‖ 5

Si se toma como referente esta postura teórica, el paradigma norteamericano de la


ciencia política aparentemente hizo bien en cerrarse al resto de las ciencias políticas
con vistas a producir la mal llamada hardlines o línea dura de los estudios politológicos.
Sin embargo, ¿dónde está el problema? Bueno en la presunta crisis o muerte de esa
ciencia política que se niega a abrirse hacia la multidisciplinariedad y continúa
reproduciendo un conjunto de dicotomías (cuali-cuanti, teórico-práctico, objetivo-
subjetivo) superadas por un gran número de círculos científicos. Unido a su abigarrado
sentido de la neutralidad axiológica o ideológica, la cual termina segmentando aún
más la teoría de la práctica. En este sentido resultan pertinentes las reflexiones de

5
Castro, Bernardo 2007 ―Teoría General de Sistemas de Niklas Luhmann‖ Tesis Doctoral, Análisis Organizacional
desde la Teoría General de Sistema. (Chile) Tomo I. p 6.

8
Paulo Ravecca: ―… Más allá de tener los ―datos ordenados‖ (condición necesaria pero
no suficiente para la buena ciencia) es preciso partir de lo que otros ya saben desde
hace rato: que conocer la realidad social tiene sus complejidades, entre otras cosas
porque uno forma parte del objeto que analiza. Y también es necesario reconocer que
las decisiones teórico-metodológicas que toma un cientista social nunca son neutras.‖ 6

En este sentido Giovanni Sartori al referirse a la ciencia política norteamericana


alega: ―…no podíamos prever cuán estrecha se volvería la noción de ciencia en suelo
estadounidense…es una teoría sin práctica, un conocimiento tullido por una falta de
―saber cómo hacerlo‖.7

El empirismo abstracto al cual alude con otras palabras Sartori, fue develado y
criticado por Wright Mills cuando la disciplina en germen apostó por su independencia
de la sociología, y el resto de las ciencias políticas. Momento en que lejos de tomar
como referentes las experiencias previas, emprendieron la marcha haciendo uso de un
paradigma que mostraba significativos síntomas de agotamiento. Y por demás les
tomó cerca de 50 años emprender los procesos de autoexamen e introspección que
provocaran la polémica requerida para su perfeccionamiento. Otras disciplinas como la
sociología del conocimiento político y la propia epistemología tampoco hicieron mucho
al respecto

Aunque, en el caso de los politólogos qué más se puede esperar. En pleno siglo
XXI existe quien desconoce la vigencia e importancia de los clásicos y la histórica para
entender el proceso de conformación de la ciencia que profesan. Quién no se interesa
8
por conocer su pasado menos lo puede hacer con los otros. Para Colomer
(2004/2006), es ―un signo evidente de debilidad teórica‖ de la CP actual es que
―todavía se siga colocando a los autores llamados ―clásicos‖ en el mismo nivel -o
incluso más alto- que a los investigadores contemporáneos‖, y continúa, ―casi ningún
escrito de Maquiavelo o de Montesquieu o de la mayoría de los demás habituales en la
lista sagrada sería hoy aceptado para ser publicado en una revista académica con
evaluadores anónimos‖ 9

De esta forma se consolida un paradigma que niega la histórica y sólo se interesa


por hechos aislados y con existencia objetiva que pueden ser tratados como cosas. Lo

6
Ravecca, Paulo (s/f)―La ciencia política y la política de la ciencia: un ejercicio de introspección disciplinar desde
América Latina hoy‖ p 19.
7
Sartori, Giovanni 2005/2013 ―Hacia dónde va la ciencia política‖ Revista Española de Ciencia Política. No. 12, Abril,
pp. 9-13
8
Josep M. Colomer economista y politólogo, autor de numerosas publicaciones con estudios teóricos y comparativos
sobre votaciones y elecciones, instituciones políticas y cambio institucional, y política europea.
9
Colomer, Josep M. 2004/2006. ―La ciencia política va hacia adelante (por meandros tortuosos). Un comentario a
Giovanni Sartori‖, Revista Española de Ciencia Política. No. 14, Abril, pp. 41- 45

9
cierto es que se asiste a un contexto de incertidumbre y diversidad de
posicionamientos. Por un lado la élite politológica continúa reproduciendo el esquema
deficiente cuantitativista en sus mainstream del cual aspiran muchos formar parte.

Mientras por otro lado se suscita una posición contrahegemónica que aboga por la
utilización de métodos cualitativos para comprender los procesos políticos. En esta
línea conocida como Soft-liner’s, o línea blanda se inscriben aquellos que apuestan
por ―…el análisis histórico, descriptivo y cualitativo. En éste polo se privilegia la
elaboración de conceptos y categorías de análisis antes que la cuantificación, la
comprensión antes que el análisis estadístico, así como la valoración de los procesos
políticos desde una perspectiva histórico-sociológica y no una mera suma de eventos
a lo largo del tiempo…‖ 10Según considera este autor, en este círculo puede ubicarse
G. Sartori, S. Huntington, R.A. Dahl, T. Scokpol, J. Linz y otros.

En consonancia con lo anterior, es meritorio resaltar que al interior de la politología


estadounidense ha proliferado una reacción ―… que, también busca contrarrestar la
retórica de la elección racional o la teoría de juegos y los modelos formales –retórica
que sugería que estos métodos eran los únicos ‗científicos‘ dentro de la disciplina, en
tanto lograban establecer generalizaciones más amplias–. De este modo, surge un
movimiento de reforma dentro de la disciplina, con el nombre de Perestroika (ver Miller,
2001; Monroe, 2005)‖. 11

Este movimiento se encontraba representado, para 2008 con un poco más de 1.000
miembros, en la American Political Science Associetion (APSA). Estos forman parte
del equipo sobre investigación cualitativa y métodos múltiples, posen una publicación
periódica e imparten cursos de verano para doctorantes. El libro compilado en 2004
por David Collier y Henry Brady, Rethinking Social Inquiry: Diverse Tools, Shared
Standards (Repensando la investigación social: Instrumentos diversos, estándares
compartidos) resume ese interés por hacer una ciencia política que reconozca la
complejidad de su objeto de estudio y la imposibilidad de captarlo desde una sola
perspectiva metodológica, en la opinión de Hartlyn (2008).

Lo expuesto con anterioridad, describe sucintamente la situación actual de


incertidumbre de la ciencia política en su sentido estricto. Alude a la fragmentación y
segregación del pensamiento politológico a partir de jerarquías epistemológicas que
determinan fragmentan lo qué se estudia y el cómo se les estudia. Aunque en la

10
Barrientos del Monte 2013 ―La Ciencia Política en América Latina. Una breve introducción histórica.‖ Convergencia
Revista de Ciencias Sociales, (Universidad Autónoma del Estado de México) N. 61. p17.
11
Hartlyn, Jonathan 2008 ―Tendencias de la ciencia política en Norteamérica y diálogos con la ciencia política en
Pachano, Simón América Latina‖ Temas actuales y tendencias en la ciencia política. (Ecuador, FLACSO) p 29.

10
actualidad ha habido un incremento de los estudios sobre los problemas de la ciencia
política, queda un largo camino por recorrer. Motivo por el cual resulta pertinente
indagar sobre los conflictos, que pudiera estar enfrentando la ciencia política en el
resto del continente latinoamericano. Para ello se propone hacer un repaso crítico
sobre los antecedentes científicos de la disciplina en su relación con los contextos
históricos. Una vez develados los antecedentes y los contextos, sería pertinente
identificar los retos que la literatura avizora para la región.

La Ciencia Política en América Latina. Herencias que potencian y


paradójicamente frenan.

Como se aludió en análisis anterior, la reflexión sobre el desarrollo de la ciencia


política es aún incipiente, al respecto coinciden investigadores del tema (Marcos
Kaplan, David Altman, Dieter Nohlen, Fernando Barrientos del Monte, Celia Rocha, y
Paulo Ravecca)12. Sin embargo, desde hace un tiempo se observa un ascenso de
trabajos interesados en acercarse a las problemáticas que enfrenta la ciencia política
en el cono sur. Estos trabajos independientemente de realizar valoraciones
frecuentemente conservadoras, abordan cuestiones neurálgicas para comprender el
estado actual y el posible devenir de la ciencia política en la región13.

En nuestra opinión los trabajos de Nohlen y Barrientos14 son fundamentales para


emprender un acercamiento a la situación actual de la ciencia en el continente. La
perspectiva histórica que ofrecen devela la relación contexto histórico social y
desarrollo del conocimiento científico. De forma general, en estos se argumenta la
tendencia al estancamiento en aquellos países donde los regímenes autoritarios
castraron las nacientes producciones politológicas, con excepción de Brasil y México.
Como consecuencia, una de las limitantes que enfrentó la ciencia en el continente fue
propiamente las persecuciones y el exilio de gran número de investigadores durante

12
Kaplan, Marcos 1999 ―El politólogo y la ciencia política: retos y dilemas‖ Revista de Estudios Políticos, N. 106.
Octubre-Diciembre.,

Rocha, Cecilia 2014 ―¿Hacia dónde va la Ciencia Política latinoamericana? Temas de estudio y enfoques teórico-
metodológicos de la investigación producida en América Latina.‖Ciencia Política 23 julio, en <
http://www.condistintosacentos.com/hacia-donde-va-la-ciencia-politica-latinoamericana-temas-de-estudio-y-enfoques-
teorico-metodologicos-de-la-investigacion-producida-en-america-latina> acceso 6 de enero de 2016.
13
Ver: http://www.condistintosacentos.com/hacia-donde-va-la-ciencia-politica-latinoamericana-temas-de-estudio-y-
enfoques-teorico-metodologicos-de-la-investigacion-producida-en-america-latina> acceso 6 de enero de 2016

14
Específicamente Barrientos del Monte Fernando 2013 ―La Ciencia Política en América Latina. Una breve i ntroducción

histórica.‖ Convergencia Revista de Ciencias Sociales, (Universidad Autónoma del Estado de México) N. 61 y Nohlen,
Dieter (ed.) 2006 ―Ciencia Política en América Latina‖ Diccionario de Ciencia Política, (Ciudad de México: Porrúa) T II.

11
las dictaduras militares. Entre los países más afectados se encuentran Argentina,
15
Chile, Perú, Venezuela, Colombia entre otros. Por lo demás se observa aún
desarrollo y grado de institucionalización desigual entre países y ciudades, producto
del heterogéneo reconocimiento político y social hacia la disciplina, así como de la
voluntad política de potenciarla.

En este sentido Barrientos establece tres períodos en los cuales se va conectando


el grado de institucionalización de la ciencia, con las coyunturas políticas y las
influencias teóricas recibidas por los intelectuales de la época. Barrientos identifica en
una primera etapa la jurídico-institucionalista; una segunda sociológica bajo la
impronta fundamentalmente del estructural funcionalismo y el marxismo; y una tercera
16
pluralista o politológica en sentido estricto. Es de destacar que estos enfoques
muchas veces coexistían y coexisten sólo que en menor medida, y se mostraban
hegemónicos unos con respecto a los otros.

Los inicios de la ciencia política en América Latina están indisolublemente ligados a


la al derecho y luego a la sociología. Juristas y sociólogos fueron quienes
desarrollaron las primeras investigaciones sobre la materia. Primeramente tuvo mayor
hegemonía el formalismo jurídico. En este contexto se investigaba fundamentalmente
el: institucionalismo clásico, el constitucionalismo, el estudio de las normas y leyes, y
la Teoría del Estado. La ciencia se reduce al abordaje de los marcos legales de la
acción política. Sin embargo, esta perspectiva poseía limitantes que fueron abriéndole
paso a la sociología política. El derecho carecía de métodos empíricos para captar la
realidad política. Por ello paulatinamente la sociología política fue ganando terreno. En
poco tiempo se exacerbaron los estudios políticos desplegados por sociólogos al punto
que éstos de la mano de los juristas, fueran prácticamente monopolizando este terreno.
Al respecto Barrientos, retoma a Aguirre (1979) cuando argumenta que, la ciencia
política ―…vino de la mano de juristas…pero en lugar de adquirir autonomía con el
pasar de los años fue colonizada por otras perspectivas y metodologías del derecho
mismo y luego por la sociología.‖ 17

Los antecedentes o enfoques aportados por los investigadores de la política desde


la sociología, el derecho y el marxismo presente durante ese período, figuran como
limitantes de la independencia y autonomía de la ciencia en cuestión. 18 Lo que

15
Barrientos del Monte Fernando 2013 ―La Ciencia Política en América Latina. Una breve introducción histórica.‖
Convergencia Revista de Ciencias Sociales, (Universidad Autónoma del Estado de México) N. 61
16
Ibíd.
17
Íbíd. pp 109
18
Ver: Nohlen, Dieter (ed.) 2006 ―Ciencia Política en América Latina‖ Diccionario de Ciencia Política, (Ciudad de
México: Porrúa) T II / Barrientos del Monte, Fernando 2009 ―La ciencia política más viva que nunca.‖ Andamios Vol., 6.

12
constituye una fortaleza indiscutiblemente porque posibilita un enfoque más integral
del fenómeno político, se debate como limitante. Aun cuando se les reconoce algún
valor Nohlen (2006), constituyen desde la perspectiva de estos autores factores que
entorpecieron y entorpecen el desarrollo de una ciencia política pura. Un ejemplo
aleatorio de esta situación sería ―…Perú donde todavía hasta los años setenta el
estudio de la política estaba en manos de abogados constitucionalistas dentro de las
facultades de derecho y ciencias políticas por un lado, y por sociólogos e historiadores
con una marcada formación marxista por otro.19

Algo similar ocurre con los paradigmas y teorías asumidas. Tanto la teoría de la
dependencia como el marxismo son identificadas como flagelos de la ciencia de los
períodos comprendidos entre 1960 y 1970, donde hicieron entrada dichas dictaduras
militares. A la teoría de la dependencia se le reconoce el mérito de ser una teoría
netamente latinoamericana pero, en el fondo se le asume como un producto
contaminado y no estrictamente político. Por una parte la impronta del marxismo-
leninismo es vista más desde su versión stalinista, dogmática y acrítica. No se resalta
la autenticidad del pensamiento político de la época. El fuerte y declarado componente
ideológico del marxismo es asumido como un sesgo que posee profesional
comprometido incapaz ―…de proporcionar un conocimiento objetivo, empírico, racional,
desideologizado…‖ 20Esta última, aspiración central de la ciencia política en sentido
estricto.

Al interior de las universidades en tanto ―…parte de la reproducción y el cambio


sociales…‖ 21 se desarrolló una ciencia política comprometida, a finales de los sesenta
y principios de los setenta. De modo que, muchos profesionales terminaron
implicándose tanto con la praxis política y sus conflictos que dejaron las aulas y en
otros casos apostaron por la praxis política. Esta tendencia es catalogada como un
freno a la profesionalidad y cientificidad.22

Al respecto (Kaplan, 1999) en su trabajo: ―El politólogo y la ciencia política: retos y


dilemas establece una tipología de politólogos a través de la cual sostiene una idea
que legitima lo planteado por Nohlen. En su opinión―…El científico político en sentido
estricto, que no se permite así mismo, o al que no se le permite, la incursión en la
política, viviendo para ella o incluso de ella. Autolimitado al cultivo de la Ciencia

N 11, agosto y en 2013 ―La Ciencia Política en América Latina. Una breve introducción histórica.‖ Convergencia
Revista de Ciencias Sociales, (Universidad Autónoma del Estado de México) N. 61.
19
Barrientos del Monte, Fernando 2013 ―La Ciencia Política en América Latina. Una breve introducción histórica.‖
Convergencia Revista de Ciencias Sociales, (Universidad Autónoma del Estado de México) N. 61. Pp. 112
20
Ibíd. pp. 36
21
Ibíd. pp. 31
22
Ibíd.

13
23
Política, la vive como autónoma e incondicionada,…‖ En tanto el politólogo
comprometido ―…Procede a una definición autoritaria de la ortodoxia y, en función de
ella, de la verdad en teoría y práctica. Su aceptación e imposición del dogmatismo
bloquea la investigación, el análisis crítico, la imaginación sociológica y política. La
Ciencia Política aplicada, el pensamiento social subordinado a la praxis de los
aparatos, son privilegiadas sobre la reflexión teórica, la investigación empírica, la
producción de conocimientos confiables, las evaluaciones críticas, la propuesta de
alternativas.‖ 24

En estos autores, defensores de la ciencia política en sentido estricto se observa un


interés sustancial por separar los campos de la ciencia y la praxis política, a fin de no
limitar la objetividad de los conocimientos producidos. Defienden la premisa de la
neutralidad axiológica y valorativa, bajo la idea absurda de desideologizar la teoría
política y a los politólogos. Porque la ideología lastra la imaginación política.

Después de dos décadas de gobiernos autoritarios la igualdad electoral y ante la ley


así como a la libertad liberal encendieron la llama. Con la llegada de la democracia
(liberal) en los años ochenta se atisban germinaciones. Este contexto es identificado
como de paulatino esplendor y de avance hacia la autónoma y auténtica ciencia
política. Sin embargo, todavía se observan herencias consideradas rezagos contra los
que se debe luchar. Primero el vínculo con la sociología y el derecho y por otro, su
tradición de ciencia política comprometida.

Como consecuencia, existe consenso con respecto a la relación entre democracia y


desarrollo de la Ciencia política en la región. Ambos autores Nohlen y Barrientos,
abordan la influencia de los regímenes políticos en la institucionalización 25 de la
ciencia y terminan asumiendo la tesis Samuel Huntington (1992) que plantea una
relación directamente proporcional entre democracia y ciencia política. En la palabras
de Huntington sería así ―… donde la democracia es fuerte la ciencia política también lo
26
es, donde la democracia es débil la ciencia política es débil…‖ De este modo se
asume a la oleada neoliberal como un estímulo para el pensamiento político y para la
apertura de una red considerable de instituciones dedicadas a la enseñanza de la
ciencia política. Y se desconoce como contribución a la disciplina las producciones de
los pensadores que se oponían a las dictaduras. Es importante resaltar que no se
alude explícitamente el tipo de democracia, sólo Paulo Ravecca ofrece una crítica a
23
Ibíd pp 36
24
Ibíd pp. 37
25
Aquí puede ser de utilidad el trabajo de David Altman 2005 ―La institucionalización de la ciencia política en Chile y
América Latina: una mirada desde el sur revista de ciencia política‖.
26
Altman David 2005 ―La institucionalización de la ciencia política en chile y américa latina: una mirada desde el sur
revista de ciencia política‖ Revista de ciencia política (Chile) Vol. 25, Nº 1. pp. 3

14
estas posturas en el resto de los materiales consultados se observa una tendencia a
la legitimación de la llegada de la democracia liberal como un abono para la ciencia
política en la región.

Hasta aquí se han puesto sobre el tapete algunos tópicos claves para desentrañar
algunos de los retos que en el orden metodológico por decirlo de alguna manera viene
enfrentando las producciones en la región.

Algunas conclusiones:

En la actualidad la ciencia política en la región se caracteriza por su heterogeneidad


en cuanto a posturas epistemológicas, metodológicas e ideológicas se trata. Aunque
se puede hablar de un notable avance en cuanto a su grado de institucionalización, en
la oferta de programas de licenciaturas, maestrías y doctorados así como de revistas y
publicaciones son varios los retos que estos enfrentan. La penetración del acérrimo
paradigma neopositivista y empirista norteamericano es significativa, aun cuando
existen posturas contra-hegemónicas. Lo cual lejos de revitalizarla podría figurar como
una limitante de la autenticidad de la producción latinoamericana. Importar teorías y
metodologías de centros de poder intelectual que venden sus modas a través de
eventos y revistas de primer nivel, es caminar con pies de barros.

Es importante comprender que muchos de los males que enfrenta la disciplina en la


región son precisamente herencias del pasado. Ejemplos pudieran ser los desiguales
grados de institucionalización, así como el prestigio y reconocimiento social de la
disciplina y sus profesantes. Pero no se puede descuidar que, lo que hoy puede ser
para muchos síntomas de vitalidad puede ser en realidad una falacia que nubla la vista.
Es fundamental romper los mitos que han proliferado en torno a la autonomía de lo
político con relación al todo social, así como a la posibilidad de una ciencia política y
un politólogo neutral. Y estudiar la realidad política desde la multiplicidad de factores
que la condicionan. Para lo cual es indispensable salirse del terreno cenagoso por el
cual se transita a partir del aprovechamiento de todos los aportes teóricos-
metodológicos que las ciencias humanas o sociales pueden aportar, porque en fin de
cuentas la política es un producto de las relaciones sociales emprendidas por el
hombre.

15
Bibliografía

Altman David 2005 ―La institucionalización de la ciencia política en chile y américa


latina: una mirada desde el sur revista de ciencia política‖ Revista de ciencia política
(Chile) Vol. 25, Nº 1.

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2016

Wrights, Charles 1961 La imaginación sociológica (Habana: Instituto del libro

17
Inicios del abordaje institucionalizado de la política en América Latina. Algunas
particularidades del caso brasileño

Lic. Yud Milagros Ponce27

El análisis científico de la política es relativamente reciente, pues durante años su


estudio estuvo dominado por la filosofía y las teorías políticas, la historia de las
doctrinas políticas y el derecho constitucional. A finales del siglo XIX y principios del
XX se empieza a consolidar, en consonancia con la filosofía positivista y el nacimiento
de la sociología. Podemos mencionar obras como Historia de la sociología en
Latinoamérica de Alfredo Poviña en 1941, La sociología científica. Apuntes para su
fundamentación de Gino Germani y La sociología en la Argentina de este último.

Las contradicciones en torno a su naturaleza empezaron a resolverse después de la


Segunda Guerra Mundial con la difusión de las tendencias intelectuales que desde
finales del siglo XIX pugnaban por dejar atrás la impronta del formalismo28, buscando
una ciencia especializada que con sus propias categorías lograra producir
descripciones e interpretaciones empíricas y relevantes. Ello tuvo mayor impulso con
la aparición de la corriente conductista en los años cincuenta, marcando un antes y un
después en la Ciencia Política.

Si bien la sociología seguiría liderando estas reflexiones comienzan algunos trabajos


que van a ir especificando los campos de la sociología política y de la politología;
como La ciencia política latinoamericana en la encrucijada de Marcos Kaplan o los
artículos "La crisis de las ciencias políticas latinoamericanas" de Torcuato Di Tella -
aparecidos en la revista Desarrollo Económico en 1971- expresan las tensiones entre
la disciplina entendida en términos norteamericanos y las de la región, con sus
dificultades, y con las particularidades de una ciencia poco institucionalizada que
muchas veces es concebida dependiente del derecho público. En este mismo año
también aparece el artículo de Lorenzo Meyer "La Ciencia Política y sus perspectivas
en México" el que tratará de hacer un pequeño esbozo disciplinar en su país
profundizado junto a Manuel Camacho en 1979 con la aparición de "La Ciencia
Política en México; su desarrollo y estado actual" como parte de la obra colectiva
Sociología y Ciencia Política en México: un balance de veinticinco años bajo la

27
Licenciada en Sociología. Estudiante de la Segunda edición de la Maestría en ciencias políticas de la Universidad
Central ―Marta Abreu‖ de Las Villas.
28
Orren, K. y Stephen S.: "Orden y tiempo en el estudio de las instituciones: un alegato a favor del enfoque histórico" ,
Madrid: ITSMO, 1999.

18
compilación de A. Ledda Arguedas y M. Camacho29. Pero ahora bien, no podemos
pensar que en todos los países de Latinoamérica se desarrolló la ciencia política al
mismo tiempo ni con la misma intensidad, pues hay que tener en cuenta la influencia
de determinadas situaciones, fenómenos y procesos que marcaron el desarrollo en
unos países primero como el caso de México y Brasil y otros después. En este trabajo
particularizaremos un poco el caso de Brasil para ver cuál es la situación particular del
Movimiento Sin Tierra (MST) y así tener una pequeña noción de su situación particular.

En Brasil predominó fuertemente una concepción tripartita de las ciencias sociales


conformada por la tríada disciplinar de la antropología, la sociología y la ciencia
política, con predominio de las dos primeras; esto se expresó en los estudios de
pregrado donde todavía hoy prevalece esta unidad, comenzando el proceso de
autonomización a nivel de posgrado 30. La necesidad de dar cuenta de la historia y
desarrollo de nuestro campo también se articuló en un primer momento en relación
con las otras ciencias sociales. Fue la Associação Nacional de Pós-graduação e
Pesquisa em Ciências Sociais (ANPOCS) creada en 1977, la que inicia una serie de
publicaciones con volúmenes específicos para cada campo, editando en 1999 O que
ler na ciência social brasileira (1970-1995) cuyo tercer tomo concierne a la producción
politológica bajo la coordinación de Sergio Miceli. En esta obra, diferentes expertos
analizan los procesos de institucionalización como también la producción en las
diferentes áreas disciplinares; este proyecto, más adelante veremos que se retomará
años después.31

En el Brasil se ha destacado principalmente la labor realizada por la Asociación


Brasileña de Ciencia Política (ABCP) que a partir del Congreso Brasileño realizado en
Recife dará paso a la creación del área temática -AT- de "Enseñanza e investigación
en ciencia política" que ha venido teniendo lugar desde hace tres congresos de esta
asociación, coordinado inicialmente por Leticia Pinheiro y actualmente por Lorena
Barberia y por Marcos Valença. Por su parte la Associação Nacional de Posgraduação
e Pesquisa em Ciências Sociais (ANPOCS) retoma su iniciativa de fines de los

29
Bulcourf, P y Martín D‘Alessandro: ―La ciencia política en la Argentina‖ en: Introducción a la ciencia política, J. Pinto
(comp.), Eudeba, Buenos Aires, 2003.

30
Bulcourf, P. y Cardozo N.: O desenvolvimento da ciência política na Argentina e no Brasil em perspectiva comparada,
ponencia presentada en el 7mo. Encontro ABCP Política, Desenvolvimento & Inclusão Social no Brasil: Desafios da
próxima década, Recife, 2010.

31
Reis E.: Situando a sociologia política. Entrevista em Política e Sociedade, ―Revista de Sociología Política‖, vol. 1, no.
1, 2002

19
noventa publicando en 2010 Horizontes das ciências sociais no Brasil bajo la
compilación de Carlos Martins y Renato Lessa, en donde se vuelve a pasar revista
sobre el desarrollo de estas disciplinas. 32 Actualmente la asociación brasileña se
encuentra llevando a cabo un proceso de reconstrucción de la trayectoria disciplinar
denominado Ciência Política no Brasil: história, conceitos e métodos, el cual cuenta
con el apoyo de la Fundación Ford. Este emprendimiento se propone producir por
medio de entrevistas y los datos recolectados una sistematización de los principales
conceptos y metodologías desarrollados por los investigadores y profesores de ciencia
política en el Brasil. Se busca abarcar tanto los conceptos y métodos reapropiados a
partir de los politólogos internacionales y difundidos en Brasil, como aquellos
desplegados en forma autóctona, particular y original por los cientistas de aquel país.

Análisis de los movimientos y luchas sociales en los procesos políticos


progresistas y de izquierda en América Latina.

La sociedad latinoamericana cualesquiera sean sus peculiaridades tiene hoy


consolidado como modelo económico-cultural predominante el capitalista (periférico);
reforzado hoy por todo el sistema de transnacionalización del capital y su cultura; el
debilitamiento de los estado-nación y la obligada imposición de las políticas
neoliberales; esto implica que la contradicción trabajo asalariado-capital se ha
reforzado, aunque metamorfoseada porque incluye el trabajo informal y los
trabajadores sin empleo, esta contraposición favorece el despliegue de los dos polos
sociales todavía no bien definidos: trabajadores (en todas sus denominaciones) y
capitalistas (incluidos los oligarcas, latifundistas).33

Las clases sociales se constituyen como tales en el enfrentamiento con otras clases,
pues como explican Marx y Engels "los diferentes individuos sólo forman una clase en
cuanto se ven obligados a sostener una lucha común contra otra clase (...)". "La
dominación del capital ha creado a esta masa [de trabajadores] una situación común,
intereses comunes. Así pues esta masa es ya una clase con respecto al capital, pero
aún no es una clase para sí. En la lucha (...) se constituye como clase para sí". Así, la
clase no se constituye sólo por la sumatoria de los individuos que ocupan la misma
posición y función en las relaciones sociales de producción, sino que es en el

32
López, S: Perspectiva Comunitaria del Movimiento de los Sin Tierra en el Extremo Sur de Bahía. Tesis de Maestría,
2014.

33
Pérez, L.: ―El enfoque clasista y los movimientos sociales en América Latina‟, GALFISA, Instituto de Filosofía, La
Habana, 2008.

20
enfrentamiento entre las clases sociales que éstas se tornan clases para sí mismas y
no para su antagonista.

Pero los enfrentamientos sociales no se desarrollan esquemáticamente según el


tipo: ‘clase contra clase‘ sino que tienden a darse entre alianzas de distintas fracciones
de distintas clases sociales que forman fuerzas social-políticas. Estas alianzas se
constituyen objetivamente en cada enfrentamiento unificándose en la definición del
―contra quién‖.

Las alianzas pueden ser de tipo subjetiva, es decir que se establecen conscientemente,
o de tipo objetiva, cuando se coincide de hecho ―contra quien‖ se lucha, más allá de la
conciencia que de ello se tenga. De manera que en ocasiones las acciones que se
producen terminan aportando a la construcción estratégica de otro grupo social con
otros intereses.

La organización política, entonces, es expresión de los intereses de clases sociales,


fracciones de clase, o alianzas de fracciones de clases. Históricamente los grupos
sociales portadores de intereses comunes se han organizado como ―partidos‖ en el
sentido amplio descrito por Gramsci, es decir, formas organización de la voluntad
colectiva que constituyen la expresión de un grupo social, y que pueden presentarse
bajo los nombres más diversos, aún con el nombre de anti-partido y de negación de
los partidos.

La sociedad actual, está fuertemente marcada por la hegemonía del sistema


capitalista donde el neoliberalismo, la globalización y las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación provocan serios problemas de contradicciones,
exclusión, crisis, centralización de riquezas y poder, así como por la gestación de una
cultura emancipatoria, alternativa que aboga por la participación activa y consciente de
los individuos, pretende además crear individuos orgánicos capaces de luchar por sus
derechos. Propone un proyecto alternativo y retador del modelo dominante-
denominada: Movimientos Sociales Populares.

La teoría de Piotr Sztompka se refiere a la emergencia de los movimientos sociales


populares en el siglo XIX y elabora una clasificación de elementos que explican la
consolidación y el crecimiento de este fenómeno social en el periodo, a saber:

21
- Agolpamiento de grandes masas en espacios limitados (urbanización e
industrialización). Contactos e interacción para desarrollar puntos de vista comunes,
para articular ideologías compartidas y reclutar seguidores.

- La atomización y el aislamiento de los individuos, la alienación, la soledad y la falta


de raíces evoca a la comunidad, la solidaridad de estar juntos. Los que padecen de
estos efectos se transforman en miembros potenciales, listos para ser reclutados y
movilizados.

- Crecimiento sin precedentes de las desigualdades sociales. Abruptas jerarquías de


riqueza, poder y prestigio que acompañan a la moderna economía capitalista. Produce
experiencia y percepción de la explotación, la opresión y la injusticia, lo que genera
hostilidades y conflictos de grupo.

- La transformación democrática del sistema político abre paso a la acción colectiva de


grandes masas de gente, a la articulación de intereses y el activismo en su defensa.

- La creencia de que el cambio social y el progreso humano dependen de las acciones


humanas, que la sociedad pude ser modelada por sus miembros para su propio
beneficio. Importante prerrequisito ideológico para el activismo y la movilización de los
movimientos sociales.

- La elevación cultural y educativa que ha experimentado la sociedad moderna.

- La emergencia y extensión de los medios de comunicación constituyen poderosos


instrumentos para articular, modelar y unificar creencias, formular y extender mensajes
ideológicos, conformar la opinión pública. Aunque este también sea una de las
principales herramientas de control social utilizada por las clases dominantes 34.

De forma general, referidos movimientos se caracterizaban por reflexionar sobre


la contradicción principal en la relación capital-trabajo; la identidad colectiva se
construyó en la condición de obreros; sus objetivos estratégicos -revolución o reforma-
estaban relacionados al salario.

34
Sztompka, P. Sociología del cambio social. Ed. Cast. Alianza, Madrid, 1995.

22
En el contexto latinoamericano las décadas de los 70, 80 y los 90 del siglo XX
constituyeron la base del movimiento social contemporáneo. La agudización de
los conflictos nacionales y regionales, el incremento de la represión política, el
neoliberalismo, las políticas públicas de no intervención del Estado favorables al
desarrollo rural y urbano, la discriminación racial, étnica y de género, y la
criminalización de la protesta, conformaron una forma nueva de auto defensa y de
organización para la preservación de la diversidad cultural, social y ambiental35.

Brasil está marcado por el modelo de desarrollo capitalista neoliberal, acompañado


por el proceso de globalización, tiene como función la centralización de riquezas
en las regiones desarrolladas y la globalización de la explotación y la pobreza en todo
el orbe. Donde el desarrollo económico no está aparejado con el desarrollo social
debido a los altos índices de pobreza y analfabetismo que se aprecia en el país. Otra
de sus peculiaridades que devienen en problemas es la amplia concentración de
tierras en unos pocos.

Frente a este escenario de contradicciones y antagonismos que caracteriza la


sociedad brasileña, los movimientos sociales populares presionan la estructura
dominante y plantean que ―el país necesita construir urgentemente un nuevo plan
de emancipación nacional y de equidad social, pero que esta propuesta debe surgir de
la base, de las masas, de la gran mayoría explotada y olvidada históricamente‖. 36 Al
propio tiempo los intelectuales y académicos necesitan repensar las teorías y
aplicaciones de la ciencia política en el sub – continente con un enfoque
tercermundista y no ser meros consumidores de teorías y metodologías
norteamericanas y europeas.

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36
Benjamin, C. : A opção Brasileira, Contraponto. Editora Ltda, Rio de Janeiro, 1998.

23
Bulcourf, P y Martín D‘Alessandro: ―La ciencia política en la Argentina‖ en: Introducción
a la ciencia política, J. Pinto (comp.), Eudeba, Buenos Aires, 2003.

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25
¿A dónde va la Ciencia Política latinoamericana? Parafraseando a Giovanni

Sartori

Lic. Julio Rafael Torres Bonachea37.

En los últimos años, mucho se ha dicho y escrito sobre la Ciencia Política en América

Latina. Uno de los mayores catalizadores de este ejercicio de reflexión disciplinaria fue

la publicación del artículo de Giovanni Sartori, ―¿Hacia dónde va la ciencia política?‖ 38,

en el cual una de las máximas figuras de la Ciencia Política contemporánea anunciaba

la crisis de la disciplina. La postura de Sartori se remonta al menos a su trabajo ―Dove

va la Scienza Politica?‖

A partir del año 2000 comenzó un debate con una afluencia de reacciones críticas por

parte académicos de renombre internacional que expresaron su preocupación por el

rumbo que estaba tomando este campo de conocimiento en dicho país. Lo que a éstos

y a Sartori preocupa, en concreto, es la creciente hegemonía de una forma específica

de ejercer la disciplina: el modelo preponderante de la Ciencia Política norteamericana.

La mayoría de las características que los críticos atribuyen a este modelo tiene que

ver con el énfasis empirista, el culto a la estadística y las matemáticas, los modelos

formales y el enfoque de la elección racional, la investigación orientada por el método

más que por problemas esenciales y sobre todo, la escasa aplicabilidad de los

conocimientos que produce. Esta discusión generó distintas reacciones y reflexiones

en relación a la Ciencia Política en América Latina pero poco se sabe a ciencia cierta

―cómo está‖ el campo de conocimiento en lo que a este punto refiere. La investigación

politológica que se produce en América Latina, ¿sigue los patrones de esta línea de

pasamiento norteamericano? ¿Es posible afirmar que se está procesando una

37
Licenciado en Estudios socioculturales. Estudiante de la Segunda Edición de la Maestría en Ciencia
política de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas.
38
Sartori, Giovanni. “¿Hacia dónde va la ciencia política?”. Política y Gobierno, 2004, vol. XI (2): 349–
354.

26
―americanización‖ de la producción disciplinaria en cuanto a sus temas de estudio y

enfoques teórico-metodológicos?

El proyecto de investigación ejecutado entre noviembre de 2012 y octubre de 2013

con el financiamiento de CLACSO-ASDI en el marco del Concurso ―El estado de las

ciencias sociales en América Latina y el Caribe en el mundo contemporáneo‖ es un

referente importante que buscó echar luz sobre estas cuestiones. Su objetivo fue

identificar los temas de estudio, los enfoques teóricos y las herramientas

metodológicas predominantes en los tres países que se consideran los grandes en

términos de consolidación de la disciplina en el continente: Argentina, Brasil y México

Para ello, se examinó una muestra de artículos de revistas académicas de Ciencia

Política o que realizan sistemáticamente publicaciones en la materia y que son de

referencia en dichos países y reconocidas a nivel regional.

De los resultados obtenidos, varios apoyan la hipótesis de una hegemonía, del

mainstream norteamericano. El término hegemonía se utiliza en un sentido articulado

con la noción de ―campo científico‖ de Bourdieu. En este marco, la idea de ―estructura

del campo científico‖ remite al estado de la distribución del capital simbólico de

reconocimiento entre sus concurrentes, haciendo referencia a una correlación de

fuerzas entre los actores que ―dominan‖ el campo y los que pertenecen al mismo pero

son ―dominados‖ por éste. Los primeros no ejercen su poder directamente sobre los

individuos sino sobre el campo, constriñéndolo, estableciendo pautas, diseñando

métodos y proponiendo lo que es y lo que debe ser ciencia.

A grandes rasgos se caracteriza por la fuerte orientación empírica; el predominio de

temas de estudio del núcleo duro de la disciplina, en particular los vinculados a

partidos y elecciones; la importante ascendencia de los referentes teóricos

estadounidenses, en especial en los estudios sobre partidos, elecciones, instituciones

políticas y gobierno, muchos de los cuales trabajan desde el neo institucionalismo de

27
la elección racional; y por último, la prevalencia de los estudios cuantitativos por sobre

los cualitativos, con un número marginal de trabajos mixtos.

No hay que descuidar que otros elementos encontrados obligan a matizar las

conclusiones y seguir avanzando en el estudio del tema. Por un lado, la Ciencia

Política que se publica en las revistas tiene que ver en su mayoría sobre el país del

investigador y/o de la revista (que en general, coinciden). Y esto puede ser apreciado

como una mala ―mala señal‖ desde el punto de vista de quienes defienden el

mainstream norteamericano, para quienes la ciencia debe configurarse como una

empresa universal guiada por el afán de alcanzar conocimientos generalizables y

regularidades que excedan los contextos locales.

No interesa entrar en la cuestión de si en algún país la Ciencia Política se desarrrolla

más que en otro y cómo está la Ciencia Política latinoamericana en este sentido, sino

cotejar el estado de ésta con lo que el modelo espera.

Por otra parte, si se examina la evolución en el tiempo de los artículos que aplican

técnicas cuantitativas, se presencia un retroceso de éstos en favor de los cualitativos,

aunque los primeros siguen siendo predominantes. A ello se agrega el hecho de que

una cantidad importante de artículos no tienen estrictamente un propósito empírico ni

teórico –se podría decir que son ensayísticos, argumentativos, propositivos, etc.-, o

bien tienen una pretensión empírica pero no siguen una estrategia metodológica

claramente definida para concretarla.

A partir de estos datos, es conviene dejar planteadas algunas cuestiones para seguir

promoviendo la reflexión sobre el devenir de la Ciencia Política latinoamericana. Las

comunidades politológicas de la región están abocadas a dar respuestas sobre la

realidad que las rodea pero generalmente lo hacen a través de un instrumental teórico

elaborado en otros contextos, en particular a la hora de abordar determinados objetos.

¿Qué implicaciones tiene esta situación? ¿Se debería intentar revertirla? ¿Es

28
factible/relevante que el corpus de académicos de referencia sea local? ¿Qué tanto

impactan los trabajos realizados desde América Latina en los productos de los

investigadores del ―centro‖? Debatir sobre estas cuestiones exige prestar atención a

los contextos políticos-económicos y, atravesando éstos, al tema del poder y la

producción del conocimiento.

Hay una preocupación por la institucionalización de la Ciencia Política en América

Latina, esto es, por tener más y mejores programas de enseñanza, centros de

investigación con un plantel dedicado y bien pago, canales de difusión del

conocimiento producido de mayor alcance y calidad, redes de articulación de

politólogos que actúen como promotores del campo, entre otros. Pero la búsqueda de

la profesionalización disciplinaria no debe confundirse con la adopción ciega del el

pensamiento hegemónico norteamericano como si esta fuera la única forma posible de

hacer Ciencia Política de ―calidad‖. Se trata de dos discusiones independientes que

deben discurrir por carriles diferenciados.

Ser ―cuantitativo‖ puede otorgar más prestigio en el escenario actual pero no asegura

la rigurosidad de las investigaciones, aunque muchas veces las formas específicas

como se utilizan las nociones de ―calidad‖ o ―profesionalidad‖ trafiquen sentidos que

refuerzan la legitimidad del hablar y actuar en consonancia con los enfoques más

valorados.

La elección de enfoques teórico-metodológicos para la investigación debe estar guiada

por las exigencias del pensar metodológico en el sentido de Sartori, como el ―método

del logos, del pensar‖: esto es, en base a una preocupación por la estructura lógica y

el procedimiento de la investigación científica. A su vez, este imperativo indica que

son los problemas de investigación que determinan las herramientas apropiadas para

su abordaje, y que distintas aristas o construcciones de un problema, así como

distintos problemas, demandarán diversas maneras de ser estudiados. Para atender

29
la complejidad de los fenómenos políticos se requiere de una pluralidad de

tradicionales teóricas, metodológicas y, en última instancia, epistemológicas. Pero esta

es una posición personal en un debate que no es sino normativo…

En definitiva, el estudio de la Ciencia Política en América Latina es un campo

incipiente que tiene mucho aún por hacer y decir. Es preciso ampliar su alcance

incluyendo más realidades y preguntas de investigación para reflexionar sobre hacia

dónde debería ir la disciplina de manera informada. En cualquier caso, los dictámenes

finales, si fueran posibles en este tipo de disyuntiva, estarán teñidos de visiones

normativas sobre el funcionamiento de nuestras sociedades y el papel que debe jugar

en éstas el conocimiento sobre la política. Vale la pena tener en cuenta los esfuerzos

que desde cuba se vienen produciendo en la academia a partir de una visión de

nuestro continente donde ya se aprecian resultados concretos.

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XI (2): 349–354.

30
¿Qué significación tiene el pensamiento marxista, para el antiguo y actual
debate de las izquierdas en torno a las fuerzas directrices para la construcción
del socialismo?

Dr. C. Edgardo Romero Fernández39

La vigencia de las ideas sobre la construcción del socialismo no se pone en duda,


dadas las circunstancias históricas en las que se realiza la transformación social bajo
la conducción de gobiernos de izquierda en América Latina. Varios de dichos
gobiernos asumen la orientación socialista como proyecto político, muchas veces bajo
la denominación de socialismo del siglo XXI, pero mezclando eclécticamente el
marxismo-leninismo con posturas que fueron combatidas por este, o que se
denominaron así mismas en algún momento anti marxistas o anti-leninistas. ¿Es esto
correcto?; ¿es posible construir el socialismo, llámese del siglo XXI o no, a partir de
concepciones teóricas que fueron opuestas a través de la historia del movimiento
obrero internacional?

La respuesta a estas interrogantes no es nada sencilla, y no puede ser dogmática,


pues ello no solo descalificaría a un proceso práctico de construcción socialista, (sea
este en Venezuela, Ecuador, Bolivia o cualquier otro país latinoamericano que haya
proclamado la construcción del socialismo) si no que destruiría la alianza estratégica
regional que se ha estado estableciendo en América Latina contra el imperialismo
yanqui y el sistema universal de relaciones capitalistas. Por tanto, más que intentar
ofrecer una respuesta conclusiva, procuraré exponer razones sobre la necesidad de
estudiar estos procesos histórico- concretos y las fuentes de las que se nutren.

Si hay un debate en el movimiento obrero que los revolucionarios marxistas dignos de


ese nombre siempre han librado hasta sus últimas consecuencias, aun en las
condiciones más difíciles, ése es el debate para salvar la organización política del
proletariado, sea el partido o la organización que fuere, (incluso en el ámbito
internacional40), de las garras del oportunismo e impedirle hundirse en la degeneración
o, traicionar.

Si tomamos a manera de ejemplo las circunstancias de construcción socialista en el


caso venezolano, observamos como en el Plan de la Patria se alude en el objetivo

39
Profesor titular de Ciencias políticas y Filosofía política. Coordinador de la Maestría en Ciencias Políticas dela
Universidad Central de las Villas. Cuba. Email: edgarcs@uclv.edu.cu
40
Para apreciar el debate en relación a las diferentes corrientes socialistas y obreras en el escenario internacional se
puede consultar la obra de A. Viatkin. Movimiento obrero comunista y de liberación nacional. Editorial Pueblo y
Educación, La Habana, 1985, en 2 tomos.

31
nacional número 2 a ―Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo
XXI…‖ 41 y se explica cómo se prevé la transición socialista en el país, siempre
enfatizando en la conformación de los consejos comunales y promoviendo la idea de
que para el 2019, el 68% de la población estará organizada en consejos
comunales42,antes de eso el entonces presidente Hugo R. Chávez en 2005 define el
socialismo del siglo XXI43 con cuatro rasgos esenciales dentro de los cuales coloca la
recuperación de las experiencias de autogestión y co-gestión obreras, de
asociativismo y cooperativismo, lo cual, luego de su trágica desaparición física, ha
reafirmado el nuevo líder y presidente del proceso venezolano Nicolás Maduro al
retomar la sentencia leninista acerca de que el socialismo son ―los soviets más la
electrificación‖ recalcando en que los soviets son sus consejos comunales 44 . Por otra
parte, algunos revolucionarios que desde hace tiempo han trabajado la teoría
socialista en Venezuela exigen más participación de la clase obrera y sus estructuras
en la construcción de la nueva sociedad45, esta contradicción lógica en los marcos de
un proceso revolucionario, puede no obstante conducir a distanciamientos entre
revolucionarios que de nada sirven al propósito de construcción de una nueva
sociedad que quiere desmarcarse de la injusticia y desigualdad consecuencias del
capitalismo en su actual fase neoliberal, por lo que el asunto no es solo de índole
estratégica para el movimiento revolucionario mundial, sino de índole táctica para la
práctica de la construcción socialista en Venezuela, así se justifica de nuevo la
necesidad del análisis de la confrontación en el seno del movimiento proletario
revolucionario mundial en relación con las formas políticas de conducción de los
procesos de construcción del socialismo en cada país y a escala planetaria.

La construcción de una organización política capaz de conducir a los proletarios a la


victoria para abolir las condiciones de enajenación en que los sumía el capitalismo
llevó a C. Marx y F. Engels y posteriormente a Lenin a plantear la necesidad de unir al
movimiento comunista y dotarlo de herramientas teóricas y organizativas para vencer
a una burguesía internacional que nunca entregaría su poder y los privilegios que
emanan de él sin oponer feroz resistencia. Esta lucha se orientó hacia el logro de la
unidad en el movimiento obrero, lo cual se fue materializando en el trabajo de la I, II y
III internacional de los trabajadores.
41
Ver: ―Plan de la Patria‖. Programa del gobierno bolivariano 2013-2019. Testamento político del comandante Hugo
Chávez. Tabloide.
42
Ídem. Objetivo 2.3.1.4
43
Ver: Chávez Frías, Hugo: ―Presidente Chávez define el socialismo del siglo XXI‖ en www.
Aporrea.org/ideología/a17224.html, 2005.
44
Nicolás Maduro. ―Intervención en cadena nacional de televisión para la juramentación de su nuevo gabinete, 22 de
abril de 2013‖.
45
Ver: Ángel C. Colmenares. ―El socialismo como tema y Karl Korsch‖. http: //www.soberanía.org, 16/02/07; Carlos
Lanz. ―El consejo de fábrica y la construcción del socialismo‖. http//www. puebloalzao. net/_aporrea/fórum/. Consultado
el 25/12/09.

32
La creación de la asociación internacional de los trabajadores (AIT), conocida como
primera internacional ocurrió el 28 de septiembre de 1864 en Londres, a través del
trabajo en dicha organización lograron Marx y Engels depurar el movimiento obrero de
los elementos oportunistas y reformistas tales como el laseallanismo, el blanquismo, el
proudhonismo y finalmente el enemigo más temible el anarquismo de Bakunin, que
negaba la necesidad del partido proletario aún en las condiciones de esa época de
desarrollo incipiente del proletariado. La I internacional contribuyó a la preparación de
los obreros para crear sus propios partidos políticos nacionales, criterio que fue
aprobado en el Congreso de La Haya en 187246. Esto se fue logrando en los años
posteriores a la Comuna de París (1871), evento que ofreció grandes enseñanzas al
movimiento obrero internacional y afianzó las ideas marxistas en muchos países, pero
no desaparecieron las otras tendencias izquierdistas dentro del movimiento obrero, ya
que el mismo crecía vertiginosamente debido al desarrollo pacífico del capitalismo en
esa etapa. Por ejemplo, solo en Europa Occidental entre los años 80 y 90 del siglo 19
se pasó de 20 millones de obreros a 40 millones47, incorporándose con fuerza a esta
clase mujeres y niños, que no poseían formación política, de tal formas ideas
anarquista y anarco sindicalistas hacían presa del movimiento obrero.

La II Internacional socialista fundada en 1889 centró su lucha contra las tendencias


que desde dentro del movimiento obrero que desmontaban la organización política
adecuada para la lucha, así se enfrentaron las posturas reformistas de Eduard
Bernstein, el parlamentarismo de Emilio Vandervelde y de nuevo las posturas
anarquistas. En el Congreso de Londres (1896) los anarquistas son expulsados de la II
Internacional48. Hasta 1900 se denota ascenso en la organización política de tendencia
socialista en los países europeos y otras regiones del mundo, pero la nueva coyuntura
política a la que lleva la aparición de la fase imperialista del desarrollo capitalista, hace
que aparezcan nuevamente visiones irreconciliables dentro de la II internacional,
específicamente respecto al papel del movimiento obrero y su partido frente a la
guerra imperialista. Los enfrentamientos Lenin vs. Kaustky; Lenin vs. Martov, Lenin vs.
Trotsky en el seno de la internacional; del partido socialdemócrata ruso; y del partido
bolchevique ruso respectivamente son una muestra elocuente de la situación, que hizo
crisis cuando ante el fenómeno de la Guerra imperialista muchos líderes obreros
adoptaron posiciones nacionalistas.

46
Viatkin, A. Op.Cit. Tomo I, Pág. 87.
47
Ídem, pág. 135.
48
Ídem, pág. 157.

33
La necesidad de una organización internacional obrera llevó a la creación por iniciativa
de Lenin de la III internacional (Comunista) en 1919, en el seno de la misma se
desarrolló un importante debate sobre el partido proletario, que nos ocupa hoy por las
razones expuestas al inicio de este texto.

Hay que destacar que la preservación de la organización política del proletariado


siempre fue un principio de los comunistas consecuentes, así ocurrió en Segunda
Internacional, basta con recordar cuánto tiempo pasaron Rosa Luxemburgo, Karl
Liebknecht y los espartaquistas antes de tomar la decisión de romper con el viejo
Partido, ya fuera con la socialdemocracia alemana, ya con los Independientes. El
objetivo de su lucha era derribar la dirección oportunista, ganándose a la mayoría del
Partido en el mejor de los casos o, si las cosas iban mal, es decir si ya no existían
esperanzas de enderezar las cosas, salirse de la organización llevando consigo al
máximo de elementos sanos. Lucharon mientras estimaron que existía en el Partido
una chispa de vida proletaria que les permitiera convencer a los mejores elementos.

Este principio siempre ha sido el de los marxistas, el único utilizado en cualquier época
por los revolucionarios. Y la experiencia histórica nos muestra cómo lucharon las
«izquierdas», en la mayoría de los casos, hasta tal extremo que fue el viejo Partido el
que las excluyó y no ellas las que rompieron. Por ejemplo, Trotski dedicó más de seis
años de su vida a luchar en el seno del Partido bolchevique antes de ser excluido.

El combate de las «izquierdas» de la Tercera internacional (IC) es particularmente


elocuente por haber sido librado en el peor período que haya conocido el movimiento
obrero, la profunda y terrible contrarrevolución que empezó en los años 20. Y sin
embargo, es en esa situación de contrarrevolución, de retroceso dramático del
movimiento obrero, en la que los militantes de la «izquierda» de la IC van a librar un
combate memorable.

La crisis del movimiento comunista no sale claramente a la luz más que en 1923. Unos
hechos lo verifican: tras el tercer Congreso de la IC, en el que aparece claramente el
peso creciente del oportunismo, la represión en Rusia cae sobre Kronstadt y las
huelgas se desarrollan en Petrogrado y en Moscú y, paralelamente, aparece la
Oposición obrera en el Partido comunista ruso (PCUS).

Trotski expresa el sentimiento general al afirmar cuando afirma que la causa


fundamental de la crisis de la Revolución de Octubre está en el retraso de la
revolución mundial. Efectivamente, ese retraso lastra el movimiento obrero en su
conjunto. Hay que añadir, que este también está desorientado por las medidas de

34
capitalismo de Estado tomadas en Rusia con la NEP. Los últimos fracasos sufridos por
el proletariado en Alemania no hacen sino retrasar la esperanza de una extensión de
la revolución en Europa.

La duda empieza a socavar a los revolucionarios, incluido Lenin 49 . En 1923, la


Revolución rusa está ahogada económicamente por el capitalismo que domina el
planeta. En ese aspecto, la situación de la URSS es catastrófica y el problema que se
plantea en las instancias dirigentes es este: ¿debe ser mantenida la NEP íntegramente
o ha de ser corregida con una ayuda a la industria?; ¿Hay espacio para la
participación democrática de las masas en la conducción de los procesos de la nueva
sociedad?, precisamente alrededor del papel de las masas, los obreros y el partido en
la construcción del socialismo se estableció la gran polémica entre el comunismo
consejista y el leninismo.

El comunismo consejista, consejismo o comunismo de consejos es una corriente


proletaria-revolucionaria surgida en el ámbito de la izquierda comunista germano-
holandesa de los años 1920-1930. Su punto de diferenciación y ruptura con la
socialdemocracia y el leninismo está en la crítica de los modelos tradicionales de
partidos y políticas comunistas. La formulación temprana de la teoría comunista-
consejista aparecida en el transcurso de la revolución alemana fue llevada a cabo por
Anton Pannekoek y Otto Rühle, pero entre otros enfrentaron al leninismo Karl Korsch y
Gorter. Un teórico posterior no menos importante fue Paul Mattick, también
perteneciente a la izquierda germano -holandesa.

Sería imposible en una breve presentación como esta exponer toda la dinámica de las
discusiones y los enfrentamientos ocurridos entre este grupo y las posiciones
leninistas acerca de las fuerzas directrices para la construcción socialista, lo cual es
bastante complejo porque la confrontación no fue solo contra Lenin, sino que se
extendió al período después de la Segunda Guerra Mundial, y ya ni los argumentos ni
los interlocutores eran los mismos. De lo que se trata es de retomar el método
marxista para el análisis de la sociedad aplicarlo a dicha discusión y su extensión en la
actual coyuntura.

Entre los aportes más significativos de la teoría marxista para el pensamiento social y
político contemporáneo está su concepción de análisis de la totalidad en

49
En 1923 escribe su última obra ―Más vale poco y bueno‖, en donde habla esperanzado del advenimiento de la
revolución en Europa occidental como habían pronosticado Marx y Engels y esboza una explicación nueva sobre el
eslabón más débil de la cadena imperialista. Ver: Lenin V.I. Obras escogidas en tres tomos, Editorial Progreso, Tomo 3,
pp. 805-807.

35
contraposición a los análisis fragmentarios y coyunturales de la misma 50, propios del
pensamiento fragmentario burgués decimonónico, que conduce a la cada vez mayor
fragmentación de las ciencias sociales inhabilitándolas para hacer análisis más
aportativos sobre la realidad 51 . En tal sentido, las posturas tanto de la Izquierda
germano – holandesa, como las de Lenin sobre la participación de la clase obrera en
alianza con otras clases o no en la construcción del socialismo, partían de posiciones
específicas y coyunturales, obviando el carácter universal del proletariado como clase
en su esencialidad, esencialidad que desarrollan Marx y Engels desde el Manifiesto
Comunista, no porque obviaran la existencia de otras clases y contradicciones de
clase, sino porque la esencia proletaria, la misma que aún caracteriza a ese
―pobretariado‖ latinoamericano del que habla Frei Beto es la que articula la lucha del
mismo contra el capital.

La simplificación de los análisis sociales también se pone de manifiesto cuando la


tendencia izquierdista se aferra a una fórmula como los ―consejos de fábrica‖ y critica
lo que denomina ―dictadura del partido‖ y Lenin, al parecer obligado por las
circunstancias, se desentiende de la democracia en la relación entre la clase obrera y
el campesinado, pero critica la posición de la izquierda germano – holandesa en
relación con su línea de partido y la exacerbación de consejismo. De nuevo las
posturas se establecen a partir de coyunturas políticas y el debate se centra en las
particularidades y diferencias y no en la esencia.

A partir de estos breves pasajes sacados de la rica historia del movimiento comunista
internacional y situados en las actuales circunstancias en donde de cierta manera se
retoma esta vieja polémica nos parece necesario hacer algunas acotaciones.

Es imperativo para los revolucionarios que pretenden aportar al proceso de


construcción del socialismo, sean políticos o académicos, estudiar a cabalidad las
viejas polémicas sobre la construcción de socialismo, que llevaron a la incomunicación
y desunión entre numerosas organizaciones revolucionarias que tenían como meta la
construcción del socialismo y se alejaron cada vez más de esa meta, al aislarse en sus
posturas políticas. Esto debe hacerse utilizando el método marxista de análisis de la
realidad como una totalidad concreta recuperando la complejidad e historicidad de los
análisis sociales, de lo contrario la propia crítica que le podemos hacer a las teorías

50
Ver: Marx, Karl. ―Del epílogo a la segunda edición de El Capital‖ en: Introducción general a la crítica de la economía
política/1857 y otros escritos sobre problemas metodológicos (Córdoba: Pasado y Presente), 1974.
51
Ver: Wallerstein, Immanuel. Open the Social Sciences. Report of the Gulbenkian Commission on the Restructuring of
the Social Sciences (California: Stanford University), 1996.

36
burguesas del fin de la historia, podemos endilgarlas a las teorías revolucionarias que
aseguran el advenimiento del comunismo como una necesidad inexorable.

El socialismo o el socialismo del siglo XXI, como ahora se prefiere decir, hay que
construirlo, y aunque existe amplitud de teoría revolucionaria sobre él mismo, no se
puede hacer una interpretación dogmática de la misma, hay que ser creativos y estar
abiertos al diálogo, pero sobre todo saber interpretar las condiciones históricas en que
vivimos, que son totalmente diferentes a las de la época de la gloriosa Revolución de
Octubre o de la no menos gloriosa Revolución Cubana.

No se puede hoy iniciar la construcción del socialismo en condiciones de aislamiento,


por lo que se impone elaborar una estrategia y una táctica de alianzas internacionales,
y no se puede pensar que es posible derrotar militarmente a un régimen político
capitalista, dado el nivel de sofisticación de la fuerzas armadas de los diferentes
estados, por lo que se impone elaborar una estrategia y una táctica de alianzas
nacionales.

Desde posiciones sectarias no se puede construir el socialismo, sin la participación


protagónica del pueblo tampoco, es necesario revisar constantemente los errores del
pasado, estudiar y prepararse teóricamente para el debate entre revolucionarios y con
opositores. La construcción del socialismo como decía el Che es en primer lugar una
cuestión de conciencia, pero esa conciencia hay que formarla con argumentos y con
hechos, tiene que realizarse al unísono una teoría coherente acerca de la realidad
social y una práctica exitosa de la construcción cotidiana del socialismo.

Bibliografía.

Colmenares, Ángel, C. ―El socialismo como tema y Karl Korsch‖. Http:


//www.soberanía.org, 16/02/07.

Chávez Frías, Hugo: ―Presidente Chávez define el socialismo del siglo XXI‖ en www.
Aporrea.org/ideología/a17224.html, 2005.

Lanz, Carlos: ―El consejo de fábrica y la construcción del socialismo‖. Http://www.


puebloalzao. net/_aporrea/fórum/. Consultado el 25/12/09.

Lenin V.I. ―Más vale poco y bueno‖.Obras escogidas en tres tomos, Editorial Progreso,
Tomo 3, pp. 805-807.

37
Maduro, Nicolás. ―Intervención en cadena nacional de televisión para la juramentación
de su nuevo gabinete, 22 de abril de 2013‖.

Marx, Karl. ―Del epílogo a la segunda edición de El Capital‖ en: Introducción general a
la crítica de la economía política/1857 y otros escritos sobre problemas metodológicos
(Córdoba: Pasado y Presente), 1974.

―Plan de la Patria‖. Programa del gobierno bolivariano 2013-2019. Testamento político


del comandante Hugo Chávez. Tabloide.

Viatkin, A. Movimiento obrero comunista y de liberación nacional. Editorial Pueblo y


Educación, La Habana, 1985, en 2 tomos.

Wallerstein, Immanuel. Open the Social Sciences. Report of the Gulbenkian


Commission on the Restructuring of the Social Sciences (California: Stanford
University), 1996

38
Análisis de los movimientos sociales femeninos en América Latina desde sus
acciones colectivas

MSc. Daily Cordero Morales52.

La sistematización, tratamiento y demostración de la participación de las mujeres, en


los procesos revolucionarios y de transformación en América Latina es realmente difícil.
Esto se debe fundamentalmente a la poca atención que ha recibido la participación de
la mujer, situación que se intensifica cuando se trata del escenario político.

Hace más de 300 años comienzan a aparecer en América Latina movimientos


femeninos, los cuales se imbricaban en diferentes acciones colectivas que se
desarrollan en la región. Estos movimientos se destacan por su carácter de diversidad
y heterogeneidad. En Latinoamérica a diferencia de los países desarrollados, no se
confunden los movimientos feministas y movimientos de mujeres53. Los primeros se
centran en demandas de género, lo cual se traduce en igualdad social, económica y
política con respecto a los hombres, la autonomía tanto económica como sexual, y se
caracterizan por el rescate de la subjetividad y las experiencias individuales,
organizándose mayoritariamente en pequeños grupos. Los segundos incluyen
acciones colectivas donde hay un predominio de mujeres, aunque no se hayan
movilizado alrededor de demandas e identidades de género, sin una distinción especial
en su forma de organización y acción, por lo que pueden no diferenciarse
marcadamente de otros movimientos sociales.

Según Teresita de Barbieri y Orlandina de Oliveira 54 se pueden plantear dos grandes


grupos en cuanto a la presencia femenina en América Latina, el primero 55 recoge las
acciones colectivas en torno a diferentes identidades y demandas y el segundo 56 ,
incluye la participación de la mujer en organizaciones de carácter político. Siguiendo
esta propuesta, las acciones colectivas también pueden diferenciarse y concentrarse
en tres tipos57: 1. Movimientos que se articulan en torno a la búsqueda de identidades:

52
Magíster en pensamiento integracionista latinoamericano. Doctoranda en Filosofía política por la Universidad Central
de Las Villas.
53
Barbieri, Teresita; Oliveira, Orlandina. Nuevos sujetos sociales: la presencia política de las mujeres en América
Latina. Revista Nueva Antropología, Vol. VIII, No. 30, 1986. (Consultado el 21/4/09) Disponible en:
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/nuant/cont/30/cnt/cnt2.pdf.
54
Ídem.
55
Por lo general conceptualizados como movimientos sociales.
56
Vistas como formas de incorporación de la problemática de las mujeres en el ámbito organizacional.
57
Los tres tipos de acciones colectivas, aun cuando surjan de la sociedad civil tratan de incidir de manera diferente en
la sociedad política, aunque en ninguno de los casos se busca alcanzar el poder. En cuanto a los dos últimos grupos,
hay que analizar cómo se reflejan las limitaciones que sufren las mujeres en la sociedad, dándose un proceso de

39
de género (movimientos feministas), de género y etnia (con mujeres negras e
indígenas); de género y edad (bandas juveniles y mujeres de tercera edad). 2.
Movimientos en torno a demandas para mantener y mejorar las condiciones materiales
de existencia de sectores específicos en diferentes ámbitos: el laboral (sindicatos,
cooperativas y experiencias de autogestión); y en el consumo colectivo (movimientos
urbano – populares, movimientos de amas de casas). 3. Movimientos en torno a la
defensa de la vida y de los derechos humanos: comités de madres y de desaparecidos,
familias y movimientos de refugiadas.

Para explicar la incidencia de estos movimientos dentro de la sociedad hay que partir
precisamente de las acciones colectivas. Dentro de los Movimientos constituidos en
torno a identidades, se tienen los de género, los cuales están formados según autores
como: Paul Singer; Virginia Vargas o Claudia Von Werlhog 58, etc., por sectores medios
con estudios universitarios. Sus integrantes se vinculan con la producción de
conocimientos que permiten criticar las verdades y saberes, que alrededor de las
mujeres se habían construido desde el sector tradicional y oficial. Por lo que estuvieron
guiadas a investigar acerca de su trabajo y de su vida. Desde este movimiento, no se
logra una apertura capaz de poner al descubierto los reclamos de las mujeres, pero sí
se crea un espacio social y político nuevo, que cambia significativamente los
contenidos y formas de enfrentamiento59.

La diversidad que caracteriza la región latinoamericana, promueve las articulaciones


de demandas que combinan etnia y género. Estas se centran en el reconocimiento de
sus derechos en cuanto a la raza, el respeto a su cuerpo, el abuso sexual, etc. Los
nuevos movimientos protagonizados por bandas juveniles de mujeres, se desarrollan
fundamentalmente en zonas fronterizas. Estas se reúnen para reafirmar su identidad,
enfrentar las agresiones sexuales y el robo constante por parte de los varones. Los
patrones de mayor reconocimiento dentro de estos grupos, no coinciden generalmente
con los estereotipos construidos acerca de la feminidad. Se incluye además dentro de

reconocimiento que lleva a una posición más radical por parte de estas, convirtiéndolas en un sujeto activo, que
participa y se reconoce para sí.
58
Singer, Paul. O Femenino o feminismo. 1983. Editorial Vozes Ltda, en coedición con CEBRAP, Sao Pablo. Vargas,
Virginia. Montevideo feminista en el Perú: balance y perspectivas, 1984. Ponencia presentada al seminario de
investigación feminista: balance y perspectives de la década de la mujer en América Latina, GRECMU, Montevideo,
Uruguay. Von Werlhog, Claudia. Unidas como una banda de águilas furiosas. Luchas femeninas y machismo en
América. 1982. En León, Magdalena. Compiladora. III Sociedad, subordinación y feminismo. Debate sobre la mujer en
América Latina y el Caribe, discusión acerca de la Unidad de producción – reproducción. ACEP, Bogotá.
59
Ver: Barbieri, Teresita. Movimientos feministas. Coordinación de Humanidades, UNAM. 1986.

40
estos movimientos, a mujeres de la tercera edad, las cuales conforman espacios de
reflexión y organización en varios países latinoamericanos60.

Siguiendo las distinciones propuestas, dentro de los Movimientos articulados en torno


a demandas de sectores sociales específicos, se tienen los del ámbito laboral. En este
caso, hay que analizar no solo las posibilidades reales de inclusión, sino las
condiciones subjetivas que son generadas por la población masculina que comparte el
sector laboral, la cual en la mayoría de los casos menosprecia la participación de la
mujer. Paralelo a esta situación de marginación y exclusión laboral, se da un proceso
de jerarquización natural por parte de la mujer, el cual se inclina de forma directa hacia
las tareas familiares y del hogar61. Esta realidad, solo se revierte en los espacios o
momentos de huelgas, movilizaciones y conflictos, donde la presencia de las féminas
se hace imprescindible, llegándose a incluir a las esposas de una forma activa 62 y
manteniéndose a posteriori el carácter sexista como respuesta de la comunidad de
mujeres.

Es válido señalar, que ―las experiencias de autorganización también implican presencia


en lo político‖63, pues a pesar de que los objetivos no se dirijan directamente a cambios
de esta naturaleza, sus demandas de reconocimiento y participación, devienen
acciones que políticamente requieren atención y respuesta por parte de los gobiernos.
Es por eso que los barrios de las ciudades latinoamericanas, se han convertido en
importantes espacios de movilización y participación femenina, constituyendo un
ámbito de consumo colectivo, donde se recrea una situación de carencia material que
pasa por factores como la presencia de migrantes, la no tenencia de la tierra donde se
vive, entre otros elementos. Estos y otros aspectos, son demandados por las mujeres
directamente al Estado, a los dueños, o a los que lucran con el uso de estos espacios64.

Asimismo el espacio de consumo individual, se vuelve trinchera de resistencia al poder


represivo que desarrolla el Estado, el cual por medio de la policía, busca controlar y
mantener la vigilancia sobre los sectores que pueden desatar protestas masivas65. En
este sentido se ha escrito acerca de la alta participación de las mujeres, sobre todo
60
Ver: Barbieri, Teresita; Oliveira, Orlandina. Nuevos sujetos sociales: la presencia política de las mujeres en América
Latina. Revista Nueva Antropología, Vol. VIII, No. 30, 1986. (Consultado el 16/4/09). Disponible en:
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/nuant/cont/30/cnt/cnt2.pdf
61
Ver: Barbieri, Teresita, Oliveira, Orlandina. Nuevos sujetos sociales: la presencia política de las mujeres en América
Latina. Revista Nueva Antropología, Vol. VIII, No. 30, 1986. (Consultado el 16/4/09). Disponible en:
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/nuant/cont/30/cnt/cnt2.pdf
62
Ídem.
63
Ver: Barbieri, Teresita; Oliveira, Orlandina. Nuevos sujetos sociales: la presencia política de las mujeres en América
Latina. Revista Nueva Antropología, Vol. VIII, No. 30, 1986. (Consultado el 16/4/09). Disponible en:
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/nuant/cont/30/cnt/cnt2.pdf
64
Ídem.
65
Ver: Díaz, Lucila; Massolo, Alejandra. La participación de las mujeres en los movimientos sociales urbanos en la
ciudad de México: un proyecto de investigación. En Naciones Unidas, La mujer en el sector popular. América Latina y
el Caribe, Santiago de Chile. 1984.

41
amas de casa en los movimientos urbano-populares, abogando fundamentalmente por
la vivienda, por resolver los problemas cotidianos y domésticos: de alimentación, aseo,
traslado y abastecimiento, la exposición a la violencia masculina civil y policial a que se
ven sometidas ellas y otras mujeres, por la carencia de infraestructura urbana, de
transporte y seguridad66.

Referente a las movilizaciones en defensa de la vida y los derechos humanos, se tiene


que la represión ejercida por el estado mediante la policía y la fuerza armada, ha dado
lugar a disímiles formas de organización y participación de las mujeres desde este
escenario67.

Son mundialmente conocidos los comités de madres y familiares de presos políticos y


desaparecidos en diferentes países de América Latina. Ellas son las principales
portadoras a la opinión pública internacional, del significado y los alcances de las
políticas de desaparición de personas, puestas en práctica por gobiernos militares y
civiles de la región. Estas mujeres han sido las primeras en reivindicar la vigencia de
los derechos humanos, como forma básica de la convivencia social y se han
constituido en actoras, a partir de hacer público el dolor, ante la incertidumbre por la
vida y el trato dado a los hijos, nietos, hermanos, novios, esposos o amantes 68.

De una forma u otra las preocupaciones, demandas y acciones de los movimientos de


mujeres, han tenido recepción en diferentes partidos y organizaciones políticas. Sobre
todo los partidos liberales y de izquierda han propuesto candidatas feministas en
elecciones nacionales, estatales y municipales, con plataformas y programas de
contenido feminista: reformas de leyes y reglamentos discriminatorios, despenalización
del aborto, creación de organismos de coordinación de servicios para mujeres,
medidas de lucha contra distintas formas de violencia hacia las mujeres, etc. 69.

A pesar de los avances logrados en este sentido, no es posible desconocer que los
partidos de derecha también se interesan por la población femenina. Propician
diferentes formas y niveles de participación de contingentes importantes de mujeres
como preservadoras del orden, las reglas y las tradiciones 70 , imagen que ha sido
construida en las sociedades latinoamericanas. En algunos países, los intentos por
despenalizar el aborto y las políticas de control natal se han visto frustrados por la
66
Ver: Barbieri, Teresita y Oliveira, Orlandina. Nuevos sujetos sociales: la presencia política de las mujeres en América
Latina. Revista Nueva Antropología, Vol. VIII, No. 30, 1986. (Consultado el 16/4/09). Disponible en:
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/nuant/cont/30/cnt/cnt2.pdf
67
Ídem.
68
Freijoo, M del Carmen; Gogna, Mónica. Las mujeres en la transición a la democracia. En Jelin, E. Compiladora. Los
nuevos movimientos sociales. Centro editor de América Latina, S, A. 1985.
69
Ver: Mulherio, 11. Publicación feminista, año III, núm. 11, enero – febrero. 1983. Y FEM, La mujer y los partidos
políticos. Publicación feminista, Vol IV, núm. 19, Nueva Cultura Feminista, A, C., México. 1981.
70
Ídem.

42
fuerza ejercida desde estos partidos y las organizaciones de la sociedad civil que giran
en torno a los sectores conservadores.

Han existido otras formas de participación política en América Latina, más


directamente relacionadas con el poder militar y la lucha armada. En estos casos la
información recopilada es escasa, debido a que muchas mujeres encontraron su
muerte en el proceso o padecieron períodos de encarcelamiento, tortura y mutilación 71.
No obstante, las organizaciones guerrilleras son otro escenario donde la mujer también
ha tenido participación72. Las féminas que forman parte de estas organizaciones, se
integran en una lógica de guerra y deben construir su cotidianidad en el férreo marco
de autoridad, característico de cualquier estructura militar. Esta lógica lleva a minimizar
las diferencias de género y a negar las especificidades de las mujeres, quienes, para
lograr la eficacia de las organizaciones, deben asumir como propios los valores y
comportamientos masculinos. Así, muchas guerrilleras han llegado a comandar
escuadras, batallones y columnas73.

Al trascender los momentos de lucha, la acogida de estas mujeres en la comunidad de


origen o destino no es favorable. La mayoría suelen ser menospreciadas y valoradas
negativamente, orientados por los estereotipos característicos del género femenino,
como categoría socialmente construida. ―Múltiples problemas enfrentan las heroicas
guerrilleras una vez vueltas a las normalidades de la paz, tanto en el cotidiano
doméstico como en la vida pública‖74.

Hasta aquí se ha sistematizado la organización de los movimientos sociales femeninos


en la América Latina, así como su participación en función de las acciones colectivas
de base y el escenario de incidencia, a partir de sus demandas y consecuencias. Con
un objetivo didáctico se ha hecho una diferenciación entre sociedad política y sociedad
civil, no obstante se considera asumiendo la posición marxista 75 que no hay tal
dicotomía, la incidencia de los movimientos sociales de mujeres es simultánea en cada
una de las esferas de la sociedad. Sus interacciones se proyectan hacia demandas
transformadoras en su conjunto. Los cambios más que políticos o cívicos, van dirigidos
al sistema como tal, a la exclusión, marginación, explotación y discriminación a que se
enfrentan las mujeres en una sociedad patriarcal.

71
Ver: Araujo, Ana María. Des femmes des Tupamaras. Edition des Femmes, París 1981. Y Randall, Margaret.
Mujeres en Nicaragua. Siglo XXI. México. 1981.

73
Por ejemplo en Nicaragua, una mujer dirigió una de las columnas en que el Frente Sandinista de Liberación nacional
(FSLN) organizó la operación final de caída del dictador Somoza en 1979.
74
Maldonado, Ignacio. Terapias familiares y de pareja ¿Adaptación o cambio? Entrevista por Barbieri, Teresita. Fem.
Vol, VII, núm. 28, 1983. pp. 32-38.
75
Ver: Marx, Carlos. Carta a Pavel V. Annenkov, 28 de Diciembre de 1846. En: Marx, C. y Engels, F. Obras escogidas.
En tres tomos, Tomo I, Editorial Progreso, 1976, p. 532.

43
Bibliografía

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las mujeres en América Latina. Revista Nueva Antropología, Vol. VIII, No. 30, 1986.
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En Jelin, E. Compiladora. Los nuevos movimientos sociales. Centro editor de América
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Marx, Carlos. Carta a Pavel V. Annenkov, 28 de Diciembre de 1846. En: Marx, C. y
Engels, F. Obras escogidas. En tres tomos, Tomo I, Editorial Progreso, 1976, p. 532.

44
Paradigmas emancipatorios, movimientos sociales y sujeto revolucionario en el
escenario latinoamericano actual

Dr. C. Edgardo Romero Fernández.

Ms C. Lidia Cano Obregón76.

La noción de paradigma como modelo, meta o condición a lograr nos puede ayudar a
entender la aparición y desempeño de lo que llamamos hoy movimientos sociales y
de los llamados movimientos sociales anti-sistémicos, pues al surgimiento de los
77
mismos se puede aplicar la teoría de los condicionamientos sociales . Los
paradigmas emancipatorios se tornan fines para los conglomerados humanos, pero
esos fines aparecen condicionados por circunstancias históricas, que develan a través
de su estudio el porqué de determinados paradigmas.

El referente paradigmático del que partiremos es la modernidad. Ciertamente como


etapa que designa el desenvolvimiento de la humanidad, la época moderna ofrece
pocas dudas en cuanto a su ubicación, pero como paradigma de sociedad, de
desarrollo, la cuestión no es tan simple e implica tomar en cuenta al menos tres
dimensiones, (política, cultural y económica) para explicar su connotación, no solo
para la sociedad en general sino para la constitución de sujetos histórico-concretos en
cada época y escenario particular.

El escenario latinoamericano.

En Latinoamérica en particular hay una polémica explicita e implícita que aborda su


relación con la modernidad y la misma ha llevado a asumir determinadas posiciones
políticas, (ya no solo académicas), sobre el asunto, que aún gravitan sobre nosotros y
sobre los diferentes sujetos latinoamericanos que se proponen su emancipación. Esa
polémica claro está, no puede estar aislada de los enfoques teóricos euro-céntricos,
pues allí nació esta formulación de modernidad, por lo que torna necesario valorara
algunos supuestos de la teoría social nacida al calor de la modernidad.

Los pensadores clásicos modernos que dedicaron atención a ese asunto tendieron a
construir la imagen de un paso complejo, pero bastante lineal, de un tipo de sociedad
a otro. Para Saint-Simon, dicho proceso era la superación de la sociedad militar por la

76
Magíster en Pensamiento latinoamericano. Profesora de la Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Central
de las Villas.
77
Ver: Alonso, J; Romero, E. y Rivero, R. ―Proyecto sociopolítico cubano‖. en : Duharte, E. (Compilador) Teoría y
procesos políticos contemporáneos. Tomo II. Editorial Félix Varela, La Habana, 2006, pp. 281 – 300.

45
sociedad industrial; de acuerdo con Comte, se trataba de la evolución desde el estadio
religioso hasta el positivo; en Durkheim, ese proceso consistía en el reemplazo de la
solidaridad mecánica por la solidaridad orgánica; mientras que para Weber el pasaje
más relevante era el del triunfo de lo racional sobre lo religioso.

La teoría social clásica de la modernidad tendió a concebir a esta, de un modo


marcadamente teleológico que hacía de las sociedades occidentales —cabría precisar
más: las del Atlántico norte— el modelo por antonomasia de la modernidad. Una forma
específica de sociedad, definida por sus rasgos característicos —nacional, industrial y
de clases— se aceptó como la expresión más concreta de la modernidad y se impuso
como significado de esta categoría.

Funcionamiento del paradigma moderno.

El paradigma moderno concebido como sistema se basaba en un postulado ideológico


básico de origen económico: La preservación de la propiedad privada a toda costa,
aun sorteando los asuntos de la democracia y la legitimidad, para lo cual la obra de J.
Locke es fundamental y da cuerpo a la doctrina liberal burguesa en todo su esplendor,
pero la precisión de la dimensión económica de dicha doctrina y por tanto de la
modernidad burguesa proviene de Weber que la define como: maximización de la
ganancia o afán de lucro.

La dimensión política de la modernidad se puede explicar a través de la construcción


de un mecanismo de poder que construía al “otro” mediante una lógica binaria
que reprimía las diferencias. Aquí también Locke es un pensador fundamental, pues
su esquema argumental es tautológico, aunque es el que predomina hasta hoy en
defensa del Sistema - mundo capitalista. Para Locke tiene razón quien la tiene, según
él en una guerra es agresor quien está contra mí, por tanto tengo derecho de reprimirlo,
de colonizarlo, de esclavizarlo. El ―otro‖ es el indio americano, el negro africano, etc.,
el diferente, que necesito explotar para lograr la maximización de ganancias.

De lo anterior se desprende que la dimensión cultural no será el respeto a las


diferencias y la identidades de los pueblos sino al contrario su sometimiento a
patrones culturales WASM (White, Anglo-Saxon, Male) y entonces la educación, el
arte, la literatura, los medios de comunicación masiva estarán en función no solo de la
difusión cultural de este tipo de patrón, sino de la guerra al diferente y
paradójicamente de la producción de diferencias para poder proteger a la élite
de la sociedad.

Las contradicciones del paradigma moderno y América latina.

46
Retomando el asunto del paradigma moderno respecto a Latinoamérica, resulta
bastante claro que América Latina fue hija de la modernidad capitalista ( colonia por
más de 300 años); fue fuente de esa propia modernidad ( posibilitó la acumulación
capitalista europea y norteamericana) y continúa debatiéndose en esquemas de
civilización o progreso asociados a Europa y Norteamérica.

Las teorías del cambio social, (aquí vamos a obviar a las teorías de la estática, que
aparecen inspiradas en la obra de Montesquieu y posteriormente desarrolladas por
Comte) pueden dividirse en dos grandes grupos:

1. Aquellas en las que no importa el sentido del cambio, su fin a largo plazo.
(―El objetivo final no es nada, lo que importa es el movimiento‖, como plantea
Edward Bernstein) Lo cual es clásico en el reformismo en general.

2. Aquellas donde el objetivo final del cambio es la esencia de todo y hace


valedero cualquier esfuerzo. (La independencia nacional, o la justicia social.)
Lo cual es clásico en la visión revolucionaria de la transformación social.

La teoría acerca de la concepción materialista de la historia nos muestra cómo es


posible asociar los contextos histórico-concretos de los diversos grupos sociales con
su actividad política, por ello los enfoques sobre cambio y movilización social deben
ser muy cuidadosos a la hora de la generalización e interpretación de las
manifestaciones de los sujetos agrupados en partidos, movimientos u organizaciones
que pretenden algún tipo de movilización social.

Desde que Marx y Engels identificaron al proletariado como el sujeto fundamental del
cambio revolucionario en el siglo XIX, su teoría al respecto ha sido objeto de múltiples
ataques y críticas. Estos ataques siempre han intentado dejar de lado la cuestión de
las condiciones concretas para el análisis del proletariado en primer lugar y en
segundo lugar la cuestión de que esta elaboración teórica de Marx y Engels,
precisamente por provenir de condiciones concretas tiene un carácter operacional.

Ese mismo carácter concreto lo poseen los movimientos sociales, pues ellos son
producto de circunstancias históricas, objetivas que llevan a la aparición de
movimientos organizados desde la sociedad civil ante la no representatividad de los
mismos en el Estado. Estos movimientos pueden ser femeninos, estudiantiles,
ecologistas, indigenistas, pacifistas, etc., según la contradicción a que respondan, pero
ninguno por su naturaleza, responde por si solo a la contradicción Trabajo asalariado
vs. Maximización de la ganancia como lo hacía el movimiento proletario.

47
La situación descrita en el párrafo anterior trae directamente a colación el asunto de
―los nuevos movimientos sociales‖ y ―las nuevas izquierdas‖. De por sí, estos son
términos bastante ambiguos, y tienen carácter operacional, o sea deben ser definidos
según el asunto para que se los utiliza. El adjetivo nuevo es más peligroso aún, pues
acarrea consigo el peso del tiempo. Si tal como enuncian Wallerstein y sus seguidores
estos ―nuevos‖ movimientos provienen del Mayo francés, y aceptamos eso, no
quedará más remedio que aceptar que ante otro cambio de circunstancias aparecen
unos ―novísimos‖ movimientos y actores.

―Nueva izquierda‖ contra ―Vieja izquierda‖

Independientemente que los nuevos sujetos del Mayo francés, especialmente los
movimientos estudiantiles fueron cooptados por el sistema capitalista y su lógica
fragmentaria contribuyó más a criticar a los movimientos y partidos proletarios, (Vieja
Izquierda) que a logros particulares a tenor con sus objetivos, de hecho en 1980
comienza una contraofensiva académica y política contra la ―vieja izquierda‖.

La ofensiva académica.

En 1980 con pocos meses de diferencia se publican en Francia los libros de André
Gorz (Adiós al proletariado) y Alain Touraine (El post-socialismo). En ambos se
argumenta la pérdida de carácter revolucionario del proletariado, al menos asociado al
socialismo, pues en Polonia ―Solidarnost‖ se encargaba de dar un desmentido sobre la
imposibilidad de movilización de la clase obrera, aunque fuese en sentido contrario. El
guante académico será recogido por F. Fukuyama, Leo Strauss y Samuel Huntington
para diseñar ―el mejor de los mundos posibles‖ y los enemigos terroristas que acechan
al gran capital y explicarlo a través del ―choque de civilizaciones‖.

Estas teorías han mostrado su obsolescencia con creces. Las tesis ―del mejor de los
mundos posibles‖ y ―el choque de civilizaciones‖ no ha resistido el paso del tiempo,
han transcurrido 25 años de la aparición de las publicaciones que las difundían y la
desigualdad en la distribución de riqueza ha aumentado escandalosamente en el
mundo (los 85 más ricos del planeta poseen más dinero que los 3570 millones más
pobres78). En ese mejor mundo posible el 20 % de la población controla más del 70 %
de los ingresos mundiales, se estima que se necesitarían aproximadamente 800 años
para que los mil millones de personas más pobres del planeta alcanzaran el 10 % de
los ingresos mundiales. También es muy preocupante la prevalencia de niños y

78
Ver:―ElpaísEconomía‖,20deenero2015.Http://economia.elpais.com/economia/.../actualidad/1390168909_581864.html
.

48
jóvenes entre los quintiles pobres – un 50 % está por debajo de la línea de la pobreza,
ese mundo además tiene más de 800 millones de personas que padecen hambre
crónica y casi 3000 que no tienen acceso a algo tan elemental como el agua potable 79.

Reducir todo al choque de civilizaciones, (Occidente vs Oriente o Cristianismo vs.


Islamismo, etc.) es una impostura absoluta, para no mencionar la contradicción entre
poseedores y desposeídos, entre ricos y pobres. La cual se exacerba desde la
conquista y colonización de América como explica Todorov80, Cortés no quería solo
servir a Dios y al Rey, quería TODO. Una conquista nunca termina pues siempre hay
algo que conquistar, ello es retomado con fuerza en el Informe de Santa Fe IV cuando
enfatiza en que EUA necesita ―que los recursos naturales del
hemisferio estén disponibles para responder a nuestras prioridades nacionales.
Una «doctrina Monroe», si quieren‖81. O sea la guerra es por TODO y no porque sean
negros, o musulmanes, o exista o no democracia representativa al estilo yanqui, esos
son pretextos.

Entonces no se puede responder a planteamientos universales, con propuestas


particulares y localistas. Marx y Engels lo tenían claro, el comunismo no puede ser un
fenómeno local. Las propuestas académicas que solo ponderan los particularismos,
aún sin proponérselo son desmovilizadoras del espíritu revolucionario de los pueblos.

La ofensiva político-imperial.

1980 es también el año de la publicación en Estado Unidos del ―Documento de Santa


Fe‖. El primero de varios informes con recomendaciones de cómo actuar contra los
gobiernos y las fuerzas de izquierda en América Latina. No es casual que esto
aparezca en un escenario latinoamericano donde hay guerrillas (Viejas izquierdas) en
toda Centroamérica y gobiernos dictatoriales en gran parte del resto del continente que
tienen proscriptos a los partidos comunistas y socialistas (viejas izquierdas)

La reacción natural.

Ante estas ofensivas, la reacción de la sociedad civil es lógica, lo que Adam Smith y
Adam Ferguson llaman espontaneísmo asociativo, no va a ser otra cosa que el tercer
elemento de la situación revolucionaria del que habla Lenin, que toma forma y se
organiza cuando el Estado no cumple como representante oficial de ciertos grupos de

79
Ver: Ortíz, Isabel; Cummings, Mathew ―Desigualdad Global. La distribución de ingreso en 141 países‖. Documento de
trabajo de política económica y social. UNICEF, agosto de 2012.
80
Todorov, Tsvetan: La conquista de América: El problema del otro. Editorial Siglo XXI, España, 1987.
81
Lucier, James.SantaFeIV:LatinoaméricaHoy.En:http://allendevive.cl/phocadownload/4%20santafe.PDF

49
la sociedad civil, y esos grupos son los grupos marginados, que luchan objetivamente
por mejorar su condición social.

Desde los años 80 los ―nuevos‖ movimientos toman otra dimensión, pues se organizan
ante la ofensiva del gran capital, que no solo se monta en el carro del neoliberalismo
para lograr altos índices de ganancia, sino que hace de esto una doctrina que vende y
consigue que compren los gobiernos de casi todo el mundo, entre ellos los
latinoamericanos. El consenso de Washington es el logro principal de esta política.

Muchos autores latinoamericanos y foráneos cuando estudian este proceso y hablan


de alternativas a la globalización neoliberal plantean la contraposición local vs.
Universal, o local vs. Nacional y es cierto que en el plano local aparecen alternativas,
pero que nunca superarán lo local. Además lo local es lanzado al escenario político
desde abajo, y desde arriba y ese lanzamiento desde arriba se hace por el fracaso del
―Estado de Bienestar‖. Entonces el Estado neoliberal desregula, descentraliza, pero no
delega poder, sino que deja de responsabilizarse con las regiones y localidades,
marginándolas y de nuevo se repite el ciclo del capitalismo salvaje.

Los nuevos sujetos.

La caracterización de los nuevos sujetos es un tanto simplista y nada sustancial, pues


se quiere negar el necesario carácter de universalidad de la lucha y sin embargo se
teoriza y generaliza sobre ―los nuevos sujetos sociales‖ como lo hace Girardi 82:

1- Extrema diversidad.

2- Alto nivel de conciencia y movilización.

3- Tendencia a la constitución de redes de comunicación y solidaridad.

4- Búsqueda corresponsable de la teoría.

Como se puede apreciar, es apenas la descripción de un proceso desigual, diverso,


que además en muchos casos al renegar de la izquierda tradicional propicia que se
sea fácilmente cooptado por la derecha directamente, o neutralizado dejándolo ser, en
límites permisibles como se ha podido hacer con el movimiento zapatista, al cual se le
han aplicado tácticas de contrainsurgencia, de cooptación de militantes y población
indígena y aislamiento comunicacional, aprovechando su posición sectaria hacia otras
fuerzas de la izquierda mejicana.

82
Ver: Girardi, Giulio. ¿Otro mundo es posible? La Habana, Centro de investigación y desarrollo de la cultura cubana
―Juan Marinello‖, 2003. Pp. 78-80.

50
Las recomendaciones de Pablo González Casanova al respecto deben ser muy
tenidas en cuenta:

―Los movimientos alternativos, y antisistémicos, no pueden ignorar los


grandes cambios que han ocurrido en las categorías sociales del sistema
de acumulación y dominación capitalista, hoy hegemónico a nivel mundial.
Y si el reconocimiento de esos cambios se presta a formulaciones que dan
por muertas categorías anteriores como el imperialismo, el Estado-nación
o la lucha de clases, es completamente falso y más bien corresponde a
las ―operaciones encubiertas‖ de las ciencias sociales y al uso de
lenguajes ―políticamente correctos‖ de quienes dicen representar a una
―izquierda moderna‖, o antisistémica‖83.

El problema siguiendo la lógica de este planteamiento consiste en analizar y estudiar


los acomodos estructurales de las categorías de la acumulación y dominación, y como
se redefinen en la actualidad por los tanques pensantes del imperialismo versus lo que
sucede en la realidad.

González Casanova ilustra estos procesos del modo siguiente:

A las luchas de los ciudadanos contra el Estado tributario, o a la


necesidad de incluir las luchas de los trabajadores contra los sistemas de
explotación y dominación del capital, o las de los pueblos colonizados y
oprimidos que luchan por la independencia soberana del Estado-nación
frente al imperialismo y el colonialismo internacional, se añade la creciente
lucha de los pueblos que, dentro de un Estado-nación, se enfrentan a los
tres tipos de colonialismo, el internacional, el intranacional y el
transnacional.

La presencia del nuevo colonialismo internacional, interno y transnacional,


encontró una importante confirmación en el terreno militar desde que a la
guerra internacional se añadió la ―guerra interna‖ hasta convertirse en el
objetivo central teórico-práctico de las fuerzas político-militares
hegemónicas. La ―guerra interna‖ fue considerada desde los años sesenta
por los complejos militares-empresariales de las grandes potencias como
la forma principal de la guerra mundial. El cambio implicó una importante
innovación en las artes y las tecnociencias militares al articular los ejércitos

83
González Casanova, Pablo. En: Boron, Atilio; Amadeo, Javier; González, Sabrina (Compiladores) La teoría marxista
hoy. Problemas y perspectivas. CLACSO, Buenos Aires, 2006. Pág. 427.

51
de ocupación nacionales con los multinacionales y transnacionales. El
cambio se dio en las guerras abiertas y encubiertas, y en las fuerzas
convencionales y no convencionales, militares y paramilitares. En todos los
tipos de guerras y de guerreros, de soldados y de agentes, se articuló lo
nacional, lo internacional o multinacional, y lo transnacional. Los pueblos
oprimidos por un colonialismo descubrieron todos los colonialismos84.

Tomando en cuenta lo anteriormente expresado es absurdo pensar en un cambio de


sistema, obviando los escenarios concretos y diversos en los que domina y se
reproduce el sistema. En este sentido el sociólogo belga Françoise Houtart plantea:

La nueva clase (el proletariado, ERRF) se transformó en sujeto histórico


cuando se construyó en el seno mismo de las luchas, pasando del estatuto
de una clase en sí a una clase para sí. No era el único sujeto, pero sí el
sujeto histórico, es decir, el instrumento privilegiado de la lucha de
emancipación de la humanidad, en función del papel jugado por el
capitalismo. Este último no se situaba solamente en el plano de la
economía, sino que también orientaba la configuración del Estado-nación,
las conquistas coloniales, las guerras mundiales, sin hablar de su papel
como vehículo privilegiado de la modernidad. Evidentemente, la historia de
la clase obrera como sujeto histórico no fue lineal. Existió el paso de
movimiento a partido político y del plan nacional al plan internacional, pero
también se registraron éxitos y fracasos, victorias y recuperaciones85.

Y a continuación explica el sentido de las nuevas condiciones y los nuevos sujetos de


la siguiente manera:

El capitalismo realiza un nuevo salto. El sujeto social se amplifica. Las


nuevas tecnologías extienden la base material de su reproducción. La
informática y la comunicación, le dan una dimensión realmente global. El
capital necesita una acumulación acelerada para responder al tamaño de
las inversiones en tecnologías cada vez más sofisticadas, cubrir los gastos
de una concentración creciente y atender las exigencias del capital
financiero que después de la flotación del dólar en 1971 se transformó
masivamente en capital especulativo. La estrategia del Consenso de
Washington se tradujo en una doble ofensiva, contra el trabajo

84
González Casanova. Op. Cit. Pág. 427 -428.
85
Houtart, F. ―Los movimientos sociales y la construcción de un nuevo sujeto histórico‖. En: Boron, Atilio; Amadeo,
Javier; González, Sabrina (Compiladores) La teoría marxista hoy. Problemas y perspectivas. CLACSO, Buenos Aires,
2006. Pág. 436.

52
(disminución del salario real, desregulación, deslocalización) y contra el
Estado (privatizaciones). Asistimos también a una búsqueda de nuevas
fronteras de acumulación frente a las crisis tanto del capital productivo
como del capital financiero: la agricultura campesina que tiene que
convertirse en una agricultura productivista capitalista (absolutamente
controlada por trasnacionales como Monsanto), los servicios públicos que
deben pasar al sector privado, y la biodiversidad como base de nuevas
fuentes de energía y materia prima. El resultado es que ahora todos los
grupos humanos sin excepción están sometidos a la ley del valor, no
solamente la clase obrera asalariada (subsunción real), sino también los
pueblos autóctonos, las mujeres, los sectores informales, los pequeños
campesinos, bajo otros mecanismos financieros –precio de las materias
primas o de los productos agrícolas, servicio de la deuda externa, paraísos
fiscales, etc.– o jurídicos –las normas del Fondo Monetario Internacional
(FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio
(OMC)–, todo esto significando una subsunción formal86.

El capitalismo globalizado tiene sus instituciones: la OMC, el BM, el FMI, los bancos
regionales, y también sus aparatos ideológicos: los medios de comunicación social,
cada vez más concentrados en pocas manos. Finalmente, goza del poder de un
imperio, Estados Unidos. El dólar es la moneda internacional y Norteamérica detenta
el único derecho de veto en el BM y en el FMI, y un veto compartido en el Consejo de
Seguridad. Este país conserva, además, casi un monopolio en el campo militar, con su
primacía en el marco de la OTAN, y la capacidad de iniciar guerras preventivas.
Cuando se trata de intervenir militarmente Irak o Afganistán para controlar las fuentes
de energía, lo hace sin miramientos. Sus bases militares se multiplican y extienden en
el planeta, y su gobierno se atribuye la misión de reprimir las resistencias en el mundo
entero, sin dudar a la hora de utilizar la tortura y el terrorismo como mecanismos. Su
retórica política sigue siendo la del ―Destino manifiesto‖. Sin embargo, el imperio tiene
sus debilidades. La naturaleza se está tomando revancha y la oposición
antiimperialista es hoy mundial.

El nuevo sujeto histórico se extiende al conjunto de los grupos sociales sometidos,


tanto aquellos que forman parte de la sumisión real (representados por los llamados
―antiguos movimientos sociales‖) como los que integrarían el grupo de los subsumidos
formalmente (―nuevos movimientos sociales‖). El nuevo sujeto histórico en

86
Idem.

53
construcción será popular y plural, es decir, constituido por una multiplicidad de
actores y no por la ―multitud‖ de la cual hablan Michael Hardt y Antonio Negri 87 ,
concepto este tan vago como peligroso por sus consecuencias desmovilizadoras. La
clase obrera guardará un papel importante, pero compartido. Este sujeto será
democrático, no solamente por su meta, sino por el proceso mismo de su construcción.
Será también multipolar ya que se desarrollará en los diferentes continentes y en las
diversas regiones del mundo. Se tratará de un sujeto en el sentido pleno de la palabra,
incluyendo la subjetividad redescubierta, abarcando todos los seres humanos,
constituyendo la humanidad como aquel sujeto real que proclamara Franz
Hinkelammert en su libro El sujeto y la ley88.

Valoraciones finales.

Por lo visto contraponer una nueva izquierda a una vieja izquierda, aún sin pretensión
sectaria, solo conduce a la desunión del sujeto revolucionario en construcción. ¿A
quién beneficia ello?

El desmontaje del carácter revolucionario de la clase obrera, (proletariado en la


operacionalización marxista) es producto de la visión sectaria reformista y revisionista
dentro del marxismo; de la cooptación de elementos de sus filas por parte de la elite
burguesa del poder trasnacional y de la fabricación de ―teorías alternativas‖ por los
―tanques pensantes‖. Claro a esto habría que añadir en algunos casos la interpretación
errónea de la realidad o la vanidad intelectual, pero aun cuando esto sea posible,
siempre al elaborar teorías y afirmaciones hay que preguntarse ¿a quién benefician?,
el no hacerlo, el no darle importancia nos hace irresponsables políticamente.

Los movimientos sociales son objeto de estudio de múltiples disciplinas sociales, pero
aquí sí, siguiendo a Wallerstein valdría la pena repensar las ciencias sociales y hacer
el análisis de los movimientos sociales con una visión transdisciplinar, pues para poder
entender los movimientos, explicarlos y potenciarlos en la medida de lo aconsejable
hay que conocer y aplicar la filosofía, la historia, la sociología, la economía y por
supuesto la teoría política. Las visiones disciplinares solo proveen de una visión
fragmentada de la realidad.

87
Ver: Hardt, Michael; Negri, Antonio. Imperio. Buenos Aires, Paidós, 2002
88
Hinkelammert, Franz J. El sujeto y la ley. El retorno del sujeto reprimido. Fundación Editorial el perro y la rana,
Ministerio de Cultura de Venezuela, 2006.

54
Bibliografía.

Alonso, J; Romero, E. y Rivero, R. ―Proyecto sociopolítico cubano‖. En: Duharte, E.


(Compilador) Teoría y procesos políticos contemporáneos. Tomo II. Editorial Félix
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Girardi, Giulio. ¿Otro mundo es posible? La Habana, Centro de investigación y


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Amadeo, Javier; González, Sabrina (Compiladores) La teoría marxista hoy. Problemas
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Hardt, Michael; Negri, Antonio. Imperio. Buenos Aires, Paidós, 2002.

Hinkelammert, Franz J. El sujeto y la ley. El retorno del sujeto reprimido. Fundación


Editorial el perro y la rana, Ministerio de Cultura de Venezuela, 2006.

Houtart, F. ―Los movimientos sociales y la construcción de un nuevo sujeto histórico‖.


En: Boron, Atilio; Amadeo, Javier; González, Sabrina (Compiladores) La teoría
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141 países‖. Documento de trabajo de política económica y social. UNICEF, agosto de
2012.

55
Todorov, Tsvetan: La conquista de América: El problema del otro. Editorial Siglo XXI,
España, 1987.

Touraine, Alain. L´aprés-socialisme. Grasset, París, 1980.

56
La teoría de los movimientos anti sistémicos como caso particular y sus
implicaciones en las luchas revolucionarias en América latina

Dr. C. Edgardo Romero Fernández.

Lo anti-sistémico. Advertencia.

Esta adjetivación proviene de la teoría sobre el Sistema Mundo – Economía Mundo y


aunque habitualmente podría interpretarse como anti capitalismo, no está claro que
para sus creadores y cultores fundamentales signifique lo mismo, pues la eliminación
de este sistema – mundo no ofrece certeza de nada según sus propios teóricos:

―Estamos pasando por una transición en nuestro actual sistema mundial, la


economía mundo capitalista se está trasformando en otro sistema – o en otros
sistemas – mundiales. No sabemos si ese cambio será para peor o para mejor.
Y no lo sabremos hasta que lleguemos allá, proceso que puede demorar más
de 50 años del momento en que estamos. Pero sabemos, que el período de
transición será difícil para todos los que lo vivan‖89.

Entonces la preposición anti ¿Qué significa?, ¿No es lo contrario? ; ¿Lo opuesto?

¿Estos teóricos nos proponen una adjetivación a los movimientos ―sin saber‖, a donde
los conduce la postura ―anti‖ que asumen?

Esta es una gran dificultad para cualquier teoría y sobre todo para una teoría
revolucionaria.

En los marcos de la teoría Sistema- Mundo los movimientos anti sistémicos surgen del
agotamiento y la bifurcación de los objetivos de los movimientos sociales y los
movimientos nacionales lo cual ocurre en la llamada ―revolución del 68‖.

Según los autores de Antysistemic Movements (Arrighi, Hopkins y Wallerstein) los


movimientos antisistémicos se habían organizado en cinco aspectos hasta la década
de 196090:

1. La oposición a toda forma de opresión.

2. La lucha por el socialismo.

89
Wallerstein, Immanuel. Utopística ou as decisões históricas do século vinte e um. Petrópolis, Editora Vozes, 2003, p.
49.
90
Arrighi, Giovanni; Hopkins Terence; Wallerstein, Imnauel. Antisystemic movements. New York, Verso, 1997.

57
3. la lucha por el control del estado

4. La respuesta a la falta de políticas públicas en estados menos desarrollados.

5. Las políticas de inclusión social no garantizaban la vida digna de las


personas.

Los movimientos antisistémicos "clásicos", por así decirlo, serían reemplazados por
una nueva perspectiva a partir de 1968. Para Wallerstein, emergieron cuatro intentos
de movimientos antisistémicos. Ellos fueron: el "maoísmo", entre 1960 y 1970, los
"nuevos" movimientos sociales, las organizaciones de derechos humanos y, a finales
de 1990, los movimientos anti-globalización91.

Si bien es cierto, que en una secuencia histórica la aparición de los movimientos


puede ser descrita como lo hace Wallerstein, también lo es, que no se otorga peso a
los movimientos antibelicistas de los 60 y 70 y que luego apareció un factor unificador
en el decenio de los 90. El factor unificador a partir de las protestas de Seattle de
1999 en la reunión de la OMC fue la lucha contra el neoliberalismo, lo que condujo a la
aparición del Foro Social Mundial en 2001. Además han ido surgiendo nuevos
elementos unificadores que le dan sentido y coherencia no solo a los nuevos
movimientos que aparecen en la escena internacional, sino a todas las fuerzas
progresistas del planeta, pensemos por ejemplo en la actual lucha por la preservación
del medio ambiente y los derechos de la naturaleza que plantean soluciones
anticapitalistas para alcanzar sus objetivos programáticos.

Las actuales manifestaciones antisistémicas en la matriz de Wallerstein.

Según Wallerstein, estaríamos viviendo en un tiempo de manifestaciones


antisistémicas como resultado de la expansión de las contradicciones y tensiones del
capitalismo a escala mundial. Por lo tanto, estas manifestaciones serían los
movimientos de liberación nacional, las insurgencias proletarias, las resistencias y
desafíos de civilización, contraculturas.

En esto evidentemente se puede coincidir, al analizar los hechos de la realidad


latinoamericana, y sin volver a la discusión de sus posturas sobre la revolución social.
El problema está en que esta teoría de los movimientos antisistémicos ha generado
cultores extremistas, que convierten la teoría del Sistema-Mundo y particularmente la
de los movimientos antisistémicos en funcionales al sistema capitalista. A continuación
se verá quiénes y cómo lo hacen.

91
Wallerstein, Inmanuel. O declínio do poder Americano. Rio de Janeiro, Contraponto, 2004.

58
El más importante de dichos cultores es Carlos Antonio Aguirre Rojas. Es el discípulo
principal de Wallerstein en América Latina, su currículo es impresionante, es Máster en
Historia Económica, Doctor en Economía por la UNAM y Postdoctor en Historia en la
Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París, es director de la Revista
Contrahistorias, la otra mirada de Clío.

Sus influencias son el marxismo, al Escuela de los Anales y directamente la obra de


Wallerstein, ya que ha tenido varias estancias en el Centro Fernand Braudel, de la
Universidad Estatal de Nueva York, del cual es director su mentor.

Traducido a casi todos los idiomas modernos, visitante en varios países en el mundo y
particularmente en América latina, (Cuba entre ellos) Aguirre es particularmente
influyente en los movimientos sociales latinoamericanos y en la intelectualidad que
trabaja estas temáticas, su defensa del modelo zapatista, de la CONAIE (Ecuador), del
MST brasileño o del katarismo boliviano contrastan con sus acusaciones a la izquierda
mejicana, y los gobiernos progresistas de Correa, Lula – Dilma y Evo Morales.

Aguirre sostiene como tesis la muerte de la política moderna 92 y su abjuración como


forma de gestión de lo público, lo cual para de una planteamiento racional, pero que en
las actuales circunstancias de lucha de clases no puede llevarse al extremo.

Por otro lado, es importante hacer una valoración histórico - concreta de la propuesta
de Aguirre, pues varios intelectuales influyentes en las luchas políticas y sociales de
América Latina coinciden con él en importantes aspectos.

La postura coincidente con Aguirre Rojas de algunos intelectuales prestigiosos en


disímiles contextos, (Raúl Zibechi; Pablo Mamani Ramírez o el Sub Comandante
Marcos entre los más influyentes) trae un conjunto de consecuencias para la lucha
anti- sistémica en el Subcontinente latinoamericano:

1. La visión de que los movimientos sociales son poderes anti-estatales,


según Zibechi93.

Esto es una vuelta al planteo de la filosofía política liberal burguesa que


contraponía estado y sociedad civil, con todas las consecuencias negativas de

92
Ver: Aguirre Rojas, Carlos A. América Latina en la encrucijada: los movimientos sociales y la muerte de la política
moderna. Ediciones Contrahistorias, Ciudad de México, 2005, pp. 75 – 85.
93
Ver: Zibechi, Raúl. Dispersar el poder: Los movimientos como poderes antiestatales. Editorial La casa del mago,
Cuadernos de la resistencia, México, 2006.

59
esta contraposición para la elaboración de una estrategia de lucha coherente
que permita la emancipación de los oprimidos.

2. La visión de que el asociacionismo comunitario proveniente de las


comunidades campesinas es la verdadera opción democrática y no hay
opción para los poderes representativos del estado según Mamani
Ramírez94.

Esto implica ir al otro extremo, planteando que si la cultura occidental no


acepta la democracia comunal por consenso, los indígenas no tienen por qué
aceptar la democracia representativa, lo que conduce a la imposibilidad de
diálogo con los poderes establecidos.

3. La visión de que no hay que luchar por el poder del estado, para realizar
transformaciones sociales estructurales (Sub Comandante Marcos 95 o John
Holloway96).
La toma del poder según esta visión no implica la posibilidad de cambio, pero
es paradójico que si digo esto, controle (tome el poder) en una zona o región
según mis intereses.

Valoración general de estas posturas.

En términos generales estas posturas provienen de confusiones de diverso tipo:

1. En el orden epistemológico existen aquí confusiones acerca de la praxis y la


teoría sobre la política y la revolución social;

2. En el orden político práctico las confusiones provienen de la desesperación de


los explotados por buscar y plantear nuevas alternativas ante la explotación a
la que son sometidos, siendo posteriormente sublimadas dichas alternativas
tanto en el orden teórico como en el orden práctico.

Conformándose en ambos casos un discurso aparentemente revolucionario, pero


esencialmente desmovilizador.

94
Ver: Mamani Ramírez, Pablo. ―Territorio y estructuras de acción colectiva. Microgobiernos barriales‖. Ephemera,
Theory & politics in organization, Volume 6 (3), 2006, pp. 276 -286; Microgobiernos barriales. El Alto: Textos Rebeldes,
Bolivia. 2005.
95
EZLN, 1994, ―Declaración de la Selva Lacandona‖, en <http://www.ezln.org/documentos/1994/199312xx.es.htm>.
96
Ver: Holloway, John. Cambiar el mundo sin tomar el poder. Ediciones Bajo Tierra y el Instituto de ciencias sociales y
humanidades de la BUAP, México, 2010.

60
Sobre el asunto de la muerte de la política moderna.

El certificado de muerte de la política moderna no puede ser expedido, sin sustitución


de la forma universal de gestión de los asuntos públicos en las sociedades
clasistas (la política), que fue construido como un mecanismo de poder para
marginar y disciplinar a unos para favorecer a otros, a partir de la división social del
trabajo y por ende de la división de la sociedad en clases. Ciertamente hay una crisis
de ese mecanismo de poder, pero su simple negación, no posibilita el cambio hacia la
desenajenación de las relaciones sociales. La política es una actividad transfigurada
de las relaciones sociales en el marco de las sociedades clasistas, por lo mismo para
el marxismo es un medio y no un fin, pero un medio necesario para alcanzar el fin que
es eliminar las clases sociales, lo que equivaldría a eliminar la política como actividad
de gestión de los asuntos públicos, pues la gestión de los asuntos públicos sin
conflictos de clases hace innecesaria la política y su función en ese nuevo contexto,
será reabsorbida por lo social.

Sobre la híper-valoración de ciertos movimientos como anti-sistémicos.

La sobrevaloración de determinados movimientos solo conduce a la fragmentación del


necesario escenario de unidad frente al imperialismo y sus políticas hegemónicas y
neoliberales. Dicha sobrevaloración por parte de Aguirre Rojas es inconsecuente,
pues los dos elementos que plantea para explicar que América Latina es la vanguardia
de los movimientos anti sistémicos son:

1. La mayor desigualdad en la distribución de la renta per cápita en el mundo.

2. La injerencia directa del imperialismo norteamericano sobre la región 97.

Inconsecuencias de la valoración que hace Aguirre Rojas.

 La primera inconsecuencia es que, aunque crítico acérrimo de las izquierdas


tradicionales, Aguirre usa la noción de vanguardia para designar al
movimentismo latinoamericano.

 La segunda, que los elementos que esgrime para esto, han dado pie a través
de la historia latinoamericana a diversos y contradictorios procesos,
movimientos y corrientes políticas y no solamente a los 5 movimientos que

97
Ver: Aguirre, Carlos Antonio. ‖Planeta Tierra: Los movimientos antisistémicos hoy‖. En: Wallerstein, I. Historia y
dilemas de los movimientos antisistémicos. Ediciones Contrahistorias, Ciudad de México, 2008, pp. 5 -59.

61
señala como anti sistémicos en el prefacio del libro de Wallerstein ya
mencionado.

 La tercera, es que cualquier análisis objetivo del conjunto de movimientos que


señala, invita a no colocarlos juntos, pues entre ellos existen múltiples
diferencias en origen objetivos, táctica y estrategia política.

La CONAIE ecuatoriana por ejemplo, ha sido penetrada por la CIA a través de la


USAID y aunque profesa una ideología pachamamista representantes suyos como
Mario Conejo o Lourdes Tibán poseen cuentas en el exterior. Por otro lado ha estado
la CONAIE vinculada a maquinarias electorales para llegar al poder.

El MST de Brasil se fundamenta en la ideología marxista- leninista, con un fundamento


agrarista y aunque su meta es la Reforma Agraria y su líder João Pedro Stedile
plantea que no luchan por el poder, el MST es parte fundamental dela maquinaria
electoral del PT.

La gente de la comuna de la ciudad del ALTO en Bolivia, constituyen un movimiento


autogestionario campesino, que en cierta medida se ha estado vinculado a la
maquinaria electoral del MAS o al partido indigenista de Felipe Quispe que pretende
un reino Aymara.

Los Piqueteros argentinos se nutren de influencias trotskistas y anarquistas, son


autogestionarios y lograron organizar una protesta sólida en tiempo de crisis, pero hoy
no tienen programa político y se refugian en lo que pueden hacer en comunidades
aisladas. Un parte se sumó a la maquinaria electoral del Kirchnerismo.

Por último el zapatismo. El movimiento de resistencia que en un momento


determinado puso en crisis al estado policiaco mejicano, que movilizó a la sociedad
civil de ese país y se granjeo la simpatía y el apoyo de todos los revolucionarios del
continente y del mundo, por su audacia y creatividad se ha estado desinflando. Su
teoría del no poder no le ha conseguido más adeptos y no le permite alianzas, pues no
es maquinaria electoral de nadie, se auto marginó porque margina, al igual que Aguirre
Rojas, y no ofrece alternativas ni en el plano nacional.

Lo común que tengan estos movimientos, como el ser contestatarios de los poderes
fácticos marginadores; denunciadores de las políticas neoliberales; intolerantes ante la
injerencia imperialista en sus países y el mundo entero; etc. lo tienen otros muchos
movimientos y corrientes políticas, que no pueden ser acusados de no revolucionarios
62
simplemente, porque según unos autores no entren en el molde de lo anti sistémico o
porque negocien con quien no lo es, porque lo más revolucionario no es lo más radical,
sino lo más efectivo y lo más eficiente para el desarrollo pleno de la humanidad en su
conjunto. La dialéctica reforma – revolución tiene que ser entendida en toda su
magnitud y no en uno solo de sus extremos.

Lo sistémico anti-sistémico.

Cuando la colaboración en los marcos del sistema es por razones verdaderamente


nobles, justas y sobre todo para utilizar la política como medio para la desenajenación
humana, no se viola ningún principio revolucionario, así aunque hay ingobernabilidad
mundial y los anti- sistémicos son los que se dice que no colaboran con el Sistema
Mundo, pues lo ayudan a mantenerse, Cuba colabora con la OMS para luchar contra
el Ébola y salvar vidas humanas; Cristina Fernández apeló en las Cortes
Norteamericanas la sentencia del Juez vendido a los ―Fondos Buitres‖ y formó
conciencia política y económica en Argentina y el Mundo; Evo Morales re-gestionó los
recursos naturales del país y sacó a los bolivianos del atraso en que estaban; Rafael
Correa demostró en los tribunales internacionales el daño medioambiental de Chevron
y la ilegalidad de la deuda externa; Chávez renegoció con la OPEP las posiciones de
los países exportadores de petróleo y le dio una vida más digna a los venezolanos
defendiendo la soberanía nacional y Maduro emprende de nuevo ese mismo camino, y
pudiéramos poner muchos ejemplos más, pero basten estos para decir que las
afirmaciones rotundas y radicalistas de negar la lucha de muchos como anti capitalista
o anti sistémica, porque no cuadra a determinada teoría es tan dogmático como el
accionar de las viejas izquierdas stalinistas, que supuestamente estallaron en el 68.

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65
Inseguridad, poder y resistencia popular

(El caso de la policía comunitaria en el municipio de Tixtla, estado de Guerrero,


México).

Lic. Daniel Gatica Polco98.

―El problema fundamental de toda


revolución es el problema del poder del
Estado. Sin comprender claramente esto
no será posible intervenir conscientemente
en la revolución, ni mucho menos dirigirla.‖
Vladimir I. Lenin”99

La ciencia política y el estudio de la policía comunitaria.

Para analizar la experiencia organizativa de la policía comunitaria en el municipio de


Tixtla, Guerrero CRAC-PC (Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias -
Policía Comunitaria) haremos uso de las herramientas teórico/metodológicas de una
ciencia relativamente joven, nos referimos a la ciencia política 100 . Pero ¿Por qué
analizar a la policía comunitaria desde la mirada de la ciencia política?, ¿Es válido
recurrir a la ciencia política para hacer nuevos aportes al estudio de la policía
comunitaria en México? Estas preguntas no resultan fáciles de contestar, sobre todo,
si partimos del debate moderno que asume que en la ciencia política no hay
unanimidad de criterio en su objeto de estudio y método de estudio, y si a esto le
agregamos la importancia de entender los fenómenos sociales desde la ―teoría de la
101
complejidad‖ que Edgar Morín propone .

Teniendo en cuenta lo arriba expuesto, el presente trabajo intenta anclar la utilidad del
enfoque de la ciencia política revolucionaria, o sea vinculada a la teoría política

98
Licenciado en Historia de la Universidad Autónoma de Guerrero. Estudiante de la Maestría en Humanidades e
integrante de la ―Cátedra Internacional Carlos Marx‖ de la citada universidad, pasante de la Maestría en Ciencias
Políticas de la Universidad Central ―Marta Abreu‖ de las Villas, Santa Clara, Cuba. Correo electrónico
cuervopoe2@hotmail.com
99
Vladimir I. Lenin, La estrategia para la toma del poder‖, Ediciones Políticas, Ciencias Sociales, la Habana, 1976, p.
65.
100
La ciencia política fundada por Aristóteles, Jean Bodin, Maquiavelo y Montesquieu, lanza su primera obra
fundamental en la primera mitad del siglo XIX, con la aparición de La democracia en América de Alexis de Tocqueville.
Carlos Marx ejerció después una influencia decisiva en su desarrollo al igual que algunos de sus continuadores más
eminentes como Lenin, Gramsci o el Che Guevara. Sin embargo, hasta 1945 sólo en los Estados Unidos se
desenvuelve en el plano de las estructuras universitarias (…) Romero Fernández, Edgardo: Esbozo crítico e
introductorio sobre Maurice Duverger y la noción de ciencia política hoy, edit. Feijòo, Santa Clara, Cuba, 2003, p. 8.
101
Los estudios y análisis de las ciencias sociales y humanidades no deberían hacerse desde la parcelación exclusiva
de una sola ciencia, esto nos conduce a la simplificación de la complejidad de los objetos de estudio insertados en una
realidad que es múltiple y compleja a su vez.

66
marxista y leninista para el análisis concreto de la situación concreta como condición
obligatoria del enfoque dialéctico de los fenómenos de la realidad, y de esta manera
aproximarse de un mejor entendimiento de la lucha, resistencia y relación con el poder
que viene realizando la policía comunitaria en el municipio de Tixtla y en algunas de
sus comunidades desde el año 2012, ya que siguiendo a Lenin:

Los hombres han sido siempre en política víctimas necias del engaño de los
demás y del engaño propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a
discernir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales,
religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase. 102

Así, será clave en nuestro análisis establecer no sólo el porqué de la policía


comunitaria, sino a quien favorece la negación de la misma, el entorpecimiento de sus
funciones, es decir tanto el contenido de clase de sus gestores como el de sus
opositores y para eso hay que hacer ciencia política, porque:

Todos participamos en política, querámoslo o no, sepámoslo o no, pues hasta


los que quisieran no participar lo hacen con su negativa, pues no hacer nada
es favorecer que todo siga igual y eso es ya hacer una política: la que los
dominadores quisieran que todos hiciéramos: no hacer el menor esfuerzo para
cambiar la realidad. Que nada cambiara, que todo siguiera igual como hasta
ahora, que nada alterara en lo más mínimo la situación actual, ese es el sueño
de quienes se benefician con el estado de cosas.103

Así la política y el poder son dos dimensiones que atraviesan a todo sujeto y proceso
social, (organizativo de las resistencias) en sus múltiples relaciones cotidianas. El
quehacer político determina la circunstancia política, ―el problema del poder, es el
problema central de la ciencia política, por lo tanto, el más difícil‖ 104, el poder no sólo
es gobernación y administración, es algo inherente a toda sociedad. Entender el
problema del poder y la resistencia popular en un espacio concreto de la realidad y la
praxis comunitaria son elementos clave, para ejercer una política más consciente que
empuje hacia la transformación radical de esa realidad que deseamos cambiar y que
los dominadores quieren mantener a toda costa, por eso desde esta perspectiva, de
la ciencia política revolucionaria abordare el estudio de la policía comunitaria en Tixtla.

1. México: inseguridad, violencia y movimientos sociales.

102
Ilich Vladimir Lenin. Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo. Obras escogidas en tres Tomos, Editorial
Progreso, Moscú, S.F. Tomo I, p. 65
103
Silva Nogales, Jacobo, Poder popular, estrategias revolucionarias, Edit. Ratoncito libertario, México, D.F. 2015, p. 2.
104
Romero Fernández, Edgardo, Esbozo crítico e introductorio sobre Maurice Duverger y la noción de ciencia política
hoy, edit. Feijòo, Santa Clara, Cuba, 2003, p. 14.

67
En algunos estados del país de México como Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, y
Jalisco, la violencia estructural se visibilizada a raíz de la declaración del combate al
narcotráfico, realizada en 2006 por el presidente en turno, Felipe Calderón Hinojosa,
ha desembocado en una grave crisis de inseguridad e injusticia nacional, las
siguientes cifras muestran un país distinto al de la promesa calderonista:

los pobres aumentaron de 48.8 a 52 millones y la pobreza extrema se


mantuvo en 12 millones de mexicanos. Los niveles de crecimiento económico
son comparables a la década de 1980: 1.9 por ciento del PIB en promedio
anual, similar a la tasa de crecimiento en el sexenio de Miguel de la Madrid.
Hay un auge de la economía informal y se generaron menos de tres millones
de puestos de trabajo en todo el sexenio, la mitad de los seis millones que
imaginaba Calderón. El Gasto de la Secretaria de Seguridad Pública se triplicó,
y el de las Fuerzas Armadas aumento en 80 por ciento…105

En algunas regiones los estragos de la guerra contra el crimen organizado han dejado
huellas muy profundas; asesinatos, torturas, secuestros, desapariciones forzadas
(como el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa) y regiones enteras controladas por
grupos del narcotráfico:

Durante el periodo de 2007 a 2014, 164 mil personas fueron asesinadas en el marco
del combate al narcotráfico en México. En ese mismo lapso de tiempo, más de 103 mil
personas murieron en Afganistán e Irak, dos naciones que están en guerra, es decir,
que México tiene más muertos durante el mismo tiempo sin estar formalmente en
guerra con otra nación, de acuerdo a Frontline.106

La guerra contra el narcotráfico que mantiene el gobierno mexicano ha servido para


encubrir también una guerra de contrainsurgencia 107, el presidente de la Comisión de
la Verdad (COMVERDAD) que se creó en Guerrero, expresaba en el 2007 al respecto
―Calderón no está combatiendo al narcotráfico, se está haciendo contrainsurgencia y
está preparándose para posibles insurrecciones o levantamientos en México‖ 108 que se
visualizaban para el 2010 en base a la interpretación que se hacía de las
insurrecciones populares previas de 1810 con la guerra de independencia, y la

105
Nuñez Albarrán, Ernesto, Crónica de un sexenio fallido, Edit. Grijalbo, México, 2012, p. 14 y 15.
106
Ver: http://www.24-horas.mx/asesinatos-en-mexico-superan-cifra-de-muertos-en-guerras-de-irak-y-afganistan/.
107
En México se ha desarrollado una guerra de baja intensidad desde finales de la década de 1960 y 1970, su objetivo
en aquellos años fue aniquilar a los grupos guerrilleros que emergieron en varias regiones del país como en Chihuahua
con el Grupo Popular Guerrillero (GPG), la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del Partido de los Pobres (PDL) en
Guerrero, entre otros. Posteriormente con el surgimiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en
Chiapas durante el año de 1994 la guerra de contrainsurgencia se hizo más palpable cuando el 22 de diciembre de
1997 un grupo de paramilitares asesino a 45 indígenas de la organización las Abejas en una región de los Altos de
Chiapas donde el EZLN tiene base social.
108
http://guerrerocultural75.blogspot.mx/2010/08/entrevista-jose-enrique-gonzalez-ruiz.html

68
revolución mexicana emergida en los albores de 1910. Los temores de la insurrección
se disiparon, más no la guerra iniciada contra el narcotráfico y sus consecuencias:

A partir del análisis de datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y
del Secretariado Ejecutivo del sistema Nacional de seguridad Pública (SESNSP),
México Evalúa refiere que, a partir de 2008, el promedio mensual de homicidios a nivel
nacional aumentó. Del 2000 al 2010 el número de homicidios por cada 100 mil
hombres, incremento en un 92.2%; es decir, de 30.1 homicidios por cada 100 mil
hombres, se elevó a 59.4%. En el caso de las mujeres, hubo un aumento del 53%, de
3.5 de homicidios por cada 100 mil mujeres, escalo a 5.3.109

En el estado de Guerrero es donde más se aprecian los efectos de la violencia


generada a raíz del combate al crimen organizado ―En Guerrero, la situación en
materia de seguridad enfrentó una crisis aún más aguda. Entre 2005 y 2011, en el
estado, los homicidios aumentaron en un 310%.‖ 110 Esta lucha contra el narcotráfico
ha servido para desarrollar de manera encubierta la guerra de baja intensidad contra
los movimientos sociales. Porque tan solo del 2012 al 2013 en Guerrero fueron
asesinados 10 dirigentes de diversas organizaciones sociales con gran tradición de
lucha y resistencia.

Entre los asesinados destacan Raymundo Velázquez Flores, líder de la Liga Agraria
Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (Larsez) y Samuel Vargas, muerto el 12 de
agosto en Coyuca de Benítez. En junio fueron acribillados en Iguala el líder de la
organización Unidad Popular (UP), Arturo Hernández Cardona, y sus compañeros,
Rafael Balderas y Miguel Ángel Ramírez Hernández. En noviembre de 2012
asesinaron a Juventina Villa y a su hijo Reynaldo Santana, de la Organización
Campesina Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán. En diciembre de
2011 fueron asesinados en la autopista del Sol México-Acapulco los normalistas
Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera Pino, al parecer por agentes de la
Policía Federal y la policía ministerial. Ese mes también se dio muerte a Marcial
Bautista Valle y Eva Alarcón Ortiz, dirigentes de organizaciones ecologistas, en la
carretera Zihuatanejo-Acapulco. Y en octubre asesinaron a Roció Mesino, lideresa de
la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS).111

109
Ver: Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, ―La justicia del pueblo y para el pueblo: un año turbulento‖, en
Matías Alonso Marcos; Aréstegui Ruiz Rafael y Vázquez Villanueva Aurelio (compiladores) La rebelión ciudadana y la
justicia comunitaria en Guerrero, Instituto de Estudios Parlamentarios ―Eduardo Nerí‖ del Congreso del Estado de
Guerrero. México, D.F. p. 31
110
INEGI. Boletín de Prensa Núm. 310/12.20 de agosto del 2012, disponible en: http//www.inegi.org.mx/ine
gi/contenidos/ español/prensa/ Boletines/boletín /Comunicados/Especiales/2012/comunicado 29.pdf.
111
Ver: Periódico, La Jornada, ―Impunes, muertes de 10 activistas en el gobierno de Ángel Aguirre‖, corresponsal
Héctor Briseño y Sergio Ocampo Arista, Lunes 21 de octubre de 2013, p. 28.

69
Los crímenes perpetrados y el encarcelamiento112 impune de todos estos luchadores
sociales que representan en su lucha a las clases explotadas y oprimidas son parte de
la guerra de contrainsurgencia implementada desde el Estado y su aparato criminal
para evitar el desarrollo de la lucha popular y revolucionaria, por eso como señalaba
Engels no debemos olvidar que:

El Estado es producto de la sociedad al llegar a una determinada fase de


desarrollo; es la confesión de que esta sociedad se ha enredado consigo
misma en una contradicción insoluble, se ha enredado consigo misma en una
contradicción insoluble, se ha dividido en antagonismos irreconciliables. 113

Por su parte Marx agregaba al respecto que ―el Estado es un órgano de dominación de
clase, un órgano de opresión de una clase por otra, es la creación del orden que
legaliza y afianza esta opresión, amortiguando los choques entre las clases.‖ 114.

El Estado en México ha mostrado su esencia clasista, criminal y de contrainsurgencia


a nivel mundial con el reciente crimen de lesa humanidad acometido contra la
desaparición forzada de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa. La guerra de
baja intensidad en México, también ha sido implementada por medio de programas
sociales gubernamentales, atendiendo a las regiones más pobres y marginadas del
país como Oaxaca, Guerrero y Chiapas115.

La actual etapa contrainsurgente sobre los zapatistas da inicio formal el 21


de enero de 2013, cuando el presidente Enrique Peña Nieto pone en marcha
la Cruzada Nacional Contra el Hambre, su programa social insignia. ¿Dónde?
En Las Margaritas, Chiapas, la entrada tojolabal a la selva Lacandona, en una

112
Como parte de las políticas de represión y hostigamiento de la guerra de baja intensidad las fuerzas policiacas y
militares del Estado burgués en el 2013 detuvieron y encarcelaron de manera arbitraria al promotor de la policía
comunitaria de Tixtla Gonzalo Molina, posteriormente también detuvieron a Nestora Salgado comandante de la policía
comunitaria en Olinalà, de igual modo paso con el dirigente de la CRAC-PC: el indígena na savi Arturo Campos Herrera,
y con Bernardino García Francisco, Coordinador Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), actualmente siguen
presos 13 integrantes de la policía comunitaria en Guerrero.
113
Engels Federico, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, Edit. Fundación Federico Engels, España,
2006. P. 183.
114
Ilich Vladimir Lenin. El Estado y la revolución, en obras escogidas, tomo único, p.275.
115
En el 2012 2 el principal programa de apoyo social que implemento el gobierno Federal del PRI para apoyar a los
pueblos y comunidades con mayor rezago económico y laboral fue el programa de ―cruzada contra el hambre ―sin
embargo este tipo de apoyos asistencialistas no resuelven de fondo los problemas de desigualdad económica y
marginación social , cabe señalar que este programa aparte de llevar alimentos en su mayoría enlatados y procesados
industrialmente, fungió como parte de una estrategia de las políticas federales de contrainsurgencia , debido a que
quienes instalaron los comedores en las comunidades fueron las fuerzas armadas del Ejercito mexicano, con esto
lograban realizar diagnósticos sociopolíticos de la región, ubicar la presencia de organizaciones sociales , ubicar a los
principales líderes en las comunidad des y continuar con la militarización en las principales zonas donde el movimiento
social tienen fuerte presencia, tal como son las regiones de la Costa Chica y la Montaña de Guerrero. En las
comunidades de Tixtla donde tiene presencia la policía comunitaria también el ejército instaló los comedores del
programa cruzada contra el hambre.

70
región relacionada directamente con el municipio autónomo rebelde San
Pedro de Michoacán.116

Al igual que en Chiapas, en Guerrero la guerra de contrainsurgencia o guerra


encubierta utilizó los programas sociales para penetrar en las comunidades y pueblos
de Guerrero con mayor organización y resistencia comunitaria:

Se trata de la Cruzada contra el Hambre, iniciativa gubernamental anunciada


con bombo y platillo que en realidad pretende ―el control militar de las
comunidades‖. Las imágenes de los soldados acarreando ollas de comida y
sirviendo platos de frijol ocultan la intención verdadera, pues se ha avanzado
en estrategias de guerra contra las comunidades a través de estos programas
de contrainsurgencia.117

De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, la guerra


de contrainsurgencia en México es parte de la estrategia de las políticas nacionales
diseñadas a contener y prevenir los brotes de procesos organizativos de los pueblos y
comunidades, como el caso de las policías comunitarias:

Este clima de persecución contra las policías comunitarias en Guerrero y la


militarización del estado, es parte de una estrategia gubernamental… es una
señal muy clara de que es una estrategia de contención social y también de
contrainsurgencia, una estrategia de guerra preventiva. Están haciendo la
guerra contra los pueblos que se organizan, están desmantelando las propias
formas de organización comunitaria como las policías y ahí es donde vemos
que el Ejército no está actuando donde están controlados los territorios por las
bandas del crimen organizado. Hay ausencias, hay vacíos, hay complicidades
(…) qué tipo de modelo de gobierno se está implantando en las comunidades
indígenas, o sea, qué tipo de combate contra el hambre, es una guerra contra
los pobres, una incursión militar en las comunidades, en el corazón de la vida
comunitaria…es una manera de hacer la guerra, ese tipo de guerra de baja
intensidad utilizando ese tipo de programas asistencialistas para someter a la
población.118

116
Bellindhausen Hermann, La actual etapa contrainsurgencia en las Margaritas con la Cruzada Contra el Hambre,
Periódico la Jornada, sábado 24 de mayo 2014. P. 16. Para mayor información sobre este tema se puede consultar:
http://rcci.net/globalizacion/2015/fg2096.htm, http://www.infodefensa.com/latam/2010/07/02/noticia-eeuu-entrena-a-las-
fuerzas-armadas-de-mexico.html
117
http://www.jornada.unam.mx/2014/06/14/oja-derechos.html.
118
http://adrianacapsulasinformativas.blogspot.mx/2013/09/disolucion-de-policias-comunitarias-en.html

71
La política de mantener al ejército en las calles, crear la gendarmería nacional y
reforzar los cuerpos policiacos federales, estatales, y municipales son mecanismos no
sólo implementados para combatir al narcotráfico, sino parte de la guerra de baja
intensidad que se vive en México y que permiten a la burguesía mexicana preservar el
monopolio de la violencia, la fuerza y el poder. Eso no es seguridad ciudadana, ni
mucho menos democracia, ya lo destacaba Lenin al decir que ―el ejército permanente
y la policía son los instrumentos fundamentales de la fuerza del poder del Estado‖
junto con las ―las prisiones, la tortura, todo este aparato del Estado, no es más que la
119
trasposición de la coacción a un grado superior de la organización― . Esa
organización superior del poder de coacción y represión del poder burgués en vías de
conservar el poder político, en el caso de México se vincula a la existencia de poderes
fácticos, surgidos de las condiciones de explotación capitalistas, pero que de cierta
manera son funcionales al sistema, pues sirven para justificar su agresividad y el
control de la población:

Regiones enteras de México están controladas por actores no estatales, como son las
organizaciones multicriminales, que han mutado de carteles de la droga a motor de
sociedades y economías alternativas. Esto ha llevado a expertos como John P.
Sullivan a sostener que México es un ―Estado fracasado‖, que en muchas zonas ha
sido sustituido por un ―Estado criminal liberado‖ que ha establecido ―soberanías
paralelas.120

Al parecer nos enfrentamos en un Estado en proceso de mutación, un Estado criminal


como le llama Howard Campbell, y uno de sus principales componentes es la fuerte
penetración del crimen organizado en las instituciones:

Según Eduardo Buscaglia, prestigiado investigador, más de las dos terceras partes de
los municipios estaban capturados o bajo el control del crimen organizado en 2011,
pues en diez años, de 2001 a 2011 pasaron de controlar el 34 % al 71.5 %. (…) Están
operando notoriamente frente a la nariz de los policías, de los políticos y de las
autoridades de todo tipo, y para ello tiene que haber algún tipo de tolerancia del
Estado y puede ser a nivel político o de policía. Eso nos está diciendo que sigue en
aumento ese tipo de captura y ahora se observa una mayor competencia de los

119
Romero Fernández Edgardo, Esbozo crítico e introductorio sobre Maurice Duverger y la noción de ciencia política
hoy, Edit. Feijòo, Santa Clara, Cuba, 2003, p.15.
120
Ver: Bartra Armando, Matías Alonso Marcos , Aréstegui Ruiz Rafael, Vázquez Villanueva Aurelio (compiladores) La
rebelión ciudadana y la justicia comunitaria en Guerrero, Instituto de Estudios Parlamentarios ―Eduardo Nerí‖ del
Congreso del Estado de Guerrero. México, D.F. p. 23.

72
grupos criminales por ubicarse en estas jurisdicciones municipales y esa competencia
genera violencia.121

Según el reporte sobre Incidencia Delictiva publicado por el secretario Ejecutivo del
sistema Nacional de Seguridad Pública, en el año 2012 Guerrero fue el estado en
donde se cometió el mayor número de homicidios dolosos, es decir, 55.57 por cada
122
100 mil habitantes. Estos datos muestran como ha venido aumentando la
inseguridad, la violencia y la cifra de las víctimas:

Es en este contexto, es que existe la policía comunitaria en Tixtla, y en varias regiones


del estado de Guerrero, que son cuerpos de ciudadanos voluntarios, armados para
resguardar la seguridad de sus comunidades frente a un Estado burgués incapaz de
brindar seguridad y justica. Como respuesta, las clases oprimidas están creando
nuevas organizaciones de autodefensa del pueblo, que son capaces de servir a las
clases explotadas y no a las explotadoras como lo hace el ejército y la policía al
servicio de la burguesía.

La policía comunitaria en el municipio de Tixtla, Guerrero.

El caso de análisis concreto que nos interesa en este contexto político –social de
inseguridad, violencia y lucha de clases en México, es el de la policía comunitaria que
existe en el municipio de Tixtla y en 7 de sus comunidades, a las cuales
conceptualizaremos en el entendido de que:

La comunidad se circunscribe en el espacio, en un territorio. Constituye un


conjunto de personas que viven en un terreno geográfico determinado. La
extensión puede variar. En la mayor parte de los casos, coincide con una
región o una concentración y comprende varias colectividades locales, aldeas,
barrios (…) el tejido social que establece la comunidad no excluye en absoluto
las discrepancias y los conflictos entre los miembros. Si hay intereses comunes,
hay también otros que son divergentes.123

La preocupación por los problemas de inseguridad generados por el gobierno burgués


y el narcotráfico, constituyen el elemento de convergencia entre los ciudadanos de las
comunidades y de la cabecera municipal para crear la policía comunitaria en Tixtla,
pese a las contradicciones internas existentes, los factores de cohesión de clase
121
Ver: Doris Gómora, ―Narco controla 71.5% de municipios del país‖, El Universal, 2 de enero de 2012.
122
Reportedisponibleen:http//www.secretariadoejecutivosnsp.gob.mx/work/models/SecretariadoEjecutivo/Resource/133/
RID/_AltoImpacto _1997_2012_05DIC2012.pdf.
123
AA.VV. El autodesarrollo de comunitario, critica a las mediaciones sociales recurrentes para emancipación humana,
Centros de Estudio Comunitario, Universidad Central ―Marta Abreu ―de las Villas, Edit. Feijoò, Santa Clara, 2004, pp. 9
y 10.

73
oprimida han sido más importantes para fortalecer la defensa comunitaria del territorio
en los barrios de El Fortín, San Antonio, Los Manguitos, El Zapote, San Antonio, Los
Amates, el Santuario y en las comunidades de Acatempa, el Troncón, El Potrero,
Zacazonapa, Tecozintla, El Durazno y Atliaca, todas pertenecientes al municipio de
Tixtla.

Al igual que las demás guardias comunitarias existentes en Guerrero, las de Tixtla son
integradas por ciudadanos que no reciben pago alguno, son elegidos en asambleas de
barrio y de comunidades para brindar un servicio comunitario, en su mayoría son
campesinos, albañiles y algunos profesionistas los que la integran. En Tixtla la policía
comunitaria es símbolo de la resistencia popular, como lo son en Perú las ―Rondas
Campesinas‖, o en Cuba las ―milicias populares‖, son una expresión de la resistencia
del pueblo tixtleco, que representa la autodefensa de los oprimidos y explotados para
hacerle frente a un problema concreto que el Estado burgués ha sido incapaz de
resolver: La inseguridad.

En este sentido debe destacarse que el primer deber del Estado y del gobierno es
proveer seguridad a los ciudadanos dentro de su territorio. El incumplimiento de esta
cláusula fundamental del pacto de dominación es causa suficiente para que el
depositario natural de la soberanía, el pueblo, revoque el mandato que ha otorgado al
régimen. La constitución de los Estado Unidos Mexicanos reconoce explícitamente
esta potestad en su artículo 39.124

Aunque la seguridad pública es una responsabilidad de la Federación, el estado y los


Municipios, consagrada en el artículo 21 constitucional125, estos niveles de gobierno
han sido sobrepasados al no poder desempeñar su responsabilidad como se has
demostrado con datos concretos. Así, pese al carácter clasista del derecho burgués la
policía comunitaria en la lucha jurídica política logró obtener el respaldo legal del
marco jurídico burgués. Apelando al artículo 2 de la constitución mexicana y al
Convenio Internacional 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los
integrantes de la policía comunitaria lograron en año 2011 el decreto de la Ley estatal
701 que los protege y da cobertura en materia de derecho, como señala el artículo 2
de dicha Ley:

124
Ver:Reportedisponibleen:http//www.secretariadoejecutivosnsp.gob.mx/work/models/SecretariadoEjecutivo/Resource/
133/RID/_AltoImpacto _1997_2012_05DIC2012.pdf.
125
Ver: Matías Alonso Marcos, CNDH: Guerrero al borde de la ingobernabilidad, en Matías Alonso Marcos , Aréstegui
Ruiz Rafael, Vázquez Villanueva Aurelio (compiladores) La rebelión ciudadana y la justicia comunitaria en Guerrero,
Instituto de Estudios Parlamentarios ―Eduardo Nerí‖ del Congreso del Estado de Guerrero. México, D.F. p 137

74
Es objeto de esta Ley, el reconocimiento de los pueblos y comunidades
indígenas del Estado de Guerrero y de las personas que los integran;
garantizarles el ejercicio de sus formas específicas de organización comunitaria,
de gobierno y administración de justicia; el respeto, uso y desarrollo de sus
culturas, cosmovisión, conocimientos, lenguas, usos, tradiciones, costumbres,
medicina tradicional y recursos (…)‖126

La violencia e inseguridad nacional generada desde el año 2006 ha traído como


resultado, que del 2012 al 2015 no sólo en Tixtla sino además en otros municipios, la
creación de diversos grupos armados del pueblo, organizados en torno a grupos de
autodefensas y de policías comunitarias, concentrados en la Coordinadora Regional
de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC), en el Frente Unido por
la Seguridad en el Estado de Guerrero (FUSDEG), en la Coordinadora Regional de
Seguridad y Justicia y la Policía Ciudadana y Popular (CSRJ-PCP) y en la Unión de
Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG). Cada una de estas
organizaciones surgidas de la auto organización del pueblo han asumido la seguridad
y la justicia en sus comunidades, arrebatándole el monopolio exclusivo de la seguridad
y la justicia al Estado burgués mexicano.

Micropoder y la policía comunitaria

Así como existe el poder de la dominación burguesa, existe el poder diseminado de las
resistencias antiburguesas, anticapitalista, antiimperialista. El poder no es cualidad
exclusiva del Estado, ni del ejercicio político y económico de la burguesía o de las
elites gobernantes. Si bien el poder se identifica con mayor claridad, como condición
de la clase dominante, el poder existe en todo lugar y en todo momento del hacer
político de las clases oprimidas, e incluso el poder está presente en el hacer cotidiano
de cada sujeto o proceso organizativo.

El poder existe y se expresa de diferentes formas con sujetos y practicas específicas,


―donde hay poder, hay resistencia‖. Por ende la policía comunitaria crea y expresa una
forma de poderes muy específicos en las comunidades donde tiene presencia, las
asambleas de la policía comunitaria que se realizan periódicamente son una expresión
del poder colectivo, de democracia directa de corte proletaria construida en las
comunidades; son mecanismos que resignifican una democracia diferente a la
establecida por la democracia burguesa representativa y neoliberal del capitalismo.

126
http://www.iepcgro.mx/PDFs/MarcoLegal/Ley%20701%20PueblosIndigenas.pdf

75
Foucault al estudiar el fenómeno del poder, introduce nuevas concepciones sobre el
mismo al analizar que no es una cuestión exclusiva de los gobernantes hacia los
gobernados como creía León Duguit. Para Foucault el poder no puede ser localizado
solamente en una institución o en el Estado; el cuerpo ejerce poder y sobre el mismo
se ejercen poder cotidianamente; para entender esto Foucault visualiza al poder como
una red que envuelve de manera centralizada, descentralizada o distribuida, y los
espacios pequeños que se conforman en esas redes son los que él va a denominar
como los micropoderes.

Así, en el análisis político el hacer de la policía comunitaria en Tixtla y sus


comunidades las podemos ubicar como la construcción de una red de micropoderes
de la resistencia popular que tratan de agrietar en sus territorios comunitarios la
hegemonía política del Estado, y el monopolio exclusivo de la impartición de la
seguridad y la justicia concebida por el Estado desde la lógica hegemónica del
derecho positivo burgués eurocéntrico.

La transformación social de la realidad que se viene generando con la policía


comunitaria en Tixtla y sus comunidades es de abajo hacia arriba, por medio de la
delegación de tareas dentro de los mandos de la estructura, de la crítica y autocrítica
del trabajo y del compromiso de cada policía comunitario se va generando el
empoderamiento de los sujetos colectivos que van transformando la realidad que los
dominadores y representantes del poder burgués quisieran que no se alterara o
modificara para nada en las comunidades y barrios de Tixtla.

Ya Foucault señalaba respecto al poder que: ―No existen relaciones de poder sin
resistencias; que éstas son más reales y más eficaces cuando se forman allí mismo
donde se ejercen las relaciones de poder; la resistencia al poder no tiene que venir de
afuera para ser real, pero tampoco está atrapada por ser la compatriota del poder‖ 127

Las asambleas de la policía comunitaria son embriones de un poder político radical


que germina en oposición a la política y forma de la toma de decisiones de tipo
burgues. Los diversos mecanismos de seguridad que implementan las policías
comunitarias de Tixtla y las comunidades donde tienen presencia, por medio de
sistemas comunitarios de vigilancia, retenes, recorridos por caminos, carreteras, y por
medio de los procesos de reeducación comunitaria son ejercicios de micropolítica y
micropoderes, que van generando nuevos mecanismos de participación ciudadana en
la toma de acuerdos y decisiones colectivas para los barrios y comunidades de Tixtla,

127
Foucault, Michel. Genealogía del poder, microfísica del poder, Edit. Siglo XXI, México, 2003, Pág. 181.

76
en un contexto de una macro política burguesa y un macropoder global del capitalismo.
A su vez estas decisiones van incidiendo regionalmente como un referente nuevo en la
impartición de seguridad y justicia, que se difunde cada vez más entre las masas
oprimidas y las resistencias de México y de nuestra América Latina. La experiencia
organizativa de la policía comunitaria, junto a la Normal Rural de Ayotzinapa en Tixtla,
constituye un baluarte del poder colectivo de los oprimidos para la transformación de la
sociedad burguesa imperante.

La experiencia más reciente así lo muestra, el día 7 de junio del 2015 las elecciones
del sistema político electoral burgués en Tixtla fueron boicoteadas por los estudiantes
de la normal de Ayotzinapa y el movimiento social organizado entorno a la figura del
Concejo Popular de Tixtla. Los partidos políticos como instrumentos de la partidocracia
del poder burgués y de la democracia representativa capitalista ese día sufrieron una
derrota ante la lucha y rabia popular de las masas que exigen justicia por el caso de
Ayotzinapa. La policía comunitaria como fuerza armada del pueblo organizado con
rifles y escopetas se encargó de brindar seguridad de día y de noche a las
comunidades; barrios; a la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y a los
activistas del movimiento social en Tixtla que respaldan la lucha por los 43. La policía
comunitaria en la práctica ha creado una expresión de poder dual frente a los cuerpos
policiacos y militares del Estado burgués, es una resistencia comunitaria que viene de
los subalternos, de los oprimidos.

La policía comunitaria y los nuevos sujetos revolucionarios

La resistencia popular de la policía comunitaria forma parte del contexto de la lucha


de clases que se vive en América Latina y que ha configurado un nuevo escenario
político-social para las luchas y procesos organizativos provenientes de las izquierdas.
En países como Bolivia, Venezuela, Ecuador y México, la idea de la transformación de
la realidad capitalista vuelve a ser posible, pero ahora con una nueva multiplicidad de
sujetos que al decir de Claudio Katz ha sido altamente relevante:

Lo más significativo de las rebeliones latinoamericanas han sido sus


resultados. Estas sublevaciones lograron quebrar la secuencia acumulativa de
derrotas populares en que se asienta el neoliberalismo. Es cierto que ningún
levantamiento alcanzó plenamente sus objetivos, pero, el establishment perdió
mayoritariamente la partida y se inauguró un contexto político impensable
durante el anterior apogeo de la derecha. 128

128
Katz Claudio, Las disyuntivas de la izquierda en América latina, Edit. Ciencias Sociales, la Habana, 2010, p. 18.

77
En México los actores de las movilizaciones, resistencias y luchas políticas recientes
han sido los pueblos originarios, estudiantes, organizaciones magisteriales, policías
comunitarias y grupos de autodefensa, entre otros sectores de la sociedad que buscan
transformar la realidad de desigualdades imperantes. La misión histórica de la clase
obrera para derribar a la burguesía del poder, ya no es tarea exclusiva de ella, ahora
son diversos sujetos y colectividades que inciden en la lucha por la transformación
social de la sociedad local y global.

El nuevo sujeto histórico a construir será popular y plural, es decir, constituido


por una multiplicidad de actores y no por la ―multitud‖ de la cual hablan Michell
Hardt y Antonio Negri concepto este tan vago como peligroso por sus
consecuencias desmovilizadoras, la clase obrera guardara un papel importante,
pero compartido. Este sujeto será democrático, no solamente por su meta, sino
por el proceso mismo de su construcción. Será también multipolar ya que se
desarrollara en los diferentes continentes y en las diversas regiones del mundo.
Se trata de un sujeto en el sentido pleno de la palabra, incluyendo la
subjetividad redescubierta, abarcando todos los seres humanos, constituyendo
la humanidad como aquel sujeto real que proclamara Franz Hinkelammrt en su
libro El sujeto y la ley. El sujeto histórico nuevo debe ser capaz de actuar sobre
la realidad a la vez múltiple y global, con el sentido de emergencia exigido por
el ecocidio y el genocidio contemporáneo.129

En Guerrero los sujetos históricos y colectivos que están al frente de los procesos
organizativos de mayor resistencia al poder burgués del Estado mexicano, son
campesinos y población de pueblos originarios que se han enfrentado a la imposición
de proyectos mineros canadienses, holandeses e ingleses en la región de Costa Chica
y Montaña, y están haciendo frente de manera organizada a la inseguridad y al
narcotráfico con la policía comunitaria: construyendo resistencias, encaminadas a la
recuperación y control de territorios, como paso previo para ir construyendo el ejercicio
del poder popular de los pueblos y comunidades. Si bien estas acciones de la
resistencia popular como las que ocurren en Tixtla no suponen un cambio radical
anticapitalista, ni atacan a la base económica del sistema actual, si representan micro-
poderes que agrietan el poder hegemónico del Estado en sus comunidades, y
permiten entender el ―poder reflejado entre el dominio y la resistencia como dialéctica

129
Boron , Atilio, A.; Amadeo, Javier; González, Sabrina; La teoría marxista hoy , problemas y perspectivas. Colección
campus virtual, CLACSO, Buenos Aires, Argentina, 2006, p. 438.

78
de las contradicciones entre poder y poder, entre el poder del pueblo y el poder
burgués, esto es, la historia de la lucha de clases en nuestra América‖ 130

Los campesinos y pueblos originarios en Guerrero, México y América Latina están


mostrado que son actores colectivos provenientes de la multiplicidad de sectores
explotados o marginados por el actual sistema capitalista, con gran capacidad para
incidir en los procesos de transformación social y revolucionarios en general y la
izquierda tradicional obrerista debe aceptarlo así, pues ya han demostrado igual o
mayor capacidad de transformación social revolucionaria. En Tixtla y sus comunidades
los campesinos y otros actores de la policía comunitaria, con el fusil en la mano
vienen asumiendo en la práctica parte de estas responsabilidades de la lucha popular
y de transformación de la realidad local y regional, de tal forma los campesinos,
indígenas, mujeres, etc, como sujetos de transformación política, movilización y
dirigentes en los procesos de lucha se hacen cada vez más visibles en las cartografías
del poder de las resistencias.

Tomar el poder o construir el poder para transformar la realidad en Tixtla. A


manera de conclusión

El quehacer de la policía comunitaria en Tixtla debe analizarse también en el


entramado de la complejidad dialéctica revolucionaria de construir el poder o tomar el
poder, para el derrocamiento por la vía de los hechos del poder de la burguesía, que
se sintetiza en la explotación económica de las clases trabajadoras en general y de la
opresión política de las luchas populares en particular. Después de la caída del
socialismo soviético durante la década de 1990 se puso en crisis el paradigma
revolucionario de la toma del poder político por parte del proletariado, y de toda lucha
revolucionaria que se planteara una transformación radical del capitalismo.

Fue la insurrección armada del EZLN el 1 de enero de 1994 lo que vino a ofrecer una
nueva estrategia revolucionaria, para las organizaciones que se mantenían críticas y
en oposición al capitalismo como única expresión valida del sistema posible a nivel
global. Con la propuesta de no tomar el poder del Estado, si no de construir pueblos y
comunidades autónomas. El EZLN se convirtió en un referente revolucionario con un
discurso novedoso y un proyecto regional alternativo de autonomías para las luchas y
resistencias populares de carácter étnico regional. A la par de esta propuesta que no

130
Romero Montalvo, Salvador, Dialéctica del poder, entre la dominación y la resistencia, Edit. Ciencias Sociales, la
Habana, 2014, p. 29.

79
pretende tomar el poder del Estado, sea han dado procesos revolucionarios en
América Latina que han seguido por la vía de la toma del poder del Estado para ir
construyendo el llamado socialismo del siglo XXI como en el casos de Venezuela,
Bolivia y Ecuador.

En los últimos años el tema del poder ha alimentado una polémica histórica
donde intervienen especialistas de distintas tendencias filosóficas, políticas y
sociológicas: la vieja polémica alrededor de la toma del poder político. El
campo de acción se mueve desde posiciones que defienden la necesidad de la
toma del poder, como las sustentadas por Armado Bartra y Atilio Borón, hasta
posiciones que rechazan la toma del poder en nuestros días, como sostienen
Anthony Negri y John Holloway, la falta de unidad teórica y conceptual acerca
de la problemática del poder entre los especialistas se profundiza como
expresión de la complejidad y los desafíos que en la nueva realidad mundial
adquieren asuntos tradicionalmente tratados en la literatura y la práctica
política.131

Pero en Guerrero como en otras latitudes del planeta el debate político entre diversas
organizaciones políticas de izquierda sobre la cuestión de la toma del poder o la
construcción del poder por parte de las organizaciones revolucionarias está muy
presente y polémico desde la posición ideológica que se adopte 132.

En el caso de la policía comunitaria de Tixtla y sus comunidades la postura frente al


poder del Estado es muy clara, han asumido una relación de independencia al Estado
y la no injerencia de él mismo en el proyecto de la seguridad y justicia comunitaria,
esta posición política e ideológica tiene una tendencia a lo que Mabel Thwaites Rey
describe acerca de los procesos sociales con perspectiva hacia la autonomía:

Autonomía con referencia al Estado supone la organización de las clases


subalternas de modo independiente de las estructuras estatales dominantes, es
decir, no subordinada a la dinámica impuesta por esas instituciones. (Soy
autónomo respecto al Estado porque éste no me determina o condiciona). En
algunas versiones implica el rechazo a todo tipo de 'contaminación' de las

131
Romero Montalvo Salvador, Dialéctica del poder, entre la dominación y la resistencia, Edit. Ciencias Sociales, la
Habana, 2014, p. 17 y 18.
132
Claro que en México y específicamente en Guerrero también hay algunas organizaciones revolucionarias que
poseen una concepción más sólida respecto a la concepción del poder, como lo es el Ejército Popular Revolucionario
(EPR), que surgió públicamente en las sierras del estado de Guerrero durante el año de1996 y mantiene como
planteamiento central la toma del poder, sin embargo una de sus escisiones ocurrió en el año de 1998 con el Ejército
Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) que asume como objetivo estratégico la construcción del poder, estas
dos organizaciones junto con el Ejercito Zapatista de Liberación (EZLN) en Chiapas que pudiéramos ubicarlas dentro
de la concepción de las organizaciones revolucionarias de ―no poder‖ , son tres concepciones ideológicas que tienen
una clara posición respecto al poder.

80
organizaciones populares por parte del Estado burgués, para preservar su
capacidad de lucha y autogobierno y su carácter disruptivo. En otras, supone el
rechazo de plano a cualquier instancia de construcción estatal (sea transicional
o definitiva) no capitalista.133

Ahora bien, la concepción que se tenga del poder en un momento histórico y


circunstancia política puede permitir avanzar o retroceder en la lucha y resistencia
popular, para ello en el caso de la policía comunitaria es necesario preguntarse, ¿Es
ajeno el poder a los grupos de policías comunitarios? ¿La concepción ideológica y
política sobre el poder permitirá avanzar o retroceder? Al ser el poder y la política dos
ejes transversales en todo lugar y espacio ¿Qué se debe hacer para transformar la
realidad en Tixtla; tomar el poder, construir el poder, o afirmarse en ―el no poder‖?. En
el caso de la policía comunitaria, la independencia frente al poder del Estado puede
ser la construcción del ―poder popular‖, en el entendido de que:

El poder popular es una estrategia cuando el autogobierno y la autogestión


caracterizan todas las formas organizativas, todos los planteamientos teóricos y
todas las acciones de una agrupación. Es una estrategia porque los objetivos,
las formas organizativas, la vía para conseguirlo, las tareas a realizar, los
instrumentos a construir, las clases o sectores considerados fundamentales,
así como los métodos de trabajo conllevan el ejercicio del poder por parte del
pueblo, pues en todos esos aspectos quien decide es el pueblo. 134

El análisis nos permite entender que la lucha actual de la policía comunitaria no está
encaminada a la toma del poder, en la práctica se visualiza la ruta hacia la
construcción del poder de las comunidades y de los barrios, pero que puede ir también
encaminada hacia la construcción de la autonomía como un proyecto de largo plazo
que implicaría de cierta manera la disputa con el poder del estado pues como plantea
Lopéz Bárcenas:

Cuando los pueblos indígenas deciden construir autonomías toman una


decisión que va contra las políticas del Estado y obliga a quienes optan por ese
camino a iniciar procesos políticos de construcción de redes de poder que les
permitan afianzarse ellos mismos como una fuerza con la que se debe

133
Mabel Thwaites Rey, Autogestión social y nuevas formas de lucha, La autonomía como mito y como posibilidad, en
ttp:// www.basta-ya.com.
134
Silva Nogales, Jacobo, Poder popular, estratégias revolucionarias, Edit. Ratoncito libertario, México, D.F. 2015, p. 7

81
negociar la gobernabilidad y poderes alternativos que obliguen al Estado a
tomarlos en cuenta.135

Parte de lo antes señalado ha ocurrido en Tixtla y las comunidades que cuentan con
su policía comunitaria, que ―no pretenden alcanzar cambios en virtud de la bondad de
su propuesta, sino de su capacidad de hacer. No solo piensan el cambio, sino que lo
viven, distinguen el espacio en el que se mueve la lucha de sus objetivos.‖ 136

Ahora bien, si por ahora las resistencias populares dentro de las cuales está insertada
la policía comunitaria no pretenden arribar a la toma del poder político ésta estrategia
no debe descartarse, porque la burguesía para perpetuar el control multidimensional,
los ecocidios, los etnocidios, el dominio, la explotación, el monopolio de la violencia y
de la justicia tiene como columna vertebral la posesión y permanencia del poder del
Estado, que permite implementar formas de gobierno y políticas destinadas hacia el
objetivo de aniquilar todo proceso social organizativo del pueblo y revolucionario que
represente un peligro para los intereses de la clases políticas dominantes y de la
burguesía nacional. Entonces, si por ahora la táctica de las policías comunitarias y
organizaciones sociales es construir el poder de las resistencias del pueblo para
generar mejores condiciones de vida, seguridad y justicia a futuro debe pensarse en
una:

Construcción (que) no debe ser en lo abstracto, debe ser desde lo concreto, es


decir, es necesario construir el poder del pueblo desde la conciencia de clase.
Así se podrá llevar a la clase trabajadora y al pueblo en general hacia el
mundo de la realidad, a entrar a lo concreto, lo que lo llevará a identificar a su
enemigo de clase, a entender qué es el capitalismo, cómo este sistema se
refleja y se desenvuelve desde lo más simple a los más complejo; es decir,
cómo su enemigo se desenvuelve en su espacio local, cómo este se encuentra
en su propio hogar (…) en el momento en que se entienda su realidad local
logrará conocer la profundidad de la problemática general de la sociedad
capitalista, lo que a su vez potencializará la organización política en la lucha
contra su enemigo de clase.137

La disyuntiva entre tomar el poder o construir el poder seguirá en un debate teórico


vinculado al escenario de la lucha de clases, pero lo que interesa es saber y demostrar

135
López Bárcenas, Francisco, Autonomía y derechos indígenas en México, 4Ed., Edit. Ce-Acatl, A.C., México, D.F.
2006, pág. 134.
136
Romero Montalvo Salvador, Dialéctica del poder, entre la dominación y la resistencia, Edit. Ciencias Sociales, la
Habana, 2014, p. 19.
137
Ibid,.p. 28

82
como en un lugar concreto estas abstracciones teóricas se materializan partiendo de la
dialéctica de lo real con lo teórico y de lo teórico con lo real.

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84
Imperio y Multitudes. Una aproximación a las teorías de Hardt y Negri

Lic. Lisandra Lefont Marín138. (lizzy@uniss.edu.cu)

El poder y su análisis contemporáneo.

Una de las invariantes históricas de lo político, desde su surgimiento como ciencia social
hasta la actualidad ha sido el estudio de la categoría poder. Las jerarquías y
estratificaciones a todos los niveles de la vida social son estudiadas por algunos como
componentes congénitos de un mundo en constante evolución, por otros como un
producto social enriquecido históricamente para lograr una subordinación cada vez más
efectiva. Una de las producciones científicas sobre esta temática más controversiales del
nuevo siglo ha sido las teorías sobre el Imperio y las Multitudes, de los autores Antonio
Negri y Michael Hardt. Con la utilización del método de análisis histórico-comparativo,
presupuesto dentro del análisis del sistema vinculado a la necesidad de historizar las
categorías y conceptos, los autores intentan contextualizar la lucha histórica entre
explotados y explotadores dentro de la nueva configuración del mundo en el marco de la
globalización, explicando cómo estos conceptos toman vida en la praxis y comienzan a
desarrollarse.

Criticando varios puntos sensibles en la actualidad como los alcances de la democracia,


la superación de la idea del Imperialismo, la deslegitimación de los Estados nación y la
posibilidad de un movimiento de cambio antisistémico los autores han logrado que sus
postulados no pasen inadvertidos ni dentro de los círculos académicos ni al interior de los
propios movimientos sociales que se auxilian de la teoría en el intento de alcanzar una
autentica emancipación. Para algunos el éxito alcanzado por los libros lo han convertido
en un tratado de filosofía instantáneo. Otros lo catalogan como una producción vacía,
plagada de lagunas epistemológicas y falacias especulativas que no propone nada
nuevo. El objetivo del presente trabajo es hacer un recorrido por las principales ideas de
los autores y establecer un criterio sobre ellas para de esta manera delimitar el alcance
de una de las propuestas más controversiales de la contemporaneidad.

Dentro de la producción científica proveniente de las ciencias sociales una categoría


siempre ha destacado por encima de las otras actuando como núcleo en el ordenamiento
del la realidad social: la categoría poder. Son infinitos los autores y escuelas de

138
Licenciada en Sociología. Estudiante de la Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Central de las Villas.
(lizzy@uniss.edu.cu)

85
pensamiento que han tratado de explicar que es el poder, que lo compone, que lo hace
verdaderamente efectivo en el juego de la dominación. Es precisamente este el objetivo
de las teorías elaboradas por Hardt y Negri donde, a pesar de un profundo cambio en las
categorías utilizadas, la finalidad de sus ideas tiene a ser exactamente la misma:
estratificar la realidad usando como línea divisora al poder y proponer una estrategia para
el cambio.

Hardt y Negri no son innovadores en este sentido. Durante la segunda mitad del siglo XX
algunas teorías con estas mismas características surgieron y cobraron un gran número
de adeptos al intentar revelar los trasfondos de la dominación. Fundamentados en buena
parte del pensamiento independentista y posteriormente en los análisis de corte político
de autores como Mariátegui, Edgardo Lander, Enrique Dussel, Walter Mignolo, Fernando
Coronil, etc. alcanzaron un mayor desarrollo en los agitados años ´60 del pasado siglo,
marcados por el protagonismo de los movimientos contestatarios al sistema de
dominación a nivel mundial.

En este sentido destaca por ejemplo los análisis del sistema-mundo, del sociólogo
norteamericano Immanuel Wallerstein, una de las perspectivas teóricas de inspiración
marxista más influyente en las ciencias sociales a partir de la década de los ‗70.
Wallerstein acuñó el concepto de Moderno Sistema-Mundo en el primer volumen de su
libro ―The Modern World-System‖ como un sistema de estados y regiones asociado a la
expansión del capitalismo europeo. Este concepto ha sido considerado uno de los
enfoques más innovadores de las ciencias sociales de la segunda mitad del siglo XX.
―Wallerstein, con gran influencia de Fernando Braudel, cambió la perspectiva tradicional
como se leía el capitalismo. El aporte del libro consistió en poner de presente que el
sistema-mundo, entendido como el conjunto de redes y circuitos comerciales surgidos
con los descubrimientos en los siglos xv y xvi, ayudaba a ―desprovincializar‖ a Europa,
pues lo que interesaba en adelante era ver las relaciones mundiales del capital y el
estudio de las periferias, las semiperiferias y los centros.‖ 139

América latina también ha sido vanguardia de pensamiento en este sentido. Con las
propuestas de los teóricos de la dependencia surge una producción de saberes
―periféricos‖ que aportan una nueva versión de la realidad desde la visión de los
subyugados. En un intento de condensación de esta producción académica en 1991
Aníbal Quijano introdujo el concepto de Colonialidad del Poder, en ―Colonialidad y

139
Pachon Soto, Damian (2017): ―Nueva perspectiva filosófica en América latina: el grupo modernidad/Colonialidad‖.
Ponencia presentada en la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional de Colombia, agosto
25 de 2007. CiENCia PolítiCa Nº 5 ENERo-JUNio 2008 iSSN 1909-230x. pp. 17.

86
Modernidad/Racionalidad.‖ Aunque más adelante lograría una correlación con las ideas
de Wallerstein, cuando ambas propuestas encontraron un cauce común con la
publicación unísona ―Americanity as Concept or the America in the Modern World-
System.‖ En este texto se hace un minucioso análisis del sistema capitalista en su
conjunto, que junto al entramado dominante de la colonialidad surge como ―novedad
histórica en la medida que logra configurar un ―moderno sistema-mundial‖ durante los
siglos posteriores a la conquista de América‖140. La colonialidad y el eurocentrismo son
concebidos entonces como los principales elementos del proceso de formación del
sistema mundial de poder capitalista, colonial, eurocéntrico y hegemónico que viene
dándose desde el ―descubrimiento‖ de América.

Desde esta perspectiva el poder es entendida como una relación social histórica que
determina la estratificación social tanto a nivel micro (entiéndase desde el terreno de lo
local) hasta un nivel macro (por ejemplo, las relaciones internaciones entre los centros -
periferias). Quijano asume que:

(…) el poder es un espacio y una malla de relaciones sociales de


explotación/dominación/ conflicto articuladas, básicamente, en función y en
torno de la disputa por el control de los siguientes ámbitos de existencia
social: (1) el trabajo y sus productos; (2), la ―naturaleza‖ y sus recursos de
producción; (3) el sexo, sus productos y la reproducción de la especie; (4)
la subjetividad y sus productos, materiales e intersubjetivos, incluido el
conocimiento; (5) la autoridad y sus instrumentos, de coerción en
particular, para asegurar la reproducción de ese patrón de relaciones
sociales y regular sus cambios. 141

En esta línea de pensamiento se inscriben la producción de Michael Hardt y Antonio


Negri. Sus textos son una reflexión puntual sobre el poder y como este regula los
procesos de organización global. Opinan que el nuevo orden mundial, derivado del
proceso de globalización, ha puesto en crisis el papel real de los Estados nación. Aunque
sobreviven como estructuras formales han sido absorbidas por un ordenamiento jurídico,
económico y político impuesto desde las instituciones internacionales. Por tanto queda
vencido el paradigma realista con que se explican las relaciones internacionales. Los
140
Pajuelo Teves, Ramón: ―El lugar de la utopía aportes de Anibal Quijano sobre cultura y poder.” En libro: Estudios y otras
prácticas intelectuales latinoamericanas en cultura y poder. Daniel Mato (compilador). CLACSO, Consejo Latinoamericano
de Ciencias Sociales, Caracas, Venezuela. 2002. Disponible en la World Wide Web:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/cultura/pajuelo.doc pp.8

141
Quijano, Aníbal (2000): ―Colonialidad del Poder y Clasificación Social.‖ Parte I. Journal of World-Systems Research, VI,
2, Summer/fall 2000. Special Issue: Festchrift for Immanuel Wallerstein. pp.343.

87
sistemas políticos estatales, históricamente entes subordinadores por excelencia, quedan
subyugados a una única estructura de poder que no necesariamente presenta las
características históricas de los centros de poder surgidos en Europa durante la
modernidad y que perduran hasta la actualidad. La novedad real en la concepción de
Hardt y Negri, como puede comprobarse, no radica en el redescubrimiento de esa
estratificación, sino más bien en introducir y explicar, en primer lugar el concepto de
Imperio como nuevo eje de dominación sociopolítica que incluye en su ecuación
procesos recientes como el llamado Nuevo Orden Mundial, la globalización, etc. y, en
segundo lugar, el intento de contextualizar y proponer un sujeto de cambio capaz de
lograr una verdadera emancipación a través de prácticas democráticas innovadoras al
que reconoce bajo el nombre de la multitud.

El Nuevo Orden Mundial: el Imperio como regente supranacional.

En el contexto actual el proceso de mundialización se sobredimensiona e impacta


directamente en la regulación del mercado internacional, lo que se extrapola entonces a
un nuevo ordenamiento político y jurídico. Y es precisamente la capacidad para manejar
esa regulación a lo que los autores le llaman Imperio. Hardt y Negri establecen una clara
diferenciación entre este concepto y el clásico de imperialismo. Mientras que el
imperialismo como noción de dominación tiene un carácter preponderantemente territorial,
donde la finalidad es el dominio total por parte de centros de poder claramente delimitada
de determinado espacio, el imperio se preocupa más por la capacidad de influencia que
por la espacialidad, moviéndose objetivamente en un plano jurídico y subjetivamente en
el terreno de lo cultural, lo cual lejos de restringirlo lo hace más ilimitado

Aunque actualmente existe la tendencia extendida a entender como materialización del


concepto de imperio moderno en la realidad a los Estados Unidos, según los autores la
dominación no puede ser territorializada. El poder por tanto no es irradiado de ningún
centro en específico, sino que se construye desde las élites que lo manejan, lo cual no
puede o no tiene necesariamente que ser ubicado en un espacio específico. La
conformación del Imperio hoy no es un proceso acabado, pero si es evidente su
maduración. Los Estados- nación se ven en la actualidad subordinados jurídica y
económicamente a un poder que los supera y controla y que actúa a un nivel
supranacional restándoles autoridad político. Organizaciones como la ONU, el FMI, el BM,
la OTAN, entre otras, son quienes realmente mueven los hilos de la geopolítica actual,
haciendo de la soberanía nacional un concepto vacío y manipulable.

En este contexto es evidente que los Estados-nación comienzan a padecer una fuerte
pérdida de facultades y se vuelven cada vez más dependientes de estructuras exteriores

88
a él, lo cual demuestra la gestación de un cambio radical y tangible en el orden mundial,
sin precedentes históricos, que además marca un cambio significativo, o incluso impulsa
un nuevo paradigma para la comprensión de las relaciones internacionales. ―lo que solía
ser competencia o conflicto entre diversas potencias imperialistas ha sido reemplazado,
en gran medida, por la idea de un poder único que las sobre determina a todas,
estructurándolas de un modo unitario, y tratándolas con una noción común del derecho
que es, decididamente, poscolonial y pos imperialista.‖142

La idea anterior evidencia la necesidad de entender el poder en el contexto actual de un


modo diferente, teniendo en cuenta que este aunque objetivamente su finalidad siga
siendo la misma, ha asumido otras características, cualidades y distribución. Por tanto la
idea del Imperio propuesta por Hardt y Negri intenta una mirada más holística y
totalizadora hacia el modo en que se estructura el poder hegemónico capitalista, en
comparación con las visiones dadas por el liberalismo o el materialismo histórico que
devino de la corriente marxista.

En tal sentido, se entiende al Imperio como un modo de ejercer la dominación desde un


complejo entrecruzamiento de fuerzas políticas, sociales y culturales. Precisamente la
hegemonía cobra una relevancia inmediata en esta propuesta, ya que interactúa
directamente entre todas estas relaciones, articulando dichos procesos, particularmente
en el marco internacional, con las distribuciones (accesos y exclusiones) específicas de
poder. En ese mismo plano de análisis, la concepción de hegemonía resulta un
importante instrumento para entender la compleja madeja en la se construyen las
relaciones sociales actuales desde el Imperio, pues deja ver explícitamente, cómo a
pesar de que el objetivo final de estas elites ponderosas es sin lugar a dudas la obtención,
conservación y aumento de ese poder que precisamente les permite la dominación sobre
la multitud, logra hilvanar, y dicho sea de paso vender, un discurso justificativo disfrazado
de altruismo político.

La cuestión de las élites políticas como coalición encubierta que domina el curso de la
historia global, usando como instrumento la legitimidad institucionalizada de los Estados-
nación para solapar la realidad de su poder ha sido una temática tratada recurrentemente.
Desde las entendidas teorías de la conspiración donde se especula sobre la veracidad y
alcance de esta idea hasta análisis de carácter más académicos donde se realizan
análisis cada vez pareciera existir un mayor consenso sobre esta tesis. Por ejemplo, en
2005 el ruso Daniel Estulin publicó el libro ―La verdadera historia del Club Bilderberg‖
donde realiza un examen detallado sobre el manejo por parte de las elites económicas de

142
Hardt, Michael y Negri, Antonio (2002): ―Imperio‖.Buenos Aires: Paidós. Edición original: Empire

89
la política global utilizando como estudio de caso la afamada reunión. En este sentido se
refiere a ella como:

el nacimiento de un Estado Policial Global que sobrepasa la peor


pesadilla de Orwell, con un gobierno invisible, omnipotente, que tira de los
hilos desde la sombra, que controla al gobierno de los Estados Unidos, a la
Unión Europea, a la OMS, a las Naciones Unidas, al Banco Mundial, al
Fondo Monetario Internacional y a cualquier otra institución similar 143.

Aunque el libro tiene un carácter bastante empírico y deja al lector con una sensación de
imposibilidad renueva un debate teórico clásico dentro de las ciencias políticas: la
cuestión de quién debería gobernar, que tan eficiente es la democracia como proceso,
cuales son las consecuencias del gobierno de las élites para el funcionamiento de los
sistemas políticos.

Imperio, de hecho, no alude necesariamente a una élite política específica con nombres
y apellidos como lo hace Estulin. Más bien se refiere a un modo de reproducción de
poder único que emana de desde un núcleo dominante, casi omnipotente, que es
finalmente quien pone las reglas del juego político en la actualidad. Según la descripción
del propio Hardt la finalidad del libro es poner al descubierto que:

Al mercado global le corresponde una figura del derecho internacional que


regula sujetos que están desfasados respecto del mercado. (…) La idea de
la mano invisible del mercado espontáneo es un mito. Lo que en realidad
existe son siempre fuerzas que lo organizan. El mercado, que cuanto más
grande se vuelve más necesario, tiene un ordenamiento jurídico, que prevé
un poder. Nos encontramos es, en esencia, ―la crítica del derecho
internacional existente en nuestros días, en el sentido de que a frente a un
cambio de la forma del mercado y, por lo tanto, de un desplazamiento de la
soberanía de los estados a cualquier otra cosa, que llamamos imperio.144

Es esta lucha por la supremacía a todos los niveles la idea de fuerzas capaces de
contrarrestar el efecto de los grupos dominantes a través de un nuevo modo de
articulación política sociocultural es tratada también por los autores. Son estos grupos
precisamente quienes neutralizan la hegemonía de la producción del Imperio, lo que les

143
Estulin, Daniel ( 2005): ―La verdadera historia del Club Bilderberg‖. Traducción de Ignacio Tofiño y Marta-Ingrid Rebón,
2005. Editorial Planeta, S. A., 2005 Diagonal, 662-664, 08034 Barcelona (España) Primera edición: septiembre de 2005.
pp.7
144
Entrevista realizada a M. Hardt y A. Negri para la revista La Jornada (2003). Disponible en www.lajornada.com.
Entrevista_a_Toni_Negri./No es Casualidad que las Luchas se Desarrollen Contra el G-8 o el FMI, el Centro del Imperio.

90
abre la posibilidad al desarrollo tanto de las fuerzas propias como de las lógicas de
producción de las vidas alternativas. Para un nuevo contexto Hardt y Negri proponen a la
multitud como el nuevo sujeto emancipador de cambio.

Multitud y emancipación.

Como nuevo sujeto de cambio la multitud ha sido una de las terminologías más
controversiales de los autores. Explicada en un primero momento en Imperio, esta
categoría mereció con posterioridad su propio libro ―Multitud: Guerra y Democracia en la
era del imperio‖, editado en el año 2004. Para quien se acerca a la noción de multitud
que proponen Hardt y Negri en su obra, en un primer momento no encontrara una clara
diferenciación entre este concepto y todos los otros que trascendentalmente han
intentado dividir a la sociedad en estratos para explicar la desigualdad. Sin embargo los
propios autores plantean que dicho concepto no es equivalente en modo alguno a una
idea o paradigma sobre clases sociales o sobre las llamadas colectividades humanas.
Es un nuevo paradigma para entender la emancipación que de algún modo supera todos
los anteriores por su carácter abarcador y generalizador.

Debe entenderse, ante todo, en contraposición al concepto de pueblo. En


el pensamiento político europeo, el pueblo aparece siempre como unidad,
mientras que la multitud es una multiplicidad. Por otra parte, deberíamos
distinguir entre la multitud y otras multiplicidades sociales, como turba,
muchedumbre, masa, entre otras. Todas estas multiplicidades son
esencialmente pasivas. La turba, por ejemplo, puede tener efectos pero no
actuar por cuenta propia. Las masas necesitan ser lideradas. La multitud,
en cambio, es activa y no necesita de un liderazgo externo: es una
multiplicidad que puede actuar en común. 145

A partir de esto se pueden entender entonces a la multitud como una multiplicidad de


sujetos sociales que, aunque diversos son capaces de actuar en común como agente de
producción biopolitica con el potencial para emanciparse y contrarrestar los efectos
arrolladores del Imperio, que se organiza al articularse entorno a grupo de de interés y se
moviliza sin necesidad de líderes.

Sumamente vinculada con el trabajo y la explotación parece distorsionar en términos


novedosos las ideas de Marx y Engels sobre el proletariado, porque la multitud según
Hardt y Negri está ampliamente vinculada con el trabajo y la explotación y subordinación

145
Entrevista a M. Hardt y A. Negri para la Revista Clarin, 2002. Disponible en www.clarin.com_ edición sábado
23.03.2002_ revistaÑ-El imperio revisitado

91
que de él puede derivarse. De hecho los propios autores se han inscrito en una corriente
neo marxista, pero según dicen no retoman la categoría proletariado porque esta
clasificación constriñe y limita el capo de acción, las necesidades y los objetivos de la las
mayorías en tanto el uso de un término más holístico da una mayor potencialidad al
campo de acción. "Clase trabajadora" tendía a referirse sólo al trabajador industrial,
mientras que "proletariado" solía limitarse sólo a ciertos sectores dominantes de la fuerza
de trabajo. Nosotros nos propusimos una noción de multitud que restableciera la
146
magnitud del tema del trabajo, para que incluyese el trabajo de todos.‖

Al parecer la mayor potencialidad del concepto es su ambigüedad, pues enmarcar al


sujeto actual de cambio en un prototipo demasiado especifico resulta el modo más rápido
para que surjan formas de invalidarlo y desarticularlo. Por otro lado su masividad la dota
de su principal capacidad para el cambio. Pero es precisamente tal indeterminación su
debilidad más evidente. La vaguedad del término multitud ha provocado serias críticas a
las ideas de los autores, teniendo en cuenta que dentro de la política tal falta de
concreción es inevitablemente un arma de doble filo. Multitud, al serlo todo pasa a ser
nada, se convierte en una categoría vacía, con todos los peligros que eso implica, porque
cuanto menos se defina a la multitud, en tanto sujeto de cambio, más simple le es al
poder atribuile el contenido social que le sea más conveniente para deformarlo,
tergiversarlo y finalmente reducirlo.

Una de las debilidades de ambos libros y de las ideas que propone que dejan más
incertidumbres que respuestas. Aunque claramente la finalidad es noble, contextualizar
en poder actual en toda su magnitud e incitar la ciudadanía a la participación política
creadora con fines emancipa torios la ambigüedad de sus propuestas lo inhabilita para la
praxis. Sin una clara orientación es lógico que la ciudadanía no se involucre en los
procesos políticos, ni los que ocurren a nivel macro ni los que suceden en una realidad
más cercana a su cotidianidad, ya que si no sienten definidos como entes
transformadores no se identificaran con la posibilidad de innovación y cambio. Si por
aglomerar tal diversidad bajo un mismo concepto no se reconocen las especificidades de
los sujetos, sus particularidades, sus requerimientos, problemas o conflictos exclusivos y
se le invisibiliza al interior de una masa que, aunque promulgue lo contrario, finalmente
tiende a la homogenización y al totalitarismo, los individuos no se sentirán reconocidos, lo
cual provoca que devuelvan un no reconocimiento hacia en ese proceso de articulación y
el modo de expresar ese no reconocimiento puede ser perfectamente la no participación.

146
Entrevista a M. Hard y A. Negri para la Revista Clarin, 2002. Disponible en www.clarin.com_ edición sábado
23.03.2002_ revistaÑ-El imperio revisitado

92
El libro de H. y N. dentro de su aparente complejidad, tiene bastante
nítidez en los objetivos que se traza. En primer lugar su abierto rechazo a
asimilar la globalización, a una fase o momento del ejercicio de la
hegemonía imperialista., a la que sustituye por la contradictoria concepción
de Imperio en el cual una nuevo orden ético supranacional promueve el
universalismo de una personalidad jurídica política, que es ―convocada‖
para borrar toda historia anterior.
(…) Y por fin el uso particular de la categoría spinoziana ―multitud‖a la cual
se le atribuye una función de antagonismo equilibrante y desequilibrante
del sistema imperial, una especie de motor del cambio, paradojalmente
intrasistémico pero también rizómatico, o sea imprevisible, en tanto
manada o rebaño errático, que se fractura en múltiples líneas de fuga. 147

Conclusiones

Sin lugar a dudas Hardt y Negri realizan un intento válido para explicar y concebir la
dominación en la actualidad. Indudablemente llaman la atención sobre la necesidad de
una actualización en las teorías de las ciencias políticas y dan un panorama tanto de la
concepción actual del poder como de las nuevas figuras de resistencia antisistémica a la
maquinaria de producción biopolítica imperial que surge y se condensa en el marco del
proceso de mundialización. Pero fallan cuando deja las principales cuestiones que
plantea irresolutas.

Aunque considerada por algunos una de las teorías mejor logradas del siglo XX debido a
un andamiaje teórico que utiliza a un mismo tiempo la historia y la economía para explicar
la política en el marco de la globalización aludiendo a la posibilidad las críticas evidencian
grandes vacíos epistemológicos. En primer lugar su análisis está plagado de conceptos
genéricos, escasos de contenidos y por tanto no materializables en la práctica. En
segundo lugar la falta de una propuesta clara de activismo para contrarrestar, reducir y
finalmente contener a esta fuerza omnipotente que se llama Imperio.

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www.clarin.com_ edición sábado 23.03.2002_ revistaÑ-El imperio revisitado

 Entrevista realizada a M. Hardt y A. Negri para la revista La Jornada (2003). Disponible


en www.lajornada.com. Entrevista_a_Toni_Negri./No es Casualidad que las Luchas se
Desarrollen Contra el G-8 o el FMI, el Centro del Imperio

 Hardt, Michael y Negri, Antonio 2002 Entrevista concedida a Nicholas Brown e Imre
Szeman, Cultural StudiesFebruary, 16. En línea en
http://webpages.ursinus.edu/rrichter/frames82.htm

94
La gobernabilidad en América Latina. Una tarea pendiente

Lic. Michel Hernández Fernández148.

1-DEFINICIONES NECESARIAS SOBRE GOBERNABILIDAD

La gente siempre está culpando a sus circunstancias por lo que son. Yo no creo en las
circunstancias. Las personas que se adueñan de este mundo son quienes se levantan
y visionan las circunstancias que desean y, si no logran encontrarlas, las construyen.
—George Bernard Shaw

El empleo del vocablo de gobernabilidad (governability) data de 1876 en que el jurista


británico Walter Bagehot publicó la obra: Física, política y pensamiento en la aplicación
de la selección natural y herencia de la sociedad política,149 en donde valoraba los
razonamientos de Platón y Aristóteles respecto al buen gobierno. 150

No obstante hay que decir que el uso de la denominación en el sentido con que se
emplea en la actualidad es mucho más reciente. El primer estudio sistemático sobre la
materia fue realizado por Michel Crozier, Samuel Hungtington y Jodi Watanuki en 1975
y publicado bajo el titulo Crisis de la Democracia.151 Posteriormente en 1993 Robert
Putman publicó un análisis que denominó Cómo se hace la democracia 152 en el que
evaluó la relación entre el proceso de gestación y adopción de las políticas públicas y
la gobernabilidad. En 1995 una comisión ad hoc de Naciones Unidas elaboró un
reporte intitulado Nuestro barrio global en el que analizaba aspectos de gobernabilidad
en el que se incluyen por primera vez variables jurídicas. Vale destacar también el
prontuario confeccionado en el 2003 por Daniel Kaufmenn, Aart Kraay y Máximo
Mastruzi para el Banco Mundial con el rubro Indicadores de gobernación153 en donde
se incorporan los aspectos económicos a las consideraciones sobre gobernabilidad.

148
Licenciado en Derecho. Maestrante en Ciencia Política de la Universidad Central de las Villas.
149
Bagehot, Walter, Physics and Politics or Thoughts on the Application of the ¨Natural Selection¨ and ¨Inheritance¨ to
political Society, New York, Colonial Press, 1990..
150
¨Of Plato it might indeed be plausibli said that the adherents of an intuitive philosophy, bein the Tories of
speculation, have commonly benn prone to conservatism in government; bur Aristotle, the founder of the experience
philosophy, ought, according to that doctrine, to have been a liberal, if anyone ever was a liberal. In fact, both of these
men lived when men had time to forget the difficulties of government. We have forgottenm them altogether. We reckon,
as the bais of our culture, upon an amount of order, of tacit obedience, of prescriptive governability, which these
philosofher hoped to get as a principal result of their culture, We take without thout as a datum what they hunted as a
question¨. Ibídem, p. 16.
151
Crozier Michel J.; Hungtington Samuel P.; Watanuki Jodi. The crisis of democracy, New York, New York University
Press, 1975.
152
Putman, Robert D. Making Democracy Word, New Jersey, Princeton University, 1993.
153
Kaufmann Daniel; Kraay Aart; Mastruzi Máximo. Governance matters III: Governance Indicators for 1996-2002. The
World Bank, 2003. Le continuó otro elaborado por Silvio Borner, Frank Bodmer y Markus Kobler, a petición la
Organización para la Cooperación y el desarrollo económico intitulado La eficacia institucional y sus determinantes, el
papel de los factores políticos en el crecimiento económico. Borner, Silvio; Bodmer Krank; Kobler Markus. Institutional
Efficiency and its Determinants. The Role of Political Factors in Economic Growth, Paris, OECD, 2004.

95
El empleo del término en castellano no fue aceptado por la Real Academia de la
Lengua Española hasta el 2001.

Como sucede con otros muchos conceptos en las ciencias jurídicas y la politología,
gobernabilidad es un término polisémico cuya explicitación depende de las variables
que se tengan en cuenta para soportarlo, pudiendo señalarse que su concepto está
aún en elaboración y que todavía las investigaciones sobre el particular son escasas.

En función de esto, una manera de establecer un punto de partida para el análisis es


en nuestra opinión por vía de precisar en lo posible su antónimo o clasificar las
variables a través de las cuales de evalúa el término.

Desde el primer presupuesto, la ingobernabilidad puede enunciarse como la situación


de crisis sistémica y estructural de un Estado en el cual éste se muestra incapaz de
conducir la dirección de los procesos sociales o es sobrepasado por la fuerza de los
acontecimientos, por lo cual no puede ejercer en toda su extensión su poder soberano.
De esta forma, demuestra debilidad de sus instituciones e ineficacia de su gestión, lo
cual va aparejado indefectiblemente a que se afecte el equilibrio funcional del Estado
de derecho.

Desde la segunda perspectiva puede señalarse que aunque se han hecho importantes
aportes teóricos sobre las dimensiones a través de las cuales se puede evaluar la
gobernabilidad de un estado no se ha diseñado aun un esquema integral que posibilite
valorar ésta. Un ejemplo puede servir de ilustración, en el 2005 la Universidad
Autónoma de México y el Instituto de Investigaciones Jurídicas154 promovieron un taller
sobre gobernabilidad y constitucionalismo en América Latina al que asistieron
diecinueve especialistas de diferentes países, sus intervenciones demostraron que
aunque había coincidencia en considerar determinados parámetros como expresión de
gobernabilidad, cada investigador analizaba la situación de su país desde diferentes
enfoques y evaluaba esta a través de distintos indicadores, lo cual apunta además al
hecho irrefutable de que la gobernabilidad hay que valorarla respecto a un modelo y a
un contexto ambiental específico.

No obstante lo planteado, puede asegurarse que existe consenso en considerar que la


gobernabilidad puede ser analizada desde la dimensión política, institucional-
democrática, social y de lealtad ciudadana, cada una de las cuales posee diferentes
variables que la definen o caracterizan.

154
Valadés Diego (comp.). Gobernabilidad y constitucionalismo en América Latina, México, UNAM, 2005.

96
La dimensión política de expresa a través del sistema de partidos existente y la forma
en que estos propician la formación de las mayorías gubernativas y coadyuvan a la
conformación de consensos en torno a las políticas públicas.

La dimensión institucional-democrática se valora a través de la legitimidad de las


instituciones, en lo cual hay un factor de origen condicionado por la manera en que el
sistema electoral propicia la formación de las instituciones estatales y uno de
continuidad determinado por el modo en que éstas retienen la confianza del electorado
durante el mandato. Son variables determinantes también el equilibro del sistema de
las relaciones entre los diferentes órganos en particular entre el legislativo y el
ejecutivo-gobierno, la estabilidad de los mismos, la transparencia y accesibilidad del
proceso de toma de decisiones, los diferentes mecanismos de control políticos y la
integridad de los agentes estatales a través de los cuales se juzga la moralidad del
Estado.

La dimensión social de enjuicia mediante la justicia, el bienestar y la inclusión social


que se logre, los cuales son aspectos que determinan puntualmente la posibilidad de
convivencia colectiva pacifica de una sociedad. Esto puede ser enfocado también
desde el grado de materialización real que exista de los derechos humanos. Es un
indicador relevante de este aspecto a su vez, el nivel de criminalidad existente sobre
todo de algunas manifestaciones de ésta muy susceptible a crear inseguridad
ciudadana y a desestabilizar al Estado como son los homicidios, los secuestros o el
narcotráfico.

La dimensión que hemos denominado como lealtad ciudadana está basada en la


opinión pública que se formen los gobernados respecto al gobierno y que condiciona
sus actitudes y comportamientos, aspecto en lo que interviene la apreciación que
tengan estos sobre la eficacia gubernativa y el desenvolvimiento del Estado
constitucional, lo que se puede condensar en las ideas de buen gobierno y de calidad
de la democracia. Esto es trascendente para el nivel de acatamiento voluntario del
orden normativo y del grado de adhesión institucional con que se comporte la
ciudadanía de un Estado.

2-CONSIDERACIONES SOBRE EL MODELO DE PRESIDENCIALISMO


LATINOAMERICANO.

El presidencialismo como forma de gobierno se diseñó en los Estados Unidos a partir


de la revolución burguesa y se extendió a toda la América Latina. Es también
modalidad organizacional en algunos países del Caribe y África.

97
El predominio de la misma en Latinoamérica ha intentado ser sustentado a partir de
diferentes argumentaciones. Unas se inspiran en consideraciones históricas y lo ven
como consecuencia del colonialismo o lo vinculan al caudillismo del proceso
independentista. Otras se sostienen en la idea de que se adoptó a partir del flujo en el
área de los Estados Unidos. Unas terceras lo asocian a la situación de crisis con la
que permanentemente se ha hecho política en estos países y que determina la
necesidad de ejecutivos preponderantes y fuertes. Unas cuantas se construyen a
partir de ideas que lo vinculas a aspectos culturales. El presidencialismo en el diseño
que se estructuro en Norteamérica y que pudiéramos reconocer como modelo puro se
caracteriza esencialmente por los siguientes rasgos:

1. Ejecutivo unicéfalo, en donde el Presidente funge como jefe de Estado y de


gobierno.
2. No existencia de un órgano de gobierno como institución, esta función la
desempeña el Presidente con los Secretarios, los que conforman un gabinete
que no llega a constituir un órgano autónomo e independiente del primero.
3. El titular del ejecutivo es elegido por sufragio directo lo que otorga legitimidad
plebiscitaria y lo enviste como intérprete de la voluntad popular.
4. Los Secretarios son escogidos y removidos con libertad por el Presidente
entre personas de su confianza.
5. El parlamento no puede hacer dimitir al Presidente a no ser mediante juicio
político impeachment.155
6. El parlamento ejerce control sobre la actividad de gobierno solo a través de
mecanismos generales, no contando con instrumentos específicos que
puedan determinar en cese de los Secretarios o Ministros.
7. El Presidente no puede disolver al Parlamento bajo ninguna circunstancia.

A pesar de que esta es la forma de gobierno dominante en Latinoamérica, los


caracteres generados por el entorno socio-histórico que le brindan su propia faz a este
sistema y numerosos elementos introducidos sobre todo en las últimas décadas del
siglo pasado permiten afirmar que el sistema metamorfoseó y dejo de constituir en
muchos países una copia del modelo norteamericano, pudiendo hablarse por tanto de

155
El impeachment o juicio político como se le ha denominado en su traducción al Derecho Comparado, nace en el
Reino Unido durante el Siglo XIV en la medida que se va perfilando la dinámica de la forma de gobierno parlamentari a
como mecanismo que le otorga prerrogativa al Parlamento para someter a control a los Ministros y altos funcionarios
del Monarca. Con posterioridad se conforma en el Derecho constitucional como instrumento para enjuiciar y en
consecuencia hacer dimitir al titular del ejecutivo en casos de que este haya tenido un comportamiento inadecuado con
su responsabilidad. En realidad es un mecanismo de escaso uso y en el Reino Unido en particular no se ha empleado
desde el Siglo XIX.

98
un presidencialismo latinoamericano mutatis mutandi.156 Entre los rasgos que vale la
pena destacar se encuentran:

1. Proyección en algunos países de la función ejecutiva de manera menos


personalista a partir de desempeñarla un ¨órgano¨ u ¨organismo¨ integrado por
el Presidente, el Vicepresidente y los Ministros o de presentarse
colegiadamente en manos del ¨Presidente y los Ministros¨.
2. Mayor desarrollo constitucional de las estructuras de gobierno, las que en
algunos casos conforman una institución con cierta independencia funcional del
Presidente y con atribuciones propias.
3. Se diseña una mayor relación legislativo-gobierno a través de la acción
fiscalizadora del primero sobre el segundo, lo que se evidencia en que los
Ministros tienen que presentar informes anuales de la actividad de su ramo al
Congreso, estos pueden en algunos países ser censurados por los resultados
de su actuación gubernativa, en otros se reconoce la posibilidad de interponer
la cuestión de confianza por parte del órgano de gobierno y se introduce en el
formato constitucional de algunas naciones una figura similar al Primer
Ministro. Paralelo a ello, se contempla también la posibilidad de que el
Presidente pueda disolver al Parlamento en determinadas constituciones.

Como puede apreciarse, la mayoría de las peculiaridades contemporáneas del modelo


en la región están dadas por la introducción de variables de la dinámica del
parlamentarismo que tratan de racionalizar la hipercentralización y personalización del
poder y con ello menguar las anomalías que le vienen asociadas, lo cual subraya la
mutación de esta forma de gobierno y permite esbozar la tesis de que el
presidencialismo en el área he sufrido profundas transformaciones que lo proyectan
hacia un sistema con signos difícil de calificar en la actualidad.

De esta forma, existe un escala policromática de presidencialismos en Latinoamérica,


lo que ha sido reconocido por los estudiosos mediante diferentes taxonomías. En mi
opinión puede distinguirse el modelo presidencial puro, el modelo presidencial mutado
y el modelo presidencial con correctivos parlamentarios.

Junto a los cambios estructurales e institucionales planteados al sistema, el panorama


político-electoral acaecido en la región durante los últimos años ha incorporado nuevos

156
Para un análisis del funcionamiento del presidencialismo en Latinoamérica pueden consultarse entre otras: Valencia,
Carmona. El predominio del poder Ejecutivo en Latinoamérica, México, UNAM, 1979. Nohlen, Dieter; Fernández, Mario.
El presidencialismo renovado. Instituciones y cambios en América Latina, Caracas, Nueva Sociedad, 1988. Campos
Bidart, German; Et al. El constitucionalismo en las postrimerías del Siglo XX, Mexico, UNAM, 1988. Nohlen, Dieter; Riz,
Liliana. Reforma institucional y cambio político, Buenos Aires, 1991. Santiago Nino, Carlos; Et. al. El presidencialismo
puesto a prueba, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1992.

99
aspectos que matizan cualquier análisis que se haga sobre gobernabilidad en el área.
Entre ellos pueden destacarse los siguientes:

1. Advenimiento al poder por vías electorales de la izquierda que se manifiesta


con diferentes matices, lo que señala el desgaste de un prototipo institucional
y de una modalidad de hacer política.
2. Llegada al poder de movimientos etno-nacionalistas.
3. Resultados electorales con márgenes muy simétricos (Chile, Costa Rica,
Honduras, México, Perú) o con necesidad de segundas vueltas o ballotage
(Brasil, Ecuador, Argentina), lo cual impregna una dudosa legitimidad inicial.
4. Invocación del poder constituyente originario para renovar la normativa
constitucional y propiciar el marco jurídico necesario para los cambios a
introducir.
5. Desgaste de los partidos tradicionales y eclosión de movimientos y frentes de
amplio perfil.
6. Incorporación por parte de los gobiernos de derecha de aspectos sociales
como prioridad en sus agendas.
7. Reeleccionismo de los mandatarios en el poder (de los cuatro países que
admiten reelección inmediata en tres casos funcionó: Venezuela, Colombia,
Brasil) o de las fuerzas políticas dominantes (Venezuela, Colombia, Brasil,
Chile, Paraguay, México).
8. Paralización de la dinámica política ya que muchos ejecutivos no cuentan con
mayoría en el legislativo (salvo Venezuela157, Bolivia parcialmente, Chile).

3- SOBRE LA FRAGILIDAD DE LA GOBERNABILIDAD EN AMERICA LATINA.

Lo presente, producto de lo pasado, engendra a su vez el futuro


G. Wilhelm Leibniz158

América Latina ha vivido en su historia sucesivas oleadas de autoritarismos en donde


los golpes de estado, el advenimiento de militares al poder y el protagonismo del
Ejército han conformado un ¨coronelismo de la política¨ que ha sido factor importante
en delinear una gobernabilidad muy frágil y una democracia quebradiza.

157
Hasta las recientes elecciones legislativas del 6 de diciembre de 2015.
158
(1646 – 1716), filósofo, matemático y estadista alemán.

100
Desde la década de los ochenta el continente vive un clima de alternancia de
gobiernos electos democráticamente que parece señalar que ésta etapa ha quedado
atrás, sin embargo cabría preguntarse si junto a ello también se ha logrado un mayor
coeficiente de gobernabilidad.

En mi opinión la respuesta es negativa y a continuación expongo siete indicadores que


lo demuestran, los que pueden agregarse a algunos de los elementos ya expuestos:

1. Existencia de un sistema de partidos políticos en el que concurren rasgos que


introducen inestabilidad política: multipartidismo exacerbado, fragmentación
que da lugar al advenimiento de nuevas instituciones que se desgajan o que
surgen a partir de pugnas internas, alta polarización ideológica, perfil
personalista y caudillista, funcionamiento de los mismos como maquinarias
electorales, bajo contenido programático, discurso demagógico y populista
dirigido a captar votos y no a formar ideologías, pobre estructura organizativa y
disciplinaria, prácticas corruptas y clientelistas, financiación a partir
puntualmente de recursos privados que genera poca transparencia de las
finanzas, actuaciones con ribetes de nepotismo y amiguismos, etc. Todo ello
propicia que las fuerzas políticas se caractericen en lo interno por la ¨autofagia¨
y en lo externo por un ¨autismo social¨ que los desacredita y aleja de la
ciudadanía, con los cual se ha producido una decepción generalizada hacia la
posibilidad de que los mismo puedan articular con acierto el sistema político y
promover agendas realmente transformadoras y comprometidas.
2. Sistemas electorales que propician el uso de los mecanismos a favor de las
élites políticas, lo que unido a la falta de transparencia y la parcialidad de las
instituciones se convierten en factores determinantes en el cuestionamiento de
los resultados. Ello repercuten la volatilidad electoral y en los altos niveles de
abstencionismo 159 que provoca que en muchas ocasiones las decisiones
electorales se catalicen por una minoría que funciona como minoría mayor en
el espectro político, de aquí la escasa legitimidad que desde el inicio tienen en
ocasiones algunos Presidentes o la acelerada espiral de deslegitimación en la
que rápidamente sucumben.
3. Persistencia de un ejecutivo hegemónico y autoritario. En éste sentido puede
señalarse que los elementos introducidos del parlamentarismo no han podido
evitar la alta centralización del poder que escapa a mecanismos de control
efectivo de los demás órganos y que ha hecho que este sistema haya sido
159
Cfr. Pedersen, Morgens. Changing of electoral volatility in Ensopan Party System, 1948-1977, Ed. Daadle Hanas y
Mair Meter, Sage Publications, London, 1983. Nohlen, Dieter. Sistemas electorales del Mundo, trad. Por Ramón García
Cotarelo, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1981.

101
reconocido como ¨dictadura democrática¨, ¨dictadura constitucional¨,
¨cesarismo representativo¨, ¨monarquía electiva¨ o ¨hiperpresidencialismo¨.
Vale agregar incluso que ha tomado cuerpo la postura de que para enfrentar
las serias situaciones de gobernabilidad de la región es necesaria esa
personalización caudillista del poder e incluso prolongar la estancia en el
mismo, lo que funciona como contra-corriente a la tendencia que tomó cuerpo
constitucional a finales del Siglo pasado ya comentada.
4. Dinámica de suma cero en la interrelación entre el legislativo y el ejecutivo que
conlleva a la polarización presidente-parlamento y al inmovilismo político. Esto
se debe a que el ejecutivo no depende de mayorías parlamentarias para
gobernar, a la vez que el legislativo nunca tiene en riesgo el culminar su
ejercicio de manera anticipada, con lo cual ambos poderes poseen mandatos
que no se interconectan y que agotan invariablemente, amén de las coyunturas
políticas que puedan suscitarse. Esto unido al hecho de que el legislativo y el
ejecutivo se conforman mediante elecciones asincrónicas o escalonadas, son
elementos que inciden en provocar un debate público entre ambos órganos
poco aquiescentes cuando las líneas partidarias de estos órganos no
coinciden, lo que determina además continuas obstrucciones a las iniciativas
políticas y escasas posibilidades de componer consensos. De ésta forma el
Estado aparece como un organismo político dividido antagónicamente, cuyos
dos principales elementos componentes consideran que su objetivo consiste en
lograr el fracaso de la otra institución.160
5. Ausencia de vías institucionales que puedan canalizar las crisis y de
mecanismos autocorrectores que posibiliten recomponer las mayorías en un
momento determinado.
6. Ejercicio corporativo, patrimonial y clientelista de las instituciones estatales, lo
cual unido a la práctica de políticas corruptas en el desempeño de las
funciones públicas crea una aureola de inmoralidad que afecta la legitimidad
del Estado.
7. Sociedad fragmentada y polarizada por los altos niveles de inequidad,
exclusión y marginación. Esto unido a los altos niveles de delincuencia común
y de criminalidad organizada condicionan un clima caracterizado por las
constantes crisis sociales en donde el Estado parece desbordado por los
acontecimientos o incapaz de revertir estos.

160
Sartori Giovanni. Ingeniería Constitucional Comparada, 2da reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica,
1996, p. 104.

102
4- VALORACIONES FINALES

Los elementos reseñados provocan que las crisis de gobernabilidad que se presenten
en el continente sean crónicas más que coyunturales, lo que condiciona un
funcionamiento constitucional-democrático, de bajo rendimiento.

Ello ha sido interpretado en la mayoría de los análisis como producto de la


disfuncionalidad de la forma de gobierno presidencial, por lo cual este sistema ha sido
expuesto como el modelo que acumula una mayor tasa de fracasos políticos y de
rupturas democráticas.

A partir de este contexto ha sido una constante en el pensamiento académico el


establecimiento de propuestas de rediseño del presidencialismo y de corrección de
sus defectos generalmente, a partir de la adopción definitiva de un sistema
parlamentario como señala Juan Linz161, la introducción en mayor grado de elementos
162
parlamentarios como plantea Dieter Nohlen, la admisión de sistemas
semipresidenciales o la conformación de un presidencialismo alternativo o de dos
motores como señala Giovanni Sartori163.

En este camino cabría preguntarse si realmente el presidencialismo está agotado


como forma de gobierno para América Latina y si es este sistema en verdad el
causante de los déficit de gobernabilidad existentes en la región.

En mi opinión el trasplante de elementos y dinámicas de un sistema a otro es


totalmente válido, siempre y cuando no conlleven la copia de instrumentos o institutos
que sean inviables en un contexto por ser exclusivamente el resultado de otro
ambiente socio-político. En definitiva, a partir de arquitectura institucional se construyó
el sistema semi-presidencial que en un inicio la literatura enfocaba como una
anomalía del parlamentarismo y que hoy ha terminado reconociéndose como una
forma de gobierno con personalidad propia.

Me parece discutible que la forma de gobierno presidencial sea la única causante de


los problemas de gobernabilidad de la región y en realidad considero que alguna de
las propuestas que se plantean en ese sentido constituyen alquimias de laboratorio
académico válidos únicamente para rellenar paper de Congresos.

161
Linz Juan. ¨Presindencial or Parliamentary: ¿Does it make a diference?¨ En: The failure democracy (comparative
perspective), Baltimore, Londres, The Johnes Hopkins Press, 1994.
162
Nholen Dieter. Sistemas de Gobierno: perspectivas conceptuales y comparativas. Presidencialismo versus
parlamentarismo, Caracas, Nueva Sociedad, Caracas, 1991.
163
Sartori, Giovanni. Ibidem, p. 168.

103
Creo que las formas de gobierno son el producto de condicionantes históricas y de
determinado ambiente antropológico y cultural que explican su existencia, sus rasgos
sui generis o incluso sus disfuncionalidades, pero cualquier transformación en la
misma tiene que partir de comprender el entorno del cual es resultante. Pretender, por
ejemplo que los suizos cambien su forma de gobierno convencional porque es atípica
en Europa resulta una falacia, y asimismo considerar que la extrapolación del
parlamentarismo en América Latina solucionaría los problemas de gobernabilidad de la
región me parece un sueño.

A mi juicio los problemas de gobernabilidad tienen que resolverse a partir de continuar


repensando el presidencialismo e introduciendo mecanismos que replanteen el
diagrama de checks and balances entre los poderes, pero además de esto una
verdadera reforma del Estado en la región que busque mayores coeficientes de
gobernabilidad tiene que transitar a su vez por otros ejes.

En primer lugar, la búsqueda de una neo-legitimidad política que se sustente no solo


en la consolidación de la continuidad democrática, sino además en una reforma
electoral que propicie legitimidad al posibilitar el acceso al poder de manera
transparente y verosímil.

En segundo lugar, la transformación de la democracia electoral y representativa en


democracia ciudadana directa en todo el margen posible, a partir de la creación de
mayores espacios de participación que posibiliten que la toma de decisiones y la
conformación de políticas públicas esté abierta en realidad al titular de la soberanía.

En tercer lugar, la necesidad de un aseo de moralidad institucional a partir de que los


actores políticos asuman la función pública como algo comprometido y no como un
simple pedestal para satisfacer propósitos personales y de grupo.

En cuarto lugar, la reconstrucción de su pertinencia a partir de fortalecer su capacidad


de brindar mayor respuesta a las agendas sociales, ya que no es posible su
subsistencia futura si continua proyectándose únicamente como el gendarme de los
intereses del mercado.

104
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106
La lucha por el dominio político en América Latina a través del comercio
internacional.

Ing. Milton Encalada Granda164.

El comercio constituye sin dudas unos de los instrumentos principales de


universalización de las relaciones sociales a lo largo de la historia de la humanidad, no
obstante al igual que ha evolucionado su espectro técnico, estableciendo parámetros y
mediaciones a las relaciones comerciales, como por ejemplo el dinero, que comienza
a funcionar hace alrededor de 2500 años con la primera acuñación de la moneda en
un espacio de tiempo que se enmarca entre el siglo VII y el VI antes de Cristo165,
también ha evolucionado la forma de su utilización para establecer relaciones de poder
o dominación entre las naciones.

Durante décadas se han desplegado alianzas entre los países de las Américas
siempre como propuestas integracionistas sobre todo en el ámbito comercial, pero
estas asociaciones siempre han tenido una repercusión política.

Los mecanismos de mediación comercial como el dinero, o los aranceles, las aduanas,
etc. si bien han facilitado el comercio en sí para valorizar el bien o servicio dado,
también han servido para implementar normas políticas y regulaciones en el marco del
mercado mundial, conducidos por las bolsas de valores que determinan los precios de
la producción a nivel mundial. Sin duda una de las bolsas de valores más importantes
del mundo se encuentra en los Estados Unidos precisamente en New York; desde ahí
se ejerce el control y dominio tanto comercial como político. Es cierto que el comercio
es fundamental para el desarrollo de cada país, sobre todo en el intercambio de bienes
y servicios que son escasos y de vital importancia para una región determinada, es por
ello que los Estados Unidos de Norteamérica desde su surgimiento se ha involucrado
con mucha fuerza en el dominio del mercado mundial, pero no solo con fines lucrativos,
sus fines van más allá de un comercio igualitario, su finalidad es el dominio mundial y
en el caso específico que se analiza en el presente ensayo, el dominio de los países
latinoamericanos.

164
Ingeniero en Comercio internacional. Estudiante de la Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad
Central de las Villas.
165
Howgego, C. J. Ancient History from Coins. Psychology Press, 1995 -ISBN 041508993X Retrieved
2012-06-09

107
Como bien dice Atilio A. Boron América Latina, es importante, es estratégica para los
Estados Unidos.166 Cuando desde EUA se afirma que somos países insignificantes, o
mal llamados tercermundistas, no debemos engañarnos sobre sus verdaderas
intenciones, pues sus mecanismos de expansión como bases militares y la inversión
incesante en armamento propician una intromisión en nuestros territorios justificándola
como protección de la soberanía estadounidense. A estos mecanismos se suman
propuestas comerciales, de supuesto beneficio para la región que intentan reforzar el,
es el dominio político a través de los convenios comerciales suscritos entre los países
Latinoamericanos y Caribeños y EUA, entre los que se pueden citar el ALCA y
posteriormente el TLC.

CUBA FRENTE AL BLOQUEO.

Una de los ejemplos más connotados de política de presión a través del comercio en
el mundo, es el Bloqueo económico, comercial y financiero de los EUA respecto a la
Revolución Cubana.

En fecha tan temprana como julio de 1960, en respuesta a las nacionalizaciones


revolucionarias que en medio de una virulenta lucha de clases tuvo que asumir La
Revolución Cubana, EE.UU redujo la cuota de azúcar cubano a 700.000 toneladas. Al
mismo tiempo la URSS accedió a comprar el resto del azúcar en su lugar, mientras el
gobierno de Castro continuaba con las expropiaciones. El presidente Dwight D.
Eisenhower impuso el 19 de octubre de 1960 un embargo parcial y rompió las
relaciones diplomáticas el 3 de enero de 1961. La Unión Soviética, en cambio, ofreció
a Cuba precios preferentes para las exportaciones cubanas, especialmente para el
azúcar, y vendió a Cuba petróleo a precios preferentes. En abril de 1961 Kennedy
aprobó la invasión militar de Cuba en Playa Girón, siendo derrotados en 72 horas por
el ejército y las milicias de Cuba, en el marco tal invasión Cuba declaró su revolución
como socialista.

En respuesta a este alineamiento de Cuba con el bando soviético en la Guerra Fría, el


presidente John F. Kennedy estableció un programa suave para terminar con la
revolución en Cuba que creaba la Alianza para el Progreso, el Banco Interamericano
para el Desarrollo y los Cuerpos de Paz. Además amplió las medidas tomadas por

166
Atilio A. Boron. América Latina en la Geopolítica Imperial, Editorial Ciencias Sociales, la Habana, 2014,
Cap. 4, pág. 66

108
Eisenhower mediante una orden ejecutiva, ampliando las restricciones comerciales el
7 de febrero y de nuevo el 23 de marzo de 1962.167

La intensa arremetida contra Cuba, es muestra de la utilización de mecanismos


comerciales en la lucha por dominación territorial que han practicado los EUA a través
de su historia. Su sed de dominio, no solo es un interés del control económico mundial,
sino también la ambición de dominar ideológicamente y someter con sus políticas
neoliberales en la actualidad para poder continuar con un estilo de vida consumista y
depredador de recursos naturales a expensas de los territorios y las vidas de los
pueblos de sub-continente latinoamericano. La carta de triunfo más fuerte que han
pretendido jugar en los últimos años ha sido la propuesta del ALCA.

El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) se originó en la ciudad de Miami


en diciembre de 1994.168 En su versión original contemplaba la gradual reducción de
las barreras arancelarias y a la inversión en 34 países de la región, todos menos
Cuba. Con el paso del tiempo, el cambio de gobiernos en América del Sur complicó las
negociaciones y en la Cumbre Extraordinaria de las Américas celebrada en Monterrey,
México, se acordó implementar una versión menos ambiciosa para el 1 de enero de
2005 y que la presidencia del proceso se compartiera entre los Estados Unidos y
Brasil.

El ALCA, es un viejo proyecto de EEUU sobre el resto del continente, cuya primera
manifestación data de 1885, y estuvo muy cerca de concretarse entre 1889 y 1890,
pero no sucedió por la oposición del gobierno argentino, presidido entonces por Miguel
Ángel Juárez Celman. El delegado argentino a la Conferencia Panamericana Roque
Sáenz Peña, declaraba «tratar de asegurar el comercio libre entre mercados carentes
de intercambio sería un lujo utópico y un ejemplo de esterilidad». El cubano José Martí
ya había advertido que «tendría que declararse por segunda vez la independencia de
la América Latina, esta vez para salvarla de los Estados Unidos».169

A principios del año 2004, varias ciudades competían por obtener la sede del proyecto,
entre ellas Miami, Atlanta, Colorado Springs, Chicago y Houston en los Estados
Unidos; Puebla y Cancún en México; Puerto España (Trinidad y Tobago), San Juan en
Puerto Rico y la ciudad de Panamá.

167
www.wikipedia.com, embargo a cuba.

168
«Área de Libre Comercio de las Américas» (en español).BBC 19.11.2003 (2003).
169
Eterno problema en las cumbres americanas, Diario Tiempo Argentino, 14 de abril de 2012.

109
La integración al mercado latinoamericano por parte de América del Norte supone una
población de 800 millones de personas y un Producto Interno Bruto (PIB) combinado
de US$ 21.000 miles de millones anuales.170

Aquellos que apoyan el ALCA dicen que es un tratado que quiere impulsar el comercio
entre las regiones reduciendo los aranceles, y que no se puede decir que en un primer
momento tenga consecuencias traumáticas pero sí que es un paso hacia el desarrollo
a través de las transacciones comerciales que impulsarán la especialización, la
competitividad, la desaparición de monopolios, la mejora del nivel de bienestar de la
población y un desarrollo de las infraestructuras.

No obstante hay varios temas polémicos en relación con la aplicación de ese tratado u
otros similares como los TLC en la actualidad. Uno de los temas más polémicos del
tratado propuesto por los Estados Unidos es el relacionado con los derechos de
propiedad intelectual y patentes. Los críticos afirman que si las medidas propuestas
por el ALCA se aplicaran, se impediría la investigación científica en Latinoamérica
ocasionando aún más desigualdad y dependencia tecnológica respecto a países
desarrollados. En lo relacionado con el tema de las patentes, analistas
latinoamericanos han acusado a los Estados Unidos de querer patentar todo, desde
invenciones, descubrimientos, mitología indígena hasta seres vivos. 171 Evidentemente
existe un interés más allá de un simple acuerdo comercial, América Latina y el Caribe
por su gran variedad de flora y fauna, cuencas y afluentes naturales de grandes
extensiones de agua que recorren nuestros territorios, constituye un reservorio de
riquezas naturales necesarias para apuntalar la continuidad del ―modo de vida
americano‖, por lo que la intención de tratados como el ALCA no es otra que la
dominación imperial de los territorios y vidas de los países involucrados en dichos
acuerdos. Es por ello que contra los gobiernos de izquierda, gobiernos progresistas de
la región, los EUA junto a sus aliados de la partidocracia de derecha tradicional
sostienen una guerra mediática, económica, panfletaria por medio de la cual se ha
intentado y se intenta desestabilizar la democracia tal como pasó en Venezuela en
2002, Haití en 2004, Bolivia en 2008, Honduras en 2009, Ecuador en 2010 y Paraguay
en 2012.172

AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE DESPIERTAN

170
www.wikipedia.com, embargo a cuba.
171
www.wikipedia.com, alca un riesgo para los países de Latinoamérica.
172
Atilio A. Boron, América Latina en la Geopolítica Imperial, editorial ciencias sociales la Habana 2014.
Cap. 4, pág. 91.

110
Las políticas comerciales y dominantes de los Estados unidos han forjado que
sectores importantes de sus países hagan un gran eco de rechazo a la imposición al
negociar con un país gigante donde las condiciones comerciales acabarían con
productores locales de cada región ocasionando pérdidas irreversibles en nuestros
recursos naturales sobre todo es por ello que se debe resaltar el triunfo de Mar del
Plata en Argentina 2005 determinando el fin del ALCA, aunque los Estados unidos no
se quedaría con los brazos cruzados y cambiar de táctica política comercial y llegar
por la vía bilateral más conocida como TLC. (Tratado de Libre Comercio). Sin duda
alguna esto muestra la verdadera cara de los Estados Unidos hacia nuestra región y
prevalecer con su dominio.

EN MÉXICO EL EJERCITO ZAPATISTA IRRUMPE LUCHANDO CONTRA EL TLC

El noble pueblo de Chiapas, pueblo indígena del sur este de México el 1 de enero de
1994, el ejercito Zapatista se hace presente en su lucha en contra de las políticas de
represión y neoliberales impuestas por el imperio en su famosa NAFTA llamada así
por sus siglas en ingles da a lugar a movilizaciones173, a pesar de no tener resultados
favorables de dicho reclamo hacia estas negociaciones cabe recalcar el sentir del
pueblo y tomar una postura a favor de los sectores afectados de su país, sobre todo el
campesino, la lucha por un país que sobre salga con medidas de integración que
favorezcan a los sectores vulnerables son luchas dignas de respeto y sobre todo hacer
sentir el descontento de un pueblo que vive bajo el dominio de políticas neoliberales
que favorecen solo sus sectores de privilegio olvidándose de su pueblo.

Así mismo en el año (2000 y 2002) Brasil se encamina al Plebiscito contra la deuda
externa y el TLC.

Muchos sectores sociales salieron a las calles en plebiscito en Brasil 6 millones de


personas en jubileo 2000 participaron del plebiscito nacional contra la deuda externa y
más del 90% la rechaza. Entre los organizadores de dicha campaña que incluyó un
considerable número de movimientos populares y algunas entidades partidistas y
religiosas, entre ellas la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil y el Consejo
Nacional de Iglesias Cristinas surgió otra iniciativa de contexto global y es el plebiscito
nacional contra del ALCA. Una mayor cantidad de personas acuden a este plebiscito
con la finalidad de poner su sentir popular el rechazo a estas medidas de imposiciones
económicas en Brasil obteniendo una victoria significativa del 98% en contra del ALCA,
con un aproximado de 10 millones de personas saliendo en un triunfo ineludible de los

173
Martha Harnecker Un Mundo a Construir (nuevos caminos) colección de pensamiento político
Movimiento Alianza País 1, 2013, ed. El Viejo Topo , capitulo 1 pág. 28

111
sectores como movimientos sociales que salieron a concientizar al pueblo brasileño de
las medidas, las consecuencias y las problemáticas a un futuro si se daba el ALCA en
América Latina es por ello que más de 150 mil activistas voluntarios participaron en la
difusión emprendiendo campañas educativas en Brasil 174.

ECUADOR RECHAZA EL TLC

La negociación frente al TLC fracasa y no se llega a un acuerdo al confirmar que el


TLC acabaría con la economía del país ya que la balanza comercial se veía afectada
al limitar el ingreso de productos y llenar nuestro mercado de varios ítems, una de las
más significativas es la tecnología. Además de los recursos naturales que nuestro país
posee, la posición geográfica hace que los Estados Unidos se fijen con mayor interés
ya que le permitiría tener un mayor control mundial al establecerse con bases militares.
Aunque a partir del 30 de noviembre de 2007 al 24 de julio de 2008, y ratificada el 28
de septiembre del 2008 la constitución de Ecuador ya no permita la
instauración/asentamiento de bases militares extranjeras por lo buscaran los
mecanismos adecuados para infiltrar la comunicación mundial y seguir buscando el
dominio que ya no se resignan a perder.

RESULTADOS DE LOS MECANISMOS DESESTABILIZADORES EN AMÉRICA


LATINA.

Los ya mencionados mecanismos desestabilizadores contra los gobiernos


progresistas de la región han dado sus resultados, Latinoamérica y el Caribe han
sufrido golpes y bajas significantes en la unidad de un nuevo orden político como ha
sucedido en los casos de Haití, Honduras y Paraguay, con diferentes estrategias pero
que al fin les resultó para seguir imponiendo su dominio con presidentes de derecha
que sigan órdenes del imperio y dar continuidad al neoliberalismo en territorio que
siempre lo han considerado como su patio trasero. La contienda por el dominio político
de la región continúa tal y como se puede constatar con los triunfos de Mauricio Macri
en Argentina y de la MUD en los comicios legislativos de Venezuela en 2015. La
guerra interna provocada por grupos de la derecha de cada país y financiada por
agentes externos que buscan calentar las calles con golpes blandos principalmente
fomentados por el poder de la prensa escrita y televisada que solo busca causar
malestar y desinformación en cada país, en cada localidad utilizando como retórica
política las libertades individuales, la libertad de comercio y la libertad de expresión,
pero haciendo caso omiso a las verdaderas necesidades de las grandes mayorías.

174
Martha Harnecker Un Mundo a Construir (nuevos caminos) colección de pensamiento político
Movimiento Alianza País 1, 2013, ed. El Viejo Topo , capitulo 1 pág. 30

112
El actual respaldo de las derechas instaladas en el poder tras golpes y presiones
desestabilizadoras a los tratados de libre comercio con EUA representa la vuelta al
Neoliberalismo. No podemos olvidar que cualquier propuesta de integración que
provenga de los Estados Unidos, solo favorece a un solo país, y es a Estados Unidos,
la asimetría entre nuestros países y los términos impositivos evocan a la destrucción
económica y atentan contra la democracia de nuestros pueblos hermanos; es
importante tener en cuenta las palabras que acuñó John Quincy Adams (Creador de la
doctrina Monroe) y memorizar ―Estados Unidos no tiene amistades permanentes; tiene
objetivos e intereses permanentes‖. En línea con ello la Doctrina Monroe estableció
como principio la conocida fórmula ―América para americanos‖ en realidad ellos
quieren decir para los norteamericanos.175

INSISTIR EN LA FUERZA YLA UNIDAD DE LA IZQUIERDA EN AMÉRICA LATINA.

Es notable el cambio en cuanto a desarrollo y redistribución de la riqueza en América


Latina y el Caribe a partir del 1998 cuando asume a la presidencia de Venezuela el
Comandante Hugo Rafael Chávez Frías adoptando una postura soberana y
democrática velando por los intereses de Venezuela y con agenda propia, algo que no
le conviene al imperialismo neoliberal de los Estados Unidos ya que se le hacía más
difícil lograr sus objetivos en esta región. A la postura Chavista y bolivariana fueron
sumándose gobiernos que con mayor o menor intensidad también defendieron una
posición soberana en cuanto al manejo de sus riquezas naturales y las políticas
sociales a emprender en sus respectivos países como se puede mencionar los casos
de Chile con Ricardo Lagos en el 2000 y Michelle Bachelet en el 2006, Brasil con Luis
Ignacio Lula Da Silva en el 2002 y Dilma Rousseff en el 2010; Argentina con Néstor
Kichner 2003 y su esposa Cristina Fernández en el 2007; Uruguay con Tabaré
Vázquez en el 2005 y José Mujica en el 2009; Bolivia con Evo Morales en el 2005;
Ecuador con Rafael Correa Delgado en el 2006, en el mismo año en Nicaragua Daniel
Ortega; Guatemala con Álvaro Colom en el 2007; Paraguay con Fernando Lugo en el
2008; El Salvador con Mauricio Funes en el 2009 y Ollanta Humala en Perú en el
2011176.

La lucha persiste y no se puede desmayar, aun debemos mantener posturas que


integren un verdadero polo de desarrollo y hermandad alrededor del ALBA. Esta
coalición de posturas políticas diferentes a la de los Estados Unidos han logrado en el

175
Atilio A. Boron, América Latina en la Geopolítica Imperial, editorial ciencias sociales la Habana 2014.
Cap. 4, pág. 61-62.
176
Martha Harnecker Un Mundo a Construir (nuevos caminos) colección de pensamiento político
Movimiento Alianza País 1, 2013, ed. El Viejo Topo , capitulo 1 pág. 23

113
marco de la integración comercial un factor fundamental como la creación del Banco
del Sur, Petro Caribe y más recientemente CELAC y UNASUR, pero es el ALBA
(Alianza Bolivariana para las Américas) el eje fundamental de la postura soberana y
progresista latinoamericana y caribeña, cuya misión integracionista pone énfasis en la
lucha con la pobreza y la exclusión social y se basa en la colaboración solidaria en
lugar de basarse en la competencia y la sumisión a los poderes imperiales. La
solidaridad entre sus miembros supera el problema de la asimetría entre ellos,
principal obstáculo entre los procesos de integración que promueven los Estados
Unidos y la Unión Europea177.

El ALBA, marca el comienzo de una nueva integración, su objetivo; el de mejorar la


calidad de vida de sus países integrantes; buscando solucionar los conflictos o
situaciones desfavorables de cada miembro suscriptor. El modelo político de izquierda
progresista que ya es una barrera para los intereses neoliberales, dominantes y
nefastos del Imperio Norteamericano, tiene que fortalecerse procurara nuevas tácticas
ante los intentos desestabilizadores y consolidar lo logrado hasta el momento, para
ello solo nos queda la lucha y la unidad, para poder vencer a nuestro enemigo, para
seguir siendo libres.

177
Martha Harnecker Un Mundo a Construir (nuevos caminos) colección de pensamiento político
Movimiento Alianza País 1, 2013, ed. El Viejo Topo , capitulo 1 pág. 39

114
BIBLIOGRAFÍA.

Boron, Atilio. América Latina en la Geopolítica Imperial, Editorial ciencias sociales la


Habana, 2014.

“Eterno problema en las cumbres americanas‖, Diario Tiempo Argentino, 14 de abril de


2012.
Harnecker, Martha. Un Mundo a Construir (nuevos caminos).Colección de
pensamiento político Movimiento Alianza País 1, ed. El Viejo Topo, 2013

Katz, Claudio. Las disyuntivas de la izquierda en América Latina, Herramienta, 2008

Martínez, Osvaldo. El Futuro de América Latina: Integración y Movimientos Sociales,


Editorial ciencias sociales la Habana 2008.

Sitios de Internet.

http://www.cubanlibrariessolidaritygroup.org.uk/news.asp?ID=362

Wikipedia.com,‖ Alca un riesgo para los países de Latinoamérica‖

http://www.cubacentral.com/todaysnewsdetail.cfm?ID=1461

115
La evaluación de la dimensión axiológica del desarrollo y su vínculo con las
políticas públicas: proceso vital para la integración latinoamericana y caribeña.

Dr. C. Edgardo Romero Fernández.

A nadie caben dudas que en pleno siglo XXI la ciencia, la educación y la cultura son
elementos impulsores del desarrollo, pero ese desarrollo debe ser contextualizado,
pues él no está desprovisto de una orientación axiológica determinada y su simple
invocación no nos permite desentrañar cuales son las intenciones, de quien lo aclama,
lo impulsa y lo defiende. Así, aunque muchas de las concepciones del desarrollo que
conocemos se definen como universales, tienen un connotado carácter clasista y
representan los intereses de clases y grupos de poder específicos 178. Es por ello que
la evaluación de la política de impulso a la ciencia, la educación y la cultura como
elementos propiciadores del desarrollo, tiene que orientarse por la determinación del
fomento de determinados valores, a partir de dicha política de apoyo a la ciencia, a la
educación y a la cultura y a las características que les son inherentes, por tanto esa
será la lógica y el curso de nuestra explicación.

¿Cuáles son los valores que orientan el desarrollo que preferimos? La pregunta es
evidentemente lícita y por ello nos detendremos en algunas consideraciones sobre las
relaciones axiológicas, que deben servir de referencia para entender nuestra lógica.
En su brillante ensayo Hipótesis para una teoría marxista de los valores, Agnes Heller
plantea: ―Todo lo existente, (cosas, objetos en sentido epistemológico, actitudes,
acciones, instituciones, procesos) puede tener contenido axiológico. Esas entidades
funcionan como valores cuando hay una elección que se dirige a ellas y es
generalizable o ya generalizada.‖179 Para Heller no hay dudas de que la ciencia, al
igual que el arte y la filosofía entre otros son valores, entre otras cosas porque
propician la riqueza del género humano, e incluso por ello adquieren la cualidad de
valor universal180, pero lo que queremos destacar coincidiendo con Heller es el sentido
electivo de la relación axiológica, pues como ya apuntamos, el contenido axiológico del
desarrollo aparece interpretado de modos muy diferentes por diversas escuelas y
teorías.

178
Ver: Romero, Edgardo. ―Crítica a las posiciones voluntaristas y empiristas en el tratamiento de la relación causal
entre valores y desarrollo social‖. ISLAS, 115, Editorial Feijóo, Universidad Central de las Villas, mayo-diciembre, 1997,
p.161, 164-166, 168-169.
179
Heller, Agnes. Hipótesis para una teoría marxista de los valores. Ediciones Grijalbo, Barcelona, 1973, p. .55.
180
Idem, p78

116
Max Weber como ideólogo del capitalismo; señaló como valor supremo del mismo: la
propiedad privada, su defensa y la postulación del afán de lucro como instrumento
supremo del desarrollo. En su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo,
sentenció: ―El ascetismo laico del protestantismo, podemos decir resumiendo, actuaba
con la máxima pujanza contra el goce despreocupado de la riqueza y estrangulaba el
consumo, singularmente el de artículos de lujo; pero, en cambio, en sus efectos
psicológicos destruía todos los frenos que la ética tradicional ponía a la aspiración a la
riqueza, rompía las cadenas del afán de lucro desde el momento que no solo lo
legalizaba, sino lo consideraba como precepto divino.‖181Ese afán de lucro es contrario
a la idea de justicia social y al sentido de equidad que inspiró el proceso
independentista en contra de la dominación española y los propósitos unificadores de
Bolívar y de tantos otros próceres latinoamericanos, así pues escoger una u otra vía,
uno u otro valor para orientar la política de desarrollo científico en la región tiene
efectos muy diferentes. O sea la elección de unos u otros valores para potenciar el
desarrollo origina ―desarrollos‖ diferentes y debemos ser capaces de identificar cual es
el tipo de desarrollo que más conviene a nuestras sociedades, a nuestros pueblos.

Otro factor que incide en la interpretación axiológica diferente del desarrollo es la


concepción del desarrollo como proceso continuo o como proceso continuo y
discontinuo a la vez. Para evolucionistas como Herbert Spencer, Augusto Comte y
otros el asumir el desarrollo como proceso que siempre está ocurriendo
definitivamente significa renunciar a los cambios revolucionarios, a los saltos, a las
transformaciones radicales en aras de alcanzar lo que parece imposible; para los
revolucionarios al estilo de Carlos Marx la posición anti evolucionista indica que el
desarrollo es resultado y no proceso y por tanto, hay que planificar con miras puestas
en el gran salto, en lo que definitivamente hay que superar. La cuestión no es
meramente de formas, pues si el avance en materia de ciencia se mide por el impacto
que tiene esta actividad en el mejoramiento real de las condiciones de existencia del
género humano estamos en presencia de una ciencia humanista, ecologista, que
propicia un desarrollo sostenible, mientras que si el avance de la ciencia se mide, por
el número de patentes, artículos publicados en revista de punta, o nominaciones
recibidas a los grandes premios internacionales ―establecidos‖ estamos en presencia
de una ciencia elitista.

Establecidos estos preceptos, nos ayudará en nuestro análisis el recordar que valores
sirvieron de sustento a los proyectos integracionistas latinoamericanos, para

181
Weber, Max. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Ediciones Península, Barcelona, 1994, p. 242.

117
determinar si ellos han sido o no escogidos al planificar la política científica, cultural o
educacional del MERCOSUR o el ALBA, por situar dos ejemplos. En el resultado de
investigación iniciado por nuestro equipo de la Cátedra ―Andrés Bello‖ en 2004 y
desarrollado por varios años 182 , se definían como valores fundacionales de la
integración latinoamericana los siguientes: emancipación individual y colectiva; justicia
social; equidad; independencia nacional; unidad latinoamericana; tolerancia a la
pluriculturalidad; intransigencia hacia los intentos de dominación y recolonización;
identidad cultural latinoamericana y la propia integración latinoamericana. O sea se
trata de evaluar el proceso o procesos integracionistas respecto a la forma de
insertarse en las relaciones internacionales para mejorar la posición del sistema
productivo regional y en la división internacional del trabajo, sino de evaluarlo
respecto a como lograr el bienestar económico, social y cultural de la comunidad
latinoamericana en su conjunto.

El estudio desarrollado por nuestro equipo de investigación partiendo de los preceptos


y resultados antes señalados se distribuyó el análisis de las temáticas a pesquisar,
(políticas para la educación la ciencia y la cultura que impulsen el proceso
integracionista latinoamericano) considerando como referente objetivo para evaluar
esas políticas el resultado de inicial de investigación de 2004 y su implementación por
las asociaciones integracionistas CAN y MERCOSUR. Los resultados de este estudio
no fueron considerados definitivos, pues para perfeccionar el mecanismo de
evaluación de las políticas encima mencionadas, se necesita no solo operacionalizar
teóricamente los conceptos de los diferentes valores definidos como fundacionales
para la integración latinoamericana, sino hacerlo además contextualmente, o sea
vinculados a las realidades concretas de los beneficiarios de dichas políticas, que no
son otros que los pueblos latinoamericanos distribuidos en sus respectivos países,
regiones y comunidades y como es lógico ese proceso es aún incipiente, pues parte
de la aceptación de nuestra propuesta metodológica central, la cual no se contenta
con la formulación de un modelo teórico de los valores universales ( objetivos) de la
integración latinoamericana y su contrastación con los valores oficiales de dicha
integración formulados por las diferentes asociaciones integracionistas, sino que
necesita pesquisar, ( para una triangulación real de la información) los valores que
promueve realmente la vida cotidiana de los beneficiarios de las políticas de
educación, ciencia y cultura para la integración latinoamericana y definir en qué
medida ellos conectan, coinciden o se contraponen a las dos manifestaciones

182
Ver: Guadarrama, Pablo; Romero, Edgardo. ―Los valores fundacionales para la integración latinoamericana y las
vicisitudes de su desarrollo‖. ISLAS 154, octubre-diciembre 2007, pp.61-69.

118
sistémicas de valores anteriores. Para llevar a cabo esta estrategia se necesitan
investigaciones de campo, que la instrumentación de la actividad científica del CAB
aún no nos permite y que tampoco por nuestra cuenta hemos podido solventar. No
obstante, hasta el punto en que hemos avanzado hay resultados interesantes que
presentar y lo haremos en el estilo de conclusiones.

El resultado parcial de los informes de investigación hasta 2009 se pronuncia a favor


de validar las dos hipótesis principales el actual proyecto en ejecución183, según las
cuales:

1. Los valores promulgados oficialmente en los procesos integracionistas


latinoamericanos contemporáneos coinciden esencialmente con los valores
fundacionales de la integración latinoamericana, pero su implementación no
garantiza una integración potenciadora de lo latinoamericano.
2. Los valores fundacionales de la integración latinoamericana deben ser
complementados con otros valores que sirvan de sustento a políticas
públicas que se ajusten a la realidad económica, social, política y ambiental
que se ha estado conformando en el sub-continente desde la
independencia a esta fecha.

Evidentemente el proceso de construcción consolidación y renovación de los valores


fundacionales que se expresaron en relación con los procesos integracionistas desde
los días de la independencia hasta la actualidad deben ser justipreciados evitando
perspectivas de blanco y negro, sino tomando en consideración las distintas
tonalidades de los grises para cada uno de esos valores.

Según los resultados parciales expuestos es posible considerar que existen algunas
coincidencias entre los valores fundacionales del proceso integracionista
latinoamericano con los valores de los procesos integracionistas latinoamericanos
actuales en su expresión formal en documentos y declaraciones del discurso político,
pero en los procesos reales de la vida socio-económica de la región distan mucho de
concretarse.

La mayoría de los diferentes sectores sociales —quizás con la excepción de aquellos


vinculados a las transnacionales que se benefician de la atomización
latinoamericana— coinciden en que resulta muy beneficioso para Latinoamérica toda

183
El actual proyecto relaciona los valores fundacionales de la integración latinoamericana con las políticas
integracionistas.

119
acción que contribuya a la integración tanto andina como latinoamericana y caribeña
en general en cualquier esfera del desarrollo social y existen mecanismos tanto en la
sociedad política, como en la sociedad civil que contribuyen a cultivar esos valores.

También es común aceptar que entre los principales valores que contribuyen a ese
objetivo integracionista y se revierten positivamente en el desarrollo de la región se
encuentran: Integración, comunidad andina, orgullo por valores culturales ancestrales,
latinoamericanismo, nacionalismo, independencia, soberanía, emancipación, libertad,
poder, dignidad, justicia social, humanismo, igualdad, equidad, unidad, solidaridad,
reciprocidad, tolerancia, ciencia, educación, derechos humanos, cultura, e identidad
cultura. Potenciar estos valores requiere no solo de estudios de carácter general o del
desarrollo y precisión de las políticas para su implementación, se requiere además del
tipo de estudio que vincula teoría y practica y que procede didácticamente con la teoría
para que ella sea fuerza propulsora de la práctica y proceder científicamente con la
práctica para que ella no se convierta en descripciones aisladas que desintegran, si no
en explicaciones generalizadoras que integran. Por ello el camino de develación de la
dimensión axiológica de las políticas de ciencia, educación y cultura para la integración
en los ámbitos de MERCOSUR, CAN ó ALBA es un esfuerzo necesario, y aunque
ambicioso realizable en la misma medida en que más investigadores y políticos de
diversas regiones de Nuestra América se integren para ello. El objetivo general de
estas indagaciones será identificar y argumentar los valores que a través de la historia
sustentan el desarrollo y bienestar de lo y los latinoamericanos.

Cualquier proyecto social se articula desde su génesis sobre unos valores específicos.
Ignorarlos significa no conocer a profundidad el proyecto y no poder interactuar
adecuadamente en el proceso de su realización, por lo que el estudio de los valores de
un proyecto latinoamericanista o nuestro-americanista según se prefiera, pero en
ambos casos asumiendo dentro lo caribeño, es un estudio de gran significación
práctica.

Este tipo de estudio esta profundamente vinculado a los estudios culturales y además
a los estudios y prácticas políticas y sociales vinculadas a la educación y la ciencia.

Afortunadamente en los últimos años existen suficientes evidencias de que el proceso


de integración latinoamericana y caribeña depende en gran medida de la existencia de
una cultura de la integración, o sea que exista un sentimiento compartido, una forma
de hacer común, tradiciones y formas de existencia que nos identifiquen y nos
distingan del resto de las regiones y los continentes del mundo, pero eso que podemos
llamar cultura, independientemente de todos los conceptos que han tratado de explicar

120
al fenómeno cultural y que no son objeto de nuestro análisis, no es un fenómeno dado
una vez y para siempre, la cultura es un proceso, que transcurre en constante cambio
y movimiento, las costumbres y tradiciones, que en ocasiones las instituciones
artístico-culturales, educacionales o políticas, quieren preservar y/o rescatar se
asentaron producto de la existencia de la moralidad de determinada época, que se
conformó a su vez a partir de la sistematización y divulgación de determinadas
significaciones sociales positivas, o lo que es lo mismo de determinados valores.

Es importante destacar, que para las instituciones integracionistas la sistematización


de esos valores requiere de un método científico, de una argumentación científica y de
aquí se deduce que cultura, valores y ciencia están interconectados. También es muy
importante destacar, que la divulgación requiere de un método pedagógico, requiere
de una enseñanza general y sistemática, por lo que, al igual que afirmamos
anteriormente respecto a la ciencia, la cultura, los valores y la educación están
indisolublemente interconectados. Con esto no se descubre nada nuevo, pero si se
enfatiza en el hecho de que las áreas de trabajo que habitualmente no existen o tienen
poco peso en los mecanismos integracionistas están interrelacionadas y son decisivas,
porque ellas representan, dicho sintética y esquemáticamente, la argumentación
científica, la divulgación y la potenciación sistémica y sistemática de las
significaciones sociales positivas de lo latinoamericano y caribeño, o sea de los
valores culturales nuestro-americanos, para lo cual, son imprescindibles los
estudios sobre pensamiento latinoamericano y caribeño con sus correspondientes
aplicaciones prácticas en el escenario de la política pública.

Bibliografía.

Guadarrama, Pablo; Romero, Edgardo. ―Los valores fundacionales para la integración


latinoamericana y las vicisitudes de su desarrollo‖. ISLAS 154, octubre-diciembre 2007.

Heller, Agnes. Hipótesis para una teoría marxista de los valores. Ediciones Grijalbo,
Barcelona, 1973.

Romero, Edgardo. ―Crítica a las posiciones voluntaristas y empiristas en el tratamiento


de la relación causal entre valores y desarrollo social‖. ISLAS, 115, Editorial Feijóo,
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Weber, Max. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Ediciones Península,


Barcelona, 1994.

121
El surgimiento de las políticas públicas y las veleidades de su aplicación en
América Latina, reflejo de la pertinencia de la crítica marxista a la visión
hegeliana de la relación Estado-sociedad civil.

Lic. Eduardo Romero Cano184.

En el escenario actual latinoamericano las políticas públicas son consideradas


como «bisagra entre el Estado y la sociedad civil»185 Ello es altamente significativo,
pues indica la importancia que se le confiere a las políticas públicas no solo para
alcanzar eficiencia económica o el desarrollo social, sino además para vincular a los
dos términos que han sido objeto de nuestras reflexiones en los capítulos
anteriores. Ello nos conduce a la necesidad de hacer un poco de historia sobre el
surgimiento de las políticas públicas y su implementación en América Latina,
vinculando, por supuesto, estos procesos a las posturas teóricas de los pensadores
objeto de análisis.
El surgimiento de las políticas públicas tuvo lugar en Estados Unidos a partir de una
propuesta de Harold Lasswell 186 en los años de postguerra. Varios autores
coinciden, (Ripley, De León, McCool,) 187 en afirmar que la idea fundadora de
Lasswell apareció en la obra editada por el mismo en compañía de Daniel Lerner,
The policy Sciences: Recent developments in Scope and Methods, publicada en
1951, con el patrocinio del gobierno federal, que estaba muy interesado en
racionalizar el gasto público y atender problemas sociales de diversos grupos
marginales que debían ser objeto de control social.
En la actualidad, las políticas públicas se han establecido como una «subdisciplina»
en la ciencia política188 . Estas comenzaron a ser nombradas en espacios públicos y
académicos en Estados Unidos, Francia y España, especialmente, por las agencias
multilaterales y de desarrollo como el Banco Mundial (BM) y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) o La Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL) y actualmente se han extendido a las múltiples disciplinas
sociales, quienes ven en este campo mucho por decir y hacer.
184
Licenciado en Filosofía. Estudiante de la Maestría en Ciencia política de la UCLV.
185
Kirchner, Alicia. La bisagra. Buenos Aires, Ministerio de Desarrollo Social. IV , 2007.
186
Lasswell fue un hombre reconocido tanto en el ámbito académico e investigativo como en el de asesoría al gobierno,
siendo convocado en este último ámbito por el propio Presidente Harry Truman. Como profesor de ciencia política en la
Universidad de Chicago (1922-1938) y más tarde, luego de su experiencia en el gobierno, terminó en el claustro de la
Escuela de Derecho en Yale (1947-1973). Fue un personaje que tuvo una gran influencia en el terreno de la ciencia
social en autores tan importantes como V. O. Key, David Truman, Herbert Simon, Gabriel Almond y Edgard Shils,
todos ellos considerados sus discípulos (Cfr. Garson, 1996, p. 150).
187
Ver: DE LEÓN, P ETER. (1994) ―Reinventing de policy sciences: Three steps back to the future‖. Policy Sciences,
pp. 77-95; MCCOOL, DANIEL. (1995) Public policy theories, models and concepts: An Anthology. Englewood, Cliffs,
New Jersey: Prentice Hall; RIPLEY, RANDALL (1985).Policy Analysis in Political Science. Chicago: Nelson Hall –
Publishers..
188
Ver : GOODIN, ROBERT Y HANS DIETER KLINGEMANN. (2001) Nuevo Manual de Ciencia Política. Madrid: Istmo.

122
En particular, el interés de la ciencia política por el estudio de las políticas públicas
es el Estado y la administración pública y aunque su basamento teórico supone dos
elementos ausentes en la tradicional elaboración de políticas estatales como son el
análisis profesional y la participación protagónica de los beneficiarios 189 , las
visiones estatistas al estilo hegeliano no han permitido que los postulados teóricos
iniciales se hagan realidad, pues el Estado se ha venido erigiendo en actor
fundamental y muchas veces único del proceso, proscribiendo la participación
popular o dejándola en un aspecto formal.
La entrada en América Latina del análisis de políticas públicas ocurrió por la vía de
la influencia de las academias norteamericanas, pero fundamentalmente lo hizo de
la mano de organismos internacionales (BID, CEPAL, etc.), como se apuntaba
antes. Dichos organismos utilizarían esta valiosa herramienta para manipular los
procesos de desarrollo que tenían o debían tener lugar en el subcontinente, asíla
«lucha contra la pobreza» se convirtió en contrainsurgencia 190 y los mecanismos de
política pública fueron puestos en manos del Estado para fortalecer el control social
respecto a los movimientos sociales emergentes y las iniciativas de autonomía y
desarrollo local. No es extraño que este proceso fuese orquestado por el Banco
Mundial en la época en que Robert McNamara presidió esta institución (entre 1968
y finales de los 70). McNamara provenía de dirigir el Pentágono (1961-1968) y su
vocación principal fue relacionar los problemas de desarrollo con los de seguridad
nacional de los Estados Unidos, por lo que los mecanismos que propone para
lograrlo son políticas focalizadas hacia diversos sectores de la sociedad para
impedir su integración como actores sociales y propiciar el control gubernamental
que tan amenazado estaba en América latina por diversos movimientos guerrilleros
en la época de su presidencia en el Banco Mundial.
En el decenio de los 80 y los 90 la política exterior de los EUA hacia América Latina
cambió, primero con la doctrina de los documentos de Santa Fe, a través de la cual
se pretendía activar una sociedad civil en contra del estado -especialmente del
Estado cubano- y de algunas otras democracias latinoamericanas planteando que
había que pasar del movimentismo al fomento de organizaciones para luchar por
sus derechos, ese era el freno más eficiente al fortalecimiento de los actores
sociales y políticos en América latina y a algunos gobiernos democráticos y
progresistas de la región ( Nicaragua, Granada, Panamá, etc.) y a la lucha armada
que continuaba (Salvador, Honduras, Guatemala, Colombia). En segundo lugar, el

189
LINDBLOM, CHARLES E. El Proceso de Elaboración de Políticas Públicas (trad. Eduardo Zapico Goñi) Ministerio para
la Administración de Políticas Públicas. Madrid, 1991.
190
Ver; Zibechi , Raúl. Movimientos y emancipaciones. Del desborde obrero de los´60 al combate «combate a la
pobreza». Ediciones Alter. Montevideo, 2010

123
decenio de los noventas se caracterizó por la implantación en el continente de
políticas neoliberales orientadas por el BM, el FMI y el BID, que arrasaron las
economías de la región, incluso las más potentes como Argentina, México o Brasil.
De nuevo políticas sociales bajo el subterfugio del rescate de las economías de la
región condicionaban todo el desarrollo social, supuestamente el control o el no
control lo propiciaba el mercado, pero las políticas provenían de los estados
nacionales con la metodología que proponían los organismos internacionales bajo
un sesgo de cientificismo191. La visión estatista continuaba incorporada al análisis
de las políticas públicas y se convirtió en parte de la propia metodología para todos
aquellos que urgidos por realidades deprimentes a ser transformadas no tuvieron el
tiempo o la preparación para la reconsideración crítica de los manejos de la relación
Estado–sociedad civil y la utilización de las políticas públicas como mecanismo de
su mediación.
Aparentemente nos encontramos frente a una contradicción, puesto que se
presenta una intención de fortalecer a la sociedad civil. Tal visión sería ingenua y
desacertada puesto que de lo que se ha tratado ha sido de fragmentar la sociedad
civil a partir de la creación de pequeños núcleos organizacionales embebidos de un
cierto nivel de poder y que intentan dar solución a sus demandas de manera
aislada. Dicha fragmentación192 es impulsada de conjunto entre las organizaciones
internacionales y los estados nacionales. Esta es, además, una de las principales
limitaciones que presenta la visión hegeliana estado-céntrica que no alcanza a
hacer notar la influencia de las relaciones de producción internacionales que se
tornan en ideológicas y que penetran a cualquier estado evidenciando el
imperecedero antagonismo de clases el cual trasciende las barreras de lo nacional.
Marx resulta superador en este sentido al promover la necesidad de la Internacional
comunista, toda vez que logra comprender el entramado de relaciones sociales,
políticas y económicas que corresponden a la humanidad, sin subordinar las
mismas al simple arbitrio de un estado en particular (el Estado alemán) como hace
Hegel en definitiva en sus Grundlinien; en los cuales -más allá de presentarse una
fraseología que pretende dar carácter de universal a sus productos teóricos más
acabados- no se expone sino la imagen ilusoria de un orden perfecto basado en la
subordinación por parte de una determinada sociedad civil a la propia concreción de
sus voluntades representada en el Estado.

191
Todos los años el Banco Mundial y el BID promueven seminarios y postgrados para cuadros y técnicos de los
estados latinoamericanos. En el decenio de los noventa estos fueron más de cien, en lo que va del presente siglo hasta
los datos que poseemos el número se duplicó. (Cfr. Bango, 2009)
192
Sobre un análisis particular de esta fragmentación y cómo se puede trabajar con ella se puede consultar el trabajo
del Dr. Edgardo Romero Fernández sobre la provincia de Loja en Ecuador. ( Cfr. Romero, 2008)

124
Cabe apuntar que -más allá del vínculo necesario entre la teoría marxista y los
procesos de transformación que se proyectan en nuestro continente- según Zibechi
los nuevos gobiernos de la izquierda progresista que inician el siglo XXI también
son acríticos con la forma de hacer política pública (Cfr. 2010, 42), o mejor dicho,
de no hacerla bajo el imperativo de los cambios necesarios en sus sociedades
tomaron el camino de las políticas públicas con las metodologías y enfoques de
aplicación existentes, que como ya se ha explicado, estaban sesgados por el
estado-centrismo y por una política imperialista hacia el Tercer Mundo y
particularmente hacia América Latina.
La visión y la práctica estado-céntricas denunciadas por la mayoría de los autores
que abordan los problemas de las políticas para el desarrollo en América Latina 193
presentan numerosas limitaciones:

«…la deficiente cobertura poblacional de la seguridad social pública que


obligaba a complementos con programas de orientación asistencialista;
segunda, varios sistemas de seguridad social que ofrecen beneficios
diferentes, tercera, no está contemplada la protección económica en caso
de desempleo, ni políticas estatales de generación de empleo y de
intervención en el mercado de trabajo. En conclusiones, la orientación y el
contenido de las políticas sociales son las de una estado de bienestar,
pero restringido o incompleto por las limitaciones tanto del tipo de
programas como por su selectividad.» […] 194

Dichas deficiencias son identificables además en los procesos de integración social


que tienen lugar en el continente, pues los mecanismos asistencialistas han suplido
la participación protagónica y la coherencia entre el quehacer teórico y el práctico
apenas se articula en el discurso político 195 creando en todos estos países una
deuda pública considerable, bajos porcentajes de conciencia política 196 y una
dependencia excesiva de lo que pueda hacer el estado. La participación continúa
193
Ver. Basail, Alain : Políticas Sociales Comparadas. Editorial Félix Varela. La Habana. 2004
194
Basail Rodríguez, Alain. (2004) Políticas Sociales Comparadas. Editorial Félix Varela. La Habana. ISBN: 959-258-
797-3 XXIV (BAHÇJAR)
195
Ver: Romero, Edgardo et alii. ―Los valores fundacionales de la integración latinoamericana en la implementación
de políticas públicas en educación, ciencia y cultura‖. Convenio Andrés Bello. Cátedras de integración Andrés Bello
3. Bogotá: Convenio Andrés Bello, 236p. (serie La Universidad y los procesos de Integración Social); Echemendía,
Omaida. Echemendía, Omaida. E. ―Incidencia de las políticas públicas en la sociedad venezolana de principios del
Siglo XXI‖. Universidad Central de las Villas Trabajo de diploma 2014.
196
Un elemento interesante que nos indica los pobres niveles de concientización política y además la conflictividad
entre el gobierno y los movimientos que lo llevan al poder es que en 2015 en dos países en los cuales los respectivos
mandatarios arrasan en la anterior elección presidencial (Bolivia y Ecuador, con Evo y Correa respectivamente) en las
elecciones locales sus organizaciones políticas pierden en los supuestos bastiones de sus líderes.

125
como asignatura pendiente, por lo que el vínculo natural sociedad civil–Estado tal y
como lo explica Marx queda trunco con la consecuente desmovilización social, que
se traduce como ya dijimos en desmovilización política y esta, por su parte en
deslegitimación del gobierno.
Según Muller197, las políticas públicas son la forma en la que se le da coherencia,
integralidad y sostenibilidad a las decisiones y acciones de los gobiernos, utilizando
analistas profesionales y dando participación protagónica a la población en la toma
de decisiones. En esta perspectiva, temas como el sistema y el régimen político, la
coherencia ideológica y programática de los partidos políticos, la fortaleza
institucional, la gobernabilidad (capacidad del ejecutivo para conducir la política), el
poder legislativo (legitimidad y representatividad), el poder judicial (autonomía e
independencia) y la sociedad civil (organización y acción colectiva) son temas que
comparten la ciencia política y las políticas públicas. En síntesis, las políticas
públicas vinieron a permear la política en todas sus dimensiones y el asumir su uso
acríticamente solo puede servir a los intereses de las élites de poder dominantes
internacionalmente que se han encargado de elaborar un arsenal metodológico que
funcione de acuerdo a sus necesidades al ser aplicado por terceros.
A esta altura ya cabría preguntarse si el asunto no será que la teoría de análisis de
políticas públicas no es exportable a países no desarrollados o como plantea
Lindblom es impracticable en los países comunistas.198
Evidentemente el entramado socio-político y económico de cualquier sociedad es
determinante a la hora de aplicar metodologías diversas, sea cual fuere la disciplina
de origen de las mismas, pero la dimensión axiológica del desarrollo de los
gobiernos progresistas latinoamericanos no es contraria para nada al espíritu
teórico del análisis de las políticas públicas, más bien por el contrario, los países
que establecen como meta el socialismo desde un enfoque marxista tienden a
alejarse de modelos de desarrollo consumistas y anti-ecológicos como los de los
actuales países desarrollados, su lógica de desarrollo «…se refiere a un proceso
sostenible, humanista, equitativo, incluyente y diverso y como plantea nuestro José
Martí, definitivamente creativo, pues la copia y el calco de lo que se hizo o se hace
en otras latitudes, carece de sentido para nuestra realidad».199

197
Muller (2007). Prefacio. En: Jorge Iván Cuervo et alius. Ensayos sobre políticas públicas. Editorial Universidad
Externado de Colombia.Bogotá pp. 11-13
198
Lindblom, Charles E. (1991) El Proceso de Elaboración de Políticas Públicas (trad. Eduardo Zapico Goñi) Ministerio
para la Administración de Políticas Públicas. Madrid. ISBN: 84-7088-591-X
199
Romero, Edgardo. (2013) ―Política pública, participación ciudadana e integración: Ejes sistémicos para el desarrollo
nuestroamericano‖. En: C.A. El pensamiento crítico de Nuestra América y los desafíos del Siglo XXI. Tomo II,
Universidad Autónoma de Guerrero (México); Universidad Antonio Guillermo Urrelo (Perú), ISBN: 978-607-8289-48-6

126
Precisamente los principios teóricos a los que alude la política pública permiten
utilizar con más eficiencia estos postulados cuando el ser humano es puesto en el
centro del vínculo entre Estado y sociedad civil, que cuando la meta éxito es el
dinero, o dicho en palabras de Max Weber la maximización de ganancias, valor
supremo del capitalismo. Así «el paradigma de desarrollo capitalista no es nuestro
paradigma de desarrollo y no puede serlo, pues las condiciones históricas en que
surgió no existen hoy y no se repetirán en el futuro y sus motores o mecanismos
esenciales de funcionamiento, (el productivismo y el consumismo) son anti-
ecológicos y anti-humanos».200
Vistas así las cosas, la cuestión no es si es exportable o no la teoría del análisis de
políticas públicas y utilizable en el desarrollo del sub-continente latinoamericano,
sino cuáles son las bases de una deficiente aplicación de esa teoría en nuestras
realidades, y esas bases como hemos ido estableciendo provienen de la
absolutización de la visión hegeliana del estado burgués alemán como sociedad
modélica, visión que incluso fue reelaborada en forma teórica por Francis
Fukuyama, para tras la idea del fin de la Historia plantear la existencia del mejor de
los mundos posibles 201 , cuya traducción práctica eran los regímenes liberales
representativos burgueses de los países centro a nivel mundial, especialmente
E.U.A.202
Frente a esta postura se colocó antaño Marx, como hemos podido apreciar. Él
mismo, desde su crítica económico-política a la forma reduccionista y
absolutizadora de un tipo de estado con caracteres divinos otorgados por el Espíritu
de la Historia –el ya abordado Estado ético hegeliano- plantea como natural el
vínculo entre las formas sociales de producción y la superestructura política,
distinguiendo que:

«…tanto las relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden


comprenderse por sí mismas ni por la llamada evolución general del
espíritu, sino que radican, por el contrario, en las condiciones materiales de
vida cuyo conjunto resume Hegel, siguiendo el precedente de los ingleses
y franceses del siglo XVIII, bajo el nombre de ―sociedad civil» […] 203

200
Íbid.
201
Ubango, Urania (1993) Regresar a Hegel: el fin de la historia según Francis Fukuyama. Revista Tareas, Panamá
pp.94
202
Íbid. 95
203
Marx, Karl y Friederich Engels: (1859) Prólogo de la Contribución a la Crítica a la Economía Política. Obras
Escogidas en tres tomos, Tomo I. Editorial Progreso Moscú, 1973. Pp. 517

127
En la realidad socio-política de las naciones latinoamericanas a las que hemos
hecho referencia anteriormente se habla de socialismo, pero no se actúa
consecuentemente con las relaciones de producción, las relaciones de propiedad
siguen siendo capitalistas. Se pretende vivir de la renta del suelo y de la explotación
de los recursos naturales (petróleo, gas, minerales preciosos). Por ello se mantiene
la visión estado-céntrica, y acrítica de unas metodologías de aplicación de política
social, que pretende ser pública, pero no lo es, porque el asistencialismo encaja
perfectamente en el esquema distributivo que se genera de la renta del suelo.
Situaciones que llaman la atención sobre la necesidad de volver a retomar los
postulados esenciales de Marx sobre estas cuestiones.
Un ejemplo claro de cómo se obvia la crítica marxista de la visión estado-céntrica
hegeliana es la conducción de la economía venezolana en los marcos del proceso
revolucionario bolivariano, el ex-secretario ejecutivo de UNASUR y actual
embajador en Cuba Alí Rodríguez Araque comenta que «la sustitución de la renta
internacional del petróleo a estas alturas del desarrollo social de Venezuela solo
puede acaecer a costa de una muy drástica disminución del consumo colectivo, es
decir, una caída de los estándares de vida hacia niveles más extremos»204
O sea, posturas idealistas en el enfoque de la realidad social hacen que las buenas
intenciones no basten para impulsar procesos de transformación social que
pretenden construir el socialismo sin desmontar el capitalismo.
Rebatiendo la teoría idealista que sustenta tales nociones –la de Hegel y sus
seguidores- que promueve la comunión de voluntad, razón, moralidad y eticidad,
libertad y derecho como ejes del orden social regulado únicamente por el Estado,
Marx enfatiza que:

«…en la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas


relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de
producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de
sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de
producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real
sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que le
corresponden determinadas formas de conciencia social […]»205

204
Rodríguez Araque, Alí. (2012) Antes de que se me olvide. Editora Política, La Habana. 113-114
205
Marx, Karl y Friederich Engels: (1859) Contribución a la Crítica a la Economía Política. Obras Escogidas en tres
tomos, Tomo I. Editorial Progreso Moscú, 1973. Pp. 516-530

128
Ahora bien, Marx resalta siempre que se trate de ver a futuro lo referido a los
cambios en el orden instaurado que «ninguna formación social desaparece antes
de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella.»
Añade además, acto seguido–tal cual se hubo mencionado- que «jamás aparecen
nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las condiciones
materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad
antigua». 206
Se evidencia así la fundamental importancia que constituye la crítica a la economía
política dentro de la teoría marxista dado que en muchos de estos países
latinoamericanos se habla del socialismo mas no se tiene la propiedad sobre los
medios fundamentales de producción, no se ha nacionalizado la banca
internacional que opera en el país e incluso se provee de medios a la empresa
privada para que opere, sosteniendo o «creando» a un sector privado capitalista.207
En muchas decisiones, se encuentran aún supeditados estos gobiernos a las
determinaciones del BM y el FMI, y no se hacen transformaciones estructurales en
la base, esas de las que Marx habla y que son esenciales para revolucionar «más o
menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella»208
La verdad básica, sigue siendo, que el análisis de cualquier sociedad, en cualquier
momento de la evolución histórica, debe empezar con el estudio de su modo de
producción, es decir de la forma técnico-económica de la relación hombre-
naturaleza, o sea, la manera en que el hombre se adapta a la naturaleza y la
transforma por medio del trabajo y las medidas sociales por medio de las cuales se
moviliza, despliega y asigna el trabajo. El modo de producción es la base de la
comprensión de la variedad de sociedades humanas y sus interacciones, así como
de su dinámica histórica. Desconocer esto o minimizarlo, aun cuando se trate de
una versión popular o populista209 de trasformación revolucionaria puede dar origen
a catástrofes sociales, como las que acontecieron debido a la aplicación de las
políticas neoliberales de los 90`s en América Latina.
La crítica de Marx al enfoque hegeliano sobre Estado y sociedad civil posee un
valor excepcional en las circunstancias actuales del desarrollo de varios proyectos
sociales progresistas en América Latina, pues se precisan transformaciones

206
Marx, Karl y Friederich Engels: (1859) Prólogo de la Contribución a la Crítica a la Economía Política. Obras
Escogidas en tres tomos, Tomo I. Editorial Progreso Moscú, 1973. Pp. 518
207
Rodríguez Araque, Alí. (2012) Antes de que se me olvide. Editora Política, La Habana.
208
Marx, Karl y Friederich Engels: (1859) Prólogo de la Contribución a la Crítica a la Economía Política. Obras
Escogidas en tres tomos, Tomo I. Editorial Progreso Moscú, 1973. Pp. 518
209
Un interesante debate sobre estos términos y el desarrollo de su aplicación en América Latina se puede encontrar
en la compilación: La región andina: entre los nuevos populismos y la movilización social. (Ahumada, 2003)

129
estructurales en el contexto latinoamericano para poder mantener el camino del
desarrollo sostenible para los pueblos de la región. Los discursos y acciones
ambiguas no conducirán al camino del tan ansiado progreso para la región, los
enfoque alternativos pueden ser bienvenidos en tanto no sean excluyentes, pues no
se podrá construir una sociedad latinoamericana justa y equitativa con enfoques de
etnias, razas, género o de cualquier otro tipo por encima de un enfoque humano
universal.
La crisis actual de la forma tradicional de hacer política, no lleva a dejar de hacerla,
sino a hacerla con un enfoque marxista, es decir, apuntando a su origen, a lo social,
a las formas no estatales de gestión y de dirección de los procesos sociales. Esto
implica creatividad y constante búsqueda, pero sobre todo el rompimiento con los
mecanismos tradicionales de la maquinaria estatal burguesa. Implica además
ensayar el «poder comunal» como plantea Marx en su memorable obra La guerra
civil en Francia, «para organizar la nación mediante un régimen comunal»210 para
«devolver al organismo social todas la fuerzas que hasta entonces ha venido
absorbiendo el Estado parásito, que se nutre a expensas de la sociedad y
entorpece su libre movimiento»211
En consonancia a tales implicaciones, una vez se restablezca el orden natural de
cosas se tratará de «simplemente dar suelta a los elementos de la nueva sociedad
que la vieja sociedad burguesa agonizante lleva en su seno» 212
Esa es la visión más acabada que se encuentra en Marx sobre lo que pasará con el
Estado, es una clave que atraviesa toda su obra, no se llegará a un ideal que está
en la cabeza de nadie, ni a una sociedad perfecta preconcebida. El comunismo
existe en potencia en toda la obra de Marx, las imágenes que nos ofrece Marx del
cambio revolucionario, consisten en que la «potencia latencia» como plantea
Zibechi, «que anida en el mundo de los oprimidos, crece, estalla».213 En el análisis
de la Comuna de París que hace Marx encontramos auto-organización de los
obreros, formas no-estatales de organización, que también podemos encontrar en
los escenarios latinoamericanos cuando observamos los caracoles zapatistas en
México 214 ; la organización comunal/barrial del Alto en Bolivia 215 ; las formas de

210
Marx, Karl y Friederich Engels: (1871) La Guerra Civil en Francia. Obras Escogidas en tres tomos, Tomo II, Editorial
Progreso Moscú, 1973. Pp. 188 –244.
211
Ibíd. 237
212
Ídem.
213
Zibechi, Raúl. (2006) Dispersar el poder. Los movimientos como poderes antiestatales. La Casa del Mago, México.
ISBN: 970-94843-1-1
214
Díaz-Polanco, Héctor (1997) La rebelión zapatista y la autonomía. Siglo XXI, México.

130
organización del MST brasilero o la auto-organización obrera argentina para
recuperar las fábricas al inicio de este siglo, aquí está la presencia del «dar suelta»
de Marx, esto es un apelativo a lo que ya existe como costumbre natural en la
sociedad, en contra de lo que está establecido como mecanismo de dominación
política: el Estado.
Pero la visión marxista que no solo dista del idealismo, sino además del
anarquismo; entiende al comunismo como movimiento, como proceso que debe ser
develado en la lucha con la participación protagónica de la sociedad civil, (elemento
fundamental de la correcta aplicación de las políticas públicas) y en ese sentido el
«dar suelta» también es aplicable, pues América Latina posee tradición de
participación popular horizontal (juntas vecinales, juntas comunales, juntas de riego,
cabildos indígenas, la silla vacía y mucho más recientemente los gobiernos
autónomos descentralizados en Ecuador).216

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132
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133
LA ORGANIZACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL, TAREA URGENTE DE LOS
GOBIERNOS PROGRESISTAS DEL SIGLO XXI. Un acercamiento al caso
ecuatoriano.

Ing. Gustavo Tapia Ocampo217

La organización de la sociedad civil, debe ser necesariamente asumida como un reto


de los gobiernos progresistas porque es preciso entender que la sociedad civil y el
estado se encuentran en una constante relación dinámica que se crea y recrea en la
cotidianidad; es en la arena estatal donde se libran las batallas política por la
representación y el poder y la futura normativización que debe representar el goce y
acceso a los derechos colectivos e individuales, esto en concordancia con lo que
expresa el presidente Rafael Correa: ―Así como enfrentamos problemas individuales
también enfrentamos problemas colectivos y para eso se necesita al Estado. Se
necesita acción colectiva, pero, por supuesto, no todo puede determinar el Estado, no
todo puede ser acción colectiva‖218, para y por ello se debe tener claro que el estado
tiene sus estructuras y funciones diferentes a las de la sociedad civil pero la segunda
da lugar al primero, además que es posible gestar espacios de convergencia y
coincidencia en los que se debe trabajar mediante la definición de oportunidades de
desarrollo de estructuras sociales no funcionalizadas pero que aporten en el
cumplimiento de los objetivos nacionales.

Rafael Correa asegura que ―ello requiere fundamentalmente la construcción de una


ciudadanía activa y capaz de demandar al Estado el cumplimiento de sus derechos, y
de colaborar con él para la generación de una sociedad justa, solidaria y soberana‖219;
por tanto, este proceso debe ser conducido de una manera crítica y participativa en
pos de la consolidación de revoluciones sociales, que como apunta Álvaro García ―es
la construcción de nuevas estructuras de poder; no la ocupación de las antiguas que
expresan la vieja relación y correlación de fuerza social‖. 220

Entonces, la construcción de nuevas estructuras sirven para:

217
Ingeniero en Marketing, Maestrante en Ciencia Política de la Universidad Central de las Villas.
218
Ver: Correa, Rafael. “Alianza PAIS apuesta por la formación de la militancia como eje de su acción política”, en:
Discursos Políticos Alianza PAIS, Cuadernillo 03, Quito, 18 de junio de 2014.
219
Ver: Movimiento Alianza PAIS, “Nuestras 10 Revoluciones”, documento preparado para la IV Convención
Nacional de Alianza PAIS, Esmeraldas, 2014, en: www.alianzapais.com.ec
220
Ver: García, Linera Álvaro. “Socialismo Comunitario. Un horizonte de época” Vicepresidencia del estado,
Presidencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional, Segunda Edición, Bolivia, 2015. Pág. 15.

134
a) Desmovilizar las viejas estructuras incrustadas en el sistema público, que hoy
presentan características clientelares, son de baja representación de sus bases
y generan focos de resistencia a los avances progresistas de los gobiernos en
cuestión.
b) Desmontar la corporativización de las instituciones estatales e
institucionalización de los movimientos sociales expresados en su
representación en esferas de administración pública.
c) Propiciar la generación de estructura de oportunidades políticas 221 para la
gestación de nuevos movimientos sociales.
d) Aportar en la recuperación de la identidad de clase, gremio y acción social
pertinente y así mantener vigente la lucha organizada.

Un breve recorrido por el Ecuador, sus gobernantes y la acción de los


movimientos sociales.

Es sabido que el Ecuador desde el retorno a la democracia -1979- hasta antes de


2007 no ha sufrido cambios sociales destacables y menos en su político y económico,
hasta entonces se mantenían intactas las incorporaciones en la carta constitutiva de
1998 que consagraban el modelo neoliberal y se excluían las demandas ciudadanas,
pero bien podríamos decir que dicha constitución consagraba ciertos derechos que
finalmente no fueron articulados apropiadamente, es necesario destacar que tal
proceso constituyente se lo realizó en las inmediaciones de un cuartel militar sin la
participación de la ciudadanía y por tanto sin carácter público.

Así la historia del país se desarrolla entre altos y bajos, esperanzas y desalientos, a
partir de 1999 las políticas neoliberales que propendían a la modernización del estado,
privatización de los servicios públicos, se agudizó, llegando a una hiperinflación
insostenible que derivó en dolarización de la economía nacional y concomitantemente
en un feriado bancario y con ello el congelamiento de las dineros de los cuenta-
ahorristas, esta etapa provoca la reacción de la ciudadanía, quienes de manera
individual y colectiva sumaron esfuerzos para exigir la salida del entonces presidente

221
Ver: Tarrow, Sidney. “Movimientos Sociales: Perspectivas comparadas. Oportunidades políticas, estructuras de
movilización y marcos interpretativos culturales” en: II. Estado y oportunidades: la estructuración política de los
movimientos sociales, Ediciones Itsmo, Madrid 1999. Pág. 71

135
Jamil Mahuad Witt222, los principales actores de este hecho fueron los movimientos
indígenas una pequeña cúpula militar y la ciudadanía, especialmente quiteña.

Acontecimientos como estos no eran nuevos en el país, ya sucedió con Abdalá


Bucaram Ortiz223 ante su salida asume Rosalía Arteaga224 quien ejerce un día como
Presidenta, ya que el Congreso Nacional por medio de componendas la desconocen y
posesionan como Presidente de la nación a Fabián Alarcón Rivera225 quien concluiría
el período de interinazgo, pasado el episodio de Mahuad, asume la conducción del
estado temporalmente un triumbirato en el que aparece por primera vez Lucio
Gutiérrez Borbúa 226 acompañado de militares e indígenas, luego de los acuerdos,
asume la Presidencia Gustavo Nobóa Bejarano 227 para concluir con el período
presidencial, posteriormente mediante elecciones populares llega al poder Gutiérrez
Borbúa con un discurso de izquierda y propuestas de revolucionar la patria, al poco
tiempo se alinea dócilmente a los Estados Unidos representado por George W. Bush,
el pueblo se alza nuevamente y este huye en un helicóptero desde Carondelet 228
después de haber dicho en cadena televisiva que: ―transforma la patria o muere en el
intento‖; por su parte la muchedumbre sostenía la consigna ―todos fuera‖, pero la
agilidad de la derecha y sus consabidos amarretes, con la proclama de ―refundar la
patria‖, posesiona como presidente a Alfredo Palacio229, en su gobierno incorpora a
Rafael Correa Delgado desconocido Economista como Ministro de Economía y
Finanzas, su paso por esta cartera de estado fue de apenas 8 meses, renuncia por no
estar de acuerdo con los resultados de la renegociación de la deuda externa es
captado por la prensa, y de inmediato se mediatizó su posición y resoluciones, y es
identificado por las fuerzas populares, el naciente y espontáneo grupo de los
―forajidos‖, intelectuales, académicos, movimientos de izquierda y centro izquierda,

222
Jamil Mahuad Witt, Ex-Presidente del Ecuador, derrocado por las movilizaciones indígenas, Economista, ex
alcalde de Quito, hoy ejerce como docente de la Universidad de Harvard, el Gobierno de Rafael Correa ha solicitado
su extradición para procesarlo jurídicamente recibiendo respuesta negativa de la INTERPOL.
223
Abdalá Bucaram Ortíz, Ex-Presidente del Ecuador, de corte populista, líder del Partido Roldosista Ecuatoriano
P.R.E, “Roldosista” en homenaje al ex Presidente del Ecuador Jaime Roldós Aguilera, quien junto a su esposa fallece
en accidente aviatorio en la Provincia de Loja. Bucarám Ortíz, es destituido de la presidencia por decisión del
Congreso Nacional aduciendo “incapacidad mental para gobernar”, se hacía llamar “el loco que ama”.
224
Rosalía Arteaga, binomio de Bucaram, Ex-Vicepresidenta que asume la presidencia por un día y es desconocida
como tal por el Congreso Nacional.
225
Fabián Alarcón Rivera, Ex–Presidente del Ecuador, antes de asumir la presidencia del país, fungía como
presidente del Congreso Nacional liderado entonces por el Partido Social Cristiano (P.S.C) de línea extremo derecha,
actuales opositores del régimen de Correa.
226
Lucio Gutiérrez Borbúa, Ex-Presidente del Ecuador, derrocado por los movimientos indígenas y ciudadanos,
aparece en escena el colectivo denominado “los forajidos”.
227
Gustavo Noboa Bejarano, Ex–Presidente, binomio de Mahuad, finaliza el período presidencial da impulso a la
reforma constituyente. Actualmente ejerce la docencia en el Ecuador.
228
Carondelet, nombre de la casa presidencial del Ecuador, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de Quito.
229
Alfredo Palacio, binomio de Gutiérrez, Médico de profesión.

136
progresistas, organizaciones sociales, como un cuadro presidenciable, y es así que se
encamina una propuesta denominada ALIANZA P.A.I.S donde se aglutina todas las
expresiones organizativas descritas anteriormente , y que tenía en su centro como eje
articulador al Movimiento P.A.I.S230, el resultado a finales de 2006 fue que correa gana
la presidencia después de ir a segunda vuelta con Álvaro Nobóa Pontón 231.

Del Ecuador se llegó a decir que era un país ingobernable; lo que no se decía, es que
este país que vivió procesos fascistas, dictaduras militares, y gobiernos saqueadores
después del retorno a la democracia con salvadas excepciones como el corto
gobierno de Jaime Roldós Aguilera, no se decía que es un país que de a poco perdía
la fe, era atomizado y polarizado, pero que no se cansó de luchar permanentemente
hasta encontrar un gobierno que represente los intereses reales de la ciudadanía,
pues, venía siendo permanentemente explotado y desangrado al único estilo
neoliberal con la complicidad de la clase política que privilegiaba sus intereses
corporativos y el de las grandes transnacionales, además de cumplir las agendas del
Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que lejos de apoyar el
desarrollo generaba más inequidades y la brecha social se acrecentaba ya que se
beneficiaba por ejemplo: el pago de la deuda externa, y nada se hacía por reducción la
deuda social, pero inscrito dentro de esta fórmula nefasta participaban también
representantes de organizaciones sociales, indígenas, y otros pseudo dirigentes de
larga trayectoria, que pactaban con ―Dios y con el Diablo‖ y que sin empacho
defendían las medidas impuestas por estos gobiernos y hablaban a nombre de las
bases.

A fines de 2006 lo que se tiene es un pueblo lleno esperanza de cambio, con una
sociedad civil consciente y espontáneamente movilizada pero sin estructura
organizativa, estructuras sociales desgastadas y oportunistas, movimientos indígenas
deslegitimados y con poca credibilidad después de los sucesos con Gutiérrez, Partidos
Políticos que representan el neoliberalismo, un sistema partidocrático recalcitrante,
movimientos de izquierda débiles y minúsculos, además de instituciones desbastadas,
desorganizadas y un estado en shock social administrativo y social.

230
P.A.I.S, siglas de Patria Altiva I Soberana, movimiento oficial de Gobierno.
231
Álvaro Noboa Pontón, líder del extiendo Partido Renovación Institucional Acción Nacional (P.R.I.A.N),
actualmente reinscrito por la regulación del Código de la Democracia bajo la denominación Movimiento Adelante
Ecuatorianos Adelante. Noboa es uno de los empresarios más prominentes del Ecuador, el mayor exportador
bananero y otras empresas, llegó a estar dentro de la lista de los empresarios con mayor fortuna en el mundo.

137
Entre 2007 y 2008 se lleva adelante un importante proceso de reforma constituyente
que da a luz una de las Constituciones más progresistas de la historia, Jorge León
expone:

―Así, tanto por las formas de participación como por los contenidos
constitucionales la última Asamblea Nacional Constituyente (ANC) puede
ser considerada como un punto en que, desde lo social y lo político, se
encontraron aquellos sectores que se consideraban excluidos de los
centros de poder y que habían asumido la forma de organizaciones de
carácter reivindicativo y contestatario‖232.

Para Pablo Andrade:

―En efecto, durante este período se produce una ―democratización de la


democracia‖ en la medida en que nuevos movimientos y actores sociales
ensayan una expansión de la esfera pública desde la cual pasan a
disputar a los políticos el monopolio de las funciones de agregación de
intereses y de representación mientras –habría que agregar– incrementan
su dinamismo en las arenas extraparlamentarias‖233.

Este proceso de discusión del nuevo ordenamiento político del país generó fricciones y
distancias con cierto movimientos sociales y políticos de izquierda que pretendían
mantener sus preferencias a base de chantajes, estas organizaciones se colocaron en
la vereda de la oposición y caminan desde entonces con la rancia partidocracia y
fueron tomando el discurso de estos y generando frentes de resistencia a los avances
propuestos en los consiguientes procesos de formulación de cuerpos legales que
empezarían a normar las instituciones para ponerlas a tono con la Carta Magna,
mientras que la oposición asume los discursos de las viejas organizaciones sociales
como su argumento duro y se evidencia de manera más clara y profunda las
inconsistencias y contradicciones y la falta de propuestas serias, pero todo esto es
parte de la articulación para la reconfiguración de la derecha, como explica Rafael
Correa:

232
Ver: León, Jorge (2009) en: Ramírez Gallegos, Franklin 2010 “Fragmentación, reflujo y desconcierto.
Movimientos sociales y cambio político en el Ecuador (2000-2010)” en OSAL (Buenos Aires: CLACSO) Año XI, N° 28,
noviembre. Pág.38.
233
Ver: Andrade, Pablo (2005) en: Ramírez Gallegos, Franklin 2010 “Fragmentación, reflujo y desconcierto.
Movimientos sociales y cambio político en el Ecuador (2000-2010)” en OSAL (Buenos Aires: CLACSO) Año XI, N° 28,
noviembre. Pág.19.

138
―Esta restauración conservadora de la derecha tiene en la izquierda
supuestamente radical, el apoyo. En realidad, es la izquierda
irresponsable, insensata-ni siquiera es izquierda-; es la más conservadora.
¿Ustedes han visto que esa izquierda alguna vez quiera cambiar algo? Se
oponen a todo: es la definición del conservadurismo que no quiere
cambiar nada. Esta supuesta izquierda radical es la mejor aliada del status
quo. Esa izquierda del todo o nada; esa izquierda infantil, que pide
imposibles para lograr nada y con eso legitimar los intentos de
reestructuración de la derecha‖234.

Acercamientos sobre la relación Estado y Sociedad Civil (Ciudadanía)

El análisis estado-sociedad civil no es una historia nueva, hay antecedentes en la


teoría Hegeliana y un contrapunto en la crítica Marxista. Por su parte Hegel sostenía
que el estado es el todo y está por encima de todo, que es la representación de los
intereses generales, es el decano y el rector de esa relación, que la sociedad civil no
es más importante, y que está normado por el estado, y este no se ve directamente
afectado por la segunda, además excluye a la familia, mientras tanto Marx,
primeramente incluye a la familia y su propuesta da un viraje total a la propuesta
Hegeliana diciendo que es la sociedad civil la que da lugar al estado producto de las
contradicciones y la lucha de clases, que las relaciones sociales son orientadoras y
definitorias, que la burocracia es un engaño, contrario a las facultades que le atribuye
Hegel235.

En la misma línea de análisis Álvaro García Linera sostiene:

―Si bien es cierto que el ciudadano se constituye en torno al Estado, como


espacio social de verificación institucional de sus derechos ciudadanos, no
es él quien puede crear por sí mismo el efecto de ciudadanía, porque el
Estado es la síntesis expresiva de los procesos de ciudadanización que
bullen en el interior de la estructura social. El Estado puede potenciar una
manera específica de ciudadanía para garantizar su papel dominante,

234
Ver: Corre, Rafael. “Alianza PAIS apuesta por la formación de la militancia como eje de su acción política”, ob.
Cit., p.7.
235
Para un mejor entendimiento, ver: ROMERO, Eduardo, Tesis de Diploma “Pertinencia de la crítica marxista a la
visión hegeliana de la relación estado-sociedad civil para la implementación de políticas públicas inclusivas en
América Latina”, Universidad Central de las Villas, 2015.

139
puede sancionar y subalternar modos distintos o antagónicos al
236
prevaleciente, pero no puede inventarse al ciudadano‖ .

Dice además García Linera que en este punto cabe buscar la pertinencia de la crítica
que realiza Marx sobre la teoría de Hegel, y luego también a Simón Bolívar por sus
pretensiones de crear sociedad y ciudadanía desde el Estado sabiendo que el último
es producto del primero.

A modo de resumen: A efectos de esta corta relación se ha usado sintéticamente las


proposiciones de Hegel, los contrapuntos de Marx y la reflexión de García Linera, de
esta manera se ´puede precisar que: El Estado es el todo en donde todo se recrea,
pero este se construye desde la sociedad civil, sus luchas y sus formas. El Estado
asume su organización producto de la dinámica de la sociedad civil y las modula para
la normativización y la regulación. No podemos separar la relación Estado-Sociedad
civil sino más bien, hay que repensar las formas en que el primero fortalece las
expresiones movilizadoras y organizadas del segundo, sin penetrar sus fronteras
mutuamente.
Los tradicionales movimientos de “izquierda” y la lucha por la defensa de su
permanencia en las estructuras administrativas estatales; una contradicción
dañina.

A modo de introducción se cita a Franklin Ramírez:

―Por otro lado, y en el marco de las mismas tensiones abiertas por el


retorno del Estado, indígenas, maestros y universitarios –entre otros–
condenan una línea de reforma que apuntaría a la descorporativización de
las instituciones públicas. En su perspectiva, la autonomía de las
organizaciones sociales se juega en la preservación de los espacios de
representación conquistados en determinados segmentos de la
administración pública. Defienden entonces la legitimidad de la presencia
de intereses e identidades políticas y gremiales dentro del Estado. Al así
hacerlo toman distancia del universalismo de la Revolución Ciudadana y

236
Ver: García, Linera Álvaro. “La Potencia Plebeya. Acción colectiva e identidades indígenas, obreras y populares
en Bolivia”, Editorial Casa de las Américas, La Habana, Cuba, 2011. Pág. 110.

140
de su tendencia a colocar al ciudadano abstracto y a los actores
organizados en un mismo plano de reconocimiento político‖237.

Por su parte Álvaro García Linera sostiene que:

―El movimiento social no puede gestionar ni ocupar el estado‖ porque la


lógica del movimiento es descentralizar la toma de decisiones mientras el
gobierno debe concentrar esa capacidad, lo que lo inhabilita para ser
gobierno y debe por lo tanto ceder esa potestad a los políticos,
intelectuales o profesionales de los partidos‖238.

Esta práctica es la que ha terminado desgastando a los movimientos sociales ya que


privilegian la manipulación política antes que la organización para la lucha y la
conquista de beneficios para sus representados, además deja notar que están
dispuestos a dejarse cooptar o negociar sus ―cuotas‖ para permanecer funcionalizados
e institucionalizados todo a cambio de interferir en los procesos administrativos.

¿Es eso representación?, ¿El no estar dentro del aparato estatal es un atentado a la
autonomía de estos movimientos sociales?

Esto no es más que incrustación de los cuadros dirigenciales en el aparataje estatal,


este es un síntoma que debe llamar nuestra atención ya que al estar dentro no solo
asumieron roles en la gobernanza y caminaron por los senderos de esa necesaria
profesionalización, sino que también asumieron y se integraron a su lógica de hacer
las cosas; entraron a hacerles el juego y a jugar su juego, perdiendo de esta manera
toda legitimidad y vigor organizativo, descuidando, insisto, las luchas reales.
Se puede advertir que esta avidez por estar dentro del aparato estatal, solamente
traerá consigo producto de la cooptación, la desaparición de los movimientos sociales,
ya que sus cuadros dirigenciales serán absorbidos por la brutal y pesada carga
burocrática. Según Zibechi, ―la institucionalización y el funcionamiento burocratizado
son, en efecto, tendencias que están presentes dentro e cualquier organización,
aunque tal cosa no sea un proceso inevitable‖ 239 , pero esto es lo que hace poco
estaba presente en la mayoría de las instituciones estatales en Ecuador y en gran
237
Ver: Ramírez Gallegos, Franklin 2010 “Fragmentación, reflujo y desconcierto. Movimientos sociales y cambio
político en el Ecuador (2000-2010)” en OSAL (Buenos Aires: CLACSO) Año XI, N° 28, noviembre. Pág.43.
238
Ver: GARCÍA, Linera Álvaro, en su intervención en el seminario Pensamiento y movimientos sociales en América
Latina, Niteroi, 15 de octubre de 2005.
239
Ver: Zibechi, Raúl, “Movimientos y emancipaciones, Del desborde obrero de los ´60 al <<combate a la
pobreza>>” Ediciones Alter, Uruguay, Diciembre de 2010, Pág. 70.

141
parte de los países de América; por citar un ejemplo: ―El Estado Mexicano no sólo
utiliza la cooptación, la negociación o la violencia para relacionarse con los
movimientos sociales, sino que pone en funcionamiento sus estructuras más
―cotidianas‖ como las políticas públicas, las leyes o los discursos‖ 240 nuevamente
vemos la cooptación y negociación como los factores comunes en la ruta del
desmontaje.

Puede decirse que pugnar por un espacio dentro del estado, se trata de una
contradicción de los movimientos sociales si tomamos como punto de partida las
luchas obreras, las encarnizadas luchas clasistas, o la resistencia de los movimientos
campesinos e indígenas por la reivindicación y ampliación de sus derechos y su
campaña en contra el ALCA y TLC, o las luchas de colectivos de mujeres,
adolescentes, jóvenes, que plantean un nuevo sistema de valores y acceso a sus
derechos; estar dentro es facilitar el escenario para la desmovilización y el
aniquilamiento, el bloqueo y la reducción de las capacidades de acción en el espacio
estatal global que está fuera de las instituciones.

Este fenómeno supone dos problemas importantes: a) la corporativización de las


instituciones públicas es nociva porque puede propenderse a beneficiar a tal o cual
sector o ser sujeto de presiones y chantajes; b) la corporativización de las instituciones
tiene a bloquear la acción colectiva y a la pérdida de identidad.

¿Por qué?, de acuerdo con Atilio Borón, ―Uno de los rasgos más categóricos de la
victoria ideológica del neoliberalismo ha sido su capacidad para influenciar
decisivamente la agenda teórica y práctica de las fuerzas sociales, las organizaciones
de masas y los intelectuales opuestos a su hegemonía‖ 241 , entonces lo descrito
anteriormente es la sintomatología de esa patológica penetración y alienación de esos
movimientos sociales, sus participación en la estructura estatal, puede ser visto como
una subsumisión ciega, sorda e inmóvil. Por ello es mandatorio motivar la construcción
de nuevos movimientos sociales que entienda la nueva dinámica política y estén
dispuestos a enfrentarla, al lograrlo estamos frente a un nuevo ―paradigma político‖242

240
Ver: VELÁZQUEZ, Mario, en “Los movimientos sociales contemporáneos y el análisis del poder estatal”,
Intersticios Sociales del Colegio de Jalisco, Septiembre de 2013, N° 6, Pág. 4.
241
Ver: BORÓN, Atilio, “Poder, “contra-poder” y “antipoder”. Notas sobre un extravío teórico político en el
pensamiento crítico contemporáneo”, Ponencia presentada al V encuentro internacional de Economistas sobre
Globalización y Problemas de Desarrollo, La Habana, Cuba. 10 al 14 de febrero de 2003. www.clacso.org
242
Ver: OFFE, Claus, “Partidos políticos y nuevos movimientos sociales”, Editorial Sistema, Madrid, 1999, Pág. 166.

142
que tendrá como tarea mantener la capacidad de movilización social, así como lo
menciona Álvaro García Linera:
―Sin movilización democrática para defender y guiar a su gobierno, no es
posible enfrentar las adversidades, porque, con seguridad, las
enfrentaremos; hay poderes imperiales a los que no les gusta la soberanía
de los pueblos, que no están contentos con que se expanda la igualdad,
siempre habrá un poder externo que mirará con malestar a nuestro país.
Pero mientras haya unidad del pueblo y capacidad de movilización,
resistiremos y erosionaremos a ese poder imperial, derrotaremos ese
intento de asfixiar a nuestro país y a otros países soberanos‖243.

El participar, o ser parte de la estructura formal del gobierno siendo funcionarios en


diversas áreas no significa que el gobierno sea más amplio, participativo o abierto; el
hecho que no participen dentro de estos espacios, tampoco quiere decir que este sea
un gobierno cerrado o hermético, más bien, si partimos de esos dos extremos vamos a
notar que ambos requieren de un acercamiento central y este es la participación, el
diálogo e inclusión de sus visiones e incorporación de sus observaciones.

Una sencilla ruta para los nuevos movimientos sociales

Según Boaventura De Sousa Santos ―Uno de los más encendidos debates sobre los
NMSs incide en el impacto de éstos en la relación subjetividad-ciudadanía. Según
algunos, los NMSs representan la afirmación de la subjetividad frente a la ciudadanía.
La emancipación por la que luchan no es política sino ante todo personal, social y
cultural244.

He traído a colación la posición de Boaventura, por las dimensiones personales,


sociales y culturales que son elementos movilizadores. Esta movilización de la
subjetividad de la ciudadanía se desarrolla en el terreno del estado y es encabezada
por ciudadanos, que buscan imponerse, que pugnan por sus proposiciones, que
bregan y luchan por ser reconocidos/as incluso en esas dimensiones, por tanto,
Boaventura de Sousa, se equivoca cuando niega que esta no sea una lucha política,
cuando está claramente expuesta.

243
Ver: García, Linera Álvaro. “La construcción democrática del socialismo comunitario” Vicepresidencia del estado,
Presidencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional, La Paz, Bolivia, enero de 2010. Págs. 13-14.
244
Ver: Boaventura de Sousa Santos, “Los Nuevos Movimientos Sociales (NMSs)”, OSAL, Buenos Aires, septiembre
de 2001, Pág. 177.

143
Tarrow hace unos acercamientos interesantes para nuestro tema y contexto:

―Las luchas en que se traducen se pautan por formas organizativas


(democracia participativa) diferentes de las que precedieron a las luchas
por la ciudadanía (democracia representativa). Al contrario de lo que se
dio con el dúo marshalliano ciudadanía-clase social en el período del
capitalismo organizado, los protagonistas de estas luchas no son las
clases sociales, son grupos sociales, a veces mayores, a veces menores
que las clases, con contornos más o menos definidos en función de
intereses colectivos, a veces muy localizados pero potencialmente
universalizables.

Algunos investigadores han centrado su atención en las macro-estructuras,


otros en aspectos más cercanos a actores concretos; algunos analizan
variaciones trans-seccionales en la oportunidad política, mientras que los
de más allá intentan averiguar de qué modo los cambios en el ámbito del
conflicto político y las alineaciones catalizan, canalizan y desmovilizan
movimientos sociales. Lo que se ha obtenido ha sido una tipología
implícita de aproximaciones al estudio de la estructura de oportunidad
política245‖

Tarrow menciona que no son las clases sociales las que llevan adelante esta
lucha, que son los grupos sociales. Si en el texto se anteponía ―no solo‖ para
proseguir; ―no solo son las clases sociales‖, estaríamos de acuerdo porque es
verdad que las luchas no solo se dan por las clases sociales, hay otros
elementos demográficos, geográficos que son movilizadores, ahora bien,
regresando a la primera parte, Tarrow parece desconocer que estos grupos
sociales, estarán conformados por individuos y estos están compuestos por
diversas combinaciones de variables que definen o condicionan su acción
dentro de un colectivo social, en muchos conglomerados humanos, el ser mujer
o varón brindará ciertas condiciones, el ser del campo o la ciudad planteará
ciertas limitaciones, el ser mestizo, blanco, indígena, supondrá otras condiciones
en la relación, etc., como vemos el ciudadano se sitúa en una lucha dispar que
no deja de ser política y no deja de ser social, y se da por tanto en las clases

245
Ver: TARROW, Sidney, “Movimientos Sociales, perspectivas comparadas y oportunidades políticas, estructuras
de movilización y marcos interpretativos culturales”, Ediciones ITSMO S.A, España, 1999, Pág. 72.

144
sociales, por las estructuras aún no resueltas en materia de propiedad de los
medios de producción.

Conforme avanza el gobierno progresista en la concreción de su plan de gobierno, su


campo de acción en cuanto a la sociedad civil tiende a crecer, pero posteriormente
producto del ejercicio del poder se generará cierto desgaste. Por su parte, las viejas
estructuras organizativas vienen sobreviviendo en su natural estado de decadencia
producto de un anquilosamiento o falta de capacidad de renovación de figuras
dirigenciales y/o propuestas y argumentación de su lucha, además siguen la curva
natural de su ciclo de vida246. (Véase figura #1).

Las viejas estructuras por su consabida postura se adherirán a la oposición, apelarán


a la resistencia, la movilización y al conflicto social.

Ante los síntomas de estas organizaciones sociales con prácticas nocivas para el
avance del proyecto es preciso establecer una estrategia de reorganización urgente y
dar paso a un nuevo movimiento que represente la voluntad de cambio y cuente con
legítima representación, pero en esta tarea es necesario tomar en cuenta que dichas
organizaciones, si bien pueden contar con un impulso estatal, no deben estar en
ningún momento subordinadas al gobierno y descuidar sus luchas, además no podrán
perder su identidad clasista, gremial y social para pasar a ser actores de corte
meramente político, pues sus papeles se confundirían y deambularían entre la
representación política y/o la reivindicación o conquistas sociales, se trata más bien de
saber administrar el poder, lógicamente, en arenas políticas.

246
Ciclo de Vida de las organizaciones sociales (CVOS), es el proceso que las organizaciones sociales cumplen en
referencia a la temporalidad. Este ciclo tiene cuatro etapas: Surgimiento (Iniciación): Consiste en el aparecimiento
de la organización social como la expresión de la lucha organizada, coherente y preparada para hacer frente a las
propuestas de sus bases, cuenta con legitimidad, respaldo social y con impacto en el gremio correspondiente ,
Crecimiento (expansión): Tiene que ver con la expansión de la organización en el número de sus adherentes como en
cuestión geográfica, este crecimiento se da por las conquistas y las luchas que viene gestando y logrando en bien de
sus representados. Madurez (posicionamiento), estamos frente a una organización madura, sólida y experimentada,
con líderes que generan opinión y son respetadas sus posiciones, cuenta ya con reconocimiento nacional y una fuerte
dirección dentro de la gremialidad pertinente, es de consulta obligatoria para quienes quieran detentar el poder.
Declive (Desaparición) hace referencia a la desaparición paulatina de la organización, esta desaparición o declive
bien puede darse también por el desgaste en el ejercicio de la representación del poder, o por la falta de capacidad
de sus dirigentes y actualización de sus estructuras, entre otros motivos que van desde la participación hasta los
acomodos personales.

145
Podemos entonces decir que: desmovilización = neo-movilización 247 , por tratar de
explicar que el declive de una organización: si esta no tiene la capacidad de adaptarse
simplemente desaparecerá y necesariamente en su reemplazo surgirá otra, este
declive o desaparición además se ve fuertemente influenciada por factores sociales y
políticos que son los que lo provocan, entonces la tarea de armar nuevos movimientos
empieza así:

1. Identificación de nuevos cuadros dirigenciales: Se partirá de líderes y lideresas


gremiales que coinciden con los postulados del gobierno progresista en los
sectores que se pretende incursionar, en todo momento es menester cuidar
que quienes lideren cuenten con legitimidad, respaldo de sus bases y sobre
todo sean íntegros/as en su accionar como ciudadanos/as.
2. Estructuración organizativa territorial: Esta estructura puede seguir: a) la
estructuración de la cartera de estado en la que estarán suscritas y
reconocidas, o b) diseñar su propia estructura en base a la división política
administrativa de los territorios, sabiendo que, se deberán hacer esfuerzos por
extender la organización a todos los rincones de la patria, y apoyarse en
instrumentos de planificación territorial.
3. Formación política de cuadros y de bases: Seguramente esta es la tarea más
importante para lograr dar contenido político a los dirigentes y a las bases y
además argumentos válidos para el sostenimiento de la estructura y su
robustecimiento.

A modo de corolario: La tendencia actual de ciertos estudiosos de los movimientos


sociales es precisar que la lucha de los movimientos sociales ya no es tal, que ha
muerto, que desaparece como desaparece la lucha de clases sociales, y que la
tendencia son las organizaciones sociales estructurales formales o es el individuo; en
líneas anteriores cité a Borón quien explicaba sobre la alienación, recorrer el texto
hasta este lugar para ratificarlo es un obligación para no caer nuevamente en ese
sometimiento y alienación que se da desde el ―conocimiento‖. La lucha de las clases
sociales mantendrá imperecederamente su vigencia, en tanto y en cuanto no se
resuelvan las contradicciones sociales, las inequidades evidentes en la concentración
de la riqueza por una mala redistribución y la posesión de los medios de producción.
Los movimientos sociales son los protagonistas de los cambios, son los cuerpos

247
Neo-movilización, entiéndase esto como un proceso de movilización de base social hacia la creación de una
nueva propuesta organizativa dentro del mismo sector o gremio, con nuevos valores, participación e
independencia.

146
organizados más dinámicos y los que de cierta manera imponen una agenda de
diálogos, validaciones, etc., por el contrario los escribanos asalariados escribirán que
eso ya no está de moda, que eso es anticuado, o que eso no era necesario y que su
lucha nunca tuvo sentido, claro, es así como actuaron frente a los movimientos de se
pronunciaron en contra de la guerra propiciada desde los EU, esta sociedad
lamentablemente se encuentra inmovilizada y silenciada.

Para concluir, reiterar que América, es un espacio de emergencia de movimientos


sociales con nuevos bríos y proposiciones progresistas que incluyen a la naturaleza,
las ciudadanos, los colectivos, la plurinacionalidad, la internacionalidad de su acción
en pro de la integración, no solo desde los gobiernos se dará la integración, dicha
integración habrá de darse también desde las gremios y movimientos sociales que se
constituirán las arterias principales de irrigación de la nueva sangre de la lucha y el
oxígeno argumentativo de sus posiciones y conquistas. Citaré para finalizar a Martí:

―Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la copa
cargada de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho de
la luz, o la tundan y talen las tempestades: ¡Los árboles se han de poner
en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del
recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado,
como la plata en las raíces de los Andes‖248

¿En qué consiste el apoyo del gobierno?

El gobierno a través de sus instituciones deberá poner a trabajar contrapartes


políticas que orienten el trabajo organizativo y sean el nexo entre la organización y el
estado representado en las instituciones, pero no quiere decir que sean partícipes de
presupuestos económicos para el desarrollo de sus actividades, pero si, destaco serán
tributarios de apoyo técnico y político. Estos procesos generalmente son de mediano y
largo plazo, sobre todo en los procesos de estructuración y formativos, pero van dando
sus frutos conforme avanzan las discusiones y las acciones debido a que se puede
lograr ciertas conquistas tempranas, por ejemplo la discusión de un plan, programa,
proyecto o ley de importancia para el gremio que representan y su futura socialización
y adopción del nuevo cuerpo legal a esto según Tarrow podemos llamarle enfoque

248
MARTÍ, José, “Nuestra América”, Centro de estudios Martianos, La Habana, Cuba, 2012, Pág. 12.

147
concreto249 ya que se desarrolla en un escenario específico, por otra parte podemos
generar trabajo sobre la llamada oportunidad por grupos específicos 250 , es decir
trabajar sobre oportunidades inmediatas desde el corazón de la gremialidad, sobre un
tema preciso, este puede ser: las facilidades para la organización del gremio en todos
los niveles descentralizados a lo largo y ancho del territorio en el que se pretende
intervenir.
Cuando la organización es entendida desde el estado se deben entender estos dos
momentos:

 Generación de oportunidades a través del enfoque concreto.


 Generación de oportunidades por grupos específicos

El siguiente paso después de la estructuración es la formación política de los cuadros


y las bases, y esta acción debe ser pensada por los movimientos, ya que su proceso
formativo responderá a sus valores, lucha gremial, principios, sin descuidar las
condiciones actores y escenarios sociales, políticos económicos, etc., que son
rápidamente cambiantes.

¿Cómo se entiende la independencia o la autonomía de los nuevos movimientos


sociales?

Las organizaciones sociales deben responder a sus propias necesidades, los


gobiernos progresistas generalmente desarrollan agendas de trabajo a partir de
discusiones amplias y en sus planes de gobierno se reflejan las estrategias que
explican cómo llegar a la solución de estas demandas, en esta etapa nos encontramos
frente a un punto en común que es el que conduce un encuentro entre estos dos
actores del sistema político que nos debe llevar a entender la ruta necesaria de la
interacción gobierno-organizaciones sociales251. (Véase figura #2). Este gráfico explica
que las relaciones entre las organizaciones sociales y el estado deben tener un punto

249
TARROW, Sidney, “Movimientos Sociales, perspectivas comparadas y oportunidades políticas, estructuras de
movilización y marcos interpretativos culturales”, ob. cit., Pág. 72.
250
Idem. Pág. 73.
251
La figura Interacción Gobierno-Organización describe la relación que estos dos actores del sistema político
tienen en arena real, el gobierno y la organización social parten del mismo eje pero cada quien lleva su dirección , se
grafica en ondas para representar que no es un desarrollo uniforme, más bien tiene sus altos y bajos, de la misma
manera las organizaciones sociales, El punto de intersección es un punto de encuentro entre ambos por
coincidencias particulares o generales que son agendadas, discutidas y trabajadas, ambos luego de ello tienen la
necesidad de alejarse del punto de intersección para hallar los nuevos derroteros que serán las motivaciones para
un nuevo encuentro, o puede ser motivo también la revisión de los acuerdos de estas agendas. Así ambos
mantienen sus independencias sin ser parte directa de la estructura formal de la institucionalidad del estado ni de la
organización como tal, alejarse y acercarse, debatir, acordar y resolver.

148
de encuentro y deben atravesar esta relación para poder cumplir con dos tareas
importantes a) socialización de logros y avances b) movilización hacia las
concreciones pendientes y exploración de las nuevos derroteros, pero debe ser una
relación de entrada y salida permanente, esto no implica hacer uso de un puesto o
espacio dentro de las estructura formal de la institución, más bien tiene que ver con la
participación ciudadana permanente y no solo legitimadora o rígidamente formal que
en lugar de propiciar tal participación la limita, norma y regula.

OFFE sostiene que:

―Para poderse emancipar del Estado, ha de politizarse la misma sociedad


civil -sus instituciones de trabajo, producción, distribución, relaciones
familiares, relaciones con la naturaleza, sus criterios de racionalidad y
progreso- por medio de prácticas que se sitúan en una esfera intermedia
entre el quehacer y las preocupaciones <<privadas>>, por un lado, y las
actuaciones políticas institucionales, sancionadas por el Estado‖252.

En todo momento se debe cuidar que la organización no sea vista como objeto para
cooptar sus líderes más visibles, esto nos hace retroceder a las líneas anteriores
donde se apuntaba que deberá ser la organización social, la representación de gremio
y clase y más no un mero actor político, así coincidimos inclusive con García Linera en
su postulado.

Pero, ¿Por qué no se puede participar dentro de lo político o lo administrativo?,


simplemente porque esto genera más debilidades que fortalezas a las organizaciones
sociales pues será el reflejo del avance o no de las propuestas de gobierno, a medida
que las relaciones maduran la organización social deberá desarrollar su identidad
propia y definir su postura política, el gobierno por su parte deberá cuidar la alineación
política y la información interna permanente para el fortalecimiento del trabajo,
entendiendo que son dos actores complementarios y uno no está supeditado al otro.

Reflexión final.

Los gobiernos progresistas no pueden seguir pecando de ingenuos, al creer que todos
los procesos socio organizativos parten de manera espontánea, es momento de tomar

252
OFFE, Claus, “Partidos políticos y nuevos movimientos sociales”, Editorial Sistema, Madrid, 1999.

149
posición política frente a los diferente embates políticos pensados y ocasionados
desde el imperio y sus vasallos, además teorizados por sus ―tanques pensantes‖ los
mismos que definen líneas que se pretenden sean asumidas por todos como verdades
absolutas, mientras ellos definen estrategias diferenciadas, hoy llamadas ―golpes
suaves‖, deslegitimación, movilizaciones permanentes y el uso de la artillería
institucionalizada en la industria de la comunicación, quienes en determinados
momentos llegaron a auto denominarse ―quinto poder‖, esta industria mediática busca
generar opinión pública que les faciliten retomar el poder en su beneficio. La
democracia no es tal cuando se la hace en el marco de gobiernos progresistas,
entonces es llamada, totalitarismo, mientras que si es usada para invadir países y
saquearlos es democracia verdadera, nada más cierto para el imperio del norte que
hace uso estratégico de sus aliados inmorales en cada país para hacer de las suyas,
esta precisión final nos lleva finalmente a la preocupación de re-pensar la democracia
en el marco de la participación y la voluntad ciudadana.

Los movimientos sociales deben ser convocados para impulsar el desarrollo de las
propuestas de estos gobiernos que redistribuyen las riquezas en bien de la población
dejando de lado la priorización de los intereses corporativos nacionales e
internacionales. Esta participación además debe ser recíproca, solidaria y respetuosa
para propender a la construcción de la autonomía de las organizaciones sociales, su
no institucionalización, funcionalización o cooptación.

La organizaciones tienen su campo de acción en la organización y sensibilización de


las bases que en esta etapa del proceso se muestran incrédulas y dispersas producto
de las acciones permanentes de atomización y polarización de las mismas, aparecen
inmovilizadas por la alienación que ha llevado al posicionamiento de la idea de que
toda acción emprendida sería innecesaria o de poco impacto en las estructuras
formales; la tarea es recuperar la acción gregaria colectiva tanto en la discusión como
en el plano axiológico.

Entonces estamos de cara un mecanismo más cierto de acumulación social y política y


esto debe tener una traducción necesaria en movilización de respaldo y
apuntalamiento del proyecto político en marcha, hemos podido notar que estos
gobiernos han demostrado una baja capacidad politizar a la ciudadanía y entender la
importancia estratégica de su acción en la reflexión y toma de decisiones para
consolidar el sujeto histórico, el ciudadano más activo, dinámico en la configuración de
la nueva forma de administrar la cosa pública.

150
Que la falta de acción no nos pase factura, en los niveles que hasta ahora han
sucedido, una nueva clase media que hace foco de resistencia, clase media que surge
producto de las estrategias de redistribución de estos gobiernos, una baja
identificación política de la ciudadanía y una carente política de formación de cuadros
y desarrollo de estrategias conjuntas de acción socio-política.

Finalmente estas acciones colaborativas no deben perder la perspectiva de


internacionalización de sus experiencias para que sean un aporte cierto en la idea de
la integración regional, por ello es mandatorio el intercambio de experiencias y sobre
todo el acompañamiento, estas experiencias llevadas a la práctica serán motivo de
teorización posterior y de perfeccionamiento para la acción contundente en pro de la
irreversibilidad de los procesos logrados por el esfuerzo reivindicativo movilizador de
todo un pueblo.

Anexos.

Figura #1: El Ciclo de Vida de los Movimientos Sociales.

Madurez (Posicionamiento)
Este nuevo CVOSC puede darse si se está en
la capacidad de generar cambios rápidos y
profundos en la OS
Crecimiento (Expansión)
Declive (Desaparición)

Surgimiento (Iniciación)

Figura #2: Interacción Gobierno-Movimientos Sociales.

Organizaciones
Sociales

Gobierno

Tiempo
151
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