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Los Chasquis

Los chasquis fueron mensajeros en el imperio incaico, formaron parte


del sistema de comunicaciones del Imperio Inca, corrían por la red de los
caminos inca a grandes velocidades.
Desde niños eran seleccionados para luego trabajar como chasquis. Debían
poseer cualidades especiales más allá de la habilidad de correr muy rápido,
tenían que tener un físico muy atlético y los pulmones particularmente
buenos para convertirse en miembro de los equipos de relevo de
mensajería, del cual la comunicación del Imperio Inca dependía de ellos.

Los chasquis
Cualidades requeridas
La formación de los chasquis implicaba correr y escalar montañas. Sus
piernas tenían que ser particularmente fuertes como también los dedos de
los pies, los cuales eran ligeramente abiertos, necesarios para sujetarse en
las superficies irregulares. Sus pulmones se desarrollaban mucho para así
poder respirar correctamente en la delgada atmósfera de los Andes y tomar
el suficiente oxígeno para respirar. Para soportar el frio masticaban hojas
de coca. La sed y la fatiga fueron los otros peligros que acechaban a los
chasquis, eran de las pocas personas en el Imperio que se les permitía
masticar hojas de coca al que los incas llamaban la «planta divina».
Los nobles inca y los amautas (maestros) son probablemente las únicas
personas autorizadas para masticar hojas de coca, ya que los hacían menos
vulnerables al frío, al hambre, al cansancio y la sed.

Los chasquis en el Camino

Los chasquis y las


redes viales del Tahuantinsuyo
Los chasquis llevaban mensajes anudados sobre los quipus, los cuales
contenían los registros oficiales y otra información. Atravesaban la
Cordillera de los Andes, corriendo a toda velocidad. Corrían alrededor de
2,4 kilómetros por hora en un tramo comprendido entre un tampu (estación
de destino) y tampu. Al llegar al nuevo tampu, el chasqui entregaba su
mensaje a otro chasqui, el cual corria al siguiente tampu. A través de este
sistema de relevo, los chasquis podían cubrir enormes distancias en un
tiempo relativamente corto. Un mensaje podía recorrer hasta 320
kilómetros en un solo día aproximadamente. Como por ejemplo un mensaje
llegaría a Cuzco, la capital inca, desde Quito (Ecuador) a una distancia de
1.250 kilómetros en sólo cinco días. Incluso los mensajeros de la antigua
Roma, que eran famosas por su velocidad, los cuales pensaba que cien
millas al día era un tramo bueno para recorrer. Los chasquis eran cuatro
veces más rápido, y no en caminos rectos como los romanos. La
naturaleza de los caminos andinos se regían por la naturaleza exigente de
las montañas y a veces a las vías eran estrechas con un precipicio sin
protección en un lado. Incluyeron puentes de cuerda entre montañas como
hamacas que se balanceaban sobre profundos barrancos. Las tremendas
velocidades de los chasquis les hizo posible al Inca tener pescado fresco en
las comidas, aunque la fuente más cercana de este alimento era por lo
menos 192 kilómetros de distancia, que es la distancia más corta entre
Cuzco y la costa del Pacífico de Perú. Los mensajeros eran también muy
importantes como un sistema de alerta temprana, un activo muy necesario
en un imperio que gobernaba sobre muchos territorios conquistados y
tribus. Si se producía un levantamiento o algún otro problema en alguna
parte lejana del Imperio, la noticia llegaba lo mas rápido posible al Inca y
sus generales, para asi poder apaciguar la rebelión.

Los chasquis en el virreinato del Perú

Los españoles que conquistaron el Imperio Inca después de 1532


quedaron tan impresionados con la eficiencia del sistema de chasquis que
los corredores se mantuvieron en el Virreinato del Perú. Pedro de Cieza de
León, cronista español, escribió: «Los incas inventaron un sistema de
postas que era lo mejor de lo que se pudiera pensar o imaginar… las
noticias no podrían haber sido transmitida a través de una mayor
velocidad que con los caballos mas veloces«.
Actualmente se utilizan pocas cosas de las que utilizaban los chasquis, los
quipus ya no son usados en los Andes (Perú), pero las ojotas las cuales
son una especie de sandalias aún siguen siendo usadas, otro objeto usado
por los chasquis eran los qëpi, que quizas se ha convertido en la Lliclla de
nuestros tiempos, una especie de manto que se coloca en la espalda para
llevar cosas (las madres llevan a sus hijos pequeños para así tener las
manos libres), estos mantos aún se siguen usando en los quehaceres diarios
de los pobladores peruanos de los Andes, sobre la vestimenta y modo de
vida en la época del Tahuantinsuyo se puede visitar el articulo sobre
la organización social en el Tahuantinsuyo.

Cómo citarnos

López, Carlos y Aguilar, Julia (2012, 8 de septiembre). Los


Chasquis. Historia del Perú. https://historiaperuana.pe/periodo-
autoctono/chasquis

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