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János Gyarmati
Museum of Ethnography, Budapest, Hungary
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Introducción
Paria está considerada por los investigadores como uno de los principales centros
administrativos inkaicos ubicados al sur de Cuzco a lo largo del Qhapaq Ñan (p.ej.
Condarco y Condarco 1994; Condarco et al. 2002; D’Altroy 2002: 239; Gutiérrez
2006). Sin embargo, hasta muy recientemente se desconocía su ubicación exacta
por falta de investigaciones, pese a que varios cronistas señalaron su importancia.
Paria aparece en la lista de tambos citados por Vaca de Castro (1908: 435), según los
documentos coloniales, en el Horizonte Tardío el camino principal salía de Cuzco
continuaba hacia el lado oeste del lago Titicaca, bifurcándose en Paria hacia el sur y
hacia el valle de Cochabamba. Los testimonios de los indígenas locales confirman
estos datos, mencionan que el maíz producido en las chacras estatales del valle de
Cochabamba fue transportado a Cuzco a través de Paria (Repartimiento 1977:
24). En línea con estos datos Cieza de León menciona a Paria entre las cabeceras
de las provincias “[…] del Cuzco, hazía el Mediodía, Hatuncana, Hatuncolla, Ayavire,
Chuquiabo, Chucuito, Paria y otros que ban hasta Chile […]” (Cieza de León 1985: 56,
Cap. XX), añadiendo que Thupa Inka “en Paria mandó edificios grandes […]” (Cieza
de León 1985:177, Cap. LXI), y en “[…] la provincia de Paria… había depósitos y
aposentos reales para los incas y templo del sol” (Cieza de León 1973: 237, Cap. CVI).
Los primeros españoles llegaron a Paria en 1535, cuando Diego de Almagro entró
al Collao y a Charcas para conquistar Chile (Platt et al. 2006: 104-105; Zarate
1995: 101-102). La ocupación española debió comenzar ese año y persistir por
unas décadas, hasta que el asentamiento fue trasladado a su lugar actual.
Uno de los primeros intentos para localizar el sitio inkaico de Paria fue reali-
zado por Hermann Trimborn, quien visitó la zona en 1960. Según su descripción,
el sitio se ubica al norte de la población actual de Paria y al noroeste del Balneario
de Obrajes. Allí encontró ruinas cubiertas por restos de antiguas construcciones
de adobe, sin hallar edificios en pie. Los tiestos que identificó correspondían a
cerámica Inka y colonial. Concluyó que no estaba clara la ubicación del templo
12 Ocupación inka y dinámicas regionales en Los Andes
del sol y de las qollqas mencionadas por Cieza (Trimborn 1967: 61-62). Guiado por
los datos de Trimborn, John Hyslop y los investigadores del Museo Arqueológico
de Cochabamba visitaron la región en 1979 (Hyslop 1984: 143-144). El principal
objetivo fue localizar el ramal que sale del camino real de Paria hacia el valle de
Cochabamba. En este trabajo se encontró otro sitio en la zona: Khota Chullpa en
el lado norte del río Jacha Uma, frente al Balneario de Obrajes.1 Según Hyslop,
el sitio tenía una extensión aproximada de 200×100 m y presentaba en superficie
cerámica Inka y local influida por el estilo Inka. Para este investigador, el sitio de
Anocariri sería la antigua población de Paria, en él aún se aprecian un grupo de
estructuras de tapial y varios chullpares.
En relación a la localización del sitio inkaico de Paria es importante men-
cionar las investigaciones de Lisandro Condarco Sierra quien vivió durante
algunos años en la hacienda Cotochullpa, dentro de cuyos antiguos límites se
encuentra el sitio de Paria. Según su opinión: “[…] se debe tener presente que el
pueblo de Paria la India, estaba ubicado a tres kilómetros al Este de Paria la Española y
sobre la orilla Norte del Chacamayu; siendo la ubicación de Paria la Española, la orilla
Sud del Jatunmayu –hoy río de Paria–” (Condarco 1987: 67-79).2 Aquí se podrían
añadir las referencias que proporciona Lisandro Condarco tomadas de la tradi-
ción oral, en el párrafo: “Los Parias vieron caer una a una las piedras del templo en
el que, hasta ese día, fue el Sol, la deidad tutelar del URU” (Condarco Sierra 1987:
67). Como hiciera notar Condarco Santillán, con referencia a la cita anterior,
si bien existe una relación hacia los Urus, el templo del sol correspondía sin
lugar a dudas a la presencia inkaica en esta zona (Carlos Condarco Santillán,
comunicación personal).
Por otra parte, el año 1992, Carlos Condarco Santillán y Carola Condarco
Castellón, realizaron una investigación focalizada en “Ventanani”; sitio ubicado
al sur de la confluencia de los ríos Jacha Uma, Iruma y Chiaraque. En aquella
oportunidad se ubicó cartográficamente el sitio denominado como Paria la In-
dia, siguiendo las indicaciones proporcionadas por Lisandro Condarco Sierra
(Condarco y Condarco 1994: 75-92).3 En 1999 János Gyarmati realizó una vi-
sita al sitio, al norte del Balneario de Obrajes, concluyendo que se trataba de un
asentamiento importante, teniendo en cuenta sus dimensiones, mucho mayores
1 Según David Pereira, un participante del proyecto de Hyslop, ellos no anduvieron allí, sino
en la orilla sur del río mencionado (David Pereira, comunicación personal 29 de septiembre
de 2005). Es decir, con las informaciones disponibles es imposible definir si el grupo de in-
vestigadores dirigido por Hyslop visitó este sitio.
2 Las anteriores referencias las tomó Condarco de los títulos de propiedad de la hacienda e ingenio
de “La Ribera” ubicada en las proximidades del actual Balneario de Obrajes, fechado en 1646.
3 El mencionado trabajo fue expuesto por Carola Condarco Castellón el año 1993 en la Reunión
Anual de Etnología, en la ciudad de La Paz (Bolivia), pp. 86, habiéndose publicado al año siguiente.
Sitios prehispánicos tardíos y el centro administrativo inkaico 13
a los 200×100 m mencionados por John Hyslop, así como la calidad y cantidad
de los materiales en superficie entre los que estaba bien representada la cerámica
del estilo Inka Imperial. El mismo año las investigaciones de Carola Condarco
y su equipo evidenciaron la importancia y ocupación de este sitio, tanto en el
Horizonte Tardío como en las primeras décadas del período Colonial (Condarco
et al. 2002).
Con base en las evidencias arqueológicas y los datos etnohistóricos menciona-
dos, se decidió realizar un proyecto de cuatro años, para reconstruir el papel de la
cuenca de Paria en los períodos prehispánicos tardíos, particularmente durante la
ocupación Inka.4 Las investigaciones se centraron en el rol de la cuenca dentro de
la economía política del Imperio Inka y su relación con el valle de Cochabamba,
estudiado por Gyarmati y Varga (1999). Los objetivos principales fueron: (1) loca-
lizar todos los sitios arqueológicos dentro del área de investigación para conocer
el patrón de asentamiento de los períodos prehispánicos tardíos, (2) delimitar el
centro provincial de Paria, (3) realizar excavaciones en Paria para delimitar sus
zonas de ocupación y la función de las estructuras excavadas en el sector principal
y los anexos, (4) analizar el material cultural proveniente de recolecciones super-
ficiales y de excavación. En este trabajo se presentan los resultados preliminares
de estas investigaciones.
4 El proyecto fue financiado por el Fondo Nacional de Ciencia de Hungría, Curtiss T. & Mary
G. Brennan Foundation y Heinz Foundation. Aparte de los autores los investigadores prin-
cipales fueron Álvaro Condarco Castellón y Mile Vargas Rosquellas, Dra. Renée Bonzani
(arqueobotánica), Dr. László Bartosiewicz (arqueozoología), Veronika Szilágyi (análisis del
material cerámico).
5 Esta distancia corresponde a la longitud de la carretera actual, sin embargo, la longitud del
camino en los tiempos prehispánicos era mucho menor, tal vez la mitad de la carretera mo-
derna, como las investigaciones de John Hyslop (1984: 138–149) y Daniel Gutiérrez (2006)
verificaron.
14 Ocupación inka y dinámicas regionales en Los Andes
6 Los Soras de Paria jugaron un papel importante en la economía política del Imperio Inka. Las
fuentes etnohistóricas de Cochabamba ofrecen un buen ejemplo “los soras de Paria tenían y
cultivaban tierras en el valle de Cochabamba” (Repartimiento 1977).
Sitios prehispánicos tardíos y el centro administrativo inkaico 15
7 Estos últimos sitios son: Khota Chullpa o Paria, Anocariri, Ventanani, Uspa Uspa, excavado
por Carola Condarco en 2000 (Condarco et al. 2002) y el Tambo de Condorchinoca deno-
minado por John Hyslop (1984: 145) como Tambo de Pisakheri. Es decir, en el sector que
investigamos en la provincia de Cercado existen actualmente 113 sitios registrados los cuales
fueron denominados Ce-1 a Ce-113. Además de estos 113 sitios visitamos el Tambo de Kullku
Pampa localizado por John Hyslop (1984: 145-146), como un sitio perteneciente al camino
inkaico de Paria a Cochabamba.
8 Tomando en cuenta el tamaño o extensión se estableció una jerarquía de asentamientos: sitios
menores a 0.5 hectáreas, sitios entre 0.5-1, 1-2, 2-5, 5-10 hectáreas y mayores a 10 hectáreas.
16 Ocupación inka y dinámicas regionales en Los Andes
La densidad de artefactos en superficie muestra una cifra baja, más del 90%
de los sitios no supera 1-10 artefactos/m2 (40% de los sitios proporcionó menos
de 1 artefacto/m2). La mayor parte de los sitios que muestra una cifra más grande
(1-50/100 artefactos/m2) representa una ocupación multicomponente, en la que la
ocupación formativa aumentó la densidad de los artefactos en superficie (Ce-46,
Ce-72, Ce-83). La única excepción es el sitio Ce-41 con una densidad de 1-20
artefactos/m2 y una extensión de 6.4 ha, además de la calidad de los materiales (la
proporción de la cerámica decorada es más alta que en otros sitios). Este sitio debió
ser un asentamiento sumamente importante en el PIT, situación que también se
evidencia por su ubicación cercana a una fuente de agua, 20-30 m por encima del
valle en la meseta bordeada por el río Jacha Uma/Paria.
Otros dos sitios ocupan una posición similar en el lado sur del mismo río. El
sitio Ce-51 se encuentra ubicado encima de las aguas termales del Balneario de
Obrajes y de la confluencia de tres ríos: Jacha Uma, Iruma y Huaylluma, a unos
seis kilómetros al oeste del sitio Ce-41. Su tamaño es de 6.4 ha, su parte noreste
presenta un grupo de qollqas inkaicas (3.1 ha), por lo tanto la ocupación del PIT
Sitios prehispánicos tardíos y el centro administrativo inkaico 17
Figura 4. Cerámica del período Intermedio Tardío (41.8, 41.11, 41.19, 41.226)
y del Horizonte Tardío (1.42, II.15.21, II.6.26, II.13.1).
Sitios prehispánicos tardíos y el centro administrativo inkaico 21
Aunque la mayor parte de los sitios del Horizonte Tardío fueron asenta-
mientos existieron otros tipos de sitios, sobre todo seis grupos de qollqas ubicados
alrededor del sitio Ce-1 (ver descripción detallada abajo) y un tramo del Qhapaq
Ñan. Un segmento del camino fue registrado por el grupo de investigadores di-
rigido por Daniel Gutiérrez9 y el tramo ubicado entre Caracollo y el sitio Ce-1
fue identificado mediante fotos satelitales, evidenciando que el camino entraba
en el sitio Ce-1 entre los grupos de qollqas Nº 5 y Nº 6 (Figura 6). La continua-
ción del camino dentro del sitio y entre el sitio Ce-1 y el primer tambo (Tambo
de Condorchinoca, sitio Ce-112) hacia el valle de Cochabamba todavía no esta
identificada, aunque segmentos del camino entre los diferentes tambos localizados
por varios investigadores (Gutiérrez Osinaga 2006; Hyslop 1984: 138-149) indican
la línea del camino. Antes de llegar al sitio Ce-1 el Qhapaq Ñan tocó una mina
inkaica (Ce-56). Se trata de un pozo cavado en el subsuelo que llega hasta por lo
menos cinco metros de profundidad. Alrededor de la boca del pozo se encontró
piedra cavada mezclada con cobre y cerámica Inka. En varios puntos de la zona
estudiada existen corrales abandonados en las laderas de las quebradas. En uno de
ellos (Ce-85), se recolectó material cerámico perteneciente al Horizonte Medio,
Intermedio Tardío y Horizonte Tardío, indicando que por lo menos una parte de
estos corrales fueron prehispánicos.
Grupo Nº 6
Qh
Grup
ap
aq
Ña
o Nº
n
5
Grupo Nº 4
Figura 6. Sitio Ce-1, grupos de qollqas No 4-6 y el tramo de Qhapaq Ñan (Foto satelital).
río Jacha Uma, como los sitios Ce-1 (90-110 ha), Ce-18 (8.1 ha), Ce-34 (8.8 ha),
Ce-51(3.1 ha), Ce-86 (10 ha). Los sitios pequeños se encuentran en las quebradas
menores y en las mesetas ubicadas entre los valles de los ríos principales. Una
concentración enorme de sitios aparece alrededor de la confluencia de los ríos
Jacha Uma, Iruma, Huaylluma y las aguas termales del Balneario de Obrajes.
Los asentamientos
10 Desafortunadamente el sitio fue establecido en el lado de la curva del río que esta siempre
erosionado por el agua del río, por lo tanto si no se establece alguna construcción de defensivos
el sitio se desaparecerá en unos años más.
24 Ocupación inka y dinámicas regionales en Los Andes
Tomando en cuenta las dimensiones de los sitios inkaicos en toda la zona pros-
pectada, la cantidad, calidad y composición del material encontrado en la superficie,
la ausencia de otro sitio similar dentro de la zona y, sobre todo, la cantidad de
las qollqas –que es un rasgo muy significativo de los centros administrativos del
Imperio Inka, como en Huánuco Pampa, Pumpu y Hatún Xauxa– que rodean el
sitio, Khota Chullpa debe ser idéntico al centro administrativo Inka de Paria, a
pesar de que el sitio no tiene restos arquitectónicos visibles en superficie.
Para establecer el asentamiento inkaico, se eligió un lugar estratégico en la
confluencia de los tres ríos principales de la región y en frente de las aguas termales
del Balneario de Obrajes. El sitio11 se ubica a una altura de 3800-3820 msnm en
la meseta situada a unos 20 m encima del río Jacha Uma. Tiene una extensión de
90 ha, sin contar las partes que posiblemente fueron áreas periféricas o suburbios
de Paria. Con estas partes la extensión del sitio Ce-1 puede sobrepasar 110 ha.
Teniendo en cuenta los artefactos encontrados en algunas de estas partes del sitio,
se podría deducir la presencia de talleres de artesanos, ya que se encontraron en
forma conjunta cobre, sodalita, obsidiana y hueso como materia prima, artefactos
parcialmente labrados y productos finales como un tupu de cobre/bronce, cuentas
de sodalita y hueso.
Aunque el borde sur de Paria es incierto, su límite en los otros tres lados
está muy bien definido, considerando la cantidad de artefactos: saliendo del
centro del sitio la cantidad de los fragmentos de cerámica disminuye abrupta-
mente. Considerando la distribución de los artefactos en superficie y los restos
arquitectónicos el sitio fue dividido en cuatro zonas: (1) zona periférica, (2) zona
habitacional, (3) centro del asentamiento y, (4) núcleo cívico/religioso (Figura 7). La zona
periférica ocupa un 40% del sitio y, de modo diferente a la zona de habitacional,
está cubierta completamente por vegetación nativa. La densidad del material
superficial disminuye drásticamente, en esta zona no alcanza a un artefacto/m2,
aunque la cerámica recolectada en esta zona pertenece al Horizonte Tardío. En el
borde norte y oeste se ubican tres grupos de qollqas inkaicas, delimitando el sitio.
La densidad del material superficial aumenta dentro de los grupos de qollqas, así
como en un sector de 8-10 chullpares que se encuentran en la misma zona. Los
chullpares se ven como reducidos montículos de arcilla en cuya superficie existen
piedras que pudieron formar parte de ellos, así como cerámica inkaica que los
asocia con el Horizonte Tardío.
La zona habitacional cubre un 60% del sitio. Su parte norte pertenece a la
meseta, mientras que, la parte sur, ocupa la vertiente del río Jacha Uma y está
afectada por la erosión. Es imposible decir si toda esta parte fue habitada o si los
11 Publicado bajo la denominación de Paria La India por Condarco Castellón et al. (2002).
26 Ocupación inka y dinámicas regionales en Los Andes
artefactos recuperados estaban allí por la erosión del sitio. En esta parte se excavó
una estructura circular con un diámetro de cuatro metros (Condarco et al. 2002:
67-71) indicando su ocupación durante el Horizonte Tardío ya que en su interior,
sobre el piso, se encontró un plato de estilo Inka Cuzqueño en caolín. La parte
norte de la zona habitacional, está cubierta por manchas sin vegetación –mientras
el sitio mismo es un pajonal; los artefactos son abundantes, generalmente más de
100 artefactos/m2.
Grupo de qollqa
Zona periférica
Zona habitacional
Centro del asentamiento
Núcleo cívico/religioso
La zona central del sitio (6.5 ha) fue delimitada por una superficie sin vegeta-
ción, cubierta por artefactos y piedras. Las piedras en varios casos forman hileras
y montículos entremezclados con barro, además son visibles los cimientos que
en muchos casos fueron removidos por los habitantes actuales. Dentro de esta
superficie, se encuentran manchas circulares sin artefactos cubiertas con hierba y
rodeadas por arbustos bajos. Estas oquedades fueron formadas por la a cumulación
de agua.
Durante el trabajo topográfico (mapeo de los rasgos superficiales) dentro de
la zona habitacional se observaron montículos piramidales en la parte central del
Sitios prehispánicos tardíos y el centro administrativo inkaico 27
sitio, aparte de otros tipos de estructuras. Estos montículos regulares que presentan
forma rectangular y alturas de 0.5-0.8 m., cubriendo a veces unos 20-40×8-10 m,
aparecen exclusivamente en esta zona del sitio (Figura 8). Consideramos a esta
zona como el núcleo cívico/religioso del asentamiento, que cubre una extensión de
casi 2.9 ha. Tomando en cuenta los rasgos en superficie (un montículo piramidal
y los artefactos) se eligieron dos estructuras para ser excavadas: las estructuras
BH y BM.12
12 Las estructuras y otros rasgos superficiales del sitio fueron nombrados con base en el
levantamiento topográfico de la zona habitacional de Paria.
28 Ocupación inka y dinámicas regionales en Los Andes
en relación a otras estructuras del sitio. Los restos del edificio formaron un mon-
tículo piramidal con un a altura de 0.4-0.5 m. Tomando en cuenta las grandes
dimensiones de la estructura, decidimos excavar su parte oriental, siguiendo la
línea formada por unas piedras labradas, supuestamente pertenecientes al muro
norte. La Superficie I excavada cubría 16×12 m (192 m2) y fue dividida en 48
cuadrículas de 2×2 m. Para despejar las dimensiones exactas de la estructura, se
excavaron tres cuadrículas más (12 m2) en la esquina noroeste. Estas cuadrículas
se denominaron Superficie III.
La excavación de la Superficie I fue hecha según estas cuadrículas, siguiendo
los estratos naturales hasta encontrar suelo estéril. En el estrato superior de la
estructura excavada se descubrieron piedras (cantos rodados y lajas de arenisca
y pizarra) entremezcladas con tierra, barro y paja. Ambos tipos de piedra se
mantienen a lo largo del muro del edificio con un ancho de dos a cuatro metros,
indicando que se trata de piedras caídas de los muros (desmoronamiento de los
muros de la estructura). Los restos del muro norte aparecieron a una profundidad
de 0-5 cm. En el mismo estrato, en el lado exterior del muro norte, apareció el
revoque de barro, cubriendo de manera intacta al muro, mientras que en el lado
interior el revoque se conservó sólo en manchas pequeñas.
El estrato superior terminó a una profundidad de 30-50 cm. Debajo de éste
apareció otro estrato, un relleno en el que cambió el material suelto, mezclado con
ceniza y un material muy duró mezclado con pedazos de pizarra. Además se encon-
traron bloques grandes (amarillos y grises) con impresiones de paja, probablemente
provenientes de adobes caídos. Aparte de todo esto, se encontró en ambos estratos,
manchas y capas delgadas conteniendo restos óseos y ceniza mezclados con carbón
que corresponden a restos de pequeñas fogatas en hoyos rellenados con el material
mencionado, pertenecientes a las diferentes fases de la destrucción de la estructura.
Debajo del estrato 2, se encontró una capa de arena roja oscura, muy compacta
y homogénea. Se trata del mismo material que cubre la meseta donde se ubica el
sitio. Esta capa, como el suelo estéril, formaba parte del piso del edificio. Es decir,
que el edificio no tenía un piso artificial. Ya en el piso, se encontraron hoyos pe-
queños llenos de ceniza y carbón, pero ninguno de ellos determinó una actividad
habitacional intensa. Sugerimos que en alguno de estos hoyos se realizó alguna
actividad ceremonial. En la cuadrícula 15, en el lado interior del muro norte, se
excavó un hoyo ligeramente hundido en el piso, con un diámetro de 35 cm; estaba
delimitado con cantos rodados. En su interior se encontró la parte superior del
cráneo de un animal, además de ceniza y carbón. En la cuadrícula 16, también se
encontró la parte superior del cráneo de un camélido con otros huesos.
En la parte noreste de la estructura faltaba el piso; en su lugar encontramos
un material suelto y mezclado: arena roja procedente del piso, barro amarillo,
ceniza y carbón con bastante cantidad de cerámica y hueso. El mismo material fue
encontrado en el lado exterior del muro norte y éste resultó ser un hoyo grande
Sitios prehispánicos tardíos y el centro administrativo inkaico 29
Figura 10. Plano de la Estructura BM, BM2 y BM3. Figura 11. La Superficie II (Estructura BM).
A lo largo del muro este, en su lado interior se excavaron hoyos para ceniza
y basura. En la misma parte del edificio se situaron fogones, entre ellos, uno
construido de barro sobre canto rodado y bordeado por estructuras cóncavas de
barro para colocar vasijas (Figura 13). Sólo en esta parte del edificio se conserva-
ron los restos del piso. El edificio fue dividido en dos por una pared construida
directamente al sur de la zona de cocina. Se conservó exclusivamente su cimiento.
Entre los sitios registrados resultaron ser sumamente interesantes los seis grupos
de silos o qollqas inkaicas. En el borde del Sitio Ce-1 (Paria) se encuentran cuatro
grupos de qollqas (grupos 3-6), mientras que los grupos Nº 1 y Nº 2 forman dos
sitios independientes, los sitios Ce-34 y Ce-51 respectivamente.
Grupo Nº 1 (Ce-34)
Grupo Nº 2 (Ce-51)
El grupo 3 se sitúa en la cercanía de Paria sobre una terraza del río Paria, consta
de diez cimientos circulares ubicados en una sola fila. El grupo 4 pertenece a los
tres grupos de qollqas que bordeaban el lado noroeste de Paria. El número de los
cimientos actualmente identificable es 105, dividido en tres líneas de este a oeste,
aunque, probablemente existía una cuarta línea entre la primera línea y la segunda,
36 Ocupación inka y dinámicas regionales en Los Andes
si se tiene en cuenta el espacio entre las filas mencionadas y los dos cimientos
solitarios encontrados en el extremo oeste de este espacio. Además, los cimientos
“faltantes”, en el extremo oeste de la primera fila y en el lado este de la segunda
y tercera fila indican que el número original de qollqas era superior. El grupo 5
se extiende de noroeste a sureste en el extremo oeste del grupo 4. Actualmente
consta de 103 cimientos colocados en dos filas, también se tienen cimientos “fal-
tantes” aunque en este caso, su proporción probablemente no sobrepasa el 10%.
El grupo 6 de qollqas ubicado en el borde noroeste de Paria comprende al grupo
más grande alrededor del antiguo centro administrativo inkaico. De acuerdo a los
datos disponibles son 784 cimientos divididos en diez filas en las que –de manera
similar a los otros grupos–, existen partes en las que no se encuentran cimientos,
principalmente al final de las filas: 3, 5, 6, 7, 8 y 9; de las que, si consideramos las
filas colindantes, faltan unos 20 cimientos en cada fila. Si tomamos en cuenta estos
cimientos “faltantes” el número de qollqas pudo sobrepasar las 900.
Discusión
13 Tomamos en cuenta esta cifra como mínimo, sin embargo, el número total de las qollqas ubi-
cadas alrededor de Paria pudo alcanzar 1800-1900 durante el Horizonte Tardío.
Sitios prehispánicos tardíos y el centro administrativo inkaico 37
Grupo Nº de qollqa Superficie interna Superficie interna Volumen interno Volumen interno
(Sitio) min.14 máx. min.15 max.
1 (Ce-34) 380 circulares 671.2 m2 1193.2 m2 1342.4 m3 2385.4 m3
104 rectangulares 624 m2 1248 m2 1248 m3 2496 m3
2 (Ce-51) 70 circulares 494.6 m2
909.1 m 3
Cochabamba
4000.00
Región del Pucara
3000.00 Paria
Hatum Xauxa
2000.00
Pumpu
1000.00 Huánuco Pampa
Figura 16. Número de qollqas ubicadas en diferentes zonas del Imperio Inka
Las qollqas de Paria están menos estudiada pero nos dan más información si
comparamos la capacidad de almacenamiento de cinco diferentes zonas: cuatro
centros administrativos situados a lo largo de Qhapaq Ñan y el valle de Cocha-
bamba. La mayor capacidad se concentra en el valle superior del Mantaro donde
en 30 sitios ubicados en un círculo de 17 km de diámetro alrededor de Hatun
Xauxa se encuentran una capacidad de 123.716 m3 (D’Altroy 1992: 164-165).
Pero si añadimos a esta cifra la capacidad de la parte sur (44.329 m3) y norte (en
Tarmatambo 3147 m3; LeVine 1992: 117) del valle, el volumen de las qollqas de
toda la región llega a 171.192 m3. La capacidad de la región de Huánuco Pampa
corresponde a 38.748 m3 incluyendo las qollqas de Huánuco Pampa (37. 948 m3),
de Tunsukancha y de Taparaku. En la zona del tercer gran centro administrativo
en el centro de Perú, Pumpu, se encuentra una capacidad de almacenamiento de
50.193 m3 incluyendo Pumpu (38.451 m3, calculado en base a Matos Mendieta
1992: 117), Chacamarca, La Cima y Telarnioj (11.742 m3 LeVine 1992: 117). Si
tomamos en cuenta la cifra menor (50.144 m3) calculada para el valle de Cocha-
bamba (Gyarmati y Varga 1999: 50) es casi idéntica a la capacidad de la zona de
Pumpu. En el caso de la zona de Paria, también calculamos una capacidad mínima
y máxima (Tabla 1), tomando en cuenta que la conservación de las qollqas es infe-
rior a la de cualquier otra zona, dificultando un cálculo exacto. Sea la cifra menor
o mayor su capacidad representa una proporción mucho más pequeña (3%, ver
Figura 17) que la del número de las qollqas (14%).
Sitios prehispánicos tardíos y el centro administrativo inkaico 39
3% Región de Mantaro
12%
Región de Huánuco
16%
Paria
Considerando los datos arriba presentados surge la pregunta: ¿Por qué era tan
pequeña la capacidad del almacenamiento de la zona de Paria comparada con las
zonas de los otros tres centros administrativos inkaicos? Nos parece una suposi-
ción razonable que las qollqas de Cochabamba, ubicadas unos 80-100 km de Paria,
tuvieron un papel importante en la manutención de la población de Paria y/o de
los grupos domiciliados temporalmente allí. En este caso, en la misma Paria no
fue necesario establecer tantos almacenes como en otros centros administrativos.
De acuerdo a los testigos cochabambinos “…todo lo que sembraban en la dha chacara
potopoto e yllaurco y colchacollo y coachaca y esta de viloma [de Cochabamba] lo cogien y
llevaban al tambo de paria y de alli al cuzco, en ganados del ynga…” (Repartimiento
1977: 24) verificando que, por lo menos una parte del maíz cosechado en el valle
de Cochabamba fue transportado a Paria o a través de Paria. Es decir “detrás”
de Paria, que consideramos ser un centro “acumulativo” donde se recolectaron y
consumieron los diferentes bienes, existía una concentración “redistributiva” de
almacenes en Cochabamba (véase Gyarmati y Varga 1999: 92).
A manera de conclusión
Aunque todavía no pudimos localizar los “aposentos reales para los incas y templo
del sol” de Cieza de León (1973: 237, Cap. CVI), la cantidad enorme de qollqas,
mencionadas también por el mismo autor, evidencia que Paria cumplió funciones
estatales. Al mismo tiempo, las recolecciones y excavaciones que realizamos re-
velaron evidencias de varias actividades artesanales que sirvieron a similares fines
40 Ocupación inka y dinámicas regionales en Los Andes
Referencias citadas
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