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Director y Editor
Rubén Yoscet Aslla Cumpa
www.ciakontiti.org
cia.kontiti@gmail.com
Consejo Editorial
John W. Rick (University of Stanford, Estados Unidos), John Verano (Tulane University,
Estados Unidos), Kylie Quave (The George Washington University, Estados Unidos),
José Capriles Flores (Pennsylvania State University, Estados Unidos), Nino del Solar
Velarde (Université Bordeaux III, Francia), Rainer Hostnig (Technische Universität
Berlin, Alemania), José Luis Tovar Cayo (Universidad Nacional de San Antonio Abad
del Cusco, Perú), Francesca Fernandini Parodi (Pontificia Universidad Católica del
Perú, Perú), Henry T. Quispe Quispe (Universidad Nacional de San Antonio Abad
del Cusco, Perú), Dennis Rodríguez Cruz (Universidad Nacional Santiago Antúnez
de Mayolo, Perú).
Contenido
Nota editorial 9
Notas
Glosario para la identificación de paleopatología andina
Alfredo Altamirano Enciso 399
Resumen
Abstract
The Chancay culture developed in late pre-Hispanic periods in a wide territory of the
Peruvian north-central coast, however, there are significant differences between the
Chancay occupations of the Huaura valley and the Huaral valley. This situation shows
the existence of two partialities at the rate of each valley, which we are calling Chancay
del sorte (Huaura valley) and Chancay del sur (Huaral), which developed symmetrical
and complementary relationships.
Introducción
A través de los tiempos, las diversas sociedades andinas no han sido estáticas, han estado
en constante desplazamiento e interacción, dando como resultado el surgimiento y
ocaso de múltiples sociedades, en especial en periodos prehispánicos tardíos. La base
del sistema de organización andina ha sido el ayllu, el cual, articulado con el sistema
religioso imperante, regía los destinos de las sociedades en el ámbito local, con la
participación activa de todos sus miembros en las actividades productivas, sociales,
culturales y educativas. La presente investigación es de tipo no experimental, es decir
las muestras o datos recogidos de las prospecciones o excavaciones arqueológicas han
sido realizadas mediante observación directa, aplicando el método deductivo-analítico.
El diseño de la investigación es descriptivo-transversal. La población de estudio son
los sitios arqueológicos de la costa norcentral, siendo la muestra todos los sitios
arqueológicos de la cultura Chancay. Esta investigación fue auspiciada por la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos a través del Vicerrectorado de Investigación mediante
los proyectos de investigación “La cultura Chancay en el valle de Huaura” con código
de proyecto 131501115.
La arqueología y la historia han tomado poca atención sobre las sociedades que antecedieron
al imperio del Tawantinsuyu, las fuentes etnohistóricas como las crónicas abordan
la problemática de los incas desde la perspectiva española y las pocas fuentes escritas
por cronistas andinos, la abordan desde la perspectiva Inca con fuertes componentes
cristianos (como es el caso de Garcilaso y Guamán Poma). Así, la visión que tenemos de
las sociedades andinas dominadas por el Tawantinsuyu es la visión que tenemos desde
la perspectiva dominante incaica, buscando siempre justificar la dominación de estos
pueblos a fin de llevarles un medio de vida civilizatorio, pues en muchos pasajes estas
crónicas buscan justificar el porqué los sncas dominaron a las sociedades de todo el Ande.
La arqueología, a partir de la propuesta de John H. Rowe (1959), tomando como
base la secuencia maestra de la cerámica del valle de Ica, ha dividido el proceso cultural
andino en periodos, con la presencia de los Horizontes e Intermedios. Así, los dos
últimos son el Intermedio Tardío (1100 - 1470 d.C.) y el Horizonte Tardío (1470 - 1532
d.C.). El primero caracterizado por el desarrollo de múltiples sociedades regionales
y locales, disgregadas por todo el Ande, cada una con sus manifestaciones culturales
propias, aunque también con muchas en común, la cual culmina con la conquista y
dominación de todas estas sociedades por el Tawantinsuyu, que desde Cuzco se va
expande durante el segundo periodo (Horizonte Tardío) logrando su máxima extensión
en las primeras décadas del siglo XVI.
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del Tawantinsuyu (que se inicia con las conquistas de Pachacuteq), dominaron a algunas
sociedades violentamente, mientras que a otras les dieron la condición de aliados. Sin
embargo, aplicaron una política masiva de desplazamientos poblacionales (traslados de
mitmas), introduciendo ayllus completos al interior de las estructuras sociales locales
preexistentes; de esta manera, en muchas regiones modificaron el sistema político de
organización dual en un sistema tripartido y el sistema tripartito en uno cuatripartito,
donde una de las parcialidades correspondía a estos grupos introducidos como mitqmas
por el estado cusqueño. Esta política ha sido considerada por Lorenzo Huertas (1990)
como un periodo de disturbación étnica, que para el caso ayacuchano destruyó el
sistema de organización local con la introducción de decenas de mitmas de diversas
nacionalidades traídos desde todos los rincones del imperio.
Muchas de las diversas nacionalidades que existían dentro del Tawantinsuyu
(Espinoza 2019) no estaban contentas de estar bajo el dominio incaico, motivo por el
cual se produjeron numerosos levantamientos a lo largo del siglo XV y en las primeras
décadas del XVI, situación y resentimiento que alentó que muchas de ellas apoyen
decididamente a las fuerzas de Pizarro durante la invasión al Tawantinsuyu, como
el caso de Wankas (Espinoza 1973), Cañaris o Chachapoyas. Esta coyuntura no fue
abiertamente y detalladamente explicada por los cronistas incas de inicios de la colonia.
La cultura Chancay
Una de estas sociedades del Intermedio Tardío que se desarrolló en la costa norcentral
peruana fue la cultura Chancay. Se trata de una sociedad científicamente poco conocida,
se le conoce a partir de la gran cantidad de materiales culturales existentes en los
museos y colecciones de Perú y el extranjero, procedentes de los valles de Chancay y
Huaura, recuperados de los extensos cementerios no mediante procesos científicos de
investigación, sino mediante el huaqueo o saqueo por parte de depredadores de nuestro
pasado.
A pesar que la descripción de los sitios arqueológicos de la cultura Chancay está
casi relacionado con los orígenes de la arqueología científica en Perú, son pocos los
estudios realizados sobre esta sociedad. Las primeras referencias arqueológicas que se
tienen de un cementerio de la cultura Chancay proceden de las excavaciones de los
exploradores alemanes Wilhelm Reiss y Alphons Stübel en 1875. Tres décadas después,
en 1904 el arqueólogo alemán Max Uhle va a explorar el valle bajo del río Chancay
describiendo sitios como Lauri, Cerro Trinidad, Huaral Viejo, La Mina y Jecuán; así
como las excavaciones que realiza en Ancón donde excavó 65 tumbas (Krzanowski
1991: 21-22; van Dalen 2017: 17). Otras tres décadas después, Julio C. Tello explora en
1936 los valles de Chancay, Huaura y Supe identificando numerosos asentamientos y
cementerios de la cultura Chancay (Tello 2015), aunque ya años antes en 1930 Pedro
Villar Córdova había explorado y descrito algunos sitios del valle de Chancay y de la
zona de Lachay (Villar 1982).
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Luego de haber revisado los antecedentes de estudios, nos hacemos la pregunta: ¿Qué
es la cultura Chancay? Es una formación sociopolítica que se desarrolló en periodos
prehispánicos tardíos, su identidad cultural sobrevivió al Tawantinsuyu y perduró hasta
los primeros años de la colonia en que fueron sus pueblos desocupados y su población
reducida en los recién fundados pueblos hispanos, como es el caso de San Juan Bautista
de Huaral y Santo Domingo de Real Aucallama. No hemos encontrado hasta el momento
el nombre autóctono de esta sociedad, ya que Chancay es un nombre colonial, nombre
que fue asignado a esta sociedad prehispánica en los comienzos del siglo XX por Max
Uhle. Ninguna fuente etnohistórica colonial hace referencia del nombre de esta sociedad,
denominando a su población como yuncas, al igual que a toda la población costeña.
Garcilaso (1609) señala que este territorio formaba parte del señorío de Cuismanco, sin
embargo, comete un error, pues Cuismanco o Cusimanco se desarrolló en Cajamarca. A
pesar de no conocer el nombre original de esta sociedad la seguiremos llamando por el
nombre con que comúnmente se le conoce: cultura Chancay.
En base a las evidencias arqueológicas podemos afirmar que el área de extensión de
la cultura Chancay fue por el sur hasta el río Chillón, abarcando toda la sección norte
de este valle incluido Ancón; por el norte hasta el extremo septentrional del valle de
Supe, por el oeste hasta las orillas del océano Pacífico y por el este hasta los 800 o 1000
metros sobre el nivel del mar.
A partir de la identificación de las características de los sitios arqueológicos de la
cultura Chancay hemos elaborado una tipología de asentamientos, clasificándolos en:
Sitios político-administrativos
Son asentamientos de gran tamaño, de más de 8 hectáreas. Presentan una arquitectura muy
compleja y monumental, además de una organización espacial muy compleja, con numerosos
sectores bien demarcados: sectores habitacionales (con arquitectura a base de piedra canteada
y argamasa); sectores administrativos con arquitectura monumental, plataformas con rampa,
plataformas a desnivel, recintos de almacenamiento, entre otros rasgos (arquitectura a base
de adobes). Estos asentamientos se ubican en las grandes quebradas laterales que se unen al
valle Chancay (Tronconal, Portillo, Pisquillo Chico, Quilca “A”, Lauri, Macatón y Lumbra),
o sobre las grandes terrazas aluviales adyacentes al valle (Cuyo y San Miguel). En el caso del
valle bajo también se pueden ubicar en las grandes pampas que se ubican en los rincones
del valle (Pasamayo, Pancha la Huaca, Chancayllo, Cerro Trinidad, Tronconal o Huando).
Todos estos asentamientos presentan ocupación durante los periodos Chancay e
Inca y al parecer se habrían constituido como la sede de los ayllus locales de esta zona
del valle, que por referencias etnohistóricas fueron posteriormente reducidos por los
españoles en el pueblo de San Juan Bautista de Huaral.
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Asentamientos domésticos
Son sitios pequeños, de hasta 2 hectáreas, de función doméstico-habitacional y que
mayormente se ubican en los pie de monte de los cerros del rincón del valle. Tienen
una técnica constructiva muy simple, edificados a base de piedras canteadas edificados
de manera mampuesta con o sin argamasa. Estos sitios están conformados por varios
recintos y se habrían constituido en las viviendas de los agricultores o pescadores,
donde solo se realizaban actividades domésticas y de vivienda.
Asentamientos aislados
Son asentamientos conformados por solo entre uno y cuatro recintos, ubicados en
las alturas de los cerros o asociados a los caminos prehispánicos. Estos sitios habrían
cumplido la función de tambos, o de control de los caminos, o pequeñas unidades
domésticas totalmente aisladas.
Cementerios simples
Son los cementerios de tamaño pequeño, ubicados generalmente cerca de los sitios
domésticos. No presentan arquitectura funeraria. Estos cementerios habrían servido
para enterrar a la gente que vivía en los pequeños sitios domésticos.
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Figura 01. Contexto funerario del sitio de Cerro Colorado, nótese la diversidad de vasijas.
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Redes viales
Aquellos caminos que recorrían el valle Chancay y los que se interconectaban con la
cuenca alta y valles vecinos.
La actividad cultural en la que más sobresalió la cultura Chancay fue la textilería,
elaborando finos tejidos en diversas técnicas de manufactura, destacando sobre todo
los textiles calados o gasas y los tapices, con una variedad de motivos naturalistas.
Figura 02. Foto satelital del sitio arqueológico de Pisquillo Chico, valle de Chancay.
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de poblaciones locales que vivían en este espacio desde siglos anteriores al siglo
XI de nuestra era, que entraron en contacto e interactuaron con otras poblaciones
que llegaron al valle procedentes de otras regiones (recordemos que las sociedades
prehispánicas no eran estáticas y se encontraban en constante desplazamiento desde
periodos tempranos).
Existen características culturales comunes entre los Chancay de Huaral (también
los podemos llamar los Chancay del sur) y los Chancay de Huaura o Huacho (o
Chancay del norte), aunque hay también muchas diferencias entre ambos. La
arquitectura de ambos valles utiliza las mismas técnicas constructivas, con el uso de
materiales constructivos elaborados a base de barro como el adobe y la tapia para las
áreas residenciales y administrativas y el uso de la piedra canteada unida con argamasa
para los sectores populares. Las plantas de las edificaciones son cuadrangulares o
rectangulares. La presencia de las plataformas y en algunos casos de pirámides con
rampa (Pisquillo Chico) es común en los sitios político-administrativos de ambos
valles.
En el caso de los valles bajos, los asentamientos se ubican en los rincones del valle,
sobre arenales o en las terrazas aluviales de grandes quebradas que se unen al valle. En
el valle de Chancay, el sitio más grande es el de Pisquillo Chico, el cual demuestra una
adecuada planificación, con diversidad de sectores (administrativos, residenciales de
élite, áreas domésticas y funerarias), ubicado en una quebrada lateral al valle que se une
justo en el cono de deyección (Quebrada Orcón) a través de la cual existen caminos
que discurren hacia Canta, Sumbilca, el valle de Chillón y a la región altoandina de
la cuenca del río Chancay y Pasco. Pisquillo Chico es un extenso asentamiento con
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más de 35 hectáreas de extensión y con elevadas pirámides con rampa que cumplían
múltiples funciones (residencial, de reuniones y de almacenamiento) en cada uno de sus
compartimientos y recintos.
En el caso del valle de Huaura, el asentamiento más importante y de mayores
dimensiones era el de Walmay, ubicado en el valle bajo (margen izquierda), a 1 kilómetro
de la línea de playa. Está conformado por montículos con edificaciones residenciales, casi
medio centenar de montículos, muchos de ellos desaparecidos, distribuidos en medio
de los terrenos agrícolas (van Dalen 2010). No se observa en este asentamiento que
se hayan desarrollado múltiples actividades como en Pisquillo Chico, las excavaciones
en el montículo 30 permitieron identificar actividades puramente residenciales, con
algunos patios donde se desarrollaban reuniones (Ibid) y con la presencia de algunos
contextos funerarios aislados colocados dentro de los rellenos constructivos.
En el valle de Huaura, Walmay es el único asentamiento de grandes dimensiones,
otros sitios son más pequeños que este, siendo muy pocos los asentamientos político
administrativos en el valle bajo (Acaray, Centinela, Rontoy, Végueta; todos en la
margen derecha, lado opuesto a Walmay), aunque en el valle medio si hay numerosos
asentamientos político administrativo como Humaya, Cañas, Chambara, Vilcashuaura y
Quintay. En cambio, en el valle de Chancay-Huaral, en el valle bajo existen numerosos
asentamientos político administrativos en ambas márgenes como: Lauri, Macatón,
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Figura 05. (A y B) Figurinas antropomorfas de arcilla crudas del sitio Cerro Colorado, valle de Huaura.
Huaral Viejo, Cerro Trinidad y Tronconal en la margen derecha; así como Pancha La
Huaca, Pasamayo y Caqui en la margen izquierda. En el valle medio existen también
otros asentamientos de similar jerarquía como Quilca, Cuyo, Lumbra, Quisque y Portillo.
En cuanto a la cerámica Chancay, en el valle de Chancay este estilo presenta los tipos
Negro sobre Blanco, conformado por engobe crema sobre el cual se van delineando
los motivos decorativos en color negro o marrón; del tipo Crema, caracterizado por
presentar engobe crema total o parcial sobre la vasija. Además, están presentes el estilo
Lauri Impreso y el estilo Llano (sin decoración y de uso utilitario). En el valle de Huaura,
además de estos estilos hay otros que son propios de este valle: el Estilo Huacho, que
presenta decoración pintada en colores rojo, crema y negro (Vallejo; 2010); y el estilo
Pampa de Animas, caracterizado por presentar bandas alternas horizontales pintadas en
color blanco y negro sobre fondo rojo. En el valle de Huaura, muchas vasijas presentan
motivos decorativos de la Costa Norte (Chimú), incluso hay vasijas doble cuerpo unidas
por asa puente y vasijas escultóricas.
En el caso de las figurinas cerámicas antropomorfas de la cultura Chancay, conocidas
como “cuchimilcos”, también presentan notables diferencias en los valles de Chancay y
Huaura. En el valle de Chancay se trata de figurinas cocidas, con engobe crema, sobre
el cual se va delineando la decoración y representación de la cara con pintura negra,
presentando la cabeza plana o curva, siempre con los brazos extendidos hacia abajo o
hacia los costados; por su parte en el valle de Huaura este tipo de figurinas que hemos
descrito para el valle de Chancay-Huaral es poco común, predominando las figurinas
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Figuras 06. (A y B) Figurinas antropomorfas cerámicas y de arcilla crudas del sitio Cerro Colorado, valle
de Huaura.
crudas, elaboradas en barro y secadas al sol, aplicando pintura blanca y roja, este último
color principalmente se ubica en la cara; mientras que sobre la cabeza termina en dos o
tres puntas, debido a que contiene sobre la cabeza la representación de un gorro de dos
o tres puntas, muy similar a los gorros Wari y Tiwanaku.
En cuanto a la textilería, si bien es cierto en ambos valles existen textiles similares,
por la forma común de elaborarlos, en el valle de Huaura y especialmente en la zona
de Végueta y con más densidad en Medio Mundo y el valle de Supe se elaboraban
telas pintadas con diversidad de motivos. Una particularidad del valle de Chancay es
la presencia de figurinas textiles antropomorfas, conocidas como “muñecas” Chancay,
algunas de las cuales han sido encontradas en contextos funerarios de Macatón.
En cuanto a la modelación cefálica de los individuos, una poca proporción de personas
de la sociedad recibían esta práctica (menos del 50% del total de individuos). Para el valle
de Huaura, de los individuos analizados en Cerro Colorado predomina la modelación del
tipo tabular erecta con el 50.5% de individuos, mientras que un 45.1% tenían modelación
tabular oblicua, un 2.2% contaban con modelación tabular circular y un 2.2% la modelación
vértico-bregmático. Para el valle de Chancay, en los individuos de Macaton, el 88.6% de
los que presentan modelación tienen del tipo tabular erecto. Esto indica que en el valle de
Chancay había una mayor preferencia por la modelación tabular erecta que en el valle de
Huaura. Para las sociedades andinas la modelación cefálica era símbolo de identidad cultural.
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Con respecto a las áreas funerarias, la más grande de toda la Costa Central con
una extensión mayor a las 450 hectáreas es el complejo funerario de Cerro Colorado,
ubicado en el extremo meridional del valle de Huaura, cuya extensión abarcaba hasta
casi la línea de playa (abarcando el terreno de la ciudad universitaria de la Universidad
Nacional José Faustino Sánchez Carrión, Los Cipreses y Manzanares). En el valle bajo
había otros cementerios como Pampa de Animas - La Wasa, La Centinela, Végueta,
etc. Por su parte, en el valle de Chancay el área funeraria o cementerio de la cultura
Chancay de mayor extensión es el de Lauri con una extensión original de un poco
más de 172 hectáreas, seguido por Pasamayo con 165 hectáreas, Chancayllo con más
de 50 hectáreas, Cerro Macatón con un área de más de 20 hectáreas, Tronconal con 6
hectáreas, entre otros más pequeños. Como se puede ver, en el valle bajo de Chancay
hay mayor disgregación de cementerios de menores dimensiones que el de Cerro
Colorado en el valle de Huaura. En el caso de Cerro Macatón, presenta arquitectura a
base de tapiales conformando recintos de planta rectangular, los cuales corresponden
a espacios rituales que delimitaban a modo de parcelas las áreas de enterramiento
posiblemente familiares y donde se desarrollaba continuamente el culto a los ancestros.
Los contextos funerarios de los valles de Chancay y Huaura también presentan
diferencias en cuanto a las estructuras funerarias y el tratamiento del individuo. En
el valle de Huaura las estructuras funerarias son de planta cuadrangular o irregular,
conformado por matrices sin arquitectura funeraria, de poca profundidad, no mayor
a 2 metros, la cual se intruye en capas geológicas salitrosas o arenosas. En el valle
de Chancay las estructuras funerarias son de mayor profundidad (pueden llegar a
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Figura 10. (A y B) Vista panorámica de dos unidades de excavación con las estructuras funerarias
contiguas en Macatón, valle de Chancay - Huaral.
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Figura 11. (A y B) Vista panorámica de dos fardos funerarios del sitio de Macatón, valle de Chancay.
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Figura 12. (A y B). Vista panorámica de dos fardos funerarios del sitio de Macatón, valle de Chancay.
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Figura 13. (A y B) Vista panorámica de dos fardos funerarios del sitio de Cerro Colorado, valle de Huaura.
Para el caso del territorio Chancay, cada una de las parcialidades (norte y sur) tienen
carácter simétrico, por tener territorios (valles) de similares características, cada uno
conformado por un valle bajo y una quebrada grande que se une al mismo en el valle
medio por la margen izquierda (Orcón en el caso de Chancay y Blanco en el de Huaura).
Además, en el caso de la parcialidad del sur, tiene adscrita culturalmente la sección norte
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Figura 15. Mapa de ubicación territorial del Chancay del Norte o Chancay de Huacho y de Chancay del Sur
o Chancay de Huaral (Fuente Google Earth).
del vecino valle del Chillón, ubicado al sur de Chancay; mientras que, en el caso de la
parcialidad del norte, tiene adscrito el pequeño valle de Supe al norte. Cada una de estas
parcialidades estaría subdividida a su vez en dos zonas, el valle medio (hanan) y el valle
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bajo (hurin), cada una con características geomorfológicas y ecológicas diferentes; así
como en ambas márgenes del valle bajo. En el valle de Huaura el asentamiento más
importante se ubica en la sección del valle bajo (Walmay); mientras que en el valle de
Chancay-Huaral el asentamiento más importante está en el valle medio (Pisquillo Chico).
En este sentido, la zona contigua a las Lomas de Lachay habría sido un área de
gran importancia ceremonial, por su ubicación intermedia, donde se desarrollaban los
encuentros e interacciones ceremoniales entre ambas parcialidades (norte y sur), donde
se producía el tinkuy o encuentro. El tinkuy es un proceso de interacción entre diversas
parcialidades, en el cual se realizan intercambio de productos, ceremonias y sacrificios
en honor a las divinidades locales y regionales (Mallma 2018). Este encuentro está
evidenciado en la arquitectura residencial (pirámides o plataformas con rampa) del sitio
de Pisquillo Chico, donde se ubican agrupados dualmente y orientados en oposición
(Guzmán 2011, 2015, 2016).
El sistema dual andino ha sido desde periodos muy tempranos (presentes por lo
menos desde el periodo Arcaico Tardío), la directriz a través del cual se han organizado
los ayllus, sistemas de parentesco, alianzas matrimoniales, espacios territoriales y la
organización religiosa de las sociedades andinas (Morales 1995).
Los territorios de cada una de estas parcialidades tienen sus propias divinidades y
elementos geográficos donde viven estas divinidades. Estas se constituyen en paisajes
sagrados que simbolizan la morada de los dioses que cuidan y protegen a los ayllus
y personas de su entorno. Cada divinidad de una parcialidad tenía su similar en la
otra. Hasta hoy aún no se han identificado con detalle la ubicación de los centros
ceremoniales de estas divinidades, futuras investigaciones en esta región permitirán
aclarar el panorama religioso Chancay. Para el valle de Huaura se conoce la existencia
del templo de Choque Ispana en las inmediaciones de la localidad de Végueta (Ruiz
2006), el cual fue reportado por el extirpador de idolatrías Felipe de Medina en el
siglo XVII, junto con el santuario de Carquín que también fue destruido por este cura
hispano. Rostworowski señala la existencia de algunos santuarios en la Isla de Martín en
Végueta, la cual era la morada de los muertos y donde se rendía culto al dios del guano.
Para el valle de Chancay, se conoce la existencia de áreas ceremoniales en la cima del
cerro Macaton, el cual tenía la condición de apu o cerro tutelar.
María Rostworowski (2002: 269-275) afirma que los valles de Chancay y Huaura
conformaban dos parcialidades distintas, cada una con sus propias estructuras sociales. Al
momento de la invasión española en el valle de Chancay existían dos guarangas locales,
una en cada margen: la de Pasamayo (margen izquierda del valle bajo) y la de Chancay (en
la margen derecha, ubicado en los alrededores de Chancayllo); siendo introducidos por
los Incas una tercera guaranga de mitqmas mochicas procedentes del valle de Huaura y
Casma dedicados a la pesca que fueron asentados en lo que hoy es la ciudad de Chancay,
dedicados a abastecer de pescado fresco a las fuerzas del Inca a su paso por la zona a través
del camino de los Llanos. En el caso del valle de Huaura, Rostworowski lo denomina
señorío de Huaura, el cual estaba conformado a su vez por una división dual, una a cargo
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Conclusiones
Las investigaciones arqueológicas que hemos venido realizando en los últimos 20 años en
la costa norcentral peruana (territorio de la cultura Chancay), han permitido identificar
diferencias en los patrones socioculturales de las ocupaciones Chancay del valle de
Huaura y del valle de Chancay. Esto nos lleva a plantear que se trata de dos parcialidades
diferentes, pero a la vez complementarias. En base a esto proponemos la existencia de
una parcialidad al sur que estamos denominando Chancay del Sur o Chancay de Huaral,
incluida la zona de Ancón; y la parcialidad que denominamos Chancay del Norte o
Chancay de Huacho. Ambas parcialidades presentan diferencias significativas expresadas
en los estilos cerámicos, los patrones de asentamiento, patrones funerarios, la textilería,
etc.; al tiempo que compartían manifestaciones culturales propias de la cultura Chancay.
Las estructuras duales en los Andes son de datación prehispánica temprana, presente
en muchas sociedades; con la expansión del Tawantinsuyu en muchos lugares se va a
introducir una tercera parcialidad, conformados por mitqmas, los que en el caso de los
valles de Chancay y Huaura son identificados por las fuentes etnohistóricas. Cada una
de las parcialidades Chancay, tanto del norte como del sur, tenían a su vez subdivisiones
internas, organizadas mediante los ayllus locales.
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