18 de Octubre del 2022

ESCUELA NORMAL DE TECÁMAC

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR

PRODUCTO DE LA UNIDAD I:
ESCRITO DEL DESARROLLO LINGÜÍSTICO DE LOS NIÑOS

ASIGNATURA:
LENGUAJE Y COMUNICACIÓN

DOCENTE:
JEIMY JANNET GARAY BELTRÁN

ALUMNA:
ITZEL PAOLA VITE VALDEZ

SEMESTRE: 1° GRUPO: 1
 LENGUAJE Y COMUNNICACIÓN EN
LA PRIMERA INFANCIA
La comunicación empieza en los primeros días de vida. El lenguaje es la forma de comunicación
con los demás. Ya desde que es un bebé, el niño se puede comunicar antes de decir palabras. El
habla es la expresión verbal de la comunicación. Los niños aprenden a comunicarse desde los
primeros días y, de forma progresiva, van desarrollando el habla. El aprendizaje del habla
despierta mucho interés en los padres y es uno de los aspectos del desarrollo que se supervisan
en los exámenes de salud, durante la primera infancia.

En la sintaxis del primer año del niño existen dos etapas. En la primera, son emisiones de una
sola palabra, este análisis se hace desde la teoría generativa que supones que desde que el niño
nace tiene un conocimiento gramatical, permitiendo así, producir una palabra omitiendo el resto
de la oración debido a las limitaciones de atención y memoria. Se considera que esta idea del
habla holofrástica constituye un sobre análisis, una interpretación excesiva de lo que el niño
está diciendo.
En la segunda etapa, pasa de las emisiones de una sola palabra a la combinación de dos
elementos. Nos referimos a elementos o componentes y no a palabras, y esto se debe a que la
combinación cubre cualquier incremento en una unidad léxica, que puede ser otra palabra o un
morfema añadido ( de genero, numero, persona, tiempo verbal; haciendo uso también, de
preposiciones, pronombres, sustantivos, verbos y adjetivos).

Si bien viene siendo cierto, que en este proceso del desarrollo lingüístico, la interacción de
padres-hijos es de suma importancia, porque posibles comiencen problemas que, pueden a la
larga escalar a medida que los niños entran a la escuela y tienen dificultades para aprender y
llevarse bien con sus profesores. Incluso leves trastornos del lenguaje pueden tener un impacto
en el curso del desarrollo. Los resultados finales son empeorados por la presencia de diversos
estreses ambientales que ocurren simultáneamente. Dado que la competencia en el lenguaje es
crucial tanto como apresto para la escuela como para la adaptación psicosocial y emocional,

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la presencia de problemas de lenguaje y comunicación pueden conducir a un niño por una
trayectoria de desajuste en el curso de su vida. Los trastornos del lenguaje pueden ser sutiles y
pasar inadvertidos en situaciones de aprendizaje y terapéuticas. Por lo tanto, la identificación y
evaluación de los trastornos del lenguaje, y la intervención, son importantes durante los
primeros años, despejando el camino para una subsiguiente competencia en una amplia gama de
áreas.
En entonces, cuando se afirma que el factor principal que contribuye al fracaso educativo es el
que el lenguaje del hogar se diferencia de la escuela. Tizard y Hughes concluyeron que “el hogar
ofrece un entorno de aprendizaje muy poderoso”, considerando cinco factores contribuyen a que
los hogares fuesen un entorno de aprendizaje tan eficaz en comparación con el jardín de infancia:
1. El contexto familiar tiene un gran amplio abanico de actividades diarias.
2. Los niños y sus padres pueden halar acerca de sus experiencias compartidas sobre el
mundo.
3. Conversación extensa entre niños-padres.
4. Actividades en un contexto para sus hijos.
5. La intensa relación emocional entre padres e hijos.
Dejando a un lado estos factores, también es muy importante involucrar la participación de los
niños en las conversaciones con los adultos, para así, tengan ellos oportunidad de participar en
conversaciones que son significativas en el contexto de información implícita o explícitamente.
En cuanto a el uso del lenguaje en el aula, primeramente, los maestros no deben utilizar frases
recargadas (pues los niños pequeños no pueden retener frases extensas que contengan
patrones que no se les sea familiares), deben evitar el uso del lenguaje ambiguo, ser claros y
concisos. Es decir, que los maestros deben de adaptarse a su lenguaje de ellos, para así, tener
una mayor comprensión y entendimiento por parte de los educandos.

Cada experiencia comunicativa en la que se ve involucrado el alumno ya sea en el contexto

familiar o escolar, le permite poner en práctica los conocimientos que ya posee y al mismo
tiempo adquirir nuevos y así enriquece su lenguaje oral; cuando estas experiencias son
significativas, y tienen un propósito, resultará fácil para el alumno el aprendizaje del lenguaje;
por el contrario si las experiencias comunicativas carecen de relevancia y significado se volverá
complicado para el alumno aprender el lenguaje oral.
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