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1. Infecciones Micóticas.
Características Generales de un Hongo.
Ahora bien, las infecciones causadas por hongos la denominamos “micosis”. Los agentes
pueden ser de origen endógeno o exógeno.
Epidemiología.
De las micosis, ésta es la más común que afecta a los seres humanos.
Se presentan todos los grupos étnicos.
Antes de la pubertad afecta a ambos sexos por igual.
en adultos predomina en varones, con una proporción de 3:1. La mayoría de los
pacientes es del sexo masculino, caucásica y de más de 50 años de edad.
No existe relación con la ocupación, sino con la exposición.
H. capsulatum crece en la tierra bajo condiciones climáticas de humedad.
Patogenia.
La infección se adquiere al inhalar las esporas de los hongos que se liberan al remover la
suciedad o el polvo de las zonas infectadas. Las esporas se transforman en fase de levadura
cuando se exponen a la temperatura corporal en los alvéolos. Luego se transportan a los
ganglios linfáticos regionales y de allí se diseminan por todo el cuerpo en el torrente
sanguíneo.
Cuadro clínico.
Por lo general, la enfermedad no causa síntomas y se resuelve de forma espontánea, lo cual
depende de la resistencia e inmunocompetencia del hospedero. El período de incubación
promedio para que la infección cause síntomas es aproximadamente de 13 a 17 días
después de la exposición. La mayor parte de las personas con H. capsulatum permanece
asintomática o tiene malestar respiratorios leves que no se diagnostican como
histoplasmosis. La histoplasmosis asintomática en estado de latencia se caracteriza por la
evidencia de lesiones que sanaron en los pulmones o los ganglios linfáticos hiliares.
Con mayor frecuencia se desarrolla como una infección aguda y fulminante en las personas
mayores o muy jóvenes, o en personas inmunocomprometidas, como las que se sometieron
a trasplantes, las que tienen tumores hematológicos y aquellas con sida. Ocasionalmente, la
meningitis se convierte en una característica dominante de la enfermedad.
Diagnóstico.
Tratamiento.
Las infecciones primarias y lesiones pulmonares localizadas por lo común se resuelven sin
tratamiento. Para la enfermedad leve localizada al pulmón se utiliza itraconazol. Para la
enfermedad más grave o diseminada se utiliza un ciclo de anfotericina B seguido por
itraconazol. Este último puede ser eficaz para la profilaxis para personas con enfermedad
suficientemente grave para requerir tratamiento o para aquellos con función inmunitaria
comprometida que están en riesgo de padecer enfermedad diseminada.
COCCIDIODOMICOSIS
También conocida como «fiebre del valle», es una infección micótica común causada por la
inhalación de esporas de C. immitis o C. posadasii. La enfermedad se asemeja a la
tuberculosis y sus mecanismos de infección son similares a los de histoplasmosis.
Epidemiología
Cuadro clínico.
Se presenta como una infección pulmonar aguda, primaria, auto-limitada con afectación
sistémica o sin ella. No obstante, en algunos casos evoluciona a enfermedad diseminada.
Las manifestaciones leves simulan una gripe, con fiebre moderada, cefalea, escalofríos,
diaforesis nocturna y tos seca.
Las manifestaciones graves se manifiesta por neumonía, derrame pleural, puede haber
afección miliar (19%) Se presenta fiebre de hasta 40 °C, dolor retrosternal, tos seca o con
esputo blanquecino o purulento con estrías sanguinolentas, malestar general con anorexia y
reducción de peso. Algunos pacientes además presentan alguna manifestación cutánea,
como son: eritema nudoso o multiforme, exantema morbiliforme o conjuntivitis flictenular.
Las lesiones cutáneas casi siempre se acompañan de artralgias y artritis sin derrames. Estas
manifestaciones cutáneas son particulares en las mujeres. La presencia de manifestaciones
cutáneas y articulares indica defensas fuertes del hospedero porque la persona que ha tenido
tales manifestaciones rara vez adquiere enfermedad diseminada.
Las estructuras que se afectan con más frecuencia en la enfermedad diseminada son
ganglios linfáticos, meninges, bazo, hígado, riñones, piel y glándulas suprarrenales. La
meningitis es la causa más común de muerte. Las presentaciones diseminadas afectan
meninges y puede haber meningitis, meningoencefalitis o meningomielitis con extensa
destrucción del parénquima cerebral. Llegan a observarse cefaleas intensas, fiebre
moderada y síntomas neurológicos y psiquiátricos.
Diagnóstico.
Tratamiento.
PARACOCCIDIODOMICOSIS
Causada por el hongo dimorfo Paracoccidioides. Puede producir una infección subclínica o
ser de evolución aguda, subaguda o crónica e incluso causar la muerte.
Patogenia.
Epidemiología.
Se observa a cualquier edad, grupo étnico o sexo; predomina en varones con una
proporción de 9:1.
Se consideran factores predisponentes; depresión de la inmunidad, desnutrición y
factores hormonales o fisiológicos.
Cuadro clínico.
El período de incubación puede durar desde unas semanas hasta 60 años. En más de la
mitad de los pacientes ocurre afección pulmonar.
Las manifestaciones clínicas son inespecíficas puede haber tos, expectoración, disnea y
hemoptisis que se acompañan de fiebre, pérdida de peso y astenia.
Es posible que haya afección ganglionar, con aumento de volumen, dolor, principalmente
en las regiones cervical, axilar, inguinal y supraclavicular. Puede afectar ganglios
mediastínicos, bazo, y aparatos urinario y osteoarticular. La afección gastrointestinal se
manifiesta con estreñimiento, dolor abdominal, náuseas, vómito, diarrea, fiebre y anorexia.
Diagnóstico.
Tratamiento.
BLASTOMICOSIS
Es una infección micótica causada por inhalar las esporas de B. dermatitidis. Origina una
infección primaria pulmonar, a menudo subclínica. La diseminación a piel y huesos genera
lesiones granulomatosas crónicas que predominan en la cara o son muy diseminadas en
sujetos con inmunodeficiencia.
Cuadro clínico.
El periodo de incubación varía desde 1 a 3 semanas hasta tres meses, en promedio 45 días.
En la forma sintomática pulmonar existe tos seca, disfonía, dolor pleural y febrícula; 54%
de los afectados presenta curación espontánea; en el resto se incrementan los síntomas y
aparece la forma progresiva neumónica o bronconeumónica, que puede acompañarse de
afección pleural. La presentación crónica es supurativa. Se manifiesta por tos productiva
mucopurulenta y hemoptoica con dolor torácico, fiebre, mialgias, artralgias y pérdida de
peso.
Diagnóstico.
Epidemiología.
Cuadro Clínico.
Puede cursar con un proceso neumónico o, más a menudo, una infección del SNC derivada
de la diseminación hematógena y linfática desde un foco pulmonar primario.
La evolución del proceso es variable y puede ser crónica; sin embargo, la enfermedad
siempre es mortal en ausencia de tratamiento. Existe afectación de las meninges y el tejido
cerebral subyacente; la presentación clínica es de fiebre, cefalea, meningismo, alteraciones
visuales, alteraciones del estado mental y convulsiones. El cuadro clínico depende en gran
medida del estado inmunitario del paciente y tiende a ser muy grave en los pacientes con
SIDA o una inmunodepresión.
Diagnóstico.
Se basa en la realización de hemocultivos, cultivos del líquido cefalorraquídeo (LCR) o
cultivos de otro material clínico. La detección del antígeno criptocócico se lleva a cabo por
medio de una de las pruebas comerciales de aglutinación de látex o enzimoinmunoanálisis.
Tratamiento.
Los pacientes han de recibir anfotericina B junto con flucitosina de forma aguda durante
semanas, seguidas de un tratamiento con fluconazol (preferiblemente) o itraconazol oral a
lo largo de 8 semanas. Los pacientes con SIDA suelen precisar un tratamiento de
mantenimiento de por vida con fluconazol o itraconazol.
ASPERGILLUS
Epidemiología.
Las especies del género Aspergillus son frecuentes en todo el mundo. Sus conidios son
ubicuos en el aire, el suelo y la materia orgánica en descomposición. En el entorno
hospitalario, se encuentran en el aire, los rociadores de ducha, los depósitos de agua y las
plantas en maceta. Por ello, son inhalados constantemente. El desenlace de la infección
dependen más de factores del hospedador que de la virulencia o la capacidad patógena de
cada especie de Aspergillus.
Cuadro Clínico.
Los lugares afectados con mayor frecuencia son el cerebro, el corazón, los riñones, el
aparato digestivo, el hígado y el bazo.
Tratamiento.
MUCORMICOSIS
Epidemiología.
Al igual que el género Aspergillus, la diseminación nosocomial puede tener lugar a través
de sistemas de aire acondicionado, en especial durante el proceso de construcción.
Por otra parte, los brotes focales de mucormicosis se han asociado a la utilización de vendas
o cintas adhesivas contaminadas en vendajes quirúrgicos, que origina una mucormicosis
cutánea primaria.
Cuadro Clínico.
La mayor parte de las infecciones se dan en pacientes con acidosis metabólica, en especial
de cetoacidosis diabética, así como en aquellos con neoplasias hematológicas.
Origina con frecuencia una infección diseminada con isquemia tisular de diversos órganos.
Los síntomas iniciales ponen de relieve la afectación neurológica, pulmonar y del aparato
digestivo.
Diagnóstico.
Tratamiento.
NEUMOCISTOSIS
Antes se clasificaba como un protozoo parásito, pero los datos moleculares y genéticos
disponibles en la actualidad han obligado a incluirlo en el reino Fungi.
Epidemiología.
Se desconoce cuál es el reservorio natural de P. jirovecii. Aunque se ha demostrado la
transmisión en partículas transportadas por el aire en un modelo experimental en roedores,
el sustrato genético de las cepas estudiadas difiere del propio ser humano, lo que hace
improbable la actuación de los roedores como reservorio zoonótico de la enfermedad del
ser humano.
Cuadro Clínico.
Diagnóstico.
Tratamiento.
2. Infecciones Parasitarias.
TREMATODOS PULMONARES.
Patogenia.
Las especies de paragonimus requieren dos hospedadores intermedios: primero, un caracol
de agua dulce y, segundo, un crustáceo de agua dulce, como un cangrejo. Los humanos son
infectados por el consumo de crustáceos infectados crudos o poco cocidos que contienen
paragonimus metacercariae. Paragonimus infesta a otros carnívoros como gatos, peros,
zorros, roedores y cerdos. Después de la ingestión, las metacercarias penetran con rapidez
al duodeno y atraviesan la cavidad peritoneal, el diafragma y la pleura parietal para
madurar en los espacios pleurales o los pulmones en 6-10 semanas en gusanos
hermafroditas. Los adultos se fecundan en las cavidades quísticas en los espacios pleurales
o los pulmones dentro de otras 4-16 semanas y liberan los huevecillos no embrionados en
bronquiolos, los cuales son expulsados por la tos en esputo sanguinolento (apariencia
“oxidada”) o tragados y luego excretados en las heces. Los huevecillos no embrionados
pasan desde el hospedador mamífero a los ecosistemas de agua dulce, donde infectan a los
hospedadores intermedios, los caracoles.
Cuadro clínico.
Los síntomas y signos son fiebre, tos, hemoptisis y eosinofilia periférica. Algunos pacientes
con esta parasitosis y cargas bajas de parásitos permanecen relativamente asintomáticos
durante periodos prolongados o presentan ataques recurrentes de tos, producción de esputo,
fiebre y sudoración nocturna que imitan a la tuberculosis.
Diagnóstico.
EQUINOCOCOSIS
Hidatidosis: es una enfermedad producida por un parásito y que transmite el perro a través
de su materia fecal.
Epidemiología.
Los parásitos E. granulosis sensu lato se encuentran en todos los continentes, con áreas de
alta prevalencia en china, Asia central, medio oriente, región mediterránea, áfrica oriental y
partes de Sudamérica. E. evogeli produce una hidatidosis poliquistica y solo se encuentra
en Centroamérica y Sudamérica. Al igual que otros cestodos, las especies de equinococos
poseen hospedadores intermediarios y definitivos. Los hospedadores definitivos son los
perros, que expulsan los huevos con las heces. Después de la ingestión de huevecillos se
desarrollan los quistes en el hospedador intermedio, como ovejas, ganado, humanos, cabras,
camellos y caballos. Cuando un perro o zorro ingieren carne de res o de cordero que
contiene quistes, se completa el ciclo vital.
Patogenia.
E. granulosus sensu lato adulto es pequeños, habita durante 5-20 meses en el yeyuno de los
perros y solo posee tres proglotides, una inmadura, una madura y otra grávida el segmento
grávido se escinde para liberar huevos con una morfología similar a la de los huevos de
taenia y con una consistencia muy dura. Cuando una persona ingiere los huevos, los
embriones salen de ellos, atraviesan la mucosa intestinal, pasan a la circulación portal y se
transportan a diversos órganos, casi siempre el hígado y los pulmones. Las larvas se
desarrollan al formar quistes hidatídicos uniloculares llenos de líquido, constituidos por una
membrana externa y una capa germinativa interna. Los quistes secundarios se forman a
partir de la superficie interna de la capa germinativa, al igual que las estructuras quísticas
germinativas denominadas capsulas anidadas. Dentro de estas capsulas anidadas se
encuentran un gran número de nuevas larvas, denominadas protoescolices. Los quistes se
expanden con lentitud a lo largo de los años.
Cuadro clínico.
Los quistes hidatídicos pulmonares se pueden romper hacia el árbol bronquial o hacia la
cavidad pleural y causar tos, flema, disnea, dolor torácico o hemoptisis. La rotura de un
quiste, ya sea espontanea o en la cirugía, propicia la diseminación multifocal, las cuales
suelen formar más quistes. Otras manifestaciones se deben a la afectación ósea (invasión de
la cavidad medular), del SNC (lesiones expansivas), del corazón (defectos de conducción,
pericarditis) y de la pelvis (tumoración pélvica).
Diagnóstico.
Los estudios radiográficos y de imagen son importantes para identificar y valorar los
quistes equinococicos. Las radiografías simples permitirán definir los quistes pulmonares
de E. granulosus sensu lato, como tumoraciones irregulares redondeadas de densidad
uniforme, aunque se pueden pasar por alto en otros órganos.
Los análisis serológicos pueden ser útiles, aunque un resultado negativo no excluye el
diagnóstico de equinococosis. Los quistes hepáticos provocan respuestas de anticuerpos en
más o menos 90% de los casos, mientras que 50% de los pacientes con quistes pulmonares
son seronegativos. El análisis de inmunotransferencia permite detectar el anticuerpo
específico frente a los antígenos equinocócicos con el mayor grado de especificidad.
Tratamiento.
Depende del tamaño y localización de los quistes, así como de sus manifestaciones y de la
salud general del paciente; la cirugía ha sido en forma tradicional el principal método para
el tratamiento definitivo. En la actualidad, se recomienda estadificar mediante ecografía la
infestación por equinococosis. Las lesiones pequeñas pueden responder a tratamiento con
albendazol. Pero en los casos complicados de equinococosis quística, la cirugía aún es el
tratamiento de elección para la mayoría de los quistes torácicos e intracraneales, o cuando
las lesiones se localizan en zonas inaccesibles
TOXOPLASMOSIS
Patogenia.
Los microorganismos se desarrollan en las células intestinales del gato, así como durante un
ciclo extraintestinal que implica su paso a los tejidos por medio del torrente sanguíneo. Los
microorganismos del ciclo intestinal son eliminados con las heces del animal y maduran en
el medio ambiente externo para transformarse en quistes infecciosos al cabo de 3 o 4 días.
Los gatos contraen la infección al ingerir tejidos procedentes de roedores infectados.
Epidemiologia.
Cada vez está más claro que ciertos individuos inmunodeprimidos, como los pacientes con
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), tienen mayor riesgo de presentar
manifestaciones graves. El ser humano se infecta a partir de dos fuentes: 1) consumo de
carne poco hecha de animales que actúan como hospedadores intermediarios y 2) ingesta de
ovoquistes infecciosos procedentes de heces de gatos contaminados.
Se ha mostrado un aumento en la prevalencia de infección en poblaciones humanas en las
que es popular el consumo de carne poco hecha o de caldos de carne.
La infección diseminada y la afectación del sistema nervioso central (SNC) son mucho más
frecuentes en pacientes con defectos de la inmunidad celular, especialmente los infectados
por VIH o los sometidos a trasplantes de órganos o a un tratamiento inmunosupresor.
Cuadro Clínico.
La mayoría de las infecciones por T. gondii son benignas y asintomáticas, y los síntomas
tan sólo aparecen cuando los parásitos pasan de la sangre a los tejidos, donde se convierten
en formas intracelulares.
La infección congénita por T. gondii también tiene lugar en hijos de madres infectadas
durante el embarazo. La infección durante el primer trimestre provoca aborto espontáneo, o
enfermedad grave.
Diagnóstico.
A modo de conocimiento:
La PST incluye: 1) la prueba de colorante Sabin-Feldman para medir los anticuerpos IgG;
2) los análisis de inmunoadsorción ligada a enzimas (ELISA) para medir anticuerpos IgM,
IgA e IgE; 3) la prueba de aglutinación inmunoadsorbente para medir las concentraciones
de anticuerpos IgE, y 4) la prueba de aglutinación diferencial para medir las
concentraciones de anticuerpos IgG.
Las alteraciones cerebrales asociadas a Toxoplasma pueden ser indistinguibles del linfoma
cerebral relacionado con el SIDA o la enfermedad de Chagas cerebral.
Tratamiento.
Por el contrario, es necesario tratar la infección diseminada o del sistema nervioso central
en individuos inmunodeprimidos. Estos pacientes son tratados en la actualidad con un
régimen inicial de clindamicina y sulfadiazina a dosis altas; posteriormente se continúa con
dosis más bajas de ambos fármacos durante un período indefinido.
CANDIDIASIS
Se ha determinado que las especies del género Candida conforman el grupo más importante
de hongos patógenos oportunistas. Aunque se han descrito más de 100 especies del género
Candida, tan sólo un pequeño número de ellas está implicado en infecciones clínicas. C.
albicans es la especie aislada con una mayor frecuencia. Se trata de una micosis primaria o
secundaria ocasionada por levaduras endógenas y oportunistas del género Candida, en
especial C. albicans.
Epidemiología.
Es cosmopolita.
Se considera una de las infecciones oportunistas más frecuentes en humanos.
La incidencia se ha elevado durante los últimos 30 años.
Afecta a individuos de cualquier edad, grupo étnico o sexo.
No tiene relación con el clima, la situación geográfica ni el estado socioeconómico
C. albicans, la especie más importante, es parte de la flora normal de las vías
gastrointestinales, las mucosas bucal y vaginal de mujeres, así como de la piel de
individuos sanos. Candida vive en equilibrio con otros microorganismos del cuerpo
humano, y coexiste como comensal, pero cuando este equilibrio se pierde, se torna
patógena y causa afección mucocutánea.
Cuadro Clínico.
Las manifestaciones clínicas son localizadas, diseminadas o sistémicas; puede afectar piel,
mucosas, estructuras profundas y órganos internos. Las alteraciones histopatológicas varían
desde inflamación mínima hasta supuración o granuloma. La evolución es aguda, subaguda
o crónica.
Se desconoce cuánto dura el periodo de incubación. Hay formas localizadas, diseminadas y
profundas, sistémicas y alérgicas. En cada ubicación existen diferentes modalidades
clínicas.
Diagnóstico.
Tratamiento.
Las infecciones de partes más profundas precisan de un tratamiento sistémico cuya elección
depende del tipo de infección, la especie responsable de la misma y el estado general del
hospedador. En un gran número de casos, la administración de fluconazol por vía oral
puede ser bastante eficaz en el tratamiento de la candidiasis.