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1.2.

Carlos Marx: Entre las variadas preocupaciones de Marx encontramos a la


sociedad y sus grandes cambios en el devenir del tiempo. Su doctrina, el marxismo, es
una “cosmovisión, es decir una doctrina que estudia los diferentes aspectos del mundo.
Como toda cosmovisión abarca temas filosóficos, económicos, sociales y políticos”
(Arnaudo, 1977, p. 9)

El aporte central en el ámbito sociológico se deriva de la aplicación del


materialismo dialéctico a las sociedades en el devenir histórico. Por tanto, estudia los
factores más relevantes en los procesos de transformación y cambio social; afirmando
que tanto los procesos económicos como la lucha de clases dinamizan a la sociedad,
pero que en última instancia aquellos condicionan a ésta. La estructura económica de la
sociedad “en cada época de la historia constituye la base real que explica toda la
superestructura de instituciones jurídicas, de la ideología religiosa, filosófica de cada
periodo histórico” (Engels, p. 55)

Todo lo concerniente a la base de la sociedad se divide en fuerzas


productivas, relaciones de producción y las clases sociales. Las fuerzas productivas son
“los elementos utilizados en el proceso del trabajo considerados de forma conjunta, las
cuales incrementan la potencialidad productiva de los elementos considerados de forma
individual. Son la fuerza de trabajo y los medios de producción” (Herneker, 1976, p.
39). En la fuerza de trabajo se considera a la capacidad humana para incrementar el
valor de una materia prima, propiamente hablando es una característica intrínsecamente
humana. Sin embargo, bajo el sistema capitalista esta capacidad se deshumaniza y se
transforma en una mercancía más, sujeto a valor de cambio.

Los medios de producción lo constituyen el objeto de trabajo y los objetos de


trabajo. La primera refiere a la materia prima que trabajada por el hombre para fabricar
una mercancía, y la segunda a las herramientas inventadas por el hombre para hacer más
fácil su trabajo.

Las relaciones de producción lo constituyen la propiedad sobre los medios de


producción y las condiciones de reparto de la producción. La propiedad sobre los
medios de producción es de naturaleza privada, y solamente detentan esta forma de
propiedad unos pocos individuos. Un número mayoritario de individuos han sido
desposeídos de los medios de producción, quienes se ven obligados a vender su fuerza
de trabajo a cambio de un salario equivalente a lo que necesitan para sobrevivir. En
cuanto a las condiciones del reparto de la producción, el capitalista es dueño de toda la
producción. Al vender su fuerza de trabajo, el obrero libre renuncia a tener parte alguna
en lo producido. Su salario es equivalente a lo que le alcanza para subsistir él y su
familia. El capitalista hace trabajar más tiempo del que paga al obrero: este adicional le
permite incrementar aún más el capital inicial. He aquí el gran secreto del capitalista.

Las clases sociales son “conjuntos de individuos que ocupan una posición
equivalente dentro del sistema de producción, consumo y control de bienes en una
sociedad dada” (Giner, 2001, p. 135). En tal sentido, la clase se define por la mayor o
menor proximidad a la propiedad de los medios de producción. Marx identificó dos
clases fundamentales: La burguesía (Quienes posee los medios de producción) y
proletariado (Los desposeídos). Entre ambos existe un conflicto y enemistad
irreconciliable.

La superestructura está conformada por el aspecto jurídico-político y religioso.


El primero refiere al “conjunto de aparatos y normas destinadas a reglamentar el
funcionamiento de la sociedad” (Harneker, 1976, p. 77). El aparato visible en el ámbito
político es el Estado, quien monopoliza el uso de la fuerza y coerción; y tiene por
finalidad mantener el estado de sometimiento de los proletarios. En tal sentido, es un
aparato de opresión al servicio de la burguesía. La religión, por su parte, es un elemento
que forma parte de la estructura ideológica que cumple una función aletargadora en el
proletariado. Despoja al hombre de su derecho a rebelarse en contra de condiciones
injustas. Según Marx “la religión es el sollozo de la criatura oprimida y el sentimiento
ante un mundo sin entrañas. Es el espíritu de una situación sin espíritu: es el opio del
pueblo” (S.F. p. 304).
REFERENCIAS

- Arnaudo, F. (1977). Tesis fundamentales el marxismo-leninismo. Buenos Aires:


Akal. Obtenido de www.scribd.com.
- Engels, F. (S.F). Del socialismo utópico al socialismo científico. Obtenido de
www.archive.org.
- Harneker, M. (1967). Conceptos elementales del materialismo histórico. México
D.F: Siglo XXI. Recuperado de book4you.org.
- Marx, K. (S.F). Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel.
Obtenido de www.archive.org.

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