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EL RUIDO

Naturaleza y efectos: el ruido es uno de los peligros laborales más comunes, los niveles de
ruido peligrosos se identifican fácilmente y en la gran mayoría de los casos es técnicamente
viable controlar el exceso de ruido aplicando tecnología comercial, remodelando el equipo o
proceso o transformando las máquinas ruidosas, pero a veces y con mucha frecuencia no se
hace mucho para evitar este peligro, a pesar de que hay muchas soluciones de control
económicas, pero también otras son muy costosas, sobre todo cuando se tienen que reducir
niveles de 85 u 80 decibeles.

Una razón muy importante de la ausencia de programas de conservación de la audición y de


control del ruido es que lamentablemente, el ruido suele aceptarse como un “mal necesario”
una parte del negocio, un aspecto inevitable del trabajo industrial. El ruido peligroso no
derrama sangre, no rompe huesos, no da mal aspecto a los tejidos y, si los trabajadores
pueden aguantar los primeros días y semanas de exposición suelen tener la sensación de
haberse “acostumbrado al ruido” sin embargo lo mas probable es que haya iniciado con la
perdida temporal de la audición que disminuye su sensibilidad auditiva durante la jornada de
trabajo. Esta pérdida auditiva avanza con el paso de los años de manera gradual, pasando
inadvertida hasta alcanzar estados discapacitantes.

Como ya se ha comentado, aunque existe métodos y tecnología para eliminar la mayoría de los
problemas de ruido, se observan grandes lagunas en su aplicación. Es necesario desarrollar
nuevos métodos para suministrar información sobre cualesquiera soluciones de control del
ruido a todos los que la necesiten. Es preciso informatizar los datos sobre control del ruido y
ponerlos a disposición no sólo de los usuarios de los países en desarrollo, sino también de las
naciones industrializadas.

Efectos del Ruido: La pérdida de la audición es el efecto perjudicial del ruido más conocido y
probablemente el más grave, pero no el único. Otros efectos nocivos son los acufenos
(sensación de zumbido en los oídos), la interferencia en la comunicación hablada y en la
percepción de las señales de alarma, las alteraciones del rendimiento laboral, las molestias y
los efectos extra auditivos. En la mayoría de las circunstancias, la protección de la audición de
los trabajadores debe servir de protección contra la mayoría de estos otros efectos.

Deterioro auditivo: este deterioro es muy común, no provoca efectos visibles y tampoco dolor
alguno, se manifiesta en una pérdida de sensibilidad a los sonidos del entorno, como el canto
de los pájaros o la música. Por desgracia, la capacidad de oír correctamente suele darse por
supuesta hasta que se pierde.

La primera señal suele ser que los demás parecen no hablar tan claramente como solían. La
persona afectada tiene que pedir a los demás que le repitan y a menudo observa cómo éstas
se molestan por su aparente falta de consideración. Con frecuencia tiene que decir a su familia
y amigos cosas como: “No me grites. Te oigo, pero es que no entiendo lo que dices.”

Deterioro auditivo de origen laboral: El deterioro auditivo inducido por ruido suele
considerarse enfermedad laboral, no lesión, porque su progresión es gradual. Es muy raro que
se produzca una pérdida auditiva inmediata y permanente por efecto de un incidente
ensordecedor, como una explosión, o un proceso muy ruidoso, como el remachado en acero.
En tales casos, se entiende que se trata de una lesión y se habla de “traumatismo acústico”.
habla de “traumatismo acústico”. Lo habitual, como ya se ha señalado es que se produzca una lenta
disminución de la capacidad auditiva a lo largo de muchos años. El deterioro dependerá del nivel del
ruido, la duración de la exposición y de la sensibilidad del trabajador. No existe tratamiento médico
para el deterioro auditivo de carácter laboral, solo la prevención.
Deterioro auditivo de origen no laboral: se debe entender que también existen fuentes de
ruido extralaborales que producen lo que a veces se llaman “socioacusia” y cuyos efectos
sobre la audición son imposibles de diferenciar de los otros.

Como ejemplos de fuentes socioacúsicas cabría citar las herramientas para el trabajo de la
madera, las sierras de cadena, las motocicletas sin silenciador, la música a gran volumen y las
armas de fuego. Disparar frecuentemente con armas de gran calibre (sin protección auditiva)
puede contribuir de manera significativa a la pérdida auditiva inducida por ruido, mientras que
cazar ocasionalmente con armas de menor calibre tiene menos probabilidades de causar
daños.

Efectos sobre el rendimiento laboral: Los efectos del ruido sobre el rendimiento laboral se han
estudiado tanto en laboratorio como en condiciones reales de trabajo. Los resultados han
demostrado que el ruido suele tener escasos efectos sobre el rendimiento de trabajos
repetitivos y monótonos e incluso lo mejora en algunos casos si es de nivel bajo o moderado.
En cambio, los niveles de ruido altos pueden degradar el rendimiento laboral, sobre todo si la
tarea es complicada o requiere hacer varias cosas a la vez. El ruido intermitente tiende a ser
más perjudicial que el ruido continuo, sobre todo cuando los periodos de ruidos son
impredecibles e incontrolables.

MEDICION DEL RUIDO Y EVALUACION DE LA EXPOSICION


Para prevenir los efectos perjudiciales del ruido para los trabajadores, es preciso elegir con
cuidado instrumentos, métodos de medición y procedimientos que permitan evaluar el ruido
al que están expuestos. Estos ruidos a evaluar pueden ser de tipo continuo, intermitente o de
impulso, distinguir los ambientes ruidosos con diferentes espectros de frecuencias, y
considerar asimismo las diversas situaciones laborales, tales como talleres de forja, salas de
compresores de aire, procesos de soldadura por ultrasonidos, etc.
Es importante identificar que trabajadores están sometidos a exposiciones excesivas y
cuantificarlas, valorar la necesidad de implantar controles técnicos del ruido y demás tipos de
control indicados.
Los instrumentos de medida del ruido son los sonómetros, dosímetros y los equipos auxiliares.
Pero de entre estos el básico para la medición del ruido es el sonómetro, estos se clasifican por
su precisión, desde el más preciso (tipo 0) hasta el más impreciso (tipo 3).
Métodos de medida: los métodos se establecen según los objetivos perseguidos:
 El riesgo de deterioro auditivo.
 Los tipos de controles técnicos apropiados y su necesidad;
 La compatibilidad de la “carga de ruido” con el tipo de trabajo a realizar.
 El nivel de ruido de fondo necesario para no perjudicar la comunicación ni la
seguridad.

Existen los siguientes métodos:


EL método de control: que es el que menos tiempo y equipo necesita, se miden los niveles de
ruido en una zona de trabajo con un sonómetro.
EL método de ingeniería: Con este método, las mediciones del nivel sonoro con factor de
ponderación A o las que utilizan otras redes de ponderación se complementan con mediciones
que utilizan filtros de banda de octava o de tercio de banda octava.
El método de Precisión: Este método es necesario en situaciones complejas, en las que se
requiere la descripción más minuciosa del problema de ruido.
Técnicas del control del ruido: Idealmente, el medio más eficaz de control del ruido es evitar
desde el principio que la fuente de ruido entre en la fábrica, implantando un programa eficaz
de “adquisición de productos sin ruido” para introducir en el lugar de trabajo bienes de equipo
diseñados para producir un bajo nivel de ruido. Para llevar a cabo un programa de este tipo, es
preciso elaborar unas normas claras y bien redactadas que limiten las características de
emisión de ruido de los nuevos equipos, instalaciones y procesos de fabricación. Un buen
programa también incluye la vigilancia y el mantenimiento.
Programas de conservación de la Audición: El principal objetivo de los programas de
conservación de la audición en el trabajo, es evitar las pérdidas auditivas provocadas por la
exposición peligrosa al ruido en el lugar de trabajo.
Un objetivo secundario de estos programas debe ser educar y motivar a las personas para que
también ellas decidan protegerse de las exposiciones peligrosas a ruidos no laborales y
transmitir sus conocimientos sobre la conservación de la audición a sus familiares y amigos.
Beneficios de la conservación de la Audición: La prevención de las pérdidas auditivas en el
trabajo beneficia al trabajador porque preserva las capacidades auditivas que son cruciales
para disfrutar de una buena calidad de vida: comunicación interpersonal, disfrute de la música,
detección de sonidos de alarma y muchas más. El empresario se beneficia directamente de la
implantación de un programa de conservación auditiva eficaz que mantenga a sus trabajadores
en buenas condiciones de audición, ya que éstos serán más productivos y versátiles si no se
deterioran sus capacidades de comunicación. Estos programas pueden reducir los porcentajes
de accidentes y promover la eficiencia en el trabajo.
Fases de un programa de conservación auditiva:
 Determinación de la exposición al ruido.
 Controles técnicos y administrativos.
 Formación y motivación.
 Protección auditiva.
 Evaluaciones Audiometrías.
 Evaluación del Programa.
 Mantenimiento de registros.

Características de programas eficaces: Los programas eficaces comparten las siguientes


características y promueven una “cultura de seguridad” con respecto a todos los programas de
seguridad (gafas de seguridad, cascos, comportamientos seguros en la elevación de cargas,
etc.).

La persona Responsable: La estrategia más importante para que las cinco fases del Programa
funcionen eficazmente en conjunto es unirlas bajo la supervisión de una persona de máxima
responsabilidad. La persona clave está siempre accesible y sinceramente interesada en los
comentarios o quejas que puedan contribuir a mejorar el programa.

Funciones y comunicaciones Activas: Los principales miembros del programa deben reunirse
regularmente para examinar los progresos del mismo y asegurarse de que todos cumplen sus
obligaciones. Una vez que las personas encargadas de diferentes tareas comprenden de qué
modo contribuyen sus propias funciones al cumplimiento global del programa cooperan mejor
para prevenir las pérdidas auditivas.

Los protectores auditivos: eficaces y de obligada utilización


La importancia de las políticas de protección auditiva para el éxito del programa viene
subrayada por dos características que debe tener un PCA eficaz: la estricta imposición de la
utilización de los protectores auditivos (debe existir una obligación real, no sólo una política en
papel) y la disponibilidad de protectores que puedan ser eficaces para quienes los lleven en el
entorno de trabajo.

En conclusión se puede decir que el ruido en un centro de labores se puede medir, prevenir y
controlar, estos a su ves pueden dañar a los colaboradores de una empresa, el daño es
progresivo no se ve de inmediato, por lo que los programas de conservación auditiva son
esenciales en toda empresa que este expuesta a ruidos continuos o intermitentes, las
gerencias deben de apoyar los programas y medios de prevención para que la eficacia en sus
trabajadores no disminuya.

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