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Historia 2º Bachillerato
Historia 2º Bachillerato
Historia de
España 2º
de
Bachillerato
TEMA 1: PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA
1.3. El Neolítico en la P. Ibérica (5500-3000 a.C.). La revolución agraria y ganadera. El ser humano se transforma
de depredador a productor de sus propios alimentos gracias a la agricultura y la ganadería, fabrica sus
instrumentos con piedra pulimentada y se hace sedentario. Estos cambios surgen en el próximo Oriente
entre 10.000-8.000 a.C. y llegan a la Península sobre el 5500 a.C. extendiéndose hasta la aparición de los
metales (3000 a.C.). Destacan el arte rupestre levantino (pintura monocroma y figura humana como motivo
principal) y la cerámica cardial como manifestaciones artísticas. Valltorta (Castellón) y Cogull (Lérida).
1.4. La Edad de los Metales (3000-218 a.C.). En esta época se empezaron a conocer y a emplear metales como el
cobre, el bronce y el hierro, lo que supone un gran avance. El final de la Edad de Bronce coincide con el
contacto de los indígenas con civilizaciones mediterráneas alfabetizadas.
a) La Edad del Cobre o Calcolítico en la península ibérica (3000-1800 a.C.). Los útiles de cobre son pequeños o
medianos, y su obtención es difícil lo que lleva a la división del trabajo y la diferenciación social. También se
intensifica la agricultura y comienza la minería y la industria textil. Se empiezan a construir megalitos
(destinados a enterramientos) y destacan el dolmen y el tholos (contienen ajuares funerarios: ídolos
(algunos con muralla) y se desarrolla el comercio a larga
distancia (poblado de Los Millares (Almería)). Debido a las relaciones comerciales y culturales, se extiende la
cultura del vaso campaniforme en Europa.
b) La Edad del Bronce (1800-750 a.C.). El bronce es una aleación de cobre y estaño con el que se obtienen
armas y herramientas a mayor escala. En los yacimientos hay objetos de metal como adornos, recipientes y
vajillas. El conocimiento del Bronce llega por el Mediterráneo y el poblamiento más rico del bronce es El
Argar (Almería), que da nombre a una cultura que se extiende por el Levante y La Mancha. En el nordeste
peninsular se desarrolla la cultura de los campos de urnas (pueblos centroeuropeos) caracterizada por la
incineración de cadáveres. En Mallorca y Menorca surge la cultura talayótica, caracterizada por la
construcción de torreones defensivos cónicos (talayots). También aparecieron las motillas manchegas, como
y que se caracterizaría entre otros
aspectos por su relación con el agua.
c) La Edad del Hierro en la P. Ibérica abarca del 750-218 a.C. Los pueblos del Norte de Europa traen el
conocimiento del hierro. Los fenicios y griegos (Mediterráneo oriental), conocen el alfabeto y la escritura, y
buscan asentarse y establecer relaciones comerciales. Más tarde llegarán los Cartagineses. El contacto de
estas gentes con los pueblos peninsulares crea diferentes culturas indígenas.
4. NAVARRA
Por último, el reino de Navarra entró en decadencia ya que Castilla y Aragón evitaron su expansión. En la Baja
Edad Media se alió con Francia, por lo que reinó la casa de Champagna. Después se casó doña Blanca de
Champagna con Juan II de Aragón, por lo que también afectó la guerra de Juan II contra Carlos de Viana, aunque
cuando muere Juan II, Navarra se desliga de Aragón y queda a manos de Francia hasta la llegada de Fernando el
Católico en 1512.
TEMA 6: LA FORMACIÓN DEL ESTADO ESPAÑOL: LA MONARQUÍA DE LOS REYES CATÓLICOS
4. LA CONQUISTA DE GRANADA
Tras terminar la guerra de Sucesión, la conquista de Granada fue el principal objetivo de los RRCC para poder
poner fin a la Reconquista y unificar el territorio español. En este momento Granada comprendía Almería y
Málaga, con pequeñas porciones de Jaén y Cádiz. Los musulmanes resistieron 10 años a la conquista gracias al
relieve montañoso y las múltiples fortificaciones, pero se vio dañada por las disputas de la familia nazarí entre el
rey Muley Hacen (Albulhasán) (1468-1485), su hermano el Zagal, y el hijo del rey, Boabdil, pues al morir Muley
Hacen quedaron enfrentados tío y sobrino por el gobierno de Granada, aunque finalmente recayó sobre Boabdil.
La guerra (1482-1492) comenzó porque los musulmanes se negaron a pagar el tributo que los reyes de Granada
tenían acordado con los castellanos, a lo que se añade la intensa cristiandad de Isabel y Fernando. El detonante
tuvo lugar en la noche del 26 de diciembre de 1481, cuando las tropas del sultán Abulhasán atacaron por
sorpresa la fortaleza fronteriza de Zahara, iniciando la guerra entre moros y cristianos.
Al principio, los resultados del enfrentamiento fueron bastante mediocres por lo que se amplió el ejército y se
estableció una guerra de asedios que mejoró los resultados. En la primera fase (1485-1487) se conquista la parte
occidental del reino, es decir, Ronda, Loja y Málaga. Por lo tanto, en la segunda fase (1488-1489) se ataca la zona
oriental conquistando Baza, Guadix y Almería. Quedando solo Granada bajo el dominio musulmán.
Para reforzarse, los RRCC se instalaron en las proximidades de Granada construyendo la ciudad de Santa Fe.
Mientras tanto, Boabdil tuvo que negociar ya que había sido prisionero de los RRCC dos veces y en ambas
ocasiones fue liberado con el compromiso de entregar su territorio. Finalmente era inútil resistir, por lo que el 2
de enero de 1492 los RRCC entraron solemnemente en la capital y Boabdil les entregó oficialmente las llaves de
la ciudad y de la Alhambra. Este hecho dejó esta frase dicha por Aixa, madre de Boabdil, a su hijo:
5. LA POLÍTICA RELIGIOSA
Tras la conquista de Granada se intensifica la política religiosa de los monarcas, la cual se centraba en: el
Patronato Regio, por el cual los Reyes Católicos proponían para los obispados personas de vida ejemplar a la
Santa Sede; la reforma del clero al mando del cardenal Cisneros (arzobispo de Toledo) con el apoyo de Isabel la
Católica que reformó las órdenes religiosas para que cumplieran sus reglas; y la unidad religiosa en torno al
cristianismo. Muchos judíos se convirtieron al cristianismo, pero los RRCC crearon el Tribunal de la Inquisición en
1480, que comenzó en Sevilla, para perseguir a los falsos conversos, destacando Fray Tomás de Torquemada
como primer Inquisidor General. Al principio, la Inquisición solo se ocupaba de los conversos, pero después
reprimió otras formas de heterodoxia (herejía). En marzo de 1492 Isabel promulgó un decreto de expulsión de
todos los judíos no conversos, y muchos emigraron a Portugal, al norte de África, el Imperio Turco, Italia y
Flandes. Los musulmanes eran respetados debido a las capitulaciones, pero fray Hernando de Talavera consiguió
muchas conversiones y Cisneros cerró mezquitas y destruyó ejemplos del Corán, por lo que en 1500 se produjo
la Rebelión de los mudéjares granadinos. Tras esta, los RRCC anularon las capitulaciones, obligando a la
conversión o a emigrar, lo que prefirió la mayoría. Posteriormente, ocurrió lo mismo a los mudéjares castellanos
en 1502 y a los aragoneses en 1526, por lo que la mayoría se convirtió a moriscos.
6. LA POLÍTICA EXTERIOR
Gracias a esta unión religiosa se fortaleció la presencia internacional de España, buscando la expansión por el
Atlántico y el Mediterráneo. Esta se basó en diversos aspectos.
6.1. La política matrimonial
En primer lugar, los RRCC utilizaron enlaces matrimoniales para crear alianzas, conseguir la unidad
peninsular y aislar a Francia. Por ello casaron a sus hijas Isabel y María con Manuel el Afortunado (Portugal),
a Catalina con Arturo (Inglaterra), y después con Enrique VIII, a Juan con Margarita de Austria, hermana de
Las tierras fueron repartidas entre los colonizadores, que tenían un grupo de indios como trabajadores, que
debían ser protegidos y evangelizados (encomienda).
A partir de 1540 se extrajeron grandes cantidades de plata mediante el sistema de la mita (por el que cada tribu
de indios suministraba un grupo de personas al año a cambio de un salario).
Los indios fueron explotados, a veces de forma despiadada y la Corona trató de evitarlo mediante leyes que los
protegían como las Leyes de Burgos (1512) y las Leyes Nuevas (1542). También destacan como defensores los
frailes dominicos Antonio de Montesinos y Bartolomé de Las Casas.
En cuanto a la sociedad, disminuyó el número de indígenas debido a las enfermedades de los colonos, los
enfrentamientos militares y la explotación laboral, por lo que se transportaron esclavos africanos. Muchos
españoles se trasladaron a las Indias, dando lugar a criollos y, principalmente, mestizos. Destaca la
evangelización del siglo XVI por los frailes (dominicos, franciscanos, etc.). El castellano se extendió rápidamente y
los indios fueron adquiriendo costumbres castellanas, lo que facilitó la enseñanza impartida por los frailes.
TEMA 8. EL SIGLO XVII: LA CRISIS DE LA MONARQUÍA DE LOS AUSTRIAS
ser débil y sin carácter para gobernar. Su reinado se caracteriza por las guerras contra Francia y el problema
de la Sucesión. Tras varias guerras contra la Francia de Luis XIV, España pierde el Franco Condado y varias
plazas en Flandes. Carlos II se casó dos veces, pero no tuvo hijos, por lo que tuvo que elegir entre tres
candidatos al trono: Felipe de Anjou, el archiduque Carlos de Austria y José Fernando de Baviera. A pesar de
que se decidió por Felipe de Anjou o de Borbón, tras su muerte en 1700 estalló la Guerra de Sucesión.
3. LAS INDIAS EN EL SIGLO XVII
Con respecto a las Indias, en esta época continúa la colonización de América Central y del Sur, mientras que
franceses, holandeses e ingleses se establecen en las Antillas y América del Norte. La estructura política y
administrativa no cambia: Consejo de Indias, Casa de Contratación, virreinatos, etc. Se incrementó el mestizaje y
continuó la emigración de españoles y extranjeros, pues el Consejo de Indias permitía el paso de los extranjeros
súbditos del rey. Desaparecieron las encomiendas, aumentando las haciendas (fincas), donde el propietario tenía
completa autoridad sobre los esclavos, y las reducciones (grandes poblaciones de indios creadas por jesuitas).
Por último, en economía, a comienzos del siglo XVII continúa la expansión, pero a partir de 1620 disminuyen las
importaciones en Cádiz de metales, azúcar y otros productos debido al descenso de la minería y al aumento del
consumo en América, donde se practicó el contrabando entre holandeses, ingleses y franceses que querían
acabar con el monopolio español en América.
TEMA 9: EL SIGLO XVIII. EL REFORMISMO BORBÓNICO Y LA ILUSTRACIÓN
Esto es un principio básico de la Ilustración, una corriente de pensamiento del siglo XVIII que también se
caracteriza por el predominio de la razón, la tolerancia religiosa, el interés por las actividades productivas y
la importancia de la educación (laica). En España esta se desarrolla con el Antiguo Régimen, por lo que la
economía se basaba en la agricultura y la ganadería y la sociedad era estamental. No obstante, más tarde las
ideas ilustradas llevan al cuestionamiento de este Régimen, dando lugar a la Revolución liberal burguesa.
Carlos III, como máximo ejemplo de esta corriente, trató de mejorar la economía y el bienestar, la
Las obra legislativa de las nuevas Cortes liberales fue un 2º intento de Rev.Liberal burguesa para acabar con
el A.Régimen, y se basó en: la supresión de mayorazgos, abolición de los señoríos jurisdiccionales y
territoriales, proclamación de la Ley de Supresión de Monacales (se sientan las bases para la
desamortización eclesiástica), supresión de la Inquisición, restablecimiento de la Milicia Nacional, abolición
de los gremios (llevando a la libertad de industria y comercio) y modernización política y administrativa bajo
el principio de igualdad legal, ya que para saldar los problemas con la Hacienda, José Canga Argüelles
propone la contribución directa (todos pagan lo mismo).
Dentro de los liberales se da una división en liberales moderados o doceañistas (conservadores), que
proponen reformas prudentes y quieren reformar la constitución en favor de la corona; y los liberales
exaltados o veinteañistas (más progresistas), que proponen reformas radicales y una aplicación más estricta
de la constitución. Las reformas llevadas a cabo provocan la oposición de la monarquía y las potencias
absolutistas europeas, de la nobleza tradicional y la Iglesia (no quieren perder privilegios), y los campesinos
(no se ven favorecidos).
En consecuencia, en 1822 hay una reacción absolutista, ya que estos quieren restablecer el Antiguo Régimen
por lo que se produce una sublevación de la Guardia Real (7 julio 1822), se organizan fuerzas guerrilleras
(Navarra y Cataluña) y se instala una Regencia en Seo de Urgel. Además, las potencias absolutistas de la
Santa Alianza deciden en el Congreso de Verona (oct. 1822) intervenir en España mediante el ejército
francés de los Cien Mil Hijos de San Luis (abril 1823). Finalmente se restaura el absolutismo sin resistencia.
3.3. La década absolutista u ominosa (1823-1833)
Fernando VII declaró nula la actuación del Gobierno del Trienio liberal mediante el Decreto del 1 de octubre
de 1823, restaurando así al absolutismo. Además, llevó a cabo una dura represión contra los liberales
conocida como el terror blanco, ejecutando a Riego.
No obstante, a partir de 1825 el rey opta por una posición más abierta, y se lleva a cabo la reforma
presupuestaria y fiscal de López Ballesteros para evitar la Bancarrota. Esta reforma da lugar a los
Presupuestos del Estado (los primeros), se reduce la deuda pública, se crea la Real Caja de Amortización y
Tribunal de Cuentas, el Banco de San Fernando, se fundan la Bolsa de Madrid y el Ministerio de Fomento,
además que se introduce el Plan de minería.
Por otro lado, hay una doble oposición a Fernando VII: los liberales, que continúan con los
pronunciamientos, lo que lleva al fusilamiento de Torrijos y al Garrote vil a Mariana Pineda; y los
ultrarrealistas o carlistas, que provocan insurrecciones. A esto se añade el problema sucesorio que tenía
Fernando VII, ya que no tenía descendencia masculina, pero desde el reinado de Felipe V se impedía reinar a
las mujeres. Por ello Promulgó la Pragmática Sanción, que derogaba la Ley Sálica y permitía reinar a Isabel, lo
que lleva a la oposición de Carlos María Isidro, hermano del rey, y al origen del carlismo. En consecuencia, la
muerte de Fernando VII derivaría durante la Regencia de Mª Cristina en una guerra entre Isabelinos y
Carlistas, lo que supone el enfrentamiento de dos tipos de absolutismos: el moderado (ya que necesitan
ganarse al pueblo y reciben apoyo liberal a cambio de ir cambiando poco a poco el Régimen) y el
intransigente, respectivamente.
3.4. La emancipación de las colonias americanas
En cuanto a la América española, esta comienza a mostrar interés por la independencia, debido a varios
factores. En primer lugar, el reformismo borbónico y la liberación del comercio peninsular (navío de
permiso) apartó a los criollos del control económico y administrativo, por lo que sentían que no tenían
representación en España. Hay que tener también en cuenta la influencia de la Revolución Americana
(1776), la Revolución francesa (1789), los intereses de Reino Unido (busca la decadencia de España), la
debilidad de la monarquía fernandina y la experiencia de autogobierno de la burguesía criolla durante la
Guerra de la Independencia en España.
Como consecuencia de las independencias americanas, la Hacienda Real quedó exhausta y se agravó la crisis
del país; se crearon diversos países en manos de la minoría criolla (Ecuador, Venezuela, Perú, Bolivia).
El proceso emancipador se dividió en dos fases. La primera fase ocurre de 1808 a 1816, las Juntas creadas
debido a la ocupación francesa se declaran independientes a causa de la presencia de los criollos. No
obstante, la vuelta de Fernando VII acabó con la revuelta. La segunda fase va de 1816 a 1824, y en esta
destacan San Martín y Simón Bolívar. Tras la derrota de Chachabuco (1817) se independizó Chile, y gracias a
otras campañas se independizaron Argentina, Ecuador, Venezuela, Colombia, México y Perú. Finalmente,
tras las derrotas de Carabobo (1821) y Ayacucho (1824), se derrota definitivamente a los españoles,
convirtiéndose estos en potencia de segundo orden.
TEMA 11: LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1868)
catolicismo excluyente de otras creencias y mayor valoración del medio rural frente a la sociedad urbana
industrial. Se resume Los carlistas fueron apoyados por parte del ejército, de
la nobleza y del clero (jerarquía intermedia) y el campesinado conservador. En el ámbito geográfico, se
extendían por zonas rurales: Vascongadas, Navarra, el Maestrazgo y el Pirineo Catalán. Esta oposición dio
lugar a las guerras carlistas, en las que se enfrentaban contra los Isabelinos o Cristinos, quienes eran
apoyados por parte de la nobleza, del clero (jerarquía alta), del ejército, por la burguesía y clases populares
urbanas.
La primera guerra carlista se dividió en varias fases. En la primera fase (1833-1835) triunfan los carlistas.
Carlos María formó en Navarra un gobierno alternativo (julio 1834). Se formaron partidas rurales o guerrillas
en el País Vasco y Cataluña y, posteriormente, en Aragón y el Maestrazgo. No obstante, acabó con la muerte
de Zumalacárregui (general carlista) en el asedio de Bilbao. En la segunda fase (1835-1837) destacan las
expediciones del general Cabrera (carlista) para enlazar las guerrillas del país, aunque no logró consolidar el
carlismo en ningún punto. La acción más importante fue la Expedición Real de Carlos V a Madrid (1837),
aunque Espartero le obligó regresar al País Vasco. Por último, en la tercera fase (1837-1839), el carlismo
estaba dividido entre moderados e intransigentes y fue derrotado, firmándose el Convenio de Vergara
(agosto 1839) entre Espartero y Maroto (moderado). La guerra terminó en 1840, en Morella, con la derrota
de Cabrera. Esta tuvo graves consecuencias ya que hubo 200.000 muertos y, en el panorama internacional,
los carlistas fueron apoyados por Austria, Rusia, Prusia y el Pontificado; y los isabelinos por Inglaterra,
Francia y Portugal. Además, la monarquía se inclinó hacia el liberalismo, tuvieron gran protagonismo los
militares por sus pronunciamientos y a esto se añaden los enormes gastos que supuso la guerra.
1.3. La Regencia de Espartero (1840-1843)
Tras la abdicación de la Regente, le sustituyó Espartero, líder de los liberales progresistas. Este gobernó de
forma autoritaria y con talante populista: exigió ser regente único, realizó una venta de bienes del clero
secular y apostó por una política librecambista que provocó que comerciantes y empresarios de textil de
Barcelona iniciaran un enfrentamiento contra esta política. Esto último llevó a los sucesos de Barcelona de
1842, en los que Espartero mandó bombardear la ciudad, aunque el posterior pronunciamiento de los
mayoría de edad de Isabel II, proclamándola reina a los 13 años, para así evitar disputas por la regencia. Esta
encargó formar gobierno a González Bravo (moderado), aunque solo duró seis meses y fue sustituido por
Narváez, comenzando así la Década Moderada.
TEMA 11: LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1868)
trasladó a Manzanares, donde se unió al general Serrano. Allí firmó el Manifiesto de Manzanares, redactado por
Cánovas del Castillo, que era un conjunto de promesas progresistas firmado, como hemos dicho, por Serrano y
progresista en la que se formaron Juntas revolucionarias con el objetivo de ejercer presión al gobierno. En
consecuencia, la reina se vio obligada a formar un nuevo Gobierno a finales de julio, dando paso así a un
Después, en octubre de
1854, se convocan elecciones a Cortes Constituyentes. Triunfa la Unión Liberal, un nuevo partido de línea
puros, los moderados y los demócratas (izquierda radical). Las Cortes tuvieron un importante papel ya que
leyes que contribuirían a la industrialización y consolidación del capitalismo. En cuanto a la Constitución, como
hemos dicho, no fue promulgada, aunque contenía ideario progresista: Soberanía Nacional, Milicia Nacional,
Alcaldes elegidos por los vecinos, Cortes bicamerales y libertad de imprenta y religiosa. Respecto a las leyes
económicas, destaca la ley de Desamortización general civil y eclesiástica de Madoz (1 mayo 1855), que incluye
todo tipo de tierras amortizadas (manos muertas) con el objetivo de conseguir recursos para Hacienda y
modernizar el país. Esto tuvo una serie de consecuencias como la puesta en cultivo de grandes extensiones de
tierra que hasta entonces no se trabajaban y la absorción de gran cantidad de capitales privados (burguesía),
aunque no se cambió la estructura de la propiedad (latifundios al sur y minifundios al norte). Otra de las leyes es
la Ley General de Ferrocarriles (3 junio 1855), la cual regula su construcción, ofrece amplios incentivos a las
empresas que intervinieron (subvenciones) y, a partir de su creación, hubo un ritmo rápido de construcción,
aunque también tuvo consecuencias: las principales concesiones eran a empresas extranjeras, no se desarrolló la
industria siderúrgica española, hubo una nula inversión en la industria y las compañías ferroviarias quebraron.
Por último, encontramos la Ley de Bancos de emisión y Sociedades de crédito (28 enero 1856), que facilitaba la
concesión de créditos a las empresas relacionadas con el ferrocarril y de esta forma favorecer la financiación del
ferrocarril.
Sin embargo, estas medidas reformistas del Bienio no mejoran la vida de las clases populares y se genera un
clima de gran conflictividad social causado por Levantamientos obreros en Barcelona (1855) y levantamientos en
numerosas ciudades (1856) en los que se generan motines de subsistencia y se incendian fábricas y fincas. Esto
llevó a una crisis de gobierno que provocó la dimisión de Espartero y que Isabel II entregara el gobierno a
reestablece la Constitución de 1845 con un Acta adicional, suprime la Milicia Nacional y disuelve las Cortes. En
octubre, es sustituido por Narváez, regresando así el conservadurismo. Este reestablece la Constitución de 1845,
sin Acta adicional, anula la libertad de imprenta y aprueba la ley de Instruc
que establece tres etapas: primaria, segunda enseñanza y enseñanza superior. Finalmente, Narváez dimite, y
y en este periodo se intenta recuperar el prestigio perdido en el exterior aprovechando una etapa de
crecimiento económico. Es por ello que se realizan diferentes expediciones: a Conchinchina (1858-1863), a
México (1862) y a Marruecos (1859-1860), en la que se produce la victoria de Wad-Ras. Posteriormente, en la
etapa de 1863 a 1868, la corona se empeñó en contar solo con gobiernos moderados, lo que anulaba los
fundamentos del sistema liberal. Por tanto, comienza un periodo de gran autoritarismo que fomentó la crisis
económica de 1866. Esta supuso una crisis financiera, ya que las inversiones ferroviarias no eran rentables; la
crisis industrial de Cataluña ya que subieron los precios de la materia prima y disminuyó la demanda de
productos textiles, lo que llevó a despidos; y la crisis de subsistencia debido a las malas cosechas, lo que llevó a
una subida de hasta el 100% debido a la carestía de trigo. A esto se añade el deterioro político de esta etapa, ya
que el sistema isabelino tenía una fuerte oposición formada por grandes negociantes, industriales, intelectuales
(que se rebelaron en la Noche de San Daniel), obreros y campesinos. En consecuencia, en junio de 1866
comienzan las primeras revueltas, ya que los progresistas liderados por Juan Prim, las veían como única salida.
Se llevó a cabo la Revuelta de los sargentos de artillería del cuartel de San Gil, la cual fue un fracaso y acabó con
Así se inicia la
etapa de 1863 a 1868, durante la cual, en agosto de 1866, se firma el pacto de Ostende (Bélgica) por
progresistas, demócratas, unionistas, en definitiva, la oposición, con el objetivo de acabar con el reinado de
Isabel II y convocar Cortes Constituyentes para establecer un nuevo sistema político de signo democrático,
siendo esta la primera vez que se habla de democracia. Finalmente, en abril de 1868 muere Narváez y le sucede
González Bravo, que reprime a los generales sospechosos de querer destronar a la reina. Todo esto desemboca
Juan Prim. Así, el 17 de septiembre de 1868 se pronunciaron en Cádiz, Prim, Serrano y Topete contra el
10 años con Cuba, ya que pedían la independencia; y las sublevaciones republicanas federales que se
iniciaron en oct. de 1869, apoyadas por las masas populares de Cataluña, Aragón, Valencia y Andalucía.
Finalmente se eligió como rey a Amadeo de Saboya, reconocido por las Cortes en noviembre de 1870.
1.4. El reinado de Amadeo de Saboya (dic. 1870-feb. 1873)
El nuevo rey era principalmente apoyado por el general Prim, pero este murió cuando empezaba la
monarquía debido a que sufrió un atentado. Así, el reinado de Amadeo I se caracterizó por la permanente
inestabilidad política y social debido a: la guerra de los Diez Años en Cuba (1868-1878) y la 3ª Guerra Carlista
ya que Carlos VII (nieto de C.M. Isidro) quería ser rey. Además, se enfrentó a una amplia oposición tanto
política como social, encontrando partidos de derecha, carlistas y alfonsinos (hijo de Isabel II), y de izquierda,
republicanos y sociedades obreras españolas como la AIT; y la oposición social del clero, alta burguesía,
industriales y movimientos obreros. Debido a la complicada situación, Amadeo I abdicó en febrero de 1873.
1.5. La Primera República (feb. 1873-ene. 1874)
Tras la abdicación de Amadeo de Saboya, la Asamblea Constitucional (Congreso y Senado) proclamó el 11 de
febrero de 1873 la Primera República española, recibida con entusiasmo en un momento de grandes
dificultades. La Hacienda se encontraba sin fondos, continuaban la guerra carlista (1872-1876) y la de Cuba y
había movilizaciones de obreros catalanes y campesinos andaluces. A esto se añade que los republicanos se
encontraban divididos en unitarios, con Castelar al frente, partidarios de un Estado centralizado; y federales,
a su vez divididos en intransigentes, con José Mª de Orense, partidarios de la vía insurreccional a partir de
los cantones (municipios independientes) y benévolos, con Pi i Margall, partidarios de la vía constitucional a
partir de la legalidad. En un año se sucedieron seis gobiernos y cuatro presidentes, siendo el primero
Estanislao Figueras (feb.-jul. 1873), en el que se llevaron a cabo medidas como: abolición de la esclavitud en
Puerto Rico, la supresión de las quintas para calmar a la sociedad y la convocatoria a Cortes Constituyentes,
que proclamaron la República Democrática Federal el 1 de junio. Además, se creó la Constitución non nata
de 1873 que: tenía carácter federalista, repartía el poder entre las instituciones autónomas (municipio,
región nación) y declaraba 15 estados federales más Cuba y Puerto Rico. No obstante, Figueras decide dejar
el gobierno, iniciándose así el gobierno de Pi y Margall (11 de junio) en el que continúan los conflictos
carlista y cubano y se produjo la huelga general de Alcoy y la revolución cantonalista. En esta, la población se
alzó en algunas zonas proclamando su cantón independiente y se inició en Cartagena en julio, extendiéndose
a otras ciudades. Finalmente, Pi y Margall dimitió y se inició el gobierno de Salmerón (jul.-sept. 1873), que
dio un carácter conservador a la república y acabó con el movimiento cantonalista gracias a la intervención
de los generales Pavía y Martínez Campos. No obstante, este dimitió al negarse a firmar penas de muerte
contra unos carlistas. El 6 de septiembre comenzó el gobierno de Emilio Castelar (sept.-ene. 1874),
caracterizado por ser unitario y autoritario (derecha). Castelar reforzó al ejército para hacer frente a los
cantonalistas y a los carlistas, pero, debido a ese giro hacia la derecha, los diputados de izquierda (federales
intransigentes) le obligaron a dimitir para volver a la República de izquierdas. Justo después de la dimisión,
en la noche del 2 de enero de 1874, el General Pavía dio un golpe de estado con fuerzas de la G.Civil
irrumpiendo en el Congreso. Esto puso fin a la República y Pavía cedió el poder al general Serrano,
iniciándose la dictadura de Serrano (1874), un periodo de transición hacia la Restauración que dio lugar a un
régimen republicano autoritario. El régimen acabó con el cantón de Cartagena, disolvió la I Internacional y se
enfrentó a los carlistas con éxito. Frente a esta dictadura se encontraban los alfonsinos, dirigidos por
Cánovas del Castillo y, finalmente, el 29 de diciembre de 1874 se produjo el pronunciamiento militar del Gral
Martínez Campos en Sagunto, comenzando la Restauración. Se proclamó rey de España a Alfonso XII (hijo de
Isabel II), quien mediante el Manifiesto de Sandhurst declaró sus intenciones como monarca liberal, lo que
gustó a la población.
TEMA 12: EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874). ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN EL SIGLO XIX
Ayuntamientos y Diputaciones provinciales, y la Ley electoral de 1878, que establecía sufragio censitario.
Se logró poner fin a la guerra carlista, lo que llevó a la abolición de los fueros vascos en 1876. Gracias a esto
se enviaron más tropas a Cuba, poniendo fin a la guerra mediante la Paz de Zanjón (1878), que concedía
amnistía general y abolición de la esclavitud, además de permitir a diputados cubanos participar en Cortes.
1.3. La Constitución de 1876
El 31 de diciembre de 1875 se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes, que aprobaron la Constitución
en mayo de 1876. La Constitución de 1876 tiene carácter ecléctico, ya que mezcla la Constitución moderada
de 1845, introduciendo la soberanía compartida, con la Const. democrática de 1869, reconociendo derechos
individuales. El articulado de la misma era poco preciso, compatible con las distintas ideologías. Además, el
cuestión religiosa, se declaró un Estado confesional, pero permitiendo otras religiones. Los poderes estaban
divididos: el poder ejecutivo ejercido por el Rey, apoyado en ministros y el presidente; el poder legislativo
era ejercido por Cortes bicamerales (Senado y Congreso); y el poder judicial, por los tribunales de justicia.
Mediante esta elasticidad se conseguía la aceptación de la Constitución y que cada partido la pudiese
recuperar la identidad de la cultura catalana, sin aspiraciones políticas. Se movía por intereses económicos.
Almiral, quien también fundó Centre Catalá en 1882, una organización política que reivindica la autonomía y
denuncia el caciquismo. En 1885 se presentó el Memorial de Greuges (o Agravios), un manifiesto que
defiende los intereses catalanes. En la siguiente etapa, en 1891 se funda la Unió Catalanista de Prat de la
Riba, que en 1892 aprobó las Bases de Manresa, con las que se considera a Cataluña como una unidad
autónoma dentro de España (con competencias propias separadas del poder central). La tercera etapa se da
en 1901 con la fundación de la Lliga Regionalista (JuntsxSi) con Francesc Cambó de dirigente y un programa
conservador a favor de la autonomía. Estos y los republicanos lograron representación en Cataluña,
rompiendo con el turnismo.
b) Nacionalismo vasco
En cuanto al nacionalismo vasco, este se interesaba por la economía, pero también por la raza. Surge por el
rápido proceso de industrialización en el sector siderúrgico y por la abolición de los fueros tras la última
guerra carlista (1876). Su ideología incluye la idealización del pasado y la sociedad tradicional vasca; el
rechazo a lo español, favoreciendo el euskera, las tradiciones y la superioridad de la etnia vasca (pureza
racial); y es influenciada la violencia carlista. F
1895 fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV), primero independentista, pero moderado con el tiempo.
c) El regionalismo gallego
El último en tener peso político es el regionalismo gallego, y lo hizo a principios del siglo XX. Tiene su origen
Generales Máximo Gómez y Antonio Maceo, con el apoyo de los campesinos. Ocurrió durante el Gobierno
de Cánovas, que realizó una respuesta militar enviando al Gral. Martínez Campos, aunque no tuvo éxito. Fue
relevado por el Gral Weyler, más duro, que sería relevado también.
Tras el asesinato de Cánovas en 1897 comenzó el Gobierno liberal de Sagasta, que usó una estrategia de
conciliación mediante concesiones políticas: autonomía a Cuba, sufragio universal, igualdad de derechos
entre insulares y peninsulares y autonomía arancelaria.
EEUU tenía intereses económicos en la isla y el proteccionismo hizo que en 1898 declarara la guerra a
España. Lo hizo debido al hundimiento de uno de sus buques de guerra (Maine) tras una explosión en el
puerto de la Habana, de lo que culparon a los españoles. En abril declararon la guerra, y el 3 de julio la
escuadra española fue derrotada en la batalla de Santiago de Cuba.
Mientras tanto, en Filipinas también se desarrolló un levantamiento independentista. En 1896 se produjo el
movimiento independiente de Katipunan, una insurrección independentista al mando de José Rizal, que
sería ejecutado. Los EEUU intervinieron expulsando a los españoles y derrotando a la armada española en
Cavite en 1898.
La guerra hispano-americana o Guerra de los Cien Días finalizó con el Tratado de París en diciembre de 1898.
Supuso el inicio del colonialismo estadounidense y el fin de la España de América y del Pacífico. EEUU
impuso condiciones a España, que perdió Cuba (art. 1) (ocupada por EEUU provisionalmente) y cedió a EEUU
Puerto Rico (art.2), Guam (art. 2) y las islas Filipinas (art. 3). Tras esto, EEUU trasladó a España a los
prisioneros de guerra españoles capturados en Manila, Filipinas (art. 5).
3.2. Las consecuencias del 98
Estos sucesos ocurridos en el 98 tuvieron una serie de consecuencias. En la política, se criticó a los
gobernantes, pero el sistema político (turnismo) sobrevivió, aunque los nacionalismos se expandieron,
pidiendo autonomías y políticas novedosas. En la economía, se perdieron los mercados nacionales, aunque
la banca se benefició con la repatriación de capitales a España. En cuanto a la ideología, se dio una crisis de
conciencia nacional, descontento, frustración, manifestada en el Regeneracionismo y en la Generación del
98. El regeneracionismo fue una corriente política que consideraba que el sistema político de la Restauración
estaba viciado y enfermo. Presentó dos posturas. El regeneracionismo crítico, que actuaba dentro del
sistema, en el que destacan los ministros conservadores Silvela y Maura. Criticaba al sistema político, pero lo
aceptaba, aunque buscaba la renovación mediante una política reformista, enfrentándose a la oposición de
la burguesía catalana (huelga fiscal: cierre de cajas). Por otro lado, estaba el regeneracionismo al margen del
sistema, en el que destacan Joaquín Costa y Santiago Alba, que creían que era necesario sustituir el sistema
político vigente por otro para terminar con el turnismo, el caciquismo y el fraude electoral, dejar atrás los
Además, el desastre también llevó al surgimiento de la Generación del 98, un grupo de intelectuales
caracterizado por su pesimismo, que reflexionaban sobre el sentido de España y su papel en la Historia.
Destacan Unamuno, Valle-
Tras el gobierno conservador de Silvela (1899), que sustituyó al gobierno de Sagasta (que había vivido todo
el desastre), volvió otra vez Sagasta (liberal) en 1901 ya que las reformas políticas (ya comentadas) fueron
criticadas y María Cristina dio paso a los liberales. Más tarde, el 17 de mayo de 1902, comenzó el reinado de
Alfonso XIII.
TEMA 14: ALFONSO XIII Y LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN (1902-1931)
1. PRIMERA PARTE DEL REINADO DE ALFONSO XIII Y LOS PROYECTOS DE REGENERACIONISMO POLÍTICO
En 1902, Alfonso XIII alcanzó la mayoría de edad, por lo que se inicia su reinado.
1.1. Los grandes problemas del país
En ese momento, el país tenía grandes problemas. En primer lugar, la paulatina descomposición de los
partidos dinásticos tras la desaparición de Cánovas y Sagasta (dirigentes históricos) y las divisiones dentro de
los partidos tanto Conservador como Liberal, que llevó a luchas entre los nuevos líderes y a que, desde 1917,
tuvieran que formarse gobiernos de concentración. En segundo lugar, la conflictividad social aumentó y el
movimiento obrero adquirió más fuerza mediante los sindicatos anarquista y socialista. Además, reapareció
la cuestión religiosa, pues la Iglesia recuperó poder, pero se desarrolló un fuerte anticlericalismo. Por otro
lado, encontramos el problema militar, ya que tras 1898 aumentó su influencia en la política, volviendo al
militarismo, frente a sectores antimilitaristas (como sindicatos). También los regionalismos y nacionalismos
se acentuaron y empezaron a ser considerados una amenaza a la unidad de la Patria. Por último, cabe
mencionar el problema de Marruecos, pues se estableció el protectorado (una forma de colonización con
independencia política, pero dependencia económica) español en el norte de África (el Rif), y será difícil
mantenerlo.
1.2.
En la primera etapa de reinado, a comienzos de siglo, se desarrolló un espíritu regeneracionista tras la crisis
del 98. Este periodo estuvo marcado por la inestabilidad política, debido a un turnismo inestable (1902-
1906), sucediéndose 5 gobiernos conservadores y 5 liberales. Por su parte, el catalanismo experimentó un
gran auge tras la fundación de la Lliga Regionalista (Prats de la Riba y Francesc Cambó) en 1902, que triunfó
en las elecciones de Barcelona de 1905, lo que los militares vieron como un peligro contra la unidad de la
Patria. Por otro lado, destaca también el incidente del semanario ¡Cu-Cut! (revista satírica), que publicó un
chiste antimilitarista que llevó a que los militares atacaran sus instituciones a modo de protesta y exigieran
al gobierno una Ley de Jurisdicciones (1906), según la cual los delitos contra el ejército serían llevados a los
tribunales militares; esto demostraba la fuerza del poder militar en el Estado.
Posteriormente, entre 1907 y 1912 continúa el sistema de la Restauración, que necesitaba ser reformado
medidas de inversión pública, como la Ley de Protección de la Industria Nacional; medidas sociales, con la
Ley del descanso dominical, la Ley protectora de accidentes de trabajo, la Ley reguladora de la jornada
laboral de las mujeres y se creó el Instituto Nacional de Previsión (1908; antecedente de la SS); y medidas
políticas, como la Ley electoral (1907) para acabar con el fraude electoral, y el proyecto de Ley de la
Administración local (no se aprobó), que daba autonomía a los municipios (quitando competencias) y por la
que se creaban mancomunidades provinciales (asoc. regionales de las Diputaciones).
Durante el gobierno de Maura, en 1909, se produjo la 1ª gran crisis del reinado de Alfonso XIII: la Semana
Trágica de Barcelona (
Algeciras (1906) se acordó establecer un protectorado franco-español en Marruecos, quedando para España
la zona norte (el Rif). A principios de julio, los rifeños atacaron a los trabajadores de una de las compañías
mirelas próximas a Melilla, lo que causó bajas en el ejército español, por lo que el gobierno de Maura decidió
enviar reservistas (Madrid y Bcn) que embarcarían en Barcelona. No obstante, la gente se opuso, lo que
aridad Obrera
convocó una huelga general el 26 de julio, que resultó en una insurrección revolucionaria, antimilitarista y
io al 1 agosto.
El balance fue de más de 100 fallecidos, muchos heridos, edificios destruidos. Se realizaron detenciones
masivas (2000 personas) y 216 consejos de guerra (tribunales militares), que ordenaron 17 condenas a
muerte, destacando la ejecución d
en medio de protestas internacionales y nacionales.
Como consecuencias de la Semana Trágica, cayó el gobierno de Maura y las fuerzas de izquierda se aliaron
en la Conjunción republicano-socialista (1910). Además, desapareció Solidaridad Obrera, pero se creó en
1910 la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), un sindicato anarquista con muchos afiliados, que
defendía la acción directa, destacando la huelga general como mejor forma de protesta.
El último intento de regeneracionismo se hizo durante el posterior gobierno de Canalejas (1910-1912), líder
del partido liberal. Su programa se basaba la mejora del sistema parlamentario, la secularización del Estado y
el reformismo social. Entre las reformas sociales llevadas a cabo encontramos: sustituir los impuestos de
consumos, amplias reformas laborales (jornadas de 9h, regulación del trabajo de la mujer, ley de accidentes
itar obligatorio, que se podía reducir con
previo pago. Por otro lado, en reformas políticas, se aprobó la Ley de Mancomunidades de 1912, que sirvió
para satisfacer las demandas del catalanismo de la Lliga Regionalista, y sería puesta en práctica por Dato
70% de la industria barcelonesa. Se consiguió que el gobierno de Romanones aprobara la jornada de 8h.
(lock-out), la aparición del Somatén (cuerpo armado para frenar a los obreros), que los patrones buscaran la
colaboración de los sindicatos libres y una fuerte práctica del pistolerismo. Por tanto, las huelgas, el cierre de
presidente).
Por otro lado, la situación se agravó aún más debido al desastre de Annual ya que tras la Primera Guerra
Mundial el gobierno español quería completar la ocupación de este territorio, a lo que se opusieron los
partidos de izquierda y los sindicatos. Se comenzó a ocupar la parte occidental de la mano del Gral. Dámaso
Berenguer. En la parte oriental, el general Silvestre inició una campaña precipitada que acabó en una
masacre del ejército español por parte del líder Abd-el-Krim, lo que se conoce como el desastre de Annual.
Murieron unos 13000 soldados españoles, lo que supuso una enorme conmoción pública y graves
consecuencias políticas. La prensa culpó al gobierno y al ejército, el gobierno dimitió, y se inició un proceso
parlamentario para pedir responsabilidades políticas y militares en el ejército, el gobierno y el monarca
).
Tras las consecuencias derivadas de Annual y los resultados del Expediente Picasso se desencadenaría una
tormenta política que acabaría con el golpe de Estado del general Primo de Rivera (13 sept. 1923),
consentido por el rey, que le nombraría presidente del Directorio Militar.
TEMA 14: ALFONSO XIII Y LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN (1902-1931)
un delegado gubernamental para fijar salarios, condiciones de trabajo, etc. El PSOE y la UGT colaboraron.
A partir de 1928 creció la oposición a la dictadura, formada por intelectuales (Valle-Inclán, Unamuno y
Ortega y Gasset), estudiantes universitarios, sectores del ejército, catedráticos, nacionalistas y republicanos.
Además, con la crisis de 1929 se incrementaron las huelgas. Por lo que, finalmente, Primo de Rivera dimitió
en 1930 ante el escaso apoyo.
3.3. El fin de la monarquía (enero 1930-abril 1931)
Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII encargó el nuevo gobierno al General Dámaso Berenguer,
lo que convocó elecciones generales. Sin embargo, la monarquía estaba desprestigiada y el republicanismo
estaba en auge, por lo
Zamora, para preparar una insurrección militar en diciembre de 1930, aunque esta fracasó en Jaca (Huesca),
por lo que los capitanes (Fermín Galán) fueron fusilados y los miembros del comité, detenidos. Finalmente,
el gobierno de Berenguer cayó y se formó el último gobierno de la monarquía, con el Almirante Aznar al
frente (enero 1930), quien convocó elecciones municipales el 12 de abril, con victoria republicana. Alfonso
XIII abdicó y se exilió en Paris. Así, el 14 de abril de 1931 se proclamó la II República Española. S y R
TEMA 15: LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931-1936)
reconoce amplios derechos y libertades: derecho a voto desde los 23 años (incluidas las mujeres),
matrimonio civil y legalización del divorcio. Incluye que la propiedad privada está subordinada a los intereses
del Estado (posibilidad de expropiación, nacionalización de empresas); la división de poderes, quedando el
Ejecutivo en el gobierno y el presidente de la República, el legislativo en las Cortes (cámara única), y el
judicial en jueces y tribunales; además, establece la cultura y la enseñanza como función primordial del
Estado. Destacan los artículos 26 y 27, que establecían: Estado laico aconfesional, libertad de culto, fin de la
financiación estatal de la Iglesia, disolución de la Compañía de Jesús y prohibición a las Congregaciones
Religiosas para ejercer la enseñanza, el comercio o la industria. Estos últimos artículos desencadenaron la 1ª
crisis de gobierno, por lo que Niceto Alcalá Zamora dimitió y Manuel Azaña asumió la presidencia del
gobierno. La Constitución de 1931 fue muy avanzada, pero no estaba consensuada entre partidos de
izquierda y de derecha y sus posiciones en el tema religioso no eran apoyadas por los católicos. El texto
constitucional establecía un sistema político con un gobierno débil que dependía de las Cortes, lo que
conllevaría una continua inestabilidad gubernamental.
1.3. El Bienio Reformista o Bienio Social-Azañista (dic. 1931-sept. 1933)
Tras aprobar la Constitución, se formó el primer gobierno constitucional con Niceto Alcalá Zamora como
presidente de la República y Manuel Azaña como jefe de Gobierno, con lo que se inicia el Bienio Reformista.
Estaba constituido por republicanos de izquierdas y socialistas, cuyo objetivo era transformar la realidad
española continuando las reformas ya iniciadas. Surgió una fuerte oposición de derechas (Lerroux) y de
izquierdas (CNT, FAI y PCE), lo que desembocó en una fuerte conflictividad social con enfrentamientos frente
SALUD Y REPÚBLICA
a las fuerzas del orden público. Destacan los sucesos de Castilblanco (Badajoz; 31 dic. 1931) y los de Arnedo
(La Rioja; 5 ene. 1932), donde los enfrentamientos con la G.Civil tuvieron un fin sangriento, al igual que pasó
con
Todo esto generó malestar entre militares y grupos de derecha, por lo que el 10 de agosto de 1932 el
general Sanjurjo intentó dar un Golpe de Estado, aunque fracasó, contribuyendo a la aprobación de la
reforma agraria y la autonomía de Cataluña (9 sept. 1932) (el gob. se vuelve más de izq.). La ley de Reforma
Agraria tenía como objetivos acabar con el latifundismo y redistribuir la propiedad mediante el
asentamiento de campesinos en las tierras expropiadas. Afectó a zonas latifundistas (Andalucía,
Extremadu
inventario de las cosas, confiscar propiedades y redistribuirlas. No obstante, su aplicación fue lenta y no
contentó ni a jornaleros ni a propietarios. Por otro lado, el Estatuto de Autonomía de Cataluña proclamaba a
, cuyo primer presidente fue Francesc Maciá (ERC)
tras su triunfo en las primeras elecciones catalanas (nov. 1932). Paralelamente, el PNV comenzó también a
tramitar el Estatuto de Autonomía del P.Vasco. (aprobado el 1 oct. 1936).
El 11 y el 12 de enero de 1933 se produjo una sublevación en Casas Viejas (Cádiz) llevada a cabo por CNT y
esión por parte de la G.Civil y la Guardia de
Asalto, que mataron a 22 personas. Esto contribuyó al desgaste del gobierno de Azaña, que perdería la
confianza de la sociedad y entraría en crisis debido a la oposición. Por parte de la derecha, se debió a la
reforma religiosa y a la Ley de Congregaciones Religiosas (mayo 1933; fin a los colegios religiosos). En la
oposición encontramos partidos como: CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) de J.Mª Gil
Robles, formada por la derecha católica; Renovación Española, la derecha monárquica de José Calvo Sotelo;
Comunión Tradicionalista Española de Fal Conde, con carlistas y ultraderechistas; y la Falange Española de
José Antonio Primo de Rivera, que en 1934 se fusiona con las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista).
Por la izquierda, encontramos la oposición de un PSOE radicalizado y dispuesto a abandonar el gobierno.
Finalmente, debido a la falta de apoyo, Azaña dimite en septiembre de 1933, por lo que Niceto Alcalá
Zamora convoca elecciones el 19 de noviembre en las que triunfa la derecha, iniciándose una nueva etapa
conocida como Bienio Radical-Cedista (bienio conservador).
SALUD Y REPÚBLICA
TEMA 15: LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931-1936)
que se paralizaron las reformas de la etapa anterior. En política religiosa, se anuló la Ley de las
Congregaciones religiosas. En economía, se anuló la ley de Términos Municipales, la Reforma Agraria, y se
devolvió la tierra a sus antiguos dueños. Se dedicaron menos presupuestos a educación y volvió la
enseñanza por parte de la Iglesia. En política militar, se aprobó la ley de Amnistía (abril 1934) a favor de los
implicados en el intento de golpe de Estado de Sanjurjo. Por último, en política autonómica se dio un
conflicto de competencias con la Generalitat y se paralizó el Estatuto de Autonomía Vasco.
Esta política de revisión tuvo como consecuencias: la formación de nuevos partidos, Unión Republicana
(Diego Martínez Barrio), que constituía una escisión a la izquierda del Partido Radical, e Izquierda
Republicana de Manuel Azaña; la radicalización del PSOE y UGT, dispuestos a dirigir una revolución social si
la CEDA entraba al gobierno; y aumentaron las protestas y huelgas de obreros y campesinos.
2.3. La Revolución de octubre de 1934
Por su parte, la CEDA exigía entrar al gobierno por lo que, el 4 de octubre de 1934, Lerroux formó un nuevo
gobierno que incluía 3 ministros de la CEDA. Los partidos republicanos no tardaron en protestar y, el 5 de
octubre, PSOE y UGT se unieron en el Comité Revolucionario Socialista, dirigido por Largo Caballero, que
convocó una huelga general para derribar al gobierno (Revolución de octubre), lo que fue apoyado por ERC,
PCE y CNT. El gobierno declaró el Estado de guerra, consiguiendo el control de la situación en ciudades como
Madrid, aunque no lo logró en Cataluña ni Asturias.
Gobierno llevó a cabo una importante represión con el general Batel y el ejército, que acabó con el intento
secesionista y conllevó 30 muertos y el encarcelamiento de los miembros del Govern.
En Asturias, entre el 5 y el 19 de octubre se produjo una revolución en la que miles de obreros y mineros
armados (dinamita, cañones y armas) ocuparon la provincia, asaltando los cuarteles de la G. Civil, asesinando
a sacerdotes, quemando Iglesias y conventos, etc. El gobierno envió a la legión y las tropas de Regulares de
Marruecos al mando de Franco. La Revolución de octubre tuvo como consecuencias más de 1000 muertos,
2000 heridos y 30.000 detenciones en toda España.
2.4. El fin de la experiencia derechista en la II República
La Revolución de octubre dañó la legitimidad de la II República, aunque el gobierno continuó con la política
de revisión de las reformas del gobierno de Azaña. La CEDA adquirió más importancia, se suspendió el
Estatuto de Autonomía de Cataluña, se aprobó la ley de Reforma de la Reforma Agraria y se ensalzó a los
nte, el gobierno radical-cedista entró en crisis debido a las
diferencias entre los miembros, las críticas de la oposición y los escándalos de corrupción del Partido Radical
como son el Estraperlo y el Asunto Nombela. Finalmente, Lerroux dimite y se inicia a finales de 1935 el
gobierno de Portela-Valladares, que disolvió las Cortes y convocó elecciones en febrero de 1936.
2.5. Las elecciones de febrero de 1936
Así, el 16 de febrero de 1936 se celebraron elecciones en las que triunfó una amplia coalición de los partidos
de izquierdas: el Frente Popular, en el que encontramos: Izquierda Republicana, Unión Republicana, PSOE,
PCE, Partido Sindicalista y POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Su programa incluía amnistía
SALUD Y REPÚBLICA
para los detenidos de 1934 y retomar las reformas del Bienio Reformista. Por el contrario, los partidos de
derecha no presentaron candidatura conjunta.
2.6. La vuelta de Azaña al gobierno. La conflictividad social
Se formó, por tanto, un gobierno de republicanos de izquierdas presidido por Azaña, en cuyo programa
encontramos: la amnistía para los encarcelados en 1934, la Autonomía para Cataluña, las negociaciones
sobre el Estatuto Vasco, aplicar la ley de Reforma Agraria y dispersar a los militares derechistas fuera de
Madrid (Franco a Canarias y Mola, a Navarra).
El gobierno tuvo que enfrentarse a la oposición. Los sindicatos, descontentos con la lentitud del gobierno,
llevaron a cabo huelgas, manifestaciones y protestas obreras. Además, aumentó la violencia callejera, con
atentados, campañas de ataques violentos contra sindicatos y partidos de izquierda por parte de la Falange e
incendios de edificios religiosos.
El 7 de abril de 1936 se destituyó a Alcalá Zamora como presidente de la República, siendo nombrado en su
lugar Manuel Azaña el 10 de mayo. Santiago Casares Quiroga se convirtió, por tanto, en jefe del Gobierno el
13 de mayo.
La conflictividad social se incrementó: ocupaciones ilegales de anarquistas, huelgas de UGT y CNT, protestas
de terratenientes, fuerte anticlericalismo por el posicionamiento de la Iglesia con la derecha, etc.
Tanto las izquierdas, unidas en las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas) dirigidas por Santiago Carrillo,
como las derechas, organizadas en grupos paramilitares fascistas como la FET y de las JONS (unificadas) y
monárquicos, falangistas, carlistas, la CEDA y ayuda de Italia y Alemania nazi. El objetivo era controlar
Madrid y Barcelona, así como la movilización simultánea de las guarniciones militares, dando protagonismo
al ejército de África (Franco). En julio se incrementó el enfrentamiento entre extremistas de izquierdas y de
derechas, lo que llevó a los asesinatos del teniente Castillo y del monárquico José Calvo Sotelo el 12 de julio.
El 17 de julio se produjo el levantamiento del ejército en Melilla, extendiéndose a Marruecos y, más tarde, el
18 de julio, a la Península, lo que llevaría a la Guerra Civil Española (1936-1939).
SALUD Y REPÚBLICA
TEMA 16: LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)
Alemania nazi. El objetivo era controlar Madrid y Barcelona, así como la movilización simultánea de las
guarniciones militares, dando protagonismo al ejército de África (Franco). En julio se incrementó el
enfrentamiento entre extremistas de izquierdas y de derechas, lo que llevó a los asesinatos del teniente
Castillo y del monárquico José Calvo Sotelo el 12 de julio. El 17 de julio se produjo el levantamiento del
ejército en Melilla, extendiéndose a Marruecos y, más tarde, el 18 de julio, a la Península, lo que llevaría a la
Guerra Civil Española. La sublevación fracasó en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia,
debido al gran número de obreros y milicianos; aunque triunfó en ciudades como Sevilla, Córdoba, Granada
o la España interior, donde había zonas rurales trabajadas por jornaleros. España quedó dividida en dos
zonas: la zona republicana, fiel al gobierno legal, a la democracia y contraria al fascismo (FCKNZS); y la zona
estrecho de Gibraltar el 5 de agosto gracias al puente aéreo. El avance del ejército de África fue imparable:
con Yagüe se produjo el avance por Extremadura, conquistando Mérida y Badajoz, con lo que quedaban
unidas las dos zonas sublevadas; y continuó el avance hacia Toledo con la conquista de Talavera el 3 de
septiembre y la liberación del Alcázar de Toledo el 27 de septiembre. Por su parte, Mola conquistó
Guipúzcoa, haciéndose con Irún el 5 de septiembre y con San Sebastián, el 13 de septiembre.
Posteriormente, el 1 de octubre, Franco fue elegido Jefe de la zona nacional (Jefe del Gobierno del Estado
Español y Generalísimo de los Ejércitos). A principios de noviembre se produjo la aproximación a Madrid.
El 7 de noviembre comenzó la batalla de Madrid (7 nov. 1936-mar. 1937). Se llevó a cabo una reorganización
de los ejércitos de los dos bandos (militarización de voluntarios), y ambos recibieron ayuda extranjera. El
gobierno de la República se marchó a Valencia (6 nov. 1936) y se formó en Madrid la Junta de Defensa de
Madrid (Gral. Miaja), que usó propaganda
batalla de la Ciudad Universitaria (nov. 1936), la batalla del Jarama (feb. 1937; sur de Madrid), la batalla de
Guadalajara (marzo 1937; norte de Madrid), a lo que se añade el importante ataque de las tropas fascistas
italianas, rechazado por los republicanos, dando lugar a la primera gran victoria republicana. No obstante,
los sublevados se hicieron con Málaga el 8 de febrero.
2ª Fase: etapa central de la Guerra (abril/mayo 1937-nov.1938)
En la segunda fase de la guerra, los sublevados renuncian a la conquista de Madrid y deciden conquistar el
Norte mediante una guerra de desgaste. Al principio, las fuerzas estaban equilibradas, pero la balanza se fue
inclinando hacia los nacionales. La franja cantábrica fue conquistada entre abril y octubre de 1937: Vizcaya
(Gral. Mola), Bilbao (19 junio), Santander (agosto) y Asturias (oct.), con lo que las minas de hierro y carbón y
las grandes industrias siderúrgicas quedaban en manos de los sublevados. En esta fase también se produjo el
bombardeo de Guernica.
Por su parte, la República organizó dos ofensivas sin éxito en Brunete (oeste Madrid) (julio 1937) y Belchite
(ago.-sept. 1937). Más tarde se produjo el ataque republicano sobre Teruel, conquistada por el General Rojo
(republicano) (ene. 1938), aunque fue reconquistada por los nacionales (feb. 1938).
Los sublevados llevaron a cabo la campaña de Aragón con el objetivo de alcanzar el Mediterráneo y dividir la
zona republicana, por lo que ocuparon Lérida (3 abril), Vinaroz (14 abril) y Castellón (14 junio). El 25 de julio
comenzó la Batalla del Ebro (25 jul.-15 nov. 1938), que sería un ejemplo de batalla de desgaste, siendo la
más sangrienta con más de 100.000 bajas. En esta, los republicanos cruzaron el río por Mequinenza para
atacar la retaguardia de los nacionales y, aunque al principio tuvieron éxito, hubieron de retroceder.
Finalmente, las tropas nacionales llevaron a cabo una contraofensiva (28 oct.), que provocó el hundimiento
de las fuerzas republicanas (15 nov.).
3ª Fase: última fase (15 nov. 1938-28 marzo 1939)
En la tercera y última fase, los sublevados toman las principales ciudades catalanas: Tarragona (15 ene.
1939), Barcelona (26 ene.) y Gerona (4 feb.). Azaña y Negrín deciden exiliarse el 5 de febrero y, a finales de
febrero, Francia y Gran Bretaña reconocen el gobierno de Franco, por lo que Azaña dimite. Negrín regresó a
la zona republicana (Centro- para
pedir la paz. En marzo, el coronel Casado (rep.) se subleva contra el gobierno de Negrín con el objetivo de
firmar una paz honrosa con los sublevados, por lo que crea un Consejo de Defensa. Por tanto, Negrín y su
gobierno abandonaron España el 6 de marzo. Por otro lado, Franco se negó a negociar y exigió la rendición
incondicional por lo que, finalmente, el 28 de marzo los sublevados entran en Madrid y el 1 de abril Franco
firmó el último parte de Guerra, por el que se daba por terminada la misma.
TEMA 16: LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)
o católicos del Opus Dei que aparecen en los años 60. Por último, tenemos a los franquistas puros o integrales,
caracterizados por la adhesión incondicional al Caudillo
Respecto a la evolución política del franquismo, distinguimos dos etapas condicionadas por las relaciones
internacionales: el primer franquismo (1939-1959) y el segundo franquismo (1959-1975).
El primer franquismo comienza con un régimen totalitario (1939-1945) en el que predomina la Falange en el
poder, que aportó un diseño del régimen nacional-sindicalista basado en el fascismo (sindicatos verticales, SEU,
sección femenina, control de los medios de comunicación). Se crearon las primeras Leyes Fundamentales para
intentar institucionalizar el régimen: el Fuero del Trabajo (1938) (1ªLF), que regula la vida laboral y económica
(salarios, jornada laboral); y la Ley Constitutiva de las Cortes (1942) (2ªLF), que serían consultivas y
para aparentar parlamentarismo. El régimen evolucionaría adaptándose a las circunstancias, lo
que se percibe en la política exterior. Al inicio de la II Guerra Mundial, España se declaró neutral a pesar de las
entrevistas de Franco con Hitler (Hendaya) y Mussolini (Bordiguera), pero en 1940, tras las victorias del Eje, pasó
a ser beligerante a cabo la ocupación de Tánger y enviando contra los
soviéticos (jun. 1941). En 1943, con la entrada de EEUU y las victorias de los aliados Franco volvió a declarar la
neutralidad para tratar de salvar su gobierno. Tras la derrota del fascismo, Franco apartó a la Falange para dar
más protagonismo a los católicos (ACNP: Asoc. Católica Nacional de Propagandistas), iniciándose el periodo del
nacional-catolicismo (1945-1957). España quedó aislada internacionalmente: veto de España en la ONU (1946),
retirada de los embajadores, cierre de la frontera francesa y exclusión del Plan Marshall. Se aprobaron nuevas
Españoles (jul. 1945), que recogía derechos y libertades de los españoles (no se llegan a garantizar del todo); la
Ley del Referéndum Nacional (oct. 1945), que daba la posibilidad de consultar al pueblo asuntos importantes; y
la Ley de Sucesión a la Jefatura de Estado (1947) para regular la sucesión, que definía a España como un reino
con monarquía autoritaria elegida por Franco, que sucedería al franquismo. Finalmente, Franco mejoró su
imagen exterior y su postura anticomunista (Guerra Fría) le ayudó a salir del aislamiento internacional. La ONU
levantó el veto en 1950 y España entró en 1955, regresaron los embajadores, también ingresó en la FAO,
UNESCO y FMS. Además, en 1953 se firmaron los Pactos de Madrid con EEUU (por el que se recibirían ayudas a
cambio de permitir bases militares estadounidenses); y el Concordato con la Santa Sede. En esta etapa se perdió
Marruecos (1956). En 1956 se produjo una crisis ya que las importaciones superaban a las exportaciones, fracasó
la política autárquica y se dieron tensiones entre las familias del régimen. El segundo franquismo (1959-1975)
comienza la formación de un nuevo gobierno en 1957 de tecnócratas o católicos del Opus Dei (1957-1969)
como Navarro Rubio, Ullastres, López Rodó y jóvenes ministros liberales (Manuel Fraga, López Bravo). Estos
llevaron a cabo una liberalización económica aplicando medidas acordes con el capitalismo occidental, poniendo
fin a la autarquía. Se promulgaron leyes que institucionalizaron definitivamente el régimen, como la Ley de
Principios Fundamentales del Movimiento (6ªLF) (1958) que defendía la Patria, la familia y la religión; definía a
España como monarquía tradicional, católica y representativa; y definía al
. En 1962, se creó la
vicepresidencia del Gobierno. Más tarde se suavizó la censura con la Ley de Prensa (1966) y, en 1967, se aprobó
la última Ley Fundamental: la Ley Orgánica del Estado, que separaba la jefatura de Estado y la presidencia del
Gobierno y contenía las Leyes Fundamentales anteriores. También ese año se aprobó la Ley de Seguridad Social
(1967). En 1969, Don Juan Carlos de Borbón fue nombrado sucesor de Franco por las Cortes, por lo que juró la
Ley de Principios del Movimiento Nacional y acordó una monarquía basada en el Movimiento y en las
Instituciones franquistas. En esta etapa se produjo la visita del presidente Eisenhower (EEUU) (1959), se solicita
entrar en la CEE (1962), se independizó Guinea Ecuatorial (1968), Sidi Ifni se integró en Marruecos (1969) y
España continuó insistiendo por recuperar Gibraltar.
Dentro del franquismo se acentuaría en esta etapa la división entre: los aperturistas, partidarios de avanzar hacia
el parlamentarismo y contrarios a los tecnócratas (Fernández Miranda, Cabanillas, Fraga), y los inmovilistas o el
El declive del régimen (1969-1975) comenzaría con el escándalo de Matesa (corrupción). Se formó un nuevo
gobierno monocolor, con Carrero Blanco en la vicepresidencia y 11 ministros del Opus Dei, que tuvo que
enfrentarse a una serie de dificultades: huelgas, manifestaciones universitarias, terrorismo (ETA y FRAP),
alejamiento de la Iglesia (Cardenal Tarancón) y la presión internacional de los gobiernos democráticos. No
obstante, destacan el acuerdo comercial con la CEE, la Ley Villar Palasí (educación) (1970), la Ley Sindical (1971)
y las relaciones con China y Alemania. En 1973, debido a su mala salud, Franco dejó la jefatura del Gobierno en
manos de Carrero Blanco, que sería asesinado por ETA el 20 de diciembre de 1973 (operación ogro). Así, se inició
el gobierno de Arias Navarro, formado por franquistas puros y reformistas, con la oposición de los inmovilistas.
Arias Navarro trató de mostrar una liberalización del régimen
(1974) y el derecho de Asociación política, aunque se acabó ejerciendo una dura represión de la oposición
Carlos se convierte en jefe de Estado de forma provisional. No obstante, Franco se recuperó y volvió al poder a
favor de los inmovilistas. En 1975 se produjo una gran crisis que se incentivó con la agitación estudiantil, la crisis
económica (desde 1973), la conflictividad social y la ley antiterrorista que autorizaba la pena de muerte (2 ETA y
3 FRAP) y que daría lugar a protestas internacionales contra la dictadura y a la retirada de los embajadores.
Además, el régimen se vio afectado por la Revolución de los Claveles (Portugal, 1974) o la Marcha Verde en
Marruecos (6-9 nov. 1975) (ocupación pacífica del Sáhara español). Finalmente, Franco falleció el 20 de
noviembre de 1975, con lo que Juan Carlos I se convirtió en rey de España (22 nov. 1975) y se inició una etapa de
incertidumbre hacia el futuro.
TEMA 17: LA DICTADURA FRANQUISTA (1939-1975)
estructuras del régimen), destacando Santiago Carrillo y Dolores Ibárruri. En este periodo tuvieron menos
presencia PSOE, UGT, CNT y CCOO. Surgieron, además, movimientos universitarios críticos al régimen como FLP
(Frente de Liberación Popular) y ASU (Asociación Socialista Universitaria), que hicieron frente al SEU (Sindicato
Español Universitario). En los años 60, algunos sectores de la Iglesia se alejaron del régimen (HOAC, JOC) tras el
Concilio Vaticano II. Además, surgen nuevos grupos de oposición: el PSI (Partido Socialista del Interior) con
Tierno Galván, Izquierda Demócrata Cristiana (Gil Robles, Ruiz-Giménez) y CCOO. Estas fuerzas de oposición se
reunieron en el IV Congreso del Movimiento Europeo (Múnich, 1962), donde hicieron una declaración exigiendo
la desaparición de la dictadura para dar paso a la democracia. Los periódicos franquistas lo llamaron, a modo de
A finales de los años 60, proliferaron los grupos ilegales: grupos a la izquierda
del PCE como LCR, ORT, PCE-R o PCE-ML, núcleos terroristas (ETA, FRAP y GRAPO) y partidos nacionalistas (PNV y
ERC). En los últimos años del Franquismo, durante el gobierno de Carrero Blanco se produjo cierta apertura
gracias a la Ley Sindical (1971), pero no había verdadera intención de abrir el régimen, por lo que Carrero Blanco
murió en un atentado de ETA el 20 de diciembre de 1973 (operación ogro). Su sucesor, Arias Navarro, anunció la
liberalización del régimen en su discurso del 12 de febrero de 1974 (espíritu del 12 de febrero), en el que
prometía mayor pluralismo gracias a la Ley de Asociaciones Políticas. Sin embargo, se trataba de mero
formalismo y se ejerció una violenta represión de las huelgas y manifestaciones (detenciones masivas,
declaración del Estado de Excepción, cierre de publicaciones, etc.).
En 1975 la oposición se reorganizó en grupos de acción conjunta: Asamblea de Cataluña, Plataforma de
Convergencia Democrática (PSOE de Felipe González y otros grupos) y la Junta Democrática (PCE de Santiago
Carrillo y otros grupos). Además, hubo críticas al régimen por parte de la Iglesia y el Ejército (UMD, Unión Militar
Democrática de jóvenes oficiales). El gobierno promulgó la Ley Antiterrorista que autorizaba la pena de muerte,
con la que se sentenció a 2 miembros de ETA y 3 de FRAP, lo que dio lugar a protestas internacionales contra la
dictadura. Finalmente, Franco falleció el 20 de noviembre de 1975, iniciándose así una etapa de incertidumbre
hacia el futuro.
Respecto a la cultura durante el régimen franquista, cabe destacar el exilio de numerosos intelectuales tras la
Guerra Civil que dejó a España sumida en la pobreza intelectual. Además, se comenzó a exaltar el nacionalismo
español y tanto las actividades culturales como los medios de comunicación estaban condicionados por la
censura. En literatura, destacan obras como La familia de Pascual Duarte (1942, Camilo José Cela), Los hijos de la
ira (1944, Dámaso Alonso) e Historia de una escalera (1949, Buero Vallejo). A partir de 1956 se dio una mayor
apertura: el Desarrollismo, destacando el cine folclórico (Lola Flores, Rocío Dúrcal, Marisol) y la inauguración de
la TV (1956), utilizada para difundir los valores del régimen (toros, fútbol). En la literatura de esta etapa
El Jarama (Sánchez Ferlosio), Las ratas (Delibes) y Tiempo de
Silencio (Martín Santos). Entre los autores del exilio destacan Rafael Alberti y Salvador de Madariaga. El cine
reflejaba la sociedad española de forma crítica (Bienvenido Mr. Marshall de García Berlanga y Muerte de un
ciclista, de Bardem). En cuanto al arte, en arquitectura se desarrollaron el Funcionalismo y el Racionalismo,
(basados en líneas sencillas, formas geométricas simples y materiales como acero u hormigón) con Rafael
Moneo y Ricardo Bofill. En escultura destacan Pablo Serrano (Escultura de Unamuno o El Príncipe Baltasar
Carlos) y Eduardo Chillida (acero; Escultura de la Sirena Varada). Por último, en pintura se renovó el estilo y se
usaron nuevos materiales; encontramos artistas como Antonio Tàpies (Ropa interior) o Antonio Saura (retrato
imaginario de Brigitte Bardot).
TEMA 18: HISTORIA DE LA ESPAÑA ACTUAL Y SU INTEGRACIÓN EN EUROPA (1975-2004)
1. LOS INICIOS DEL REINADO DE JUAN CARLOS I Y LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ESPAÑOLA (1975-1982)
La llegada al trono de Juan Carlos I tras la muerte de Franco (20 nov. 1975) trajo consigo un cambio político, pues
se produjo la transición de la dictadura a un sistema democrático. Se plantearon diversas formas de llevar a cabo
la Transición democrática: el continuismo del sistema franquista (búnker); la ruptura democrática formando un
gobierno provisional para decidir un sistema político; y la reforma política, desmantelando el franquismo a partir
de las instituciones y de las leyes franquistas. Esta última fue la elegida por Juan Carlos I.
1.1. El gobierno de Arias Navarro (dic. 1975-jul. 1976)
El rey mantuvo a Arias Navarro (franquista inmovilista) al frente del gobierno, quien incorporó a aperturistas
(Manuel Fraga, José Mª Areitza) y legalizó algunos partidos políticos, pero rechazaba las elecciones. El clima
social estaba agotado, con lo que en 1976 se produjeron unas 18000 huelgas (crisis económica, paro,
y más de 100 heridos); destacan también los Sucesos de Montejurra (mayo 1976) entre las fuerzas de
derecha. Esto promovió la unión de la oposición: la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia se
unieron en la Coordinación Democrática (Platajunta) para reclamar la disolución del gobierno. Finalmente,
Arias Navarro dimitió el 1 de julio de 1976.
1.2. El gobierno de transición de Suárez (julio 1976-junio 1977)
Juan Carlos I nombró presidente del gobierno a Adolfo Suárez, cuya actitud reformista le llevó a realizar
diversas reformas en 1976 como la legalización de los derechos de
amnistía parcial para los presos políticos. Además, inició contactos con Felipe González (PSOE) y Santiago
Carrillo (PCE). Se enfrentó a la oposición del ejército y los inmovilistas, por lo que dimitió el vicepresidente-
general Fernando de Santiago (ultraconservador) y fue sustituido por el Gral. Gutiérrez Mellado. Durante
este gobierno se llevó a cabo el proyecto de ley para la Reforma Política que, ideada por Torcuato Fernández
Miranda, acababa con el franquismo a partir de su propia legalidad, estableciendo la democracia como
forma de organización política del Estado Español. Además, establecía un sistema bicameral
(Congreso+Senado) elegido por sufragio universal cuya función sería elaborar las leyes. En noviembre de
1976 fue aprobada por las Cortes franquistas (mayoría) y, el 15 de diciembre de 1976, fue sometida a
referéndum para ratificarla (94% sí), por lo que entró en vigor el 4 de enero de 1977. Sin embargo, se desató
un clima de agitación política, destacando los enfrentamientos entre policías y manifestantes, los atentados
de ETA y GRAPO (secuestro del Presidente del Consejo de Estado), el 27 Congreso del PSOE y la matanza de
la calle Atocha por la extrema derecha (5 abogados del PCE; enero 1977). Por otro lado, el 1 de abril de 1977
se decretó la disolución del Movimiento Nacional y, más tarde, el 9 de abril de 1977 se legalizó el PCE por
Decreto Ley, lo que era necesario para celebrar elecciones democráticas y desató fuertes tensiones entre el
ejército y el gobierno. Antes de las elecciones, D. Juan de Borbón cedió oficialmente sus derechos al trono
español a Juan Carlos I. Finalmente, el 15 de junio de 1977 se convocaron elecciones en las que participaron
las principales fuerzas políticas: PSOE, PCE, UCD (Unión de Centro Democrático) y AP (Alianza Popular),
además de otros pequeños partidos. Adolfo Suárez, de UCD, triunfó con el 34,6% de los votos y consiguió
apoyo para formar gobierno.
1.3. La primera legislatura de UCD: Adolfo Suárez (junio 1977-feb. 1979)
En la primera legislatura de UCD destacan los Pactos de la Moncloa (27 oct. 1977) que, firmados por todos
los partidos políticos, estaban dentro de una política de consenso para solucionar los problemas que se
presentaban. En economía, problemas como la inflac
financiero y fiscal (contención de salarios, devaluación de la peseta). En sociopolítica, se precisaba de una
Constitución que reconociera los derechos elementales de la democracia. A su vez, se dieron numerosos
atentados terroristas, a pesar de la Ley de Amnistía (15 oct. 1977). Por otro lado, el 29 de septiembre de
1977 se restableció la Generalitat (presidente: Josep Tarradellas) y en 1978 se extendió el régimen
preautonómico a toda España, creándose 13 autonomías (Euskadi). Esto generó descontento en los sectores
de extrema derecha del ejército, que planearon un golpe de Estado (Operación Galaxia) que no llegó a
realizarse, tras lo que se creó el Ministerio de Defensa.
Posteriormente, la Comisión Constitucional eligió a 7 diputados (UCD, PSOE, PCE, CiU y AP) que serían los
C y llevarían a cabo el proyecto constitucional. Así, el 31 de octubre de 1978, la
Constitución fue aprobada por las Cortes y, el 6 de diciembre de 1978, fue aprobada en referéndum por el
pueblo español (88% sí), por lo que entró en vigor el 29 de diciembre 1978. Está constituida por 169 artículos
que recogen los principios de: soberanía nacional, monarquía parlamentaria como forma de Estado (el rey es
el Jefe de Estado, con poder limitado, y mando supremo de las Fuerzas Armadas) y división de poderes
(ejecutivo en el Gobierno, legislativo en dos cámaras, Congreso y Senado, elegidas por sufragio universal y el
judicial en tribunales coordinados por el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional). Además, incluye una
amplia declaración de derechos y libertades, define un Estado no confesional y reconoce la unidad de
España compatible con la pluralidad nacional, por lo que distingue entre nacionalidades y regiones y
establece dos vías para crear comunidades autónomas (art. 151 y art. 143). La Constitución de 1978 fue
resultado de un verdadero consenso entre grupos políticos de ideologías muy diversas.
1.4. La segunda legislatura de UCD
La segunda etapa de la Transición (1979-1982) comienza con la disolución de las Cortes una vez aprobada la
Constitución. El 1 de marzo de 1979 se convocaron elecciones en las que triunfó UCD (en minoría) y en abril
de ese año, fueron las primeras elecciones municipales democráticas, en las que la izquierda experimentó un
gran avance. Esta segunda legislatura de Suárez estaba caracterizada por una profunda inestabilidad política
debido a: divergencias internas en UCD, discrepancias sobre la organización de las autonomías, la crisis
económica (2ª crisis del petróleo, 1979), el terrorismo (ETA y GRAPO), amenaza de golpe militar por el
descontento del ejército franquista, y el acoso del PSOE, que llevó a cabo una moción de censura (mayo
1980). Todo esto llevó al aislamiento de Suárez y a su posterior dimisión el 29 de enero de 1981, con lo que
el rey designó a Calvo Sotelo como candidato a la presidencia. El ejército, por su parte, mantenía una actitud
crítica frente al gobierno, fomentada por su descontento con el terrorismo de ETA y los Estatutos de
Autonomía. Así, Tejero, Milans del Bosch y Armada llevaron a cabo un golpe de Estado el 23 de febrero de
1981 (23F) a las 6 de la tarde, durante la votación de investidura de Calvo Sotelo. Los guardias civiles de
Tejero asaltaron el Congreso y, a su vez, Milans del Bosch dio un golpe en Valencia y declaró el Estado de
Guerra. No obstante, el golpe fue un fracaso ya que no fue apoyado por el Estado Mayor ni por el rey. En
febrero de 1982, Tejero, Milans y Armada fueron sometidos a juicio y condenados 30 años.
El 25 de febrero de 1981 comenzó el gobierno de Calvo Sotelo, durante el cual se relanzó el proceso
autonómico, aprobando la LOAPA en 1982 (Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico). El
gobierno se enfrentó a varios problemas: la crisis interna de UCD, la presión de la Iglesia tras la Ley del
Divorcio (1981) y la entrada de España en la OTAN (1982) frente a la oposición del PSOE. Finalmente, el 28
de octubre de 1982 se convocaron elecciones anticipadas en las que triunfó el PSOE con Felipe González
(202 escaños), poniendo fin a los gobiernos de UCD y de la Transición.
TEMA 18: HISTORIA DE LA ESPAÑA ACTUAL Y SU INTEGRACIÓN EN EUROPA (1975-2004)
dato positivo como la mejora del PIB, la reducción del déficit público y un lento descenso del paro. En 2013 se
aprobó la LOMCE, una nueva ley de Educación (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). Mientras
tanto, en Cataluña se radicalizó la vida política: aumentaron los independentistas (CiU) y había tensiones con el
gobierno. El 2 de junio de 2014, Juan Carlos I abdicó, por lo que Felipe VI fue coronado. En la sociedad se
respiraba un sentimiento de hartazgo de la crisis y desconfianza en la clase política por los casos de corrupción.
Además, aparecieron partidos como Ciudadanos y Podemos.
El 20 de diciembre de 2015 el PP ganó las elecciones, pero sin mayoría absoluta. Como no consiguió formar
gobierno, el 26 de junio de 2016 se celebraron otras elecciones en las que el PP volvió a ganar y recibió el apoyo
de Ciudadanos, Coalición Canaria, UPN (Unión del Pueblo Navarro) y Foro Asturias para formar gobierno. Se
enfrentó a problemas como los casos de corrupción (Rodrigo Rato y las tarjetas black, Operación Lezo, caso
Máster) y la deriva independentista de Cataluña. En Cataluña, se aprobó la Ley de Referéndum (declarada
inconstitucional) y se convocó un plebiscito ilegal el 1 de octubre de 2017 en el que, según los organizadores,
votó el 43% del censo y el 90% a favor de la independencia. Tras esto, el 27 de octubre de 2017 se declaró
unilateralmente la independencia de Cataluña, pero el gobierno de España intervino y suspendió la autonomía
(art. 155). Los políticos catalanes fueron detenidos, pero Puigdemont (presidente de la Generalitat) huyó a
Bruselas. El 21 de diciembre de 2017 se celebraron elecciones a la Generalita
fuerzas proindependentistas se unieron por lo que el 14 de mayo Quim Torra era nombrado presidente.
El 1 de junio de 2018, Pedro Sánchez hizo una moción de censura al gobierno del PP, por lo que Rajoy abandonó
la política y Pablo Casado fue elegido líder del PP. El 2 de junio de 2018, se inicia una nueva legislatura del PSOE
bajo la presidencia de Pedro Sánchez, aunque contaba con pocos apoyos parlamentarios, por lo que no se
aprobaron los presupuestos del Estado y hubo de convocar elecciones el 28 de abril de 2019. El PSOE ganó, pero
no tenía apoyos suficientes, por lo que se celebraron nuevas elecciones el 10 de noviembre de 2019. Finalmente,
s y la entrada de VOX en
el parlamento. El 8 de enero de 2020 se formó, por tanto, el primer gobierno de coalición de la democracia con
PSOE y Unidas Podemos. Después, a finales de febrero, la pandemia del COVID-19 azotó el país, por lo que se
declaró el Estado de Alarma, provocando la paralización de la vida económica y una elevada mortalidad
(especialmente en los más mayores), con cifras que alcanzan las 28706 muertes (24 mayo).
TEMA 18: HISTORIA DE LA ESPAÑA ACTUAL Y SU INTEGRACIÓN EN EUROPA (1975-2004)
bandera de la región se compone de un rectángulo dividida verticalmente en dos cuadrados iguales: el 1º, junto
al mástil, de color rojo carmesí, con un castillo de oro mazonado de sable (negro) y aclarado de azur (azul) y el
establece
regional, provincial o municipal y figurará al lado de la bandera de España, que ostentará un lugar preeminente .
Coment!ios
de
Texto
COMENTARIO DE TEXTO: CONSTITUCIÓN DE 1812
El texto al que nos enfrentamos responde a la Constitución de 1812, creada, tal y como afirma el mismo, por las
destinatario al que
va dirigido es público, pues se trata de una Constitución y va destinada al pueblo español. Se trata de una fuente
primaria y es de naturaleza jurídica, ya que establece un conjunto de reglas por las que se tiene que regir la sociedad
española del momento; y política, porque supone un cambio en la sociedad.
La idea principal del texto es conformar un marco legislativo de derechos y deberes de todos los españoles bajo la
defensa de los principios del liberalismo, rompiendo con los elementos sustentantes del Antiguo Régimen. Mientras
que las ideas secundarias son los diferentes artículos que conforman la Constitución, de los que hablaremos a
continuación.
El texto se enmarca en la invasión napoleónica y el nombramiento de José I como rey tras las abdicaciones de
Bayona, ya que el pueblo español, que desea el regreso de Fernando VI, se ve obligado a organizarse formando así
Juntas locales, que después se unen en Provinciales, dando lugar finalmente a la Junta Suprema Central (Cádiz). En
1810, debido al avance de los franceses, la Junta se disuelve y el poder pasa a un Consejo de Regencia que convoca
elecciones a Cortes generales y extraordinarias. Las Cortes estarían formadas, tal y como afirma la Constitución, por
una cámara única elegida por sufragio universal masculino, sin distinción de estamentos entre los diputados (Art. 27
y 34). En la sesión inaugural del 24 de septiembre de 1810, se proclamó la soberanía nacional (Art. 3) y,
posteriormente, el 19 de marzo de 1812, se creó la Constitución, inspirándose en el racionalismo francés y las ideas
ilustradas. Por esto incluye artículos con ideas ilustradas y liberales: la división de poderes (Art. 15, 16 y 17),
proclamación de los derechos y libertades individuales (Art. 4), la igualdad ante la ley (Art. 258), la religión católica
como única permitida (Art. 12) y la Monarquía parlamentaria como forma de gobierno (Art. 14). Otros artículos de
los que habla la Constitución son: la reforma de impuestos y de Hacienda, educación primaria pública y obligatoria,
servicio militar obligatorio y la creación de un ejército nacional. Las Cortes además aprobaron una serie de Decretos
y Leyes que suprimían el Antiguo Régimen: libertad de prensa, abolición de la Inquisición o supresión del mayorazgo
entre otros.
La Constitución de 1812 fue, por tanto, un modelo del primer constitucionalismo occidental ya que supuso un
cambio en la sociedad de la época y un gran avance hacia el liberalismo y la caída del Antiguo Régimen, influyendo
en países como Portugal, Italia o América Latina.
COMENTARIO DE TEXTO: ANULACIÓN DE LA OBRA DEL TRIENIO LIBERAL
Nos encontramos ante un fragmento de un texto histórico que se corresponde con el Decreto
del 1 de octubre de 1823, proclamado por Fernando VII, monarca absolutista, en Madrid y en
dicha fecha para declarar nula la obra del gobierno del Trienio Liberal, etapa progresista de su
reinado que resulta del pronunciamiento de Riego en 1820. El destinatario es público, pues su
finalidad es que llegue a todo el pueblo español para que la vuelta al absolutismo sea conocida
por todos. Se trata de una fuente primaria ya que contribuye a elaborar la historia de lo que
ocurre en ese momento, y es de naturaleza jurídica y política, pues se trata de un decreto que
implica cambios en la forma de gobierno y afecta a la sociedad española del momento.
La idea principal del texto es declarar nulos todos los actos del gobierno del Trienio Liberal y
las ideas secundarias son, por tanto, la traición y la violencia que llevaron a la formación del
gobierno progresista, la oposición de la población antiliberal contra la Constitución de 1812 y
de las potencias absolutistas europeas, que formaban la Santa Alianza e intervinieron con los
Cien Mil Hijos de San Luis para restaurar el absolutismo en España, y por último, la falta de
libertad y la obligación a la que fue sometido Fernando VII durante el Trienio Liberal.
Por tanto, el texto se enmarca en el final del Trienio Liberal y, por tanto, el inicio de la Década
Ominosa. Tras la firma del Tratado de Vallençay y el fin de la guerra, Fernando VII regresa a
España y tras recibir el Manifiesto de los Persas por parte de 69 diputados absolutistas en
Valencia, una de las paradas del viaje que realizó por España, decide reinar de forma absoluta.
Por tanto, mediante un golpe de Estado y el Real Decreto del 2 de mayo de 1814, restaura el
absolutismo y anula la Constitución de 1812 y la obra legislativa de las Cortes de Cádiz.
Durante este periodo se dan levantamientos progresistas para tratar de acabar con el
absolutismo fernandino, aunque todos fracasan, a excepción del Pronunciamiento de Riego el
1 de enero de 1820. Tras este, Riego promulga la Constitución de 1812, y la sedición se
extiende por todo el país, por lo que finalmente Fernando VII se ve obligado a jurar la
Constitución, tal y como expresa en el texto dado, clasificando el levantamiento de traición y
violencia fruto del desastre. Durante esta etapa progresista, se forman nuevas Cortes cuya
obra legislativa será un intento de segunda Revolución Liberal para tratar de acabar con el
Antiguo Régimen, incluyendo así la supresión de mayorazgos y señoríos, de la inquisición, o de
los gremios, entre otras cosas. No obstante, en 1822, se produce una reacción absolutista por
parte de la oposición. Así, la Santa Alianza, formada por las potencias absolutistas europeas,
decide intervenir y restaura el Antiguo Régimen en España, comenzando la Década Absolutista.
Fernando VII declara entonces nula la obra del gobierno del Trienio, mediante este decreto, el
Decreto del 1 de octubre de 1823, declarando los desastres y la violencia ejercida por el
gobierno progresista, así como la falta de libertad a la que fue sometido en esta época. Por
tanto, este decreto tiene como consecuencia una fuerte represión a los liberales, conocida
como terror blanco, y el restablecimiento del absolutismo en el país, aunque en 1825
Fernando opta por una política más abierta ya que se enfrenta a diversos problemas como son
la oposición de carlistas y liberales, y el problema de sucesión debido a que no tenía
descendencia masculina y tuvo que promulgar la Pragmática Sanción para derogar la Ley Sálica
y permitir que su hija pudiese reinar, por lo que necesitaba ganarse el apoyo del pueblo. Esto
llevaría a la oposición de Carlos M.I., y al origen del carlismo, lo que se traduce posteriormente
en el desarrollo de numerosas guerras carlistas que enfrentarán a los defensores de Carlos,
con los isabelinos, produciéndose por tanto una disputa entre los dos absolutismos: el
intransigente y el moderado, respectivamente.
3. EXPOSICIÓN A LA REGENTE DE LOS OBJETIVOS DEL DECRETO DE DESAMORTIZACIÓN
Nos encontramos ante un texto histórico que se corresponde con la Carta de presentación de
los objetivos del Decreto de Desamortización del clero regular a la Regente MªCristina, escrita
en Madrid, en febrero de 1836, por Mendizábal, político liberal progresista que gobernó entre
1835 y 1836, durante la Regencia de MªCristina. El destinatario es privado, ya que se trata de
una carta dirigida específicamente a la Regente, aunque posteriormente se publicaría en el
Gaceta de Madrid. Se trata de una fuente primaria ya que contribuye a elaborar los
acontecimientos históricos del momento y es de naturaleza política y literaria, puesto que está
relacionado con un hecho determinado (la desamortización de Mendizábal) y tiene cierto
carácter subjetivo, además de provocar cambios en la sociedad y en la economía de la época,
pues supone la venta de las tierras amortizadas y la obtención de capitales privados por parte
de la burguesía.
La idea principal del texto es exponer a la Regente MªCristina los objetivos del decreto de
desamortización y las razones por las que debería aprobarlo. Las ideas secundarias son, por
tanto, dichas razones expuestas, como vivificar las tierras conocidas como manos muertas
(amortizadas), contribuir al proceso de industrialización en el que España iba con retraso,
unificar la patria, alistar a las bandas del liberalismo a los compradores de los bienes
desamortizados, la mejora de la economía y la obtención de beneficios por parte del Estado
con los que saldar la deuda pública, que es el dinero que debe el estado a propietarios
privados o a otros países.
La idea principal del texto es manifestar las promesas progresistas y difundirlas por España
para que el pueblo apoye los levantamientos llegando a una revolución popular progresista.
Por otro lado, las ideas secundarias son las diferentes promesas que el manifiesto contiene,
que se corresponden con el ideal liberal progresista: la soberanía nacional, limitar el poder de
la corona, que hasta entonces elegía a los senadores de la cámara alta, libertad de imprenta,
ampliación del cuerpo electoral, aunque seguía siendo censitario, reconocer los derechos y
libertades individuales y colectivos, fortalecer los poderes locales, destacando en esta época
las Juntas y la Milicia Nacional, para eliminar la centralización, que había sido impuesta por los
moderados, y reestablecer la Milicia Nacional, constituyendo así la estructura de un nuevo
estado liberal progresista.
Este texto se enmarca en el final de la década moderada y el inicio del bienio progresista,
siendo ambas etapas del reinado de Isabel II. Tras la muerte de Fernando VII, se desarrolla una
época caracterizada por la alternancia en el gobierno de liberales moderados y progresistas,
corrientes que se habían consolidado en este siglo. La década moderada comienza tras la caída
de la Regencia de Espartero, de carácter progresista y autoritario. Isabel II es declarada mayor
de edad por las Cortes y manda formar gobierno a los moderados, comenzando con González
Bravo, a quien después sucede Narváez. Entonces se proclama la Constitución de 1845, con
ideas moderadas, para sentar las bases de un Estado moderado con ideas y reformas como el
aumento del poder de la corona y la limitación de las Cortes, supresión de la Milicia Nacional y
creación de la Guardia Civil y la soberanía compartida, entre otras. Posteriormente, con Bravo
Murillo se mejoran las relaciones con la Iglesia gracias al Concordato con la Santa Sede (1851),
y finalmente el gobierno de los moderados acaba con el Conde de San Luis, ya que se produce
una reacción contra el gobierno debido a diversas razones como la corrupción o el intento
fallido de reformar la Constitución en sentido autoritario. Por lo tanto, el 30 de junio de 1854
se produce el Pronunciamiento de Vicálvaro, o Vicalvarada para acabar con el gobierno, pero
anifiesto de
Manzanares que fue redactado por Cánovas del Castillo y que constituía un conjunto de
promesas progresistas, como las que se nos muestran en el texto: libertad de imprenta,
restablecimiento de la Milicia Nacional, Soberanía Nacional, etc. Este manifiesto se difundió
por el país y contribuyó a que se formaran levantamientos progresistas y Juntas
revolucionarias que ejercerían presión al gobierno. Por tanto, se trata de un factor muy
importante en el triunfo de la revolución progresista, y gracias a esta presión, la reina se vio
obligada a formar un nuevo gobierno progresista dirigido por Espartero. En 1854 se
convocaron Cortes Constituyentes cuya obra destaca ya que crearon la Constitución de 1855,
lamaron diversas leyes que contribuyeron a la
industrialización y consolidación del capitalismo en el país: La ley general de ferrocarriles, la ley
de desamortización general civil y eclesiástica y la ley de Bancos de Emisión y Sociedades de
crédito. No obstante, estas no favorecieron a las clases populares, por lo que se dieron huelgas
y levantamientos que desgastaron al gobierno y provocaron la vuelta al moderantismo.
Mercedes Gómez-Calcerrada 2ºBto. D
La idea principal del texto es proclamar la desobediencia al régimen de Isabel II y manifestar sus intenciones
para el nuevo gobierno de signo democrático, de forma que estas se extiendan por el país llamando así a los
españoles a levantarse contra el sistema. Las ideas secundarias son, en primer lugar, las críticas al anterior
gobierno, como son: el sufragio corrompido por la amenaza y el soborno. También encontramos las bases del
nuevo Gobierno, entre las que destaca el sufragio universal como base de la regeneración social y política, ya
que pretendían ampliar el cuerpo electoral tal y como incluye el ideario progresista; y, por último, hace
referencia a los apoyos de la revolución: los liberales, las clases acomodadas, el clero y Europa.
El texto se enmarca en el final del reinado de Isabel II y, por tanto, en el comienzo del periodo conocido como
Sexenio Democrático. En los últimos años de reinado de Isabel II, el gobierno se torna hacia el moderantismo,
llegando a practicarse incluso un gran autoritarismo. La reina opta por contar únicamente con gobiernos
del
país que se llevaba arrastrando durante todo el siglo, empeorando así la crisis de 1866. Esto dio lugar a una
crisis industrial en Cataluña, pues subieron los precios de la materia prima, disminuyó la demanda textil y
aumentaron los despidos. Por otro lado, también generó una crisis financiera, pues las inversiones ferroviarias
que se habían llevado a cabo durante este periodo para tratar de acelerar la industrialización no eran rentables.
Y, por último, también se produjo una crisis de subsistencia, ya que se dieron malas cosechas, lo que llevó a
una subida de los precios de hasta un 100% debido a la carestía de trigo. Además, se añade el deterioro político
de la etapa, ya que el sistema isabelino tenía una fuerte oposición formada por negociantes, industriales,
intelectuales, obreros y campesinos, que no dudaron en rebelarse contra el gobierno mediante revueltas como
la Revuelta de los sargentos de artillería del cuartel de San Gil en junio de 1866. Entonces la reina decidió
ll, que se encontraba al mando del gobierno, y poner en su lugar a Narváez. Durante su
gobierno, en agosto de 1866, se firmó el pacto de Ostende en Bélgica por la oposición (progresistas,
demócratas y unionistas), para acabar con Isabel II y establecer un nuevo sistema político de signo
democrático. Tras la muerte de Narváez en 1868, le sucede González Bravo, que ejerció una fuerte represión,
aunque finalmente el 17 de septiembre de ese año se produjo la Revolución la Gloriosa . Esta comienza con
el pronunciamiento de los generales Prim, Serrano y Topete contra la reina, y la lectura del Manifiesto de
La idea principal del texto es difundir por todo el Estado español la abdicación del hasta entonces
rey Amadeo I de Saboya y las razones de la misma. Las ideas secundarias son, por tanto, dichas
razones, entre las que destaca la constante lucha e inestabilidad de España, pues los españoles,
tal como afirma, luchan entre ellos por lo que el rey no puede intervenir dentro de la ley. Otra
idea es que los mismos españoles son los que agravan y perpetúan los males de la nación, es
decir, los problemas que lleva arrastrando tanto tiempo.
7. PROTESTA DE LOS DELEGADOS DEL SEGUNDO CONGRESO DE LA REGIÓN ESPAÑOLA DE LA AIT EN ZARAGOZA
Nos enfrentamos a un texto histórico que se corresponde con la protesta realizada por los obreros del segundo
congreso de la AIT, concretamente redactada por los delegados de la Región Española de la AIT, y que tuvo lugar
en Zaragoza el 8 de abril de 1872. Al tratarse de una protesta, el destinatario es público, ya que su finalidad es
extenderse por el Estado español, de forma que llegue a los obreros del país. Es una fuente primaria, ya que
contribuye a elaborar la historia y es de naturaleza política o circunstancial ya que, además de tener una coyuntura
muy concreta (pues se trata de un manifiesto de protesta), tiene implicaciones en la sociedad, ya que va a suponer
la movilización de los obreros de España por la lucha por la justicia social y para acabar con la sociedad de clases.
La idea principal del texto es hacer un llamamiento a los obreros españoles para que protesten contra el sistema
bipartidista y contra la opresión y violencia ejercida por parte de los burgueses. Las ideas secundarias son las
críticas al sistema burgués y a los propios burgueses, como es el hecho de que incumplan las leyes que ellos
mismos establecieron con la Constitución de 1868, ya que explotan, reprimen y ejercen violencia contra los
obreros, tal y como se afirma en el manifiesto.
El texto se enmarca en el reinado de Amadeo I de Saboya, que fue monarca desde 1870 (tras la Regencia de
Serrano) hasta 1873. Después de la Revolución la Gloriosa de 1868 , en la que se acabó con la monarquía
isabelina, se promulgó la Constitución de 1868, la primera democrática que defendía entre otras cosas la
Soberanía Nacional y una amplia declaración de derechos y libertades que favorecieron al pueblo y las clases
populares. Por su parte la sociedad española pasó de ser estamental a convertirse en una sociedad de clases, una
sociedad capitalista en la que se da igualdad ante la ley, pero que da lugar a una enorme desigualdad en función
del nivel de renta y de la propiedad de los medios de producción. Así, las clases populares percibieron un notable
ascenso en el poder de la burguesía, que tendía a imitar a la vieja aristocracia convirtiéndose así en la nueva clase
dirigente e incumpliendo los principios de libertad y derechos de los trabajadores que establecía la Constitución
de 1868. Esta burguesía estaba formada por industriales, financieros y latifundistas y por las clases medias, frente
a las clases populares, que no habían obtenido beneficios de la Revolución a pesar de haber participado en esta,
y que las componían el campesinado, los sectores servicios y artesanos, los obreros y los marginados. Debido a
esto se comienzan a dar los primeros movimientos sociales y, aunque el movimiento obrero ya se había
comenzado a desarrollar escasamente y mediante motines con carácter ludita antes de la Revolución, no es hasta
1868 que experimenta su gran desarrollo gracias al inicio de la libertad de asociación y la influencia de la I
Internacional, una organización que agrupaba al proletariado del mundo para enfrentarse unidos a la causa
común. El movimiento obrero se basaba en luchar por mejorar las duras condiciones laborales y de vida de los
trabajadores. Es por ello que en 1870 se crea la Federación Regional Española (FRE) de la AIT, para tratar de
organizar el movimiento en España además de estudiar los problemas socioeconómicos de los trabajadores y
protestar contra las injusticias, tal y como se muestra en la protesta que comentamos. No obstante, este gran
desarrollo fue frenado por el General Serrano ya que durante su dictadura se disolvió la AIT y se prohibieron las
asociaciones obreras, que tuvieron que continuar en la clandestinidad o camufladas, como fue el caso de la Asoc.
General del Arte de Imprimir fundada por Pablo Iglesias, que después se convertiría en lo que hoy en día es el
PSOE. Posteriormente en 1877 se produjo la legalización definitiva de las asociaciones obreras y, gracias a la
progresiva industrialización, el movimiento obrero adquirió mayor importancia. Así, en España se dividió en dos
principales ramas, el anarquismo, con ideología colectivista, libertaria, apolítica, anticlerical y revolucionaria, que
buscaba una propiedad y economía colectivas y, en definitiva, la destrucción del Estado; y el socialismo, que
comparte con la anterior el carácter colectivista, anticlerical y antiburgués, pero que, a diferencia del anarquismo,
era partidario de la vía política para transformar la sociedad burguesa. En 1879, el movimiento socialista se
consolidó con la fundación del Partido Socialista Obrero Español por Pablo Iglesias, para enfrentarse a los partidos
burgueses en la lucha por el poder y, en 1888 se fundó un sindicato socialista, la Unión General de Trabajadores.
Así, ambos movimientos continuaron desarrollándose hasta la actualidad, luchando unidos por la causa común:
acabar con la sociedad capitalista y de clases; y consiguiendo además numerosas mejoras en las condiciones
laborales de los trabajadores tanto en España como en otros países del mundo que también se unieron en la ya
mencionada I Internacional y en la Segunda Internacional de 1889, hasta el punto de que en 1890 se declaró el 1
de Mayo Día del O como forma de conmemorar el movimiento obrero a nivel mundial.
10. MANIFIESTO CONJUNTO DE UGT-CNT EN 1917
Nos encontramos ante un texto histórico que se corresponde con el Manifiesto firmado por los representantes de la UGT
y la CNT, sindicatos obreros socialista y anarquista, respectivamente, realizado en 1917 en Madrid como forma de unión
de ambas corrientes para presionar al gobierno. El destinatario es público, ya que ha de ser conocido por todos los obreros
al tratarse de una llamada a la huelga, así como por el gobierno. Se trata de una fuente primaria, pues contribuye a
elaborar la historia del momento, y tiene naturaleza política o circunstancial ya que tiene una coyuntura muy concreta y
se relaciona con unos hechos determinados de la época, concretamente con la huelga general de 1917, que fue convocada
mediante este manifiesto. Además, tiene implicaciones sociales, pues la finalidad era mejorar la vida de los trabajadores
españoles y provocó una movilización de gran parte de la población, económicas, pues es consecuencia del descenso de
los salarios, y políticas, pues provocaría la caída del gobierno de Eduardo Dato y el comienzo de los gobiernos de
concentración.
La idea principal del texto es advertir al Gobierno y llamar a los obreros, tanto socialistas como anarquistas, a la huelga
general, indefinida, y con el uso de los medios convenientes para protestar contra un sistema basado en la explotación y
que se muestra ajeno a las peticiones del proletariado para la mejora de sus condiciones de vida. Las ideas secundarias
son las causas y los objetivos de este manifiesto conjunto, como es el hecho de que el gobierno ignore las protestas del
movimiento obrero en busca de acabar con los males del país y de los trabajadores; el incumplimiento de la demanda
que ya los obreros habían realizado tras un congreso de la UGT; y como objetivo destaca el obtener unas condiciones de
vida decentes para el pueblo, utilizando para ello la huelga general e indefinida, que se hacía posible gracias a los
El texto se enmarca en el reinado de Alfonso XIII, cuando el sistema de la Restauración entró en crisis (1902-1931). Nos
encontramos en una época en la que el país estaba sumido en numerosos problemas, entre los que destacan la paulatina
descomposición de los partidos dinásticos, el aumento de la conflictividad social debido al auge del movimiento obrero,
la vuelta de la influencia política de los militares, el problema de Marruecos, etc., donde se establece un protectorado
difícil de mantener. Al comienzo del reinado de Alfonso XIII, en 1907, comenzó el gobierno de Maura (conservador), que
fue seguido de Canalejas (Liberal) tras la Semana Trágica de Barcelona de 1909. Ambos realizaron una serie de reformas
sociales, económicas, políticas y religiosas r la Revolución desde arriba, antes de que se produjera
la ley de descanso dominical, la ley electoral de 1907 para
acabar con el fraude electoral, la creación de mancomunidades provinciales, jornadas de 9h, la seguridad social, el servicio
militar obligatorio y la Ley del Candado para las comunidades religiosas. El gobierno de Maura acabó con la Semana
Trágica de Barcelona, en la que los soldados, unidos a republicanos, socialistas y sindicatos se opusieron a la decisión del
gobierno de enviar reservistas para hacer frente al problema en Marruecos. Tuvo graves consecuencias, entre ellas la
caída del gobierno. Por su parte, el gobierno de Canalejas acabó tras su asesinato en 1912, iniciándose así el gobierno de
Eduardo Dato (conservador). A pesar de todas las medidas regeneracionistas llevadas a cabo, el sistema entró en crisis y
la oposición (republicanos, obreros, nacionalistas y carlistas) comenzaron a cuestionar el turnismo o bipartidismo.
Además, el gobierno de E.Dato se declaró neutral ante la 1ª guerra mundial, lo que provocó que España se bipolarizara
debido a las distintas opiniones sobre la guerra. España suministró a los países en guerra, aunque esto tuvo consecuencias
sociales, pues las clases populares se empobrecieron ya que se desabasteció el mercado interior y aumentaron los precios,
pero no los salarios. Esto provocó conflictividad social, que llevó a que en 1916 se produjese un pacto entre los sindicatos
UGT y CNT para presionar al gobierno mediante el movimiento huelguístico. Así en 1917, ambos sindicatos, socialista y
anarquista, realizaron el manifiesto que estamos analizando, de forma conjunta, llamando a la huelga general indefinida,
promovida principalmente por Julián Besteiro. Dicha huelga se extendió a diferentes ciudades como Madrid, Barcelona,
Bilbao, Oviedo, etc. y la respuesta del gobierno fue a través del ejército, acabando con 70 muertos y más de 2000
detenidos. Además, no fue apoyada ni por el ejército ni por los parlamentarios, por lo que finalmente el 18 de agosto fue
sofocada. Paralelamente a esta crisis social, se desarrollaron también una crisis militar y una crisis política, contando las
tres con un objetivo común: el regeneracionismo del sistema social. No obstante, estas tres fuerzas fracasaron ya que no
contaban con más objetivos comunes. A pesar de esto calló el gobierno de Eduardo Dato y comenzaron los gobiernos de
concentración. Además, en cuanto a la crisis social, gracias a las huelgas se consiguió una mejora de las condiciones de
vida de los trabajadores y el fin de la inflación. Tras la caída del gobierno de E.Dato, le siguió una época en la que continuó
la inestabilidad política y la conflictividad social se incentivó debido a la influencia de la revolución rusa, a la recesión
económica y al incremento de los sindicatos. Finalmente se produjo una guerra social entre patrones y obreros, en la que
destacan huelgas, cierre de empresas y asesinatos. Entre estos últimos cabe mencionar el atentado hacia Eduardo Dato
el 8 de marzo de 1821. Gracias a este movimiento social, se conseguiría posteriormente la aprobación de la jornada de
8h y el fortalecimiento de los grupos de izquierdas, lo que desembocaría en la 2ª República años más tarde.
11. MANIFIESTO DEL GOLPE DE ESTADO DE PRIMO DE RIVERA
Nos enfrentamos a un texto histórico, pues contribuye a elaborar la historia del momento, que se corresponde con un
fragmento del manifiesto de Primo de Rivera, discurso en el que expone las causas del golpe de Estado que llevó a
cabo el 13 de septiembre de 1923. El destinatario es público ya que su autor, Primo de Rivera, se dirigió a todos los
españoles y al ejército para hacerles saber sobre el inicio de su dictadura y las causas de esta, así como para conseguir
su apoyo. Además, dicho manifiesto fue extendido mediante su publicación en la Vanguardia de Barcelona. Por otro
lado, se trata de una fuente primaria, ya que nos muestra de primera mano y sin modificaciones los sucesos ocurridos
en ese momento de la historia, en este caso, el golpe de Estado. Su naturaleza es circunstancial, ya que tiene una
coyuntura muy concreta, pues está relacionado con un hecho determinado como es el golpe de Estado de Primo de
Rivera que hundió el Régimen de la Restauración y dio inicio a una dictadura. Más concretamente, su naturaleza es
política, ya que supone un cambio en el sistema de gobierno, acabando con los gobiernos de concentración e
iniciándose el Directorio militar; además, tiene implicaciones sociales, ya que el golpe fue apoyado por grupos sociales
influyentes, como la burguesía, y los sindicatos obreros tampoco se opusieron al mismo, aunque este supuso un
control de la población por parte de los militares.
La idea principal del texto es exponer las causas del golpe de Estado de Primo de Rivera del 13 de septiembre de 1923,
con el que afirmaba liberaría al país de los políticos y, por tanto, del sistema de la Restauración. Así pues, las ideas
secundarias son dichas causas, que son: las farsas de la política, como caciques o el bandidaje político que incluye
hasta al propio rey; la tragedia de Marruecos, que considera propaganda separatista y una amenaza a la unidad
nacional; y, por último, otra de las razones sería el peligro de revolución social debido a todos los problemas que se
venían acarreando desde el 98 y que aproximan a España a un trágico fin.
El texto se enmarca en el fin del régimen de la Restauración y, por tanto, el inicio de la Dictadura de Primo de Rivera.
En 1917, una gran crisis afectó a España en tres ámbitos: militar, político y social. Esta fue fruto del aumento de la
inflación, las tensiones sociales por la mala situación de los obreros, el malestar de un sector del ejército y el
crecimiento de la oposición al sistema canovista. En el ámbito militar, se formaron Juntas de Defensa, ya que se perdió
poder adquisitivo y el desacuerdo con la política de ascensos, pues preferían el ascenso por antigüedad. Finalmente
se formó una rebelión militar que acabó con el arresto de cabecillas y el apoyo de Alfonso XIII, además de una subida
de sueldo. Por otro lado, la crisis del sistema, el cierre de las cortes y la fuerte oposición política, llevaron a una crisis
en el ámbito político. Se formó una Asamblea Parlamentaria ilegal en Barcelona (19 julio), sin mucho éxito debido a
las pretensiones inconstitucionales de formar un gobierno provisional y acabar con la Restauración, lo que no tuvo
apenas apoyo y derivó en el radicalismo y finalmente, la extinción. Por último, el deterioro de las condiciones de vida
de los trabajadores fue el causante de la crisis social que derivaría en un pacto de UGT y CNT y en una Huelga General
en todos los sectores que conllevó la paralización del país. En consecuencia, se ejerció una gran represión militar, con
detenciones y condenas. En definitiva, las tres fuerzas en lucha (ejército, parlamentarios y obreros), tenían un único
objetivo en común: el regeneracionismo del sistema, pero fracasaron ya que era lo único en lo que coincidían, aunque
cayó el gobierno de Eduardo Dato. Tras esto, los partidos dinásticos se descompusieron, comenzando unos gobiernos
de concentración muy inestables, durante los cuales aumentó la conflictividad social y los afiliados a UGT y CNT. Se
produjo una guerra social entre patrones y obreros, con huelgas, cierre de empresas y asesinatos, que acabó con una
gran represión militar y terrorismo policial y con el atentado contra Eduardo Dato (8 marzo 1921). Por otro lado,
ocurrió el desastre de Annual, una gran masacre del ejército español que trataba de completar la ocupación de la parte
oriental del Rif con el general Silvestre en cabeza, lo que supuso una gran conmoción pública y el inicio del Expediente
Picasso para buscar responsables. Finalmente, Primo de Rivera, apoyado por el rey, decidió llevar a cabo un golpe de
estado el 13 de septiembre de 1923, que formalizó mediante un manifiesto en el que exponía las causas del golpe,
esentada como un régimen transitorio, con aires reformistas,
y es por ello que fue apoyada por el rey, el ejército y la burguesía, y no se opusieron ni los partidos dinásticos ni
socialistas ni anarquistas. Así se inició el Directorio Militar, con Primo de Rivera al mando, cuyos objetivos eran:
restablecer el orden público mediante el gobierno militar de carácter dictatorial, que suspendió la Const. 1876 y
disolvió las Cortes; acabar con los males de la Restauración, como el caciquismo o el turnismo, para lo que se
disolvieron Ayuntamientos y Diputaciones y se creó un único partido (Unión Patriótica); frente al nacionalismo catalán
se prohibieron el himno, la bandera, etc.; y, por último, acabar con el problema de marruecos, para lo que se pidió
ayuda a Francia a partir de 1925, y finalmente mediante el desembarco de Alhucemas (sept. 1925), se consiguió la
rendición de Abd-el-Krim y el éxito de la ocupación española en la zona. Más tarde la dictadura entraría en declive ya
que, con el establecimiento del directorio civil en el que se sustituían los militares por civiles, apareció una fuerte
oposición que provocaría en 1930 la dimisión de Primo de Rivera.
13. CONSTITUCIÓN DE 1931
Nos enfrentamos a un texto histórico, pues contribuye a elaborar la historia del momento, que se corresponde con un
fragmento de la Constitución de 1931, promulgada durante la Segunda República Española por parte del gobierno
provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora. Cuenta con destinatario público, ya que va dirigida a todo el pueblo
español, de modo que todos conozcan el nuevo marco legislativo que regirá en España. Se trata una fuente primaria,
pues nos muestra de primera mano y sin modificaciones el articulado de dicha Constitución. Es de naturaleza jurídica,
ya que establece un conjunto de reglas por las que se tiene que regir la sociedad española del momento; además,
tiene implicaciones sociales debido a su articulado, en el que se reconoce la igualdad de todos los españoles y se da
prioridad al proletariado.
La idea principal del texto es conformar un marco legislativo de derechos y deberes de todos los españoles al nuevo
sistema político que es la República, con carácter democrático y progresista. Las ideas secundarias son los artículos
que se incluyen como son: definir a España como una República democrática de trabajadores de toda clase y como un
Estado integral en el que se admiten las autonomías (art.1); también se admiten los Estatutos como forma de
beneficiar a los nacionalistas catalanes firmantes del pacto de San Sebastián (art.11); reconoce amplios derechos y
libertades, como la igualdad ante la ley (art.2 y 25), el derecho a voto para ambos sexos desde los 23 años (art. 36),
etc.; se establece un Estado laico, con libertad de culto (art. 27), como muestra del anticlericalismo; la propiedad
privada queda subordinada a los intereses del Estado (art.44), tal y como defiende el socialismo; la enseñanza y la
cultura son consideradas función primordial del Estado (art.48); y, por último, establece división de poderes, quedando
el legislativo en las Cortes, elegidas por sufragio universal (art.51 y 52).
El fragmento se enmarca en la Segunda República Española (1931-1936), la cual tiene su origen en el triunfo
republicano en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, convocadas por el Almirante Aznar, tras las cuales
el rey Alfonso XIII decidió abdicar y dar paso a la República. Así, el 14 de abril de 1931 Niceto Alcalá Zamora proclamó
la Segunda República Española, y se creó un gobierno provisional integrado por el comité ejecutivo y los firmantes del
Pacto de San Sebastián (1930), entre los que encontramos: la derecha liberal republicana (Niceto), los republicanos de
izquierdas (Azaña), los republicanos radicales (Lerroux), socialistas (Largo Caballero), nacionalistas catalanes y
galleguistas. Dicho gobierno tuvo que afrontar problemas heredados de la etapa anterior que dañarían la imagen de
la República y obligarían a iniciar una serie de reformas urgentes. Estos son: la cuestión catalana, para lo que el
gobierno elaboró un Estatuto de Autonomía y consintió la Generalitat; la cuestión social, pues se hicieron reformas en
el campo para paliar las malas condiciones y la miseria; la cuestión militar, para lo que Manuel Azaña trató de reformar
el ejército y dar primacía al poder civil; la cuestión educativa, por la que Marcelino Domingo aprobó decretos sobre
Instrucción Pública con el objetivo de establecer una educación primaria gratuita, laica y obligatoria; en la cuestión
religiosa había gran hostilidad de la alta jerarquía eclesiástica, destacando el ataque del Cardenal Segura, y un fuerte
Vandalismo anticlerical; por último, el gobierno se enfrentó a los conflictos sociales generados por las huelgas de la
CNT, por lo que se creó la guardia de asalto. Además de las reformas llevadas a cabo por el gobierno provisional, este
contaba con el objetivo de elaborar un nuevo texto constitucional, por lo que el 28 de junio de 1931 se convocaron
elecciones a Cortes Constituyentes en las que triunfó la conjunción republicano-socialista, que promulgó la
Constitución de 1931 para dotar de un marco normativo al nuevo sistema político que era la República. La nueva
Constitución fue aprobada en diciembre y tiene carácter democrático y progresista, aunque no fue una constitución
Integral, aunque se admiten las autonomías. Además, reconoce amplios derechos y libertades, como son el derecho a
voto de hombres y mujeres mayores de 23 años, el matrimonio civil y la legalización del divorcio. Por otro lado,
establece que la propiedad privada está subordinada a los intereses del Estado, por lo que este tiene el poder de
expropiar, nacionalizar empresas, con la correspondiente indemnización, si fuese necesario. También encontramos la
división de poderes: el ejecutivo cae sobre el gobierno y el presidente de la República, el legislativo en las Cortes, y el
judicial en jueces y tribunales. Por último, la constitución establece la enseñanza y la cultura como función primordial
del Estado. Cabe destacar los artículos 26 y 27, que establecen un Estado laico, aconfesional, libertad de culto, fin de
la financiación estatal de la Iglesia, disolución de la Compañía de Jesús, y prohibición a las Congregaciones en la
enseñanza, el comercio o la industria. Fueron estos últimos artículos, principalmente, los que llevaron a la primera
crisis de gobierno y, por tanto, a la dimisión de Niceto Alcalá Zamora como jefe de gobierno ante su descontento con
la Constitución, siendo sustituido por Manuel Azaña. La Constitución de 1931 fue muy avanzada, pero no estuvo
consensuada entre partidos de izquierdas y derechas, y hubo problemas porque las disposiciones en materia religiosa
no contaban con el respaldo de los católicos. El texto constitucional establecía un sistema político con un gobierno
débil a merced de las Cortes, lo que se traducirá en una continua inestabilidad gubernamental. Esta dio pie al Bienio
Reformista ya que, tras ser aprobada, se formó el primer gobierno constitucional, con Niceto Alcalá Zamora como
Presidente de la República y Manuel Azaña como jefe de gobierno, además de republicanos de izquierda y socialistas.
Este gobierno trató de transformar la realidad española continuando las reformas ya iniciadas, pero se enfrentó a una
fuerte oposición formada por la derecha de Lerroux y CNT, FAI (Federación Anarquista Ibérica) y PCE por la izquierda.
Esto generó una fuerte conflictividad social que dio lugar a enfrentamientos frente a las fuerzas del orden público y a
los sucesos de Castilblanco, Arnedo y la región del Alto Llobregat, que irían minando poco a poco la estabilidad de esta
etapa de la República hasta su final en 1933.
14. PROCLAMACIÓN DEL GENERAL MOLA (5-VI-1936)
Nos enfrentamos a un texto histórico, ya que contribuye a elaborar la historia del momento, que se corresponde con
una circular escrita por el General Mola el 5 de junio de 1936, en Madrid, para informar a los implicados en la
conspiración militar sobre sus intenciones y objetivos. El destinatario es público porque se dirige a la población para
informar sobre las medidas que se pretenden implementar tras el pronunciamiento; y se trata de una fuente
primaria, pues nos ofrece información directa y sin modificar de lo ocurrido en el momento. Además, cuenta con
naturaleza política o circunstancial, ya que será determinante en la formación de la conspiración y marca los pasos a
objetivo es reformar por completo
el sistema político, instaurando una Dictadura Militar.
La idea principal del texto es informar a los implicados en la conspiración contra el régimen de la República sobre los
la instauración de una Dictadura Militar que restableciera el orden público y pusiera fin al gobierno del Frente
Popular. Las ideas secundarias son, por tanto, dichas instrucciones que refuerzan la idea de que el poder pase a
manos del Ejército, entre las que destacan la derogación de las leyes y el gobierno de la República, incluida la
Constitución de 1931; el restablecimiento de la pena de muerte y la violencia y represión contra todo aquel contrario
a la ideología del movimiento nacional, como son partidos políticos y sindicatos; y, por último, la instauración de una
Dictadura Militar que restablezca el orden, creando un Estado fuerte sometido a la disciplina impuesta por el
Ejército, el cual se compromete a respetar el Régimen Republicano y mantener las conquistas de la clase obrera.
El presente fragmento se enmarca en la última etapa de la República, cuando Azaña vuelve al poder tras su victoria
ante la derecha en las elecciones de febrero de 1936. En dichas elecciones triunfó el Frente Popular, una coalición de
los partidos de izquierda (IR, Unión Republicana, PSOE, PCE, etc.) cuyo programa incluía, entre otras cosas, la
amnistía para los detenidos en 1934 y retomar las reformas del Bienio Reformista (como la Reforma Agraria). No
obstante, el gobierno se enfrentó a una fuerte oposición, además de huelgas, manifestaciones y protestas obreras
(sindicatos) y violencia callejera con atentados, campañas de ataques contra la izquierda (Falange) e incendios de
edificios religiosos. Debido a esto, el 7 de abril de 1936, Alcalá Zamora fue destituido como presidente de la
República y sucedido por Manuel Azaña, quedando Santiago Casares Quiroga como Jefe de Gobierno (13 de mayo).
La conflictividad social se incrementó. Ocupaciones ilegales de anarquistas, huelgas de UGT y CNT, protestas de
terratenientes, fuerte anticlericalismo por el posicionamiento de la Iglesia con la derecha, etc. Tanto las izquierdas,
unidas en las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas) dirigidas por Santiago Carrillo, como las derechas, organizadas
Nos enfrentamos a un texto histórico, pues contribuye a elaborar la historia del momento, que se corresponde con el
discurso que Manuel Azaña, presidente de la República, recitó en el ayto. de Barcelona el 18 de julio de 1938. El
destinatario es público, pues va dirigido a todos los españoles y, en concreto, al pueblo de Barcelona para hacerles
recapacitar sobre la situación de guerra que se vive en ese momento. Por otro lado, se trata de una fuente primaria,
ya que nos ofrece información directa y sin modificaciones de lo ocurrido. El texto tiene naturaleza política-
circunstancial, pues busca sentar las bases de una futura reconciliación entre ambos bandos enfrentados en la guerra;
además, cuenta con implicaciones sociales y morales, ya que hace referencia a la moral de los españoles y llama a un
futuro en el que todos pongan de su parte para acabar con los conflictos y reconstruir el país.
La idea principal del texto es la apelación a la reconciliación entre ambos bandos y a escuchar el mensaje de aquellos
fallecidos en la guerra que piden Paz, Piedad y Perdón; así como la reconstrucción de España por parte de hombres
libres y en paz que habrán de sacar una lección de todo ello. Las ideas secundarias son la unión de todo el pueblo
español para reconstruir la nación, pues esta ha de ser una labor conjunta; por otro lado, Azaña muestra su rechazo a
la guerra y llama a tenerla siempre en mente, para sacar algo bueno de ello y que sirva como ejemplo para futuras
generaciones, evitando que se repita; por último, el reconocimiento a todos los caídos en combate en la lucha por sus
ideales.
El texto se enmarca en la Guerra Civil Española, concretamente en la segunda fase de esta, que abarca desde
abril/mayo de 1937 a noviembre de 1938. Para entrar en contexto, ha de ser mencionada la sublevación del bando
nacional el 17 y 18 de julio de 1936, fruto del clima de radicalización social, violencia callejera y bipolarización de la
vida política que encontramos en España tras las elecciones de 1936. El país quedó dividido en dos: republicanos, fieles
desde el Norte con Mola y desde el Sur, con Franco, siendo este último elegido Jefe del Gobierno del Estado Español
y Generalísimo de los ejércitos. Posteriormente, tuvo lugar la batalla de Madrid, donde los republicanos formaron una
Junta de Defensa y vencieron. Tras esto, se inicia la segunda fase de la guerra (abril/mayo 1937-nov. 1938), en la que
los sublevados apuestan por la conquista del Norte, llevando a cabo una guerra de desgaste que hizo que la balanza
se inclinara hacia el bando nacional, que entre abril y octubre de 1937 se hizo con la franja Cantábrica: Vizcaya (Mola),
Bilbao (9 junio), Santander (agosto) y Asturias (octubre), lo que provocó que las minas de hierro y carbón y las grandes
industrias siderúrgicas cayeran en sus manos. Además, en esta fase se produjo el bombardeo de Guernica. Por su
parte, los republicanos organizaron dos ofensivas sin éxito en Brunete (julio 1937) y Belchite (agosto-sept. 1937). No
obstante, se hicieron con Teruel en 1938, que fue reconquistada por los nacionales en febrero de ese año. Entonces,
los sublevados, cuyo objetivo era alcanzar el Mediterráneo y dividir la zona republicana en dos, llevaron a cabo la
campaña de Aragón (Lérida, Vinaroz y Castellón) y después vencieron en la Batalla del Ebro (25 julio-15 nov. 1938), la
más sangrienta de toda la guerra. En este marco cabe mencionar la figura de Manuel Azaña, presidente de la República
en su última etapa, quien ya había sido Jefe de gobierno durante el bienio republicano-azañista, destacando por sus
amplias reformas y por su papel como dirigente del bando republicano durante la guerra civil. Fue en el aniversario
del inicio de la guerra, en 1938, cuando dio su conocido hacer recapacitar a los
españoles. No obstante, en la tercera fase de la guerra (15 nov. 1938-28 marzo 1939), cuando los sublevados toman
Cataluña, tanto Azaña como Negrín se exilian el 5 de febrero, y Azaña dimite a pesar de que Negrín continúa insistiendo
(13 puntos) y regresa a la zona republicana. El coronel Casado se subleva contra su gobierno y trata de negociar con
Franco, pero este no cede y, finalmente, el 28 de marzo los nacionales se hacen con Madrid. Es importante mencionar
la evolución política de ambos bandos. En la zona republicana destaca el gobierno de Largo Caballero, uno de los tantos
sucesores de S.C. Quiroga, formado por una amplia coalición en la que se incluyeron anarquistas y se llevaron a cabo
importantes reformas como es la creación del Ejército Popular de la República. El gobierno se trasladó de Madrid a
Valencia ante la ofensiva de los sublevados, aunque fueron los enfrentamientos entre comunistas y anarquistas los
que le harían caer (Barcelona; mayo 1937). Le sucedió Negrín, partidario de resistir hasta el final, quien trató de llegar
del coronel Casado, que también trató de negociar. En el lado nacional primero se formó una Junta de Defensa
Nacional (Burgos), que acabó desapareciendo y Franco tomó el poder como Jefe de Gobierno, Generalísimo y Jefe de
la FET y de la JONS. Recibió el apoyo de la Iglesia y formó su primer gobierno en 1938, iniciando las primeras medidas
para institucionalizar el régimen. Finalmente, tras negarse a negociar con Negrín y con Casado y tras hacerse con
Madrid, el 1 de abril Franco da por finalizada una guerra que durante 3 años sumió al país en la desolación y que tuvo
graves consecuencias en diversos ámbitos. Las pérdidas humanas ascendieron a 450.000 muertos entre ambos
bandos, además, se produjo el exilio republicano en el que se marcharon 400.000 republicanos de los que regresaron
100.000 en la posguerra. A esto se añaden los prisioneros de guerra por delitos políticos, el hambre, las enfermedades,
etc. En economía, se produjeron pérdidas de reservas, disminuyó la población activa, la producción y el nivel de renta.
En política, se dio una dura represión por parte de ambos bandos y se inició un largo periodo de represión y falta de
libertades y derechos. Por último, también afectó culturalmente, pues murieron y se exiliaron muchos intelectuales,
se produjeron cambios en el sistema educativo y provocó un notable atraso cultural respecto a otros países. El discurso
de Manuel Azaña trató de remover la moral de los españoles para buscar, tal como afirma, paz, piedad y perdón entre
los bandos tras la guerra y conseguir así la reconciliación. Apela a la reflexión para que las generaciones futuras tengan
siempre en mente a todos los fallecidos en guerra, así como la historia de nuestro país, para evitar que se repita.
Además, es tan importante el papel que juega este discurso en nuestra historia, que son muchos los políticos que
actualmente siguen haciendo referencia a las palabras de Manuel Azaña para dirigirse al Congreso y a los españoles.
16. CONDENA DE LAS NACIONES UNIDAS
Nos enfrentamos a un texto histórico, pues contribuye a elaborar la historia del momento, que se corresponde con
la Resolución de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), institución supranacional
creada tras la II Guerra Mundial para establecer la paz y las relaciones internacionales, publicada en Nueva York el 12
de diciembre de 1946 y por la cual se denegaba a España el acceso a dicha organización. El destinatario es público,
pues es un acuerdo que ha de ser conocido por los diversos Estados partícipes en la ONU y, especialmente, por
España y su dictador. Además, se trata de una fuente primaria, ya que nos aporta información directa y sin
modificaciones de lo ocurrido en dicho momento. Por otro lado, su naturaleza es jurídica, pues establece las
relaciones diplomáticas y políticas que habrán de mantener los miembros de la ONU con España, por lo que cuenta
además con contenido político, contribuyendo al aislamiento internacional del país. También tiene implicaciones
económicas ya que, junto al intento de autarquía, provocará un estancamiento de la economía española.
La idea principal del texto es vetar a España de su participación en la ONU, provocando su aislamiento internacional,
debido al rechazo de todos los Estados al fascismo tras derrotar a las potencias del Eje en la II Guerra Mundial. Entre
las ideas secundarias encontramos las razones de dicho veto, así como las condiciones que el régimen de Franco ha
de cumplir para poder ser aceptado. En primer lugar, se califica al país como un Estado fascista influenciado por la
Alemania nazi e Italia y se denuncia el apoyo que Franco otorgó a las potencias del Eje. Por otro lado, se exige a
España la formación de un nuevo gobierno de carácter democrático, fruto de la voluntad de los españoles, y se
recomienda la retirada de Madrid de los embajadores y ministros plenipotenciarios de los Estados miembros de la
ONU hasta que dicho requisito sea cumplido.
Franco, caracterizada por ser un régimen totalitario, antiliberal, antidemocrático y anticomunista. En esta etapa de
comienzo de la dictadura, la sociedad estaba marcada por los desastres de la guerra, la represión política y el
inmovilismo, además que la política autárquica implantada por Franco, de la que hablaremos posteriormente, dio
lugar al hambre y la carestía, por lo que los únicos grupos beneficiados eran la alta burguesía comercial y los grandes
terratenientes, a pesar del predominio del sector primario frente a otros sectores. El franquismo se apoyó en una
serie de familias o instituciones cuya hegemonía iría variando en función de la voluntad del dictador a lo largo del
régimen. Entre ellas encontramos al ejército, la Falange, la Iglesia católica, los monárquicos, los tecnócratas y los
franquistas puros o integrales. A pesar de sus diferencias, todas ellas compartían la fidelidad al Caudillo y aportaron
los principios ideológicos del régimen: el nacional-patriotismo como aportación militar, el nacionalsindicalismo,
aportado por la Falange, el nacionalcatolicismo, el nacionalismo centralista, el tradicionalismo, el anticomunismo y el
antiliberalismo. La evolución política de la dictadura se va a ver condicionada principalmente por las relaciones
internacionales, por lo que distinguimos dos etapas: el primer franquismo (1939-1959) y el segundo franquismo
(1959-1975). Al comienzo del primer franquismo, se instauró un régimen totalitario con predominio de la Falange,
que diseñó un régimen nacionalsindicalista, con sindicatos verticales, la sección femenina y el control de los medios
de comunicación. Sin embargo, se trató de institucionalizar el régimen promulgándose las primeras Leyes
Fundamentales: el Fuero del Trabajo, para regular la vida laboral y económica, y la Ley Constitutiva de las Cortes, que
serían consultivas y de tipo corporativo. Mientras tanto, en el contexto internacional, los Aliados se enfrentaban a
las potencias del Eje en la II Guerra Mundial, ante la cual España se proclamó oficialmente neutral. Fue después, en
1940, cuando la guerra favorecía a las potencia
No obstante, en
1943, en vista de que la balanza se inclinaba hacia los aliados, Franco se retractó, declarando a España neutral,
aunque ya era tarde. En 1945, con la derrota de Alemania e Italia, comienza la hegemonía de los católicos en España,
el nacionalcatolicismo, y se aprobaron nuevas Leyes Fundamentales (el Fuero de los Españoles, la Ley del
Referéndum Nacional y la Ley de Sucesión a la Jefatura de Esta
que solo los órganos del Estado podían participar en las Instituciones. Sin embargo, España quedó aislada
internacionalmente debido al apoyo que había prestado al fascismo durante la guerra, por lo que fue vetada por la
ONU mediante la Resolución que aquí se expone, los embajadores de los distintos Estados miembros de la misma se
retiraron de M A esto se añade que
Franco había tratado de aplicar la autarquía como política económica desde el inicio del régimen con el objetivo de
conseguir la autosuficiencia, evitar el hambre y hacer de España un país más industrial. En este contexto, la
economía española se estancó, provocando una elevada inflación o la creación de las cartillas de racionamiento,
entre otras cosas. Finalmente, Franco trató de mejorar su imagen exterior y se dieron los primeros pasos de
liberalización económica, para lo cual le favoreció la Guerra Fría debido a su postura anticomunista, por lo que salió
del aislamiento internacional y fue reconocido y aceptado por el resto de Estados: la ONU levantó el veto en 1950
(entró en 1955), regresaron los embajadores, España ingresó en la FAO, UNESCO y FMS y, además, en 1953 se firmó
el Pacto de Madrid por el que recibió ayudas económicas de EE. UU. Esta política de liberalización económica vendría
de la mano de los tecnócratas del Opus Dei, quienes comenzaron a tomar las riendas de la economía tras la crisis de
1956 y el fracaso de la política autárquica. Navarro Rubio, Ullastres y López Rodó, entre otros, dieron comienzo a una
serie de medidas económicas acordes con el capitalismo, lo que se conoce como el Plan de Estabilización, cuyo
objetivo era la liberalización económica, pero no política. Gracias a esto se redujo la inflación, se estabilizaron los
precios y disminuyó el déficit y, a pesar de que conllevó la restricción de la actividad económica y un aumento del
paro y la emigración, tuvo como resultado un crecimiento espectacular de la economía que se extendería a lo largo
de los años 60.
17. ACUERDO POLÍTICO DEL CONGRESO DE MÚNICH EN 1962
Nos enfrentamos a un texto histórico, pues contribuye a elaborar la historia del momento, que se corresponde con la
Resolución aprobada durante el IV Congreso del Movimiento Europeo en Múnich (también llamado Contubernio de
Múnich), el 7 y 8 de junio de 1962, propuesta por la oposición española al franquismo. El destinatario es público, pues
su finalidad es mostrar a los políticos europeos el carácter antidemocrático del régimen franquista, así como hacer
saber al gobierno español las condiciones necesarias para ingresar en las instituciones europeas tales como la CEE. Se
trata de una fuente primaria, ya que aporta información directa y sin modificaciones sobre la dictadura. Por otro lado,
su naturaleza es política-circunstancial, con un amplio carácter ideológico, pues tiene una coyuntura muy concreta y
se trata de un acuerdo llevado a cabo por la oposición para denunciar el régimen franquista y exigir la democracia.
La idea principal del texto es denunciar el régimen franquista, exigiendo acabar con la dictadura y la aplicación de un
sistema democrático. Además, menciona las condiciones que España ha de cumplir, de acuerdo con la Convención
Europea de Derechos del Hombre y la Carta Social Europa, para posibilitar su integración en Europa. Las ideas
secundarias son, por tanto, dichas condiciones: instaurar un régimen democrático cuyas instituciones provengan de
la voluntad de los españoles; garantizar los derechos humanos, destacando la libertad personal y de expresión;
permitir las acciones sindicales que defiendan a los trabajadores (huelga); permitir los partidos políticos y las diversas
opiniones; y, por último, se confía que España cumpla dichas bases y renuncie a todo tipo de violencia para poder
incorporarse así a Europa.
El texto se enmarca en el segundo franquismo (1959-1975), etapa caracterizada por una mayor apertura al exterior y
liberalización económica. En primer lugar, para contextualizar cabe destacar que, tras la Guerra Civil Española, se
instauró en España una dictadura personal de la mano de Franco caracterizada por ser un régimen totalitario,
antiliberal, antidemocrático y anticomunista, en el que Franco acaparó todo el poder, apoyándose en familias e
instituciones como la Falange, la Iglesia Católica, el ejército, los monárquicos, los tecnócratas y los franquistas puros.
En la primera etapa de la dictadura, predominaron en el poder la Falange, que aportó el carácter fascista al régimen
y, más tarde, la Iglesia Católica, con la qu Además, en economía, se
aplicó una política autárquica que, sumada al aislamiento internacional debido al rechazo al fascismo tras la II Guerra
Mundial, daría lugar a una sociedad marcada por el hambre, la carestía, los desastres de la guerra, el inmovilismo y la
represión política sobre la oposición la cual se manifiesta con leyes como la Ley de Responsabilidades Políticas o la de
Represión de la Masonería y el Comunismo, entre otras. Es por ello que, durante la posguerra, la oposición del
movimiento obrero tuvo que desarrollarse en la clandestinidad mediante pequeños grupos como PSOE, PCE o CNT.
Además, en la oposición de los años 40 también se encontraban los grupos monárquicos que exigían la restauración
de la monarquía constitucional y democrática; los maquis o guerrilleros que combatían a las fuerzas del orden público
desde las zonas montañosas; y, por último, los republicanos en el exilio. Debido a la enorme represión interna, la
oposición quedó muy mermada, por lo que se perdió la esperanza de volver a la democracia ya que incluso el resto de
países reconocieron el régimen franquista. En la segunda etapa, comienza el protagonismo de los tecnócratas, que
llevaron a cabo un proceso de liberalización económica mediante el Plan de Estabilización (1959), con el que se ponía
fin a la autarquía y al aislamiento internacional. Esto favorecerá un crecimiento económico espectacular durante los
años 60, lo que transformaría la sociedad española de manera radical, mejorando así el nivel de vida de los españoles.
En esta etapa se produjo también una ligera apertura política, lo que fomentó el aumento de la oposición. Así, en los
años 50 esta se reorganizó y se dieron huelgas obreras y boicots en zonas industriales (Cataluña y P. Vasco). Además,
CNT o CCOO. También se desarrollaron movimientos universitarios críticos al régimen como FLP o ASU, que hacían
frente a SEU. En los años 60, tras el Concilio Vaticano II (1962-1965), algunos sectores de la Iglesia se separaron del
régimen. Por otro lado, surgen nuevos grupos de oposición como el PSI o Izquierda Demócrata Cristiana. En junio de
1962, las fuerzas de la oposición se reunieron en el IV Congreso del Movimiento Europeo en Múnich, donde redactaron
un acuerdo por el que se exigía la desaparición de la dictadura para dar paso a la democracia, lo que los periódicos
españoles afines a la dictadura llamaron, a modo de burla, el Contubernio de Múnich. A finales de los años 60,
proliferaron los grupos ilegales, surgiendo grupos a la izquierda del PCE (LCR, ORT, PCE-R, PCE-ML), núcleos terroristas
como ETA, FRAP Y GRAPO y resurgieron los partidos nacionalistas como el PNV o ERC. En los años 70, tras el escándalo
de Matesa (corrupción), se formó un nuevo gobierno con Carrero Blanco como vicepresidente, que tendría que
enfrentarse a huelgas, manifestaciones universitarias o acciones terroristas, entre otras cosas, a pesar de que se
produjo una mayor apertura con la Ley Sindical de 1971. Sin embargo, no había intención real de abrir el régimen, por
lo que Carrero Blanco, entonces Jefe del Estado, fue asesinado por ETA el 20 de diciembre de 1973 (operación ogro).
Posteriormente se formó el gobierno de Arias Navarro, con franquistas puros y reformistas, quien anunció la
liberalización del régimen con su discurso del 12 de febrero de 1974, permitiendo la Asociación Política. No obstante,
se trataba de mero formalismo, sin contenido real, por lo que se ejerció una dura represión contra la oposición, que
persistía en su lucha por conseguir la democracia. A partir de 1975, esta se reorganizó en grupos de acción conjunta
(Asamblea de Cataluña, Plataforma de Convergencia Democrática, Junta Democrática), y se produjeron críticas al
régimen por parte de la Iglesia y el Ejército (UMD). A pesar de la insistencia de la oposición mediante protestas, huelgas
y manifestaciones durante todo el franquismo, no sería hasta 1975, tras la muerte de Franco, que se alcanzaría la tan
ansiada democracia dando lugar a una etapa de incertidumbre hacia el futuro.
18. ADOLFO SUÁREZ. PUEDO PROMETER Y PROMETO
Nos enfrentamos a un texto histórico, pues contribuye a elaborar la historia del momento, que se corresponde con
el Discurso de Adolfo Suárez ante el pueblo español realizado el 13 de junio de 1977, dos días antes de las
elecciones, a modo de cierre de la campaña electoral de UCD. Asimismo, el autor intelectual
es el periodista Fernando Ónega (Onda Cero). Se trata de una fuente primaria ya que nos
aporta información directa y sin modificaciones de lo ocurrido en aquel momento. El destinatario es público, pues va
dirigido a todos los ciudadanos españoles que ejercerían su derecho a voto posteriormente. Por otro lado, su
naturaleza es política-circunstancial ya que cuenta con una coyuntura muy concreta y muestra las intenciones o
el discurso está ampliamente vinculado con el
programa político del partido (UCD), solicitando al pueblo su voto.
Adolfo Suárez
Entre las ideas secundarias destaca,
en primer lugar, la alusión a la buena labor del propio Suárez durante el gobierno de transición, ya que prometió
construir una democracia desde la legalidad y lo cumplió. El resto de ideas secundarias son sus promesas, como
mantener la presencia de las familias políticas en las Cortes, elaborar una Constitución pluripartidista, aplicar
medidas racionales que pongan fin a los problemas, lograr el entendimiento social para fijar las bases económicas,
aplicar los impuestos en función de la riqueza (que pague más quien más tiene), institucionalizar cada región y, en
definitiva, llevar todo esto a cabo con honestidad para alcanzar una España para todos.
El fragmento se enmarca en plena Transición Democrática. La muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 dio
lugar a un cambio político y, con ello, la transición de una dictadura hacia un sistema democrático. Surgieron
diferentes formas de llevar a cabo la Transición Democrática: el continuismo con el régimen franquista (búnker), la
ruptura democrática, formando un gobierno provisional para elegir sistema político, y la reforma política,
desmantelando el franquismo a partir de las instituciones y leyes franquistas (elegida por Juan Carlos I). Juan Carlos I
llegó al trono, convirtiéndose en jefe de Estado, y decidió mantener a Arias Navarro (franquista inmovilista) en el
poder, quien incorporó a aperturistas como Manuel Fraga o José Mª Areitza, pero se negaba a convocar elecciones.
Durante este primer gobierno de la monarquía, nos encontramos ante un clima social agotado, caracterizado por
numerosas huelgas por la crisis económica, el paro, la amnistía de los presos políticos, etc. en 1976, destacando la
huelga general de Vitoria (marzo 1976) y los sucesos de Montejura. Dicha situación posibilitó la unión de la
oposición, por lo que la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia se unieron en la Coordinación
Democrática, que reclamaba la disolución del gobierno. Finalmente, el 1 de julio de 1976, Arias Navarro dimitió, con
lo que Juan Carlos I nombró presidente a Adolfo Suárez, cuya actitud reformista le llevó a realizar una serie de
reformas en 1976: legalización de los derechos de reunión, manifestación, asociación, etc., amnistía parcial para
del
ejército y los inmovilistas. Como ya hemos mencionado, durante este gobierno se impulsó la Ley para la Reforma
Política que, ideada por Torcuato Fernández Miranda, acababa con el franquismo a partir de su propia legalidad y
establecía la democracia como forma de organización política del Estado Español. Además, establecía un sistema
bicameral (Congreso y Senado) elegido por sufragio universal, con la función de elaborar las leyes. La ley fue apoyada
por las Cortes franquistas en noviembre de 1976 y corroborada por referéndum el 15 de diciembre de 1976, con
victoria del sí (94%). Sin embargo, se desató un clima de agitación política, destacando los enfrentamientos entre
policías y manifestantes, los atentados de ETA y GRAPO, el 27 Congreso del PSOE y la matanza de la calle Atocha de 5
miembros del PCE por la extrema derecha. Por otro lado, el 1 de abril de 1977, se decretó la disolución del
Movimiento Nacional y, más tarde, el 9 de abril, se legalizó el PCE, lo que era necesario para celebrar elecciones
democráticas. El 15 de junio de 1977 se celebraron elecciones en las que participaron las principales fuerzas
políticas: PSOE, PCE, UCD y AP, con victoria de UCD. Así comienza la primera legislatura de UCD, con Adolfo Suárez
como presidente, quien formó un gobierno de apoyo. En dicha legislatura se empezaron a llevar a cabo las diversas
la
Moncloa (25 oct. 1977) por todos los partidos políticos, basados en una política de consenso para solucionar los
problemas que se presentan. Por un lado, los problemas económicos como la inflación, el paro o el déficit exterior
dieron lugar a una reforma del sistema financiero y fiscal (contención de salarios, devaluación de la peseta); mientras
que los problemas sociopolíticos precisaban de una Constitución en la que se reconocieran los derechos elementales
de la democracia. Durante este gobierno se dieron numerosos atentados terroristas, a pesar de la Ley de Amnistía
(15 oct. 1944). Además, a lo largo de 1978 se extendió a todo el territorio español el régimen preautonómico,
creándose 13 preautonomías. Todo esto generó descontento en los sectores del ejército de la extrema derecha, que
planearían un golpe de Estado,
Defensa. Por otra parte, tal como prometía Adolfo Suárez en su discurso de campaña, en 1978 la Comisión
aprobado por las Cortes el 31 de octubre de 1978 . Después, el 6 de diciembre de 1978, la Constitución fue aprobada
en Referéndum por el pueblo español, con lo que entró en vigor el 29 de diciembre de 1978. En ella encontramos
169 artículos que recogen los principios de soberanía nacional, monarquía parlamentaria como forma de Estado,
división de poderes, una amplia declaración de libertades, define un Estado no confesional, y reconoce la unidad de
España compatible con la pluralidad nacional. La Constitución de 1978 fue el resultado de un verdadero consenso
entre grupos políticos de ideologías muy diversas. Tras su aprobación se disolvieron las Cortes y en marzo de 1979
UCD volvería a ganar las elecciones, con lo que Adolfo Suárez continuaba como presidente del Gobierno. Además,
cabe mencionar que en abril de 1979 se realizaron las primeras elecciones democráticas municipales, en las que la
izquierda tuvo un gran avance. Esta segunda legislatura de Suárez llevó a su desgaste debido a la inestabilidad
política, por lo que acabaría dimitiendo en enero de 1981, dando pie a una nueva etapa de UCD en el gobierno, con
Calvo Sotelo como presidente.
19. LA CONSTITUCIÓN DE 1978
Nos encontramos ante un texto histórico, pues contribuye a elaborar la historia del momento, que se corresponde
con un fragmento de la Constitución de 1978, que fue aprobada por las Cortes Constituyentes el 31 de octubre,
aprobada en referéndum el 6 de diciembre y entró en vigor el 29 de diciembre de 1978, mismo día en que fue
publicada en el BOE. Fue el resultado de un verdadero consenso entre grupos políticos de ideologías muy diversas. El
destinatario es público, ya que va dirigido a todo el pueblo español para dar a conocer el nuevo marco legislativo que
regirá en España. Se trata de una fuente primaria, pues nos aporta de primera mano y sin modificaciones el
articulado de dicha Constitución. Es de naturaleza jurídica, ya que establece un conjunto de reglas por las que se
tiene que regir la sociedad española del momento; y tiene implicaciones políticas (naturaleza política), pues está
relacionada con un cambio completo del sistema político español: el paso definitivo a la democracia; e implicaciones
sociales porque recoge una amplia declaración de libertades y derechos y garantiza la igualdad de todos los
españoles ante la ley.
La idea principal del texto es conformar un marco legislativo de derechos y deberes de todos los españoles al nuevo
sistema democrático que se instaurará en España, con el que se deja atrás la dictadura. Entre las ideas secundarias
encontramos los diversos artículos que la componen, que se refieren a España como un Estado social y democrático
de derecho en el que priman los valores de libertad, justicia, igualdad y pluralismo político (art. 1.1); garantizan la
democracia mediante la soberanía nacional (art. 1.2); establecen la monarquía parlamentaria como forma de Estado
(art. 1.3), donde el rey es jefe de Estado y actúa de árbitro, además de ser mando supremo de las Fuerzas Armadas;
reconoce la unidad de España compatible con la pluralidad nacional, distinguiendo entre nacionalidades y regiones
(art. 2) que a su vez se componen de municipios y provincias (art. 137); recogen una amplia declaración de derechos
de todos los españoles ante la ley (art. 14). Encontramos también la división de poderes (legislativo en las Cortes,
judicial en los tribunales y ejecutivo en el Gobierno) (art. 66.1), el régimen público de Seguridad Social (art. 41), la no
confesionalidad del Estado (art. 16.1), la creación de los Estatutos de Autonomía (147.1) y el artículo 155 para
controlar el poder de las Autonomías.
El presente fragmento se enmarca en la primera legislatura de la UCD (junio 1977-feb.1979), en la que Adolfo Suárez
fue investido presidente. Para entrar en contexto, es importante mencionar que, tras la muerte de Franco (20 nov.
1975), Juan Carlos I llegó al trono convirtiéndose en jefe de Estado y se produjo un cambio político, pues se puso fin
a la dictadura para dar paso a la democracia, lo que se conoce como Transición Democrática Española. Se plantearon
varias formas de llevarla a cabo como el continuismo del sistema franquista (búnker) o la ruptura democrática
formando un gobierno provisional para decidir sistema político, aunque la elegida por el rey fue la reforma política
pactada, es decir, desmantelar el franquismo a partir de las instituciones y leyes franquistas. El primer gobierno de la
monarquía estuvo presidido por Arias Navarro (franquista inmovilista), ya que fue elegido por el rey. No obstante, el
clima social caracterizado por las numerosas huelgas en 1976 (huelga general de Vitoria) y la unión de la oposición
de la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia en la Coordinación Democrática (con la que se pedía la
disolución del gobierno), provocaron su dimisión el 1 de julio de 1976. Entonces, Juan Carlos I nombró presidente a
Adolfo Suárez, que llevó a cabo diversas reformas como la legalización de los derechos de reunión o manifestación y
la amnistía parcial para los presos políticos. Además, durante este gobierno de Transición, se aprobó la Ley para la
Reforma Política, que ponía fin al franquismo a partir de su propia legalidad y establecía la democracia como forma
de organización política del Estado Español. Fue aprobada por las Cortes franquistas en noviembre de 1976 y
ratificada en referéndum el 15 de diciembre de 1976, por lo que entró en vigor el 4 de enero de 1977. Sin embargo,
se desató un clima de gran agitación política promovido por los enfrentamientos entre policías y manifestantes, los
atentados de ETA y GRAPO o la matanza de la Calle Atocha. El 1 de abril de 1977 se decretó la disolución del
Movimiento Nacional y, el 9 de abril, se legalizó el PCE para realizar elecciones totalmente democráticas. Además,
Don Juan de Borbón cedió los derechos al trono español a Juan Carlos I. Así, el 15 de junio de 1977, se celebraron
con victoria de UCD. Adolfo Suárez consiguió apoyo para formar gobierno, iniciándose la primera legislatura de UCD,
en la que se firmaron los Pactos de la Moncloa (27 oct. 1977) dentro de una política de consenso para solucionar los
problemas que se presentaban. En economía, problemas como el déficit, el paro o la inflación requerían una reforma
del sistema financiero y fiscal (contención de salarios, devaluación de la peseta), mientras que los problemas
sociopolíticos precisaban de una Constitución que reconociera los derechos fundamentales de la democracia. A lo
largo de 1978 se extendió, además, el régimen preautonómico a todo el territorio español, creándose 13
preautonomías. Posteriormente, la Comisión Constitucional eligió a 7 diputados (UCD, PSOE, PCE, CiU y AP) que
C arían a cabo el proyecto constitucional. Así, el 31 de octubre de 1978,
la Constitución fue aprobada por las Cortes y, el 6 de diciembre de 1978, fue aprobada en referéndum por el pueblo
español (88% sí), por lo que entró en vigor el 29 de diciembre de 1978. Está constituida por 169 artículos que
recogen los principios de: soberanía nacional, monarquía parlamentaria como forma de Estado (el rey es el Jefe de
Estado, con poder limitado, y mando supremo de las Fuerzas Armadas) y división de poderes (ejecutivo en el
Gobierno, legislativo en dos cámaras, Congreso y Senado, elegidas por sufragio universal y el judicial en tribunales
coordinados por el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional). Además, incluye una amplia declaración de
derechos y libertades, define un Estado no confesional y reconoce la unidad de España compatible con la pluralidad
nacional, por lo que distingue entre nacionalidades y regiones y establece dos vías para crear comunidades
autónomas (art. 151 y art. 143). La Constitución de 1978 fue resultado de un verdadero consenso entre grupos
políticos de ideologías muy diversas. Es por ello que perdura hasta nuestros días y constituye la base legislativa de la
España actual, pues ha permitido el progreso del país hacia una España mejor durante los más de 40 años de
democracia. Una vez aprobada la Constitución, se disolvieron las Cortes, por lo que el 1 de mayo de 1979 se
celebraron nuevas elecciones en las que UCD triunfó en minoría. No obstante, esta segunda legislatura de Suárez se
caracterizó por una profunda inestabilidad política causada por las divergencias internas en UCD, discrepancias sobre