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El algarrobo: fue aprovechado desde tiempos ancestrales y contribuyó al desarrollo

económico y productivo de las civilizaciones prehispánicas que se desarrollaron, sobre


todo, en la costa norte peruana.

Esta especie crece, fundamentalmente, en los departamentos de Lambayeque, La


Libertad y Piura, formando el ecosistema de bosque seco. Puede alcanzar una altura de
8 a 20 metros, y su copa tiene forma de sombrilla que alcanza diámetros de 15 metros
en promedio. Tiene un abundante follaje que se mantiene siempre verde algunas de
sus ramas colgantes llegan al suelo.

Por su dureza, resistencia y durabilidad, la madera del algarrobo es utilizada en la


construcción de viviendas, sobre todo en zonas rurales, así como puertas, vigas,
umbrales, mesas y bancas. También se utiliza para construir cercos agrícolas y para
brindar sombra al ganado frente al intenso calor de la costa norte.

Sus ramas y hojas -conocidas como “puño”- son preferidas para obtener un forraje de
calidad que alimente al ganado, sobre todo ovino y caprino, dado que puede
reemplazar con éxito al salvado de trigo y al maíz.

En la apicultura, el algarrobo destaca como una especie melífera por naturaleza, dado


que sus flores son un excelente recurso para la producción de miel, jalea, polen y cera.
Una hectárea puede albergar hasta dos colmenas de abejas y producir de 100 a 150
litros de miel, y de 4 a 6 kilos de cera.

También es muy valorado como abono orgánico, dado que las hojas secas caídas que
entran en descomposición, son utilizadas como abono orgánico en diversos cultivos. Es
posible asociar este árbol con zonas donde se siembran melones, tomates y frijoles,
por lo que es importante para la economía regional.  

El algarrobo cumple, asimismo, un rol clave en la mitigación del Cambio Climático,


dado que contribuye a la captación de nitrógeno del aire y su fijación en el suelo, y la
incorporación de materia orgánica a partir de la descomposición de sus hojas y ramas.
También capta importantes cantidades de dióxido de carbono (CO2) en la costa norte.

En el ámbito ambiental, constituye una especie importante para el control de las dunas
y se adaptó muy bien al calor, aridez y sequedad del desierto costero, desarrollándose
con poca disposición de agua de lluvia.
Una de las razones por las que el algarrobo se consolida como un vegetal de suprema
importancia para un adecuado aprovechamiento sostenible tiene que ver con su fruto,
la algarroba, que es considerado un auténtico superalimento. Ideal para fortalecer
nuestro sistema inmune y mejorar la respuesta de nuestro organismo frente a
infecciones como el covid-19.
La algarroba es una vaina de pulpa dulce y carnosa, que mide de 10 a 30 centímetros
de largo, de 1 a 1.5 centímetros de ancho y de 5 a 9 milímetros de espesor.
Piura: Piura, fundada como San Miguel de Piura, es una ciudad del norte del Perú,
capital del departamento del mismo nombre, ubicada en el centro oeste de la región,
en el valle del río Piura.

Es la primera ciudad fundada por los españoles en Sudamérica en el año 1532. Su


nombre deriva de la palabra quechua "Pirhua" que significa granero o depósito de
abastecimiento. En tiempos remotos, Piura era una base de abastecimiento de los
pobladores quechuas.

La ciudad se convirtió, entre 1535 y 1570, en un núcleo de cierta relevancia que acogió
a visitantes ilustres y pudo ensayar una planificación urbana completa. La ciudad tuvo
Iglesia Matriz, Convento de Mercedarios y Casas del Cabildo, alcanzando hacia
mediados del siglo XVI un centenar de vecinos.

Para los estudiosos que han trabajado sobre la ciudad de Piura la Vieja, la descripción
que de ella hiciera Juan Salinas de Loyola después de 1570 se ha convertido en un
punto de referencia inapreciable (junto con otras referencias de Agustín de Zárate de
1555) por sus alusiones a la fisonomía y composición de la ciudad: “La traza de la dicha
ciudad es como tiene figurado; la plaza en medio y de ella salen ocho calles, y por ellas
cuadras de solares de a ciento ochenta pies cada un solar en cuadra, y cada cuadra
tiene cuatro solares; las calles de ancho a treinta pies, y por ser el pueblo pequeño, lo
son también las calles, y no con los nombres que acá se acostumbran. (…) Podrá haber
hasta cien casas, pocas más o menos, y los materiales con que están edificadas son, los
cimientos de piedra, y lo demás de adobes y tapias, y cal, y ladrillo, y las cobijas de
paja, como llueve poco; y que antes van en disminución que no en acrecentamiento,
por las causas que tiene dichas, aunque los edificios se mejoran”.

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