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LOS DERECHOS DE LOS INDÍGENAS PROCESADOS POR LA JURISDICCIÓN

ORDINARIA

1. Introducción

1.1 línea de investigación

DERECHO PENAL, CRIMINOLOGIA, POLÍTICA CRIMINAL Y SEGURIDAD


PUBLICA

1.2. planteamiento del problema

Este interrogante tiene como fundamento base, la realidad en las que viven
muchos indígenas, los cuales, en cuanto a procesos judiciales, poseen una serie
de irregularidades respecto a los procedimientos aplicados en materia
procedimental respecto a la cual, se adecua al caso correspondiente; es decir, una
serie de anomalías en los diferentes procesos que estos habitantes (los indígenas)
enfrentan a diario dentro de su jurisdicción.

1.3. formulación del problema

¿Goza la comunidad indígena pastusa de las principales garantías procesales en


los procesos de competencia de la jurisdicción ordinaria?

1. objetivos

2.1.1. Objetivos generales:

Con este trabajo quiero dar a conocer a los miembros del resguardo indígena de
pastas Aldana (Nariño), las garantías procesales de las cuales gozan en
aplicación del enfoque diferencial cuando son investigados por la Jurisdicción
Ordinaria.

2.1.2. Objetivos específicos:


1. Que los miembros del resguardo indígena de pastas Aldana (Nariño), ejerzan su
identidad cultural en el evento que sean procesados por la Jurisdicción Ordinaria

2. Que puedan identificar en que momentos se le están vulnerando sus derechos


como comunidad indígena y de cuales privilegios gozan.

3. fundamentos o justificación del tema

Los derechos de los indígenas procesados por la jurisdicción ordinaria es un tema


de mucha importancia en nuestra c3.omunidad con este podemos abordar
distintos temas y aprender todo lo relacionado con nuestros derechos y deberes
como etnia indígena de pastas Aldana; el objetivo principal de mi proyecto es
sembrar un conocimiento en cada persona de mi comunidad basándonos en
nuestra jurisdicción la cual nos dice que las autoridades indígenas son las únicas
competentes para juzgar los delitos de que comete uno de sus miembros dentro
de su territorio, pero conforme a sus usos, costumbres y cultura

Como estudiante indígena, no solo pretendo enseñar, sino además aprender de


todas las personas de mi comunidad, sobre todo, con las que pretendo realizar e
involucrar, en todo este proceso de investigación.

3.1. Delimitación de la investigación

3.1.1. Delimitación espacial:

3.1.2. Delimitación temporal:

3.1.3. Universo y población:

4.0. marco referencial

Para el desarrollo de este trabajo de investigación, en esta etapa vamos a hablar


de trabajos de autores de revistas, artículos y libros de personas que han hecho
énfasis respecto a los derechos de los indígenas al igual de cuando los indígenas
son procesados por la jurisdicción indígena.

Primero, comenzaremos citando autores que han tomado el desarrollo de los


derechos de los indígenas empezando por un concepto o una definición de este.

1. Ayuda en Acción. 2018. Derechos De Los Pueblos Indígenas | Declaración De


La ONU Y La OIT.

Definimos el derecho de los indígenas como el reconocimiento colectivo de los


derechos colectivos de un pueblo natural de una región, donde se incluyen los
derechos humanos, así como también el derecho a su propio idioma, su cultura,
religión y el territorio que, tradicionalmente, había habitado su pueblo; en especial
esto último tiene una gran relación con el colonialismo y la invasión de la tierra en
épocas anteriores y en la justa retribución actual para la pervivencia de los
pueblos originarios, de su cultura, su forma de pensamiento y su perspectiva del
mundo.

Con esta breve definición podemos ver que los indígenas disponen de muchos
derechos importantes para ellos los cuales son el conservar su cultura, religión,
territorio y demás derechos al igual que características que los convierten en una
raza privilegiada además de antigua que con el pasar de los años solo buscan un
respeto por sus antepasados y por el respeto de su cultura como pueblos
indígenas.

Seguido de esto hablaremos un poco más local nos entraremos en Colombia y


cuáles son esos derechos reconocidos legalmente por el estado colombiano.

2. Territorio indígena ygobernanza.com. 2020. Información General Territorio


Indígena Y Gobernanza.

Colombia tiene una superficie continental de 114.174.800 has de las que 31,5 %
(36 millones de has) se encuentran tituladas como territorios indígenas.
La población nacional es de 41.468.384 personas, y un 3.3 % es indígena
(1.378.884 personas), de acuerdo al Censo 2005 del Departamento Administrativo
Nacional de Estadística. Existen 87 pueblos indígenas, la gran mayoría en la
Orinoquía (ecosistemas de sabana) y en la Zona Andina. Sólo un 5 % de la
población indígena colombiana habita en resguardos de la Amazonía (70.000
personas en resguardos y otros 30.000 en pequeños centros urbanos fuera de los
resguardos).

En la Amazonía existen 156 resguardos que conforman un 64 % del total de las


tierras amazónicas (25,6 millones de has). Algunos resguardos son de grandes
dimensiones, como el Predio Putumayo (6.000.000 has) y el Gran Resguardo del
Vaupés (4.000.000 has). Aún son demandadas 1.500.000 has por 87.000 familias
indígenas que se encuentran en áreas de explotaciones mineras e
hidrocarburíferas (por ejemplo, Tarapacá, el Trapecio, el Putumayo). El
desplazamiento forzado y el peligro de extinción representan amenazas para
muchos pueblos de la Amazonía.

En la Orinoquía altos porcentajes de tierras han sido tituladas a favor de los


pueblos indígenas. En la Cuenca del Pacífico, donde entre 1996 y 2006, se
titularon 5.128.830 hectáreas de tierra a las comunidades negras (un 57% en el
Chocó). En cambio, en la zona andina el acceso a la tierra continúa siendo un
derecho insatisfecho.

En Colombia existen 56 áreas protegidas que conforman el Sistema de Parques


Nacionales Naturales de Colombia. De éstas, 16 se encuentran en la Amazonía y
la Orinoquía, y representan el 70% del total de la superficie de los parques
nacionales (7.753.894 has). Once áreas (5.590.554 has) están solapadas con
territorios indígenas. El 37.3% de su superficie se

traslapa con 19 resguardos indígenas titulados, e incluso otro porcentaje adicional


se traslapa con territorios tradicionales que aún no han sido titulados. Si bien ese
traslape se traduce en una impecable conservación de estas áreas donde los
indígenas mantienen sus sistemas tradicionales de regulación y uso de la
naturaleza, muchos pueblos reclaman judicialmente la restitución de esas tierras
que fueron declaradas parques nacionales sin consulta ni consentimiento.

3. Tiempo, C., 2017. Diez Derechos De Los Pueblos Indígenas En Colombia. El


Tiempo.

En la gran mayoría de las ocasiones, estos son desconocidos y violentados por


eso quise nombrar cada uno de ellos en este trabajo.

A. Derecho a la dignidad, la honra y el buen nombre de los grupos étnicos

“El término apropiado para referirse a ellos es “pueblos indígenas y tribales”, la


utilización de palabras como “salvajes” u otra expresión despectiva desconoce la
diversidad cultural y vulnera su derecho a la dignidad, la honra y el buen nombre”,
este derecho a veces no es respetado por que muchas personas creen que los
indígenas son salvajes o personas desadaptadas.

B. Certificación de la existencia de una comunidad indígena en el territorio

“Cuando el Ministerio del Interior expida la certificación que acredite la existencia o


la no existencia de una comunidad indígena, debió haber realizado un estudio de
campo en el que se compruebe o no la existencia de esta comunidad dentro del
territorio colombiano”.

C. Derecho a la propiedad colectiva

“Los pueblos indígenas tienen el derecho a la constitución de su resguardo


indígena en un territorio que permita la organización social, económica, política y
religiosa que cumpla con sus tradiciones. Dicho territorio debe ser óptimo para sus
prácticas y contará con una protección especial en la que todos los miembros de
la comunidad son propietarios de la porción de territorio entera. No se le atribuye
únicamente a una persona, los dueños del terreno serán, en conjunto, la
comunidad”.
D. Derecho sobre la tierra

“Debe tenerse en cuenta que, para los pueblos indígenas, el territorio es más que
la concepción material de las cosas, este tiene directa relación con el hombre y la
tierra por poseer componentes espirituales que los conectan. Por lo mismo dentro
del territorio asignado a la comunidad ellos tienen la potestad de desarrollar las
actividades tradicionales. Sobre este espacio físico tiene completa influencia su
cultura y control político”.

E. Derecho a la protección de las áreas sagradas o de especial importancia ritual y


cultural, incluso si están ubicadas fuera de los resguardos

“En lo referente a las áreas que los pueblos indígenas consideran como sagradas,
existe una especial protección o un concepto amplio del territorio, el cual pretende
incluir las áreas que constituyen un ámbito tradicional de las actividades sagradas
o espirituales que quedan por fuera del territorio titulado”.

“Si un área considerada sagrada o espiritual no se encuentra dentro del territorio


titular o no es frecuentemente utilizada por la comunidad, igualmente pertenece al
territorio colectivo, por lo que debe realizarse el trámite de consulta previa como si
habiten en aquella porción de territorio”.

Con este derecho se garantiza las actividades que las comunidades indígenas
poseen desde sus ancestros para así no olvidarse de ellas y seguir practicando
este tipo de actividades como es la cosmovisión.

F. Derecho de administrar y disponer de sus territorios

“Dentro del territorio, además de poder realizar las actividades religiosas de su


tradición, tienen la potestad de establecer una organización política y social”.

“Tal potestad les otorga la facultad de establecer sus propias leyes y sanciones,
guardando los principios Constitucionales”.
Este tipo de derechos lo vemos reflejado en un ejemplo con la guardia indígena
que es la que por decirlo así los representa dentro de su territorio como aquella
institución que los protege esta facultad dado por el cabildo de la comunidad
indígena.

G. Derecho a participar en la utilización, explotación y conservación de los


recursos naturales renovables existentes en el territorio

“Los pueblos indígenas cuentan con el derecho, por parte del Estado y la
comunidad internacional, a la delimitación a la explotación de los recursos
naturales en sus territorios. Esto obedece a que para ellos los recursos naturales
no tienen un fin mercantil”.

4. Rueda Carvajal, C., 2008. El Reconocimiento De La Jurisdicción Especial


Indígena Dentro Del Sistema Judicial Nacional En Colombia. El Debate De La
Coordinación.

“Existe en Colombia una gran diversidad de pueblos indígenas; según el censo


general 20051 en el país residen 87 pueblos indígenas identificados plenamente,
junto a personas pertenecientes a los otavaleños (pueblo indígena del Ecuador al
que por su presencia significativa en Colombia se le asignó un código de etnia) y a
otros pueblos indígenas de Ecuador, Bolivia, Brasil, México, Panamá y Perú. El
proceso de afianzamiento e identidad cultural ha conducido a que algunas
personas se reconozcan pertenecientes a etnias consideradas oficialmente como
ya extinguidas, por ejemplo, los Tayronas, Quimbayas, calima, yariguíes,
chitareros y panches”.

“En Colombia residen 1'392.623 indígenas que corresponden al 3,43% de la


población del país ; del mismo modo, en la actualidad existen 710 resguardos
titulados por el INCODER (Instituto Colombiano de Desarrollo Rural), ubicados en
228 municipios de 27 departamentos del país, que ocupan una extensión de
aproximadamente 34 millones de hectáreas, el 29,8% del territorio nacional,
principalmente en áreas de difícil habitabilidad, como bosque tropical húmedo,
desiertos o zonas montañosas escarpadas. Las cifras de pueblos reconocidos y su
lucha por el reconocimiento de territorios ancestrales evidencian un incremento
significativo del 127% en el número de resguardos titulados y del 7% de tierras
entregadas”.

“Acorde con lo anterior, debido a la diversidad étnica existente en Colombia3 y a la


continua consolidación de lo étnico, los desarrollos de la democracia en el mundo,
en especial durante la década de los 90 con la promulgación de leyes o normas
supraestatales como el Convenio 169 de la OIT, la creación del Foro Permanente
de los Pueblos Indígenas y la presencia de tres indígenas en la Asamblea
Nacional Constituyente, fueron factores preponderantes para que el Estado y la
sociedad nacional dieran un reconocimiento real a la diversidad étnica y cultural en
Colombia”.

En el presente artículo se abordaron los elementos configurativos para el ejercicio


de la jurisdicción especial indígena, conforme al artículo 246 de la Constitución
Nacional de Colombia, desde un perspectiva doctrinal y jurisprudencial, para
analizar cómo ha sido su reconocimiento dentro del sistema judicial nacional,
teniendo en cuenta la ausencia de una la ley de coordinación entre estas dos
jurisdicciones. Del mismo modo, se logró determinar dentro del artículo cuáles son
los derechos de las comunidades indígenas como sujetos colectivos de derechos,
de acuerdo con la jurisprudencia de la Corte Constitucional.

Encontramos unas palabras claves la cuales quisimos mencionarlas para luego


recordarlas y poder estudiarlas de mejor forma.

Palabras clave: jurisdicción especial indígena, comunidades indígenas, Derechos


Colectivos, Derechos Humanos.

5. Cruz, D., 20.ucatolica.edu.co.

“La Jurisdicción Especial Indígena y la Ordinaria Nacional operan con sistemas


particulares en materia de aplicación de justicia y no se encuentran articuladas
mediante una Ley de Coordinación; aun cuando lo exige la Constitución Política
de1991 y son recurrentes los conflictos, las interpretaciones erróneas sobre la
garantía de los derechos humanos y las transgresiones de alcances y límites,
ocasionadas por desconocimiento de la normatividad, abusos de poder e
ineficiencia por parte de las autoridades indígenas y/o los funcionarios judiciales al
momento de resolver asuntos en donde integrantes de

comunidades indígenas resultan siendo víctimas o responsables de delitos


cometidos al interior o afuera del territorio”.

En el trabajado citado logramos observar que se realizó un estudio comparado de


la Jurisdicción Especial Indígena en Colombia con la Jurisdicción Ordinaria en el
marco de sus usos y costumbres y todas las características existentes. Esto es,
desde el punto de vista de los valores, las tradiciones ancestrales, la convivencia
en comunidad, la cosmovisión, el territorio, las prácticas mágicas religiosas y el
concepto de colectividad, madre tierra, y reivindicación de la cultura.

Así mismo, desde el punto de vista de sus autoridades tradicionales, sus


consejeros, los remedios, las sanciones, las faltas y los demás componentes en la
aplicación de su propia jurisdicción, haciendo un comparativo con la Jurisdicción
Ordinaria. Para el efecto se indagó la información bibliográfica sobre Jurisdicción
Especial Indígena, Jurisdicción en Ordinaria y el punto de encuentro entre ambas.

En este escrito también logramos identificar unas palabras claves las cuales creo
que son de mucha importancia y me sentí en el deber de escribirlas para tenerlas
como referente del tema leído.

Palabras clave: estudio comparado, jurisdicción especial indígena, jurisdicción


ordinaria, pueblos indígenas.

6. República. 2017. Alcaldes Indígenas Dicen Que Así Funcionará La Jurisdicción


Indígena.
“El reconocimiento de la Jurisdicción Indígena causa dudas y temores ya que no
se conocen los alcances que podría tener, por ejemplo, qué delitos o faltas
juzgará, a quién juzgará, cómo se juzgará a una persona no indígena y qué
posibilidades de defensa tiene un acusado para proteger sus derechos”.

La población desconoce las respuestas a estas interrogantes, pero algunos


alcaldes indígenas comentan aspectos que deben tomarse en cuenta porque
aseguran que en sus comunidades se juzgará a todas las personas que deben
“responder por sus actos”.

7. Jurisdicción indígena 2016. Los Límites De La Jurisdicción Especial Indígena


Colombiana.

A partir del 20 de julio de 1991 El estado soberano de Colombia, a través de la


asamblea nacional constituyente, redacta y aprueba la nueva carta constitucional,
en la cual se garantizan las libertades y reconoce los derechos subjetivos a los
individuos que pertenecen a esta nación. Dentro de este ámbito encontramos que
se registra el territorio especial de los indígenas y prevé la organización
administrativa de las comunidades indígenas que se encuentran radicadas dentro
del territorio Colombia. De esta manera, la constitución política del 1991 defiende
las libertades espirituales y acepta que nuestra nación es pluriétnica y
multicultural.

“La proclama de los derechos indígenas es un aspecto; su implementación y


creación es otro. La CP no solo consagro constitucionalmente los derechos
materiales de los indígenas, sino que además creo algunos instrumentos jurídicos
procesales para su defensa y concreción, en particular la acción de tutela (artículo
83 de la CP) y las instituciones correspondientes, entre las que se desataca la
Corte constitucional [1], de modo que los indígenas gozan de una efectiva
protección jurídica.”

Este fue uno de los avances más notorios de esta carta ya que alude al
reconocimiento, respeto y otorgamiento de los derechos a las minorías raciales, a
las diversidades culturales y étnicas, caracterizadas por tener distintas
costumbres, ideologías, cultos, ritos y con aras de su protección y conservación,
ya que anteriormente no se encontraban bajo ninguna autoridad política o custodia
que los vinculara. La asamblea nacional de constituyentes mediante esta carta
otorgo reconocimiento territorial, autonomía jerárquica y judicial, reconocimiento
jurídico, independencia administrativa y económica, pero también se les exigió los
deberes del ciudadano.

Entendiendo los principales preceptos que identifican las etnias, comunidades


indígenas y las libertades otorgadas a los individuos encontramos en la división
orgánica de en nuestra constitución, en el titulo XI De la organización territorial en
el capítulo 4 Del régimen especial en el art 329 y 330 se les otorgan los derechos,
deberes y obligaciones que tienes los asentamientos indígenas frente al territorio
nacional y su organización administrativa pero acorde a los parámetros
establecidos por la constitución.

A pesar de esta tipificación del respeto por los derechos y costumbres de las
culturas indígenas y étnicas en Colombia, esto no ha sido fácil de aplicar ni de
direccionar la organización de estos grupos indígenas pese a que su jurisdicción
especial en algunas ocasiones colisiona con la jurisdicción ordinaria y vulnera
algunos derechos fundamentales.

Desde mi punto de vista tenemos también que entender que a pesar de que las
comunidades indígenas tenga su autonomía y su propia jurisdicciones esto no
significa que estén desprotegidas o desamparadas por la normas constitucionales,
ya que al igual que el resto de los habitantes y ciudadanos del Estado colombiano
se les garantizan todos sus derechos especialmente los derechos fundamentales,
de igual manera el Estado procura brindarles y garantizarles su dignidad humana y
su mínimo vital para que ejercer sus libertades individuales.

8. Defensoria.gov.co. 2014
El legislador del siglo XIX en la ley 89 de 1890 incorporó una norma que facultó a
los cabildos indígenas para sancionar algunas conductas de los miembros de la
comunidad. El artículo 5 de dicha ley establecía: “Las faltas que cometieren los
indígenas contra la moral, serán castigadas por el Gobernador del Cabildo
respectivo con penas correccionales que no excedan de uno o dos días de
arresto” Norma declarada inexequible por la Corte Constitucional mediante
Sentencia C-139 de 1996, por considerar que la misma resultaba contraria a los
derechos reconocidos a los pueblos indígenas en la Carta Política vigente y
expuso: “La Corte no encuentra una justificación razonable para las limitar la
diversidad étnica impuestas por el artículo 5 de la Ley 89 de 1890, en relación

con la autoridad competente y el contenido de la sanción, motivo por el cual


declarará la inconstitucionalidad de dicha disposición”.

9. Urosario.edu.co. 2020.

Los pueblos indígenas y tribales gozan plenamente de los derechos humanos y


libertades fundamentales que han sido consagrados en Colombia. En la búsqueda
de la protección de sus derechos y de garantizar el respeto de su integridad, el
Gobierno debe asumir para tal fin la responsabilidad de desarrollar una acción
coordinada y sistemática, incluyendo además medidas que aseguren que dichos
pueblos gocen de los derechos y oportunidades otorgadas al resto de la población.
También debe promover la efectividad de los derechos sociales, económicos y
culturales de estos pueblos y eliminar las diferencias socioeconómicas de una
manera compatible con sus aspiraciones y formas de vida.

El 7 de junio de 1989, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó el


Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales de países independientes,
buscando revisar y actualizar el Convenio 107 de 1957, el cual se constituye en el
único instrumento internacional que protege a dichos pueblos. Este convenio se
fundamenta en el derecho a la igualdad de derechos entre los pueblos y el resto
de la población y en el respeto por su cultura e instituciones. En cumplimiento del
Convenio 169, el gobierno colombiano tiene prohibido adoptar normas que no
garanticen los derechos que protegen a los pueblos indígenas y tribales, lo cual
significa que cualquier disposición legal expedida en el país debe estar acorde con
lo consagrado en él. Desde esta perspectiva, a continuación realizaremos una
breve descripción de los derechos que aplican en Colombia para las comunidades
étnicas, tomando como base la Constitución Política de Colombia y el Convenio
169 de la OIT (Ley 21 de 1991)

Los derechos sociales y culturales fueron consagrados por la Constitución de


Colombia como un gran avance y tienen que ver con la protección de la diversidad
étnica y cultural, la autodeterminación, la autonomía y la equidad. La Corte
Constitucional entiende por diversidad étnica y cultural “la diversidad de formas de
vida y concepciones del mundo, no totalmente coincidentes con las costumbres de
la mayoría de la población. Por lo tanto, este principio supone la aceptación de la
existencia de muchas formas de vida y sistemas de comprensión del mundo en un
mismo territorio”.

La identidad cultural se forma por medio de los vínculos históricos que los
integrantes de cada comunidad entablan entre sí, “ello significa que sólo gracias a
las diferencias que se suscitan en las relaciones de los agentes hacia el interior y
hacia el exterior de su propia comunidad de vida, ellos construyen sus identidades
como sujetos morales”. En Colombia, como Estado democrático que es, pueden
existir diversas formas de vida de manera equitativa y en condiciones necesarias
para el respeto de las diferencias culturales, pues, “el pluralismo constituye una
condición imprescindible para acoger las diferentes culturas.

El presente documento tiene dos secciones: la primera trata de los deberes del
gobierno colombiano y los derechos de las comunidades étnicas, consagrados
especialmente en la Carta Magna y en convenios internacionales ratificados por
nuestro país, cuyo objetivo principal es hacer que los estudiantes de la Cátedra
Viva Intercultural, adelantada en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad
del Rosario, conozcan y promuevan la defensa de los derechos de estas
comunidades. La segunda sección corresponde a un resumen de las principales
normas nacionales e internacionales que protegen y reglamentan los derechos de
los pueblos indígenas y de las comunidades afrocolombianas, las cuales se
presentarán de manera cronológica.

La Constitución Política de 1991 establece que el estado colombiano reconoce y


protege la diversidad étnica y cultural, señalando que es su obligación y la de
todas las personas, proteger las riquezas naturales y culturales de la nación
colombiana. El gobierno colombiano debe adoptar medidas acordes con las
tradiciones y culturas de los pueblos indígenas y tribales con el fin de darles a
conocer sus derechos y obligaciones. Para tal efecto debe recurrir, si fuere
necesario, a traducciones escritas y a la utilización de medios de comunicación de
masas en las lenguas de dichos pueblos. Establezcamos cuáles son esos
derechos y la legislación que en el país se ha consagrado para su defensa.

4.1. Marco histórico

Desde el comienzo del proceso de conquista y colonización europea, los pueblos


indígenas de Colombia han sido atacados, desposeídos, suprimidos y
sistemáticamente discriminados, con catastróficas y graves consecuencias.
Prácticamente todo se ha hecho con la aprobación de la ley, una ley impuesta por
los conquistadores. Si bien el régimen colonial y la independiente República de
Colombia han promovido en ocasiones cierto número de iniciativas legislativas
para reconocer algunos derechos de los pueblos indígenas, la total garantía
constitucional de sus derechos data de hace muy poco tiempo.

La Constitución política de 1991 marcó el comienzo de una nueva era de


protección legal de los derechos de los pueblos indígenas, por lo menos en cuanto
a su reconocimiento oficial. Las disposiciones de la Constitución y la jurisprudencia
constitucional han permitido a los pueblos indígenas de Colombia usar el derecho
occidental a su favor, a la vez que mantienen su propio sistema de derecho,
llamado Ley de Origen, Derecho Mayor o Derecho Propio. Ante todo, los pueblos
indígenas acatan y actúan conforme a su Derecho Mayor, que incluye sus propias
leyes, formas Para comprender la actual situación de los pueblos indígenas en
Colombia y los medios de que disponen para la protección de sus territorios
ancestrales, es necesario en primer lugar examinar el marco legal que establece
sus derechos específicos como minorías étnicas y culturales.

Colombia cuenta con un importante récord de ratificaciones de instrumentos


internacionales de normativas de derechos humanos y se va a empezar por
analizar aquellos de los tratados más importantes que afectan directamente a los
derechos de los pueblos indígenas.

En su afán por tratar ésta y otras cuestiones de derechos relacionadas con los
pueblos indígenas, en 1983, Naciones Unidas empezó a trabajar en la elaboración
de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Finalmente, después
de más de dos décadas de negociaciones, la Asamblea General de las Naciones
Unidas adoptó esta declaración el 13 de septiembre

de 2007. 143 Estados votaron a favor, apenas 4 votaron en contra (Estados


Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda) y 14 se abstuvieron. Colombia se
opuso a la declaración siendo el único país de América Latina que se abstuvo de
votar. La Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas representa un
gran avance en la lucha internacional por los derechos indígenas y señala una
intención de no aceptar más las injusticias cometidas contra pueblos indígenas. La
declaración no es jurídicamente vinculante de la manera en que lo son los
convenios de derechos humanos, y por tanto, los Estados no están obligados a
informar sobre su cumplimiento.

Pero esto mismo ocurre con la Declaración de Derechos Humanos de Naciones


Unidas y a nadie se le ocurriría dudar de la importancia de esta declaración como
modelo para todos los tratados jurídicamente vinculantes de derechos humanos
que la han seguido. De la misma manera, la Declaración de los Derechos de los
Pueblos Indígenas será el punto de referencia obligado para la interpretación de
los derechos de pueblos indígenas tanto en los derechos nacionales como en el
derecho internacional. La declaración incluye tanto derechos civiles y políticos
como económicos, sociales y culturales. Y entre ellos, algunos de los más
destacados son: El artículo 3 reconoce el derecho de los pueblos indígenas a la
libre determinación.

Quizás este reconocimiento sea el mayor avance de la declaración. En virtud de


este derecho los pueblos indígenas determinan libremente su condición política y
sus propias prioridades para su desarrollo, tienen el derecho a la autonomía y el
autogobierno en asuntos internos. El artículo 19 declara que los Estados tienen la
obligación de consultar y cooperar de buena fé con los pueblos indígenas, a través
de sus instituciones representativas, con el fin de obtener su consentimiento libre,
previo e informado en todos los asuntos administrativos y legislativos que los
puedan afectar.

El artículo 26 reconoce el derecho de los pueblos indígenas a poseer, utilizar,


desarrollar y controlar las tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han
poseído, ocupado o de otra forma utilizado o adquirido. El artículo 29 especifica
que los Estados tienen el deber de proteger el medio ambiente y la capacidad
productiva de los

territorios y recursos de los pueblos indígenas. Y - el artículo 30 prohíbe el


desarrollo de actividades militares en estos territorios, a menos que se haya
acordado libremente con los pueblos indígenas afectados, “o que lo justifique una
amenaza importante para el interés público pertinente”. Esta última frase es
preocupante, ya que pone el concepto de interés público en igualdad de jerarquía
con el acuerdo con los pueblos indígenas. Es un ejemplo de los compromisos
hechos en las negociaciones de la Declaración, ya que resalta la importancia de
evitar actividades militares en territorios indígenas, al mismo tiempo que los
Estados retienen su soberanía militar en todo el territorio nacional.

El problema es que resulta demasiado fácil para un estado argumentar que existe
una “amenaza para el interés público”, especialmente en un conflicto armado
interno como el que existe en Colombia.
Finalmente, el artículo 32 reconoce el derecho de pueblos indígenas a determinar
las prioridades y estrategias para el desarrollo y utilización de sus territorios y
recursos. Los Estados deben obtener el consentimiento libre, previo e informado
de los pueblos indígenas afectados antes de aprobar cualquier proyecto que
afecte sus tierras, territorios y recursos, particularmente en relación con la
utilización o explotación de recursos naturales. Aunque la adopción de la
Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas seguramente tendrá
efectos importantes en Colombia, se deja de lado en lo que resta del capítulo para
así poder enfocarse en el marco legal existente que ampara los derechos de los
pueblos indígenas.

Hasta la adopción reciente de la Declaración de las Naciones Unidas, el único


instrumento internacional de derechos humanos que trataba específicamente de
pueblos indígenas fue el Convenio N° 169 de la Organización Internacional de
Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y Tribales, adoptado en 1989. Hasta la
fecha, este tratado, legalmente vinculante, tan sólo ha sido ratificado por 20
Estados, 13 de los cuales son latinoamericanos. Colombia fue el segundo país
que ratificó e incorporó el Convenio en su legislación interna mediante la Ley

21 de 1991.5 El Convenio OIT N° 169 reconoce explícitamente que en muchas


partes del mundo los pueblos indígenas no disponen de sus derechos
fundamentales en la misma medida que el resto de la población y establece una
serie de derechos particulares de estos pueblos que los Gobiernos tienen la
responsabilidad de cumplir. El Convenio protege la integridad económica, social y
cultural de los pueblos indígenas (arts. 2, 4 y 5) y reclama el respeto a la
autonomía de estos

pueblos y a su derecho a ejercer el control sobre su propio proceso de desarrollo,


incluido el derecho a ser consultados de manera adecuada acerca de todas las
medidas legales y administrativas que puedan afectarles (arts. 6, 7 y 15).
Asimismo, el Convenio reconoce la especial naturaleza de la relación entre los
pueblos indígenas y sus territorios, en particular los aspectos colectivos de esa
relación (art. 13).

El artículo 14 reconoce a los pueblos indígenas el derecho de propiedad y de


posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan y los Gobiernos tienen el
deber de garantizar de manera efectiva este derecho mediante la delimitación y la
titularidad de las tierras. Este derecho no se limita a las tierras que estén
permanente y exclusivamente ocupadas por los pueblos indígenas, sino que
incluye territorios a los que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus
actividades tradicionales y de subsistencia. Algo realmente importante para los
pueblos nómadas cuya actividad económica, social y cultural depende del acceso
a grandes superficies de tierra.

El artículo 15 establece que los derechos de los pueblos indígenas a los recursos
naturales existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente, y que estos
derechos comprenden el de participar en la utilización, administración y
conservación de dichos recursos. En aquellos casos en los que el Estado
disponga de la propiedad legal de recursos del subsuelo, como ocurre en
Colombia, los Gobiernos tienen el deber de consultar a los pueblos indígenas con
el fin de determinar si la prospección o explotación de dichos recursos podría
perjudicarles y en qué medida

En la Asamblea Constituyente que redactó la nueva Constitución en 1991 había


tres representantes indígenas: Francisco Rojas Birry, Lorenzo Muelas Hurtado y
Alfonso

Peña Chepe.6 Su participación permitió la inclusión de ciertas disposiciones que


protegen los derechos de los pueblos indígenas y de otras minorías étnicas,
empezando por el principio constitucional de que Colombia es un Estado
multicultural y pluralista (art. 1). Todas las culturas son iguales en valores y
dignidad (art. 70), y el Estado tiene la obligación de proteger la diversidad étnica y
cultural de la Nación (art. 7). Esto supone adoptar medidas especiales para
proteger la integridad cultural, social y económica de los pueblos indígenas, así
como el entorno natural del que depende (arts. 8 y 80).

Las lenguas indígenas son reconocidas como lengua oficial en sus territorios y los
pueblos indígenas tienen derecho a una educación bilingüe (art. 10) que respeta y
desarrolla su identidad cultural (art. 68). Todas las personas nacen iguales ante la
ley, pero el Estado adoptará medidas especiales para potenciar una efectiva
igualdad y para proteger a los grupos discriminados y marginados (art. 13).

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