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Portfolio de prácticas de Derecho Internacional Público

Javier Fernández Suárez 2ºDADE DA1

Práctica preliminar (i): la Declaración ruso-china de 26 de junio de 2016/La cuestión catalana:


Cataluña y la libre determinación

1. La Federación de Rusia y la República Popular China reiteran su pleno compromiso con los
principios del derecho internacional tal como se reflejan en la Carta de las Naciones Unidas, la
Declaración de 1970 sobre los Principios de Derecho Internacional relativos a las Relaciones
Amistosas y la Cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta de las Naciones
Unidas. También se guían por los principios consagrados en los Cinco Principios de
convivencia pacífica. Los principios del derecho internacional son la piedra angular para unas
relaciones internacionales justas y equitativas que ofrecen una cooperación para ganar-ganar,
crear una comunidad de futuro compartido para la humanidad y establecer un espacio común
de seguridad y cooperación económica igualitaria e indivisible.

2. La Federación de Rusia y la República Popular China comparten la opinión de que el


principio de igualdad soberana es crucial para la estabilidad de las relaciones internacionales.
Los Estados gozan de sus derechos sobre la base de la independencia y en pie de igualdad, y
asumen sus obligaciones y responsabilidades sobre la base del respeto mutuo. Los Estados
tienen derecho a participar en la creación, interpretación y aplicación del derecho
internacional en pie de igualdad, y tienen la obligación de cumplir el derecho internacional de
buena fe y de manera coherente y coherente.

3. La Federación de Rusia y la República Popular China reafirman el principio de que los


Estados se abstendrán de amenazar o utilizar la fuerza en violación de la Carta de las Naciones
Unidas y, por lo tanto, condenarán las intervenciones militares unilaterales.

4. La Federación de Rusia y la República Popular China apoyan plenamente el principio de no


intervención en los asuntos internos o externos de los Estados, y condenan como violación de
este principio cualquier injerencia de los Estados en los asuntos internos de otros Estados con
el fin de forjar el cambio de gobiernos legítimos. La Federación de Rusia y la República Popular
China condenan la aplicación extraterritorial del derecho nacional por parte de los Estados que
no están en conformidad con el derecho internacional como otro ejemplo de violación del
principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados.

5. La Federación de Rusia y la República Popular China reafirman el principio de solución


pacífica de controversias y expresan su firme convicción de que los Estados resolverán sus
diferencias mediante medios y mecanismos de solución de controversias que hayan acordado,
y todos los medios de solución de controversias deben servir para resolver las controversias de
manera pacífica de conformidad con el derecho internacional aplicable, lo que conduce a la
desescalada de las tensiones y a la promoción de la cooperación pacífica entre las partes
contendientes. Esto se aplica igualmente a todos los tipos y etapas de solución de
controversias, incluidos los medios políticos y diplomáticos cuando sirven a un requisito previo
para el uso de otros mecanismos de solución de diferencias. Es crucial para el mantenimiento
del ordenamiento jurídico internacional que todos los medios y mecanismos de solución de
diferencias se basen en el consentimiento y se utilicen de buena fe y con espíritu de
cooperación, y sus fines no se vean socavados por prácticas abusivas.
6. La Federación de Rusia y la República Popular China comparten la opinión de que la
aplicación de buena fe de principios y normas generalmente reconocidos del derecho
internacional excluye la práctica de doble rasero o imposición por algunos Estados de su
voluntad a otros Estados, y consideran que la imposición de medidas coercitivas unilaterales
no basadas en el derecho internacional, también conocidas como «sanciones unilaterales», es
un ejemplo de esta práctica. La adopción de medidas coercitivas unilaterales por parte de los
Estados, además de las medidas adoptadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, puede desvirtuar los objetos y propósitos de las medidas impuestas por el Consejo de
Seguridad, y socavar su integridad y eficacia.

7. La Federación de Rusia y la República Popular China condenan el terrorismo en todas sus


formas y manifestaciones como una amenaza mundial que socava el orden internacional
basado en el derecho internacional. Para contrarrestar esta amenaza se requiere una acción
colectiva de conformidad plena con el derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones
Unidas.

8. La Federación de Rusia y la República Popular China afirman que las obligaciones


internacionales relativas a la inmunidad de los Estados, sus bienes y funcionarios deben ser
respetadas en todo momento. Las violaciones de estas obligaciones no están en conformidad
con el principio de igualdad soberana de los Estados y pueden contribuir a la escalada de
tensiones.

9. La Federación de Rusia y la República Popular China subrayan la importante función de la


Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 en el mantenimiento del
Estado de derecho relativo a las actividades en los océanos. Es de suma importancia que las
disposiciones de este tratado universal se apliquen de manera coherente, de manera que no
menoscabe los derechos y los intereses legítimos de los Estados Partes y no comprometa la
integridad del régimen jurídico establecido por la Convención.

10. En consonancia con su relación de asociación estratégica, la Federación de Rusia y la


República Popular China están decididos a seguir mejorando su cooperación en la defensa y
promoción del derecho internacional y en el establecimiento de un orden internacional justo y
equitativo basado en el derecho internacional.

Práctica preliminar (ii): Textos ONU*

I. LA GÉNESIS DE LAS NACIONES UNIDAS

1. LA DECLARACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS DE 1 DE ENERO DE 1942.

La Carta del Atlántico, firmada en 1941 entre EEUU y Gran Bretaña, contiene principios y
objetivos comunes en la política nacional de sus respectivos países y posteriormente fue
incorporada en la Declaración de las Naciones Unidas de 1942. Los gobiernos firmantes declaran
su lucha (empleando todos tipo de recursos) contra miembros y aliados del Pacto Tripartito,
también conocido como Pacto del Eje formado por Italia, Alemania y Japón. Así mismo, se
defiende la paz y la mutua ayuda entre países firmantes y queda prohibida cualquier tregua con
los estados italianos, alemanes y japoneses.
Tendrá lugar la incorporación de cualquier estado a la Declaración que coopere en la derrota de
la Alemania nazi.
Destacar la presencia de la India, que, en aquel año, aun no sería territorio independiente del
Imperio británico además de que no estaba separado un territorio de otro (India y Pakistán).
Países pequeños de la Declaración, no entran en guerra propiamente dicho, pero si es cierto que
declaran la guerra al tripartito.

2. PROTOCOLO DE LOS TRABAJOS DE LA CONFERENCIA DE YALTA (1945).

Durante la Conferencia de Crimea que tuvo lugar entre EEUU, Gran Bretaña y la URSS se llegó a
pactar una fecha y los invitados a una Conferencia de las Naciones Unidas sobre la organización
mundial. Así mismo, se creó una invitación para dicha Conferencia con fecha a 25 de abril de
1945 por parte de EEUU, Gran Bretaña, la URSS, China y Francia.
Cada miembro del Consejo de Seguridad contará con un voto y las decisiones se tomarán cuando
exista el voto afirmativo de siete miembros.
Mecanismo del veto, únicamente para el los estados permanentes.

3. CARTA DE SAN FRANCISCO.

En su art. 1 las Naciones Unidas defienden la paz y seguridad internacional mediante medidas
colectivas para suplir cualquier acto de violencia, cumpliendo así con los principios de justicia y
del derecho internacional. También trata de fomentar el respeto y amistad entre naciones, la
igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos; la cooperación internacional
(económica, social, cultural, etc.); siendo las Naciones Unidas el eje que armonice los esfuerzos
de los países por alcanzar los propósitos.
En su art. 2 defiende que con el objetivo de alcanzar los propósitos del art. 1, la Organización y
sus miembros se basarán en los principios de igualdad soberana, el cumplimiento de buena fe
de las obligaciones, siguiendo medios pacíficos quedando prohibido cualquier tipo de violencia.
Los estados deberán de cooperar con la Organización.

II. LA CONDICIÓN DE MIEMBRO DE LAS NACINES UNIDAS

4. CARTA DE SAN FRANCISCO.

En su art. 4 establece que podrán ser miembros de las Naciones Unidas aquellos Estados
pacíficos, aceptantes y capaces de cumplir con las obligaciones contenidas en dicha Carta. Será
la Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad quien admita o rechace las
peticiones de admisión por parte de los Estados.

5. CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. ASUNTO RELATIVO A LAS CONDICIONES DE ADMISIÓN


DE UN ESTADO COMO MIEMBRO DE LAS NACIONES UNIDAS.

Si bien los Miembros, al emitir sus votos, tienen que ajustarse a los requisitos del Artículo 4, la
cuestión no se refiere al voto emitido, ya que las razones para el mismo son un asunto de
criterio individual y evidentemente no están sujetas a control, sino a las declaraciones hechas
por un Miembro respecto al voto que se propone emitir. No se pide a la Corte que defina el
significado y el alcance de las condiciones establecidas en el Artículo 4 de la Carta, de las que
se hace depender la admisión. Debe manifestar simplemente si esas condiciones son
exhaustivas. Si lo son, los Miembros no están jurídicamente facultados para hacer depender la
admisión de condiciones no previstas expresamente en ese Artículo.

Por consiguiente, la Corte se considera competente incluso para interpretar el Artículo 4 de la


Carta, pues en ninguna parte existe una disposición que le prohíba ejercer, respecto a esa
cláusula de un tratado multilateral, una función interpretativa comprendida en el ejercicio
normal de sus facultades judiciales. La Corte analiza seguidamente el párrafo I del Artículo 4 de
la Carta. Las condiciones en él enumeradas son cinco. Todas esas condiciones están sometidas
al criterio de la Organización, es decir, del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General y, en
última instancia, de los Miembros de las Naciones Unidas.

Como la cuestión no se refiere al voto, sino a las razones que un Miembro dé antes de
votar, afecta a la actitud individual de cada Miembro que tenga que pronunciarse sobre la
cuestión de la admisión. Los textos francés e inglés de la disposición tienen el mismo
significado de establecer una norma jurídica que, al tiempo que fija las condiciones de
admisión, determina también las razones por las que la admisión puede denegarse. La
expresión «podrán ser Miembros de las Naciones Unidas todos los demás Estados amantes de
la paz» indica que los Estados que cumplan las condiciones establecidas satisfacen los
requisitos necesarios para la admisión. La disposición perdería su significado si pudieran
exigirse otras condiciones.

Las condiciones en ella establecidas son exhaustivas, y no tienen el carácter de una simple
informaci6n o ejemplo. No sólo son las condiciones necesarias, sino también las condiciones
suficientes. Se alegó que esas condiciones representaban un mínimo indispensable, en el
sentido de que podían sobre imponerse a ellas consideraciones políticas, que constituirían un
obstáculo a la admisión. Esa interpretación es incompatible con el párrafo 2 del Artículo, que
prevé «la admisión de tales Estados».

Además, la interpretación dada por la Corte ya había sido adoptada por el Consejo de
Seguridad, como lo prueba el artículo 60 del reglamento del Consejo. Del carácter exhaustivo
del artículo 4 no se sigue, sin embargo, que se excluya la apreciaci6n de las circunstancias de
hecho que permitan verificar la existencia de las condiciones requeridas. El artículo no prohíbe
tener en cuenta cualquier factor que, razonablemente y de buena fe, se pueda relacionar con
las condiciones establecidas. La consideración de tales factores está implícita en el carácter
amplio y flexible de las condiciones.

No se excluye ningún factor político pertinente, es decir, ninguno que esté relacionado con las
condiciones de admisión. Las condiciones establecidas en el Artículo 4 son exhaustivas, y
ningún argumento en contra puede extraerse del párrafo 2 del Artículo, que se ocupa
únicamente del procedimiento de admisión. La Corte examina a continuación la segunda parte
de la pregunta, a saber, si un Estado que reconozca que un candidato cumple las condiciones
fijadas puede subordinar su voto afirmativo a la admisión simultanea de otros
Estados. Considerada sobre la base de la regla que la Corte adopta en su interpretación del
artículo 4, esa exigencia constituye una nueva condición, ya que no está conectada en modo
alguno con las establecidas en el artículo 4.

También pertenece a una categoría enteramente diferente, pues no hace depender la


admisión de las condiciones exigidas a los candidatos, sino de consideraciones ajenas relativas
a otros Estados. Impediría, además, que cada solicitud de admisión se examinara y votara por
separado y con arreglo a sus propios méritos, lo que sería contrario a la letra y al espíritu de la
Carta.
6. CIJ. ASUNTO RELATIVO A LA COMPETENCIA DE LA ASAMBLEA GENERAL PARA ADMITIR UN
ESTADO COMO MIEMBRO DE LAS NACIONES UNIDAS. OPINIÓN CONSULTIVA DE 3 DE
MARZO DE 1950 (RESUMEN)

Esa cuestión se refiere solamente al caso en el cual el Consejo de Seguridad, habiendo votado
respecto a una recomendaci6n, haya sacado de su votación la conclusión de que la
recomendación no queda aprobada por no haber obtenido la mayoría requerida o por el voto
negativo de un miembro permanente del Consejo. Se refiere, pues, al caso en que la Asamblea
se enfrenta a la falta de una recomendación del Consejo. No se trata de determinar las normas
que rigen el procedimiento de votación del Consejo, ni de determinar si el voto negativo de un
miembro permanente del Consejo basta para rechazar una recomendación que haya obtenido
siete o más votos. El texto mismo de la pregunta implica en ese caso la inexistencia de una
recomendación.

La pregunta es, por tanto, si, a falta de una recomendación del Consejo, la Asamblea puede
adoptar la decisión de admitir a un Estado. El empleo en el Artículo de la expresión «a
recomendación» implica la idea de que la recomendación es la base de la decisión. Ambos
actos son indispensables para formar el «juicio» de la Organización, siendo la recomendación
la condición previa de la decisión mediante la cual se efectúa la admisión. Las conclusiones a
que llega la Corte al examinar el párrafo 2 del artículo 4 son confirmadas por la estructura de la
Carta, y en particular por las relaciones establecidas entre la Asamblea General y el Consejo de
Seguridad.

Ambos son órganos principales de las Naciones Unidas, y el Consejo no está en una posición
subordinada. Además, los órganos a los que el Artículo 4 confía la decisión de la Organización
en materia de admisión han reconocido constantemente que la admisión sólo puede
concederse sobre la base de una recomendación del Consejo. Si la Asamblea pudiera admitir a
un Estado en ausencia de una recomendación del Consejo, se privaría a éste de un papel
importante en el ejercicio de una de las funciones esenciales de la Organización. Y tampoco se
puede admitir que la falta de una recomendación es equivalente a una «recomendación
desfavorable», sobre la cual la Asamblea General podrá basar la decisión de admitir a un
Estado.

Manteniéndose dentro de los límites de la solicitud de opinión, le bastaba a la Corte decir que
en ninguna parte ha recibido la Asamblea la facultad de cambiar, hasta el punto de
invertirlo, el sentido de una votación del Consejo. En consecuencia, es imposible admitir que la
Asamblea este facultada para atribuir a una votación del Consejo de Seguridad el carácter de
una recomendación, cuando el propio Consejo haya considerado que no se ha adoptado
recomendación alguna.

7. EL DESBLOQUEO DE LA ADMISIÓN DE NUEVOS MIEMBROS DE LAS NACIONES UNIDAS.

a) Res.109 (1995) de 14 de diciembre de 1955 del Consejo de Seguridad.

El Consejo de Seguridad, recordando la Res. 918 (X) de 8 de diciembre de 1955 de la Asamblea


General sobre la admisión de nuevos Miembros de las Naciones Unidas, habiendo considerado
por separado las solicitudes de admisión de Albania, Jordania, Irlanda, Portugal, Hungría, Italia,
Austria, Rumania, Bulgaria, Finlandia, Ceylán, Nepal, Libia, Camboya, Laos y España,
recomienda a la Asamblea General la admisión en las Naciones Unidas de los países arriba
citados.

Adoptada por ocho votos a favor, ninguno en contra y 3 abstenciones (Bélgica, China y Estados
Unidos de América).

b) Resolución 995 (X) de 14 de diciembre de 1955 de la Asamblea General.

Resolución 995 (X), recomendada por 41 Estados, A/L.208, adoptada por la Asamblea General
el 14 de Diciembre, con una abstención (Cuba).

La Asamblea General, habiendo recibido la recomendación del Consejo de Seguridad de 14 de


diciembre de 1955 de que los siguientes Estados fuesen admitidos como miembros en las
Naciones Unidas: Albania, Jordania, Irlanda, Portugal, Hungría, Italia, Austria, Rumania,
Bulgaria, Finlandia, Ceylán, Nepal, Libia, Camboya, Laos y España,
Habiendo considerado la solicitud de admisión de cada uno de esos Estados, Decide admitir a
los dieciséis países arriba citados como miembros en las Naciones Unidas.

8. LA ADMISIÓN DE SUDÁN DEL SUR

a) S/RES/1999 (2011), 13 de julio de 2011, Admisión de nuevos miembros

El Consejo de Seguridad,

Habiendo examinado la solicitud de admisión en las Naciones Unidas presentada por la


República de Sudán del Sur (S/2011/418), recomienda a la Asamblea General que la República
de Sudán del Sur sea admitida como Miembro de las Naciones Unidas.

b) AG Resolución 65/308, 14 de julio de 2011. Admisión de la República de Sudán del Sur como
Miembro de las Naciones Unidas

La Asamblea General,

Habiendo recibido la recomendación del Consejo de Seguridad de 13 de julio de 2011 de que


se admita a la República de Sudán del Sur como Miembro de las Naciones Unidas

Habiendo examinado la solicitud de admisión presentada por la República de Sudán del Sur
decide admitir a la República de Sudán del Sur como Miembro de las Naciones Unidas.

9. SUCESIÓN DE LA URSS POR LA FEDERACIÓN RUSA.

Mediante nota verbal se informa de la sucesión de la URSS por la Federación Rusa,


permaneciendo como miembro de las Naciones Unidas, cumpliendo con sus derechos y
obligaciones en conformidad con la Carta. Este asunto tiene gran importancia debido a su
condición de Estado Permanente.

10. EL CASO DE PALESTINA.

La Asamblea General en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y demás resoluciones,
invita a la Organización para la liberación de Palestina a participar en el debate general de la
Asamblea General (sin perjuicio de la superioridad de los Estados Miembros) con derecho de
respuesta, plantear cuestiones acerca de Palestina y Oriente medio (sin poder impugnar la
decisión del Presidente), proyectar resoluciones y decisiones sobre dichas cuestiones, intervenir,
y reconoce su facultad para participar en ella. Tendrá un lugar posterior al de los Estados no
miembros y antes de los demás observadores, pero este no podrá votar ni presentar candidatos.
Es recibida en 2011 la solicitud de admisión de Palestina como Miembro de las Naciones Unidas,
asentada sobre la base de los derechos naturales, jurídicos e históricos del pueblo palestino,
firmando su compromiso para lograr una solución justa contra el conflicto entre Israel y
Palestina. Se recalca en la solicitud el hecho de que Palestina es un país pacífico y que cumplirá
con las obligaciones de la Carta de las Naciones Unidas.
La Asamblea General en conformidad con el principio de igualdad de derecho, la libre
determinación de los pueblos, la inadmisibilidad de la adquisición de territorio por la fuerza y el
resto de principios contenidos en la Carta de las Naciones Unidas, convenios y resoluciones,
reafirma el derecho de Palestina a la libre determinación y la independencia de su Estado de
Palestina, se concede la condición de observador no miembro en las Naciones Unidas
contribuyendo a la realización de derechos inalienables de Palestina debiendo reanudarse las
negociaciones para la paz en el Oriente medio.
A día de hoy Palestina sigue sin ser un país miembro de las Naciones Unidas, pasa a ser un Estado
con la condición de observador permanente, teniendo ya por lo tanto voz, en la organización,
pero no voto.
El principal problema de Palestina es la falta de su concepción estatal, debido a que una de las
claves para ser considerado Estado, es la falta de gobierno soberano sobre su territorio, por lo
que la estatalidad jurídica de Palestina es como mínimo, cuestionable.
Israel, no quiere que Palestina sea considerado miembro y como consecuencia EEUU no querrá,
lo que lleva a que la solicitud de Palestina sufriría el veto de EEUU. Por lo que, a partir de ese
momento, Palestina pasa a buscar la consideración de Estado, lo cual, sí que es relevante, ya
que se produce un acrecimiento de la capacidad jurídica de Palestina, sirve esto por lo tanto
como ejemplo de un acto político que tiene claros efectos jurídicos.

11. EL CASO DE ESCOCIA.

Cuando se preguntó a los diplomáticos británicos hace seis meses si estaban haciendo planes
de contingencia para la independencia de Escocia, casi parecieron sorprendidos por la
pregunta.

No es que no se lo tomaran en serio. Más bien, no parecía ser tan urgente para una misión del
Reino Unido preocupada por Siria, Ucrania, Irak y otros lugares problemáticos del mundo.

En aquel entonces, las encuestas sugerían que la campaña del "No" tenía una ventaja
incuestionable. Ahora, a una semana del día del referéndum, John Major, el ex primer ministro
británico, ha advertido que el Reino Unido tendría que dejar su puesto en el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas si el referéndum produce un "Sí". "Perderíamos nuestro
puesto en la mesa principal de la ONU", dijo.

Los diplomáticos del Reino Unido se esfuerzan por señalar que la independencia de Escocia no
afectaría a la posición de Gran Bretaña en el Consejo de Seguridad, ni a su pertenencia al club
más exclusivo de la diplomacia mundial, los Cinco Permanentes o P5 del organismo.

El Reino Unido sería el estado sucesor. Continuaría ejerciendo el veto, un privilegio que
comparte con los Estados Unidos, Francia, Rusia y China, incluso si su actual nombre, "Reino
Unido", pudiera parecer falso y oximorónico.

Formalidad de admisión
Hay un claro precedente. Tras la desintegración de la Unión Soviética, que llevó a la escisión de
la antigua superpotencia en 15 naciones separadas, Moscú conservó su sede.

A pesar de que la carta de la ONU, el documento fundacional de la organización, se refiere a la


Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la placa de identificación fue reemplazada en el
Consejo de Seguridad por la Federación Rusa.

Boris Yeltsin, el entonces presidente de la Federación Rusa, simplemente escribió al Secretario


General de la ONU y le dijo que Moscú ocuparía el puesto, con el apoyo de otros 11 países de
la Comunidad de Estados Independientes.

Una Escocia independiente no tendría voto en el Consejo de Seguridad de la ONU, a menos


que buscara y ganara la elección para uno de los 10 puestos temporales, que se celebran por
períodos de dos años y no tienen veto. Sin embargo, primero, una Escocia independiente
tendría que solicitar su ingreso en la ONU. Esto debería ser una formalidad, una simple
cuestión de solicitar y luego ser aceptada.

Las 15 ex repúblicas soviéticas, por ejemplo, son ahora estados miembros de la ONU. El sur de
Sudán, el país más nuevo del mundo, ofrece un precedente más reciente. Se convirtió en
miembro de la ONU a los pocos días de lograr la independencia en 2011.

Los diplomáticos del Reino Unido, citando la experiencia de Sudán del Sur, no prevén ningún
problema. La admisión en la ONU es mucho menos complicada que el proceso de adhesión a la
Unión Europea o a la OTAN.

Sin embargo, como ha demostrado Kosovo, la adhesión no es automática. Tras declarar su


independencia de Serbia en 2008, Kosovo fue reconocido por 108 de los 193 Estados
miembros de la ONU.

Pero Rusia y China, usando sus poderes de veto, han bloqueado su ingreso a la ONU. Sin
embargo, los diplomáticos del Reino Unido señalan que la independencia de Kosovo fue
disputada. El voto haría que Escocia fuera un claro ejemplo. Ningún cambio inminente Irlanda
también tuvo problemas para unirse a las Naciones Unidas. La Unión Soviética bloqueó su
ingreso hasta 1955, en parte debido a la neutralidad de Dublín durante la Guerra Mundial II.

Pero es poco probable que Escocia se enfrente a alguna oposición. El Primer Ministro de China,
Li Keqiang dijo que prefería un "Reino Unido ", hablando junto a David Cameron en una
conferencia de prensa en julio,

Pero los diplomáticos del Reino Unido no prevén que se interponga en el camino de una
Escocia independiente, aunque a Beijing le preocupa el separatismo étnico dentro de sus
propias fronteras y da gran importancia a la integridad territorial.

La independencia no llevaría a ninguna disminución del poder británico en las Naciones


Unidas, según el experto de la ONU Thomas Weiss.

"No hay que preocuparse por Whitehall", dice. ¿En cuanto a Edimburgo? "Parece que la voz de
Escocia será inexistente," reconoce.

Si Escocia votara "Sí", no habría un cambio inmediato. Las negociaciones para ultimar los
detalles de la independencia llevarían al menos 18 meses.

En parte por esa razón, todavía no hay planes de contingencia en el rascacielos que alberga la
misión del Reino Unido en Nueva York.
III. LA CONDICIÓN JURÍDICA DE LAS NACIONES UNIDAS

12. CIJ, ASUNTO DE LA REPARACIÓN POR DAÑOS SUFRIDOS AL SERVICIO DE LAS NACONES
UNIDAS. OPINIÓN CONSULTIVA DE 14 DE ABRIL DE 1949.

«Si la Organización dirige una reclamación a uno de sus Estados miembros, será presentada de
la misma manera y tratada con los mismos procedimientos. En su caso, podrá apoyarse en los
medios políticos de los que dispone la Organización. De esa manera la Organización encontrará
el medio de asegurar el respeto de sus derechos frente al Estado miembro contra el cual ha
presentado una reclamación. Para responder a esta cuestión es preciso determinar
previamente si la Carta ha conferido a la Organización una condición que implique que aquélla
tiene derechos exigibles a sus miembros.

¿Organización revestida de la personalidad internacional? Sin duda esta última expresión es


una expresión doctrinal, impugnada en numerosas ocasiones. Pero será utilizada aquí para
expresar que, si se le reconoce tal personalidad, la Organización es una entidad susceptible de
ser beneficiaria de obligaciones que deben cumplir sus miembros. Para responder a esta
pregunta, no solucionada por los términos literales de la Carta, hay que analizar los caracteres
que ésta ha pretendido dar a la Organización. Este desarrollo llega, en 1945, a la creación de
una organización internacional cuyos propósitos y principios se enuncian en la Carta de las
NNUU.

Para alcanzar estos propósitos es indispensable que la Organización tenga la personalidad


internacional. La Carta no se dedica simplemente a hacer de la Organización creada por ella un
centro en el que se armonizarían los esfuerzos de las naciones hacia los fines comunes
definidos por ella. En opinión del Tribunal, la Organización estaba destinada a ejercer
funciones y a disfrutar derechos -y lo ha hecho- que no pueden explicarse más que si la
Organización posee un alto grado de personalidad internacional y de capacidad de obrar en el
plano internacional. Es actualmente el tipo más elevado de organización internacional y no
podría responder a las intenciones de sus fundadores si estuviese desprovista de personalidad
internacional.

Por consiguiente, el Tribunal llega a la conclusión de que la Organización es una persona


internacional. Ello no equivale a decir que la Organización sea un Estado, cosa que ciertamente
no es, ni que su personalidad jurídica, sus derechos y sus deberes sean los mismos que los de
un Estado. Todavía menos equivale a decir que la Organización sea un »super-Estado«, fuere
cual fuere el sentido de esta expresión. Ello tampoco implica que todos los derechos y los
deberes de la Organización deban hallarse en el plano internacional como tampoco todos los
derechos y deberes de un Estado se hallan en dicho plano.

Ello significa que la Organización es un sujeto de Derecho Internacional, que tiene capacidad
de ser titular de derechos y deberes internacionales y que tiene capacidad de defender sus
derechos mediante reclamaciones internacionales. La cuestión a examinar ahora es la de saber
si la suma de los derechos internacionales de la Organización comprende el derecho de
presentar reclamaciones internacionales semejantes a las contempladas en la presente
solicitud de dictamen. Se trata de una reclamación contra un Estado para obtener reparación
por un perjuicio procedente de un daño causado a un agente de la Organización en el ejercicio
de sus funciones. La, le obliga a examinar ahora la cuestión II... En tal caso no existe regla
jurídica que atribuya una prioridad a una protección o a la otra, o que obligue ya sea al Estado
ya sea a la Organización a abstenerse de presentar una reclamación internacional.

IV. ALGUNAS OPINIONES SOBRE LAS NACIONES UNIDAS

13. RICHARD PERLE, “GRACIAS A DIOS POR LA MUERTE DE LAS NACIONES UNIDAS” (2003).

Bueno, no todas las Naciones Unidas. Lo que morirá es la fantasía de las Naciones Unidas como
pilar del nuevo orden mundial. Al buscar entre los escombros, será importante
preservar, entiéndase de la mejor manera, las ruinas intelectuales del engreimiento liberal de
garantizar la seguridad mediante un derecho internacional administrado por instituciones
internacionales. En el espíritu de la reconciliación post bélica que los diplomáticos promueven
siempre tan entusiasmadamente, no debemos reconciliar la tímida y arruinada noción de que
el orden mundial requiere de nosotros que retrocedamos ante Estados sin escrúpulos que
aterrorizan a sus propios ciudadanos y amenazan a los nuestros.

Hace unos días, Shirley Williams aparecía en televisión proporcionando argumentos contra la
coalición de quienes están dispuestos al uso de la fuerza para liberar a Iraq. Para Lady
Williams, el énfasis en la escala de opiniones sobre esta guerra está en la idea de que sólo el
Consejo de Seguridad de la ONU puede legitimar el uso de la fuerza. Una voluntariosa coalición
de democracias liberales no es lo suficientemente buena. Si una institución o coalición que no
sea el Consejo de Seguridad de la ONU procede al uso de la fuerza, aún como último
recurso, prevalecería la «anarquía» más que el derecho internacional, destruyendo toda
esperanza de orden mundial.

Al enfrentarse a este argumento de que una política es correcta si cuenta con la aprobación
del Consejo de Seguridad, cómo puede ser errónea sólo porque la China comunista, o Rusia, o
Francia, o una manada de dictadores de poca monta se hacen eco de este asentimiento, cayó
nuevamente en la primacía de «orden» versus «anarquía». La ONU surgió de las cenizas de la
guerra que la Sociedad de Naciones fue incapaz de evitar. En el embriagador periodo que
siguió a la victoria aliada, la esperanza de que la seguridad pasara a ser un asunto colectivo se
vio encarnada en el Consejo de Seguridad, con resultados abyectos. Durante la guerra fría el
Consejo de Seguridad se vio totalmente paralizado.

Al margen de algunas escaramuzas menores y misiones esporádicas de mantenimiento de la


paz, el único caso en que el Consejo de Seguridad actuó durante la guerra fría fue su uso de la
fuerza para detener la invasión de Corea del Sur, y esto sólo fue posible porque los soviéticos
no estaban en la sala para ejercer su veto. Fue necesaria una coalición de voluntarios para
salvar a Bosnia de la extinción. Y cuando la guerra terminó, se llegó a la paz en
Dayton, Ohio, no en la ONU. Fue el Reino Unido, y no las Naciones Unidas quien salvó las
Malvinas.

Este nuevo siglo se enfrenta ahora a la esperanza de un nuevo orden mundial por caminos
nuevos. No derrotaremos, no siquiera lograremos contener, al terrorismo fanático a no ser
que llevemos la guerra a los territorios desde los que éste es lanzado. Toda esperanza en que
se arredren a retirar su apoyo o dejen de ser santuario de los terroristas, reside en la certeza y
eficacia con que se les haga frente. En lugar de tacharlas peyorativamente como amenaza al
nuevo orden mundial, deberíamos admitir que son, en defecto de otra cosa, la mejor
esperanza para este orden, y la verdadera alternativa a la anarquía del abyecto fracaso de las
Naciones Unidas.

14. ALOCUCIÓN DEL SENADOR JESSE HELMS, PRESIDENTE DEL COMITÉ DE ASUNTOS
EXTERIORES DEL SENADO DE LOS ESTADOS UNIDOS, AL CONSEJO DE SEGURIDAD, 20 DE
ENERO DE 2000.

Estoy seguro de que han visto las últimas encuestas encargadas, por los partidarios de la
organización en mi país, sobre la opinión de los americanos acerca de las Naciones Unidas. Me
gustaría advertirles sobre su credibilidad, puesto que habiendo sido reelegido desde 1972
hasta hoy, en todas las encuestas se auguraba mi derrota.
Los americanos saben instintivamente que Naciones Unidas vive y respira del dinero que
ganan mis conciudadanos con el sudor de su frente Ven como la mayoría de los miembros
votan contra los Estados Unidos de manera habitual en la Asamblea General. Ninguna otra
nación se acerca, siquiera, a tan colosal desembolso.
Ahora permítanme decirles que el dinero que les damos no es caridad, al contrario, es una
inversión, una inversión de la que el pueblo americano espera ver u beneficio: se espera unas
Naciones Unidas que trabajen de manera más efectiva y respeten la soberanía de los Estados
Unidos.
Los Estados Unidos son con diferencia el mayor inversor en Naciones Unidas. Según la
Constitución de los Estados Unidos, los congresistas somos los guardianes únicos del dinero de
los americanos Así pues, como representantes de los mayores inversores en Naciones Unidas
tenemos no sólo el derecho, sino también la responsabilidad de persistir en la exigencia de
reformas específicas a cambio de inversión.
Sea como fuere, el Congreso ha expedido un cheque a favor de las Naciones Unidas por la
cantidad de 926 millones de dólares, pagaderos al cumplimiento de las reformas de sentido
común previamente pactadas. Ahora son las Naciones Unidas las que deben decidir, teniendo
en cuenta que, en caso de no cumplir esa promesa, comenzaría el final de la aportación de
Estados Unidos a la organización.
La mayoría de los americanos no ven las Naciones Unidas como un fin en sí mismas En la
medida en que sean efectivas, serán financiadas por los americanos Los americanos quieren
que las Naciones Unidas cumpla con los fines para los que se creó, quieren que ayude a
coordinar la acción colectiva de los Estados que lo deseen; quieren que sea un foro de
encuentro de diplomáticos donde se mantengan abiertos canales de comunicación en época
de crisis; quieren que cumpla con importantes funciones para los pueblos del mundo, como la
inspección de armas, el mantenimiento de la paz y la ayuda humanitaria Si las Naciones Unidas
tratan de ir más allá, si tratan de imponer su poder sobre los Estados, puedo garantizarles que
Naciones Unidas encontrará la tenaz resistencia de los americanos.

Práctica preliminar (y iii): Textos CIJ*

1.- La relación entre la Corte Internacional de Justicia y la Organización de las


Naciones Unidas
Tras consultar la información disponible en el servidor de la CIJ, podemos determinar que la
Corte Internacional de Justicia es el órgano judicial principal de la Organización de las Naciones
Unidas, esta sería por lo tanto la principal relación que se guarda entre ambas.
2.- La organización y estructura de la Corte

Según el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, esta, será un cuerpo de magistrados


independientes elegidos, sin tener en cuenta su nacionalidad, de entre personas que gocen de
alta consideración moral y que reúnan las condiciones requeridas para el ejercicio de las más
altas funciones judiciales en sus respectivos países, o que sean jurisconsultos de reconocida
competencia en materia de derecho internacional.
Se compondrá de 15 miembros, no pudiendo ser 2 del mismo Estado; estos miembros serán
elegidos por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad. En el caso de los Miembros de las
Naciones Unidas que no estén representados en la Corte Permanente de Arbitraje, los
candidatos serán propuestos por grupos nacionales que designen a este efecto sus respectivos
gobiernos; ningún grupo podrá proponer más de 4 candidatos.
En cuanto a su estructura, como decimos está conformada por 15 miembros, no pudiendo ser 2
del mismo Estado, de estos 15 miembros, cada 3 años se elegirá a un presidente y un
vicepresidente, los cuales podrán ser reelectos además de un secretario. La sede de la Corte, se
ubicará en La Haya,

3.- Las lenguas oficiales ¡Son las mismas que las de la Organización de las Naciones
Unidas?

En cuanto a las lenguas oficiales, según el artículo 39, del Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia, en esta misma, los idiomas oficiales serían el Frances y el Inglés y se utilizaría uno u otro
dependiendo de si las partes acordaren que el procedimiento se siga en francés; la sentencia se
pronunciará en este idioma. Si acordaren que el procedimiento se siga en inglés, en este idioma
se pronunciará la sentencia.
Además, si lo solicitare una de las partes, la Corte la autorizará para usar cualquier idioma que
no sea ni el francés ni el inglés.
En la ONU, en cambio, se poseen varios más idiomas oficiales además del inglés y el Frances,
como el árabe, el chino, el español o el ruso.

4.- Los jueces: su procedimiento de elección y la composición actual de la Corte (los


nombres).

15 miembros, no pudiendo ser 2 del mismo Estado; estos miembros serán elegidos por la
Asamblea General y el Consejo de Seguridad. En el caso de los Miembros de las Naciones Unidas
que no estén representados en la Corte Permanente de Arbitraje, los
candidatos serán propuestos por grupos nacionales que designen a este efecto sus respectivos
gobiernos; ningún grupo podrá proponer más de 4 candidatos.
Antes de proponer estos candidatos, se recomienda a cada grupo nacional que consulte con su
más alto tribunal de justicia. Después, el Secretario General de las Naciones Unidas preparará
una lista por orden alfabético de todas las personas así designadas y la presentará a la Asamblea
General y al Consejo de Seguridad. Los electores tendrán en cuenta, que se reúnan las cualidades
necesarias y que sean representadas las grandes civilizaciones del mundo. Se considerarán
electos los candidatos que obtengan una mayoría absoluta de voto; si después de la primera
elección, quedan plazas vacantes se realizará una 2ª o 3ª vuelta.
Composición actual de la Corte: (P) Abdulqawi A. Yusuf (Somalia); (V) Xue Hanquin (China); Peter
Tomka (Eslovaquia); Ronny Abraham (Francia); Mohamed Bennouna (Marruecos); Antônio
Augusto Cançado Trindade (Brasil); Joan Donoghue (EEUU); Giorgio Gaja (Italia); Julia Sebutinde
(Uganda); Dalveer Bhandari (India); Patrick Lipton Robinson (Jamaica); James R. Crawford
(Australia); Kirill Gevorgian (F.Rusa); Nawaf Salam (Libano); Yuji Iwasawa (Japón)..

5.- La categoría del juez ad hoc

El juez ad hoc es una figura del derecho internacional que se recoge en diversos tratados y
normas jurídicas para fijar los miembros de los Tribunales o Cortes de justicia internacionales,
cuando en el Tribunal o Corte que debe conocer de un asunto no figura entre sus miembros
ningún nacional del país en cuestión.
Tendrán precedencia después de los miembros de la Corte y por orden de edad. No se les tendrá
en cuenta para calcular el quórum.

6.- La distinción entre la competencia contenciosa y la competencia consultiva de la


Corte

La Corte desempeña una doble misión: el arreglo de las controversias de orden jurídico entre los
Estados que le sean sometidas por estos (procedimiento contencioso) y la emisión de
dictámenes consultivos sobre cuestiones jurídicas que le sometan los órganos u organismos de
las Naciones Unidas (procedimiento consultivo)

7.- Las formas de hacer competente a la Corte para conocer de controversias entre
Estados; se tiene particular interés en conocer el mecanismo de las “Declaraciones
unilaterales de aceptación de la competencia obligatoria de la Corte”

La Corte solo tendrá competencia para conocer de un asunto si los Estados implicados han
aceptado su jurisdicción de alguna de las siguientes maneras:
En virtud de un acuerdo especial concluido entre los Estados con el propósito de someter su
controversia a la Corte.
En virtud de una cláusula jurisdiccional, es decir que los Estados afectados formen parte de un
tratado en el que una de sus cláusulas prevea que en caso de que surja una controversia acerca
de la interpretación o aplicación de dicho tratado uno de ellos la someta a la Corte Internacional
de Justicia.
Por el efecto reciproco de declaraciones hechas por ellos en relación con la CIJ.

9.- El diferente valor jurídico, en su caso, de las Sentencias y de las opiniones


consultivas

Tienen carácter vinculante, en cambio las opiniones consultivas son meras declaraciones, salvo
contadas excepciones a las cuales sí se les reconoce fuerza vinculante.

10.- España y la Corte Internacional de Justicia: Finalmente, se pregunta


a) ¿Podría actuar la Corte en una controversia en la que se vea implicado nuestro
país?
Sí, porque España reconoce de forma unilateral, la aceptación de la competencia de la CIJ
b) ¿Habrá algún límite temporal o material?
Sí, como ocurre en el caso de Gibraltar; o la no sumisión de asuntos previos al momento de que
España reconociera la competencia de la CIJ
c) ¿Ha dictado la Corte alguna Sentencia en la que se haya visto implicado
nuestro país?
Sí, CASO RELATIVO A LA JURISDICCIÓN EN MATERIA DE PESQUERÍAS (ESPAÑA CONTRA EL
CANADÁ) (COMPETENCIA DE LA CORTE) Fallo de 4 de diciembre de 1998.

d) ¿Ha emitido la Corte en algún momento de su historia alguna opinión


consultiva de especial interés para España?
Sí, CASO RELATIVO AL SAHARA OCCIDENTAL Opinión consultiva de 16 de octubre de 1975

TEMA 1.

Capítulo I: Caracteres del Dº internacional (Textos 1.2-1.13)

1.2 Asunto de la legitimidad de la amenaza o el empleo de armas nucleares. (Opinión


consultiva del 8 de Julio de 1996)

Sobre este tema la Corte Internacional de Justicia no se ha dado una respuesta firme ya que
afirmar que el uso de armas nucleares es ilícito en cualquier circunstancia no es posible dado
que es totalmente incompatible a la legislación aplicable a los conflictos armados. Es cierto que
teóricamente las armas nucleares dan lugar a sufrimientos innecesarios además de que pueden
no distinguir objetivos militares de civiles los cual no estaría permitido. No obstante, la Corte no
puede ignorar el derecho fundamental de todo Estado a su supervivencia y en consecuencia su
derecho a recurrir a la legítima defensa, la cual podría incluir el uso de armas nucleares. Es por
eso que la Corte considera que no puede pronunciarse acerca de la licitud o ilicitud de la
utilización de armas nucleares en circunstancias extremas.

1.3 Declaración sobre los principios de derecho internacional referentes a las relaciones de
amistad y la cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta de las Naciones
Unidas.

Con la mirada puesta en el mantenimiento de la paz y la mejora de las relaciones internacionales


entre los distintos estados se establecieron ciertos principios.
1) Los Estados en sus relaciones internacionales se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso
de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de los Estados o en
cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas.
2) Los Estado arreglarán sus controversias internacionales por medios pacíficos
3) La obligación de no intervenir en los asuntos que son de la jurisdicción interna de los Estados.
4) La obligación de los Estados de cooperar entre sí.
5) El principio de igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos.
6) El principio de igualdad soberana de los Estados.
7) Los Estados cumplirán de buena fe las obligaciones contraídas por ellos de conformidad con
la carta.

1.4 Asunto de la Barcelona Traction Light and Power Comany Limited. (Sentencia de 5 de
Febrero de 1970)

En esta sentencia el CIJ establece que debe diferenciarse las obligaciones de los Estados respecto
a respecto a la comunidad internacional en su conjunto y las que nacen respecto de otro Estado
dentro del marco de la protección diplomática.
1.5 Asunto de las actividades militares y paramilitares en y contra Nicaragua (Sentencia 27
de Junio de 1986 Nicaragua contra EE. UU)

El CIJ discute acerca del incumplimiento del art. 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas según el
cual se prohíbe el uso de la fuerza y su consideración como “ius cogens” (es decir que no admiten
ni la exclusión ni la alteración de su contenido, estas normas se encuentran en una posición
jerárquica superior)

1.6 Consecuencias Jurídicas de la construcción de un muro en el territorio palestino ocupado.


(Opinión consultiva del 9 de Julio de 2004)

Israel ha cometido violaciones en las obligaciones con el pueblo palestino, entre ellas el derecho
a la libre determinación y otras obligaciones con arreglo al Derecho Internacional humanitario
las cuales se consideran de carácter “erga omnes”, es decir es por su propia naturaleza materia
de interés para todos los Estados.

1.7 Cuestiones relativas a la obligación de enjuiciar o extraditar. (Sentencia del 20 de Julio de


2012 Bélgica contra Senegal)

En esta sentencia el CIJ expone la prohibición a la tortura como derecho internacional


consuetudinario que ha adquirido carácter de norma imperativa. Figura en numerosos
instrumentos internacionales como la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, los
Convenios de Ginebra para la protección de las víctimas de guerra de 1949… Pero esta obligación
de perseguir a los presuntos autores de actos de tortura no solo se aplica a los hechos ocurridos
tras la entrada en vigor para el Estado interesado. La Corte considera que nada en la convención
contra la tortura revela una intención de obligar al Estado parte a incriminar por los actos de
tortura ocurridos previamente a la entrada en vigor.

1.8 Inmunidades Jurisdiccionales del Estado. (Sentencia del 3 de Febrero de 2012)

Conflicto entre las normas del ius cogens

1.9 Consecuencias Jurídicas de la separación del archipiélago de Chagos de Mauricio en 1965.


(Opinión consultiva del 25 de Febrero de 2019)

El CIJ determinó que todo Estado tiene el deber de promover mediante la acción conjunta o la
individual la aplicación del principio de igualdad de derechos y de la libre determinación de los
pueblos y el respeto a la libre determinación de los pueblos es una obligación “erga omnes”.

1.10 Convenio de Viena sobre el derecho de los tratados

Todo tratado que esté en oposición con una norma imperativa de derecho internacional general,
es decir, una norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados en su
conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario (ius cogens) en el momento de su
celebración será nulo.
1.11 Proyecto de artículos sobre la responsabilidad del Estado por hechos
internacionalmente ilícitos, aprobado por el CDI en segunda lectura en su 53º periodo de
sesiones (2001)

Se trata de normas de carácter comunmente consuetudinario.


Una mayoría muy amplia de Estados bastaría para lograr la imperatividad de la norma, aunque
dependerá de cuales sean los Estados objetores persistentes la aplicación de esta.

1.12 Convenio de Viena sobre el derecho de los tratados (1969)

De acuerdo con el art. 34 un tratado no crea obligaciones ni derechos para un tercer Estado sin
su consentimiento. En el caso de que el tratado conlleve derechos el asentimiento del Estado
tercero se presumirá mientras no haya indicación, al contrario, por el contario en el caso de
obligaciones para terceros Estados, estos tendrán que aceptarlas expresamente por escrito.

1.13 Derecho de Asilo. (Sentencia del 20 de Noviembre de 1950) Opinión disidente del juez
Read.

La palabra americano ha sido empleada en un sentido particular refiriéndose a las 20 repúblicas


americanas. Se confirma la existencia del Derecho Internacional americano como un conjunto
de reglas jurídicas convencionales y consuetudinarias complementarias al derecho internacional
universal que rigen las relaciones internacionales del mundo panamericano.

TEMA 2

Capítulo II: Las inmunidades jurisdiccionales del Estado (Textos 1.6-1.15)

1.6 Convención de las NNUU sobre las inmunidades jurisdiccionales de los estados y de sus
bienes, de 2 de Diciembre de 2004.

Considerando que las inmunidades jurisdiccionales de los estados y sus bienes constituyen un
principio generalmente aceptado en el derecho internacional consuetudinario, los estados
participantes en la convención han dispuesto lo siguiente:

// La Parte II (Principios Generales) y se establece las normas relativas a la renuncia expresa, la


participación del Estado extranjero en procedimientos judiciales y las reconvenciones. La
Convención trata por separado la inmunidad frente a las decisiones judiciales (Parte III) y la
inmunidad frente a la ejecución (Parte IV). //

En el artículo 5 se reconoce la inmunidad de todo Estado ante los tribunales de otro.

El artículo 6 trata sobre cómo hacer efectiva la inmunidad, que sería absteniéndose de ejercer
jurisdicción ante sus tribunales contra otro Estado y procurará que se respete la inmunidad de
ese otro Estado.

Se entenderá iniciado un proceso ante un tribunal de un Estado contra otro si es mencionado


como parte del proceso o no siéndolo, pero el proceso es de interés para él por tratarse de
menoscabar sus bienes, derechos, intereses o actividades.

En el artículo 7 se contempla el consentimiento para el ejercicio de la jurisdicción de un Estado


contra otro, estableciendo que ningún estado podrá hacer valer la inmunidad de jurisdicción
en un proceso ante un tribunal de otro estado si ha consentido expresamente en que ese
tribunal ejerza jurisdicción en relación con esa cuestión por acuerdo internacional; en un
contrato escrito o por una declaración ante un tribunal o por una comunicación escrita en un
proceso determinado

Del artículo 8 se desprenden las consecuencias de la participación en un proceso ante un


tribunal.

La Parte III establece ocho tipos de procedimientos en los que no se puede invocar la
inmunidad del Estado. (Transacciones mercantiles; contratos de trabajo; lesiones a las
personas y daños a los bienes; propiedad posesión y uso de bienes; propiedad intelectual e
industrial; participación en sociedades u otras colectividades; buques de propiedad de un
Estado o explotados por un Estado; efectos de un convenio arbitral.

La Parte IV se refiere a la inmunidad del Estado respecto de las medidas coercitivas adoptadas
en relación con un proceso ante un tribunal. Contiene normas separadas sobre las medidas
coercitivas anteriores al fallo (artículo 18) y posteriores al fallo (artículo 19). El artículo 21
enumera cinco categorías de bienes del Estado inmunes al embargo o la ejecución.

1.7 TEDH asunto Sabeh El LEIL C. Francia. sentencia (gran sala) de 29 de Junio de 2011

El Tribunal señala que la inmunidad absoluta de los Estados ha ido cambiando a lo largo del
tiempo con la Convención sobre las inmunidades jurisdiccionales de los Estados y de sus
bienes ya que en lo relativo a contratos de trabajo no se aplican estas inmunidades. En este
sentido Francia no se ha opuesto a esta Convención por lo que le es aplicable a título de
derecho internacional consuetudinario. El problema del caso gira en torno al artículo 6.1 de la
Convención de las NNUU sobre las inmunidades jurisdiccionales de los estados y sus bienes. El
TEDH establece límites al derecho de acceso a un tribunal reconocido en el artículo 6.1 como
es la regulación de éste por parte del Estado, así como que se persiga un fin legítimo y que
exista una proporcionalidad entre los medios empleados y el fin perseguido. Destacan que el
derecho de acceso a un tribunal va de la mano de las garantías de que un proceso sea justo y
que esa limitación se deriva del principio en virtud del cual un Estado no puede ser sometido a
la jurisdicción de otro El Tribunal considera que Francia ha violado el artículo 6.1 del Convenio
(derecho del demandante a acceder a un tribuna se deniega al demandante su reclamación
contra la embajada de Kuwait en Francia donde trabajaba como contable con contrato laboral
indefinido, por dirigirla contra el Estado de Kuwait y no así contra el director o presidente de la
embajada de Kuwait, considerándose entonces que jugaba la inmunidad de los Estados
extranjeros). El TEDH considera, que se ha vulnerado el acceso al proceso porque la restricción
impuesta al derecho del demandante no fue proporcionada al fin perseguido por la norma
procesal aplicada.

La sentencia es interesante porque recoge diversos pronunciamientos previos en relación con


la aplicación de la inmunidad de jurisdicción cuando la controversia versa sobre materia
laboral y no se limita la actividad desarrollada al ejercicio de actos de poder público del Estado
al que pertenece la embajada.

1.8 CIJ. Asunto de las inmunidades jurisdiccionales del estado (Alemania C. Italia; Grecia
Interviniente). Sentencia de 3 de Febrero de 2012

La Corte considera que la regla de la inmunidad del Estado, tiene un papel relevante en el Dº
Internacional. Este procede del principio de igualdad soberana de los Estados y que ha de ser
considerado conjuntamente con aquel en virtud del cual cada estado ostenta la soberanía de
su propio territorio. Las excepciones a la inmunidad del Estado constituyen una derogación del
principio de igualdad soberana.

Ambas partes están en desacuerdo en cuanto al alcance de la regla de inmunidad del Estado,
se destaca que varios estados operan a día de hoy una distinción entre los actos iure gestionis
(se les limita la inmunidad que reivindican para ellos mismos) y los actos iure imperii.

Cuando los actos que se tratan son actos iure gestionis, la Corte no es llamada a pronunciarse,
sobre como gestiona la inmunidad de los Estados el Dº Internacional.

La corte considera que las expresiones iure imperii e iure gestionis no implican que los actos
sean lícitos, sino que indican que deben ser apreciados a la luz del derecho que rige el ejercicio
del poder soberano (imperii) o del derecho que rige las actividades no soberanas del Estado,
las de orden privado y comercial (ius gestionis).

La Partes están de acuerdo al considerar que los Estados gozan por regla general de inmunidad
en el caso de los actos iure imperii, es a la presente de esto, que se debe valorar si la
inmunidad es aplicable a los actos cometidos por las fuerzas armadas contra un estado en el
marco de un conflicto armado. Alemania sostiene que sí, que es aplicable la inmunidad y no lo
son ninguna de las excepciones a la inmunidad de las que goza un Estado respecto de los actos
iure imperii. Italia, defiende que Alemania no tiene base que argumente eso, ya que la
inmunidad no se extiende a actos iure imperii que hayan entrañado la muerte o un perjuicio
material o corporal. Tras estas declaraciones, la Corte concluye que no puede considerarse
que se apoye el argumento según el cual el derecho internacional consuetudinario no
reconoce a un Estado inmunidad en los procedimientos relativos a actos perjudiciales que
hayan entrañado muerte o perjuicios corporales o materiales.

La Corte destaca que 9/10 estados a los que se han referido, han adoptado disposiciones
previendo que un estado puede provocar la inmunidad en lo que respecta a actos perjudiciales
(EEUU; R.U; Sudáfrica; Canadá; Australia; Singapur; Argentina; Israel y Japón)

La opinión de la Corte es que la practica estatal atestigua que un estado sigue gozando de
inmunidad por razón de actos iure imperii, cuando están en cuestión actos perjudiciales
cometidos por fuerzas armadas en el marco de un conflicto armado incluso cuando los actos
en cuestión han tenido lugar en el propio territorio del foro. Esta práctica se acompaña de una
opinio iuris y cierto número de jurisdicciones nacionales, que indican que consideran que el Dº
internacional exigía reconocer la inmunidad.

En consecuencia, la corte establece que contrariamente a lo sostenido por Italia en el marco


de la presente instancia, la decisión de las jurisdicciones italianas de no reconocer la
inmunidad a Alemania no podría justificarse sobre la base de la excepción territorial.

El segundo argumento de Italia se aplica a todas las reclamaciones presentadas ante la justicia
italiana, consiste en defender que el rechazo de la inmunidad estaba justificado por la
naturaleza particular de los actos que constituían el objeto de estas reclamaciones. 3 aspectos:

1. Italia hace valer que los actos que han dado lugar a dichas reclamaciones comportan
violaciones graves de los principios del dº internacional.
2. Sostiene que las normas violadas eran normas imperativas
3. Alega que dado que se había negado a los demandantes cualquier forma de
reparación el ejercicio de su competencia por las jurisdicciones italianas era necesario
a título de último recurso.
Tras estas declaraciones de Italia, la Corte determina que no ve, en la práctica de los Estados
ningún elemento que permita afirmar que el derecho internacional haría depender el derecho
de un Estado a la inmunidad de la existencia de otras vías efectivas que permitan obtener
reparación.

No caben medidas de ejecución contra el estado o medidas de embargo, al no haberse


aplicado medidas de jurisdicción previamente, no hay por lo tanto competencia. La primera
condiciona a la segunda.

Conclusión: La Corte considera que la negativa de los tribunales italianos a reconocer la


inmunidad que ha concluido que Alemania podía pretender a título de derecho internacional
consuetudinario constituye un incumplimiento de las obligaciones que el Estado italiano tenía
respecto a aquella.

1.9) Sentencia TC 107/1992. de 1 de Julio de 1992

La demandante se basa en que, al haber admitido la inmunidad absoluta de ejecución de la


Embajada de la República de Sudáfrica, se ha vulnerado su derecho a la tutela judicial efectiva
y a no padecer indefensión, por no haberse interpretado restrictivamente el privilegio de
inmunidad de los Estados en materia de contratos de trabajo.

La decisión del presente recurso de amparo debe realizarse a partir de dos postulados básicos.

1. Que el régimen de inmunidad de ejecución de los Estados no es contrario al derecho a


la tutela judicial efectiva consagrado por el artículo 24.1 CE
2. Aun no dándose incompatibilidad entre inmunidad absoluta o relativa de ejecución de
los estados extranjeros ante nuestros tribunales con el art. 24.1 CE, una indebida
extensión o ampliación por parte de los tribunales ordinarios del ámbito que es dable
atribuir a la inmunidad de ejecución de los Estados extranjeros en el actual
ordenamiento internacional acarrea la violación del derecho a la tutela judicial
efectiva del ejecutante.
La compatibilidad del régimen de inmunidad de ejecución de los Estados extranjeros con el
derecho a la tutela judicial efectiva en su faceta de derecho a la ejecución deriva en que debe
reputarse legítimo constitucionalmente que el legislador, impida que la potestad de ejecución
forzosa pueda dirigirse sobre determinados bienes.

Hay que tener en cuenta que los principios de legalidad presupuestaria y de continuidad de los
servicios públicos sirven de fundamento a la exclusión de la ejecución forzosa respecto de
bienes de titularidad pública.

Sí además dicha inmunidad es absoluta y los órganos jurisdiccionales no pueden realizar


ningún tipo de actividad ejecutiva frente a un estado extranjero, no por ello supone que hay
una vulneración del derecho a la ejecución, además, este, entendido como derecho a la
efectividad de la resolución judicial dictada, podría verse satisfecho a través de expedientes
distintos de la ejecución forzosa sobre los bienes del Estado extranjero.

Hay que tener en cuenta también que las anteriores consideraciones no obstan a que el
Tribunal estime que una indebida extensión por los tribunales ordinarios del privilegio de la
inmunidad de ejecución pugne con el derecho a la tutela judicial efectiva, porque supone una
restricción del derecho justiciable a la ejecución del fallo que no tiene base legal. En el
presente caso por lo tanto cabría entender la actuación del tribunal, aunque si se da una
interpretación distinta, se concluiría que la sentencia impugnada vulneró el derecho de la
recurrente a la tutela judicial efectiva.

La dificultad de la determinación del régimen vigente en materia de inmunidades de los


Estados extranjeros, deriva del hecho de que, a diferencia de otros países, nuestro legislador
en lugar de codificar, decidió seguir la técnica de la remisión normativa, defiriendo al derecho
internacional público el sistema de inmunidades estatales. (art. 21 LOPJ)

Esta remisión obliga a los órganos jurisdiccionales a adentrarse en dicho ordenamiento para
sacar a la luz los supuestos que pueden verse impedidos de ejercer su actividad jurisdiccional
frente a determinados sujetos amparados por la inmunidad. La remisión implica por lo tanto
que los órganos españoles actúen de intérpretes y aplicadores de la legalidad internacional. El
art. 21 LOPJ, exige determinar la norma aplicable en conexión con el ordenamiento
internacional.

A lo largo de la historia el ordenamiento internacional ha ido evolucionando hacia la


cristalización de una regla relativa de inmunidad, que habilita a los tribunales nacionales a
ejercer jurisdicción sobre aquellos actos del Estado extranjero que no hayan sido realizados en
virtud del imperio, sino con sujeción a las reglas ordinarias de tráfico privado. Conviene señalar
que las inmunidades de derecho internacional no deben ser confundidas o identificadas, sin
perjuicio de que puedan solaparse, lo cierto es que se trata de instituciones diferentes.

Por otro lado, si pasamos a la inmunidad de ejecución cabe apreciar más cautela a la hora de
señalar excepciones a la regla de la inmunidad. Estas excepciones siguen la regla de la
inmunidad de jurisdicción, se considera incontrovertible que un Tribunal interno no puede
adoptar medidas de ejecución sobre bienes de un estado extranjero en el territorio del estado
del foro que sean destinados por aquel al sostenimiento de actividades soberanas o de
imperio.

La realidad jurídica actual dificulta la concreción de la norma que por remisión del art. 21.2
LOPJ resulta aplicable en nuestro ordenamiento, se aportan los siguientes datos:

A. El proyecto de artículos sobre inmunidades de los Estados elaborado en el


seno de la Comisión de Dº Internacional de la ONU establece como principio la
inmunidad absoluta de ejecución del Estado extranjero, como excepción, el
Proyecto CDI establece la de los bienes estatales afectos a fines comerciales y
no gubernamentales. Este proyecto de codificación internacional carece de
fuerza obligatoria, aunque su valor indicativo sea alto.
B. En el ámbito europeo debe mencionarse el Convenio europeo sobre
inmunidad de los Estados y su protocolo adicional, hecho en Basilea el
16/5/1927 por el Consejo de Europa. En materia de inmunidad de ejecución
distingue un régimen general y uno facultativo para los Estados parte. El
general, consagra la regla de la inmunidad absoluta de ejecución del Estado
extranjero y el facultativo al cual pueden someterse voluntariamente los
Estados parte, sí que contempla la relatividad de la inmunidad de ejecución, al
permitir con carácter general que las sentencias se ejecuten sobre bienes
utilizados para fines industriales o comerciales ejercidas por el Estado
extranjero de la misma forma que una persona privada.
C. En el ámbito de las más recientes legislaciones nacionales sobre la materia,
realizadas en países anglosajones o similares, se observa que aun partiendo de
la inmunidad de ejecución se aceptan excepciones a la misma, centradas en el
concepto de bienes usados para actividades comerciales en el Estado del foro.
Ej. La ley británica de 1978 excluye con carácter general a aquellos bienes del
Estado extranjero que en el momento de la misma se utilicen o se pretendan
utilizar para fines comerciales.
D. Cabe mencionar como las jurisprudencias nacionales de numerosos estados
han reconocido en supuestos concretos la posibilidad de que los Tribunales del
foro realicen actos de ejecución. (Bélgica o Suiza; caso Socobel o República
Árabe Unida contra señora X)
A la vista de estos datos, cabe concluir que el art. 21.2 LOPJ, al remitir al derecho Internacional
público, no impone una regla de inmunidad absoluta de ejecución de los Estados extranjeros,
antes permite afirmar la relatividad de dicha inmunidad.

La peculiaridad del caso es que la demandada y ejecutada fue la República de Sudáfrica como
tal estado soberano y no su embajada, por ello ni el Convenio de Viena de 1963 sobre
relaciones consulares ni el de 1961 sobre relaciones diplomáticas no pueden servir para definir
si la inmunidad de ejecución del estado sudafricano era absoluta o relativa, sino solo para
excluir determinado tipo de bienes de la ejecución forzosa (los adscritos a la embajada
sudafricana)

En la actualidad en lo que respecta al Dº Internacional Público queda por determinar con que
amplitud o con que limites puede un tribunal español ejecutar una sentencia sobre bienes de
un Estado extranjero en nuestro territorio, para ello partimos de 2 principios generales:

1. El D.I impide que se lleven a cabo medidas de ejecución forzosa sobre aquellos bienes
de titularidad del estado extranjero que estén afectados o destinados al
desenvolvimiento de actividades de soberanía o de imperio.
2. Debe tenerse en cuenta que en nuestro territorio gozan de un especifico régimen de
protección los bienes de las misiones diplomáticas y consulares.

Del art. 22.3 del Convenio de Viena de 1961 se deduce que no son susceptibles de ejecución
forzosa los bienes de la República de Sudáfrica situados en el recinto de su Embajada. La duda
se plantea respecto de aquellos bienes extranjeros que sin estar en la embajada ni
mencionados en el art. 22.3 de la Convención de Viena de 1961, están destinados por el
Estado extranjero al sostenimiento de una misión diplomática. Concretamente el problema
hace referencia a las cuentas corrientes.

La práctica internacional actual exceptúa de toda medida de ejecución las cuentas corrientes
de la embajada. Esta inembargabilidad de las cuentas corrientes, constituye una práctica
internacional generalizada, de la que se deriva que la inmunidad de los Estados y de los bienes
de las misiones diplomáticas en materia de ejecución impide que la ejecución forzosa pueda
dirigirse, dentro de los bienes que las misiones diplomáticas puedan tener en el estado del
foro contra aquellas cuentas corrientes. Incluso si las cantidades de las cuentas puedan servir
para la realización de actos en lo que no está empeñada la soberanía del estado extranjero, a
la realización de actividades iure gestionis a las que puede no alcanzar la ratio de la inmunidad
de los bienes de las misiones diplomáticas.

El auto del Juzgado de lo Social y la Sentencia impugnada vulneraron el derecho a la tutela


judicial efectiva de la recurrente en cuanto ordena el archivo de las actuaciones sin dar ocasión
a que la ejecución pudiera realizarse sobre otros bienes de los que sea titular la R. de Sudáfrica
en nuestro territorio.

Procede en consecuencia, estimar parcialmente el recurso de amparo, en cuanto a la


confirmación del archivo de las actuaciones del Auto, como esta confirmación no deriva
directamente de la sentencia del TS de justicia de Madrid aquí impugnada, que se limitó a
revocar el auto que había ordenado unos determinados embargos, la estimación parcial de
amparo no requiere la anulación de la sentencia, basta con anular el Auto de la Magistratura
de Trabajo.

1.10) Sentencia TC 18/1997 de 10/02/1997

Aunque la doctrina expuesta en las sentencias aquí mencionadas, puede ser de aplicación en
este caso, este recurso de amparo no se interpone por que el órgano judicial haya estimado
una inmunidad absoluta de los bienes de la Embajada que ha sido ejecutada, por lo tanto, se
ha denegado la ejecución de la sentencia correspondiente.

En cambio, la decisión de solicitar el embargo sobre los bienes del Domicilio de la demandada
y sobre los vehículos que le prestaban servicio sí que es acorde con la doctrina de las
sentencias 107/1992 y 292/1994.

Al margen de lo anterior, el Juzgado de lo Social ha procedido al embargo de los bienes que


han aflorado de la demandada durante la fase de ejecución.

En este asunto nos enfrentamos una decisión judicial que niegue el derecho del recurrente a
ver ejecutada la resolución recaída en el proceso laboral por estimar la concurrencia de la
inmunidad de ejecución de los bienes de la deudora. El problema estriba en que el objeto de
este amparo consiste en una decisión de archivo provocada por la supuesta insolvencia de la
embajada deudora.

La cuestión por lo tanto se centra en determinar si el órgano judicial, sobre quien recae la
carga de llevar a término la ejecución, ha impulsado el procedimiento con el alcance que el art.
24.1 CE le impone en el ámbito laboral.

No puede afirmarse que el Juzgado de lo social haya mantenido una actitud pasiva durante la
fase de ejecución. No debe olvidarse que la falta de respuesta o la respuesta tardía de tales
organismos pudo, haber generado su responsabilidad, como ya puso de manifiesto la
Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial en su Acuerdo de 5/12/1990.

Es preciso señalar también que en este caso lo que se trata es el derecho fundamental de un
ciudadano; y cualquiera que sea la complejidad de la causa y las dificultades que entrañe su
adecuada resolución, el órgano judicial viene obligado, por el propio ordenamiento, a utilizar
todas las vías que objetivamente sean posibles y pertinentes para dotar de eficacia al
contenido del derecho fundamental en litigio. Por lo que la decisión judicial de interrumpir las
actuaciones no debe responder a un principio de discrecionalidad o razonabilidad subjetiva
sino a un principio imperativo objetivo marcado por el ordenamiento.

El examen del cumplimiento de aquel principio objetivo pone de manifiesto ciertas carencias
en la realización de las actividades indagatorias sobre la existencia de bienes de la ejecutada
ante el elenco de organismos públicos y personas privadas. Según loa antecedentes, a petición
de la parte recurrente, el órgano judicial decretó el embargo de los saldos de la Embajada.
Además, es fundamental tener en cuenta el contenido de los distintos requerimientos
mencionados adolecían de una importante imprecisión: pretendía la averiguación o el
embargo de bienes de titularidad de la embajada de Guinea Ecuatorial.

El contenido de las contestaciones relativas al embargo y a la retención de créditos y ayudas o


bien fueron negativas en el sentido de que en tal momento no existían fondos disponibles, o
bien fueron positivas, señalando la existencia de tales fondos pero expresando a su vez la
imposibilidad de acceder a lo solicitado por el Juzgado por que la aceptación de dicha solicitud
hubiera supuesto, el que España incurriera en responsabilidad internacional al traer causa las
ayudas de un Tratado de amistad con Guinea Ecuatorial.

El requerimiento concluyó con una nota verbal que no tuvo respuesta.

Por todo lo expuesto, el recurso de amparo debe ser estimado. El derecho a la tutela judicial
efectiva sin indefensión en su vertiente de derecho a la ejecución de las resoluciones firmes,
ha sido conculcado por el órgano judicial por cuanto la diligencia de 30/11/1993 ha procedido
al archivo de la ejecución antes de haber agotado todas las posibilidades de actuación judicial
que el ordenamiento jurídico prevé.

A pesar de lo establecido, no podemos concluir que haya sentencia sin insistir en que una vez
que se hayan cumplido las obligaciones que derivan del deber de tutela judicial por parte del
Juez ejecutante y que ahora se declaran por el momento insatisfechas, de persistir la
insolvencia del deudor o de no hallarse bienes destinados a actividades iure gestionis, el
consiguiente archivo ya no afectaría el derecho fundamental reconocido en el art. 24.1 CE.

1.11. Ley Orgánica 16/2015, de 27/10, sobre privilegios e inmunidades de los estados
extranjeros, las Organizaciones Internacionales con sede u oficina en España y las
conferencias internacionales celebradas en España. Preámbulo, Artículos 2 y 4-20.

Las inmunidades soberanas del Estado, encarnan un principio básico del Derecho internacional
que surge de los principios de independencia soberanía e igualdad. En lo que respecta a su
contenido jurídico, este es de naturaleza procesal y supone que jueces y tribunales de un
Estado, no pueden juzgar a otro Estado. Trata tanto derecho del Estado a no ser demandado ni
sometido a juicio ante los órganos jurisdiccionales de otro, como el derecho a que no se
ejecute lo juzgado. (inmunidad de jurisdicción y de ejecución respectivamente).

En lo que concierne al régimen jurídico básico de las inmunidades de los Estados extranjeros
en el Estado del foro, tenemos la Convención de las NNUU de 2/12/2004 sobre las
inmunidades jurisdiccionales de los estados y sus bienes, que representa el principal intento
codificador al respecto. Pero esta, no ha entrado aun en vigor ni lo hará en un futuro
inmediato ya que es necesario para ello el depósito de 30 instrumentos de ratificación o
adhesión y a día de hoy solo 17 Estados lo han llevado a cabo. A pesar de ello, la Asamblea
General de las NNUU entiende que las inmunidades recogidas en ese instrumento
“constituyen un principio generalmente aceptado en el derecho internacional
consuetudinario”, por lo que su cumplimiento fortalecería la seguridad jurídica y la
preminencia del derecho en las relaciones de los Estados con las personas naturales o
jurídicas; también destaca la relevancia de la uniformidad y claridad en el derecho de las
inmunidades jurisdiccionales de los Estados y sus bienes. España hizo su depósito en 2011
En cuanto al ámbito jurídico interno, el tratamiento de las inmunidades, exige considerar la
perspectiva constitucional y la legislativa y también el marco jurisprudencial establecido
básicamente por la doctrina del TC.

1. Desde la perspectiva constitucional: el art. 24 de la Carta Magna garantiza el derecho


de las personas a obtener una tutela judicial efectiva de los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos legítimos sin que pueda producirse indefensión. Por otro
lado, el art. 117.3 establece que el ejercicio de la potestad jurisdiccional corresponde
exclusivamente a juzgados y tribunales determinados por las leyes, según las normas y
procedimiento que las mismas establezcan.
La CE también recoge la exigencia de cumplimiento de obligaciones jurídicas derivadas
del derecho internacional.
2. En el plano legislativo: La Ley Orgánica 6/1985 de 1/ Julio del Poder Judicial, prevé una
disposición que supuso una importante novedad y que permitía a España cumplir con
sus obligaciones internacionales. Vienen a ser previsiones normativas acorde con el
derecho internacional.
3. Por su parte el TC esta conforme a la CE, estableciendo el límite negativo que se deriva
de la inmunidad jurisdiccional atribuida a los Estados extranjeros; de esta forma el
legislador ha de tener presente tanto limites positivos como negativos del derecho
internacional, corroborando la justificación objetiva y razonable de la inmunidad de la
jurisdicción.
Artículo 2

Inmunidad de jurisdicción: prerrogativa de un Estado, organización o persona de no ser


demandado no enjuiciado por los órganos jurisdiccionales de otro

Inmunidad de ejecución: prerrogativa por la que un Estado, persona u organización y sus


bienes no pueden ser objeto de medidas coercitivas o de ejecución de decisiones dictadas por
los órganos jurisdiccionales de otro.

TITULO 1

(ART. 4) Todo estado extranjero y sus bienes cuentan con inmunidad de ambos tipos ante los
órganos jurisdiccionales españoles según lo expuesto en la presente L. Orgánica.

✓ INMUNIDAD DE JURISDICCIÓN
(Consentimiento expreso) El Estado extranjero no podrá hacer valer la inmunidad de
jurisdicción en un proceso ante un órgano jurisdiccional español respecto de una cuestión
en relación con la cual haya consentido de forma expresa el ejercicio de dicha jurisdicción:
por acuerdo internacional, en un contrato escrito o por una declaración ante el tribunal o
por una comunicación escrita en un proceso determinado.

(Consentimiento tácito) El Estado extranjero no podrá hacer valer la inmunidad de


jurisdicción ante un órgano jurisdiccional español en relación con un determinado
proceso:

✓ Cuando este haya sido iniciado mediante la interposición de demanda o


querella por el propio estado extranjero
✓ Cuando el Estado extranjero haya intervenido en el proceso o haya realizado
cualquier acto en relación con el fondo
✓ Cuando el Estado extranjero haya formulado reconvención basada en la misma
relación jurídica o los mismos hechos que la demanda principal.
✓ Cuando se haya formulado reconversión basada en la misma relación jurídica o
los mismos hechos que la demanda presentada por el Estado extranjero.
No se interpretará como consentimiento:

✓ La intervención del Estado extranjero en el proceso de hacer valer la


inmunidad
✓ La comparecencia de un representante del Estado extranjero en el proceso en
calidad de testigo
✓ La incomparecencia del Estado extranjero en el proceso
✓ El consentimiento expreso o tácito, otorgado por el Estado extranjero, a la
aplicación de la ley española a la cuestión objeto del proceso.
El consentimiento no podrá ser revocado una vez iniciado el proceso ante el órgano
jurisdiccional español.

Como excepciones a la inmunidad, entre otras podemos hablar en primer lugar de las
transacciones comerciales, entre el estado extranjero con personas físicas o jurídicas que no
tengan su nacionalidad, salvo que:

✓ Se trate de una transacción mercantil entre estados


✓ Las partes hayan pactado otra cosa
No se considerará como parte de una transacción mercantil, cuando quien realiza la
transacción sea una empresa estatal o entidad creada por el propio estado

Por otro lado, estarían los contratos de trabajo, donde no podrá hacerse valer la inmunidad
salvo en los siguientes supuestos:

✓ Cuando el trabajador hubiera sido contratado para desempeñar funciones del


ejercicio del poder público
✓ Cuando el empleado sea un agente diplomático o funcionario consular
✓ Cuando el proceso tenga por objeto la contratación, la renovación o la
readmisión del trabajador o bien su despido.
✓ Cuando el trabajador fuera nacional del estado extranjero en el momento de
interposición de la demanda salvo que tuviera su residencia en España.
✓ Cuando el estado extranjero y el trabajador, hayan convenido otra cosa por
escrito, salvo que la competencia de los órganos españoles fuese irrenunciable
para el trabajador.
En cuanto a la indemnización por lesiones y daños a personas y bienes, salvo acuerdo, el
extranjero no podrá hacer valer la inmunidad de jurisdicción ante los órganos jurisdiccionales
españoles siempre que:

✓ El acto u omisión se hubiera producido total o parcialmente en territorio


español
✓ El autor material se encontrará en territorio español en el momento en que
dicho acto u omisión se produjo.
En cuanto a la determinación de derechos y obligaciones respecto de bienes, salvo acuerdo en
otro sentido, no se podrá hacer valer la inmunidad de jurisdicción ante los órganos españoles
en un proceso relativo a la determinación de:
✓ Derechos reales, la posesión o el uso del Estado extranjero respecto de bienes
inmuebles situados en España.
✓ Obligaciones del Estado extranjero derivadas de alguno de los derechos a los
que se refiere el párrafo anterior.
✓ Derechos del Estado extranjero sobre bienes inmuebles o muebles adquiridos
por herencia, legado o cualquier otro título sucesorio, donación o prescripción
✓ Derechos del estado extranjero relativos a la administración de dichos bienes
cuando estén afectos a un fideicomiso o pertenezcan a la masa activa en un
procedimiento concursal o al patrimonio de sociedades en liquidación.
En cuanto a los procesos relativos a la determinación de derechos de propiedad intelectual e
industrial, salvo acuerdo en otro sentido, tampoco se podrá hacer valer la inmunidad en un
proceso relativo a:

✓ La determinación de derechos de propiedad Intelectual o industrial de dicho


estado extranjero, cuando estos derechos estén protegidos por la ley española
✓ La supuesta infracción por el Estado extranjero de los derechos de propiedad
intelectual o industrial de un tercero, cuando estén protegidos por la ley
española.
En los relativos a la participación de personas jurídicas y otras entidades de carácter colectivo
salvo acuerdo en otro sentido no se podrá hacer valer la inmunidad, siempre que estas
entidades:

✓ Se hayan constituido con arreglo a la legislación española o bien su


administración central se encuentre en España.
✓ No este formada solo por sujetos de derecho internacional.
En lo relativo a explotación o cargamento de buques pertenecientes a un estado o explotados
por este, salvo acuerdo en otro sentido no se podrá hacer valer la inmunidad en un proceso
relativo a:

✓ Explotación del buque


✓ Transporte de cargamento
A los efectos de lo dispuesto, el termino explotación abarca la posesión del buque, su control,
su gestión o su fletamento ya sea por tiempo, viaje, a casco desnudo u otro.

Finalmente, lo relativo a los efectos de un convenio arbitral, salvo acuerdo de las dos partes en
otro sentido en el convenio arbitral, no se podrá hacer valer la inmunidad, en lo relativo a:

✓ La validez, interpretación o aplicación de la cláusula compromisoria o del


convenio arbitral
✓ El procedimiento de arbitraje
✓ La confirmación, la anulación o la revisión del laudo arbitral
✓ El reconocimiento de los efectos de los laudos extranjeros.

✓ INMUNIDAD DE EJECUCIÓN
Los órganos jurisdiccionales españoles se abstendrán de adoptar medidas de ejecución u otras
medidas coercitivas contra bienes del Estado extranjero, tanto antes como después de la
resolución judicial, salvo consentimiento de manera expresa o tácita.

En lo relativo al consentimiento a la adopción de medidas de ejecución, este habrá de


contenerse en:
✓ Acuerdo internacional
✓ Un contrato escrito
✓ Una declaración ante el tribunal o una comunicación escrita en un proceso
determinado
Se considera que hay consentimiento tácito cuando el extranjero ha asignado bienes de su
propiedad a la demanda objeto del proceso. Cabe tener en cuenta que el consentimiento para
el ejercicio de la jurisdicción no implica que se dé para medidas de ejecución.

En cuanto a la revocación del consentimiento, este no podrá ser revocado una vez iniciado el
proceso ante órganos españoles.

Por último, en cuanto a los bienes destinados para fines comerciales, serían los siguientes:

✓ Bienes utilizados o destinados para el desempeño de las funciones de la misión


diplomática del estado o consular.
✓ Los bienes de naturaleza militar
✓ Los bienes del banco central u otra autoridad monetaria del estado que se
destinen a los fines propios de dichas instituciones
✓ Los bienes que formen parte del patrimonio cultural o de los archivos del
estado
✓ Los buques y aeronaves.

1.12. Auto TSJ de Madrid (Salad de lo Civil y Penal) 11/2016 de 28 de Septiembre de 2016

Este texto trata sobre la alegada inmunidad de jurisdicción de la República de Guinea


Ecuatorial. Este alegato encuentra sustento en el art. III CNY (Convención de Nueva York) en
conexión con su art.V.2. b en cuanto remite a las normas de procedimiento del Estado en que
se insta el reconocimiento y/o la ejecución, entre las cuales se hallan aquellas que reconocen
las inmunidades de jurisdicción y de ejecución, entre otros de los Estado extranjeros, “de
conformidad con la legislación española y las normas del Derecho Internacional Público.

El art. 11 del Acuerdo de 4-11-2011 en su último párrafo, incluye una renuncia a sus
inmunidades de jurisdicción y ejecución de la República de Guinea Ecuatorial en los siguientes
términos: En caso necesario, el Estado renuncia expresamente a hacer uso de cualquier
inmunidad de jurisdicción y de ejecución, no obstante, dicha renuncia no permitirá adoptar
medidas de ejecución contra los activos del Estado que estén exclusivamente reservados a un
uso administrativo, militar o diplomático o que de manera general recaigan bajo la soberanía
del Estado.

Cuando un Estado extranjero haya convenido con una persona natural o jurídica nacional de
otro Estado la sumisión a arbitraje de toda controversia relativa a una transacción mercantil,
salvo acuerdo de las partes en otro sentido en el convenio arbitral o en la cláusula
compromisoria, el Estado no podrá hacer valer la inmunidad ante un órgano jurisdiccional
español en un proceso relativo a:

La validez, interpretación o aplicación de la cláusula compromisoria o del convenio arbitral

El procedimiento de arbitraje, incluido el nombramiento judicial de los árbitros

La confirmación, la anulación o la reversión del laudo arbitral


El reconocimiento de los efectos de los laudos extranjeros.

El Estado extranjero no podrá hacer valer la inmunidad de jurisdicción en un proceso ante un


órgano jurisdiccional español respecto de una cuestión en relación con la cual haya consentido
de forma expresa el ejercicio de dicha jurisdicción:

b) en un contrato escrito

El Estado extranjero no podrá hacer valer la inmunidad de jurisdicción ante un órgano


jurisdiccional español en relación con un determinado proceso

b) Cuando el Estado extranjero haya intervenido en el proceso o haya realizado cualquier


acto en relación con el fondo.

En definitiva: el supuesto de hecho que enjuiciamos es totalmente subsumible del apartado d)


del art.16 ya mencionado, y en el art 5.b) LO 16/2015. La no aceptación en el caso enjuiciado
de la inmunidad de jurisdicción alegada también se acomoda a lo dispuesto en el art. 17 de la
Convención de NN.UU. sobre Inmunidades de los Estados y sus Bienes al que España se ha
adherido en 2011 y aunque no haya entrado en vigor la Asamblea General considera que
codifica reglas básicas de la materia, de origen consuetudinario y por lo tanto es expresión del
Derecho Internacional general.

1.13. STS (sala de lo civil) 517/2019, de 3 de octubre de 2019.

Normativa nacional:
De acuerdo al art.24 CE se garantiza el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva sin
indefensión y el art. 117.3, el cual regula la potestad jurisdiccional, no contiene previsión
alguna en relación a las inmunidades del Estado extranjero, no obstante, la CE recoge una
exigencia de cumplimiento de las obligaciones jurídicas derivadas del Derecho Internacional.

LOPJ (6/1985) art. 21.1: Los juzgados y Tribunales españoles conocerán de los juicios que se
susciten en territorio español entre españoles, extranjeros y españoles, y extranjeros con
arreglo a lo establecido en la presenta ley y en los tratados y convenios internacionales en los
que España sea parte.

Art. 21.2 se exceptúan los supuestos de inmunidad de jurisdicción y de ejecución establecidos


en las normas del Derecho Internacional Público.

En la actualidad la materia está regulada por la LO 16/2015 sobre privilegios e inmunidades de


los Estados extranjeros, las Organizaciones Internacionales con sede u oficina en España y las
Conferencias y Reuniones celebradas en España, pero esta ley no es aplicable ya que no es
aplicable ya que no entró en vigor hasta posteriormente al inicio de este procedimiento.

Normativa Internacional:
En relación a los privilegios e inmunidades de los órganos del Estado que participan en la
acción diplomática y consular existen 3 tratados internacionales de los cuales además forma
parte España: Convención de Viena de 1961 (sobre relaciones diplomáticas), Convención de
Viena de 1963 (sobre relaciones consulares) y en menor medida Convenio de Nueva York de
1969 (sobre misiones especiales).

Además, existe la Convención de las NN.UU. sobre las inmunidades jurisdiccionales de los
Estados y sus bienes, hecha en Nueva York en el 2004. Esta Convención no ha entrado en
vigor, pero 1- España depositó su instrumento de adhesión a la Convención en 2011 y 2- la
Asamblea General de NN.UU. considera que las inmunidades recogidas en este documento
constituyen un principio generalmente aceptado en el Derecho Internacional consuetudinario.

La inmunidad de ejecución. Doctrina Jurisprudencial.


Como regla general el Tribunal Constitucional ha considerado plenamente conforme con la CE
el límite negativo que se deriva de la inmunidad jurisdiccional atribuida a los Estados
extranjeros al igual que en lo relativo a la inmunidad de ejecución pues considera que su
régimen se contiene en normas de Derecho Internacional Público.

Acerca de la inmunidad de ejecución se hace una distinción entre bienes destinados a


actividades iure imperii (acto realizado por un Estado extranjero en ejercicio del poder público)
y bienes destinados a actividades iure gestionis (acto realizado por un Estado extranjero como
si fuera un particular y sometido a normas de derecho privado). Conforme a la jurisprudencia
del TC, los tribunales españoles no pueden adoptar medidas de ejecución o cautelares sobre
bienes que se destinen al sostenimiento de sus actividades soberanas o de imperio. De tal
forma que salvo que medie consentimiento expreso del Estado extranjero solo cabe ejecutar
aquellos bienes destinados al desenvolvimiento de actividades económicas en las que no esté
empeñada su potestad soberana por actuar conforme al derecho privado. Corresponde a los
jueces y tribunales determinar en cada caso concreto que tipo de bienes pueden ser objeto de
ejecución, no obstante, de acuerdo con el art.22.3 de la Convención de Viena de 1961 y el
art.31.4 de la Convención de Viena de 1963 los bienes de misiones diplomáticas y consulares
son absolutamente inmunes a la ejecución.

Aplicación al caso: Conforme a la normativa y jurisprudencia expuestas no cabe compartir la


decisión recurrida puesto que la resolución ejecutiva del juzgado de primera instancia no
vulneró la inmunidad de ejecución de la República Argentina.

1.14. Auto del juzgado de Primera Instancia de Palma de Mallorca de 2 de Septiembre de


2019.

El art.36 LEC dispone que

1. La extensión y límites de la jurisdicción de los tribunales civiles españoles se determinará


por lo dispuesto en la y en los tratados y convenios internacionales en los que España sea
parte.

2. Los tribunales civiles españoles se abstendrán de conocer de los asuntos que se les sometan
cuando concurra en ellos alguna de las circunstancias siguientes:

1.ª Cuando se haya formulado demanda o solicitada ejecución respecto de sujetos o bienes
que gocen de inmunidad de jurisdicción o de ejecución de conformidad con la legislación
española y las normas de Derecho Internacional Público.

2.ª Cuando, en virtud de un tratado o convenio internacional en el que España sea parte, el
asunto se encuentre atribuido con carácter exclusivo a la jurisdicción de otro Estado.

3.ª Cuando no comparezca el demandado emplazado en debida forma, en los casos en que la
competencia internacional de los tribunales españoles únicamente pudiera fundarse en la
sumisión tácita de las partes.
Se debate la jurisdicción o no de los tribunales civiles españoles. La parte demandada se basa
para sostener la falta de jurisdicción de los tribunales españoles en que las pretensiones de
esta recaen sobre un Estado, Cuba, y por lo tanto tienen inmunidad de jurisdicción. La LO
16/2015 en su art.2 define la inmunidad de jurisdicción como prerrogativa de un estado,
organización o persona de no ser demandado ni enjuiciado por los órganos jurisdiccionales de
otro Estado, y el art. 4 de la misma ley afirma que todo Estado extranjero y sus bienes
disfrutarán de inmunidad de jurisdicción y ejecución ante los órganos jurisdiccionales
españoles, en los términos y condiciones previstos en esta Ley Orgánica. El Estado español ha
decidido regular la inmunidad de jurisdicción con una concepción restringida, no todos los
actos están protegidos por la inmunidad de jurisdicción, solo los considerados iure imperii, es
decir, aquellos actos realizados en ejercicio del poder público. La sección segunda del capítulo I
del título primero dela LO 16/2015 recoge ciertas excepciones, dentro de estas el art.9 dispone
que 1- El Estado extranjero no podrá hacer valer la inmunidad ante los órganos jurisdiccionales
españoles en relación con procesos relativos a transacciones mercantiles celebradas por dicho
Estado con personas físicas o jurídicas que no tengan su nacionalidad, salvo en los siguientes
supuestos: a) Cuando se trate de una transacción mercantil entre Estados; o b) Cuando las
partes hayan pactado expresamente otra cosa. 2-No se considerará que un Estado extranjero
es parte en una transacción mercantil cuando quien realiza la transacción sea una empresa
estatal o una entidad creada por dicho Estado, siempre que dicha empresa o entidad esté
dotada de personalidad jurídica propia y de capacidad para: a) Demandar o ser demandada; y
b) Adquirir por cualquier título la propiedad o posesión de bienes, incluidos los que este
Estado le haya autorizado a explotar o administrar y disponer de ellos. Cuba mediante la
aprobación de la ley 890 en 1960 nacionalizó todos los bienes de personas naturales o
jurídicas de nacionalidad cubana o constituidas de acuerdo con la ley cubana. La aplicación de
esta ley provocó que, de manera ilegítima según el Derecho Internacional, el Estado cubano
confiscó los terrenos propiedad de Santa Lucía Company S.A. y Sánchez Hermanos que
pasaron a ser propiedad de cuba. Los terrenos de la playa Esmeralda pasaron a ser de la
propiedad de Gaviota S.A. (una empresa propiedad de Estado cubano) pero fueron
gestionados por Meliá Hoteles obteniendo beneficios económicos por esa explotación durante
años. Por este motivo la parte demandante reclama los frutos obtenidos derivados de una
posesión ejercitada con mala fe (la parte demandante argumenta que su demanda no se dirige
contra el Estado cubano sino contra Meliá Hoteles).

La propia parte actora reconoce en su demanda que el acto en virtud del cual Cuba nacionalizó
los terrenos propiedad de Santa Lucía S.A. y Sánchez hermanos independientemente de su
legitimidad era una expresión de su soberanía (iure imperii), de acuerdo a esto resulta que las
pretensiones ejercitadas por la parte actora en su demanda se fundamentan en la valoración
jurídica de los actos realizados por un sujeto con inmunidad de jurisdicción en el marco de su
soberanía, por lo tanto por aplicación de lo dispuesto en el art. 21 LOPJ, los tribunales civiles
españoles no tienen jurisdicción para conocer la demanda..

1.15. Auto AP, sección 3 de Palma de Mallorca 66/2020 de 18 de Marzo de 2020.

1- La parte instante del procedimiento impugna la resolución por la que el Juzgado de Primera
Instancia declara la falta de jurisdicción y de competencia internacional de los Tribunales
españoles para conocer del procedimiento.2- La parte actora sostiene que se vulnera el
derecho a la tutela judicial efectiva reconocido en el art. 24 CE y lo dispuesto en su art. 117.3

La ley Orgánica del Poder Judicial excluye de la jurisdicción de los Tribunales civiles españoles
las pretensiones formuladas respecto de sujetos o bienes que gocen de inmunidad de
jurisdicción y de ejecución de conformidad con la legislación española y las normas del
Derecho Internacional Público. La LO 16/2015 en su art.2 distingue entre inmunidad de
jurisdicción e inmunidad de ejecución, definiendo la primera como la prerrogativa de un
Estado, organización o persona de no ser demandado ni enjuiciado por los órganos
jurisdiccionales de otro Estado, y la segunda como la prerrogativa por la que un Estado,
organización o persona y sus bienes no pueden ser objeto de medidas coercitivas o de
ejecución de decisiones dictadas por los órganos jurisdiccionales de otro Estado. Su art.4
reconoce inmunidad de jurisdicción y de ejecución a todo Estado extranjero y a sus bienes.

La resolución de primera instancia aprecia la inmunidad de jurisdicción respecto al Estado de


Cuba y sus bienes, sin embargo, se argumenta por la parte apelante que la demanda no se
dirige contra el Estado de Cuba sino contra una entidad española con sede en Palma de
Mallorca.

Finalmente se estima el recurso de apelación interpuesto. En consecuencia, se revoca la


expresa resolución declarando la jurisdicción y competencia internacional del Juzgado de
Primera Instancia para reconocer el procedimiento.

Se impone a la parte que promovió la declinatoria el pago de las costas causadas por el
incidente en primera instancia.

No se hace expresa declaración respecto al pago de las costas causadas en esta alzada.

Se acuerda la devolución del depósito constituido para la interposición del recurso.

Textos sobre Libre determinación y el Sahara Occidental*

El conflicto del pueblo del Sáhara Occidental tiene su origen en la descolonización por parte de
España en 1963 (haciéndose efectiva en 1975), que sin embargo no le permitió acceder a la
libre determinación, pues Marruecos (tras la renuncia de Mauritania a sus pretensiones sobre
una parte de ese territorio) se lo anexionó de forma militarizada, en 1979 (no reconocida por
ningún país ni por la ONU).

Cabe destacar que la propia CIJ, en su opinión consultiva emitida el 16 de octubre de 1975, ha
rechazado el reconocimiento de las pretensiones de anexión por parte de Marruecos, cuyas
acciones son claramente contrarias a la Resolución 1514 (XV) de la AG (6. Todo intento
encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de
un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las NNUU).

Además, Marruecos está violando los principios estructurales del DI, al no permitir la libre
determinación de un pueblo. Las declaraciones en las que se reafirmaban estas razones por las
que se opone a Marruecos y sus pretensiones han sido numerosas.

Las opciones contempladas para el pueblo saharaui (a elegir en un referéndum libre), serían
por tanto la independencia total como Estado soberano, la asociación libre a otro Estado, o su
integración en uno; según la resolución 1541 de la AG.

El Frente Polisario, representante del pueblo saharaui (al que se reconoce personalidad
jurídica internacional), lleva en conflicto con el Reino de Marruecos más de 40 años (16 fueron
de guerra propiamente dicha). En 1991 se proclamó un alto al fuego para que se pudiese
celebrar un referéndum legítimo en el que el pueblo saharaui pudiese ejercer su derecho a la
libre determinación, pero el conflicto sigue existiendo. Así lo atestigua la existencia de la RASD,
Estado saharaui soberano de los territorios liberados, y que es miembro fundador de la Unión
Africana (que incluye a 54 estados africanos entre los que lógicamente no está Marruecos).

Gracias a la intervención de un secretario de estado norteamericano (James Baker) hubo una


serie de conversaciones directas entre ambas partes que dieron lugar a los acuerdos de
Houston de 1997, tras los que se produciría el referéndum. Marruecos rompió con las
negociaciones en este punto, llegando a un punto muerto, únicamente alterado por el
ofrecimiento que hizo en 2004 de conceder autonomía al Sáhara Occidental dentro de la
soberanía del propio Marruecos.

Son muchos los saharauis que han huido como refugiados a países vecinos como Argelia,
donde viven en Campamentos, sin que se les reconozca la nacionalidad argelina (por lo tanto,
puede decirse que, dado que el pueblo saharaui no tiene un Estado propiamente dicho,
tampoco tiene nacionalidad). Tienen, por tanto, y sumado a la imposibilidad por parte de la
MINURSO de protegerles frente a esta situación, condición de apátridas; así lo demuestra la
AN en su sentencia del 10 de diciembre de 2012.

España

En 2017, el enviado personal del secretario general de Naciones Unidas para el Sáhara
Occidental, Horst Köhler, realizó ayer una visita de trabajo a España en el marco de su primera
gira regional tras su nombramiento el pasado mes de agosto.

Durante su estancia en Madrid el Sr. Köhler mantuvo una reunión con el ministro de Asuntos
Exteriores y de Cooperación, así como un almuerzo de trabajo con el secretario de Estado de
Asuntos Exteriores.

La gira regional que ha llevado al enviado personal a Rabat, Argel, Tinduf y Nuakchott ha
contado con el apoyo logístico de España a través de la puesta a disposición del Sr. Köhler de
un avión de la fuerza aérea española.

El gobierno de España continuará apoyando los esfuerzos del secretario general de NNUU y de
su enviado personal con el fin de que las partes lleguen a una solución política justa, duradera
y mutuamente aceptable que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara occidental
en el marco de resoluciones conformes a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones
Unidas.

En 2018, el Ministro de Asuntos Exteriores Josep Borrell ha mantenido una reunión con el
ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación marroquí Nasser Bourita, en los márgenes de la

73ª Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.

España tiene una relación estrecha con Marruecos en el ámbito comercial, y el asunto del
Sáhara Occidental le interesa especialmente. España se muestra favorable pero pasiva a la
hora de apoyar la causa saharaui, pese a formar parte del Grupo de Amigos del Sáhara
Occidental. Sin embargo, tampoco la ONU parece esperar otro comportamiento por nuestra
parte, por lo que podría decirse que tenemos parte de culpa en la actual situación.

Naciones Unidas

La ONU se muestra favorable en la resolución del conflicto en favor de la libre determinación


del pueblo saharaui, para lo cual creó, en tiempos del alto al fuego, la Misión de las NNUU para
el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO), tras las propuestas aceptadas de 1988.
El plan de arreglo, tal como fue aprobado por el Consejo de Seguridad, establecía un periodo
de transición para preparar la celebración de un referéndum en el que el pueblo del Sáhara
Occidental elegiría entre la independencia y la integración con Marruecos. El Representante
Especial del Secretario General tendría la responsabilidad única y exclusiva sobre los asuntos
relacionados con la celebración del referéndum, y estaría asistido en sus funciones por un
grupo constituido por civiles, militares y personal de la policía civil, que se conoce como la
Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental.

Su acción continúa en el presente, tal y como podemos apreciar en la resolución del Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas S/RES/2283 (2016), por la que se renuevan las funciones
de la MINURSO hasta finales de abril de 2017 y buscan la restitución de sus funciones y
actividad plenas.

TEMA 3.

Capítulo III: Actos unilaterales y comportamiento de los Estados (Textos 1.2-1.14)

1.2) CIJ Asuntos de los ensayos nucleares (Australia C. Francia). Sentencia de 20 Diciembre
de 1974

Previo a la demanda, el Gobierno francés había realizado ensayos nucleares en el continente


australiano. Este gobierno, había establecido zonas prohibidas para las aeronaves y zonas
peligrosas para la navegación aérea y marítima buscando evitar el acercamiento a los
experimentos.

Como se ha informado a la Asamblea General, los ensayos nucleares en la atmosfera han


liberado en esta una gran cantidad de materia radioactiva, de la cual se ha quejado el territorio
australiano, aunque Francia sostiene que dichos residuos son mínimos y que como por
consecuencia no son dañinos.

Se van examinando distintas declaraciones por parte de ambos estados en referencia a este
asunto, finalmente los comunicados de Francia han dado lugar a que Australia pusiera el
asunto a disposición del Tribunal.

Por otro lado, la Corte destaca que, en la audiencia pública de un asunto paralelo por Nueva
Zelanda contra Francia, se han mencionado documentos sobre este caso.

La Corte estima que Francia ha manifestado públicamente su intención de dar por terminada
la realización de ensayos nucleares en la atmosfera, al final de la serie de pruebas de 1974,
destacando las declaraciones del Presidente de la Republica seguida por la declaración del
Ministerio de Defensa; ambas ponen de relieve que las declaraciones oficiales hechas en
nombre de Francia sobre la cuestión de las futuras experiencias nucleares no están
subordinadas a lo que eventualmente puede implicar la indicación contenida en el término
“normalmente”.

Finalmente, decir que no todos los actos unilaterales implican obligaciones, pero un Estado
puede optar por tomar una determinada posición en relación con un asunto dado con la
intención de obligarse, lo que deberá determinarse interpretando el acto. Cuando los estados
hacen declaraciones que limitan su libertad de acción futura.
Uno de los principios básicos que rigen la creación y la ejecución de obligaciones jurídicas, sea
cual sea su fuente, es el de la buena fe. Los estados interesados pueden tener en cuenta las
declaraciones y otorgarles confianza y están facultados para exigir que la obligación así creada
sea respetada.

1.3. CIJ Asunto de la controversia fronteriza (Burkina Faso/República de Mali) Sentencia de


22 de Diciembre de 1986.

Las Partes han expuesto en profundidad los orígenes de la controversia fronteriza que se
presenta, sin embargo, al tratarse de definir el trazado de la frontera tal y como existía en los
años 1939-1960, y ya que ambos coinciden en rechazar el valor jurídico de los actos de
administración posteriores realizados por alguna de ellas sobre el territorio de la otra.

Hay que destacar que hay un argumento del Representante de Burkina Faso, basado en la
conducta del Gobierno de Malí durante las negociaciones que condujeron a los acuerdos que
concluyeron para la delimitación de los entornos a 1000 km de frontera que están en disputa y
sobre la actitud hacia en trabajo de la Comisión de Mediación de la Organización para la
Unidad Africana

De acuerdo Burkina Faso, Malí aceptó como obligatoria la solución de la controversia


propuesta por aquella comisión. Al ser un argumento basado en la equidiscencia podría hacer
inútil cualquier investigación dirigida a establecer la frontera heredada del periodo colonial.

La Comisión de Mediación se reunió en enero de 1975 y constituyo una subcomisión militar y


una subcomisión jurídica que sometiera a la Comisión una propuesta de solución.

La sala considera que tiene el deber de mostrar gran prudencia cuando se trata de una
declaración unilateral carente de destinatario preciso.

Para examinar las intenciones del autor de este acto, deben tenerse en cuenta las
circunstancias en las que el acto ocurrió.

1.4 CIJ. Asunto de las actividades armadas en el territorio del Congo (Nueva Demanda: 2002)
(RDC C. Ruanda), competencia y admisibilidad. Sentencia de 3 de Febrero de 2006

La Corte pasa a analizar el alcance jurídico de la declaración realizada el 17 de marzo de 2005


por la Ministra de justicia de Ruanda. La cual fue citada por la República democrática del
Congo que sostuvo que podía interpretarse que corroboraba la retirada por parte de Ru0anda
de la reserva efectuada al artículo IX del Convenio sobre el Genocidio o como constitutiva de
un compromiso unilateral con efectos jurídicos en lo relativo a la retirada de la reserva.

La Corte comienza con el examen del argumento de Ruanda, el cual establece que no puede
estar jurídicamente obligada por la declaración en cuestión ya que no procede de un Ministro
de Exteriores o de un Jefe de Gobierno. Es una regla del derecho internacional que el jefe de
Estado, el Jefe de Gobierno y el Ministro de Asuntos Exteriores representan al estado en virtud
del ejercicio de sus funciones, incluyendo la realización, en nombre del mencionado Estado, de
actos unilaterales con valor de compromisos internacionales. Recordando que, en cuestión de
la conclusión de tratados, esta regla de derecho consuetudinario se concreta en el artículo 7
párrafo 2 de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados.

Si es cierto que cada vez hay más casos de relaciones internacionales en las cuales otras
personas actúan de representantes del Estado, para cuestiones específicas.
En este caso la Ministra de Justicia, actúa “en nombre del pueblo ruandés” observando que las
cuestiones relativas a la protección de los derechos humanos entraban en el ámbito de
competencias de un Ministro de Justicia. La Corte entiende que no cabe excluir que un
Ministro de Justicia pueda comprometer con sus declaraciones al Estado que representa; por
lo tanto, no se acepta el argumento de Ruanda cuando afirma que la Ministra no podía obligar
internacionalmente al Estado ruandés con su declaración, debido a las materias que en ella
trata.

La Corte observa también que la declaración se limita a indicar que “las reservas formuladas en
el pasado y aun no retiradas, lo serán dentro de poco” sin indicar el plazo preciso. Se
desprende de esto, que el contenido de la declaración no es lo suficientemente preciso en
relación con la cuestión particular de la retirada de reservas.

En conclusión, se corrobora que la declaración se realizó en el contexto de una exposición de la


política general de promoción y protección de los derechos humanos que la Ministra realizó
ante la Comisión de los Derechos Humanos.

1.5 Principios rectores aplicables a las declaraciones unilaterales de los estados capaces de
crear obligaciones jurídicas aprobadas por la CDI en su 58º periodo de sesiones (2006)

La Comisión de Derecho Internacional, observando que los Estados pueden resultar obligados
por su comportamiento unilateral; observando que los comportamientos capaces de obligar
jurídicamente a los Estados pueden adoptar una forma de declaraciones formales; también
que la cuestión de si un comportamiento unilateral del Estado obliga a este en una situación
determinada dependa de las circunstancias… Aprueba los siguientes principios rectores, que
únicamente versan sobre los acuerdos unilaterales que adoptan una forma de declaraciones
formuladas por un Estado con la intención de producir investigaciones en virtud del derecho
internacional.

1) Unas declaraciones formuladas públicamente por las que se manifieste la voluntad


de obligarse podrán surtir el efecto de crear obligaciones jurídicas.

2) Todo estado tiene capacidad para contraer obligaciones jurídicas mediante


declaraciones unilaterales.

3) Para determinar los efectos jurídicos de tales declaraciones, es necesario tener en


cuenta su contenido, las circunstancias de hecho en que se produjeron y las
reacciones que suscitaron.

4) Una obligación unilateral obliga internacionalmente a un estado solo si emana de


una autoridad que tenga competencia a esos efectos

5) Las declaraciones unilaterales podrán ser formuladas oralmente o por escrito

6) Podrán ser dirigidas a la comunidad internacional en su conjunto a uno o a varios


estados o a otras entidades.

7) Entraña obligaciones para el estado que la ha formulado solo si se enuncia en


términos claros y específicos
8) Es nula toda declaración unilateral que este en oposición con una norma
imperativa de derecho internacional general

9) No puede resultar ninguna obligación para los demás estados

10) Una declaración unilateral que ha creado obligaciones jurídicas para el Estado que
hace la declaración no puede ser revocada arbitrariamente. Para determinar si una
revocación sería arbitraria, habrá que tener en cuenta:

• Todos los términos de la declaración que se refieran a la revocación


• La medida en que los sujetos a quienes se deba el complimiento de las
obligaciones se hayan basado en ellas
• La medida en que se ha producido un cambio fundamental en las
circunstancias.

1.6 Conclusiones del abogado general Sra. Eleanor Sharpston presentadas el 15 de Mayo
de2014.

El Consejo de la Unión Europea, tras consultar, pero sin solicitar su aprobación al Parlamento
Europeo, adoptó mediante la Decisión 2012/19 una declaración por la que concede la
posibilidad de pesca en aguas de la UE a buques venezolanos.

Todo ello con una serie de limitaciones como son que se lo concede a un número limitado de
buques, los peces que pueden capturarse y las capturas deberán desembarcarse en los puertos
de la Guayana Francesa.

En caso de incumplimiento, la UE podrá retirar mediante una declaración unilateral la


concesión de posibilidad de pesca.

Tras la exposición de los hechos, el Abogado General plantea lo siguiente:

- Estamos ante una declaración unilateral por parte de una organización, algo que
ningún tribunal internacional ha reconocido ni dejado de reconocer, es decir, no se ha
pronunciado sobre si una organización internacional tiene capacidad para efectuar
declaraciones de tal tipo.

El abogado no observa que el derecho internacional se oponga a este hecho, siendo los
principios de buena fe y consentimiento los mismos que si de un Estado particular se tratase.

- Los requisitos son que la manifestación (oral o escrita) sea clara y se haga
públicamente.

Ahora bien, en un acuerdo como este, no se puede vincular a un Estado que no haya
reconocido su consentimiento, es decir, que una declaración unilateral de este calado no
puede crear obligaciones para otros Estados.

El Tribunal Internacional de Justicia estimó que una declaración unilateral es vinculante cuando
su eficacia no depende de una respuesta o reacción de otros Estados.
1.7 CIJ Asunto de la obligación de negociar una salida al océano Pacífico (Bolivia C. Chile).
Sentencia de 1 de Octubre de 2018.

Se debate la obligación de Chile de negociar con Bolivia una salida al Océano Pacífico.

Bolivia argumenta que la obligación de Chile de negociar su acceso soberano al Océano


Pacífico está fundada sobre declaraciones y otros actos unilaterales de Chile. En este caso
Bolivia señala que un número relevante de declaraciones han sido realizadas por Presidentes,
Ministros de Relaciones Exteriores y otros altos representantes de Chile. Sostiene además que
el objetivo de estas declaraciones era claro y preciso.

Por el contrario, Chile sostiene que la intención de obligarse debe ser manifiesta y en su caso
no tuvieron intención alguna de obligarse.

La Corte determina que no existe prueba alguna de una intención de asumir una obligación de
negociar por parte de Chile, por lo tanto, concluye que ningún acto unilateral de Chile
invocado por Bolivia podría fundamentar una obligación de negociar el acceso soberano de
esta al mar.

1.8. CIJ Asunto de pesquerías (Reino Unido C. Noruega). Sentencia de 18 de Diciembre de


1951.

Lo que en este caso está en debate es el conocimiento de un hecho susceptible de modificar


una situación, el cual debe ser apreciado teniendo en cuenta los intereses de los Estados
afectados.

No cabe admitir, salvo circunstancias excepcionales, que un Estado ignore los hechos de otros
Estados que son susceptibles de afectar a sus derechos en tal situación.

En este caso, Reino Unido alegó ante la CIJ que el sistema adoptado por Noruega en un
decreto de 1869, no le era conocido y, por consiguiente, carecía de la notoriedad necesaria
para crear derecho freten a otros Estados.

La CIJ rechaza tal alegación afirmando que: “como Estado ribereño del Mar del Norte,
altamente interesado en las pesquerías de esta región y particularmente celoso de la defensa
de la libertad de los mates, el RU no ha podido ignorar el decreto de 1869, decreto que incluso
había provocado una petición de explicaciones por parte del Gobierno francés”.

1.9. CIJ Asunto del Templo de Preah Viehar (Camboya C. Tailandia). Sentencia de 15 de junio
de 1962.

La forma de la declaración unilateral “no es decisiva” para la intención de obligarse ya que el


derecho internacional no impone en este ámbito una especial exigencia de forma. Por tanto,
“el hecho de que una declaración sea verbal o escrita no entraña ninguna diferencia esencial”
y puede hacerse verbalmente, como dijo la CIJ en los asuntos de los Ensayos Nucleares, dado
que “los Estados son libres de elegir la que les plazca con tal de que su intención se deduzca
claramente” de la redacción del acto. Esto se afirmó en este caso del Templo de Preah Vihear.

A esto le sigue que el ordenamiento internacional exige que los Estados interesados se
comporten de forma clara e inequívoca. Pues en otro caso, el silencio o la abstención puede
entrañar su consentimiento o aquiescencia.

Así, en este asunto, Tailandia, frente a ciertos actos inequívocos de soberanía realizados por
Francia en el citado templo en nombre de Camboya, no reaccionó en su plazo razonable, lo
que lleva a la CIJ a declarar que, si las autoridades tailandesas “no han reaccionado ni en
aquella época ni durante numerosos años, debe concluirse, por este hecho, su aquiescencia”.

1.10. CIJ Asunto de la delimitación de la frontera marítima en la región del golfo del Maine
(Canadá/EEUU). Sentencia de 12 de Octubre de 1984.

Se debate la aplicabilidad de la aquiescencia y el estoppel

Reglas relativas a la aquiescencia (reconocimiento de derechos): cuando el gobierno de un


Estado tiene conocimiento de una conducta, relativa a la adquisición de un derecho, y se
abstiene de protestar respecto a ella, se entiende que acepta tácitamente dicha adquisición.
En relación con el estoppel, Canadá admite que esta doctrina está en proceso de evolución. En
el caso se puede invocar este principio, aunque añade que las condiciones para el
reconocimiento de esta forma jurídica son más restrictivas que las requeridas para la
aquiescencia. EEUU argumenta que quien quiera introducir esta forma debe fundarse en el
hecho de las declaraciones de la otra parte donde haya actuado en su propia afección o en
favor de la parte opuesta.

La Sala manifiesta que las nociones de aquiescencia y estoppel derivan de los PPFF de la buena
fe y la equidad, aunque proceden de razonamientos jurídicos diferentes. Aquiescencia;
reconocimiento tácito. Estoppel; vinculado a la idea de los propios actos. Siendo necesarios
iguales hechos para la aquiescencia como para el estoppel, se pueden considerar ambos como
aspectos distintos de una misma institución.

La sentencia enuncia de manera precisa las condiciones para invocar la doctrina del estoppel.
Incluso aislando el elemento perjudicial causado por el cambio de actitud de un Estado
(distinción estoppel / aquiescencia) supone la aceptación clara y constante. El comportamiento
de EEUU, al ser incierto, no satisface los requerimientos.

1.11. CIJ Asunto relativo a la frontera terrestre y marítima entre Camerún y Nigeria
(Camerún C. Nigeria; Guinea Ecuatorial interviniente), Excepciones preliminares. Sentencia
de 11 de Junio de 1998.

Nigeria plantea una segunda excepción preliminar al exponer que durante 24 años antes, las
partes habían aceptado arreglar los problemas fronterizos en base a los mecanismos
bilaterales existentes.

Según esta parte existía un acuerdo implícito para solo utilizar los mecanismos bilaterales, no
invocando la CIJ. Sostiene que Camerún ha creado una situación de estoppel que le prohibiría
acudir a la CIJ. Nigeria invoca el principio de buena fe y la regla pacta sunt servanda.

Camerún expone que los acuerdos bilaterales no han sido eficaces. No se ha producido ningún
tipo de acuerdo para otorgar exclusividad competencial a dichos órganos. No existen las
condiciones expuestas por la CIJ para nombrar el estoppel; no hay cabida para los principios
expuestos por Nigeria.

La Corte establece que ni Camerún adoptó declaraciones claras para aceptar el arreglo las
disputas mediante los acuerdos bilaterales ni Nigeria ha modificado en su postura causándole
algún prejuicio.

Camerún no ha ignorado las reglas invocadas por Nigeria con lo que ésta carece de
fundamento para invocar el principio de buena fe y la regla pacta sunt servanda, pues solo
atañen a la ejecución de obligaciones existentes.
1.12. CIJ Asunto relativo a la soberanía sobre Pedra Branca/Pulau Batu Puteh, Middle Rocks
y South Ledge (Malasia/ Singapur). Sentencia de 23 de Mayo de 2008

La soberanía de un territorio puede pasar a otro Estado cuando ante la falta de reacción del
poseedor, otro Estado se comporta como el soberano del territorio (aquiescencia).

El cambio de titular de la soberanía de un territorio debe expresarse de forma clara y sin


ambigüedad a través del comportamiento y hechos relevantes.

La Corte estima que, en el caso, los hechos relevantes, reflejan una convergencia de las
posiciones de las partes, teniendo en cuenta la falta de actuación de Malasia ante el trasvase
de soberanía del territorio hacia Singapur.

1.13. CPA Asunto relativo a la zona marítima protegida de Chagos (Mauricio C. Reino Unido).
Laudo arbitral de 18 de Marzo de 2015

El estoppel asegura jurídicamente la imposibilidad de un Estado de cambiar de opinión


respecto a afecciones a terceros. Los Estados deben juntarse al principio de buena fe para
proteger las legítimas expectativas de otro Estado. El estoppel, en el Derecho Internacional
Público, es diferente a su homólogo de derecho interno. La frecuente invocación en procesos
internacionales ha servido para delimitar su alcance. La Corte Internacional de Justicia rechazó
aplicarlo en el asunto de los Empréstitos serbios, pues no existía una manifestación clara por
parte de los tenedores de la cual el Estado deudor tuviera derecho a confiar. En el Barcelona
Traction también se rechazó debido a la inexistencia de un perjuicio al demandado. En el
asunto del Golfo de Maine, el Tribunal sostuvo la necesidad de que las manifestaciones
hubiesen sido hechas por una autoridad con competencia para obligar a un Estado. En los
asuntos de la Plataforma Continental del Mar del Norte, el Tribunal rechazó el estoppel por
ausencia de declaraciones claras y sostenidas que hayan causado una modificación de la
postura inicial que provocasen algún perjuicio.

El estoppel no diferencia entre actuaciones que afecten a hechos existentes o futuros. El


estoppel en los asuntos de la PCMN se basaba en si la RFA había manifestado claramente la
aceptación del régimen de la CPC de 1958, a la que no se había adherido. La Corte
Internacional de Justicia, rechazó el estoppel ya que la aceptación no era evidente.

El estoppel puede ser invocado cuando:

 Estado actúa de forma clara (conducta o silencio).

 Manifestaciones realizadas por un agente autorizado.

 Estado que invoca el estoppel ha sido perjudicado.

 Exista confianza legítima


1.14. CIJ ASUNTO DE LA OBLIGACION DE NEGOCIAR UNA SALIDA AL OCÉANO PACÍFICO
(BOLIVIA C. CHILE) SENTENCIA DE 1 DE OCTUBRE DE 2018.

Bolivia sostiene que la obligación de negociar un acceso soberano de esta al mar que incumbe a
Chile podría igualmente fundarse en la aquiescencia del mismo.
El demandante se refiere a una declaración que hizo en 1979. Bolivia considera que estas
declaraciones requerían una respuesta de Chile cuya aquiescencia a una obligación de negociar
dicho acceso resulta del silencio que ha observado.
Según él, para que el silencio de un Estado pueda ser interpretado como consentimiento, debe
ser considerado a la luz de los hechos y las circunstancias que lo han rodeado.
La Corte recuerda que la aquiescencia equivale a un reconocimiento tácito manifestado por una
conducta unilateral que la otra parte pueda interpretar como consentimiento.
Bolivia invoca el estoppel como otra base jurídica susceptible de fundamentar la obligación de
Chile de negociar con ella, para definir esta noción se apoya en la jurisprudencia de la Corte y en
sentencias arbitrales, señalando que, para establecerlo, es necesario que haya una declaración
que una parte ha hecho a otra o una posición que ha tomado respecto de ella.
Bolivia argumenta a su vez que el estoppel, no depende del consentimiento del Estado y tiende
a aportar para ciertas obligaciones, un fundamento distinto de la intención de obligarse.
La Corte estima que las condiciones esenciales requeridas para que se de el estoppel, no se
cumplen, aunque chile ha expresado en varias ocasiones la posición según la cual estaba
dispuesto a negociar el acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico, estas formas no indican
la existencia de una obligación de negociar

Capítulo III: Costumbre (Textos 2.2-2.16)

2.2. Proyecto de conclusiones sobre la identificación del derecho internacional


consuetudinario, aprobado por la CDI en segunda lectura en su 70º periodo de sesiones
(2018)

Se analiza el proyecto de conclusiones sobre la identificación del derecho internacional


consuetudinario (2018).

Este proyecto se refiere a la manera en que han de determinarse la existencia de y el contenido


de las normas de derecho internacional consuetudinario. Para ello se ha de determinar si existe
una práctica general (extendida y constante) que es aceptada como derecho (la práctica ha de
seguirse con el convencimiento de la existencia de una obligación jurídica o un convencimiento.
Esa norma consuetudinaria puede ser aceptada mediante una declaración pública hecha en
nombre del Estado, correspondencia diplomática o incluso la ausencia de reacción por parte del
Estado entre otras formas. En el caso de que un Estado haya objetado una norma de derecho
consuetudinario (de manera persistente) mientras se encontraba en proceso de formación esta
no será oponible al Estado en cuestión.

2.3. CJI Asunto de la competencia en materia de pesquerías (Reino Unido C. Islandia) Fondo.
Sentencia de 25 de Julio de 1974. Opinión individual del Juez F. de Castro

La parte demandante alega que la regla de las 12 millas constituye una norma internacional de
derecho consuetudinario.

Según la communis opinio, el Derecho Internacional Consuetudinario existe cuando:


a) Aceptación general o universal. La norma debe ser conocida y aceptada de manera
expresa o tacita

b) Práctica uniforme.

c) Duración considerable. La práctica de los Estados, también los especialmente


interesados, debe haber sido frecuente y uniforme, además de reconocida como
obligación jurídica.

d) Opinio iuris. Los actos deben ser testimonio de la convicción de los Estados de la
obligatoriedad de la práctica en cuestión como norma jurídica.

2.4 CIJ Asunto de la delimitación de la frontera marítima en la región del golfo del Maine
(Canadá/ EEUU) Sentencia de 12 de Octubre de 1984

No hay que buscar un código detallado del DI. El DI está formado por un conjunto normas para
la coexistencia y cooperación de los miembros de la CI. A este conjunto se añaden las
consuetudinarias donde la opinio iuris se induce por las actuaciones de los Estados.

2.5 Asunto del derecho al asilo (Colombia/Perú) Sentencia de 20 de Noviembre de 1950

Colombia se ha prevalido del derecho internacional americano. La parte que invoca una
costumbre de esta naturaleza debe probar que se ha hecho obligatoria para la otra parte,
mediante un uso constante y uniforme traducido en el derecho de asilo, resultado del art. 38
del Estatuto del Tribunal exponiendo a la costumbre como prueba de una práctica generalmente
aceptada como Derecho.

En apoyo de las tesis de Colombia ésta ha citado tratados de extradición que no tienen cabida
en el tema tratado, que no son relativos a la regla de calificación unilateral y definitiva e incluso
convenios que no han sido ratificados por Perú.

El abogado del Gobierno de Colombia se ha referido al Convenio de Montevideo sosteniendo


que ha sido utilizado para codificar los principios consuetudinarios de América Latina, sin
embargo, solo 11 Estados han ratificado este acuerdo dando visión de su debilidad.

El Gobierno de Colombia también trae a colación gran número de casos en los que el asilo
diplomático, aunque dentro de tantas incertidumbres y contradicciones, ha habido tal falta de
consistencia que no ha sido posible deducir una costumbre constante y uniforme aceptada
como Derecho. La Corte no puede admitir que se haya probado la existencia de dicha
costumbre.

2.6 CIDH Opinión consultiva OC-25/18 de 30 de Mayo de 2018 solicitada por la República del
Ecuador.

Se debate el asilo diplomático como norma consuetudinaria de carácter regional.

La corte estima que para poder hablar de derecho consuetudinario se deben cumplir 2
requisitos:

1. Una práctica general de los Estados


2. Su aceptación como derecho (opinio iuris sive necessitatis)
La Corte comprueba que el elemento de la opinio iuris necesario para poder hablar de derecho
consuetudinario no se encuentra presente a pesar de la práctica de los Estados de otorgar en
determinadas situaciones el asilo diplomático u otro tipo de protección. Por lo tanto, la Corte
concluye que la concesión del asilo diplomático y su alcance deben regirse por las propias
convenciones de carácter interestatal que lo regulan y lo dispuesto en las legislaciones internas.

2.7 CIJ Asunto del derecho de paso por el territorio indio (Portugal C. India) Sentencia de 12
de Abril de 1960

Para determinar si se ha considerado el derecho de paso de Portugal se debe estimar el


transcurso británico en el territorio y las prácticas entre éste y Portugal.

Portugal plantea la existencia de una costumbre local, mientras que India argumenta que no es
posible una costumbre local entre solo dos Estados. Es

complicado afirmar que el número de Estados participantes en una práctica prolongada


temporalmente impida la creación de una base de derechos y obligaciones entre ambos.

2.8 CIJ Asunto de la legalidad de la amenaza o el empleo de armas nucleares opinión


consultiva de 8 de julio de 1996

La Corte establece que para examinar el Derecho Internacional Consuetudinario a fin de


determinar la prohibición de armas nucleares se debe acudir a la práctica real y a la opinio iuris
de los Estados.

Los Estados contrarios al empleo mencionan la práctica uniforme de no uso desde 1945, donde
creen ver la opinio iuris de los Estados poseedores de las armas.

Los Estados que defienden la legalidad de la amenaza y el uso de las armas nucleares sostienen
que cumplen una función de medida disuasoria y que el desuso desde 1945 no se ha producido
por la existencia de una costumbre si no por la falta de oportunidad para utilizarlas.

La Corte no se pronuncia respecto de la política de disuasión debido a la división de ideas, por


lo que no es posible identificar una opinio iuris.

Según los Estados conformes con la prohibición señalan resoluciones AG 1653 donde se
prohíben las armas nucleares, como normas del Derecho Internacional Consuetudinario. Los
Estados opuestos a la ilegalización sostienen que esas declaraciones no tienen carácter
vinculante por sí solas ni son declarativas de ninguna norma consuetudinaria.

Los Estados pro-ilegalización señalaron que el objetivo de esas declaraciones era confirmar el
DC de la prohibición de métodos de guerra que rebasasen lo permisible en situaciones hostiles.
En su opinión las resoluciones eran el continente de normas consuetudinarias preexistentes en
el DI.

La Corte expone que las resoluciones pueden tener valor normativo, pueden dar prueba para la
determinación de la existencia de una norma o aplicación de la opinio iuris, y, junto a su
contenido y condiciones de aprobación puede tener carácter normativo.
Las resoluciones a estudio, pese a condenar el uso de armas nucleares no constituyen una opinio
iuris debido al elevado número de votos en contra y abstenciones.

La Corte apunta que en la resolución AG 1653, se procedió a determinar la naturaleza jurídica


de estas armas, a determinar sus efectos y a aplicar las normas generales del DIC, lo que
demuestra que no existía ninguna norma específica en el DIC que prohibiera el empleo de armas
nucleares.

La Corte señala que la aprobación de resoluciones recordatorias de la AG1653 pone de


manifiesto el deseo amplio del desarme nuclear completo, aunque la aparición de una norma
consuetudinaria que exprese la prohibición específica se ve dificultada por el choque entre la
incipiente opinio iuris y los favorables a la práctica de disuasión.

2.9 Sentencia TC 237/2005, de 26 de Septiembre de 2005

La falta de autorización que el Tribunal Supremo halla en el Convenio sobre genocidio.

2.10 La situación de Somalia S/RES/1816(2008)

El CS preocupado por la amenaza de los actos de piratería contra buques suministradores de


ayuda humanitaria y para con las rutas comerciales y navegación internacional.

Teniendo en cuenta la incapacidad del GFT para interceptar estas actividades y condenando los
incidentes de ataque y secuestro de buques en aguas somalíes. Considerando la carta enviada
por el presidente del CS, manifestando la posición del GFT, pidiendo y aceptando la asistencia
internacional y la carta enviada por el presidente de la República Somalí transmitiendo el
consentimiento al CS para recibir asistencia urgente con el fin de asegurar las aguas territoriales
e internacionales. Determinando que las acciones de piratería agravan la situación de Somalia,
y actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas. Condena los actos de
piratería.

Los Estados cooperadores con el GFT podrán: Entrar en aguas somalíes con la intención de luchar
contra la piratería. Actuar dentro de lo permitido para lograr dicho objetivo, todo esto conforme
a las normas del DI.

Afirma que dicha autorización solo será aplicable para el caso concerniente a Somalia y no
sentará precedente del derecho consuetudinario internacional.

2.11 CIJ Asunto de la controversia relativa a los derechos de navegación y derechos convexos
(Costa Rica C Nicaragua). Sentencia de 13 de Julio de 2009

Costa Rica sostiene la existencia prolongada de una práctica por la cual los habitantes de la rivera
de la costa costarricense de San Juan pescan para garantizar su subsistencia. Exponen que paso
el Tratado de 1858 y constituye una norma consuetudinaria. En adición trae a colación la
Ordenanza Real de 1540 por la que se comparte la navegación y pesca con Nicaragua en sus
respectivos territorios, añadiendo que la pesca viene sirviendo como subsistencia a los vecinos
de la zona, aunque esto no ha sido respondido por Nicaragua.
Nicaragua establece que no se ha probado que la costumbre sea obligatoria para con ella,
aunque admite la pasividad pasada y futura ante la pesca para la subsistencia.

Establece también que Costa Rica ha aceptado que no tiene más derechos que los derivados de
los Tratados.

La Corte recuerda que las partes están de acuerdo con el problema del mantenimiento de la
pesca de subsistencia, no tratándose de una práctica comercial, además, no han tratado de
definir la pesca de subsistencia ni han solicitado dicha definición.

Las partes discrepan sobre la obligatoriedad de esta práctica para con Nicaragua y si en virtud
de ello la pesca de subsistencia está amparada por el DIS, a los que la Corte responde que una
práctica de este tipo no es necesario que sea consignada en ningún tipo de registro oficial.
Establece también que la inactividad de Nicaragua sobre esta práctica prolongada otorga a Costa
Rica un derecho consuetudinario, subordinado a la legislación nicaragüense para la protección
de los recursos y el medio ambiente.

La Corte no acepta el planteamiento de Nicaragua por la que Costa Rica admitiera no poseer
otros derechos que los derivados de los tratados pues solo se refería al tratado de 1858 y la
pesca se basaba en una costumbre.

La Corte solo reconoce ese derecho consuetudinario a la pesca en el rio, no en embarcación, por
lo que la pesca de subsistencia en la orilla debe ser respetada por Nicaragua.

2.12. CIJ Asunto de las inmunidades jurisdiccionales del estado (Alemania C. Italia; Grecia
(interviniente)). Sentencia de 3 de Febrero de 2012

La Corte, basándose en el artículo 38.1 párrafo b) de su Estatuto, determina que para averiguar
el alcance y contenido de la existencia de una norma de derecho internacional consuetudinario
(“costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como derecho”
en relación con la inmunidad del Estado), deberá observarse que haya una práctica efectiva
acompañada por la opinio juris para que exista tal norma, así como también es posible mediante
los convenios multilaterales.

Entonces, habrá de tenerse en cuenta lo siguiente:

▪ La jurisprudencia de los tribunales internos sobre la inmunidad de un Estado extranjero.


▪ Las leyes adoptadas por los Estados que hayan legislado en esta materia.
▪ Declaraciones hechas por los Estados y el posterior pronunciamiento de la Comisión de
derecho internacional y Convención de las NNUU.
En este caso:

• La opinio juris de los Estados ratifican que en virtud del derecho internacional tienen
derecho a beneficiarse de la inmunidad, por ser esta una obligación y porque así lo han
invocado en otras ocasiones respecto a otros Estados.
• La CDI ha establecido que la regla de inmunidad de los Estados había sido consagrada
como regla general del derecho internacional consuetudinario.
• En este sentido, la Corte estima que esto había sido reconocido por los Estados
mediante normas nacionales, decisiones juridiciales y de afirmaciones de un derecho a
la inmunidad.
Ya que ambos invocaban el derecho a la inmunidad para ellos mismos, así como se la
concedieron a otros, y por ello se entiende que parten de que en derecho internacional existe
un derecho a la inmunidad, con obligación de respetarlo y darle efecto.

2.13 CIJ ASUNTO DE LAS CONSECUENCIAS JURIDICAS DE LA SEPARACION DEL ARCHIPIELAGO


DE CHAGOS DE MAURICIO EN 1965. OPINION CONSULTIVA DE 25 DE FEBRERO DE 2019

Cuestión de si el proceso de descolonización de Mauricio se completo con arreglo a derecho


teniendo en cuenta el derecho internacional.

La Corte ha observado que las resoluciones de la Asamblea General, aunque no son vinculantes,
pueden a veces tener valor normativo. Ninguno de los Estados que participaron en la votación
cuestionó la existencia del derecho de los pueblos a la libre determinación.

Al reconocer el derecho a la libre determinación como uno de los “principios básicos del derecho
internacional”, la Declaración confirmo su carácter normativo en virtud del derecho
internacional consuetudinario

2.14 CIJ Asuntos de la plataforma continental del mar del norte (República Federal de
Alemania/ Dinamarca; República Federal de Alemania/Países Bajos) Sentencia de 20 de
Febrero de 1969

Países Bajos y Dinamarca sostienen que sea cual sea la posición de la RF de Alemania respecto
al Convenio de Ginebra, se le debe aplicar la regla de la equidistancia independientemente de
que el consentimiento sea directo o indirecto.

La Corte estima que dicha regla conformada en el artículo 6 de dicha Convención, se ha


integrado en el conjunto del Derecho Internacional general y además ha sido aceptada por la
opinio juris, por lo que sería obligatoria para todos, aunque no la hayan ratificado.

Concluye con que este es uno de los métodos de integración de nuevas reglas de derecho
internacional consuetudinario.

Capítulo III: Tratados Internacionales (Textos 3.2-3.13)

3.2 Informe de la CDI sobre la labor realizada en su 18º periodo de sesiones (1966). Proyecto
de artículos sobre el derecho de los tratados con sus comentarios.

Se define tratado (instrumento solemne) como acuerdo internacional escrito celebrado entre
Estados. Existen, además, otros acuerdos internacionales, que no son únicamente un
instrumento solemne, acuerdos regidos por el derecho de los tratados. Así como otros
instrumentos no solemnes que conforman acuerdos internacionales sujetos al derecho de los
tratados. La diferencia entre tratado y acuerdo internacional es más terminológica que de
fondo, por lo que la Comisión estima razones para la no diferenciación.

1.El uso común del tratado.


2.Las mínimas diferencias jurídicas. Radican en el procedimiento de celebración y entrada en
vigor. Las normas de validez, ejecución, etc. se aplican a toda clase de acuerdos
internacionales.

Se admite la existencia de diferencias respecto al contenido, pero se observan insuficientes


para la diferenciación en la convención del derecho de tratados.

3.Caso de los acuerdos solemnes, existe gran variedad de denominaciones dificultando la


clasificación de los acuerdos internacionales.

3.3 CIJ Asunto de la delimitación marítima y cuestiones territoriales entre Qatar y Bahrein,
competencia y admisibilidad. Sentencia de 1 de Julio de 1994

Las partes acuerdan reconocer los canjes de notas (1987) como constitutivos de un acuerdo
internacional obligatorio. Bahréin indica que el acta 25-12-90 es únicamente un resumen de la
negociación, no es un acuerdo internacional, la Corte no tendría competencia.

CIJ: Un acuerdo internacional puede tomar denominaciones diversas.

Art. 2.1.a) Convención de Viena 1969: tratado→ acuerdo internacional celebrado por escrito
entre Estados cualquiera sea su denominación particular. Establece también que no existe
impedimento para que un comunicado conjunto forme un acuerdo internacional para para el
arreglo judicial de una controversia.

En el caso que nos ocupa, se debe determinar si este acuerdo ha sido concluido, teniendo en
cuenta los términos y circunstancias en la elaboración del comunicado.

El acta de 1990 -consultas entre los ministros de AAEE- enuncia lo convenido entre las partes,
reafirma los compromisos suscritos anteriormente, tratas las condiciones para llevar la
controversia a la CIJ, señala la aceptación por Qatar de la fórmula de Bahréin, dispone además
la retirada de la controversia de la CIJ ante la llegada a un acuerdo.

El acta no es únicamente un memorando de la reunión, enumera compromisos entre las


partes, creando entre ellas derechos y obligaciones. Constituye un acuerdo internacional.

Bahréin deja constancia de que los signatarios nunca tuvieron intención de concluir un tratado
como el acta, trayendo a colación la declaración de su MAAEE donde negaba que la firma del
acta fuese vinculante, ya que su Constitución establecía que para la entrada en vigor de un
tratado debía ser este aprobado como ley.

CIJ no estima necesario el estudio de las intenciones del ministro puesto que, habiendo
firmado un texto de estas características, este no puede posteriormente retractarse de lo
firmado.

Bahréin argumenta además que la conducta de ambas partes muestra la no consideración del
acta como acuerdo internacional vinculante.

Argumentación temporal. Qatar espera 1 año para solicitar a la Secre. Gral. NNUU el registro
del acta (art. 102 Carta NNUU).
Pacto Liga de Estado Árabes. Qatar no ha entregado el acta ante su Secre. Gral. (art. 17),
además de no seguir los procedimientos de su propia Constitución para la celebración de
tratados.

CIJ expone que un tratado no registrado ante la Asamblea General de las NNUU no puede
invocarse ante un órgano de las NNUU, sin embargo, la falta de registro no tiene
consecuencias sobre la validez del texto, no deja de vincular a las partes.

La CIJ no encuentra apoyo para deducir el motivo del desconocimiento de Qatar sobre su
normativa interna para concluir o no concluir en acuerdo internacional, mas, aunque hubiese
motivo, no prevalecería sobre los términos del acuerdo.

3.4 Proyecto de artículos de la CDI sobre el derecho de los tratados (1966). Comentario al
Artículo 8

Este artículo 8 prevé las normas para la votación de un tratado.

Tras la redacción del texto por parte de los Estados negociadores, emitirán su voto, aunque
este no constituye consentimiento para obligarse a su cumplimiento, que ese consentimiento
deberá expresarse de otra manera (firma, ratificación, adhesión o aceptación).

Se menciona que antiguamente como norma general, los tratados se adoptaban por
unanimidad. Para la Comisión, el procedimiento del voto de mayoría (la unanimidad) se
alejaría de realidad.

La unanimidad se utiliza para tratados bilaterales y los llevados a cabo por pocos Estados,
incluso si los Estados interesados quieren, pueden aplicar la regla de la unanimidad para los
tratados multilaterales.

3.5 Proyecto de artículos de la CDI sobre el derecho de los tratados (1966). Comentario al
artículo 9

La autenticación, es la fase en la que los Estado decidirán sobre el contenido del tratado,
siendo a partir de ese momento inmodificable, es la fase previa a la decisión de formar parte o
no de él.

En el pasado, los juristas no consideraban esta fase como tal, ya que se entendía que, tras la
firma de los Estados, éste ya había sido autenticado. Hoy en día la firma culmina la fase de
ratificación.

Destacan que existen otras formas de autenticar un tratado como puede ser la adopción de
textos no firmados de proyectos de tratados a las actas finales de conferencias diplomáticas.

Distinguen entre que un texto sea “adoptado” en un idioma y “autenticado” en dos o más
idiomas.

3.6 Sentencia arbitral de 20 de Junio de 1977, entre el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda
del Norte y la República francesa, sobre delimitación de la plataforma continental.

En esta sentencia arbitral sobre delimitación de la plataforma continental, la República


Francesa alega el establecimiento de relaciones convencionales entre ella y Reino Unido sobre
la base del Convenio sobre la Plataforma Continental de 1958, que depende del
consentimiento de cada estado en obligarse y que cuando se formularon sus reservas en el
artículo 6 se había manifestado consentimiento. Por otra parte, Reino Unido defiende que su
rechazo está dirigido solo a las reservas y no al artículo en su totalidad.

De esta manera, tanto la tesis del gobierno francés de que el efecto es hacer inaplicable en su
totalidad el artículo 6, tanto la tesis de Reino Unido de que las reservas no le son oponibles,
deberían ser excluidos pues tal rechazo no es fácil de armonizar con el principio de
consentimiento mutuo en la conclusión de los tratados. En opinión del Tribunal puede decirse
que consiste en hacer las reservas no oponibles a Reino Unido.

Por tanto, consiste en hacer inaplicable el artículo, pero sólo en la extensión de las reservas, y
este es el efecto contemplado en tales casos por el artículo 21, párrafo 3 del Convenio de
Viena sobre el derecho de los tratados y el efecto indicado por el principio del consentimiento
mutuo.

Esto no quiere decir que no haya normas legales que regulen la delimitación de la frontera de
esas áreas donde la reserva opera.

3.7 Guía de la práctica sobre las reservas a los tratados aprobada por la CDI en su 63º
periodo de sesiones (2011)

Una reserva es una declaración unilateral por la que un Estado u Organización Internacional,
firma, ratifica, confirma, acepta, aprueba o se adhiere a un tratado internacional, así como
cuando hace una notificación de sucesión en un tratado.

Una declaración interpretativa es una declaración unilateral hecha por un Estado u OI con el
objeto de aclarar o precisar el sentido de un tratado o de alguna de sus disposiciones.

La diferencia entre que una declaración universal sea una reserva o una declaración
interpretativa surge de los efectos jurídicos que el sujeto internacional quiera producir. Para
ello se debe interpretar la declaración de buena fe.

El enunciado de una declaración unilateral constituye un indicio de los efectos perseguidos por
el autor; una reserva debe formularse por escrito. El retiro de una reserva supone que se
ponen en aplicación todas las disposiciones recogidas por el tratado que afecten de manera
directa o indirecta al Estado u OI en cuestión.

Una objeción es una declaración unilateral hecha por un Estado u OI por la que se propone
impedir que la reserva produzca los efectos jurídicos necesarios. Debe formularse por escrito.
Por lo general se deben proponer antes de la entrada en vigor del tratado o doce meses
después. Una objeción a una reserva puede retirarse en cualquier momento, por escrito.

La aceptación de una reserva se deberá realizar por escrito o se considerará aceptada si no se


formula ninguna objeción respecto a ella en el plazo fijado. Se considera aceptada de forma
tácita. Los órganos competentes para aceptar una reserva son aquellos con capacidad para
resolver sobre la admisión de un miembro de la organización, sobre las enmiendas del
instrumento constitutivo o sobre la interpretación de la reserva.
Una reserva está prohibida por el tratado si figura una disposición al respecto. Una reserva es
incompatible con el objeto y el fin del tratado si afecta a un elemento esencial del tratado,
determinados el objeto y el fin del tratado de buena fe.

Podrán evaluar la validez de las reservas los estados contratantes, los órganos de solución de
controversias y los órganos de vigilancia de aplicación del tratado. No es válida una reserva
formulada a pesar de una prohibición de una disposición del tratado o de su incompatibilidad
con el objeto o fin del mismo.

Una reserva que quede establecida con respecto a otra parte excluirá o modificará, en lo que
respecta al estado u OI autor de la reserva en sus relaciones con esa otra parte, los efectos
jurídicos de las disposiciones del tratado al que se refiere la reserva.

3.8 Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, de 13 de Diciembre de
2006

No se permitirán reservas incompatibles con el objeto y el propósito de la presente


Convención. Las reservas podrán ser reiteradas en cualquier momento.

3.9 Protocolo facultativo de la convención sobre la eliminación de todas las formas de


discriminación contra la mujer, de 6 de Octubre de 1999, Artículo 17

No se permitirá reserva alguna al presente Protocolo.

3.10 Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación de


todas las formas de discriminación racial, de 21 de Diciembre de 1965. Artículo 20

El Secretario General de las NNUU recibirá y comunicará a los Estados parte en la Convención,
las reservas de los Estados a la hora de la ratificación o de la adhesión. Todo Estado que tenga
objeciones a una reserva ha de notificar su oposición en los 90 días siguientes a la
comunicación del Secretario General.

No se aceptan reservas incompatibles con la presente Convención, así como no se permitirán


reservas que puedan inhibir el funcionamiento de los órganos establecidos. Se considerará así
si las dos terceras partes de los Estados partes en la Convención formularan objeciones a la
misma.

Se podrá retirar la reserva enviándose para ello una notificación al Secretario General en
cualquier momento. Notificación que tendrá efecto en la fecha de su recepción.

3.11 Comité de derechos humanos. Observación general número 24, de 4 de Noviembre de


1994

En noviembre de 1994, 46 de los 127 Estados Parte que ratificaron el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos habían formulado 150 reservas de diverso alcance. El número de
reservas, su contenido y su alcance pueden menoscabar la eficaz aplicación del Pacto y tienden
a debilitar el respeto hacia las obligaciones de los Estados Parte. Por ello, el Comité necesita
saber si un Estado está vinculado y esto exigirá determinar si una declaración unilateral es una
reserva o una declaración interpretativa y cuáles son su aceptabilidad y efectos.
Ni el Pacto ni el Primer Protocolo Facultativo prohíben las reservas ni mencionan ningún tipo
de reserva permitida. Esto no significa que se permitan todas ellas, la cuestión de las reservas
se rige por el derecho internacional, concretamente con el párrafo 3 del art. 19 de la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, donde se establece que un estado
podrá hacer una reserva siempre que no sea incompatible con el objeto y fin del tratado. Así
pues, las normas perentorias y las disposiciones que son de derecho consuetudinario no
pueden ser objeto de reservas. Además, un Estado no puede reservar su derecho a no adoptar
las medidas necesarias a nivel interno para hacer efectivos los derechos reconocidos en el
Pacto.

El Comité ha examinado también si las disposiciones inderogables de reservas pueden ser


contrarias a la prueba de objeto y fin. Aun cuando no existe una jerarquía de importancia
entre los derechos en el Pacto, no cabe suspender la aplicación de algunos de ellos ni siquiera
en momentos de emergencia nacional.

Además, el Pacto tiene también importantes garantías de apoyo que constituyen el marco
necesario para asegurar los derechos enunciados en el Pacto, por lo que son fundamentales
para su objeto y fin y, por tanto, no son aceptables las reservas destinadas a eliminar esas
garantías. También toda reserva que rechace la competencia del Comité para interpretar
cualquier disposición del Pacto sería contraria al objeto y fin.

El Pacto tiene como finalidad garantizar los derechos comprendidos en él, por lo que en
ocasiones se deben dar determinadas exigencias que obligan a modificar leyes internas para
que reflejen los requisitos del Pacto; el problema es que las reservas ponen a menudo de
manifiesto la tendencia de los Estados a no modificar una determinada ley y en ocasiones se
eleva a política general. De este modo no se han aceptado auténticos derechos u obligaciones
internacionales.

El Comité́ considera importante que se determine cuál es el organismo que tiene la


competencia jurídica para adoptar decisiones respecto de las reservas a los instrumentos de
derechos humanos. En el párrafo 4 del artículo 20 de la Convención de Viena sobre el derecho
de los tratados figuran disposiciones respecto de la aceptación y las objeciones a las reservas.
Ello ofrece a los Estados la posibilidad de rechazar una reserva formulada por otro Estado. El
artículo 21, expresa, fundamentalmente, que una reserva impide la aplicación de la disposición
a la que se haya formulado dicha reserva entre el Estado que la formula y otros Estados.

Por el contrario, el Comité considera que las disposiciones de la Convención relativas a la


función de las objeciones de los Estados en relación con las reservas no son adecuadas para
abordar el problema de las reservas a los tratados de derechos humanos (no ha lugar al
principio de la reciprocidad entre los Estados).

La situación es tan poco clara que no cabe suponer que, por el hecho de no hacer objeciones,
un Estado considere que una determinada reserva sea aceptable. Por necesidad ha de ser el
Comité́ quien decida si una determinada reserva es compatible, pues es una tarea inadecuada
para los Estados Parte en relación con los tratados de derechos humanos. Para examinar, el
Comité debe establecer objetivamente la compatibilidad de una reserva con el objeto y fin del
Pacto en relación con un principio jurídico.
Las reservas deben ser específicas y transparentes con el fin de que se tenga claro cuáles son
las obligaciones de derechos humanos que han sido o no contraídas, por tanto, deben referirse
a una disposición concreta del Pacto e indicar precisamente su ámbito de actuación.

Los Estados deben establecer procedimientos para garantizar que toda reserva propuesta sea
compatible con el objeto y fin del Pacto. Los Estados deben también asegurarse de que se
revise periódicamente la necesidad de mantener las reservas, teniendo en cuenta toda
observación y recomendación que el Comité́ pueda hacer durante el examen de sus informes.

3.12. Proyecto de guía para la aplicación provisional de los tratados, aprobado por la CDI en
1ª Lectura de su 79º periodo de sesiones (2018)

El presente proyecto de directrices se refiere a la aplicación provisional de los tratados con el


objetivo de proporcionar orientación sobre el derecho y la practica relativos a la aplicación
provisional de los tratados, tomando como base el artículo 25 de la Convención de Viena sobre
el Derecho de los Tratados y otras normas de derecho internacional.

El hecho de que el consentimiento de un estado en aplicar provisionalmente un tratado haya


sido manifestado en violación de una disposición de su derecho interno concerniente a la
competencia para convertir en la aplicación provisional de los tratados no podrá ser alegado
por dicho estado como vicio de su consentimiento, a menos de que esa violación sea
manifiesta y afecte a una norma fundamental de su derecho interno.

3.13 Tratado sobre el comercio de armas de 2 de abril de 2013. Artículo 23

Cualquier estado, podrá declarar en el momento de la firma o el depósito de su instrumento


de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión, que aplicará provisionalmente lo dispuesto
en los artículos 6 y 7 del presente Tratado mientras no se produzca su entrada en vigor
respecto de ese Estado.

Capítulo III: Tratados y Derecho español (Textos 4.2-4.17 y 4.21-4.22)

4.2. Ley 25/2014, de 27 de Noviembre, de tratados y otros acuerdos internacionales.


Preámbulo, artículos 2-7, 9-22, 32-34, 38-40, 43-46 y 49-53.

España, es parte de la C.V. de 1969 sobre el derecho de los tratados la cual codifica con
vocación universal las cuestiones del proceso de celebración y entrada en vigor de los tratados
internacionales celebrados entre Estados, pero esta convención no regula absolutamente
todo, ya que deja sin regular cuestiones como la sucesión de estados en materia de tratados o
la responsabilidad derivada del incumplimiento de estos. La única norma reguladora de los
tratados es el Decreto 801/1972, que logró acomodar el ordenamiento jurídico español a las
exigencias del D.I., pero se quedó obsoleto como consecuencia del desarrollo del D.I. y los
cambios políticos vividos en nuestro país, por ello requiere su actualización.

El artículo 2 expone ciertas definiciones como la de tratado internacional, acuerdo


internacional administrativo o acuerdo internacional no normativo.
Posteriormente en el artículo 3 se determinan las competencias del Consejo de ministros,
entre las que se encuentran, la de autorizar la firma de los tratados internacionales y actos de
naturaleza similar o el hecho de aprobar su firma ad referéndum entre otras.

En el artículo 4, se establecen las competencias del Ministerio de Asuntos exteriores, entre las
que se encuentran el ejercer la competencia general en materia de tratados internacionales y
las atribuciones que no correspondan a otros ministerios por la materia.

En el artículo 5 se especifican las competencias de los departamentos ministeriales

En el caso de los artículos 9 y 10, se trata la representación internacional de España, donde es


el ministro de exteriores quien deberá de estar provisto de plenipotencia en nombre del Rey.

Pasamos al capítulo 2 el cual trata sobre la celebración de los tratados internacionales.

En el artículo 11, se trata la negociación, estableciendo que los departamentos ministeriales


negociaran los tratados internacionales en el ámbito de sus competencias. Además, las CCAA
podrán participar en las negociaciones de un tratado internacional en términos previstos por
el título V.

Posteriormente en el artículo 12, se expone lo relativo a la adopción.

4.3. Consejo de Estado. Dictamen número 46.901, de 7 de marzo de 1985

Se cuestiona en primer lugar una duda interpretativa acerca del artículo 22.1 de la LO del
Consejo de Estado de abril de 1980 referente a dos artículos de la CE. Los artículos 93 y 94.1 de
la CE regulan la intervención de las Cortes en la conclusión definitiva de los tipos de tratados
establecidos en los mismos. Dice el art. 94 que la prestación del consentimiento del Estado
para obligarse por medio de tratados o convenios requerirá la previa autorización de las Cortes
Generales, en los siguientes casos:

- Tratados de carácter político.


- Tratados o convenios de carácter militar.
- Tratados o convenios que afecten a la integridad territorial del Estado o a los derechos
y deberes fundamentales establecidos en el Título I.
- Tratados o convenios que impliquen obligaciones financieras para la Hacienda Pública.
- Tratados o convenios que supongan modificación o derogación de alguna ley o exijan
medidas legislativas para su ejecución.

Por su parte los artículos 94.2 y 97 de la CE establecen la competencia del Gobierno para la
conclusión de los Instrumentos internacionales no necesitados de la intervención de las
Cortes.

El artículo 22.1 de la LO del Consejo de Estado del 22 de abril de 1980 establece la consulta de
la Comisión permanente en todos los tratados o convenios internacionales, sobre la necesidad
de autorización de las Cortes Generales previa a la prestación de consentimiento del Estado.
Con el término “todos los tratados o convenios internacionales” se hace referencia a los
instrumentos internacionales recogidos en el artículo 93 y 94.
La segunda cuestión planteada es sistemática ya que el contenido de los artículos 94.2 y 97 de
la CE autoriza la conclusión por el Gobierno de los Acuerdos en forma simplificada igualmente
reconocidos por el Convenio de Viena de 1969, según el cual la firma misma del Acuerdo
constituirá su conclusión definitiva, no siendo necesaria la consulta al Gobierno ni el
consentimiento de las Cortes.

Las Cortes habrían expresado su disconformidad con el criterio aplicado por el Departamento
de considerar excluidos de los supuestos del artículo 94.1 de la Constitución algunos
Instrumentos internacionales que, por tanto, habían sido concluidos exclusivamente por el
Gobierno.

Esta situación sugiere reconsiderar la cuestión planteada por el Consejo de Estado de 1981, ya
que el criterio pertinente sobre el artículo 22.1 de la Ley es el de que la consulta de este
Consejo de Estado se produzca en todos los Instrumentos internacionales, exigiendo para su
conclusión la autorización de las Cortes. O bien la competencia para la conclusión definitiva del
Instrumento corresponde únicamente al Gobierno.

Tal discrepancia puede tener un enfoque político ya que las Cámaras pueden estar informadas
del criterio y reclamar para sí mismas la competencia de autorización de la conclusión
definitiva de dicho instrumento, en lugar de someterse a la conclusión del Gobierno.
Corresponde decidir definitivamente el conflicto a la jurisdicción constitucional a tenor de los
artículos 59.3, 73 y 75 de la LOTC.

El conflicto sería tomado en cuenta sólo con carácter interpretativa, ya que en el enfoque
práctico no es imaginable que el Gobierno prefiere concluir por sí mismo y sin contar con las
Cortes un Instrumento internacional claramente comprendido en el artículo 94.1 de la CE.

Y en virtud de todo lo expuesto por el Consejo de Estado es de dictamen que el artículo 22.1
de la LO del Consejo de Estado de 2 de abril de 1980 establece la consulta preceptiva del
Consejo para concluir definitivamente toda clase de instrumentos internacionales, con
asesoramiento del Gobierno respecto a si el instrumento debe ser concluido con autorización
previa de las Cortes o por el contrario puede ser concluido directamente por el poder
ejecutivo.

4.4. Consejo de Estado. Dictamen 683/2013 de 18 de julio de 2013 .

La consulta se refiere a la eventual necesidad de autorización de las Cortes Generales con


carácter previo a la prestación del consentimiento del Estado español para obligarse mediante
el Tratado sobre el comercio de armas, hecho en Nueva York el 2 de abril de 2013.

Este tiene por objeto regular el comercio internacional de armas convencionales y prevenir y
eliminar su tráfico ilícito, así ́ como su desvío, obligando a los Estados parte a establecer y
mantener sistemas de control

El Tratado incluye previsiones de carácter sustantivo que sin duda tendrán repercusión en la
política de defensa de los Estados signatarios, quedando así ́ en el artículo 94.1.b) de la
Constitución, dado su carácter militar. Por otra parte, el Tratado no implica obligaciones
financieras para la Hacienda Pública española, sino que tienen carácter meramente voluntario,
Por ello, el Consejo de estado opina que la prestación del consentimiento del Estado para
obligarse por medio del Tratado sobre el comercio de armas, hecho en Nueva York el 2 de abril
de 2013, requiere la previa autorización de las Cortes Generales.

4.5. Consejo de Estado. Dictamen 858/2019, de 21 de noviembre de 2019.

En este caso tratamos la necesidad de previa autorización de las Cortes Generales para la
prestación del consentimiento a obligarse para con el Acuerdo de Protección de la Inversiones
entre la UE y la República Socialista de Vietnam.

El acuerdo en cuestión tiene como principal objetivo el fomento de la cooperación económica,


así como el favorecer tanto los intercambios comerciales como los flujos de inversión entre
ambos. Se puede observar un claro carácter político en esta cuestión, por lo cual podríamos
buscarlo dentro de los tratados recogidos en el art. 94.1 CE, destacamos también que la
doctrina del Consejo de Estado sostiene que un tratado internacional puede quedar
comprendido como tal, o bien por la importancia que tenga para la CI, o bien por razones de
relevancia interna, en este caso, el acuerdo en cuestión presenta ambas dos.

Finalmente, el Consejo establece que la prestación del consentimiento del Estado para
obligarse por medio del Acuerdo previamente citado requiere la previa autorización de las
Cortes Generales.

4.6. Consejo de Estado. Dictamen 616/2010, de 13 de mayo de 2010 .

Emitido por unanimidad, en virtud de lo dispuesto en el artículo 22.1 de la Ley Orgánica


3/1980, de 22 de abril. La consulta se refiere a la eventual necesidad de autorización de las
Cortes Generales con carácter previo a la prestación del consentimiento del Estado español
para obligarse mediante el Acuerdo en materia de acceso a la universidad entre el Reino de
España y el Principado de Andorra.

Objeto: facilitar el acceso a los estudios oficiales universitarios de los dos países a través del
mutuo reconocimiento

El artículo 38.5 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, prevé́ que podrán
acceder a las universidades españolas, sin necesidad de realizar la prueba de acceso, los
alumnos procedentes de sistemas educativos de Estados miembros de la Unión Europea o los
de otros Estados con los que se hayan suscrito Acuerdos internacionales aplicables a este
respecto; y en su apartado 6, el gobierno establecerá la normativa básica que permita a las
universidades fijar los procedimientos de solicitud de plaza de los alumnos que hayan
superado la prueba de acceso, con independencia de donde hayan realizado sus estudios
previo

El artículo 20.1 del Real Decreto 1892/2008, de 14 de noviembre, los estudiantes que cumplan
los requisitos podrán acceder a la universidad española en las mismas condiciones que los
estudiantes que hayan superado la prueba de acceso según lo establecido en el artículo 13.2
del real decreto. En el apartado se publicarán la relación de sistemas educativos a los que es
de aplicación lo dispuesto en el apartado anterior, así ́ como la denominación de los títulos y
certificados respectivos y las escalas de puntuación.
Por todo ello, el Consejo de Estado considera que el Acuerdo a que se refiere el expediente no
requiere la autorización de las Cortes Generales, por lo que habrá́ de procederse conforme a lo
dispuesto en el apartado 2 del artículo 94 de la Constitución, en virtud del cual el Congreso de
los Diputados y el Senado serán inmediatamente informados de su conclusión.

4.7. Consejo de Estado. Dictamen 39/2019, de 14 de febrero de 2019.

Se debate en este caso la eventual necesidad de autorización de las Cortes Generales previa a
la prestación del consentimiento del Estado para obligarse por medio de la Declaración de
Aceptación de la adhesión de la República de Kazajistán al Convenio sobre la obtención de
pruebas en el extranjero en ambas materias, civil, así como mercantil.

El Consejo de Estado tras valorar la cuestión determina que el Convenio previamente citado
queda comprendido en el par. e) del art. 94.1. Como consecuencia de esto, se determina que
en el caso de que las obligaciones recogidas en el Convenio sean de tal carácter que
provoquen la aplicación del art. 94.1 CE está adhesión habrá de obtener la autorización
prevista en dicho precepto constitucional. Finalmente, y como consecuencia, el Consejo de
Estado determina que la declaración de aceptación por parte de España de la adhesión de
Kazajstán a dicho Acuerdo requiere la previa autorización de las Cortes Generales.

4.8. Consejo de Estado. Dictamen 63/2018, de 1 de marzo de 2018.

La cuestión hace referencia a la necesidad de autorización de las cortes, previo al compromiso


de España en obligarse, mediante la Enmienda para la supresión del art. 124 del Estatuto de
Roma de la Corte Penal Internacional.

Este Estatuto fue informado por el Consejo de Estado mediante un dictamen en el que se
decidió que la prestación del consentimiento de España para obligarse por el Estatuto requería
de una ley orgánica.

La Corte Penal Internacional es un tribunal instituido por un tratado internacional, cuyos


Estados aceptan su competencia y cuya finalidad es crear una justicia penal internacional
buscando reprimir los crímenes más graves para la comunidad internacional operando desde
el principio de complementariedad con las jurisdicciones nacionales de los Estados.

Para valorar si la prestación del consentimiento de España precisa de autorización de las


Cortes y de ser así, debe ser realizada por ley orgánica u ordinaria.

Es importante tener claro que toda enmienda a un tratado es un nuevo acuerdo internacional,
sujeto a lo previsto en el tratado en cuestión y en el derecho interno, así como en la
Constitución.

La enmienda propone, suprimir el artículo 124 del Estatuto, el cual permite a los estados no
aceptar la competencia de la Corte sobre crímenes de guerra ante denuncias por sus naciones
o en su territorio, en un periodo de 7 años desde la entrada en vigor del estatuto. Lo que viene
a ser una excepción al artículo 12 del mismo, el cual tiene carácter temporal ya que el 124,
establece que su contenido “será reconsiderado” en la Conferencia de Revisión. La cual se
convocaría según el 123 del Estatuto de Roma, como se celebró la Conferencia de Kampala.
En el caso español, la manifestación del consentimiento para obligarse precisa de autorización
de las Cortes por ser un tratado de carácter político.

Cabe destacar finalmente que la enmienda es de gran importancia para la Comunidad


Internacional, ya que supone un reconocimiento de la jurisdicción de la Corte Penal
Internacional y evidencia el progreso en el consenso acerca de la persecución y condena de
crímenes de guerra.

4.9. Consejo de Estado. Dictamen 47/2019, de 14 de febrero de 2019.

Esta consulta trata la necesidad de autorización de las Cortes Generales con carácter previo a
la prestación del consentimiento del Estado español para obligarse mediante las Actas
aprobadas en Estambul en 2016 durante el XXVI Congreso de la Unión Postal Universal.

En este caso, las modificaciones que estas actas llevan a cabo en los instrumentos
internacionales reguladores de la Unión Postal Universal son mayormente de carácter
orgánico y técnico, también es cierto que en algunas de las reformas introducidas afectan a
materias reguladas por ley en nuestro ordenamiento jurídico, por lo que resulta de aplicación
lo dispuesto en el art. 94.1.e) CE. Finalmente, y como consecuencia de lo anterior, se
determina que la prestación del consentimiento del Estado para obligarse por medio de las
actas anteriores requiere la previa autorización de las Cortes Generales.

4.10. Consejo de Estado. Dictamen 391/2019, de 20 de Junio de 2019.

En este caso esta consulta trata la eventual necesidad de autorización de las Cortes Generales
previamente a la renovación de la Reserva formulada por España al Convenio penal sobre la
corrupción del Consejo de Europa.

El Consejo de Estado en este caso reitera que toda declaración unilateral que afecte al régimen
de las obligaciones que para España dan lugar a un tratado, como sería la formulación de
reservas o su retirada, debe tramitarse de acuerdo con lo previsto en el art. 94 CE, como
consecuencia, la renovación de la Reserva formulada por España al Convenio que nos ocupa
requiere la previa autorización de las Cortes Generales.

4.11. Sentencia TC 137/1989, de 20 de julio de 1989.

Las SSTC 44/1982 y 154/1985 establecen la reserva exclusiva a los órganos centrales del
Estado las competencias en materia de RRII. La sentencia estudiada procede a precisar este
precepto de una manera más intensa.

El estudio se basa en si el art. 143.1. 3ª CE elimina el derecho a la celebración de tratados a las


CCAA. Si es así, todo acuerdo internacional celebrado de esa forma sería inconstitucional.

Ha sido criticado el hecho de que nuestra Ley Fundamental haya establecido este precepto de
manera tan poco vehemente. De esta manera no contiene excepción para con beneficios de
las CCAA para poseer competencia para obligarse mediante acuerdos internacionales, por
ende, tampoco sobre la cooperación con el Estado en este ámbito.
Se concluye que a la luz del art. 149.1. 3ª CE, el ius contrahendi pertenece exclusivamente al
Estado, expresado este, además, en otros preceptos del mismo cuerpo normativo y en los
Estatutos de Autonomía.

Para la celebración de Tratados se exige la autorización previa de las CCGG (art. 93 y 94.2 CE).
Sin embargo, existen otra clase de Tratados que solo requieren informar a las Cámaras (art.
94.2 CE). Es el art. 143.1. 3ª CE el que otorga el ius contrahendi al Estado y en remisión al 97 CE
encomendando al Gobierno la política exterior.

En los antecedentes de la Constitución las Comisión de Asuntos Constitucionales tumba la


enmienda del Grupo Parlamentario Vasco que pretendía establecer una reserva a los
territorios autónomos para la celebración de Tratados bajo el consentimiento del Gobierno.

Los EEAA habilita a las CCAA para instar y recibir información sobre la celebración de Tratados
por parte del Estado. En particular, el Estatuto de Autonomía Gallego establece que la CCAA
podrá solicitar al Gobierno la celebración de Tratados que establezcan relaciones culturales
con Estados afines.

Debido a la exclusividad de la competencia de ius contrahendi del Estado, la CCAA carece de


dicha competencia.

4.12. Sentencia TC 165/1994, de 26 de mayo de 1994.

Trata de la posibilidad de que las CCAA realicen actuaciones fuera del territorio nacional
suponiendo relaciones con instituciones de Comunidades Europeas.

El Estado Autonómico implica la asunción, exclusiva o compartida con el Estado, de funciones


públicas por las CCAA, eso sí, dentro de sus respectivos límites territoriales, no negando las de
proyección exterior.

No obstante, la proyección externa de las actividades de las CCAA tiene límite, la reserva en
favor del Estado (art. 149.1. 3ª CE), la exclusividad en las RRII.

Para delimitar el alcance de la reserva, se debe anotar que la materia de RRII no incumbe toda
actividad con proyección exterior, la dimensión externa de un asunto no puede servir para la
interpretación expansiva del 143.1. 3ª, pues se produciría una redistribución de competencias
entre el Estado y las CCAA.

Cuando no quepa la identificación de la proyección exterior, forzosamente quedarían fuera de


las competencias de las CCAA actuaciones incluibles en este título. Con el estudio de los
artículos 143.1. 3ª, 63, 93 a 97 CE, se entiende que las RRII no se corresponden con el
contenido máximo de esa expresión, ni tampoco con la política exterior. Por otra parte, el
objeto de la reserva son las relaciones de España con otros Estados y con las Organizaciones
Internacionales Gubernamentales, regidas por el Derecho Internacional General, siendo este el
que determina las normas aplicables a España.

Las relaciones internacionales de la reserva se refieren a relaciones con sujetos internacionales


regidas por el DI, excluyendo a las CCAA, impidiendo el establecimiento por estas de órganos
permanentes de representación ante esos sujetos. Bien es cierto que algunos EEAA confieren
la potestad de instar al Gobierno a concertar Tratados sobre materias de su interés.
En base a lo anterior, la competencia de las CCAA de realizar actividades con proyección
exterior se ve limitada, para evitar que comprometan al Estado para con otros de sus iguales.

No cabe una delimitación exacta de las limitaciones, pero si cabe el establecimiento de


medidas que regulen o coordinen dichas actividades, así es como la representación del Gob.
Vasco han llevado a cabo ese tipo de actividad. Debe deducirse que no toda actividad de
relación exterior de una CCAA supone una infracción de la reserva estatal

4.13. Sentencia TC 198/2013, de 5 de diciembre de 2013.

Conflicto de competencia acuerdo firmado por el Consejero de Agricultura y Pesca del País
Vasco con la República Islámica de Mauritania.

Debe estudiarse si este acuerdo perjudicó la competencia exclusiva del Estado en el ius
contrahendi.

El TC ya resolvió que sólo al Estado le es dable concretar pactos internacionales sobre toda
suerte de materias, conclusión fundada en el art.143.1. 3ª CE. Las SSTC 31/2010 y 80/2012
reafirma esta idea indicado que la posibilidad de las CCAA de llevar a cabo actividades con
proyección exterior debe entenderse limitada a aquellas que, siendo necesarias, o al menos
convenientes para el ejercicio de sus competencias, no impliquen el ejercicio de un ius
contrahendi.

El acuerdo tenía por objeto adquirir compromisos respecto a la actividad de los barcos vascos
en Mauritania. El acuerdo utiliza expresiones como “se compromete” u “otorgará”. Este
acuerdo se encuadra en el Derecho internacional rebasando con creces el ordenamiento
estatal.

De este modo, este acuerdo con el objetivo de contraer obligaciones en el DI, por lo que su
celebración supone ejercer ius contrahendi, lo que conlleva declarar la falta de
constitucionalidad de la actuación del consejero. Materia exclusiva en competencia pesquera
de la Unión Europea también se rebasa.

4.14. Sentencia TC 87/2019, de 20 de junio d 2019.

La resolución de esta concreta impugnación contra el principio general proclamado en el


artículo 2.2 i) depende de la delimitación competencial efectuada en la Constitución en
materia de asunción y cumplimiento de obligaciones internacionales.

El artículo 149.1.3 de la CE atribuye al Estado la competencia exclusiva en las relaciones


internacionales, habiendo declarado el tribunal que estas relaciones son relaciones entre
sujetos internacionales y sometidas al Derecho Internacional, lo que supone que las
actividades exteriores llevadas a cabo en las CCAA, se entienden limitadas a aquellas que no
impliquen el ejercicio de un ius contraendi, no originen obligaciones inmediatas y actuales
frente a los poderes públicos extranjeros, no incidan en la política exterior del Estado y no
generen responsabilidad de este frente a Estados extranjeros u organizaciones
supranacionales.
El Estatuto de Autonomía de Cataluña reconoce a la Generalitat la potestad de suscribir
“acuerdos de colaboración en el ámbito de sus competencias”, lo cual presenta limitaciones,
pues dichos acuerdos no pueden asumir obligaciones frente a poderes públicos extranjeros.

Por otro lado, la Ley de Tratados y otros acuerdos, regulan la celebración en las CC. AA de
acuerdos internacionales administrativos. En cambio, no permite celebrar tratados
internacionales para asumir obligaciones o compromisos internacionales.

Según la ordenación constitucional el ius ad tractatum es competencia exclusiva del estado, ya


que solo él puede vincular al conjunto de poderes públicos internos; ya que quien se obliga de
manera internacional es el Estado en sentido amplio

Una vez publicados los tratados celebrados correctamente, estos forman parte del
ordenamiento interno y en consecuencia vinculan a particulares y a poderes públicos.

Por otro lado, un primer inciso del art. 2.2 i) establece como finalidad de la ley recurrida
“impulsar los compromisos internacionales con el cambio climático que vinculan a la
Generalitat”. Aunque cabe destacar que este inciso puede entenderse como un mero
recordatorio de la fuerza vinculante.

El segundo inciso, establece como fin de la ley el cumplimiento de la “cuota alícuota


correspondiente de los tratados internacionales suscritos por el Estado español de acuerdo
con los criterios de repartimiento de esfuerzos que tengan establecidos” por parte de la
Generalitat.

Finalmente señalar que, si se entendiera lo anterior como un reconocimiento de la potestad


catalana de proceder de manera unilateral a esa parcelación de las obligaciones
internacionales asumidas por España, asumiendo la comunidad autónoma la “cuota alícuota”
correspondiente, se debería de declarar inconstitucional, por lo ya expuesto.

4.15. Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la Acción y del Servicio Exterior del Estado. Artículo II.

En primer lugar, en el art. 11.1 se establece que las actividades que puedan realizar en el
exterior según permitan las competencias que les haya conferido el Estatuto de Autonomía o
la CE las Comunidades Autónomas, las ciudades autónomas, así como las entidades que
integran la Administración Local han de respetar los principios que se establecerán por esta ley
y se adecuarán a las directrices y fines de la Política Exterior fijados por el Gobierno.
Posteriormente el art. 11.2, mantiene que dichas actividades de los órganos citados
anteriormente se han de hacer a los instrumentos de planificación de la acción exterior,
elaborados y aprobados de conformidad con lo dispuesto en esta ley y establecidos por el
propio Estado.

Por otro lado, tendríamos el art. 11.3 en el cual se establecen los límites en las actuaciones
que se lleven a cabo en el ejercicio de la acción exterior tales como la asunción de la
representación del Estado en el exterior o también cabría destacar la generación de
obligaciones y/o responsabilidades internacionales exigibles al Estado.

Finalmente, analizando el art. 11.4, observamos que en este se establecen las facultades de las
Comunidades Autónomas, las ciudades autónomas, así como las entidades de la
Administración Local en el ámbito de las relaciones internacionales. Estos sujetos previamente
podrán celebrar acuerdos internacionales administrativos cuando de esta forma lo haya
observado el propio tratado y trate sobre materias de su competencia, también por otro lado
se podrán celebrar acuerdos no normativos sobre materias de su competencia con los órganos
análogos de otros sujetos de DI, no vinculantes jurídicamente para quienes los suscriben.

4.16. Sentencia TC 155/2005, de 9 de junio de 2005.

La norma impugnada es una norma jurídica con valor de ley, un decreto-ley, sometido a
limitación por el artículo 86 CE, así como por las reservas del TC. Entre dichas reservas figura la
de que para la prestación del consentimiento del Estado para obligarse por medio de tratados
o convenios establece el artículo 94.1 CE que dicha prestación debe ser autorizada por las
Cortes. Se excluye por tanto la posibilidad de prestación de consentimiento sin autorización o
con ella, pero de otro órgano. Así pues, el decreto-ley no es forma jurídica apta para la
autorización requerida por el art. 94.1 CE, ya que el art. 86 CE sólo prevé la figura del decreto-
ley para el dictado de disposiciones legislativas (categoría distinta a la que corresponde a las
autorizaciones, por lo que no es considerado instrumento idóneo para dichos acuerdos).
Además de que, al ser una autorización al Gobierno para concluir tratados, no puede ser auto
concedida por el propio autorizado. Por último, se admite que el decreto-ley no convalidado es
inicialmente suficiente para autorizar la prestación del consentimiento que, sin embargo, sólo
se perfecciona tras la convalidación de la norma.

En consecuencia, el Real Decreto-Ley 14/1998 no es una norma capaz de dar forma jurídica a
la autorización constitucionalmente necesaria para que el Estado se obligue
internacionalmente mediante los tratados o convenios relacionados con el art. 94.1 CE. La
cuestión es determinar si los artículos 2 y 3 de dicho decreto se refieren o no a convenios o
tratados de dicha naturaleza.

Los demandantes sostienen que, según el art. 2 del decreto, con la adhesión a los Nuevos
Acuerdos para obtener préstamos del FMI se establece un nuevo marco convencional que
obliga a la HP española a poner recursos financieros a disposición del FMI mediante el
otorgamiento de préstamos. El Abogado del Estado sostiene que estamos ante un supuesto
normal de desarrollo del Convenio4 constitutivo del FMI, suscrito por España en 1958.
Además, el representante procesal del Gobierno alega que no se asume una obligación de la
HP pues la operación habría de ser gestionada por la cuenta de reservas del Banco de España.

Llevan razón los recurrentes al mantener que el art. 2 del Real Decreto-ley se refiere a
compromisos internacionales que suponen la asunción de obligaciones financieras por HP. En
virtud de los Nuevos Acuerdos del FMI de 27 de enero de 1997, los países que los suscriban
adquieren un compromiso en orden a facilitar al FMI los préstamos que éste pueda precisar.
Pero el art. 2 del decreto no es constitucional ya que infringe el art. 94.1 CE al no entrar entre
las materias a comprometerse u obligarse por España la de los Nuevos Acuerdos firmados con
el FMI.

4.17. Auto TC 114/1991, de 11 de abril de 1991.

No obstante, que sea el Rey quien hubiera debido manifestar la voluntad del Estado para
acordar con Alemania que los delitos fiscales son igualmente susceptibles de extradición de
conformidad con el Convenio Europeo de 1957, resulta una tesis desmesurada, que no puede
encontrar fundamento en la Constitución. Ni su art. 63.2 obliga a que sea el Rey, ni su art. 94.1
fuerza la intervención regia, siempre que las Cortes autoricen. Por lo que el recurso de amparo
carece de contenido que justifique su admisión [art. 50.1, c) Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional].

Que sea el Secretario General Técnico del Ministerio de Asuntos Exteriores quien ordenó la
publicación oficial del acuerdo internacional en cuestión es perfectamente licito, la inserción
en el «Boletín Oficial del Estado» forma parte de las facultades que le atribuyen, en nada
afecta a la vigencia de un tratado internacional en España que su publicación en el «Boletín
Oficial del Estado» sea debida a una autoridad distinta de la que fue su autora. También
resulta inocuo que el canje de notas entre el Ministerio de Negocios Extranjeros de Alemania y
la Embajada de España fuera autorizado por las Cortes Generales en virtud de la letra c) del
art. 94.1 CE, porque no existe una correlación absoluta entre la autorización prestada por las
Cortes, y la declaración de consentimiento manifestada por el Rey. El conocimiento y
autorización por las Cámaras legislativas del canje de notas aseguró una fiel garantía de los
derechos y libertades afectados. Pues sean unas u otras las autoridades que intervinieron en
nombre de España la preceptiva intervención de las Cortes Generales obtuvieron el objetivo
perseguido por el art. 94 CE

Como señaló́ acertadamente el Auto del Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional,
el desarrollo del art. 5 del Convenio así ́ concluido por España no requería una formalización
tan solemne, siendo suficiente, desde la perspectiva de la Constitución, la decisión del
Gobierno transmitida por el Embajador acreditado ante las autoridades extranjeras. La tesis
sostenida por el Auto impugnado es, sin duda, la correcta: el Gobierno, y sus agentes
diplomáticos, pueden concluir aquellos convenios que se limitan a desarrollar las previsiones
contenidas previamente en tratados,

No podemos ignorar que la interpretación del art. 63.2 CE se ve oscurecida en este caso
porque la figura del canje de notas no se encuentra regulada en nuestro Derecho escrito. Se
limitan a disciplinar las formas solemnes de consentimiento estatal consistentes en la
ratificación y la adhesión de tratado. A pesar de ello, esta fórmula se encuentra en nuestro
Derecho plenamente reconocida como forma de manifestar el consentimiento del Estado para
obligarse internacionalmente, debido a la incorporación al ordenamiento español del
Convenio de Viena sobre el Derecho de los Tratados. Todo lo expuesto muestra claramente
que el presente recurso carece de contenido que justifique su admisión [art. 50.1, c) LOTC], sin
necesidad de pronunciarse acerca de la conveniencia de una ley que regule la acción exterior
del Estado de manera más completa que el Decreto de 1972. Su promulgación podrá́ ser más o
menos conveniente, pero es ajena a la exigencia de ley que los arts. 17.1 y 25.1 establecen
como garantía de la libertad.

4.21. Declaración TC 1/1992, de 1 de julio de 1992.

(Art. 95.2 de la Constitución, desarrollado, a su vez, por el art. 78 de nuestra Ley Orgánica)

El art. 95.2 la Norma fundamental atribuye al Tribunal Constitucional la doble tarea de


preservar la Constitución y de garantizar, al tiempo, la seguridad y estabilidad de los
compromisos a contraer por España en el orden internacional.
El Tribunal es llamado a pronunciarse sobre la posible contradicción entre ella y un tratado
cuyo texto no haya recibido aún el consentimiento del Estado. Si la duda de constitucionalidad
se llega a confirmar, el tratado no podrá́ ser objeto de ratificación sin la previa revisión
constitucional

Aunque aquella supremacía quede en todo caso asegurada la constitucionalidad de los


tratados una vez que formen parte del ordenamiento interno es evidente la perturbación que,
para la política exterior y las relaciones internacionales del Estado, implicaría la eventual
declaración de inconstitucionalidad de una norma pactada; es lo que la previsión
constitucional intenta evitar. Esta doble finalidad ha de tenerse en cuenta para interpretar,
tanto el art. 95 CE, como el 78 LOTC a fin de precisar cuál es el objeto propio de nuestra
decisión, el alcance de esta y la función que en su adopción desempeña este Tribunal y los
órganos legitimados para requerirlo y ser oídos en los requerimientos deducidos por otros.

Lo que el requerimiento incorpora es la exposición de una duda razonable pero lo que de


nosotros se solicita es una decisión vinculante. El Tribunal debe ceñirse al contraste entre la
Constitución, en cualquiera de sus enunciados, y la estipulación o estipulaciones del tratado
que hayan sido sometidas a control previo, carece de iniciativa, y está vinculado al principio
constitucional de congruencia.

Dicha resolución posee los efectos materiales de la cosa juzgada. Aunque la forma de dicha
declaración no puede merecer la calificación legal de «Sentencia» (cfr. art. 86.2 LOTC), es una
decisión jurisdiccional con carácter vinculante que produce todos los efectos de la cosa
juzgada, tanto los negativos o excluyentes

4.22. Sentencia TC 38/2007, de 15 de Febrero de 2007.

La eventual declaración de inconstitucionalidad de un tratado presupone el enjuiciamiento


material de su contenido, pero no de manera inmediata la nulidad del tratado mismo (art. 96.1
CE).

Los efectos y el alcance de una eventual declaración de inconstitucionalidad de los preceptos


del Acuerdo con la Santa Sede pasarán a cuestionarse sus consecuencias si es que estas, por
algún motivo, no pudieran ser estrictamente las que en principio se desprenden de las
previsiones literales de nuestra Ley Orgánica.

Capítulo III: Relaciones Dº internacional y Derecho interno (Textos 6.2-6.8)

6.2 CPJI Asunto relativo al intercambio de poblaciones griegas y turcas, Opinión consultiva
de 21 de Febrero de 1925.

Según la Corte Permanente de Justicia Internacional un Estado que ha contraído válidamente


obligaciones internacionales está obligado a introducir en su legislación las modificaciones que
sean necesarias para asegurar la ejecución de los compromisos asumidos.

Es decir, adopta postulado de la supremacía del derecho internacional, que expresa el hecho
de que las obligaciones asumidas por el Estado, en virtud de una norma internacional, priman
sobre las que establece su derecho interno.
(Efecto positivo)

6.3 CPJI Asunto relativo al tratamiento de los nacionales polacos y de otras personas de
origen o lengua polaca en el territorio de DANTZIG. Opinión Consultiva de 4 de Febrero de
1932.

Según la Corte Permanente de Justicia Internacional, un Estado no puede invocar respecto de


otro Estado su propia Constitución para sustraerse a las obligaciones que le impone el derecho
internacional (consuetudinario) o los tratados en vigor.

Es decir, el derecho interno no puede servir para que un Estado pueda “zafarse” de sus
obligaciones internacionales. A estos fines, la expresión “derecho interno” abarca tanto la
Constitución como a cualquier otra norma de rango inferior del orden jurídico estatal.

(Efecto Negativo)

6.4. OPINIÓN CONSULTIVA DE 26 DE ABRIL DE 1988 DE LA CORTE INTERNACIONAL DE


JUSTICIA SOBRE LA APLICABILIDAD DE LA OBLIGACIÓN DE ARBITRAJE EN VIRTUD DE LA
SECCIÓN 21 DEL ACUERDO DEL 26 DE JUNIO DE 1947 RELATIVO A LA SEDE DE LA ONU.

La Corte concluye que los EEUU deben cumplir la obligación de recurrir al arbitraje de
conformidad con la sección 21 del Acuerdo de Sede. Sin embargo, la Corte observa que los
Estados Unidos han declarado que sus medidas contra la Misión de Observación de la
Organización para la Liberación de palestina fueron tomadas con independencia de
cualesquiera obligaciones que el Acuerdo de Sede imponga a EEUU.

Aunque esta declaración se considerase referida a la sección 21 del Acuerdo, bastaría con
recurrir al principio de Derecho Internacional universalmente aceptado en el que las relaciones
entre potencias que son parte de un tratado se tienen en cuenta que las normas de derecho
interno no pueden prevalecer sobre las de los tratados.

(Efecto Negativo)

6.5. Sentencia del TC 141/1998 de 29 de Junio de 1998.

El recurrente considera que la garantía no ha sido respetada porque la extradición se ha


apoyado en una retirada de reserva a un precepto de un Tratado que no constituye derecho
vigente oficial. Y es que es una exigencia constitucional, artículo 9.3 CE, que las normas sean
publicadas para considerar su validez. Según el art. 91 CE el Rey ordenará la inmediata
promulgación de las Leyes ya sancionadas y promulgadas. Además, el art. 96.1 CE establece
que los Tratados Internacionales válidamente celebrados formarán parte del ordenamiento
interno si son publicados oficialmente en España. El art. 1.5 CC establece que será de
obligatoriedad que sean publicadas en el BOE para ello. El art. 2.1 CC reconoce que entran en
vigor las leyes 20 días después de su publicación en el Boletín.

El principio de publicidad de las normas no tiene naturaleza de derecho fundamental, pero


viene garantizado constitucionalmente y se encuentra en relación con el principio de
seguridad jurídica y el reconocimiento de España como un Estado de Derecho.
Hay que aclarar si la retirada de la reserva a un Tratado puede ser o no publicada oficialmente
para que produzca plenos efectos en nuestro ordenamiento.

Si la reserva consiste en una declaración unilateral hecha por un Estado a firmar, ratificar,
aceptar o aprobar un Tratado multilateral, si tiene por finalidad excluir o modificar ciertas
disposiciones del Tratado, según los artículos 2.1 y 21.1 de la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados de 1969, la consecuencia es que la reserva, en cuanto modifica la
disposición forma parte del Tratado. Se trata de una reserva de exclusión.

La retirada de la reserva de puede producir en cualquier momento, sin necesidad de que el


Estado manifieste su consentimiento. La retirada se efectuará a efectos del día de su fecha de
recepción. La retirada de esta implica la entrada en vigor del referido título entre ambos
Estados.

La cláusula de un Tratado no entra a formar parte del ordenamiento jurídico español si no ha


sido previamente publicada de forma oficial. Por otra parte, el incumplimiento de las
autoridades españolas de sus obligaciones respecto a la publicación de las incidencias de un
tratado no puede repercutir perjudicialmente en la esfera de intereses de un individuo
reclamado de extradición.

La circunstancia de que la retirada de la reserva esté publicada en el Boletín Oficial del Estado
no sirve para paliar la ausencia de aparición en un diario oficial español de la retirada de
reserva en cuestión.

No puede ser suplida la falta de publicación exigida constitucionalmente por el hecho de que
la retirada de la reserva haya sido comunicada directamente en la Audiencia nacional por las
autoridades italianas, porque los justiciables no tienen obligación de conocer el Derecho
escrito aplicable a través de los precedentes judiciales.

La Audiencia Nacional declaró procedente la extradición en aplicación de un precepto que al


no estar publicada oficialmente la retirada de la reserva que le afectaba, no formaba parte del
ordenamiento jurídico español, por lo tanto, vulneró la garantía fundamental de la
extradición.

6.6. Ley 27/2014, de 27 de Noviembre, de Tratados y otros Acuerdos Internacionales.


Artículos 23, 24, 28 Y 31

En la Ley 27/2014 se establece en su artículo 23 que los tratados internacionales válidamente


celebrados se publicarán en el Boletín Oficial del Estado en la fecha de entrada en vigor para
España o bien si hubiera aplicación provisional de un tratado se apuntará también aquella
fecha en que termine. Una vez publicados formarán parte del ordenamiento jurídico interno.

El artículo 24 establece que el BOE incluirá el texto íntegro junto con los documentos
complementarios y los actos unilaterales dependientes del tratado; además de cualquier acto
posterior que afecte a su aplicación.

El artículo 28: Las disposiciones de estos tratados sólo podrán ser derogadas, modificadas o
suspendidas en la forma prevista de los tratados o de acuerdo con las normas generales de
Derecho Internacional; y dichas disposiciones producirán efectos desde la fecha que el tratado
determine o desde su entrada en vigor.
El artículo 29: Todos los poderes públicos y órganos del Estado han de respetar lo impuesto
por los tratados internacionales en los que participe España, así como velar por su
cumplimiento

El artículo 30: que trata sobre la ejecución de los tratados, que son de aplicación directa salvo
que se desprenda algo distinto de estos. También se establece que el Gobierno ha de remitir a
las Cortes los proyectos de ley requeridos para la ejecución de un tratado. Finalmente se
establece que tanto el gobierno como las CCAA han de adoptar las medidas necesarias para la
ejecución de tratados que traten sus competencias.

El artículo 31: Las normas de los tratados internacionales prevalecerán sobre cualquier otra
interna, salvo las de rango constitucional. (PREVALENCIA NO ES LO MISMO QUE JERARQUÍA)

6.7. Sentencia TC 140/2018, de 20 de Diciembre de 2018

La vulneración del artículo 96 CE, al entender los recurrentes que la Ley Orgánica 1/2014,
altera las obligaciones derivadas de los tratados y convenios internacionales ratificados en
España.

La cuestión a resolver en esta sede no versa sobre la compatibilidad entre los tratados
internacionales concernidos y la regulación legal, sino sobre la premisa de partida; si el análisis
de constitucionalidad puede o debe incluir un examen sobre la compatibilidad entre tratados y
ley interna y si ese eventual juicio puede derivar en la declaración de inconstitucionalidad de
una ley interna por oposición a un tratado.

El artículo 96 CE establece que “los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez
publicados oficialmente en España, formaran parte del ordenamiento interno. Este precepto
no atribuye superioridad jerárquica a los tratados sobre las leyes internas, aunque establece
una regla de desplazamiento por parte del tratado de la norma interna anterior, sin que ello
suponga una derogación.

Cualquier juez ordinario puede desplazar la aplicación de una norma interna con rango de ley
para aplicar de modo preferente la disposición contenida en un tratado internacional.

En suma, el análisis de convencionalidad que tiene cabida en nuestro ordenamiento


constitucional no es un juicio de validez de la norma interna o de constitucionalidad mediata
de la misma, sino un mero juicio de aplicabilidad de disposiciones normativas.

6.8. Sentencia TC 80/2019, de 17 de Junio de 2019

A este tribunal solo le compete en la vía del amparo constitucional revisar la selección del
derecho formulada por los jueces ordinarios en determinadas circunstancias bajo el perímetro
del artículo 24.1 CE.
Capítulo IV: Responsabilidad internacional (Textos 1.2-1.11)

1.2 Proyecto de artículos sobre la responsabilidad del Estado por hechos


internacionalmente ilícitos, aprobado por la CDI en segunda lectura en su 53º periodo de
sesiones (2001).

El artículo 2 del Proyecto recoge una noción del hecho internacionalmente ilícito, consistente
en una acción u omisión del Estado que constituya una violación de una obligación de derecho
internacional. Es decir, se basa en un elemento objetivo y uno subjetivo.

El artículo 4 recoge cuándo, conforme a DI, un determinado comportamiento puede resultar


atribuible a un Estado. Por ello se establece una Regla de Atribución, por la que se considerará
hecho del Estado el comportamiento de todo órgano del Estado, siendo un órgano toda
persona o entidad que tenga esa condición según el derecho interno del mismo.

El artículo 7 establece que la atribución se produce también cuando la persona que opera
como órgano del Estado actúa ultra vires, extralimitándose en el ejercicio de sus competencias
o en contravención de instrucciones recibidas.

El artículo 12 prevé que el hecho internacionalmente ilícito se deriva de la violación de una


obligación internacional, con independencia de la naturaleza o características de la misma.

1.3 CIJ Asunto Lagrand (Alemania C. Estados Unidos de América). Auto de 3 de Marzo de
1999

La responsabilidad internacional de un Estado resulta de la acción de los órganos y autoridades


competentes que actúan en dicho Estado. Los Estados Unidos deben adoptar todas las
medidas a su disposición para garantizar que Walter La Grand no sea ejecutada hasta que no
se adopte una decisión final. El Gobierno de EEUU tiene que transmitir la providencia al
Gobernador de Arizona que, a su vez, tiene que actuar con conformidad a los compromisos
internacionales de EEUU.

1.4 CIJ Asunto de las actividades militares y paramilitares en y contra Nicaragua (Nicaragua
C. EEUU), Fondo. Sentencia de 27 de Julio de 1986

La Corte ha estimado que la participación de EEUU en la organización, formación,


equipamiento, financiación y aprovisionamiento de los contras en sus objetivos
militares/paramilitares es insuficiente en sí misma. Todas estas modalidades no significan que
EEUU haya ordenado o impuesto la utilización de actos en contra de los derechos humanos.
Estas acciones podrían haber sido impulsadas por miembros de la fuerza al margen del control
de EEUU.

1.5 CIJ Asunto relativo a la aplicación de la Convención para la prevención y sanción del
crimen de genocidio (Bosnia Herzegovina C. Yugoslavia (Serbia y Montenegro)). Sentencia
de 26 de Febrero de 2007

Tras la matanza de Sbrenica en Bosnia, esta última demanda a Yugoslavia para que la
República Srpska (“SPARSKA”), la VRS y las milicias (las organizaciones) paramilitares que
cometieron esos actos sean consideradas como órganos de ese Estado y así exigirle
responsabilidades internacionales. Yugoslavia rechaza esa tesis y sostiene que no eran órganos
del Estado.

La CIJ menciona el asunto de las Actividades militares y paramilitares en y contra Nicaragua en


relación con las consecuencias del comportamiento de un grupo de personas que no siendo
órganos del Estado, actúan bajo un control tan estrecho que deben ser asimilados a ellos, para
concluir que esos órganos no tenían un vínculo de dependencia total de Yugoslavia en el
momento de los hechos (aunque anteriormente sí) y por tanto, que los actos de genocidio
cometidos en Sbrenica no pueden ser atribuidos a Serbia y Montenegro (Yugoslavia).

La Corte pasa a esclarecer si dichas masacres se cometieron por personas, que, aunque no
fueran órganos del Estado, actuaban bajo las órdenes de órganos de Yugoslavia. Para ello se
apoya en el artículo 8 del Proyecto de artículos de la CDI y concluye que un Estado puede tener
responsabilidad por los actos cometidos por personas sólo si, dando por hecho el carácter
ilícito del acto, son atribuibles al Estado según el derecho consuetudinario, tal y como
establece el anterior precepto. Para que le sean atribuibles un órgano del Estado debe
haberles dado instrucciones o ejercer un control efectivo sobre ellos. Y en este caso el test de
control global no es adecuado por llevar demasiado lejos la vinculación que debe existir entre
la conducta de un órgano y la responsabilidad internacional y, por tanto, se determinará si el
demandado ha incurrido en responsabilidad internacional sobre la base de la jurisprudencia de
la Corte.

1.6. Proyecto de Artículos sobre la responsabilidad de las organizaciones internacionales,


aprobado por la CDI en segunda lectura en su 63º periodo de sesiones (2011).

Artículo 4→Elementos del hecho internacionalmente ilícito de un OI. Acción u omisión


atribuible a la OI según el DI y es una violación de una obligación internacional.

Artículo 6→Comportamiento de órganos de una OOII. El comportamiento de un funcionario de


una OI en el ejercicio de sus funciones es un hecho atribuible a esa OI.

Artículo 7→Comportamiento de órganos del Estado o de órganos de una OI puestos a


disposición de otra OI, serán atribuidas a la última si ejerce control sobre la primera.

Artículo 8→Extralimitación en la competencia o contravención de instrucciones. Se considera


acción atribuible a OI si es realizado por un agente de la misma incluso si se excede de sus
funciones.

Artículo 10→Existencia de violación de una obligación internacional, cuando la actuación no


está en conformidad con lo que de ella se exige

1.7. CIJ Asunto relativo al proyecto GABCIKOVO-NAGYMAROS (Hungría/Eslovaquia).


Sentencia de 25 de Septiembre de 1997.

La CIJ debe determinar si existía estado necesidad eximente para que Hungría abandonase los
trabajos en desarrollo conforme al T77. El EN debe ser apreciado a la luz del art. 33 PCDI, una
situación en la cual el único medio de salvaguardar un interés esencial amenazado es adoptar
una conducta que no esté en conformidad con lo que le es requerido por una obligación
internacional. Solo puede ser enunciado en base a un interés esencial, amenazado por un
peligro inminente y en cuya respuesta solo quepa el único medio de saltarse la obligación
internacional, siempre que no afectase gravemente al segundo Estado y el primero no hubiera
contribuido a que se produjese ese Estado de Necesidad. El argumento húngaro sobre el
estado de necesidad no podría convencer a la Corte a menos que se probase que un «peligro»
real, «grave» e «inminente» existía en 1989 y que las medidas adoptadas por Hungría eran la
única respuesta posible al mismo.

1.8. Opinión consultiva del 9 de Julio de 2004 del CIJ sobre las consecuencias jurídicas de la
construcción de un muro en el territorio palestino ocupado.

La Corte ha concluido que la construcción del muro es incompatible con diversas obligaciones
jurídicas internacionales referidas a Israel. Según Israel, la construcción es concorde con lo
dispuesto en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas y su derecho de legítima
defensa. Las resoluciones del Consejo de Seguridad reconocían el derecho de los Estados a
usar la fuerza en defensa propia ante ataques terroristas, por lo que se debería reconocer el
derecho a usar medidas no violentas para defenderse con el mismo fin.

El artículo 51 reconoce la existencia de ese derecho en caso de ataques armados


interestatales, pero Israel no alega que los ataques dirigidos hacia ellos sean de un Estado
extranjero en concreto. Como Israel ejerce el control sobre el territorio palestino ocupado, la
amenaza es considerada por la Corte como procedente de dentro del mismo territorio. Por
tanto, la Corte concluye que el art. 51 de la Carta no es pertinente a este caso.

Tampoco es invocable el estado de necesidad como causa de exclusión de la ilicitud de la


construcción del muro, así que la Corte determina que la construcción del muro es contraria al
derecho internacional.

1.9. CIJ asunto de las actividades militares y paramilitares en y contra Nicaragua (Nicaragua
C. Estados Unidos de América), Fondo. Sentencia de 27 de Junio de 1986)

EEUU reconoce la ayuda que está proporcionando a las contras de Nicaragua y alega como
justificación de sus actos que Nicaragua también está ayudando a la oposición armada en El
Salvador y, en menor medida, a las existentes en Honduras y en Costa Rica.

Esta justificación no es válida para la Corte, como indica el párrafo 211 ut supra `` La agresión
armada abriría un derecho a la legítima defensa colectiva, pero el recurso a la fuerza de
gravedad menor no podría autorizar contramedidas colectivas que impliquen el uso de la
fuerza´´. Además, Estados unidos no podría denunciar estos sucesos, tendrían que ser
denunciados por las víctimas, honduras o el salvador. (No hay ataque armado por lo que no
hay situación de la legitima defensa) (Siempre es necesario un nexo convencional o un marco
previo que posibilite la situación).

1.10 CIJ Asunto Avena y otros nacionales mexicanos (México c. Estados Unidos de América).
Sentencia de 31 de Marzo de 2004

Los hechos internacionalmente ilícitos cometidos por Estados Unidos consisten en que sus
autoridades competentes no informaron a los ciudadanos mexicanos implicados, no avisaron a
las oficinas consulares mexicanas y tampoco permitieron que México les prestase asistencia
consular (los Estados Unidos privan a México del derecho a prestar asistencia a sus nacionales
arrestados).
En consecuencia, la forma de remediar estas violaciones debe residir en la obligación de
Estados Unidos de permitir un nuevo examen y la revisión del caso de estos nacionales por los
tribunales americanos con vistas a determinar si en cada caso la violación del artículo 36
cometida por las autoridades competentes ha realmente causado, en el curso de la
administración penal de justicia, un perjuicio al acusado. México alega la existencia de una
repetida violación del artículo 36 del Convenio de Viena por parte de los Estados Unidos,
aludiendo al caso LaGrand. En este caso, los dos individuos arrestados fueron condenados a
muerte antes de que el caso pasara a manos de la CIJ. Lo mismo ocurrió con el caso de
Paraguay contra los Estados Unidos. En el caso que nos atañe, los 52 individuos condenados
permanecieron con vida. La Corte decidió que Estados Unidos había violado obligaciones
adquiridas bajo la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares al no permitir la
representación de México para asistir a sus ciudadanos en condiciones de arresto por crímenes
en Estados Unidos. Como reparación, Estados Unidos debería proveer revisión y
reconsideración de sus condenas y sentencias además de implementar medidas específicas
que garantizaran la no repetición de estos actos.

1.11. Fallo de la Corte Internacional de Justicia de 31 de Marzo de 2004 en la causa relativa


a Avena y otros nacionales mexicanos: necesidad de cumplimiento inmediato.
A/RES/73/257.

La Corte pide que se cumpla plena e inmediatamente el fallo de esta del 31 de marzo de 2004
en la causa relativa a Avena y otros nacionales mexicanos ya que hasta la fecha no se han
llevado a cabo ni la revisión ni la reconsideración de las sentencias impuestas por EE.UU. y 6 de
los nacionales mexicanos mencionados en el fallo del 31 de marzo del 2004 ya han sido
ejecutados, en clara violación de lo dispuesto por la Corte.

Capítulo IV: Responsabilidad internacional (Textos 1.12-1.20)

1.12. CIJ Asunto de las actividades armadas en el territorio del Congo (República
democrática del Congo c. Uganda). Sentencia de 19 de Diciembre de 2005.

En este caso la CIJ tras establecer que Uganda cometió actos internacionalmente ilícitos que
suponen su responsabilidad internacional, ha de determinar las consecuencias legales de tal
responsabilidad.

La República Democrática del Congo solicita por otro lado a la Corte que obligue a Uganda a
garantizar la no repetición de los actos ilícitos que en la denuncia se exponen. La Corte tras
dicha solicitud considera que los compromisos adquiridos por Uganda bajo el Acuerdo
Tripartito satisfacen la demanda de la República Democrática del Congo, ya que si un Estado
decide asumir una obligación en un acuerdo internacional de respetar la soberanía e
integridad territorial de otros, o por de forma similar con un compromiso de cooperación con
los mismos con el objetivo de cumplir esa obligación esto supone un claro compromiso
vinculante en el sentido de que no va a repetir ninguno de estos actos ilícitos.

La Corte expone que toda norma de derecho internacional vincula al Estado responsable de un
acto internacionalmente ilícito a reparar en su totalidad el perjuicio causado por tal acto, como
consecuencia de esto, Uganda tiene la obligación de reparar el perjuicio causado a la República
Democrática del Congo por uso ilegal de la fuerza, violación de soberanía e integridad
territorial, ocupación de Ituri, saqueo y explotación de recursos naturales, entre otros.

La RDC manifestó la intención de resolver la reparación de los daños por la vía de las
negociaciones directas con Uganda, solo recurriendo a la Corte en caso de no llegar a acuerdo,
por lo tanto, la Corte dispone que no le corresponde a ella determinar el resultado final de
estas negociaciones resaltando únicamente que la Partes deberán buscar con buena fe una
solución consensuada basada en las conclusiones de la presente sentencia.

1.13. CIJ Asunto relativo a la aplicación de la convención para la prevención y represión del
crimen de genocidio. (Bosnia-Herzegovina c. Yugoslavia (Serbia y Montenegro)). Sentencia
del 26 de febrero de 2007.

En este caso, la Corte expone que el demandado tenía a su disposición los medios de actuación
necesarios para buscar la prevención del genocidio y este se abstuvo de utilizarlos, esto
supone un incumplimiento de la obligación de prevención. A pesar de ello, la Corte también
determina que dichos medios no hubiesen sido suficientes para alcanzar el resultado que el
demandado habría debido perseguir. Por lo tanto, la compensación financiera no es una forma
apropiada de reparación en este caso.

A pesar de ello, el demandante mantiene el derecho de obtener una reparación en forma de


satisfacción mediante una declaración en la que se indique que el demandado ha incumplido la
obligación impuesta por la Convención de prevenir el genocidio, así como el cumplimiento de
la obligación de traslado de los acusados ante el Tribunal Penal Internacional de Yugoslavia. El
demandante, además, solicita que la Corte declare que Serbia y Montenegro han de garantizar
la no repetición de los hechos ilícitos, aunque en este caso la Corte considera que no hay
motivos suficientes para dicha solicitud y que el demandado tiene significativas obligaciones
en relación con el traslado al TPIY de las personas acusadas por genocidio al objeto de cumplir
con los compromisos convenidos en los términos de la Convención sobre el Genocidio.

1.14. CIJ Asunto relativo a ciertas cuestiones de asistencia mutua en materia penal (Yibuti c.
Francia). Sentencia de 4 de julio de 2008.
En este asunto la Corte Internacional de Justicia se decidió por considerar que Francia
incumplió sus obligaciones internacionales al no motivar su negativa a ejecutar la carta
rogatoria, en virtud del art.17 de la Convención sobre asistencia mutua en asuntos penales,
además, estima que la constatación de esta violación constituye una satisfacción apropiada.

1.15. CIJ Asunto de las plantas de celulosa en el río Uruguay (Argentina c. Uruguay).
Sentencia del 20 de abril de 2010.
En este asunto, Argentina reclama, por un lado, la compensación por los perjuicios alegados en
ciertos sectores económicos como el turismo y/o la agricultura. Para ello la Corte declara como
necesario el tener en cuenta la naturaleza del acto ilícito y el alcance de este y la reparación
debe ser apropiada al perjuicio sufrido. Como Uruguay no ha violado las obligaciones
sustantivas del Estatuto de 1975, el reclamo de Argentina de desmantelar la planta no
constituiría, en opinión de la Corte, un remedio apropiado.
Por otro lado, Argentina reclama que la Corte juzgue y declare que Uruguay debe proporcionar
garantías adecuadas de que se abstendrán en el futuro de impedir la aplicación del Estatuto de
1975. A pesar de ello, la Corte no reconoce circunstancia especial que requiera esta medida;
por tanto, se presume la buena fe.

1.16. CIJ Asunto Ahmadou Sadio Diallo (República de Guinea c. República democrática del
Congo) (indemnización debida por la República democrática del Congo a la República de
Guinea). Sentencia de 19 de junio de 2012.
La Corte ha determinado que la RDC había violado el art.13 del Pacto internacional de
derechos civiles y políticos, así como el apartado 4 del art.12 de la Carta africana de derechos
del hombre y de los pueblos por las condiciones en las que el Sr. Diallo había sido expulsado;
añade también que había violado los apartados 1 y 2 del art. 9 del Pacto y el art.6 de la Carta
por las condiciones en las que había sido arrestado y detenido.

Se expuso que la RDC tenía la obligación de proporcionar una reparación adecuada que
siguiera la forma de indemnización. La cual tenía que ser decidida en acuerdo por las partes en
un plazo de 6 meses, de lo contrario tendría que ser resuelta por la Corte. Finalmente, como
estaba establecido, al no haberse llegado a un acuerdo tras 6 meses se ocupó la Corte.

Guinea pide ser indemnizada por un prejuicio inmaterial, y tres prejuicios materiales: de
bienes personales, de remuneración profesional y de ganancias potenciales. Una vez que se
haya establecido la existencia del perjuicio y la relación de causalidad con los hechos ilícitos, la
Corte procederá a la evaluación de este perjuicio y a determinar la correspondiente
indemnización.

1.17. CIJ Asunto de las inmunidades jurisdiccionales del Estado (Alemania c. Italia; Grecia
(interviniente)). Sentencia del 3 de febrero de 2012.
En este caso Alemania ha sometido a la Corte seis demandas, 3 de ellas, declaratorias.

La Corte al tratar este asunto, acogerá las tres primeras demandas que buscan que se declare
respectivamente que:

Italia ha violado la inmunidad de jurisdicción alemana al permitir que se intenten contra ella
acciones civiles basadas en violaciones del derecho internacional humanitario cometidas por el
Reich alemán entre 1943 y 1945

Que Italia ha violado igualmente la inmunidad debida a Alemania tomando medidas de


ejecución forzosa sobre Villa Rigoni.

Que Italia ha violado la inmunidad de jurisdicción de Alemania al declarar ejecutivas en el


territorio italiano decisiones judiciales griegas basadas en hechos comparables con los ya
mencionados.

La 4ª pretensión de Alemania busca que la Corte diga y juzgue que la responsabilidad


internacional de Italia se encuentra comprometida.

La 5ª va dirigida a que la Corte ordene a Italia que emplee las medidas necesarias buscando
hacer que el conjunto de las decisiones de sus tribunales y otras autoridades judiciales que
contravienen la inmunidad soberana de Alemania no puedan ser ejecutadas. Esta regla se
expresa en el art. 30 de la Comisión de Derecho Internacional, además del art.35 relativo a
restablecer la situación que existía antes de que el hecho ilícito se cometiera, a no ser que no
sea posible. Como consecuencia de ello, la Corte debe admitir dicha pretensión de Alemania.
Finalmente, la 6ª y última pretensión va enfocada a que la CIJ ordene a Italia a tomar las
medidas necesarias en busca de asegurar la abstención futura de los tribunales de conocer de
acciones intentadas contra Alemania por violaciones del derecho internacional humanitario
cometidas por el Reich alemán entre 1943 y 1945.

Es posible para la Corte exigir garantías de no repetición de un comportamiento ilícito, pero


solamente cuando circunstancias especiales lo justifiquen. La Corte, por lo tanto, no atenderá
la última pretensión, pues se presume la buena fe de Italia.

1.18. CIJ Asunto relativo a ciertas actividades realizadas por Nicaragua en la región
fronteriza (Costa Rica c. Nicaragua), indemnización. Sentencia de 2 de febrero de 2018.

Se solicita en este caso a la Corte que determine la indemnización por los daños causados por
las actividades ilícitas de Nicaragua. Esta procede a establecer si los daños reclamados son
consecuencia de una conducta ilícita del demandado para así determinar la cuantía de la
indemnización.

La reparación debe eliminar todas las consecuencias del acto ilícito y restablecer la situación
previa al acto, en la medida de lo posible. La indemnización, por lo tanto, podría ser una
reparación en los casos en que la restitución material sea imposible o excesivamente gravosa.

En esta situación, Costa Rica decide reclamar una indemnización por dos categorías de daños:
daños al medio ambiente por un lado y costos y gastos ocasionados por las actividades ilícitas
de Nicaragua, por otro.

A pesar de no haber juzgado con anterioridad una demanda de indemnización por daños
medioambientales esta es conforme con los principios de derecho internacional que rigen las
consecuencias de los hechos ilícitos y la Corte opina que tanto los daños causados al medio
ambiente como el deterioro o pérdida de la capacidad de este para generar vienen y servicios
son susceptibles de indemnización en derecho internacional.

1.19. CIJ Asunto Jadhav (India c. Pakistán). Sentencia de 17 de julio de 2019.

La Corte considera que Pakistán ha actuado en violación del art. 36 CV ya que: 1- no informó al
SR. Jadhav de sus derechos, 2- no ha informado a la India de su arresto y detención y 3- ha
negado a los funcionarios consulares de la India la posibilidad de comunicarse y prestar
representación jurídica al acusado. Estás vulneraciones constituyen hechos
internacionalmente ilícitos.

La Corte recuerda que toda violación de un compromiso implica la obligación de reparar y a ser
posible eliminar con la reparación todas las consecuencias del acto ilícito y en este caso el
remedio apropiado consiste en el reexamen y la revisión del veredicto de culpabilidad.

La Corte estima que Pakistán debe adoptar las medidas que permitan asegurar un reexamen y
una revisión efectivos incluso si fuera necesario llegando a adoptar las medidas legislativas
necesarias. Además, ordena a Pakistán la no ejecución del Sr. Jadhav mientras no se haya
pronunciado la decisión definitiva en el presente procedimiento.

1.20. CIDH Caso de la masacre de Mapiripán vs Colombia. Sentencia del 15 de Septiembre de


2005.

El Estado violó el derecho a la vida, derecho a la Integridad personal, derecho a la libertad de la


persona, garantías judiciales y protección Judicial de la Convención, en relación con el tratado
de la Convención Americana, en perjuicio de las presuntas víctimas de la alegada masacre
perpetrada en Mapiripán.

Capítulo IV: Protección diplomática (Textos 2.2-2.7)

2.2. Proyecto de artículos sobre la protección diplomática, aprobado por la CDI en segunda
lectura en su 58º periodo de sesiones (2006).

El primer capítulo se establece la definición de protección diplomática y una serie de


condiciones necesarias básicas para que el Estado la pueda ejercer.

El segundo trata acerca de la persona natural y como ciertas condiciones como la nacionalidad
múltiple o la carencia de la misma afectan al ejercicio de la protección diplomática.

Posteriormente, en el 5º se expone que un Estado tiene derecho a ejercerla sobre una persona
que haya sido nacional suyo, siempre que haya tenido la nacionalidad de un Estado predecesor
o la haya perdido y haya adquirido la del reclamante.

En el 6º, en relación a la persona que tenga nacionalidad múltiple, dos o más estados podrán
ejercer conjuntamente la protección diplomática frente a un tercer estado.

En el 8º se muestra que se puede ejercer con respecto a una apátrida que tenga residencia
legal y continuada en ese estado, y también si tiene la condición de refugiado reconocida.

En el capítulo III se regulan aspectos relacionados con personas jurídicas.

El art 9 expone que se entiende por Estado de la nacionalidad el Estado con arreglo a cuya
legislación se constituyó dicha sociedad. Esta nacionalidad podría cambiar por razones tales
como estar controlada por nacionales de otro Estado o que tenga la sede de su administración
y su control financiero en otro Estado.

Art 11. Un Estado de la nacionalidad de los accionistas de una sociedad no tendrá derecho a
ejercer la protección diplomática con respecto a esos accionistas a no ser que la sociedad haya
dejado de existir por motivo ajeno al perjuicio o que la constitución de la sociedad en el Estado
responsable del perjuicio haya sido exigida por este para realizar negocios en dicho Estado.

Art. 12 Si ocurre un perjuicio directo a los derechos de los accionistas, el Estado de la


nacionalidad de cualquiera de ellos tendrá derecho a ejercer la protección diplomática.

La tercera parte se centra en los recursos internos.

2.3. Comisión de conciliación ítalo-americana. Asunto Florencia Strusky-Mergé. Decisión de


10 de junio de 1955.

Las reglas del Convenio de la Haya y el derecho consuetudinario aseguran la existencia y


aplicación práctica de dos principios relativos al ejercicio de la protección diplomática en caso
de doble nacionalidad:

Basado en la igualdad soberana de los Estados y en la prohibición de ejercer la protección


diplomática en provecho de quienes son al mismo tiempo nacionales del Estado demandado;

Principio de nacionalidad efectiva o nacionalidad dominante, aplicable a los Tribunales de un


tercer Estado.
La Comisión establece que los principios no son incompatibles entre sí, ambos han sido
aceptados por el Convenio de la Haya y la CIJ y si estos principios fueran incompatibles su
aceptación simultanea sería incomprensible.

El principio de igualdad soberana de los Estados en caso de doble nacionalidad debe ceder
ante el principio de nacionalidad efectiva cuando ésta sea la del Estado reclamante, pero no
debe ceder cuando no esté probado el predominio, porque el primer principio está reconocido
generalmente y puede concluir la eliminación de una eventual incertidumbre.

El Gobierno de EE.UU. está capacitado para proteger a sus nacionales ante esta comisión en
caso de doble nacionalidad ítalo-americana cuando la nacionalidad efectiva sea la americana.
Se puede tomar como criterios de determinación de la nacionalidad efectiva la residencia
habitual, así como la conducta del individuo en su vida económica, social, política, cívica y
familiar, al igual que la vinculación más estrecha y efectiva a uno de los Estados.

2.4. CIJ Asunto de la Barcelona Traction Light and Power Company Limited (Bélgica c.
España). Sentencia del 5 de febrero de 1970.

En el presente caso la CIJ debe determinar si las pérdidas supuestamente sufridas por los
accionistas belgas de la Barcelona Traction tuvieron como causa la violación de obligaciones de
las que eran beneficiarios.

Los accionistas, ante una vulneración de sus derechos propios, tienen derecho de recurso
independiente del de la sociedad. Cabe la distinción entre la vulneración directa de los
derechos de los accionistas y las pérdidas debidas a la situación de la sociedad.

La CIJ considera si existen circunstancias especiales en las que la regla general no pudiese ser
aplicada, dos situaciones: que la sociedad se haya extinguido y que el Estado nacional no sea
capaz de actuar a favor de ésta.

No se puede sostener que la sociedad ha desaparecido como persona jurídica ni que haya
perdido la capacidad de ejercer la acción social. Solo la desaparición jurídica de la sociedad
priva a los accionistas de la posibilidad de recurso por medio de la sociedad.

Cuando se trata de establecer un nexo entre una sociedad y un Estado a los fines de la
protección diplomática, el DI opta, por analogía, la nacionalidad efectiva, atribuyendo el
derecho de ejercer la protección diplomática de una sociedad al Estado bajo cuyas leyes se ha
constituido y en cuyo territorio tiene su sede, aunque existen criterios empleados por algunos
Estados mucho más restrictivos. La Corte estima que la práctica de la que se trata ha estado
siempre conforme al Derecho canadiense.

Ya que la regla general no faculta al Gobierno belga a presentar una reclamación, cabe analizar
si por equidad exigen que se le reconozca un derecho de protección. Por razones de equidad,
un Estado debería poder asumir en ciertos casos la protección de sus nacionales accionistas de
una sociedad víctima de una violación del derecho internacional. Así,́ se ha desarrollado una
tesis según la cual el Estado de los accionistas tendría derecho a ejercer su protección
diplomática cuando el Estado cuya responsabilidad se invoca es el Estado del que es nacional
la sociedad. No podría aplicarse en el presente asunto, puesto que España no es el Estado del
que es nacional la Barcelona Traction, aunque si no se puede aplicar la norma general, por
razones de equidad, la protección de los accionistas puede ser asegurado por el Estado del que
son nacionales, no pudiendo exigir más, las consideraciones de equidad, que la posibilidad de
ver intervenir a un Estado protector, en virtud de la norma general o particular.

Pese a que las acciones eran la mayoría de nacionalidad belga, no se puede asumir que Bélgica
tuviese derecho al ejercicio de una reclamación internacional, pues abrir esta vía daría lugar a
una inseguridad jurídica inmensa.

2.5. CIJ Asunto relativo a Ahmadou Sadio Diallo (República de Guinea c. República
democrática del Congo). Sentencia del 24 de mayo de 2007.

Se cuestiona si Guinea está legitimada para ejercer la protección diplomática en favor del Sr.
Diallo.

La RDC afirma que Guinea no está legitimada para ello ya que unicamente el Estado de la
nacionalidad de la sociedad puede ejercerla y en este caso tanto Africom-Zaire como
Africontainers-Zaire son sociedades congoleñas, para ello invocan un decreto de 1887 sobre
las sociedades mercantiles que dispone que las sociedades mercantiles legalmente
reconocidas conforme al presente decreto constituyen personas jurídicas con distinta
personalidad que la de sus socios.

A diferencia de esto, Guinea argumenta excepciones a la norma, entre otras la recogida en el


art.11.b) del Proyecto de artículos sobre la protección diplomática, el cual resulta aplicable
cuando la constitución de una sociedad en el Estado causante de la violación fue requerida
como condición previa para ejercer actividades comerciales en tal Estado. En este caso, el Sr.
Diallo se instaló en Zaire ya 10 años antes de fundar la primera de las dos empresas y su
participación en la segunda fue en calidad de administrador y no fue hasta 1 año después
cuando el Sr. Diallo se convirtió en socio de la compañía. Como consecuencia, la Corte
considera que la excepción del art.11.b) no se ajusta a este caso.

Para terminar, se establece que la Corte no puede aceptar la pretensión de Guinea de ejercer
una protección diplomática por sustitución y considera que la excepción de inadmisibilidad
planteada por la RDC en razón de la ausencia de legitimación de Guinea para ejercitar la
protección diplomática del Sr. Diallo por los pretendidos actos ilícitos de la RDC dirigidos
contra los derechos de las sociedades Africom-Zaire y Africontainers-Zaire es fundada y debe
ser aceptada.

2.6. Consejo de Estado. Dictamen 727/2005, del 14 de julio de 2005.

Un ex ministro colombiano de origen pero que ostenta también la nacionalidad española, ha


sido condenado por el TS de Bogotá como responsable de un delito de interés ilícito de
funcionario en la adjudicación de un contrato público y este pide la protección diplomática de
España. El Consejo de Estado considera que no reúne las condiciones necesarias para atender
la solicitud por las siguientes razones:

1. En virtud del art. 2 del Protocolo entre España y Colombia el solicitante no podrá
manifestar ante las autoridades del Estado adoptante su nacionalidad de origen y
tampoco podrá manifestar ante las autoridades del Estado del cual es nacional original
su nacionalidad adoptiva. Se aplica que con carácter general en el caso de personas
con nacionalidad múltiple se excluye la posibilidad de la protección diplomática por
parte de uno de los Estados de los que el individuo es nacional cuando esta se ejerce
contra otro Estado del que el individuo también es nacional.
2. En el art. 6 del Proyecto de Convenio sobre protección diplomática se prevé una
posible excepción a lo anterior siempre que la nacionalidad “predominante” o
“efectiva” sea la del Estado que ejerce la protección.

El Pleno concluye que es evidente que la nacionalidad “efectiva” es la colombiana y como


prueba expone que participaba de forma relevante en la vida política de Colombia, ya que era
ministro de Minas y Energía.

Además, establece el Pleno que aun abstrayéndose del protocolo es evidente que España no
puede entrometerse en las conclusiones de un tribunal colombiano.

2.7. Sentencia AN (Sala de lo Contencioso-administrativo, sección cuarta) 4391/2019, del 11


de diciembre de 2019.

En este texto se exponen los fundamentos de derecho de la sentencia de la Audiencia Nacional


4391/2019.

El recurso se interpuso por la omisión del ejercicio de la protección diplomática del Estado de
modo eficaz para lograr que las autoridades de EE.UU. proporcionaran la debida reparación a
la familia de un periodista que cubría informativamente la ocupación de Bagdag por las fuerzas
angloamericanas y que perdió la vida tras el ataque de un carro blindado del ejército
estadounidense al hotel donde se encontraban él y otros periodistas habiendo sido
previamente informado el ejército estadounidense de que en esa alojamiento se encontraban
un centenar de periodistas.

La demandante afirma que la víctima era una persona internacionalmente protegida a tenor
del art. 79 del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección
de las víctimas de los conflictos armados internacionales de 1977, el cual incluye entre las
personas civiles protegidas a los periodistas que realicen misiones profesionales peligrosas en
las zonas de conflicto armado. La demandante considera que el ataque fue un acto ilícito ya
que las autoridades americanas eran conocedoras de que la prensa internacional se
encontraba precisamente en el hotel realizando las funciones propias de su profesión.
Además, considera que la conducta omisiva del Estado es reprochable ya que concurren los 3
requisitos necesarios para que el Estado hubiera ejercitado su potestad de protección
internacional: a) un vínculo jurídico entre la víctima y el Estado (la nacionalidad española), b) el
agotamiento de los recursos internos (el cual ha de entenderse agotado cuando la propia
legalidad interna del país hace inviable toda reclamación por actos de guerra) y c) la conducta
correcta del perjudicado.

Por el contrario, la Abogada del Estado se escuda en que la protección diplomática no


constituye una obligación para el Estado sino un derecho. Además, afirma que no se cumplen
ciertos requisitos para ejercer la protección diplomática entre otros que no se ejercitaron los
recursos internos ante el Estado infractor (la demandante admite no haberlo intentado ni
probado que sean ineficaces) y que la demandante ya recibió una indemnización por parte del
Estado (140.000 € en concreto).

Finalmente, en el fallo la Audiencia Nacional condena a la Administración General del Estado a


indemnizar a la demandante con 99.430€ y a sus hijos con 41.430€ cada uno.

Capítulo IV: Autotutela y Sanciones (Textos 3.2-3.13)

3.2 Proyecto de artículos sobre la responsabilidad del Estado con hechos internacionalmente
ilícitos, aprobados por la CDI en la segunda lectura en su 53º periodo de sesiones (2001)

En este proyecto, las contramedidas se contemplan como un modo de hacer efectiva la


responsabilidad internacional, regulando sus características. Partiendo del dato de que la
práctica de las contramedidas está admitida en el derecho internacional consuetudinario como
un medio de responder a la conducta ilícita de otro Estado, el Proyecto contempla en su
artículo 49 el recurso a esta fórmula por parte del Estado lesionado con el objeto de inducirlo a
cumplir las obligaciones que le incumben en su condición de Estado autor del hecho ilícito,
añadiendo que las contramedidas se limitarán al incumplimiento temporal de obligaciones
internacionales que el Estado que toma tales medidas tiene con el Estado responsable.

El artículo 50 establece un catálogo de contramedidas prohibidas, señalando que éstas no


afectarán a:

La abstención de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza.

Las obligaciones para la protección de los derechos humanos fundamentales, así como las
de carácter humanitario que prohíben represalias.

Otras obligaciones derivadas de las normas ius cogens

El artículo 51 consagra la aplicación del principio de proporcionalidad entre la contramedida y


el grado de gravedad del hecho internacionalmente ilícito y los derechos en cuestión.

La necesidad de asegurar la legalidad de la reacción unilateral del Estado lleva a señalar unas
condiciones que conforme al artículo 52, se centran en obligaciones de:

Requerir previamente al Estado responsable a que cumpla con sus obligaciones.

Notificarle su decisión de adoptar contramedidas.

Ofrecerle negociar.

Las contramedidas no podrán tomarse o habrán de suspenderse si el hecho ilícito ha cesado


o la controversia está sometida a un tribunal internacional

En el artículo 54 se establece que el régimen de contramedidas contemplado no prejuzga el


derecho de aquellos a tomar medidas lícitas contra ese Estado para asegurarse la suspensión
de la violación y la reparación al Estado lesionado o los beneficiarios de la obligación dañada.
3.3 CIJ asunto relativo al proyecto GABCIKOVO-NAGYMAROS (HUNGRÍA/ESLOVAQUIA).
Sentencia de 25 de Septiembre de 1997.

El recurso a las medidas de autotutela está sometido a unas condiciones, de las que se ocupa
la CIJ en esta sentencia.

Eslovaquia declara que “la variante C” (que fue una medida que implicaba el desvío del
Danubio) podría llegar a ser considerada como una contramedida justificada por los actos
ilícitos de Hungría.

La Corte considera que Checoslovaquia ha cometido un acto internacionalmente ilícito por


poner en funcionamiento la variante C. Estimó que una contramedida sólo es válida como
respuesta al hecho internacionalmente ilícito de otro Estado y debe estar dirigida contra dicho
Estado. Se exige que su finalidad sea la de incitar al autor del hecho ilícito a ejecutar las
obligaciones internacionales que le incumben.

Estima que el Estado que ha sufrido una lesión en su derecho debe haber invitado al autor del
hecho ilícito a poner fin a su comportamiento ilícito o a dar una reparación por el perjuicio
causado.

Los efectos de una contramedida deben ser proporcionales a los daños sufridos, teniendo en
cuenta los derechos afectados. El límite está en las normas imperativas del derecho
internacional.

Por lo tanto, concluye que el desvío del Danubio efectuado por Checoslovaquia no ha sido una
contramedida lícita por la desproporcionalidad

3.4 Un mundo más seguro: La responsabilidad que compartimos. Informe de el grupo de alto
nivel sobre las amenazas, Los desafíos y el cambio (2004).

Respecto al papel de las sanciones, se establece que son una herramienta vital contra las
naciones, personas o grupos rebeldes que amenacen a la paz y seguridad internacional.

Las sanciones selectivas, que operan en el ámbito de las finanzas, aviación o embargo de
armas, son una alternativa que en comparación con otras son menos costosas además de ser
un medio poderoso de disuasión y prevención.

Consideran que el Consejo de Seguridad debe asegurar la aplicación de sanciones y su


cumplimiento:

o Dotando de autoridad y capacidad para realizar investigaciones a fondo a un


régimen de sanciones.
o Redactando mejores directrices para ayudar a los Estados a aplicar sanciones y
elaborar listas de personas sujetas a la aplicación de sanciones selectivas.
o Nombrando a un funcionario que proporcione al Consejo de Seguridad un
proyecto para mejorar las formas de imponer sanciones y coordinar su aplicación.
o Destinando más recursos para fortalecer la capacidad de los donantes de aplicar
sanciones.
o Asegurándose de la existencia de un mecanismo de auditoría para supervisar la
administración de las sanciones. o Imponiendo sanciones secundarias a quienes violen
gravemente las normas.

Concluyen considerando que se debería evaluar los efectos humanitarios de las sanciones, así
como procedimientos para revisar los casos de personas incluidas en las listas de sanciones
erróneamente.

3.5. Introducción y aplicación de sanciones impuestas por las NNUU. A/RES/64/115, Anexo.

Las sanciones son un recurso para el mantenimiento de la paz sin el uso de la fuerza; deben ser
selectivas, eficientes y temporales con objetivos claros y legítimos, con el objetivo de modificar
la conducta del sujeto y no imponerle un castigo. El CS recurre a las sanciones cuando determine
la existencia de una amenaza, con mucha cautela, siempre que no exista vía pacífica para
resolver el conflicto. En la elaboración y aplicación de sanciones se deben tener en cuenta las
posiciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General y en especial el Documento Final
de la Cumbre Mundial 2005. En el caso de particulares y entidades las sanciones deben incluir
procedimientos justos y claros además de una exhaustiva justificación, además de la necesidad
de existencia de un mecanismo para tramitar las solicitudes de supresión de nombres
presentadas por particulares en la lista.

Efectos secundarios: Las sanciones deben evitar en la medida de lo posible efectos humanitarios
adversos, mediante la evaluación periódica del CS. Se debe evitar además las sanciones que
causen daños o perjuicios a terceros, y que permitiesen la asistencia humanitaria en caso de ser
requerida. También se puede plantear la suspensión prematura de las sanciones por cuestiones
de necesidad. Las sanciones deben adecuarse a los propósitos y principios de las CNNUU.

Aplicación: Debe existir buena fe; la vigilancia y el cumplimiento son responsabilidad de cada
Estado Miembro, mientras que la vigilancia internacional del CS puede contribuir a la eficacia de
las sanciones. Se debe alentar también la cooperación entre Estados para crear sanciones más
efectivas.

3.6. Cuestiones generales relativas a las sanciones. S/RES/1730 (2006).


Las sanciones son un instrumento para mantener y restablecer la paz y la seguridad
internacional, incumbiendo las obligaciones a todos los EM de aplicar plenamente las medidas
obligatorias aprobadas por el CS, asegurando la selección cuidadosa de las sanciones y el
aseguramiento de procedimientos para la supresión de nombres de las listas sobre el
terrorismo.

Aprueba el procedimiento para la supresión de nombres en lista.

Establecimiento de un punto focal para remitir las reclamaciones, que llevará a cabo las
siguientes funciones:

Recibir las solicitudes.


Verificar si es repetida.
Si es repetida y no tiene nada adicional, se devolverla.
Acusar de recibo la solicitud e informar de la tramitación.
Remitir la solicitud al gobierno que hayan hecho la legislación y al gobierno nacional.

Sí después, cualquier gobierno recomienda que se suprima un nombre, lo remitirá al presidente


del Comité de Sanciones, incluyendo la solicitud en el orden del día del Comité.

Si cualquiera de los gobiernos se opone a la solicitud, el punto focal informará al Comité y le


facilitará copias de la solicitud de supresión.

El proceso finalizará con la retirada o con el mantenimiento del nombre en la lista.

3.7 Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa. Resolución 1597 (2008). Listas negras
del Consejo de Seguridad de la Unión Europea

En este caso la Unión Europea analiza la aplicación de medidas de carácter selectivo y ve como
una mejor alternativa la aplicación de este tipo de sanciones. Estas sanciones recaen sobre los
responsables con mayor contundencia que las generales y además se evita la posible
interferencia con la agresión a los derechos fundamentales de terceros y por ello, la UE y las
NNUU deben comenzar a adoptar en mayor medida este tipo de sanciones frente a las que se
venían aplicando.

Tras este análisis de las sanciones selectivas se enumeran una serie de derechos que no deben
ser menoscabados por ninguna sanción en ninguna persona, los procesados deben de ser
informados, oídos y hay que garantizar el derecho a la defensa.

Las medidas del Consejo de Seguridad no siempre cumplen con estos requisitos por lo que se
deben tomar medidas para garantizar la conservación de estos derechos desde el seno del
Consejo de Europa.

3.8. STJCE de 3 de Septiembre de 2008 (Kadi y Al Barakaat C. Consejo y Comisión, Asuntos


acumulados C-402/05 P Y C-415/05 P)

En un contexto como el de esta sentencia, cabe destacar que el control de legalidad que debe
garantizar el juez comunitario recae en el acto comunitario a aplicar el acuerdo internacional de
que se trate.

Cuando se trate de aplicar una resolución del Consejo de Seguridad aprobada en virtud del
capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, como el Reglamento controvertido, la
Comunidad deberá tener en cuenta al elaborar dichas medidas los términos y objetivos de la
resolución de que se trate y las obligaciones que se refieren a aplicación de la resolución. Esta
Carta no obliga a seguir un método determinado para la aplicación de las resoluciones.

En este régimen de las Naciones unidas existe un procedimiento de revisión ante el Comité de
Sanciones que no puede llevar aparejado una inmunidad de jurisdicción generalizada en el
ámbito del ordenamiento jurídico interno.

Este procedimiento ante el Comité sigue siendo esencialmente de naturaleza diplomática e


interestatal, pues el peticionario que haya presentado una solicitud de exclusión de la lista tiene
que acudir al gobierno del estado donde reside porque es el único que tiene la facultad de
presentar sus eventuales observaciones sobre dicha resolución. Además, el Comité no tiene
obligación de motivar su decisión.

3.9. Amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas


sentencia resolutiva 1904 (2009)

El Consejo de Seguridad reafirma que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones


constituye una de las amenazas más graves para la paz y la seguridad, siendo los actos terroristas
actos criminales e injustificables. También reafirma la necesidad de combatir por todos los
medios, de conformidad con la Carta y el DI, las amenazas para la paz y la seguridad
internacionales que constituyen los actos terroristas mediante las sanciones, que son un
instrumento importante para el mantenimiento y el restablecimiento de la paz y seguridad
internacionales.

Las medidas tomadas por el Consejo de conforme con la Carta de las UN y todos los propósitos
anteriores serán:

o Todos los Estados deben adoptar las medidas de anteriores resoluciones con el
objetivo de congelar sin demora los fondos financieros de los grupos terroristas, impedir
la entrada en su territorio e impedir el suministro o venta de armas a estos grupos.

o Recibirán la misma calificación en la sanción tanto los grupos terroristas como


todo aquel que esté asociado con Al-Qaida, Osama Bin Laden o los talibanes, ya sea
participando en la financiación, en la planificación del acto, en el suministro de armas,
en el reclutamiento de afiliados o en el apoyo de sus actos.

o Se alienta a todos los Estados miembros a otorgar nombres de participantes o


entidades vinculadas a las actividades de estos grupos terroristas, para su inclusión en
la lista conformada por el Comité, siempre justificando su inclusión y revelando si son
datos confidenciales o si se desea que el Estado proponente sea anónimo.

o Se encomienda al Comité la publicación en el sitio web de la lista de terroristas


y colaboradores con datos facilitados por los Estados proponentes y justificaciones
motivadas suficientes.

o Se alienta a los Estados miembros y OOII a que comuniquen al Comité toda


decisión judicial pertinente para su actualización en los informes oficiales de la web.

o Encomienda al Comité ampliar los plazos que tienen sus miembros para verificar
si se justifica incluir en la lista al acusado, así como de notificar a los respectivos países
de su inclusión en la lista. En el plazo de tres días laborales. También se le comunicará
al acusado todos los detalles de su inclusión en la lista.

o Para excluir de la lista a un acusado se nombrará, de conformidad con el Comité,


un Ombudsman independiente e imparcial que se encargue de valorar las solicitudes de
supresión de la lista por parte de los Estados miembros, así como de las personas y/o
entidades interesadas. También notificará en el plazo de tres días laborales de la
supresión a los Estados interesados y a las personas/entidades con todo tipo de detalle.
3.10 Amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas.
S/RES/2368 (2017)

En este texto se mencionan medidas y otros actos por parte de los Estados para combatir el
terrorismo, el cual constituye una de las amenazas más graves para la paz y la seguridad.

Se deberán congelar los fondos sin demora, así como los demás activos financieros o recursos
económicos respecto del EIIL, Al-Qaeda y las personas, grupos, empresas y entidades
asociados con ellos. También se deberá impedir la entrada en su territorio o el tránsito por él,
a las personas mencionadas previamente, exceptuando cuando la entrada o el transito sea
necesario para una diligencia judicial o que el Comité determine que la entrada o el transito
tienen justificación.
La inclusión en la lista podría darse por uno de los motivos expuestos a continuación:

1. Participación en la planificación, financiación o ejecución de los actos ejecutados por los


anteriores grupos citados.
2. El suministro o venta de armas y material de las organizaciones terroristas de que
tratamos
3. El apoyo a estas organizaciones o el reclutamiento.

También se establecen ciertas excepciones con respecto a las medidas ya citadas entre las que
se encuentra la no congelación de activos que sean necesarios para sufragar gastos públicos.

3.11 No proliferación/ República Democrática de Corea. S/RES/2270 (2016)

El Consejo de seguridad reafirmando que la proliferación de armas nucleares, químicas y


biológicas constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacional; expresando su
preocupación por los ensayos nucleares en la República de Corea y por el reto que supone
para el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares.

Actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las NNUU y tomando medidas en virtud de
su Art. 41

1. Condena el ensayo nuclear realizado por la RPDC en contravención y flagrante


menosprecio de las resoluciones pertinentes del Consejo y condena el lanzamiento de
misiles balísticos en grave violación de distintas resoluciones.
2. Reafirma que no deberá realizar nuevos lanzamientos, ensayos nucleares ni ningún
otro acto de provocación.
3. Reafirma su decisión de que la RPDC deberá abandonar todas las armas nucleares y
programas nucleares.
4. Se reafirma también el abandono de todas las otras armas de destrucción en masa y
programas de misiles
5. Reafirma también que todos los estados miembros deberán impedir toda
transferencia a la RPDC por sus nacionales o desde sus territorios, de capacitación
técnica y asesoramiento entre otros, relacionados con el suministro o la fabricación de
bienes relacionados con armas nucleares, misiles balísticos, etc.; se recalca la
prohibición a la RPDC de que participe en cualquier forma de cooperación técnica con
otros estados miembros, en relación a misiles balísticos.
6. Decide que se aplique la misma actuación para armas pequeñas y materiales conexos,
así como a las transacciones financieras, capacitación técnica y asistencia relacionada
con estas
Finalmente, se afirma que mantendrá en constante examen las acciones de la RPDC y que
está dispuesto a reforzar, modificar, suspender o levantar las medidas según sea
necesario.

3.12. No proliferación. S/RES/1929 (2010)

El Consejo de Seguridad reafirmando su compromiso con el Tratado sobre la No Proliferación


de las Armas nucleares y la necesidad de que todos los Estados partes en ese Tratado cumplan
sus obligaciones y recordando el derecho de los Estados partes a desarrollar, de conformidad
con los artículos I y II del Tratado, la investigación, la producción y la utilización de la energía
nuclear con fines pacíficos sin discriminación.

Destaca la relevancia de las gestiones políticas y diplomáticas encaminadas a hallar una


solución negociada que garantice que el programa nuclear del Irán este destinado
exclusivamente a fines pacíficos y señalando que una solución de esa índole redundaría en
beneficio de la no proliferación nuclear.

Se decide actuando en virtud con el Art. 41 de la Carta de las NNUU, se terminará la aplicación
de todas las disposiciones de la presente resolución y ninguna de las resoluciones anteriores
mencionadas en el párrafo 7 a) será aplicable, habrá concluido su examen de la cuestión
nuclear iraní y la no proliferación se eliminará de los asuntos sometidos al Consejo.

3.13 Derechos humanos y medidas coercitivas unilaterales. A/RES/74/154

La Asamblea General reafirmando los principios y disposiciones pertinentes, contenidos en la


Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados proclamada en su resolución 3281
(XXIX) según el cual ningún Estado podrá emplear medidas económicas, políticas o de ninguna
otra índole, ni fomentar el empleo de tales medidas, con objeto de coaccionar a otro Estado
para obtener de él la subordinación del ejercicio de sus derechos soberanos.

Destacando que las leyes y medidas coercitivas unilaterales son contrarias al DI y reconociendo
el carácter universal, indivisible, interdependiente e interrelacionado de todos los derechos
humanos y reafirmando el derecho al desarrollo como parte esencial de todos los derechos
humanos

Expresando preocupación por las repercusiones negativas que tienen las medidas coercitivas
unilaterales en las relaciones, el comercio, las inversiones y la cooperación internacionales.

También por el hecho de que en ciertos países los niños se ven gravemente perjudicados por la
aplicación de medidas unilaterales contrarias al DI que crean obstáculos a las relaciones
comerciales entre los Estados.

Insta a todos los Estados a que cesen de adoptar o aplicar medidas unilaterales contrarias al DI
y a las normas y principios que rigen las relaciones pacíficas entre los Estados, con todos los
efectos extraterritoriales consiguientes, que crean obstáculos a las relaciones comerciales
entre los Estados, impidiendo así la realización plena de los derechos enunciados en la
Declaración Universal de DDHH y otros instrumentos internacionales, entre otras decisiones

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