Fuente A: Espacio geográfico – Valle del Mantaro (Huancayo – Junín)1,2
La región quechua se encuentra en el piso altitudinal comprendido entre los 2 300 y 3
500 m s. n. m. La palabra quechua se emplea en el antiguo Perú para referirse a las tierras de valle templado. Entre diciembre y marzo, las lluvias son abundantes y convierten a la región quechua en un territorio muy fértil; por ello, se aprecia un paisaje rebosante de vegetación. La región quechua es el “reino” de cultivos como la papa, el maíz, el trigo, la cebada, el olluco y las alverjas. Asimismo, se cosechan la papaya de olor, la granadilla, la arracacha y el melocotón. Entre las principales ciudades quechuas se encuentran el Cusco, Huancayo, Jauja, Tarma, Canta, Huaraz, Cajamarca y Arequipa. Asimismo, el valle del Mantaro, en Huancayo, es considerado el principal abastecedor de alimentos para Lima. Actores sociales y la biodiversidad
Fuente B: Los actores sociales 3
Es importante mencionar que los actores sociales son los sujetos de la vida social, individuos o colectivos, públicos o privados, comunitarios o institucionales. Son estos sujetos los protagonistas de las acciones que transforman o construyen los territorios. Por ejemplo, en el problema de la pérdida de la biodiversidad, son los actores sociales quienes, a través de sus decisiones y acciones, impactan en la transformación del ambiente. En el caso del Perú, el Ministerio del Ambiente es la institución que promueve la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales, la protección de la biodiversidad y la calidad ambiental en beneficio de las personas.
Fuente C: La Defensoría del Pueblo y la protección a la biodiversidad 4
La Defensoría del Pueblo solicitó al Estado peruano fortalecer sus estrategias para luchar contra las actividades ilegales, que afectan directamente a nuestra fauna y causan graves daños a los ecosistemas. Para tal efecto, la institución recomendó implementar acciones para proteger la biodiversidad, ya que brinda, por ejemplo, los alimentos, cuyos nutrientes ejercen un papel importante en el desarrollo y mantenimiento adecuado de nuestro sistema inmunológico. Asimismo, la entidad alertó que nuestra biodiversidad y sus ecosistemas se ven amenazadas constantemente por la actividad humana. Finalmente, la entidad mencionó que, durante el confinamiento por el coronavirus, diversas especies han retornado a los espacios naturales que antes ocupaban, lo que evidencia la necesidad de que las actividades humanas se realicen en armonía con el ambiente. Por ello, hizo un llamado a la población, a las empresas y a las instituciones públicas a intensificar esfuerzos para su adecuada protección.