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Etnia Akawayo:
En Venezuela, la población indígena Akawayo, Akawai o Akawaio,
Se ubica en el Estado Bolívar, específicamente en el Municipio Autónomo Sifontes, en los sectores de San Flaviano, San
Martín de Turumbán y Araymatepuy, frontera con Guyana.
Organización Social y Política
El pueblo Akawayo se organiza en comunidades formadas por 80 personas aproximadamente con relaciones de
parentesco. Por lo general son familias extendidas que se basan en un sistema matrilocal, luego del matrimonio, la pareja
se establece cerca de la familia materna, es decir, con la madre de la esposa y sus antepasados matrilineales. En este
caso, el yerno siempre estará subordinado sus suegros. En la aldea, las familias construyen sus viviendas relativamente
cerca una de la otra para protegerse entre sí. Cada familia posee un anciano a la cabeza y su vez, la comunidad posee
un líder o capitán que cuenta con el apoyo y solidaridad de todos.
Aspectos más importantes de la Cultura Akawaya
Lengua
La etnia habla la lengua akawayo o Kapón, descendiente de la lengua Kariña y uno de los idiomas de la familia lingüística
Caribe. Su lengua es marginalmente entendible con sus vecinos, los pemones.
Religión
Los Akawaio creen que nacieron del Cerro Roraima y que están emparentados con los pueblos Taraupanes, Arekuna,
Kariña, Cumanagoto y Arawakos ya que comparten los mismos mitos. Sienten profundo respeto por la naturaleza y los
espíritus que habitan en ella. Los Akawayos rezan el Tarén para curar enfermedades, calmar el dolor y antes de realizar
cualquier actividad, pues tienen la fe de que los espíritus los ayudarán y les dará las habilidades necesarias para llevar a
cabo su tarea. La religión católica ha tenido cierta aceptación en algunas comunidades y aunque no son practicantes,
reconocen en que hay un Dios creador al que agradecen por la vida y los alimentos de cada día.
Vivienda
Las casas son alargadas, redondas o rectangulares, con paredes de barro y estacas de madera, techos de hojas de
palma y dos puertas opuestas. Cada familia nuclear se establece en un espacio de la vivienda en el que cuelgan las
hamacas y organizan sus pertenencias. Al lado de esta, construyen cabañas abiertas para cocinar, comer y hacer
reuniones familiares. En la actualidad, las familias nucleares se han independizado y construyen sus propias viviendas.
El gobierno actual les ha construido viviendas unifamiliares con paredes de concreto y techos de teja. Dentro de la
comunidad tienen escuela y centro de salud, cuyos encargados son personas akawaias que se han formado en los
programas gubernamentales.
Economía
Las tribus Akawayo son agricultoras, practican la tala y la quema para formar conucos y cultivar yuca o mandioca amarga
y dulce, plátano, caña de azúcar, ñame, auyama, y algunas hortalizas como el cebollín y repollo. Los hombres son los
encargados de preparar el terreno, mientras que las mujeres son las responsables de sembrar, cuidar y cosechar.
Para complementar su alimentación, y obtener la proteína de la carne, cazan venados, pecaríes, tapires, agutíes, pacas y
aves, usando arcos, flechas, cerbatanas y escopetas. También salen a pescar en los ríos y caños con arcos, flechas,
anzuelos, veneno y trampas para peces. Tanto los hombres como las mujeres son excelentes artesanos. Los hombres
construyen las casas, canoas y elaboran los implementos para el hogar (cestas, muebles de madera y estantes) y
herramientas para el trabajo (arcos, flechas, cerbatanas, cuerdas, anzuelos). Las mujeres preparan el algodón para
obtener el hilo y luego tejen hamacas, delantales, eslingas para bebés entre otras, usando telares artesanales; también
elaboran vasijas y ollas de barro.
Gastronomía
Los Akawaios basan su alimentación en los rubros que cosechan, siendo el casabe, el plato principal que no falta en su
mesa, hecho con harina de yuca amarga. También preparan carne o pescado guisado y sazonado con ají picante. Les
gustan las ensaladas con vegetales y hortalizas. Una de las bebidas populares es el cachiri, preparada a base de yuca o
batata, que dejan fermentar y puede durar hasta dos semanas luego de su preparación. Es de bajo contenido alcohólico.
Costumbres
Los niños aprenden a tejer mediante la observación, cuando sus padres y abuelos lo hacen, luego comienzan haciendo
una muestra y mientras el abuelo lo va guiando y corrigiendo. La tradición afirma que el hombre que no sepa tejer no va
a conseguir esposa. De igual forma, las jóvenes aprenden las técnicas de siembras y cosecha mediante la observación y
la práctica, realizando tareas desde las más sencillas hasta las más difíciles de acuerdo a su edad. Con esto, al
comenzar su propio hogar, no dependen de sus padres o familiares.
Vestimenta
Los indígenas antiguos utilizaban solo un guayuco, sin embargo, hoy en día, han adoptado totalmente la vestimenta
criolla-occidental, pantalón, franelas, faldas, gorras y botas de caucho.
2. Etnias Añú:
Los Añú (pueblo del Agua) o Paraujanos (pueblo de la Costa del Mar) son una etnia de aproximadamente 11.000
indígenas de Venezuela que se encuentran ubicados al norte del estado Zulia, específicamente en los alrededores de la
Laguna de Sinamaica en el Municipio Páez, en las islas San Carlos y Zapara y en Santa Rosa de Agua en Maracaibo.
Recientemente, algunos de sus integrantes se han desplazado al Sur del Lago de Maracaibo, concretamente en el sector
Curva del Colón en el Municipio Colón.
Organización Social
La unidad básica social del Añú es la familia nuclear formada por la madre, el padre y los hijos. Por lo general, el
matrimonio se da entre integrantes de la etnia local, aunque hoy en día es posible que algunos indígenas contraigan
matrimonio con alguien ajeno a su cultura debido a que migran a otras comunidades en busca de trabajo. Prácticamente
no existen las familias extensas y la lealtad grupal se basa en el parentesco por consanguineidad, tanto por parte de la
madre como del padre.
Aspectos Culturales
Lenguaje
Añuunuku o simplemente Añú, de la familia arahuaca, es el nombre de la lengua originaria del Pueblo Añú, estando ya
en peligro de extinción pues la mayoría de ellos hablan el español. En la actualidad, únicamente un joven habla el idioma
que le enseñó su abuelo, aunque en la última década se han realizado esfuerzos mancomunados por la UNICEF y sus
aliados en el país para revitalizar el idioma.
Economía
El pueblo Añú se desenvuelve en un entorno acuático en el que predominan las ciénagas y los mangles, por tanto su
principal actividad económica es la pesca artesanal, realizada por los hombres con redes y anzuelos. Esta actividad es
transmitida de padres a hijos, quienes construyen sus propias viviendas, canoas y artículos de pesca con la madera de
mangle. Por su parte, las mujeres también contribuyen a la economía familiar mediante su trabajo con la enea, una
planta herbácea que crece en los manglares, la cual es cortada y puesta a secar para tejer cestas, esteras, alfombras,
sombreros, vestimenta y todo tipo de artesanía. En algunas aldeas es posible encontrar pequeños conucos en tierra
firme con cultivos de coco y plátano para complementar su alimentación y comercializar.
Vivienda
La vivienda tradicional de la familia Añú es el Palafito, una choza rectangular construida sobre una plataforma de madera
de mangle que está asentada en la laguna a unos dos metros sobre el agua; las paredes también son de madera de
mangle o esteras de enea y el techo a dos aguas es de palma, enea o madera. La plataforma por lo general es más
amplia que la casa, por lo que sobra un espacio que sirve de patio para diversas actividades familiares y espacio para los
niños jugar. Cada palafito alberga a una familia y se encuentran ubicados a unos 10 metros de distancia el uno del otro
conectándose con pasadizos de madera. El medio de transporte entre las comunidades alejadas son pequeñas canoas o
cayucos.
Se comenta que fue esta imagen la que dio el nombre a Venezuela, cuando uno de los españoles confundió el lugar con
la ciudad italiana Venecia diciendo que habían llegado a “la pequeña Venecia”.
Vestimenta Añú
La vestimenta típica del indio Añú está formada por un guayuco hecho con hojas de enea amarradas a la cintura para
cubrir desde ésta hasta la rodilla. Por lo general el torso está al descubierto, tanto hombres como mujeres. La mujer
llevaba el cabello largo y suelto sobre los hombros hacia adelante para cubrir sus pechos. Sin embargo, hoy día las
mujeres han adoptado el vestido largo guajiro y tanto hombres como mujeres y niños ya usan la indumentaria de la
población contemporánea (blusas, faldas, franelas, camisas, pantalones largos y cortos…) Las damas trenzan su cabello
para trabajar con mayor comodidad y ambos usan sombreros de enea para cubrirse del sol y sandalias de plástico o
cuero.
Alimentación
El pescado constituye la base de la dieta diaria del Añú junto con el plátano. Las mujeres preparan el pescado y el
plátano de diversas formas como la sopa de pescado, pescado frito, pescado desmechado, tostones, atol de plátano y
chicha. El maíz y el arroz son productos que se incluye en la dieta del Añú para acompañar al pescado y preparar
arepas, atoles, fororo, chicha entre otros. Aunque no lo producen, es obtenido mediante el trueque con otros productos
locales o comprado. También cazan animales silvestres y crían cerdos para su consumo. Estos alimentos ya son
tradicionales en muchos otros grupos indígenas en América.Las frutas como el cambur, el coco y la guanábana que
cultivan en las riveras de la laguna forman parte de su alimentación, solas o en jugos.
3. Etnia Arawak
Los Arawak, Arawacos o Arahuacos, llamados así debido al idioma que hablan, constituyen el grupo más números de
indígenas venezolanos. Está formado por cinco pueblos: Los Wanuikua, Kurripaco y Piapoco ubicados en el estado
Amazonas, y Los Guajiros y Añú asentados en el estado Zulia. Es un grupo que mantiene viva las creencias y
costumbres de sus ancestros y se aferran a ellas con el paso del tiempo, aun cuando han adoptado algunas costumbres
criollas o les han sido impuestas.
Organización Social y Política
La etnia Arahuaca está formada por personas pacíficas y de gran nobleza; posee un sistema de orden jerárquico y son
bastante organizados. Su estructura social está basada en clanes, cada uno de los cuales está asociado a un animal.
Cada clan está formado por familias extensas de carácter matrilineal, cuya autoridad está ejercida en la figura del
Cacique, por el padre de la esposa o tío materno con poder de heredarse al hombre que demuestra mayor madurez,
nobleza y sentido común en la línea materna, además de ganarse el respeto de todo el clan. Luego del matrimonio, los
esposos se mudan a vivir con la familia de la esposa y están obligados a trabajar para su suegro por un tiempo
específico, luego del cual si podrán independizarse.
Aspectos más importantes de la cultura Arawak
Lengua
Los Arawakos hablan el idioma Arahuaco o Arawak, el cual es una lengua nativa de América del Sur, posiblemente
originaria del Amazonas, con algunas variaciones dialectales en cada pueblo. El 99% de la población nativa habla el
idioma y la mayoría también habla el español, es decir, son bilingües. Hoy en día, algunas palabras como batata, bohío,
caimán, cacique, canoa, carey, colibrí, guajiro, hamaca, iguana y maíz, que usamos en el castellano, son tomadas de la
lengua arawak.
Economía
Los indígenas Arawacos basan su economía en tres actividades ancestrales: la agricultura, la pesca y la artesanía. La
principal es la agricultura; cada grupo familiar posee un “conuco”, terreno abierto de 100 a 200 metros cuadrados en las
cercanías de sus viviendas, en el cual cultivan distintos rubros como la yuca, el maíz, el plátano, el ocumo, el ñame,
batata, caña de azúcar, ají, cacao, tabaco, entre otros. Los hombres mayores se encargan de la preparación del conuco
mediante la tala y la quema controlada, luego junto con el grupo familiar, más a cargo de la mujer, siembran las semillas,
las mantienen libres de maleza y recogen la cosecha. Sus asentamientos se encuentran en los alrededores de los
principales ríos y quebradas de la región por lo tanto, la pesca es una fuente de ingresos, para intercambiar por otros
productos y para satisfacer sus necesidades alimenticias. La mejor época para pescar es en verano cuando los caudales
bajan y pueden utilizar sus lanzas y trampas ancestrales, y el barbasco para atontar a los peces y que salgan a flote para
agarrarlos con facilidad. Además, los Arawakos son excelentes artesanos. Su producción artística sobresale en las
comunidades donde se encuentran. Entre las manualidades más importantes están los objetos tejidos con fibras de
palma y enea, como las cestas o canastos; con algodón como las hamacas o piezas de vestir, y las vasijas de barro
como los budares, ollas y jarras. Gran parte de esta artesanía es vendida en los mercados criollos o intercambiada por
otros artículos de primera necesidad como vestido, implementos para trabajar, comida e incluso medicina.
Creencias Religiosas
Los Arawacos basan sus creencias religiosas en la existencia de seres espirituales, tanto buenos como malos, que
habitan en los seres humanos y en todos los elementos de la naturaleza. Poseen sus propios mitos sobre la creación y la
relación entre los diferentes dioses con el hombre. Sienten gran temor a estos dioses, por lo que es necesaria la
existencia de un hombre con poderes sobrenaturales, el Chamán, capaz de comunicarse con los espíritus y mantener la
paz de su comunidad mediante rituales de agradecimientos y sacrificios que los mantienen controlados. Según sus
creencias, con la ayuda de los malos espíritus se pueden causar maleficios a otras personas y son ellos quienes causan
las enfermedades y la muerte.
Alimentación
La etnia arawaca basa su dieta alimentaria en la yuca o mandioca, siendo éste el rubro más cultivado, el cual preparan
de diversas formas, pero la más utilizada es la extracción de la harina para elaborar el famoso casabe o arepa tostada
que acompaña todas sus comidas. Otros alimentos de origen vegetal son los frijoles, batatas, ñames, maíz, frutas y caña
de azúcar para endulzar. La proteína animal es obtenida mediante la pesca y la caza de animales salvajes como los
venados, dantas, pecarís, babillas armadillos, tortugas, serpientes, iguanas, camarones y aves. La bebida tradicional,
tanto para refrescarse durante el día como para las celebraciones comunitarias, es el cachiri, preparada con agua y
harina de yuca.
Vivienda Arahuacos
La vivienda arahuaca es muy sencilla, y su construcción es realizada con materiales autóctonos de su entorno como el
mangle, bambú y la palma. En las comunidades del estado Zulia es típico el palafito, construcción de mangle y techos de
hoja de palma, en las orillas de los ríos y lagunas; mientras que en el Amazonas, las casas tienen techos de paja o palma
y paredes de bahareque, varas de madera amarradas con bejucos y barro mezclado con paja. Las casas son construidas
formando un círculo interno en el cual hacen las reuniones comunitarias, fiestas, juegos y rituales.
Vestimenta y Cultura Arawacos
El traje típico es el guayuco o taparrabo, una prenda de vestir que cubre solamente de las partes íntimas del hombre y es
confeccionado por las propias mujeres con algodón, hoy ya utilizan telas comerciales. Es adornado con borlas de colores
y complementado con un cuchillo que cuelgan de la cintura. En algunos casos, también elaboran una prenda tipo falda
con hojas de palma que amarran a la cintura con un nailo de fibra de palma, de manera que cubre todo el rededor de la
cintura hasta la rodilla. Como complemento, usan sombrero de palma y sandalias de cuero, aunque la mayoría anda
descalza.
4. Etnia Baniva
La etnia venezolana que se autodenominan Baniva o Baniwa, habitan en el estado Amazonas en la población de Maroa,
capital del Municipio del mismo nombre y también en el estado Bolívar, en el Municipio Cedeño, parroquia La Urbana, en
la margen derecha del Orinoco.
Organización Social y Política
Pueblo baniva
El pueblo Baniva se encuentra organizado en comunidades o como tradicionalmente se les llama, fratrías o sibs,
formadas por familias patrilineales que, además del parentesco conservan su identidad y el mismo dialecto lingüístico
derivado de su lengua. Son sociedades exogámicas localizadas, es decir, el matrimonio es prohibido entre sus
miembros, por lo que el joven debe buscar esposa entre las mujeres de otra comunidad y llevarla a vivir en casa de su
padre para ser parte de una familia extendida. Desde tiempos antiguos, hay preferencia en el matrimonio de primos
cruzados patrilineales, siendo generalmente monogámicos y arreglados por los padres de los futuros esposos. Cada
grupo familiar está formado por los hijos (sibs) de la pareja fundadora y sus familias. El nacimiento de los sibs establece
la base de un sistema de orden jerárquico en la que, el jefe de la vivienda es el hermano mayor. Hoy en día el patrón de
residencia más común es el virilocal, en el que la pareja vive sola con sus hijos. En cada comunidad hay un capitán o
líder del grupo, quien se ha ganado el respeto de todos y por tanto tienen su aprobación. Entre sus responsabilidades, se
encuentra la de servir como intermediarios en cuestiones internas y con personas o entes externos, organizar los
trabajos comunitarios y actividades religiosas, presidir reuniones, entre otras.
Principales aspectos de la cultura Baniva
Lengua
Los nativos hablan la lengua baniva, baníwa o banibo, proveniente de la familia lingüística Arahuaco del Sur de
Venezuela. Actualmente es un idioma en peligro de extinción puesto que sólo una tercera parte de sus individuos la
hablan.
Creencias Religiosas:
La vida religiosa del indio Baniwa gira alrededor de la mitología ancestral y los rituales asociados a los ciclos estacionales
y a las cosechas. Las figuras centrales son los chamanes, rezanderos y dueños del canto; y las manifestaciones incluyen
rituales con música de flautas y trompetas sagradas y danzas llamadas Pudali. Los mitos de la creación están
relacionados con otras etnias arawacas de la región, que aceptan a varios dioses hermanos como los formadores del
mundo. El mundo Baniwa está formado por varios espacios: debajo de la tierra, el lugar de los muertos, luego la
superficie en el que se desenvuelven; más arriba está el mundo de los espíritus divinos a quienes acuden los Chamanes
para pedir favores y finalmente el lugar del creador, Nhiãperikuli. Para los Baniwa, Los primeros dos mundos, la
superficie de la tierra y debajo de ella está plagada de enfermedades y desgracias mientras que el mundo de los espíritus
y el creador es un lugar hermoso sin enfermedad ni maldad. De acuerdo a esto, los líderes religiosos son los responsable
de bendecir su mundo con los rituales de iniciación y para las buenas cosechas, mantener controlada la maldad y librarlo
de los encantamientos que las personas hacen para traer la muerte y el sufrimiento.
Costumbres y tradiciones
Los rituales de iniciación tienen gran importancia en la cultura Baniva. Mediante esta práctica, enseñada por el Dios
Kuwai a sus antepasados y transmitidos a través de generación en generación, los nativos enseñan a los niños de 10 a
13 años los conocimientos sobre la naturaleza. A los hombres, les muestran las flautas y trompetas sagradas,
explicándoles su significado y las prohibiciones de hablar sobre éstos, son aislados por 2 semanas, comen solo frutas del
bosque, aprenden las historias sagradas y hacen todo tipo de cestas. Finalmente se realiza un ritual llamado la reza de la
pimienta o Kalidzamai, en el que tocan los instrumentos sagrados, cantan toda la noche, bendicen la pimienta y la sal y la
dan a comer a los iniciados con un pedazo de tortilla de harina de yuca. Con el amanecer se termina el rezo y los niños
se quedan, uno por uno, frente a los curanderos para oír sus consejos, ser azotados 3 veces en el pecho con un látigo y
comenzar así la vida de adulto. Estos rituales van acompañados de abundantes frutas y caxiri (bebida a base de yuca)
preparada por las mujeres, usan máscaras que simbolizan diversos espíritus y animales, tocan flautas y usan
ornamentos como la pintura corporal, adornos emplumados en la cabeza, brazaletes y tobilleras. Con el ingreso de otras
religiones, los misioneros han prohibido la gran mayoría de estas prácticas y comenzado a celebrar fiestas cristianas y
ceremonias mensuales para escuchar las lecturas de la Biblia.
Economía
Los baniwa son excelentes agricultores y basan su economía en esta actividad primordial. Desde sus ancestros, han
utilizado los conucos como unidades de producción y el calendario ecológico para guiarse, aprovechar los recursos
naturales y obtener mejores cosechas. La agricultura y la pesca son las principales actividades económicas y de
subsistencia. Entre los rubros agrícolas más importantes están la yuca, el apio, el ocumo, el maíz, la caña de azúcar, el
ají y la piña. Para la pesca, los Baniwa utilizan trampas, redes, carnadas, arcos, flechas, machetes, lanzas y el timbó
(pesca por envenenamiento).
Cestas de fibra de palma
Otra actividad que la etnia realiza y les genera ingresos económicos es la elaboración de cestas de fibra de palma en
variedad de tamaños y diseños, redes, ralladores de yuca hechos de madera y puntas de cuarzo, los cuales son
distribuidos en toda la región a través de intercambios con otras etnias o comerciantes criollos
Alimentación
El casabe (Galleta de yuca) y el mañoco (bebida a base de harina de yuca) son los principales productos que la etnia
Baniwa utiliza en su dieta diaria, complementándola con los demás rubros que cultiva, la carne que obtienen de la pesca
y la caza y los frutos e insectos de la selva que recogen en épocas de invierno.
5. Etnia Baré
Los indios Baré y Warekena (Werekena) viven principalmente a lo largo del Río Xié y del alto curso del Río Negro. Gran
parte de ellos migró forzosamente hacia dicho territorio, debido al contacto con los no indios y a que su historia fue
marcada por la violencia y la explotación del trabajo extractivista. Oriundos de la familia lingüística Arawak e integrantes
del área cultural conocida como Noroeste Amazónico, los Baré y Warekena hoy en día hablan una lengua franca como lo
es el Nheengatú, la cual fue difundida por los Carmelitas en el periodo colonial.
Localización y población
El área formada por el Río Xié y el alto curso del Río Negro se encuentra ubicada encima de la desembocadura del
Vaupés, y aunque principalmente esta ocupada por indios Baré y Warekena, mas del sesenta por ciento (60%) del total
de los indios del Xié se identifican como Warekena. La mayor parte de la población vive en “comunidades” (nombre que
se le da a ese tipo de poblados en la región), que generalmente se componen de un conjunto de casas de vigas de
madera y barro, las cuales son construidas en un amplio espacio de arena limpia en el que también se encuentra una
capilla (católica o protestante); una escuelita; y, eventualmente, un puesto de salud. También existen algunas
comunidades que no poseen nada mas que las casas. Las principales comunidades de esta gran área son Cucuí, Villa
Nueva y Cué-Cué.
Lenguas.
Los Baré y los Warekena hablaban lenguas de la familia Arawak, pero debido al contacto con los misioneros y a la
colonización, adoptaron la lengua Geral o Nheengatú. Lengua que en la actualidad, representa una marca de su
identidad cultural. Aún así, dependiendo de la situación, algunas comunidades del Alto Xié hablan Warekena
ocasionalmente. El Nheengatú es una forma simplificada del Tupí antiguo, hablado en gran parte del Brasil durante los
primeros siglos de colonización portuguesa, así como adaptado y ampliamente difundido por los misioneros jesuitas.
Vida religiosa
Las comunidades localizadas después de la cascada de Cumatí (aguas abajo) como lo son Nazaré, Yoco, Campinas y
Villa Nueva, tienen una población mayoritariamente protestante que están bajo la influencia de la Misión “Nuevas Tribus
del Brasil”. Ésta posee una sede próxima a Villa Nueva, casi en la desembocadura del Río Xié, con un contingente de
cuatro misioneros permanentes. Dicha sede se instaló en el Xié a inicios de 1980, pero el trabajo misionero ya era
coordinado desde antes por la Misión localizada en la desembocadura del Río Isana. En estas comunidades, no se fuma
ni se bebe -al menos públicamente, lo que significa que no hacen más “fiestas de Caxiris” (chicha) ni “Dabucuris” (rituales
formales de intercambio de comida y otros bienes), en las cuales la bebida y el tabaco son esenciales. Lo que se realiza
allí son “Conferencias”, es decir, reuniones de creyentes (evangélicos). Sin embargo, la mayoría de sus habitantes
cuando están enfermos acostumbran buscar a los payes y curanderos de las comunidades católicas, los cuales todavía
utilizan los recursos tradicionales como el tabaco, el rapé y las “rezas” (cantos), prohibidos por los misioneros para las
actividades de curación.
Actividades económicas
La población indígena del Río Xié acostumbra trabajar en la extracción de fibra de piasava. Normalmente, a partir del
mes de octubre hasta febrero del año siguiente, los indios inician un periodo preparatorio que se traslapa con la época
del año en que las familias permanecen en las comunidades o aldeas, dedicando la mayor parte del tiempo de trabajo a
las actividades agrícolas, de caza, pesca y recolección. Seguido a ese periodo preparatorio, hay un desplazamiento a las
barracas de piasava situadas antes (aguas arriba) de la cascada de Cumatí. Este es un periodo que puede durar hasta
dos meses, dependiendo de la distancia entre la comunidad y el punto de la barraca. Durante los meses de las
inundaciones, entre mayo y septiembre, se efectúa el corte y el procesamiento de la piasava; posteriormente se entrega
el producto al patrón como pago de las deudas adquiridas con anterioridad. Se trata entonces de un ciclo anual en el que
la actividad extractiva no esta disociada de las demás actividades cotidianas de la vida Warekena y Baré, tales como las
tareas domésticas, la caza, la pesca, la recolecta, el trabajo en agricultura y la confección de objetos de trabajo. De ese
modo, la actividad extractiva no esta aislada sino encajada en un sistema mas grande de producción de la vida
económica y social de la población local.
6. Etnia Barí
Barí es el nombre del pueblo indígena venezolano, que habita en el estado Zulia entre el Valle del Catatumbo y la Sierra
de Perijá, un importante tramo de la Cordillera de los Andes, frontera entre Colombia y Venezuela. También se les
conoce como los motilones, sin embargo, este nombre fue dado por los colonizadores por la forma redondeada en que
cortaban su cabello. Son descendientes de los Caribes y en la antigüedad se caracterizaban por ser guerreros
sanguinarios cuyo lema era sobrevivir a costa de lo que sea. Para el Motilón se vale todo en la vida, incluso matar si la
persona involucrada constituye un estorbo. En la actualidad este lema ha cambiado y forman un grupo pacífico y
guardián de la naturaleza.
Organización Social
Están agrupados en comunidades locales de aproximadamente 50 a 100 individuos con relaciones de parentesco. La
unidad social mínima es un hogar constituido por un grupo de varones, hermanos consanguíneos, con sus respectivas
esposas. La autoridad política es el cacique (ñatubai), cuya influencia es más de organizar, dirigir y aconsejar que de
juzgar e imponer soluciones o sanciones. Son una sociedad totalmente democrática, cuyas decisiones se toman luego de
largas jornadas de discusión entre caciques (Consejo de Caciques). En cada familia hay dos caciques con orden
jerárquico de acuerdo a la edad: el mayor (ñatubai) cumple roles de organización, orientación y planificación, mientras
que el más joven (abyiyibai) se encarga de la ejecución. Los caciques, además de la edad, ganan sus puestos por ser
personas colaboradoras, atentas y serviciales. En la sociedad Barí, están los parientes (familia consanguínea) y los
aliados (vecinos y amigos). Las relaciones matrimoniales se pueden dar sólo entre aliados. Un matrimonio se formaliza
cuando participa juntamente en la construcción de su vivienda.
Principales Aspectos Culturales de los Motilones
Los indígenas Motilones se han esforzado por conservar su cultura y tradiciones a lo largo del tiempo, sobreponiendo sus
conocimientos por encima del dominio de los blancos.
Idioma
La lengua originaria de la etnia Motilón es el Barí Ara, de la familia lingüística Chibcha, y constituye un elemento de gran
valor dentro de su cultura que le permite trascender y diferenciarse de otros pueblos, además de ser el único medio para
transmitir sus creencias y tradiciones ancestrales de generación a generación. Barí significa “gente” o persona”.
Hoy día, a pesar de su valoración, los más jóvenes están perdiendo la cultura de hablar el idioma; practican más el
español y se limitan a solo entender el Barí, siendo esto un gran riesgo para su continuidad. En este sentido, se están
promoviendo espacios en los que sabios y autoridades puedan transmitir este conocimiento a sus niños mediante la
interacción y la práctica de su acervo cultural.
Creencias Religiosas
Los Motilones creen en Sabaseba o Saymaydódjira, el Dios creador y organizador de todo el universo que les dio la vida
y al que cantan para tener éxito en la caza, la pesca y las cosechas. En la etnia Barí no hay autoridades religiosas pero si
hay varias figuras religiosas, Sadouyi, que se preparan desde jóvenes para realizar los cantos que Sabaseba enseñó a
los primeros pobladores Barí para poderse comunicar con el mundo natural. Su cosmovisión se basa en los cantos,
hechos por los Sadouyi, a la luna para que iluminen sus caminos, al sol para que sane sus enfermedades, a la flecha,
ríos y montañas para que les propicien el alimento.
Tradiciones y Costumbres
Un ritual de gran importancia en la comunidad es el de iniciación, cuando el joven llega a la pubertad, su padre le da
status de adulto y le confiere su primer guayuco, además de darle un nombre secreto que sólo conocerá su compañero
Ogdjibara. En esta ceremonia de amistad y lealtad se realiza el Canto de las Flechas. Si el motilón revela el nombre
secreto de un Ogdjibara, comete el mayor pecado de los Barí, el engaño. Los motilones acostumbran a hacer un ritual de
exorcización a la vivienda con cantos y un trozo de madera encendido para alejar a las enfermedades y la muerte
producidas por los Daviddu, espíritus malos de la noche.
Vivienda
La vivienda tradicional de la comunidad Barí es el Bohío o Maloka, casa colectiva rectangular u ovalada, construida con
empalizada cubierta de palma hasta el suelo, con capacidad para unas 100 personas. En cada bohío habitan varias
familias nucleares, cada una con su espacio para tender hamacas, prender su fogón y ordenar sus enseres. Por lo
general, cada grupo local posee tres bohíos dispuestos en forma cíclica, rodeados por un conuco principal y otros
secundarios. Este patrón obedece a una estrategia de defensa del territorio que poseen impulsada por los misioneros.
Economía
Las actividades económicas y de subsistencia del los indios Barí se basan en la agricultura, la caza y la pesca, siendo
sus cultivos principales la yuca, el maíz, el plátano, la caña de azúcar y el cacao. En las selvas del Catatumbo y sus ríos
cazan con arcos y flechas aves, dantas, pecaríes o cochinos de monte, aves entre otros animales silvestres, y pescan
con flechas o mediante la construcción de represas temporales y el uso de barbasco, una sustancia vegetal que atonta
los peces y los hace flotar. También crían cerdos y aves de corral para su alimentación y para la venta en el mercado.
Las mujeres son especialistas en el tejido de chinchorros, hamacas e indumentaria personal, elaboración de cestas y
vasijas de barro para recolectar, transportar y almacenar alimentos. Para ello, utilizan diversas fibras vegetales e
instrumentos rudimentarios. Actualmente es común que algunos integrantes del grupo complementan la economía
familiar con el jornaleo fuera de su territorio y otras actividades comerciales.
Alimentación
La dieta de la familia Motilón está basada en los rubros que cultivan, la recolección de frutos silvestres y los productos de
la caza y pesca. Durante el día se mantienen con muy poca comida, sólo plátano, sin embargo en la noche, la cena es la
comida más importante y comen a platos llenos. Su alimento preferido es el pescado y el plátano. A los hombres les
gusta comer la sal pura y tienen exclusividad en la repartición de las presas (muslos, pechuga y lomo). Los Baríes
disfrutan del sabor del mojojoy, un gusano agridulce que abunda en los troncos de los árboles, lo consideran un manjar
que comen crudo.
Vestimenta
En la etnia Barí, el vestido originario del hombre es el guayuco y el de las mujeres las faldas fabricadas en telares
artesanales con fibras de algodón. Usan collares y pulseras de abalorios y para las ceremonias especiales, llevan
coronas de plumas de aves silvestres y pintan su cuerpo con colorantes vegetales.
7. Etnia Baniva
La etnia venezolana que se autodenominan Baniva o Baniwa, habitan en el estado Amazonas en la población de Maroa,
capital del Municipio del mismo nombre y también en el estado Bolívar, en el Municipio Cedeño, parroquia La Urbana, en
la margen derecha del Orinoco.
Organización Social y Política
Pueblo baniva
El pueblo Baniva se encuentra organizado en comunidades o como tradicionalmente se les llama, fratrías o sibs,
formadas por familias patrilineales que, además del parentesco conservan su identidad y el mismo dialecto lingüístico
derivado de su lengua. Son sociedades exogámicas localizadas, es decir, el matrimonio es prohibido entre sus
miembros, por lo que el joven debe buscar esposa entre las mujeres de otra comunidad y llevarla a vivir en casa de su
padre para ser parte de una familia extendida. Desde tiempos antiguos, hay preferencia en el matrimonio de primos
cruzados patrilineales, siendo generalmente monogámicos y arreglados por los padres de los futuros esposos. Cada
grupo familiar está formado por los hijos (sibs) de la pareja fundadora y sus familias. El nacimiento de los sibs establece
la base de un sistema de orden jerárquico en la que, el jefe de la vivienda es el hermano mayor. Hoy en día el patrón de
residencia más común es el virilocal, en el que la pareja vive sola con sus hijos. En cada comunidad hay un capitán o
líder del grupo, quien se ha ganado el respeto de todos y por tanto tienen su aprobación. Entre sus responsabilidades, se
encuentra la de servir como intermediarios en cuestiones internas y con personas o entes externos, organizar los
trabajos comunitarios y actividades religiosas, presidir reuniones, entre otras.
Principales aspectos de la cultura Baniva
Lengua
Los nativos hablan la lengua baniva, baníwa o banibo, proveniente de la familia lingüística Arahuaco del Sur de
Venezuela. Actualmente es un idioma en peligro de extinción puesto que sólo una tercera parte de sus individuos la
hablan.
Creencias Religiosas:
La vida religiosa del indio Baniwa gira alrededor de la mitología ancestral y los rituales asociados a los ciclos estacionales
y a las cosechas. Las figuras centrales son los chamanes, rezanderos y dueños del canto; y las manifestaciones incluyen
rituales con música de flautas y trompetas sagradas y danzas llamadas Pudali. Los mitos de la creación están
relacionados con otras etnias arawacas de la región, que aceptan a varios dioses hermanos como los formadores del
mundo. El mundo Baniwa está formado por varios espacios: debajo de la tierra, el lugar de los muertos, luego la
superficie en el que se desenvuelven; más arriba está el mundo de los espíritus divinos a quienes acuden los Chamanes
para pedir favores y finalmente el lugar del creador, Nhiãperikuli. Para los Baniwa, Los primeros dos mundos, la
superficie de la tierra y debajo de ella está plagada de enfermedades y desgracias mientras que el mundo de los espíritus
y el creador es un lugar hermoso sin enfermedad ni maldad. De acuerdo a esto, los líderes religiosos son los responsable
de bendecir su mundo con los rituales de iniciación y para las buenas cosechas, mantener controlada la maldad y librarlo
de los encantamientos que las personas hacen para traer la muerte y el sufrimiento.
Costumbres y tradiciones
Los rituales de iniciación tienen gran importancia en la cultura Baniva. Mediante esta práctica, enseñada por el Dios
Kuwai a sus antepasados y transmitidos a través de generación en generación, los nativos enseñan a los niños de 10 a
13 años los conocimientos sobre la naturaleza. A los hombres, les muestran las flautas y trompetas sagradas,
explicándoles su significado y las prohibiciones de hablar sobre éstos, son aislados por 2 semanas, comen solo frutas del
bosque, aprenden las historias sagradas y hacen todo tipo de cestas. Finalmente se realiza un ritual llamado la reza de la
pimienta o Kalidzamai, en el que tocan los instrumentos sagrados, cantan toda la noche, bendicen la pimienta y la sal y la
dan a comer a los iniciados con un pedazo de tortilla de harina de yuca. Con el amanecer se termina el rezo y los niños
se quedan, uno por uno, frente a los curanderos para oír sus consejos, ser azotados 3 veces en el pecho con un látigo y
comenzar así la vida de adulto. En el caso de las niñas, el ritual es individual y se realiza con la primera menstruación. Es
similar al de los niños pero no les muestran los objetos sagrados, cortan su cabello como niño, aprenden a elaborar los
ralladores de yuca los instrumentos de hacer beiju, a cuidar las plantaciones, cocinar, etc. Recibe la pimienta bendecida y
los consejos de su tía o abuela y del viejo curandero
Estos rituales van acompañados de abundantes frutas y caxiri (bebida a base de yuca) preparada por las mujeres, usan
máscaras que simbolizan diversos espíritus y animales, tocan flautas y usan ornamentos como la pintura corporal,
adornos emplumados en la cabeza, brazaletes y tobilleras
Economía
Los baniwa son excelentes agricultores y basan su economía en esta actividad primordial. Desde sus ancestros, han
utilizado los conucos como unidades de producción y el calendario ecológico para guiarse, aprovechar los recursos
naturales y obtener mejores cosechas. La agricultura y la pesca son las principales actividades económicas y de
subsistencia. Entre los rubros agrícolas más importantes están la yuca, el apio, el ocumo, el maíz, la caña de azúcar, el
ají y la piña. Para la pesca, los Baniwa utilizan trampas, redes, carnadas, arcos, flechas, machetes, lanzas y el timbó
(pesca por envenenamiento).
Cestas de fibra de palma
Otra actividad que la etnia realiza y les genera ingresos económicos es la elaboración de cestas de fibra de palma en
variedad de tamaños y diseños, redes, ralladores de yuca hechos de madera y puntas de cuarzo, los cuales son
distribuidos en toda la región a través de intercambios con otras etnias o comerciantes criollos
Alimentación
El casabe (Galleta de yuca) y el mañoco (bebida a base de harina de yuca) son los principales productos que la etnia
Baniwa utiliza en su dieta diaria, complementándola con los demás rubros que cultiva, la carne que obtienen de la pesca
y la caza y los frutos e insectos de la selva que recogen en épocas de invierno.
8. Etnia Hoti
Se denominan “Hoti” a uno de los pueblos indígenas venezolanos. En la actualidad, debido al poco contacto con
poblaciones no indígenas adyacentes a su comunidad, este pueblo indígena no es muy conocido. El territorio de este
grupo étnico abarca parte de los valles intermontanos y piedemontes de la Sierra de Maigualida en la Guayana
venezolana, ubicada al sur del Estado Bolívar y al norte del Estado Amazonas. Sus asentamientos están ubicados en la
zona del río Parucito, en el Tributario del Asita y Caño Iguana, al occidente de la Serranía de Uasadi, en el municipio
Atures del estado Amazonas; y en el tributario del Cuchivero y río Kaima parroquia Ascensión Farreras del municipio
Cedeño, en el estado Bolívar. El pueblo Jodi o Hoti (en español significa “gente”, “personas” o “pueblo”) también es
conocido como Yuana, Yuwana, Shicana, Chicano y Waru-waru.
Organización social y política
La comunidad de los Hotis está distribuida en complejos familiares pequeños conformados por una o dos chozas
(viviendas hechas de palma) donde conviven entre 5 y 25 personas y disfrutan del afecto y atención del cabeza de la
familia. En este grupo, se practica la poligamia y las parejas se forman entre primos y primas y entre hermanas y
hermanos. No existe ninguna ley que impida romper la relación. Los Hoti no poseen una división del trabajo marcada,
tienen muy pocos roles sociales al igual que segmentación social y una ausencia de nombres personales notable.
Lengua
También llamado “Hoti o Jodi”, es el idioma nativo de la tribu de su misma denominación y hablado en algunos sectores
del municipio Atures en el estado Amazonas y el municipio Cedeño en el estado Bolívar – Venezuela. No existe una
afiliación lingüística clara de la lengua Hoti, pues ha sido clasificada como parte de la macrofamilia Jodi–Saliba al igual
que de las lenguas makú.
Economía
La economía de los Hoti se fundamenta en la caza, la recolección y agricultura, siendo las dos primeras sus actividades
más usuales, debido a la vida de sedentarismo que parte de la tribu aún mantienen. Recolectan frutas silvestres, hongos
y raíces, actividad en la que participan activamente todos los miembros de la comunidad sin importar las edades,
sabiendo diferenciar las venenosas de las comestibles.
En la cacería, obtienen animales como venados, dantas, monos y roedores, y algunas aves como paujil, guacamayas y
pavas. También proliferan larvas de los escarabajos para su alimentación y recolectan miel.
En el caso de la agricultura, cosechan en pequeños huertos cultivos como maíz, plátanos, jenjibre, ocumo, papaya, yuca,
caña de azúcar, el ñame, la piña caragua, mapuey, tabaco y onoto. La mayoría son para el autoconsumo, pero también
son utilizados para fines medicinales, mágicos y fábrica de artefactos.
Creencias religiosas y costumbres
En la comunidad Hoti prevalece la religión católica, sin embargo, una minoría son musulmanes incluyendo al Cacique de
la tribu y su familia. Por su parte los musulmanes celebran El Ramadán, el cual consiste en ayunar por 29 días a fin de
recibir recompensas espirituales, es celebrado durante el noveno mes de cada año, el cual cambia en torno al mes lunar.
Los hoti acostumbran a realizar sus creencias y prácticas tradicionales (celebraciones chamánicas) utilizando plantas
alucinógenas.
Vestimenta
Tanto las mujeres como los hombres Hoti andan casi desnudos. Sólo cubren sus partes íntimas con guayuco o
taparrabos hechos con fibras vegetales o palma. A diferencia de los adultos, los niños andan totalmente desnudos.
Vivienda
Las viviendas hoti son chozas de forma redondeada o rectangular, encerradas de tablas de madera, de palma o ramas.
Algunas no poseen paredes. El techo es con forma de cono y los pisos son de tierra pisada. Cuando van de caza utilizan
paravientos como vivienda para protegerse, los cuales están hechos con hojas de palma de platanillo.
Alimentación
La alimentación de la comunidad Hoti está basada en la práctica de la caza, la recolección y la agricultura.
Recolectan miel, semillas y frutos silvestres, así como raíces no venenosas. Algunas de éstas son consumidas sin ningún
tipo de cocción. De la caza, aparte de larvas de escarabajo e insectos, cazan venados, dantas, monos, roedores y
pecarí. Aves como guacamayas y pavas.
9. Etnia Jivi
Los guahíbo o sikuani o jivi o jiwi son un pueblo indígena que habita en los Llanos del Orinoco, entre los ríos Guaviare,
Meta y Arauca, en los departamentos colombianos de Vichada, Meta (Puerto Gaitán y Mapiripán), Arauca, Guaviare y
Guainía, y en Venezuela al occidente de los estados Amazonas, Bolívar y al sur del Apure. Son aproximadamente 67 mil
personas, 52 mil en Colombia1 y 14 mil en Venezuela. Forman el grupo más numeroso de la zona de influencia del
Orinoco. Su lengua forma parte de la familia lingüística de las lenguas guahibanas. Algunos autores han relacionado esta
familia con la familia arawak, como emigrantes de las Guayanas. Unos ubican a los sikuani como el tronco principal,
otros como un subgrupo. Sin embargo Queixalós (1993) considera que las relaciones entre guahibo y arawak son
meramente léxicas, préstamos de palabras y no reflejan parentesco genético.
Ubicación geográfica
Se encuentran ubicados en llanos orientales, específicamente en los departamentos de Vichada, Meta, Casanare, y
Arauca, entre los ríos de los mismos departamentos antes mencionados. Eso comprende entre los ríos Orinoco y
Manacacías en las vastas sabanas.
Forma de vida
La siembra, cuidado, recolección y procesamiento de la yuca amarga es una actividad principal a la que se dedican las
mujeres, que utilizan instrumentos de fibra, como el exprimidor o sebucán (yobot) y diversas cestas. Con la masa curada
se prepara una tortilla o casabe y un grano de harina asada o fariña, de la que siempre disponen. Además de la yuca,
cultivan plátano, maíz, arroz, tomate, batata, ñame, ají, piña y caña de azúcar. Aunque la recolección de productos
silvestres tiende a disminuir, aún se mantiene. La cacería con arco y flecha tiene el prestigio tradicional, en tanto la pesca
ha aumentado su peso en la dieta diaria en la medida que han incorporado masivamente el uso de anzuelos y redes, se
sostiene la fabricación de canoas y balsas y algunas comunidades disponen de motores fuera de borda. Muchas familias
crían gallinas y cerdos y algunas comunidades disponen de ganado vacuno. Los hombres siguen siendo hábiles
tejedores y fabrican las hamacas de fibras de cumare y moriche, canastos, esterillas, flautas y sebucanes. Las mujeres
moldean los budares de arcilla, fundamentales para asar la masa de yuca y algunas aún fabrican ollas, múcuras y platos
de barro. Forman una sociedad patriarcal, en la cual la unidad familiar está constituida por una pareja mayor con sus
hijos solteros, las hijas y sus esposos y niños. Residen en casas rectangulares con techo de paja de palmas, a las que
anteriormente cubrían hasta el suelo con hojas de platanillo para protegerse de los mosquitos, práctica sustituida por el
uso de toldillos en las hamacas. Construyen también campamentos durante la cacería y, cerca de la casa principal, una
casita para las mujeres durante la menstruación. Cuando la familia crece demasiado, los yernos pasan a formar su propia
familia.
Localización y población
El movimiento de centralización y descentralización marca tanta la ocupación territorial que se basa fuertemente en las
autonomía de los grupos locales, pero también en juegos políticos en la coyuntura actual, que envuelve el contacto y la
negociación permanente con no-indios (ver: “Relaciones actuales con no-indios”) como también la concentración y la
dispersión de la población en diferentes momentos históricos en la región, que abarca el Río Essequibo en la Guyana
(ver box: Waiwai en la Guyana), los Ríos Anauá y Jatapuzinho en Roraima, los Ríos Jatapu y Nhamundá en el
Amazonas y el Río Mapuera en Pará.
La población Waiwai en la Guyana actualmente ocupa dos aldeas en la región sur del país. La primera de éstas es la
aldea Masakinyari (“lugar del mosquito”), localizada más al sur, en el alto curso del río Essequibo. El número de sus
habitantes oscila entre 130 y 170, variación que depende de la estación del año, de las extensas visitas inter-aldeas y del
número de familias Wapixana, que fluctúa constantemente. Los habitantes de Masakinyari mantienen contacto constante
con las comunidades Waiwai en el Brasil que están localizadas del otro lado de la Sierra de Acaraí.
Prácticas socio ambientales y actividades económicas
El ciclo anual waiwai se alterna entre la época seca y la época lluviosa, siendo la primera abundante en comida y vida
colectiva, y la segunda, al contrario, marcada por los recursos más escasos, haciendo que las familias waiwai se
dispersen en plantaciones más distantes.
En función de este ciclo, pero también por los problemas derivados de las grandes concentraciones poblacionales, las
plantaciones se dividen en dos tipos: aquellas situadas cerca de la aldea y las más distantes.
Las plantaciones son preparadas (abriéndose el espacio por la tala, quema y limpieza) entre agosto y septiembre,
cuando acaba el período de las lluvias, y el plantío es hecho entre enero y marzo, en un trabajo realizado de forma
comunitaria. Las principales especies plantadas son: algodón, piña, banano (diversas especies), caña de azúcar, papaya,
tubérculos como ‘cará’ y papas (diferentes tipos) y, sobretodo, la yuca brava, de la cual hacen, después de extraer la
toxina, el ‘beiju’ (tortilla), harina y bebidas de tapioca.
Además de la agricultura, sus actividades de subsistencia se basan en la caza, la pesca y la recolección de productos
silvestres. Los principales productos de caza son: antas, venados, marranos salvajes, micos (coatá, guariba, prego), aves
(mutum, jacamim), pacas, armadillos, jabutis (tortuga), tucanos, guacamayos, etc. Las aves son también cazadas por su
plumaje, pues éstas son utilizadas para las artesanías. Desde los años 1950, los hombres waiwai se acostumbraron a
cazar con escopetas, pero, cuando falta munición, siguen usando arcos y flechas, estos también los utilizan en la pesca.
Los pescados más comunes son: trairão (aimara), surubim, pacu, piraña, etc. La recolección de frutas trae un importante
complemento a la alimentación, en la cual se destacan: caju silvestre, açai, buriti, papunha y nueces, principalmente, la
castaña de pará. La castaña es recolectada primordialmente para ser comercializada, así como son la harina de yuca,
canoas y productos de artesanías. Con el dinero de estos productos vendidos, los artículos más comprados son: motores
de popa, ropas, anzuelos, munición, jabones, sal y redes industrializadas.
La producción de artesanías ha aumentado bastante, sobretodo cuando los Waiwai desean adquirir artículos
industrializados. Las mujeres hacen cerámicas, ralladores de yuca, tangas y collares de semillas, entre otros; los
hombres hacen cestas, peinillas, adornos de plumas, arcos, flechas, etc. Buena parte de la artesanía es llevada para ser
vendida en Buena Vista, pero también en Manaos y, en los últimos años, algunos jóvenes han vendido artesanías
durante la Fiesta del Toro en Parintins. Los Waiwai, sobretodo, los jóvenes, también obtienen dinero o mercancías
trabajando, esporádicamente, en las villas de las orillas de los ríos, como, por ejemplo, en Entre Ríos y Caroebe.
Rituales y transformaciones
Las dos grandes festividades colectivas entre los Waiwai eran, antes de la llegada de los misioneros, los festivales
shodewika (fiestas en las cuales una aldea iba a visitar a otra) y los rituales yamo (cuando los espíritus de la fertilidad,
invocados por bailarines con máscaras, vivían en la aldea por varios meses). En las fiestas siempre había abundancia de
bebidas fermentadas, danzas y juegos. Después de varios años de presencia e insistencia de los misioneros, los Waiwai
aceptaron poco a poco, cambiar las bebidas fermentadas por bebidas de buriti, una de las transformaciones todavía
introducida por el carismático líder Ewka, en la época en que vivían en el alto Essequibo (Guyana).
Hoy en día, siguen siendo celebradas dos grandes fiestas que comenzaron a ser llamadas, con los misioneros, Kresmus
(una pronunciación waiwai de la palabra en inglés Christmas) o Fiesta de Navidad, conmemorando en fin del año, y en
abril, la Fiesta de la Pascua, en la cual ocurren frecuentemente bautizos. Como sus nombres y sus fechas lo indican,
estas fiestas incorporan ciertas referencias cristianas, pero cabe recordar que la Fiesta de Navidad cae exactamente en
la época de la seca y la Fiesta de Pascua coincide con el final de ésta época, períodos en que ya ocurrían rituales
festivos antes de la llegada de los misioneros. Cabe preguntar también si los diversos sectores involucrados en la
evangelización pudieron efectivamente substituir las concepciones cosmológicas y/o las filosofías waiwai. Lo que indica
la lógica de la substitución no parece tener sentido, y si una lógica de transformación y selección. Una transformación
relevante en relación al papel de los visitantes en estas fiestas: este ya no lo cumplen los habitantes de una aldea que
van a visitar a otra, sino los cazadores waiwai al volver para su propia aldea, después de una prolongada caza que
provee comida para la fiesta. Este retorno está marcado ritualmente por dos llegadas/entradas: en la primera, los
cazadores aparecen como “visitantes” debidamente decorados con plumas de águila grande y pequeña (yaimo y wikoko)
y cargan toda la carne fresca de su caza alrededor de sus cuerpos para la gran casa ceremonial llamada umana. Allá
tiran flechas a los animales (principalmente aves) hechas de madera y colgadas en lo alto de la umana para este fin.
Después de volver para sus canoas, los cazadores/visitantes realizan ritualmente la segunda llegada/entrada en la
umana tocando flautas y cargando, esta vez, la carne curada en grandes awci (un tipo de mochila confeccionada con
hojas de bananera). En la umana, las anfitrionas, que en este contexto son llamadas las dueñas del jugo (yîmîtîn),
ofrecen a los cazadores/visitantes jugo de buriti (you yukun) y beiju, recibiendo a cambio las carnes frescas y curadas
para prepararlas para la comida colectiva.