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Construye un reloj de arena con

botellas de plástico
Usando el Sol, la Luna, las estrellas, artilugios mecánicos… el hombre, a lo largo de las
historia, se ha esforzado por encontrar maneras de medir el tiempo. Uno de los
instrumentos más útiles, fiables y sencillos es el reloj de arena. A simple vista parece un
invento bastante modesto, sin embargo, durante la era de los descubrimientos y los viajes
marítimos fue un elemento indispensable en toda embarcación. ¿Por qué era tan
importante?
Para descubrirlo y conocer su funcionamiento construiremos un reloj de arena muy
simple con dos botellas de plástico.

Materiales:
 Dos botellas de plástico pequeñas.
 Cúter o tijeras.
 Cinta adhesiva.
 Arena fina o sal.
 Barrena o alguna herramienta para hacer agujeros en los tapones de las botellas.
 Embudo (no es estrictamente necesario pero ayuda).
 Cuerda o lana para decorar (opcional).
 Cronómetro, por ejemplo el de un teléfono móvil.
Procedimiento:
 Con la herramienta que elijas agujerea los tapones por el centro.
 Corta las botellas por la mitad (transversalmente).
 Con cada una de las botellas, da la vuelta a la parte inferior y encájala en la superior. Corta
el plástico sobrante y coloca cinta adhesiva sobre el borde para asegurar que se mantiene en
su sitio y que nadie se corta al manipular el reloj.
 Echa la arena dentro de uno de los recipientes. El embudo facilita la tarea.
 Une ambos recipientes por los tapones con cinta adhesiva. La unión no será definitiva, más
tarde tendrás que calibrar el reloj añadiendo o quitando arena para que mida el transcurso del
tiempo que quieras.
 Comprueba su funcionamiento.
 Calibra con el cronómetro. Varía la cantidad de arena en el recipiente (más fácil) o el tamaño
de los agujeros de los tapones.
 Cuando esté calibrado asegura la unión de los recipientes con más cinta adhesiva y decora.
Con una criba eliminamos las piedrecitas que pudieran obstruir los agujeros de los tapones.

La arena al caer crea un remolino muy interesante.

Nos costó un rato conseguir que durara 3 minutos(más o menos).


¿Qué ocurre?
La arena del compartimento superior cae a través de los agujeros por la acción de la
gravedad. La energía potencial almacenada en la arena (energía debida a su posición) se
transforma en energía cinética (energía que tiene un cuerpo en movimiento) según va
cayendo. La transformación de energía potencial en cinética la puedes estudiar más a
fondo con el experimento de transferencia de energía con dos pelotas que hicimos hace un
tiempo.
La duración del tiempo medido por el reloj se regula variando la cantidad de arena, así
como el tamaño de la abertura que conecta los dos compartimentos. Para asegurar su
buen funcionamiento, la arena tiene que ser fina y de grano regular. Además, es
necesario que esté bien seca y que los recipientes estén sellados para que no entre la
humedad. Por último, debe colocarse sobre una superficie horizontal.

Importancia y usos del reloj de arena. Aunque es posible que los relojes de arena se
inventaran muchísimo antes, solo se tiene constancia de su aparición en Europa a partir
del siglo XIV. Se usaban para medir la duración de cualquier evento, por ejemplo, una
misa, el tiempo de cocción, turnos de vigilancia, etc, pero era a bordo de un barco donde
su uso se hacía realmente indispensable.
Si hay algo primordial cuando uno navega es saber la posición de la embarcación.
Encontrar la latidud (Norte y Sur) es relativamente sencillo pero no ocurre lo mismo con la
longitud (Este y Oeste). Para calcular la longitud es necesario comparar la hora a bordo
(fácil, observando el sol) con la hora del puerto de origen, pero sin un reloj ¿cómo conocer
la hora del lugar donde se inició el viaje?

La nación que resolviera el problema de la latitud dominaría el mundo. Conscientes de


ello, los distintos reinos de Europa se esforzaron en conseguirlo, pero no fue hasta finales
del siglo XVIII cuando se inventó un reloj lo suficientemente preciso y resistente para
soportar las duras condiciones  de bordo. ¡Piensa en la humedad, los cambios de presión
y temperatura y en el movimiento del barco! El inventor de este magnífico reloj fue un
carpintero inglés, sin conocimientos teóricos pero con mucha determinación: John
Harrison, un hombre increíble.

Aunque antes del prototipo de Harrison era imposible calcular la longitud, sí era posible
hacer una estimación. Para ello era neceserario calcular las distancias recorridas por la
nave en cada dirección. Aquí es donde entra en juego el reloj de arena.

El reloj de arena, también llamado ampolleta, se usaba en conjunción con la corredera


para calcular la velocidad de la embarcación. Brevemente, la corredera es una cuerda (un
cabo) con una serie de nudos a intervalos determinados enrollada en un carrete. En un
extremo de la cuerda hay una tablilla (barquilla) con un plomo. Tirándola al mar, la cuerda
se va desenrollando con el avance de la nave. Un marinero pone en marcha el reloj de
arena (generalmente calibrado para durar medio minuto) y otro va contando los nudos
desenrollados en ese intervalo de tiempo. Con este procedimiento se obtiene la velocidad
en nudos. Sabiendo la velocidad, se puede calcular la distancia navegada con la
expresión: distancia = velocidad x tiempo.  Por último, marcando el rumbo y la distancia
navegada en un mapa se estima la posición de la embarcación. ¡Uff!, Una locura pero es lo
único que había. El hecho de que Colón llegara a América y regresase cuatro veces sano y
salvo nos da una idea de la extraordinaria pericia de aquellos navegantes. Aunque
también uno se explica por qué hay tantos barcos en el fondo del mar.

Los padres tienen la responsabilidad de elegir las actividades que según su criterio son seguras para
sus hijos.Todas las actividades propuestas en Educaconbigbang deben estar siempre supervisadas por
un adulto.

Reloj de Arena

Realmente muy sencillo de realizar, un pequeño Reloj hecho únicamente con Arena, totalmente
domestico que podrás hacer no solo en unos pocos pasos sino además utilizando aquellas botellas
vacías que quedan de las gaseosas y otras bebidas y que podemos reciclar. Este experimento con
arena y botellas de plástico puede ser una buena oportunidad para ser presentado en tu feria de
ciencias en el colegio si vas por la primaria o incluso por la secundaria, sobre todo si has de
necesitar realizar un proyecto para el curso de Física, tu encontraras el mejor momento y lugar
para presentarlo.

Materiales para el reloj:

-Un par de botellas de plástico


-Un poco de arena convencional
-Cinta engomada o cinta de embalaje

Colocamos la segunda botella sobre la primera pero de manera invertida, haciendo que los picos
estes juntos.
Tomamos la cinta engomada y damos varias vueltas sobre ambos picos hasta el punto que queden
totalmente unidas.
Colocaremos una tira de papel blanco sobre cada una de las botellas a todo lo largo y lo
sujetaremos con  cinta de embalaje.
Voltearemos el aparato y dejaremos que la botella de abajo se llene y al mismo tiempo haremos
la medida del tiempo que demora esta.

En las tiras de papel pegadas a las botellas pondremos las medidas halladas haciendo mascar en
las cintas de papel indicando los tiempos transcurrido.

Como hemos visto un aparato como este es bastante sencillo de realizar y solo necesitas
recuperar esos envases de gaseosa que quedaron en la cocina, animate y experimenta con este
reloj de arena para tu cuarto.
Pero no es el unico que puedes hacer con botellas vacias tal vez este Reloj de Aguas sea un
experimento que te interese conocer

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