Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
botellas de plástico
Usando el Sol, la Luna, las estrellas, artilugios mecánicos… el hombre, a lo largo de las
historia, se ha esforzado por encontrar maneras de medir el tiempo. Uno de los
instrumentos más útiles, fiables y sencillos es el reloj de arena. A simple vista parece un
invento bastante modesto, sin embargo, durante la era de los descubrimientos y los viajes
marítimos fue un elemento indispensable en toda embarcación. ¿Por qué era tan
importante?
Para descubrirlo y conocer su funcionamiento construiremos un reloj de arena muy
simple con dos botellas de plástico.
Materiales:
Dos botellas de plástico pequeñas.
Cúter o tijeras.
Cinta adhesiva.
Arena fina o sal.
Barrena o alguna herramienta para hacer agujeros en los tapones de las botellas.
Embudo (no es estrictamente necesario pero ayuda).
Cuerda o lana para decorar (opcional).
Cronómetro, por ejemplo el de un teléfono móvil.
Procedimiento:
Con la herramienta que elijas agujerea los tapones por el centro.
Corta las botellas por la mitad (transversalmente).
Con cada una de las botellas, da la vuelta a la parte inferior y encájala en la superior. Corta
el plástico sobrante y coloca cinta adhesiva sobre el borde para asegurar que se mantiene en
su sitio y que nadie se corta al manipular el reloj.
Echa la arena dentro de uno de los recipientes. El embudo facilita la tarea.
Une ambos recipientes por los tapones con cinta adhesiva. La unión no será definitiva, más
tarde tendrás que calibrar el reloj añadiendo o quitando arena para que mida el transcurso del
tiempo que quieras.
Comprueba su funcionamiento.
Calibra con el cronómetro. Varía la cantidad de arena en el recipiente (más fácil) o el tamaño
de los agujeros de los tapones.
Cuando esté calibrado asegura la unión de los recipientes con más cinta adhesiva y decora.
Con una criba eliminamos las piedrecitas que pudieran obstruir los agujeros de los tapones.
Importancia y usos del reloj de arena. Aunque es posible que los relojes de arena se
inventaran muchísimo antes, solo se tiene constancia de su aparición en Europa a partir
del siglo XIV. Se usaban para medir la duración de cualquier evento, por ejemplo, una
misa, el tiempo de cocción, turnos de vigilancia, etc, pero era a bordo de un barco donde
su uso se hacía realmente indispensable.
Si hay algo primordial cuando uno navega es saber la posición de la embarcación.
Encontrar la latidud (Norte y Sur) es relativamente sencillo pero no ocurre lo mismo con la
longitud (Este y Oeste). Para calcular la longitud es necesario comparar la hora a bordo
(fácil, observando el sol) con la hora del puerto de origen, pero sin un reloj ¿cómo conocer
la hora del lugar donde se inició el viaje?
Aunque antes del prototipo de Harrison era imposible calcular la longitud, sí era posible
hacer una estimación. Para ello era neceserario calcular las distancias recorridas por la
nave en cada dirección. Aquí es donde entra en juego el reloj de arena.
Los padres tienen la responsabilidad de elegir las actividades que según su criterio son seguras para
sus hijos.Todas las actividades propuestas en Educaconbigbang deben estar siempre supervisadas por
un adulto.
Reloj de Arena
Realmente muy sencillo de realizar, un pequeño Reloj hecho únicamente con Arena, totalmente
domestico que podrás hacer no solo en unos pocos pasos sino además utilizando aquellas botellas
vacías que quedan de las gaseosas y otras bebidas y que podemos reciclar. Este experimento con
arena y botellas de plástico puede ser una buena oportunidad para ser presentado en tu feria de
ciencias en el colegio si vas por la primaria o incluso por la secundaria, sobre todo si has de
necesitar realizar un proyecto para el curso de Física, tu encontraras el mejor momento y lugar
para presentarlo.
Colocamos la segunda botella sobre la primera pero de manera invertida, haciendo que los picos
estes juntos.
Tomamos la cinta engomada y damos varias vueltas sobre ambos picos hasta el punto que queden
totalmente unidas.
Colocaremos una tira de papel blanco sobre cada una de las botellas a todo lo largo y lo
sujetaremos con cinta de embalaje.
Voltearemos el aparato y dejaremos que la botella de abajo se llene y al mismo tiempo haremos
la medida del tiempo que demora esta.
En las tiras de papel pegadas a las botellas pondremos las medidas halladas haciendo mascar en
las cintas de papel indicando los tiempos transcurrido.
Como hemos visto un aparato como este es bastante sencillo de realizar y solo necesitas
recuperar esos envases de gaseosa que quedaron en la cocina, animate y experimenta con este
reloj de arena para tu cuarto.
Pero no es el unico que puedes hacer con botellas vacias tal vez este Reloj de Aguas sea un
experimento que te interese conocer