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2/5/22, 17:36 Terminá la Secundaria

2.3. Tipos de cuento


     Los cuentos se clasifican tradicionalmente según algunas de sus características:

     El cuento realista muestra situaciones y personajes que se presentan creíbles, es decir, probables dentro
de un mundo creado a semejanza del real.

     En cambio, en el cuento fantástico el mundo real es quebrado por la irrupción de hechos o elementos
extraños y ajenos a él que producen incertidumbre en el lector  ante la imposibilidad de explicación racional.

     Por su parte, en el cuento de ciencia ficción los autores se interrogan sobre el progreso científico y
tecnológico y, por eso, los cuentos suelen poblarse de viajes en el tiempo, seres extraterrestres, robots y
naves espaciales.

     El cuento policial gira en torno de un enigma inicial, que habitualmente es un delito, y las acciones que
se llevan a cabo para resolverlo. Así, en estos textos suele relatarse a la vez la historia de un crimen y la de la
investigación.

     En el cuento maravilloso intervienen personajes sobrenaturales, como hadas, duendes o brujos, y objetos
mágicos, como talismanes y varitas mágicas. A diferencia del cuento fantástico, lo sobrenatural no
desconcierta al lector, quien acepta las reglas del mundo fabuloso presentado en el relato.

Cuando el lector se acerca a un cuento o novela se establece lo que llamamos un “pacto de


ficción”. Este pacto es un acuerdo implícito que el lector entabla con la obra que aborda. En ese pacto
ficcional, el lector suspende su incredulidad con respecto a lo narrado. Por ejemplo, al escuchar  o leer el
relato de un cuento maravilloso como La Bella Durmiente, Capercucita Roja o La Cenicienta, el receptor
sabe que no hay brujas que pinchen a jovencitas y las hagan dormir por cien años, que no hay lobos feroces
que hablen y se disfracen de tiernas abuelitas y que tampoco existen calabazas que se transformen en
carrozas o ratones que se conviertan en hermosos corceles. Sin embargo, ningún receptor pone en duda que
estos sucesos se constituyan como  partes de la secuencia narrativa que leen o escuchan.  Es más, nos
animaremos a decir que los lectores  de estos cuentos tradicionales maravillosos esperan que dichos
sucesos fabulosos se produzcan. Y esto es así porque cada subgénero literario (en este caso cada subgénero
narrativo) ha ido construyendo a lo largo de la tradición literaria lo que denominamos su propio verosímil.

               De ese modo, el concepto de verosímil no se reduce al mero parecido de un suceso, personaje o
marco con lo que consideramos “la realidad”; no se reduce a lo que puede suceder dentro de la lógica que
creemos que rige nuestro mundo: lo verosímil en literatura tiene relación con el género al que una obra
literaria pertenece. Entonces, el proceso de lectura  no se limita a lo que en la vida cotidiana vemos como
lo real sino que inaugura el mundo de lo posible. Serán posibles (y esperables) en las obras pertenecientes a
la ciencia ficción los viajes a otros mundos o los contactos con seres de otros planetas,  del mismo modo
como existirán los vampiros  o los monstruos en los  géneros  góticos o de terror. Y lo fantástico se definirá
como aquel género que le permita al lector vacilar entre una lectura ajustada a la lógica del mundo “real” o
ajustada a hechos extraños, no explicables por esa lógica.

            Es decir,  cada género literario tiene sus propias leyes, respetadas por emisores y receptores –autores
y lectores- en los  imaginarios mundos que propone la literatura.

https://adultos2000.buenosaires.gob.ar/materia/44130/capitulo/44146/unidad/46987/recurso/47062 1/1

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