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Hay varias ecuaciones, teóricas y empíricas, que nos permiten estimar las
Pérdidas por Fricción asociadas con el flujo a través de determinada sección de
una conducción. Entre las de uso más común de seguro encontraremos en la
bibliografía las siguientes:
Donde:
V: Es la velocidad media en la sección del flujo [m/s].
C: Coeficiente de Fricción de Hazen-Williams.
R: Radio hidráulico (Área mojada/Perímetro mojado) [m].
S: Pendiente de fricción o Pérdida de Energía por unidad de longitud de conducción [m/m]
Quizá, para los que conocemos un poco el tema, la expresión anterior no es algo
“familiar” así que, si consideramos que la aplicación de esta ecuación es para el
cálculo de las Pérdidas por Fricción en tuberías completamente llenas de
agua (a presión) y utilizando la ecuación de continuidad para expresarla en
función del caudal conducido (Q) así como el diámetro(D) y Longitud(L) de la
tubería, tendremos la expresión más conocida para las pérdidas por fricción
totales (hf):
En la bibliografía relacionada con el tema de la Mecánica de Fluidos e Hidráulica
(así como en la mayoría de las normativas vigentes en cada país sobre el tema de
Abastecimiento de Agua) encontrarás valores del Coeficiente de Fricción de
Hazen-Williams en función del material y revestimiento interno de la tubería o
conducción. En esta tabla te presentamos algunos valores en tuberías fabricadas
con materiales de uso común:
Coeficiente de Fricción de Hazen-
Material Williams
C
Hierro Fundido Sin recubrimiento
130
Interno
Acero Sin Recubrimento Interno 120
PVC, PEAD 150
Acero Galvanizado 120
Concreto (Superficie Rugosa) 120
Concreto Centrifugado 130
En todo caso, antes de utilizar los valores aquí indicados para el Coeficiente de
Hazen-Williams o los de la bibliografía, lo más recomendable es solicitar la
información técnica del tipo de tubería que tengamos pensado utilizar en el
diseño a los fabricantes de ésta. En sus catálogos generalmente se dan valores
recomendados de este coeficiente.
Adicionalmente, al momento de seleccionar el valor para el diseño, es importante
tomar en cuenta que, con el tiempo, la superficie de las tuberías y conducciones
tiende a ser más rugosa y por lo tanto, el coeficiente de fricción tenderá a ser
menor, con la consecuente reducción de la capacidad original de conducción.
Dado su carácter empírico, hay que decir que la Ecuación de Hazen-Williams
tiene sus limitaciones, resultantes por supuesto, de los ensayos y pruebas
realizados por sus creadores allá por los años 1.930. Entre otras destacan:
Sólo puede ser utilizada para el cálculo de las Pérdidas por Fricción en
sistemas que conducen agua a temperaturas “normales” (entre 18°C y
30°C, por ejemplo) y bajo condiciones de flujo turbulento (El caso típico
en las aplicaciones para sistemas de Abastecimiento de Agua).
No es aplicable para Tuberías extremadamente rugosas, es decir, no
debería utilizarse para coeficientes de fricción muy bajos (menos a 60).
No debería utilizarse para diámetros inferiores a los 50 mm (2”), aun
cuando su uso es aceptado para el diseño de Instalaciones Sanitarias en
edificaciones, donde predominan diámetros inferiores a dicho valor.
Aplicación de la Ecuación de Pérdidas por Fricción en el Cálculo
Hidráulico de Tuberías.