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Creo en el Espíritu Santo

Quiere decir creer que el Espíritu Santo viene a nuestro corazón para que como
hijos de Dios conozcamos a nuestro Padre del cielo.
Antes de su muerte Jesús había prometido a sus discípulos enviarles «otro
Paráclito» (Jn 14,16), cuando ya no estuviera con ellos. Cuando después se
derramó el Espíritu Santo sobre los discípulos de la Iglesia primitiva, entendieron
lo que Jesús había querido decir. El ES nos ayuda a comprender lo que dijo Jesús.
Nos impulsa a encontrarnos con el otro, nos convierte en misioneros del amor de
Dios. Leer página 84 - 85
Su misión: Persona de la Trinidad enviada para ayudarnos.
En la Confirmación se reciben los dones del Espíritu Santo; ¡él estará con nosotros
para ayudarnos durante toda nuestra vida!
El Espíritu Santo, por tanto, nos ha sido enviado del Dios Padre y de Dios Hijo
para que esté con nosotros mientras tratamos de resistir las tentaciones y
practicamos las virtudes

Creo en la Santa Iglesia Católica


La palabra Iglesia significa asamblea o reunión para dar culto a Dios. Y católica
quiere decir que es universal, extendida por todo el mundo. Por lo tanto, la
Iglesia Católica es la reunión de los cristianos alrededor del mundo.
Leer página 88 y 89
Iglesia no es el Templo físico solo. esta Iglesia es una Iglesia viva, que nació de un
pueblo que, después de la muerte y resurrección de Jesús, quería seguir esos
pasos, sus pasos, los pasos de Cristo. Y esto se actualiza en cada celebración
Eucarística
Estamos profesando una creencia universal, una fe, un sentir, una manera de
vivir común de millones y millones de personas; el cristiano no vive su fe sólo.
Leer página 93.
Es el símbolo de nuestra fe: Todos somos UNA, Todos somos SANTA, Todos
somos CATÓLICA, Todos somos APÓSTOLES.
Creo en la Comunión de los Santos.
Por la "comunión de los santos" creemos que hay una comunicación entre los
miembros de la Iglesia triunfante (los del Cielo), la Iglesia militante (los católicos
de la Tierra) y la Iglesia purgante (las almas del Purgatorio). Estas tres partes se
prestan auxilio y participan de las gracias de Cristo Nuestro Señor para toda la
Iglesia; así como las oraciones y auxilios de unos por los otros.
Iglesia militante: los que estamos en la Tierra. Permite, por ejemplo, que
ofrezcamos auxilios espirituales a los cristianos que están en otros países. La
doctrina explica que los miembros de la Iglesia, por toda la tierra, aunque poco o
nada conociéndose, sobre todo a la distancia, están unidos por un vínculo
espiritual que transpone las distancias y hasta los tiempos. Oración universal.
Iglesia purgante: la comunión de los santos se aplica a aquellos que sufren los
calores de las benditas llamas del purgatorio, pues estas almas esperan ser
purificadas de sus faltas y entrar al convive eterno con Dios y María Santísima.
¿Recordáis cómo? Pidiendo por ellas, ofreciendo las indulgencias que consigamos
en la Tierra.
Iglesia triunfante: Son los miembros de la Iglesia que alcanzaron la meta, la
victoria, y están en el cielo. Después de haber vivido, están finalmente en la
presencia de Dios. Desde allí ayudan a la iglesia militante y purgante.
Todos los bautizados en la tierra, las almas del Purgatorio y todos los beatos que
están ya en el Paraíso forman una única gran Familia. Esta comunión entre tierra
y cielo se realiza sobre todo en la oración de intercesión.

El perdón de los pecados,


Constantemente se nos ofrece el perdón de los pecados a través del sacramento
de la Penitencia. Quien se convierte, se arrepiente de sus culpas y las confiesa a
un sacerdote obtiene de Cristo la reconciliación y el perdón.
Leer página 95 pie de página.
Creer en el perdón de los pecados es también tener un corazón misericordioso.
De igual modo que nosotros somo perdonados por Jesús, también estamos
invitados a perdonar en lo hondo de nuestro corazón a aquellos que nos afrentan.
¿Vuestro corazón está limpio? ¿Os habéis confesado?
la resurrección de la carne,
Creer en la resurrección de la carne es creer que como Cristo resucitó, también
nosotros resucitaremos al final de los tiempos cuando Cristo vuelva en su gloria.
Leer páginas 98 y 99

Y la vida eterna.
Creer en la Vida eterna quiere decir que creemos que, después de esta vida, Dios
Padre nos dará una Vida que durará para siempre.

Amén.
Significa que creemos las palabras, las promesas y los Mandamientos de Dios; que
nos fiamos totalmente de Él.

Si terminamos pronto que escriban en un folio el Credo.

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