Cuando hablamos de consorcios y uniones temporales no siempre
tenemos claridad respecto a lo que diferencia una organización de la otra.
Los consorcios y uniones temporales hacen parte de los llamados
contratos de colaboración empresarial, en que un número plural de personas naturales y/o jurídicas se agrupan para desarrollar un negocio sin constituirse en una persona jurídica distinta a la de sus miembros.
Y es que el tratamiento administrativo, contable, tributario y laboral
del consorcio y de la unión temporal, son iguales, no hay diferencia entre ellos.
Tanto un consorcio como una unión temporal, resultan de la unión de
dos o más personas naturales o jurídicas que conjuntamente presentan una propuesta o desarrollan una actividad o negocio, sin que esa unión o colaboración constituyan una entidad jurídica, sino que, en ambos casos, los miembros del consorcio o de la unión temporal mantienen su independencia, su autonomía en todos los sentidos.
Pero hay una sutil e importante diferencia entre el consorcio y la unión
temporal, y es la que define el grado de responsabilidad de los miembros que los componen respecto a las sanciones por incumplimiento. En el consorcio, todos los consorciados responden solidariamente por los incumplimientos y perjuicios que causaren a terceros. En la unión temporal, tratándose de las sanciones que se impongan por incumplimiento del contrato, se impondrán según la participación de cada miembro en el negocio.
Esto en virtud de lo señalado por el artículo 7 de la ley 80 de 1993 al
definir la unión temporal:
«Cuando dos o más personas en forma conjunta presentan una misma
propuesta para la adjudicación, celebración y ejecución de un contrato, respondiendo solidariamente por el cumplimiento total de la propuesta y del objeto contratado, pero las sanciones por el incumplimiento de las obligaciones derivadas de la propuesta y del contrato se impondrán de acuerdo con la participación en la ejecución de cada uno de los miembros de la unión temporal.»
En lo demás aspectos relacionados con los consorcios y uniones
temporales, el tratamiento que se debe dar es exactamente igual, incluso hasta en la forma de constitución, puesto que los dos se pueden constituir con un simple documento privado.
Este tratamiento especial de las uniones temporales aplica únicamente
respecto a la contratación estatal en Colombia, pues en el campo privado el manejo que se le da es igual en las dos figuras, pues la ley 80 que establece esa diferenciación, no es aplicable en los contratos privados. Cómo probar la existencia de un consorcio o unión temporal ¿Cómo o con qué documento se puede demostrar o probar la existencia de un consorcio o una unión temporal?
Los consorcios y uniones temporales no constituyen una persona
jurídica, ni siquiera una sociedad de hecho, por lo tanto, no existe registro mercantil, ni escritura pública, documentos con los cuales se podría probar la existencia del consorcio o unión temporal.
El consorcio o la unión temporal se constituyen con un documento
privado, por lo tanto, la existencia sólo se puede demostrar con la exhibición de dicho documento, o una copia de él, y con el Rut en caso de estar inscrito en el.
Aunque existiese el documento privado, y así este esté autenticado, es
preciso adjuntar los certificados de cámara y comercio de cada uno de los consorciados o miembros de la unión temporal, como una forma de probar la existencia de los mismos, pues en el fondo, se debe probar que existen las personas o empresas que afirman conformar el consorcio o la unión temporal.
De hecho, para poder inscribirse en el Rut, la Dian exige copia del
contrato, documento privado o acta mediante la cual se constituyó el consorcio o la unión temporal, por lo que este es el documento ideal para verificar su conformación y existencia. Y, por supuesto, se prueba la existencia del consorcio y la unión temporal con el Rut, que se supone deben tramitar para poder cumplir las obligaciones tributarias derivadas de la ejecución del contrato o contratos por los que se constituyó.
Diferencia entre consorcio y unión
temporal Cuando hablamos de consorcios y uniones temporales no siempre tenemos claridad respecto a lo que diferencia una organización de la otra.
Y es que el tratamiento administrativo, contable, tributario y laboral del
consorcio y de la unión temporal, son iguales, no hay diferencia entre ellos.
Tanto un consorcio como una unión temporal, resultan de la unión de dos o
más personas naturales o jurídicas que conjuntamente presentan una propuesta o desarrollan una actividad o negocio, sin que esa unión o colaboración constituyan una entidad jurídica, sino que, en ambos casos, los miembros del consorcio o de la unión temporal mantienen su independencia, su autonomía en todos los sentidos. Definición legal de consorcio.
En Colombia la definición de consorcio la encontramos en la ley 80
de 1993, que corresponde al estatuto general de contratación estatal, y que en su artículo 7 define el consorcio en los siguientes términos:
«Cuando dos o más personas en forma conjunta presentan una
misma propuesta para la adjudicación, celebración y ejecución de un contrato, respondiendo solidariamente de todas y cada una de las obligaciones derivadas de la propuesta y del contrato. En consecuencia, las actuaciones, hechos y omisiones que se presenten en desarrollo de la propuesta y del contrato, afectarán a todos los miembros que lo conforman.»
El consorcio no es más una asociación de dos o más personas para
desarrollar una determinada actividad económica, donde los beneficios se distribuyen según la participación que tiene cada empresa o persona que conforman la asociación.
Definición legal de unión temporal.
El mismo artículo 7 de la ley 80 de 1993 define la unión temporal en los
siguientes términos: «Cuando dos o más personas en forma conjunta presentan una misma propuesta para la adjudicación, celebración y ejecución de un contrato, respondiendo solidariamente por el cumplimiento total de la propuesta y del objeto contratado, pero las sanciones por el incumplimiento de las obligaciones derivadas de la propuesta y del contrato se impondrán de acuerdo con la participación en la ejecución de cada uno de los miembros de la unión temporal.»
Lo mismo que el consorcio, donde dos o más personas naturales o jurídica
se asocian para ejecutar un contrato o actividad, con la diferencia en que las sanciones por eventuales incumplimientos las asume cada asociado según la participación de cada uno; es decir, que quien tenga mayor participación asumirá una mayor sanción.
Las anteriores definiciones son aplicables respecto a la contratación
estatal, pero ante la falta de definición legal, se adopta para la contratación entre empresas privadas, y en ese campo la definición de consorcio es la que se impone y la que se utiliza a nivel universal.