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Universidad Regional de Guatemala

Malacatán y Tejutla, San Marcos Auditoria


y Administración.
Introducción al Derecho I
Licda. Analizzi Alvarado

Estudiantes: Carné:
Keily Gómez 2206107
Keyla Baltazar 2206002
Kimberly Guzmán 2206054
Luis Xiloj 2208032

Trabajo:
Grupal y de Exposición No. 2

Tema en General:
Distintos Ordenamientos Conductuales y Derecho Indígena.

Subtemas:
a. Ordenamientos conductuales.
b. Derecho indígena o consuetudinario
c. Costumbre Jurídica.
d. Contexto constitucional

Semestre:
Primero

Ciclo:
2,022.
INTRODUCCION.

Conocer, y desarrollar los diferentes temas que podremos encontrar en este


documento es una de nuestras finalidades.
En el presente conoceremos la importancia de temas relevantes al derecho como
lo son los Ordenamientos conductuales y Derecho Indígena, las cuales son
normas que regulan las relaciones sociales en una comunidad, no mediante
manipulación o estímulos sino dignificando un orden deseado el cual nos permite
un mejoramiento en el diario vivir. También encontraremos el derecho
consuetudinario el cual son costumbres, prácticas y creencias que los pueblos
indígenas y las comunidades locales aceptan como normas de conducta
obligatoria tomando este derecho más relevancia a partir de los acuerdos de Paz.
Otro tema del cual hablaremos es la costumbre jurídica la cual nos lleva a un
modelo de conducta observado reiteradamente en una comunidad, de acuerdo
con el tipo de ambiente social en el que nace y se desenvuelven obligándola a
cumplirse, aunque esta no este escrita, de no hacerse su cumplimiento será
sancionada coercitivamente. La finalidad de esta es persuadir al sancionado a que
cumpla lo obligado.
Otro tema muy importante dentro del derecho es el contexto constitucional el cual
trata sobre los derechos de los pueblos indígenas, el acceso a la justicia y la
participación política de los indígenas, cada uno de estos temas son de suma
importancia dentro del derecho teniendo en cuenta que todos y cado de los
ciudadanos tenemos libertad de expresión, derechos y obligaciones que cumplir,
pero que no todos conocemos.
Distintos Ordenamientos Conductuales y Derecho Indígena.

Ordenamiento Conductuales: Es el conjunto de normas que regulan las relaciones


sociales en una comunidad, el derecho ordena la conducta humana de manera
directa, no mediante manipulación o estímulos sino significando un orden
deseado. El argumento se construye sobre el supuesto elemental según el cual el
derecho aspira a ordenar la conducta de las personas, y se inserta en la
teorización de Lon Fuller sobre lo desiderata del Estado de Derecho. El objetivo es
presentar, justificar y analizar, Siguiendo la metodología de Fuller, consistente en
identificar las condiciones para que el derecho genere orden, se concluye que la
ordenación directa de la conducta es más eficaz y, además, consistente con la
dignidad moral de aquellos sujetos al derecho.
Para que el ser humano pueda vivir en sociedad es necesaria que su conducta
sea regulada. Pero su conducta no sólo es regulada por las normas jurídicas, sino
también por normas morales, religiosas y por los llamados convencionalismos
sociales o también denominados normas sociales.
La conducta de los hombres en sociedad debe necesariamente ser regulada
puesto que los hombres, por diversas razones, no siempre actúan correctamente
desde un punto de vista ético. Los seres humanos muestran algunos excesos en
sus relaciones sociales y presentan conductas dañinas para los demás, ya sea
consideradas como individuos o grupos sociales. Este y otros argumentos
demuestran la necesidad de la existencia de las normas.
Las normas enunciadas no tienen la misma naturaleza puesto que entre ellas
existen marcadas diferencias. En lo único que coinciden es en el hecho de regular
la conducta de las personas. Las personas, dotados de voluntad y entendimiento y
que gozan de libre albedrío, pueden adecuar o no su conducta a las
prescripciones de dichas normas. Estas normas que regulan la conducta humana
son preceptos que tienen por fin realizar valores.
Existen diversas formas de ordenar la conducta humana. Aquí distinguimos dos:
directa e indirecta. Se da una ordenación de forma directa cuando aquello que
brinda la ordenación.
El derecho se ocupa de la conducta humana, aspirando a ordenarla de cierto
modo acorde a sus dictados. Esta parece ser una idea ampliamente compartida
por las distintas teorías del derecho.
En efecto, la desiderata constituye ciertas cualidades de un sistema de normas
jurídicas que permiten que éstas puedan efectivamente ordenar la conducta
humana. Si las normas jurídicas, por ejemplo, son ininteligibles, entonces no
pueden ser comprendidas por sus destinatarios y, por lo tanto, el derecho no podrá
ordenar su conducta. Si ordenan lo imposible tampoco podrá hacerlo. Lo mismo
puede decirse respecto a la demás desiderata. Es importante precisar que en el
esquema de Fuller el derecho no sólo ordena la conducta de los particulares.
También la de todos los agentes que, de un modo u otro, aplican el derecho. Esto
es, en efecto, de lo que se trata el último desideratum: la congruencia entre la
regla declarada y la conducta de los funcionarios que la aplican, En este sentido,
la ordenación de los segundos es una de las formas más relevantes en que el
derecho permite la acción organizada de la comunidad. Así, por ejemplo, el
derecho prohíbe a todas las personas cometer homicidio, y esta prohibición, en su
sentido más grueso, aspira a ordenar la conducta con el fin de evitar que las
personas cometan homicidios. Esto, a su vez, realiza una exigencia de la razón
práctica —como se explicará en la tercera sección—: respetar la vida de otros y no
quitar directamente la vida a un inocente. Pero esta regla está destinada también a
quien la aplique. En conjunción con otras categorías jurídicas, la prohibición del
homicidio pretende ordenar la conducta de jueces, fiscales, abogados, oficiales de
la administración y otros que, al aplicar y operar con el derecho, ven su conducta
(incluyendo su deliberación) en gran medida dirigida y, en este sentido, ordenada
por el derecho que aplican. Es importante notar la complejidad de esta dirección
jurídica dirigida primordialmente a quienes operan y aplican el derecho, que
muchas veces es muy superior a la ofrecida por meras reglas primarias que
prescriben directamente conductas fácilmente identificables que se deben realizar
o no realizar .Parte importante de la dirección que el derecho ofrece está dada por
un complejo entramado de categorías jurídicas que apuntan a ordenar la forma en
que los agentes jurídicos atribuirán significación jurídica a determinados hechos.
Sólo de esta manera, y en conjunción con otras categorías, se podrá establecer
una ordenación de la conducta1. Ellas cumplen un rol indispensable en la
ordenación de la conducta humana en los altos niveles de complejidad en que
opera el derecho.
El derecho como forma directa de ordenar la conducta humana
Existen diversas formas de ordenar la conducta humana. Aquí distinguimos dos:
directa e indirecta. Se da una ordenación de forma directa cuando aquello que
brinda la ordenación (un consejo, una norma, un conjunto de normas, etc.)
significa7 explícita o implícitamente el orden de la conducta esperado, de forma tal
que si las personas desearan que su conducta se conformara con dicho orden
podrían ver en la norma (consejo, etc.) en cuestión una guía para su conducta.
Ejemplos de ordenación directa de la conducta son: una regla dada por el director
de un hospital de no fumar en el recinto; o un consejo que un viejo médico da a
todos sus pacientes de comer ajo y jengibre durante los meses de invierno. En
estos casos la regla o el consejo significan el orden esperado (que no se fume en
el hospital; que los pacientes consuman ajo y jengibre en invierno) y, así, al ser
adoptadas como pautas de conducta, permiten al destinatario conformar su acción
con el orden esperado. Por otro lado, se ordena la conducta humana
indirectamente cuando aquello que la ordena (una directriz, una norma, un
consejo, pero también un estímulo, un impedimento físico, etc.) no significa
explícita o implícitamente el orden de la conducta esperado. Esta forma de dar un
orden para la conducta admite, a su vez, dos tipos. A la primera la denominamos
“comunicativa”, y consiste precisamente en una comunicación: la transmisión de
un mensaje2. Un ejemplo de esta forma tiene lugar en aquellos casos en que se
aspira a ordenar la conducta mediante una comunicación, pero ella no significa la
conducta esperada o deseada sino una distinta, bajo la expectativa de que por
medio de ella será más probable que se lleve a cabo la conducta realmente
deseada o esperada.
Es deseable que el derecho ordene la conducta humana de la forma que aquí
denominamos directa, mediante la proyección de un cierto orden de la conducta
deseada (y, al igual que en la demás desiderata de Fuller, el derecho típicamente
opera así). Nótese, en primer lugar, que la satisfacción del desiderátum que aquí
estamos presentando no requiere que la ordenación de la conducta por medio del
derecho sea siempre realizada mediante imperativos (“no mate”), sino
simplemente que dicha ordenación signifique el orden de conducta deseado, y no
otro (o ninguno), de forma que los destinatarios puedan utilizarla como guía de su
acción. De hecho, gran parte de las normas jurídicas no adoptan la forma
imperativa, sino más bien disponen consecuencias jurídicas para ciertos hechos.
Así, al identificar, en este tipo de casos, acciones que considera ilícitas, o los
modos de llevar a cabo una determinada conducta para que produzca ciertos
efectos jurídicos, el derecho significa un tipo de orden, que espera que sea
realizado3. En este sentido, las prohibiciones penales, que comúnmente no
adoptan la forma imperativa, sino que asocian una consecuencia jurídica a un
hecho, comunican el rango de conductas criminalizadas. Es decir, conductas que
los destinatarios de las normas deben entender como prohibidas. Al entender que
ellas comunican acciones ilícitas que, por lo tanto, no se deben realizar, quien
desee conformar su acción con el derecho puede ver en estas normas una guía
para su acción. Más aun, quienes aplican el derecho pueden ver en el derecho
penal una pauta para deliberar con mayor claridad4. Lo mismo se puede decir de
otras áreas o departamentos. Las normas del derecho civil comúnmente —junto
con prohibir o mandar derechamente ciertas acciones señalan los modos en que
ciertos actos jurídicos se deberían llevar a cabo para producir efectos jurídicos,
determinan el significado jurídico de ciertos hechos jurídicos y actos jurídicos, e
indican posibilidades jurídicas frente a ciertos hechos y las consecuencias
(efectos) que ellos producirían. Todo esto implica una cierta ordenación de la
conducta humana. Así, en la conducta humana se ajusta a cierta forma para
alcanzar ciertos resultados; en se atribuyen a ciertos hechos y actos un
determinado significado jurídico (y esto en sí mismo es un orden —coordinación,
específicamente— crucial de la conducta, como se verá más abajo) y se actúa en
conformidad con esto; y en frente a ciertos hechos las personas realizan
determinadas conductas consistentes con las posibilidades señaladas por el
derecho, y de las opciones que tomen se seguirán determinadas consecuencias,
con lo cual se genera un cierto orden de la conducta de distintas personas
Asimismo, los jueces y otros agentes del derecho utilizarán las categorías del
derecho civil al resolver disputas o solicitudes, asumiéndolas como guía para su
deliberación y decisión. No es posible ni necesario mostrar exhaustivamente aquí
cómo cada forma de operar del derecho significa un tipo de orden de la conducta
humana que coincide con el orden deseado y sirve como guía para la acción. El
objetivo, más bien, es ilustrar un punto más modesto: el desideratum de guiar la
conducta humana de forma directa es compatible con una diversidad de técnicas
para expresar las demandas del derecho, no sólo con la forma imperativa, sino
con el amplio abanico de formas que expresan las normas jurídicas, también
aquellas que se expresan en indicativo.

El Derecho Consuetudinario

Es un conjunto de costumbres, prácticas y creencias que los pueblos indígenas y


las comunidades locales aceptan como normas de conducta obligatorias y que
forma parte intrínseca de sus sistemas sociales, económicos y su forma de vida.
Es una fuente de derecho subsidiaria de los derechos positivos. El derecho
positivo son las normas que se incluyen en los códigos legislativos de los
Estados. Ejemplo de ello son, el derecho civil, el penal, el laboral.

El Derecho Consuetudinario de acuerdo con la teoría del derecho, se basa en el


tácito consenso del pueblo, revelado por larga y constante práctica, es decir por la
costumbre. Se trata de reglas que valen y se aceptan porque las ha impuesto la
tradición y no la autoridad del legislador.

¿Dónde se originó el derecho consuetudinario?

El derecho consuetudinario tiene su origen en la costumbre, en la práctica


reiterada de ciertas acciones a través del tiempo por un grupo determinado. El
derecho tiene diversas maneras de ser creado, representado y atendido.

¿Qué es consuetudinario y cómo se utiliza?

Consuetudinario se aplica para señalar todo aquello que proviene de las


costumbres. Consuetudinario hace referencia a lo que está establecido por las
costumbres y tradiciones de una población, al punto de convertirse en ley a la hora
de establecer normas para la convivencia entre seres humanos.

El Derecho Consuetudinario en Guatemala


El Derecho Consuetudinario entre los indígenas de Guatemala tiene estrechos
puntos de contactos con otras particulares formas de control social, de carácter
religioso y de carácter moral hasta el punto que las formas de control entre unas y
otras se diluyen o se traslapan entre sí.
Según Rolando López Godínez, guatemalteco, es: “aquel que aplica justicia con
base a las costumbres de una comunidad, las cuales adquieren valor jurídico y
cuyos legisladores y sancionadores son los miembros de la propia comunidad o
colectividad donde se dan los casos”

En Guatemala históricamente la Constitución guatemalteca de 1945, fruto de la


revolución de 1944 y que se inspiró en la filosofía política del denominado
constitucionalismo social, es históricamente la primera que abordo los derechos de
los pueblos indígenas en América Latina
A partir de 1945, se desarrolló un importante marco jurídico a favor de los
trabajadores, campesinos e indígenas guatemaltecos, destacan el Código de
Trabajo y la Ley de Reforma Agraria.
Los indígenas guatemaltecos, habitan actualmente todo el territorio de la
República, pero principalmente la zona del altiplano, en los departamentos de Alta
Verapaz, Totonicapán, Sololá, Quetzaltenango, Quiché, Chimaltenango, San
Marcos y Huehuetenango. Hay 23 lenguas indígenas, que se concentran en tres
grandes raíces que son LA MAYA, LA GARÍFUNA Y XINCA.
En Guatemala, este controversial tema, ha cobrado mayor auge a partir de la firma
de los Acuerdos de Paz, pero su práctica deviene de tiempos remotos,
históricamente hablando, desde la época pre colonial, colonial y la independencia
política hasta nuestros días.
En Guatemala, se yuxtaponen dos formas distintas de DERECHO y JUSTICIA que
pueden coexistir en sociedades heterogéneas. El sistema oficial de la nación tiene
carácter coercitivo y punitivo, en tanto que los sistemas locales tradicionales, al
basarse más en el conocimiento cara a cara y directamente personal de los
litigantes y los árbitros, dependen más del convencimiento y el consenso.
MARCO CONSTITUCIONAL Artículo 66 de la Constitución Política de la
República de Guatemala. Protección a grupos étnicos: Guatemala está formada
por diversos grupos étnicos entre los que figuran los grupos indígenas de
ascendencia maya. El estado reconoce, respeta y promueve sus formas de vida,
costumbres, tradiciones, formas de organización social, el uso del traje indígena
en hombres y mujeres, idiomas y dialectos. Artículos: 67, 68, 69,70.

Leyes que respaldan el derecho consuetudinario: constitución política de la


república de Guatemala. Artículos 66 al 70. Acuerdo sobre identidad y derechos
de los pueblos indígenas y el derecho consuetudinario. (Acuerdos de paz)
apartado iv: derechos civiles, políticos sociales y económicos, en lo relativo al
derecho consuetudinario indígena guatemalteco, artículos: 1 al 6. convenio 169 de
la organización internacional del trabajo, relativo a los pueblos indígenas.

Ejemplos del derecho consuetudinario aplicado en materias de Derecho Civil y


Penal:
EL DERECHO CIVIL: El matrimonio es concertado por representantes de los
novios, tomando los del varón la iniciativa. El novio costea la fiesta de compromiso
o casamiento y si media pago, éste corre por su cuenta la regla marital ordinaria
es la monogamia, pero el concubinato es aceptado en la costumbre, aunque sin
reconocimiento formal.

EL DERECHO PENAL: un estudio que data de hace más de una década, pero
cuyos resultados continúan siendo válidos, demostró la alta incidencia de
procesos y sentencias penales por la comisión de delitos tales como la fabricación
de alcohol “clandestino” el hurto de leña, o el contrabando, acciones que no
poseen significación delictiva o criminal conforme a las normas consuetudinarias
de los indígenas.
CARACTERÍSTICAS Y VENTAJAS:
Se cumple con el principio de celeridad ya que debido a su oralidad se plantea y
efectiviza con mayor rapidez. Es eminentemente consensual debido a que las
partes acuden a solucionar el conflicto voluntariamente. Como producto de la
oralidad, el consenso y la celeridad el litigio comunitario se torna económico
pues, no causa gastos para las partes o para la comunidad. Neutraliza el factor
idiomático, debido a que los avenidores o árbitros de la contienda son personas
de la propia comunidad donde se produce. Es de naturaleza reparadora y no
represiva como lo constituye el actual Derecho Codificado. Como consecuencia
de las ventajas y características expuestas cumple con 2 principios importantes
como el de la eficacia y el de la legitimidad.
DERECHO CONSUETUDINARIO EN AMERICA LATINA

Distintos son los fundamentos que sustenta la importancia del estudio y


conocimiento del derecho consuetudinario de los pueblos indígenas en América
Latina.
Según Stavenhagen:
Primero: porque es considerado generalmente como una parte integra de la
estructura social y la cultura de un pueblo, por lo que su estudio es un elemento
fundamental para el mejor conocimiento delas culturas indígenas del continente.
Segundo: porque junto con la lengua el derecho consuetudinario constituye un
elemento básico de la identidad étnica e un pueblo, nación o comunidad, la fuerte
identidad de los pueblos musulmanes se establece en parte, en la importancia que
tiene entre ellos el derecho islámico.

Tercero: la naturaleza del derecho consuetudinario condiciona las relaciones entre


dichos pueblos y el Estado, influyendo así en la posición de ellos en conjunto de la
sociedad nacional.

COSTUMBRE JURIDICA.

La costumbre es la fuente formal; más antigua de las fuentes, la primera en el


orden Histórico, es sin duda la costumbre, o el derecho no escrito, practicado por
le consentimiento de un pueblo o de un grupo social en ausencia de leyes escritas.
Se forman insensiblemente por el uso de los mismos actos, que poco a poco van
adquiriendo cierto carácter de obligatoriedad al convertirse en exigencias
colectivas. Cuando una costumbre llega a imponerse en una sociedad y ser
considerada como una necesidad jurídica, se transforma en derecho
consuetudinario.
Hans Kelsen, se refiere a la costumbre como fuente productora de normas
jurídicas en los términos: Los actos constituyentes del hecho de la costumbre
pueden también establecer normas, mediante las cuales un comportamiento
queda determinado como debido. Cuando los hombres, que convierten
socialmente, actúan durante cierto tiempo bajo ciertas condiciones idénticas, de
manera que, de algún modo igual, surgen en cada individuo la voluntad de actuar
en la manera como los miembros de la sociedad consuetudinaria mente actúan.
E l sentido subjetivo de los actos constituyentes del derecho de a costumbre, no
es, por de pronto un deber. Solo cuando tales actos se han sucedido durante
cierto tiempo, aparece en cada individuo la representación de que debe actuarse
como los miembros de la sociedad suelen hacerlo, y el querer que también los
restantes miembros de la sociedad se deban comportar así. Si un miembro de la
sociedad no actúa en la forma en que los otros miembros suelen hacerlo, su
conducta en objeto de reproches por aquellos, puesto que no se conduce como
ellos lo quieren.
Así el hecho de la costumbre se convierte en una voluntad colectiva, cuyo sentido
subjetivo en un deber. Como norma objetivamente válida sólo puede ser entendido
el sentido subjetivo de los actos constituyentes de la costumbre, cuando la
costumbre es introducida por una norma superior como una circunstancia
productora de normas. Dado que el hecho de la costumbre está constituido por los
actos de conducta humana, las normas producidas por la costumbre son
establecidos por los actos de conducta humana, y, de ese modo, de igual manera
que las normas cuyo sentido subjetivo es ser actos legislativos, son también
normas impuestas, es decir; normas positivas. La costumbre puede producir tanto
normas morales, como normas jurídicas. Las normas jurídicas son producidas
consuetudinariamente cuando la Constitución de la comunidad establece a la
costumbre y ello, una costumbre especialmente caracterizada como un hecho
productor de Derecho.
Según Du Pasquier: La costumbre es un uso implantado en una colectividad y
considerado por ésta como jurídicamente obligatorio; es el derecho nacido
consuetudinariamente.
Gény, la define así: un uso existente en un grupo social que expresa un
sentimiento Jurídico de los individuos que componen dicho grupo. Y por último el
connotado autor Máximo Pacheco, dice: Las costumbres, como fuente formal del
Derecho es la repetición constante y uniforme de la norma de conducta, en el
convencimiento de que ello obedece a una necesidad Jurídica.
Elementos de la Costumbre Jurídica.

Elemento objetivo: se puede verificar fácilmente mediante los sentidos. Se refiere


a conductas generalizadas que se llevan a cabo de forma constante una y otra vez
durante un periodo de tiempo largo.
Elemento subjetivo: se trata de la asunción por parte de la mayoría de los
miembros de una sociedad de que es preciso actuar de una forma determinada
según una obligación jurídica, y que si no se realiza ese comportamiento pueden
ser sancionados jurídicamente.
Clases de costumbre.
Delegante o praeter legem: se genera cuando por medio de una norma jurídica
no escrita se autoriza a determinada instancia para crear derecho escrito. Es decir,
la costumbre se haya supra ordenada la ley. Esta costumbre válida por completo,
regula situaciones o asuntos no contemplados por la ley, que en determinado
supuesto remite de forma expresa a la costumbre para reglar una materia
concreta.

Delegada o secundum legem: que consiste en que la ley remita a la costumbre


para la solución de determinadas controversias, existe una remisión de la ley a la
costumbre, reconociendo el legislador la realidad social y el accionar popular. En
tal sentido la costumbre se encuentra subordinada a la ley, tal es el caso de la
legislación guatemalteca, a lo que es lo mismo la costumbre delegada no puede
ser contraria a los preceptos de la ley.

Derogatoria o contra legem: Cuando la costumbre tiene tal imperio que abroga
la misma ley, asimismo dice el autor argentino Vernengo costumbre derogatoria de
normas o desuetudo. De manera que la costumbre se revela en contra de la ley
que una conducta diferente a la establecida a la ley Cómo se prueba la
costumbre.
La costumbre, mientras no sea contraria a la ley es válida y puede ser alegada, y
en tal caso de debe probar conforme lo dispone el artículo 178 del código general
del proceso:
Los usos y costumbres aplicables conforme a la ley sustancial deberán acreditarse
con documentos, copia de decisiones judiciales definitivas que demuestren su
existencia y vigencia o con un conjunto de testimonios.
Quien alegue la costumbre a su favor debe acreditar la existencia de esa
costumbre o práctica habitual.

CONTEXTO CONSTITUCIONAL

El derecho constitucional se caracteriza por unos rasgos definidores que lo


distinguen de otras ramas del saber jurídico ya que se trata del momento más
radical del derecho. Este derecho es quien funda la comunidad política, el que
determina en gran medida el modo y las condiciones de vida de los individuos.
El constitucionalismo se organiza a partir del estado, pero añade algo mas ya que
se caracteriza por aglutinar a los individuos no solo entorno a la idea de igualdad,
sino también a la idea de libertad frente al abuso y la tiranía. La constitución de la
constitucionalidad en si es una forma de regular el poder y su actuación.
Esta necesidad de las elecciones periódicas como garantía de un gobierno libre,
responsable y legitimado en la confianza de los ciudadanos es esencial en los
orígenes del constitucionalismo. Desde este punto de vista, el poder constituyente,
por un lado, y el gobierno representativo por otro, son dos de las mayores
novedades del constitucionalismo propio de la época moderna.

Orígenes del constitucionalismo y su desarrollo en el siglo XIX

Movimiento constitucional británico:


El proceso revolucionario británico trajo como resultado final la consolidación de
un régimen político basado en una constitución no escrita, consuetudinaria, y en el
monopolio de la soberanía por parte de un órgano constituido, además determinan
los antecedentes políticos y teóricos vinculados al concepto de constitución: el
primero fue asentando las bases de la independencia judicial frente al ejecutivo, el
segundo afirmando que el pacto social que saca al hombre del estado de la
naturaleza es un acuerdo para formar una única comunidad política cuyo fin es
caracterizar los derechos individuales del hombre.

Movimiento constitucional norteamericano:

El segundo gran impulso del constitucionalismo se produjo en la revolución


americana, en donde se aprueban las primeras constituciones escritas.

Derecho constitucional en su contexto el ámbito cultural.

En este periodo se incorporan las constituciones europeas sistema de jurisdicción


constitucional concentrada como la gran aportación del constitucionalismo.
Después de todo el derecho constitucional ha llegado a un grado de evolución en
el que los derechos de los ciudadanos se han situado en el centro del sistema en
el que el poder estatal se ha mitigado y sea ha repartido y organizado a través de
distintas instancias de poder, que dificultan enormemente su uso abusivo.

Población en el contexto constitucional:


En la constitución al referirse a la persona como sujeto de protección y elemento
personal del estado dice: el estado de Guatemala se organiza para proteger a las
personas y a la familia su fin supremo es la realización del bien común. Deberes
del estado, es deber del estado garantizarles a los habitantes de la república, la
vida, la libertad, el desarrollo integral de la persona etc.

Soberanía en el contexto constitucional:

La soberanía puede verse del punto de vista tanto interno como externo,
externamente el estado es soberano mientras no se encuentre subordinado a las
órdenes de otro estado y con independencia de cualquier otro poder; e interno
debido al imperio que ejerce sobre el territorio y sobre la población.

El Estado reconoce, respeta y promueve sus formas de vida, costumbres, tradición


es formas de organización social, el uso del traje indígena en hombres y mujeres,
idiomas y dialectos. ARTICULO 67. Protección a las tierras y las cooperativas
agrícolas indígenas.

Derechos de los pueblos indígenas


Guatemala es una sociedad multiétnica, pluricultural y multilingüe, alrededor de la
mitad de la población de 12 millones de habitantes son pueblos indígenas Mayas,
Xincas y Garífunas. En varias regiones del país, especialmente en las zonas
rurales, los pueblos indígenas constituyen la mayoría de la población. La identidad
nacional guatemalteca está basada en gran medida en las culturas vivas de sus
pueblos indígenas; con sus tradiciones, valores comunitarios, lenguas y
espiritualidad.
Pero lejos de ser socios plenos e iguales con el resto de los habitantes, los
indígenas han sido excluidos políticamente, discriminados culturalmente y
marginados económicamente en la sociedad nacional. Además de los indicadores
de desarrollo humano y social que hablan de la situación extremadamente difícil
encarada por los mayas, Xincas y Garífunas, éstos se enfrentan a la
discriminación racial y étnica cotidiana, que se manifiesta con actitudes de
desprecio y rechazo hacia los indígenas.
No es extraño que los medios de comunicación promuevan prejuicios en contra de
diversos aspectos de la cultura indígena, contra su espiritualidad y el uso de su
lengua. Existe un panorama generalizado de desventajas en el acceso a los
beneficios del desarrollo y la participación política y social.
La situación de los derechos humanos de los pueblos indígenas en Guatemala
tiene que ser considerada en el marco de los Acuerdos de Paz de 1996 que
pusieron fin a un conflicto armado interno de más de 30 años de duración. Para
implementarlos, el Gobierno ha tomado diversas medidas que pese a constituir
pasos significativos, resultan ser poco efectivas e insuficientes; debido a la
ausencia de recursos que les son asignados y de débil voluntad política para
llevarlas a cabo.
Uno de los problemas fundamentales que aquejan a los pueblos indígenas es el
relativo derecho a la tierra. La falta de acceso a la tierra, la falta de resolución de
demandas agrarias, la falta de respeto a los territorios tradicionales, tales como:
los bosques comunales, los desplazamientos forzados de pueblos indígenas
resultado de proyectos de desarrollo económico, y problemas derivados de la
pérdida de sus tierras a raíz del conflicto armado, configuran un panorama de
crecientes tensiones sociales.
Particularmente precaria es la situación de las mujeres indígenas. La situación de
los pueblos indígenas en relación con el acceso a la justicia es otro tema
preocupante. Si bien el Gobierno ha tomado distintas medidas para extender el
sistema de administración de justicia en todo el país, especialmente en las zonas
indígenas, la cobertura es aún insuficiente.
Los pueblos indígenas se quejan de las dificultades de acceso a los juzgados y
tribunales, de discriminación contra su derecho consuetudinario y de la falta de
intérpretes en lenguas indígenas en los tribunales, así como de defensores de
oficio.
En el campo de la educación, cuestión prioritaria para los pueblos indígenas, a
pesar de los esfuerzos realizados por el Gobierno para proporcionar educación
bilingüe e intercultural, no hay aún suficientes maestros capacitados y los demás
recursos educativos son inadecuados. Las escuelas carecen de textos y otros
materiales pedagógicos, especialmente en las zonas rurales, en las cuales viven
los indígenas.
Las cifras de escolarización, sobre todo de las niñas indígenas, siguen siendo
bajas en comparación con el resto de la población infantil, un hecho preocupante
que prolonga en el futuro los patrones de exclusión y discriminación.
Es recomendable que el Gobierno amplíe sus actividades y mejore la calidad de
las políticas dirigidas a los pueblos indígenas y renueve su compromiso para
implementar los Acuerdos de Paz. También se considera importante en la etapa
posterior a la salida de las Naciones Unidas establecer una misión enfocada
especialmente a los pueblos indígenas en cooperación con la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Además, es trascendental que las organizaciones de los pueblos indígenas y otras
organizaciones no gubernamentales (ONG), incluyendo la comunidad académica,
tomen medidas para desarrollar un programa común de acción para promover,
verificar y alentar la implementación del Acuerdo sobre Identidad y Derechos de
los Pueblos Indígenas (AIDPI), que es parte de los Acuerdos de Paz.
Los pueblos indígenas, la comunidad internacional y los demás actores de la
sociedad civil pueden contribuir al proceso de construcción de una sociedad más
justa en Guatemala para sus grupos más excluidos.
Algunos de los derechos de los pueblos indígenas

• El derecho de los pueblos indígenas a disfrutar y ejercer sin discriminación


todos los derechos humanos reconocidos en las normas internacionales, en una
doble dimensión: como personas individuales y como pueblos.
• El derecho de los pueblos indígenas a conservar y reforzar sus propias
instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales, en ejercicio del
derecho a la libre determinación, manteniendo a la vez su derecho a participar
plenamente en la vida política, económica, social y cultural del Estado. • La
obligación del Estado de mantener mecanismos eficaces para la prevención y el
resarcimiento de todo acto que constituya una violación o menoscabo a los
derechos de los pueblos indígenas, con un énfasis importante en la reparación,
incluyendo casos de violación a los derechos económicos, sociales y culturales de
los pueblos indígenas.
• El reconocimiento del derecho de los pueblos indígenas a poseer, utilizar,
desarrollar y controlar las tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han
poseído, ocupado o de otra forma utilizado o adquirido. Esto incluye la obligación
de los Estados de no desarrollar actividades militares en tierras o territorios
indígenas sin previa consulta.
• La obligatoriedad de los Estados de consultar a los pueblos indígenas al
tomar medidas administrativas o legislativas susceptibles de afectarles. • La
protección especial a mujeres, ancianos, jóvenes, niños, niñas y personas
indígenas con discapacidad. Estas normas, según el artículo 43 de la Declaración
de la ONU sobre los derechos de los Pueblos Indígenas: “constituyen las normas
mínimas para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas
del mundo”.
Los pueblos indígenas siempre han sufrido la discriminación y marginación social,
es un problema constante en Guatemala, todas estas situaciones hacen que la
sociedad guatemalteca se estanque y no pueda avanzar.
Guatemala siempre ha vivido de los recuerdos y la mentalidad que los cambios
son solo sueños inalcanzables, debido a las secuelas que dejo el conflicto armado,
y la división social que produjo.
Acceso a la justicia

La Constitución Política de la República, establece en su artículo 66 que


Guatemala está conformada por diversos grupos étnicos entre los que figuran los
grupos indígenas de ascendencia Maya. El estado reconoce, respeta y promueve
sus formas de vida, costumbres, tradiciones, formas de organización social, el uso
del traje indígena en hombres y mujeres, idiomas y dialectos que son respetados
como forma del derecho consuetudinario.
En 1996 Guatemala ratificó el Convenio Nº 169 de la Organización Internacional
del Trabajo sobre los pueblos indígenas y tribales en países independientes, que
de acuerdo al artículo 46 de la Constitución prevalece sobre el derecho interno en
la materia y así debería ser aplicado y considerado por los operadores de justicia.
En los Acuerdos sobre el Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército y
sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, que forman parte de los
Acuerdos de Paz, los centros de administración de justicia y varios sistemas de
conciliación y arbitraje. La Procuraduría de Derechos Humanos cuenta con una
Defensoría Indígena, un proyecto aún pequeño de atención a los pueblos
indígenas, al igual que el despacho del Fiscal General de la Nación.
Pese a las medidas antes indicadas, persisten situaciones y problemas que
dificultan el acceso a la justicia por parte de los indígenas. Los juzgados se
encuentran con frecuencia distantes de sus comunidades, de tal manera que
acudir a ellos resulta difícil y costoso. Los operadores de justicia denominación
que incluye jueces, auxiliares, fiscales, y miembros del Ministerio Público y de la
Policía Nacional Civil no han modificado sus criterios y comportamientos, que en
general son percibidos y señalados como contrarios a los intereses de los
indígenas, cargados de prejuicios, frecuentemente autoritarios, que desembocan
en malos tratos e irrespeto y que no son exentos de corrupción.
Los jueces y otros operadores de justicia (con muy contadas excepciones) no son
hablantes de la lengua indígena de la región en la que ejercen sus cargos, no
tienen conocimiento de los usos y costumbres de los pueblos indígenas, ni
guardan el debido respeto a las autoridades indígenas. Así mismo, se señala que
no se ha respetado la independencia comunitaria en el nombramiento y ejercicio
de los jueces de paz comunitarios, y que algunas soluciones a nivel local, como
los centros de administración de justicia, no cuentan con el apoyo presupuestario
indispensable.
Una gran limitación que afecta reiteradamente a los pueblos indígenas se refiere al
uso de las lenguas indígenas en procesos judiciales y otros procedimientos
colaterales. No se permite litigar en idioma indígena, aun cuando las partes sean
hablantes del mismo. No se da cumplimiento a las disposiciones que ordenan
contar con un intérprete debidamente calificado y en la práctica no se capacitan ni
contratan suficientes intérpretes.
De lo anterior se derivan hechos que violan las normas del debido proceso en
perjuicio de los indígenas, quienes además no cuentan con una defensa
adecuada, ante todo porque los pocos defensores públicos que existen en las
zonas indígenas carecen de capacitación.
Los dirigentes de las organizaciones entrevistadas atribuyen especial importancia
al reconocimiento y respeto de un sistema jurídico propio de los pueblos
indígenas, que forma parte de la cosmovisión Maya y está arraigado en la cultura
de las comunidades.
Este derecho consuetudinario es sustancialmente distinto al derecho oficial. Ya
que cuenta con un conjunto de procedimientos culturalmente adecuados, es eficaz
para resolver los conflictos y restaurar el equilibrio social con el menor costo para
las partes (víctimas y acusados) y tiene sus propios operadores claramente
identificados en el sistema de autoridades tradicionales indígenas. Aunque este
derecho consuetudinario es mencionado en la Constitución, el Convenio Nº 169 de
la OIT y el Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas.
No es claramente reconocido ni respaldado en la legislación y en las instituciones;
los jueces y magistrados no lo conocen ni lo aplican y el ejercicio de esta función
jurisdiccional por parte de las autoridades tradicionales indígenas es
frecuentemente penalizado como suplantación de autoridad o desacato.
En conclusión, se ha informado acerca del incumplimiento sistemático de los
compromisos de resarcimiento establecidos en los Acuerdos de Paz y señalados
como parte del proceso de esclarecimiento histórico; de la permanencia en la
impunidad de una gran parte de las violaciones de los derechos fundamentales
ocurridas durante el conflicto armado interno y que afectaron a numerosas
personas y comunidades indígenas; y de la persistencia de hechos violentos que
afectan a los indígenas y sus comunidades, que estarían claramente asociados a
un conflicto no resuelto y a la permanencia de estructuras no formales de control y
represión que no fueron debidamente erradicadas.
El acceso a la justicia en nuestro país es una situación muy penosa y preocupante
porque no existen tribunales de justicia suficientes para otorgarle atención a toda
la población indígena, otro de los problemas que a diario se vive es la falta de
personal capacitado para darle a las personas indígenas una atención cordial. En
los diferentes órganos jurisdiccionales se carece de intérpretes capacitados que
tengan conocimiento profundo sobre los diferentes idiomas indígenas que existen
en nuestro país. Actualmente cada órgano jurisdiccional solo cuenta con un
intérprete que habla el idioma indígena de determinado lugar, sin tomar en cuenta
de que existen infinidad de personas que llegan de todas partes para ser
atendidos y que hablan idiomas diferentes.
Esto provoca problemas en cuanto a la atención adecuada que se le brinda a una
persona indígena y que vulnera sus derechos a ser escuchado.
Participación política de los indígenas
La estructura política de Guatemala desde la colonia y a lo largo de la vida
republicana se caracterizó por la exclusión de los pueblos indígenas de la
participación en la vida ciudadana. Este fenómeno implicó tradicionalmente la
subordinación de las formas tradicionales de organización y de ejercicio de la
autoridad propias de las comunidades y pueblos (las alcaldías y cofradías
indígenas, por ejemplo); la tardía incorporación del derecho al sufragio; altas tasas
de abstención del electorado indígena que continúan hasta la actualidad; la baja
participación de personas indígenas en cargos de elección o en funciones públicas
de responsabilidad, incluyendo los mandos militares; y en general una baja
incidencia de estos pueblos en la toma de decisiones sobre la vida nacional.
Es preciso mencionar las altas tasas de personas en edad electoral no inscritas en
el censo electoral, la indocumentación de mujeres, refugiados y desplazados
internos, lo que contribuye a la baja participación electoral en el área rural. Estas
condiciones se agravaron durante los años de conflicto armado interno, entre otras
razones por la aplicación de una estrategia de destrucción del tejido social rural, la
persecución de las autoridades tradicionales, la inducción de enfrentamientos
intercomunales e interétnicos, la formación y mantenimiento de grupos de control
paramilitar (PAC y Comisionados Militares); y otros efectos asociados al
desplazamiento y posterior reasentamiento de la población indígena.
Otros Acuerdos de Paz se comprometieron adicionalmente a reformar el régimen
electoral, disolver las PAC y reducir y replegar al ejército a sus funciones militares
específicas. Lo mismo que para otros asuntos contemplados en los Acuerdos de
Paz, para el desarrollo de estos temas se creó la Comisión bipartita sobre
Reforma y Participación en Todos los Niveles, la cual trabajó en la preparación de
una amplia reforma constitucional. Sin embargo, las reformas electorales primero y
las reformas constitucionales en 1999 se resolvieron como una negociación entre
los partidos políticos, relativamente al margen de las propuestas de la Comisión
bipartita y del movimiento Maya en ellas representado.
La reforma constitucional no fue ratificada en la consulta popular. Las leyes de
descentralización y de (re)establecimiento de los comités de desarrollo que de
alguna manera apuntan al fortalecimiento de las estructuras de organización y
ejercicio de autoridad en el nivel local, solo tomaron en cuenta algunas de las
propuestas de la Comisión bipartita.
Existen varios casos y conflictos que enfrentan a las autoridades tradicionales
indígenas, alcaldías indígenas, asambleas comunitarias con las autoridades
nacionales o departamentales por varios motivos, entre los que deben destacarse
los relacionados con el control del acceso a los bienes comunales (bosques y
aguas principalmente), y la atención y resolución de conflictos locales. De hecho,
en ocasiones las autoridades del Estado actúan con el fin de hacer desaparecer o
cooptar a las autoridades indígenas.
Si bien el establecimiento de los comités de desarrollo es visto por algunos
dirigentes
indígenas como una oportunidad para mejorar su incidencia en la toma de
decisiones sobre asuntos que les atañen directamente, en varios casos esta
participación se ve reducida para los indígenas por la falta de medios para hacerla
efectiva (transporte, asistencia técnica, por ejemplo).
Algunas instituciones creadas con el propósito de facilitar la participación indígena,
como la Defensoría de la Mujer Indígena, el Fondo de Desarrollo Indígena
Guatemalteco (FODIGUA) y la Academia de las Lenguas Mayas no gozan, de
hecho, de la autonomía que les otorga la Ley ni cuentan con recursos suficientes,
entre otras cosas.
Uno de los temas más importantes e invisibles es la participación de la mujer
indígena. La mujer es una ciudadana de segundo orden. El acceso a la justicia se
ve doblemente agravado para la mujer indígena. La mujer se encuentra ante una
doble discriminación y una total indefensión sin que el sistema de justicia haya
facilitado herramientas. Al margen de la estructura gubernamental se han
desarrollado numerosas organizaciones mayas que actúan e impulsan programas
y proyectos en esferas como la educación intercultural, la espiritualidad, la defensa
de los derechos humanos y el desarrollo económico y social.
Gracias a su propio esfuerzo, estas organizaciones civiles han conquistado
importantes niveles de participación e incidencia en la vida social guatemalteca.
Muchas de ellas reciben apoyo de agencias de cooperación internacional y
algunas son tomadas en cuenta por oficinas gubernamentales como fuentes de
opinión.
Al margen de las comisiones creadas en virtud de los Acuerdos de Paz, cuya
dinámica actual es muy limitada, no se ha establecido ningún mecanismo de
consulta informada tal como lo prevé el Convenio Nº 169 de la OIT, ratificado por
el Estado guatemalteco.
El Encuentro de Lideresas y Líderes Indígenas, con amplia participación y
representación nacional de todos los grupos etnolingüísticas indígenas, decidió
promover la creación de un Consejo Nacional de Pueblos Indígenas. Algunos
partidos políticos vienen incorporando, de modo creciente, a personas de origen
indígena en las listas de candidatos para cargos de elección popular. En los
últimos períodos democráticos, el número de legisladores de origen indígena se
ha incrementado, pero aún sigue siendo poco importante ante el peso demográfico
y cultural de los pueblos indígenas en la nación y sin llegar a representar de
ninguna manera el grado de diversidad étnica del país. Este hecho ha facilitado la
formación de una Comisión de Asuntos Indígenas en el Congreso Nacional cuya
actividad debería incrementarse en el futuro.
La participación de los pueblos indígenas en los actos políticos ha evolucionado
de una manera significativa, si se observa que en el pasado no se existía por falta
de educación y de información; en tanto la sociedad siempre ha visto a las
comunidades indígenas con menores capacidades que los demás. Sin darse
cuenta que, gracias a las personas indígenas y a sus esfuerzos, Guatemala ha
salido adelante, gracias a su contribución en temas agrícolas y ganaderos.
También podemos destacar que han existido diversos ejemplos de personas
indígenas que han salido adelante y que han podido llegar en el Congreso de la
República de Guatemala, gracias a sus estudios y sus ganas de salir adelante.
CONCLUSIONES:

1. Ordenamientos conductuales:
Se acepta ampliamente que el derecho pretende ordenar la conducta humana.
Avanzar en una caracterización más completa de cómo el derecho la ordena exige
reconocer otro aspecto elemental de la forma en que opera el derecho, a saber,
que no ha de ordenar la conducta de cualquier modo, sino principalmente de modo
directo. Así, no lo hace mediante estímulos o manipulación sino primordialmente
significando el orden deseado. Hemos ofrecido dos razones fundamentales para
justificar esto. Primero, dado que el derecho suele operar en contextos altamente
complejos, la ordenación directa se presenta como un medio más eficaz que los
medios indirectos. Segundo, la ordenación indirecta de la conducta es más
problemática moralmente, pues implica una medida de manipulación. La
ordenación directa, en cambio, al comunicar el orden deseado de conducta,
supone que el destinatario de la norma es capaz de internalizarla e incorporarla en
su razonamiento práctica al deliberar y actuar, respetando mejor su condición de
agente moral.
2. Derecho indígena o consuetudinario:
Las organizaciones de los pueblos indígenas tienen costumbres, prácticas y
creencias en sus comunidades locales las cuales son obligatorias, tienen
costumbres que adquieren un valor jurídico y cuyos legisladores sancionadores
son miembros de la misma comunidad estas costumbres llevo a lo que hoy es el
Derecho consuetudinario siendo una fuente del derecho reconocida en la
Constitución Política de la República de Guatemala. E l derecho consuetudinario
se aplica hasta el día de hoy en la parte del occidente de Guatemala y se aplica
conforme a las costumbres de la comunidad local, un ejemplo de este derecho que
hemos visto aplicar es el castigo maya que lo aplican conforme al delito que haya
cometido la persona y en consenso de las autoridades de la comunidad deciden
que castigo aplicar ante la falta cometida por el o la implicada.

3. Costumbre jurídica:
Es una norma jurídica que no está escrita pero que sin embargo todos y cada uno
de los habitantes de cierta comunidad deben cumplir, así como de velar porque la
misma se cumpla según lo establecido por las autoridades de la comunidad y de
no cumplirse les será impuesta cierta penalización, con el único propósito de que
el implicado cumpla con lo establecido según el pueblo o la comunidad.

4. Contexto constitucional:

Han pasado ya varios años desde la firma de los Acuerdos de Paz; sin embargo,
la paz, la estabilidad y la integridad física para todos los ciudadanos del país aún
están lejos de haberse alcanzado.
El mensaje claro que los pueblos indígenas trasmiten es que los indígenas siguen
marginalizados, excluidos y discriminados en la Guatemala de hoy. Mejorar la
situación de los pueblos indígenas implica respetar los Acuerdos de Paz y las
Leyes que protegen los derechos y la integridad de los pueblos indígenas.
Los compromisos con la efectiva aplicación de las Leyes de Guatemala que
protegen a los indígenas y evitar así la violación de sus derechos. Han sido
adoptadas diversas Leyes, como la Ley de Consejos de Desarrollo Urbano y Rural
y el Código Municipal (en donde se reconoce personalidad jurídica de las
comunidades indígenas, las alcaldías indígenas, la consulta a las comunidades o
autoridades indígenas, y las tierras comunitarias), que tienen el potencial de
involucrar en mayor medida a los pueblos indígenas en la vida política del país.
Sin embargo, a pesar de estos progresos, existe ausencia de voluntad política
para implementarlos, estos cambios tan necesarios y que fueron acordados
formalmente en los Acuerdos de Paz.
El genocidio de los pueblos indígenas durante el conflicto armado constituye
memoria viva y una herida abierta en la sociedad guatemalteca. Esto sigue
afectando a la sociedad en Guatemala; a pesar de los años estos factores siguen
afectando nuestra actualidad.
Guatemala tiene la capacidad, así como la obligación de implementar una política
efectiva de derechos humanos, en compañía de otras organizaciones con el fin de
erradicar la discriminación a los pueblos indígenas.

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