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MATERIA: POLITICA
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ECONOMICA ARGENTINA
Criterios de Evaluación
Se evaluará:
Metodología
Ud. contará con un máximo de 120 minutos para la resolución total del examen.
Criterios de Acreditación
Ud. deberá obtener 50 puntos sobre un total de 100 puntos que suma el examen, para aprobar el mismo.
Temas a desarrollar
I) ENSAYOS
El Plan de Convertibilidad, como el Plan del Austral, había buscado terminar con la
inflación. Pues bien, la tasa de inflación, que en febrero de 1991 había sido del
27% a nivel consumidor y se redujo al 2,1% y 0,3% equivalente mensual
respectivamente durante el resto del año, y al 0,6% y 0% equivalente mensual
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respectivamente durante 1993. De manera que, en términos de lo que se propuso,
el plan de Convertibilidad fue exitoso. Como cualquiera de los planes
estabilizadores desde el Austral inclusive, el programa reactivó la economía (el
PBI aumentó 9% anual durante 1991 y 1992, y 6% durante 1993). Los aumentos
de la tasa de desempleo y del número de empleados, verificados a partir de 1993,
son fenómenos que estrictamente están poco relacionados con el plan de
Convertibilidad.
El Plan Austral fue puesto en marcha en junio de 1985, como un intento de
consolidar una política económica para detener la inflación que reinaría por gran
parte de la década del 80.
Al contrario que la convertibilidad, el plan Austral fue un plan no monetarista que
sostenía que la inflación reinante durante los últimos años, solo podía ser
contralada si se frenaba la inercia inflacionaria, es decir la anticipación de la
inflación por parte de los factores económicos. Una vez detenida la inercia, se
podría ocupar de las causas estructurales. Se congelaron los precios y la
indexación de los contratos.
El plan Austral funcionó por aproximadamente dos años, hasta que en 1987 se
hizo más flexible las estrictas normas para el congelamiento de los precios y se
evidenciaba la necesidad de una estricta reforma estructural que resolviera el
déficit del estado (recursos con los que contaba el estado para afrontar las
funciones que desarrollaba). El estado necesitaba un cambio estructural profundo
para afrontar el desfinanciamiento, ya que no podía resolverlo recurriendo a los
fondos de pensiones, ni por endeudamiento externo o interno, ni por emisión
monetaria.
La Convertibilidad se aplicó durante la década del 90, y el gobierno garantizaba
(por ley) que un peso era equivalente a un dólar, es decir un nexo con una
moneda que el público y los mercados pudieran depositar su confianza, donde
cada peso en circulación era respaldado por un dólar en reserva del BC. Se buscó
dar credibilidad a la política monetaria y de esta manera restaurar la nueva
moneda nacional.
A diferencia del plan Austral, la convertibilidad y su éxito en los primeros años,
estuvo principalmente en la monetización de la economía. El respaldo de la
moneda nacional en dólares, su cotización a la par, devolvió a la gente la
confianza, provocando la demanda de dinero y el incremento de los depósitos
bancarios basados principalmente en la confianza. Otro factor importante que
ayudo a ampliar la base monetaria fue el ingreso de capitales producto de las
privatizaciones, permitiendo la emisión monetaria controlada (no inflacionaria)
según el esquema del plan. Todos estos factores permitieron una alta liquidez y de
esta manera se afianzó la confianza inicial en la moneda nacional, tanto por
residentes como por extranjeros. Como resultado inmediato se logró la estabilidad
de precios internos y la recuperación económica.
Austral: Las principales medidas de política económica implementadas en junio de
1985, fueron las siguientes:
1) Congelamiento de todos los precios privados, sueldos, tarifas del sector público
y tipo de cambio.
2) El déficit fiscal debía reducirse al 2,5 % del PBI. Para ello se incrementaron las
retenciones a las exportaciones, se aumentaron los aranceles a las importaciones,
se crearon impuestos transitorios y se redujo el plazo de captación del impuesto al
valor agregado.
3) El Banco central se comprometió a no imprimir dinero para financiar el déficit
fiscal.
4) Se regularon las tasas de interés compatibles con la tasa de inflación futura
esperada por el equipo económico.
5) Se creó una nueva moneda, el austral, que remplazó a los pesos argentinos
(1ª=1000 $a) y el austral fue revaluado día a día.
El plan de Convertibilidad, se ha caracterizado por los siguientes principios
generales:
1) Tipo de cambio fijo de naturaleza técnica
2) Se establece que la totalidad de los medios de pagos están plenamente
respaldados por las reservas o divisas internacionales
3) La única manera de expandir o contraer la cantidad de dinero es a través del
resultado en la balanza de pagos. Está vedada la emisión monetaria por déficit
fiscal y por redescuentos (préstamos del Banco Central a los Bancos)
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4) Se puso en énfasis fundamental en la reducción del déficit a través del aumento
en la recaudación fiscal y de la restricción del gasto público.
5) Aplicación de políticas de desindexación de la economía, como prohibición de
indexaciones en los nuevos contratos, medidas destinadas a bajar precios
utilizando políticas de tarifas como incentivos (v.g. gas natural, electricidad)
6) Continuación de los procesos de privatización
7) Continuidad de la política de total libertad de los mercados iniciados a partir de
diciembre de 1989.
En definitiva, ambos planes basaron sus medidas en concepciones teóricas de las
causas de la inflación. Es decir, una concepción monetaria de la inflación y la
consideración del rasgo inercial de la misma.
Para la primera, las decisiones de control de las cuentas públicas de manera de
disminuir o hacer desaparecer inclusive los déficits fiscales preexistentes, que
presionaba a su financiación a través de la emisión monetaria, lo que hacía
aumentar los precios de la economía. Es decir, el objetivo fue terminar con la
emisión de dinero por sobre el crecimiento de la economía real, sólo para financiar
los déficits, lo que envilecía la moneda, llevando a los precios a la suba.
Por otra parte, las medidas de congelamiento de salarios y precios, o las que
impedían ajustar, indexar, los contratos privados, atacaban la inflación inercial,
que básicamente consistía en llevar a los precios presentes, la inflación pasada.
Por otra parte, el plan de convertibilidad tuvo una reforma estructural que redundó
en una baja en los costos de producción de amplios sectores productivos.
En ambos el escenario previo por el estado de las cosas era la desmonetización
de la economía, por pérdida de confianza en la moneda local, huida a una moneda
fuerte (dólar) para resguardarse. Y los objetivos de ambos planes fue terminar con
esta situación con las medidas adoptadas.
El resultado fue la re-monetización de la economía, y para el plan de
convertibilidad la eliminación de los déficits públicos preexistentes, lo que llevó a
eliminar la inflación.
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Estado, lo cual conspirará para incrementar el propio DF, “después de intereses”).
Teniendo en cuenta la práctica, hoy extendida, de recurrir al mercado de capitales
para cubrir desequilibrios, es de gran importancia los niveles históricos de DF; los
cuales “determinan” los niveles de DP (Deuda Pública) acumulada, lo cual a su
vez juega en la “prima de riesgo” (si bien no conocemos el peso de cada una de
estas variables, u otras, en su determinación).
Este DF que tanto preocupa, presenta tres vías posibles de financiamiento:
Emisión monetaria (M), Cambio en la Deuda Interna (Di) y Cambio en la Deuda
Externa (Df). En expresión algebraica: DF = M +Di + Df Los monetaristas nos
persuadieron que en caso de encontrar una vía no emisionista para financiar el
DF, no existirían presiones de aumento de precios. Fue así que se optó por el
endeudamiento (ya no con la entidad emisora, esto es el Banco Central) sino con
entes privados: instituciones financieras del país (libre o compulsivamente), o de
los mercados mundiales, De aquí emana el problema de la “carga de la deuda”.
Cuando el Estado emite deuda lo que hace, en definitiva, es trasladar hacia el
futuro el peso de sus gastos.
Es por ello que dicha afirmación es falsa. Ya que las calificadoras de riesgo (como
por ejemplo J.P. Morgan) ponen a disposición los puntos básicos y puede
cuantificarse, de hecho, muchos inversores no invierten en un país con alta
calificación de riesgo, por la alta tasa de interés que tiene, lo que hace que haya
menos proyectos de inversión. En definitiva, una suba del riesgo país hace
aumentar el nivel de la tasa de interés doméstica, lo que desalienta a la inversión
productiva.
La prima de riesgo incorporada en la tasa de interés tiene fuerte impacto en el
sector real de la economía, a través del nivel de inversiones factibles a que da
lugar al nivel de tasa de interés predominante. La presencia de un riesgo
sistemático para el país, juega como un impuesto.
El riesgo país se ha convertido en una variable fundamental ya que, por un lado,
es un indicador de la situación económicas del país en cuestión y de las
expectativas de las calificadoras de riego con respecto a la evolución de la
economía en el futuro, por otro lado, el riesgo país determina el costo de
endeudamiento que enfrenta el gobierno.
Esto es fundamental y tiene dos fuertes:
En primer lugar, mientras más alta sea la calificación de riesgo país, mayor va a
ser el costo de endeudamiento, y mientras mayor sea este costo, menor va a ser
la maniobrabilidad de la política económica y mayor el riesgo de incumplimiento, lo
que a su vez elevará el mismo riesgo país.
En segundo lugar, un elevado riesgo país influirá en las decisiones de inversión, lo
que determinará un menor flujo de fondos hacia el país y una mayor tasa de
interés global. Es decir, que no solo eleva el costo de endeudamiento del
gobierno, sino que también eleva el costo de endeudamiento del sector privado,
con efectos sobre la inversión, el crecimiento y el nivel de empleo.