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JACK EL DESTRIPADOR

Jack el Destripador

Jack el Destripador

«Un posible sospechoso», caricatura publicada por el Illustrated


London News el 13 de octubre de 1888, en la que aparece
representado el Comité de Vigilancia de Whitechapel en su búsqueda
de Jack el Destripador.

Información personal

Nombre en
Jack the Ripper 
inglés

Nacimiento desconocido

Fallecimiento desconocido
desconocido

Nacionalidad desconocida

Información profesional

Ocupación Asesino en serie 

Información criminal

Situación penal Jamás fue atrapado; mató a cinco mujeres pero se


le atribuyen más víctimas. La policía
de Whitechapel considera que no fue solamente
una persona la que cometió los atroces asesinatos.

[editar datos en Wikidata]

Jack el Destripador (en inglés: Jack the Ripper) es el nombre dado a


un asesino en serie sin identificar al que se le atribuyen al menos cinco
homicidios en el barrio londinense de Whitechapel (East End) en 1888, y
cuyo modus operandi estuvo caracterizado por cortes en la garganta,
mutilaciones en las áreas genital y abdominal, extirpación de órganos y
desfiguración del rostro1 de mujeres que se dedicaban a la prostitución.
A mediados del siglo XIX, el East End de Londres tenía sobrepoblación y su
nivel de calidad de vida era mísero. 2 La situación empeoró con la proliferación
de barrios de clase baja con notables índices de pobreza, violencia,
alcoholismo y prostitución.3 Antes de los asesinatos, Whitechapel era asociado
con casos de antisemitismo, racismo, delincuencia, disturbios y privación.4 Si
bien la Policía Metropolitana de Londres imputó solo cinco asesinatos al mismo
individuo, sus registros incluyeron seis crímenes más que conformaron
el expediente de Whitechapel.51 Entre 1887 y 1891, la prensa atribuyó otra
serie de homicidios al Destripador, aunque existen discrepancias sobre este
vínculo.
Pese a que se investigó aproximadamente a trescientos sospechosos, 6 la
investigación policial resultó ineficaz en el esclarecimiento de la identidad del
asesino serial, y fue objeto de burla y polémica por parte de la prensa. 7 Esto
derivó en el establecimiento de un comité ciudadano encargado de patrullar las
calles de Whitechapel, identificar a posibles sospechosos e investigar por su
cuenta los asesinatos.8 Aunque el autor de los crímenes nunca fue identificado,
surgieron varias teorías y sospechas por parte de la policía, prensa y autores
para explicar los posibles conocimientos quirúrgicos, 9 profesión u ocupación
y salud mental del homicida.10 Algunos de los sospechosos a los que se
investigó fueron Montague Druitt,11 Severin Klosowski,12Aaron Kosminski13
y Francis Tumblety.14 La policía recibió al menos tres cartas supuestamente
firmadas por el asesino, en las que este se mofaba de las investigaciones y
amenazaba con seguir asesinando a prostitutas. Una de las misivas estaba
firmada por «Jack el Destripador» y a partir de ese entonces el asesino
comenzó a ser referido por este apodo. 15
El mito de Jack el Destripador ha sido el concepto central de varias obras
literarias, artísticas y cinematográficas que, por lo general, combinan hechos
reales con elementos ficticios y de terror, ayudando a consolidar una alegoría
en torno al homicida que prevalece en la época contemporánea.

Índice

Contexto histórico[editar]
A mediados del siglo XIX, las principales demarcaciones británicas, entre ellas
el East End de Londres —donde se encuentra Whitechapel—,
tenían sobrepoblación16 debido al flujo de inmigrantes irlandeses y al arribo de
refugiados judíos del este de Europa y de la Rusia imperial a partir del año
1882.2 Este problema repercutió en el decaimiento de los niveles de empleo y
calidad de vida y llevó a la proliferación de una amplia clase baja1716
caracterizada por la pobreza, el crimen y la violencia, el alcoholismo y la
prostitución. De acuerdo a estimaciones de la Policía Metropolitana de Londres,
en octubre de 1888 había 62 burdeles y 1200 prostitutas en Whitechapel.3
También, eran comunes las manifestaciones y protestas por la situación
económica entre 1886 y 1890, entre las cuales sobresalió el Domingo
Sangriento de 1887.1819
Whitechapel tenía particularmente mala reputación por los casos
de antisemitismo, racismo, delincuencia, disturbios sociales y suma pobreza. 20
Tal percepción como reducto de inmoralidad llegó a su punto álgido en 1888,
cuando la prensa comenzó a dar una cobertura sin precedentes a una serie de
grotescos y atroces homicidios atribuidos a «Jack el Destripador». 2116

Asesinatos[editar]
Artículo principal: Asesinatos de Whitechapel
Si bien la elevada cantidad de ataques contra mujeres del East End en esa
época complicó la averiguación de cuántos de esos asesinatos habían sido
cometidos por un mismo individuo,22 la Policía Metropolitana de Londres
identificó once homicidios ocurridos en Whitechapel entre abril de 1888 y
febrero de 1891.52324 Aunque no había certeza para asegurar que todos habían
sido obra de una misma persona, cinco de ellos sí tenían varios elementos en
común y se atribuyeron a Jack el Destripador, cuyo modus operandi se
caracterizaba por cortes en la garganta, mutilaciones en el área genital y
abdominal, extirpación de órganos y desfiguración del rostro. 1 Estos asesinatos
suelen denominarse «los cinco canónicos» para distinguirlos del resto del
expediente de Whitechapel;25 no figuran entre ellos los dos primeros casos: las
muertes de Emma Elizabeth Smith y Martha Tabram.26
Smith fue asaltada y abusada sexualmente en la calle Osborn del citado barrio
el 3 de abril de 1888. Murió al día siguiente en el London Hospital
por peritonitis ocasionada por la inserción de un objeto desafilado en su
vagina.272829 En su declaración, ella dijo que había sido atacada por dos o tres
hombres, uno de los cuales era un adolescente, 29 razón por la que se descartó
este caso del expediente del Destripador.3031 Tabram murió el 7 de agosto del
mismo año, víctima de 39 puñaladas. Si bien la policía lo asoció con los cinco
canónicos debido a la crueldad, la ausencia de un motivo aparente y la
cercanía de la zona donde ocurrió —George Yard, Whitechapel— con las de
las otras muertes,30 en realidad el ataque difería del modus
operandi anteriormente señalado: Tabram no tenía cortes en la garganta ni el
abdomen, y sus heridas no seguían el patrón identificado en el expediente de
los cinco canónicos.32
Los cinco canónicos[editar]
La policía encontró el cuerpo de la primera víctima canónica, Mary Ann Nichols,
a las 3:40 de la mañana del viernes 31 de agosto de 1888, en Buck's Row —
actual calle Durward—, Whitechapel. Tenía un par de cortes en la garganta, el
abdomen parcialmente rasgado con una profunda hendidura y varias incisiones
hechas con el mismo cuchillo.3334
El cadáver de Annie Chapman apareció días después, el sábado 8 de
septiembre, aproximadamente a las 6 de la mañana, cerca de la entrada del
patio interior de la calle Hanbury, Spitalfields. Tenía dos incisiones en la
garganta al igual que ocurriera con Nichols.35 Sin embargo, en el caso de
Chapman su vientre había sido completamente apuñalado y le habían
extirpado el útero.36 Un testigo afirmó haber visto a Chapman media hora antes
del hallazgo junto con un hombre de cabello oscuro y con apariencia de un
«gentil venido a menos».3738
Los asesinatos de Elizabeth Stride y de Catherine Eddowes ocurrieron en la
madrugada del domingo 30 de septiembre; el cuerpo de la primera fue
descubierto a la 1 en Dutfield's Yard —actual calle Henriques— y tenía un corte
en el lado izquierdo del cuello que le dañó la arteria carótida. Sin embargo, no
presentaba incisiones en el abdomen, lo cual planteó dudas sobre la autoría del
Destripador, o si en todo caso este había sido interrumpido durante el ataque. 39
Aunque testigos declararon haber visto antes a Stride con un hombre, sus
testimonios tuvieron irregularidades: unos dijeron que el acompañante era rubio
y otros que era de tez más oscura; e inclusive unos afirmaron que vestía de
forma andrajosa, pero otros argumentaron lo contrario. 40 Cuarenta y cinco
minutos después, la policía halló el cadáver de Eddowes en Mitre Square, en
la City de Londres. Tenía la garganta cortada, una incisión profunda y extensa
en el abdomen y le habían extirpado el riñón izquierdo y la mayor parte del
útero. Joseph Lawende, vecino que dijo haber pasado por esa calle con dos
amigos poco antes del asesinato, declaró que había visto a una mujer con un
hombre rubio y de aspecto descuidado.41 No obstante, sus amigos no pudieron
avalar esa descripción.4142 Se encontró el delantal ensangrentado de Eddowes
cerca de la entrada de un edificio de apartamentos, en la calle Goulston, y un
grafiti en la pared —justo encima de donde estaba la prenda— que parecía
implicar a un judío aunque no se pudo comprobar si el grafiti había sido escrito
por el homicida o si se trataba de una simple coincidencia, 434445 ya que este tipo
de textos ilícitos eran comunes en Whitechapel en esa época. Charles Warren,
comisionado de la policía, pidió que retiraran el grafiti antes del amanecer bajo
la sospecha de que habría incitado protestas antisemitas. 46
Finalmente, la policía encontró el cuerpo mutilado y destripado de Mary Jane
Kelly sobre la cama de su recámara en Miller's Court, Spitalfields, 5 a las 10:45
de la mañana del viernes 9 de noviembre. Tenía un corte que iba desde la
garganta hasta la espina dorsal y le habían extraído todos los órganos
abdominales y el corazón.5
Los cinco asesinatos canónicos ocurrieron por la noche, generalmente durante
un fin de semana y al término de un mes.47 También puede deducirse que cada
asesinato resultó más severo que el anterior, excepto el de Stride, cuyo ataque
presumiblemente fue interrumpido.4849 El cuerpo de Nichols tenía todos sus
órganos, pero a Chapman y Eddowes le extrajeron el útero, mientras que esta
última y Kelly presentaban mutilaciones en el rostro.
El vínculo entre estos cinco crímenes se remonta a documentos posteriores en
los que son excluidos de otros asesinatos. 5051 Por ejemplo, en una carta escrita
por el médico forense Thomas Bond al encargado del CID —sigla en inglés del
Departamento de Investigación Criminal— de Londres, y que data del 10 de
noviembre de 1888, ya aparecen relacionadas las cinco víctimas canónicas. 10
Para algunos analistas, ciertos asesinatos de Whitechapel indudablemente
fueron obra del mismo individuo, pero en otros actuó un número desconocido
de homicidas.52 Tal fue el caso de los autores Stewart P. Evans y Donald
Rumbelow, que catalogaron al expediente de los canónicos como «el mito del
Destripador» al considerar que, si bien los casos de Nichols, Chapman y
Eddowes guardan similitudes entre sí, no hay evidencia de que los asesinatos
de Stride y Kelly hubiesen sido cometidos por la misma persona. 53 Inclusive hay
quienes argumentan que el homicidio de Tabram sí encaja con el expediente
de los canónicos.1 El doctor Percy Clark, auxiliar del médico forense George
Bagster Phillips, concluyó que tres de las muertes habían sido cometidas por el
mismo individuo, mientras que el resto había sido obra de «individuos de mente
débil ... con la convicción de imitar [la serie original de crímenes]». 5455 Aunque
el nuevo encargado del CID, Melville Macnaghten, señaló categóricamente en
un reporte que «el asesino de Whitechapel tuvo cinco víctimas, nada más», 5048
hay que hacer notar que Macnaghten había entrado en la policía un año
después de las muertes canónicas y que su memorándum incluía errores en la
descripción de los posibles sospechosos.56
Resto del expediente[editar]
Kelly es considerada como la última víctima del Destripador, cuya ola de
crímenes debió cesar ya sea por su muerte, arresto o migración. 57 No obstante,
el expediente de Whitechapel incluye otros cuatro homicidios ocurridos
después de los cinco canónicos.
La policía encontró el cuerpo de Rose Mylett en Clarke's Yard, calle
High, Poplar, el 20 de diciembre de 1888. Aunque había sido estrangulada no
mostraba indicios de forcejeo, motivo por el que pensaron que se había
ahorcado accidentalmente en estado de ebriedad, o que se había suicidado. 58
Pese a lo anterior, el perito concluyó que Mylett había sido asesinada. 5859
Casi seis meses después, el 17 de julio de 1889, el cadáver de Alice McKenzie
apareció en Castle Alley, Whitechapel. Tenía una herida en la arteria carótida
izquierda y varias contusiones y cortaduras leves. Uno de los forenses que
examinó el cuerpo, Thomas Bond, creyó que se trataba de una víctima más del
Destripador, aunque su compañero George Bagster Phillips opinó lo contrario
al haber revisado los cadáveres canónicos.6061 Algunos autores opinaron que el
homicida de McKenzie había imitado el modus operandi de Jack para despistar
a la policía,62 pero otros aseguraron que era obra del Destripador. 63
El asesino de la siguiente mujer de Whitechapel la decapitó y le amputó las
piernas, y arrojó el torso mutilado debajo de un arco ferroviario en la calle
Pinchin. En el lugar del hallazgo, el 10 de septiembre del mismo año, la policía
encontró varias partes dispersas del cuerpo, por lo que no pudo validarse que
la hubieran asesinado ahí.6465 El cadáver de la última víctima del expediente de
Whitechapel también apareció debajo de un arco ferroviario el 13 de febrero de
1891, en la calle Swallow Gardens. Su cuerpo estaba intacto excepto por un
corte en la garganta. Algunos testigos dijeron haber visto poco antes a la mujer
con un tipo, llamado James Thomas Sadler, a quien la policía luego localizó y
arrestó por el delito de asesinato. Incluso se llegó a pensar que él era Jack el
Destripador.66 Sin embargo, fue absuelto de los cargos y puesto en libertad el 3
de marzo por falta de pruebas incriminatorias.66
Otras supuestas víctimas[editar]
Además de los once asesinatos de Whitechapel, la opinión pública atribuyó
otros homicidios a Jack el Destripador, aunque en algunos casos no hubo
evidencia para corroborar que dichas muertes hubiesen ocurrido. Tal fue el
caso del asunto «Fairy Fay»,67 nombre con el que se le conoció a una supuesta
víctima hallada el 26 de diciembre de 1887 con «una estaca en el abdomen». 68
69
No existen registros de la policía de ningún homicidio ocurrido durante la
temporada navideña de ese año,24 y varios autores coinciden en que este
homicidio jamás sucedió.6770 Una explicación señaló que la prensa se había
equivocado al reportar el asesinato de Smith, una de las víctimas canónicas
que tenía un palo u objeto desafilado en la vagina, y por error había dado
origen al caso «Fairy Fay».67 Hubo casos en que las víctimas salían con vida
del presunto ataque del Destripador, como Annie Millwood, que ingresó el 25
de febrero de 1888 a la enfermería de la workhouse de Whitechapel con
heridas de puñaladas en las piernas y la parte baja del abdomen. 71 Aunque fue
dada de alta, murió el 31 de marzo debido a causas naturales; 70 Ada Wilson,72
que sobrevivió a dos puñaladas en el cuello el 28 de marzo del mismo año; 73 o
Annie Farmer, que vivía con Tabram en la misma hostería 74 y tenía un corte
superficial en el cuello, posiblemente autoinfligido, tras ser atacada el 21 de
noviembre.7475
La prensa se refirió como «el misterio de Whitehall» al hallazgo del torso
decapitado de una mujer en el sótano de las nuevas oficinas de la Policía
Metropolitana, en la calle Whitehall, el 2 de octubre de 1888. Anteriormente el
brazo de la víctima había sido encontrado flotando en el río Támesis, cerca
de Pimlico, y una de sus piernas yacía enterrada cerca de donde estaba el
torso.76 Ya que la policía no pudo encontrar el resto de extremidades ni la
cabeza, jamás pudo ser identificada. Tanto el caso de Whitehall como el de la
calle Pinchin —uno de los once del expediente de Whitechapel— involucraban
el hallazgo de torsos mutilados de mujeres, razón por la que se les catalogó
como «los misterios del Támesis», atribuidos a un solo homicida apodado
como «el asesino de los torsos».77 No ha podido comprobarse que este último
haya sido el mismo Destripador de las muertes canónicas, 77 pero el modus
operandi del asesino de los torsos difería del de Jack.78 Una tercera mujer,
cuyas extremidades fueron recogidas del río Támesis entre el 2 y el 25 de junio
de 1889, podría tratarse del tercer asesinato del homicida del torso. 79
El 29 de diciembre de 1888 se halló el cuerpo de John Gill, un niño de siete
años, en Manningham, Bradford. De forma parecida a Kelly —la última de las
víctimas canónicas—, tenía las piernas heridas y una oreja amputada, el
abdomen seccionado y le habían extraído los intestinos y el corazón. La prensa
especuló que había sido obra del Destripador, 80 y aunque el empleador del
niño, el lechero William Barrett, fue arrestado en dos ocasiones al ser acusado
por evidencia circunstancial, al final fue puesto en libertad 80 y la policía no
procesó a ningún otro sospechoso.80
El cadáver de la estadounidense Carrie Brown apareció el 24 de abril de 1891
en Nueva York y, además de haber sido estrangulada, tenía un tenedor
incrustado en la ingle y cortaduras superficiales en las piernas y la espalda.
Aunque el cuerpo tenía todos sus órganos, la policía encontró un ovario en su
cama. Cabe señalarse que, al igual que ocurriera en el East End de Londres,
Nueva York tuvo un flujo considerable de inmigrantes irlandeses en 1860. 81 Si
bien la prensa comparó este homicidio con los de Jack el Destripador, la Policía
Metropolitana de Londres descartó cualquier vínculo entre estos. 82

Investigación[editar]
Los documentos policíacos sobre los asesinatos de Whitechapel permiten
conocer cómo era el procedimiento de investigación en la época victoriana: 83
para recabar información, un extenso equipo de oficiales iban de casa en casa
y sondeaban a los vecinos. El material forense mientras tanto era analizado por
personal calificado. Cuando se identificaba a los sospechosos, la investigación
se hacía más a fondo y, dependiendo de los resultados obtenidos, se decidía
ya sea procesarlos o descartarlos del expediente. Desde entonces ha sido el
método utilizado en las investigaciones policíacas contemporáneas. 83 En
relación con los asesinatos de Whitechapel, la policía entrevistó a más de dos
mil personas, investigó aproximadamente a trescientas, y detuvo a ochenta. 6 La
división criminal del Departamento de Investigación (CID) de la Policía
Metropolitana de Whitechapel (H), encabezada por el inspector Edmund Reid,
llevó a cabo las investigaciones de los primeros dos casos del expediente de
Whitechapel. Tras la muerte de Nichols, la oficina central de Scotland
Yard envió a los inspectores Frederick George Abberline, Henry Moore y Walter
Andrews para esclarecer el caso. La policía de la City de Londres se involucró
a partir del homicidio de Eddowes, por medio del detective James McWilliam. 5
Pese a lo anterior, las investigaciones se vieron obstruidas debido a que el
encargado recién electo del CID, Robert Anderson, había solicitado una
licencia de trabajo en Suiza entre el 7 de septiembre y 6 de octubre de 1888,
período en que ocurrieron los homicidios de Chapman, Stride y Eddowes. 84 Por
tal motivo Charles Warren, comisionado de la Policía Metropolitana, nombró
a Donald Swanson como coordinador de las investigaciones de Scotland
Yard.8586 Insatisfechos con el esfuerzo policial, un grupo de ciudadanos del East
End de Londres comenzó a patrullar las calles bajo el mote de «Comité de
Vigilancia de Whitechapel», cuyo objetivo era encontrar a posibles
sospechosos de los asesinatos. Además de contratar a detectives privados
para entrevistar a presuntos testigos, le sugirieron al gobierno que ofreciera
una recompensa a cambio de información sobre el homicida, a manera de
alternativa para recabar más información. 8
Debido al tipo de heridas de las víctimas, la policía consideró inicialmente como
sospechosos a los carniceros, cirujanos y médicos.87 De acuerdo a un reporte
elaborado por el inspector Swanson y dirigido a la oficina central, se visitaron
76 carnicerías y mataderos e investigaron a sus empleados durante seis
meses.88 Esta hipótesis venía reforzada por la propia reina Victoria, para quien
el culpable debía ser un carnicero o ganadero proveniente de alguna de las
embarcaciones de ganado que operaban entre Londres y la Europa
Continental,8990 tomando en cuenta la cercanía de Whitechapel respecto a los
muelles de Londres91 y el atraco de estos barcos cada jueves o viernes, y su
partida el sábado o domingo, lo cual coincidía con los días en que habían
ocurrido las muertes.92 Pese a lo anterior, lo cierto es que ninguno de los
asesinatos ocurrió durante alguna de las fechas de arribo de los barcos, lo cual
llevó a la policía a desestimar esta conjetura. 93
Perfil criminal[editar]
A finales de octubre, Anderson le pidió al médico forense Thomas Bond que
evaluara las heridas de las víctimas y ofreciera su punto de vista con respecto
a los posibles conocimientos quirúrgicos del homicida. 994 Bond elaboró su
dictamen basándose en el examen del cadáver con mayores mutilaciones y los
registros de autopsia del resto de las víctimas canónicas.10 Su descripción,
considerada como uno de los perfiles criminales más antiguos de los que se
tenga registro,95 decía textualmente:
No cabe duda que los cinco asesinatos fueron cometidos por la misma mano. En las primeras cuatro
[víctimas], las gargantas parecen haber sido cortadas de izquierda a derecha y en la última, debido a
la extensa mutilación, es imposible decir en qué dirección se hizo el corte fatal, aunque se encontró
sangre arterial en la pared, salpicada cerca de donde la cabeza de la mujer debió haber estado.
Las circunstancias en torno a los asesinatos me llevan a deducir que las mujeres estaban
recostadas al momento de ser asesinadas, y en todos los casos [el homicida] cortó primero la
garganta.10

Bond rechazó la idea de que el asesino contara con conocimientos científicos o


anatómicos, o «el entendimiento técnico de un carnicero o matarife», 10 y en
cambio argumentó que debía tratarse de un hombre solitario, sujeto a «ataques
periódicos de manía homicida o erótica» e hipersexual dado el tipo de
mutilaciones.10 También señaló que «el impulso homicida podría haber surgido
de alguna condición mental de venganza o melancolía, o una manía religiosa,
aunque no creo que ninguna de estas hipótesis sea [procedente]». 10
Si bien no hubo evidencia alguna de actividades sexuales entre el asesino y
sus víctimas,196 algunos psicólogos supusieron que la penetración de las
víctimas con un cuchillo y «la exhibición de los cadáveres en posiciones
sexualmente degradantes con las heridas expuestas» son indicativos de que el
responsable obtenía placer sexual con los ataques, 197 aunque para otros
especialistas dicha suposición no puede ser comprobada. 9899

Sospechas[editar]
Artículo principal: Sospechas de la identidad de Jack el Destripador
Ante la escasez de evidencia forense y las varias contradicciones de fuentes
contemporáneas sobre el caso, resulta casi imposible esclarecer la identidad
de Jack el Destripador.100 Aunque existen análisis de ADN realizados a partir de
las cartas atribuidas al homicida, lo cierto es que sus resultados no fueron
concluyentes101 y ya están demasiado adulterados como para proporcionar
algún dato útil.102 Pese a lo anterior, existen varias teorías sobre la identidad de
Jack el Destripador.103104 Una de las más difundidas en esa época señalaba que
el asesino debía vivir en Whitechapel y tener un empleo estable, ya que los
crímenes ocurrieron en fines de semana próximos a fechas festivas, y en calles
cercanas entre sí.105106 También se pensó que el responsable podía ser un
hombre culto y de clase alta, posiblemente un doctor o aristócrata, que había
llegado al barrio procedente de un sector más opulento, 107 aunque dichas
suposiciones podrían haber obedecido a estereotipos culturales como el temor
a los médicos, la desconfianza en la ciencia, o la explotación de los pobres por
los ricos.108
En los años siguientes a los asesinatos, los registros señalan que la policía
tenía sospechas de cualquier persona que estuviese remotamente vinculada
con el caso, así como de varias celebridades que ni siquiera habían sido
investigadas en la pesquisa original. Con el paso del tiempo, y la muerte de
aquellos que vivían en esa época, autores contemporáneos han tenido soltura
para acusar a cualquiera «sin necesidad de evidencia histórica». 109 Si bien
un memorándum de Meville Macnaghten de 1894 contenía los nombres de tres
sospechosos referidos en los registros policíacos de entonces, lo cierto es que
la evidencia contra ellos era meramente circunstancial y por lo tanto no fueron
procesados.110 En total hubo más de cien sospechosos de ser el Destripador, 103
104
entre los cuales estaban Montague Druitt,11 Severin Klosowski,12 Aaron
Kosminski13 y Francis Tumblety.14 Otros, sin embargo, fueron vinculados
solamente por la prensa, como William Bury,111 Thomas Neill Cream,112 Robert
D'Onston Stephenson113 y Frederick Deeming.114

Cartas[editar]
La prensa y la policía recibieron numerosas cartas en el transcurso de los
asesinatos de Whitechapel,115 y si bien algunas consistían en propuestas para
ayudar a la captura del asesino, la mayoría no tuvieron utilidad en la
pesquisa.116117118 No obstante, cientos de dichas cartas supuestamente eran de
la autoría del Destripador,119 y tres de ellas resultaron notables: la carta
«Querido jefe», la postal «Saucy Jacky» y la carta «Desde el infierno».120
La carta «Querido jefe» data del 25 de septiembre de 1888 y fue recibida
inicialmente por la Central News Agency el 27 de septiembre, fecha que
coincidía con el matasellos. El medio informativo le reenvió el documento a
Scotland Yard dos días después.121122123124 Al principio se le consideró como
un bulo, sin embargo el documento cobró notoriedad después del hallazgo del
cuerpo de Eddowes, puesto que el cadáver carecía de una oreja y la carta,
enviada tres días antes del asesinato, incluía la amenaza de «cercenar las
orejas de la dama».125 Pese a lo anterior, las investigaciones concluyeron que
la oreja de Eddowes había sido incidentalmente cortada por el asesino durante
su ataque. A lo anterior se suma el hecho de que el documento también
afirmaba que el autor habría de enviar las orejas de su víctima a la policía, lo
cual no ocurrió.126 La importancia de esta carta radica igualmente en que su
autor usó por primera vez el mote «Jack el Destripador» para referirse a sí
mismo, y desde entonces la prensa y policía, que solían llamarlo «Mandil de
cuero»,127 comenzaron a denominarlo así.15 Algunas fuentes señalaron que el
apodo en realidad había sido utilizado originalmente en una carta del 17 de
septiembre del mismo año,128 sin embargo no hubo consenso en validar esta
suposición y se le consideró como un bulo en los registros del siglo XX de la
policía.129
De igual forma la Central News Agency recibió la postal «Saucy Jacky» el 1 de
octubre, fecha del matasellos. Cabe señalarse que la caligrafía y el tono eran
similares a los de la carta «Querido jefe».130131 El autor aseguraba que dos
víctimas más habían sido asesinadas en sitios cercanos entre sí, y calificaba el
homicidio como «un doble evento», supuestamente en alusión a las muertes de
Stride y Eddowes.132 Aunque se llegó a pensar que la carta había sido enviada
antes de que la policía hiciera públicos los asesinatos, de manera que hubiera
sido improbable que alguien más tuviera conocimiento del doble evento en ese
momento,133 lo cierto es que la fecha del matasellos indicaba que su autor
había enviado el documento más de 24 horas después de las muertes, cuando
ya los medios daban cobertura de lo sucedido a la población. 132134
George Lusk, líder del Comité de Vigilancia de Whitechapel, recibió la carta
«Desde el infierno» el 16 de octubre. No obstante, al ser comparada con las
cartas anteriores, el documento tenía otra caligrafía y estilo de redacción. 135 La
carta venía en una pequeña caja que también contenía la mitad de un riñón
preservado en etanol,135 y el autor aseguraba que se había comido el resto del
órgano frito. Aunque algunas fuentes dedujeron que el riñón le pertenecía a
Eddowes, cuyo cadáver carecía de dicho órgano, otras referencias concluyeron
que se trataba solamente de una broma macabra. 136137 El cirujano
inglés Thomas Openshaw, del London Hospital, examinó el riñón y determinó
que sí era humano y provenía del costado izquierdo de la víctima. No obstante,
fue incapaz de establecer otra característica biológica. 138 Más tarde el médico
recibió otra carta firmada por el Destripador.139
Scotland Yard publicó el 3 de octubre facsímiles de la carta «Querido Jefe» y
de la postal con la esperanza de que alguien reconociera la caligrafía. 140 En
opinión de Warren: «creo que todo esto se trata de un bulo, pero estamos
obligados de cualquier forma a encontrar al autor [de los documentos]». 141 El 7
de octubre, George R. Sims explicó en el rotativo dominical Referee que la
carta había sido escrita por un periodista para acrecentar la popularidad de un
periódico.142 Basándose en esa hipótesis, la policía confirmó poco después
haber identificado a un periodista como el responsable de las misivas, 143
llamado Tom Bullen, según una carta enviada por el inspector John Littlechild a
George R. Sims el 23 de septiembre de 1913.144 No fue sino hasta 1931 que el
periodista Fred Best confesó que él y un colega de The Star habían escrito las
cartas firmadas por Jack el Destripador con tal de acrecentar el interés en los
homicidios de Whitechapel y «mantener vivo el negocio». 145

Medios de comunicación[editar]
Aunque Jack el Destripador no fue el primer asesino serial, sus crímenes
tuvieron una cobertura mediática sin precedentes 57146 gracias a las reformas
fiscales aprobadas en los años 1850 que favorecieron la distribución masiva de
rotativos de bajo precio.147 Durante la época victoriana este tipo de
publicaciones tuvo un mayor auge, e incluyó a periódicos con precios tan
asequibles como medio penique y revistas populares como Illustrated Police
News, que encauzaron sus esfuerzos en dar publicidad al homicida. 148
Los periodistas eran conscientes de que la información que podían publicar
sobre los crímenes de Whitechapel era escasa, tal y como reconoció el
diario Manchester Guardian al señalar que «cualquier información que pueda
estar en posesión de la policía pareciera que necesitan conservarla en
secreto... Se cree que su atención está particularmente dirigida a... un notorio
personaje conocido como "Mandil de cuero"».149 La sensación de frustración de
ciertos medios en relación con los pocos detalles que se conocían de las
investigaciones policíacas propició que las publicaciones se vieran desprovistas
de veracidad.57150 Fue así como surgieron descripciones ficticias del asesino, 151
pese a que algunos reporteros ocasionalmente desmentían los falsos rumores
al considerarlos como «consecuencia de la mítica excrecencia fantasiosa del
periodista».152 Ante la difusión de estas notas erráticas, algunos comenzaron a
realizar conjeturas basándose en las afirmaciones de la prensa; por ejemplo, la
policía arrestó a John Pizer, un vendedor judío de calzado de cuero que era
conocido por el mote de «Mandil de cuero»,153 el mismo usado por
el Manchester Guardian para referirse al Destripador. Una vez confirmada la
inexistencia de evidencia que lo relacionara con los crímenes, Pizer fue
liberado.154153
No fue sino hasta la publicación de la carta «Querido jefe» que los medios
comenzaron a utilizar el mote «Jack el Destripador» en vez de «Mandil de
cuero» para referirse al homicida.127 El nombre «Jack» ya era usado para
describir a otro criminal de Londres: «Jack el saltarín», que supuestamente
saltaba por encima de los muros para atacar a sus víctimas y luego escapaba
de similar manera.155 Con el tiempo se volvió costumbre que la prensa adoptara
apodos para referirse a homicidas, como ocurrió con el hachero de Nueva
Orleans, el estrangulador de Boston, el francotirador de Beltway, el Destripador
francés,156 el Destripador de Düsseldorf,157158 el Destripador de Camden,159 Jack
the Stripper,160161 el Destripador de Yorkshire162163164 y el Destripador de
Rostov.165166
Impacto en la cultura de masas[editar]
Los crímenes cometidos por Jack el Destripador dirigieron la atención hacia el
bajo nivel de calidad de vida imperante en el East End en aquellos años, 167
ocasionado por sus barrios bajos superpoblados e insalubres. 168 Si bien varios
de estos barrios fueron desalojados y demolidos,169 todavía se preservan
algunas de sus calles y edificaciones que suelen ser visitados por turistas
interesados en el mito del Destripador. 170 Se tiene noción de que uno de estos
inmuebles, el pub The Ten Bells ubicado en la calle Commercial, era
frecuentado por Kelly.171 En 2015 abrió sus puertas el Museo de Jack el
Destripador en el este de Londres.172
La alegoría del Destripador como una figura fantasmagórica o monstruosa pasó
a convertirse en «el coco de los niños» inmediatamente después de los
asesinatos.173 En los años 1920 y 1930 era representado en el cine como un
misterioso hombre vestido de forma ordinaria que atacaba a gente
despreocupada,174 mientras que en la década de 1960 era «el símbolo de una
aristocracia nociva»174 mediante la personificación de un noble con sombrero
de copa que representaba a las clases bajas explotadas por
el establishment.175 Con el transcurso del tiempo la imagen del Destripador
adoptó conceptos de terror como el manto de Drácula o la afición
de Frankenstein a la cosecha de órganos.176 A grandes rasgos, el mito del
asesino de Whitechapel se fue combinando con diversos géneros literarios que
abarcan desde la narrativa de Sherlock Holmes hasta el terror erótico
japonés.177
También ha servido como eje de numerosas obras literarias y audiovisuales
que generalmente combinan hechos reales con la ficción. 178 Esto lo ha llevado
a ser uno de los criminales de los que se han escrito más novelas y
publicaciones.103 Una de las primeras novelas publicadas sobre el caso lleva
por título The Curse Upon Mitre Square (1888). Fue escrita por John Francis
Brewer, que recurrió al asesinato de Eddowes como hilo conductor de su
trama.179180 En 1927 el cineasta Alfred Hitchcock estrenó la película muda The
Lodger: A Story of the London Fog, basada en la novela The Lodger (1913)
de Marie Belloc Lowndes, sobre una pareja de Londres que sospecha que su
inquilino es un asesino en serie cuyo modus operandi es muy similar al del
Destripador.181 Dicha novela habría de ser adaptada al cine en otras cuatro
ocasiones más: The Lodger (1932) por Maurice Elvey; The Lodger (1944)
por John Brahm; Man in the Attic (1953) por Hugo Fregonese; y The
Lodger (2009) por David Ondaatje. A su vez Robert Bloch redactó el relato
corto «Yours Truly, Jack the Ripper», publicado en 1943, en el que describió a
Jack el Destripador como un humano necesitado de sacrificios humanos para
preservar su inmortalidad.182 Una de las novelas controvertidas, aunque
exitosa, fue Jack the Ripper: The Final Solution (1976) de Stephen Knight, ya
que propuso una teoría conspirativa que implicó a la familia real británica,
la francmasonería y al pintor Walter Sickert.183184 Entre los escritores que han
redactado material sobre el mito del Destripador se encuentran Fredric
Brown, Gardner Fox, Philip José Farmer, Ramsey Campbell, Roger Zelazny185}
y, más recientemente, Stephen Hunter, este último con su novela I,
Ripper (2015).186 En cuanto a literatura en español, en 1945 la editorial Povi, de
Barcelona, distribuyó el tercer volumen de Sherlock Holmes. Memorias intimas
del rey de los detectives en donde el detective inglés ficticio trata de capturar a
Jack el Destripador.187
Jack también ha aparecido en manga y anime. Tiene una representación en la
saga Fate, y aparece como uno de los representantes de la humanidad
en Shuumatsu no Valkyrie.
En la industria cinematográfica, algunas producciones sobre el mito del
Destripador son Die Büchse der Pandora (1929) dirigida por Georg Wilhelm
Pabst; Jack the Ripper (1959) por Monty Berman y Robert S. Baker; A Study in
Terror (1965) por James Hill; y Desde el infierno (2001) por Albert
Hughes y Allan Hughes. Otros contenidos incluyen la puesta en escena The
Ruling Class (1968) de Peter Barnes;188 los episodios «The New Exhibit»
(1963) de la serie televisiva The Twilight Zone, en donde el encargado de un
museo de cera se obsesiona con cinco exhibiciones, entre ellas la figura de
Jack el Destripador, por lo que comienza a matar a otras personas con tal de
salvaguardar su integridad;189 y «Comes the Inquisitor» (1995) de Babylon 5, en
el que uno de sus personajes referido como Jack el Destripador es secuestrado
por alienígenas;190 la pintura Jack the Ripper's Bedroom de Walter Sickert;191 la
novela gráfica From Hell de Alan Moore y Eddie Campbell;192 y la canción Jack
the Ripper (1964) originalmente interpretada por el músico inglés Screaming
Lord Sutch.193 También en la película 6 de la franquicia "Detective Conan",
Detective Conan: el fantasma de Baker street uno de los personajes del
videojuego Comcon es Jack el destripador.
La «ripperología», término acuñado en los años 1970 por el filósofo y escritor
británico Colin Wilson, hace referencia a los estudios sobre los homicidios de
Jack el Destripador,194195 y existen periódicos que difunden los resultados de
dichas investigaciones, tales como Ripperana, Ripperologist y Ripper Notes.196

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