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Parashá #44 | devarim| Palabras/cosas

Aliyá #2 | Deuteronomio 1:12-21

No mostraréis parcialidad en el juicio; lo mismo oiréis al pequeño


que al grande. No tendréis temor del hombre, porque el juicio es
de Dios. Y el caso que sea muy difícil para vosotros, me lo traeréis
a mí, y yo lo oiré. (Deut. 1:17 LBLA)

¿QUIÉN NO FALLA EN EL JUICIO?


El hombre fue creado a ser como el Todopoderoso que evalúa y juzga
todas las cosas. La acción de juzgar viene de Él y es reflejado en los
hombres. Sin embargo, el juicio del hombre siempre será conforme a
su conocimiento y comprensión del asunto y por tanto todo juicio del
hombre es limitado. Es fácil que el hombre se equivoque en el juicio.
Cada vez que se equivoca en el juicio estará pervirtiendo la imagen del
Todopoderoso que es un Juez justo.

El hombre tiene la necesidad de juzgar diariamente en diferentes áreas


de la vida. Los padres tienen que juzgar cuando hay peleas entre los
hijos para que haya justicia y paz en el hogar. Pero no siempre se trata
de juzgar en litigios entre otros.

Cuando los hijos de Israel se peleaban entre ellos necesitaban jueces que
podía establecer la justicia y el orden y así crear la paz en el pueblo.
Moshé no tuvo tiempo para hacerlo sólo con todo el pueblo y le fue
necesario establecer cortes de justicia que le ayudaran en la tarea. Pero
estas cortes de justicia tenían que ser compuestas por varones muy
capacitados para juzgar y establecer la justicia. La tarea de juzgar es
necesaria pero muy difícil. Por esto es sumamente importante que el
juez no se apresure en el juicio sino que estudie el caso a fondo antes de
dictar sentencia.

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En los tratos entre los hombres es muy fácil que cada uno de nosotros
juzgue precipitadamente según un conocimiento limitado del caso. Es
muy fácil tomar una postura en contra de alguien por lo que se oye de
él sin saber realmente la verdad. Cuando hay poco conocimiento es
muy probable que el juicio sea precipitado e injusto. Si juzgamos a los
demás sin saber realmente las cosas corremos el riesgo de pervertir la
justicia y así dañamos la paz entre nosotros. Es mejor no juzgar cuando
uno no sabe mucho sobre algo y cuando uno no tiene la necesidad de
juzgar.

Si puedes evitar de juzgar, prefiéralo. Si tienes que juzgar, no te


precipites. Si no puedes juzgar, deja que lo haga el que sabe.

Kol tuv,
KETRIEL

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