La realidad del

La realidad del
niño golpeado
niño golpeado ante
ante la
la perspectiva
perspectiva
bíblica
bíblica
 La perspectiva
1. bíblica para el trato
con los hijos
Recordar que los hijos pertenecen a Dios
“De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo, y los que en él
habitan” (Sal 24:1)

Discernir que Dios pone gran valor en los niños

“De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo, y los que en él
habitan” (Sal 24:1)

Reconocer que los hijos están entre los regalos más

grandes de Dios a los padres
“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de
estima el fruto del vientre.” (Sal 127:3)

Tratar de entender cómo crecen los niños y que

cada niño es único
La Biblia exhorta a los padres a disciplinar y a corregir a sus hijos con amor
(Proverbios 13:24), con el propósito de formarlos en la disciplina del Señor
(Efesios 6:4), y hacer de ellos hijos que crezcan en el temor de Dios, que
reconozcan su voz e identifiquen, amen y obedezcan su voluntad.

El que detiene el castigo, a su Y vosotros, padres, no

hijo aborrece; Mas el que lo provoquéis a ira a vuestros
ama, desde temprano lo corrige. hijos, sino criadlos en disciplina
y amonestación del Señor.
Proverbios 13:24 Efesios 6:4
Dios demanda de los padres que sepan educar a los hijos, pero
conociendo la naturaleza y carácter del hombre, le advierte
"que no se apresure a destruirlo", ya que hacer a un niño
objeto de violencia y agresión es destruir su vida, su
perspectiva de lo que le rodea, su fe, su confianza en los
demás, y es destinarlo al más absoluto desamor que puede
existir.
 • Aquel que no controla su ira, la Biblia lo reconoce como necio (Proverbios
29:8; Santiago 1:20). Los padres que no controlan su ira, carecen del fruto del
Espíritu que Dios demanda de nosotros, a saber, el dominio propio.

• Sin éste, se cometen locuras que les harán ser aborrecidos por su hijo y por
todos los que les rodean (Proverbios 14:17).

“Los hombres “Porque la ira del hombre “El que fácilmente se

escarnecedores ponen la no obra la justicia de enoja hará locuras;
ciudad en llamas; Dios.” Y el hombre perverso será
Mas los sabios apartan la aborrecido”
ira” Santiago 1:20

Proverbios 29:8 Proverbios 14:17

 El daño hacia el niño
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golpeado
¿Qué es el maltrato hacia los niños?

"Es maltratado todo niño que recibe daño físico no accidental

como resultado de acciones u omisiones de sus padres
tutores, que violan las costumbres de la sociedad en el trato de
los niños, afectando su integridad y derechos humanos"
(Parker y Collmer, 1975).
Es una realidad el hecho de que diariamente hay niños que no
sólo están privados de los recursos fiscos, emocionales y
espirituales necesarios para su óptimo desarrollo, sino que
además están siendo dañados y marcados para el resto de su
vida, al crecer siendo víctimas del constante abuso de fuerza y
autoridad que lo golpea, lo maltrata y lo humilla
• El abuso de los padres en el castigo físico, expresa la ira no controlada, la cual
emana de una naturaleza pecaminosa y perversa, y sólo genera destrucción,
pena y más males" (Proverbios 16:19).

• Golpear a un niño no resuelve los problemas inmediatos sino que acarrea para
sí mismo, para la víctima y para todos los que le rodean, más males, más
problemas difíciles de controlar, y una separación de la gracia de Dios, puesto
que Dios abomina este tipo de injusticias.

“Mejor es humillar el espíritu con los humildes

que repartir despojos con los soberbios”

Proverbios 16:19
 Golpear a un niño es un acto de injusticia. La Biblia nos enseña que todo acto de
injusticia es pecado (I Juan 5:17). Por tanto, Dios no pasará por alto la agresión hecha
a un niño, sino que la ira de Dios se revela desde el cielo contra la impiedad e
injusticia de los hombres (Romanos 1:18). Dios pagará conforme a sus obras.
(Romanos 2:8-9).

Dios llamará a cuentas a estos padres a quienes les dio oportunidad de tener hijos y
formarlos en su camino, pero que abusando de su autoridad, les dañaron sus vidas,
trayendo consigo oprobio y abominación delante de los ojos de Dios.

“Toda injusticia es “Porque la ira de Dios se
revela desde el cielo contra
pecado; pero hay pecado
toda impiedad e injusticia de
no de muerte”
los hombres que detienen
con injusticia la verdad”
1 Juan 5:17
Romanos 1:18
“Pero ira y enojo a los que son
contenciosos y no obedecen a la
verdad, sino que obedecen a la
injusticia; tribulación y angustia
sobre todo ser humano que hace
lo malo, el judío primeramente y
también el griego”
Romanos 2:8-9
Esta es una situación que destina al niño a crecer en un clima de agresión,
violencia, impotencia y rebeldía reprimida que no sólo afecta a quien es la víctima
inmediata, sino que afecta a toda la sociedad por generaciones.

Algunas consideraciones:
• Existe una gran probabilidad de que el niño golpeado sea el padre golpeador en
el futuro.
• El niño golpeado crece con odio, amargura, violencia y deseos de venganza que
al no poder externarlos abiertamente a sus agresores (sus padres), lo hará con
todo y con todos los que le rodean.
• Las experiencias tan duras y traumáticas en el niño golpeado le llevan en su
vida adulta a buscar falsos escapes de "huida" y "'olvido" como lo son las drogas
y el alcoholismo.
 Cómo ayudar a los
3 niños que han sido
abusados
Los padres deben reconocer su pecado,
arrepentirse y decidir ser
transformados por Dios.
 La víctima debe saber que:
“Restaura a los de corazón quebrantado y cubre con vendas sus
heridas.” Salmo 147:3 (NVI)

• Jesús sufrió en la Cruz injusticias y humillación, entonces es capaz de identificarse por

completo con el o ella, que ha sido dañando y vejado en lo más profundo de su ser.

• Dios no dejará sin consuelo y sin restauración a todo aquel que en medio de su dolor y
desesperación, o que en medio de su vergüenza y arrepentimiento, se vuelve al Señor y
se refugia en Él.

“Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un

padre con sus hijos” Salmo 103:13
• Cómo creyentes y seguidores de Cristo podemos traer sanidad a un mundo
roto.

• Cómo iglesia debemos estar preparados para ayudar a los niños que sufren
todo tipo de abuso.

• Se debe orar y empezar a reclutar personas firmes en el Señor, íntegras y

sanas emocionalmente.

• Pasar un proceso de selección.

• Entrenamiento.
• Supervisión y evaluación
 Será mucho trabajo, pero solo así se hará un buen trabajo
que honrará al Señor y creará un ambiente seguro, donde las
familias puedan convertirse en discípulos leales y sanos para
el Señor.