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RELACIÓN DE CAUSALIDAD: CAUSA PRE-EXISTENTE Y CAUSA

SOBREVIVIENTES- DIAGNÓSTICOS DE HOMICIDIO, SUICIDIO Y


ACCIDENTE- LESIONES VITALES Y POST MUERTE-
IDENTIFICACIÓN DEL ARMA. SUPERVIVENCIA Y MOVIMIENTOS
POSIBLES- POSICIÓN DE LA VICTIMA. POSICIÓN DEL AUTOR-
NUMERO DE AGRESORES.

RELACIÓN DE CAUSALIDAD: CAUSA PREEXISTENTE Y CAUSA


SOBREVIVIENTES
CONCEPTO DE CAUSA Y CONCAUSA
El término de concausa significa “cosa que, juntamente con otra, es causa de
algún efecto”. Lo más frecuente es que el resultado de una lesión no sea debido a
una causa única, sino a la intervención de un conjunto de factores o causas que
intervendrán de forma dinámica produciendo un efecto o resultado determinado.
Por ello entramos de lleno en el concepto de causa principal y de concausas, cuya
diferencia sustancial está en que la causa principal reúne las condiciones de ser
necesaria y suficiente para producir un resultado, mientras que las concausas son
necesarias, pero no suficientes en la determinación del resultado.
Desde el punto de vista médico es conocido que diversos factores intervienen en
la producción de un resultado, pero en el ámbito de la medicina legal esta
interacción debe quedar establecida y delimitada. Así existirá una causa principal,
de relevancia jurídica, y otras que actúan modulando esta causa principal.
Parece claro que si sobre la causa principal se insertan, interactuando con ellas,
otras causas (concausas), el pronóstico médico va a sufrir unas alteraciones.
Estas pueden ir desde una prolongación del proceso curativo de las lesiones hasta
incluso la producción de la muerte.
Las concausas no solo son importantes desde el punto de vista sanitario por la
consiguiente prolongación en la evolución del proceso curativo, sino también
desde el punto de vista legal, incrementándose el tiempo de curación y la
posibilidad de aparición de secuelas que de modo habitual no hubieran aparecido.
Pero también el proceso penal puede sufrir una modificación al incrementarse el
tratamiento utilizado, los tiempos de curación y la incapacidad para el trabajo
habitual.
CLASIFICACIÓN DE LAS CONCAUSAS
Clásicamente las concausas se dividen en:
 Concausas preexistentes.
 Concausas concomitantes.
 Concausas posteriores.
Concausas preexistentes
Es lo que entendemos por estado anterior. Puede definirse como toda
predisposición patológica o disminución somática o funcional conocida o no que
una persona posee en el momento de sufrir una lesión que da origen a un litigio.
Ha de entenderse no solo como lesiones preexistentes sino como cualquier
predisposición genética o adquirida, que modifique la normal evolución de una
lesión.
Entre las causas preexistentes fisiológicas podemos citar, por ejemplo, los estados
de depleción o llenado de la vejiga o del estómago ya que por ejemplo el
comportamiento de estas vísceras es distinto cuando se encuentran repletas ante
un objeto penetrante o una lesión por deceleración brusca (accidente de tránsito,
precipitación).
CONCAUSAS CONCOMITANTES
Abarcarían todas aquellas circunstancias o procesos que actúan al mismo tiempo
que el agente principal o en periodos muy próximos al mismo. A este tipo de
concausas se les conoce también como complicaciones a corto plazo. El ejemplo
más representativo es la infección. En estos casos el periodo de curación se
alarga, requiere además tratamiento antibiótico y pueden aparecer alteraciones en
la cicatrización con el consiguiente efecto estético. Por ejemplo, en una mordedura
o en una quemadura donde con suma frecuencia se producen contaminaciones de
las mismas, impidiendo en el primer caso a la sutura de la misma y en el segundo
la aparición de cicatrices retractiles muy deformantes.
CAUSAS POSTERIORES
Son aquellas complicaciones que aparecen en el curso evolutivo de la lesión
cuando ha trascurrido un cierto tiempo desde que se produjo. Se suelen llamar
complicaciones tardías. Un ejemplo muy representativo de ellas es la presentación
de una embolia gaseosa en el curso de una fractura ósea o de una embolia grasa
en un gran traumatismo de partes blandas. Algunas de estas complicaciones
pueden llegar a ser mortales y al igual que las anteriores suelen alargar el tiempo
de curación y de tratamiento de una lesión.

DIAGNÓSTICOS DE HOMICIDIO, SUICIDIO Y ACCIDENTE


DIAGNÓSTICO DE MUERTE
SE DECLARA FALLECIDO:
A todo paciente con lesiones incompatibles con la vida o signos biológicos
evidentes de muerte clínica.
A aquel paciente en el que no se hayan iniciado maniobras de RCP en los
primeros 15 min. de PCR. Se exceptúan las situaciones de intoxicación o
sobredosis de drogas, ahogamiento e hipotermia, y en los niños en las que el
margen se ampliará.
A aquel paciente que no recupera la circulación espontánea tras 30 min. de RCP
avanzada. Se exceptúan las situaciones de intoxicación o sobredosis de drogas,
ahogamiento e hipotermia, y en los niños en las que el margen se ampliará.
En caso de duda, se comienza las maniobras de reanimación hasta encontrarse
en las circunstancias anteriores.
En el caso de que la dotación de la unidad carezca de médico, se solicitará el
apoyo de una unidad SVA o Jefe de División de Guardia.
Una vez diagnosticada la muerte del paciente por parte del facultativo, se procede
a:
Comunicar a la Central la necesidad de presencia Policial, si no se encuentra en el
lugar, no abandonando la escena hasta la llegada del patrulla.
Comunicar el fallecimiento a familiares, si se encuentran presentes, así como,
responder a las preguntas que sobre las maniobras de reanimación o
circunstancias del fallecimiento puedan surgir por parte de éstos.
Activar al Romeo de Guardia, si se precisase apoyo psicológico.
Cumplimentar el informe de asistencia entregándose, a la dotación policial
presente, la copia azul del mismo para comunicación al Juez de Guardia,
adjuntando registro electrocardiográfico.
Aportar la hora a la que se realiza el diagnóstico de muerte.
PCR O MUERTE SOSPECHOSA DE CRIMINALIDAD O VIOLENCIA
Se realizará el diagnóstico clínico según se ha especificado en apartado anterior.
Si se realiza reanimación, se tendrán las siguientes precauciones en el manejo de
la víctima, respetando en la medida de lo posible:
Manos: no se tocarán pulpejos, ni surcos ni lechos ungueales.
Orificios naturales, sobre todo si presentan lesiones o restos de sustancias.
Ropas.
Se cortarán, si procede, respetando marcas derivadas del mecanismo de lesión.
En el caso de desnudar a la víctima, se separará la ropa en una bolsa para su
entrega a policía. Se reflejará en el informe de asistencia, el lugar donde se
deposita y la filiación del depositante.
Se separará el material utilizado en la reanimación, del existente en el lugar de los
hechos, sobre todo si pudiera relacionarse con la etiología de la muerte
(jeringuillas en sobredosis, etc).
Si no se realiza reanimación o una vez finalizada sin éxito:
No se tocará nada del lugar de los hechos.
Se abstendrá de depositar materiales ajenos al lugar (material de la asistencia,
guantes, etc).
No se utilizarán las restantes dependencias del lugar de los hechos.
Se incluirán en el informe de asistencia los siguientes datos:
Datos de filiación o descripción física de la víctima.
Últimas palabras, si las pronunciara al equipo.
Antecedentes personales y tratamientos (buscar informes y envases de
medicinas), si los hubiera.
Descripción de la escena encontrada: condiciones de aireación, luz, temperatura,
humedad. Olor. Ubicación del cadáver y postura. Peso aproximado, ropas y
posibles aislantes.
Signos de muerte debido al cese de las funciones vitales: respiratoria, circulatoria
y nerviosa.
Lesiones características de violencia física.
Maniobras diagnósticas/ terapéuticas realizadas, así como posibles modificaciones
de la escena debidas a estas maniobras.
Signos de muerte debidos al establecimiento de los fenómenos cadavéricos
( opacidad corneal, mancha negra esclerótica, livideces: distribución, coloración y
fijación; enfriamiento: cara, cuello, manos, pies y partes cubiertas; rigidez:
mandibular, cara, cuello, tronco, MMSS y MMII).
Signos de muerte debidos al establecimiento de fenómenos de putrefacción
(mancha verde, hinchazón de cara, lengua, mamas y escroto, visualización de la
red venosa superficial, vesiculación y desprendimiento epidérmico superficial,
aparición de fluido por orificios nasales y boca, desprendimiento de uñas y pelos,
fenómenos de licuefacción).
Se procederá como en las pautas generales anteriores.
LESIONES VITALES Y POST MUERTE
Lesiones vitales Ya hemos comentado anteriormente lo que se entiende por lesión
desde el punto de vista jurídico: "todo menoscabo de la integridad corporal o de la
salud física o mental originada por cualquier medio o procedimiento", pero en este
caso, de esa definición, solo nos interesa la parte física, es decir las alteraciones
anatomo-patológicas causadas por agentes externos, y más concretamente sus
manifestaciones cuando el sujeto está vivo, o cuando el sujeto ha fallecido.
Desde la antigüedad se señala como características de las lesiones la presencia
de dolor, calor, rubor y tumor, como componentes de la reacción vital y continúan
siendo signos inequívocos de que el sujeto cuando recibió esa lesión se
encontraba vivo.
Lesiones post-mortales
En contraposición a las lesiones vitales serían aquellas en que ante la agresión de
un agente no se produce ninguna reacción, es decir no se produce alteración
alguna de los tejidos que han sido sometidos a la agresión.
Las lesiones post-mortales pueden ser muy variadas y entrarían dentro del amplio
concepto de tafonomía cadavérica, es decir, aquellos fenómenos que ocurren en
el individuo después de su fallecimiento sean provocados por personas o causas
naturales. En este sentido podemos encontrar desde lesiones que siguen
inmediatamente a la muerte, como son las lesiones agónicas o aquellas
producidas con ánimo de salvar la vida del sujeto, como resucitación
cardiopulmonar o venopuntura, (recolección de sangre de una vena) etc., a
lesiones que se producen con mayor o menor dilación en el tiempo, como lesiones
producidas por animales, por movimiento del cadáver en el agua, por plantas, o de
origen criminal con el fin de ocultar un cadáver o hacerlo desaparecer.
Uno de los retos de los investigadores médico-legales, es reducir el período de
incertidumbre que estableció Tourdes 6 horas antes o después de la muerte. Este
grupo de lesiones que se dan en torno al momento de la muerte, se denomina
lesiones intermedias o peri mortales, (período establecido alrededor de la muerte).
En ellas faltan las reacciones vitales generales, pero pueden darse todavía las
reacciones vitales locales.
LESIONES POSTMORTALES. CONCEPTO.
Se puede definir la lesión postmortal como “aquella en que ante la agresión de una
agente no se produce ninguna reacción vital”. Esto nos lleva a definir lo que
debemos conocer como reacción vital que sería “aquella reacción de los tejidos
antes los agentes vivos patógenos”. Para que se produzca esta reacción deben
existir células vivas.
Como resultado de esta reacción se van a producir los signos característicos
macroscópicos de la reacción vital y que fueron definidos por el ya conocido autor
romano AULO CORNELIO CELSO, en el siglo I a.c y que se refieren a la
presencia de calor, rubor, tumor y dolor. Estos signos corresponden a la reacción
inflamatoria y como tales obedecen a una reacción de tejidos ante la agresión.
En esta reacción además de los signos descritos se producen una serie de
alteraciones a nivel íntimo que se van a caracterizar y a demostrar la existencia de
células vivas. Tales cambios (bioquímicos, enzimáticos, hemodinámicos,
vasculares, etc.), demuestran la presencia de tejidos vivos en el momento de la
agresión.
Desde el punto de vista de la Medicina Legal, en determinados casos nos
interesará conocer si las lesiones que presenta un cadáver se han producido antes
o después de la muerte, con lo que puede suponer en la investigación y
determinación de los hechos ocurridos en torno al fallecimiento.
LESIONES POSTMORTALES. ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN.
Las lesiones postmortales son aquellas que ocurren después de la muerte. Desde
este punto de vista se pueden establecer las principales etiologías que
encontramos en el cadáver, que han podido producir las lesiones después de la
muerte pudiendo agruparlas en lesiones de causa accidental y lesiones
intencionales.
A) Accidentales.
1. Lesiones agónicas. Provocadas por el tipo de muerte, como puede ser un
cuadro de accidente cerebro-vascular en el que el individuo se golpea cuando cae
a consecuencia de la pérdida de conciencia
2. Lesiones mecánicas. Sobretodo en cadáveres en el agua, que por fricción con
el suelo y las rocas terminan provocando erosiones de la piel.
3. Lesiones por animales. Son frecuentes en personas que fallecen y permanecen
un tiempo al aire libre. Pueden ser atacadas por animales salvajes y también en
alguna ocasión por animales domésticos cuando quedan encerrados con ellos sin
alimentos.
B) Intencionales
1. De origen médico. Generalmente realizadas con ánimo de salvar la vida del
paciente (resucitación cardiopulmonar, venopunturas, etc)
2. De origen criminal. Tienen mucho mayor interés forense. Son aquellas que se
producen por ensañamiento con la víctima, bien con fines de ocultar un crimen,
hacer desaparecer el cadáver, etc.
Existen un tipo de lesiones que se dan en torno al momento de la muerte y que se
denominan lesiones intermedias o perimortem. En ellas faltan las reacciones
vitales generales, pero pueden darse todavía las reacciones vitales locales.
TOURDES lo llamó “periodo de incertidumbre” y lo estimó en unas tres horas.
Diferenciación macroscópica entre las lesiones vitales y postmortales.
LEGRAND DU SAULLE estableció una serie de signos macroscópicos que serian
válidos para diferenciar las lesiones vitales o postmortales producidas fuera del
periodo de incertidumbre (3 horas antes o después de la muerte).
Lesiones vitales
1. Labios de la herida engrosados, infiltrados de sangre y separados por la
retracción de la dermis o de los tejidos subyacentes. Más tarde exudación de linfa
y supuración.
2. Hemorragia abundante con infiltración de sangre en los tejidos circundantes.
3. Sangre coagulada en el fondo de la herida o sobre la piel Lesiones postmortales
1. Labios de la herida blandos, no engrosados, aproximados y no retraídos.
Ausencia de exudación de linfa y supuración.
2. No hemorragia arterial ni venosa, ni infiltración de los tejidos
3. No sangre coagulada En ocasiones puede no presentarse los signos de
vitalidad aun cuando la lesión se haya producido en vida y también lo contrario. En
el esquema siguiente se muestra estas diferenciaciones.
HEMORRAGIA. Puede ser vital y no darse en:
 Heridas punzantes con instrumentos muy finos
 Heridas con arrancamiento
 Heridas que coexistan con otras de órganos internos
 Otras lesiones que produzcan un cuadro de inhibición circulatoria

IDENTIFICACIÓN DEL ARMA


LAS ARMAS DE FUEGO
Las armas de fuego son aquellas que utilizan como fuerza motriz la fuerza
expansiva de los gases producidos por la deflagración1 de la pólvora [MAC94].
Por su funcionamiento las armas de fuego las podemos clasificar en:
1) Monotiro. Son aquellas que sólo tienen una recámara y carecen de depósito o
cargador, por lo cual, cada vez que se realiza un disparo para hacer otro hay que
extraer, expulsar y volver a alimentar el arma de nuevo, manualmente.
2) De repetición. Son aquellas que, provistas de un depósito capaz de almacenar
varias cargas, pueden dispararse sucesivamente con la acción del tirador de forma
mecánica y manual.
3) Semiautomáticas. Se consideran armas semiautomáticas aquellas que, una vez
cargado su depósito de munición e introducido el primer cartucho en la recámara,
basta el movimiento de la cola del disparador para que se produzcan disparos
sucesivos; es decir, que cada vez que queramos efectuar un disparo sólo tenemos
que oprimir el disparador. La fuerza de los gases producidos por la deflagración de
la pólvora, es la que realiza todos los pasos para dejar preparada el arma para el
siguiente disparo.
4) Automáticas. Son aquellas que, siguiendo los mismos pasos que las
semiautomáticas, continúan disparando mientras se tenga oprimido el disparador y
queden cartuchos en el depósito.
LA BALÍSTICA
La balística, desde el punto de vista más restringido, es el estudio del movimiento
de los proyectiles disparados por armas de fuego. El estudio de la balística es muy
complejo y se trata en la física y la química, especialmente en sus aspectos de
termodinámica, metalurgia, aerodinámica, óptica, electrónica, acústica, etc.,
puesto que ocupa todos los fenómenos que relacionan el proyectil con el medio y
que mutuamente se afectan, desde el momento en que el proyectil, partiendo del
reposo, inicia su movimiento dentro del arma, donde adquiere una velocidad que
impulsa su desplazamiento por el aire hasta impactar eventualmente con un
cuerpo donde se introduce, y al que cede la energía cinética, quedando
nuevamente en reposo.
Este movimiento se puede dividir en tres partes:
1) Balística interna. Comprende lo que ocurre en el interior del arma, desde que el
fulminante es iniciado por la percusión, lo que provoca la combustión de la
pólvora, cuyos gases producen la presión que impulsa al proyectil a través del
cañón con un movimiento acelerado, hasta abandonar la boca de fuego.
2) Balística externa. Abarca el estudio del movimiento del proyectil a través del
aire hasta llegar al blanco; cómo es este recorrido y qué fuerzas y circunstancias
intervienen.
3) Balística de efectos. Se ocupa del comportamiento del proyectil al incidir y
atravesar el material al que va destinado y sobre el que ha de actuar.
La balística interna estudia el fenómeno que tiene lugar en la percusión, la
ignición, la combustión de la pólvora y el desarrollo de los gases; la presión en la
recámara y la adaptación de la vaina a la misma; el despegue de la bala; su vuelo
libre, la velocidad que alcanza y la toma del rayado o conducción; tensiones y
resistencias, energía en boca, erosiones y desgastes en el ánima, retroceso,
desvíos y vibraciones. Todo ello a través del estudio del movimiento del proyectil
dentro del arma.

SISTEMAS DE PERCUSIÓN
Muchos han sido los ensayos para obtener un sistema de percusión definitivo, ya
que el problema residía en no encontrar un sistema de obturación de la recámara
en el momento del disparo lo suficientemente perfecto para evitar la pérdida de
gases por él, con la suficiente disminución de velocidad del proyectil,
ensuciamiento y deterioro del arma.
El sistema llamado de fuego central, es el utilizado en la actualidad para cartuchos
de calibre superior a 5,56 mm. En este sistema, el pistón (Figura 1.2) o iniciador es
una parte independiente del cartucho que va embutido justamente en el centro de
la circunferencia del culote en un alojamiento practicado para ello, el cual recibe el
golpe de la aguja percutora.
Dentro de la percusión central hay dos grandes grupos: sistema Berdan y sistema
Boxer.
Sistema Berdan: Sus diferencias con el sistema Boxer es que lleva el yunque en la
vaina y transmite el fuego de la cápsula iniciadora a la carga de proyección a
través de dos orificios llamados oídos, uno a cada lado del yunque.
Sistema Boxer: El yunque lo lleva incorporado a presión en la cápsula iniciadora y
transmite el fuego a la carga de proyección a través de un solo orificio central

CLASIFICACIÓN MÉDICO FORENSE DE LAS ARMAS DE FUEGO


Debemos aclarar que una clasificación como vamos a hacer de las armas de
fuego, tiene su interés desde el punto de vista médico forense por los diferentes
signos que aparecen en el cadáver y su perimundo, pero no pretendemos
profundizar en balística cuyo peritaje corresponde a técnicos especialistas en esta
materia.
A efectos de clasificación que proponemos pueden seguirse varios criterios:
 Según su alcance y en relación con la longitud del cañón:
- Armas de fuego cortas: Son las que intervienen con mayor frecuencia en los
asuntos criminales. Entre ellas figuran: pistolas ordinarias, revólveres, pistolas
automáticas, pistolas ametralladoras.
Armas de fuego largas: Se utilizan para la caza y con fines de guerra. Figuran
entre ellas: escopetas de caza, fusiles, carabinas, fusiles ametralladores,
subfusiles y metralletas.
 Según la carga que disparan:
- Armas de proyectiles múltiples.
- Armas de proyectil único.
En el primer grupo se incluyen las escopetas de caza y algunas de guerra. Los
proyectiles que disparan estas armas se denominan, según su naturaleza y forma,
metralla, postas o perdigones.
Al segundo grupo, más numeroso, pertenecen el resto de las armas de fuego que
en cada disparo lanzan un solo proyectil o bala.
Una importante innovación tecnológica en la concepción de las armas de fuego de
uso bélico ha conducido al desarrollo de un nuevo tipo de fusiles de asalto usados
por primera vez en la guerra de Vietnam, que están dotados de proyectiles de
pequeño calibre y alta velocidad.
Su perfeccionamiento en los años siguientes y su fabricación en grandes series
los han generalizado y actualmente son empleados no sólo por los ejércitos
regulares, sino también por guerrilleros, terroristas y delincuentes en general.
 Según la constitución de las armas:
Las armas de fuego que intervienen en las peritaciones médico-legales pueden
diferenciarse por su constitución en:
- Armas típicas: Se engloban bajo esta denominación todas las armas comerciales
fabricadas en serie por las distintas marcas.
- Armas atípicas: Son armas irregulares e improvisadas, que resisten a toda
descripción. Unas veces se fabrican caseramente, otras veces se trata de viejos
mecanismos, a menudo transformados o arreglados. Su carga es muy irregular y,
a menudo, de efectos brutales.
POSICIÓN DE LA VICTIMA. POSICIÓN DEL AUTOR
Los cuerpos sin vida adoptan siempre una posición final con la que son
encontrados en el lugar de los hechos. En este artículo se describen las distintas
posiciones cadavéricas, para especificar el tipo de posición cadavérica se toma
como base el plano horizontal del cuerpo, denominándose decúbito, entre las
posiciones cadavéricas tenemos: decúbito dorsal, decúbito ventral o prono,
decúbito lateral derecho, decúbito lateral izquierdo, posición en rana, posición
geno/cubital, posición geno/pectoral, posición sedente, la suspensión completa,
suspensión completa invertida, suspensión incompleta, sumersión completa,
sumersión incompleta, posición de roser o proetz, posición de boxeador, posición
tónico- cervical asimétrico, posición fetal, posición de depage. Según la posición
de las extremidades, tenemos brazos en extensión, brazos en aducción, brazos en
flexión, piernas en extensión, piernas en abducción, piernas en flexión y
extremidades en rotación. Las posiciones en la que un cadáver se puede
encontrar por motivo de la posible comisión de un hecho delictuoso nos ayudan a
determinar la probable dinámica de la muerte, ya que las posiciones cadavéricas
son proclives a diferentes tipos de hechos como ser un homicidio, suicidio o que el
sujeto haya sufrido un accidente ya sea por descuido o provocado por algún
tercero. La posición del cadáver también es importante para determinar si el
cadáver fue movido de posición y/o lugar, por lo cual el médico forense debería
participar en el levantamiento del cadáver.

De acuerdo con la posición del cuerpo y la del nudo se distinguen diversos tipos
de ahorcaduras: completa, incompleta, asimétrica, simétrica, típica y atípica. En la
ahorcadura completa, el cuerpo se encuentra totalmente suspendido en el aire, sin
que ninguna zona de aquél se apoye en parte alguna. Por el contrario, en la
ahorcadura incompleta se produce un contacto más o menos amplio con algún
punto de apoyo. La constricción del lazo se efectúa en estos casos tan sólo por
una parte del peso corporal, pero es suficiente para ocasionar la muerte.
La ahorcadura es simétrica cuando el nudo se encuentra en la línea media del
cuello. Cuando la situación del nudo es cualquier otra, se trata de una ahorcadura
asimétrica.
La ahorcadura típica es exclusivamente aquella en la que el nudo está situado en
la línea media de la parte posterior del cuello. La ahorcadura atípica corresponde a
la situación del nudo en cualquier otra posición.
En relación con el lazo, es importante precisar que su consistencia es también
variable y suelen clasificarse los lazos en blandos, y rígidos o duros, lo que se
reflejará en las características del surco. Por otra parte, el cierre del lazo puede
efectuarse por medio de un nudo, tanto fijo como corredizo.

Numero de agresores.

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