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1 Wiersbe, W. W. (2003). Leales en Cristo: Estudio expositivo del Evangelio Según Mateo (pp. 34–36).
Sebring, FL: Editorial Bautista Independiente.
5:1–7:29 El Sermón del Monte introduce una serie de cinco importantes discursos registrados
en Mateo (vea la Introducción: Temas históricos y teológicos). Este sermón es una exposición
maestra de la ley y un potente asalto al legalismo farisaico, cerrando con un llamado a la fe y
salvación verdaderas (7:13–29). Cristo expuso el pleno significado de la ley demostrando que ella
demanda lo que era humanamente imposible (cp. 5:48). Este es el uso apropiado de la ley con
respecto a la salvación: cierra cualquier posible ruta de méritos humanos que pretendan garantizar la
salvación, y deja a los pecadores dependiendo absolutamente de la divina gracia para llegar a ella
(cp. Ro. 3:19, 20; Gá. 3:23, 24). Cristo llegó hasta lo más profundo de la ley demostrando que la
verdadera intención de sus demandas iban más allá del significado superficial de sus palabras (5:28,
39, 44) y fijó un estándar que es más elevado que el que habían llegado a alcanzar hasta entonces
los más diligentes estudiantes de la ley (5:20). Vea Lucas 6:17–49.
5:1 sentándose. Esta era la postura normal que adoptaban los rabinos mientras enseñaban (cp.
13:1, 2; 26:55; Mr. 4:1; 9:35; Lc. 5:3; Jn. 6:3; 8:2). Vea la nota sobre Lucas 4:20.
5:3 Bienaventurados. La palabra significa literalmente “feliz, afortunado, dichoso”. Se refiere
aquí a algo más que una emoción superficial. Jesús describe aquí el bienestar divinamente
concedido que solo pertenece al creyente. Las Bienaventuranzas demuestran que el camino a las
bendiciones celestiales es contrario al camino mundano normalmente seguido en búsqueda de la
felicidad. La idea del mundo es que la felicidad se fundamenta en riquezas, alegría, abundancia,
lujos y cosas semejantes. La verdad es totalmente opuesta. Las Bienaventuranzas ofrecen la
descripción de Jesús del carácter de la verdadera fe. pobres en espíritu. Lo opuesto a la
autosuficiencia. Se refiere a la profunda humildad de reconocer la absoluta bancarrota espiritual de
sí mismo cuando estamos apartados de Dios. Esto describe a aquellos que están agudamente
conscientes de su estado de perdición y carencia de esperanza fuera de la gracia divina (cp. 9:12;
Lc. 18:13). Vea la nota sobre 19:17. de ellos es el reino de los cielos. Vea la nota sobre 3:2. Note
que la verdad de la salvación por la gracia es claramente presupuesta en este primer versículo del
Sermón del Monte. Jesús estaba enseñando que el reino es un regalo de gracia para aquellos que
perciben su propia pobreza de espíritu.
5:4 los que lloran. Esto se refiere al lamento por el pecado, a la tristeza piadosa que produce el
arrepentimiento que lleva a la salvación sin pesar alguno (2 Co. 7:10). La “consolación” es la
consolación del perdón y la salvación (cp. Is. 40:1, 2).
5:5 los mansos. La mansedumbre es lo opuesto a estar fuera de control. No significa debilidad,
sino un autocontrol supremo dado por el Espíritu Santo (cp. Gá. 5:23). El hecho de que los mansos
“recibirán la tierra por heredad” es tomado del Salmo 37:11.
5:6 hambre y sed de justicia. Lo opuesto a la autojustificación de los fariseos. Se refiere a
todos aquellos que buscan la justicia de Dios por encima del establecimiento de una justicia propia
(Ro. 10:3; Fil. 3:9). Lo que ellos buscan los llenará, es decir, su hambre y sed de una relación
correcta con Dios será satisfecha.
5:7 alcanzarán misericordia. La retribución también es un hecho. Cp. Santiago 2:13.
5:8 verán a Dios. No solamente por medio de la fe, sino en su gloria celestial. Cp. Hebreos
12:14; Apocalipsis 22:3, 4.
5:9 pacificadores. Vea los vv. 44, 45 para una mayor explicación.
5:10 los que padecen persecución. Cp. Santiago 5:10, 11; 1 Pedro 4:12–14. Vea la nota sobre
Lucas 6:22.