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Análisis de Precedentes del Tribunal Constitucional

Alumno: Sebastian Davila

Precedente TC Caso Fernando Cantuarias Salaverry

1. Identificar los hechos del caso que han motivado el


pronunciamiento.

Los hechos del caso son que Fernando Cantuarias Salaverry terminó
siendo elegido para integrar el tribunal arbitral que llevó a cabo el proceso
arbitral entre la Compañía de Exploraciones y Algamarca S.A. y Minera
Sulliden Shahuindo SAC. Algamarca termina recusando a Fernando
Cantuarias Salaverry, puesto que alega que el padre de Cantuarias
Salaverry se desempeñaba con el doctor Enrique Lastres Berninzon, el
representante de Sulliden en el proceso arbitral, como director de otra
empresa llamada Cía. Minera Poderosa S.A. El planteamiento de esta
recusación es que en el año 1996, Fernando Cantuarias Salaverry había
ejercido la representación legal de esa empresa Cía. Minera Poderosa S.A.
en otro arbitraje instaurado entre dicha empresa y Minera Pataz EPS. Al
final la recusación terminó siendo infundada mediante Resolución N.° 75,
de fecha 25 de noviembre de 2004, por el Tribunal Arbitral. Sin embargo,
Algamarca decide plantear un pedido de nulidad el 02 de diciembre de
2004, aduciendo que Fernando Cantuarias Salaverry era socio del Estudio
Jurídico Cantuarias, Garrido Lecca & Mulanocich Abogados y, por tanto, se
encontraba impedido de intervenir como árbitro teniendo aparente
interés personal. Ante este planteamiento, el recurrente afirmó que en
junio de 1996 se retiró de la calidad de abogado de planta del estudio de
su padre, para aceptar la designación de Gerente Legal de COFOPRI
mediante Resolución Suprema publicada en el diario oficial El Peruano.
Este pedido terminó siendo desestimado por el Tribunal Arbitral mediante
Resolución Nº 97, de fecha 30 de diciembre de 2004, puesto que
consideraba que ninguno de los hechos nuevos daban lugar a recusación
alguna y, además, declaró improcedente la renuncia presentada por
Cantuarias Salaverry. Algamarca no quiso detenerse y el 27 de enero de
2005, decidió acudir a la vía penal, donde el fiscal demandado denunció a
Fernando Cantuarias Salaverry por delitos de falsedad genérica y fraude
procesal. Contra dicha resolución el recurrente interpone la presente
demanda de hábeas corpus.

2. Los problemas jurídicos de que tratan, las instituciones jurídicas que


refieren y la opinión que considera el TC al respecto.

Los problemas jurídicos que se indican es que el recurso de agravio


constitucional interpuesto por Fernando Cantuarias Salaverry contra la
Resolución de la Cuarta Sala Penal para Procesos con Reos Libres de la
Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 476, su fecha 19 de julio de
2005, ha declarado como infundada la demanda de hábeas corpus de
autos.

En lo que corresponde a la opinión que considere el TC al respecto, este


opina que la demanda de hábeas corpus debe ser fundada, puesto que el
demandado violó el derecho de defensa del accionante al haberlo
denunciado sin que se le haya tomado su declaración hasta en cuatro
oportunidades, las cuales resultaron inválidas, excepto la última de ellas,
respecto de la cual se solicitó reprogramación. Así, la primera notificación
del juzgado llegó a un domicilio distinto, la segunda al domicilio señalado
en autos, pero un día después de programada la diligencia, la tercera
nuevamente a un domicilio distinto y la cuarta a su domicilio, que fue la
única notificación válida que citaba a Cantuarias Salaverry para el 5 de
mayo de 205, ante lo cual la defensa pidió una nueva fecha y hora,
obteniéndose por toda respuesta la denuncia fiscal por parte del
demandado. También señala que la resolución expresa que el Ministerio
Público emitió, no contiene pronunciamiento alguno sobre la procedencia
o improcedencia de algunos de los descargos, los que servirían para
formar un criterio razonable al momento de adoptar la decisión. Agregar
también que la investigación fiscal preliminar sobre esta se desarrolló con
desorden, porque no hay resolución alguna que señale que se ha abierto
el mencionado proceso de investigación y las pruebas que se acumularon
fueron de una forma irracional, lo que afecta el derecho del denunciado
en el debido proceso legal. Mientras que en el tema de la denuncia penal,
la declara infundada, porque la denuncia termina siendo una prerrogativa
que la Constitución y la Ley Orgánica le confiere al Fiscal Provincial en lo
Penal para plantearla ante el órgano jurisdiccional, o denegarla, y al no
encontrarse regulado un procedimiento especial como para llegar a
determinar que ha existido la vulneración del debido proceso, en el
presente caso, al existir participación del favorecido en la etapa
prejudicial, tanto a través de su abogado defensor como directamente, no
se ha producido la vulneración de los derechos constitucionales alegados.

3. Los procedentes que se han dictado.

4. El alcance de cada precedente. 

El alcance de este precedente es que ante una situación como tal en otro
caso de arbitraje, ya se sabrá de antemano por este que la denuncia penal
por recusar al árbitro no es posible, puesto que son materias
completamente diferentes.
5. Conclusiones personales.

Mi conclusión personal sobre este caso es que me parece más que


interesante la exploración propia de la naturaleza de la jurisdicción arbitral
y lo que lo define para poder concluir que no es solo un tema de derecho
privado, sino que también forma parte esencial del orden público
constitucional, puesto que la facultad de los árbitros para poder resolver
un conflicto de intereses tiene su origen en la misma constitución, en el
art. 139. Aunque claro, no deja de lado que busca proteger los intereses
de ambas partes, siendo esto su lado subjetivo. También dejando en claro
que grancias al principio Kompetenz-kompetenz, para que no se convoque
participación de jueces ordinarios de naturaleza civil y/o penal en caso de
no estar conforme con el resultado del arbitraje, pero que aún así se logra
conectar a la jurisdicción penal con cierta excepción, que viene a ser que
el control judicial debe ser ex post, a posteriori, mediante un recurso de
apelación y anulación del laudo arbitral, todo previsto en la ley, siguiendo
al principio de autonomía de la voluntad y jurisdicción arbitral.

Precedente TC Caso

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