Está en la página 1de 2

#32 Julio-Agosto - 2016

ARTE Y PSICOANÁLISIS

Kusama, amor a muerte


Elvira Dianno

Del Reina Sofía [1] al Malba, [2] del Withney [3] al Pompidou, [4] los infinitos puntos de Yayoi Kusama [5] cubren
árboles, muros, mobiliarios, lienzos y, en no menos infinitas luces, sus instalaciones transmiten un mundo de
ilimitados bordes, trozos de cuerpos, multiplicación de penes y rostros en planos y volumen: intentos de velar –
cada vez– un real que insiste en asomarse en los intersticios de cada fragmentación. El mundo Kusama se instala
en los alrededores de los museos fundiendo todo en una policromía que abarcará lo animado y lo inanimado,
en una retrospectiva de su obra –de 1950 a 2013– que incluye trabajos en papel, esculturas, videos, slideshows y
un par de publicaciones nuevas.

Su producción escrita incluye una docena de novelas y poemas, y en 1978 publicó  Manhattan Suicide Addict,  una
autobiografía de su vida en Nueva York.

En su último libro Acacia olor a muerte, [6] uno de sus cuentos –de nombre homónimo– relata la historia de un
joven pintor hiper-realista que se había mantenido virgen hasta el encuentro con quien luego fuera su mujer
durante tres años, a la sazón modelo de la escuela de arte y prostituta. Mimiko, enferma de cáncer de útero,
muere y Masao permanece junto a su cuerpo en descomposición manteniendo relaciones con él mientras todo
el mundo orgánico a su alrededor se desintegra y desvanece por “los cambios traídos por el tiempo al drama
cósmico”. [7]

En la línea de su obra como artista plástica y escultora, este cuento de Kusama describe un real imposible
de velar y añade el intento de atrapar el tiempo en una tela, en el arte, aunque el espacio sinfín del cosmos
estuviera en el proceso de ser destruido: arte, tierra y seres humanos. Para Kusama, los humanos son fantasmas
efímeros en un mundo que lo es y donde nada se puede capturar, tampoco la belleza. Para Yayoi Kusama, como
para Lacan, “el espacio no es real pero el tiempo sí lo es”. [8]

Tensión entre la belleza de Afrodita, que permanece inmutable y los cambios del paisaje, que envejecería;
demanda permanente al Otro del tiempo y al Otro de la belleza.

“La región de su alguna vez denso vello púbico se había pulverizado, no habían quedado rastros del intervalo
de Eros, se había vuelto una ruina negra. Eros hueco expandiéndose en el aire para llenar el espacio vacío”. [9]
Eros y por debajo de Eros, Thanatos.

Luego de la muerte de su amada, con su cuerpo cubierto de pétalos de acacias blancas desintegrándose, Masao
busca en el espejo la imagen de ella y no la encuentra, sólo halla su propia imagen envejecida; esto lo hace trizas
y todo desaparece alrededor y el cuerpo se pulveriza comido por larvas y vuelto al polvo.

¿Adónde habían ido la forma, la belleza y la imagen? Asoma –compacto– lo real tras lo imaginario que –
desintegrado– se desvanece.

“El único regalo de esta corta e insignificante temporada de carne y hueso fue sólo un instante de blancura a la
madrugada”. [10] La blancura, el color blanco en Kusama es el semen, el fondo de un real: cubre de flores de
acacia blancas el cuerpo muerto de Mimiko, el blanco de los cuartos de las instalaciones en los museos, sobre
las que luego se estamparán miles, infinitos puntos.

http://virtualia.eol.org.ar/ 1
#32 Julio-Agosto - 2016

Kusama, cuya historia infantil de abusos ha sido muy difundida –sometida por su madre a espiar a su padre en
sus andanzas con geishas para luego descargar en ella su ira–, entra desde pequeña en un irrefrenable mundo
de alucinaciones auditivas y visuales, imágenes que luego troca en infinitos puntos cual tela agujereada con la
que velar fallidamente los trozos de real que se escabullen en lienzos y esculturas. Es casi inevitable encontrar
en este relato un intento más del mismo tenor, sólo que aquí agrega –si se quiere– un color y un material nuevos,
el amor.

Un amor que podría pensarse como un amor más allá de la muerte, de la obliteration, [11] nombre que la artista
le da al mecanismo mediante el cual destruir el yo para fundirse como un punto en el infinito, cubriéndose y
cubriendo todo de puntos, todo el fondo blanco obliterado en puntos.

“Acacia olor a muerte” es el punto final de la  self obliteration, de la destrucción de todo; pero no cuando la
muerte toca el cuerpo de Mimiko y se lleva hasta su imagen en el espejo sino cuando la soledad de un sujeto se
encuentra con la muerte que viene después de la muerte de su amada. Amor a muerte. ¿Será el amor a muerte
del que nos habla Jacques-Alain Miller en Lógicas de la vida amorosa? [12]

El arte, a Yayoi Kusama, según sus propias declaraciones, [13] la ha salvado del suicidio; sin embargo no parece
haberla puesto a salvo ni de lo real ni de la muerte.

Sus períodos de escritura más frondosa fueron en la década del ‘70, cuando regresa de Nueva York a Japón y
se interna en un psiquiátrico.

Kusama intenta algo más con la escritura; a este respecto leemos en Lacan: “Me interesa la escritura porque
pienso que históricamente se ha entrado en lo real por fragmentos de escritura, a saber, se cesó de imaginar”.
[14] Quizá Lacan también hubiera dicho de Kusama lo que le dedicó a Marguerite Duras como homenaje: “en
su materia, el artista siempre le lleva la delantera –al psicoanalista–, y que no tiene por qué hacer de psicólogo
donde el artista le desbroza el camino.”, y agrega: “Marguerite Duras evidencia saber sin mí lo que yo enseño”.
[15]

En el ultimo párrafo del cuento, Kusama dice: “La distancia entre el cielo y la tierra retornó a la nada, y todo lo
que permanecía a la deriva en este espacio era el silencio de un corazón vacío”. [16]

NOTAS
1. Museo de Madrid.
2. Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires.
3. Museo de Nueva York.
4. Museo de París.
5. Kusama, Yayoi, artista contemporánea, Japón (Matsumoto 1929), vive en un psiquiátrico desde 1977.
6. Kusama, Y., Acacia olor a muerte, Mansalva-Malba, Bs. As., 2013.
7. Kusama, Y., Ibid., p. 82.
8. Miller, J.-A., El ultimísimo Lacan, Paidós, Bs. As., 2013, pág. 107.
9. Kusama, Y., op cit., p. 84.
10. Kusama, Y., op cit., p. 89.
11. Obliteration. En inglés: annihilation, blotting out, deletion, effacement, elimination, eradication, erasure, expunction, extirpation, rooting out, sponging
out, wiping out. En español: desaparecer, exterminar, destruir completamente.
12. Miller, J.-A., Lógicas de la vida amorosa, Manantial, Bs. As., 1991.
13. Clarín, Revista Ñ, consultado en: http://www.revistaenie.clarin.com/arte/Yayoi-Kusama-arte-remedio-dolor_0_950904911.html
14. Lacan, J., El Seminario, Libro 23, El sinthome, Paidós, Bs. As., 2006, p. 68.
15. Lacan, J., “Homenaje a Marguerite Duras, del rapto de Lol V. Stein”, Intervenciones y textos 2, Manantial, Bs. As., 2007, pág. 66.
16. Kusama, Y., op. cit., p. 92.

http://virtualia.eol.org.ar/ 2

También podría gustarte