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¿Para qué tipo de pacientes es más recomendable la

administración de suspensiones y emulsiones?

Es para pediátricos y geriátrico.


Las suspensiones orales permiten la administración de
fármacos que son inestables en disolución, pero químicamente
estables cuando se formulan en suspensión. También
se em plean para fármacos poco solubles en agua que no
puedan formularse, por cuestiones de inestabilidad química,
en los disolventes habitualmente utilizados en las formas
líquidas orales. El sistema fisicoquímico suspensión es una
forma de dosificación palatable. El sabor desagradable de
ciertos fármacos es superado o minimizado al formularlos
como partículas no disueltas en suspensión. Algunos fármacos
muy amargos (cloranfenicol y eritromicina) se formulan en
forma de sales insolubles e insípidas (palmitato de
cloranfenicol, estolato de eritromicina, palmitato
de eritromicina) en suspensiones que son mejor aceptadas por
el paciente que el fármaco en su forma libre. Otra ventaja es
la posibilidad de conseguir, mediante una adecuada selección
del derivado del fármaco y de las sustancias auxiliares, una
disolución lenta e incluso controlada, que proporcione niveles
sanguíneos del fármaco mantenidos en el tiempo. Los
productos sólidos que se encuentran en suspensión deben
tener un tamaño de partícula reducido y uniforme con objeto
de aumentar la estabilidad de la suspensión y retrasar el
proceso de sedimentación. El tamaño de partícula suele
oscilar entre 10-15 mieras, siendo habitualmente la
concentración de sólidos entre 125 y 1.000 mg en .5-10 m L de
suspensión.
1.4. Emulsiones orales Son sistemas dispersos constituidos por
dos líquidos no miscibles, uno de ellos uniformemente
disperso (fase interna o discontinua) en el otro (fase externa o
continua), gracias a la acción de un agente emulsificante. Son
sistemas termodinámicam ente inestables cuyas fases tienden
a separarse con el tiempo. Las emulsiones permiten la
administración de fármacos líquidos oleosos y de
fármacos lipofílicos disueltos en aceites. Las más apropiadas
son las de fase externa acuosa, porque enmascaran de forma
efectiva el sabor poco agradable de algunos fármacos, como
las vitaminas liposolubles, el aceite de hígado de bacalao, etc.
Debido a las características de la fase externa (miscible con el
agua), presentan mayor palatibilidad y aceptación por parte
del paciente. La suspensión de fármacos insolubles en un
vehículo emulsionado permite conseguir formas de acción
sostenida (preparados suspensión - emulsión) y programar la
liberación y absorción de los mismos.

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