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establecido?
Esa es, sin duda, su situación bajo el Antiguo Rél
cuando el padre de familia recibía la garantía efectivl
poder del soberano, al cual aseguraba a cambio la ob
cia de sus sujetos. Pero, a partir de mediados del
XVIII, ese equilibrio se rompe. Cuando la riquez
poder se vuelven asuntos de producción se impone la
sidad, de economizar los cuerpos y administrar las I
ciones, por lo tanto, de intervenir sobre la familia. Es
papel de la policía, cuya acepción por entonces era in
mente más amplia que la actual versión represiz
ciencia de la felicidad al servicio del poderío naciona
En el siglo XIX nace el paternalismo en las empre
moralización por el ahorro, la higienización por 1
dicina. Son las prácticas que confluyen a principi
siglo XX en la constitución del sector denominad
cial". Y la familia constituye el epicentro de lo social.
Se comprenderá el éxito del psicoanálisis por su capl
operativa sobre esta nueva disposición de la re
familia-sociedad.
ISBN. 78-950-602-079-8
JI III II
789506 020798 Nueva Vi!
Jacques Donzelot
LA POLICÍA
DE LAS FAMILIAS
FAMILIA, SOCIEDAD Y PODER
EPÍLOGO DE
GILLES DELEUZE
ISBN 978-950-602-079-8
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cos. Ellos son el vínculo entre la saturación de las ciudades y
tal que engendra las consabidas enfermedades. 5 Pasado el abandono del campo. Los hombres se precipitan a la
cierto umbral de deterioro, los movimientos de las fibras
condición de criados urbanos porque esta última los exceptúa
escapan totalmente al control del alma. Y, de hecho, "¿qué
del servicio militar. Los nobles o los burgueses advenedizos,
es el coito sino una pequeña epilepsia?". 6 Por lo tanto, es en vez de quedarse en sus tierras dirigiendo la producción, se
necesario situar el alma en el puesto de mando de la
instalan en las ciudades y, para exhibir su riqueza, no
circulación de los flujos, con la obsesión mayor de que se
encuentran otro medio que atraer a esos hombres que cons-
escapen, el movimiento en sí mismo, la convulsión, ese
tituían las fuerzas vivas de la producción, a quienes cautivan
fracaso del alma. Ya no es el cuerpo el que debe, por sus
con sus vestidos abigarrados y sus títulos rimbombantes. Así
estigmas o su pureza, dar cuenta de la elevación de un
pues, esos criados de ciudad aspiran a vivir por encima de sus
alma, su desprendimiento; es el alma la que es instada, a
posibilidades. Contraen matrimonio y tienen hijos a los que
su vez, a dar cuenta de la imperfección de los cuerpos y de su situación no les permite criar, y que por lo tanto abando-
las conductas, a dedicarse a su buena administración nan en manos del Estado. Las mujeres pobres del campo, que
mediante una sana regulación de los flujos. entonces no tienen ya con quién casarse, se entregan a la
Entre la economía de los flujos sociales y la economía de mortífera industria de la crianza, o bien se resignan a colocar-
los flujos corporales, la correspondencia no es sino
se como criadas en la ciudad, y allí, deslumbradas por la vi-
metafórica. Ambas ponen en juego la oposición ciudad-
da que llevan sus amas, entregadas a las salidas y a los
campo de la mis-ma manera. La escuela fisiocrática opone atavíos, quieren a cualquier precio vivir como ellas. De ahí el
la renta de la tierra y la seriedad de la producción agrícola cortejo creciente de prostitutas indecentes y depravadoras.
a las ilusiones de la producción suntuaria. Toda la medicina El circuito maléfico de la domesticidad conduce implacable-
del siglo xvm podría del mismo modo ordenarse en torno a mente de la indolencia de las señoritas a la insolencia de las
la siguiente pregunta: ¿cómo es posible que los campesinos prostitutas.
—y en especial sus hijos—, que llevan una vida más dura y La conservación de los hijos implicaba poner fin a los
consumen un alimento menos rico que el de los burgueses perjuicios de la domesticidad, promover nuevas condiciones
y los nobles, pese a todo tengan mejor salud? Respuesta: de educación, que, por una parte, permitieran contrarrestar
no están sometidos a las mismas imposiciones estéticas. la nocividad de sus efectos sobre los niños que tienen a cargo,
En vez de padecer los artificios del vestido y del y, por otra, crear un nuevo vínculo entre los hijos y todos
confinamiento, gozan de los beneficios de un ejercicio aquellos individuos con tendencias a abandonarlos al cuida-
regular; en vez de entregarse a las pasiones, se ven
do del Estado o a la industria mortífera de las nodrizas. Si
obligados, por su trabajo, a una existencia más pautada. bien en todas partes la causa del mal es la misma, si bien la
Ahora bien, ¿qué opera exactamente ese desplazamiento domesticidad constituye el blanco principal, los remedios
de la producción rural hacia el hacinamiento urbano? ¿Qué
difieren precisamente según se trate de ricos o de pobres. El
provoca ese abandono de las costumbres campesinas en siglo xvni es célebre por su revalorización de las tareas
provecho de los placeres malsanos de la ciudad? ¿Acaso existe
educativas. Se dice que por entonces la imagen de la infancia
un vínculo práctico entre, por una parte, ese uso dispendioso
cambió. No cabe duda, pero aquello que se instaura en esa
de los cuerpos —ya sea por el escaso valor que se le otorga
época es una reorganización de los comportamientos educa-
(niños abandonados), ya sea por el refinamiento de los proce-
tivos en torno a dos polos muy diferenciados y con estrategias
dimientos que los destinan exclusivamente al placer— y, por
muy distintas. El primer polo está centrado en la difusión de
otra, esa economía del gasto, del prestigio, que constituye el
la medicina doméstica, es decir, un conjunto de conocimien-
fasto dudoso de las ciudades? Sí, existe un hilo conductor; son
tos y técnicas destinado tanto a lograr que las clases burgue-
esos seres maléficos contra los cuales se erige todo el pensa-
sas aparten a sus hijos de la influencia negativa de los cria-
miento social y médico del siglo los empleados domésti- dos, como a poner a los criados bajo la vigilancia de los padres.
Tissot, De l'onanisme, Lausanne, 1760. El segundo polo podría reagrupar, bajo la etiqueta "economía
lbíd.
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social", todas las formas de dirección de la vida de los pobres nes y de los médicos no calificados. Y, en el interior mismo de
con vistas a disminuir el costo social de su reproducción y la familia, la alianza privilegiada entre el médico y la madre
obtener una cantidad deseable de trabajadores con un míni- tendrá por función reproducir la distancia, de origen hospi-
mo de gasto público, en síntesis, aquello que se ha dado en talario, entre el hombre de saber y el nivel de ejecución de los
llamar "filantropía". preceptos atribuido a la mujer. En 1876, el higienista Fons-
Desde el último tercio del siglo xvm hasta fines del siglo xix, sagrives presenta su Dictionnaire de la santé con dos adver-
los médicos elaboraron, para uso de las familias burguesas, tencias capitales: "Advierto a las personas que busquen en
una serie de obras sobre la crianza, la educación y la medica- este diccionario los medios para hacer medicina en detrimen-
ción de los niños. Después de los clásicos del siglo xvm, los to suyo o de terceros que no encontrarán en esta obra nada
Tissot, los Buchan, los Raulin, aparece una serie ininterrum- semejante. Mi único propósito ha sido enseñarles a dirigir su
pida de publicaciones sobre el arte de criar niños pequeños, salud en medio de los peligros que la acechan; a no ocuparse
así como guías y diccionarios de higiene para uso de las de la salud de otros; a cuidarse de los mortíferos males de la
familias. 7 Los tratados médicos del siglo xvm exponían simul- rutina y de los prejuicios; a comprender cabalmente aquello
táneamente una doctrina médica y consejos educativos. En el que la medicina puede y aquello que no puede; a establecer
siglo xix, los textos médicos dirigidos a las familias cambian con el médico un vínculo razonable y provechoso para todos.
de tono y se limitan a dar consejos imperativos. Este fenóme- Por otra parte, mi propósito es enseñar a las mujeres el arte
no tiene dos causas, sin duda convergentes. Después de La- de la enfermería doméstica. Las veladoras mercenarias son
voisier, la concepción maquínica del cuerpo pierde vigencia; a las verdaderas enfermeras lo que las nodrizas de profesión
con ella desaparece la congruencia perfecta entre doctrina son a las madres: una necesidad, y nada más. Mi ambición ha
médica y moral educativa. Los médicos no disponen ya de un sido hacer de la mujer una enfermera cabal, lograr que com-
discurso homogéneo, sino de un saber en pleno movimiento, prenda todas las cosas, pero sobre todo que comprenda que
y se ven obligados a separar tácticamente el registro de los ese es su papel, y que es tan eminente como caritativo. El
preceptos higiénicos del registro de la difusión de un saber. papel de las madres y el de los médicos están, y deben
Tanto más obligados a ello cuanto que han comenzado a permanecer, netamente diferenciados. El primero prepara y
temer los efectos de una vulgarización acelerada de los facilita el segundo, se complementan o, más bien, deberían
análisis médicos, por la que cada cual puede improvisarse completarse en interés del enfermo. El médico prescribe, la
como médico, con todos los errores que esto puede acarrear y, madre ejecuta".
sobre todo, con la consecuente pérdida de poder que implica Este vínculo orgánico entre medicina y familia tendrá una
para el cuerpo médico mismo. De ahí la búsqueda de una profunda repercusión en la vida familiar e inducirá su reor-
relación entre medicina y familia que permita salvar ambas ganización en al menos tres direcciones: 1. el estrechamiento
dificultades. El establecimiento del médico de familia, ese de la familia contra las influencias negativas del antiguo
anclaje directo del médico en la célula familiar, fue el mejor medio educativo, contra los métodos y los prejuicios de los
medio para poner un freno a las tentaciones de los charlata- criados, contra todos los efectos de las promiscuidades socia-
les; 2. el establecimiento de una alianza privilegiada con la
'Citamos algunos ejemplos: Richard, Essai sur l'éducation physique des
enfants du premier áge, 1829; P. Maigne, Choix d'une nourrice , 1836; A. madre, conductora de una promoción de la mujer gracias al
Donné, Conseils aux nzéres sur la maniere d'élever leurs nouveaux-nés ou reconocimiento de su utilidad educativa; 3. la utilización de
de l'éducation physique des enfants du premier áge, 1842; F. Servais, la familia por parte del médico contra las antiguas estructu-
Hygiéne de l'enfance ou guide des meres de famille, 1850; E. Bouchet, ras de enseñanza, la disciplina religiosa, el hábito del inter-
Hygiéne de la prenziére enfance. Guide des meres pour l'allaitement, le nado.
sevrage et le choix de la nourrice, 1869; Devay, Traité d'hygiéne spéciale des
familles; Fonssagrives, De la régénération physique de l'espéce humaine Hasta mediados del siglo xviri, la medicina no estaba
par l'hygiéne de la fanzille et en particulier du róle de la mere dczns interesada en los niños ni en las mujeres. Simples máquinas
l'éducation physique des enfants, 1867; Dictionnaire de la santé ou réper- de reproducción, estas últimas tenían su propia medicina,
toire d'hygiéne pratique á l'usage des lánzales et des ¿coles, 1876. despreciada por la Facultad y conservada por la memoria
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tradicional en la expresión "remedios de comadre". El parto, las enfermedades, y tanto más difíciles de curar cuanto que no
las enfermedades de las mujeres parturientas, las enferme- aceptan seguir dócilmente el tratamiento que se les quiere
dades de los niños, pertenecían al ámbito de las "comadres", aplicar. De ahí que el médico requiera un aliado in situ, la
corporación semejante a la de los criados y las nodrizas, que madre, la única capaz de contener cotidianamente el oscu-
compartía su saber y lo ponía en práctica. La conquista de rantismo de los criados y de imponer su poder sobre el niño.
este mercado por parte de la medicina implicaba, pues, una Alianza provechosa para ambas partes, el médico triunfa
destrucción del imperio de las comadres, una larga lucha gracias a la madre contra la hegemonía tenaz de esa medicina
contra sus prácticas, juzgadas inútiles y perniciosas. Los popular de las comadres; y, como contrapartida, concede a la
principales puntos de enfrentamiento son, por supuesto, la mujer burguesa, por la importancia creciente de las funcio-
lactancia materna y la vestimenta de los niños. Las obras de nes maternas, un nuevo poder en la esfera doméstica. La im-
los siglos xvm y xix repiten las mismas alabanzas a la lac- portancia de esta alianza, a fines del siglo xvm, hace tamba-
tancia materna, prodigan los mismos consejos sobre la elec- lear la autoridad paterna. En 1785, la Academia de Berlín
ción de una buena nodriza, denuncian infatigablemente la pone en concurso las siguientes preguntas: 1 2 ¿Cuáles son en
práctica del fajamiento de los bebés y el uso de corsés. Pero el estado de naturaleza los fundamentos y los límites de la
también abren una multitud de pequeños frentes de lucha autoridad paterna? 2 2 ¿Hay una diferencia entre los derechos
sobre la cuestión de los juegos infantiles (celebración del de la madre y los del padre? 3 2 ¿Hasta qué punto las leyes
juego educativo), sobre las historias que se les cuenta (críti- pueden extender o limitar esa autoridad? Entre las respues-
cas a las historias de aparecidos y de los traumatismos que tas premiadas, la de Peuchet, autor de la Encyclopedie
engendran), sobre la regularidad de las jornadas, sobre la méthodique, toma claramente partido a favor de una reeva-
creación de un espacio específicamente reservado a los niños, luación de los poderes de la madre: "Si los motivos del poder
sobre la noción de vigilancia (a favor de una mirada materna que los padres aún poseen sobre sus hijos, durante la edad de
discreta pero omnipresente). Todos estos pequeños focos de mayor debilidad e ignorancia de estos últimos, reside esen-
lucha se organizan en torno de un blanco estratégico: liberar cialmente en la obligación que les ha sido impuesta de velar
al máximo al niño de todas las coerciones, de todo aquello que por la dicha y la conservación de estos seres frágiles, no cabe
coarta su libertad de movimiento, la ejercitación de su cuer- duda de que la ampliación de ese poder debería acarrear la
po, de forma tal que se facilite lo más posible el desarrollo de extensión de los deberes que tienen para con ellos. La mujer
sus fuerzas y se lo proteja al máximo de los contactos pasibles cuya condición de madre, nodriza y protectora prescribe
de dañarlo (peligros físicos) o depravarlo (peligros morales, deberes que no conocen los hombres, esa mujer tiene, pues,
desde las historias de aparecidos hasta los desvíos sexuales), un derecho a la obediencia mucho más positivo. La mejor
y por lo tanto desviarlo de la línea recta de su natural razón para afirmar que la madre tiene un derecho más
desarrollo. De ahí la vigilancia de los criados, la transforma- auténtico a la sumisión de sus hijos que el padre, es que lo
ción de la morada familiar en un espacio programado con necesita más". 8
vistas a facilitar los correteos de los niños y el fácil control de Al revalorizar la autoridad civil de la madre, el médico le
sus movimientos. Por la acción de esa medicina doméstica, la concede un estatus social. Esa promoción de la mujer como
familia burguesa adquiere progresivamente el aspecto de un madre, como educadora, como auxiliar médica, servirá de
invernadero protegido contra las influencias del exterior. punto de apoyo para las principales corrientes feministas del
Este cambio en el gobierno de los niños es necesario para su siglo xix.8
higiene, pero también para el tratamiento de las enfermeda- Los defectos de la educación de los niños pequeños en la
des. La educación impartida por los criados se regía por la ley
del menor esfuerzo para ellos, y también del máximo placer, J. Peuchet, Encyclopedie méthodique (classe 111-112), artículo "En-
fant, police et municipalité", 1792.
como por ejemplo los juegos sexuales con los niños. A cambio 9 Véase Ernest Legouvé, Histoire morale de la fenzme, 1849; Julie
producía niños mal formados y caprichosos, niños malcria- Daubié, La fenzme pauvre au XIX siécle, 1866; Léon Richer, La fenzme libre,
dos, en los dos sentidos del término, blancos privilegiados de 1877.
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esfera privada tienen su equivalente en la esfera pública. porque la gente del pueblo no puede tener un médico de
Fonssagrive denuncia los peligros que la educación pública familia, pero también y sobre todo porque los problemas en
hace pesar sobre la salud de los niños con igual vigor, estas familias son totalmente distintos. En apariencia se
invocando los mismos principios que alegaba para proscribir trataría de una misma preocupación por asegurar la conser-
las antiguas costumbres de la faja y del corsé. ¿Acaso estos no vación de los hijos, difundir los mismos preceptos higiénicos;
tienen un correlato en el rigor claustral y la inflexibilidad de pero, con la economía social, la naturaleza de las operaciones
las reglas de los colegios y de los conventos? La promiscuidad, implicadas es totalmente diferente de aquellas emprendidas
la mala ventilación, la falta de ejercicio ¿acaso no son la otra bajo la égida de la medicina doméstica, y tiene efectos prác-
cara del confinamiento de los niños en los cuartos más ticamente opuestos. Ya no se trata de impedir que los niños
estrechos de la casa familiar? La promiscuidad del dormitorio padezcan torpes violencias, sino de limitar las libertades
y la amenaza de contagio de los hábitos viciosos que engendra tomadas (abandono en orfanatos, abandono disfrazado de
¿no son del mismo orden que el riesgo de depravación de los lactancia), de controlar las asociaciones salvajes (desarrollo
niños por parte de criados sin escrúpulos y de los juegos del concubinato con la urbanización de la primera mitad del
supuestamente inocentes? Contra el internado, los regla- siglo xix), de conjurar líneas de fuga (vagabundeo de los indi-
mentos conventuales de los colegios, la saturación de los viduos, en especial de los niños). Ya no se trata, en todo caso,
programas, contra toda esa "educación homicida", el médico de asegurar protecciones discretas, sino de establecer vigi-
alerta a las familias y alienta una cruzada que habría de dar lancias directas.
origen a las primeras asociaciones de padres de alumnos a Habría que hacer un estudio paralelo de las historias
fines del siglo xixw y, con ella, surge asimismo el principio de respectivas de los conventos destinados a la preservación y
una educación mixta familiar y escolar mediante la cual los castigo de las jóvenes, de los prostíbulos y. de los orfanatos.
padres preparan al niño para aceptar la disciplina escolar, Estas tres instituciones nacen y mueren más o menos a un
pero al mismo tiempo velan por las buenas condiciones de la mismo tiempo. En el siglo xvii, los conventos, bajo el impulso
educación pública: mejora de la salubridad de los internados, de la Contrarreforma, absorben a ias mujeres solteras para
supresión de los vestigios de penitencia corporal, supresión destinarlas a fines misioneros, asistenciales y educativos. Al
de los peligros físicos que puedan amenazar a sus hijos (cas- mismo tiempo, San Vicente de Paul emprende la tarea de
cos de botellas sobre las paredes...), desarrollo de la gimna- centralizar los abandonos de niños y dar una finalidad estatal
sia, vigilancia de las inmediaciones de los colegios, de los a su cuidado, contra su utilización por parte de la corporación
quioscos de diarios, de los bares, de los exhibicionistas y de de mendigos, que, mediante graves mutilaciones, los conver-
las prostitutas que rondan esas zonas. Se trata de implantar tían en objetos adecuados para suscitar compasión. También
en la educación pública la misma dosis de liberación física y comienza en ese período la represión de las prostitutas, que,
de protección moral que en la educación privada. tras haber sido confinadas en barrios especializados durante
Todo ello, por cierto, sólo rige para las familias ricas, la Edad Media, pierden progresivamente su derecho a per-
aquellas que tienen criados, aquellas en cuyo seno las espo- , manecer en la calle. A fines del siglo xvm y durante la primera
sas pueden dedicarse a la organización de la casa, aquellas mitad del xix, la policía organiza por su propia cuenta el
que pueden pagar los estudios de sus hijos en el colegio, sistema de los burdeles; para perseguir a las prostitutas so-
aquellas en suma que tienen cultura suficiente para sacar litarias, las obligan a ingresar a las casas de tolerancia
provecho de esa clase de obras. La intervención sobre las mantenidas por las madamas que dependían directamente
familias populares circula por carriles diferentes a los de la de la policía. A fines del siglo XIX, estas tres prácticas serán
difusión de libros y el establecimiento de una alianza orgáni- simultáneamente desacreditadas: la Asistencia Pública se
ca entre familia y medicina, porque hasta fines del siglo xrx organiza contra el abandono automático de los hijos adulte-
la tasa de analfabetismo en las clases populares es muy alta, rinos en los orfanatos; los talleres y los conventos de preser-
vación son fuente de toda suerte de escándalos, financieros y
RIVictor de Laprade, L'éducation homicide, 1866.
morales; la policía de las costumbres, que organiza la prosti-
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tución, es violentamente atacada con motivo del carácter aparato central se dice, pues, al servicio de las familias. Un
arbitrario de los arrestos y de su función de policía paralela. autor como Rétif de la Bretonne llega incluso a imaginar en
Una misma curva histórica unifica, pues, estos tres tipos de el desarrollo de estos aparatos un medio para resolver defi-
procedimientos, cuya función de transición entre el antiguo nitivamente el problema que plantea esa desnivelación entre
régimen familiar y el nuevo no es difícil de adivinar. familia y sexualidad. En Le pornographe, ou Id_ées d'un
La instauración de estas prácticas de acogida y segrega- honn,é te homme sur un projet de réglement pour les prosti-
ción no es inteligible sino con referencia a los axiomas que tuées propre á pré venir les malheurs qu'occasionne le publi-
regían el antiguo sistema de alianzas y filiaciones: la deter- cisme des femmes (1769), propone una institución que reúna
minación de aquellos y de aquellas a quienes habría de las ventajas del convento, del prostíbulo y del orfanato. Allí
corresponder la perpetuación del patrimonio; su derecho podrán dirigirse todas las jóvenes cuyas familias no han
exclusivo a casarse y la dependencia de los demás, que destinado al matrimonio. En ese edificio de inspiración con-
quedarían a su cargo; la discriminación entre los productos ventual, las más bellas estarán destinadas a la satisfacción
legítimos de las uniones sexuales y los productos ilegítimos. de clientes que eventualmente podrán casarse con ellas. Las
Por consiguiente, el régimen de alianzas no buscaba coincidir demás y las viejas se ocuparán de la educación de los niños
con las practicas sexuales, sino que por el contrario se nacidos de esas uniones y pondrán así "al servicio del Estado
establecía a partir de una distancia calculada con estas. Era un semillero de sujetos que no estarán directamente a su
imperioso preservar de cualquier eventual unión impropia a cargo (puesto que los clientes pagarán) y sobre los cuales
las personas destinadas a establecer alianzas provechosas; tendrá un poder ilimitado, puesto que los derechos paternos
también había que desviar de toda esperanza familiar a y aquellos del soberano coincidirán".
aquellas personas que no tuvieran los medios para ello. Todo No obstante, esa armonía entre el orden de las familias y
esto implicaba una separación entre lo sexual y lo familiar, el orden estatal es más el producto de una connivencia táctica
una desnivelación productiva de ilegalismos más o menos que el de una alianza estratégica. Pues el escándalo no es de
tolerados, generadora también de incesantes conflictos y del la misma naturaleza en cada caso. Lo que perjudica a las fa-
despilfarro de las fuerzas "útiles". En el ámbito de la familia, milias son los niños adulterinos, los menores insumisos, las
esta desnivelación entre régimen de alianzas y registro niñas de mala fama, es decir, todo cuanto pueda mancillar el
sexual amenaza sistemáticamente la paz de los hogares a honor familiar, su reputación, su rango. Aquello que preocu-
raíz de las prácticas de seducción y desvío que engendran, pa al Estado, en cambio, es ese despilfarro de fuerzas vivas,
prácticas que los tratados de derecho procuran codificar. 11 esos individuos inutilizados o inutilizables. Por consiguiente,
En el ámbito del Estado, los individuos rechazados por la ley entre ambas clases de objetivos, hay convergencia momentá-
de las alianzas se vuelven fuente de peligro por su vagabun- nea en cuanto al principio de concentración de los indesea-
deo, su miseria, pero además entrañan una pérdida, pues bles de la familia. Pero si, para las familias, esa concentración
constituyen fuerzas no aprovechadas. Cuando nacen los tiene valor de exclusión, de depósito, para el Estado es un
conventos de preservación, los burdeles y los orfanatos, su modo de poner fin a las costosas prácticas familiares, el punto
objetivo explícito es conciliar el interés de las familias con el de partida de una voluntad de conservación y de utiliza-
interés del Estado, conciliar la paz de las familias mediante ción de los individuos. Superficie de absorción de los indesea-
la moralización de los comportamientos y la fuerza del Esta- bles del orden familiar, los hospitales generales, los conven-
do mediante el tratamiento de los desechos inevitables de ese tos y los hospicios constituyen una base estratégica para toda
régimen familiar, los solteros, los huérfanos. El crecimiento una serie de intervenciones correctivas sobre la vida fami-
de la policía en el siglo xviir se apoya en el poder familiar, le liar. Estos lugares de reunión de los infortunios, de las
promete dicha y tranquilidad a la espera de que se instaure miserias y de la decadencia facilitan la movilización de las
su imperio sobre los rebeldes y los desechos de la familia. El energías filantrópicas, le brindan un punto de apoyo, le
sirven de laboratorio para observar las conductas populares,
" Eugéne Fournel, Traité de la séduction, 1781. de rampa de lanzamiento para desarrollar tácticas destina-
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excesiva cantidad de abandonos, proponen revalorizar la
búsqueda de la paternidad, en desuso desde la revolución,
das a contrarrestar sus efectos socialmente negativos, y así instaurando tin impuesto al celibato, separando claramente
reorganizar a la familia popular en función de imperativos el registro de los individuos inscriptos en el marco familiar
económico-sociales. del de los bastardos, que podrán ser destinados a tareas en el
Nada más ejemplar en esta inversión de la relación Esta- extranjero, tales como la colonización, o utilizados para re-
do-familia que la historia de los orfanatos. La preocupación emplazar a los hijos de familias acomodadas en el servicio
por articular el respeto a la vida y el respeto al honor familiar militar. Son hostiles a los tornos los hombres de la filantropía
provocó, a mediados del siglo xvm, la creación de un ingenioso ilustrada, personas como Chaptal, La Rochefoucauld-Lian -
dispositivo técnico: el torno. Se trata de un cilindro abierto en court, Ducpétiaux, partidarios de una racionalización de las
uno de los lados de su superficie lateral y que gira sobre el eje ayudas públicas, del desarrollo de la adopción, y, por lo tan-
de su altura. El lado cerrado hace frente a la calle. Un timbre to, de una primacía de la conservación de los individuos sobre
exterior está situado en las cercanías. ¿Una mujer quiere la preservación de los derechos de sangre.
exponer a su hijo recién nacido? Le comunica su deseo a la Aquello que hace bascular la decisión a favor de estos
persona de guardia tocando el timbre. En el acto, girando últimos es el descubrimiento de un uso popular del torno que
sobre sí mismo, el cilindro presenta al exterior su lado abier- nada tiene que ver con su destino primero, es decir, la simple
to, recibe al recién nacido y, siguiendo su movimiento, lo lleva extracción de objetos escandalosos, como los niños adulteri-
hacia el interior del hospicio. De ese modo, el donador puede nos. Desde fines del siglo XVIII, las administraciones de orfa-
sustraerse a las miradas de los criados de la casa. Y ese es su natos comienzan a sospechar que sus instituciones son el
objetivo: romper, sin errores ni escándalos, el vínculo con el blanco de malversaciones y fraudes. Necker, en L'adminis-
origen de esos productos de alianzas no deseables, purificar estima que "esta loable
tration des finances de la France,
las relaciones sociales de las progenituras no conformes a la institución sin duda ha impedido que seres dignos de compa-
ley familiar, a sus ambiciones, a su reputación. sión fueran víctimas de los sentimientos desnaturalizados de
El primer torno comenzó a funcionar en Rouen, en 1758. sus padres", pero que "insensiblemente nos hemos acostum-
Está destinado a poner un freno a la antigua práctica de la brado a pensar los hospitales de expósitos como casas públi-
exposición en los umbrales de las iglesias, de los palacetes y cas donde el soberano consideraría justo alimentar y mante-
de los conventos, donde los niños tenían tiempo de sobra para ner a los niños más pobres entre sus súbditos; y, al difundirse,
morir antes de que alguien se ocupara de ellos. En 1811, el esta idea debilitó en el pueblo los vínculos del deber y los del
sistema del torno se generaliza en el marco de la reorganiza- amor paterno"." Intrigados por esta vertiginosa escalada de
ción de los hospicios, y para esa fecha ya se cuentan 269. abandonos, los administradores multiplican las comisiones
Serán abolidos de manera progresiva. Entre 1816 y 1853, 165 de investigación para conocer sus causas. En primer lugar,
tornos son cerrados y el último desaparecerá en 1860. La descubren una cantidad considerable de niños ilegítimos
aparición y la desaparición del torno corresponde a un consi- entre los abandonados. Tanto mayor era ese número cuanto
derable incremento de la cantidad de niños abandonados, que al bajar la mortinatalidad en los hospicios, los escrúpulos
luego a su reducción y a su estabilización relativa. En el de los padres desaparecían. Pero hay algo aun más grave a los
momento de su fundación, el orfanato de Saint Vincent de ojos de los gestores: no solo las familias legítimas abandonan
Paul acogía a 312 niños; en 1740, a 3150; en 1784, a 40 000; a sus hijos con motivo de su pobreza extrema, sino que
en 1826, a 118 000; en 1833, a 131 000; en 1859, a 76 500. Esto algunas que tienen los medios para criarlos también toman
último deja traslucir la importancia de los debates sobre el la decisión de que el Estado los alimente, arreglándoselas
mantenimiento o la supresión de los tornos. Son partidarios para que luego se los reasignen a título de crianza , "Desde
del torno todos los defensores del poder jurídico de la familia: que la legislación regularizó la condición de los niños abando-
hombres como Lamartine, A. de Melun, Le Play. Celebran su 1821 (tomo
función purgativa de los extravíos sexuales, esa especie de 1' J. Necker, De l'adniinistration des finalices de la France,
confesionario que registra los productos de las faltas y los iv de las CEuvres completes).
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absuelve a un mismo tiempo. Para paliar los peligros de una
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nados asignando un salario a las nodrizas, de pronto se ha
generado un nuevo tipo de exposición, que en poco tiempo ha nodriza en principio extraña. Esto también implicaba reem-
adquirido un desarrollo extraordinario. Ahora, la madre que plazar el sistema del torno por el de la oficina abierta. El
lleva a un recién nacido al torno de un hospicio no tiene la secreto del origen, que permitía la existencia del torno, se
menor intención de abandonarlo; si se separa de él es para prestaba a todas los fraudes y disminuía la iniciativa de la
recuperarlo unos días después con la complicidad de las administración. Al organizar las oficinas de admisión ya no
mensajeras. Cuando los hospicios se llenaron de cantidades sobre el modelo de la acogida ciega, sino de la oficina abierta,
ingentes de recién nacidos, no tardaron en comprender la es posible, por una parte, desalentar el abandono y, por otra,
imposibilidad de acogerlos en su recinto y brindarles a todos asignar ayudas a partir de una investigación administrativa
los cuidados adecuados. Entonces las nodrizas del campo se sobre la situación real de las madres.
volvieron indispensables. Les entregan los niños a cambio de Inversión rica en consecuencias: al decidir brindar una
un salario, asignado para ese servicio. Los mensajeros lleva- asistencia financiera y médica a las mujeres más pobres, pero
ban a los recién nacidos desde el hospicio hasta la casa de la también a las más inmorales, se desencadenaba un mecanis-
mujer que debía amamantarlos, y muy pronto se generaron mo que implicaba la generalización de estas prestaciones a
graves desórdenes. Estas muchachas y estas mujeres pensa- todas las demás categorías de madres, para no ser acusados
ron que obtendrían grandes ventajas al exponer a sus hijos de premiar el vicio.
recién nacidos; si, gracias a sus acuerdos con los mensajeros, De ese modo, aquello que se daba en calidad de subsidio a
conseguían regresar unos días más tarde en posesión de sus una madre soltera para alentarla a conservar a su hijo se
hijos, se aseguraban el goce del mes como nodrizas y más convirtió en un derecho, particularmente legítimo para la
tarde una pensión. El fraude desafiaba todas las investiga- viuda pobre con hijos a cargo; luego, para la madre de familia
ciones. Cuando la madre impedida por consideraciones par- numerosa; luego, para la mujer obrera que debe ser alentada
ticulares no se atrevía a criar al niño en su propia casa, los a reproducirse. Así nacen a principios del siglo )oc los subsi-
vecinos se encargaban oficialmente del recién nacido"." dios familiares, en el punto de confluencia entre una práctica
Evaluando todas las consecuencias de estas investigacio- asistencial que amplía progresivamente el círculo de sus
nes, el ministro del interior De Corbiére elaboró en 1827 una administrados y una práctica patronal de corte paternalista,
circular que prescribía el desplazamiento de los niños a otro encantada de poder desprenderse en la escala nacional de
departamento, para impedir que las madres amamantaran una gestión que les generaba tantos problemas como bene-
como nodrizas asalariadas de niños que habían colocado en el ficios.
torno, o visitarlos en casa de nodrizas extrañas a cuyo De ahí también deriva la generalización del control médico
cuidado los habrían dejado. Suponía que la privación de la en la crianza de los hijos de las familias populares. En 1865,
vista de sus hijos alejaría a las madres del proyecto de aparecen las primeras sociedades protectoras de la infancia
abandonarlos. El resultado fue más bien negativo. Sobre 32 en París (fundada por A. Meyer), luego en Lyon, cuyo objetivo
mil niños transportados de ese modo entre 1827 y 1837, 8 mil era asegurar la inspección médica de los niños colocados por
fueron reclamados por sus madres, que los devolvieron algún sus padres en casa de nodrizas, pero también perfeccionar los
tiempo después, cuando la medida fue revisada, y casi todos sistemas de educación, los métodos de higiene y la vigilancia
los demás murieron debido a ese transplante brutal. En 1837, de los niños de las clases pobres. En sus revistas, estas socie-
De Gasparin confirma el fracaso de esta política en un dades tienen, por ejemplo, una sección titulada "crímenes y
informe al rey, en el que propone la idea de reemplazar la accidentes", donde se mencionan todos los hechos indicativos
acogida hospitalaria, con todos sus inconvenientes, por un de malos tratos, todos los delitos de "falta de vigilancia"
sistema de ayuda a domicilio para la madre, que consistía en cometidos por los padres. Estas sociedades se apoyan en
pagarle a la madre los meses pagados por el hospicio a una comités de patronazgos, que habían surgido con motivo de la
vigilancia de los niños del hospicio. Más importante aun es
13 J.-F Terme y J.-B Maufalcon, Histoire des enfants trouvés, 1837 que extraen sus argumentos del hecho de que, en las clases
Pobres, los niños mejor tratados médicamente son aquellos
36
37
que dependen de la Asistencia Pública. Argumento que reto-
mará Théophile Roussel en el análisis de las condiciones de deo y a una mortalidad precoz. Desde fines del siglo xvm, una
aplicación de su ley de 1874 sobre la vigilancia de las nodrizas. multitud de asociaciones filantrópicas y religiosas se propu-
"Pese a los consejos desinteresados, el brutal empecinamien- sieron ayudar a las clases pobres, moralizar sus comporta-
to de los campesinos y los estúpidos consejos de las matronas mientos y facilitar su educación haciendo converger sus
mantienen vivos hábitos fatales para los niños, cuya higiene esfuerzos en una restauración de la vida familiar, forma
está muy mal dirigida; me basta añadir un detalle primera y más económica de la asistencia mutua. En 1850, la
característico, a saber: los únicos niños bien cuidados en los Academia de Ciencias Morales y Políticas vota un texto de
departamentos pobres, aquellos cuya mortalidad desciende al apoyo a la Sociedad de Saint-Franpois-Régis, sociedad desti-
seis por ciento, son los hijos de las madres solteras que han nada a promover el matrimonio civil y religioso de los pobres,
logrado obtener las ayudas mensuales del departamento, y en términos que no podrían ser más claros: "Los hombres que
que son especialmente vigiladas por un inspector de la dirigen los negocios o la administración saben cuán urgente
prefectura al que temen y cuyos consejos escuchan." 14 es disminuir y restringir no sólo los gastos de policía y de
Así se constituye la madre de familia popular. Más que una persecuciones jurídicas ocasionadas por los excesos a los que
madre, es una nodriza, puesto que su modelo es el de la se entregan las clases corrompidas, sino además todos los
nodriza de Estado calificada. Adquiere la doble dimensión de gastos en que incurren los hospicios y los hospitales a causa
su estatus: la remuneración colectiva y la vigilancia médico- del abandono recíproco de padres, mujeres y niños que
estatal. Debido a este aspecto nutricio, el vínculo que la une deberían haberse brindado ayuda recíproca en tanto miem-
a su hijo durante mucho tiempo será considerado sospechoso, bros de una misma familia y que, al no estar unidos por
sospechado de relajamiento, de abandono, de interés egoísta, vínculo social alguno, se vuelven ajenos los unos a los otros.
de incorregible incompetencia; herencia de un enfrentamien- No sólo se trata, pues, de una necesidad social y de una obra
to entre la mujer popular y la asistencia del Estado, en que el de alta moralidad, sino además —para el Estado, los departa-
aspecto positivo a los ojos de sus tutores siempre será el mentos y las municipalidades— de un excelente negocio, una
producto de una confluencia y una proyección impuesta por evidente e inmensa economía. El hombre y la mujer del
la madre al niño, antes que el de un engendramiento deseado. pueblo, cuando viven en el desorden, no suelen tener casa ni
Los niños abandonados recibían el nombre de "hijos de la hogar. No se hallan a gusto sino donde el vicio y el crimen
patria". Para criarlos sin grandes pérdidas y al menor costo, reinan con total impunidad. No ahorran nada; el hambre y la
eran devueltos a sus madres, haciendo de estas últimas —y enfermedad los separan. Por lo general, no suelen preocupar-
luego, por extensión, de todas las madres populares— "nodri- se en modo alguno por sus hijos o, en caso de mantener con
zas aceptadas por el Estado", según la fórmula de Lakanal. ellos una relación, los pervierten. Por el contrario, no bien un
hombre y una mujer del pueblo ilícitamente unidos se casan,
Las campañas para el restablecimiento del matrimonio en abandonan los sucuchos infectos que hasta entonces consti-
las clases pobres proceden de esta misma preocupación por tuían todo su hogar para instalarse en casas amobladas. El
luchar contra la inflación incontrolable de las cargas de la primer cuidado que toman es el de retirar a sus hijos de los
asistencia. Cuando, tras haber agotado las consideraciones hospicios donde los han dejado. Estos padres y estas madres
de alta moral y religión de rigor en este tema, los observado- casados constituyen una familia, es decir, un centro donde los
res profesionales de la clase obrera (Villermé, Frégier, Blan- niños son alimentados, vestidos y protegidos; mandan a sus
qui, Reybaud, Jules Simon, Leroy-Beaulieu) comienzan a hijos a la escuela y les enseñan un oficio". 15
expresar el fundamento principal de sus temores, en todos los En un primer momento, la tarea de restaurar el matrimo-
casos mencionan la amenaza que hace pesar sobre las cargas nio es incumbencia de las sociedades de patronazgo. Estas
públicas esa masa de hijos ilegítimos, destinados al vagabun- sociedades divergen en sus opciones filantrópicas: hay una
Th. Roussel, Rapport sur l'application de la loi de 1874, 1882. 15 Resolución de la Academia de Ciencias Morales y Políticas publicada
1.11i -
la que habían sido víctimas durante el período revolucionario los telares:" las organizaciones conventuales se interponen,
poniendo a trabajar a sus pensionistas. Podían albergar en efecto, entre la fuerza de trabajo y el mercado utilizando
desde doce muchachas hasta trescientas o cuatrocientas, SUS exenciones fiscales y su régimen comunitario para propo-
todas ellas ocupadas en trabajos manuales, principalmente ner precios inferiores a los del trabajo libre, lo cual provocaba
en el área textil, y estaban exentos del pago de impuestos. A una baja de los salarios, que a su vez empujaba a las mujeres
mediados del Segundo Imperio, la población de esos obrado- libres a la inmoralidad. Además, monopolizan los empleos
res se estimaba en 80000, y esa cifra asciende hasta fines del que más podían convenir a las mujeres (asistencia, educa-
siglo xix. 21 El ingreso en los talleres ya era de por sí un favor, ción...), de suerte que las mujeres sin dote, o bien se ven
requería la inscripción de la familia en filiales de dependen- obligadas a tomar los hábitos si quiere ejercer esos oficios, o
cia religiosa y a menudo el pago de una pequeña suma. Para bien quedan expuestas a la prostitución si aceptan un oficio
las más pobres, la fórmula de la fábrica-convento se había libre. Ambas obras denuncian, asimismo, la inadecuación de
desarrollado entonces, compuesta por una dirección mixta, la formación conventual. J. Daubié muestra que las mujeres
mitad industrial, mitad religiosa, particularmente en las que pasan su juventud en las fábricas-convento con la espe-
regiones textiles. A partir de un ejemplo leonés, la fórmula ranza de preservar sus oportunidades matrimoniales son
prosperó, y dio tres célebres casas en Jujurieux, en La Séauve rechazadas al salir de tales instituciones por aquellos obreros
y en Tarare: un reglamento conventual, un tiempo entera- que se niegan a casarse con "monjitas". Leroy-Beaulieu estig-
mente ocupado por los, ejercicios religiosos y el trabajo indus- matiza la "educación por efecto invernadero", denuncia los
trial, una vigilancia confiada a las hermanas de Saint-Joseph internados que forman mujeres en "oficios semi-artesanales"
y a las hermanas de Saint-Vincent-de-Paul, una remunera- superpoblados y que no preparan "el espíritu de la joven para
ción por contrato anual. Todo estaba hecho para seducir a las una enseñanza sustancial que desarrolle enérgicamente su
familias pobres, que de ese modo aseguraban la preservación personalidad. Toda mujer, y sobre todo la mujer del pueblo,
moral de sus hijas, y ganaban la posibilidad de quedarse con que está expuesta a más luchas y peligros, debe tener fuerza
una suma global a su regreso y, para ellas, la esperanza de un de voluntad y firmeza de carácter. Una educación que no
matrimonio gracias a esos salarios regulados bajo la forma de despierta estas facultades falla en sus objetivos". A la lógica
garantías, como a las domésticas. de la preservación para el matrimonio, debe, pues, sucederle
Entre ambas fórmulas de protección de las buenas costum- la de la preparación para la vida familiar: desarrollar la
bres, los moralistas filantrópicos y las feministas promocio- formación doméstica; permitir a la muchacha, a la viuda y,
nales denuncian más o menos crudamente la existencia de ocasionalmente, a la esposa tener acceso directo a un trabajo
una suerte de círculo vicioso que engendra y reproduce la remunerador; crear carreras específicas para mujeres, orien-
decadencia física y moral de la población pobre, en lugar de tadas a prepararlas positivamente para la vida familiar; evitar
conjurarla. De un libro como el de J. Daubié, eminente que las obreras caigan en la prostitución; y, por último,
feminista del Segundo Imperio, La Femme pauvre au xtx reducir la rivalidad entre hombres y mujeres inscribiendo las
siécle, al del célebre economista y filántropo Leroy-Beaulieu carreras sociales femeninas como una prolongación de sus
sobre Le travail des femmes, 22 la distancia no es grande. actividades domésticas.
Ambos coinciden en denunciar los inconvenientes de las La eficacia de esta estrategia familiarista radica, sin duda
organizaciones claustrales. En primer lugar, por su supuesta alguna, en el hecho de que articula las trayectorias masculi-
incidencia en los ingresos. En 1849, en Lyon, en Macon, en nas y femeninas, y ataca progresivamente la antigua situa-
Saint-Étienne, algunas comunidades religiosas fueron vio- ción en que, según la expresión de Gemahling, la mujer era
lentamente atacadas y clausuradas por obreras desemplea- una competencia para le hombre, y el niño para la mujer, y el
das que saquearon varios conventos, rompieron y quemaron resultado de todo ello es la desmoralización de la familia. El
21 Véase Mounier, De l'organisation du travail manuel des jeunes filies,
acceso de las mujeres al mercado del trabajo no se frenó, pero
1869, y P. Gemahling, Trauailleurs au rabais, 1910.
22 Le travail des femmes au xix siécle, 1873.
" Tixerant, Le fénzinisine á l'époque de 1848, 1908.
44 45
En primer lugar, la vivienda debe lograr un desarrollo
entre la fórmula de la guarida y la del cuartel. La guarida es
se reacomodó en función de un plan que introdujo en la I
el resultado de una costumbre rural y artesanal que consiste
carrera femenina el principio de una promoción que pasaba ' en considerar el hábitat familiar como un escondite, un
por la adquisición de una competencia doméstica. El trabajo reducto al resguardo de las miradas, donde se atesoran las
industrial de las jóvenes, de las mujeres solteras, de las riquezas, como un animal sus presas, hasta convertirla en
esposas pobres, es reconocido como una necesidad ocasional, una pequeña fortaleza donde es posible ocultarse durante el
pero no como un destino normal. Si el hombre logra mejorar día para salir por la noche. Esta imagen del hábitat popular
su situación a través de la estabilidad y el mérito profesional, que obsesiona a los higienistas no es, por cierto, producto de
ella podrá permanecer en la casa y desplegar allí las compe- una concepción primitiva de laexistencia: más allá de los
tencias que la conviertan en un verdadero hogar. Y luego, '1
problemas de calefacción y seguridad, la exigüidad de las
sobre la marcha, podrá orientarse hacia profesiones adminis- aberturas en las casas populares estaba vinculada con una
trativas, asistenciales y educativas que sean más adecuadas costumbre heredada del Antiguo Régimen que consistía en
a su vocación natural. Esta flexión introducida en la carrera calcular el impuesto sobre la cantidad de puertas y ventanas.
femenina restituye al hombre, si no la realidad, cuando Por lo demás, este amontonamiento solía corresponder al uso
menos la impresión de recuperar su antiguo poder patriarcal, profesional; los famosos sótanos de Lille, célebres por su
y le asegura la responsabilidad principal en el aprovisiona- insalubridad, estaban ocupados por familias obreras que
miento del hogar, al tiempo que ubica a la mujer en una hallaban en esa humedad las mejores condiciones para la
posición de vigilancia constante del hombre, puesto que conservación de sus materiales. Al luchar contra la insalubri-
estará interesada en la regularidad de la vida profesional y, dad de esos tugurios y sótanos, los higienistas también lucha-
por lo tanto, social de su marido, de cuya promoción depende- ban contra una concepción del hábitat como refugio, como
rán sus propias posibilidades. lugar de defensa y autonomía. Según ellos, había que susti-
Por consiguiente, esta estrategia de familiarización de las tuir la fuerza autárquica por la fuerza de trabajo, hacer de la
capas populares en la segunda mitad del siglo xix se apoya vivienda un espacio sanitario y ya no un espacio "militar",
principalmente en la mujer y le adjunta cierta cantidad de erradicar cuanto tuviera de propicio para ocultar alianzas y
instrumentos y aliados: la instrucción primaria, la enseñan- turbias fusiones. Y, a tal efecto, se tuvieron en cuenta los
za de la higiene doméstica, la institución de jardines obreros, detalles más pequeños. Por ejemplo, esa sospechosa costum-
de descanso dominical (reposo familiar por oposición al del bre de sobrecargar el interior de las moradas con grabados
lunes, tradicionalmente ocupado en borracheras). Sin em- equívocos. "Debemos ser severos y proscribir sin piedad los
bargo, el instrumento principal con el que ella cuenta es la excesos en la decoración, las imágenes obscenas o degradan-
vivienda "social". En la práctica, se hace salir a las mujeres tes, y reemplazarlas por flores alrededor de la casa." 24 La
del convento para que saquen a los hombres del cabaret; a tal fórmula del cuartel presenta peligros equivalentes, en la
efecto se le da un arma, la vivienda, y su manual de uso: medida en que reúne gran cantidad de individuos bajo un
excluir a los extraños para que ingrese el marido y sobre todo régimen uniforme en el que la copresencia de solteros y
sus hijos. familias genera una mengua de la moralidad y sobre todo la
La vivienda social, tal como surge a fines del siglo xix, una imposibilidad de aplicar reglamentaciones. Y los responsa-
de cuyas formas más importantes fueron las viviendas de bles del orden creen ver en esos gigantescos conglomerados
bajo costo (Hm [habitations á bon marché], ancestros de los una incitación a la revuelta. La solución consiste en otorgar
FILM [habitations á loyer moderé]) es el resultado de las viviendas en función de ciertas condiciones de admisibilidad
numerosas observaciones efectuadas sobre la clase obrera a que garanticen la moralidad de los habitantes bajo pena de
lo largo de ese siglo, el resultado asimismo de experimentos desalojo. Las ciudades que se construyen a partir de 1850, las
e intercambios internacionales (las exposiciones universa-
Catéchisrne d'hygiéne l'usage des enfants, Lille,
les, a partir del Segundo Imperio, dedican parte de sus 24Ch. Pillar y Gosselet,
actividades a esta cuestión). Progresivamente se define la 1850.
47
puesta en marcha de un doble objetivo.
46
ciudades Napoleón de París y de Lille, las ciudades de Mul- Harou Romain, especializado a la vez en los edificios peniten-
house, marco de experiencias de punta en materia de patro- ciarios y en las viviendas sociales, denuncia en esa voluntad
nato paternalista y filantrópico, responden a esa exigencia. aparente de ahorro la causa de la falta de higiene y de la
Taillefer, el médico de la ciudad Napoleón de París, anuncia inmoralidad de las capas populares, puesto que conduce a
que esta última habría de ser "la tumba de la revuelta", y para concentrar en un mismo cuarto a los niños, varones y muje-
apoyar sus afirmaciones refiere el comportamiento de los res, y a veces también a los padres. 27 Para remediar esta
miembros de "su" ciudad durante los acontecimientos del 2 de situación, las ciudades obreras de Mulhouse prohíben subal-
diciembre, en el momento en que los insurrectos intentaron quilar y, en Bélgica, Ducpétiaux preconiza la separación de
arengarlos: "Tras algunas palabras amistosas sobre mi perso- una pieza en el interior de la vivienda con entrada indepen-
na, se retiraron a sus respectivo hogares y los perturbadores diente. Tras sacar al extraño, queda por redistribuir el
se vieron obligados a volver sobre sus pasos". 25 El apego del espacio familiar entre padres e hijos.
obrero al orden público está garantizado por su deseo de El objetivo es reducir la parte "social" de la vivienda en
conservar la vivienda y, si llegara a faltar, su mujer se hará provecho de los espacios íntimos de padres e hijos. El
cargo de todo, tal como relata Reybaud respecto de los obreros dormitorio debe convertirse en su centro virtual, invisible
de la fábrica Cunin-Gridaine en Sedan, donde se había instau- para los niños. Ese cuarto es, según Fonssagrives, "la
rado la costumbre de que "la mujer viniera a pedir gracia para pequeña capital del reino pacífico de la pareja". Para los ni-
las debilidades del marido".
ños, es necesario "un cuarto cerca del dormitorio de los
Las investigaciones sobre la disposición interna de la vivien- padres, que quitará a una vigilancia oculta aquello que
da apuntan explícitamente a favorecer esa función de vigi- podría tener de ofensiva si fuera más evidente y le deja lo
lancia recíproca. De ahí la elaboración de un décimo objetivo: que tiene de eficaz". Esta separación de los sexos y de las
concebir una vivienda lo bastante pequeña como para que edades en la vivienda popular movilizará a los filántropos
ningún "extraño" pueda vivir allí, pero asimismo lo bastante durante todo el siglo, a tal punto alteraba las antiguas
grande para que los padres puedan disponer de un lugar formas de agregación. Podrá dar una idea cabal de esta
separado de los niños, para que tengan la facultad de vigilar- preocupación el siguiente fragmento de los debates del
los en sus ocupaciones sin ser observados por ellos en sus Congrés d'hygiéne publique de Bruxelles, en 1851, sobre la
propios retozos. La práctica que consistía en tomar a uno o cuestión de la "distribución interior de las casas". Ebring-
varios "huéspedes" era muy frecuente en las capas populares: ton: "Para la moralidad y la decencia, la separación de los
ligada a la antigua organización familiar de la producción, en sexos es indispensable. Un ministro me ha dicho: 'Hice
la que se albergaba a los aprendices y algunas veces a los todo lo que pude, pero el dormitorio común me ha vencido".
compañeros; ligada asimismo al alto precio de los alquileres, Ducpétiaux: "Cuando esta separación sea imposible, ¿no
esta costumbre hacía del espacio familiar simultáneamente podríamos contribuir poniendo a los niños en hamacas?".
un espacio social y un lugar de paso dentro los circuitos de Gourlier: "Habría que separar la hamaca del resto de la
recorrido, más que un enclave de vigilancia y de paz a los ojos habitación por una especie de cortina. Pero apenas la de-
de los observadores como Blanqui y Reybaud. 26 E1 arquitecto jarán un día y la sacarán al siguiente". Raman de la Sagra:
" A. Taillefer, Des cités ouvriéres et de leur nécessité comnze hygiéne et "En lugar de hamacas, ¿prefieren una cama donde padres
tranquilité publique, 1850. y niños duerman juntos?". Gourlier: "Sin esa separación,
26 Encargado por la Academia de Ciencias Morales y Políticas de elaborar nuestra obra está condenada. Desde su hamaca, los niños
un informe sobre L'État des classes ouvriéres aprés le formidable mouvenzent verán a los padres. Por lo tanto, el pudor no estará prote-
révolutionnaire de 1848, Blanqui refiere que en las regiones donde la indus-
gido".
trialización está menos avanzada, ahí donde el taller aún no cedió su lugar a
la manufactura, la insalubridad y la indisciplina son mayores; el "pauperismo Islotes de insalubridad, piezas en un sistema de defensa,
y las utopías conforman una excelente pareja", y los niños vagabundos son guarida de relaciones animales, tal era la vivienda popular,
presas de los agitadores. Apunta en particular a los textiles de la seda de Lyon.
Reybaud retomará esta afirmación quince años más tarde. " Harou-Romain, "Projet d'association financiére pour l'amélioration
des habitations des ouvriers de Bruxelles", Annales de chanté, 1847 y 1848.
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49
los amoblados de París, los sótanos de Lille, los sucuchos de
Lyon. La ecuación de la vivienda social se buscó en la solución definitivo de cuanto la situaba en un campo de fuerzas
de tres de estos perjuicios. Acondicionar un espacio que sea exteriores. Así aislada, en adelante queda expuesta a la
lo bastante vasto para ser higiénico, lo bastante pequeño vigilancia de sus desvíos.
para que sólo pueda vivir en él la familia y distribuido de Aún más significativa es la diferencia de posiciones tácti-
manera tal que los padres puedan vigilar a los hijos. Se exige cas en que se encuentran la mujer burguesa y la mujer
de la vivienda que se convierta en una pieza complementaria de popular. Gracias a la revalorización de las tareas educativas,
la escuela en el control de los niños: que los elementos móviles una nueva continuidad se establece, para la mujer burguesa,
sean erradicados de ella, para poder así inmovilizar a los entre sus actividades familiares y sus actividades sociales.
niños. La búsqueda de la intimidad y la competencia domés- Descubre para sí un ámbito de voluntariado, se abre a un nue-
tica propuesta a la mujer popular es el medio hallado para vo campo profesional a través de la propagación de las nuevas
hacer aceptar, para volver atractivo ese hábitat que pasa de normas asistenciales y educativas. Puede ser, a la vez,
una fórmula ligada a la producción y a la vida social a una soporte de una transmisión del patrimonio en el interior de
concepción fundada en la separación y la vigilancia. Si el la familia e instrumento de una proyección cultural en el
hombre prefiere el exterior, la luz de los cabarets, si los niños exterior. La mujer del pueblo tiene un trabajo por naturaleza
prefieren la calle, su espectáculo y sus promiscuidades, no antagónico con su estatuto de madre. Algunas veces lo hace
será sino culpa de la esposa y de la madre. por necesidad, pero siempre perjudica el cumplimiento de su
función de guardiana del hogar. No habrá proyección alguna
El advenimiento de la familia moderna centrada en la prima- para ella: su misión es, por el contrario, velar por la retracción
cía de lo educativo no es, pues, un efecto de la lenta propaga- social de su marido y de sus hijos. De ella, de la regularidad
ción de un mismo modelo familiar a través de todas las capas que imponga, depende la transmisión de un patrimonio que
sociales, en función de su mayor o menor resistencia a la casi siempre permanece exterior a la familia, el "patrimonio
modernidad. Hay al menos dos ramas, claramente distingui- social", como dicen los juristas, cuya gestión escapa a la
bles, de promoción de esa preocupación por lo educativo, y las familia y del cual el obrero no puede disponer en vida, puesto
diferencias entre los efectos políticos que cada una induce son que no lo obtiene sino de su propio deterioro y muerte. "Mien-
lo bastante importantes para que podamos afirmar que son si- tras que la transmisión del patrimonio de la familia burguesa
métricamente opuestas en su forma. se hace por testamento o ab intestat, en el caso del patrimonio
En ambas series hay en efecto de recentramiento de la de la familia obrera ya no se trata de transmisión por
familia sobre sí misma, pero este proceso no tiene del todo el testamento; en cuanto a la sucesión ab intestat, ya no se
mismo sentido en cada rama. La familia burguesa se consti- reglamenta de manera uniforme, sino que depende de las
tuyó por un estrechamiento táctico de sus miembros, que leyes y de los reglamentos adoptados por las diversas insti-
apuntaba a reprimir o controlar a un enemigo interno, los tuciones cuyo objetivo es la creación de ese patrimonio para
criados. Para lograr esta cohesión, se le asigna un plus de el obrero. Tal como acabamos de decir, la cuestión de la
poder que la eleva socialmente y le permite reingresar al libertad de testar no se plantea aquí, porque las diversas
campo social con más fuerza, para ejercer allí controles y instituciones de previsión no se proponen formar un patrimo-
patronazgos diversos. La alianza con el médico refuerza el nio del que el obrero pueda gozar por testamento según su
poder interno de la mujer y mediatiza el poder externo de la voluntad, sino de proteger a su familia, que, sin la ayuda de
familia. La familia popular, en cuanto a ella, se forja a partir dichas instituciones, sería una familia desclasada, a cargo de
del repliegue de cada uno de sus miembros sobre todos los la Asistencia Pública. Por último, mientras que, en la familia
demás miembros, en una relación circular de vigilancia burguesa, el heredero continúa la personalidad del difunto,
contra las tentaciones del exterior, el cabaret, la calle. Sus recibe todos sus bienes y a la vez carga con todas sus deudas,
nuevas tareas educativas se desarrollan a costa de una en la familia obrera la persona del heredero es plenamente
pérdida su coextensividad con el campo social, un abandono independiente de la personalidad del difunto, todos sus
derechos se reducen a percibir una suma fija determinada
50
51
como adelanto y de ningún modo es responsable de sus 3. EL GOBIERNO
deudas."28 POR LA FAMILIA
¿La infancia? En el primer caso, la solicitud de que es
objeto adquiere la forma de una liberación protegida, una
sustracción a los temores e imposiciones comunes. En torno
del niño, la familia burguesa traza un cordón sanitario que
delimita su campo de desarrollo: en el interior de ese períme-
tro, el desarrollo de su cuerpo y de su espíritu será alentado
poniendo a su disposición todos los aportes de la psicopeda-
gogía, y controlado por una discreta vigilancia. En el otro
caso, sería más justo definir el modelo pedagógico como el
modelo de la libertad vigilada. El problema aquí no es tanto
el peso de vetustas imposiciones como el exceso de libertad y el
abandono en la calle, y las técnicas implementadas consisten
en limitar esa libertad, en hacer refluir al niño hacia espacios INTRODUCCIÓN
de mayor vigilancia, tales como la escuela o la vivienda
familiar. Bajo el Antiguo Régimen, la familia era a la vez sujeto y objeto
de gobierno. Sujeto, por la distribución interna de sus pode-
res: la mujer, los niños y las personas asociadas (parientes,
criados, aprendi -• edecen al jefe de familia. Objeto, en el
sentido de que ,..221' e familia está incluido a su vez en
relaciones de dep - encia. A través de él, la familia se
inscribe en grupos de pertenencia que p uéd -e-n ser redes de
solidaridad, como las corporaciones y las comunidades aldea-
nas, o bloques de dependencia, de tipo feudal o religioso, o
muy a menudo ambas cosas a la vez. La familia constituye,
pues, un plexo de relaciones de dependencia indisociable-
mente privadas y públicas, un eslabón en las series sociales
que organizan a los individuos en torno a la posesión de un
estado (a la vez oficio, privilegio y estatus) conferido y reco-
nocido por conjuntos sociales más vastos. Por consiguiente,
es la organización política más pequeña que pueda haber.
Inserta directamente en las relaciones sociales de dependen-
cia, se ve globalmente afectada por el sistema de obligacio-
nes, honores, favores y disfavores que agitan las relaciones
sociales. Partícipe involuntaria, también participa en forma
activa en ese juego versátil de los vínculos, de los bienes y de
las acciones mediante las estrategias de alianzas matrimo-
niales y las obediencias clientelísticas que mantienen a la
sociedad en una suerte de guerra civil permanente, de cuya
increíble importancia da cuenta el recurso a lo judicial.
" P. Aivarez, De l'influence de la politique, de l'économie et du social sur Esta inscripción directa de la familia de Antiguo Régimen
la famille, 1899. en el campo político tiene dos consecuencias en cuanto al
52 53
infamantes para sus familias, obedecen a la misma lógica de
ejercicio del poder social. Con relación a los aparatos centra- aquellas que requieren la internación de tal o cual muchacho
les, el jefe de la familia responde por sus miembros. A cambio que se fuga con una señorita de menor rango que el suyo. Los
de la protección y el reconocimiento del estado de que goza, de- desórdenes de la primera pueden desacreditar a la familia,
be garantizar la fidelidad al orden público de aquellos que pues probarían que no ha sido capaz de contener a sus miem-
forman parte de la familia; también debe proporcionar una bros dentro los límites impuestos, y por lo tanto subrayaría
renta en forma de impuesto, trabajo (servicios) y hombres la escasa fiabilidad de la familia en el cumplimiento de sus
(milicia). De tal modo, la no-pertenencia a una familia, por lo obligaciones. La fuga del segundo también sería perjudicial
tanto la falta de garante sociopolítico, plantea un problema de para la familia, pues destruye los cálculos matrimoniales. Se
orden público. Ese sería el registro de la gente sin credo, sin trata, en ambos casos, de un mismo mecanismo: para aseLu-
casa ni hogar, mendigos y vagabundos, que, al no tener rar el orden público7i1 Estado se -a—ó5,--5.-direéráineide en la
amarra alguna en el barco social, perturban este sistema de familia sacando partido anto e su temor al descrédito
protecciones y obligaciones. Nadie cubre sus necesidades, pico como de sus ambiciones privadas. Este mecanismo se
pero tampoco nadie los retiene en los límites del orden. rige_p_pjj_un_niacle.1 l_p_a_s_
b- ite 1
Dependen de la caridad, de la limosna, ese don que honra a Estado
- le dip_e~milias: "Si ustedes mantienen a los su-
quien lo da porque lo hace sin esperanza de recibir nada yos en el marco de laLregla~ iencia ue exi -70s,
a cambio, pero que integra a quien lo recibe y ayuda a pódaTirálTe-s-erusogue más les.conveugAtzpjálio e sus
mantener a esa población flotante. En su defecto, dependen bfél-Ifée-áfa a contravenir esas órdenes, les daremos
de la administración pública, que los retiene en hospitales apoyo ne ce s arjp_aara,gue a.L.~.
generales o lugares de encierro con el único objetivo de de- -reIire-Eáraismo, a • - ta sin fallas, perderá vigen-
, jarlos socialmente fuera de circulación, para poner fin al cia con el correr de iglo xvm, el germen de un doble
escándalo que entraña el espectáculo y el comportamiento de conflicto habrá de sur: - - orazón mismo de esa colabo-
esos elementos no controlados. Como contrapartida de esa ración entre la administración y las familias. Por una parte,
responsabilidad respecto de las instancias que lo comprome- la familia ya no contiene con la misma eficacia a su • -
ten, el jefe de familia tenía un poder más o menos discrecional tnütéhroErcerco
briis a-my- és de su que contenía a los
sobre aquellos que lo rodeaban. Podía utilizarlos para todas hitlivittims-araijurit' os orgánicos se abre lentamente. La
las operaciones destinadas a valorizar la importancia de su separación entre pobres "vergonzantes" (aquellos que se
estado, decidir la carrera de los hijos, el empleo de sus abstenían de pedir ayuda públicamente por temor al desho-
parientes, la concertación de alianzas. Podía asimismo casti- nor) y mendigos suplicantes, que exhiben sus miserias y sus
garlos si estos faltaban a sus obligaciones familiares, y a tal heridas sin vergüenza, tiende a desaparecer y el final del
efecto apoyarse en la autoridad pública, que le debía ayuda y siglo xvm asiste a un fuerte incremento de la cifra de pobres
protección en su accionar. Las famosaslettres de cachet de que piden ayuda. Por lo demás, los mendigos que imploran
famille* cobran sentido en el marco de este intercambio poco a poco se convierten ellérigr — osb-~mjs>s que
regulado de obligaciones y protecciones entre las instancias deambulan por los campos y rec~,---nrit~ piedad,
públicas y la instancia familiar, pues ponen en juego, por un mitad por el chantaje de violencia (amenaza de incendio,
lado, la amenaza que entraña para el orden público un indi- etc.), un impuesto que compite con el del Estado. Organiza-
viduo que falta a la religión y a las buenas costumbres, y, por dos en bandas, practican el pillaje y siembran el desorden.
otro, la amenaza que hace pesar sobre el interés familiar la Por otra parte, las víctimas de la autoridad familiar y de la
desobediencia de tal o cual de sus miembros. Las peticiones práctica de las lettres de cachet cuestionan duramente estas
I que exigen el encierro de ciertas muchachas, cuya excesiva prácticas. Las quejas se remontan al ario 1789, y la historia
I picardía puede acarrear desórdenes públicos y consecuencias de los tribunales civiles bajo la Revolución revela que los
pedidos de indemnización por causa de internación arbitra-
ria eran tanto o más numerosos que los procedimientos
Cartas con sello del rey que imponían encarcelamiento o exilio sin juicio
[N. de la Ti. 55
54
legales de reconocimiento de paternidad.' La administración
misma se endurece contra estos pedidos, cuyos fundamentos tradicionalmente en términos de un maniqueísmo tranquili-
ahora se propone verificar de manera sistemática. La cons- zador, que oponía los defensores del orden establecido y de la
trucción de hospitales generales respondía, entre otras razo- familia a los revolucionarios colectivistas. Ahora bien, lo
nes, al deseo explícito de proporcionar a las familias pobres menos que puede decirse es que este esquema no sirve para
un medio para controlar a sus miembros indisciplinados. Los comprender el estado actual de liTrainirrá _—W m e
rioTrá
.
administradores no tardaron en sospechar que las familias na ura eza • e anego aue oá in.ivi.uos de las sociedades
utilizaban estos recintos para librarse de sus bocas inútiles,
sus tullidos, antes que para dar una saludable y momentánea
lección a los indomables del orden social.
Estas dos líneas de deconstrucción del antiguo gobierno de en nombre de la garantía de la esfera autónoma de las
las familias convergen en la toma de la Bastilla. Llevado lersonas. lnáZiTiráctilá-fue/-71.7i-sTi npTeWeiTté."
adelante por gente del pueblo y por indigentes de París, es repei
----Ciisión del poder burgués y, por lo tanto, estuviera 4"
decir, por aquellos a quienes ya ningún vínculo socio-familiar totalmente bajo el dominio del Estado "burgués. entonces
¿por qué los indiVidi-F61751-féT651-6á-miembros del
L
contiene, alimenta o mantiene, este acontecimiento es la
culminación de una sorda interpelación que conmina al no dirigentes, invertirían tanto en la vida familiar Afirmar
Estado a hacerse cano de los ciudadanos y a conVIffir -- e en que ro-h-EgirEQZTE-efectos &Tina impregnación ideológica
la i . cia res onsa • equivale a decir que son todos unos imbéciles, y enmascara
de . 7 _i s i u e as' .•. 51,471dAyü-c-tiblistiffb~ré x c e - con mayor o menor habilidad un error de interpretación. Esto
familiar
/I e n Cia e a arbitraitedallfamitiar Srall'iréblinilitt~a. tampoco explica por qué la familia moderna organiza sus 9
j seibétalTiTréal,„--,ages.'tQA-11.14-lí ép-toifi---áiéév-fádb-§- 1- vínculos de una maria-TilifrelibTETEGRiggráliráfilieua
/ dutrá la-én- idos or_el ,p,racedimiehtalTa-s-tétti-'1:á "dé -iiel é ia__ iaica. bl para iTn-
1 lárailaTe ábo ición dio origen á niuélio -
s -áiérná Ciiien- para aferrarse al Fiisa del orden establecido,
1 do tabula rasa del antiguo enredo de los poderes estatales y iabría de nermiti semejantp,_
familiares, proyectaban un Estado que organizara la dicha de marcos an su podeeneskaueseAraAg_.
sus ciudadanos, un Estado que dispensara asistencia, traba-
jo, educación y salud para todos, con independencia de las er_que una
pertenencias familiares condenadas al olvido. Pero también nunca sol" a un
engendró su contrapartida: la pesadilla de un Estado totali-
Di-cho de otro modo, .1 eje de la cuestión no radica tanto en
tario, que quizá asegurara la satisfacción de las necesidades
de todos, pero al precio de una nivelación de las fortunas y de
—
1
sa • er pa . a ue sirve a familia en la economí„ a_Zr5
en la propiedad privada, sino más bien e comprende por
-al 9
basada
un encorsetamiento autoritario de la sociedad, AsIpue,,Ija_
familia fue pwc_acia. , al c2razón de un debateppligco qué funciona de ese modo, cómo ha podido s i e en un
d_r,?)
eálNitálSta_lue Jooma,en juego . TaTlimisma Je medin-eficanpara . Eóljurar 151-Iériki'óá. -¿lid jiéááliáiVábli-rép-
"l'IZQ., - or—uiiii-dó,Tós-s-ocialistas, st", J
lo s "éstatiasegado- déffni-ción liberal cielpát-adó.,-péliginS origi nados` en la revu-el:
- tl-61-bolii-ek que ex-i:gi -aiiq-u-e este se convirtiera en el priri-
f res e a amilia y, por tanto, acusados de totalitarismo. Por
, otro, los partidarios de una definición liberal de Estado -se-i
,4 cibió-reorganizador de la áncie dad, y tambiéñ en la insurrgPO44.-._
-dé foá- individuos contra la arbitrariedad del poder familiar,
r gún la cual este dejaría a la sociedad organizarse en torno a
i la propiedad privada y la familia-, y por lo tanto acusados de\ que
, amenazaba con debilitar esa frágil y decisiva-pa-tiráli-a
ry.a,clurismo. engida contra uria-lé-áfion estatal y colectiva de los ciudadanos.
Sea como fuere, el problema de la familia ha sido planteado —Por-consigifiente, el problema radica en su transformación,
2 vol.,
no en su conservación. Si sólo se hubiera tratado de preservar
1 Cf. J. Douarché, Les tribunaux civils et Paris sous la Révolution,
a la familia contra viento y marea, contra la acometida de los
1905-1907.
hambrientos y la revuelta de los oprimidos, su historia sería
56
57
problema, a expensas del libre juego económico (Malthus,
la de la defensa pura y simple de los privilegios que ella Gérando, Villermé)? 2. ¿Cómo reorganizar disciplinariamen-
consagra, y su rostro el de la dominación sin maquillaje de te a las clases trabajadoras ahora que los antiguos vínculos
una clase sobre otra. Que los discursos que denuncian los de comensalía y vasallaje ya no las amarran al orden social,
privilegios sociales y las dominaciones de clase se hayan pese a subsistir en ciertos casos bajo formas que pueden
desolidarizado progresivamente de la crítica a la familia; que constituir puntos de resistencia al orden nuevo (las corpora-
las reivindicaciones hayan sido lentamente llevadas a apoyarse ciones, los obreros de la seda de Lyon, etc.), y, en otros,
en la defensa y mejora de las condiciones de vida familiar de desaparecer en provecho de una irresponsabilización total de
los "menos favorecidos"; que de ese modo la familia se haya la población reinante, y del nacimiento de las ciudades
convertido a la vez en un límite para las crí-ticas al orden industriales (De la Farelle, Frégier, Cherbulliez)?
establecido y en un punto de aríoyo para las reivindicaciones El problema es tanto más delicado cuanto que no puede
de una mayor igualdad social: todo ello nos invita a tratar de resolverse como se lo hacía bajo el Antiguo Régimen, es decir,
pensar la familia y sus transformaciones m rma con mera represión, puesto que la economía liberal requiere
povÓlúci6n fo—s— pffilleficiás—fflpte-adiísZpor un la puesta en marcha de procedimientos de conservación y
defitlitiórilibefáT derráfá« —y-371--n —o como un elemento formación de la población. En el siglo xvill, la promoción de
,negativo de resistencia al Cánítii—o—s— oaáliTI::— --- esos servicios colectivos tan necesarios iba a la par, en el
Ahora bien, ¿qué podía, al despuntar el sigloxrx, amenazar discurso de las Luces, en el discurso prerrevolucionario, de
una definición liberal del Estado? Dos cosas. un cuestionamiento del orden político. Una vez eliminada la
Por una parte, el problema del pauperismo, la escalada traba del antiguo poder de soberanía, se rompe la alianza
discontinua de olas de indigentes que, reclamando más sub- entre clases populares y clases burguesas, puesto que el
sidios del Estado, lo habían conminado durante el apogeo del interés político de las primeras era mantener el nexo entre
período revolucionario a convertirse en la instancia reorgani- reorganización del Estado y desarrollo de los servicios colec-
zadora del cuerpo social basándose en el derecho de los tivos, entre dicha y revolución, mientras que el interés de las
pobres a la asistencia, al trabajo y a la educación. segundas era evidentemente su disociación, único modo de
Por otra parte, la aparición en el cuerpo social de fracturas mantener las posiciones conquistadas, así como el margen de
tan profundas en materia de condiciones de vida y costumbres juego necesario para la economía liberal. Tanto es así que las
que podían engendrar conflictos gravísimos y pasibles de dos preguntas más importantes que mencionamos pueden
poner en tela de juicio el principio mismo de una sociedad resumirse en una sola: ¿cómo asegurar el desarrollo de
liberal. El enfrentamiento entre una minoría burguesa civili- prácticas de conser . • • _ • u .on • e a • • • . • 1, e e
zada y un pueblo bárbaro, que en vez de habitar la ciudad la iiirlado, se las desvincula de toda adscripcioriTireErárItinte
-• • •
'óá-lidádadtítiréliffeli
os- dad humillante, la norma pi-e -servadora antes que la ‘represión
destructiva.Téro aún hay más. Pileá" si noestán adminidtra":
cm-menas y conflictos que senarian ia nore orgamzacion ae CUSTeiranera arbitraria por un poder caprichoso que alterna
1 arreláttairél- góCiáreá-éb irétaféHóde'uria-VrarenCid-p-inrcl la limosna y el látigo, se debe a que los nuevos dispositivos
caparde-ániquilar aquello_ que el Estado debe_garántizá sr, contienw_wdios equivalentes, constitilMiérTéMirnón
da-do-qüe é-ga es su §al-á misión. 'Lartrendencia' médica es la iúrálTrernativa cotidiana a-Uha sitúa-Eón pieTria rmicheyes.
contra-fa-rada ilééesaiiá -déll- téndencia industrial, pues la SiérdtgrarsMbléraiiiaráTird áhato ha piididirfuncionar,
influencia que esta última debió de ejercer en la salubridad no es principalmente (aun cuando ese fuera el caso en ciertas
está fuera de duda, en el sentido de que multiplicó la cantidad empresas paternalistas) porque se obligara a los obreros a
de peligros a los cuales las poblaciones manufactureras están depositar una parte de sus magros recursos en cajas de
expuestas, en mayor medida que las poblaciones agrícolas. ahorro, sino porque ese ahorro les daba una mayor autono-
Sea como fuere, si las causas de la insalubridad se multipli- Annales d'hygiéne publique et de médecine légale, preámbulo al tomo
caron con el desarrollo de las artes de la industria, debemos 1, 1827.
60 61
mía familiar respecto de los bloques de dependencia o de las
redes de solidaridad que pese a todo subsistían. Las normas problema de la pobreza, pues organizar espacios donde el
higienistas relativas a la crianza, al trabajo y a la educación trabajo y la alimentación estén asegurados puede volverlos
de los niños pudieron entrar en vigor porque les brindaban - atractivos, promover que hacia ellos afluyan todas las perso-
y, correlativamente, también a sus mujeres- la po-sibilidad de nas con alguna dificultad para subvenir a sus propias nece-
una autonomía mayor en el interior de la familia contra la sidades, y por lo tanto aflojar poco a poco los primeros
autoridad patriarcal. vínculos que debían contenerlos. Pero si esos espacios clausura-
Dicho de otro modo, la fuerza de esta estrategia filantrópi- dos se convierten en lugares repulsivos por su carácter represi-
ca radica en que pro rnilialas-doslíne-as-de vo, se vuelve imposible drenar allí a los elementos a los que sería
i7 ii anaban dek plIa_mara_acfmlarlas en
necesario controlar y que acaban deambulando en busca de
una nueva síntesis adecuada cualquier otra solución, de modo tal que podrían volverse aun
o -rdérTraill1-67EírlirsérifidiS más peligrosos. En ambos casos, la intervención falsea el pro-
blema, aumenta artificialmente la cantidad de pobres a socorrer
a al
o reduce enojosamente el campo de su acción.
bsisteneiá La limosna individual cae en la misma trampa. Pues puede
conyierte„ en blanco, puesta-que contribuir a multiplicar la cantidad de indigentes y a la vez
..eargienzan_a fom —áráé'a . ., quejas-que-eraafia~e
Iall promover los ardides de los falsos pobres. Para beneficiarse
y1
hs inkivithióS contra la arbitrarie,d.ad famillar„toma. en con las limosnas privadas, los mendigos despliegan todo un
, consideración que permite convertirlos en agentes reconduc- artificio espectacular de la pobreza: falsas discapacidades,
tores de las normas estatales en_ la esfera privada. De tal discursos mentirosos. Testigo de esa utilización en el siglo
‘ a modo, podremos intentar cóínprender la liberalización y la xvn son esos niños hábilmente deformados y mutilados por
s lamc dm
01rsuignldo idxe,ndlaoes lc a n osiebl it lriidquaundefeohabrían sd uoe ta afier( es n:
araerdsoul11ata ram
eeord neesli dr mendigos que los compraban más o menos directamente en
del como modernidad, los orfanatos anteriores a la acción de Saint-Vincent de Paul,
profunda d,esino estra- o bien en esa asociación de vagabundos especializados en la
tégico del acoplamiento de estas dos tácticas filantrópicas. cirugía teratológica que eran los comprachicos. La caridad
estimulada mediante tales recursos podía llegar a dar a la
persona socorrida una situación superior a la de un trabaja-
A. LA MORALIZACIÓN dor independiente, y, de ese modo, incitarlo a convertirse a su
vez en solicitante, a disfrazar su situación con la esperanza
Bajo el Antiguo Régimen existían tres tipos de asistencia a de transformar su situación con esos mismos métodos. Entre
los pobres: los hospitales generales y las cárceles para vaga- los verdaderos indigentes, aquellos que no disfrazan sus
bundos, la limosna individual para los mendigos y las compa- miserias ni sus recursos, la caridad también podía tener
ñías de caridad organizadas en torno a parroquias para los efectos nocivos, pues alentaba la sensación de una "funesta
pobres vergonzantes. Las tres son consideradas ineficaces, seguridad", que resultaba de la certeza de ser asistido en caso
tan sólo adecuadas para mantener y aun hacer proliferar la de necesidad cuando se disponía de un protector. Y, a la in-
pobreza en vez de aplacarla. versa, esta inscripción de la limosna en el registro de la
¿Por qué? Porque todas ellas contribuyen a falsear la súplica desalentaba a quienes quizá más la hubieran necesi-
percepción. tado, por la extensión, la sutileza, el servilismo y la astucia
Las cárceles para vagabundos y los hospitales generales que esa iniciativa requería. Todo llevaba a quienes se resig-
sustraen de la mirada pública a.los vagabundos y los indigen- naban a la mendicidad a convertirla en un verdadero oficio:
tes válidos, al tiempo que les ofrece un albergue que, ya la necesidad de complacer a los ricos halagando la importan-
recompensa la pereza, ya los hace huir y refuerza la mendi- cia de su don por la humildad ritual de la súplica, pero
cidad. Encerrar a los indigentes es una falsa solución al también el don mismo, necesidad que podía resultar más
provechosa que muchas profesiones.
62
63
Por el contrario, la asistencia a los pobres vergonzantes represión violenta de los pobres cuando su miseria los lleva
consistía en proteger a quienes tenían un oficio, un estado a la insurrección. "Ha pasado el tiempo en que de algún modo
"decente", y cuyo problema era ocultar su miseria para no era posible dispensarse de tener en cuenta lo que sucedía en
desacreditarse. "Se considerará pobres vergonzantes a quie- las clases inferiores y descansar sobre el recurso de aplastar-
nes tengan cargas y empleos decentes, y que hayan tenido o las en caso de necesidad cada vez que se agitaban; estas
sigan teniendo en la actualidad un negocio en calidad de clases ahora piensan, razonan, hablan y actúan. Así pues, es
comerciantes o de artesanos de algún cuerpo de oficio, y indiscutiblemente mucho más sabio y mucho más prudente
aquellos que puedan tener una vergüenza razonable de pensar en tomar medidas legislativas, algunas destinadas a
exhibir públicamente sus necesidades a causa de su profe- proteger las costumbres y prevenir un nuevo desarrollo de los
sión o de su nacimiento". 3 Los miembros de esas compañías abandonos, y otras orientadas a dar una utilidad real a esos
de caridad son burgueses, comerciantes, patrones que, en el seres abandonados brindándoles la capacidad de desempe-
acotado marco de la parroquia, brindan ayuda a aquellos que ñar un papel activo."' La posibilidad y la pertinencia de una
pertenecen a ese territorio por un estado y que, por ende, represión de los pobres como solución a los problemas que
están atrapados en los vínculos de obligación. Están exclui- plantean disminuye, pues, con su entrada a la escena políti-
dos de hecho quienes no frecuentan los oficios, las parejas que ca. Sin embargo, la contrapartida de la antigua actitud hacia
viven en cuartos amoblados, los elementos demasiado móvi- la pobreza, la caridad privada y pública, se volvió aun más
les (había que estar domiciliado al menos seis meses en el delicada. Si ya no se trata de reprimir la pobreza de manera
mismo lugar para obtener la ayuda de la compañía), pero tan sistemática, ¿habrá • ue reco • • - - . e e • 'n• -
también los obreros que trabajan con los disfraces de teatro, te, un derecho le: imp e soclurido.,pnraasjustandaa
o las personas que atienden hoteles de dudosa moralidad. ' - . . : lero ese Dasaie de la caridad facultativa a la
Instrumento de preservación corporativista y territorial, la en Ittnus, ¿no ent a
compañía de caridad también desempeña una función de :onsi _era_a
policía moral de la parroquia. Por tal motivo, un pedido de p_en zue un in uo es
asistencia debe estar acompañado de un certificado de confe- sustento de su
sión firmado por el curaPLa investigación realizada por la a_un_mdivi u
compañía consistía en interrogar a los padres sobre cuestio- de suDlir sus :s Dor
nes de religión, verificar su frecuentación de los oficios, el
envío de los niños a las escuelas de caridad y al catecismo, ve- ra-c-o1-171ilifra-átrátado en responsable d_eiLsatisfacc,ión
rificar su devoción y sus costumbres entre los vecinos. In,. ifelasmerertiládérdéro-s—criidadanos, en ZIanandatario de los
sín~m_e_l_ amen de los signos exteriores de moralidad pobres-f~áTo-s-iriPos, en el agente de una nivelación de las
honorabilidad quérib-ré~tas--TrecesterácIes reales, una - fortunas, en él deátructor de ese marg'én -,d-eil¿ralismo cuya
a-liátéñéia-q—ue sé moTdéá-áibtelos---blcyquerérédlp-endencia ---1-ibertteién-4elas -aiifigUas funciones arbitrarias tenía, por el
las redes dé solidaridad, y no puede conEuIlp crim láTuncion_de r a ntiz ar,,
pnncipio se le.eacapa. "IróWds los discursos de los economistas y de los filántropos
------ El-dbs-arrollo de los problemas de asistencia con motivo de se distribuyen en torno a la cuestión de la asistencia plantea-
esa percepción falseada de la pobreza que, ya le pide exhibir- da en estos términos. Por un lado, los socialistas-con Godwin
se, ya la ayuda a ocultarse, ya la alienta con ayudas públicas, en Inglaterra y los utopistas en Francia- que proponen la
ya la remite a la caridad privada al reprimir sus manifesta- abolición de la propiedad y de la familia en provecho de una
ciones públicas, engendra para los gobiernos la obligación de gestión estatal de las necesidades. Por otro, la economía
elegir a largo plazo entre una institucionalización de la política cristiana que reúne, en la Sociedad de los Estableci-
caridad, que consagra la ayuda como un derecho, o bien una E. Fodéré, Essai sur la pauvreté des nations, 1825, p. 556.
' Paul Cahen, Les idées charitables au xvil et xvllí siécle á Paris, Macon, 5Chalmers, discípulo de Malthus, citado en Traité de la bien faisance
1900. publique, De Gérando, tomo 1, 1839.
64 65
mientos Caritativos, fundada en el ario 1828, a hombres como rá gracias a la fuerza de su argumentación. Contra los
Bigot de Morogues, Huernes de Pommeuse, el vizconde de economistas cristianos, que privilegian abusivamente la re-
Villeneuve-Bargemont. Todos ellos partidarios de una re con- lación entre ricos y pobres, nosotros proponemos, explica De
ducción mejorada de la antigua caridad, de una restauración la Farelle, incluir la mayor cantidad posible de ciudadanos.
de los vínculos de obediencia que en el pasado unían a ricos Pues ¿qué son las fracciones muy ricas y muy pobres de la
y pobres. Partiendo del principio según el cual el desarrollo sociedad sino dos minorías? ¿Acaso podemos reflexionar
de la economía, lejos de suprimir la miseria, la vuelve aun sobre los fundamentos de nuestra sociedad tan sólo a partir
más flagrante en muchos aspectos, ven en esa situación una de estas dos categorías? Eso implicaría dejar de lado al pueblo
nueva oportunidad para las antiguas dependencias. "La caridad de pequeños propietarios rurales, de los pequeños artesanos
establece relaciones y vínculos de afecto entre las clases, y comerciantes, de lejos el más numeroso y más interesante
instituye una jerarquía saludable y tierna, no procede de esas por los esfuerzos que hace para producir y a un mismo tiempo
reglas generales necesarias para la caridad pública, pero que asegurar su independencia. A los socialistas, añade De La
rechazan o hieren tantas miserias. No atacaremos a la Farelle, oponemos la familia, esa instancia que desean, a
sociedad en sus principios, en las condiciones inseparables de conciencia o no, destruir delegando sus poderes al Estado, en
su existencia, no dirigiremos al trabajo o a la indigencia vanas tanto que ella es el mejor punto de apoyo para retener a los
palabras; no los acunaremos en quiméricas ilusiones; no individuos en la práctica del esfuerzo y de la voluntad de in-
queremos enrolar a los pobres y a los desdichados al servicio dependencia.9 Y todos los filántropos sugieren que fue preci-
de las pasiones políticas, ni explotar su miseria para hacer samente el antiguo sistema de obediencias clientelísticas y
revoluciones. Solo la religión tiene derecho a dirigir a los ricos caritativas aquello que preparó el terreno para el socialismo.
severos reproches y solemnes amenazas, porque al mismo Esa costumbre de contar con un protector para resolver
tiempo enseña a los pobres la ternura y la resignación." 6 Por problemas ¿no engendra acaso esa despreocupación culpable
último, el tercer grupo, la economía social, con Droz, de de la población pobre? Y, si esa protección llegara a faltarle,
Sismondi, el barón De Gérando, Michel Chevalier, Dunoyer, ¿no podría tener la impresión de que se le debe algo? ¿No
de la Farelle, el duque de la Rochefoucauld-Liancourt, Guizot, conciben, acaso, este don arbitrario y agraciado como un
Villermé, Dupin, etc. Se organiza en sociedades que prolongan, derecho imperiosamente reclamado, derecho al trabajo, de-
bajo apelaciones protectoras, habida cuenta del clima de la recho a la asistencia? Oponerse al razonamiento caritativo
Restauración, el antiguo espíritu filantrópico del siglo xvm: llegó a ser el único modo de conjurar el advenimiento de una
Sociedad para la Moral Cristiana, Sociedad para la Instrucción caridad de Estado expoliadora de las fortunas, el mejor modo,
Elemental, etc. Para todas estas personas, el discurso de pues, de defender el orden social.
referencia es el de Malthus, aun cuando procuren diferenciar- Esta argumentación conquistará y convencerá a las clases
se un poco de él. 7 Malthus fue el primero en replicar a los propietarias en la medida en que también se apoya en la pro-
socialistas, puesto que concibe su primera obra contra la de moción de una nueva técnica política que concibe la necesi-
Godwin (De la justice politique), 8 pero no entona por ello la dad como un medio para la integración social, y ya no como un
vieja cantinela de la caridad ni pone en juego la nostalgia por principio de insurrección. ¿Qué andaba mal en la antigua
antiguas dependencias. . iillre-FalTalro—q—u' e se da
práctica de la asistencia? Toslo,7-gii-r
Este grupo logrará filtrar sus propuestas en materia de -a-1~1151iTarerial), los criterios de opprtunidad (Cfú`e
asistencia y, progresivamente, en el resto de los procedimien-
tos de transformación del cuerpo social. Primero lo consegui- tibirciciiirqiie
r —cle-Fivan en la alternativa: represión o caridad
legal). Los filántropos proporiewcambiar todo es ó incitando
6
Esta profesión de fe figura en el preámbulo del primer número de -- -al-alterro; -puntátteTái:aa- áci nuevo dispositivo de la asisten,
Annales de la chanté, revista de la Sociedad de Economía Caritativa, 1844.
T.H. Malthus, An Essay on the Principie of Population, -C117, foltál-e-Cie„—n—dó'Pór ese medio
_ a la familia
, contra
_ las tenta-
_
Londres, 1798.
W. Godwin, Ali Inquiry Concerning Political Justice an. De la Farelle, Du progrés social, 1839, 2 vol., y Plan d'une réorgani-
its I nfluence on
General Virtue and Happiness, Londres, 1793, 2 vol. sation disciplinaire des classes laborieuses, 1842.
66 67
donas-socialistas y estatistas, clJn_trá las medio del acatamiento de cierta cantidad de reglas dictadas
antiguas In-más dé áóircfárida . y. dependencia,- instrumen- por ella y relacionadas con la dirección de dichas sociedades.
,_
. - tando contra estas últimas a la familia como posibilidad de
Entre otras preocupaciones, la anima el afán de luchar contra
-- yactarfomjo;:: esa costumbre, propia de los contribuyentes, de consumir
— A-áf pues, para que las ayudas sean útiles para quienes las
bajo la forma de fiestas colectivas el resto anual de las
necesitan, y sólo para estos últimos, los filántropos se propo- cotizaciones. Pues, mediante el ahorro, poco a poco podrían
nen ante todo cambiar la naturaleza de dichas ayudas. prescindir de la contribución de la beneficencia privada. La
Aquello que se debe dar es, por principio, consejos antes que lógica del ahorro es siempre la misma: reducir las formas
bienes, "establecer entre esas clases-comúnmente llamadas orgánicas, festivas, transfamiliares de solidaridad para su-
'inferiores' y las clases superiores relaciones que no se limi- primir el riesgo de la dependencia y el riesgo paralelo de la
ten a dar, comprar, mandar, por un lado, y recibir, vender, insurrección.
obedecer, por otro. [...] Nada menos habitual que lograr Con el mismo espíritu, se proponen cambiar los criterios de
ejercer sobre los pobres influencias que no sean del orden del atribución de las ayudas, el orden de prioridades en función
temor o de la esperanza, y sin embargo esto es absolutamente de ese afán de fortalecimiento de la autonomía familiar.
necesario. Por consiguiente, se trata de persuadirlos de que Antes el niño que el anciano, pues, "más allá de la infancia,
se les está pidiendo algo que tienen total libertad de rechazar. está la virilidad toda, mientras que la mayoría de los ancia-
Esto no es fácil. El hombre del pueblo poco ilustrado interpre- nos indigentes han vivido toda su virilidad como hombres
tará el pedido como una orden, y obedecerá. Si es indepen- indignos de ser socorridos más tarde"» Antes la mujer que el
diente, le molestará que alguien se inmiscuya en sus asuntos hombre, pues, a través de ella, también se ayuda al niño. A
y vislumbrará una pretensión aristocrática en los consejos mediados del siglo xvin, una asociación caritativa se había
que se le brindan. El consejo es el acto que marca el punto de formado para brindar ayuda a los padres encarcelados por no
máxima igualdad, pues resulta a la vez del deseo de influir haber podido subvenir a los gastos de alimento de sus hijos.
por parte de aquel que lo da, y de la absoluta libertad de quien Los liberaban tras pagar la deuda, pero muy pronto todo
lo recibe. Es dificil hacerle entender al hombre pobre que las volvía a empezar. En 1787, la fundación de la Sociedad de la
ventajas del hombre rico le dan, no un poder material, sino Caridad Materna se propone ayudar a las madres pobres con
una influencia moral legítima, dondequiera que falte el la condición de que se comprometan a alimentar por sí
ejercicio de los derechos políticos"?' Así pues, el peligro se mismas a sus hijos o, en su defecto, a alimentarlos con leche,
halla efectivamente en las antiguas relaciones de dependen- en caso de no poder amamantar.
cia entre ricos-pobres, esa expectativa de un don o de una En términos generales, la filantropía se distingue de la
orden, esa alternativa de caridad o represión; el medio es la caridad en la elección de sus objetos, por ese afán de pragma-
atribución de los derechos políticos, condición necesaria para tismo. El consejo antes que el don, porque no cuesta nada. La
que las relaciones entre las clases sociales puedan pasar de asistencia a los niños antes que a los ancianos, a las mujeres
la dependencia a la "influencia legítima". antes que a los hombres, porque a largo plazo eso puede,
'o _ _ é dar consejos? En primer lugar, porque no les cuando no reportar, al menos evitar un gasto futuro. La
cuesta_auldálóspriineros y, en segun o uga-i7JOiyif.e"-eVita caridad es ajena a esa inversión, pues no se enciende sino al
que los otros contraigan mal-O–á-hábitos. Desde ya, las socieda- calor de la miseria extrema, sino a la vista de un sufrimiento
des filantTelrcárárguarolo~yudas materiales, pero
espectacular, para recibir el consuelo inmediato que le trae el
lo hacen con vistas a servirse de ello como vector de su sentimiento de magnificar al donador. La ejemplaridad del
"influencia moral legítima". La Sociedad Filantrópica de don se opone a la gratuidad del consejo, en el sentido de que
París ofrece su patronazgo a las sociedades de socorros es un intercambio que supone dos polos simbólicamente
mutuos que querrán beneficiarse con su apoyo financiero, por opuestos, y no abstractamente igualados. Para L. De Gui-
'° Charles Dupin, L'ouvriére, 1828.
" Ibíd.
68
69
zart, la caridad "sin duda implica un-mayor sacrificio, pues
siempre se presenta al espíritu bajo la apariencia de seres ción de las ayudas, en la búsqueda de un procedimiento que
vivos y personificados; en cambio la filantropía, al considerar permita a la vez discriminar la "indigencia fáctica" de la
desde una perspectiva más amplia los males que combate o "verdadera pobreza", e introducir en la asistencia la exigen-
el bienestar que procura, no cuenta con la ayuda de las cia de su necesaria supresión a largo plazo. El invento de esa
emociones de simpatía y piedad. Un cura baja a los calabozos técnica estuvo a cargo del barón de Gérando para su Manuel
y allí prodiga sus consolaciones. El filántropo se ocupa de las du visiteur du pauvre, concebido en 1820 como respuesta a
cárceles con el único objeto de estudiarlas, determinar su una pregunta de la Academia de Lyon: "Indicar los medios
finalidad y hacer concurrir todos los medios que las antiguas para reconocer la verdadera indigencia y volver la limosna
ciencias y las artes ofrecen para alcanzarla; y las mejoras, su útil tanto para quienes la dan como para quienes la reciben".
obra, lejos de cesar con él, tarde o temprano se transforman "Si el consejo de visitar a los pobres antes de socorrerlos y al
en instituciones"." Entre la caridad y la filantropía se esta- socorrerlos no es nuevo en absoluto, la manera de visitarlos
bleció durante todo el siglo xix una competencia cuya benefi- correctamente aún no ha sido, que yo sepa, bien trazada ni
ciaria ha sido la segunda. En 1899, los Annales de chanté son bien definida. Creo y sé que numerosos ejemplos nos lo
rebautizados Revue philantropique . Término de un proceso prueban cada día. Precisamente, he querido recoger, resu-
de descalificación de la relación entre ricos y pobres en los mir, poner en evidencia y hacer fructificar aquí esa experien-
antiguos términos de un intercambio simbólico: te doy mi cia feliz"» El objetivo de este examen, la novedad de su
miseria para que puedas darme tu bondad; te doy mi natura- carácter, consistiría en condicionar la atribución de las ayu-
leza, mi fuerza física para que puedas hacer gala y uso de tu das mediante una investigación minuciosa de las necesida-
cultura, etc. Sin duda no ha sido casual que las últimas des, a través del acceso a la vida privada del pobre. Inspección
manifestaciones del sentimiento caritativo se hayan focaliza- necesaria para desenmascarar los artificios de la pobreza: tal
do, a fines del siglo xix, en los incurables, residuo en piel de madre rodeada de niños pequeños pide ayuda, pero ¿acaso le
zapa del antiguo ámbito de la miseria, del sufrimiento y del pertenecen, no los pidió prestados para la ocasión a la
horror. Testigo privilegiado de ese repliegue: la Obra del verdadera madre? Tal inválido le suplica, pero ¿es real su
Calvario, premiada en la Exposición Universal de 1900. Aquí invalidez? Para distinguir la pobreza verdadera de la indi-
sólo se admiten mujeres cancerosas jóvenes, pobres, de pre- gencia ficticia, es preferible penetrar en el interior del pobre
ferencia extranjeras, con un diagnóstico de incurabilidad antes que conmoverse a la vista de los harapos y el espec-
garantizado y que exhiban llagas en carne vivas que requie- táculo de sus llagas. Allí podrán ver cómo el precio por un
ran vendas. Las "libre vendadoras", como se autodenominan remedio puede cambiarse por una buena comida. Inspección
las damas del Calvario, son necesariamente viudas que necesaria también para la evaluación de la conveniencia de
llevan los grandes apellidos de la política, del ejército y de las las ayudas: un anciano los llama, les habla de su abandono,
letras; a cambio de una donación, adquieren el derecho a pero ¿y su familia? ¿No puede alimentarlo? ¿No estará espe-
curar a esas enfermas en esa última "reserva" caritativa: culando con el envilecimiento al que lo condena? ¿No estará
"Nuestras incurables son felices y lo proclaman"." usted metido en esa conspiración que rompe los vínculos de
Por consiguiente, puesto que se trata de dar consejos, de la naturaleza?
brindar ayuda sólo en la medida en que permitan la penetra- Socorrer a las personas cuya pobreza no entraña ninguna
ción de esos consejos, lo esencial del desplazamiento de la astucia no lo es todo. Aún resta conseguir que esas ayudas
antigua caridad hacia la beneficencia filantrópica habrá de sirvan para algo, que den origen a un enderezamiento de la
basarse en la elaboración de nuevas modalidades de atribu- familia. Por esa razón, es necesario localizar y poner en
evidencia en todo pedido de ayuda la falta moral que la
L. De Guizart, Rapport sur les travaux de la Société de moral determina más o menos directamente: esa parte de despreo-
chrétienne pendant l'année 1823-1824, p. 22-23. cupación, de pereza, de vicio que hay en toda miseria. Empal-
Mémoire de l'ffuure des dames du Caluaire á l'Exposition universelle
de 1900.
70 14 Barón de Gérando, Le uisiteur du pauure, 1820.
71
extrema, ahí donde las viviendas son insalubres y la promis-
me sistemático de la moral sobre la economía que implicará
cuidad favorece el contagio del mal ejemplo, ahí donde el
una vigilancia continua de la familia, una penetración inte-
trabajo es precario y los niños quedan librados a sí mismos,
gral y detallada de su vida. Gérando elabora un modelo de
prosperan "el pauperismo y las utopías". "A menudo seduci-
libreta en que habrán de consignarse, por una parte, los
dos por el alza temporal de los salarios, los obreros de los
recursos de la familia y, por otra, el empleo que hace de ellos
campos se precipitaron a las ciudades." Ahí, se propagan y
según su moralidad, libreta que se asemeja bastante a los
engendran sin consideración, hasta el día en que una crisis
actuales informes de las asistentes sociales. Con relación a la
produce una baja del salario, y toda esa gente queda sumida
antigua caridad, la transformación es considerable. La cari-
en la desesperación, que suele ser el camino de la revuelta. En
dad consagraba la pérdida de autonomía de un individuo, o
las ciudades del sudeste de Francia, donde los obreros viven
bien lo mantenía fuera de la mendicidad en función de ciertos
en casas saludables, ninguna revuelta ha ocurrido y nunca se
criterios, tales como las manifestaciones exteriores de perte-
encuentran "esos niños escrofulosos, desmedrados, raquíti-
nencia y honorabilidad de la familia, así como su práctica
cos, que deambulan en grupo, como en ciertas ciudades del
religiosa. La nueva beneficencia traza una línea divisoria en
norte". "La disolución de la familia y todas las miserias
el interior de la familia, y distingue, a partir de criterios
comienzan en las viviendas de mala calidad". Fue en ciuda-
inherentes a su organización interna, entre la posibilidad de
des como Lyon y Saint-Etienne donde se establecieron los
autonomía mediante el ahorro y la de una asistencia asociada
verdaderos focos de las doctrinas antisociales que desnatura-
con una tutela minuciosa. La autonomización de la familia
lizaron el sentido moral de las clases obreras. Ahora bien, se
con relación a las antiguas dependencias y a las redes de
trata de ciudades donde los obreros trabajan en talleres que
solidaridad va acompañada de un desplazamiento de la mo-
pertenecen a capataces sedentarios que subcontratan para
ralidad en el plano de las relaciones públicas hacia la relación
fabricantes y emplean a colegas nómades a la jornada o a la
privada con lo económico. Es decir, la implementación de una
semana. Trabajando de esa manera, el obrero leonés no goza
tecnología de la necesidad que hace de la familia la piedra
de un salario regular, sino de una extrema independencia
angular de la autonomía a partir de la alternativa siguiente:
moral. "Dueño de su empleo del tiempo- y de su voluntad,
controlar sus necesidades o ser controlado por ellas.
nunca se ocupa sino de sus necesidades y conveniencias." Esa
independencia, ese nomadismo, conduce en esas clases obre-
ras a la promiscuidad de los individuos, al fácil contagio de la
B. LA NORMALIZACIÓN
revuelta. "En Saint-Étienne, viven en grupos organizados
casi militarmente y tan disciplinados para su defensa colec-
En 1848, la Academia de Ciencias Morales y Políticas encar-
tiva como poco organizados en el trabajo." En Lyon, todos los
ga a Adolphe Blanqui la tarea de recorrer las principales
jefes de taller ofrecen su vivienda a los compañeros. Ese
regiones manufactureras de Francia, constatar la situación
hábito despreciable suele engendrar una promiscuidad fatal
exacta de sus clases obreras y redactar un informe para el
para las buenas costumbres y es, como mínimo, favorable a
"restablecimiento del orden moral profundamente perturba-
las malas influencias. Y resulta indispensable tener en cuen-
do por las consecuencias del movimiento revolucionario ope-
ta este fenómeno a la hora de explicar esos levantamientos
rado a principios de año". Al cabo de su investigación, Blanqui
inesperados en los que tantas veces las poblaciones obreras
adelanta "la existencia de una verdadera ley del progreso
de la ciudad han tomado las plazas públicas, como si respon-
moral de la población". "Para situar las principales causas
dieran a una serial común y a una consigna militar. Esta
que contribuyen a favorecer ese progreso, es necesario situar
configuración de las relaciones internas de la clase obrera
la proporción adecuada entre la cantidad de habitantes y las
tiene consecuencias muy nefastas para la infancia. "Una vez
riquezas destinadas a alimentarlos, la mayor estabilidad del
que llega a ser aprendiz, el niño es abandonado a su suerte,
salario, la mayor latitud acordada a la educación de los niños,
en un período de su vida en que precisamente requiere la
los hábitos de temperancia, de orden y economía". Por el
vigilancia más atenta y más abnegada. Por eso existe, tanto
contrario, ahí donde la aglomeración de la población es
73
72
en Lyon como en París, una clase intermedia entre la infancia
y la virilidad, que no tiene ni la ingenuidad de la primera ni e n los mismos establecimientos industriales, con mayor
el raciocinio de la segunda, y que por mucho tiempo habrá de facilidad aun que en otras partes. La ley de 1841 sobre el
trabajo infantil fue aplicada a las manufacturas, pero no fue
ser, si nos descuidamos, el semillero donde se recluten los
respetada en los pequeños talleres. ¿La disciplina
perturbadores del orden social". Por último, si se consideran
manufacturera no es acaso el mejor medio para difundir esas
las regiones donde convive la industria de pequeños talleres
normas, para instaurar esa pacificación de la población por la
y los manufactureros, puede constatarse que los niños son
utilizados por sus padres para preservar el estado de estos mayor regularidad del salario que permite la fijación de la
población, la fácil verificación de las condiciones sanitarias, la
últimos, y sometidos a condiciones de vida, alimentación y
distribución regulada de consejos educativos? ¿El peligro no
vestimenta que conducen a su precoz decadencia, o bien,
vendría, antes que de la industria, de la población que se
"pese a su corta edad, son enviados cínicamente a la manu-
facturas, como sus madres". resiste a nuestros esfuerzos, que se hunde en formas de vida
cada vez más bárbaras y malsanas? ¿Y en qué se funda esa
Sea cual fuere el aspecto bajo el cual se considere el
problema de la clase obrera, la región que se tome en cuenta, resistencia si no en las prerrogativas abusivas de la autori-
dad familiar? La filantropía asistencial se proponía eludir
la cuestión clave es en todos lados la de la relación adulto-
niño. Ya sea porque se producen niños en cantidades impru- una interpelación política del Estado entronizando el papel
dentes, ya sea porque se los integra a fórmulas de promiscui- de la familia fortalecida y autonomizada mediante el ahorro;
la filantropía higienista elude toda interpelación política de
dad que dañan su moralidad y los convierten en enemigos del
orden social, ya sea porque son explotados en su trabajo por _
lo económico al remitirla a la autoridad familiar a través de
sus propios padres, directa o indirectamente. "Mientras la la norma.
sociedad no emprenda esta reforma por la base, es decir, por Ahora bien, ¿cómo difundires • norma : el conjunto del
una vigilancia tenaz sobre la educación de la infancia, nues- cuerpo social? ¿Cómo generalizar s . . -1 amientuoilLuir
—l—sLren
qiirgraprecien sus_yenáz r7fra -e— sos islotel,,,teauzs_de
tras ciudades manufactureras serán eternos focos de desor-
den, inmoralidad y sedición." El enemigo de la civilización, la Anlirrolrerirn - en? A trá_y_ls.k.,b.rzs.cuak,:p,o,sou~ No
causa de peligros de enfrentamientos políticos destructores oTsrátterMtrprrrnere-Jrnd-asTsártesná'á'árstencia a la escuela,
del orden social, ¿no procede acaso, más que de la economía, ¿no es igualmente peligroso? ¿No entraña el riesgo de contra-
de esa autoridad arbitraria de la familia, que la autoriza a riar el libre juego del liberalismo, que se quiere salvaguardar
a cualquier precio? ¿No implica iniciar un proceso de destruc-
reproducirse descuidando el porvenir de su progenitura, que
ción de la familia, sobre la cual por el contrario cuentan
le permite mantenerlas en las redes de aparatos de solidari-
apoyarse para conjurar las amenazas colectivas? De la ley
dad enemigos del progreso y que legitiman el estado de semi-
abandono en que se encuentran, así como la precoz explota- Guizot (1833) a la ley Jules Ferry (1882), la cuestión de la
escuela se discutirá en estos términos en todos los recintos
ción de sus fuerzas? Entre el desarrollo de la industria y el del
académicos y políticos. Problema teórico cuyo planteo se
pauperismo, las revueltas y las revoluciones, muchos -en
particular los miembros de la corriente de la Economía po- sumó a las enseñanzas de Malthus y fue retomado por los fi-
lántropos higienistas contra los liberales asociados a los
lítica cristiana, pero también los socialistas- veían una rela-
ción de causa-efecto. Pero ¿no se trata más bien -dicen los tradicionalistas. El mejor ejemplo de ello es, sin duda, el
filántropos higienistas- de "un sofisma de concomitancia", cruce de artículos entre G. Molinari y F. Passy tras el Con-
greso de Beneficencia de Bruselas que, por primera vez
según la expresión de Louis Reybaud? Sin duda alguna, hay
abuso; el trabajo demasiado precoz y demasiado duro de semejante recinto, había emitido en el ario 1857 en Francfort
15
mujeres y niños, las malas condiciones de higiene pública y rait,oa favor de la instrucción obligatoria.
unN.
privada, todo ello amenaza gravemente la salud de la pobla- a e rebela contra la enseñapgp_Alig,garia.eanombre
ción. Pero esos abusos pueden ser corregidos con el decreto de del c ssy
-actei7-7F/WaeTcontrato-matzimAni al. El niño y la
)
jade! Estado-familia, en el sentido de que la familia desde el una amenaza de expulsión. Estas casas funcionaban, pues, en
? el marco de la escolaridad. Eran, a la vez, un parámetro y el
An ti ga-Régtlintli 'Égéráiiiá el ayo del
áltoridül-Sail'áefairds--MtmbiosgyeAljeaulsten. El último recurso de las familias frente a la mediocridad de
■
cp'cligg_I jupagli hábíá -VréáéHáClo parte del antiguo poder
resultados de sus retoños, y en ese sentido constituían antes
los ancestros de las "academias particulares" que los de la
familiar, en el pasado organizado sobre la base h t cedi-
miento de las lett res de cacgth de familia. El a ículo 375 el prevención.
Código Civil pr-eVé que todo padre a quien sumzca Quedaban, pues, las familias pobres, y era lo que más
"importantes motivos de déscon ento [...] puede edir ue sea apenaba a los magistrados: encontrarse en cierto modo bajo
encaréélaa6 aiii'aféliTiirTérsTligiTériiiérios e ieciséis años, las órdenes de la "población más mediocre" y tener que
y seis meses si pues, conceder según su conveniencia ordenanzas de corrección
paterna. Sin duda algunos pobres "buenos" apelaban a ellos,
pero a menudo eran los mismos que a último momento se
m dad de aplicación: la forma-cárcel. Este uso echaban atrás por "una debilidad culpable", ante la aplica-
misi
-TiácidáI
únifiéáiró-délá rátVét~-117aZió-in.71n, en el ción de la ordenanza. Y además estimaban que un mes de
sentido de preservación del honor familiar, y para una función cárcel, o incluso seis, era un tiempo demasiado breve para
de castigo (que implicara sanción pública y ya no privada, y erradicar malas inclinaciones muy arraigadas. Sólo queda en
deshonor de hecho para las familias) dará origen a una pie la gente sospechosa, "aquellos que mandan internar a sus
progresiva descalificación del procedimiento.Di_gilltiL rio hijos para sacárselos de encima durante un mes y así poder
tercio del siglo xix, magistradosyfiláQ p1s icianTi hacer algún viaje o entregarse más cómodamente a fantasías
compartidas, como en el caso de los padres viudos". 21 "Tam-
a dos clases de arg~eps. bién aquellos que luchan contra sus hijos para que les
entreguen la totalidad de su paga semanal". 22 Según la ma-
- POI- una parte, alegan, en el caso de los hijos de buena
— - - — ----- yoría de las personas que la invocan, "la ley sobre la corrección
familia (entiéndase: hilo de familias acomodadas). ese proce-
paterna no es sino una Bastilla democrática, aun más poblada
cárcel, la promiscuidad borksilminales..menteslel,p,nsablo..que de abusos que la famosa Bastilla derribada el 14 de julio de
ella impliéá',-diguraálós padres. Prefieren la fórmula de la 1789".23
La toma de esa "Bastilla democrática", la destitución del
inté?ria-ción7páibilfria7é-ói-Tid forálTéláls de Jules Vallés,
—ifieron por la carrera del padre tras "la privilegio de esa fracción "poco interesante" de las capas
quiii-éria-111#87tei
declaración de los derechos de la infancia", que había procla- populares, que se reservaban escandalosamente su uso, se
mado en su colegio secundario. O bien tratan directamente llevó adelante jurídicamente sobre la base del tema de la
con los conventos o con ciertos establecimientos privados, igualdad del hombre, de la mujer y del niño. La madre viuda,
como la famosa Casa paterna de Mettray, construida en 1855 por ejemplo, no podía presentar una solicitud de corrección
por Demetz. Esta última (que no debe ser confundida con la sin la aprobación de dos parientes del marido. Considerando
colonia homónima, destinada a los pobres) ofrecía a las la dislocación de los vínculos familiares amplios, esto impli-
familias acomodadas un espacio de confinamiento discreto caba dejarla en una situación de impotencia. Otro caso era el
para su progenie, donde esta podía proseguir sus estudios de las madres divorciadas. Por lo demás, cuando un padre
gracias al concurso de profesores del colegio de Tours, en el quería poner a su hijo en corrección, no estaba obligado a
más estricto anonimato (los deberes tienen código) y sin presentarlo ante el juez, quien debía decidir en función de las
perjuicio para su porvenir social, pues los niños incluso solas afirmaciones del jefe de familia. Al extender el derecho
podían abocarse a los deportes más nobles: esgrima, equita- de corrección a la madre, se generaban los medios para dar
ción, natación... El director de esa casa estaba en contacto con 21 Puybaraud, Bulletin de la Société générale des prisons, 1895.
los directores de los colegios que le enviaban, con el consen- 22 H. Joly, Revue pénitentiaire, 1895.
23 Ibíd.
timiento de las familias, a los rebeldes sobre quienes pesaba
87
86
lugar a una controversia entre el hombre y la mujer, y por lo
tanto justificar un procedimiento de verificación que a su vez sector de gestión cuyas variaciones y desigualdades de apro-
implicaba una indagación ante el niño y el vecindario. Esto visionamiento perjudicaban su buen funcionamiento, al tiem-
constituía un medio para hacer recular las solicitudes abusi- po que libera al patronato de esa imagen directamente
vas, puesto que el resultado podía invertirse en un procedi- dominadora, que resulta de sus modalidades paternalistas
miento de destitución de la patria potestad. Y era asimismo de implantación. No es como si el Estado hubiera tomado la
un medio para ampliar las posibilidades de intervención por iniciativa, asumido la responsabilidad inicial y, por lo tanto,
la multiplicidad y las contradicciones de los interlocutores. política de esos servicios. Al asegurar a largo plazo su racio-
De tal modo, las solicitudes procedentes de las familias nalización y su generalización, no hace sino confirmar su
pueden ser remitidas a las mismas modalidades de gestión función de garante del buen funcionamiento de las socieda-
que aquellas resultantes de la intervención correctiva sobre des liberales. Lo social extirpa del funcionamiento de lo
las familias abandonistas. La asistencia (a los abandonados) económico toda responsabilidad respecto de los pobres, que
y la represión (de los insumisos a las familias) quedan así pese a todo tuvo que asumir durante el siglo xix, y de ese modo
reunidas en una sola y misma actividad preventiva, cuyo lo libera de este último escollo.
instrumento está constituido por las sociedades de patronaz- Por otro lado, las prácticas de normalización procedentes I
go dotadas -gracias a la norma médica y a las leyes resultan- del Estado reciben de la filantropía económico-moral una
tes- de un margen ampliado de intervención en el seno de las fórmula de intervención que permitirá la difusión de las
familias, y cuyos materiales, las fuentes de alimentación, normas en función de dos modalidades bien articuladas.
habrían de ser los miembros mismos de la familia a través de Ahí donde no son respetadas, ahí donde van acompañadas
sus solicitudes, financieras y morales, sus conflictos psicoló- de pobreza y, por lo tanto, de una supuesta inmoralidad, la
gicos o educativos, y sus carencias, denunciadas por el vecin- anulación de la patria potesta44a4lugar al establecimiento
dario. de un procedimiento dgiutelarizaci n que conjuga los obje-
En su punto de confluencia que encarna la infancia, ambas tivos sanitarios y edue~t5h-liis métodos de vigilancia
líneas estratégicas esbozan un plan general de intercambio económica y moral. Se trata, por consiguiente, de un procedi-
de buenas maneras del que resultará la configuración de lo miento de reducción de la autonomía familiar, facilitado por
que suele denominarse "lo social". la apariciória hnt dlstglxC oaiina serie de puentes
Por un lado, el movimiento asistencial y paternalista, que y conexiones entre la Asistencia Pública, la justicia de meno-
a través de la iniciativa privada había emprendido la tarea de res, la medicina y la psiquiatría. Al reunir así, bajo el tema de
conjurar un abordaje estatal del problema del pauperismo, la prevención, las actividades -separadas en el pasado- de
encuentra en el decreto de normas sanitarias y educativas un asistencia y represión, la recepción de los sin-familia y de los
fundamento para legitimar su acción, así como la posibilidad rebeldes a la familia, se invierte la relación de connivencia
de librarse de ella en provecho de una gestión administrativa. entre el Estadur la familia, de modó-qUé -e-áfa ultirna
convertida en un ámbito de interven_c_i_ó_rare TQUIna tierra
Reconocer la utilidad pública de las viviendas sociales, las
de misión. Arinis —
-m o- tiempo, lainiciativa privada que se
escuelas, las cajas de ahorro, las ayudas familiares, todos
esos servicios implantados por un patronato preocupado por halda' desplegado para limitar el rol del Estado ahora puede
contener a las poblaciones pobres, se vuelve legítimo, puesto ponerse a su servicio, gracias a su experiencia en gestión de
que dichos instrumentos de moralización también constitu- pobres, a fin de hacer pasar las normas por una tutela
yen condiciones de salubridad. Y de ningún modo implica económica o bien controlar la gestión económica de las fami-
emprender un proceso de estatización, contrario a una defi- lias pobres en nombre de esas normas que raramente respe-
nición liberal del Estado, puesto que sólo se trata de organi- taban. Doble línea cuya conjunción anuncia el carácter de
zar aquello que ya está ahí, sin modificar en forma alguna su tiitelarización social que habría de adquirir la gigantesca
finalidad. Por el contrario, esta racionalización de los produc- campaña sanitaria y moral de las clááéá pobres Tanzada _ a
tos de la filantropía apacigua la actividad productiva de un - fi-nes del siglo -xix.
Por el contrario, ahí donde la familia da pruebas de una
88
capacidad de autonomía económica, la difusión de las normas sobre la familia a partir de un doble juego que a mediano plazo
puéde-60-áfá-fáéSiguiendo-los - miáihos canales por los cuales requiere su conversión jurídica. En una de sus vertientes, la
la filantropía produjo y alentó esa autonomía, tocando las penetran directamente, pues, a través de la norma, se
mismas fibras sensibles. La introducción en la familia de los instrumenta a los miembros de la familia contra la autoridad
nuevos comportamientos sálritartes, edtrcat¡vlarao — na- patriarcal, de modo tal que en nombre de la protección
Te-s-ántirretrarrrine-itraugurado pór el apLare1acion sanitaria y educativa de sus miembros se organiza la destitución
_ , - de la patria potestad, la puesta bajo tutela económico-moral de
que ériforíces áé ésrábTé'c'erá dohlá .familia y la escuda, entre
la familiay I'd -s-órgárlisiikiá-tré-éiiii~relacionales será, al la familia. En otra de sus vertientes, inducen la reorganización
igua~ali¡Te-iiiatitieiie-dón-él-áriórr-o, una_ rel_acibn de de la vida familiar en torno al afán de ampliar su autonomía
gra,Zélarr5Aqúná íniciativá pfiVáda- funcionara como un haciendo intervenir las normas como otras tantas ventajas
medio para reforzar la autonomía de la familia y de sus propicias a una mejor realización de dicha autonomía, y a tal
miembros en relación con el riesgo de intervención pública. efecto se apoyan en una liberalización de las relaciones
Se funda simultáneamente en el deseo de autonomía de la intrafamiliares. Entre la ley de divorcio (1884) y la ley sobre la
familia y en el de los individuos, de modo tal que el éxito de destitución de la patria potestad (1889), sólo pasaron cinco arios.
la primera y la realización de los segundos coinciden en un Por consiguiente, todo sucede como si la liberalidad del contrato
mismo proceso de intensificación de la contractualización. establecido entre los cónyuges tuviera un doble, tácito y esta-
blecido con el Estado: esa libertad que preside su unión, esa
"¿Por qué no se casan?", preguntaban incansablemente los facilidad para contraerla por fuera de las antiguas exigencias de
filántropos a los obreros que vivían en concubinato. A lo cual las familias y de los grupos de pertenencia, y también esa
estos respondían: "Devuélvannos el divorcio, y después vere- libertad de romperla, se la concedemos en la medida en que
mos". Por muy insuficiente que fuera a la hora de asegurar el sepan aprovecharla para asegurar mejor su autonomía, a
control de los individuos, por muy inadecuada que fuera para través del acatamiento a las normas que garantizan la utilidad
permitir la introducción en la familia de nuevas exigencias social de los miembros de su familia; de otro modo, perderán
sanitarias y educativas, la institución patriarcal de la familia esa autonomía y serán nuevamente sometidos al registro de
ofrecía una contención mínima, una base necesaria para el la tutela.
mantenimiento del orden social. La supresión, durante la Res- Todo ello implica el pasaje de un gobierno de las familias
tauración, del derecho al divorcio promulgado por la Revolución a un gobiera a través de la familia. ra-fai -'171Trve
de 1789 correspondía a la aprehensión que generaba el hecho Irara-tetertilMf -a-MifiterTóriittir de pleno derecho de los
de que fuera responsable, por derecho, de la disolución del poderes establecidos, una potencia de la misma naturaleza
orden, cuyo relajamiento de hecho ya planteaba bastantes que ella. Se convierte en relevo, soporte obligado o voluntario
problemas. Todos los filántropos coinciden, durante los dos de los imperativos sociales, en función de un proceso que no
primeros tercios del siglo, en que la rigidez del matrimonio consistió en abolir el registro familiar, sino en exacerbar su
constituye un arcaísmo, pero un arcaísmo necesario en la me- carácter, en operar al máximo sobre sus ventajas e inconve-
dida en que la relación entre los aparatos sociales y la familia nientes ante sus propios miembros, para conjugar en dos
no tiene otras bases. Por consiguiente, este arcaísmo se clases de acoplamientos -uno negativo y el otro positivo- las
conservó el tiempo necesario para que pudiera ser desvinculado exigencias normativas y los comportamientos económico-
de los conjuntos sociales en los que operaba como una pieza morales. Acoplamiento negativo: la falta de autonomía finan-
funcional, y reconectado sobre nuevos dispositivos, tales como ciera, el pedido de asistencia funciona como índice de inmo-
las cajas de ahorro, el aparato escolar y los mecanismos de ralidad generadora de carencias educativas y sanitarias que
prevención. Así pues, la familia deja de ser el plexo, de una justifican una tutela económica adecuada para imponer esas
com_p_11 krelacione,s3I-dlliidéRiá:l y nertepencias , normas. Pero, por otro lado, el incumplimiento de esas exi-
p_ara - convertirse én nexo de terminaciones nerviosas de gencias sanitarias puede justificar una acción preventiva
aparatos exteriores a ella. Estos nuevos dispositivos actúan cuyo medio material también será la fórmula de la tutela. En
I, 90 91
nombre del supuesto perjuicio que alguna de estas carencias , ntonces ¿la familia es un agente de re •roducción del
causa a sus miembros, la familia se convierte en objeto de un or en es a lecido? La fóriniira—coliVe, • zia -Rarae tiguo
gobierno directo. Apoyándose en la defensa de los intereses rtrébrien-ria rna faiiiiTráliZaonía de favores y obligaciones
de sus miembros más frágiles (niños y mujeres), la tutela precisamente en función de su rango en la sociedad, y donde
permite una intervención estatal, correctiva y salvadora, estaba marcada por su localización directa en los bloques de
pero al precio de una desposesión casi total de los derechos dependencia y las redes de solidaridad. La exclusión de la
privados. Acoplamiento positivo: esa autonomía, que ya no familia del campo sociopolítico y la posibilidad de anclar en
está garantizada, la familia puede pese a todo conservarla y ella los mecanismos de integración social no son producto de
aumentarla. Puede conservarla utilizando su capacidad eco- un encuentro fortuito entre el imperativo capitalista de
nómica, el dominio de sus necesidades para resolver en la mantenimiento de la propiedad privada y una estructura
esfera privada de los intercambios contractuales los proble- consagrada a la producción de sujeción por el complejo de
mas que pueden plantearse en el plano de la normalidad de Edipo, o lo que fuera, sino el resultado estratégico de una
sus miembros; será, por ejemplo, la facultad, en el caso de una serie de intervenciones que ponen en juego la instancia
familia acomodada, de dominar a través de una psicoterapia fami • ero no se fundan en ella. En este sentido,l_ a familia
el problema de un menor; en una familia popular, en cambio, odern o es tanto una institución
sería motivo de una presión social incrementada sobre ella. mecanismo ra-717575"Era-afáfi-árida-difélál
Aumentarla para que la apropiación de las normas colabore re s-rhipol aricild-oputaryburgiiela)71bila-s -desnivelaciones
con el éxito familiar, es decir, la posibilidad de constituir un ear e eriñEeFes
iffféfé familiar fuerza de
medio adecuado para la realización de cada individuo, resis- ese mecanismo reside en lunaTái--quitectónicct social cuyo
tente a las crisis ya los fracasos, pero también la posibilidad principio
na -Consiste _ en acOpla_r_siempre
_ _una intervención exter-
de buscar mejores combinaciones educativas y conyugales na a conflictos o diferencias de potencial enel interior de la
para la libre contractualidad. "Talmiliá:- protección
- - Cre_-Ya-inTáncia pobre que_permite destruir
Compárense ahora los resultados de esta transformación a la familia como foco de resistencia, alianza privilegiada del .,,
de las relaciones de poder entre la familia y los aparatos 'TriédiCó y Creí educador con la mujer para desarrollar los
sociales con los resultados que se desprenden de la reorgani- - piródedíniientos de al-ior-rI7de promoción escolar, etc. Los pro-
zación interna de la familia a partir de la promoción de un -cedirnientos de controTsOcial se apoyan más en la compleji-
nuevo saber educativo, es decir, esa bipolaridad de la familia dad de las relaciones intrafamiliares que en sus complejos,
popular y de la familia burguesa antes puesta en evidencia. más en su afán de promoción que en la defensa de sus
Se verá fácilmente cómo el mecanismo de la tutela instaura- conquistas (propiedad privada, rigidez jurídica). Maravilloso
¡ do a fines del siglo =puede servir para apoyar y sistematizar mecanismo, pues permite responder a la marginalidad con
Iel pasaje, en las capas populares, de la familia "clánica" a la
familia reorganizada según los cánones de higiene domésti-
una desposesión casi total de los derechos privados y favore-
cer la integración positiva, la renuncia a la cuestión del
ca, del reflujo sobre el espacio interior, de la crianza y derecho público, a través de la búsqueda privada del bien-
vigilancia de los niños. Del mismo modo, los dispositivos de estar.
ahorro, de promoción escolar, de consejos racionales tienen En última instancia, se podría decir que ese mecanismo
efecto en el empalme de la familia popular moralizada y familiar no es eficaz sino en la medida en que ra—M=áno
normalizada con la familia burguesa. Entre la impotencia de reproiauteieLorden establecido, y en la medida- en -citills,u
la primera y el pleno desarrollo de la segunda, tejen la trama rigidez jurídica o la imposición de nornias -estatalés no cong,e-
obsesiva de la promoción que proveerá los rasgos caracterís- lan las esperanzas que alienta, el juego de las preSIOnes y de
! ticos de la pequeña burguesía, con su sobreinversión en la vi- las soliéitácio-ries internas Y externas. Tan- sólo a ese precio las
da familiar, su sentido de la economía, su fascinación por la relaciones de dependencia pueden ser reemplazadas por
escuela, su búsqueda febril de todo cuanto pueda hacer de relaciones de promoción, y las redes de solidaridad sustituidas
ella un buen "ambiente". por procedimientos de reivindicación. Todo esto convierte a la
1
1
". 92 93
familia en esa figura esencial de nuestras sociedades, el 4. EL COMPLEJO
correlato indispensable de una democracia parlamentaria. TUTELAR
c .T..o o permite comprender asimismo que el problema del
siglo xx o será el de la defensa o la supresión de la institución
fami i a Cgiíro tárés-oTilWrd i élráZáé-gtióii-e-s qiip- 1-é-Ziitean
e irlós-cl o s pulTo-s-imlrgiCIS-cilTáTcó íí fl ú e n d a e n`tre.,fam i 1 i a
Y 10.P. _ . . ,9zarCo-riiiii-ar las resistenciaLfami-
liares y los vagakundeos individuales _ erilas capas populares
linite_ajntervención necesaria genere ventajas demasiado
flagrantes o una represión ,demasiado brutal, pasibles de
reiiirrudrittMriniá -d-é -dePéndencia o de solidaridad orgáni-
cáTétramplejo-tatelar)? 2 -76Cómo compatibilizar al máximo
¿`",iiibiPio "déla autonomía familiar, sus egoísmos y sus
ambiciones sing-ulares, c o- 1- 1W2ptóéédimientos de-socializa-
ción-de sus miembros _ . „ (la regulación
_ de las imágenes)? . INTRODUCCIÓN
represión o de caridad, y en la promoción de un cuidado sin duda hay un modelo originario, el judicial, y todos los
educativo sin fronteras, más orientado a la comprensión que demás no son sino copias envolventes. La sustitución de lo
a la sanción judicial, y dirigido a reemplazar la buena con- judicial por lo educativo también puede leerse como una
ciencia de la caridad por la búsqueda de técnicas eficaces. extensión de lo judicial, como el refinamiento de sus procedi-
Así es como las instituciones de reeducación dan cuenta de mientos, como una ramificación infinita de sus poderes.
su trabajo y describen las etapas de su progreso. La lectura Entre estas dos versiones del proceso de desarrollo del
de las revistas especializadas, las publicaciones de los cen- trabajo social, nos hemos acostumbrado a asistir desde hace
tros de investigación sobre educación vigilada, poco nos dicen casi diez arios a una serie de disputas resueltas con argumen-
del funcionamiento del trabajo social, pero en ellas puede tos bien catalogados y réplicas bien aceitadas. Debates fun-
descubrirse la manera en que se concibe su extensión. En damentales, sin duda, pero finalmente estériles, pues ¿cómo
primer término, figuran siempre las cifras sobre delincuen- no percibir que para producirse deben permanecer prudente-
cia, las estadísticas de los delitos de menores. Sobre ese mente en un nivel de abstracción que les resta gran parte de
primer estrato, se inclina el saber criminológico, y detecta en su atractivo? Si por ejemplo plantean el problema de la
el pasado de los menores delincuentes, en la organización de su familia, el rigor formal de ambas posiciones se vuelve insos-
familia, los signos que tienen en común, las invariantes de tenible y su oposición, gratuita. ¿Cómo seguir sosteniendo
su situación, los síntomas de sus malas acciones. A partir que la prevención no tiene relación alguna con el ejercicio de
de ahí, puede esbozar el retrato tipo del futuro delincuente y un poder represivo, cuando en verdad está acreditada judi-
del predelincuente, ese niño que corre el riesgo de llegar a ser cialmente para penetrar en el santuario familiar, cuando
peligroso. En torno a él, habrá de instaurarse entonces una tiene el poder de movilizar a tal efecto la fuerza policial? Pero,
infraestructura de prevención, destinada a desencadenar asimismo, ¿cómo denunciar la inflación de los procedimien-
una acción educativa que pueda oportunamente mantenerlo tos de control y de prevención sin por ello legitimar otra
al margen del delito. Objeto de intervención, será a un mismo arbitrariedad, a menudo infinitamente más peligrosa: la de
tiempo, y a su vez, objeto de saber. Se estudiará minuciosa- la familia, que al resguardo de sus cuatro paredes puede
mente el clima familiar, el contexto social que hace que tal o maltratar a sus hijos, perjudicar gravemente su porvenir?
cual niño se convierta en un niño "de riesgo". El repertorio de Para salir de estos debates académicos, no queda otra
esos indicios permite abarcar todas las formas de inadapta- posibilidad que la de cambiar de pregunta. Dejar de pregun-
ción, para construir un segundo círculo de prevención. El tarse: ¿qué es el trabajo social? ¿Una estocada a la brutalidad
trabajo social parte de una voluntad de reducir el recurso a de las sanciones judiciales centrales, mediante intervencio-
lo judicial y a lo penal, y se funda en un saber psiquiátrico, nes locales, a través de la suavidad de las técnicas educati-
sociológico y psicoanalítico orientado a anticipar el drama, el vas? ¿O bien entraña el desarrollo descontrolado de un apa-
accionar policial, y a sustituir el brazo secular de la ley por la rato estatal que, con el pretexto de prevenir, extendería su
mano abierta del educador. Y, de etapa en etapa, este proceso poder sobre los ciudadanos hasta en su vida privada, y mar-
—lamentablemente frenado por la inercia de las mentalidades caría con un hierro discreto pero no menos estigmatizante a
represivas, pero felizmente guiado por las luces del saber— menores que ni siquiera han cometido un delito? Se trata, por
idealmente culminaría con una supresión de toda sanción el contrario, de interrogar al trabajo social en su quehacer,
estigmatizante en provecho de un examen atento de los casos considerar el régimen de sus transformaciones en su vínculo
individuales. El saber disolvería el poder represivo al abrir un con la designación de sus objetivos concretos; dejar de consi-
camino para una educación liberadora. Pero bien podría derar la relación poder-saber según una concepción mágica
decirse lo contrario, y muchos no se privaron de hacerlo, que no puede imaginar entre ambos términos sino relaciones
incluyendo a ciertos trabajadores sociales. Este encadena- de contaminación o desnaturalización: esas generosas cien-
miento de intervenciones, unas a partir de otras, hace que cias humanas que con sus opiniones conducirían a una cuasi-
todas ellas procedan originalmente de una misma definición desaparición de la opresión del hombre en provecho de una
judicial. En ese saber criminológico en forma de muñeca rusa, administración racional de las cosas; ese abominable poder
96 97
1. Un desplazamiento en el contenido
que desviaría los saberes en provecho propio, y anularía la
de la cosa juzgada
pureza de las intenciones en provecho de una dominación
ciega y extensiva. En suma, procurar comprender el efecto
Más que un lugar destinado a deliberaciones y juicios públi-
socialmente decisivo del trabajo social a partir de la articula- cos, el tribunal de menores evoca la reunión de un consejo de
ción estratégica de las tres instancias que lo componen: lo administración en una empresa de producción y gestión de la
judicial, lo psiquiátrico y lo educativo.
infancia inadaptada.
1. ¿Cuál es el lugar de lo judicial en el desarrollo de estas Desde la perspectiva del legislador, esa modulación de la
teatralidad del aparato judicial sólo estaría destinada a
prácticas de control social?
2. ¿Para qué sirve la psiquiatría entre la escena judicial y disminuir la distancia que separa a los menores del juez y
facilitar el entendimiento con los padres en la toma de deci-
las prácticas educativas?
3. ¿Qué política de la familia pone en marcha lo educativo? siones. Piadosa representación, en el nuevo lenguaje de la
concertación, de- motivos mucho menos "democráticos". Al
respecto, cabe remitirse a lo que decían los fundadores
mismos de los primeros tribunales de menores, Benjamin
A. LA ESCENA Lindsay, que fue el primer juez de menores de Chicago en el
ario 1899, y sus equivalentes franceses, Albanel y Henri
Introduzcámonos en la sala de un tribunal de menores. A Rollet. En primer lugar, el objetivo era luchar contra la
primera vista, no percibiremos ninguna diferencia notable excitación que producía en los niños el carácter público de su
con un tribunal ordinario. Un estrado en cuyo centro preside comparecencia. "La falta de público tiene excelentes resulta-
el juez, rodeado de sus dos asesores; luego, a su izquierda, el dos, pues su presencia en el tribunal lleva al niño a enorgu-
procurador, y a su derecha, el escribano. Delante de ese llecerse del interés que suscita y a envanecerse al ver su
estrado, una serie de bancos concéntricos. En primer lugar, nombre en los periódicos". Contra la emoción popular que las
el banco de los acusados, a menudo muy largo debido a la condenas de niños podían despertar. Contra la actitud de los
frecuencia de las comparecencias grupales de menores. In- padres que, o bien no se presentaban para evitar que el
mediatamente detrás, el de los padres de los acusados; luego, oprobio de una condena recayera sobre ellos, o bien venían
algo apartado, el de los educadores y algunos asientos para el para arrancar al niño de las redes del aparato al precio de
público. El mismo aparato, podría pensarse, pero miniaturi- patéticos relatos de miseria y sufrimientos. En suma, había
zado. Justicia "familiar": el acceso está prohibido al público, que matar al Gavroche —al niño vergüenza de la familia, al
con excepción de aquellas personas que tienen un reconocido niño orgullo del pueblo— obligando a la familia a comparecer
interés por los problemas de la infancia, previa autorización
con él y eliminando al pueblo. 2
del juez. Por lo demás, la exigüidad de la sala genera una Pero sólo al pueblo, no a las personas de bien: desde los
relativa impresión de intimidad. Justicia de las familias: su arios 1860, una cámara del tribunal de la Seine se especializó
presencia en el lugar está prevista. En suma, un dispositivo en los juicios de menores y, además de algunos curiosos, se
escénico que no difiere demasiado de aquel que suele utilizar- vieron llegar personas de calidad en busca de una ocasión
se para los adultos, pero con dimensiones más reducidas en interesante. Cuando un niño aún no muy marcado por el vicio
función de la edad de quienes comparecen, y un carácter más estaba por ser enviado a un correccional de menores, a falta
discreto en función de las personas interesadas. Sin embar-
go, hay que verlo en funcionamiento para descubrir detrás de Henri Rollet, prefacio a Chloé Owings, Le tribunal pour enfants, 1922.
esta apariencia intangible una serie de desplazamientos 2 Sobre dicha transformación, véase: Henri Joly, L'enfance coupable,
combat contre le crime, 1892; H. Rollet, Les enfants en prison, 1892;
fundamentales de la práctica judicial. Edouard Juhliet, "Tribunaux spéciaux pour enfants aux États-Unis", 1914;
E. Huguenin, Les tribunaux pour enfants, 1935; De Casabianca, Les
tribunaux pour enfants en Italie, 1912; Albanel, Étude statistique sur les
enfants en justice, 1897.
99
98
de una familia que reclamara por él, podía verse a una de estas artículos deportivos. Eso en cuanto a la honorabilidad. En
figuras respetables proponer amablemente al tribunal hacerse cuanto al interés por los problemas de la infancia, excepto los
cargo del niño. La instauración del moderno tribunal de numerosos casos en que las profesiones mencionadas lo
menores aún reserva cuidadosamente un lugar para estos requieren, lo acredita la pertenencia al consejo de adminis-
preciosos personajes. Más aún: lo organiza haciendo de ellos tración de tal o cual organismo público o privado encargado
colaboradores institucionales del juez.
de la juventud.
En una primera etapa, aún pueden encontrarse en la sala En la sala, los educadores: representémoslos jóvenes,
observadores atentos y discretos, autorizados en virtud del sobriamente vestidos y con barba. En tanto emanación de las
poder delegado por tal o cual organización filantrópica. Una instancias tutelares en la vida de los jóvenes, los educadores
vez que el juez interrogó al niño y evocó todas las informacio- tienen que estar cerca de los menores en cuanto a la edad,
nes disponibles sobre él, los miembros de las sociedades pero ser asimismo buenos conductores de la gravedad de sus
entregan su tarjeta personal al juez en aquellos casos en que mandantes. El uso casi sistemático de la barba sirve para
desean quedarse con el niño. El resto es encerrado en las introducir cierto hieratismo en esos rostros jóvenes que
casas del Estado. Este aspecto del mercado de esclavos fue todavía pueden traicionar reacciones espontáneas. Su tarea
desapareciendo con motivo de la polarización del género consiste en iniciar a los jóvenes en la vida, ponerlos a tra-
filantrópico en dos categorías: las instancias tutelares, pre- bajar, enseñarles la disciplina colectiva, inducirlos a confiar
sentes del otro lado del estrado, y los agentes de ejecución de en los responsables. En el tribunal, dan cuenta del combate
los organismos de tutela, que los reemplazan en la sala y que han librado contra ras fugas del ádolescente. Ellos pue-
vienen a dar cuenta de sus mandantes. den ser la causa de que un menor comparezca ante el
Debemos la inscripción de notables en el aparato judicial tribunal: consecuencia de un informe de libertad vigilada,
al fascismo musoliniano y a la legislación de Pétain. Primera señalamiento de una fuga, solicitud de un establecimiento de
versión: los benemerito, definidos en el código musoliniano pasar su internación de un registro civil al registro penal,
como "ciudadanos que brindaron ayuda en materia de asis- más intimidante: ante un cliente excesivamente rebelde, un
tencia y versados en las ciencias biológicas, psiquiátricas, establecimiento que dispone de él a título de "protección de la
antropología criminal, o ciencias pedagógicas, animados por infancia", conforme a la ley de 1958, puede sugerir pasarlo a
el noble sentimiento del deber que constituye uno de los fun- la ley de 1945, ley penal relativa a la infancia delincuente; en
damentos del fascismo y del buen funcionamiento de los tri- vez de estar en posición coercitiva respecto del niño, el
bunales de menores". 3 La fórmula es aplicada en Francia a establecimiento también se convierte en la forma de escapar
principios de los años cuarenta, y aún perdura sobre la base a una coerción más poderosa: la cárcel. Y nunca falta un
de los mismos principios. Se trata de "civiles" voluntarios, pecadillo para operar ese desplazamiento de lo asistencial a
propuestos por el juez de menores al ministerio para su lo judicial. Por otra parte, el educador está ahí para informar
habilitación. Los criterios son la honorabilidad y el interés sobre el estado de la disponibilidad de los medios de interna-
manifestado por los problemas de la infancia. Por ejemplo, ción e intervención sobre un niño cuando este cae por primera
entre los catorce asesores del tribunal de menores de Valen- vez en manos de la justicia.
ciennes, figuran el director de una empresa de transportes, Inserta en esa doble red de tutores sociales y técnicos, la
un agente de seguros, tres profesores de bachillerato, una ex familia aparece como colonizada. Ya no hay dos instancias
abogada, la esposa de un director general, un procurador, un enfrentadas: la familia y el aparato, sino, en torno al niño,
empresario de la construcción, el director del centro de una serie de círculos concéntricos: el círculo familiar, el
orientación escolar y profesional, un ingeniero, un jubilado círculo de técnicos, el círculo de tutores sociales. Resultado
de la Cruz Roja, un inspector de academia, un comerciante de paradójico de la liberalización de la familia, de la emergencia
de un derecho del niño, de un nuevo equilibrio de las relacio-
Pierre de Casabianca, Guide á l'usage des rapporteurs et délégués prés nes hombre-mujer: cuanto más se proclaman esos derechos,
les tribunaux, 1934. más se estrecha en torno de la familia pobre la tenaza de un
100 101
poder tutelar. El patriarcalismo familiar no es destruido sino
al precio de un patriarcado de Estado. Como prueba, la contra los calabozos, los golpes y la explotación del trabajo de
ausencia muy frecuente del padre. ¿Porque está ocupado en los menores. El ario 1909 fue asimismo aquel en que se decidió
su trabajo? Sin duda, pero hay más, pues, cuando está la creación de cursos e internados de perfeccionamiento (los
presente, nueve de cada diez veces, se queda callado y cede la futuros imp), 4 anexos de la escuela primaria obligatoria adon-
palabra a su esposa. Da la sensación de que su presencia tan de esta podrá derivar a los inestables, a los débiles mentales,
sólo se debe a la insistencia de esta última, o bien al hábito a los perversos y a los reivindicativos. En ese mismo período,
adquirido de plegarse a las convocatorias, pero sin duda no se esbozan las formas modernas de intervención médica
con la esperanza de tener un papel. Porque, para él, no había sobre el medio. El antiguo mercado de la infancia estaba
papel posible. Su función simbólica de autoridad ha sido organizado en torno a técnicas conventuales y militares,
acaparada por el juez; su función práctica la ha tomado el conectado con la autoridad familiar y religiosa, policial y
educador. Queda la madre, cuyo papel no es asfixiado, sino judicial. El nuevo mercado busca sus métodos en el ámbito de
por el contrario preservado, solicitado. Con la condición de la medicina, de la psiquiatría, de la pedagogía: procura
que se sitúe en algún lugar entre la súplica y la dignidad aprovisionarse más directamente por sus propio medios, la
deferente. Es el lugar del "abogado natural" ante el poder selección escolar, la prospección por los trabajadores socia-
tutelar encarnado en los jueces. En suma, una disposición les. Ahora bien, más que una lucha entre dos sistemas, lo que
que recuerda las más antiguas reglas patriarcales, con la sola se opera aquí es una verdadera metamorfosis, llevada a cabo
diferencia de que el padre ha sido reemplazado por el juez y mediante reajustes acrobáticos, pero en última instancia sin
los parientes por los mentores sociales y técnicos. El tribunal demasiado dolor. La familia Bonjean 5 poseía numerosas
de menores: una forma visible del Estado-familia, de la casas que habían sido escenario de esas famosas revueltas;
sociedad tutelar. para evitar esos episodios, las convirtieron en pensionados
Consejo de administración "familiar" de un ámbito de la para jóvenes ciegos. La Congregación de Notre-Dame de la
infancia ampliado por la pérdida de los límites claros entre el Caridad del Refugio, cuyo convento Saint-Michel dirigía la
orden familiar y el orden judicial: administra al niño tanto en corrección paterna para muchachas desde 1825, compra un
el seno de su familia como en los establecimientos especiali- establecimiento en Chevylle-Larue, que poco a poco llega a
zados. La aparición del tribunal de menores es correlativa de ser el principal centro de observación de las menores delin-
una organización del mercado de la infancia. Las colonias cuentes. Está animado por eminentes psiquiatras y psicólo-
correccionales de Estado, donde la justicia internaba a los gos, entre los cuales figuran el doctor Le Moal. Las famosas
niños delincuentes, y las "casas paternas", donde la familia casas del Buen Pastor, que durante el siglo xix se mantenían
mandaba encerrar a los menores insumisos, poco a poco son en parte gracias a las dotaciones y en parte gracias al trabajo
reemplazadas por un conjunto unificado de intervenciones de las muchachas cuyas familias depositaban allí cuando no
que van del régimen abierto, es decir, la familia (asistencia podían destinarlas al matrimonio, se pusieron prudentemen-
educativa en medio abierta), al medio cerrado, él mismo te al servicio de la nueva política judicial y asistencial, y
reorganizado. La fecha de oficialización de los tribunales de lograron que el Estado las financiara al precio de la jornada
menores es 1912. Ene! ario 1909 había estallado el escándalo pagada por cuidado de menores en peligro moral. Paralela-
de los presidios para niños, cuyo punto de partida fue el mente se desarrolló un nuevo sector privado de casas discre-
suicidio de un chico detenido en la casa paterna de Mettay. tas, internados educativos, "academias particulares", clíni-
Tras lo cual se produjo una serie de revueltas en las colonias cas privadas, que en su conjunto se caracterizan por una
penitenciarias, que, por las revelaciones a que dieron lugar, fuerte estructura "psi". De ese modo, se amplió el mercado de
ocasionaron persecuciones judiciales contra el personal y los la infancia inadaptada gracias a la irrupción del contingente
directores. Los periódicos y los grupos políticos de izquierda
4 Institutos médico-pedagógicos y también
EMPRO (establecimiento médi-
llevaron adelante una campaña contra esas "casas de alqui-
co-profesional).
ler" cuya sola utilidad era producir "almas de sublevados" E. Bonjean es autor de un importante libro sobre el tratamiento de los
102 niños irregulares, Enfants revoltés et parents coupables, 1882.
103
personas que sólo llegan a ver su cuerpo y que discurren sobre
de "indomables" y de "incapaces", y el de la escuela gracias a su situación sin que él pueda mirarlos.
la reconversión de los organismos de encierro en un servicio El principal efecto de esta transformación es anular la
de régimen abierto. Se modificaron, asimismo, las formas de representación de una justicia equitativa, habitualmente
financiamiento gracias a la nueva relación entre lo público y sugerida por la oposición formal entre el procurador y el
lo privado: el Estado financia más, por lo tanto, controla más, abogado. Aquí, más allá del hecho de que la intervención de
por lo tanto, hace subir los precios de las formas de asistencia ambos es limitada, no es excepcional escucharlos decir lo
que pueden evitar ese control. Por último, ese mercado se mismo. El procurador está visiblemente limitado por la
unifica en el momento en que toma como patrón de referencia definición "social" del tribunal de menores. La mayor parte
a la instancia psiquiátrica, que maravillada descubre en la del tiempo, se contenta con exigir la "aplicación de la ley",
confusa población del antiguo encierro a sus clientes predi- conforme a la fórmula consagrada. El abogado suele ser
lectos, el aquí y ahora práctico de una teoría psiquiátrica requerido de oficio en función de la pobreza de las familias y
radicalmente nueva. de la escasa importancia de los delitos. Pero es su propia
presencia, de uno y otro, aquello que en el tribunal de
2. Un desplazamiento menores plantea un problema: a tal punto las fórmulas
en la forma del juicio clásicas del alegato y de la requisitoria parecen caducas en
ese contexto. Tomando la palabra después del educador,
Más que una instancia de decisión judicial, el tribunal de evidenciando un menor conocimiento que este último en
menores evoca una reunión de síntesis psiquiátrica o una cuanto a la situación del menor y su familia, el abogado
presentación de enfermos -éri los buenos tiempos de la Salpé- selecciona ciertos elementos de su informe y los dispone
triére de Charcot. conforme a la retórica del alegato: "infancia desdichada...
En el desarrollo de una sesión de tribunal clásico, la escena solicito al tribunal que le dé una oportunidad, puesto que
se constituye en torno a dos enfrentamientos cruzados: el del nunca la ha tenido..." o bien: "familia honorable... nada
juez y el inculpado, el del procurador y el abogado. Los demás permite pensar que los hechos que motivan su presencia aquí
actores (testigos, expertos o parte civil) llamados a declarar puedan reproducirse...". En estas condiciones, la contradic-
ante el tribunal están incluidos en el cuadrilátero dibujado ción entre la defensa y la acusación tiende a cero. Para salir
por esos cuatro protagonistas. De tal modo, el acusado tiene de esta posición tan complicada, el abogado se identifica con
al menos el dominio visual del campo de fuerza en que se el tribunal, puesto que este último se apropió de la solicitud
discute su caso. En un tribunal de menores, sobre un esque- que en un principio él poseía, y, por poco que el procurador se
ma básico muy similar en apariencia, la emergencia de haya adormecido, le roba su rol, mucho más fácil a fin de
nuevos actores dispuestos de otro modo acaba con ese privi- cuentas. En torno al niño culpable, se genera entonces la
legio y, por ende, modifica la naturaleza de la representación. ronda de los adultos responsables.
Consideremos el orden de las intervenciones y las posiciones El enfrentamiento convencional entre el procurador y el
respectivas de los actores. En primer lugar, el juez en su abogado, sus disputas retóricas, quedan así relegados a un
estrado; en segundo lugar, frente a este último, el acusado, segundo plano por una nueva planificación de los discursos,
que lo mira continuamente, puesto que está prohibido dar la superpuestos esta vez conforme a una jerarquía técnica que
espalda al tribunal; en tercer lugar, detrás del acusado, su anula toda posibilidad de debate contradictorio.
madre y con menor frecuencia su padre; luego, más atrás, Desajuste entre el discurso del juez y el del niño. La
el educador. Por último, a la derecha y la izquierda del evocación de la infracción no es para el juez sino una ocasión
acusado, el abogado y el sustituto. La escena se amplía y para evaluar el carácter del acusado o, más bien, para
adquiere una profundidad que escapa a la mirada del verificar aquello que ha sido consignado sobre su carácter en
acusado. Imaginemos la situación: frente a él está el juez, el expediente: si niega la infracción, esta negativa se adecua
figura desencarnada por el uso de la toga, que escruta sus al aspecto disimulador de su personalidad revelado en el
expresiones, su postura, su vestimenta. Detrás de él, hay
105
104
examen psicológico. Esta relación se parece más al vínculo
entre un institutor y un mal alumno o al del psiquiatra con su rio representárselas como insertas unas en otras, conforme
"buen" enfermo —el uno hace al otro, en todos los casos— que a un principio de superposición que obtiene su apoyo decisivo,
al enfrentamiento entre un acusado y sus jueces. El mismo su tope último, en el tribunal de menores. Por consiguiente,
principio de desajuste se reproduce en las intervenciones de en la cima se encuentra ese tribunal de menores, destinado
los padres y de los educadores. Estos últimos prácticamente a los menores que han cometido delitos (ordenanza de 1945).
no pueden dialogar o interpelarse, puesto que sólo tienen Inmediatamente después, está el juez de menores, es decir,
derecho a dirigirse al juez, y, por lo demás, no hablan el el mismo que preside el tribunal, pero que reside solo en su
mismo lenguaje, a diferencia del procurador y el abogado. La gabinete para decidir sobre el caso de los menores en riesgo
familia, en principio, está ahí para explicar y (o) defender el (ordenanza de 1958). Un menor es considerado como tal
comportamiento de su progenie, pero es contrariada en su cuando su salud, su seguridad, su moralidad y su educación
papel por la acusación implícita o explícita que pesa sobre están en peligro. En la práctica, esto quiere decir niños
ella: es cuando menos parcialmente su culpa que el niño esté reclutados, no por el procedimiento policial de arresto, sino
ahí. A principios de la sesión, se leen las informaciones por el procedimiento delacional de señalamiento. Una insti-
recabadas por la encuesta social. De ahí el repertorio tan tutriz, un trabajador social, un vecino señalan al juez la
escasamente variado de sus intervenciones: autojustifica- existencia de una familia "de riesgo". Las modalidades de
ción: "Hice lo que pude"; intento de enternecer: escenas de acción posibles para el juez son las mismas que para el
llantos y promesas de un nuevo comienzo; renuncia: "No tribunal de menores, exceptuando las penas. Un escalón más
puedo más, señor presidente, me ha hecho de todo". abajo, se encuentra la ayuda social a la infancia, la antigua
Recapitulemos. El tribunal de menores sólo distribuye Asistencia Pública. Se trata de una enorme administración
selectivamente las penas. En lo fundamental, administra a cuya gestión es básicamente autónoma, pero que está ligada
niños sobre los cuales pesa la amenaza de aplicación de un al juez de menores por una multiplicidad de vínculos prácti-
castigo. La razón oficial del carácter no público del tribunal cos y jurídicos. Tiene el mismo tipo de actividades que los
es esa voluntad de prevención. Opera una discreta dilución servicios del juez de menores: reclutamiento por señalamien-
de la pena en lugar de concentrarla. La acción preventiva se to o abandono, internación en establecimientos o asistencia
propone cercar el cuerpo delictivo en lugar de estigmatizarlo eduáativa en régimen abierto. El juez de menores puede
ostentosamente. En el abanico de sanciones de que dispone enviarle menores para su internación y, cuando la Ayuda
el tribunal de menores, la prisión firme constituye en princi- Social a la Infancia quiere tomar una decisión importante,
pio una excepción. Cuando se la administra, suele ser condi- también puede por ejemplo transformar una internación
cional con puesta a prueba o libertad vigilada. La medida temporal en una internación definitiva (si ella estima que lo
educativa radica en esa brecha abierta por el carácter sus- mejor es no restituir el niño a su familia); puede y debe
pensivo de la pena. Ya sea que se la llame "asistencia apoyarse en la autoridad del juez para implementar esa
educativa en régimen abierto", "libertad vigilada", "puesta a decisión. Por último, en la base, está esa vastísima nebulosa
prueba", "colocación en hogar de semi-libertad" o "libertad que es la psiquiatría infantil: Institutos Médico-Pedagógicos,
condicional", siempre es por naturaleza un derivado de la Centros Médico-Psico-Pedagógicos, dispensarios, centros de
cárcel. Hay que ver las dos caras de este origen penal de las orientación infanto-juvenil, etc.; los vínculos con el juez de
medidas educativas, y no sólo una de ellas como suele hacer- menores se vuelven extremadamente tenues en el plano
se. En un sentido, ella le "da una oportunidad" al menor jurídico: una vaga posibilidad de control de la justicia sobre
culpable al condenarlo únicamente a medidas de control. En los establecimientos, pero importante en la práctica: el juez
otro sentido, al borrar la separación entre lo asistencial y lo de menores manda efectuar internaciones y "cubre" sus
penal, amplía la órbita de lo judicial a todas las medidas de problemas disciplinarios. Hay, pues, una repercusión de esa
corrección. Para comprender las relaciones recíprocas entre dilución de la pena en las medidas educativas y asistenciales.
las instituciones relativas a la infancia irregular, es necesa- Por la continuidad que establece entre las diferentes instan-
cias de intervención correctiva sobre los comportamientos,
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los ubica en la órbita del aparatojudicial, genera la posibilidad la cuestión litigiosa (el delito, el problema de derecho) queda
de una capitalización de la vigilancia que sobrexpone a los desactivada en provecho del comportamiento, de la norma, del
menores interesados a una identificación penal. Ejemplo: la problema de la adaptación, y se convierte en un asunto de
internación en un centro de un niño demasiado vagabundo es especialistas? ¿Quién? Pues bien, precisamente ¡los especialis-
una medida educativa que puede tomarse sin que el menor haya tas! Solo ellos pueden argumentar la necesidad de que un niño
cometido delito alguno; pero, si se fuga, con ello comete un delito pase de tal estatuto a tal otro, de sacarlo a su familia o volver a
y se vuelve pasible de persecuciones penales. Otro ejemplo más: colocarlo en ella, de dejarlo en un Instituto Médico-Pedagócico
la acumulación frecuente entre los menores de penas con o enviarlo a un hogar de la infancia, un internado de reeduca-
suspensión de la ejecución, que se vuelven ejecutables a la ción, un hogar para jóvenes trabajadores o a una cárcel. El
primera infracción que puedan cometer al cumplir la mayoría escalonamiento de los servicios sociales de la infancia inadapta-
de edad, es decir, cuando ya no rige la clemencia tutelar. da, conforme a un orden de gravedad, de estigmatización
En rigor, el tribunal de menores no decide en función de los creciente, que puede ir de "la pequeña psiquiatría" a la justicia
delitos, sino que examina individuos. Desmaterialización del
delito que ubica al menor en un interminable dispositivo de penal, es el principal medio de presión de que disponen sobre las
familias. Mandar a un hijo a un Instituto Médico-Pedagócico es
instrucción, de juicio perpetuo. Borradura de la línea diviso- pese a todo menos grave que verlo internado en un centro de la
ria entre la instrucción y la decisión. El espíritu de las leyes Asistencia Pública o en un "correccional". Tiene algo de cuidado
(las de 1945 y 1958) sobre la infancia delincuente y pre- médico: ni oprobio ni risita de los vecinos, en fin, no demasiado.
delincuente exige que se tome en consideración, más que la Vale la pena someterse a un poco de psiquiatría de sector. Pero,
materialidad de los hechos reprochados, el valor sintomático, si se refunfuña, si se resulta ser un "infra-psiquiatrizable",
aquello que revelan en cuanto al temperamento del menor, al entonces terminará inevitablemente en los hogares de la Ayuda
valor de su medio de origen. La instrucción debe servir no a la Infancia. Ahora bien, este servicio se ha desarrollado con-
para establecer los hechos, sino como medio para acceder a la siderablemente en los últimos años; es el punto débil de un
personalidad del menor. Es la ocasión para desencadenar sistema correctivo que no deja de crecer. Entonces, para
medidas de observación del niño, en su medio, si se lo deja descargarse del exceso de solicitudes, de comportamientos
libre (Observación en Régimen Abierto), en el internado o en indóciles, los servicios sociales pueden, a su vez, derivar hacia
la cárcel. En ese momento, los psicólogos o psiquiatras inter- la justicia de menores.
vienen para examinarlo y ordenan una investigación sobre El tribunal de menores no es una jurisdicción menor para
su familia a través de la gendarmería o de las asistentes menores, sino la piedra de toque de un gigantesco complejo
sociales. Así pues, la verdadera instrucción se convierte en tutelar que abarca además de la predelincuencia(alrededor
una evaluación del menor y de su medio a través de una de 150 mil niños), la Ayuda Social a la Infancia (650 000 niños)
cohorte de especialistas en patología social. Evaluación que
y buena parte de la psiquiatría infantil(imposible de poner en
se vuelve acción después del juicio. Pero sólo la apelación ha números, pero ciertamente más elevada que la Ayuda social
cambiado. Son los mismos educadores, las mismas asistentes a la infancia). Piedra de toque por la posición de bisagra que
sociales, los mismos psicólogos que, después, visitan a la ocupa entre una instancia retribuidora de delitos (la justicia
familia, intervienen ante el niño, envían al juez informes ordinaria) y un conjunto heterogéneo de instancias distribu-
regulares donde solicitan, en función de sus impresiones, la tivas de normas, la justicia para niños se apoya en la primera
reconducción o la transformación de la medida. La borradura para garantizar y ratificar el trabajo de las segundas. Por una
del delito también tiene su repercusión: el desplazamiento de parte, les confiere una autoridad, una capacidad de coerción
la forma jurídica de apelación del justiciable al justiciero.La necesaria para su ejercicio. Por otra, filtra productos negati-
posibilidad jurídica de apelación existe para los niños y sus vos del trabajo de normalización. En este sentido, cabe decir
familias, pero pocos son los que recurren a ella. Pues, ¿cómo que es el aparato judicial el que produce a sus delincuentes,
protestar contra decisiones que retienen la aplicación de una puesto que aquellos que pasan del registro tutelar al registro
pena en sentido estricto? Y ¿quién podría hacerlo, puesto que penal, y que constituyen una gran parte de los delincuentes
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habilidad de sus respuestas lo convierten en un pequeño
adultos, fueron previamente evaluados como refractarios a la adulto. Los psiquiatras diagnostican inmadurez afectiva,
acción normalizadora. Ese filtro orienta hacia una carrera de pero el hecho de que disponga de la astucia suficiente para
delincuentes a quienes no aceptaron seguir el juego. A par- burlarse de ellos los lleva a concluir que nada queda por hacer
tir del delito ocasional de un niño o de la denuncia —hecha por en ese sentido, que es preciso cambiar de registro y destinarlo
personas bien intencionadas o especialistas profesionales— a la cárcel. Tanto más cuanto que esta vez su comparecencia
del peligro que corre en su familia dada la falta de vigilancia de se debe a delitos graves: robo de auto, manejar sin permiso,
que es objeto, se pone en marcha un procedimiento dé control robo de una importante suma de dinero.
y tutela que lo va conminando a elegir entre un sometimiento Todo habría seguido así y con aparente buena fe si no
a las normas y una orientación difícilmente reversible hacia hubiera habido, una vez no es costumbre, un abogado decidi-
la delincuencia. Lo importante, para el aparato, es la identi- do a defender a Ounadjela. En primer lugar, este abogado va
ficación del individuo, su inflexión hacia una vida "sin histo- a subrayar más o menos directamente el aspecto "máquina
rial" o una carrera de delincuente repertoriada, eliminar la registradora" de decisiones ya tomadas por otras instancias,
sorpresa en provecho de la gestión en un registro y otro. propio de las prácticas de vigilancia que caracterizan al
Para ilustrar esta tesis, presentamos a continuación el tribunal de menores, su proceder respecto de la suspensión o
relato del proceso de Ounadjela Boubaker, un menor argelino la atribución de penas. En efecto, ¿cómo se explica —pregunta
de catorce años, que compareció en 1974 ante el tribunal de el abogado ante tribunal— que se renuncie a la elección de una
menores de Lille. En el momento en que su proceso comienza, medida educativa sin deliberación previa? ¿Qué clase de tri-
Ounadjela está detenido en la cárcel de Loos. Llevado por la bunal se pronuncia antes de haber debatido? ¿Qué clase de
gendarmería, le sacan las esposas en la sala y toma asiento tribunal de menores es ese que encierra con total serenidad
en el banco de los acusados delante de sus padres endomin- a un menor de catorce años en una prisión donde en principio
gados. La sesión se abre con un interrogatorio sobre su iden- solo hay condenados a penas largas? ¿Cuál es para él (y para
tidad y la lectura de fragmentos de su expediente social y los demás...) el valor formativo de tareas tales como el pegar
psicológico. Esa lectura nos informa que Ounadjela ya ha sido etiquetas o arreglar sillas, en que lo ocuparán en la cárcel? En
objeto de toda una serie de medidas educativas y asistencia- segundo lugar, el abogado pone en cuestión la extraña rela-
les que resultaron ineficaces y sobre todo inaplicables. Seña- ción que el tribunal de menores mantiene con los delitos, esa
lado en un principio por la insuficiencia educativa de su manera suya de tratar como mero síntoma de un entorno
entorno (su madre está divorciada y su hermana ha sido nocivo, o ponerlas de relieve como prueba de una inclinación
objeto de medidas judiciales), obtuvo el beneficio de una irreductible a la delincuencia? En esta ocasión, ¿de qué
asistencia educativa de régimen abierto. Pero la asistente delitos se trata? ¿Robo de auto? Pero el propietario del
social a cargo nunca pudo mantenerlo bajo control. Un edu- vehículo reconoce haberle prestado las llaves. Hizo la denun-
cador toma el relevo pero tampoco tiene éxito. Colocado por cia a instancias de la policía: le explicaron que el seguro no le
tal motivo en un internado de reeducación, permanece allí reembolsaría los gastos ocasionados por el accidente de
tan sólo tres días. Lo vuelven a atrapar, pero se escapa una Ounadjela a menos que presentara la denuncia. ¿Manejar sin
vez más. Cuando la policía lo detiene, se muestra conciliador permiso? Por supuesto, pero ¿acaso se manda a la cárcel a
y arrepentido; lo vuelven a soltar y, de inmediato, desapare- todos los menores que cometen ese delito? Para lograr tal
ce. La primera vez que los psicólogos le hacen pasar un test, cosa, habría que vaciar las cárceles de todos los demás
siendo que sus fugas podían llevarlo a la cárcel, muestra un internos. ¿Robo de una importante suma de dinero? Pero ese
coeficiente intelectual rayano con la debilidad mental. Cuan- dinero pertenecía a su madre, y por lo tanto no hay delito
do es evaluado en el interior de un establecimiento educativo, alguno. Para darle el carácter de delito, el tribunal alega que
revela un QI claramente superior al promedio. Furia del juez: ha sido robado de la mochila del cuñado de Ounadjela, a quien
"¿Te haces pasar por imbécil o realmente lo eres?". Dadas las la madre había encargado el cuidado de su dinero. Por
condiciones, estima el magistrado, ya no se puede esperar consiguiente, hubo robo, dice el juez, puesto que hubo pene-
nada de él en el plano educativo. Su madurez física precoz, la
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tración en el cuarto donde vivía el cuñado. Mala suerte: no práctica tiende a la indeterminación de las medidas, existe un
hay puerta que separe su cuarto de la sala común de la riesgo incesante de conflicto de competencias, de una reducción
familia, sino tan sólo una simple cortina. Esa cortina ¿estaba de uno a la lógica del otro. La vocación educativa del aparato
o no descorrida? ¡Ah, esas familias magrebíes, con su sentido judicial nació cuando se volvió flagrante que el sistema penal
extensivo de la parentela y esa costumbre de no tener sepa- era inadecuado para encauzar el importante flujo de niños
raciones en las viviendas, son judicialmente intolerables! irregulares, todos esos menores que se escabullían por la
Esta vez, Ounadjela la sacó barata. Pero ¡cómo ha dejado brecha abierta entre el antiguo orden social y el nuevo orden
en evidencia el funcionamiento de la justicia de menores! escolar aprovechando el carácter poco experimentado aún de
Justicia ficticia en el sentido de que no tiene actividad judicial su conexión. Demasiado numerosos para poder sacárselos de
propia, sino que desempeña un papel de relevo, de intercam- encima mediante la cárcel, demasiado despiertos y demasiado
biador entre dos jurisdicciones que disponen de una lógica "salvajes" para ser pasibles de prácticas caritativas, requerían
autónoma: la justicia penal ordinaria y la jurisdicción invisi- otra solución. Otra solución, aun cuando se tratara de la
ble de las instancias normalizadoras agrupadas en un solo educación por orden judicial. Sin embargo, por haber obturado
complejo tutelar. Por su cercanía con la justicia penal, el así esa "línea de fuga" que constituían los menores vagabundos,
tribunal de menores aporta su legitimidad a las prácticas de la justicia de menores introdujo otra en el corazón del aparato
vigilancia, sobre ellas extiende la sombra protectora de la ley, judicial: esa educación que para llevarse a cabo tiende a
su facultad virtual de coerción. Por sus vínculos con las disolver la lógica judicial y reduce a una mera función de
prácticas correccionales, puede librarlas de los elementos apoyo el poder que la inspiró. De ahí la necesidad de recurrir
refractarios, gracias a un dispositivo vaciado del carácter a un medio de control de las actividades educativas, la
democrático de las formas jurídicas clásicas: la naturaleza aparición de esa jurisdicción extrajudicial que progresivamente
pública y contradictoria de los debates, la posibilidad efectiva encarnaría la psiquiatría en las zonas aledañas a los tribunales
de apelación.
de menores.
Por tal motivo, no es del todo correcto considerar el desa-
rrollo del trabajo social como una expansión del aparato
judicial. Sin duda ese aparato cumple una función de amarra B. EL CÓDIGO
de las diversas formas de intervención; sin duda le otorga, ya
un poder directo, ya la posibilidad indirecta de servir como Abramos algunos expedientes de niños delincuentes o en
recurso para los casos rebeldes. Sin embargo, en ese proceso, peligro moral. En la multiplicidad de piezas, juicios con sus
¿no sería importante señalar que el aparato central sigue el respectivos análisis jurídicos, informes de asistencia educa-
movimiento pero no lo impulsa? Pues, si bien su autoridad se tiva y consultas médico-psicológicas, tendremos la impresión
extiende así sobre una población infinitamente mayor que la de asistir a una infinita repetición del mismo discurso. Ello
de los delincuentes, se trata de una autoridad cada vez más puede explicarse por un efecto propiamente burocrático: esos
simbólica. Abarca, en el sentido feudal del término, un documentos suelen copiarse unos de otros. Sin embargo, esa
dominio ampliado de prácticas de control, pero raras veces homogeneidad se debe sobre todo a la reunión de las diversas
las inspira y sólo toma decisiones en relación con ellas. Por observaciones efectuadas sobre el menor y su familia en una
otra parte, tiende a perder en el camino los criterios de sola instancia, a saber: la Consulta de Orientación Educativa
funcionamiento que constituían su propia credibilidad: el (coE). En ella, el resultado de un saber de investigación
debate público y contradictorio, la posibilidad de apelar. Deja inquisitorial (la encuesta social) y el de un saber clasificato-
de ser un dispositivo central de atribución de sanciones y rio, los exámenes médico-psiquiátricos y los tests psicológi-
pasa a tener el estatuto de pieza adyacente de un dispositivo cos están reunidos en un saber interpretativo, de inspiración
de control cuya lógica se basa en lo judicial al tiempo que lo psicoanalítica. Saberes heterogéneos situados en una pers-
disuelve progresivamente. Entre el juez, cuyo ejercicio está pectiva común, reunidos en una misma jurisdicción extra-
fundado en la ley, y los servicios sociales educativos, cuya judicial —compuesta por educadores, psicólogos, asistentes
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sociales y médicos psiquiatras y psicoanalistas— que habrá de
elaborar una síntesis y dar una opinión motivada acerca de la sitorial, clásico e interpretativo—, hay aparición y extensión
medida más oportuna para aplicar al menor. progresiva, combinación cada vez más sistemática y autono-
Esa es al menos la impresión que dan en la región parisina mización relativa respecto de su instancia comanditaria: el
y en las grandes ciudades, es decir, ahí donde se han implan- tribunal de menores. En un principio, las asistentes sociales,
tado fuertemente las consultas de orientación educativa, los gendarmes, los psicólogos y los psiquiatras son los agen-
adonde la justicia de menores deriva casi sistemáticamente tes de ejecución directos del juez de menores. Este último
a los niños de su competencia. define y ordena específicamente a sus colaboradores, y lleva
En las provincias "remotas", y aun más cuando se consul- a cabo la síntesis y las conclusiones de sus informes. Las
tan expedientes con quince arios de antigüedad, no presentan asistentes sociales son los agentes sistemáticos de su misión
en absoluto el mismo aspecto. La encuesta social y el examen de instrucción, y los psiquiatras evalúan ocasionalmente a
médico-psicológico funcionan en régimen separado, con mo- los individuos sospechados de ser de la incumbencia de la
dalidades muy diferentes y una fuerte desnivelación en sus medicina antes que de la justicia.
frecuencias. La encuesta social se parece más a un acta de ¿A qué se debe esta transformación? ¿Qué hace variar y
encuesta de la gendarmería que a una sutil puesta en escena evolucionar en un sentido unitario estos diversos modos de
de la historia y de los problemas de una familia, pasible de ser recabar informaciones? ¿Cómo la información sobre la psico-
elaborada por una asistente social moderna. De hecho, sue- logía del niño y el análisis del valor educativo de su medio han
len ser gendarmes los que se encargan de realizar estas podido pasar de una función anexa, mero aditivo de la
encuestas consecutivas a la denuncia de un niño en peligro, instrucción judicial, a una función de relevo obligado, entre
así como los educadores encargados de las Observaciones de la escena judicial y las prácticas de vigilancia que se basan en
Régimen Abierto suelen ser delegados de libertad vigilada, es ella de manera más o menos directa? ¿Cómo pudieron cons-
decir, ex policías, ex militares y, con menor frecuencia, ex tituir así una jurisdicción semi-autónoma, que transforma lo
profesores. La encuesta social, aun bajo esa forma sumaria, judicial en cámara de registro o de apelación de sus dictáme-
casi siempre aparece en los expedientes, en tanto que el nes?
análisis médico-psicológico se vuelve más excepcional a me-
dida que nos remontamos al período en que se creó el tribunal 1. La materia prima, y aun principal, de los expedientes de
de menores. Adquiere entonces un carácter cercano a cual- menores peligrosos o en peligro es provista por la encuesta
quier consulta psiquiátrica en materia judicial ordinaria. Se social, cuya generalización se inicia al mismo tiempo que la
le pide al médico experto: 1. proceder a un examen médico- justicia de menores (1912). En efecto, la encuesta comenzó a
psicológico del menor; 2. decir si ese menor presenta trastor- ser una necesidad para las dos operaciones constitutivas del
nos o deficiencias físicas o psíquicas susceptibles de influir su tribunal de menores. Por una parte, la inscripción de las
comportamiento; 3. decir si los trastornos o deficiencias prácticas asistenciales que están bajo la influencia judicial
constatados requieren alguna medida de protección, de sal- requiere el reforzamiento de los medios de acción de la asis-
vaguardia o de reeducación particular, un tratamiento de tencia contra el comportamiento imprevisible y/o interesado
cuidados específicos, o si comportan contraindicaciones pro- de los padres, y por lo tanto exige una codificación de las
fesionales u otras. En síntesis, las mismas preguntas que se condiciones de intervención de la Asistencia Pública y de los
le hacen a un adulto (responsabilidad, afán de separar lo grupos filantrópicos. Por otra parte, la limitación del derecho
médico de lo judicial), excepto que aquella relativa a los de corrección —en el pasado instituido como un derecho de la
adultos sobre la "accesibilidad a la pena" (entiéndase: el ca- patria potestad—, su transferencia al aparato judicial y a los
rácter de intimidación de la cárcel) es reemplazada en el caso notables de la sociedad requiere la implementación de un
de los menores por una pregunta sobre la pertinencia de procedimiento destinado a verificar las denuncias de los
medidas reeducativas. padres; el objetivo más o menos explícito de este procedi-
Así pues, entre estas tres modalidades de saberes —inqui- miento es invertir la denuncia en una incriminación de sus
capacidades educativas, del valor del medio del niño. La
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encuesta social se sitúa, pues, en el punto de confluencia sociales, inaugurada en 1946 y limitada en ese entonces a los
entre la asistencia y la represión. Constituye un procedi- subsidios familiares; más adelante se la extiende al conjunto
miento técnico destinado a borrar las debilidades de ambas. de las prestaciones sociales. Su funcionamiento depende de la
Debilidad de esa limitación de la represión, la cual solo orden del juez de menores en el caso en que la familia acumule
podía intervenir sobre la base de un delito, por ende, dema- deudas o quiera beneficiarse con una vivienda social cuando
siado tarde, o a pedido de los padres, sospechados de arbitra- sus ingresos y su comportamiento presupuestario parecen
riedad. Debilidad también en esa vacilación de la asistencia insuficientes, o incluso en los casos en que se sospecha que el
pública o privada, cuyo margen de maniobra tan reducido marido es un desempleado crónico más o menos voluntario.
oscilaba entre la vergüenza de los padres, que no recurrían a El siglo xxx había producido muchos procedimientos de
ella sino cuando ya era demasiado tarde, y su impudicia, que encuestas sobre la moralidad familiar, entre las cuales cabe
la llevaba a movilizar créditos con fines poco loables. Condi- mencionar la encuesta del barón de Gérando, expuesta en su
ción previa tanto de las medidas de coerción como de las obra Visiteur du pauvre. Pero no había sido utilizada sino de
medidas de ayuda, la encuesta social va a representar ideal- manera restringida para las obras de beneficencia. La en-
mente el medio adecuado para abolir los inconvenientes del cuesta social diseñada a principio del siglo xx fue concebida
carácter represivo de la primera y el carácter caritativo de la con el mismo espíritu, con la misma preocupación obsesiva
segunda, por su fusión en un mismo proceso, su alianza en por evitar que el encuestador caiga en la trampa de los
una reciprocidad eficaz. procedimientos populares de puesta en escena de la pobreza.
Así pues, la encuesta social opera el cruce de dos líneas de Pero cambia totalmente la posición del encuestador, los
control de la familia. A partir de las prácticas asistenciales, puntos de apoyo de que dispone. Gérando soñaba con intro-
este procedimiento se utiliza en toda la extensión de la esfera ducir una técnica nueva al servicio de una antigua forma de
de lo "social". Comienza con obras de protección a la infancia tutela. Innovaba en el método de observación de los pobres,
en peligro. Luego es utilizada para la asistencia de mujeres que ahora penetra en el interior de la economía doméstica en
pobres parturientas, para las familias que solicitan subsidios vez de limitarse a los "signos exteriores de pobreza", en la
excepcionales en las oficinas de ayuda social, para las fami- técnica del chantaje por la economía ("controlen sus necesi-
lias pobres en las cuales uno de los padres está desde hace dades si no quieren ser controlados en su nombre"). Pero
tiempo en un establecimiento de cuidados (sanatorio, hospi- Gérando imaginaba que los únicos posibles "visitantes de los
talización psiquiátrica) o de represión (cárcel). Luego, a par- pobres" eran los ricos bien intencionados y, en particular, sus
tir de la vigilancia de los niños delincuentes, puesto que es esposas, a quienes la práctica de la beneficencia podía dar
una condición previa para las medidas de libertad vigilada nuevos bríos, evitar el confinamiento conyugal. Según su
que, como es sabido, constituyen las primeras formas de esquema, la iniciativa de la beneficencia correspondía a los
asistencia educativa en régimen abierto. Por último, la en- individuos privados, a las personas de bien, a las sociedades
cuesta social es necesaria para dirimir casos litigiosos de filantrópicas, que solo podían obtener un apoyo secundario en
atribución de prestaciones sociales (subsidios familiares ins- las estructuras de ayuda pública para la centralización de las
trumentados en 1930 y sistematizados durante la posguerra, informaciones (censos de los verdaderos y de los falsos
seguros sociales, subsidios especiales). A lo cual habría que pobres), el almacenaje de los medios de ayuda material
agregar los recursos a la encuesta social para los procedi- (canastillas, ajuares, alimentos, calefacción) y un financia-
mientos de divorcios y, más o menos oficialmente, para la miento parcial. De hecho, fue así como funcionaron las cosas
atribución de viviendas sociales. Por consiguiente, la encues- durante la mayor parte del siglo xix. A fines de siglo, la
ta social es el principal instrumento técnico destinado a preeminencia organizativa pasa de lo privado a lo público.
ordenar la nueva logística del trabajo social:la posibilidad de Protegida financieramente por la organización de la asisten-
retirar a los niños del seno familiar o de restituirlos en él, la cia, albergada políticamente por la pantalla de los procedi-
intervención en la familia con fines reeducativos (Acción mientos administrativos, relevada en el terreno por técnicos
Educativa en Medio Abierto), la tutela de las prestaciones remunerados, la filantropía inicia una nueva fase en su
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vienen los propietarios, el conserje, los vecinos, los comer-
carrera, menos espectacular pero más serena, puesto que ciantes. Puede ser interesante valerse de los testimonios del
ahora se había integrado al cuerpo del Estado. La tecnología propietario y del conserje, pero deben tomarse "con pinzas".
de encuesta a familias pobres, diseñada por Gérando, puede Si son favorables, también pueden ser confiables; ello signi-
entonces llegar a ser una fórmula extensiva de un control fica que el locatario paga su alquiler y lleva una vida tranqui-
social cuyos agentes serán acreditados por las instancias la. En caso contrario, "hay que averiguar las verdaderas
colectivas y se apoyarán en la red administrativa y discipli- causas de la hostilidad constatada". Los vecinos son menos
nar del Estado. confiables y, entre los proveedores, es preciso "desconfiar del
Esta nueva disposición de la asistencia, sumada a la vendedor devino, que suele ser locuaz y siempre sospechoso".
infraestructura disciplinaria de la sociedad y las leyes de Segunda regla: el interrogatorio separado y contradictorio.
protección a la infancia (1889 y 1898), permite la generaliza- "Siempre es preferible que el visitante no convoque a su
ción de una técnica de encuesta al eliminar todo cuanto ponía cliente en su casa, sino que vaya a su domicilio y se presente
límites a su eficacia, y al dar mayor poder al encuestador para de improviso." Este sigue siendo el ABC de todo asistente social,
separar plenamente su trabajo de la antigua lógica de la quien para hacer su primera visita suele elegir la tarde, pues
reputación en provecho de la investigación metódica y poli- la madre a menudo esta sola en la casa a esa hora. "El
cial. Sin lo cual, se explica en un texto de 1920, "la encuesta encuestador no debe dejar traslucir que ya posee información,
ya no será dirigida por el encuestador sino por el encuesta- pues esa es una buena medida para evaluar la sinceridad de
do". 6 Texto edificante por la claridad con que expone las esta última; debe inspirar confianza y obtener un máximo de
nuevas reglas de la encuesta social. confidencias. Una segunda visita, siempre de improviso, pero
Primera regla: el acercamiento circular ala familia. Antes esta vez de noche, cuando el marido y los niños estén presen-
de entrar en contacto con la familia que debe ser vigilada, tes, permitirá confrontar los dichos de la madre con el
asistida o protegida, es preciso recolectar informaciones testimonio del padre. Este suele ser reticente a hablar. La
disponibles en las administraciones de asistencia y vigilan- mejor manera de incitarlo a ello es utilizar la información
cia. Tras lo cual el encuestador puede concertar un primer proporcionada por su mujer. De tal modo, saldrá vivamente de
encuentro con el maestro. Su testimonio, tanto en la ciudad su reserva para recuperar su papel hegemónico en la casa y
como en el campo, presenta un valor de primer orden; suele procurar ser el principal interlocutor del encuestador."
estar bien informado y ser siempre imparcial. En efecto, dado Tercera regla: la verificación práctica del modo de vida
que ve al niño todos los días, el maestro está al tanto de familiar. La conversación con la familia, más allá de lo
cuanto lo concierne, de su salud, de su comportamiento, de la instructiva que pueda resultar, ante todo debe ser agradable
educación que recibe, de los cuidados y la vigilancia de que es para el encuestador (y para el encuestado: "es la parte más
objeto. Gracias a él, el encuestador puede hacerse una idea interesante de sus funciones"). Debe "conversar y hacer
exacta de la existencia misma de la familia, pues es común conversar lo más posible. Estas conversaciones siempre son
que las madres le pidan consejos. También gracias a él, puede agradables para quien es interrogado". Manifestación de un
obtener información acerca de las ocupaciones del jefe de interés, distribución de consejos. En cierto modo, es el precio
familia, en especial conocer el nombre del patrón. El testimo- a pagar por la obtención sistemática y sin mucho pesar de las
nio de este último es el siguiente paso. No obstante, es preciso informaciones requeridas. "Mientras conversa y toma algu-
desconfiar un poco de él, pues tiende a presentar a su nas notas, el visitante mira a su alrededor, examina la
empleado de manera favorable no bien se trata de procurarle vivienda, su disposición, su aspecto, las promiscuidades que
beneficios no salariales, por "motivos evidentes". Por el impone, las condiciones de higiene en las cuales viven los
contrario, "el patrón está bien situado para apreciar la habitantes. Hará el inventario del mobiliario, de los instru-
capacidad, la conciencia, la asiduidad de su personal". Luego mentos o de las ropas que vea en torno de sí." No está mal
" "L'enquéte sociale", Revue philantropique, 1920, p. 363 y ss. Véase
visto que destape algunas ollas, examine las alacenas, la ropa
asimismo Services auxiliaires des tribunaux pour enfants, 1931, y René de cama, y de ser necesario tome algunas fotos elocuentes.
Luaire, Le l'Ole de l'initiative privée dans l'Assistance publique, 1934.
119
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En síntesis, se trata de una técnica que moviliza un mínimo
de coerción para obtener un máximo de informaciones beneficio de una medida educativa (en verdad, se trataba
verificadas. Sobre el papel, es la fórmula ideal para abolir la siempre de internarlo en un establecimiento correccional,
peligrosa estigmatización de una intervención ostentosa- pero en este caso sin antecedentes penales). Así pues, la
mente policial, así como la no menos peligrosa práctica nueva justicia de menores le quita al juez esa facultad de
caritativa, generadora de hipocresía social, en provecho de decidir sobre la responsabilidad de los menores y se la da al
una administración discreta y sabia. Pero sólo sobre el papel. médico. Pero lo hace de manera parcial, puesto que el juez
En los hechos, las cosas no marchan como se esperaba y esto tiene el poder de decidir si es necesario o no proceder a un
se hizo evidente en los arios treinta. La encuesta social examen médico. El juez ya no tiene los medios para apreciar
establece un puente entre la administración de la asistencia por sí mismo el discernimiento del que ha dado prueba un
y el aparato judicial, pero más para incriminar a quienes joven delincuente, sino que su función ahora consiste en
serán competencia de una u otra que para establecer un distinguir quienes requieren un examen médico y quienes no.
circuito continuo y funcional entre ambas. Para la encuesta Posición acrobática que habrá de instaurar una relación de
social, la asistente pone a prueba la receptividad de la familia intensa cercanía, hecha tanto de disputas sobre la delimita-
a una intervención flexible. Si todo transcurre de manera ción de los respectivos poderes del juez y del médico como de
adecuada, si la familia quiere y pide más, es dirigida a la colaboración convergente. La situación que resulta de ella
Asistencia Pública, más tarde llamada Ayuda Social a la In- para la justicia de menores no es, para hablar con propiedad,
fancia. Si parece reticente, se la remite a la esfera judicial a excepcional. Simplemente constituye el espacio en que van a
título de semicastigo. De ahí en más, cada uno de estos inscribirse con el máximo de amplitud los efectos de una
circuitos procura conservar su "clientela", protegerla de un redistribución decisiva de las relaciones que precisamente
eventual desplazamiento hacia otros servicios. Las familias dependen de la naturaleza de esa transformación.
pobres no se dejan engañar y, tácticamente, ponen su mejor Aun cuando se trate de adultos, durante el último tercio
cara a los servicios que dispensan la mayor cantidad de del siglo xix, los psiquiatras rechazan los términos según los
subsidios e imponen menos instancias de coerción, menor cuales se les pide pronunciarse sobre tal o cual acusado. Decir
proximidad con el aparato judicial. De ahí el crecimiento si un criminal actuó en estado de demencia les parece ocioso
enorme de los servicios de Ayuda Social a la Infancia (650 mil y metafísico. Ser convocados únicamente para los grandes
niños ayudados), claramente desproporcionado con relación crímenes, los casos "monstruosos" que despistan al aparato
a la justicia de menores, que pese a todo también se orienta a judicial, les parece una enojosa limitación a su ejercicio, así
la protección de la infancia. Se trata de un problema capital de como una restricción de su campo de acción al de los adultos.
ajuste de las administraciones, cuyo equivalente más adelan- Ya no quieren seguir siendo "esa justicia de lo extraordina-
te encontraremos en el ámbito de la psiquiatría infantil. rio" para la cual la justicia nacida de la Revolución los ha
convocado, pero a la que también los ha confinado. Por lo
2. A partir de su constitución, la justicia de menores prevé demás, para ellos, no se trata de renunciar a una antigua
en 1912 que la "encuesta social sea completada, si procede, función, sino de extender el alcance de esta última. Desean
por un examen médico". Es decir que el recurso a la psiquia- poder ocuparse más de los menores que de los mayores, más
tría está planeado por primera vez en la justicia de menores de los pequeños delitos que de los grandes crímenes, más del
bajo la forma de un complemento a la instrucción. Desde el diagnóstico de las anomalías y la orientación de los condena-
código Napoleón, la cuestión de la responsabilidad de los dos hacia tal o cual dispositivo de corrección que de la
menores era considerada desde la perspectiva del discerni- graduación de la responsabilidad de los acusados. Se propo-
miento del que había dado pruebas el niño al llevar a cabo su nen ir más allá de esa función menor en lo judicial, en
acto delictivo. Discernimiento cuya apreciación formaba par- provecho de una posición autónoma como animadores de la
te del interrogatorio judicial a cuyo término el juez decidía en profilaxis de la delincuencia, que a sus ojos se ha convertido
un caso atribuir una pena, y en el otro otorgar al niño el en un mero síntoma de anomalía mental, al igual que todas
las demás "reacciones antisociales", la fuga, la mentira, las
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tratada, y pasa a constituir un fenómeno siempre latente, que
perversiones sexuales, el suicidio, etc. La delincuencia ya no requiere un diagnóstico precoz, una intervención profiláctica
constituye para ellos el producto siempre posible, y por tanto sobre el conjunto de las causas que, en el cuerpo social,
"excusable", de una pérdida de razón, momentánea o durade- favorecen los mecanismos de degeneración; a saber, las
ra, sino que es considerada como la manifestación de una condiciones de vida miserables, las intoxicaciones, como el
insuficiencia original, de una anomalía constitutiva, por alcoholismo, a las que están expuestas las poblaciones po-
ende diagnosticable y previsible. Al loco, ese desheredado de bres. Mucho antes de la actual sectorización, el psiquiatra ya
la razón, lo sucede el anormal, ese bastardo de la sociedad. aspira a salir del asilo para convertirse en el operador de una
Después de aquel que ha perdido algo de manera accidental, obra de regeneración social.
viene aquel que nunca ha tenido "las condiciones flsicas y De todos modos, esta salida del psiquiatra de su reserva
morales socialmente necesarias". Desplazamiento del foco de asilar es impuesta por una demanda imperiosa que emana de
interés que permite el pasaje del peritaje psiquiátrico res- los aparatos sociales en plena expansión, como el ejército y la
tringido al peritaje psiquiátrico generalizado. escuela. Al imponer la gratuidad y la obligatoriedad de la es-
La transformación de la posición del psiquiatra y la am- cuela, se la llena de una multitud de individuos reticentes o
pliación de su vocación social resultan, por una parte, de la poco preparados para la disciplina escolar. Sus manifestacio-
crítica interna de la psiquiatría y, por otra, de la demanda nes de indisciplina, las ineptitudes declaradas para la adqui-
externa de que es objeto con motivo de la escalada de los sición escolar les plantean problemas insuperables a los
dispositivos disciplinarios que la requieren de un modo dis- maestros. ¿Cuáles deben ser eliminados? ¿Cómo se reconoce
tinto a como lo hacía el aparato judicial. a un idiota, un débil mental, un niño que jamás podrá
Crítica interna. Durante los arios sesenta, una parte del adaptarse a la escuela, o bien que, por el contrario, requerirá
cuerpo psiquiátrico constata que el asilo comienza a parecer- un poco más de tiempo y una atención especial? En 1890, para
se singularmente a aquello mismo que debía reemplazar, el superar el desasosiego de los docentes, la Dirección de la
antiguo hospital general, ese receptáculo de una gama indi- Escuela Primaria pide ayuda a Bourneville, el alienista de la
ferenciada de individuos enfermos, criminales o indigentes. Salpétriére especializado en el tratamiento de niños anorma-
Surge entonces la sospecha de que "el asilo podría no ser ese les, y le ruega que diseñe un esquema de observaciones para
espacio medicalizado concebido por Pinel y sus sucesores. el diagnóstico y la orientación de los inadaptados escolares.
Ahora bien, un cambio profundo en la concepción misma de El ejército tiene los mismos problemas a causa de la genera-
'enfermedad mental' mina esa concepción de un orden indi- lización de la conscripción y, sobre todo, de la modificación de
sociablemente espacial (extensión en el espacio hospitalario) la táctica militar, que requiere entrenamientos especiales y,
y teórico (las clasificaciones nosográficas)". 7 Las teorías de por tanto, una selección permanente. "Hoy en día, ya no es la
los últimos alienistas funcionaban sobre la base de una exaltación de la batalla lo que ha de asegurar la victoria, sino
sintomatología. El diagnóstico de locura se establecía a partir el coraje inmóvil y personal que se le exige al último de los
de la descripción de sus manifestaciones, que producía las soldados. En vez de olvidar su razón en la embriaguez de la
diferentes especies de monomanía. Por consiguiente, la inte- batalla, deberá esperar con estoicismo la muerte en el silen-
ligibilidad estaba en los signos exteriores. A partir de Falret, cio reflexivo de las filas y domar el vértigo de los nervios
Baillargé (1854: La folie á double forme) y sobre todo de Morel gracias al esfuerzo de una implacable voluntad". Texto pre-
(1857: Le traité des dégénérescences), esa inteligibilidad ya monitorio, dado que fue escrito en 1913. 8 Da cuenta de la
no se encuentra en el signo explícito, sino que es subyacente primera fase de una evolución a partir de la cual, por los arios
al signo, el cual ya no es sino una etapa aparente de una 1880, la psiquiatría comenzó a tener un lugar cada vez mayor
evolución en curso, previsible para aquel que sepa interpre- en la medicina militar. Tras haber sido una mera técnica de
tarlo. De pronto, la enfermedad mental deja de ser una gestión de los reclutas, la disciplinarización, ampliada a las
excepción espectacular que debe ser aislada y eventualmente
8 G. Haury, Les anormaux et les malades mentaux au régiment, 1913.
' Robert Caste], L'ordre psyquiatrique, Minuit, 1977.
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grandes esferas de la vida social, se convierte en la principal Ahora bien, a través del vagabundo, el objetivo último de
superficie de emergencia de locura y anormalidad: tal como esta empresa psiquiátrica es el niño. La universalidad del
proclama Régis, uno de los grandes psiquiatras de fines del valor sintomático del vagabundeo, su facultad para atrave-
siglo xix, "la exigencia disciplinar se convierte en la piedra sar todas las variedades de la nosografía, procede de la idea
fker angular de la insuficiencia física general". 9 según la cual los componentes de la actitud vagabunda
Todo el esfuerzo teórico de los psiquiatras de la época arraigan todos, en mayor o menor medida, en la naturaleza
consistiría en sostener conjugándolos, por una parte, los infantil, en su sugestionabilidad, su emotividad, su excesiva
motivos por los cuales quieren salir del asilo, trabajar el imaginación." El vagabundo es interesante en la medida en
cuerpo social, y, por otra, aquellos por los cuales se les pide que despliega al máximo todos los efectos patológicos de las
fr que intervengan en los aparatos sociales. Dicho de otro modo, debilidades de la infancia cuando no son corregidas o encau-
procurar una fusión entre una patología de Ja raza y una zadas a tiempo. "¿Por qué la voluntad de un niño, aun de los
patología de la voluntad. Las tres figuras cardinales de la más dotados, suele ser tan vacilante y tan móvil? Ante todo
psiquiatría moderna, la histérica, el débil mental y el perver- porque su cerebro, aún mal organizado, apenas es capaz de
so, se ordenan a partir de esta preocupación. En el ámbito en mantener en equilibrio dos tendencias opuestas, y no le
que domina la patología de la voluntad, tenemos a la histéri- permite ejercer una gran fuerza de abstracción. Esta debili-
ca, sus fugas, sus mentiras irracionales, sus amnesias parcia- dad de la abstracción es la causa de su incapacidad para
les. En el ámbito en que triunfa la patología de la raza, sustraerse a las fascinaciones. Por consiguiente, cuando el
tenemos al débil mental, ese producto de una involución deseo de vagabundear, nacido de una curiosidad, de una
biológica. Por último, en el punto de máxima coincidencia atracción o de un ejemplo, se apodera del niño, si no está bajo
entre ambas patologías aparece el perverso, aquel cuya vigilancia, si las circunstancias le son favorables, si nada en
voluntad, totalmente invertida con respecto al sentido moral, suma se opone a la realización de su deseo, se lanzará
coincide con el instinto, en su aspecto más "animal". Este fatalmente a la aventura, la cual puede degenerar en un fuga
esfuerzo teórico se lleva a cabo básicamente sobre el persona- completa." 12
je social del vagabundo, que reúne de maravilla las dos Se comprende así el nacimiento de la psiquiatría infantil.
preocupaciones, racial y disciplinaria, de la psiquiatría. El No está ligada desde un principio al descubrimiento de un
vagabundo, ese "degenerado impulsivo", esa encarnación del objeto propio, de una patología mental específicamente in-
atavismo y de la indisciplina reunidos, resulta lo bastante fantil. Su aparición deriva de las nuevas ambiciones de la
interesante para que la psiquiatría lo considere, al igual que psiquiatría general, de la necesidad de hallar un zócalo, una
la justicia, una categoría particular. Durante un decenio base donde arraigar bajo la forma de una presíntesis todas
(1890-1900), el vagabundo será considerado el universal de las anomalías y patologías del adulto, de designar un objeto
la patología mental, el prisma a través del cual se podrán posible de intervención para una práctica que ya no quiere
distribuir todas las categorías de locos y anormales?' limitarse a administrar reclutas, sino que pretende presidir
la inclusión social. El lugar de la psiquiatría infantil se esboza
9 Pitres y Régis, Obsessions et impulsions, 1895. en el vacío producido por la búsqueda de una convergencia
10 Sobre esta psiquiatrización del vagabundeo a fines del siglo lux, véase entre los apetitos profilácticos de los psiquiatras y las exigen-
Marie y Meunier: Les vagabonds, 1908; A. Pagnier, Du vagabondage et des cias disciplinarias de los aparatos sociales.
vagabonds, 1906; e innumerables artículos en revistas penitenciarias,
Consideremos el libro oficialmente fundador de la psiquia-
archivos de antropología criminal y anales médico-psicológicos. El que
parece haber dado el tono es A. Foville, "Les aliénés migrateurs", Annales tría infantil en Francia, la obra de Georges Heuyer Enfants
médicopsychologiques, 1895. También existe una literatura paralela del anormaux et délinquants juvénils (1914). No es que este libro
vagabundeo con Maupassant (Le vagabond), Richepin (Le clzeminot). En el contenga gran cantidad de enunciados nuevos. Es notorio
punto de cruce de ambos discursos, habría que citar el caso Vacher, en el que
se ha inspirado el film Le juge et l'assassin. Sobre la filosofía del magistrado " Sobre esta continuidad, véase Jean Hélie, Le vaga bondage des mineu-
encargado de este caso puede leerse "Les vagabonds criminels", por Four- rs, 1899.
quet: Revue des deux mondes, 1899. 12 Marie y Meunier, ob. cit.
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que retoma trabajos y comentarios dispersos en el campo
psiquiátrico unos treinta arios antes de su publicación. Pero verdadero lugar de la enfermedad, y el médico psiquiatra es
los reúne por primera vez en un objetivo táctico que está en el único que puede discriminar en esa patología aquello que
el origen de la posterior expansión de la psiquiatría infantil. depende de la disciplina de aquello que se refiere al trata-
El objetivo es explícitamente el siguiente: ¿Cómo preseleccio- miento orgánico.
nar y pretratar a los ineptos militares, a los enfermos men-
tales, a los inestables profesionales? ¿Cómo identificar estos El esfuerzo decisivo de esta psiquiatría infantil consiste,
elementos antes de que cometan algún daño? ¿Cómo orien- pues, en un desplazamiento de la categoría jurídica del
tarlos por un camino que los separe de la población normal y discernimiento en provecho de la categoría de educabilidad.
aplicarles un tratamiento que no los alcanzaba sino a poste- De tal modo se da a sí misma los medios teóricos para ejercer
riori? una función de decisión en el aparato de la justicia de
En la práctica, esta táctica fue posible gracias a una menores, donde propone una justicia del comportamiento
operación doble: paralela y competidora de la justicia de los delitos. En un
momento en que la justicia de menores se constituye sobre la
1. La designación de una institución modelo: la escuela. base de una voluntad de sustituir el castigo por la prevención,
¿Qué vínculo existe, qué denominador común puede descu- la represión por la educación, el psiquiatra aparece junto al
brirse entre los niños del servicio de anormales de Bournevi- juez como animado por el mismo proyecto que él, pero
lle en Bicétre, y los niños de la Petite Roquete, encarcelados provisto de una capacidad teórica de estimación de la perti-
por robo, vagabundeo o insumisión a la autoridad paterna? nencia de tal o cual proceso educativo tan sólo equiparable
Respuesta: el comportamiento escolar. A modo de prueba, con la capacidad jurídica del juez de menores para decretarla.
una serie de fichas de observación sobre niños delincuentes, Entre ambas capacidades, no tardó en generarse la búsqueda
anormales de asilo y otros internos de las escuelas de perfec- de una complementariedad idílica —por ejemplo, entre G.
cionamiento. En las tres categorías, la mezcla, aunque difie- Heuyer, A. Collin y H Rollet—, pero también desconfianza,
ra, comporta siempre los mismos ingredientes: inestabilidad competencia; lo menos que puede decirse es que, en la dis-
y debilidad, perversión. Por consiguiente, la escuela puede cusión sobre la ley de 1912, triunfó la desconfianza." Una
ser considerada "un laboratorio de observación de las tenden- mayoría de magistrados exigió que el examen médico de los
cias antisociales" (Heuyer). niños no fuera sistemático, pues estimaba que de otro modo
2. La atribución del origen de los trastornos a la familia.Si ellos mismos perderían su poder.
se consideran las fichas utilizadas por Heuyer, puede notarse Durante el período de entreguerras, la colaboración entre
dos órdenes de preguntas. Las primeras relativas a la disci- el médico y el juez de menores se mantuvo muy limitada. Los
plina: ¿quién vigila al niño en la casa? ¿Cuál es la modalidad doctores Collin Alexandre, Orly, Boffas, Paul Boncour y
de vigilancia, débil o brutal? ¿Iba el niño a la escuela? ¿Cómo Roubinovich multiplican en un primer momento las publica-
era su conducta durante el recreo? Y, luego, otra serie de ciones, exigen que el examen psiquiátrico sea obligatorio
preguntas que abordan con sumo detalle las anomalías mor- para todos los niños delincuentes (Heuyer, en 1914, ya veía
fológicas y los antecedentes patológicos de los padres. ¿Cuál en grande y subtitulaba su obra: "Necesidad de un examen
es el estado normal de los padres o tutores? ¿Cuál es el estado psiquiátrico para todos los escolares"). En 1917, Paul Bon-
de salud del padre (alcoholismo, tuberculosis, sífilis, crimina- cour y Roubinovich organizan un servicio de examen médico-
lidad), de la madre (mismos criterios, excepto que "prostitu- psicológico para jóvenes detenidos en la Petite Roquete
ción" reemplaza a "criminalidad"). Las carencias del niño (varones). Se trata de una fórmula transaccional, puesto que
pueden relacionarse alternativamente con dos tipos de ca- allí sólo estaban encerrados los menores objeto de una medi-
rencias familiares: la insuficiencia educativa y la existencia da de corrección paterna. No se tocaba aún la ley penal. En
de anomalías degenerativas. Así pues, la familia, más que el 1919, en Fresne, las niñas detenidas eran sometidas a los
enfermo, más que el niño con problemas, se convierte en el
1' Véase André Collin y Henri Rollet, Médecine légale infantile, 1920.
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suele ser el resultado de estos últimos. Entonces, ¿por qué esa
mismos exámenes. En 1925, gracias a la iniciativa de Henri psiquiatría experimenta tantas dificultades para armonizar
Rollet, de la facultad de medicina de París y del Patronato de sus actividades con la justicia de menores, siendo que las
la infancia y de la adolescencia, nace la clínica de neuropsi- animan idénticas intenciones? ¿Qué tiene el psicoanálisis
quiatría infantil, que luego sería dirigida por Georges Heuyer. que la psiquiatría no tenía, y que le abre de par en par las
Destinada en un principio a los niños del patronato, y por puertas en cuyo umbral permanecía desde hacía más de
tanto fuera de la esfera judicial directa, expande progresiva- treinta años?
mente su actividad a niños llevados al lugar por sus propios A menudo se da como respuesta la clásica resistencia a las
padres, o a instancias de los maestros de escuela; luego, se ideas nuevas, la reacción ante el descubrimiento del incons-
extiende a los niños que le envía el tribunal de menores de ciente de los espíritus cartesianos más ocupados en clasificar
París. Recién en 1927, esas iniciativas reciben una aproba- que en ponerse a la escucha ardua de aquello que podría
ción oficial, puesto que la cancillería autoriza a título de perturbar su confort mental. Esta respuesta no es válida,
ensayo el examen médico-psicológico de los jóvenes deteni- puesto que el psicoanálisis es tan antiguo como la psiquiatría,
dos. En 1932, esta medida se extiende a todos los acusados y está última ya creía haber descubierto el inconsciente en la
libres que desean someterse al examen." raza, esa instancia oculta respecto de la cual observaban
No obstante, la lectura de las múltiples producciones de variaciones de la voluntad moral. También suele recurrirse
esta clínica de neuropsiquiatría infantil del período de entre- a un argumento más materialista: el interés, la defensa
guerras transmite la sensación de una suerte de estanca- corporativa. Pero tampoco resulta convincente. Por no citar
miento. En torno a Heuyer se reúne toda una escuela de sino a uno, el omnipresente Georges Heuyer no perdió ni un
psiquiatras de la infancia que van a refinar al extremo las ápice de su estatus social al reconocer tardíamente los méri-
clasificaciones, inventar variedades infinitas de perversos, tos del psicoanálisis. En 1946 es nombrado profesor de la
publicar estadísticas indignantes sobre las tasas de patología primera cátedra de neuropsiquiatría infantil y presidiría los
mental entre los jóvenes delincuentes (80%). Espectacular destinos de la nueva paido-psiquiatría revisada y corregida
afirmación de un saber que sin embargo no corresponde a un por el psicoanálisis; gobernó cómodamente esa sociedad
poder real. Se les dan algunos cobayos para ocuparlos y floreciente dando el mando ya a la psiquiatría, ya al psico-
mantenerlos a distancia. Tan sólo cuando pongan algo de análisis. Comprender el destino social de un saber requiere
psicoanálisis en su psiquiatría causarán menos temor y se localizar las razones de su pertinencia, hallar el vínculo
dudará menos en recurrir a ellos. existente entre sus propiedades discursivas y los problemas
planteados por el funcionamiento de las instituciones. ¿Cuál
3. A primera vista, no se comprende por qué el psicoanáli- era, pues, la inadecuación entre el discurso de la psiquiatría
sis no se introdujo en el campo de la justicia para menores clásica y el desarrollo de la justicia de menores?
hasta la posguerra. Su nacimiento es contemporáneo del Ya hemos visto que esta última implicaba una redistribu-
tribunal.de menores, tiende a tratar temas de pedagogía, se ción del mercado de las inadaptaciones. Se terminaron los
interesa en grado sumo por la organización familiar, en presidios para niños, las famosas colonias penitenciarias o
síntesis, constituye en teoría el discurso ideal para los prota- correccionales, focos de revuelta y objeto de escándalos. Y, si
gonistas de una prevención de la inadaptación infantil. En el la administración conserva algunos de ellos, lo hace a título
movimiento general de higienización, la psiquiatría, nacida de solución "dura" para los clientes más reticentes. La mayor
con Magnan, Heuyer, Dupré y consortes, parecía tener allí su proporción de menores reside en patronatos privados acepta-
lugar natural. En efecto, esa campaña apunta a las taras dos por la justicia.' 5 Estos organismos distribuyen a los niños
orgánicas de las capas pobres, la tuberculosis, la sífilis, el en establecimientos que se especializan ya en la formación
alcoholismo. El "pauperismo psíquico", según la bella expre-
sión de Heuyer, forma parte de ese haz de males, y de hecho " Sobre las sociedades de patronatos, véase principalmente A. Constant,
Les sociétés de patronage, leurs conditions d'existence, leurs moyens d'action,
" Sobre todos estos esfuerzos, véase el libro de H. Gaillac, Les maisons 1898.
de correction, 1830-1945, Cujas, 1971. 129
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profesional, ya en el tratamiento físico y moral (desarrollo de
la educación física y de la ideología del scoutismo), ya en lo educación vigilada a partir del gobierno de Pétain y de la
médico-psicológico (muy poco). El período de entreguerras es Liberación, y sobre todo el lugar central que va a ocupar en
un período de exaltación pionera en el misionariado pedagó- ella una psiquiatría enmendada por el psicoanálisis. Esque-
gico. No pasaba un ario sin que estallara algún escándalo en máticamente, diremos que la forma extensiva e intensiva de
los establecimientos para niños que aún tenían una discipli- las prácticas educativas establecidas por los patronatos y los
na estrictamente penitenciaria. Condiciones ideales para el delegados benévolos volvió inadecuada la psiquiatría clásica
florecimiento de patronatos privados. Algunas cifras indica- defendida por la clínica de neuropsiquiatría infantil, mien-
rán la importancia de ese abandono de la antigua corrección. tras que el aparato judicial descubría contradictoriamente la
Antes de la creación del tribunal de menores, la cantidad de utilidad, y aun la necesidad, de recurrir a un especialista
jóvenes enviados a las colonias penitenciarias y correcciona- aliado, a fin de restablecer su dominio sobre las prácticas de
les rondaba la decena de miles. En 1930, apenas quedan más vigilancia.
de mil. Sin embargo, el promedio anual de menores entrega- En lo relativo a las prácticas, ¿para qué podía servir la
dos a instituciones caritativas aumenta, de 479 en 1919 a 1860 psiquiatría? Para los benévolos delegados a cargo de la vigi-
en 1925, y alcanza los 2536 en 1930. Gracias al des-crédito lancia de los niños en sus familias y de la moralización de
creciente de las casas penitenciarias en la opinión pública, estas últimas, constituía tanto una limitación como un ins-
como consecuencia de las campañas de prensa, gracias asi- trumento. En efecto, ¿qué decía de la familia de un niño con
mismo a la disposición de los magistrados de menores a problemas? O bien esta última no asumía adecuadamente su
afirmar la singularidad preventiva de su misión, los patrona- tarea educativa, lo "condicionaba" progresivamente a volver-
tos captan un máximo de niños, todos aquellos que no han se perverso, en cuyo caso era necesario sustraerle de inme-
cometido delitos muy graves. Luego, los redistribuyen en sus diato el niño; o bien tenía una tara genética (degeneración),
diversos establecimientos en función de sus particularidades sanitaria (tuberculosis) o social (miseria), y entonces era
profesionales, correccionales o médicas; en función asimismo necesario sacar al niño de su seno y colocarlo en un estable-
de su disponibilidad de vacantes, puesto que se trata de cimiento adaptado. La dureza de estos diagnósticos incomo-
mantener la rentabilidad de cada establecimiento mediante daba. Por supuesto, prestigio de la ciencia obliga, los delega-
el aporte de una cifra mínima de costo diario. Los organismos dos anotaban escrupulosamente las taras familiares. Pues
privados instauran entre sí una sub-contratación oficiosa por siempre podrían servir como un medio de presión eventual.
motivos indisociablemente técnicos o financieros. La práctica Sin embargo, un diagnóstico sistemático como el que exigían
de la libertad vigilada habrá de experimentar una evolución los médicos habría prácticamente anulado su acción, ese
paralela a las modificaciones de las técnicas de internación. sueño de una moralización pacífica en el seno familiar. Por lo
Entendida en un principio como una suerte de aplazamiento demás, el principio del diagnóstico alternativo —enfermo o no
del envío a la colonia correccional o al patronato, un primer enfermo— podía volverse contra ellos en provecho de las
grado en la escala de penas, esta función de vigilancia será familias que, a falta de trastornos médicos comprobados, ha-
transformada en provecho de una acción más gratificante, brían tenido a disposición un medio para recusar la interven-
para ellos en todo caso, de regeneración moral de la familia. ción. Por tal motivo, la clínica de Heuyer se consagra, a partir
Aunque elegidos y comisionados por el tribunal, los delegados de 1930, a la difícil tarea de flexibilizar su grilla de análisis;
van a aparecer como emanaciones del interés de los patronatos, se pone a la búsqueda de parámetros manipulables para una
pues se ocuparán de reclutar para estos últimos y no tanto de acción educativa. Y descubre, en primer lugar, el concepto de
aplicar las decisiones de los jueces, de modo que actuarán reacción de oposición en el niño (Heuyer y Dublineau, Revue
según su "deseo educativo". médico-social de l'enfance, 1934). Magnífica síntesis del con-
Este somero cuadro de la evolución de la justicia de dicionamiento pavloviano a la perversidad y del freudiano
menores durante el período de entreguerras era indispensa- complejo de Edipo. Se criticaba el mal ejemplo dado por los
ble para comprender las líneas de reorganización de la padres o se lo imputaba a la patología, cuando no a una tara
congénita. Para resolver el dilema, Heuyer y Dublineau
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131
anuncian: más que el ejemplo en sí mismo, lo que cuenta es cuanto a la validez de sus resultados. En el corazón de ese
el estado del niño en el momento en que recibe ese ejemplo. malentendido está la noción de perversidad.
Unos buenos padres pueden tener hijos rebeldes si estos Lejanamente derivada de la "degeneración moral" según
últimos están celosos de uno de sus hermanos o perturbados Morel, el eminente doctor Dupré la entroniza en el firmamen-
por una sorda hostilidad en el clima familiar. Un buen padre to de la nosografía psiquiátrica durante el congreso de alie-
puede "congelar" a su hijo en un estatuto de rebelde si no nistas de lengua francesa de Túnez en 1910. Dupré es un
digiere la necesaria, pero pasajera, oposición del niño en la psiquiatra militar asignado a los batallones disciplinarios
edad en que debe afirmarse. La recepción del ejemplo será coloniales. Tras observar la escoria del ejército en sus bata-
buena o mala, el niño será normal o dará pruebas de indisci- llones disciplinarios africanos, va a elaborar "científicamen-
plina, de sueño, de pereza, robará, intentará suicidarse, te" la definición de "perverso". ¿Qué es, pues, un perverso? Es
según exista o no en el ambiente familiar un clima de celos, un individuo "anemotivo, inafectivo, insincero, inintegra-
una severidad excesiva del padre, etc. Una mínima resisten- ble". Todos ellos son rasgos que caracterizan un "fondo
cia del hijo es normal (complejo de Edipo) pero, si crece, mental" animado por "una disposición al hedonismo exclusi-
quiere decir "que la afectividad personal del niño no vibra en vo con profunda necesidad de la vida 'fiestera', inclinación
consonancia con la del medio". En una segunda etapa viene por las soluciones fáciles, rechazo del esfuerzo inmediato",
el análisis de las perturbaciones en el niño, consecutiva de las "un subversismo ideológico moral con adhesión racionaliza-
disociaciones conyugales. A partir de 1936, florecen, en torno da a la conducta presentada; toda la personalidad está
a Heuyer, artículos y tesis que prueban, basados en estadís- polarizada en la maleficencia; estamos frente a un sistema
ticas, el efecto negativo de las separaciones, de los divorcios, coherente, perfectamente organizado, que da total satisfac-
de las viudeces, y aun de las familias numerosas pobres, ción al 'sujeto"; "para coronar el todo, una suerte de rigidez
puesto que implican una gestión de los niños casi unilateral- orgullosa con extrema susceptibilidad e interpretación siste-
mente materna. La teoría freudiana de la carencia de imáge- máticamente malintencionada de las intenciones de terce-
nes parentales coincide así con el clásico análisis del medio. ros. No se les puede decir nada y tienen derecho a decirlo
Tan sólo cuando disponen de este apoyo, los psiquiatras todo".
pueden comenzar, en vísperas de la última guerra, una En su tesis sobre los niños anormales (1914), luego en su
enseñanza a los trabajadores sociales y a las damas de obras clínica de neuropsiquiatría infantil (1925), Heuyer se propu-
benévolas. so "aplicar" esa definición de "perversidad", pues lo conside-
Para los patronatos y sus establecimientos, la psiquiatría raba de interés para una psiquiatría que buscaba hacerse un
no estaba mucho mejor adaptada. Por supuesto, estos orga- lugar en los aparatos disciplinarios. Si la disciplina más ruda,
nismos tenían un problema de distribución de los menores la de los batallones africanos, no ha podido acabar con la
según las particularidades de cada uno de sus establecimien- irreductibilidad de ciertos individuos, se debe a que puede
tos. A tal efecto, instauran algunos centros de observación existir un fondo mental estructuralmente orientado hacia las
regionales (en Lyon, en particular), a fin de organizar la actividades antisociales; se debe a que hay una constitución
distribución de los niños. Estos lugares toman nombres perversa, al igual que las constituciones paranoicas revela-
médicamente ostentosos, pero su finalidad es más evaluar el das por Kraepelin por esa misma época. Entonces el papel del
comportamiento, la docilidad y las aptitudes de un marco psiquiatra profiláctico consistirá en detectar los signos pre-
colectivo y disciplinario que producir un diagnóstico y un coces y anunciadores de esa constitución, la tendencia incoer-
pronóstico médico preciso. Pues, de todos modos, para esta cible al latrocinio, la incurable disposición a la mentira, la
gente animada por un febril entusiasmo educativo, la voca- propensión a hacerse la rata, el gusto por las burlas crueles.
ción de la psiquiatría por discriminar a priori a los educables Pregunta de rigor que la clínica de neuropsiquiatría infantil
de los no educables tenía el efecto de una instancia inhibido- debe plantear frente a cualquier niño: ¿es un perverso? ¿Se
ra de su sacrificio y de su competencia. Introducía, en el fruto trata de una perversidad instintiva (por lo tanto, congénita)?
de esas bellas empresas, el gusano de la duda científica en ¿De una perversidad adquirida (corno consecuencia de una
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pequeños etiquetados como tales, tuve la impresión de que se
enfermedad, de una encefalitis, por ejemplo: en los arios trataba de niños particularmente perturbados y difíciles, y
veinte, una epidemia de encefalitis proporcionó a Heuyer una no de perversos propiamente dichos. Los sujetos que corres-
cantidad considerable de cobayos), de una perversidad pro- ponden al cuadro clínico clásico de las formas de perversión
ducida por malos tratos (condicionamiento)? Según esta aparecen menos como los representantes de una suerte de
escala, cuanto menor fuera la gravedad del mal, tanto mayo- especie humana particular y monstruosa que como las for-
res eran las posibilidades de educación. Pero, lo importante mas graves de trastornos de carácter". Así pues, del perverso
es que el psiquiatra basaba su voluntad de intervención en la se pasa lentamente al inadaptado. El cuadro es el mismo,
figura hegemónica del perverso, por lo tanto en la detección pero la etiología cambia: carencias relacionales en las fami-
de lo ineducable, en tanto que los jueces de menores, los lias que engendran inmadurez y agresividad. La histérica
patronatos y los benévolos postulaban la educabilidad a experimenta el mismo destino, y aun el débil mental, que
priori de todos los menores, a riesgo de sancionar sus fracasos ahora recibe esa etiqueta con un correctivo etiológico: "débil
finales por el recurso al etiquetado psiquiátrico. Digamos que mental por insuficiencia del medio".
los psiquiatras y los educadores tomaban el proceso educati- Lenta disolución de la trinidad maléfica con que se originó
vo en sentido rigurosamente inverso y, por tanto, no podían la psiquiatría infantil: en el centro, el pequeño perverso, esa
entenderse. eminencia gris del mal, que, por un lado, seduce de la
A partir del desarrollo de los métodos educativos, la pequeña histérica y la arrastra a la fuga y, por otro, empuja
apertura del abanico de dispositivos de acogida y de trata- al joven débil mental a cometer actos antisociales aprove-
miento, y la organización de la acción educativa en régimen chando su docilidad y el carácter primario de sus instintos.
abierto, la noción de perverso así entendida poco a poco cae Ya no se los designará por su confluencia en los senderos
en descrédito. En 1950, la revista Rééducation se propone escarpados de la aventura contra las reglas del Bien, sino por
hacer un balance del recurso a esta clasificación en la práctica su extravío en el oscuro dédalo de los trastornos relacionales.
de magistrados, educadores y psicólogos. Dirige un cuestio- ¿Inauguración de una nueva edad de oro de la pedagogía,
nario detallado a los miembros más notables de estas profe- guiada esta vez por las luces de una ciencia de lo invisible, y
siones: ¿El médico debe utilizar el término "perverso" en su ya no por los decretos de un saber que sólo quería inscribir en
diagnóstico? ¿El juez debe renunciar a tomar una medida los cuerpos los estigmas de sus diagnósticos? En ese mismo
educativa en presencia de un "perverso" para dictar una número de la revista Rééducation, figuran dos textos cuya
medida penal o de defensa social? ¿El educador debe conside- comparación posterior permitirá medir el alcance y los lími-
rarlo como un sujeto ineducable, y posicionarse en su contra tes de la introducción del psicoanálisis en el campo de la
atrincherándose en una desconfianza sistemática? En las reeducación. Dos textos marginales en este contexto, ya lo
respuestas, se registra una cifra bastante importante aún de veremos, puesto que uno de ellos es de Fernand Deligny, y el
irreductibles partidarios del etiquetado "perverso". Sin em- otro ha sido construido a partir de fragmentos de un opúsculo
bargo, el tono general lo dan los educadores: "La noción de poco conocido de Jean Genét titulado L'enfant criminel.
perversidad solo debe ser utilizada en la práctica con extrema Deligny responde para recusar la cuestión: "Ya no leo las
prudencia. Aplasta al niño y ya se ha probado que a menudo revistas ni los libros que debaten esa clase de problemas. [...]
se comete un error en el diagnóstico. Desalienta al educador, Conocí y frecuenté a un médico, psiquiatra experimentado,
sume su espíritu en la confusión. Cuesta imaginar que esos que, en el servicio de niños que dirigía, detectaba perversos
jóvenes, al término de su residencia, puedan tener el valor de por todas partes, y tantas huellas de sus perversiones como
enfrentarse con un perverso instintivo si les son confiados vidrios rotos, tostadas robadas y baños tapados hallara. [...]
con el pronóstico desesperanzado que implica clásicamente El médico que lo sucedió era, por el contrario, intransigente
esa noción". En nombre de los psicoanalistas también, nue- respecto de varios puntos de doctrina, entre los cuales figu-
vos aliados de los educadores, Juliette Favez-Boutonnier raba el siguiente: nada de perversos. No quería ver ningún
declara: "En tanto psicoanalista, tiendo a no admitir la noción perverso. Quería, para sí, la camisa blanca limpia cada
de perversidad constitutiva, y siempre que trabajé con niños
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mañana y ningún perverso en su servicio. [...] En ese estable- consistencia de su personalidad mediante la importancia de la
cimiento, todo ocurría, en suma, como si el 'perverso' fuera un sanción que lo atañe. Sea como fuere, ambos dejan traslucir
mito psiquiátrico cuya piel, o más bien cuya envoltura estu- el temor que obsesiona al aparato judicial en su voluntad de
viera hecha con ese tejido particularmente impermeable y reformar y sustituir la coerción por la educación. Pues ¿cómo
extensible que segrega toda discusión sobre las definiciones no temer que, una vez liberado de sus murallas, ese aparato
y cuya presión interna (por ende, la ampliación, la enverga- que ya no opone su violencia a quienes lo desafían, que ya no
dura de presencia) estuviera alimentada por todos los subpro- los reconoce, genere como contrapartida una exacerbación de
ductos destilados generosamente por las atmósferas concen- la violencia de estos últimos? ¿Cómo no temer que, sin
tracionarias". coerción, la relación educativa desarrolle como sola regla del
Jean Genét acaba de salir de la cárcel gradas a la interven- juego la seducción mutua y sin fin entre aquellos que solo
ción de Sartre. La radio lo invita a participar de un programa desean una aventura contra las reglas del bien y aquellos que
para exponer su concepción de la infancia criminal. Acepta no quieren sino el bien de los primeros; el educador que es
con la condición de poder llevar al programa el interrogatorio cada vez menos educador a fin de seducir a un ser que, por el
de un psiquiatra oficial. Exigencia rechazada, y se conforma contrario, existirá tanto más a sus ojos cuanto más despliegue
con publicar el texto de su alocución en un pequeño folleto del los oropeles de su audacia? En esa instancia, interviene el
cual un delegado de la Protección de la Infancia, Henri psicoanálisis como principio rector de una posible flexibiliza-
Joubrel, habría de extraer algunos elementos bajo el título de ción del castigo, de ese aflojamiento controlado de la vigilancia.
"Jean Genét, perverso, y que se jacta de serlo...": "El joven Sin duda alguna, el psicoanálisis no es el único discurso
criminal exige que su castigo sea impiadoso. El niño confiesa requerido en este proceso, pero es a todas luces el más eficaz.
con una suerte de vergüenza que acaba de ser absuelto o que Revela la fisura, la falta que estaría detrás del exceso del
se lo ha condenado a una pena leve. Anhela rigor. En su fuero delincuente, desplazando su resultado del acto hacia la palabra.
interno, alimenta el sueño de que su pena será un infierno El delincuente será interesante en la medida en que se haga
terrible. [...] El niño criminal es aquel que ha forzado una escuchar, y ya no cuando se haga el sordo a los imperativos
puerta que daba a un lugar prohibido. Desea que esa puerta del orden. Por otra parte, el psicoanálisis retiene
se abra sobre el paisaje más bello del mundo; exige que el constantemente al educador del lado correcto de ese juego de
presidio que ha merecido sea feroz. Digno, en suma, del seducción que va a emprender con el delincuente controlando
esfuerzo que ha hecho para conquistarlo. [...] Desde hace sus inversiones libidinales y sus identificaciones. Este es el
algunos arios, algunos hombres de buena voluntad procuran nuevo paisaje de la educación vigilada. Una dilución progresiva
suavizar todo esto. [...] Semejante empresa de corrupción no de las estructuras espaciales de corrección impulsada por un
me conmueve mucho, pues [...] aquello que conduce al crimen deseo educativo que se pretende sin trabas, pero que sólo
es el sentimiento romántico, la proyección de sí mismo en la llega a ser tal cosa mediante una sustitución de la coerción de
más peligrosa de las vidas. [...] No saben adónde aventurarse, los cuerpos por el control de las relaciones. Por lo demás, en
pero siempre lo hacen fuera de casa. Y me pregunto si ustedes el horizonte extremo de ese proceso, ahí donde el "medio" se
no los persiguen también por despecho, porque los despre- vuelve tan abierto que ya nada puede controlarse, ahí donde
cian y abandonan...". el educador frecuenta al delincuente sin balizas ni protecciones,
Dos textos muy próximos sin duda por el humor y la ironía reaparece el cordón policial que persigue indistintamente a
que manifiestan con respecto a los bienpensantes del univer- ambas partes de este oscuro diálogo. Obsérvese la violencia
so correccional, pero en cuyo contenido cada cual hallará con de las disputas entre el aparato policial y los educadores de
placer o displacer el señalamiento de un malentendido fun- población en situación de calle, quienes invocan el secreto
damental inscripto en el corazón de la pretensión educativa. profesional para no practicar la delación que se espera de
En este caso, un cruce entre el deseo del educador que
ellos.
procura despegarse de toda referencia al castigo para resul- Misma pertinencia del psicoanálisis en la temible cuestión
tarle más agradable al delincuente, quien a su vez prueba la del vínculo entre la justicia de menores y la enorme adminis-
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dictorias que mantienen con la población de los casos sociales,
tración de la Ayuda Social a la Infancia. En 1973, el diputado es necesario poner su trabajo bajo control psiquiátrico y
Dupont-Fauville publica un informe: Pour une réforme de psicoanalítico. De tal modo, desaparecerán las elecciones
sociale á l'enfance, en gran medida realizado por una caprichosas en las internaciones, las prácticas de someti-
comisión animada por el doctor Soulé, psicoanalista. ¿Cómo miento de las familias a la influencia de la asistencia. Por
disimular el enojoso incremento de los efectivos de la Ayuda último, en tercer lugar, y como consecuencia de lo anterior: es
Social a la Infancia? ¿Cómo imponer una racionalidad técnica necesario revalorizar al juez lie menores a los ojos de los
al funcionamiento de un aparato cuyo crecimiento es produc- trabajadores sociales, mostrarles que este último, en virtud
to de una connivencia tácita entre asistentes y familias que de la solemnidad de sus funciones, puede tener sobre las
se complacen mutuamente amparados en el mito de la protec- familias un "efecto más estructurante que traumático".
ción? Protección de las familias por parte de la Ayuda Social Aún falta el último punto conflictivo, engendrado por el
a la Infancia, que las retiene bajo su influencia para evitarles desarrollo de las prácticas de prevención: la distribución de
la intervención judicial. Protección de los niños contra las los menores en los diferentes centros, la asunción de ese
familias, entregándolos a una nodriza o a un establecimiento. problema de orientación por los patronatos y sus mecanismos
No es sorprendente, se exclama el doctor Soulé, que con de subcontratación, que se sustraen al control del juez. Era
semejantes procedimientos la Ayuda social se vuelva tan necesario volver a tomar el control de ese sistema de selección
pletórica. Con esas asistentes sociales que se creen San sin entrar en conflicto directo con los patronatos, esos aliados
Vicente de Paul no bien ven a un niño de familia pobre, o una indispensables de los técnicos de prevención, sin los cuales la
dama de caridad cada vez que tratan con familias necesita- justicia de menores ni siquiera hubiera sido concebible. La
das. Persistente vicio caritativo, generador de un goce indi- psiquiatría constitucionalista no podía servir para tal fin,
vidual pero perturbador, acelerador incluso, de las heridas puesto que también ella procuraba quedarse con una porción
sociales. Esta actitud revela la sombra de las costumbres del dominio del juez de menores, reclamar su parte, parale-
clientelísticas contra las cuales los siglos xvm y xrx ya han lamente a la de los patronatos, para dejarle al juez la porción
combatido duramente. (Evidentemente, el psicoanálisis no se mínima de los delincuentes patentados. Tripartición genera-
expresa del todo en estos términos, pero traducimos fielmente dora de conflicto, de sospechas, de usurpaciones mutuas, de
el espíritu de su intervención.) ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo aberraciones institucionales. En esa ausencia de coordina-
contrarrestar ese turbio juego de las familias y los servicios ción entre servicios vecinos, la historia ha probado sobrada-
sociales? En primer lugar, es necesario poner fin a esa mente que aquel que dominaba el juego era, paradójicamen-
libertad que se arrogan las familias de abandonar a sus hijos te, el sujeto a tratar y no la institución tratante. Gracias a su
pequeños cuando les resultan demasiado costosos; abandono enmienda psicoanalítica, la psiquiatría provee al juez el
que aprovecha abusivamente de la disponibilidad de la Ayuda medio para reunir en un solo haz y bajo su control jurídico las
Social a la Infancia, de la excesiva fibra adoptiva de los diferentes categorías de niños delincuentes, asistidos o anor-
servicios sociales. Por consiguiente, sustituir las internacio- males. De ello da cuenta la génesis del concepto de "inadap-
nes apresuradas por formas de tratamiento de régimen tación infantil". Hasta la última guerra, las obras sobre la
abierto, es decir, en el seno familiar, en vez de permitir que observación de los niños con problemas siempre utilizaban la
estas últimas se desentiendan de toda responsabilidad. De- etiqueta de "anormales" (último registro, el de Nobécourt y
jar a los niños en el seno familiar, pero controlar la educación Bretonneix: Les enfants et les jeunes gens anormaux, 1939).
que se les brinda. Más tarde, cuando sean adolescentes, la En 1943, el psicoanalista Lagache, cofundador de la psiquia-
internación en hogares de jóvenes trabajadores, por ejemplo, tría de sector Le Guillant, y por supuesto Georges Heuyer,
puede resultar oportuna, pues permite una rápida socializa- establecen la clasificación de los "niños irregulares". "Irregu-
ción y evita que la familia vuelva a constituirse como un lar", esta palabra gusta porque no es demasiado médica, si
bloque orgánico y autárquico. En segundo lugar, para luchar bien conserva la idea de anomalías transpuestas a un plano
contra la ambivalencia de los trabajadores sociales, para más bien moral. En ese contexto pétainista, era conveniente.
separarlos de las redes de implicaciones afectivas y contra-
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Lo central de la clasificación será: 1. los enfermos mentales homogénea que establece diferentes niveles de comunicación
y orgánicos graves, dependientes del hospital psiquiátrico, 2. entre el comportamiento de los padres, el valor educativo de
los deficientes intelectuales derivados, según su gravedad, al una familia, las características morales de los niños y sus
hospital psiquiátrico, a los institutos médico-pedagógicos o a problemas pedagógicos. Basta de juicio moral, de apreciación
los institutos médico-profesionales, 3. los que presentan jurídica, de etiquetas psiquiátricas, o más bien sí, pero como
trastornos de carácter, distribuidos en los internados de recordatorio, vinculados con un continuum interpretativo que
reeducación y los patronatos, 4. los inadaptados escolares, no incrimina nada en particular y todo en general. Matriz
enviados a los centros médico-psico-pedagógicos, 5. los niños densa que teje una considerable cantidad de vínculos entre
que padecen deficiencias en su medio. No obstante, en 1956, elementos en apariencia menores, los ubica en una entrada
el término "inadaptación infantil" reemplaza oficialmente al del circuito patogenético y deduce a la salida la indicación de
término "niños irregulares". Esta evolución corresponde al una inmadurez o de una agresividad merecedora de una
avance del psicoanálisis en los aparatos de tutela. ¿Por qué? intervención de tal o cual orden. Y las familias pobres no
Porque el psicoanálisis traía una grilla de análisis que permi- tienen conocimiento de esta matriz, puesto que toma a contra-
tía sobre-codificar, fundir en un mismo molde, categorías de pelo sus experiencias cotidianas de la asistencia, de la repre-
niños que eran competencia tanto de lo judicial (niño delin- sión, de la medicina, y las pone bajo su dependencia en el
cuente) como de lo asistencial (niñez desdichada y abandona- campo del complejo tutelar, cuyas fronteras internas se bo-
da). La utilización de una codificación única, de una etiología rran y cuya frontera externa se vuelve inasible.
homogénea, proporciona al juez un instrumento decisivo De tal modo, a través del psicoanálisis, el psiquiatra deja de
para la aprehensión a todo nivel de los niños con problemas. ser rival del juez y se convierte en su aliado más indispensa-
En los centros de observación, en las consultas de orienta- ble, el relevo necesario para controlar por medio de un código
ción educativa, que florecen después de la guerra sobre la base homogéneo la infinita deriva de las prácticas de prevención.
de ese concepto unificador de "inadaptación", se observa una Proporciona a la acción educativa una técnica de intervención
transformación consecuente de dos modalidades primigénias que limita la imprevisibilidad del voluntariado y los avatares
de saber sobre los niños: la encuesta social y la encuesta del "deseo educativo". Pone a su disposición un selector
psicológica. La encuestadora social debe tener mayor iniciati- flexible para la distribución de los menores y la elección de las
va de redacción, para poder dar cuenta de la "dinámica" de la medidas a tomar. Controla la autonomía de los patronatos,
familia, de sus "posibilidades" de evolución, y, por ende, ya no supera además las abruptas barreras entre lo asistencial, lo
debe limitarse a una mera constatación de la moralidad médico y lo penal. Es la culminación de un movimiento por el
presupuestaria, conyugal y educativa. La conversación deja cual el psiquiatra deja su papel menor y excepcional como
de ser esa gratificación mediante la cual se obtiene informa- último recurso frente a los casos difíciles y pasa a ser inspira-
ción; pasa a ser la parte principal del trabajo: escuchar, hacer dor declarado de las más ínfimas decisiones judiciales. El
hablar a las personas, iluminar las zonas oscuras de los papel simbólico del juez de menores adquiere relevancia en el
conflictos que dan origen al malestar que repercute ene! niño. momento mismo en que disminuye su injerencia en los meca-
Por consiguiente, se opera un borramiento de las categorías nismos de decisión efectiva. Pasa a ser el simulacro ostensible
jurídicas que limitaban la encuesta a una mera estimación de de una jurisdicción que ahora también se apoya en los espe-
la moralidad familiar. Las indicaciones del tipo "falsa pareja" cialistas de lo invisible
(concubinato) o "pareja normal" (legítima) son reemplazadas
por indicaciones tales como "familia en situación de riesgo".
En la encuesta médico-psicológica, los exámenes médicos, las C. LAS PRÁCTICAS
descripciones físicas, los tests, pierden importancia en prove-
cho de interpretaciones correctivas de esas "apariencias" En la última etapa de este largo viaje por el complejo tutelar,
mediante una explicación familiar de sus manifestaciones. describiremos su trabajo efectivo, sus prácticas cotidianas,
Confluencia de ambos tipos de saberes, aparición de una grilla sus maniobras ordinarias. Resultado final, puesto que para
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realizar esta descripción nos propusimos realizar un progresi-
vo desplazamiento de la mirada, desde la luminosa escena la primacía de lo jurídico o de lo psiquiátrico. El análisis del
oficial donde se toman las decisiones hacia la penumbra de las modo de constitución del código ha revelado un avance des-
moradas donde esas decisiones se ejercen. En primer lugar, igual de la infraestructura "psi" en los tribunales de menores.
procuramos comprender cómo se articulaban el poder judicial En la región del norte, los servicios "psi" son mucho menos
y el saber psiquiátrico, siempre intentado escapar a las fáciles importantes (sobre todo en Valenciennes) que en Bobigny,
representaciones del desarrollo de los aparatos de Estado en donde el recurso al examen médico-psicológico es casi siste-
términos de excrescencia indefinida o de humanización aun mático. Lo cual también corresponde a un fuerte desnivel
mayor, representaciones todas que permiten denunciar o entre los regímenes industriales (antigua industria en el
encomiar, pero nunca comprender. Ya hemos visto, en el Norte, yacimientos de hulla y textiles; industria más reciente,
desarrollo de las prácticas educativas, el elemento en torno personal más móvil en la región parisina) y también entre las
del cual giraban las dos instancias psiquiátrica y judicial. Ya formas de encuadramiento social (el Norte es la tierra original
hemos visto cómo la expansión las actividades correctivas del paternalismo). Procedimos aun examen sistemático de los
fuera del campo cerrado de la institución penal o del hospital expedientes sobre infancia en riesgo (ley 1958 que autoriza al
psiquiátrico "redimensionaba" las posiciones del psiquiatra juez de menores a intervenir cada vez que la salud, la seguri-
con respecto a lo judicial; cómo el poder de decisión pasaba de dad, la moralidad y la educación de un menor esté comprome-
ese modo, progresivamente, de una jurisdicción penal a una tida). El objetivo era reconstituir en cada lugar la política de
jurisdicción extrajudicial, pues la primera ya no servía sino la familia puesta en juego por los servicios sociales. A tal
como garante y derivativo. Pero, precisamente, ¿a qué corres- efecto, era necesario reconstituir previamente los objetivos de
ponde, en el ejercicio de estas prácticas correctivas, la necesi- esos servicios, alcanzar las singularidades socio-culturales
dad de tal desplazamiento? Vemos claramente en qué sentido apuntadas a través de las especificaciones jurídicas, médicas
impulsaron esta nueva organización estratégica de lo judicial o morales del caso; era necesario recomponer los efectos
y lo psiquiátrico por la creciente imposibilidad de lo judicial de logrados a través de la sucesión de medidas implementadas;
controlar a esos nuevos técnicos, pero aún no vemos por qué en síntesis, decodificar todo cuanto estuviera codificado.
esas prácticas ya no pudieron ser controladas por el solo poder En primer lugar, consignaremos los resultados de la re-
judicial. Los primeros educadores y las primeras asistentes gión norte.
sociales son impulsados por el poder judicial, que les dice:
"Hay una cantidad considerable de niños mal cuidados que se En la literatura de expedientes, bajo un sutil barniz psicoló-
sustraen a toda autoridad. No queremos ni podemos mandar- gico, aflora un vocabulario más denso, más rico en notaciones
los a la cárcel. Vayan, vean qué sucede sobre el terreno. Hagan económico-morales, que permite identificar los principales
todo lo necesario para que los padres cumplan con su deber. polos de la vida social sobre los que se focaliza la acción de los
No podrán rechazarlos, puesto que acabamos de hacer votar servicios. Para presentarlos, utilizaremos el vocabulario ca-
una serie de leyes de protección de la infancia que los autori- racterístico de los servicios sociales: "familia inestructura-
zan a imponerse a la autoridad paterna. Les damos, pues, das", "familias normalmente constituidas pero rechazantes o
poder para ejercer su autoridad y, en consecuencia, imponer- sobreprotectores", "familias carenciadas". No es que los ser-
se a la familia". Ahora debemos tratar de comprender por qué vicios sociales procedan a este tipo de clasificación. Deonto-
esa política de la familia expresamente judicial llegó a ser logía obliga, para ellos solo existen casos particulares. Pero si
asunto de las instancias psiquiátricas. enumeramos las características de las familias que reciben
A continuación, proponemos la reseña rápida de una exten- esta clase de apelaciones, es fácil reconstituir los objetivos
sa encuesta realizada por los servicios sociales de los tribuna- sociales de los servicios según esas tres grandes constelacio-
les de menores de la región del norte (Lille y Valenciennes) y nes y apreciar las diferentes tácticas que implementan en
de la región parisina (Bobigny). Ambas regiones fueron selec- cada caso.
cionadas a propósito, para apreciar las variaciones ligadas a
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1.Las familias inestructuradas: La pérdida del trabajo del marido o sus ausencias inmoti-
conversión o destrucción vadas pueden acarrear la supresión de los subsidios familia-
res. En ese caso, la asistente social, tras visitar a la familia,
Son aquellas familias cuyos rasgos dominantes (a los ojos de manda un informe al juez de menores. En segundo lugar,
los servicios del tribunal, por supuesto) son: la inestabilidad viene la policía y la intendencia. La primera interviene
profesional, la inmoralidad, la suciedad. Ejemplo, la familia cuando se la convoca para poner fin a borracheras o a escenas
D. El padre, de treinta arios, es camionero. Cambia a menudo familiares demasiado ruidosas; la segunda, para reprimir a
de empleador, suele estar ausente del hogar por su trabajo, las familias de marginales (los chatarreros, las familias
colecciona multas y acciones judiciales (ultrajes al pudor con vagabundas instaladas en un baldío) que perturban la paz del
menores que hacían dedo, etc.). La madre, sin profesión, vive municipio. Por último, la escuela y los vecinos cierran la lista:
en una vieja granja con su padre alcohólico y sordo, sus cuatro ausentismo escolar y cartas anónimas del estilo: "Me tomo el
hijos muy sucios, pues no hay agua corriente en la casa. atrevimiento de escribirle para informarle que alguien debe
Suelen recibir jóvenes de paso, con los cuales "bailan en el intervenir en casa de los x, pues allí suceden cosas raras".
patio al ritmo de un transistor y se entregan a actos incalifi- Segunda etapa: el juez de menores, para establecer la
cables". La hija mayor está embarazada por obra de un "joven credibilidad de estas informaciones, ordena una encuesta a
ocioso". Para completar el cuadro de la familia inestructura- los gendarmes o a los servicios sociales para saber si se
da, es preciso imaginar a su alrededor un cortejo por momen- justifica la intervención del servicio de protección a la infan-
tos mucho menos divertido. El padre T. pasa sus noches cia. La respuesta casi siempre es afirmativa, y suele apoyarse
disparando contra los postes de luz con una carabina, y sus en cuadros familiares cuyas constantes principales son: pere-
días en la cama con su mujer etílica y la cuñada débil mental, za del hombre, ligereza de costumbres de la madre, suciedad
mientras que sus hijos, desde los doce arios, se inician en el y desnutrición de los niños, pese a su "buena salud aparente".
robo y en el vino tinto. O bien V, que persiste en frecuentar En los informes, hay pasajes subrayados por el redactor o por
las orillas del Sena con su caña de pescar, en vez de ir a la el juez, que parecerían estar en el origen de la decisión
fábrica, poniendo así en peligro la salud, la moralidad y la tomada. A continuación, presentamos una muestra de esos
educación de sus hijos; y luego, en desorden, todos aquellos enunciados subrayados, extraídos de cinco expedientes se-
que no ven o ya no ven las ventajas de una vida de labor, leccionados al azar:
aquellos que ya no tienen trabajo, y aquellos que no tienen — "Madre ligera que frecuenta los bares y deja a sus hijos
apuro por encontrar uno; las mujeres que frecuentan a los al cuidado del concubino... padre apático, indolente, displi-
norafricanos; aquellos que beben porque es costumbre en el cente... En cierta circunstancia, la menor tenía en su poder
Norte, y aquellos que beben para olvidar que beben. En un folleto de un género muy especial, titulado: La tarifa del
síntesis, esa franja de la clase obrera en la que la mala amor. Me han informado que una vez, en su habitación, la
conducta se alía al fatalismo, mil veces descrita por los muchacha se puso en una posición que dejaba a la vista casi
moralistas y los higienistas, sobre todo durante el siglo xix y toda su anatomía."
en especial en esa región donde tarda más en desaparecer que — "Madre linfática, desvergonzada, que a veces se embo-
en otras partes. rracha con su amante. El concubino tendería a vivir a sus
En el origen de una intervención tutelar, siempre encon- expensas... Las dos hijas (de siete y catorce arios) asistieron
tramos el procedimiento de la denuncia, es decir, la notifica- en una oportunidad a una escena sexual de la pareja, y
ción al juez de menores de la existencia de una situación relatan lo que han visto a otros niños."
crítica en tal o cual familia por parte de instancias que — "La madre frecuenta asiduamente a los obreros de las
pueden ser públicas o privadas. En el caso de esta categoría obras en construcción... El padre bebe regularmente... Las
de familia, las denuncias proceden en la mitad de los casos de hijas mayores vagabundean."
otros servicios sociales: las asistentes sociales de las cajas — "La madre bebe mientras su concubino trabaja... En
de subsidios familiares o las asistentes sociales del sector. ocasiones, abandona a sus hijos para irse con sus amantes."
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que, un buen día, se propone mostrar que no es ninguna tonta.
— "Hogar descuidado. La madre no parece estar del todo en Y así, todo vuelve a empezar.
sus cabales... Él es muy irregular en el trabajo... El subsidio En términos formales, estas intervenciones sobre las fami-
familiar fue suprimido; ante semejante apatía, parece indispen- lias inestructuradas adquieren, pues, el carácter de un cuer-
sable internar a sus hijos en la Ayuda Social a la Infancia." po a cuerpo decisivo entre los servicios y los asistidos. Estos
Tercera etapa: la asistencia se hace cargo de los niños. El últimos, para recuperar a sus hijos, producen todos los signos
promedio de tiempo de la tutela de esos niños es muy extenso: exteriores de moralidad que se espera de ellos: cura de
ocho años, con un máximo de catorce. Sobre ellos se concentra desintoxicación, limpieza de la casa los días de visita de la
toda la batería de medidas de que dispone el tribunal de asistente social, mudanza a un nuevo departamento (a riesgo
menores, la asistencia educativa de régimen abierto, la tutela de no poder pagarlo, pero lo esencial es mostrar su voluntad
con prestaciones sociales, las internaciones. No es fácil asig- de cooperación), y sobre todo miles de cartas que dan cuenta
nar un plazo exacto a esta clase de tutela. Las intervenciones de un total arrepentimiento, de la firme determinación de
a menudo solo terminan cuando los niños ya son mayores, vivir como se debe. Pero ¿cómo pueden la asistente social o el
están casados o trabajando, y pueden volver a empezar educador asegurarse de la veracidad de estos dichos y confiar
cuando ellos mismos procreen. De todos modos, al cabo de en ellos? En relación con estas profesiones de fe que a
algunos años, se constata una sensible modificación de la menudo no son sino astucias de un día, se practica la restitu-
situación de las familias, que las orienta ya hacia la promoción ción de los niños a cuenta gotas, se hace durar la tutela. Aun
controlada, ya hacia la destrucción pura y simple. La promo- cuando no representen sino un tercio de los expedientes, son
ción controlada puede consistir en facilidades para obtener estas familias inestructuradas las que absorben la mayor
una vivienda con acceso a la propiedad, que condicionan un parte de las energías de los servicios sociales. Constituyen su
cuidado de las compañías, la regularización en el trabajo del blanco predilecto, como bien lo señala el alto porcentaje de
marido. Las mejoras pueden no ser sino ficticias; por eso, los denuncias procedentes de los servicios sociales mismos. ¿Por
servicios sociales siempre están vigilando a las familias por qué? Sin duda a causa de la naturaleza del supuesto peligro,
medio de la tutela. En el otro polo, la destrucción resulta de la mezcla irresistible de inmoralidad y falta de higiene, sexo y
internación sistemática de los niños no bien se tienen los suciedad, que representan para ellos el terreno ideal para
resultados de la encuesta social. Pero la destrucción también realizar su vocación doblemente moral y médica. De ahí ese
puede venir después de arios de tutela. En un primer momen- intervencionismo incesante que por momentos promueve, a
to, la familia C. recibió una asistencia educativa de régimen menudo destruye y siempre reemplaza la autarquía, la des-
abierto, porque la madre no se ocupaba adecuadamente de su preocupación y la truculencia por la dependencia.
hogar, pero luego se descubrió que el padre practicaba la
ausencia inmotivada al trabajo, lo cual ponía en riesgo la ob- 2. Las familias normalmente constituidas
tención del subsidio familiar, y por lo tanto ponía en riesgo a pero rechazantes o sobreprotectoras:
los niños. Por añadidura, el padre abandona definitivamente culpabilización y designación de chivos emisarios
su trabajo, bebe y le cierra la puerta en la cara a la asistente
social. Supresión del subsidio familiar, retiro de los niños del Esta extraña apelación corresponde de hecho a una "cliniza-
seno familiar, conflicto entre los padres, separación. A largo ción" de las condiciones de vida más difundidas en la clase
plazo, en esas familias, se perfila una tendencia: el alejamien- obrera. En todos los casos en que funciona esa incriminación,
to del padre. Las parejas jóvenes e inmaduras, que descuidan el cuadro es el siguiente. Una familia obrera numerosa en
más de lo conveniente a sus hijos, suelen separarse. La mujer una vivienda moderna pero estrecha. Para poder ocuparse de
regresa a casa de los padres con sus hijos, que entonces le los más jóvenes, la madre expulsa a los mayores. Es lo que se
son restituidos, y trabaja. En términos generales, la mujer llama una madre "desbordada". Al regresar del trabajo, el
simula rechazar al marido, lo cual le da derecho a la ayuda padre pide que lo dejen tranquilo y enciende la tele o lee el
social a la infancia, además de la certeza de recibir el subsidio diario en vez de brindar cuidados educativos a sus hijos. Es
familiar. El marido vuelve a espaldas de la asistente social,
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lo que se llama un padre "poco disponible". La vida en la calle es el peligro. Si ustedes no se ocupan de ellos, nosotros nos
constituye, pues, una buena parte del marco de existencia de encargaremos de hacerlo, nosotros reinyectaremos a sus hijos
los menores, con todas las consecuencias que esto acarrea en en los dispositivos disciplinarios. Con la sola diferencia de que
cuanto a las "malas compañías" y la exposición al control a la lista de estos dispositivos añadiremos los hogares de
policial. Entonces, si los padres se anticipan al arresto poli- jóvenes trabajadores, los hogares de acción educativa, los
cial de sus hijos y previenen a una asistente social, se dirá que internados de reeducación y la cárcel".
son padres "rechazantes"; si los encubren por considerar que
sus callejeos no son tan graves, y mucho menos culpa de ellos, 3. Las familias carenciadas:
se dirá que esos padres son "sobreprotectores". ayuda social
Las denuncias provienen en partes más o menos iguales de
la familia o de la policía y los servicios sociales. Por lo general, Llamemos así a las familias en que el padre o la madre, o bien
las cartas de los padres procuran conciliar un pedido de ambos, han muertos o son víctimas de una incapacidad de-
fortalecimiento de su autoridad con un discurso que no cisiva. Por ejemplo, la familia B., el padre, setenta años, con
parezca una denuncia: "Tengo el honor de solicitar su inter- una silicosis avanzada, la madre desaparecida desde hace
vención para uno de mis hijos que tiene diecisiete años y se diez arios, expulsada por el marido. Vive con sus tres hijos (de
niega a obedecerme. Pese a su ánimo y bondad, sale con diecinueve, dieciséis y once años) en una casita que pertenece
desconocidos hasta muy tarde en la noche. Aunque lo pongo a las hulleras nacionales, cuya propiedad le corresponde
en penitencia durante la semana, y aun el domingo, ence- hasta su muerte inminente, y nada obliga a las hulleras a
rrándolo en su cuarto, o le escondo la ropa, algunas veces dejarle esa casa a los hijos. Es la categoría de los tullidos, de
logra escapar". Semejante pedido casi nunca es rechazado por los mutilados en el trabajo o en la cárcel. En el Norte, con la
el tribunal de menores, pero matizando bastante el estilo de mina y la severidad de la Corte penal de Douai, son muchos
la respuesta. Los padres le piden al juez que cause en sus hijos los que están en esa situación. Encabezando esta categoría,
un temor saludable, que muestre estar del lado de los padres, figuran las discapacidades del padre por enfermedad profe-
que el niño debe obedecerles. Ahora bien, en lugar de la sional, reconocidas o no. Silicosis, asma, bronquitis crónica,
amonestación deseada, el juez de menores, teniendo en tres de cada cinco casos en Valenciennes, uno de cada tres
cuenta la encuesta social, se inclina por una asistencia casos en Lille, donde las hulleras nacionales emplean menos
educativa que no tiene en absoluto el mismo sentido, puesto personas, entre las cuales el porcentaje de árabes es muy
que pone al adolescente bajo la influencia del complejo alto. El cuadro es casi siempre el mismo: a partir de los
tutelar, induce su alejamiento de la autoridad de la familia cincuenta arios, el hombre declina seriamente y sus activida-
hacia una autoridad social, lo dirige lentamente hacia un des se reducen. Si no muere, su impotencia y el carácter
hogar de jóvenes trabajadores o algo similar, todo ello para irrisorio de su pensión por invalidez no tardan en producir un
evitar que contamine a sus hermanos, para que los padres conflicto con la esposa, que suele ser mucho más joven, sobre
puedan dedicarse a los más jóvenes. todo en el caso de las familias magrebíes (hasta veinte y
Con las familias "normales", la táctica es, pues, muy dife- treinta años de diferencia). Entonces, o bien conservó bastan-
rente de aquella que se observa en las familias inestructura- tes fuerzas para echarla, o bien él es quien se hace echar, y su
das. El objetivo entonces era convertir o destruir. Ahora se horizonte es algún cuartito en un café-hotel árabe. En el caso
trata de garantizar la función de la crianza y poner en juego en que la diferencia de edad es menor, la invalidez no es una
una función disciplinaria antes que fortalecer una posición de causa particular de ruptura. Simplemente se invierten los
autoridad. Todo sucede como si el aparato tutelar transmitie- roles: el hombre se queda en la casa y se ocupa de los niños;
ra alas familias populares el siguiente discurso: "Envíen a sus la mujer trabaja como empleada doméstica fuera del hogar.
hijos a la escuela, al centro de enseñanza técnica, en calidad Escasos ingresos que no le impiden a la familia vivir al ritmo
de aprendices, a la fábrica, al ejército; vigilen sus compañías, de las sucesivas evaluaciones de la tasa de invalidez, ni
su empleo del tiempo, sus desplazamientos. La vacuidad, ese entrar en la triste cohorte de los "asistidos". Por orden de
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importancia decreciente, la segunda causa de carencia es la aprobación de la Dirección de Asuntos Sanitarios y Sociales,
muerte prematura de uno de los padres, con la consecuente o la madre se hace notar, en el acto le sacan al niño. Si el o los
situación dramática que trae aparejada según se trate de la niños son más grandes, la situación es aun peor: son muy mal
madre o del padre. Finalmente, la última sección: los padres vistas las complicidades madre-hija donde la relación ha
ausentes por causa de detención penal o internación psiquiá- perdido la distancia pedagógica necesaria. Se dejan llevar
trica. Aquí se trata sobre todo de casos penales, y las conse- mutuamente, y reciben bajo el techo familiar a los "novios" de
cuencias de las ausencias por motivos psiquiátricos deben ser la pequeña, a menudo fugados de la educación vigilada. De
administradas de manera autónoma por la dirección de la hecho, la madre alienta a su hija a casarse. Su sueño es que
Acción Social. la pareja trabaje y la albergue para que se ocupe de los nietos;
En los casos de protección a la infancia, el origen de la de ahí toda una serie de maniobras maternas que no cesan de
intervención judicial se reparte asimismo entre las familias
irritar a los servicios sociales.
mismas y los servicios sociales. La mediocridad de las pensio-
nes por invalidez, la muerte de uno de los padres o la 3. Cuando sólo queda el padre, sobre todo si está disminui-
do por invalidez, las posibilidades de internación aumentan a
separación, empujan a los sobrevivientes a solicitar la Ayuda dos tercios, a causa de sus magros ingresos. Los varones
Social a la Infancia, ya para obtener dinero —es el caso más tienden a dejare! domicilio para buscar fortuna en otra parte,
frecuente—, ya para deshacerse de una boca inútil. En cuanto los más jóvenes padecen una "falta de vigilancia". Todos son
a las denuncias realizadas por los servicios sociales, resultan internados, pero se deja salir a una de las hijas "anormalmen-
de una vigilancia previa de la familia efectuada por las te apegada a su padre", que se fuga para estar con él, hasta que
asistentes del sector o de las cajas de ayudas familiares. el juez capitula. Cuando ninguno de los niños es tapa de los
En cuanto a las medidas, la tendencia general es la diarios, aprovechan el inevitable pedido de ayuda financiera
internación parcial o total de los niños, no sin alguna Asis- del padre para ordenar una Asistencia Educativa en Régimen
tencia Educativa en Régimen Abierto y otras tutelas. A Abierto destinada a preparar la internación de los niños tras
continuación, presentamos un cuadro de las probabilidades,
su muerte.
por orden creciente, de internación conforme a las diferentes
configuraciones posibles de los datos propios de esta catego- 4. Última etapa: aquella en que el padre y la madre están
práctica o moralmente fuera de juego; padre en la cárcel,
ría de familias: madre débil mental, padre fallecido, madre presa, etc. Inter-
nación a como dé lugar y sin grandes posibilidades de retorno.
1. Madre sola, con muchos hijos pequeños. Gastada por los Desde el fondo de sus cárceles, los padres envían misivas al
embarazos, absorbida por los críos, queda prácticamente juez para que talo cual mujer, a la que dicen querer tomar por
descartada la posibilidad de que pueda entregarse a una vida esposa, pueda tener derecho a visitar a los niños, cuya verdade-
de perdición o tener un concubino, siempre sospechoso de ra madre ha desaparecido. O bien para quejarse de que la
desviar a su favor el dinero de los subsidios. Por lo demás, la nodriza de la Ayuda Social no respeta los derechos de visita. En
internación de ocho o diez niños es imposible. Para esta clase general, el juez demora el asunto, tras informarse sobre el
de mujeres, los servicios sociales despliegan una energía estado de los niños. En esta categoría, cabe destacar la frecuen-
máxima con el objeto de brindarles una vivienda nueva, o cia de madres que son ex pupilas de la Ayuda a la Infancia o
facilitarle los trámites administrativos, escolares u otros. antiguas pensionistas del Buen Pastor. En este nivel, la margi-
Una mínima tutela para las prestaciones sociales se impone, nalidad se capitaliza, por el estrechamiento del horizonte social
pese a todo, en los casos de mujeres árabes. que conjuga a los fracasados y redobla la vigilancia. Este es el
2. Cuando la madre vive con uno o dos hijos, la situación es material, invariable y garantizado, del servicio social.
mucho más difícil. Los subsidios familiares no le permiten
vivir; si el niño es muy pequeño, ella debe trabajar y, por lo En esta región del norte, el complejo tutelar aún está
tanto, los entrega a una nodriza. Lo cual la deja libre para sólidamente asentado en los carriles de la filantropía del siglo
llevar una vida irregular. Si la nodriza no cuenta con la xix. Tiene su mismo objetivo estratégico de destrucción de los
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ahí donde no participa de lo económico ni es económica.
agregados populares orgánicos, esos islotes de autarquía También es el medio para poner en juego la obtención del
económica, esas complicidades en el cabaret y el "libertinaje"; acceso a la vivienda, al trabajo, y un medio de promoción para
la misma preocupación por promover una familia popular la legalización de las uniones, la conformidad de la educación.
donde los miembros dependan unos de otros y converjan en En este sentido, lo jurídico es una pura categoría de la
una función de vigilancia mutua; la misma preocupación por economía política del siglo xix.
brindar asistencia global a la población, resultado de esa
gestión despiadadamente económica de los individuos cuando El primer rasgo que llama la atención en la comparación
el sistema familiar ya no alcanza para contenerlos. La tripar- entre la región del norte y la región parisina es la atenuación
tición de los objetivos sociales del tribunal de menores corres- de pesado folklore de esa gendarmería de las familias que
ponde de manera bastante elocuente a ese proceso de creación acabamos de describir.
de la familia obrera mediante su vinculación con antiguas Si hacemos una lista de los problemas planteados respecto
formas de vida (familias inestructuradas), su disciplinariza- de la fuente de las intervenciones judiciales, apenas encon-
ción (familias normales) y la restricción de sus objetivos a la traremos un tercio de los casos que manifiesten la triparti-
mera reproducción y crianza de los niños (familias carencia- ción que hemos podido establecer en la región norte. Sobre un
das). El clima de filantropía paternalista se profundiza aun total de cincuenta expedientes, tan sólo dieciocho se originan
más en el plano de las actitudes de la población frente a los en una denuncia de vecinos preocupados por el estado de
servicios sociales. En un país donde, hasta no hace mucho abandono de un niño durante el día. Las asistentes sociales
tiempo, todas las viviendas (las hulleras nacionales aún del sector señalan al juez aquellos niños cuyos padres han
poseen doscientas mil viviendas), pero también las iglesias y fallecido o bien solicitan alguna medida de tutela para fami-
las escuelas, pertenecían a los patrones; donde los médicos lias endeudadas y con riesgo de ser expulsadas porque el
que hacían las visitas también eran remunerados por los padre, enfermo, ya no puede trabajar; le envían asimismo los
patrones (el médico era llamado "el espía"), es bastante lógico hijos de familias emigradas que deambulan por las calles.
que las poblaciones estén acostumbradas a una suerte de Las asistentes sociales escolares señalan los casos de abusen-
asistencia total. La huella de ese paternalismo aún puede tismo y las sospechas de desnutrición. Tan sólo en este
hallarse en la composición de los consejos de administración primer lote de casos volvemos a hallar el aspecto de morali-
de los organismos privados o públicos dependientes del tribu- zación directa y de gestión autoritaria de las familias que
nal de menores, donde tampoco es raro que figuren los hemos visto funcionar en el Norte, y ciertamente con menos
descendientes directos del patronato caritativo del siglo xrx, éxito. La resistencia de las familias a esta clase de autoridad
gran constructor de orfanatos y de escuelas de aprendizaje, es muy clara. No bien sale de la cárcel, el padre va a buscar
esos depósitos de mano de obra dócil. autoritariamente a su hija a casa de la nodriza de la Ayuda
El modo de funcionamiento de estos servicios sociales aún Social a la Infancia, para colocarla en casa de otra que él sí
conserva los dos principios básicos de esa filantropía: 1. la conoce. Otro padre alienta a sus hijos a fugarse del estable-
inserción en la economía en nombre de la moral: la lucha cimiento donde han sido internados para que se reúnan con
contra la autarquía familiar en nombre de la indisciplina de él en algún punto de la frontera entre los dos municipios,
las costumbres, la creación del "pequeño trabajador infatiga- donde rechaza enojado ambos servicios sociales. Las familias
ble" contra la familia inestructurada; 2. la gestión moral de argelinas apelan al cónsul de su país para que detenga las
los individuos en nombre de la economía: se trata de la internaciones, etcétera.
técnica de extracción de los individuos del seno familiar, e ,n La gran mayoría de los expedientes concierne únicamente
especial de los niños, en nombre de su seguridad, cuando el a problemas de dislocación familiar: padres que internan a
costo de mantenimiento de una familia se vuelve demasiado sus hijos en la Ayuda Social a la Infancia después de una
alto. En esta doble proyección de lo moral sobre lo económico, separación; menores que huyen de su medio familiar, deteni-
la instancia jurídica ocupa un lugar decisivo. Es el instru- dos por la policía o que por propia voluntad se dirigen al juez
mento necesario para contrarrestar la autoridad familiar,
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de menores para ser internados en un hogar o solicitan encuesta social sobre la madre o el padre, a través de los
autorización para residir en casa de amigos; padres que
servicios sociales del tribunal de menores.
solicitan la internación de sus hijos porque ya no los soportan.
En síntesis, todas las formas posibles de fragilización de la 2. En segundo lugar, se registran diez casos de niños
fugados de casa de sus padres y detenidos por la policía, o bien
vida familiar asociadas con una utilización sin complejos de que por propia voluntad se dirigen al juez de menores para
los servicios sociales. Con más detalle, el cuadro es el siguien- lograr modificar su situación: ser colocados en casa de un tío,
te: de una hermana mayor, o internados en un establecimiento
cualquiera. Los menores que solicitan directamente la ayuda
1. En primer lugar, diez casos de internación solicitada por del juez son seis: tres varones que se dirigen al juez para
uno de los padres tras una separación. Por lo general, al irse, comunicarle que ya no soportan los excesos de autoridad de
el padre lleva a los niños a la Ayuda Social a la Infancia, o a su padre o de su madre; todos ellos son amparados, excepto
cualquier otro hogar, que en el acto los deriva esta. También uno, cuya rebelión el juez consideró demasiado "intelectual";
están las parejas que se separan y se reconcilian alternativa- tres muchachas cuyos conflictos son más precisos: una de ella
mente, y que en cada ocasión internan a sus hijos; se regis- dice haber sido violada por el concubino de su madre, la otra
tran casos aún más raros, por ejemplo, el de una mujer más acusa al padre de darle inyecciones intramusculares antes de
o menos catalogada como enferma mental, que vive en un masturbarse delante de ella, y la última declara que el
hotel con su concubino desde hace arios, y que va derivando concubino la perseguía alternativamente con golpes y pro-
a sus hijos a la Ayuda Social a la Infancia a medida que nacen puestas indecentes, tras haber halladó un diario íntimo en el
(no se trata de un problema económico, puesto que el concu- que ella consignaba escrupulosamente su vida sexual; los
bino, jefe de un equipo de seguridad, gana 3000 francos otros cuatro menores detenidos por la policía con motivo de
mensuales). A todo ello, se suman las parejas que internan a sus respectivas fugas dicen haber abandonado la casa fami-
sus hijos en asistencia temporaria en la Ayuda Social a la liar a causa de un desacuerdo con el padre o el padrastro.
Infancia, para poder irse de vacaciones.
Por lo general, los padres que proceden a una internación 3. En los últimos ocho casos, son los padres quienes
señalan a la policía o al juez la fuga de sus hijos o, con menor
después de separase desean que sólo sea temporal. Pero las frecuencia, su mala conducta escolar. Por ejemplo, ese padre
cosas se complican debido a la política de la Ayuda Social a la que solicita la internación de su hijo en un Instituto Provin-
Infancia. Para comprender la actitud de esta administración cial de Enseñanza Secundaria por haber sido expulsado del
es preciso recordar que debe gestionar tres clases de listas: 1.
CES con motivo de su indisciplina. O bien esa hermana mayor
la de los padres que abandonan a sus hijos temporalmente, y que se preocupa al ver a su hermana menor deambular de bar
son muy numerosos, o duraderamente, en menor cantidad; 2. en bar. Y, luego, cuando en una familia uno de los hijos (por
la de las nodrizas acreditadas a cuya casa, pago mediante, la lo general, el mayor) ha sido internado, los demás quieren
Ayuda Social a la Infancia envía a los niños "acogidos tempo- hacer lo mismo y la mejor manera de conseguirlo es la fuga.
ralmente"; 3.1a más larga, la de las familias, un bien en todos Ya se trate de la mayor resistencia de las familias a las
los aspectos, que quieren adoptar un niño. Es fácil adivinar decisiones impuestas, o bien de la malversación a gran escala
que la tentación de la ASE es que un máximo de niños pase de que esas familias hacen de los servicios de asistencia y
la primera lista a la tercera utilizando su posición de poder represión, todo indica que ha fracasado la antigua fórmula
sobre la segunda. Por ejemplo, se considera que un niño ha jurídica, económica y moral de la intervención en las familias
sido abandonado por sus padres cuando estos últimos no lo populares. Ese sistema funcionaba en la medida en que el
han visitado o no le han escrito durante un ario. Abandono acceso a una profesión, la obtención de una vivienda y de
que la ASE puede favorecer enviando al niño a un lugar muy prestaciones sociales dependieran de una vida familiar es-
alejado o sugiriéndole al juez de menores una restricción que tricta. La normalización podía apoyarse en lo jurídico siem-
desaliente el derecho a las visitas. Y, por lo demás, antes de pre que este último permitiera distinguir a una población
ceder al niño, dispone de un último recurso: proceder a una asentada de una población marginal. Pero el aparato jurídico
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ya no puede intervenir con la misma firmeza en aquellas 5. LA REGULACIÓN
familias en que las nuevas condiciones de trabajo y vivienda, DE LAS IMÁGENES
así como la exigencia de movilidad (distancia a menudo
considerable entre el lugar de trabajo y la vivienda), animan
de fuerzas centrífugas y destructivas (altísimas tasas de de-
presión y suicidios). Al ya no estar ligado a condiciones de vi-
da precisas, ya no tiene el mismo poder de imposición. De ahí
la escalada de resistencias. Al proponerse absorber todos los
productos de esa dislocación, los servicios sociales se vieron
obligados a desdramatizar su utilización. De ahí la malversación
de que son objeto.
Se comprende la pertinencia del psicologismo en este
terreno, su capacidad para relegar lo jurídico en la coordina-
ción de las actividades normalizadoras. En efecto, permite: 1.
desarticular los comportamientos de resistencia de las fami- INTRODUCCIÓN
lias ante las internaciones impuestas en nombre de la nece-
saria socialización de los adolescentes; 2. conjurar las líneas De por sí no era un asunto fácil llevar a un hombre a
de fuga que constituyen la irresponsabilización de los padres recostarse en un diván, contar su vida, su infancia, sus
respecto de sus hijos pequeños, en nombre de la necesidad de sueños, y mantenerlo allí con la promesa lejana de una cura
educación familiar; 3. instaurar un nuevo sistema para para sus angustias, sus fobias, sus obsesiones. Tampoco es un
instrumentar a la familia mediante las prácticas de norma- asunto fácil explicar este acontecimiento tan peculiar. Ahora
lización. Al perder su utilidad, el antiguo corte que lo jurídico bien, ¿cómo dar cuenta de la inmensa difusión del psicoaná-
establecía entre "familias legítimas" y "familias ilegítimas" lisis, de la fortuna histórica de este procedimiento, que se ha
es reemplazado por el doble registro del contrato y la tutela. difundido en todos los sectores de la vida social? ¿Por qué la
Son pasibles de tutela todas aquellas familias productoras de técnica analítica salió del limitado marco de su ejercicio, por
demandas tales como pedidos de internación y de ayuda qué su ritual explotó en una multitud de fragmentos, moldea-
financiera. Bajo este régimen, la familia ya no existe como dos en las anfractuosidades de casi todas las instituciones? El
instancia autónoma. La gestión tutelar de las familias consis- primero de estos fragmentos puede encontrarse a la salida de
te en reducir su horizonte a la mera reproducción vigilada y la escuela, en un establecimiento que se le parece mucho,
a la extracción automática del seno familiar de aquellos pero cuyas aulas fueron subdivididas en cuartitos propicios
menores "pasibles de ser socializados". A tal efecto, el psi- para la escucha de nuestras primeras demencias. Este lugar
quiatra-psicoanalista controla el ejercicio del trabajo social; recibe el nombre de Centro Médico-Psico-Pedagógico. Podre-
no interviene directamente, puesto que el pedido de las mos hallarlo en un discreto cuarto de los tribunales civiles, en
familias es monopolizado por preocupaciones materiales, y especial en casos de divorcio, en los servicios de protección
también porque la tutela en cierta medida implica coerción materno-infantil, en los centros de planificación familiar, en
directa. Sin embargo, simultáneamente designa el umbral a los organismos de educación sexual. Bajo este nombre o
partir del cual la familia puede funcionar como instancia cualquier otro, siempre se trata de consejeros conyugales.
contractual. A partir de ese momento, la familia será capaz También podremos hallarlos con sólo girar la perilla de la
tanto de autonomía financiera como de una demanda exclu- radio, donde atienden el sufrimiento, analizan las consultas
sivamente psicológica. Sin ensuciarse las manos, a través de en horarios fijos para edificción de todos los oyentes.
los trabajadores sociales, el psicoanalista baliza el umbral a Ahora bien, para encontrarlos hay que buscarlos; ellos
partir del cual su reino se vuelve posible. nunca vienen a nuestro encuentro, no van a domicilio, como
una asistente social o un educador. Ni se le ocurra confundir-
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en el pasado? El cura y el médico, el cura o el médico, pero de
los con trabajadores sociales; esa distinción es de suma cualquier modo siempre lo hacían en dos registros claramen-
importancia para ellos y pueden explicar por qué lo es. En te separados.
primer lugar, porque no quieren otro poder que la demanda El cura administraba la sexualidad desde la perspectiva
del sujeto. Ni hablar de señalamientos o denuncias, y aun de la moralidad familiar. Entre el sistema de intercambios
menos de intrusión directa en la vida de la gente, encuestas, matrimoniales —clave del antiguo orden familiar—y el apara-
investigación del comportamiento, vigilancia o castigos. Solo to religioso, funcionaba una antigua complicidad hecha de
trabajan con aquello que sus clientes desean proporcionar- beneficios mutuos. La familia recibía garantía de esas unio-
les, a saber, sus representaciones sin procedimientos de nes mediante la distribución de los sacramentos. Como con-
verificación. Rechazan de antemano toda eventual interven- trapartida, el clero recibía dinero, el de los gastos por la
ción, aun cuando fuera solicitada por el sujeto mismo. En celebración, el de las dispensas que concedía por contraer
segundo lugar, funcionan de manera atomizada. Ninguna una alianza cuando los miembros de la pareja tenían cierto
coordinación centraliza sus informaciones ni agencia alguna, grado de parentesco: bajo el Antiguo Régimen, este favor era
sus actividades. Al escucharlos hablar, creeríamos estar más una necesidad, pues la organización aldeana implicaba una
bien en el reino de la competencia entre oficinas celosas de su tasa elevada de consanguinidad. El convento sirve a las
autonomía, que establecen singulares contratos con los clien- familias para preservar a las hijas destinadas al matrimonio
tes y garantizan el secreto profesional. Incluso hay una o para deshacerse de aquellas que implican una carga impo-
fuerte dosis de hostilidad entre estos diferentes grupos, sible' de asumir. A la Iglesia esto le sirve para reclutar a un
según el tono más o menos técnico o político que le den a su sector de la población que puede servir a sus propios fines
acción y a las divisiones en el interior de cada uno de estos misioneros. El dispositivo de la confesión le ofrece a la familia
registros; según el nivel de radicalidad del que den cuenta. un medio para manejar la distancia entre el carácter estra-
En tercer lugar, nunca implementan formas de chantaje tégico de las alianzas y las inclinaciones sexuales. La Iglesia
mediante amenazas de coerción o promesas de conceder obtiene a cambio una influencia directa sobre los individuos,
servicios "sólidos". Por el contrario, aventuran la posibilidad la posibilidad de una dirección de las conciencias. Verdadera
de lograr, a través de ellos, una liberación de las coerciones, mafia enquistada en el régimen de las alianzas, la Iglesia
liberación del peso de las costumbres, de la arbitrariedad de incrementa sus propios beneficios en dinero, poder y expan-
las reglas; arriesgan promesas de una desinhibición de la sión, al tiempo que refuerza la hegemonía de la familia sobre
sexualidad, esperanzas de una autonomía existencial. sus miembros.
Entre el rigor de las instituciones y la clausura de las Durante mucho tiempo, la medicina se mantuvo a una
familias, por un par de billetes y una pizca de esas imágenes distancia prudencial de este registro social de los intercam-
que andan rondando su psiquismo, ellos podrán ayudarlo a bios sexuales. Durante el siglo xvm, comienza a interesarse
retomar el verdadero camino de su vida. Ahora bien, ¿cómo por la sexualidad desde el punto de vista de los flujos especí-
lograron conquistar ese lugar? ¿Cómo es posible que puedan ficamente corporales, y no del de los flujos sociales. Atribuye
ser útiles tanto a las instituciones como a las familias y a los gran importancia a la explicación de las enfermedades origi-
individuos? ¿Por qué ellos y por qué ahora? ¿Qué les da nadas en el incumplimiento de las funciones reproductoras.
semejante privilegio en esta sociedad y en otras similares? La retención de la leche materna, la negativa a amamantar
a los hijos, tan habitual en las mujeres acostumbradas a la
artificialidad de la vida mundana, es designada como la
A. EL CURA Y EL MÉDICO causa de una serie de males. La disipación del esperma por
el onanismo presenta inconvenientes similares para el . hom-
Tras la reciente aparición de esta constelación de consejeros bre. Ya hemos visto cómo, durante los siglos xvin y xix, esta
y técnicos de la relación, la sexualidad, la pareja, la pedago- clase de discursos proporcionó a los médicos un lugar cada
gía y la adaptación social pasaron a formar parte de una vez más importante como consejeros familiares. El médico de
misma esfera. ¿Quién se ocupaba de esta clase de problemas
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la familia interviene en la organización doméstica. A través
de sus sugerencias en materia de higiene o consejos educati- "Pequeña biblioteca médica", "Biblioteca científica contempo-
vos, modifica sustancialmente la organización interna de la ránea", etc. En esos catálogos de obritas baratas, los temas
vida doméstica. Pero no se atreve a interferir en el régimen sexuales predominan notoriamente, ya menudo son tratados
de las alianzas, ese ámbito privativo de la familia y de la Igle- por médicos de renombre. Los mandarines de fines del siglo
sia. De ello da cuenta el comportamiento del cuerpo médico xrx y principios del xx implementan así una campaña de
en materia de enfermedades venéreas, símbolos de la falta higienización de la sexualidad que forma parte de un dispo-
moral, objetos de un temor que refuerza el poder de la familia sitivo general de prevención de las enfermedades sociales
y de la Iglesia. En 1777, un tal Guilbert de Préval, que había (enfermedades venéreas, alcoholismo, tuberculosis). 4 El ob-
descubierto un "específico antivenéreo", fue expulsado de las jetivo de los médicos es tratar la sexualidad como un asunto
filas de la facultad de Medicina de París tras un juicio de Estado y, por lo tanto, ir más allá de la arbitrariedad de las
solemne.' Un siglo más tarde, el higienista Tardieu cubrirá familias, de la moral y de la Iglesia. Tras comenzar por
de sarcasmos a uno de sus colegas que había intentado regentear los cuerpos, y para perfeccionarse en ello, la medi-
preparar una vacuna antivenérea. Según él, tal cosa implica- cina también aspira a legislar las uniones.
ba abrir de par en par la puerta a todos los abusos, utilizar la ¿Cuál era el objetivo de esta campaña? ¿Qué era aquello
medicina contra la moral, liberar las pasiones que entonces que los higienistas consideraban disfuncional en el régimen
proliferarían a expensas de los intereses de las familias.' de alianzas? Principalmente, aquello que solían llamar "la
A lo largo del siglo xix, esta restricción de la intervención doble moral de las familias", esa manera de proclamar un
médica sobre la sexualidad a la sola higiene privada fue comportamiento eminentemente moral y practicar otro, he-
perdiendo vigor. Si se revisan las obras de divulgación médi- cho de egoísmo, de ambiciones y de una sexualidad clandes-
ca para uso de las familias, podrá constatarse un incremento tina desenfrenada. ¿Por qué las familias tenían esta actitud?
de artículos dedicados a los comportamientos sexuales. A Porque organizan su existencia con vistas a dominar la
principios del siglo xix, las enciclopedias médicas añaden a contracción de las alianzas. De ahí la educación diferenciada
las clásicas diatribas sobre el onanismo y el rechazo de la lac- de mujeres y varones, basada en la preservación de las
tancia materna consideraciones bastante vagas sobre la ma- primeras y en la tolerancia, o aun la incitación, de las expe-
yor longevidad de los individuos casados, sobre la dudosa riencias prematrimoniales de los segundos. De ahí el alto
pertinencia del matrimonio entre personas con mucha dife- costo social de esta práctica: los elevados porcentajes de
rencia de edad, o bien sobre la mayor complementniedad de reproducción ilegítima condenada a una fuerte morbilidad, el
los temperamentos. A mediados de siglo, los diccionarios mantenimiento de una importante población de prostitutas
de higiene deslizan algunas consideraciones positivas sobre que propagan enfermedades venéreas, la contracción de las
los métodos anticonceptivos no artificiales. A partir de 1857, alianzas contraindicadas médicamente, pero consumadas en
es decir, después de la publicación del Traité des degeneres- función de los intereses familiares. Todo un gasto, una
cences de Morel, se añaden consejos imperativos sobre las patología social, que se consideraban coextensivos con el
indicaciones y contraindicaciones de las uniones.' De ahí al libre albedrío de las familias. La famosa doble moral, la tan
eugenismo hay un paso. A fines de siglo, prolifera un nuevo denunciada hipocresía de los adultos, nada tenía que ver con
género, la biblioteca médica: "Biblioteca médica variada", el pudor ni con oscuras represiones. Si los padres enseñaban
a sus hijas a preservarse y a la vez alentaban las hazañas
' Cf. Potton, De la prostitution et de la syphylis dans les grandes villes, amorosas de sus hijos varones, se debe a que sus intereses
1842.
' Sobre la cuestión de las enfermedades venéreas en general, véanse las
están comprometidos en el juego de las alianzas matrimonia-
obras de Louis Fiaux, La police des mceurs, 3 vol. 1907, Les niaisons de les, en el cual la capacidad contractual de una familia y, por
tolérance, 1892, y Ambroise Tardieu, Dictionnaire d'hygiéne publique, 3 lo tanto, su poder, era tanto más grande cuanto más preser-
vol.
3 Véase Alex Mayer, Des rapports conjugaux considerés sous le triple
point de vue de la population, de la societé et de la morale publique, 1857. La lista de los catálogos sería demasiado extensa. A título indicativo,
citamos la "Librairie du Gymnase".
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161
rivales. En 1902, el estadístico Bertillon y el politécnico
vadas estuvieran sus hijas y cuanto menos los estuvieran las filántropoEn, Cheyssion (viviendas sociales y jardines
de las demás familias. El régimen de las alianzas engendra obreros) fundan una "Alianza nacional" contra la despobla-
y ratifica los resultados de una guerra civil permanente, de ción. 5 Convocan a todos aquellos que tienen interés en refor-
una serie de micro-batallas llamadas "perdición", "seduc- zar el poderío militar e industrial de la nación, su capacidad
ción", "desvío"... numérica de acción e intimidación.
____Las-prálneres-años-del-sigle-xx-sepresentanx~_tim a Excelente ejemplo de la permutabilidad de los temas
-fase del enfrentamiento entre dos modalidades de estión de políticos: aquellos que no quieren ser objeto, ni eventuales
la 1-1-frat
i itálTtáltel dr-tr", s-órre a cua er víctimas, de esa política se apoderan del antiguo discurso
de las-familiasTrlá-detifilin-Co,quepvanzaen nombre de la maltusiano, lo remozan añadiéndole el saber médico sobre
higiene pública, del su—p-r-emo interés de la sociedad. Es dir, contracepción y profilaxis social, y lo utilizan contra los
el imP átodeeté ifeitétrii&TzTótéliibToktco no se red-ilrewun discursos nacionalistas. Una conexión decisiva se establece
entre la insumisión a los patrones y generales (la "huelga de
Meiliá--a. una guerra entre lo laico lo confesional. En los los vientres") y el progresismo médico. Los militantes del
-ámbitos polftict~lrilistktu •-e sánitano y slicial ts- grupo de la Liga para la regeneración humana (fundada por
lanzan una serie de clescjíos pepor susyun os e conver- Paul Robin), y luego los de la Generación consciente (fundada
gencia mas o rhenos claros, _ciaran lygaer,a _tuve
" _,„_e_nlráiniento por Eugéne Humbert, sucesor de Paul Robin.), son los izquier-
general entre- clo.s gran_cles estrategias. La primera, naciona- distas de la belle époque. 6 Médicos como Klotz-Forest, Jean
lista y iaminansta, que vincuia,11 opción tecmca :oeipookacio- Marestan, la doctora Pelletier, feministas como Nelly Rous-
nistno con los temallolíticosiieí paternalismo a lo Petain El sel y Jeanne Dubois, militantes anarquistas como Sébastien
riáltliiiátanismo
CiffEi ádarísTá. e individii,alista, ve en el nem Faure, recorren la Francia popular para difundir sus ideas
un medio. para .1a_organización- subversivas. Aprovechan cada foco de lucha, cada huelga
- Entre los arios 1840 y los arios 1880, el malthusianismo era desatada, para establecer un vínculo entre la revuelta obrera
el puntal del comportamiento de la burguesía filantrópica. El y la insumisión a la fatalidad biológica; dondequiera que
carácter excesivamente prolífico de las clases pobres consti- vayan crean tentáculos clandestinos de distribución de méto-
tuía, a juicio de los filántropos, la principal causa de su dos anticonceptivos. En las regiones de grandes complejos
miseria. Por lo demás, la imprevisión de las masas trabaja- paternalistas, se dice que han hecho estragos. Los estadísti-
doras hacía recaer sobre las finanzas públicas el costo cada cos poblacionales producen lamentables comparaciones so-
vez mayor de los procedimientos asistenciales. Engendraba bre las tasas de fecundidad antes y después de las grandes
un peligro político debido a la expansión, en el corazón de la huelgas de principios de siglo.' Resonancia muy actual de
nación, de las capas sociales menos "civilizadas". La filantro- estos grupos: no tendrán sucesores antes de los "maos"
pía invierte completamente su posición a partir de dos acon- establecidos en las fábricas, pues los doctores Carpentier
tecimientos. Por un lado, el aplastamiento de la Comuna distribuían sus panfletos a la salida de los colegios. En 1906,
pone fin al problema de la amenaza interna. Por otro, el Paul Robin llama a las prostitutas a sindicalizarse para
imperialismo colonial avanza ahora a toda marcha. Se con- luchar contra la policía de las costumbres, y sueña con
vierte en un sector crucial para generar ganancias, en un organizar una agencia para las uniones libres, que prefigura
lugar donde estas últimas se redistribuyen en función de las los clasificados de Actuel y Libération. Izquierdistas en el
competencias internacionales. La burguesía ya no tiene mo-
' "Alliance nationale pour l'accroissement de la population francaise",
tivos de temor en el interior, y necesita hombres para sus
con boletín trimestral homónimo.
andanzas en el exterior. De ahí la sustitución de la antigua 6 La revista Régéneration se publica entre 1900 y 1908,
y Génération
moralización malthusiana de las clases pobres por un nuevo consciente toma la posta hacia 1914.
discurso militante ahora dirigido contra la infecundidad de 'Véase Paul Bureau, L'indiscipline des ntwurs, 19020; Leroy-Beaulieu,
las familias, la despreocupación culpable de aquellos que, La question de la population, 1913; Fernand Boverat, Patriotisme et
negándose a procrear, ponen a la nación a merced de sus paterni té, 1913.
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sentido de que se vieron confrontados tanto a la represión carácter de pequeña empresa interesada en multiplicar a sus
judicial de la burguesía bienpensante como a las estructuras miembros y, por ende, sus fuerzas. Inversión más bien cínica
sindicales y políticas de la izquierda, amenazaban claramen- de los filántropos. A quienes les recuerdan cuánto deplora-
te los privilegios de las primeras, pero también las bases de ban en el pasado el empobrecimiento de las familias numero-
lucha de las segundas. "No queremos un proletariado más sas debido a la cantidad de cargas, ellos responden ahora que,
feliz, ni familias obreras mejor vestidas, ni niños apartados en una familia popular, tener muchos hijos quizá constituye
de promiscuidades peligrosas, ni mujeres del pueblo que ya un sacrificio al principio, pero siempre entraña un enrique-
no estén expuestas al peligro de los abortos recurrentes: cimiento cuando los niños están en edad de trabajar.
queremos la supresión del proletariado" (Doctor Vargas, de También están interesadóspapreservar el_p_od.eídico
tendencia guesdista, 1908). 8 En Alemania, los neomalthu- de la familia — aque-lroue tienen privilegios socialesque
sianos tuvieron más suerte con el sindicalismo y la izquierda. défender. Esfó sé -délYe -á-qiiéTa- s-p-o-sici-cmes conquistadas
El revisionismo de Kautsky y las posiciones liberales sobre la pi-MérTrer reconducidas o mejoradas a través de la continui-
mujer de un August Bebel permitieron que los temas neomal- dad de las filiaciones y el juego de las alianzas. Se debe
thusianos tuvieran cabida en el socialismo estatal. En Fran- asimismo al hecho de que la familia es el mejor soporte para
cia, los anarquistas fueron sus únicos aliados. Durante la las relaciones verticales de dependencia y prestigio. Esto
belle épo que, sólo se podía ser anarquista o patriota. involucra, pues, a mucha gente. En torno de la Alianza
El eje del debate entre neomalthusianos y poblacionistas nacional se constituye una pletórica red de organizaciones
es, pues, la cuestión del derecho. La burguesía quiere preser- familiares: las ligas de padres de familia, la liga de madres de
var las estructuras jurídicas fuertes que garantizan sus familias numerosas, la Asociación de padres de alumnos de
privilegios, la propiedad, la herencia, el contrato de trabajo. colegios secundarios (ancestro de la federación Armand, y
La izquierda sindical y política discute ese derecho pero se luego Lagarde), la Escuela de padres, los directores de cajas
niega a su enmienda médico-social, pues borraría la nítida de subsidios familiares, la unión de asistentes sociales, las
frontera que traza entre opresores y oprimidos. Las posturas organizaciones de scouts, las ligas de higiene moral, de
más apasionadas van a tramarse en torno del estatuto jurí- saneamiento de quioscos de diarios, de las inmediaciones de
dico de la familia. los colegios, etcétera.
Los poblacionistas inician una guerra contra una evolu- Enorme concentración que habría de constituir un grupo
ción que tendería a reducir su importancia. Ya tuvo lugar la de presión duradero. Lucharían contra todo lo que puede
legislación sobre el divorcio (1884) y la entrada de las mujeres fragilizar a la familia: el divorcio, las prácticas anticoncepti-
en el mercado laboral. Si además se dispone el control de vas, el aborto. Les debemos la famosa ley de 1920, que
natalidad, el carácterjurídico de la familia terminará conver- prohíbe toda propaganda relativa a la contracepción y el no
tido en una formalidad inútil. ¿Por qué ese temor? Su razona- menos famoso código pétainista de la familia, que defiende
miento tiene el mérito de ser simple. Cuanto más fuerte es la cuanto pueda fortalecer el estatus de esta última. En primer
estructura familiar, tantas más p_p_sibilidadelnay_cie_que la fa- lugar, a través de la idea del voto familiar -vieja idea, puesto
milias-e -a -p-FoTiff-c-a7-AT-igs-ta-urar la autoridad del homb-r-e- que ya había sido planteada por Lamartine después de 1848-.
s-cibilláWrTre-Dromueve que esta última se atrinchere en ¿Cómo ampliar la importancia cívica de la familia atribuyén-
el hogar, y se la "libera" de todas aquellas actividades que no dole una capacidad electoral que tuviera en cuenta la canti-
sean reproductivas y domésticas. La consecuente pérdida de dad de hijos? Procedimiento difícil de implementar y lleno de
ganancias sería compensada por el incremento de los ingre- avatares. ¿Ese poder debía corresponder únicamente a los
sos debidos a la progenitura, los subsidios familiares que padres? Pero eso implicaba despojar a las madres, cuyo
debían ser promovidos y el salario de los hijos cuando tuvie- instinto reproductor debía ser halagado. Dar el voto también
ran más de doce años. De ese modo, la familia recuperaría su a las madres habríá implicado introducir un germen de
división en una entidad cuya organicidad debía ser, por el
Citado por R. H. Guerrand, La libre maternité, Casterman, 1971, p. 58.
contrario, reforzada. Por otra parte, ¿no entrañaba un peligro
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político? ¿Las clases pobres, las clases peligrosas, no son sexual, el control de natalidad y el aborto terapéutico. Pero,
acaso las más prolíficas? Al darles mayor derecho de voto, las a partir de 1934, el partido comunista da marcha atrás, en el
capas privilegiadas no hacían sino distribuir las armas con marco del proyecto de unión popular con los católicos, y la
que podían ser aniquiladas. Sin duda, decían algunos, esas revista deja de aparecer después del sexto número. Los
capas son las más prolíficas, pero también son las que menos médicos innovadores se refugian, para defender sus posicio-
viven en el marco de los vínculos legítimos del matrimonio y, nes, en la Liga de los Derechos del Hombre, presidida por
por ende, no podrían beneficiarse con el voto. Entonces, ¿con Sicard de Plauzolles, y en la Sociedad de Profilaxis Sanitaria
qué fin implementar una política para reforzar la importan- y Moral, dirigida por el mismo Sicard de Plauzolles, dos
cia jurídica de la familia, si a tal efecto se perjudica la organizaciones que lucharían perdurablemente contra la ley
estrategia de conjunto? Roído por estas aporías, el proyecto de 1920, pero que carecían de apoyo político.
de voto familiar será progresivamente abandonado. 9 En Todo se limita, pues, a estas publicaciones. Libros, en un
cambio, el desarrollo de las cajas de subsidios familiares y la principio: La question sexuelle de Auguste Forel (1906), La
proliferación de las redes de trabajo social fueron amplia y fonction sexuelle de Sicard de Plauzolles (1908), Du mariage
exitosamente impulsadas por esos grupos. de Léon Blum (1908), que sería reeditado varias veces duran-
Frente al movimiento familiarista, las iniciativas del mo- te el período de entreguerras. Luego, una serie de folletos y
vimiento neomalthusiano adquieren dos formas. Por una revistas efímeras, entre las cuales Le probléme sexuel es la
parte, los militantes agrupados en torno a Paul Robin y última, más allá de la Revue de prophylaxie sanitaire et
Eugéne Humbert instauran las pequeñas máquinas de gue- morale, que durará hasta los arios cincuenta. El discurso es
rra contra la familia que ya hemos visto con motivo de la más o menos el siguiente: puesto que la familia es destruida
celebración de la unión libre, la distribución de los productos por las necesidades económicas del orden social actual, es
anticonceptivos y la propaganda para la "huelga de los preciso que la colectividad reemplace al padre para asegurar
vientres". Por otra parte, cerca de ese núcleo duro se agrupa la subsistencia de la madre y los niños. Así pues, la madre
una constelación de médicos célebres, como Auguste Forel sustituirá al padre como jefe de familia; puesto que ella es el
(profesor de psiquiatría en Zurich), Sicard de Plauzolles, núcleo estable, la matriz y el corazón, ahora también será su
Tarbouriech, el ilustre Pinard, escritores como Octave Mir- cabeza. Los niños estarán bajo su tutela, centralizada por la
beau, hombres políticos como Alfred Naquet (el padre del autoridad pública. Todos llevarán el apellido de la madre; así
divorcio) o Léon Blum. Estos son los hombres que aceptan con los hijos de una misma madre pero de diferentes padres
alguna reticencia la apelación "neomalthusiano", sobre todo tendrán el mismo apellido; no habrá diferencias entre los
a causa de su connotación anarquista en Francia. Todos ellos hijos legítimos y los bastardos. La influencia del hombre
son técnicos notables cuyo principal objetivo es incorporar la sobre la mujer y los niños dependerá del amor y de la estima
higiene y, por tanto, el control de natalidad en el funciona- que inspire; su autoridad dependerá de su valor moral: en el
miento de las instituciones. Se manifestarán principalmente hogar sólo tendrá el lugar que se merezca... En suma, una
a través de libros y revistas, dada la reticencia de las clases gestión médica de la sexualidad liberará a la mujer y a los
políticas, por los dos motivos antes expuestos, a la introduc- niños de la tutela patriarcal, romperá el juego familiar de las
ción de los temas higienistas. Un intento tardío de acercarse alianzas y de las filiaciones en provecho de una mayor
a la izquierda política ocurrió en 1933 con la creación de la incidencia de la colectividad en la reproducción y de una
revista Le probléme sexuel, cuyo comité de redacción estaba preeminencia de la madre. Es decir, un feminismo de Estado.
constituido por Bertie Albrecht (comunista), Victor Basch, Para comprender hasta qué punto la cuestión del derecho
Paul Langevin, Jean Dalsace y Sicard de Plauzolles. El era clave en la perspectiva de los higienistas y de los eugenis-
partido comunista y el partido socialista publican allí sendos tas, citemos el ejemplo de Tarbouriech, médico autor de una
programas de reforma de la ley de 1920: para la información utopía científica, La ciudad futura (1902). Se especializaba
9 Las peripecias de este asunto del voto familiar fueron ampliamente
en accidentes de trabajo, y ayudó a implementar una legisla-
desarrolladas en el Bulletin de l'Alliance nationale. ción moderna sobre ese problema, a partir de una inquietud
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mujer aptos para colaborar en la misión de criar a tal o cual
muy precisa: reducir la importancia del recurso a lo judicial futuro ciudadano, y el que en cualquier momento puede
en ese tipo de casos para facilitar las reglamentaciones. Evi- reemplazarlos si no cumplen con su misión de manera ade-
tar la incertidumbre tanto para la empresa como para el cuada, en provecho de un criador o educador que ofrezca
obrero. A la primera, le explica que la nueva legislación la mayores garantías. Se trata, pues, de extender a toda la
obliga a pagar una indemnización en todos los casos, pero a sociedad el régimen de la tutela, a todas las madres la atri-
su vez le evita cualquier sorpresa, puesto que el monto de esta bución de las ayudas educativas y del control sanitario, para
indemnización resultaba de un acuerdo previo entre la em- que sean "pagadas como nodrizas de sus propios hijos y los
presa y el obrero. Al segundo, le concede que no siempre críen, no para ellas, sino para el Estado".
tendrá reparación total del daño causado, pero que a cambio En este contexto, el discurso neomalthusiano es más
está seguro de tener siempre una indemnización. Conjura del agresivo, pues elabora una teoría a la vez social y sexual de
peligro, de la sorpresa, del conflicto y del arbitraje siempre la profilaxis de las degeneraciones, de las anomalías físicas y
cuestionable de lo judicial. Entonces, ¿por qué no extender al mentales. ¿Cómo se origina la proliferación de esos innume-
conjunto del campo social esta clase de soluciones, esta rables tarados de la inteligencia, del carácter, de la conducta,
modalidad administrativa de gestión de los problemas, que a todos aquellos que están encerrados en asilos y cárceles, pero
fines del siglo comienza a esbozarse en otros ámbitos, como también aquellos, en cantidades incalculables, que están en
el de la asistencia? La cité future constituye un fresco del libertad y difunden sus males gravando así el funcionamien-
Estado-familia realizado bajo los auspicios de la ciencia to social? Dos son sus causas principales: el alcoholismo y la
médica. La jurisdicción será totalmente administrativa, so- sífilis. El alcoholismo resulta de la perpetuación de la miseria
bre el modelo de los tribunales civiles, y dividida en tres social causada por la irracionalidad de la producción. Al
instancias: la justicia contable, que administra la riqueza socializarla, se asegura que todos tengan un trabajo salubre,
pública, decide las inversiones y los salarios; la justicia civil recursos decentes, se proscribe el desasosiego moral que da
y disciplinaria, que se ocupa de las infracciones al orden origen a los borrachos y a las descendencias de tarados. La
público; la justicia médica, que se ocupa de aquellos delitos sífilis se relaciona, por un lado, con la organización de la vida
cuyos autores tengan un estado mental defectuoso, y otorga familiar, con la doble moral que la rige y que fomenta la
permisos y negativas de transmitir la vida. Para evitar los prostitución, y, por otro, con el predominio de los egoísmos
perjuicios que pueda engendrar la división entre el derecho familiares a la hora de decidir las uniones, en detrimento del
civil y el derecho penal, "que no protege lo suficiente a los cuidado de una procreación sana. Así pues, todo el sistema de
niños (derecho penal), y les permite saciar su lubricidad asistencia familiar es cuestionado, denunciado en 1908 por
cuando aún no tienen edad para planear casarse (el derecho Sicard de Plauzolles, en términos muy claros: "Debemos
civil lo autoriza tardíamente), esa jurisdicción médica hará observar que, si el objetivo es impedir la reproducción de
comparecer a todos los niños en edad biológica de reproduc- indeseables, prevenir, detener en lo posible la degeneración,
ción (quince o dieciséis arios) y los someterá a un examen impedir la multiplicación de los ineptos y favorecer la repro-
individual. El médico podrá decidir si le concede o no un "bono ducción de los más aptos, entonces estamos haciendo todo lo
por el servicio social", el cual le dará la autorización para contrario con la organización de nuestra asistencia y de
practicar uniones sexuales pasajeras o permanentes, sus- nuestra protección de la familia y de la infancia, pues todos
penderá al individuo el siguiente año o impondrá su esterili- nuestros esfuerzos van dirigidos a proteger, conservar y
zación. Al suprimir la desnivelación entre el derecho civil y el cultivar a los degenerados y a los ineptos". 10
derecho penal, es el poder familiar en su totalidad el que El discurso médico coincide así con las utopías de la
estalla. El padre y la madre no tendrán derechos sobre su primera mitad del siglo xix y les proporciona un potente
progenie, sino tan sólo deberes. La legislación sobre el venci- soporte tecnológico. En 1903, Paul Robin lanza una violenta
miento de la patria potestad, establecido en la ley de 1889,
debe desaparecer, puesto que aún sostiene la idea de un '° La fonction sexuelle, 1908.
poder familiar. Es el Estado el que declara al hombre o a la 169
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polémica contra la administración sanitaria y asistencial. Su ción del poder como mera represión, nuestra representación
eslogan: "Despoblar los Bicétres para poblar los falanste- de la libertad como afirmación de la sexualidad.
rios". Los familiaristas replican acusando a los médicos de Ahora bien, basta considerar los textos, antes que las
arrebatar con excesiva facilidad a los niños de su entorno hagiografías, para descartar esa representación. La oposi-
natural, de hospitalizarlos con cualquier pretexto, lo cual es ción entre poblacionistas y neomalthusianos no encarna tan
socialmente costoso y moralmente destructivo. Incluso el claramente el antagonismo clásico entre un tradicionalismo
cuerpo médico clásico se subleva: frente a Toulouse, eminen- feroz y un utopismo ingenuo y generoso, y aún menos podría
te psiquiatra "social", protagonista de la sectorización duran- reducirse a una voluntad de represión contra una esperanza
te el período de entreguerras, el doctor Gouriau cuestiona el de liberación. Entre ambos, la frontera es de otro orden. La
peligro de una omnipresencia totalitaria de la medicina: corriente poblacionista comporta una cantidad nada desde-
"Sueña con una federación de repúblicas psiquiátricas donde ñable de médicos partidarios de una intervención normativa
los ciudadanos comunes serían exáminados en cadena, al en la vida familiar para asegurar, además de una abundante
iniciar sus principales actividades, por el ejército de los reproducción, la calidad de esta última. El mejor ejemplo es
profilactas, grandes y pequeños orientadores, sexólogos de el doctor Cazalis,t 2 autor de una famosa fórmula que habría
toda calaña, especialistas en suicidios, en catarro nasal, en de figurar durante mucho tiempo en los manuales de higiene
manejo de coches y en estadísticas, en suma, todos los especial para uso de las escuelas normales: "Llegará el día en
subproductos de la `noología' nacida o por nacer de su inspi- que las dos familias, antes de decidir un matrimonio, pon-
ración creadora"." drán en presencia a sus respectivos médicos, como ponen en
presencia a sus dos notarios; llegará el día en que los médicos
Suele decirse que toda la historia reciente consistiría en los tengan mayor importancia que los notarios." A él debemos,
avances y retrocesos de estas dos estrategias, en el enfrenta- precisamente, la legislación sobre la obligación de la consulta
miento entre los defensores del progreso, de la liberalización médica prenupcial. Por lo demás, es sabido que esta clase de
del sexo, y los tradicionalistas, los hombres de la iglesia, del legislación derivó en la prohibición de las uniones entre
ejército y de los tribunales. Represión feroz en un primer diferentes categorías de individuos tarados por razones so-
tiempo, persecución de los precursores; pero luego una lenta ciales (los delincuentes reincidentes en los Estados Unidos)
evolución de las costumbres permitió flexibilizar un poco los o raciales (los judíos en Alemania, por la ley de 1934). Un
usos y las prácticas; por último, la caducidad de las leyes hombre como Cazalis, en función de su virulento antisemitis-
represivas consideradas flagrantes, que habrían sido aboli- mo, su búsqueda literaria de una nueva mística para Occi-
das tras la batalla final contra los partidarios del pasado. El dente (escribía poemas de inspiración parnasiana bajo el
trabajo del tiempo habría servido para depurar las ideas seudónimo de Jean Lahor), participa de ese estado de ánimo.
nuevas de sus candores, de sus excesos, de su aspecto utópico. Puede pensarse asimismo en Céline, otro ejemplo de médico-
Habría permitido reducir las oposiciones, desarticular las escritor cuyo pensamiento comporta los mismos ingredien-
obsesiones, esa supuesta voluntad de destrucción que mu- tes: el misionado médico, el antisemitismo, la obsesión por la
chos adjudican a lo que no es habitual. Nadie puede resistirse decadencia de Occidente causada por la proliferación de las
por mucho tiempo al progreso, pero tampoco es posible poblaciones "inferiores".
imponerlo de manera brutal. En los términos de este evolu- De lado de los neomalthusianos, la medicalízación no
cionismo tibio, a través de este chato maniqueísmo, más o siempre es sinónimo de liberalización. Basta revisar la con-
menos todos hemos tendido a descifrar ese capítulo de nues- cepción de la educación sexual que intentaron introducir
tro presente, tanta es la pregnancia de nuestra representa- durante el período de entreguerras, a partir de la Sociedad de
Profilaxis Sanitaria y Moral. La educación, o más bien "la
" Respuesta del Dr Gouriau a una "encuesta sobre los servicios abiertos", civilización del instinto sexual, para retomar la expresión de
encuesta confiada a Toulouse por el ministerio de Salud Pública, Aliéniste
franqais, noviembre 1932, p. 563. Citado por R. Castel, L'ordre psychiatri-
que, ob. cit. 12 R. Cazalis, La science du mariage, 1900.
170 171
Pinard, debe consistir en una suerte de vacuna capaz de crear uniones. No evoco esto por el mero placer de mostrar que las
cierta autonomía psíquica, acostumbrar el cerebro a asociar cosas suelen ser más complicadas de lo que se cree. Tan sólo
las ideas eróticas con la representación de las consecuencias trato de mostrar que estas estrategias no se oponen sino de
posibles". 13 Estas son, por supuesto, las diversas formas de manera superficial, pero que en otro nivel están vinculadas.
enfermedades venéreas, con cuadros de apoyo e imágenes Antes que a la imagen de dos filos opuestos, habría que
edificantes. Al proceder a semejante educación antes del recurrir a la imagen de la herradura. En los términos en que
despertar del instinto sexual —es decir, para ellos, antes de la el debate ha sido planteado, la tendencia tradicionalista,
pubertad— en el marco colectivo, anónimo, se neutraliza su juridizante, familiarista, y la tendencia innovadora, medica-
carga perturbadora y se la contiene hasta la edad estipulada lizante y socialista encarnan cada cual un polo intervencio-
para la preproducción, de modo tal que se podía esperar nista, coercitivo, que las suelda una a la otra. 15 El manteni-
obtener un sexo sano, vigoroso y disciplinado. El ideal es miento de una sólida estructura familiar, la preservación de
eliminar la sexualidad no-reproductiva, pues se la considera los privilegios sociales pasaba por el fascismo social. La
una enfermedad. Esto en cuanto a los pormenores tácticos. disolución de los anclajes orgánicos, la anulación social y
En lo referente a los grandes proyectos, por momentos encon- sanitaria de las desigualdades pasaba por el social-fascismo.
tramos un dirigismo totalitario. En 1924, Sicard de Plauzo- Solidaridad histórica, pues, entre dos estrategias que en el
lles dicta en la Sorbona, en presencia del ministro de salud, primer tercio del siglo formularon el problema de la medica-
una conferencia sobre la "zootecnia humana" (retomando así lización de la sexualidad y de la familia en términos que ya no
una anhelo de Cazalis). He aquí la definición que da de ella: son los nuestros. La oposición entre el sueño de una suerte de
"La zootécnica humana es una de las modalidades más Estado-Familia (que anule el juego familiar en provecho de
acabadas de la higiene; después de la higiene privada que solo una reproducción más o menos estatizada) y la voluntad
atañe a los individuos, la higiene pública que solo se interesa inversa de restauración jurídica y orgánica de la familia no
por los espacios públicos, ella constituye la verdadera higiene habla sino de un combate entre el médico y el cura, entre
social, aquella que sólo considera al individuo en función de lo laico y lo confesional. Pues, ¿cómo no percibir el borramien-
su valor y de su utilidad social. La higiene social es una ciencia to de los desafíos entrevistos por entonces en torno a la
económica cuyo objeto es el capital o material humano, su medicalización de la sexualidad? Únicamente Michel Debré
producción o reproducción (eugenesia y puericultura), su con- puede seguir viendo en la promoción de la sexualidad una
servación (higiene, medicina y asistencia preventiva), su máquina de guerra contra el poderío de la nación. ¿Quién se
utilización (educación física y profesional) y su rendimiento atrevería a seguir considerando que la sexualización es una
(organización científica del trabajo). La higiene social es una táctica pura y simple de destrucción de la familia, cuando es
sociología normativa: consideremos al hombre como un mate- bien sabido que esta última también extrae de esa sexualiza-
rial industrial o, mejor aún, como una máquina animal. El ción los medios para su propio fortalecimiento? ¿Cómo ver en
higienista es, pues, el ingeniero de la máquina humana"» ese proceso un medio para la supresión de los "anormales",
Una prueba más de la proximidad teórica de estas dos cuando por el contrario les sirve como soporte para reivindi-
estrategias puede ser proporcionada por el relevo de las citas car sus diferencias? Por lo demás, cabe constatar la casi total
de Mein Kampf de Hitler en sus respectivas publicaciones desaparición en ese terreno de la gestión de los sexos y de las
grupales. Hasta 1933, ambos ven en esa obra un modelo de almas de los dos protagonistas que luchaban por su control,
transformación más que un objeto crítico. Los poblacionistas el cura y el médico, en provecho de las recientes categorías de
celebran sus frases sobre la política familiar, donde el niño consejeros y psicólogos, nuestros nuevos directores de con-
debe contar más que el adulto. Los malthusianos aprecian las ciencia. Borramiento o desplazamiento de los desafíos, retrai-
fórmulas enérgicas sobre profilaxis de las enfermedades
venéreas, así como el anuncio de una legislación sobre las 15 Véase la celebración de las formas de encuadramiento de la juventud
por el fascismo musoliniano, el estalinismo soviético y el nazismo hitleriano
" Sicard de Plauzolles, Revue de prophylane sanitaire et morale, 1920. en los artículos de Mme Caillaux, Revue médico-sociale de l'enfance, año
14Revue de prophylazie sanitaire et moral, 1934. 1932 y siguientes.
172 173
desaparece la dimensión política directa del neomalthusianis-
miento cuando menos relativo de los principales combatien- mo y desaparece asimismo su dimensión anti-familiarista.
tes. La historia de la sexualidad ha tomado otro camino, más Con las mismas armas, se llevara adelante otra lucha. Lo
discreto, menos glorioso, menos épico. En torno a ella pueden harán otras personas, que pese a todo se asemejan bastante
seguir activándose los fantasmas de las luchas pasadas, los a sus enemigos. Y cuanto más profundo es el corte práctico y
prestigios de la represión, las obsesiones de la destrucción. teórico entre la escuela de Paul Robin y el Planning familiar,
No es sino una manera de darle nueva vida cuando carece de tanto más fácil es observar un punto de contacto que recorre
ella. Tiene tanto sentido como cuando la derecha acusa a la ininterrumpidamente la distancia entre los poblacionistas
izquierda de querer construir una sociedad colectivista, o de principios de siglo y los actuales especialistas de la anima-
cuando la izquierda denuncia el tradicionalismo de la derecha. ción de la vida familiar y de la liberación sexual: extraña
La solución de la cuestión familiar ha desertado el campo continuidad del movimiento familiarista, que opera a su
escabroso de la medicina para ocupar aquel, mucho más favor una inversión del tema de la liberación sexual.
cómodo, del psicoanálisis. Para seguir con la metáfora, a En primer lugar, cabe destacar el común origen de buena
continuación intentaremos mostrar de qué modo Freud es a parte de los hombres y mujeres que en la década del cincuen-
la medicina y a la psiquiatría lo que Keynes es a Marx. ta habrían de poner a funcionar el discurso sobre la familia
moderna, la "familia feliz". Todos ellos emergen en los arios
treinta y constituyen una nebulosa primitiva: la Escuela de
B. PSICOANÁLISIS Y FAMILIARISMO Padres. Esta última se constituyó en 1929 en el marco de la
corriente poblacionista: sus primeros locales pertenecen a la
Sea como fuere, contra toda expectativa, triunfó la corriente Alianza Nacional, necesariamente facilitados por el general
familiarista. Entre los pioneros neomalthusianos del control Borie, director de esa Alianza y miembro del consejo de
de natalidad, del aborto libre en un principio, y el movimiento administración de la Escuela de Padres. Junto a él, figuran
por el Planning familiar creado por la doctora Lagroua-Weill- en ese consejo: Bonvoisin, director de las Cajas de Subsidios
Hallé en 1956, la única continuidad manifiesta es la de una Familiares; Hunziker, presidente de la Federación de Padres
referencia sentimental. El Bulletin du planning familial de Alumnos de Colegios Secundarios, y por último Mme
rinde honores a los mártires de la causa, saluda a Sicard de Vérine, fundadora de la Escuela de Padres. Es decir, en torno
Plauzolles; los sobrevivientes pueden relatar allí sus epope- a un proyecto de activación pedagógica de la vida familiar, se
yas y contar sus muertos. Pero eso es todo. Ningún vínculo reúne este grupo de presión obsesionado por la amenaza
une teórica o prácticamente el primer movimiento con el bolchevique, el temor a la colectivización y el positivismo
segundo. La teoría psiquiátrica eugenista da paso al psicoa- médico. Todas ellas son tendencias que reconocen sin rodeos
nálisis, designado por Mme Lagroua-Weill-Hallé como el la profesión de fe de la Escuela de Padres. En efecto, sus
único discurso que permitió plantear científicamente el pro- cuatro objetivos son: "a. enseñar a los padres a educarse e
blema de la sexualidad. La inspiración militante del Plan- instruirse mutuamente para hacer de sus hijos futuros valo-
ning familiar se distancia explícitamente de los sueños uto- res sociales y morales; b. trabajar en pos de un renacimiento
pistas, anarquistas o colectivistas del neomalthusianismo. del espíritu familiar en Francia; c. salvaguardar los derechos
El Planning familiar comienza por un peregrinaje a través de de la familia sobre el niño; d. realizar la unión sagrada a
las formas anglosajonas de difusión del birth-control. Los través de la familia".i 6
autoriza la honorabilidad internacional de la Family Plan- Para ilustrar la continuidad de esta primera aproximación
ning Association. Es decir, una forma muy apolítica de con el movimiento de la posguerra, primero presentaremos el
difusión de la contracepción, que articula técnicas filantrópi- perfil de la carrera de alguno de estos notables. En primer
cas de asistencia a los pobres, de distribución de anticoncep- lugar, hemos de mencionar a Georges Mauco. En 1930,
tivos y consejos conyugales. Pero, ante todo, se trata de un
militantismo cuyo objetivo es el desarrollo de la vida familiar 16 Esta presentación figura en 1930 en todos los informes de la Escuela
1
ción, desde una simple relación educativa hasta la toma en
consideración del problema general de la vida familiar y la excesivamente deseado; denominador común: el deseo. Deseo
que entonces aparece a un mismo tiempo como un ámbito
armonía conyugal.
legítimo de intervención y de liberación.
De ahí el pasaje a una segunda fase, la de los grupos de
En un primer momento, estas dos líneas de intervención
intervención en la vida sexual y familiar. De la inadaptación
permanecen separadas. Por una parte, engendran el Plan-
infantil, se llega a los problemas de pareja y de calificación
ning familiar, instrumento de lucha contra el "niño-acciden-
educativa. A través de las presentaciones de niños, los ani-
te"; y, por otra, dan lugar a grupos de consejeros conyugales
madores de la Escuela de padres, los psicoanalistas y los
que se orientan hacia el tema del "niño-síntoma", analizan las
psiquiatras dicen percibir otra demanda, la de los padres.
dificultades conyugales a partir de sus repercusiones somá-
Más o menos disfrazada, estiman, porque no hay interlocutor
ticas (enfermedades psicosomáticas), sociales (sobreinver-
calificado para recibirlas. De tal modo, los padres utilizan a
sión o subinversión profesional, etc.), pedagógicas (niños que
sus hijos como medio indirecto para hablar de sí mismos.
presentan trastornos vinculados con el clima familiar). El
Señalan a través del niño una herida, un accidente que les
Planning familiar nace en 1956. En su primer boletín, La
habría ocurrido, o bien ponen en primer plano un síntoma de
sus propias dificultades. El niño-accidente y el niño-síntoma: maternité heureuse, el objetivo declarado es evitar que naz-
can niños no deseados: "Observadas con mayor o menor éxito,
dos temas que no deben confundirse, puesto que remiten a
las desviaciones del acto sexual serían en cierta medida
realidades diferentes, pero que convergen en una unificación
tolerables en aquellas parejas que se llevan bien [...] pero el
estratégica en el lenguaje "psi". problema se vuelve conflictivo cuando los miembros de la
En efecto, ¿qué clase de niños suele presentarse a las
pareja no tienen una conducta solidaria [...], cuando la mujer,
consultas de Heuyer, en los centros de observación de meno-
por razones de salud, teme un nuevo embarazo, cuando el
res delincuentes? ¿De dónde vienen esos pequeños delincuen-
marido es irresponsable con motivo de alguna enfermedad o
tes que habrán de ser los futuros inadaptados sociales? Son
tara (alcoholismo, alienación, trastornos del carácter). [...] El
niños no queridos, y no queridos porque no fueron deseados. problema es evitar esos niños tarados, criados sin fuerza ni
Ya sea porque pertenecen a una familia demasiado numerosa dicha, a menudo abandonados por el marido, a quien el clima
y demasiado pobre para proporcionarles un afecto constante,
o bien porque la madre los ha concebido sin amar a su familiar repele" .'7 En 1958, André Berge —Escuela de Padres
y Planning familiar reunidos— escribe un artículo intitulado
compañero, o porque este último la abandonó dejándole su "Problemas psicológicos individuales y familiares plantea-
molesto obsequio. Por eso, ella apenas tolera al niño, lo
dos por la densidad familiar". ¿Cuál es la causa de la inadap-
rechaza más o menos conscientemente, porque lo considera tación escolar?, se pregunta. De la sobresaturación de las
producto de un accidente y no de un deseo. ¿Qué clase de niños escuelas, que vuelve aun más estricta la selección implemen-
encabezaba las consultas médico-psicológicas en los arios
tada por esta institución. Y la angustia que esto genera en los
cincuenta? Solían ser hijos únicos, objeto de atenciones exclu- padres repercute en los hijos. "Partiendo de un punto de vista
sivas por parte de sus padres, y particularmente sobreprote- que nada tenía de normativo, la búsqueda de la etiología de
gidos por la madre. Ahora bien, esta sobreprotección del hijo, los trastornos del carácter, de las neurosis y de la delincuen-
¿qué es si no un síntoma de las angustias y frustraciones de
la madre? Si invierte tanto en ese niño, es para compensar su cia, la psicopedagogía coincide con las conclusiones del Plan-
ning familiar, y las legitima. La procreación voluntaria se ha
propia insatisfacción en una relación adulta, en la relación vuelto parte integrante de la responsabilidad presupuestaria
conyugal, donde no ha encontrado su plena realización, sexual
en primer término. Doble superficie de emergencia del tema de las parejas." 18 Por un lado, el Planning familiar produce las
estadísticas de Heuyer: "De cuatrocientos casos de pequeños
del niño deseado: a través de la crítica de la familia pobre, delincuentes, se registra un veinte por ciento de niños cuyos
demasiado prolífica; a través de la crítica de la familia media,
su egoísmo reproductivo y sus consecuencias patológicas
sobre la madre y el niño. El niño poco deseado y el niño " Bulletin du planning familial, 1956.
18 Ibíd., 1958.
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padres no habían deseado su nacimiento, apenas los soportaban denominador común de los trastornos vinculados con los
o toleraban contra su voluntad". 19 Por otro, exhibe los desacuerdos conyugales y la inadaptación escolar, instrumento
resultados de una encuesta norteamericana realizada en simultáneo de su profilaxis. Es la tercera fase del proceso.
Indianápolis en 1950; en ella se demuestra que la categoría de 1 En 1967, le ley de Neuwirth autoriza por primera vez una
las parejas que planificaron los nacimientos, en cuanto a enseñanza especial sobre sexualidad en el sistema escolar.
cantidad de hijos y distancia entre uno y otro, es aquella en Basta que la administración de un colegio o una asociación de
la cual se registra la mayor proporción de padres interesados padres lo solicite. ¿Quién se encargará de impartirla? En la
en sus hijos, y asimismo estas parejas son aquellas que más práctica, todas las oficinas que se constituyeron a la par de
felices parecen. 1 la Escuela de Padres, incluida esta última. Un listado desor-
Los equipos de consejo conyugal nacen más o menos al 5 denado podría ser el siguiente: el Grupo de Estudio e Inves-
mismo tiempo que el Planning familiar. Los más importantes tigación sobre la Educación y la Sexualidad, derivado de la
se reúnen en 1962 en la Asociación Francesa de Centros de Escuela de Padres; el Planning familiar y una fracción
Consejeros Conyugales. Pero son mucho menos ruidosos que disidente, que luego formó el Instituto de Formación, de
el Planning familiar. Su nombre los perjudica, pues evoca Investigación y de Estudios sobre la Sexualidad; Pareja y
irresistiblemente la tutela parroquial. Y algo de verdad hay Familia, procedente de círculos parroquiales de preparación
en ello. La AFCCC se origina en los círculos católicos de de novios para la vida conyugal; la Asociación Francesa de
preparación para el matrimonio. Está dirigida por el psicoa- Centros de Consejeros Conyugales, que hizo de esta su
nalista católico J. Lemaire." En un contexto donde la Iglesia segunda actividad, y una multitud de pequeños organismos
encarnó durante mucho tiempo el tabú del sexo, pocas perso- engendrados para la ocasión por todas las categorías de
nas esperan de ella algo nuevo. Si se lee su revista, Dialo- asociaciones familiares, femeninas y ligas de higiene. Entre
gue, 21- y las obras de Lemaire, se podrá medir el esfuerzo que estos grupos, las diferencias de origen confesional, laico,
hacen para desvincularse de su origen. No es fácil encontrar - familiar o sanitario están más o menos borradas. Las familias
en Francia obras tan copiosamente cargadas de referencias y los estudiantes no encuentran muchas diferencias y recu-
anglosajonas como las de los consejeros conyugales. La tecno- rren a ellas en función de sus disponibilidades. El mensaje
logía relacional es descrita en un franglés que por momentos siempre es el mismo: desarrollo psicosexual armonioso del
pone en serio riesgo su compresión. Conjura de un pasado, niño; preparación para la vida adulta en sus aspectos indivi-
pero también codicia de un porvenir: en Inglaterra y en los duales, conyugales y parentales; prevención de los trastornos
Estados Unidos, los consejeros conyugales abundan y gozan mentales por inadaptación escolar, etc. El sexo, tierra de
de una reputación tan buena como cualquier otra forma de misión, sigue provocando rivalidades de campanario, pero ya
psicoterapia. En ambos países, la ética protestante llevó ninguna querella de doctrina. También constituye el cierre
adelante a la vez el birth control y el counseilling, mientras del proceso iniciado con la Escuela de Padres. El círculo se
que en Francia la ética católica se replegaba en la celebración cierra. Partiendo de la escuela, de los problemas de inadapta-
de la pareja: no es casual que entre los fundadores del ción escolar, pasamos a los problemas de la procreación, de la
Planning familiar hubiera muchos protestantes. Emergen- vida familiar, de la armonía conyugal, y volvimos a la escuela
cia discreta, algo tímida, pero expansión rápida a través de la con la implementación de la educación sexual. En este
propaganda que le harán programas de radio como el de circuito escuela-familia, el operador de cada etapa ha sido el
Ménie Grégoire. psicoanalista. Él es quien autoriza el desplazamiento de los
La unión de ambas corrientes a finales de los arios sesenta problemas relativos al rendimiento escolar hacia aquellos
se opera en torno a la cuestión de la educación sexual, relativos a la armonía familiar. También es él quien instruye
una educación sexual que ya no se centra en las enfermedades
19 Ibíd.
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El cambio de actitud de los padres hacia sus hijos con relación
has, y es fácil comprender el entusiasmo que van a demostrar
al tema de la sexualidad puede servir como base para la
por el discurso psicoanalítico, los delicados consejos educati-
difusión en la vida familiar de métodos tales como los de
vos que van a impartir los discípulos de Freud a fin de
Maria Montessori o de Decroly. En síntesis, usted podrá
preservar a los niños de los traumas que podrían perjudicar
mostrar las cualidades que los padres deben adquirir para
su desarrollo." Cómo evitar los traumas, pero asimismo
llegar a ser verdaderos educadores, capaces de modificar
cómo detectar—en sus mentiras, en sus silencios— la huella de
mediante la intensidad de su acción la carrera escolar de sus
un problema relacional pasible de ser resuelto, y ya no el
hijos, de mejorar sus oportunidades en una época en que
augurio de un porvenir de perversos o débiles mentales. En
precisamente la nivelación escolar los amenaza.
los congresos de la Escuela de Padres, los médicos como
Por consiguiente, no se trata de oponerse a la escuela de
Robin suelen ser invitados, por mero respeto a la medicina.
manera reactiva; por el contrario, se trata de seguirle el
Adivinan el cuadro atroz de las degeneraciones, que poco
juego, pero de una forma tal que permita ampliar el papel de
inquietan a la asistencia, pues es bien sabido que las descrip-
la familia en vez de disminuirlo. Y de ese modo crear,
ciones se basan en niños delincuentes, en los hijos de las
paralelamente a la escuela, a su horizontalidad, una dimen-
capas populares. En ese mismo período, aparecen André
sión vertical de inculcación de los comportamientos familia-
Berge o el abad Viollet, recién empapados de psicoanálisis,
res donde los valores morales, las superioridades de las
quienes exponen los medios para destrabar tal o cual oposi-
competencias culturales y la disponibilidad afectiva puedan
ción, tal o cual dificultad en un niño. En su preocupación por
recuperar su verdadero lugar. Es decir: convertir a la familia
acoplarse con la escuela, la familia no obtenía de la psiquia-
una tierra de misión que se apoye en las exigencias escolares
tría sino una disyuntiva como toda respuesta: o bien enferme-
para revalorizar la importancia del registro familiar. Y ahí,
dad, o bien error de la familia. Más allá de la dificultad de
tercer relevo, interviene el psicoanálisis.
establecer la parte que le tocaba a cada cosa, esta fórmula
causaba rechazo en la familia porque dejaba traslucir una
¿En qué podía servirles la psiquiatría institucionalizada a las
culpabilización tanto directa (su hijo es un maleducado) como
personas preocupadas por hallar en la activación de la vida
indirecta (su hijo es un tarado). También frustraba a la
familiar un medio para reforzar las oportunidades de sus
escuela al conminarla a elaborar sus clasificaciones sobre la
hijos contra la "invasión de hordas escolares", para brindar-
base de categorías médicas, de modo tal que anulaba su
les una educación selecta, que la mayor apertura del secun-
función en la asignación de capacidades. En tanto que el
dario ya no garantizaba? En primer lugar, para diagnosticar
psicoanálisis, por principio, evitaba la fatalidad del diagnós-
el estado de sus hijos, responde Gilbert Robin, discípulo de
tico, valoraba la posibilidad familiar de enmendar el compor-
Heuyer, en un exitoso libro titulado L'Enfant sans défauts
tamiento del niño y dejaba soberanamente en paz al aparato
(1930). 29 "No hay niños perezosos —declara—, sólo hay niños escolar. Más aún, lo halagaba solicitando su deseo intrínseco
enfermos o niños maleducados." En cuanto a la enfermedad,
de perfeccionamiento pedagógico.
tenía mucho para decir. Su libro es una extensa enumeración
La cuestión de la inadaptación escolar impulsó la intro-
de etiquetas psiquiátricas sobre los comportamientos insa-
ducción del psicoanálisis en el campo social, mucho tiempo
tisfactorios de los niños: el "niño nervioso", el "niño deprimi-
antes de que se lo utilizara en las instituciones sanitarias en
do", y sobre todo detalla las infinitas variedades de perversio-
sentido estricto, y con efectos mucho más importantes. Apor-
nes, adquiridas, constitutivas, condicionadas, etc. En mate-
tará el principio de una flexibilización de las nosografías
ria de remedios, se vuelve más discreto y francamente mudo
psiquiátricas gracias a una flexibilización de las estructuras
en cuanto a qué permitiría distinguir una buena educación de
relacionales, un aflojamiento del cerco familiar. Operando
una mala educación, excepto por la referencia a una "sana
sobre la estrategia educadora de la familia, el psicoanálisis
autoridad". Esto no resultaba demasiado útil para las fami-
Véase asimismo G. Robin, Enfant d'aujourd'hui, 1932, y Guide du 30 Para un inventario de las obras psicoanalíticas destinadas a las
dépistage, 1936. familias, en ese período, véase Horst Richter, Psychanalyse de la famille,
Payot, 1971.
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191
confesión se observa fácilmente entre todos los técnicos de la
introduce en ella un interés por la observancia de las normas vida relacional, ya sea que ejerzan en consultorios muy
sociales, sin chocarla de frente sino, es preciso decirlo, apo- privados, en edificios públicos o bien que se difundan por la
yándose en su deseo. La volverá permeable a las exigencias radio. Entre los psicólogos, en sentido estricto, tenemos el
sociales, buena conductora de las normas relacionales. doble juego de los tests y de la anamnesis. Inventario-peritaje
¿En qué consiste, pues, la solución del psicoanálisis frente de las posibilidades individuales y relato-confesión de la vida
al heteromorfismo de la familia y de sus aparatos sociales? familiar. Entre los educadores sexuales, tenemos un juego de
¿Qué técnica es esa que permite armonizar las diferencias de alternancia entre preguntas sobre la norma y preguntas que
régimen entre una instancia como la familia tradicional, que incitan a la "implicación" en la evaluación de su relación con
funciona sobre la base del intercambio de sus miembros la sexualidad.
conforme a reglas que combinan la determinación genealógi- Sea como fuere, estas técnicas relacionales constituyen
ca y las estrategias de alianza, y que por tanto requiere de su algo más que la mera yuxtaposición del antiguo prestigio del
parte una disponibilidad ante sus propios objetivos, y, por cura y el nuevo prestigio del médico. De otro modo no podría
otra parte, una instancia como la escuela, que produce indi- entenderse por qué se volvieron objeto de una demanda tan
viduos según ciertas normas, y decide acerca de su califica- importante. Sobre todo no podría comprenderse por qué el
ción para orientarlos socio-profesionalmente? ¿Qué permite cura fue progresivamente liberado de su función confesional
reducir la brecha entre el registro de la gestión religiosa, y (reservándose este el derecho a reconstituir en la figura del
por ende familiar, de la sexualidad y el de su gestión médica, cura-analista, paralela a la del cura-obrero), ni por qué el
y por ende social? ¿Qué permite reunir la confesión y el médico renunció a su función de guía de las familias, que
peritaje? tanto anhelaba tener (reservándose el derecho a convertirse
Una mirada rápida al funcionamiento de los consejeros en un experto psicosomático). ¿Qué hay, pues, en la técnica
educativos, sexuales, conyugales, que florecieron en torno a relacional que requiera la formación de nuevos técnicos? La
este problema, da la impresión de un compromiso precipitado novedad que aporta, y que hace a su eficacia específica, es la
entre ambos registros, de una mezcla en dosis variables de lo implementación de un procedimiento de circularidad entre
escolar y de lo familiar, de lo médico y de lo religioso, del las prácticas de peritaje y de confesión. Entre los psicotera-
peritaje y de la confesión. La Escuela de Padres es el escena- peutas y los consejeros conyugales, el principio del diagnós-
rio de una suerte de concertación permanente entre padres y tico se mantiene como condición previa (puede servir para
educadores. Y en ese marco los médicos vienen a iniciarse en eliminar casos demasiado "pesados"), pero a la vez es formal-
la escucha de los problemas familiares. Los curas comienzan mente anulado de entrada, tratado en apariencia como pro-
a absorber el vocabulario familiar, a detectar la patología en visorio y sobre todo no-preferido, no-inscripto. Suspensión
el relato de las faltas. Como símbolo de esa inclinación a la decisiva, puesto que se cancela la hipoteca de un juicio a
síntesis, podría señalarse el nacimiento en 1936 de la revista priori, crea una apertura por donde ha de transitar el relato-
L'éducation, reagrupamiento en torno a la Escuela de Padres confesión, el discurso testimonial de donde precisamente
de la antigua Revue familial d'éducation, órgano de la fede- puede surgir una revelación a posteriori mediante el "traba-
ración general de las familias, dirigido por el abad Viollet, jo" del sujeto sobre su discurso, que ya no es conminado a
especialista de la confesión y de los círculos de preparación servir únicamente para la verificación de un a priori. Despla-
para el matrimonio, y de la revista Éducation, boletín peda- zamiento circular que elimina la obsesión por el dirigismo,
gógico dirigido por Bertier, ex patrón de la Escuela de Roches, puesto que la formulación de todo juicio social está asociada
gran aficionado a las innovaciones pedagógicas. Mme Vérine, a su posible cuestionamiento a través de la participación del
entre el doctor Berge, el abad Viollet y el pedagogo Bertier, sujeto. La resistencia del individuo, al igual que la resisten-
¿no es el anuncio del tríptico habitual de los actuales progra- cia de la familia a las normas, ya no es sino una resistencia
mas radiales de Ménie Grégoire, acompañada ya de un cura interna a un proceso del que podría resultar un mayor
sexólogo, ya de un psiquiatra, o bien de ambos? En términos bienestar para él, para ella. La resistencia a las normas
generales, la co-presencia de la forma peritaje y de la forma
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sociales se convierte en resistencia al análisis, bloqueo mera-
mente negativo y ciego a su propio bien. El poder de la por la escuela, se debe a que usted se ha hecho responsable de
tecnología relacional radica, precisamente, en el hecho de su destino al punto de anularla, a ella, de impedir que su deseo
que no impone nada, ni nuevas normas sociales ni antiguas se manifieste. ¿Y qué otra cosa es la escalada de reproches
reglas morales. Su poder radica, por el contrario, en el hecho recíprocos en los conflictos conyugales, sino la negativa de
de que las deja flotar, unas en relación con las otras, hasta ambos a tomar en consideración aquello que se quiere que el
que encuentren su punto de equilibrio. Constituye, en senti- otro escuche? ¿Y qué es la educación sexual sino, precisamen-
do estricto, una técnica económica. La más económica en te, una actividad de prevención de los riesgos de fracaso y de
materia de costo, tanto administrativo como conflictivo. Se conflicto mediante la afirmación de que la sexualidad sirve
comprende ahora por qué el médico renunció a una clase de ante todo para comunicarse? Tercera y última operación: la
función en que habría perdido la solidez de su terreno, la identificación de las causas de esos déficits. Pues, ¿qué es lo
tranquilizadora claridad del diagnóstico. Se comprende asi- que perturba tanto las comunicaciones, disgrega los mensa-
mismo la dificultad que deben de experimentar los curas para jes, falsea las percepciones? Son precisamente falsas percep-
adherir a estos métodos que, excepto por la flotación de los ciones, imágenes-pantalla, concreciones psíquicas construi-
valores y de las normas, les deben mucho. Tantas más das tanto a partir de arquetipos como de la asunción de la
dificultades han de experimentar cuanto que no tienen posi- realidad de los otros, de proyecciones tanto o más que de
bilidad de repliegue. reconocimientos: tomar conciencia de que esos artefactos
El primer trabajo, del técnico relacional consiste, pues, en rigen la organización de nuestras relaciones, de que la parte
desalentar la demanda de peritaje. No espere de mí una de ceguera que hay en nuestros conflictos y nuestros fracasos
opinión, un consejo inmediato e imperativo, un discurso resulta de la pregnancia de un antiguo deseo capaz de ocultar
verdadero sobre su caso. O bien, si, como ocurre en los Centros una realidad presente, esa es la forma en que podrá reajustar
Médico-Psico-Pedagógicos, se hace un inventario de las apti- sus relaciones, volver a evaluar una situación. 31
tudes intelectuales del niño, no crea que se trata de una En este recorrido, el concepto clave es el de "imagen". Al
conclusión, sino de un punto de partida. Usted me consulta ponerlo en evidencia, es posible hacer pivotar al sujeto, hacer
para saber si los mediocres resultados escolares de su hijo se que lleve a cabo su propio peritaje, puesto que él mismo ha
deben a una tara hereditaria o si lo hace a propósito. De echado luz sobre su error, y a la vez lograr que acepte aquello
cualquier modo, no se deben a ninguna de las dos cosas, y si que se negaba a escuchar, ver o hacer, puesto que ya no es un
los tests revelan una desnivelación entre sus capacidades y su asunto de moral, de leyes o de méritos, de posible o imposible,
rendimiento escolar, precisamente por eso usted debe contar- sino que todo pasa por él, por su equilibrio relacional, su pleno
me cómo se porta en la escuela, en casa, cómo se lleva con sus desarrollo psíquico y sexual. El esfuerzo de los técnicos se
hermanos, con usted, cuáles son sus propias actitudes educa- centra, pues, en los métodos de evocación de esas imágenes.
tivas, sus problemas, sus acuerdos o desacuerdos conyugales. Ejemplo: el dibujo de familia en los Centros Médico-Psico-
Además de hablarme de sus conflictos con su esposa o esposo, Pedagógicos. Tome un niño de ocho a quince años que padez-
dice el consejero conyugal, hábleme de usted, de las condicio- ca inadaptación escolar. Dele una hoja, un lápiz negro y
nes de su matrimonio, de su infancia, de sus vínculos con sus lápices de colores. Pídale que dibuje a su familia. No hay
padres. Una segunda operación del técnico consiste en basar- riesgo de negativa en esa franja etaria, siempre aceptan.
se en ese relato para mostrar la relación entre el problema Sepa de antemano que en el caso de una familia normal los
evocado y una serie de déficit de comunicación entre los personajes suelen estar distribuidos en dos filas horizontales,
miembros del grupo concernido. ¿Acaso no puede ver que, si las superiores (los padres) y las inferiores (los hijos), que están
su hijo no estudia en la escuela, se debe a que su padre no se
" Elaboro esta descripción a partir de una encuesta sobre los Centros
interesa en su actividad escolar, sólo le transmite sus senti- Médico-Psico-Pedagógicosy los grupos de consejos conyugales, así como a partir
mientos bajo la forma del enojo frente al fracaso escolar? O de la consulta de obras como L'enfant et les relations familiales, de Porot, PUF,
bien que, si su hija, pese a ser muy inteligente, no se interesa 1954; La consultation conjugale, de Guy Rucquoy, Dessart, Bruxelles, 1974; Le
conseil conjugal et familial, de Rolande Dupont, Casterman, 1972.
194
195
dibujados con simetría y que los colores sirven para marcar los ción de su apreciación de la realidad en nombre de sus afectos
atributos distintivos, su polaridad grave o leve. Entonces, si familiares. Esta niña pequeña, muy inteligente por lo demás,
el niño localiza a todos los miembros de la familia sobre una • no presta atención en clase y emplea su tiempo en inútiles
misma línea, usted ya puede ir sospechando que su familia travesuras. El dibujo de familia revela que mantiene con su
está en alguna medida mal estructurada. Si al pasar se olvida padre una relación propia de una hermana menor con su
de alguno de sus miembros, ya tiene el indicio de una dificul- hermano mayor, vínculo que la mantiene en una inmadurez
tad relacional con la persona en cuestión, dificultad que el beata. Ahora bien, ¿por qué el padre tiene esa necesidad de
niño ha querido resolver borrándola simbólicamente. El or- (volver a) desempeñar un papel que no le corresponde? ¿Qué
den en el cual los personajes se suceden dice mucho, asimis- clase de insatisfacción lo perturba al punto de perjudicar sus
mo, del lugar que el niño concibe que le dan en su familia. La objetivos oficiales? ¿Qué significado tiene esto en el plano de la
asimetría que pudiera afectar a algunos de sus personajes, o pareja? Tal niño es inestable en la escuela, se fuga cuando está
a sí mismo, las coloraciones turbias o claras, las mutilaciones en la casa. La madre lo lleva al Centro Médico-Psico-Pedagó-
de miembros, permiten afinar aún más la representación que gico. Habla mucho del niño, de sí misma, de sus preocupaciones,
el niño tiene de su familia. Tal personaje no tiene manos: ¿no pero no dice nada de su marido, o bien lo hace con displicencia.
será que sólo se sirve de ellas para golpear? Tal otro no tiene El hecho de que el padre no exista en el discurso de la madre, que
brazos: ¿no será que no demuestra afecto alguno, pese al deseo no lo designe como poseedor de autoridad alguna, esa carencia
del niño? De tal modo, el dibujo de la familia permite poner de de imagen paterna alimentada por la madre, ¿no es acaso la
relieve todas las pequeñas o grandes anomalías familiares. causa de la inestabilidad del niño? Y ¿qué significa, en cuanto
Un niño miente, roba, es agresivo, colérico o, por el contrario, a la calidad de la relación conyugal, la parte de insatisfacción
es inhibido y pasivo. Todos ellos son signos de protesta contra que se perpetúa en ella? En este caso, el Centro Médico-Psico-
aquello que no funciona en la estructura familiar, y el dibujo Pedagógico cumple una función de consejo conyugal. El niño
de la familia va a revelarlo. Al expresar a través del dibujo su constituye el elemento probatorio de una disfunción de la
malestar, su situación, el niño proporciona a un mismo tiempo familia, el elemento ideal para operar en su seno modificaciones
una evaluación del medio familiar. internas, puesto que es el punto de confluencia entre el deseo
Los centros médico-psicopedagógicos son sin duda alguna social y el deseo familiar. Entre el diez y el veinte por ciento de
los mejores lugares para apreciar la capacidad de injerencia los padres de niños seguidos en un CMPP, lleva adelante una
del psicoanálisis en el campo familiar. Al señalar como fuente del psicoterapia en el mismo establecimiento. Y es frecuente encon-
fracaso escolar una mala regulación de las imágenes, la trar niños que, sin presentar trastornos serios, siguen una
técnica "psi" no incrimina a una persona en particular ni a un psicoterapia únicamente para proporcionar una cobertura ad-
comportamiento erróneo, sino a las relaciones establecidas en ministrativa por la asistencia brindada a sus padres.
el interior de la familia y a las representaciones mentales La consulta conyugal utiliza un procedimiento del todo
inconscientes de sus miembros. No practica la conminación a equivalente. El síntoma aquí es, por orden de frecuencia, la
cambiar de normas, sino la incitación a reequilibrar las impotencia, la frigidez, las enfermedades psicosomáticas, los
actitudes en nombre de sus efectos sobre los demás miembros. trastornos de los hijos. La grilla de referencia de los compor-
Tal niño padece de una inhibición neurótica en el trabajo tamientos normales puede estar representada por el cuadro
escolar: la psicoterapia revela un vínculo entre esa inapeten- . de la complementariedad de las necesidades. Complementa-
cia y el discurso del padre. Este es conductor en la Empresa riedad para la pareja en la esfera económica, sexual, en la del
Autónoma de Transporte de París y vive su trabajo como algo fortalecimiento del yo y la reorientación. Tomo aquí el ejem-
que no sirve para nada, que tan sólo lo conduce a la muerte. plo del cuadro de Pollak, que describe la naturaleza de las
Esta representación de su propio trabajo no es denunciada funciones que deben desempeñar los miembros de la pareja
como nociva en sí misma. No se discutirá con el padre sobre en cada uno de esos ámbitos, en cada una de esas etapas de su
la realidad de su trabajo, sino sobre su repercusión psíquica existencia, antes de los hijos, con ellos y tras su partida del
inconsciente en el niño. El padre será inducido a una reevalua- hogar. Entre el no-cumplimiento de estos roles y la aparición
196 197
del síntoma, entre la esfera de las necesidades y la queja, el sociales hallan en la teoría del rol de las imágenes un principio
de conversión de unos en otros. Entre el riesgo de rigidez
vínculo explicativo es provisto por el análisis de las proyeccio-
nes que hacen uno sobre el otro los miembros de la pareja en jurídica de la familia y el de un imperialismo costoso y
el momento de elegirse o por las modificaciones de las coorde- nivelador de las normas médicas, el discurso sobre el rol
nadas a partir de esa elección inicial. La orientación de esas socializador de las imágenes parentales propone un principio
proyecciones, de esas imágenes, puede sufrir variaciones que de reajuste automático de ambas instancias. No las anula,
las entrevistas y los cuestionarios permiten sopesar en fun- desactiva los riesgos de conflicto y las combina de manera
ción de dos criterios: su mayor o menor proximidad con las funcional. Contra el dominio familiar, pone en juego la liber-
figuras parentales y su distancia con respecto a la gama de tad del niño, la sexualidad de la mujer. La relación del niño
comportamientos posibles del otro miembro de la pareja. Esta con sus padres ya no es analizada en el marco de la herencia
construcción puede estar más o menos cegada por imágenes y de la transmisión, sino en función de su mayor o menor
iniciales (parentales), o bien más o menos-en contradicción estructuración, y asimismo en función de su mayor o menor
con las disposiciones del otro. En función de estos criterios la éxito en la emancipación del módulo familiar. La filiación ya
conyugalidad será normal (complementariedad), neurótica no es del orden de la fatalidad, sino que se constituye en torno
(impotencia, frigidez, extraconyugalidad) u homosexual (du- a ,las imágenes identificatorias perfectibles que los padres
das de uno de los miembros sobre su identidad sexual). Por puedan ofrecer. La maduración no implica recepción de una
consiguiente, el trabajo del consejero conyugal consiste en herencia, de un destino, sino atenuación de la pregnancia
traducir un sufrimiento en disfunción y remitir esa disfunción familiar, sustracción a los deseos de la familia, liberación en
a una inadaptación de las imágenes y de las realidades; en relación con los deseos posesivos de los padres. La adecuada
síntesis, consiste en decir: si no quiere modificar su realidad, estructuración del niño supone, pues, la destrucción de la
modifique sus imágenes, si no quiere modificar sus deseos doble moral que falsea su percepción de los adultos y propor-
(sus imágenes), cambie de realidad, lo central es que la cosa ciona imágenes de estos últimos cargadas de duplicidad
funcione. patógena. La liberación supone la apertura del círculo fami-
¿Qué era lo disfuncional ene! antiguo régimen familiar? 1. La liar y, por tanto, del rol sacrificial de la madre, cuyo principal
atención exclusivamente orientada a las sanciones matrimo- objeto de inversión libidinal era el hijo, en provecho de su
sexualidad.
niales de su influencia, de su importancia, es decir, la forma
exterior, visible de su poder; 2. correlativamente, el gran
poder de la familia sobre los niños, instrumentos de su
D. LA FAMILIA LIBERAL AVANZADA:
perennidad y de sus ambiciones, en suma, la primacía de la
FREUD Y KEYNES
filiación. Ahora bien, todo cuanto ha sucedido en torno a la
Escuela de Padres consistió en operar una transferencia
táctica de los antiguos poderes de la familia, sus poderes ¿Por qué tanto interés por la historia –se preguntarán–, por
externos, orientados principalmente a cuidar el buen nom- qué tanta insistencia en los arcanos familiaristas de la
bre, contraer alianzas útiles para sí misma, en provecho de introducción del psicoanálisis y de la liberación sexual, pues-
sus poderes internos, con el objetivo de preservarse un efecto
to que ambas han triunfado ampliamente y que pese a todo
específicamente familiar en la distribución de las cualidades hoy vivimos en plena crisis de la familia?
culturales y de las posiciones sociales. Desplazamiento deci- Ya nadie considera a la familia como la forma esencial de
organizac s-,--171-nrui; inmutáble ber
sivo de su parecer exterior hacia sus modalidades relaciona-
les internas. Inserta en este desplazamiento, la operaciona-
ada a cu"-TiErp
a recio. Un súbito pudor domina a
lización del psicoanálisis aporta una fórmula flexible y útil aquellos mismos que en el pa–s— a-slo se -constituyeron en sus
heraldos. Los animadores de ld ^Escuela de Padresleclaran
para resolver los roces creados entre las exigencias sociales y
las ambiciones familiares. Puestos en flotación unos en rela- que "hoy en día, desde su pliestn"lik i_7,1nervación„nwxen
esbozarse,un esquema lalaI del grupo.Éamiliu. El problema
ción con otros, los comportamientos familiares y las normas
199
198
más importante es el de la inversión afectiva hecha en el nivel dos, de aquellos que buscan un sentido para sus vidas, de
de ese agrupamiento bajo un mismo techo, que, por su poder aquellos que no aprendieron a vivir. Ese es, pues, el ámbito
mismo, podría perjudicar la autonomía respectiva de sus donde hay que intervenir para encontrar soluciones, obrar
miembros. En definitiva, en la actualidad cada componente positivamente, registrar esos sufrimientos, mezclar nues-
del grupo debe procurar no ser marcado con ninguna etique- tras voces al concierto de redentores o callar. ¿Usted tiene un
ta, sea la de 'niño', sea la de 'padres', sino simplemente ser libreto, un plan. un_ provecto experimental, ún,1,..pPqn eña
'personas' que logren aceptarse mutuamente en sus roles y
deseos respectivos, es decir, que logren quererse". 32 "Agrupa- ier o —j-
ra cosa
---"que -----
proponer? No lo dude, el Estado es
ctratrIT—t
miento bajo un mismo techo", ¡qué eufemismo, cuántas pin-
comprao peanI s estarán interesados. ¿No
zas para hablar de la familia! Al Planning familiar mismo, de tiene nada que ofrecer? ¿Las fórmulas comunitarias le pare-
familiar sólo le queda el nombre. Desde 1973, está orientado cen ilusorias, meras transposiciones a una escala más vasta
a "la revalorización de la persona, a su desarrollo en su del egocentrismo familiar? ¿Denuncia la soledad en que se
integridad psicosomática por fuera de los roles tradiciona- encuentran los individuos, la miseria de sus vidas afectivas,
les", a la "reinserción de la sexualidad en todos los niveles de la insipidez de sus existencias? Entonces, usted comprende
lo cotidiano", a la "sexualización de la Sociedad". 33 Todos esos que es necesario hallar una solución, que los consejeros y los
grupos que en el pasado deseaban defender a la familia "psi" son precisamente las personas que intentan hacer algo
contra el asalto de una normalización autoritaria hoy en día al respecto, como pueden, con el máximo de honestidad, de
solo buscan la mejor manera de conjurar sus perjuicios. neutralidad. Con ellos, olvídese, excepto bajo forma residual,
Quieren borrar ese marcado, las etiquetas que atribuye a sus de moralismo, de dogmatismo. No destinan a nadie de mane-
miembros a expensas de su autonomía social. Pero asimismo ra autoritaria a la vida familiar, pero tampoco se proponen
colmar sus carencias, socializar cuando menos una parte de destruirla. Simplemente quieren ayudar a las personas a
las funciones afectivas, sexuales, que no asumen sino imper- vivir su situación en una coyuntura inestable donde los
fectamente, perjudicando de ese modo el equilibrio, el pleno parámetros más sólidos han desaparecido y donde el indivi-
desarrollo "psico-sexual" de los individuos. Constataciones y duo siente la necesidad de ser respaldado pero no dirigido.
críticas designan un mismo riesgo de fracaso en dos peligros Imparable argumentación si se aceptan los términos en
opuestos: su repliegue temeroso sobre sí misma, que puede que está planteada, es decir, la crisis de la familia como
convertirla en un espacio de resistencia pasiva, un refugio recaída de una evolución de las costumbres, el desarrollo del
abusivo que protege a sus miembros de los riesgos externos, psicologismo o del psicoanálisis como solución, como la res-
pero que los inhibe gravemente en su vida social, o bien su puesta menos mala posible para esa situación. Ahora bien,
dislocación, su atomización por el incremento del celibato, de ¿qué sucede con este razonamiento si se recusan sus postu-
las relaciones casuales que no brindan la seguridad suficien- lados, si se identifica como un mismo proceso, en absoluto
te para permitir a los individuos una autonomía social de inocente en términos políticos, la emergencia de la familia
funcionamiento. De ser considerada un pilar de la sociedad, moderna y la expansión de los organismos "psi"? ¿Qué queda
la familia pasó a ser en estos discursos el lugar donde la de este persuasivo discurso si se vuelve a considerar el
sociedad corre el riesgo constante de desarticularse. problema desde la perspectiva de esta constatación? Tan
Sólo hace frente a este desasosiego la multiplicación de extenso rodeo se había vuelto necesario para recusar el modo
consejeros, psicólogos, cuyo número nunca llega a ser sufi- de cuestionamiento circular en el que ha quedado atrapada
ciente para responder a la demanda de padres desarmados, de toda reflexión, tanto sobre la familia, como sobre las profesio-
niños extraviados, de parejas desdichadas, de incomprendi- nes que florecen en su entorno. De las lecciones de esta
32 Presentación de la Escuela de Padres en el número de la revista genealogía de " • • ", odemos extraer la necesidad
Autrement, bajo el título "Finie la famille?", 1976. e un esplazamiento de la pregunta. En vez de emprender la
Simone Iff (presidente del Planning familiar,) Dernain la société tramposa búsqueda de una solución a los evidentes malesta-
sexualisée, 1975. res que se desarrollan en torno y en el interior de la vida
200 201
cional y la psicopedagogía serán difundidos según las mismas
familiar, debemos preguntarnos: ¿cuál es el problema al cual modalidades, según el mismo intervencionismo tecnocrático
esta crisis de la fam1hayQa pQIj-
, e e e e n utilizado en el pasado para vender las cajas de ahorro y la
cdiijuntamenr— e una solución? escolarización: la incitación promocional y la consecuente
CdrigtitüVe–n–éii-liffriéT-Tilgar y ante todo un me dio para culpabilización de las familias, que, por su resistencia, des-
eludir la primera formulación política del problema de la perdician las oportunidades de sus miembros. En el lanza-
normalización de la sexualidad. Tanto en su forma "socialis- miento del Planning familiar resuena el eco de un discurso
ta", higienista y antifamiliarista, como en su forma pétainis- que tiene dos siglos de antigüedad, el de esos hombres y esas
ta, moralista y tradicionalista. Cuando en los años cincuenta mujeres que habían emprendido la lucha contra el oscuran-
la cuestión de la liberalización de la sexualidad y la de la tismo de las costumbres, en pos de liberar a las masas de sus
procreación voluntaria vuelven a instalarse en la escena trabas mentales, de sus miserias antaño materiales y mora-
política, los términos del debate se habían modificado radi- les, hoy sexuales y afectivas, para que tengan menos hijos y
calmente bajo el efecto del encuentro táctico entre, por un sobre todo menos inadaptados.
lado, la política cualitativa de las familias acomodadas, su
repliegue sobre sí mismas, la búsqueda de una optimización
de sus vínculos internos, y, por otro, las enseñanzas adapta- Esta reconciliación del sexo con el buen tono filantrópico
das del psicoanálisis y de todos sus derivados. La familia disipa, pues, la parálisis política que había provocado. Ya no
burguesa dejó de ser un lugar de resistencia a las normas hay desafíos globales, sociatricidas, sino resistencias, las de
médicas que amenazaban su integridad y el juego de sus los cuerpos constituidos, los grupos y las corporaciones inte-
privilegios para convertirse en la mejor superficie de recep- resadas en la perpetuación del antiguo orden de cosas: el
ción. Ya no es necesaria una decisión central puesto que el partido comunista, la Iglesia y el consejo de la orden de los
llamado proviene de esos microfocos de iniciativa, de esa
médicos.
periferia que es la familia misma. El control de natalidad, la La actitud del partido comunista es reveladora de ese
psicopedagogía, la preocupación por la vida relacional se desplazamiento del problema de la sexualidad. Todos recor-
suman al almacén bien provisto ya de la "calidad de vida" darán la violenta hostilidad del Partido Comunista Francés
burguesa. Pasado cierto momento de distancia, funcionan ante el Planning familiar, en sus inicios, así como las decla-
perfectamente en ese micromedio ya organizado durante los raciones vigorosamente "antimalthusianas" de Jeannette
siglos xviii y xix sobre el modelo del liberalismo espontaneís- Vermeersch y Maurice Thorez. Expresan el antiguo temor
ta, de la facultad contractual. La "liberación protegida" que ante una solución individualista de la cuestión social. Las
caracterizaba la educación de los niños se desarrolla a la organizaciones obreras asumieron esta posición retráctil
perfección en las aplicaciones de las enseñanzas de Decroly, frente a casi todas las innovaciones en materia de tecnología
Montessori, Spitz y sobre todo Freud. Las buenas lecturas social. Los guesdistas (ancestros del Partido Comunista
para evitar traumatizar a los niños, las direcciones adecua- Francés en los años 1880-1890) habían comenzado por de-
das cuando hay problemas, todo eso dilata el deja-vu, prolon- nunciar la escolaridad obligatoria como medio de dominación
ga la impresión de que ya ha sido hecho: el estrechamiento y división de la clase obrera. Hostilidad a la que pronto siguió
táctico de los padres en torno a los hijos contra los prejuicios una actitud inversa. Lo malo ya no es la escuela, sino la
educativos y las torpezas domésticas, contra los peligros y las escasez de créditos y medios que se le asignan, así como el
corrupciones de la calle. El control de los nacimientos y la hecho de que no haya suficientes escuelas. Lo mismo sucede
"liberación" de la mujer se fundan en la antigua vocación a principios de los años sesenta con relación a la maternidad
social, esa función de embajadora de la cultura. Y, natural- voluntaria, y de manera general con todas las técnicas asocia-
mente, como en el pasado, las familias obreras, las familias das al mejoramiento de la vida familiar y a lo relacional.
"humildes", serán el objetivo de su misión de propagación de Puede leerse en las obras de Bernard Muldworf, psicoanalista
estas nuevas normas que tan bien les permiten vivir. La del Partido Comunista Francés, el proceso de canonización
"libertad sexual", el control de la natalidad, la exigencia rela-
203
202
"marxista" de las "reivindicaciones" en materia de calidad de más acérrimos adversarios, en un principio, fueron los médi-
vida familiar y de servicios psicológicos. cos, porque sus clientes no siempre hablaban bien de ellos en
Cada vez que el Partido Comunista se crispa contra alguna mi programa de radio. Algunos incluso pensaban que les
reforma y luego se propone digerirla exigiendo su expansión sacaba clientes. Cierto sector de la iglesia tampoco estaba
más rápida, más amplia, desplazando una negativa teórica muy contento. La confesión estaba en franco retroceso y
hacia una exigencia cuantitativa, podemos estar seguros de tenían la impresión de que yo era una competencia, pues si
que la filantropía se ha sumado un punto. Extraño juego en que bien hacía algo diferente, mis interlocutores buscaban algo
el agente de una resistencia a la manipulación "burguesa" de las semejante. Sin embargo, algunos curas me escribieron para
masas se convierte —para preservar su función de representan- decirme: 'Escuchándola a usted, yo aprendo a confesar'".
te del descontento popular— en el mejor agente publicitario de Una primera línea de transformación de la familia se
los medios de promoción individual; aquel que, al exigir su esboza en la confluencia de dos dimensiones originarias del
extensión, difundirá en todas partes y defenderá a cualquier aggiornamento familiar. El repliegue táctico de la familia
precio la creencia en su utilidad intrínseca. sobre sí misma y la difusión de nuevas normas operan una
Mutis al último escollo político con el Partido Comunista intensificación de la vida familiar. Concentrada sobre sí
Francés. Pero aún quedan las oposiciones corporativas de la misma, más atenta que en el pasado a los mínimos detalles
Iglesia y de la fracción conservadora del cuerpo médico. A de la educación de los niños, la familia se vuelve una ávida
primera vista, su oposición también es ideológica. La Iglesia consumidora de cuanto pueda ayudarla a "realizarse". Vitia
defiende valores morales fundadores de la familia tradicio- Hessel, psicoanalista, novelista por añadidura, dedicó a la
nal; el consejo de la orden de los médicos se opone al aborto descripción de esa activación frenética de la vida familiar un
en nombre del respeto a la vida. Sin embargo, en la práctica, libro titulado Le temps de parents, que bien podría haberse
es bien sabido a qué beneficios profesionales, sociales y llamado Le temps des psi. En esta obra, expone el proceso de
políticos corresponden estas opciones. Al renunciar a su responsabilización psicopedagógica de los padres desde la
función de aliada y tutora de la familia, la Iglesia pierde la última guerra, principalmente en las capas medias, donde el
base sólida para su inscripción en el cuerpo social. La figura niño constituye, según su propia fórmula, una suerte de
del médico de familia también se ve amenazada por la plazo-fijo. Los padres de antes tenían, por cierto, ambiciones
modernización de la familia, que la reduce a un ejercicio más para sus hijos, pero sus motivaciones eran demasiado prima-
pedestre o público de su arte. El consejo de la orden de los rias, sus especulaciones muy francas. Brindaban una educa-
médicos se aferra a su antigua posición de notables, a esa ción a los hijos para que pudieran ascender en la escala social
relación con su clientela tan próxima del clientelismo en y, de ser necesario, para ser mantenidos decentemente por
política y fuente de un poder que puede precisamente reper- ellos algún día. Conservaban celosamente el poder sobre sus
cutir en ella. En cuanto a la facción del cuerpo médico que hijas a la hora de ordenar sus alianzas y controlar su porvenir
desde el neomalthusianismo se propuso ser agente de una patrimonial. Para los nuevos padres, que tienen derecho a la
liberalización sanitaria de la familia, participa activamente jubilación de los cuadros ya la caja complementaria, las cosas
en el movimiento, aun cuando tiene dificultades para preser- son menos simples y ya no tiene mucho sentido considerar a
var los beneficios conquistados en el pasado. Pues aquello los hijos como bastones de la futura vejez o instrumentos de
que salió a la luz después de la última guerra es que las líneas ambiciones precisas. "En su fuero interno, los padres comien-
de transformación de la familia operan al mismo tiempo la zan a acariciar promesas de éxito, la revancha, más aún, esa
descalificación de su antiguo entorno médico y religioso, en parte lícita, de sueño que la sociedad consentía dejarles. Los
provecho de un nuevo marco, el de los "psi". Interrogada por padres especulan, pues, frente a esas cabezas despeinadas
Paul Giannoli en France-soir, el 9 de noviembre de 1976, por el sueño, esos cachetes embadurnados de mermelada,
sobre su vínculo con las "personas del oficio", Ménie Grégoire como sus tatarabuelos lo habían hecho sobre sus buenos
responde lo siguiente: "Los psicoanalistas me conocen y rusos,* y, como toda especulación, las suyas están impregna-
reconocen que lo que yo hago forma parte de su 'familia'. Mis das del conformismo más dócil. La sociedad dicta sus mode-
204 205
los, ellos procuran reproducirlos. [...] Ya no está permitido,
como en un remoto pasado, que los niños salgan mal. La había un malentendido más o menos camuflado en el encuen-
Escuela de Padres vela por ello, al igual que el servicio de tro entre el familiarismo y el psicoanálisis. El desplazamien-
orientación y las revistas de difusión masiva. Una nueva to del interés familiar del exterior hacia el interior, su
ciencia ha nacido en ese contexto de optimismo psicológico y recentramiento sobre el afinamiento de las modalidades
fiebre relacional durante el período de posguerra. El europeo internas de ajuste de la relación padre-hijo y hombre-mujer:
de los años treinta y cuarenta en cierta medida había logrado la familia no hacía todo ello por nada. El objetivo era recupe-
ignorarla; pero el de los arios cincuenta y sesenta recibía, en rar en ese terreno privado un poder específico de la familia,
plena cara, las ráfagas de sus consejos contradictorios". Tras una pregnancia sobre sus miembros, una capacidad de cali-
los discursos sobre los defectos del niño, vinieron obras tales ficación de sus hijos que estaba perdiendo en el terreno
como L'enfant, miroir des parents [El niño, espejo de los público. Actitud compensatoria, táctica, inevitablemente
padres], de Roland Jaccard. Los "padres" son permanente- generadora de una sobreinversión. Ahora bien, la normaliza-
mente conminados a luchar contra un enemigo: ellos mismos. ción relacional, la operacionalización del psicoanálisis iría
"Prohibido preocupar al niño, les decían los psicólogos. No más bien en el sentido de una "impotencialización" funcional
dejen que se duerma, replicaban los profesores. Está ansioso, de la familia. El psicoanálisis no "revela", no pone "en teoría"
por eso trabaja mal, señalaba el pediatra. Los padres bajaban una relación de connivencia a priori de la familia y de la
la cabeza: si el niño estaba ansioso, la culpa era de ellos. No sociedad, una armonía preestablecida, una relación de arti-
está motivado, descubrían los psicólogos. Falta de motiva- culación natural del tipo microcosmos-macrocosmos. La dife-
ción, los padres enloquecían: habían fracasado. ¿Aún esta- rencia de régimen de poder entre la familia y la sociedad es
rían a tiempo de subsanar el problema? No lo asusten, les demasiado grande para que todos los intentos de codificación
decían. Háganle entender que la vida es una lucha, añadían. precisa del comportamiento familiar no terminaran fraca-
Protéjanlo, les ordenaban. Expónganlo, de otro modo lo sando. La fuerza del psicoanálisis radica precisamente en
convertirán en un despojo humano. Prohibido sobreproteger- que opera sobre esta desnivelación para mostrar cómo la
lo. Prohibido traumatizarlo. Prohibido proyectar en los niños familia puede ser responsable de la mala socialización de tal
sus propios sueños fallidos. Prohibido renunciar. Prohibido o cual de sus miembros. En la práctica, no lo incrimina sino
emprender."34 Es sabido cómo las revistas de gran difusión del en ocasiones. En teoría, la reconoce como instancia capital,
tipo Parents, Psychologie, Marie-Claire han utilizado ese pero bajo una forma que implica su desvitalización, la anula-
carácter hábilmente contradictorio de los consejos "psi" para ción de su voluntad de ser un protagonista social autónomo.
alternar estrepitosas revelaciones sobre los peligros, ya de la Ratifica y valoriza las disposiciones clásicas de la familia, el
falta de iniciativa familiar, ya de la función inhibidora de sus rol del padre, de la madre, pero a un mismo tiempo reduce al
excesos. estado de esqueleto su antigua organización estratégica, que
Una segunda línea de transformación, aparentemente ahora sólo vale como constelación de imágenes, superficie de
contradictoria, corre en el sentido de una desestabilización inducción de las relaciones, simulacro funcional.
de la familia. Sin embargo, operan los mismos ingredientes: Esto explica por qué el psicoanálisis pudo ser tanto parte
la atención a la infancia, la preocupación por la calidad de activa en el tema de la "familia feliz" a comienzos del Plan-
vida sexual y afectiva. Pero los efectos que producen juegan, ning familiar, como servir de referencia al posterior movi-
en esta línea, en contra de las estrechas limitaciones de la miento de crítica de la familia. Por su reducción formal de los
vida familiar, contra la inmovilidad jurídica de los vínculos poderes familiares al ejercicio de un simple rol, puede combi-
contraídos. El procedimiento es fácil de comprender, pues narse y servir como justificación, llegado el caso, a las tenta-
ciones de lo externo, al juego individual, a la búsqueda de
otras combinaciones más armoniosas, más equilibrantes. En
* Vitia Hessel fue una disidente rusa finalmente radicada en Francia [N. un contexto en que el poder efectivo de la familia disminuye,
de la T.].
" Vitia Hessel, Le temps des parents, Folio, 1976. en que su repliegue interno amenaza con inmovilizar a sus
miembros, el psicoanálisis puede alentar la revuelta de
206
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aquellos que se han vuelto sensibles a las desnivelaciones de normalización instrumentando sus ambiciones y temores,
más mínimas en los sacrificios que deben ser consentidos en se la convirtió, al despuntar esta sociedad, en su primera
el altar de este dios incierto. La promoción de la cualidad mueca.
relacional sirve de apoyo y de marco para las mujeres que Esta es, pues, la familia liberal avanzada: un residuo de
desean buscar su identidad en una actividad tanto profesio- feudalidad cuyos contornos internos y externos se borran por
nal como familiar, para los adolescentes que desean vivirse efecto de una intensificación de sus relaciones y de una
tanto como estudiantes y como jóvenes, cuanto como descen- contractualización de sus vínculos; una suerte de torniquete
dientes de sus padres. incesante en que el nivel de vida, el comportamiento educa-
Ambas líneas de transformación ponen en escena la tivo, la preocupación por el equilibrio sexual y afectivo se
patología de la familia moderna. Dado que su margen de arrastran mutuamente en una búsqueda ascendente que
autonomía es reducido, pero a la vez su vida interna es concentra cada vez más a la familia sobre sí misma; un
solicitada, para mantener su poder sobre sus miembros, la compuesto inestable en todo momento amenazado por la
familia recurre a un refuerzo psicológico de sus vínculos, posible defección de sus miembros, a causa de esa fiebre
que puede llegar al punto de impedir todo funcionamiento relacional que los expone a las tentaciones del exterior, y
fuera de sí misma. Produce cada vez más, en el seno de su también a causa de esa sobrevaloración del interior que
intimidad, una disolución de sus miembros, una coalescencia vuelve tanto más necesaria la huida; un lugar entreabierto,
afectiva destinada a resistir las tentaciones destructivas obsesionado por el deseo de un repliegue sobre sí que restau-
del exterior. Se dice que de ahí salen los psicóticos. Por lo raría su antiguo poder al precio de la integridad individual de
demás, su saturación por las normas sanitarias, psicológicas, sus miembros o, a la inversa, por la tentación de renuncia que
pedagógicas, podría llevarla a confundirse en el continuum los privaría de esa última parte de identidad que procura por
disciplinario de los aparatos sociales. Aparece entonces fuera de la disciplina social.
como el lugar neurálgico de la sumisión social, de la Y esa es la opbrtunidad histórica de los "psi", en esa doble
imposibilidad de autonomía individual, que provoca la tendencia centrífuga y centrípeta de la familia, que hace
repulsión de aquellos que no quieren ceder a esta monótona surgir un espacio intermedio entre el "en-familia" y el "fuera-
conminación y los lleva a vivir al margen de sus vínculos. de-la-familia", una zona en plena expansión surcada por el
Se dice que esos son los neuróticos. Por consiguiente, es incesante ir y venir de los atormentados del adentro y de los
patógena tanto la familia que resiste como la que no resiste extraviados del afuera. Posición estratégica entre tentacio-
lo suficiente a las normas externas. Siempre la misma nes inversas y circulares que solo ellos podrán ocupar por su
dosis alternada de reproches. El delgado surco de la disposición a administrar la inestabilidad.
civilización de las costumbres familiares amontona así a Posición que han podido monopolizar gracias a su provi-
cada uno de sus lados una cantidad cada vez mayor de dencial neutralidad. No tienen la limitación del cura, restrin-
víctimas: aquellos que no pueden salir de ella y aquellos gido a la defensa de valores morales. No padecen el conflicto
que no quieren ni pueden ingresar en ella. Extraña deontológico del médico, de su código que le prohíbe dañar la
inversión, en escasos decenios, del peligro que se veía en vida (aborto) o bien que, si incurre en ello en nombre de
la familia. Se le reprochaba —por su sustracción a las la ayuda al prójimo, lo sitúa frente a elecciones en que el
normas médicas en la elección de las alianzas, por la modo de producción de sus diagnósticos no tiene ya ninguna
duplicidad de su moral sexual— que fabricara al abrigo de su pertinencia y le requiere sumar a un especialista de la
soberanía toda una población de anormales, de tarados indecisión, un "psi", que antes se encargue de verificar que
físicos y mentales. Ahora se la acusa de ser el lugar ahí esté realmente puesto el deseo del individuo. Sólo él
originario de la locura por la excesiva intensidad de sus brinda un terreno neutro para la resolución de las diferencias
vínculos o su peligrosa fragilidad. Se incriminaba su de régimen entre la gestión de los cuerpos y la gestión de las
extraterritorialidad social, sus reglas "salvajes", su poblaciones. La regulación de las imágenes hegemoniza y
egocentrismo. Por haber intentado adjudicarle una función armoniza la regulación de los flujos corporales y la de los
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preservación, que cada cual encuentre en el otro asistencia y
flujos sociales. Ya no quedan espacios sociales de gestión de represión por partes iguales. Equilibrio difícil, casi imposi-
la sexualidad como el antiguo baile, donde los sexos, las ble, cuya exigencia misma genera inestabilidad. Pero preci-
edades y las clases se confundían, donde las elecciones de samente ahí radica el efecto positivo de ese movimiento, su
parejas se realizaban bajo la mirada ye! control de los grupos utilidad social. Permite obtener una situación en que la
de pertenencia familiares y sociales. Ya casi no quedan familia desaparece como protagonista social pero subsiste
espacios aleatorios como el baldío y la calle, donde se opera- como medio para la realización de los individuos, como lugar
ban las iniciaciones sexuales y amorosas. Ahora hay "boli- de inscripción de las ambiciones, origen real de los fracasos
ches", espacios privados, organizados con vista a facilitar los y horizonte virtual de los éxitos. Desaparece la figura del
acercamientos sexuales entre individuos de una misma fran- libertino, del Don Juan, que desafiaba el orden familiar con
ja etaria y nivel de vida, protegidos por patovicas y por la sus reglas que combinan la seducción de las personas con la
policía contra la irrupción de una clientela no adecuada. avidez de bienes, en provecho de un permanente replanteo de
Ahora hay "terrenos de aventuras" prefabricados y cursos de las apuestas, liberador de una deriva en las casas, los grupos,
educación sexual en las escuelas. Y en el vacío que separa a los países; huida deliberadamente trágica que, tal como Jean
estas "realidades", planean las imágenes; las imágenes pú- Genét y sus cárceles, convocaba al final a un adversario digno
blicas, las del cine, las foto-novelas, los periódicos; las imáge- de su audacia. En los limbos del nuevo orden que se esboza,
nes privadas, las de los padres. Entre las ilusiones que su sucesión parece atrapada por un personaje que aún no ha
engendra la excesiva visibilidad de las primeras y las desilu- conquistado sus cartas de nobleza, pese a ya haber sido
siones que explica la pregnancia invisible de las segundas, el localizado como principal enemigo. Se trataría del homo-
"psi" siempre encuentra la manera de remitir a cada cual a su sexual "latente", ese individuo que nunca se decide a acatar
verdadero deseo, y su "cliente" siempre puede encontrar una la norma social de complementariedad conyugal, productor
solución en las "realidades" que se le ofrecen. de parejas gemelares, y de niños "con problemas".
Sus discursos le permiten circunscribir esa posición, mar- Tanto Freud como Keynes, decíamos, y quizá sea mucho
car sus recorridos, y trabar todas las salidas.Discurso provi- más que una metáfora. Keynes teorizó las modalidades
dencial, puesto que presenta a la familia como el único propias de las sociedades occidentales de combinación de lo
modelo posible de socialización y a la vez como la fuente de social y de lo económico. Señaló la manera de ajustarlos
todas las insatisfacciones. Siempre habrá en la familia un funcionalmente, reveló cómo se podía organizar la distribu-
exceso o una carencia de inversión afectiva que permita ción a través del estado de subsidios sociales de modo tal que
explicar las opresiones y frustraciones de los individuos. En sirva para reactivar el consumo, incitar a la producción y
el sufrimiento o en el orgullo de quienes le huyen, siempre conjurar tanto las crisis económicas como las heridas sociales
hay algo que remite a una experiencia singular y nefasta de que engendran. Logró ampliar la esfera de lo económico ahí
la familia, que invalida o excusa esa huida del sujeto sin dejar mismo donde sus leyes parecían fallar frente al azar y dejar
de remitirlo a ella. Dominio total del terreno, que le permite que ganaran terreno la despreocupación, el sufrimiento y la
a este discurso poner en contra de la familia la "doble moral", revuelta. En suma, permitió integrar lo social a la regulación
que en el pasado constituía su fuerza, y su nocividad social. general del mercado proporcionando a las sociedades occi-
Protegía a sus miembros, enclaustraba a sus hijas, lanzaba a dentales un medio para escapar a la alternativa entre libera-
los varones al exterior en busca de puestos, alianzas y for- lismo anárquico y centralismo autoritario. Ahí donde no
tuna. Acoplaba sexualidad y protección como un arma y una había sino búsqueda de un compromiso siempre cojo y difícil
coraza, en una pequeña máquina de guerra organizada con entre la libertad de empresa y los problemas de asistencia, de
vistas a la preservación del patrimonio y de la conquista de represión y de encuadre, Keynes aporta una solución positiva
riquezas exteriores. Ahora, sexualidad y protección son remi- gracias al establecimiento de una circularidad funcional
tidas una a la otra en pos de un á armonía interna familiar, de entre los dos registros de la producción de bienes y de la
una complementariedad satisfactoria. Que cada individuo, producción de productores (y consumidores). Constituye la
que cada sexo, encuentre en ella algo de satisfacción y algo de
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culminación provisoria de una búsqueda que comenzó con ponsable, un desprecio por las técnicas que oculta un despre-
la industrialización y los inicios de la filantropía. cio por aquellos que las necesitan? ¡Qué temor habrá detrás
¿No podría decirse que el freudismo dio lugar a una de ese desprecio! Nada de eso. Ninguna hostilidad de princi-
operación similar al presentar un mecanismo flexible de pio contra el psicoanálisis, por el contrario. Se trata tan sólo
ajuste entre la esfera jurídica y la esfera médica? También de mostrar en qué contexto, en torno a qué problemas,
aquí se trata de evitar caer en una peligrosa disyuntiva entre, poniendo en juego qué resortes, el psicoanálisis se volvió
por una parte, la consagración estática de los privilegios por "operacional". Su utilidad para las instituciones ha sido
el poder de los bienes jurídicos, en especial en la familia, y, percibida en la facultad de justificar y de reconducir los dos
por otra, la implementación de un mecanismo central de principales referentes de un orden social a la anulación
coerción, que nivela las posiciones adquiridas y frena las máxima de los desafíos políticos: la norma social como prin-
iniciativas en nombre de la norma sanitaria. Viejo debate, cipio de realidad y la familia, su borramiento y sus privilegios
vieja búsqueda también la de la articulación entre lo social y como principio de valor. Los actores de esa operación son
lo económico: todo el siglo xi)( no paró hasta encontrar un libres de pretender aplicar una teoría subversiva mediante la
principio de equilibrio entre la necesidad de imponer normas articulación de una norma aséptica y una familia fantasmá-
sociales de salud y educación, y la de mantener la autonomía tica. Esa actitud no da cuenta sino de su ceguera frente a las
de los individuos, la ambición de las familias como principio transformaciones que afectan en este momento a esos refe-
de la libertad de empresa. Ahora bien, ¿qué aporta el freudis- rentes y su voluntad política de reconducirlo hacia sus anti-
mo sino un medio para inyectar la exigencia de las normas en guas formas. Es una manera de no considerar el actual
el interior de la familia, dejándola siempre "fundada" en desplazamiento del principio de realidad de la norma social
teoría y siempre sospechosa en la práctica, sospechada de ser dictada hacia aquello mismo que debía controlar, dirigir, a
un peso para sus miembros, de privarlos de lo que quiere saber, el cuerpo. No el cuerpo higiénico de los paladines del
darles? Inyección que de ningún modo esteriliza el registro equilibrio, ni el cuerpo ventrílocuo de los "psi", sino aquel que
familiar, sino que por el contrario lo intensifica, puesto que la se desprende de los archicuerpos familiares a partir de la
familia permanece en el horizonte de todas las trayectorias. revuelta de las mujeres, aquel que rechaza las arquitecturas
¿No podríamos ver, asimismo, cierta complementariedad disciplinarias con innumerables insurrecciones invisibles o
entre las dos operaciones, Keynes y Freud? El primero salva espectaculares; el cuerpo que afirma la realidad de una vida
el principio de la iniciativa privada, de la motivación indivi- y que denuncia la irrealidad de aquello con que todos procu-
dual, egoísta, en la organización social, al descubrir una ran asediarlo y callarlo. También es una manera de no ver
técnica que no solo cura las heridas producidas por esa emerger otra concepción del valor del lado de la historia. No
anarquía, sino que reinserta mejor aún las zonas sociales más la falta de historia de las personas felices, no la historia del
débiles en el circuito económico. El segundo salva la referencia eterno pasado de lo "psi", sino la capacidad de historia tal
familiar sin la cual el "individualismo posesivo" no tiene como se afirma frente a la metahistoria de los aparatos
posibilidades de funcionar; dirige las sospechas hacia las políticos, frente a la trampa de las genealogías familiares, la
carencias, las apreciaciones abusivas de la familia de origen historia como aquello que vale la pena contar y cuyo enigma
y les deja la familia como horizonte a conquistar para consolidar se funda en la positividad aleatoria de sus encadenamientos.
sus trayectorias e inscribir en ella sus resultados. Esta No se trata en absoluto de imaginar una eventual armonía
admirable disposición producida con relación a la familia preestablecida o deseable entre estos dos registros. La sepa-
permite evitar los peligros reales de su autonomía y facilitar ración entre ambos es grande, rica en juegos de posta y
la regulación social adjudicándole las frustraciones de los desplazamientos, esos mismos que se instauran entre la vida
individuos, proyectando sus sueños y fijando sus ambiciones y aquello que da ganas de seguir viviendo.
en ella. ¿Qué otra escena podría ofrecer tantos recursos? Durante la Pascua de 1976, un oscuro preso de una cárcel
de provincia murió como consecuencia de una extensa huelga
Entonces, dirán ustedes, ¿otra denuncia más, fácil por irres- de hambre que llevaba a cabo porque, en su expediente
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judicial, sólo se consignaban sus fallas, sus infracciones a la
norma, su infancia desdichada, su inestabilidad conyugal, y EPÍLOGO
no sus intentos, sus búsquedas, el encadenamiento aleatorio EL ASCENSO DE LO SOCIAL
de su vida. Al parecer, esa fue la primera vez que una huelga
de hambre terminaba con un preso muerto en una cárcel, la
primera vez también que alguien la emprendía por un motivo
tan extraño.
4. EL COMPLEJO TUTELAR 95
Introducción 95
A. La escena 98
• s. El código 113
C. Las prácticas 141
EPÍLOGO:
El ascenso de lo social
'Sobre esta diferencia entre la norma y la ley, véase Foucault, La volonté de Gilles Deleuze 215
de savoir, p. 189 y SS.
223
222
Esta edición, de 1500
ejemplares, se terminó de
imprimir en marzo de 2008
en Impresiones Sud Amé-
rica, Andrés Ferreyra
3767/69, Ciudad Autó-
noma de Buenos Aires.
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