Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA HISTORIA
DEL ESCEPTICISMO
DESDE ERASMO HASTA
SPINOZA
1
Primera edic ión en inglés, 1979
Primera edic ión en espaliol, 1983
Creative Commons
ISBN 968-16-1247-7
Impreso en México
Con amor a JuuE, JERRY,
MAGGI y SuE
y dedicado a l a memoria
de IMnE LAKATos
RECONOCIMIENTOS
.. \
\
PREFACIO
(v
pod n a cond ucir a la angustia mental.
El pirroni � m � , como fo �· mulación teórica d el escepti- r
Cisma, e � atn bu1do a Enes1demo, c. 1 00-40 a.C. Los pirróni
.
cos conside ra ban q u e tanto los dogmáticos como los aca
]
démicos aseve raban demasiado, un grupo d i c i endo "Algo
puede conocerse", el otro diciendo "Nada p uede cono
cerse". En c a mbio, los p i rrónicos pro p usieron suspender
el j u i cio en t� da s las c uestiones e n q � e pare � iese h a ber 1 J,
P I . uebas conflictiva s, m el uso l a cuestwn de s i podía s a- /' \
. . _
berse algo o no.
Edificando so bre el ti po de argumentos d es arro l l ados
por Arcesilao y por C arné ad es, Enesidemo y sus sucesores
1
compil aron una serie de "tropos" o modos d e proceder
para producir suspensión de j u icio so bre vari as cu estio
nes. En los ún icos textos que se han conservado del mo
vi mi : nto pirrón ico, los de sexto Empírico, se presentan
� n g1 upos d e dwz, . .
ocho, cmco y dos tropos, y cada con
� u �lto ofrece las razones por las q ue se debe suspender el
>l .lll i C i o acerca d <: tod a preten s i ó �1 �e con oc � m.ien to q u e
. . _
1 {t.
pase d e las apa1 wnc 1 as. Los escepticos P l lTom cos trata-
ba �1 d e no c o mpro m e t � rse en n i ngu n a cuestión, ni s i-
.
qm era la de S I sus p ropiOs argumentos e ran vá lidos. Para
ellos, el escepticismo e ra una capacidad o actitud mental
de oponer la e videncia, en pro y en contra, acerca de tod a
1
M
1
14 PREFACIO
' El padre J t\l i en-Eymard d'Angcrs anal i zó algunos d e n uestros d esac uerd os
a este respecto en su crítica d e este estud io, en XVII e Siéc/e, n úms. 58-59 ( 1 963),
pp. 1 05-109.
PREFACIO 21
-�
· Sólo gradualmente fue 'desarrollándose Lute ro de re-
fo �mador d entro de la estructura id eológica del cat�Iicismo
' a ,Jef� de la Reforma, que llegó a n egar l a autorid ad de la
Iglesia de Roma. En sus primeras protestas contra las in
u ulgencias, la a utoridad papal y otros principio s caiólicos,
Lute �o arguyó en los términos d el criteri o aceptado de l a
Iglesia, � ue �as proposiciones rel igiosas s e j uzgan por su
conformidad con la tradición d e l a Iglesia , sus c oncilios y
los decretos papales. En las Noventa y cinco tesis, y en su
22
'
'·
'f
1,
LA CRISIS INTELECTUAL DE LA REFORMA 23
(\\
t' [: . . ]vi que las opini ones tomis tas, sean aprob adas por el Papa o
por el conci lio, sigue n siend o opini ones y no se vuelv en artícu
\l r los de fe, aun s i un ángel del cielo d ij era lo contr
ario. Pues lo
J/ ' El relato hecho por Eck del Coloq u i o d e L e i pzig de 1 519, t a l como a parece
en ed . por Henry Bettens on, Nueva York y
Documentos de la Iglesia Cristiana ,
Londres, 1 947, pp, 271-272.
El Manifiesto a la Nobleza Alema11a,
" Martín L u tero, tal como aparece citado
en Documentos de la Iglesia Cristiana,
p. 277.
p, 277.
" lbid.,
a,rr\.·y1 �
24 L A: CRISIS I NTEL ECTUA � DE LA REFORMA
- - -
q e se afi rma sin la autoridad de 1 � i � ra üde Iá �eve l ación � � �� �
-
.·
\
,
a creer en ello. 4
. .
. --
-- --·------- · ······- · - --·
·
�-
'•
·
.
Y fi nal mente, Lutero a severó su nuevo criterio en la
forma más d ramá t i c a c u ando se negó a retra c tarse e n
la Dieta de Worms ele 1 52 1:
S u Maj estad Imperial y Sus Señorías exigen una respuesta sen
c illa. Hela aq u í, llana y sin ambages. A menos q ue se me con-
venza d e e rror por el testimonio de la Escritura o bien (ya que
no confío en la autoridad no apoyada del Papa o d e los concilios,
p ues es claro que a menudo han errado y a menudo han caído en
contradicción) por man ifiesto razonamiento se me convenza
med iante las Escrituras a las que he apelado, y mi conciencia
\�/\ ¡ �t};
1
---.. -- .
"'h El p roblem a de j u stificar una norma del conocimi �nt_----. C?.. · ¡ i
1
��� verdadero no surge . m ientras no se desafíe una norma(Pero
--
. ci ó ri'i ntelectual, como la q ue esta-
en una... época-'de í;evolu
([
mos considerando aquí, el sólo plantear el problema p uede
producir una insolublec1-ise pyTThonienne, al ser explorado��
\ y fun cionar los d iversos gambitos de Sexto Empírico. La /1
() Caja d e Pandora que Lutero abrió en Leipzig había de tener :/{n
t las consecuen c i as más trascendent ales no sólo e n teología, �../, :
\
" Sexto Empírico, Bosquejos pirrónicos,traducidos por e l rev. R. G. B u ry
<Cambridge, Mass., y Londres, 1 939), Loeb Classical L ibrary, L i bro II , cap. 1\', sec. •
20, pp. 1 63-165.
J
j
1
\1 1
�
concle n .aba � como h�rejí as los llama dos ele sus enemi gos a
la COnCie ncia.
En la batal la por establecer c uál criteri o ele era ver
� d acler? , � urgió una a ctitud escép tica entre c iertosfepensa
!\ res, basica mente como defen sa del catoli cismo . Mient ra d o
'
1
,·¡r
•
sobre el libre a lbedrío. El antiintelectualism o general de
\ �1 Erasmo y su repugnancia ante l as discusiones teológica s
1.1· ��) racionales le llevaro n a proponer u na especie de base es-
\� j '¡ céptica p ara permanecer dentro d e la Iglesia c atólica. S u
·
plata." �� El error central del libro, según Lutero, e ra que 1 ' ' :
> los ojos y negarm e a verlo. Las doctri n as por l � s cuales ,.;
Lutero y la Iglesia están e n �E_!lictQ�OI�<:!_�ras, s_I estamo s \/ 'J
J disp uestos a conte mplar y �ce�aband J��
.
ue _-:r_�� Y, a >\"\
_
91 verdades.
c reer d espués d e leer l as Escrituras- nos mostraría estas
Depender d el c urso escépti co de Erasmo era
n-)J contraríamos
arriesgar demasiado; la posibilidad de e rror era excesiva.
Sólo e n el seguro conocimiento de las órdenes d e D ios en-
la seguridad. Y así, Lutero d ijo a Erasmo
,� que su enfoque escéptico e n realidad implicaba una falta
()\ � total de fe en Dios y que era, e n rigor, una manera d e bur
:71 l arse d e Él.17 S i así lo deseaba, Erasmo podría a ferrarse a
su escepticismo hasta que D ios lo llama ra . Pero, le adver
tía Lutero, "el Espíritu S a nto no es escéptico", y no h a
inscrito e n nuestros corazones opiniones inciertas s ino,
en cambio, afirmaciones d e l a índol e más cl ara.1H
Esta disputa entre-.Erasmo y Lut�r_o indica una parte
". '1 de clií�esltu:d!lrá- bá�iJ�a.cte
- - ma cfe[ITitédo}
tiWopTe _ E rasmo
\ estaba dispu es to a no e
-- reco c r q Ü.éno_podía afirmar con
:../). certidumbre lo que era cierto, pero estaba d ispuesto, per
non sequitur, a aceptar la d ec isión de la Iglesia. Esto no
demuestra que la Iglesia tuviese l a autoridad e n materia
de fe; antes bien, indica la cautelosa a ctitud de Erasmo.
Como era i ncapaz de d istinguir con certeza la verd ad de
la mentira, dej aba la responsabilidad a la institución que
dura nte siglos había estado establecien do tal distinción.
Lutero, en cambio, insistía e n l a certidumbre. Había d e
masiado en juego para conformars e con menos. Y ningún
ser humano podía dar a otra persona la seguridad ade
cuada. Tan sólo la propia convicción íntima podía j ustifi
car la aceptación de c�alquier opin i ón religiosa. Desde
luego, un oponente podí a preguntar por qué e s verd a d
aquello q u e n uestras conciencias están obliga d as a creer
por la lectura de las Escrituras. Supongamos que nos en
contramos obligados a creer en cosas conflictivas: ¿ Cuál
es la cierta ? Lutero insistía e n que la verd a d se .nos im
pone, y en que el verdadero conocimiento religioso no
contiene ninguna contradicción.
\¡
·-
·¡.
1
Así, la regla de fe para los reformadores p arece haber
sido l a certidum bre subj etiva, las obligaciones d e la pro-
1' !bid., p, 605.1
,. !bid., p. 605.
LA CRISIS INTELECTUAL DE LA REFOHMA 31
pia concienc ia. Pero este tipo de subj etivismo está ex
puesto a muchas objecion es. El mundo está lleno d e per
sonas convencid as d e las cosas más extrañas. El mundo d e
la Reforma tenía, d e sobra , teólogos d e opi niones opues
tas suscritas cada una por la conciencia de Jos hombres
qu � las afirmaban . A sus oponentes , el n ue �o � riterio del
conocimie nto religioso les parecía apenas dtstmto del es
cepticismo puro, de hacer de tod as y cada una de l as opi
niones religiosas tan sólo las opiniones de los creyentes,
sin ningun a certid umbre objetiva. Pese a l a viole i?ta d e-
nuncia de Lutero al escepticism o de Erasmo, llego a ser
afirmación común d e los contrarreformadores que los re-
formadores no eran más que escépticos disi mul ados.
Para aclarar y a poyar l a teoría del conocimie nto reli-
gioso de los reformado res, el siguiente gran jefe d e la _ re
vuelta contra la a utori d ad de la Iglesia, Juan Calvmo,
intentó en su Institución y en la batalla contra el hereje an-
titrinitario Miguel Servet, elaborar con mayor detalle l a
teoría de la nueva a utoridad en materia d e fe. Al princi
p io d e la Insti.tuci.ón afirmó Calvino q u e la Igl e s i a no
puede ser j uez d e l a Escritura , ya que la autori ? a� de la
Iglesia repos a sobre algunos versíc ulos d e la B1bha. Po!·
tanto, la Escritura es el venero básico de l a verd ad reh
giosa .1!1
Pero, ¿ mediante cuáles cánones reconoce�10s l a fe, �
cómo determinamos con certidumbre lo que dtce l a Escn
tura ? El primer paso es comprender que la Biblia es l a
Palabra d e D ios. ¿ Qu é cánones nos autorizan a deci r esto?
Calvino reconoció que si tratábamos de p robar e � to �o.r la
razón , sólo d esarrollaríamos una petición de pnnc1p10 o
argumentos retóricos.�0 Lo que se req uiere es una prueba
tan completa y persuasiva que no podamos t;>l��tear ya
dudas ni preguntas. Y para excluir toda pos1b1hdad d e
duda o de pregunta, e s a evidencia tendría q u� darse v� ! l
dez a sí misma. Tal evidencia nos e s dada por tlummacwn_
del Espíritu Santo. Tenemos una persuasión interna, que
'" Juan Calvino, Institución de la Religión Cristiana, 2 vols.
'" !bid., pp. 36-37.
32 LA CHISIS INTELECTUAL DE LA REFORMA
Ta l e s , p o r t a n to , u n a c o n v i c c i ó n q u e n o req u i e re d e ra z o n e s ;
u n c o n o c i m i e nto c o n e l c u a l e s t á d e a c u e rd o l a m ej o r ra zón,
e n q u e e l e s p íritu verd a d e ra mente re p o s a con mayo r s eguri
d a d y c o n s ta n c i a q u e e n n i ng u n a ra z ó n ; tal es, p o r ú l t i m o , un
s e n t i m i e n to q u e s ó l o p u e d e d a rn o s l a reve l a c i ó n c e l e s ti a l .
H a b l o nad a m e n o s q u e de l o q u e c a d a c reyente e x p e r i m e n t a
d e n t ro de s í m i s m o , a u n q u e m i s p a l a b ra s c a igan p o r d e b aj o
de u n a j u s t a e x p l i c a c i ó n d e l a s u n to . � '
viene de la o bra i nterna del Espírit u Sar. to, que presta testi monio por Y con l a
...
..
Palabra en nuestros corazones¡ ] N a d a debe agregarse en n ingún momento -ni
por n uevas revelaciones d e l Espírit u ni por tra d ic iones de los hombres[ . ] La
..
Iglesia d e be apelar finalmente a ella¡ . ] l a regla i n falible de i nterpretación de
Documentos de la Iglesia
la Escritura es l a Escrit u ra m isma", aparece c i tado en
C1·istian a, 347.
p.
"' Teodoro de Beza, A Discourse, Ofthe True and Visible Marks ofthe Catholique
Churehe, 44
Lon d res, 1582, p. (no n umerada).
" Sebastián Castalión. De Haereticis, Magdeburgo, 1 554.
34 LA CRISIS INTELECTUAL DE LA REFORMA
''' !bid., cap. 22, pp. 87-90, texto latino, pp. 354-56.
"" !bid., cap. 23, pp. 90-1, texto l atino, p. 357.
"'' !bid., caps. 23 y 24, pp. 90-7, texto l atino, pp. 357-62.
'" !bid., cap. 25, p. 97, texto latino, p. 362.
LA CRISIS INTELECTUAL DE LA REFOHMA 37
Casteníon clans l ' h isto i re ele !'esprit", e n Autour d e Micl!el Sr1vet e t d e Sébasticn
Castcllwn, ed. B. Beckcr, Haarle n, I953.
n
"' Cf. Jean La ·Placette. De Insanabili Romanae Ecc!esiae Scepticísmo Disse11atio
qua quod .fí.rma ftde persuadere sibi pont{ cii possint,
Y J ohannes A. Turretin, Pyrrhonismus Ponti.ficus, Leydcn
demonstratur nihil omnino essc
Amsterdam 1696; 1692.
LA CHISIS INTELECTUAL DE LA HEFORMA 39
manera de estar seguros, y, por tanto, no tienen n ingu
n a manera de desc u brir algunas verdades religiosas.f1H
Por su parte, el bando católico pudo atacar, y atacó a los
reformadores mostran do lo inj ustificable de sus normas Y l a
manera e n q ue l a s p retensiones de certidumbre de los re
formadores conducirían a un completo subjetivismo Y es
cepticismo acerca de las verdades religiosas. La clase d e
prueba presenta d a por Erasmo y Castalión se convirtió en
cuña ele apertura: los reformadores aseguran. que la � erdad
se enc uentra en la Escritura, con sólo exammarla sm pre
juicios; pero el signi ficado d e la Escritura es oscuro, como
lo demuestran las controvers i as, no sólo e ntre sus lectores
católicos y protestantes, sino también l as controversi a s
dentro d e l prop io c ampo protestante. Por tanto, se necesita
un j uez que fij e las norma s de la interpretación apropiada.
Los reformadores d i ce n q u e la conciencia, la luz interior o
algo por el estilo es e l j ue z de la Escritura. Pe ro d istintas
personas tienen distintas luces interiores. ¿Cómo sabremos
quién dice la verda d ? Los calvinistas insiste n en que esa luz
interna es segura cuando ha sido envia d a o guiada por el
Espíritu Santo. Pero, ¿de q u ién es? ¿ Cómo s abremos dife
renciar el "engaño" de la a uténtica iluminación? Aquí, l a s
únicas normas q u e nos ofrecen los reformados p arecen n o
ser otras que s u s opi n iones privadas: Calvino piensa que
Calvino h a s ido i l u m i n ado. Las opin iones person a l es,
no confirmadas n i confirmables, de varios reformadores no
parecen, realme nte, u n a base para la certidumbre en asun
tos religiosos. (La reducti.o ad absurdum de la posición de los
reformadores a comienzos d e l s iglo XVII afi rma que e l calvi
n ismo no es más que pirron ismo e n materia de religión. )
Mientras cada bando trataba de socavar los fundamentos
del otro, y cada u no trataba de mostrar que su rival trope
zaba con una forma i nsolu ble del clásico problema escép
tico del criterio, c a d a bando, asimismo, hacía afirmaciones
Lond res,
cap. I X .
' " J can L a Place tte, O.f the Incur able Sccpticism o.f the Chu.rch ofRom e,
1688. < La fecha q ue aparec e e n l a c u bierta es, erróne amen te,1588),
Traité de l 'Autorit é des Sens contre l a Transsubstan tiation , Amste rdam , 1700, pp.
Y Davi d Renau d Bou l l ier, Le
-5 e, Amste rdam,
24 Pyrrhonis me de l'Eglise Romain
1757, 91
p. y SS.
40 LA CRISIS INTELECTUAL DE LA REFO RMA
�
"' Cf. Pien·e N icole, Les Prétendus Ré.formez convaincus de schisme París 1 684
Y �a u l Pelli �� n-F ntanier, Réjlexions sur les diJ.férends de la ¡·eligion, ' París,' 1 686 .'
Vease tamb 1 en P 1 erre Bayle, DictionnaiTe Histo1·ique et Critique, a rt. Pell ison,
Rem. D .
LA CRISIS INTELECTUAL DE LA REFORMA 41
" J e a n L a Placette, O.f the Incurable Scepticism o.f the Church o.f Rome, Londres
1 688, verso d e p. A2 en Prefacio.
.., Jean La Placette ' Traité de la Conscience, Amsterdam, 1695, pp. 366-78, Incu
rable Scepticism o.f tlle Church o.f Rome; Bou l lier, Le Pyrrhonism: de l'Eglise Ro
maine, pp. 6 1-3, 68, 88-9, 1 22 y 2 1 3-40 y Bayle, Dictionnaire, art. N 1 cole, Rem. C. Y
art. Pellison, Rem. D .
42 LA CRISIS INTELECTUAL DE LA REFORMA
,.
"' Joseph Glanvill, Scir ttwm nihil est ; o1· t h e Authors Defence of t h e Vanity of
Dogmati.:ing: Against t ite Exceptions of t he Learned Tito. Albius in /lis late Sci1·i,
Londres. 1665, 6a. página (no n u merada) del prefacio.
" Martín Cl i fford, A 'l'reatise of Hymane Reusan, Lond res, 1 675, p. 1 4.
" Bo u l l ier, Le Py1Thonisme de l 'Eglise Romaine, y Le P. H u bert H ayer, La Régle
Foi vengée des Calomnies des Protestans: et spécialement de cel.les de M. Boullier
Ministre Calviniste d 'Utrecltt, París, 1761.
43
DE LA HEF OR MA
LA CRI SIS INTELECTU AL
de sen ca de na da po r l a e � cid en te
de es �e de sarrol lo � e e b e e gi n me did a a l ac
his tón co d.e q ue al tl e n: o � esc ép tic a se
!
q u c su r ió l a cri sis
gri e
Y teo rí s d e los esc ép tic os
red esc ub ne ro n los esc r .1 os
gos, es in?� ort ant.e �!l �h z l � ��� ���; � ;J��
i
1
· · to y el int
a nte el siglo
eré s en
XVI ,y
el esc ep tic ism o p H_r om co · 1 o s red es cu br im ientos de los
acl ara r l a ma nera en q u e , con _ ti cos la cri sis pa só de la
sce p
ant igu os arg um ent o s d e l os e '
teo log ía a la filo sof ía.
II. EL RESURGIMIENTO DEL ESCEPTICISMO
GRIEGO EN EL S IGLO X VI
;¡1'
LA INFOR MACió N acerc a del escep ticism o a
ntiguo llegó
nos d e los pens ador es ren acen tistas princ ipalm entea ma
tres vías: los escri tos de Sexto Emp írico , l a s obra s escé por
cas d e Cicer ón y el relato d e los a ntigu os movi mien tos pti
cépt icos, que se h alla en las Vidas de los filósofos ilustTes es
de
�
Dióg enes Laer cio. Para apre ciar por comp leto la repe rcu
sión del escep ticismo sobr e el pens amie nto rena
nece sitar íamos conta r con estud ios de cuán do aparcenti sta,
ecieron
estas fuent es, dónd e, a quién , y qué reacc iones p rod ujero n.
Char les B . Schm itt ha hech o esto con l as Acadendca
p� Cicerón, dá � dono s un cu � dro comp let? de su inf1u e1; cia, de
� desd e l a baJ a Edad Medi a hasta el fmal del siglo xvi. 1
> S � hmitt h a desc ubie rto que el térm il: o la � i no sce ticus, q ue
1 hizo surgi_ r el franc es .
_ sceptzque J?
y el mgle s sceptzc apar ece
';t por p rime ra vez en la t rad ucció �1 l atina � e D i�g nes d e
¡1 1 430, y e n dos trad u c c ione . �
s latin as, no Ident ifi c ables ,
d e Sexto , del s iglo ante rior. 2
\
l'
Se nece sitar ía un traba jo tan labo rioso como el efec-
1 tuado por Schm itt para comp letar el cuad ro d e q uién "
/
f Sexto, a Diógenes , y a los escri tores musu lman es y jleyó a
� � Y'
�
escé pti cos y antirracio nale s, como Alga zel y Juda h Hale vi.s udío
Algu nos de los resul tado9 de Schm itt, a los q ue
pués de las prim eras edic ione s de esta obra , será nllegó des
/11 r� � os aquí en u n esbozo d e las prin cipa les form as de escepo
i ncor
.
ticis n;o, espe c1alm p
ent� . de cómo su form a de pirronismo ! (!
/ 1 a fecto a Euro pa y llego a ser punto centr al en las batal las
�
f .L �/ i ntele ctual es de fi � ales del siglo XVI. ? menz
.·" I>1 e �ecto d e los
: 1lf-IDWJ mien to rena cent ista.es : ntos de Sexto Emp
�
1nco
aremos con el
sobre el pen sa-
.·>, '1
Sexto Emp íril:o fue un escri tor hele nísti co oscu ro y ca-
rente de origi nalid ad, de cuya vida y carre ra prác ti came nte
1 Charles B. Schm itt, Cicem Scepticus, La Haya, I972.
12-I3.
' !bid., pp.
44
EL RESURGIM IENTO DEL ESCEPTICISMO GRIEGO 45
no se sabe nada; pero, como único escéptico pirrón ico f (
griego cuyas obras s e han salva � �· llegó a desen� peflar un 1 .
papel importante en l a formacwn del pe � s a nuento mo- 1 <....:
derno. El a ccidente histórico del redescubrumento _ d e sus ( (
,_. obras precisamente e n e � moment? e r: q u � se h a � í a plan- l) )1J
[1 teado el problema e scéptico del entena d i O a las Ideas d e ; \,
�
finales del siglo xvn fue consi derado como e l padre d e l a
filosofía modern a.a M á s a ú n , al término del .siglo xvi Y du
rante el xvn, la repercusión de su pensmmento sobre � l
problema del criterio estimuló un � bús�ueda de la : ert1 � /
dumbre que hizo surgir el nuevo ra_cwnalismo a e Rene De_s� tt, . •Ü
e artes y el "esceptic i smo �o)l1struc!�� · d e Petrus Gassend1 Y � -\'
1 Mari n Mersen ne . r-- . \ _..,.
Es posible fechar con gran certeza el com1 � nzo de la
1 infl uencia de Sexto Empírico s � bre el pensamiento r� n a
centista. Sus escritos fueron casi totalmente desconoci dos 1
" Fue Fran<;ois de La Mothe Le V ayer q u ien le l l amó le divin Sexte. Pie rre
. Rem. B ..
Ba\'lc , en su artíc ulo. " Pyrrhon" en el Dict ion mre IIISI01'HJHC et. cntlqlle.
¡
·
· ·
ase\'eró que l a filosofía m oderna comenzaba con la re mtl·oc uccwn d e Sexto · · .
<aun cuand o Bayle fija l a fecha cerca de ocho ai'los d espués d e cuando en reali-
da d ocu rrió).
Y B I-
·
" Sex� o Empírico, �<�Tol• 'f.¡;.7TflfJ<Xoil Tá �'"'"!J.'"" Empil'ici Opera quae extant . . .
N at w n a l e n 1 en e l M us c o B r i ti11 1 i c o .
cu
Pyn·lzomanun H¡¡potypwsewn libri JI/ . . . Henrico Stephano interprete. Adversus mat ha
hematic?s. l_i bri X, . Gentiano Hemeto A m·elio interprete, gmece nunc primum editi . . . co
Esta c d J c J O n fue 1 mprcsa e n 1 62 1 p o r P . y J. C h o uct, y p u b l i c a d a e n vari a s ci u d a no
d es , e n t r e e l l a s París y G i n e bra. of
"' Thomas N as h e s e refiere a t a l t ra d u c c i ó n e n
159 1 , y ta nto N as h c como Row
l an d s c i tan d e e l l a . Cf. The Works qf' Thomas Nashe, Ed i ta d a s por R o n a l d B . M c
ci
Kerrow, Lo n d res, 1 910. Vol. I I I , p p . 254s. y 332, Vol. I V, pp. 428-429. y V o l v, pp.
1 �� Y 1 22, Y E rn cst A . Strath m a n n , Sir Walter Raleigh, A Study in Elizabethan S/cep 17
la
li clsm, N u eva York, 195 1 , pp. 226 y ss. H a s t a a h ora no se ha e n co n tra d o n ingú n
m
. . Vé
eJ e m p l a r mayor i n fo rm a c i ó n acerca de esta "tra d u c c i ó n p e rd i d a" .
La " t ra d u c c i ón perdi d a " se ha c o n fu n d i d o fre c u en t e m e n te c o n "Thc Sccp
Hi
. ti
i tis, con el \ U(
s man uscritos, fue prep arad a por J. A. Fabri c
latin as <
¡)
1 " -
xto origi nal y revi sion es de las trad ucci ones
J
Clau de Huar t escr ibió la
n 1 725, un mate máti co
rime ra trad ucci ón fran
llam
cesa
ado
d e las Hipo tipos is, q ue fu e \T
b
impre sa en 1 735. 1 a
La pri mera re feren cia h asta hoy cono cida de q ue al
carta , des- 1 .�
uien leye ra a Sext o Emp íri co a pare ce en una
ubierta por Sch mitt, d e l huma nista Fran cesco Filel fo a su ¡ \ �
se h a sabid o de
migo Giov an ni Auri s p a , en 1441 . H No
s p i rrón icas ante �
ingú n emp leo sign ifica tivo de l a s idea
presi ón de las Hipot iposis d e Sexto , como no sea el ele
e l a im
o por el
ian Fra nces co Pico dell a Mira ndol a. Pertu rbad
basa do en las
ensa mien to hum anist a del Rena cimi e nto, gos
o s los teólo
deas paga nas, y por el h echo de que tod de
la a utori dad
ristia nos de su époc a d e pe n d i e ran de
d e l a �ec �J a
emains of Sir Walter Ra/eigh, 1 65 1 . Para una d is c u s i ó n c o m p l e t a
/1 Ecn<)a m.
Y 66-67.
fr a n c , Walte r Raleig
u e a p a rece en esta o bra. vé ase Pierre Lc
Sir
eu vre ct les idées, Quebc c 1 968, espec i a l m e n te pp. 48-49
" La d c c i moseg u n d a p a rte d e The Histo111
of Philos ophy. de T h o m a s. Stan ley,
ondres, 1656-5 9, Londr es, 1 687, Londr es, 1 701 y Lon d res. 1 743. contw ne u n a
adu c c i ó n c o m pleta d e l a s Hipotiposis.
. .
ard H. Popki n , " S a m u e l Sorb i c rc ' s Tra n s l a t i o n of Scxtu s E m p l :l
" Cf. R i ch
us ". en Jouma l of the History o.f Ideas, X I V , 1 953, pp. 6 17-62
1 . Charle s B . S c h m 1 � t
i n é d i t a , m u c h o m á s co mpl eta . por N I
a encont rado o t r a tra d u c c i ó n , fra ncesa,
, C f. S c h m itt, "An U n k
olas el e la Toiso n q u e d a t a de 1 677, apro x i m a d a mente
Scxtu s E :n p i ricus" . Journ al
own Scv entcc nth:Cc ntu ry Fre n c h Tra n s l a t i o n of
f the History of Philosophy, VI, 1 968, pp. 69-76. . . .
11S Fab1'1-
""' Sexto E m pírico , Opera, graece et latine . . . notas add1d 1t Jo. Albe71
us. Lci pzig, 1 718.
"' b Sexto Empí rico, Les Hipoti poses oH Institu
tions pirron iennes , Amstc rda m ,
725. Y Londr es, 1 735, e l Dictio naire des Ouvra ges .4nony mes, d e B a rbicr, a t r i b uye
a trad u c c i ón a C l a u d e H u art, d e G i nebra . Para más i n forma ción acerca de esto,
e n Jounw l of tlze
éase Popk i n , " S o r b i é rc's Tra n s l a t i o n of Scxt u s E m p i r i c us",
Edi
is tory of Ideas, X I V , 1 953, pp. 620-62 1, y "A C u ri o u s Fc a t u re of thc French
ly, XXXV, 1 956, pp. 350-352.
i o n of Sextus E m p i r i c u s", en Philolog ica/ Quarter
i c us", pp. 245-246.
" Schm itt, "An Unstud i ed Tra n s l a t i o n of Sextus E m p i r
48 EL R E S U R GIM IENTO D E L E S C E PTICISMO G R I E GO
" ':' i l l ey, op. cít . , p. 1 66 n.l.. muestra q u e resulta sumamente i mprobable que
Montmgne usara la obra de Pico. I n d ica q u e a mbos a u tores toman de Sexto.
pero �abJtualmente los " préstamos" hechos por Montaigne son más precisos. y
· ·1
.
tamb1en q u e Montaigne no se vale de n i nguna de las a nécdotas d e Pico, muchas
de las c uales habrían podido atraerle si· las hubiese visto.
"' C a rl F ne d 1 1 � 1 S tau dl 1' n , Gesch?chte
. .
und Geist des Skepticísmus ( Le i pzig,
1 794), Vol. I, p. 557.
" C. B. Sch mitt, Pico, cap. VI.
1tl
¡
EL RESURG I J\1 JENTO DEL ESCEPTICISMO GRIEGO 51
a . c é p t i c a y e fé c t i c a . ¡ Be n d ito se a e l s a n t o no m-
/ l¡1 11 l c a po rrét i c a. e s
ucho
bre ele D i o s ! En verd a d p u e d o d e c iros q u e en a d e l a nte s e rá m
pescu ezo, c a b a l l o s p or la
m á s l'ú c i l e m p re s a atra p a r l e o n e s por e l
. toros p o r e l hocico , l o bo s p o r l a cola,
crin . bueye s p o r l o s c ue rn o s
tales
e h i \'os por l a b a r b a y a v e s e n v u e l o por l o s p i e s q u e atra par a
h o n rados a m igos
fi ló s o fo s p o r s u s p a l a bras. ¡ Ad i ó s . d ignos. c a ro s y
m ío s ! " ' ;
"' Giova n n i Pico cle l l a M irand ola. Dis¡mt a tiones AdveTsus Astml ogiam Divin a
vols.
edi tado por Euge nio Garin. Edizio ne Nazion ale, Floren cia, 1 952, 2
Li.bmry
t l'i ccm .
en Pearl Kibre, The o f
Pico Delia Miran do/a , N ueva York. J 936. el n ú mero 673 y el n ú m ero 1 044 se titu
En la lista de los manus critos de Pico presen tada
lan Tractatus contm m·ithm eticos et contra astmlogos. El n ú m ero 1 044 es atri buido
a Se xto C l l el í ndice
''· Fra n cois Rab c'!a is, Oell l'res de Fmncu is Rabe/a is. edition critiq ue p u bliée
so us la d i rection de Abe! Le f'ran c. t('Xte et notes par H . Cluzot. P. Dela unay J . . •
Pla ttard e t .J . Porchcr < París. 1 93l l. Tomo V . p . 269. 1 , 1 12-1 22.
52 EL RESL'RGIMIENTO DEL ESCEPTICISMO GRIEGO
E l re tra to d � l p i rró n i co q ue p re s e n t a Re b e l a i s e s ,
c_omo bien_ pod1a esper rse I enos d e u n filósofo e scép
� _, l!
tico q ue de un personaJe com1co. Truillogán no m a rea n i
con�unde a Panurgo med i ante los ga mbitos d i alécticos
hab Itu � les, como lo harí a el filósofo p irró nico de Moliére,
� al,�u no, �on Sgana �elle e n _ Le Mariage Forcé, en el siglo
sigUI � nte. .-. E1� cambiO, el p irrónico de Rabelais alcanza
sus fmes median �e _una serie d e evasiones, incoherencias
Y res puestas esot � r� cas. El retrato no se basa e n materia
les d e Sexto �mp1nco. Y el comentario d e Gargantúa pa
rec e , e n realidad, m a l fun d a me ntado. D i rí a se q u e en
aq ue lla :_ �oca no había fil ósofos q ue se considera ran pi-
r rromcos.
_ _ �os comentadores explican l as observaciones
·
. 1
· · · ·
mac1 as d e 1 a tradiC IOn p1rron1Ca a la prcgu t a en cuestwn, de SI ¿debla casarse
Sga n a rcJ l c ? y dcs¡)ués d e mos t .aJ. que esta 1en duda en todas las cuestiones no
·
. l
�;�aa �:��1;0�;cl�a:oa� �1� �: �: =��;i����. �u����c!��:;�.�cln.J.aisiana
.
h � cien d·� � uc
co .se queja, Sganare
llc le indica que un escéptico no pucd � es t aJ . seguro m Siquiera de que Jo han
golpeado
. o de que le duele · U n post crwr comentador de esto ' F��e· >d n_c· 1� .B lcr- '
l l llg, Cl� s u Commentatio de Pyn·honismo Historico Lci pzig 1 724 p a o qu�
�1so.arfurw debió responder a Sganarclle, "me pal:ecc que �e h�z �ol�:��0' Y poi
e que debo hacerte lo mismo a ti". .
. � Hcnn ce
e par�
Busson, en su "Lc Rationalismc d a n s 1 a lltteraturc . de la
.
.
.rranc:a1sc
Rcnaissancc". 1533-160 1 ' pa�ls. 1 957 ' pp. 234 3�· puso a Rabcla1s como testigo
·
.
importante de que el ����omsmo : .
era una o p l m o n conocida Y bien establecida
en la Fra n c i a de la ép ·
'" Cf. n. 26 en Oeuvres de Rabelais T. V · p. 269 ,· n . .1 9. en RabclaJs, Le Tiers
Livre, cd. Jean Plattard· París 1 929 (L� T�xt: J �Franc;;us), p. 285; Y. Rabelais, The
UTquhart-Le Motteux T¡ �nslati;n oJÍI o� s o ranc¡s Rabel�zs, editado por A. J.
Nock Y C. R. W i lson <Nueva York 1 �; 1 ), ol 11, notas, p. lxxu, n. 7 a cap. XXXVI
"" Cf 0 . . cs L
•
. .
de os s I ust es, traduc ido por R. D . l·Í i c ks.
Locb ecl :. ¿�����c s Y �:������¡X���1 as� {;;�� �'o� · :1 · .L7�,1 �ro IX, �a p. XI, � P · 474-51 9 . El
escepti c i s mo pirrónico es descrito bJ:�vcm�n� e
. e POI 1 lUman1sta Gll l l l aume
, COI.I.CSpondcncJa) en. s u 0 b ra De A sse, Pans,
Budé
<con quien Rabelais so S t U\0 .
cxxi i . aparentemente basacl o en 0 wgcncs ..
1 54 1 , p .
Lacrcw.
E L HES URG IM IENT O Dr�L ESCE PTIC ISMO
esce pti-
pció n de
]
l a d e Gian Fran cesc o Pico d e l l a Mira ndol a, pare cen
Cice
h aber
rón . '1 1 (
e stad o basa das e n info rma ción enco ntra d a en
Luc i a no, D ióge nes Laerc io o Gale no. iene s pasa ron por
Prob able men te el más nota ble de q u
escé ptic os e n este peri odo fue aqu ella c u rios a figu ra ,
Hen ricu s Corn eliu s Agr ippa von Nett eshe i m ( 1486 - 1 535) .
Era un hom bre inte resa do en muc has cosa s, pero espe
cial men te e n las c ienc ias ocu ltas Y Una extr aña obr a que
¡
itate scientiarum
escr ibió e n 1 526, D e Ince Ttitu.dine e t van
decl ama tio invectiva . . . h a hec ho que
se le clas ifiq ue com o
un tem pra no escé ptico. La gran difu sión de esta obr a, sus
muc has edic ione s en latí n, así como el e n trad ucc ione s ita
lian as, fran cesa s e ingl esa s durante sigl o XVI, ade más l.
a Agripp a una ! \
d e s u i nflu enc ia sob re Mon taig ne . han d ado
i n me reci da prom i nen cia e ntre quiepennes des emp ei'la ron un \
pap el en el red esc ubr imi ento del sam i ento escé ptic oj
e n e l Ren acim iento. ba con tra
El li bro es, en real idad , una exte n sa d i atri todo tipo de
todo tipo de acti vida d i ntel ectu al y cont ra
c
, es d e-
arte S u prop ósito , nos dice Agrippa en el prefacio
a los lecto res. come nta dores y enem igos
del
·"Sólo Schm itt ha i nvesthaigado ente leída
m
e ncon trado que fu e una obra exten sam
De A cad e i a . d e Cieerón. y ica·
y q u e n o prod ujo répl icas muy agud as. a lguna s de las cuale s fuero n publ
man uscri to. Véas e Cierro Scep t i c u s.
d a s y algu n as de las cuale s sólo ex isten en
del li bro de Sc hm itt " Las Acad e·
c
El artícu lo de Ezeq u ie l de Olaso . ele crít iea " S t u dies in Pililo ·
Inten wtio nal
cent ista . en
m i c a de Cice rón y la fi losof ía Rena
s más acer ca de la i n O ucnc ia d e
, nos da a lguno s elato
soplz y V J I ( 1 975), pp. 57-68
Cicerón .
"' Acerc a d e los i ntere ses y la te mpes tuosa
carre ra d e Agrip pa. \'!'ase el ar·
ticulo de Ba�·le "Agri ppa" en el 1>
iquc el Cri t ique: la i ntrod uceió
n
i t io uaire Hisror
ppa von Nett eshc im. Die l t
E ite kei 1md
ele Fritz Mau thnc r a su trad ucció n d e Agri ¡¡sscl zri.(t . Mun ieh. 1 9 13.
pp. \' I
.f! en 1 1 1 1 d die Vert e i d ig u n
¡¡ ¡
U ns iclzer/¡ e i t dcr \Vissen�clw i n Agri ppa 's Thou ght" . e n
ic and Scc p t i c i sm
XLV : y C h a rles G. Naue rt .Jr.. "Mag y Af} l"ippa 's a11d tlw Crisi s o.f
Jcm m a l of t he Histo ry of I deas
. X V I I I . 1957. p p . 1 6 1 -82 in. i ntrod ucció n a Olms .
Rena isscmce TJw g t . i Urba /
d e
na. I l l i n o i s 1965: R. H.
las de Agrip pa y
Popk
los Ensa yos d e Paol a Za mbc
e d i c i ó n fol orcp rocl u c d a . O p e m
et la Theo logie huma n iste " . en
me
l l i . espe c ialme nte "Co rncil le Agrip pa. l�ras 1969. \'ol. l. pp. 1 1 3·59.
l ti'E t l l lles 1 1 1 1 1/W ilistcs . Tours
Dou.:ie J I I I <' E ta[Jl' J utenu ltÍ<JIIil n
París , 1972. y " l\fagi c a ncl Hacl i c a l Hef' o rmat ion in Agrip pa of
. 60.· 1sh03.e i m". e
Nette
Joun wl o f . ' TI Warll11Tfl (1 71(/
Ie Cow1 a ul d l n st i t u t es. XXX IX. 1 976. pp
5-1 EL RESURGIM IENTO DEL ESCEPTIC ISMO GRIEGO
N a d a h a c a u s a d o m á s p e s t e s a l o s h o m b res q u e e l c o n o c i
m i e n t o : es é s ta la m i s m a p e s t i l e n c i a q u e l l evó a tod a l a h u m a
n i d a d a la ru i n a , la q u e a rroj ó tod a I n o c e n c i a y n o s h a d ej a d o
s uj e tos a ta nta s c l a se s d e p e c a d o , y ta m b i é n a l a m u e rt e : q u e h a
exti n g u i d o l a l u z d e l a F e , l a n z a n d o a n u estras A l m a s a l a s
c i eg a s t i n i e b l a s ; l a q u e , c o n d e n a n d o l a verd a d , h a c o l o c a do a
l o s e rrores en su tro n o . :¡.¡
'' cr. �l au thner. op. ci t .. p. xlvii: y Pierre Vil ley, Les Sou rces & I L'o i H lioH des
' ' /bid . . p. 1 87r.
' É .
POSI\o de Agrippa fue dt>fende r la p osición protesta nte" está sujeta a d u da, ya
qup al pare cer Agrippa sigui ó siendo católico d urante toda su vida, Y ataca a los
refo rm adores en Van i tie, pp. 20r-v.
56 EL RESURG IM IENTO DEL ESCEPTICISMO GHIEGO
�::Véase Nauert, "Magic and Skepticism in Agn ppa", esp. pp. 1 67-82.
V ! l l �y, . 1 1 , p. 1 66 Y Strowski,
o p. cit . op. cit . . pp. 1 30 y 1 33 n. I dicen esto Pao la
¡ a poya esta opini ? n en s u "A propositis della 'de va ni tatc scicnt l arium
1 11
,
Zamb�IJ
el artJ u m _ d1 Corn ? IJO Agn¡_J pa", � n
.
Rivista c1·itico di storio dclla .filoso.fio XV. 1 960,
.
pp. 166-80. Sc h m 1 1 t cxa m 1 n a m i.n u c io s a m e nte l a s ¡) r u c b a s cl tl d a s e¡ e q u e
"
·' •
·
Agn_ 1) 1 Pico.
��
lll b lcsc emp cae o parte de los materiales de Pico. Sch m itt, pp.
239_24
" P� r ejemplo, el cap. 54 sobre fi loso fía moral se parece a algunas de las
.
d 1scuswncs de texto sobre la variedad del comportam iento mora l · sin embargo
donde Sexto da el ejemplo de q u e " t a m bién entre los egipcios l �s h o m bres s �
� asan con sus herm a nas", P. H. 1 . , 1 53 y 1 1 1 , 205, Agrippa a fi rmó "Emongc thc
thcn 1_ a n s 1 t was lecfu l for a man to m a rry his owne sister' ' Vouir1·c 1, · 72 I' ¡)a-
reccn v a r��� CJC �JP 1 os d e e �to. C Y illcy a firma, como u n h echo,
1
· ' ' · .,
que Agri ppa lomó
1 1 · ¡) · 1 76 . ¡ s e, ¡1accn
.
•
d e Scxto, s1n of1 eccr nmgu n ejemplo. C f. Vil lcv op. cit.
.
:
Yanas :JCncwnc .· s d� :'I· ITOn en Agn ppa, pero n i ng u n a ind ica gran cono c i miento
. . · •
l
bastante pod eroso p a ra cre ar la i mpresión d e que el escep
tici smo académico era una fuerza con la que había q u e
conta r. Pero aparte de la o bra de Teodoro d e Beza con tra e l
nouveaux academ.icien (considera da en e l c apítulo ante rio r),
de la obra de Castalión, y d e l análisis de Gentian Hervet
u n a com paración del escepti cismo de Agri ppa y de Montaig ne, véase Ernst Cas
sircr.Dos Erlcennt.11isproblem in dC1' Philosop hie und Wissenschoft der neueren Zeit, Y
Band I (Berlín 1 922), pp. 1 92-1 94. ! El problem a del conoc i m ie n to en l a filosol'ia
en la ciencia moderna s, FCE. 3a. re i m presión 1979, p . 2 16.]
..,, Citado de Corncto , De vera p/lilosophia en Henri Busso n, Le Rationa lis me
drms la littemturc .franc,aise, p. 94n. 2.
<�<
d il e
!bid., pp. 94-106. Busson present a a Du Fcrron algo así como u n fi lósofo
tante y ecléctic o, y no como u n fi deísta serio. Por razones q ue nunca q u edan en
claro, Busson cont i n u a m e n te l l a m a pirron ismo a estas varias opin iones d eriva
tivas de los escé pticos académ icos, lo que crea c ierta co nfusión con respecto a
có mo se desarrol laron el conoc i m iento y el interés en el esceptis mo gri ego d u
ranl'c el siglo X\'1, y produ c e u n a i mpresión engaí'losa de la fuerza y extensió n d e
la tradi ción pirrónica a n te rior a M o n ta igne.
58 EL HES URG II\1 1ENT O DEL ESCE PTIC
ISI\10 GRIE GO
!1 a ce rca de los cal vin ista , .
s
' pre fa cio de su ed ic ' - d Sco mo nue vos aca dem icos en el
r q u e m ere zcan men n a se��� � · � �to, no hay mu chas otras obras
�1 c a rde n a l J aco po S a dol eto , ob is
P o d e- Cat pen tra s, .
am igo de Reg ina ldo Pol e ' esc r'b � 10
.-
una I.es pue sta al esc ept i-
cis mo aca dém ico Phaed �� bus p hiloso hiae,
p ro babl em ente c � m o res ��:a � �� e s u co
z de L au ?
n e spon d e n cia con
. 1 Pole so bre la cues t i ón de si pue l e con
' c ocerse algo p or
"! medios racion ,a les ,,; La ob ra
' bl ica d a en 1 538 . " E·· 11 la p n_ mcrfue com pue sta en 1533. Y pu-
par. te· e1 e l l I' bro, Fed ro pre-
·
sen ta las opi nio nes d e los aca daem ico s, tom ada s p rin cip al -
· _
me nte de- C I' ceron, - Y p rop ugn a la te S I. S f'I d eist - a. Seü ala la -
fut il ida d de l a filo sofÍ a nat ura l . D l. OS
tos de la nat ura lez a ' de Inod o que nun ha ocu ltad o los sec re-
1os. Qu ien
.
es cre en ha bera des . ca IJod reJ
et. to
- no s con oce r-
. algo cerc a de la .
nat ura lez a se contrad icen e SI il1�1 ubJ �
SI110 S y entre SI en sus pri
cip ios V teo ¡·¡' as So'lo por l a f"l Reve l;c wn · n-
a Dio s . no por la filosofía . La I oso Ia · pod e mos conoce r
.
· ·
des esp era do com o 1� filos ° f'1 nat �� � al.mo ral es un caso tan
ser act uar virt uos am en te, no d�i SCll l l.ir � .N � estr a met a deb e
111 d isp uta r ace rca de
. virtud .Y del. bie n . D e. ma
la
se pue de pro bar lo qu s q Uier .
. .
gis �
nera sem eja nte ' la d i a l ec
m útil, sól o u n grupo d f"Igu t a s � Silo mo s por Jos
.
- t Ica
' es
cua les
surdas . Así pue s . a fi rm a � ed �o, a,sol h asta las cos as mas a h
_ o pod emos con
verd a d por me dio de. la Reve aci ón oce r la
dio d e la filo sofí aY de Dio s, Y no por me-
, . 1 aeop
• o S aclol eto. Plwe dms. e n o pew
. l1 e n 1 538.
Ll'o
La obra
. (j l l a e e.rsta 111 o n m ia. Vero na,
1 1 1 . Un res ume n · e¡ ue he
·
s c•gtJJ: el o
•
1 00· 1 0 1 . La obra tam bién es el e s · en part e . nos. es. el·ac1o en Buss on . op. cit .. pp.
1 738 Vol.
·
f-1/· e 11 1¡ de B m é �
· ¡J · 78 · El
·
· ·.
•
1·/IS pare ce prov enir ele
a p. 1 68, pero n inguna
Cie·e rón v el e
· C'i m i ento e1 e · . .
. - ·
10 ?
.
o 1.rece n mgu na pru eba en apoyo .�C/CI t I. CJ 1 11 111 " . ej e C' . Agri
. en reali-
. e
l l l 1((}/1 .
1(! . . 1 ppa, pero no
d e esto .
EL HESURGIMIE NTO DEL ESCEPTICISM O GHIEGO 59 )l
¡
1'
J
La segund a parte del li bro presenta la respuest a de S a-
dole to. Para descubri r l a verd a d hemos d e seguir l a verda L
dera filosofía; esta filosofía no es la de las Escuelas, sino las ¡
1
anti guas ideas de Platón y Aristótele s, q ue estaban siendo í
revivi das por los humanist as y los paduanos en Italia. Esta 1
verda dera filosofía no tien e las fallas ni la futilidad del ¡,
pensamiento escolástico sino que, a ntes bien, es la fuente ¡
i
de la verd adera sabid uría y virtud. La piedra angular de f'
esta filosofía maravil losa es la razón, y por la razón pode ¡
mos descubrir los u niversales. Semej ante descubrimi ento
nos llevará del n ivel d e las opi n iones y las dudas al del t
conocimiento cierto y la felicidad. El objeto propio d e l a
razón e s la verdad, i ncluso y especialme nte la verdad reli
giosa. Por tanto, l a búsqueda d e la verdad religiosa corres
ponde también a la verdadera filosofía. Por tanto, e n contra
de lo que afi rman los fideístas académico s, la razón hu
mana, debidamente emple ada, sí puede d escubrir el ver
dadero conocimien to, y es capaz de alcanzar h asta e l cono
cimiento supremo, l a verdad religiosa:1H
La resp ue sta del c arde n a l Sadoleto al esceptic ismo
acad é m ico constituye más un p anegírico sobre los m éritos
ele la filosofía antigua y la razón humana q ue una res
puesta al desafío. Su fe abrumadora en l as c apac id ad es
del pen s a m i ento rac ion al no p arece basad a e n n ingú n
at� ál�s is gen uino o respuesta a los argumentos de los aca
d emi cos . Antes bien, ha tratado de desplazar el centro del
ata que, dej a ndo q ue la batería académ i c a c a iga sobre los
e_s colá stico s, m ientras conserva beatíficame nte su con
fi anz a ínteg ra e n los podere s rac ionales del hombre , si
son de bid a mente e m pleados.
Tan to Bus son como Buckley a firman q ue Sadoleto es
taba atac ando a los p irrón icos · la ocasión de su ataque, e n
s � op ini ón, indica q u e el esce p ticismo pirrón ico era cono
Ci do en Fran cia en la primera parte del siglo XVI . 50 Pero e n
duci dos a � na indig na servi dum bre ; h acer les comp rend er
:
': Citado en H enri Busson.
Le Rationalisme dans /.a littérature ji·anc.aise. p . 235 .
·• Le Ratio11alisme. p. 236.
C1tado en Busson,
!bid . 237.
''" Citado en . p.
EL RES U HGIM IENTO DEL ESCEPT ICISMO GRIEGO
63
prop io Peter Ramu s se encon tr� � cusad o de ser nouv_
eau
ieron en ataca r el ansto
acadenúci en. Ramu s y Talon convm
y antic ristia na. Talon había
teli smo como visió n acri stia n a
ateos Y
llegad o hasta a tilda r a Ari stóte les de "padr e d e los
un profe sor que enseñ aba e n
fanát icos" . 11 ° Como res puest a,
n d , escrib ió Contr a novam aca
el Colle ge de Franc e, Gal l a
q ue acusa a los dos antiar isto
denúc am Petá Rmni oratio, HJ en
a po r
télico s de tratar de ree mpla zar la filoso fía perip atétic
a Acad emia . Desp ués de defen
el escep ticism o d e l a Nuev
de irreli gión, Galla nd acusó , a s u
der a Arist ótele s del cargo
de
vez, a Ramu s y a s u amig o de este crime n p o r causa
s u escept icismo .
se dedi
Todas las demá s secta s, inclus o la del propi o Epicu ro,
ón, mient ras que la Acad emia
can a sa lvagu ardar algun a religi
r toda c reenc ia, religi osa o no, e n .los
se esfue rza por destr ui
h o mb res. Ha empr endid o la guerr a de los Tita
espírit us de los
en Dios el que sos
nes contra los d ioses . ¿Cóm o pued e creer
pasa el tiemp o refut ando las
tiene que nada es cierto , el que
toda fe a sus senti dos, el que arrui n�
ideas de otros , el q u e n iega
la autor idad de la razón ? Si n o cree lo que exper iment a y casi
a
toca, ¿cóm o pued e tener fe en la exist encia de la Natu ralez
Divina, tan difícil de conceb ir? -.
!bid., 268.
,;,. Citado en p.
'" P. Contm Nopam Academicam Petri Rami oratio, Luteti ae, 1 55 1 . (Hay
un volu men de esta o bra en la Newbe rr:v Libra!')'. Chicag o), Busson , Le
Gal la nd '
Rationa·
lis me d(ms /a litt.érature .fi·anc.aise. 269�71.
pp. indica que Galland sostení a la p osi
(' i ón p aduana. Thoma s Greenw ood, en su "L'éclo sion de sceptic isme pendan t la
Rcn aissance et les prcmie rs apolog istes", Revue de l'Vniversité d'Ottawa, XVII,
1947. 88, p. niega esto, pero no ofrece ninguna prueba convinc ente. .
'" Cf. Busson ,Le Ration ali.sme dans la li.ttératurefranc.aise, 269-271 .
pp. El pasaJe
citad o apare ce en la p. 271.
64 EL RES URGIMIENTO DE L ESCEPTICISMO GRIEGO
�) ¡
¡¡
11 1
i 1
66 EL RESURGIM IENTO DEL ESCEPTICISMO GRIEGO
Ot � a d tscuston
_ del li bro de Brués, en Gcorgc Boas, Dominant Themes of Mode1'1l :
Pltllosophy, N ueva York, 1957, pp. 71-74, concluye con la sugestión de q úc la p ró-
EL HESU HGIMIENTO DEL E SCEPTICIS:\10 GHIEGO 67
escep ticismo es pobre, no puede haber d ud a de que Brués
estab a trat ando de alcanza r el ortodoxo propósi to de l'es
ponder a l esceptic ismo p ara salvagua rdar a la rel igión de
os dubi tat ivos. , .
;
Pero aun si no podemo s d etermin ar las opinion es del
autor con a lguna precisió n, los Dialogues de B rués son in
teresa ntes porque m uestran l a atención d espertad a por
as ideas escéptica s y su actualida d en las d i scusione s d e
mediados d e l siglo xvr. En la obra n o hay una seria capta
ción de la fuerza y n aturaleza d e l escepticis mo griego, po
sihlelllL . ·�0rque, como lo h a sugerido V il ley, Brués no
· ·
cisme", d e Greenwood .
'" Busson, le
Les Sources et développement, p. 425.
"" Villey,op. cit., 1 1 , p. 172. Las controversias de Talon, Galland y Brués son
examinadas con detalle en Schmitt, Cicero Scepticus, pp . 8 1 - 1 08.
op. cit.,
"' Vil ley, I I , p. 1 65.
'' Esta tesis es afirmada en toda suSources et le développement du Ratio11alisme
y la versión revisada, Le Rationalisme dans la littérature franc,aise. Véase, por
ej emplo, pp. 258 y 438-39, en l a primera, y pp. 233 y 4 1 0- 1 1 , en la última. E n forma
más extrema, esta es la tesis de Greenwood en "L'éclosion du scepticisme".
Tanto V i l ley co m o Strowski minimizan la i mportancia del pensamiento escép
tico premontaigniano. Véase V i l l ey, op. cit., Montaigne,
I I , p. 1 65 y Strowski, pp.
1 20 y SS.
EL RESURGII\I IENTO DEL ESCEPTICISMO GRIEGO 69
'" Juste Lipse, Manuduc tionis ad Stoicam Philosoph iam Librí Tres se val
(Ambere s,
ió d e Sexto
1 604), Lib. II, disert, I l l y I V, pp. 69-76. Isaac Casaubon también
para o btener i n formació n fi lológica e histórica , y tuvo su propio manuscr ito
griego que h oy se encuentra en l a Ki ng's Library. British Museum, que recibió
ele su suegro, Henri Estienne, Cf. M ark Pattison. Isaac Casaubon 1 559-1614, 2" ed.
Oxford 1892, pp. 30-1.
"" En el siglo x v r 1 1, l a o b ra de Valencia apareció en la edición Durand de las
Academiques, Les Académiques ou des Moyens de JugeT du Vrai;
de Cicerón, como
ouvrage ¡misé dans les sources; Pie?Te Valence,
par véase por ejemplo, la edición
de 1 796, de París d e lasAcadémiques, de Cicerón, donde el l ibro de Valencia
Bi
consti tuye las pp. 327-464. El li bro también fue reducido y comentad o en la
bliotlleque Britannique, X V I I I , oct.-d ic. 174 1 , pp. 60-146.
Academi ca sive De Iudicio ergu t>erum, Ex ipsis
'" Petrus Valentía (Valenci a), ·
1907, pp. 212-213, no. l. Stroll'ski afirmó que Sú nchez era el escéptko en q u ien
Merse n n e ha bía estado pensando en su obra. Que esto no es cierto se mostraril
en el anil l i sis ele Mersen n e en u n ca pítulo posteri or.
""' San c h es. Q u od N i h il Sci t llT, pp. 5-6.
EL HES UHGIM IENTO DEL ESCEPTICISMO G H IEGO 77
SS.
!bid., p p . 17
1 1"
. SS.
!bid . pp. •23
1 1"
.
""' !bid . pp. 47-53.
EL RESURGIMIENTO DEL ESCEPTICISMO GRIEGO 79
su afirmación de q u e nihil scitur es pl anteada sobre moti
vos filosóficos, sobre un rec h a zo del a ri stote l i � mo,. Y s obre
un análisis e p i stemológico d e cómo son el o bJ eto d e l co
nocimiento y el conocedo r. E n términos generales, l a. c ?_n
clusión totalmente n egativa d e Sánche � n o es I � J? OSicwn
del escepti cismo p i rrónico, l a suspens1 ?_ n de J_ �1c1o s obre
si algo puede conocerse, sino, en cambio, el mas maduro
dogmati smo negativo de los académicos. Plantea u n a teo
ría de la n aturaleza d e l verdadero conocimie.n t? , Y l uego
muestra que no es p o s i ble alca nzar tal conocimiento. �os
pirrónicos, con s u m á s rad i cal esc � pt.icismo,. n o p o d 1 an
aceptar l a teoría positiva d e l conocimiento m l a conclu
sión d efin itiva de q u e nihil scitur. 1 1 0
Aunque Quod nihil scitur parece pre sent � r u n a V I SlOn
semej ante a l a que s e ha a tribuido a Arces1 � ao Y a Car
né a d e s l 1 1 s e g ú n C i c e ró n y D i ógen e s Laerc w , S a_ n c hez
también parece d e b e r algo a Sexto Emp.írico, al q u e no
men cio n a e n su o bra. Carvalho ha s ugendo q u e tanto el
estilo como algunos d e los argumentos se derivan d e la
traducción de Sexto hecha por Estienne . 1 1 2 Y e n u n estu
dio de Sánchez se llega hasta considerarlo como sucesor d e
Sexto . 1 1 a
•
" " Cf. Joseph Moreau, " Do utE> et Savoir hez Francisco Sanchez, en �o � ugie
e
sisch e Forsclw.ngen des Gorresgesell.sc:haft. Erste Rei he, Aufsdtze zur Portugteszschen
l<.ulw
1
rg�schichte, I, Band, 1960, pp. 24-50.
11
Es interesante q ue e n u n a c arta de Sánchez al matematlco, c l �v 1 us, q.ue
. . .
trata del -nroblema de encontrar la verdad en la física Y las matemat1cas, . �an
chez fi rm ara el d oc u me nto "Carneades philosophus". Cf. J . ! �arte, "Francis�o
Sunchez el Esceptico d isfrazado de e arnea d es en d I' scusión epistolar con Chns-
· · · ·
tó bal Clavio", Gregorianum, XXI, 1940, pp. 413-451. El texto d e esta carta a p a i.e ce
en la edición de Carvalho d e Sánchez, pp. 146-153.
1
"' Carvalho i ntroducción a Sanches, Opera Plzilosophica, pp. LVII-LIX. . .
F 1te-, pp 1 3 72-96. La ultima
'
· ·
Senchet, Essm sur la méthode de ranczsco Sanc
·
'
" '' Acerca del papel de Sónchez en el d esarrol lo d e l "escept icismo construc
t i vo", véase Popkin, prefacio a The Problem of CeTtaint¡¡ in English Tlwugltt,
de H.
Van Leeuwen. 1630-80, La Haya, 1963; crítica de Opem Philosophica,
d e Sanchez,
enRenaissancc News. X. 1957, pp'. 206-8: y críticas de las Dissertal ions en forme de
pamdoxe, Isis. LII I de Gasse ndi, 1962, p. 414. Hay u n interesante estu d i o del pa
pel del escepticismo, tanto de Ped ro Valenc i a como de Franc isco Sánchez en
Marce l i n o Menéndez y Pelayo, Ensayos de CTitica Filos6,{1ca,
Madrid, 1918, Vol. I X
de sus Obms Completas, en e l capítulo i n t i tu l ado "De los orígenes d e l Criticismo
y del Escepticismo y especialmente d e los precu rsores espaJi oles d e Kant", pp.
1 19-221 .
Quod aliquid scituT,
" '; U l rich Wild, Lei pz ig, 1664; y Daniel llartnack, Sane/tez
Alic¡uid Sciens. Stettin, 1665. Lei b n i z t a m bi é n se inte resó a parentemente por
1 1 ' Las posibles conex iones entre Sónchez y l\1ontaigne son exam i n ad as e n Vi
Sánchez en esta época.
l ley, &
Solll'ces Evolution. I I , pp. 166-69, hasta llegar a u n a conclusión bastante
EL RESURGIMIENTO DEL ESCEPTICISMO GRIEGO 81
ti cismo, de fi nales del siglo xvm Staudlin, n o le impre
s i o n ó S á nchez como p articul armente interes ante. 1 1 H Tal
parece que sólo en los últimos cien años h a llegado a ser
considerado como "uno de los pensadores más agudos y
ava nzados del siglo xv u", 1 1 11 o aun superior a Montaigne
porqu e , " S á nchez fu e el ú n i c o escéptico q u e al mismo
tiempo fue un pensador positivo", y que, como resultad o,
puede presentarse como precursor de Descartes. 1 2 0
B i e n puede ser q u e la fo rmulación d e l pro blema es
cépti c o dado por S á nchez esté más cerca del idioma mo
derno que ninguna de las de sus contemporá neos, incl uso
la de Montaigne, y en s u visión de cómo se d es arrolló la
filosofía se le pueda leer como un precursor de Bacon o
d e Descartes. En realidad, una reciente tra d ucción al in
glés, aún inéd ita, que yo he visto, del Quod Nihil ScituT de
Sánchez, puede leerse casi como un texto de filosofía ana
lítica escrito en el siglo xx.
En el resurgimiento del escepti cismo gri ego en el siglo
XVI, el pensador que más a bsorbió la nueva influenci a de
Sexto E mpírico y que aplicó este materi al a los problemas
intelectu ales de su época fue Michel de Montaigne. S u pi
rroni smo ayudó a cre ar la cTise pyrrhonienne de comienzos
del s iglo X V I I . En el próximo capítulo mostra remos que, a
travé s d e Montaigne, el escepticismo re nace ntista llegó
a ser dec isivo para la formación de la fi losofía modern a,
contra l a opinión q u e sostiene q ue sólo fue un momento
de transición en la h istoria del pens amiento.
negativa. V i l ley aquí, y Strowski en Montaigne, p. 145, indican que es muy posi
ble que Sánchez y Monlaigne estuviesen emparentados por el lado de la madre
de Monta ignr:. (Después d e i nspeccionar los datos en los documentos de Cazac,
no concluyo yo que Sánchez y Monta igne fueran pri mos lejanos, ya que entre las
fa m i l i a s Sánchez y López h u bo muchos matrimonios. Ambas fam i lias eran des
ta cadas en Espmi a antes del establec i m i ento de la Inquisición y la expulsión de
los j u d íos, y partic i paron en u n a conj u ración para malar a un jefe de la I n q u isi
ci ón.)
Geschichte des Skepticismus,
" " Sta u d l i n , I I , pp. 53-57.
" Owen,
" op. cit., p. 640.
"" Coral ni k,op. cit., pp. 193 y 195.
III. MICHEL DE MONTAIGNE Y LOS "NOUVEAUX
PYRRHONIENS"
' Donald Frame, e n s u rec iente biografía, Montaigne, Nueva York, 1 965, d ice
q ue el 25'/c de sangre j u d ía (la madre de Montaigne era j udía a medi as), pro
bablemente fue responsable, en cierta medida, de su profu n d a tolerancia, "su
actitud un tanto apa rtada , típica d e los marranos y n atural en ellos hacia la
religión, fue p rá cticada c o n t i n u a y muy c o n c i e n z u d a m e n te por M o n ta igne;
s u incansable c u riosidad, principal pero n o excl usi vamente intelectual, el cos
mopoli tismo natural en un miemhro de una fam i l i a tan extensa", p. 28.
82
. ,.
.'�'
1l
í
·'
¡
La a firmación in i c ial d el men saj e ficl e í sta es presen
tad a de m a nera pecul iar. Con cierta ironía, Monta igne ex
cusa e l ra cionalismo teol ógi co de Sebond d i ci e n d o q u e
aun c u a n d o él, Montaigne, no es versado e n teología ' a s u
parecer l a religión se b a s a tan sólo en la fe q u e n os es
dada por la Gra c i a de Dios. Sin e m bargo , no h ay n a d a
m a l o en valerse d e l a ra zón para apoyar l a fe , "pero siem
pre con esta reserva : no creer que es d e nosotros d e q u ie
nes depende la fe , ni que nuestros esfuerzos y argumentos
pueden alcanzar un conocim iento tan sobrenatural y d i
vi no".11 Esto lleva a Montaigne a afi rmar con mayor fu erza
q ue la verd a dera religión sólo puede estar basad a en la
fe , y q u e todo fun d a mento h u mano de la religión es d e ma
s i a d o d ébil para soportar el conocimiento d ivino. Esto, a
su vez, nos conduce a una d igresión sobre la debil i d ad de
l a religión el e nu estros d ías, porque s e basa en factore s i
1
h u m a n os c o m o l a costum bre y la u b i ca c i ó n geográ fi c a .
" � o mos cri stianos por la misma ra zón q u e somos perigor
d 1 an os o alemanes." 1 0 Pero si tuviésemos la verdad era luz
el e l a fe , entonces los medios h u manos, como los argumen
tos d e Sebond, podrían sernos útiles. Así, para "defend er"
la t0.sis d e Sebond según la cual las verd a d e s de fe pueden
demostra rse ra cionalmente, Montaign e e m p i eza por hacer
el e l a pura fe la piedra angular de la religión; l uego con
cede a l os esfuerzos ele Sebond una catego ría de segunda
clase como a uxiliare s , después, pero no antes, de la acep
ta ción d e Dios.
Para respond er al segundo cargo . que lo s argum entos
de S c bond son tan endebles que es fá cil superarlos, Mon
.
taigne ofre ce tod a una variedad d e argumentos escépti
cos.
E l m e d i o q u e e m p l e o p a ra c o ntener e ste· fre n e s í , y q u e me
p a re c e el m á s a p r o p i a d o , c o n s i ste en a p l a st a r y p i so t e a r l a
a rroga n c i a y e l orgu l l o h u m a n o s ; h a cerles sentir l a i n a n i d a d ,
l a vanidad y l a n a d a d e l h o m b re ; a rra n c a r l e d e l a s m a n o s l a s
m i n ú s c u l a s a rm a s d e su ra z ó n ; h a ce rl e i n c l i n a r l a c a b e z a y
" 1 /Jid . , p. 150.
' lbid., p. 1 55.
"
86 MICHEL DE MONTAIGNE Y LOS "NOU VEAUX PYRRHONIEN S"
�. Para e x c u s a r l a d e bi l i d a d d e l r a zo n a m i e nt o d e S e -
bon d , Montaigne se propuso mostra r q u e el ra zonamiento
de nadie era siquiera un poco mej or, y q u e n a d i e puede
alcanzar ninguna certidumbre por medios ra cionales.
Después d e ofrecer unos cuantos sentimientos antirra-
cionales, tomados de S a n Pablo, Monta igne comienza ya
en serio. El ho mbre piensa q u e él, sin la ayu d a de la Luz
Divin a, puede abarcar el cosmos. Pero no es más que u n a
vana y minúscula criatura, cuyo ego le hace creer q ue él y
solo él comprende el m u nd o , que éste fue hecho y gober
nado pa ra su beneficio. S i n embargo, c uando comparamos
al hombre con los animales, vemos que n o t i e n e fac ulta
d e s m a ravi l l o s a s de q u e a q u é l l o s c a r e z c a n , y q u e s u
llamada ra cionali d a d n o e s más q ue otra forma d e compor
tamiento a n i mal. Para i l ustrar esto, Monta ign e e s c oge
ej emplos d e Sexto Empírico, como el del perro lógico que,
supuestamente, elaboró un silogismo d i syuntivo. N i a u n la
religi ón. dice Mo nta igne, es exclusiva m ente posesión h u
mana, sino que parece existir entre los elefantes, q u e , se
gú n parece, oran. 1 2
L a extensa y desmoralizadora comparación d e l h o m bre
y las besti as fue hecha éon el obj eto d e crear u n a actitud
escéptica h acia las preten s io nes intelectuales h umanas.
Las glorias del reino animal son contrastadas con l a vani
dad, estupidez e inmora l i d a d del m u n d o h um a n o . Mon
taigne dice que las supuestas realizaciones d e nuestra
razón nos han ayudado a enco ntrar un m u n d o q u e no es
mejor sin o peor q u e el de los animales. Nuestro s conoci
mientos no nos impiden ser gobernados por funciones y
pasiones corporales. Nuestra llamada s a b i d u ría es u n a
red Y una pretensión q u e n o logra nad a para n os o tros. S i
MICHEL D E MONTAIGNE Y LOS "NOU VEAUX PYRRHON IENS" 87
�
cidades m entales d e l h o m bre, no podemos dej ar de que
d ar, abru mados por l a "comedia de l a d emencia superior".
"L<{ peste del h o mb re es l a opinión del conocimiento . Por
ello l a ignoranc i a es tan recomendada por nuestra reli
gión, como cualidad apro p i a d a a l a fe y la o bediencia." 1 :1
Hasta este punto, el ata q u e escé ptico d e Montaigne h a
sido poco más q u e e l antiintelectualismo d el Elogio d e la
locum, de Erasmo. Ahora se pl antea el argumento en l o s
térmi nos d e la c o m para c i ó n , bastante desastrosa (para el
lector) de hombres y besti as. (Todo el que lea el testimo
nio de Montaigne h asta este p unto quedará que brantado,
aun c u ando él n o h aya demostrado l a ineficacia de la ra
zón h u m ana.) Después, el desarrol lo más filosófico de s u
escepticismo seg u i rá a u n b reve panegírico de l a ignoran
cia, y a otra defe n s a del c ompleto fideísmo. La sabiduría,
dice Montaigne, n unca h a dado n ingún beneficio a n a d i e ,
en tanto q u e los n o bles d e la Naturaleza, los recién d e s
cubiertos residentes del Brasil, "pasan la vida en admira
ble simplicidad e ignora n c i a , sin letra s, sin derecho, s i n
rey, sin religión d e ningu n a especie". H El mensaj e cris
ti ano consiste, según Monta igne, en c ultivar una ignoran
cia similar, para creer excl usivamente por l a fe .
La participación q u e tenemos en el conocimiento de la ver
dad, sea cual fuere, no h a sido adquirida por n uestros propios
poderes. Dios nos h a enseñado ello con bastante claridad, por
los testigos q u e ha escogido entre la gente común, s imple e
ignorante, para i nstru irnos en sus secretos admirables. Nue s
tra fe no es adq u isición n uestra, es u n p uro don de la libe ra
lidad de otro . N o es por n u e stro raciocinio o por nuestro
entendimiento c o m o hemos reci bido n u e stra religión; es por
autoridad y mando externo. La debilidad de nuestro j u ic io
nos ayuda más e n ello q u e s u fortal eza, y nuestra ceguera,
más que nuestra visión. Por mediación ele nuestra ignoran-
:1
1
88 MICHEL DE MONTA IGNE Y LOS "NOUVEAUX PYH HIIO NIENS"
A q u e l l o s a n t i g u o s p i 1To n 1 c o s n o s ó l o h a bían d e s c u
bi erto l a cu mbre d e la s a biduría h u mana, sino también,
como Montaigne y s us d iscípulos asegurarí a n para e l siglo
siguiente, habían a portado la mej o r d e fensa contra l a Re
fo rma. Como el escéptico completo no tenía ideas p ositi
va s, tampoco podía tener opiniones e rróneas. Y como e l
pirró n i c o acepta ba l a s leyes y costum bres de s u comuni
dad, aceptaría e l c atolicismo. Po r último, e l completo es
céptico se hallaba e n el estado ideal p ara recibir l a Reve
lación, si Dios así lo quería. La un ión de la Cruz de Cristo
y las d udas de Pirrón formaba la combinación perfecta 1
para apuntalar la ideología de l a Co ntra rreforma fran
cesa. 1
Mo n taigne pasa lu ego a contraponer la magn ificencia
del pirronismo con l as interminables d isputas y opiniones
irrel igio sas de l o s fi lósofos dogmáticos d e la antigüedad.
En todo campo d e i nvestigación i ntelectu a l , nos dice, l o s
f'ilósofos tienen q u e confesar, a l a postre, su ignora ncia, o
su incapacidad de llegar a a lgu n a conclusión defi n i d a y
defin itiva . Hasta e n lógica, para d oj as como l a del " me nti
roso" socavan n uestra confianza. 1 H Peor a ú n , los propios
pirrónicos se pierd e n e n e l caos de las empresas i ntelec
tuales h umanas, pues si asevera n , como conclusión de su
estudio de las o p i n iones, que d ud a n , h a n aseverado algo
Positivo, que entra en conflicto con sus d u d as. La culpa,
s ugie re Montaigne, está en el carácter d e nuestro i d ioma,
que es afirmativo. Lo que neces itan l o s p irrónicos es un
i
' , /bid. pp. 238-9.
.
1
-· --- ------------ -_______..1
92 MICHEL DE MONTAIGNE Y LOS "NOUVEAUX PYRHHONIENS"
" Ca m i l l e Aymon ier, " U n Ami de Mont aigne, Le Jésuite M al donat", Rev11e
Historiqlle de B.onleau.r et du Départment de la Giromle. XXVI II, 1935, p. 25. La
exposición más conocida d e esta i n terpre tación apare :e en la o �ra dc l a b� t �
Maturin Dréano, La Pensée 1'eligieuse de Montwgn � . Pans, I936. Veas � �a�b1e �
_ .
Clémc n t Sclafert, "Montaigne et 1\laldonat", B11llet111 de Lzttémt �l1'� EcclcswstJqu � ,
LII 1 1 95 1 ), pp. 65-93 y I 29-146. Una i nterpretación totalmente d i stlnta de l as o¡� I.
aparece en Cass1re �, ErkemJ �ms
_ .
ni oncs de 1\lontaigne en m ateria de religión,
pmblem. I, pp. 1 89-90. Frame, en su reciente artículo "What N ext 1 11 Monta1 � ne
Studies'!" Frenc/1 Ret>iew. XXXVI , 1963, p. 583, asevera, "Con todo lo que s� c� I ce
_
pudiérnmos estar más avanzados de lo q u e estamos. Creo yo que el d ebate h �
acerca del esceptic ismo d e Monta igne y todos los debates acerca de su rellgwn,
1 1
1 02 MICHEL DE MONTAIGNE Y LOS "NOU VEAUX PYRRHONIENS"
Bibliotlli!que
''' A l fred S o m a n , "Pierre Charron: A Revaluat ion", en d'Hwna-
11is me et Renaissance, XXXII, 1970, pp. 57-79.
''" Véase, por ejemplo, el gran n úmero de ediciones enumeradas en el capí
tulo i mpreso de l a Bibliothcque Natíonale; y l a lista no agota los títulos.
1 04 MICHEL DE MONTAIGNE Y LOS "NOUVEAUX PYRRHONIENS"
tiona/is me, cap. X I I , esp. pp. 303-319: y R. H. Popkin, "Charron and Descartes: The
Fru its of Systematic Doubt", en Jm.mwl oj' Philosophy, Ll, 1 954, p. 832.
1 08 MICHEL DE MONTAIGNE Y LOS "NOU VEAUX PYRRHONmNS"
'" Cf. Bayle, DictionnaiTe, art. "Ca m us", E n Stiiud l i n , Gescllicllte des Skepticis·
mus, a u n cuando Charron es tratado extensanw n tc, Camus no se menciona en el
capitulo "Von Monta igne bis La Mothe le V ayer".
IV. LA INFLUENCIA DEL NUEVO
PIRRONISMO
' Charles B. Schm itt, "Philosophy a n d Scie nce in Sixteenth-Century Unive :si
The cultural Context of Medieval Learnmg
ties: Some Pre l i m i na ry Comments", en
edita'd o por J . E. M urdoch y E. D. Sylla, Dordrec ht, 1 975, p. 501 .
The WoTks of Joseph Mede,
' Joseph Mede, The Autlwr's L�fe,
B. D., Londres, 1 672,
p . 11.
" Mede,Works. Clavis & Commentationes Apocalypticae, p. Ill.
1 15
1 16 LA INFLUENCIA DEL N UE VO PIRRONISMO
' John Á u brey, "Brief Uves ' ', clzie.ny ofContemp oraries, set down by Jolm Aubrey,
between the Years' 1 669 y 1 696, editado por Andrew Clark, Oxford, 1898, Vol. I , p.
173.
'' William Chillingwo rth, Additional Discourses of Mr. Chillingwor th �ever befare
Printed, Londres, 1704.
LA INFLUENCIA DEL N UEVO PIRRONISMO 117
" Cf. 1-J en ri Busson, La Pensée religieuse .franc_aise de Charron Pascal, d París,
1933: esp. caps. 1 \' y v ; Henri Gouh ier, "La Crise de la lfhéologie a u temps d e
Descartes", e n Revue de Tlzéologie et de Philosophie, 3 " Ser. I V , 1954, pp. 19-54; y
critica del a rtículo de Gouh ier, por J u l i en-Eymard Chesnea u en Dix Septieme
Siecle, núm. 28, j ul i o 1955, pp. 295-7.
' E s t e t e m a t a m b i é n se a n a l i z a en R. H. P o p k i n , " S k e p t i c i s m a n d t h e
co unter-Reformation i n France", en A1·chiv für Re.fomwtionsgeschic!zte, LI, 1960,
pp. 58-87, y en l a versión a breviada fra ncesa, "Sceplicismc ct Contrc-Réformc en
France", Reclzerclles et Débats du centre catholique des intellectuals .franc.ais,
cah icr, núm. 40 octu bre 1962, pp. 151·184.
118 LA INFLUENCIA DEL N UEVO PIRRON ISMO
:1 '1
Iglesia yerra, ¿por q u é volvernos a u n o y n o a otro para
encontrar la regla d e fe ? Como planteó el p ro blema San 1 !
Fra ncisco d e Sales, .¡
Pero el absurdo d e absurdos y l a más horrible locura de todas
e s esta : que mientras sostienen que tod a l a Igl esia h a errado
d urante mil años en el entendimiento de la Palabra de Dios
Lutero, Zwingli o y Calvino pueden asegura rse e llos mismo �
d e que l a entienden bien; más aún, que cualqu ier simple pá
rroco, que predica l a Palabra de Dios, puede sostener q u e
t o d a la Iglesia visible ha errado, que Calvino y todos los hom
b res pueden errar, y atreverse a escoger y entresacar entre
las interpretaciones de la Escritura la q u e más le plazca, y
:1
estar seguro de ella y mantenerl a como Palabra de Dios; más
" Veron, OelwTcs, pp. 1 92-199. En real i d ad. estas afirmaciones aparecen por
todo el texto de Veron, una y otra vez. El mismo t i po de ataque al calvin ismo fue
hecho por el obispo Jean-Pierre Cam us, el montaigniano, en su obra La Demo·
lit ion desfondemens de la doct1-ine protestante. París, 1 639, p. 2. En su obra L'Avoi
sinement des protestans ue1·s l'Eglise Romaine, Pa rís, 1 640, sugi rió q u e si los
reformadores realme nte creyeran en su regla de fe, no estarían escri biendo co
mentarios a l a Escrit u ra, sino q ue simplemente c itarían l a Biblia.
Cuando el padre Gontery estaba m anteniendo correspo ndencia con el padre del
escéptico, o bispo Piene Daniel Huet, tratando de convertirlo al catol i c ismo, se
Ji aló que la Escritura "no h a bla para nada de las reglas de la l ógica". por lo que los
re formadores no tenían ma nera de probar los artículos de su fe tan sólo por la
Escritura C f. Bibl iotheque Nationale Ms. Fonds f'rancais 1 1 909, No. 41.
'' Jean Daillé ,La Foy Fondéesw·/es Saintcs Esc1·itm·es: ContTe les 1WUVcaux Metho·
distes (2a. ed ición, Ch arcnton, 1 661), pp. 55·65; �· Pau l Fcrry, La DemieT désespoiT de
la tmdition contre /'Esc1·iturc. ou est ampleme11t ¡·e,(uté le livre du P. Fmncois Vcl'on
Iesiute, pm· leguel il p1·e teud cnseigne1· d toutepel'Solme, quoy que 11 011 t'C1'See en Tlwolo
m
oie, ll1l bTe,( &.facile oyen de TeietteT la Parole de Dieu. & C01WaÍ11C1'e les Eglises ¡·efonfles
d'erl'euT & d'abus en tous & un clwcun poi11ct de leurdoct1-i11e, Sedan. 1618, pp. 1 19-20 y
185.
'" Veron, Oeuvres, pp. 1 69-70.
1 24 LA INFLUENCIA DEL NUEVO PI RHON ISMO
· · ··-····-··· ··----- -
LA I N FLUENCIA DEL NU EVO PIRHONISMO 1 25
,J
,¡ 1
i:!
---------------------- �1
126 LA INFLUENCIA DEL N UEVO PIRRO N ISMO
'1' D a i llé. Tmité de /'Employ des Saincts PeTes. ¡mT le lugeme11t eles di.ffeTeliCis. qui
so11t a uio1mi'I1H1J en la Religion. G i ne bra . 1 632. caps. 1-2. S i m i laresSimon.
a rgu mentos
en su
fueron pl anteados por el gran est ud ioso biblieo. padre Richard
Histm·ia Critica del Antiguo Testamento. t raducido por Dodwell. Londres. 1 682. •
1' Veron. Du Vmy .luge et .lugement des Di.f.Terents qui so11t cwiouni 'IIH1f e11 la Re/1-
gion: mi est respo11d11 au siem· Daillé Ministre de Cilarento11. 1WHt'eau Pyn·/10nien. &
indi.f.TeTent en Religion. contmiTe d ses Col/egues & (1 so11 pm1y. París. n. d .
'1'' Veron. Oc1n;res. p. 178.
'1" !bid . p. 177.
.
LA I N FLUENCIA DEL N UEVO PIRRONISMO 129
!Jid . . p. 1 77.
0' /bid . pp. 1 70, 1 77 y 1 96-197 y 227.
.
n able Recommendation and Defence (Jf Reason, I n the AjJairs of Rel!gwn. agamst
I nfidelity, Scepticism, and Fanaticism of all satis, Londres, 1670, pp. 32-33.
LA I N FL UENC IA DEL N UE\'0 PIRRO NISMO
1 33
Pero l a "má q u i n a de guerra " de Vero n, tan adm
i ra d a
e n s u é p o c a por l o s j efe s d e l a Cont ra rrefo rm a n o
s ó l o era,
como lo ha a fi rm a d o Bred vold, 50 u n empl eo estra tégic
o
d e l escep ticism o para recog er el reto d e l c alvin ismo
. An
tes bien, c reo yo, fue el resul tado d e otra i nflue ncia
más
pro funda del e s ce pti cismo a comi enzos del siglo ·
XVII, la
alian za d e p i rró n i co s y catól icos, en defen sa del c
ri stia
nism o fid eísta . En estos térmi nos. como verem os, los
cató
l i co s q u e d a ban a salvo del bomb ardeo escé ptico de
sus
pro p ios c a ñones , ya que no ten ían ningu na posic ión
que
d e fende r. S u o p i n i ón se halla ba arra igada e n u n a a fi rm
a
c i ó n q ue n o e ra racio nal ni fá ctica, s i n o e n una fe acep
ta d a e i n d i sputa d a en l a tra d ición c atólic a. Viero n, como
ha bía suger i d o Mald onad o, q u e si d ud a b a n una vez
de
esta fe p o r la a cepta ción tradic ional , enton ces ta mbién
ellos se vería n a rrastrados a las mism as arena s move dizas
en que esta ban tratan do d e hund ir a los reformado s.51 y
así, en much os d e los contr a rrefor mad ores franc eses en
contr amos un fid eísmo i mpl ícito que como mej o r pod
ía
j ustifi ca rs e era p o r e l fi deísm o expl ícito d e l o s nouveau.x
Pyrrhoniens.
Come nzand o en el s iglo X V I con Herv et y Mald onad
o,
encon tra mos mucha s i n d i cacion es d e q u e las princi pales
figura s c atólic as france sas suscri bían un tipo d e fid e ísmo
cuyo desarr ollo y expre sión teóric a apare cieron en los e s
cri to s d e Mo nta igne y d e s u s segu i d o res. Herve t, como
hemos visto, en el prefac io a s u traduc ción a Sexto Empí
ric o , h abía in sistido en el carácter n o racion al de la fe , y
en l a neces i d ad d e creer, antes de sa ber. El escept icismo
ayu d aría a l cristia n ismo d estruy endo al filósofo d ogmá
ti co, de modo que sólo qued aría la fe como vía a l a verdad
rel igiosa . 52 Y la amista d d e Maldo nado con Monta igne pa
rece basad a , al menos e n parte, en una simili tud de opi
n i o n e s . El meollo d e la teolog ía de Mald o n a d o p arece
haber sido libera r la creenc ia religio sa de todos los argu-
''" Bredvo id, I nt ellectu a l Milieu of Dryden , p. 76 y ss.
'' ' John Maldon atus, A Commen tanJ on the Ho/y Gospels. t ra d . por
G. J. D avie .
Londre s, 1888, esp. Vol. I , pp. XIX-XX , y Vol. I I . pp. 1 09-1 10.
''' H e rvet, prefaci o a Sexto Empíric o, Adversus Mathem aticos.
ONIS MO
I 34 LA INFL UEN CIA DEL N U I•; VO PIRR
p resu n c i o � e s d e l � o.mbre
m e ntos d i aléc tico s, n ega r l a s
l as c ues tiOnes reh gwsas .
rac i.on al que trat aba de j uzg ar
fe , tal com o a par ece en l a
La bas e del cris tian ism o es la
ía b asta rno s con resp onde r,
E scri tura y l a trad ició n. " D e b
rist i a n � s, no filó sofos . La Pa
e n una pala bra , q u e som os c
; y m ient ras ten gam os esto
l abra de Dio s es nue stro l e m a s icta dos de la sim ple
J o d
en cl aro , poc o insi stir emo s en
raz ón n atur al." 5a
form ado res no ofre cen
Muc hos de los dem ás con tra rrs
; pe ro una fe fide ísta parece
d e fensa raci ona l a su pos ició n
lós ofo s a los q u e adm iran. El
s uge rid a por los teól ogo s y fi
.ú s gra nde de los con tr�
Carden al du Perron , quiz á s el mism o con vers o a l c atol i
rreform ado res fran cese s,5· é 1 l m
ió tiem po, e n s � s escritos
ci smo , prá ctic ame nte no pcrd sa, smo que se
a s de su cau
p olém icos , pres enta ndo pru eb .
r 1 � I ade c l:l ado de l a teo
ded icó prin cipa lme nte a señ ala ?
so. Sm emb argo , el
ient o re hgw
ría calv inis ta del con ocim
ptiv a d e Mon taigne , la
c arden al era ami go de la h ij a ado
a d m irad or de los escritos fi
señor ita de Gou rnay , y gran
o d e Mon t aign e, Pi erre C h a rron . ''5
deíst as del hijo ado ptiv
on nos i n d i ca s u eva lua
Cierto rela to acerca d e Du Pcr r
uma na e n c ues tiones re
ción d e los mé rito s de la razó n h
a � o a cen ar por Enr i
ligi osas . En u n a ocas ión fue i nvit
q u e III y, a la mes a, pron u n c i ó u n
d i sc �rso e � co ntra .d e l
l a exis ten ci a d e D w s .
ateí smo , ofre c i e n d o pru eba s d e
n o s conve ncerá de Jo q u e quiera ", p. 22. a nl, menc iona la a d mira ción de D u
:.:. Jean D uverg ier du Hauranne (Sain t·C'�T etez Capitales contenues en la
La Somme des Fautes•·s ,·r Fauss
Perro n a Charr on en la dt•
Comp agnie de Jesus, París , 1626,
Somme Theologique du Pere Franc,ois Garas
relac iones dt' Du Perr� n con Mlle. de G ? u rnay,
II, p. 324. Acerc a de las
La Filie d'Aliance de MolltCIIfJ1le, Mane de Gou111ay,
Tomo Par1s , 1910.
véase Mario Sch iff,
p. 37.
LA I N FL UENCIA DEL N UEVO PIRRONISMO 135
Cuando el Rey e x p resó su placer y elogió a Du Perron
és � e d ij o , "sire, h oy he p ro bado por razones poderosas ;
evi ? e ntes q u e h ay u n Dios. Mañana, s i place a Vuestra
Ma.1 estad concederme otra a u diencia, le probaré p o r ra
zones p o d e rosas y evidentes q u e no h ay ningún Dios". El
Rey, .q �� al pare c e r n o e ra cristiano fid eísta, se i rritó, y
desp1d10 a s u h u é s p e d.'•6
Hasta en el c a s o d e l más espiritual de los contrarre
form � d ores franceses, S a n Francisco d e Sales, h ay algu
nos signos, aun c u a n d o tenues, de ten d en ci as fideístas.
� unque San �ra n c i sco condenó a "aquellos d e nuestros
ti e mp o s q u e p r o fe s a n p o n e rl o todo e n d ud a ", escogió
como s u secreta rio al p i rrónico cristiano Jean-Pierre Ca
mus, Y d e d i c ó cierto tiempo a la gu ía espiritual de la he
re ? e ra de Mo ntaigne, la s e ü o rita de Gourn ay.5 7 E n los
pnmero � escntos _ de S a n Fra nc isco, Les Controverses, c itó
a Montmgne como u n a de l as muy escasas a utori d a des
eontempo:á � �as e n c uestion es religiosas. El li bro, en ge
neral, defl mtlvamente no es fi d e ísta. Pero en defensa de
l o s m ilagros c ita u n pasaj e , posi blemente i rónico ' d e los
Essais, "para p ro bar l a fe por los milagros". s H
Hay muchas otras ind icaciones de los n ex os entre los
contra rrefo rmadores y el nouveau Pyrrhonisme. Al pare
cer, � un p a ra sorpresa de Montaigne, el Vati c an o sólo ex
preso una tenue desaprobación de las opiniones expresa
das e n los Essais, y le invitó a d e d i c a rse a escribir en
cl e fens.a de l a Iglesia.-··H La mayoría de los d iscípulos d e
� � ntaigi� e a comienzos d e l siglo xvii rec ibieron protec
cw n Y ahe nt.o de los cardenales Richelieu y Mazarino.(HI El
_
obispo de Boulogne, Claude Do rmy, fue gran admirad o r
de Ch arron, y le ayud ó a obtener una a prob a ción para La
''" Pierre de I 'Estoile, Mémoires-Jotmwux, 12 vols., Tome Deux icme. Joumal de
He_1: r1 III, ! 581-1_586, París, 1 888, entrada de noviembre de 1583, pp. 140-141.
.. . San 1• ranc 1sco de Sales, Carta a M . Celse-Bénigne d e Chantal. 8 Décembre
1610, en Oetw1·es, Tomo XIV (Lettres, Tome I V), Annecy, 1906, p . 377 Boase, For
tu �ws o.f Montai�ne, p. 61; y Chiff, La Filie d'Alliance de Montaigne, pp. 29-30.
:·: San F�anc1sco de Sales, Controve1·ses, p. 328, y "Notes préparatoires", p. 17.
·· · Monta 1gne, Joumal de Voyage, pp. 250-252 y 274.
. "" Por ejemplo, Gabriel Naudé y Franc,oi s de La Mothe Le V ayer eran prote
gidos de Richelieu y Mazarino.
1 36 LA INFLlTENCIA DEL N UEVO PIRRON ISMO
" Gui Patin, Lettres de Gui Patin,ed i tado por Paul Tria i re, Tomo I, París 1 907,
pp. 616-617.
' Acerca de Théofile de Viau y Des Ba rreaux, véase Anto ine Ada m , Tl1éopllilc
de Viau et la libre pensée .fmncaise en 1 620 (París 1 935), y Frécléric Lachévre, Jac
ques Vallée Des BarTeaux. Sa Vie et ses poésies ( 1 599-1673), París, 1 907, Y
Le Pmr:es
du poetie Tlu!opl1ile de Viau,
2 vols, París, 1 909.
Le Libertinage émdit,
París, 1627. pp. 49 Y 75.
' Pintard, p. 177.
" Gabriel Naudé, AdPis pouT d1·esse1· une bibliotlleqlle.
(Esta o bra a pareció reci entemente en i nglés, r;
Advice on Establis lling a Libm. J•
i ntrod. por Archer Taylor, Berkeley, y Los Ange les 1950. Los pasajes en c uest w n
aparecen en pp. 23 y 36.)
LOS "LIBERTINS É RUDITS" 1 47
l
cartas d e Patin n o merece real mente l a extra vagante eva
l u a c i ón d e S ai nte-B euve, q u ien llamó a N audé, "el gran
escéptico" que h a b í a q ue colocar entre Montaigne y Ba
y l e , 7 n i , q u izás, el j u i c i o de Pintard , q u ien ha descrito a
N a u d é como "un i ncréd ulo c ulto". H
E n sus primeras o bras, l a defensa de c iertas person as
fa mosas acusadas d e magi a , Naudé pone bastante e n claro
su actitud escé pti ca. Tanto él como Patin eran i n fatiga
b l e s h u m a n i stas, profund amente interesados en los gran
d es a utores, pasad o s y presentes. Para forma rse algún j ui
c i o d e l o s méritos d e las opini ones d e vari o s escrito re s
h abía q u e tener " m é todo", y Naudé sugirió q u e " a meno �
q u e reconozca mos algo como j usto y razonable, como re
su ltado d e un examen dil i gente y de una censura exa cta", H
mej o r h aríamos e n n o j uzgar. A quienes deseasen apren
der a j uzgar razo n a blemente les recomendó la lectura de
tan excel entes autores críti cos como Charron , Montaigne y
B a c o n . Y como resu ltado d e tod a esta c u i d a dosa lectura
d ijo q u e pro b a blemente te rmin aríamos aceptando "lo co�
rre cto d e los p i rrónicos basado en la ignora n c i a de todos
l os h o m bres ". 1 11 Lo q ue tales estudi o s d e h um a n ismo p are
cen h aber h echo por Patí n y Naudé fu e volverlos suma
mente escépticos a nte las supersti ciones corrienteme nte
a cepta d a s , y desconfi a dos d e todo tipo de fan atismo dog
máti co.
R e specto a la re l i g i ó n , N a u dé generalmente ha s i d o
c o n s i d e r a d o como a t e o , como h o m bre q u e no cre í a e n
nad a ; y Patín, e n el m ej or d e l o s casos, c o m o s incero cató
l i c o q ue no estuvo d i spuesto a sacrifi c a r sus n ormas inte
lectuales a la autori d a d de la Iglesi a . Las colecciones d e
' C h a rles A . Sai nte·Beuve . "Ecrivains critiques e t Mora l i stes de l a France, XI.
Gabriel Naudé " . en Rn•11e des De11.1: Mondes. IV, 13'' An né' N. S. 1 843. pp. 755-756.
' l�s t e es el título de la sección sobre Naudé, en Pintare! .
Pa rte. eap. l. secc ión \'. p. 1 56.
Libe11ínage 1!1'1ldit . 2''
'' N a udé. Apologie pour les gmnds Hmnmes soupc:onnez de Magie
1 7 1 2 ). p. -l. Esto no es exaetament e, como afi rmaba R ice, lo m i s m o que e l método
(Amsterd a m
d e la ' d uda d e Desearles. Cf. James V. Rice, Gabriel Naudé
llo¡¡J.-ins Studies in Romance Utemtures and Languages. Jolms
1 600--1653, e n
XXXV. Baltimore, 1 939, p.
(i3.
"' N a udé. Acll'is . p. 1 65 (edición inglesa p. 80).
148 LOS "LIBERTI N S ÉRUDITS"
' ' Acerca d e l a carrera d e La Moth e Le \'ayer, véase l a i ntrod ucción d e Er
ncst Tissera n d , a la obra d e la Mothe Le V ayer,Deux Dialogues faits l'imitation el
des anciens, The Fm1wws of Montaigne,
París. 1 922, Boase, cap. X \'III. y Pintard ,
Li/)('J1inage érudit. 2a. Part. cap. I . sec. III. y 3a. Part. cap. III.
' '' Véanse. por eje m p l o , los comentarios acerca d e La Mothe Le Vayer e n
" Lettres de J e a n-Louis G u e z de Balzac", p u b . por Phi l l i ppe Tamizey d e iarro
que. enCollection de Documents inédils sur l'histoire de France. p11bliées par les
soins du Minis tre de l'Instruction Publique. Mélanges Historiques. Tomo I, París,
La Ve1111 des Payens.
1 873. pp. 393-820; el ata q u e a la o bra de La M otile Le Vayer,
De la necessité de la Foy e11 Jesus-ChriBl
L'll Antoine A m a u l d . erre )JO !ir sa m·é.París,
1 70 1 , Tomo II. esp. pp. 1 81 -221 ; y los comen tarios de Descartes acerca de un
" l i bro perverso" en sus c a rtas a Mersen n e del 15 d e a bril d e 1 630 y el 6 de mayo
d e 1 630, en OemTes de Descartes, publicado por C h a rles Adam & Paul Tanncry,
Tomo I, París, 1897, pp. 1 44-145 y 1 48-1 49. Pintard h a presentado poderosas
Dialogues de
pruebas de q u e e l li bro en cuestión es los La Mothe Le V ayer. en su
o bra ·: Descartes y Gassen d i "
Travaux du IX'' Congres Intemationale de Philosophie
rCouures Descartes) l l , part. 11. 1 937 (
Actualitiés Scieut�fiques et Indust1·ie/les, No.
53 ] ). pp. 1 20-122.
La Motile Le Va¡¡e1·. Gassendi Guy Patín
'" Cf. Pintard. (París n . d.) (
Publicatious
Série des Sciences de
"" / ' U u i z·ersité de Poitiers. l'Ho m m e . No. 5). pp. 5·13.
1 50 LOS "LIBERTINS ÉRUDITS"
·¡
1 52 LOS "LIBERTINS É R UDITS "
., ' Cf. l a ci ta d e las o bra s dl' Balzue Y .-\maud . que a pareee e n la nota 2 . p . 92, y
Gre n i e r, " Le sceptique m asqué", J u l í e n-Eyma rd d 'Angers, Stolcisme et "lí
be rt i n agl'" d a n s 1 ' o e u 1-re d e Fran<:<> b La M o t h e Le Vay e r : y P í n t a rd , Li
/Jcrt i 1Wffe énul i t , 2a. Parte, e u p. l. Sl'C. l l l. " Un l ' oluptueux íneréclule: La Mothe
LL' Vayer".
''' C f. Pop k í n . "Theologícal aJl(l H('] igious Sceptidsm ", esp. pp. 1 55-157.
1 56 LOS " LIBERTINS ÉRUDITS"
'"' J u lien-Eymard d 'Angers, " Storcisme e t ' l i bertinage' dans l'oeu vre d e Fran-
c;ois La Mothc Le Vayer", pp. 259-284.
a; Grenier, "Le scepti q ue masqué", esp. pp. 1 509- 1512.
' Le Libertina.ge érudit,
" Pintard , pa.ssim.
pp. 1 31 - 1 47 y
"" Tisserand, en su introducción a La Mothe Le V ayer. Deux Dialogues. pp. 56-
l'imitation des anciens, par Ora.tius Tubero, Nouvelle ed.ition a.ugmentée d.'une refuta-
LOS "LIBERTINS ÉRU DITS" 1 57
" A bate Léonard de Marandé. Jugement des actions humanines , París , 1624, p p .
39 y 52-53.
'" !bid., p. 52.
1 1
!bid., pp. 53-59. La c i ta está en la p. 59.
, !bid., pp, 59-60.
..
.·... / bici
. pp. 76-87. El mismo alio en q ue apareció la obra ele l\l arand é. se pu
.
·, ,El problema del verdadero nom bre del filósofo es elucidado por Bernarcl
Rochot. en algunos comentarios introcl uctorios a su escrito sobre · · La Vi c. le
caractcre et la formation intel lectuelle'", en el volumen Centre Intern ational ele
Synthése. Piare GassciiCii. 1592-1655, sa v i e et so11 oe11 vre. Paris, 1955. pp. 1 1 -12.
''" Para información acerca d e l a vida de Gassencli, véase Rochot. ''La \'Íe. le
earactcre", y Pintarcl . L e Libe1·t inage émdit, pp. 147-156.
! 62
LOS "LIBERTINS ÉRU DITS"
"' C f. La carta ele Gassen d i a Henricus Fabri Pybrac i i a bril de 1621 e n Petrus
' '
Opera Omnia.,
Gassencl i , Lyon, 1658 Vol. VI, pp. 1-2.
. ''
' E � te tema se d iscute en Rochot,Les Tra.va.ux de Ga.ssendi sur Épicure et sur
1 .4tonnsme, 1 6 1 9 - 1 658, París, 1944, cap. I, y en su artíc ulo "La Vie, le caractére",
pp. 1 8-2 ? ; Y en Gastón Sorta is,
La. Philosophie moderne depuis Bacon jusqu' Leib- d
111:. Pans, 1 922 Tomo Il, pp. 32-36.
'· ' G ssend i ,
� E:rercitationes Pa.ra.doxica.e .4dversus .4ristoteleos, Opera.,
en Vol. 1 1 1 .
PrefaciO, p . 99.
Opem,
'''' Cf. La c a rta ele G � sse n d i a Henricus Fabri Pybracci, abril 1 62 1 , en
Vol . VI. p. 1 ; el PrefaciO a Exercita.tiones Para.doxica.e, Opera., en Vol. III pp. 98-
Lettres de Peiresc,
1 04; � la carta ele Gassen d i del 15 de j u n i o de 1 629, en Tom o I V,
pubhc ado por Phillip Tam i zey de Larroque, París, 1 893, en
. . Collection Docu de
ments méd zts sur l'histoire de Fra.nee, p. 196n.
164 LOS "LIBERTIN S É RUDITS"
" ' Sortais. on cit. Tomo I l , pp. 23-24, y 32; y Rochot, Tr�vau.� de Gassen el' P
1.
28-30.
p
·
Exercitationes Pamdoxicae.
' " Gassc n d i . ! 1 , en Opem. Vol. I I I . pp. 187- 1 9 1 . Véase
t a m bién F. X. Kie11, "Gassend i's Skepti cismus und seine Stell ung zu m Materia
l b m us". Pllilosopllic/¡es JahTbucll der Gon·es-Gcsellsclla_ft,
VI. 1 893. pp. 27-34.
n • Gassendi, E.<·ercitationes Pamdoxicae. l i b. II. Exer, V I . Opera \'ol . III. p p .
1 92-210.
..... Cf. Kiefl . "Gasse n d i 's Skcpt icismus". pp. 301-305.
';" Gasse ndi, Exacitatioues Paradoxicae. Lib. II.Opem. Vol. III. p. 192.
LOS " LIBERTIN S ÉR UDITS"
166
ecir, de n eces a
bim os. Por falta de s igno s i n d i c ativo s, es d
a l a real idad , Y
rias i n fere ncia s real es, de l a expe rien cia
co, no tene mos
por los defe ctos d el razo nam ient o silog ísti
as e x p e ri e n c i a s
m a n e ra de raz o n a r a p a rti r d e n u estr
a s u s efec tos. N i
hast a s u s caus as, o a part ir d e s u s caus as
e cono cimi ento
siqu iera pode mos esta blec er un crite rio d
somo s inca pace s de s a ber q ué cons
verd adero, por lo que
conc l uir es q u e
tituy e una cien cia. Todo lo q ue pode mos
no pue de cono cers e n ad a . 6 7
la Verd ad
En todo esto , Gass endi n o esta b a desa fi ando
e una base
Divi n a , a la que acep taba prin cipa lmen te sobr
d el sent ido com ún, el mun do d e
fide ísta, ni la info rma ción
ando todo in
las apar ienc i as.6H Ante s b i e n , esta ba atac
tent o, de Aris tóte les o d e q u ien fuer a, por cons trui r un a
cia q ue tras
cien cia nece sari a de la n aturalez a, una cien
n térm inos de
cend iera las aparienc ias y l as expl icara e
s ólo e n la expe
caus as no evid ente s. En la expe rien cia y
ci mien to n atur al que po
rie n c i a , d ij o, se hall aba el cono
Tod o lo d emá s, ya fues en fun
d ían alca nzar los hom b re s .
nes meta físic as o mate máti cas
d a men tos o inte rpre tacio conj etura
sens oria l, n o es más que
de n uestra info rma ción
o Sam uel Sor
vana . Com o d ijo d e Gass e n d i s u disc ípul
m uy afirm a
biere, "est e hom bre c ulto no a seve ra nada
unda sabi
tivam ente ; y sigu iend o las máx imas de su prof
ro tege d e l a
d u ría , n o se a p arta de la epoj é, q ue l e p
o todo s l o s
impr uden cia y l a pres unci ón e n que han caíd
d e m á s fi lóso fos" .m'
cam ente en e l
Al prin cipio , Gass end'i se inter esó bási
l cono cimi ento
lado d e struc tivo d e l a c rític a escé ptica d e
desc ubri r u n
cien tífic o, atac ando a tod o el que trata ra de
s. S i t a l cono
cono cimi ento ciert o y n eces ario d e l a s cosa
ciertas prem i
cimi e nto ha de ser dem ostr a ble a p artir de
s d i stint as
sas, o ser evid ente , y s i n e m b a rgo trata r d e cosa
� l�xandcr �.oyrc, "L? Savant", en el vol umen Syuthese, Pierre Gasseudi, pp. 59-70,
" Acerca d e l as realizacion es científicas de Gassendi, véase el escrito de
i m iento en e l
" Cf. e l análisis hecho p o r Gassc ndi d e l esceptic ismo y e l conoc ss.:
segundo l i b Syntagma philosophicwn. Logica. tusOpera,
ro d e l en
Fuerit.
Vol. I . p p . 69
1898. Esta
Henri B err.An Jure ínter Sceptico s Gassend us N1onem París.
obra ha sido recién traducid a al francés por B. Rochot. con el título
Du Scepti
cisme de Gasscmli, París. 1969, Kiel1. "Gassen di's Skeptici smus", pp. 31 1 y 361-362.
Rot'11ot, "Gass end i Les Tmvaux de Gas
et le Syntagm a Phi losoph icum". pp. 76-77;
seHdi. La Philosopl1ie nwdcme.
pp. 79-80, "Le phi losophe ", pp. 78 ss. y Sortais,
Vol.
pensami ento
l l . pp. 252-257. El estudio más complet o d e que h oy d isponem os del
de Gasscnd i es Olivicr R. Bloch, La Philosopilie de Gassendi (La H aya, 197 1 ).
Scetticismo ed empi1·ismo studi Gassendi.
, su Bari,
Véase t ambién Tul l i o Grcgory
1961. Bloch trata ' de mod i ficar y d e extender algunas interpret aciones d e Grc
gory y m ías.
LOS " LI BERTINS ÉRUDITS" 169
p i rrón i co en c i e n c i a , lo cual, en mi o p i n i ó n , no e stá mal
_
p ara un filósofo " . 75
La otr � cu � s ti ? n, acerc a del libertinism. d e Gassen d i . re
s u lta ?! a s d i fi_ c i l de d e c i d i r. Ga s s e n d i fu e sacerdote y
c umpl w con sus de beres religiosos a sati s fa cción de sus
� . �'ue e n términos genera les u n fideísta que
_
s u p e 1�10re
o fre c1a o p i � wnes teológi cas s i milares a las de Mont; igne
Y Charron . _, {, Ta m bi é n fu e miembro de la Tétmde. j u nto con
_
figuras tan � osp echosas como Naudé, Patin y La Mothe Le
V ayer, � a s 1 stio a sus débauches pyrrhonienn es. Tam b i é n
ft� e amigo de al �� nos libertins muy inmorales. como Lu
ll I C r Y Bou ch.ard . Sus am igos reli gi o sos vi eron en él a un
· · r
. cero c n_ s � Ia w. En vista de esta i
1
Sin � n fo rm a c i ón a p a rente
n_lCnte con fl i cti va , los co mentadores franceses h a n deba
tid � exte nsamente le cas Gassendi . Pi nta rd ha r e u n i d o 1
rec � ente �11 ? nte _ los testi monios que p a recen i n d i c a r que
Gassenci I fue l1ber� m de corazón. 7 ' Por otra parte, Rochot
. 1
.
ha argtl l d o qu e mnguna de las prue bas contra Gassend i
cl e m ue � tra su libert i11ism. y que hay pruebas abru mad oras
en scntJdo contra rio. 7 ! '
En ante riores exámenes de la cue sti ón de la s i n ceri
dad d e los demás llamados libe1tins érudits, he tratado d e
''•Ga briel Dan iel. Vo¡¡age du Monde de Descm1es. tal como e s citado e n Sort a i s
o¡¡.
·
nc xos c � tr� Gas��n ? i Y los libati�zs que se estud iará n a lo la rgo d e todo el l i bro ;
� l; l l :� l d , MoclcJ n lsmc· . ll unwn isme, Li bertinagc, Petitc suite sur le · cas Gas
sc, �: d ! . en R vue d ,li1slo1re
: .
. •
� Littémire de la Fmnce, Aiio 48, 1948, pp, 1-52.
Rochot. 1 rarau:r de Gassemli. pp. 137-1 39 v 192-I94 · "Le Cas Gassenc¡ 1· .. . en
·
R ue d'H'zs·t one
· · · ,
' e
C"I ra •té l. e ; pp. 23- 54 \' case también el excelente estudio de H e n ri Goull lc
.. . · . · r so -
bre " l e cas G a ss· en d ' " en su crH1ca a Le libe11inage e1'11dit de Pintard La Motile
l
· ·
y
1�· :'�¡¡er. Gassend�, G!IY Patín. en Revue Philosophique de la Fmnce et d� I'É trangcr,
·
C XXXIV (encro·J ll n l o 1944), pp. 56-60.
1 70 LOS "LIBERTINS ÉR UDITS"
· sm · c e-
j �
·
:n
-
vista d e su v i d a rel igiosa, de los testimomos d e
sen 1•
sus a m�1 �t \ S ¡·cligiosos y de sus d e m á s amistades, lo fuera.
·
r. Y .e
\
Gass · n d i para determ m a r l a reahda d d e s u 1e
•
•
?e �lll'
l i lle 7 tinage (en e l q u e no creo), e s n ecesa n
n•rca las cartas de Launoy y de Boulli � u . Ambos � Icen
· o a i: a l l
zar
que t, 1 fi n de su vida fue profundamente c nstlan ? , Y sm l a
.
a ngu:-- t t.t d e un libertino a rrepentido. Pero , ¿ cómo J u zgar ( ¡ d e
· ,
• .
��d ao
. _
p l ICI 1 l• 11 los escritos y l o s a ctos d e los l'l be1tms erud'lts.
� �
.. · ·
"' R o b l' l't ¡,,• nob l c. }� l sto l re t Ph si ue . A propos d e s c o n s e i l s d e M e rse n n e
aux h istol'l <'11" l'l ·d e J 1 11t erven t o n d J a n de Lau n oy d a n s l a q u e re l l e gasse n -
� f
d i ste " , Rcn-• ·
\, I , 1953, p. 125, n . 1
. ''t'L' J¡' stoh"e des Sciences, d
·
LOS "LI BER TIN S ÉR
UDI TS"
171
dep end e, cre o yo, d e l a sup osi
ció n d e q u e n o pue de ofr e
cers e nin gun a otra exp lica ció
n de s u s ide as. Per o, com o
he tra tad o d e ind i car, s í exi ste
otra pos ibi li dad , a s abe r,
q u e hom bre s com o N a u d é , La
Mo th e Le V aye r y Ga sse n d i
fue ro n s i nce ros c ri sti ano s (au
n q u e q u izá n o pa rti cul a r
me nte fer voroso s). En a use nci a
de pru eba s a bso lut am ent e
dec i siv as so bre l as verd ade ra s
inte nci one s d e est os hom
bres , ¿po r qué hem os de sup one
r l o peo r (o lo me jo r)?, o
sea , que partici pab an e n una con
spi rac ión e n con tra del
cris ti ani sm o. El nú me ro a bru ma
dor d e sus a m igo s ínt imo s
y con tem poráne os n o d es
cub rió nin gun a señ al de i n sin
ri d a d . Y una de las fue nte s bás ce
ica s d e la s upo sic ión de
libe Ttin age , en cad a cas o, ha sid
o la am ista d con los d em ás;
Na udé fue am igo de La Mo th e
Le Vay er y de Gas sen di;
Gas sen di fue am igo d e Na udé y
d e La Mo the Le Vay e r, etc .
Si s u pié sem os defin itiv a m ente
a) que al me nos u n o de es
tos hom bre s fu e un gen uin o libe rtin
que tra tab a de soc ava r
el cris tian ism o, y b)_, que los dem
ás a cep ta ban su a m i stad
por cau sa de a), entonc es pod ría
ser s ign ific ati vo el arg u
men to de "cu lpa por aso ciac ión
". Per o com o es pos ible
q u e cad a uno de los hom bre s en cue
stió
ficle ísta , y muy pro bab le q u e Gas sen n fu e s e un sinc ero
d i lo fue ra, ent onc es
nad a que da ind icad o por el hec ho
d e q ue e stos hom bre s,
todo s ello s p a rtic ipa nte s h asta cierto
gra d o e n los as unt os
de la Igle sia o del esta do c ri stia no,
con opi ni one s s i m ila
res y rec on oc i d a me nte e s cép tica
s y teo log ía s fi de ísta s,
fues en ínti mos ami gos . (Po d ríam os
men cion ar el hec ho de
q u e tod os, al parece r, fue ro n ín tim
os del p a d re Me rsen -
nc q ue , has ta don de yo sé, n u nc a
ha sido acu sad o de li ber
tinaj e.) Si con side ram os a los libe
1tins érudits sin ni ngú n
pre j uici o a c erc a de sus inte nto s, ent
onc es, ¿ p ode mos de
c i d i r pos itiv ame nte , ya sea a p arti
r de sus o p i nio nes , ya
sea de sus carrera s, ya sea d el c írc
ulo de figu ras reli gio-
sas e irre ligi osa s d ent ro d el cua l
se mov ían, si fuer on el
cen tro de una c a m p a ñ a co ntr a el
cris ti a n i s mo, o b i e n
parte de un sinc ero mov imi ent o den
tro d e l a Con trar re
form a, ten d i e nte a soc ava r el pro test
ant ism o, med ian te su
defens a del fide ísm o?
1 72 LOS "LIBERTINS ÉRUDITS"
' ' L o mi smo ocurrió a Élie Diodati. e l mi embro menos fi losófico d e l a 'N tradc.
Cf. Pintanl . Le Libe11inage cmdit. pp, 1 29- 1 3 1 .
' ' Acerca de Sorbiére. 1·eúse André l\1orize. "Samuel Sorbiére ( 1 6 1 0 1 670)". en
Zeitscln·U! /llr fran:ósisclli' Spmc/¡e 1md Litt.emtur, XXXIII, 1 908, pp, 21 4-265; Pin
tare! .Le Libatinage émdit. p p. 334-335; Popkin, "Samucl Sorbiere ' s Tra n s l ation of
Sextus Empiricus ; · . pp. 6 1 7-61 8. y Sorta is.
La pililosop/¡ie lllodeme. 1 ! . pp, 1 92-228.
"' Samucl Sorbi ére. Letrrcs et Discl/TS de M. De Sorbiére sur rlirerses lllatiéres Cl l
ricllsl's,París. 1 660. carta a D u Bosc. pp, 1 5 1 - 1 52.
LOS "LIB ERT INS ÉRl'DIT S"
1 73
q u e la rev ela ció n d i vi na nos con
ven ce, 0 en que el deb er
1� os lo ord ena , m e enc ont raré i s
má s a fi rma ti vo. Est as úl
ti m a s no se enc uen tran d e ntro del
ter1·eno 0 la J· U ri· S d lC-
C I. On
'
d e !'fli· esc � J? t i c ism o". x., Tan sólo cua ·
q u e l a c i rcu lac wn d e la san gre era ndo se 1� m ostr ó
- · ca, y
un a teo 1•1·a en1p1n
no un J· U �· c i· o d e lo q ue estaba má s
allá de l a exp eri enc ia
est uvo d 1sp ues t? a ace pta rla . En
s u rel ato d e su via je �
Ing late rra , Sorbie. re tuvo c u i d a d
.
o en a firm a r que s ó l es ·
t a ba nar ra ndo "lo q ue m e p a reci ó, _
y no lo q ue q u i . �a se
enc uen tre en la rea l i d a d de las z
cos as" . x:; El o b Ispo
e !1 su rep 1 I. c a a la Roy al S o c i ety, con
_ · S prat
_ tra algu nos de l o s ma :
l cvo los com ent ano s d e S o rbie re, lo
cen sur ó por no ma n _
t e n e r su sus pen swn · - d e J· Ui· c i o en asu n tos tale
. s com o si la
e o c m a de Ing l ater ra era mal a. x f)
S o rb � ei�e pare e h a ber s i d o un hom
� bre bien versad o en
l os. mov 1 m 1 e 1tos mte lect ual
� es de su épo ca, y los vio a to
c I :Js I� ant en : e d o u na c o n tan te
?_ _ � act itud p i rró ni c a . Con
s_ c m :.J ant e VI SIOn , s ? lo pud iero n parece rle s igni fica
�-��� _
_ c � estw nes re lacw nad as
_ con los pro ble mas de la apa
tiva s
I I : n c i a . L? � dem as n o era n más q ue va nas sup osic ione s
los d ogn_1at1 cos. S o rbie re no fue un de
teór i co del nou veau
P!J!Tho nzsm, e, s i n o q u e , a nte s b i e
n , rep re s e ntó a la s i
g tl lent� �ene �a c i ón q u a bs o rbió aqu
. a p l i c o c asi a utom atic _ � ella s c o n clus ione s y
las ame nte a todo s los p ro blem as con
q u e trop ezo. _
Lo s esc é ptic os fra nce ses de la prim
era m itad del s igl o
�: �� � ¿�� - ;�sc - e¡ i:¡ ue s;¡�· te ¡mssage du cilyle, & le
rl i
· · : , · ��� \�� ��s t e PdSa,Je. apare ce citad o en Sort 111uure111cu t du coeu r.
a i s . La pililoso¡1Jiic
L, . d · ¡
1 1 1 "' 1 <'l'lle . II. p. 1 94.
• - • ·
·
· .·¡ C i : a d o en Vi n cent G u i l l oton.
'S
x·.' " J l.l' J e
"Aut our de l a Relat ion du Voya ge de S
o cle Lang uaues
a m ul'l
¡ . num . 4 . .J U l io. 1 930.
cn Angl eterre 1 663-1 664". el, Smitll Col/cg
.
c Studi es in M m " ·
,
· · · - ·
. . u i za su rígida eon-
l l( t · s � �un las l eyes
l'a muy bien con su m uy amad o t ítulo d
e escép
; 1 1 I.d � . d lgu. �¡ � �1sto o deno;tals � pro
.
fesi ón. antes debie ra h a be r d i scuti do l a
ei 1:a por d e una olla solo e s una fanta sía rgam ente
1 '.'' ' .
. : � 1 e l luego de la coc 1 11a t 1en0 en rea l i d a
, o una cosa
1 ' 1 . 1 1 1 . 0 S I solo e s una apar ienci
a. Esta hubie se sido una dispu ta mús d igna 1'
d buen as cuali dade s para tosta r
u n eseep tlco. q ue concl u i r d�
Ull-'lo, Y p l a ntea r l a l n l t'rmin
clogm <i ti came nte sobre todas l a s I11t1·igas del a/t
1 0 11 ''''5 h a b J <ln Sido
. able q ue re l l a espee ulatil ·a e ntre l a s q u e hasta
e1 �
y los
secta s paeífi eas y pr;íet icas. los llascile's Sur/oiners.
174 LOS "LIBERTINS ÉRUDITS"
¡
' '
VI. COMIENZA EL CONTRAATAQUE
·•
Fran<;ois Ogier, Jugement et Censure du liv1-e de la Doctrine curieuse de Fmn
cois Gamsse, París, 1623. La cita está en la p. v i i .
· Garasse , Apol.ogie du Pe1·e Franc,ois Garassus, de la Compagnie de .Tesus, pour
.-.
son livre contre les Atlleistes & Li.bertins ele nostre siecle. et repuuse aux censures et
calumnies de /'autur anon¡¡me. París, 1624, p. 135.
'' 1 bid.. caps. 21-22.
m
. .
' Garasse. La Su me Tlwologiques eles reritez capitales de la Rellgwn Cllrestwnne. .
París, 1625, "Advertíssements", p. 7.
" !bid., "Advertissements", pp. 14 Y 34.
COMIENZA EL CONTRAATAQUE 1 79
"verd a d e ros trogloditas o ratas d e aldea " . !' Casi tod o ti p o
d e o p i n i ón q u e n o s e a l a d e Garasse constituye ateí s m o
d e s d e las i d e a s d e Calvi n o h asta l a s d e l o s p i rróni c o s :
E n umera ci nco clases d e ateísmo, 1 ) el " ataismo furioso y
ra b i oso", 2) el " ateísmo del li berti n aj e y l a corrupción d e
c o s tu m b re s " , 3 ) , e l " a t e í s m o d e p r o fa n a c i ó n " , 4 ) , e l
" ateísmo vacilante o i ncréd ulo y 5), e l "ateísmo brutal, p e
rezoso Y melancóli co". 1 1' Los pirróni cos, como Charron , s e
encuentran e n el cuarto grupo. "El ateísmo vaci l ante o i n
cr� d u lo es ese espíritu vagabund o d e los p irró n i c os , q u e
afirma q u e tod a s las c uestiones son i n d i fe rentes y no s e
apasi o na n i e n pro n i e n contra d e D i o s , adoptan d o así
una fría política de dejar las cosas i n d e c i sas. " 1 1 L a gente i
1 .
de este tipo, monstruos que han s u rgido en el siglo xvrr 1 2 i
son i n d i ferentes a la rel igión; n o está n p o r Dios n i por �1
D i ablo. Para ellos, la religión e s cuestión d e convención,
n o as unto seri o . A Garasse no l e preocupó refutar s us ar
1 1
gumentos d e suspender el j u icio ante cualquier c uesti ó n , : ' ¡
pn cuatro
\ olumen es, solo a parecieron dos y u n a versión a breviada del cu arto. A este rcs
::� Il, p. 263 n. 3 y 280 y
��
�t o �ea _ e ? rc i � � l ,
•. . Origines du Ja.nsénisme, ss. Sobre la
l. a i. J C J o J � I.� c. e pcJon
. de la obra , vease Orc i bal. 1 1 . pp. 2i8-280, v Lceler.
op. cit. ·
. l1 n Ach ersmre des L1. bertins", p. 569.
,. •··: s am t -eyran,
·
Tomo I, Dedicatoria, p. 42.
Somme. des .fa.utes,
Ibul .
. 1. omo I I , Ded 1cat ona a Richelieu, páginas 10 .\' 1 1. '
-. , I?ul., . Tomo I I , "Advis a tours les sc:avans a mateu rs de l a \'Ni té touc h a nt
& . '
1
la relutat10n de la So mm e. Teo 1 og1q u e e1 u Pere Franc:;o1s Garasse . de l a Com pag-
· ·
. 1
. . . .
me de Jcsus .. , 2". pagma.
" !bid. . Tomo II. p. 241.
"' !bid . . Tomo I , Ded icatoria. 49" página ¡ ' ·
. . Tomo IV.
·
" !bid L.
· L.
J
AT AQUE
1 82 CO MIE NZ A EL CO NT RA
n d i a d os p o r Ga ras se c o m o l a s
v e rl o s ata c a d o s y vil i p e
j a má s esc rita s. Pe ro las i nd ica
obr as m á s im pía s y ate as
Ch arr on que Ga ras se p res en
cio nes del pen sam ien to de
l a d e s c ri p c i ó n . A s í , n os d i c e
t a b a no cor res po nd í a n a
um en de l a obra den un cia da y
Sai nt- Cyran, com pró un vol
rm aci one s d e Ga ras se, l a s opi
enc ont ró que , con tra las afi
co era n san as e inteli gente s,
nio nes del p irró nic o católi
en que l as ten í a n los me jor es
d ign as del elo gio y la est i ma
nci a, ent re ell os el em ine nte
pen sad ore s cat ólic os de Fra
carden a l du Per ron .25 c a s de los j a n s e n i st a s , s u
La s o p i n i o n e s ant ifi l o s ófi y s u ape lac ión a u n a lec
nal
opo sic ión a l a teo log ía ra cio
ent e fi deí s ta de San Ag ust ín , llev aro n a
tura cas i puram
poc as d e las a firm acione s jan
Sai nt- Cyr an a d esc ubrir no
.21; La i nsi ste nci a d e l esc épt ico
sen ista s bás ica s en Cha rron
e Dio s, l a fla que za de la raz ón
en l a i nco mp ren sib ilid a d d
de me dir a Dio s de acu erd o
hum ana y el pel igro de tra tar
ya da por Sa int -Cy ran com o bu en
con var as hu ma nas fue apo
Sin tra tar d e d efe n d er tod as l as
cri sti a n ism o agu sti nia no.
Cyra n int ent ó mo str ar q ue el
opi nio nes de Ch arron, Sai nt-
óli co rea lme nte era el mis mo
me nsaje del p irro nis mo cat
nistas com o cri sti ani smo ort o
q ue pre sen ta ban los jan se
ad del h o mb re s i n D i o s . San
d ox o : l a mis eri a y d ebi lid
cit ado para j ust ific ar el cua
Ag ust ín es con sta nte me nte
lim itac ion es d ese spe rad as
dro que Cha rron pin ta de las
nto hum ano , y l a nec esi dad
en la bús que da del con oci mie
r a con oce r. L a s o p i nio nes
d e l a Re vel aci ón p a ra l l ega
tom ado por ate ísm o , i nsi ste
mis ma s que Gar ass e hab ía
que san as y tra dic ion a les opi -
S ain t-Cyra n, no era n mú s
nio nes cri stia nas .2 7
'' Anon .. Censure. de la SaeTee Faculté de Theologie de París, contre ur¡ /ivTe intitulé
¡..a
L Somme Tileologu¡ue des veritez capitales de la Religion Ci11·estíen11e· ¡Jar R · p ·
' " 111 e rsenne. Verité des Sciences. Epístola ded icatoria. páginas 2 Y 3. Véase
también Mcrscnne, Quaestiones cel.eberrimae in Genesim, París, 1623, � L'Impi �té
des Deistes, Athees, et Libertins de ce temps, combattue, et re1we1·sée de pomt en pomt
par raisons tirees de la Philosophie et de la Theologie, París, 1624. La crítica genera l
que hace Mersenne del esce pticismo se est u d i ará en el próximo capítulo.
"' .Je a n Boucher: Les Triomphes de la Religion C/1restienne, París, 1628, pp. 1 28·
132.
"' /bid., pp. 99-'1 00.
" /bid., pp, 147-152.
"" /bid., p. 152.
COMIEN ZA EL CONTRAATAQUE 1 85
En un estudio d e las ideas d e Boucher, el padre Julien
Eymard d'Angers ha tratado de mostrar q u e esta a parente
copia de a lgunos de los rasgos del fid e ísmo de Montaign e j·
en realidad era l a opinión o rtodoxa d e la Igl esia c atólica.
Pa ra apoyar este concepto, subraya el hecho de q ue, aun
cuando B o u c h e r n egó que p u d iese h a b e r "argu mentos
evidentes" en materi a d e rel igión, s í aseve ró que había
" a rgu me n tos p r o b a b l es y p e rs u a s i v o s " . A s í, no p o d í a
afirmarse u n a evidencia completamente ci erta para esta
blecer alguna verd ad rel igiosa; pero , al mismo tie mpo, a
falta de fe, pod í a ofrecers e cierto tipo d e evidencia per
s u a siva o moral mente c i erta , q u e res ultaba a d e c u a d a
para c onvencer o para a poyar, pero n o p a ra 2sta blecer
una verdad religiosa.:1•1 Esta forma modificada de fid eísmo
realmente no es d i sti nta de l a de Ch arron , p ara q u ien l a
certidumbre d e l as verd a d es religiosas sólo d epend í a d e
l a fe, pero q u e también presentaba m uchas "razones" su
puesta mente persuasivas para convencernos de estas ver
d ad es. El fideísmo como epistemología religiosa a l pare
cer implica la afirmación d e q ue la garantía de la verdad
del conocimiento religios o tan sólo l lega de la fe. Seme
j a nte aseveración de n ingu n a manera niega que pued a
11 aber tod o tipo d e evidencia s q u e hagan plausi ble o pro
bable este c o n o c i miento, o q u e p u e d a n c o n d u c i rnos a
creer en el. Pero las evidencias nunca pueden ser ade
cuadas para esta blecer l a verd a d de las pro posiciones re
ligiosas.
Este tipo de vi ol ento antiescepti c i smo, a unado a una
aceptación del fid eísmo como el de los nouveaux Pyrrho
niens también apare ce en las ideas d e Guez d e Balzac, co
nocido apologista de los j esuita s. En su correspondencia,
Balzac ata c a continuame nte a La Mothe Le Vayer, a q u ien
consid era u n ateo, y a la señorita de Go urnay, que es tra-
"' Cf. J u l i e n-Eym a rd d ' A ngers. "Le ' F i d é isme ' de J. B o uc her. Cordelier
0628)", en É lHdes ji·anciscaines, L. pp. 579·593 . Una interpretación más fideísta
de Boucher a parece en B usson. La pensée ¡·eligieuse, pp. 257·259. y una i nterpre
tación menos fideísta en Dedieu, "Su rvivances et i nfluences d e I 'Apologétiquc
traditionelle d a ns les ' Pensées ' ", enRev. d'Hist. litt. XXXVII, 1 930. pp. 507-508.
Véase también Boasc, Fortunes o.f Montaigne, pp. 1 74-1 78 .
186 COMIENZA EL CONTRAATAQUE
., Ibid p. 29 1'.
.•
"1 Yves d e París, LaTheo/ogie naturelle, 3" ed. (París 1 641), Tomo I V, pp. 393-
403. < La primera edición del Tomo IV a pareció e n 1636). A l considerar aquí a
Yves de Paris, no pretendo implicar q ue fuera aristotélico e n su fi losofía, s ino
tan sólo que esta partic u l ar critica del escept icismo ilustra el tipo aristotélico
de refutación del pirro nismo. Otras clases de razo nes para rechazar el escepti
cismo aparecen en d iversos escritos suyos. Para un a nálisis detallado d e la filo
sofía de Yves d e París, véase Ch arles Chesneau (Jul ien-Eymard d ' Angers), Le
Pi!Te Y1:es de Patis et son temps, 1590-1678, 2 vols., París. 1946.
1 1
.lean Bago t.Apologeticus fidei, París, 1644, Libro I, p. 6.
'·'Ibid. . Prefacio, Libro I, pp. 1-19, acerca del escepticismo, pp. 20-102 acerca
de la teoría de Bagot, y Li bro II, pp. 17-18 trata de Ch arron.
1 92 COMIENZA EL CONTRAATAQUE
La Perjection de L'Ame,
''" Sorel, p p . 21-30, ofrece un resumen de las opi niones
d e "Des Pyrrh oniens o u Sceptiques". La c i ta e�tá en la p. 30, donde Sorel t am
bién d ice que aq uellos libertins eran en número muy escaso, y ten ían m iedo de
expresar sus o p i n i ones en público.
1 94 COMIENZA EL CONTRAATAQUE
----------- ----------
¡·
COMIENZA EL CONTRAATAQUE 197
: 1
1 1
: \ 1
¡l
-----
1 98 COMIENZA EL CONTRAATAQUE
" " Bacon,Instauratio Magna, Trad. i ng. en Tlw Worlcs of Francis Bacon ' ed itado
por Spcdd i ng, Ellis y Heath. Vol. VII I, Boston 1836, p. 52.
200 COMIENZA EL CONTRAATAQUE
f ' - ,.
\\ 1
.· ....'..
· · ; ,·
¡!
1 ga ba que semej a nte búsqueda pudiese tri u n far; y sin em- ! ¡ r / ·
_
u �1 a ·especie de c onóéimiento, radicalmeiHe d istinto, que
. S I poseemos y q u e es adecuado para n uestras necesidades
.
. en .est�.llJ._1Jngo. 1 1 -:...�.. -�-- �: : . �'-- ' ' :. .. .. .
__ .. . /
" :.:.::... ::: : ._. . _
· -:- --:. : .: · .. ------ _ . ,-
.. . _ . ....
/{
refutación de las Cuestiones pirrónicas, de S exto Emp1nco,
analizando casi todo e l primer l ibro y p arte del segundo .
" Mersenne, La Ve1'ité des Sciences, pp. 1 6-20.
"' Ibid., p. 20.
" Ibid., p. 2 1•.
,. Ibid., pp. 22-74. La cita está en l a p. 57.
EL ESC EPT ICIS MO CON STR UCT
IVO O MIT IGA DO 207
Los die z tro pos s o n pre sen tad os
y refuta d o s alegan do q u e
exi ste n ley es cie ntífic a s a ce rc a
de l a s var iac ion es sen so
ri as, eom o los pri nci pio s de la
ópt ica
tod os los des acu erd os y d i fe ren cias , y q ue, a pes ar de
de o p i n i one s, h ay un
a cue rdo com ún en ciertas cue stio
nes . Na die dud a de q u e
e l fuego e s cal ien te o e l h i elo frío
, o d e q ue un ele fan te es
may or q u e una hormig a. Los s ueñ
os o las a l uci nac ion es n o
d a n raz ón al esc ept icis mo , ya q ue,
al des pertar, s i esta mos
e n bue na situ a c i ó n me nta l, rec ono
ce mos la vid a de nue s
tros sue ños por l o que es. Cua ndo
-----·
e l e scé ptic o ind ica q u e :
l o s die z trop os m ues tran que no
con oce mos las ese ncia s ( ·
de las cos as, e l filó sofo cris ti ano ·
1
sas que "se d ucen" el e ntend imient o y le l levan a ciertas
c o n c ;us � ones, ¿ p uede d u d ar también de que s a be q ue
.
d u d a ·. S1 d uda de esto, ¿puede dudar de q ue duda, y así
s u cesiva mente? P or much o q u e debata el e scéptic o , ha brá
de rec on ocer q u e alg o es ciert o. y p or tan t o "es necesar i o
d a r una despe d i d a definit iva a vuestro pirron ism o ". � ! 1
La estruct u ra q ue Mersen ne estaba tra ta nd o d e edifi
car .en � re la negativa escéptic a de que poseemo s a lgún co 1
nocume nto, y la a firmació n d ogmátic a de que p o demos
conocer l a verd a dera natural eza d e las cosas se m uestra
en una digres ión acerc a_ de los méritos de las proposic io
nes d e Franc1s .
B a con. Este fue acusado d e irse a los dos
e � tr�mos. Los Idolos . sólo son los a ntiguos argumen tos es
c eptlco s, Y se p u e d e d isponer de ellos d e una ma nera
prá � �ica, a base d e senti d o común. Los p rocedim ientos
p ositivos propues tos por Bacon para descu brir la verdad
son imprá cticos. Además del hecho d e que no están basa
d o s en un verd a d e ro m é t o d o c i e n tí fi c o , n o to m a n e n
c uenta n uestra total incapaci dad para descu brir l a verda-
"' !bid., pp. 190-195.
" Ibid., pp. 1 96-204. La cita está en l a p. 204.
2l0 EL ESCEPTICISMO CONSTR U CTIVO O MITIGADO
i
i
}
1
1
212 EL ESCEPTICISMO CONSTR U CTIVO O MITIGADO
q u e n a d a t i e n e s u fi c i e n t e e v i d e n c i a y c e rt i d u m bre
para poder establecerlo como ciencia, e n el sentido d e u n
organismo d e conocimientos indudables o demostrables.
Pues puede decirse que sólo vemos el exterior, la superfic i e
de l a naturaleza, s i n poder pene trar en .ella, e .. . y 11
···- · -.,
• .
unca pgsee-
-·· --· -· · .
�
gado a ren>noeer q u e la !í l o s o fía dogm t i c a descansa s bre u n a b a s e l �COI mo
?
;
De Cwe,
�
vi ble. Mer>t•nne t u v o los mas altos e logws p a ra e l ele H o bbes, e n t,mt?
_ _
.
q u e Gassend i . a u n c u a n d o a p �·ob ó la obra, al 1 e n o s notó su tend e n r t a t rre t-
a
gws, , \' . t . , est a ba basado ( 11
�
. . I1
l) •<nrtes c o n d e n ó V I o l e n t a m e n t e el l t bro p or q u e
"m:íxii�:J$ q u e sdn muy m a l a s y s u m a m e n t e p e l igrosas." Cf. S o rta1s, op. c1t., ,
pp. 2 1 4-21ti. y Lc noblc, Mersen11e, p p . 576-578.
EL ESCEPT ICISMO CONSTR UCTIVO O MITIGADO 215
m ente hay un mundo , o q u e en realid ad tiene las propie - !\
d ades q y� experi menta mos, � ero s í podem os desarrol l a r )
__
j
__
1
blecidas por el filósofo dogmátic o.:1n E n c uanto M� r � enne
hubo cambiado las normas del verdadero conocim iento,
de verd ades evidente s e indud ables o verdade ra s demos
tracio nes d e ellas, a verd ades psicológ icame nte acepta
das ' o aun d iscuti bles (q u e pueden ser falsas, de acuerd o
con l a s normas anterior es), enton ces l o s escéptic � s han
perdido su a dversari o, y sus ataques , a � l i � ado.s al tipo d .e
conocim iento d e Me rsenne, se v ue lve Irrisorio s Y cap �l
chosam ente destruc tivos. El escéptic o "razona ble" pod i a
aband onar s u s dudas ante esta n u eva concep ción d e l co
nocimie nto y unirse a Mersen ne e n su búsqued a _ � e l a
prese ntac i ón y organiz ación m á s e onvinc.ente y u t l l de
la informaci ón de q u e t o d os esta m os c o nsc ientes, e l desa
rr oll o de l a visión del mund o e o m o máquina.
Petrus Gassend i, gran h o mbre d e ciencia, asimism o s a
cerdote y el m ej o r amigo d e Merse n n e , gra d u al me nt e
aceptó � sta actitud d e escepti cis mo "constr uctivo" Y d e
dicó gran p arte de sus escritos posteri ore s a elab orar una
filosofí a que se hall ara entre el escepti cismo total Y e l
dogmati smo.:1 7 El atomism o de Gassend i fue present a do,
en Koyré; "Le Savant"; y Rochot, Les Travaux de Gassend1. sur Éplcure el sur l ato
mis me.
EL ESCEPTICISMO CONSTRUCTIVO O M ITIGAD O 221
:." Véase, especialmente, Hochot, "Gassendi et l e Syn tagma" pp. 7 3 ss. Y " Le
1
226 EL ESCEPTIC ISMO CONSTRU CTIVO O MITIGADO
S o n . 'I'J 1e R ¡ ,• / 1., 0r
" Fai t h . John W i l ki ns.
Of
Jigióll , y Joseph Glanvill Essays 011 Seveml I m po 1·t a n t S u b,¡ects 111 JJ} 11.1 osop
t !w Principies (llld D11 1les o.f Natu ral Re-
111.J
• •
• .
and Re Ú qion. El li bro del profesor Henry Van Leeuwen. The Pmblem o.f Certa m t y
i n E¡¡g/i�h TJw uoJ1 t , 1 630-1 680, L a H aya, 1 963, trata, c o n gra n c� � talle, d � l desarr�
llo y la i n l1uencia de la teoría de C h i l l ingworth. La re percuswn d e su '.d � a sc� b1 e
l a teoría j u rídica inglesa se analiza en Theodore Waldman . "The �ng111 of the
Concept o f Reasbnable Doubt ' ", en .Joumal Q( t !w Ji¡st.onJ Q /_ Ideas, XX, � 959, PP ·
·
299 ·3 1 6 , y en Robert Todd C arroll, The Philosophy Q( B1slwp St1llma!Ieet 111 1ts Se
¡•en teeH t h Cen tmy Cont e.1· t , La Haya, 1 975 .
EL ESCEPTI CISMO CONSTRU CTIVO O M ITIGADO 227
J
228 EL ESCEfYI'ICISMO CONSTR UCTI VO O MI TI GADO
tácticas, que sus teorías sólo eran hipot é ti cas, u·• Y q u e exis
tía u n nive l de conoci miento acerca d e las esencia s que el
h ombre nunca podría conocer ,1m a l mism o tie mpo parecen
compart ir una convicc i ón d e q u e el h o m bre es capaz de
alcanzar el verdadero conocimi ento d el mundo real, Y que
el cu a d ro mecanic ist a del univers o e s u n a descri pción pre
cisa de la forma en que realmen te op e r a la n atural eza. En
opinión de Galileo y de Campan ella, D io s nos ha dado J.as
facultad es necesarias para alcanza r el e onocimi en �o ? e la
natural eza de l as cos as. Sin e mbargo , n u estro conocmuento
sólo es parcial , a d i ferenci a de Su comp leto conocim iento.
Empero, no tenemo s razone s para c ue st i o nar o dudar de l ?
que conoce mos ni tampoc o para l i m i t a r nuestro con oci
miento a las a parien c i as , e n vez d e la re n l i d a d . nn La cri sis
escéptic a parece no haber a fectado a esto s pensad ores. de
j á ndolos tan sólo con d udas a cerca de I n b ú squeda aristoté
lica de la certid umb re, pero no de la b ú s q u eda misma.
Desca rtes criticó a Galile o p o r ser d e masiad o m odesto
en sus pretensio n es, y por n o ver qu e las verd ades � c. la
ciencia nueva descansan sobre un fun dn mento metaf1s1 co
cierto, q u e garantiza s u apl icabil i dad a la realidad, Y qu �
ofrece la seguridad completa que s e p a r a estos descu bri
mientos de las meras o p i n i ones o infor m a c i ó n pro bable. Al
en Philosopllical Review, LII ( 1943) , p p . 349-365, esp. p. :l58. donde examma por
q ué Gali leo no puede ser considerado como escé pti l'tl.
EL ESCEfYI'IC! Sl\10 COi\STRUCTI \'0 O M ITIGADO 229
' Edward, Lord H erbert d e Cherbury, De Vc¡·itate. trad. Meyrick H. Carré, Bris
tol , 1 937 Introd. d e Carré. pp. 1 0- 1 1 . El mejor estudio de H e rbert de Cherbury es
el d e Mario Rossi,La Vita. le opere, tempi di Edoardo llerbat di Chirbw¡¡.
i 3 vols ..
Florencia, 1 947.
' Cf. Lcnoble, Mersenne, pp. 561 -563.
" Gassend i , carta a Elic D i od ati. 29 de agosto de 1 634, en Mcrscnnc, Correspon
dance. I V , p p . 335-340, y carta a Hcrbcrt de Chcrbury, en Gasscnd i , Opem III.
4 1 1 -4 1 9 .
' Hugo Grocío se re fiere a Sexto en De Jure Be/li Ac Pací.s. trad. Francis W.
Kclscy, Oxford, 1 925, Li bro I , XII. p. 4 2 , Libro II, VII, p . 233. y XXVI1 1 . p. 256.
Hcrbcrt, en su Autobiography, cd. Sidncy Lec, s egunda e d. (Londres, n.d .). p. 1 33,
menciona h a ber mostrado el man uscrito de De Veritatc a Grocio y a Tilcnus. Hay
231
232 HERBERT DE CHER B U HY Y .JEAN DE SILIION
1
j anza de él. Muchos de los casos engañosos de la percepción
planteados por los escépti cos pueden expl icarse como de
bidos a la ausencia d e una o m á s d e las condi cionesY
Cu and o un apropiad o o bjet o de c on ocim ient o es perci
bido en estas condiciones, de modo que p ue d e obtenerse 1
una verd adera aparie n c i a , ento n c e s s o m o s c a paces, en
condiciones especifica bles, de o btener u n ve rdadero con
j
cepto de la cosa. Puede suponerse que la a pariencia está
"en una precisa confo rmi d ad externa con su original", 1 :1 y
que aquello que se requ i e re entonces es un m e d i o d e preci
sar cuándo nu estra idea inte rn a del o bj eto se conforma
exa ctamente a la verd adera apariencia. Se presentan otra s
opin i ones d e Aristóteles rel acionadas c o n l as condiciones
apropiadas del órgano sensorio y e l métod o a prop i ad o para
la formación de concepto s . Esto elimina l as d i fi c ultad e s
planteadas p or los escépti cos b a s a d a s en l a s i deas q u e nos
formamos d e las cosas cuando hay algún d e fe cto en nuestros
órganos de la sensación y la razón, como la i ctericia q u e
influye so bre los colores, o la embriaguez q u e i n fl uye so bre
nuestros conceptos de las cosas. 1 �
Herbert asevera q ue c u a nd o se sati sfacen l as e o n d i c i o
ncs de la verda dera apariencia y l os verd a de ro s conceptos,
" /bid . . p p . 90-1 00.
"' / bid . . p. 1 01 .
' 1 lbid., p p . 1 02-104.
1
1 H EHBERT DE CHEHB LTRY Y J EAN DE SILHON 235
¡
J � ntonces nos e n contra m os en pos ic ión d e o btener verd a d e s
./ I ntelectuales ind iscutibles. La aparie n c i a s e c o n form a 0
1 correspond e al obj eto. El concepto se c o n forma o corres
ponde a la a p a rienc i a . Entonces el intelecto puede llega r al
verd ad e ro c o n o cimiento a cerca d el objeto j uzgan d o s i el
con ce pto se r � laciona con la cosa misma. "Es i mportante
notar que �1 mtelecto nunca se engaña cuando está p re
sente un vb] eto real, o cuando se c u mple c o n las verdad eras
J regl a s de la conform i d ad . Cuando está p resente u n o bj eto
1 real, a u n cuando se tome d e la memoria, y c uando se satisfa
l cen l a s verdad e ras c o n d i c i on es. sostengo yo que el intelecto
asevera la verd ad h a sta en sueños." 1 s
i La base d e e sta gra n seguridad d e que puede e o n ocerse
algo a ce rca d e l m u n d o real es la teo ría d e las Nociones
Comunes. Por s í solas, nuestras fa c ultades de senti-do y ra
zón, por muy bien q u e estén .trabaj ando, se rían i n s u fi c i e n
tes para gar � ntizarnos alguna \'erd a d ace rca de los o bj etos,
pues excl usiva me nte por estas fa culta d es n unca p o d ríamos
decir s i está bamos � n la situación d escrita por los escépti
_
cos, VIVI_ end o e n un I l u sorio unh·ers o menta l o. al m enos ' en
uno cuya obj etivi dad nunca podríamos d eterminar o si e s
tá b a m o s e n p o se s i ó n d e algun a s verd a d es a c e � ca d e l
m u n d o . E l pue nte entre el mundo reve l a d o a nosotros p o r
n u estras fa cultades s u bj etivas y el m u n d o real consiste en
l as N ? ciones Comunes que nos c apacitan a j uzgar de la
veracidad d e n uestra visión d el mundo. Po r estas verd a d e s
inn � t � s, " n u estro s espíri � us q ued an capacitados a l lega r a
d e c isiOnes sobre los acontec im iento s q ue o c u rren e n el tea
tro del m un d o " . Y sólo med iante su ayud a puede el inte
l � cto " l l ega r a � e � i d i r si n uestras facultades s u bj etivas
tienen un conocimien to preciso de los h e chos". y es em
pleándolas c o m o podemos d istingu ir la ve rdad de la men
tira . Hi
¿ Qué s on est o s tes o r o s, e stas N oci ones C omunes? "Ver
d ad e s del intele cto, e ntonces, con ci ertas Nocion es C o m u
n es que se encuentran en tod as las perso n a s normales; l a s
, ,., luid., p . 1 0 1 .
' " luid . . pp. 1 05- I oo.
236 HERBERT DE CHERBURY Y JEAN DE SILHON
�
e � t loco Y � u i é � ? o l o está, sin com eter peti ción d e pri n c i
P I O . . A u n S I p u diesemos aceptar l a a firm ac i ón d e q u e h ay
NociOnes C o m u � es. q u e tod o el m undo acepta, p odríamos
p erma n e cer escepti c o s ante e l esq uema general de Herbert
a cerc a del conocimiento o bj etivo. ¿ Por q u é lo q ue tod os
a ceptamos ha d e ser d e c i s ivo para d escu brir cómo es e l
mundo re � l ? A u n s i p u d i ésemos establecer n orma s fid e di g
n a s para J u zgar l a precisión d e l o s d atos (aunque tambi é n
podemos d u d a r d e q u e l a s condiciones d e Herbert s e a n l a s
adec � � d a s), y � i tuvi é s e mo � c onceptos aprop iados (aun q u e
tam b 1 e n podn amos c u e stio n ar q u e las a firmac i o nes d e
Herbert son l a s correctas), y aun c u a n do todo s estuviésemos
d e acuerdo en cómo aplicarl as, ¿ q ué nos reve l a rí a esto
a c erca de l a verdad d e l a s cosas e n sí m i smas? Cuand o
Herbert apela. a nue stro sentimiento d e c e rtid u mbre y a
nuestra necesidad d e a ceptar su e s q uema s i quere mos te
ner algú.n conocimiento rea l , come te petic i ó n de p rincipio.
Y aun S I esta m o s de a cuerdo con s u teoría acerca d e las
verd a d e s de a p � ri e n c i a , l a s \'e r d a d e s d e co n c e p t o s y
las verd ades d e mtelecto, a ú n no podemos sabe r s i pue
d e haber al �un as verd ades d e cosas. Y mientras n o poda
mos deter f!lu � ar estas últimas, ¿ c ó m o hemos de s a ber s i
l o s procedimientos p ropuestos por Herbert culminan e n
e l d e s c u b ri m i e n to d e l c o n o c i m i e n t o g e n u i n o a c e r c a
d e l mundo rea l ?
. Aun q u e e l antídoto d e Herbert d e Cherbury a l escepti
c Ismo parece q ue fue b i e n rec i bido en su época,28 fue some
_
tido a d � vasta d o ras crític � s, mucho antes de Locke, por
?ass � n d i _Y Descartes. E l pnmero l o atacó como dogmatismo
m d : te� d i bl e � u e en real i d a d no h a b í a lograd o vencer a l o s
escepticos ; m i e � tras q u e e l ú ltimo l o atacó p o r consi dera rl o
u �1 d ogmatismo m a d e c u a d o q u e no l ograba refutar al pirro
msmo por no h a be rse e n fren tado al p roblema fund amental
en c uestió n .
Hasta nosotros han l lega d o dos versiones d e las o bj e c io
nes d e Gassen d i , u n a d e ellas, u n a c a rta bastante cortés a
'" Gassen d i i n fo rmó q u e el Papa tenía una alta opinión d e ello. Véase la c a rta
d e Gassend i a Diodati, en Mersenne, Correspondance, IV, p. 336.
240 HERBERT DE HERBU RY Y JEAN DE SILHON
p p . 330-337.
p. 337.
'" /bid.,
"" /bid.,
-
--- _
_
__ _ __ ____________ _.-.
H E RBERT DE CHERBURY Y JEAN DE S ILHON 241
p . 337.
p. 338.
'" !bid.,
" 2 /bid.,
.-.____
242 HERBERT DE CHERBURY Y JEAN DE SILHON
y l a verd ad d e las apariencias, entonces el esquema d e
Herbert n o ayudaría ni e n l o mín i m o a e.xtender n u : st.ro co
nocim iento de l as apariencias a l a realidad. De lo umco d e
q u e tenemos conciencia es d e cómo parecen l as � osa s , q u <:
l a m i e l parece dulce y el fuego caliente. Tratar d e Ir mas_ alla
del c o nocim iento de e stas apariencias e s exhibir una m al
hadada propensión mental porque, h asta a hora, sólo Dios
conoce la verdadera naturaleza d e las cosas. Tod a la ma
q u i n aria del D e Veritate n o nos revela la verda d en su pure z�
sino que, antes bien, sólo muestra � � s acerc a de las condi
c i o n es en q u e se nos aparece, cond iciOnes en q u e podemos
o btener u n conocimiento adecuado y útil acerca d e la expe
rie ncia, pero no las cond iciones � n � u : des.c u br� mos l a � o
condic ion ada veritais 1·ei. Como lo mdico a Dwdah, la teona
de las Nociones Comunes re almente n o re suelve nada, ya
que, ante t od o , n o hay un acuerd o u niversal s o bre l o �
problemas, y, en segund o l ugar, n o tenem os n orm a s 11 1
.
criteri os para determinar de q �ién serán las N o c I O nes
C o m u n es q u e p u e d a n s e r m e d i d a o regl a de ve rd a d .
Por e o nsiguiente, sigue e n p i e l a c risis escéptica, Y t o d o
l o q ue p od e m o s h acer e s buscar las verdades d e a p a
riencia olvidá n d o n os d e l gran d i os o esquema d e Herbert
acerca d e tip os d e verdad, e ondici ones d e verdad, N o c i �
nes C omunes, etc., q u e n o n os ayudan en nada a descubnr
cuánd 0 n uestra experiencia y n uestros e onceptos se re-
l ac i o nan o se e onforman al mund o real.=�=�
.
O tra crítica p osiblen1ente más incisiva del De Ventate
fue expresada por René Descartes quien, en contraste c o n
Gassendi veía con oj os m uy favorables s u o bj etivo d e re
futar el � scepticismo y, por tanto, estaba m á s consciente
d e su falla fundamental. Mersenne había enviado a Des
cartes un eje mplar del l i bro d e Herbert e n 1 639, Y re cibió
u n a c rítica detallada d e la obra. El l ibro, o bservó Descar
tes , trata d e "un tema e n e l q u e yo he trabaj ado toda m i
vid a", pero "sigue u n camino m uy d istinto d e l q u e y o h e
seguido". El básico p unto d e d i ferencia e ntre l a o bra d e
" " Carta d e Gassend i a Herbert, Gassendi, Opem, III. p. 4 1 1 Y ss.
HERBERT DE CHERBt:RY Y JEAN DE SILHON 243
1
h
,, H ERBERT DE CHERBURY Y JEAN DE SILHON 247
Charron. Al principio, en su Discours Premie1·, S i l hon atacó
la opinión, a cepta d a h asta por algunos cristianos, de q ue
n o h ay c i e n c i a d e n a d a , y d e q u e es lícito dudar de todo.
Los cristian o s tienen las Escrituras q u e les i n forman d e
cosas visibles que p ueden cond u c i r a verdades i nvis i b l e s,
y les i n d ican q u e , por tanto, no d eb en ser escépticos. Y l os
fi l ó s o fo s c o nocen " prop osiciones y má ximas i nvesti d as
c on tanta c l a ridad y q u e l levan e n s í mismas tanta evi d en
c i a que al m i s mo tiempo q u e se concib e n qued amos con
venc i d o s de e llas, y e s i mposible que e xi sta un entend i
mie nto q ue p u d ie ra rech azarlas".42 Como ejemplos d e ta
les verd ades o freció Silhon "todo es, o no es. Que todo l o
q u e tiene ser o bien l o tom a d e s í mismo o lo h a rec i b i d o
d e otro. Que e l tod o es mayor q u e s u s p artes, etc.". 43 D e
a q u í p o d e m o s s a c a r i n fere ncias.
El p i rrón i c o , si a ú n n o está e o nven c i d o, o bien s a be
q u e n o puede h a be r ciencia, y por tanto p osee u n a ciencia
consistente e n esta verd ad , o no sabe que no puede h a b e r
c ienci a , y por tanto n o tie n e razón para h acer e s t a afirma
ción. " En c u a nto a esta cadena y ri stra de dudas del señor
Montaigne e n favor del p i rronism o, logra lo contrario de
l o q ue se pro ponía, y deseando p ro bar q u e n o hay cono
cimiento para humillar l a van i d a d que a men u d o inspi ra
é ste e n nosotro s , h a ce nuestro entendim i e nto capaz d e un
pr ogre s o infi n i t o de acci ones."44 El últim o punt o plan
teado p o r S i l h on era s i m i l ar a uno de Herbert, a saber, e l
apelar a la n aturalidad d e nuestras capacidades razona
d oras, a nuestra inclinación natural a aceptar l a rac i o
n a l i d a d . Sup o n i end o que estas tendencias han si d o im
plantadas en n os otr o s p or la Naturale z a , ¿, hab rían s i d o
implantadas en n os otros si n o n os c onduj e ran a la verd ad ? ·'"
En s u pri m er esfuerz o p or \'encer a 1 o s pirrónic os, Sil
hon q uedó lej o s de s u o bj etivo: o bien cometió p etición d e
principio, o bien perdió d e vista e l argumento principal.
E l pirrónico n o estaba cuestiona n d o que alguna s proposi-
. , Jcan de Silhon, Les Deux Ve1·i tez, p . 16.
"'/bid., 16-17.
pp.
" !bid., 18.
p.
" !bid., 18-20.
pp.
1
h
248 HERBERT DE CHERBURY Y JEAN DE SILHON
1
pleados como premisas, o bien n egando que realmente
fueran demostrativos. Las denwnstrations nwrales, como
1
había tenido que reconocer su a utor, no llegaban a la cer
tidumbre requerida para vencer a los pirrónicos, a menos
que se aceptaran las o p i niones d e Silhon acerc a de l a
¡
fuente d e nuestras fac u ltades y la bondad d ivina. Y e n
esto l o s escépticos, desde l o s tiempos m á s antiguos h asta
los modernos, ya habían planteado d udas suficientes para
requerir alguna base de la aseveración del orige n d ivino y
la garantía de nuestras capacidad es sensoriales y raciona
les. El amigo d e Silhon, René Descartes, evidentemente
''' Ibid., p p . 228-229. Cf. Jovy. Pasea ! e t Silhon,
. pp. 39 y ss.
;o; S i lhon, I m mortalité. pp. 230-232.
J
¡
f HERBERT DE CHERBl'RY Y JEAN DE SILHON 257
comprendió hasta q ué punto habí a fal l a do aquel intento
por r.e �utar �l e.scepticismo , pues s e dedicó a responde r a
�· l a c n � Is esceptica s uponi endo n o el mejor estado d e co
sas, smo :1 peor: q u � n uestras facultades son corrompi
d � s, e nganosas y posiblemente o rganizadas por el d emo
_
_
1
c ierto. Cual q u ier otra proposición está a bierta a cierta
m
dud a sobre su verd a d . Pero el cogito, indicó Descartes en
u n a c a rta al marq ués de Newcastle o a S ilhon no es "una
realización d e vuestro rac iocinio, n i una lecci Ó n que vues
1 tros maestros os han dado", sino, antes bien "vuestro e s
p íritu la ve, la siente y la toca". No se lleg� al cogito so
Hn
' Cf. Descartes, Discours de la Métlwde, Texte et commentai?·e par Étienne Gilson,
París. 1947.
donde se dan. por todo el comentario, m u c h as i n dicaci ones acerca
de q ue Descartes se valió de Montaigne y de Charron ; y Leon Brunschvicg, s De
--- 11¡_ cartes et Pascal. Lectc11rs de Montaigne ,
N ueva York y París 1944.
Véase también
Ada m. Vie de Descartes.
en Descartes, Oeuvres,
A. T., XII, pp. y 57 131;
y .J. Sirven,
Les Années d'apprentissage de Descartes 1596-1628,
abril, pp. 1928, 259-71.
• Yzydora D ¡¡ m bska, "Med itationes" Descartes n a tle sceptycyzmu francus
kiego X VII wieku", en Kwartalnik Filozo.ficzny,
XIX, pp. 1950, I-24
(Resumen fran
cés, pp. 161 - 162);
y Gouhier, " Do u te méthodi q u e o u n égation méthodique? ," en
Études Philosoplliques, 1954, 135-162, Les Premieres pensées de Descartes,
IX., pp. y
a
Contribution l'hi.�toire de l'anti-renaissance,
París, 1958.
Descartes,
• The Seventh Set o.f Objections with the Author's A mwtations thereon,
otherwise a Dissertation concerning First Philosoplzy, en Philosophical Worlcs o.f Des-
DESCARTES. CONQUISTADOR DEL ESCEPTICISMO 261
Se ha di eh o que el curs o de e stud i o s en La Fleche in
cluía una c onsidera ción de cóm o la fil osofía a ri stotélica
podía respon d er a los argumentos pirró n icos. 7 Y Desear-
ti\ tes e � �udi� a ! lí d u rante l a � poca en q u e FranGois Veron t fo
'f'l enseno alh filosofi_ a , teologia y, posiblemente, el empleo V
d e los materiales escépticos contra sus advers arios. En H
".
Descartes sigu i ó en La Fleche.
Desc artes,Oeuvres. A.-T. X. pp. y
63-65 165;
las referencias a Charron y a !lton
taJgne en el comentario de Gilson sobre el Discours
de Descartes; y Sirven. An
nées d'apprentissage , 271.
p.
'" Descartes, Reponses de l'avtepr avx secondes objections, Oeuvres.
en A.-T. IX, p.
103.
" Cf. Pintard, "Descartes et Gassendi" pp. 120-122, y los comentarios de Des
a
cartes sobre un " meschant li vre" en sus cartas 1\Iersen n e de 1630, en Descar
tes, Oeuvres, A.-T. I, pp. 144-145 y 148-149.
262 DESCARTES, CON QUISTADOR DEL ESCEPTICISMO
Pasó l uego a atacar el hecho d e que tanto el orador como J / ,:¿)· 'i
el pú blico estaban dispuestos a aceptar la p robabi l i d ad /! \ �:-'· <\ �
--
1
� \1 tra d uc ido e n su c írculo, q u e i ncluía a tod os l os nouveaux
l Pyrrhoniens célebres, y descubrió q u e los mej o res espíri-
l tus de la época o pasaban el tiempo a bogando por el es
1 : cepti cismo, o a cepta b a n opiniones s i mplemente proba-
\
bies, acaso inciertas, en vez d e buscar la verda d absoluta.
'".� ..
r·
�
J ·
f
fundame ntos d e las varias teorías que se l e habían ofre
cid o . 20 Siendo así, la reunión con Chandoux fue e l micro-
cosmos de la situac ión en q u e se encon traba todo el mundo
cultivado. Allí se hallaban reunidos algunos d e los hom
G\1
bres más sabios y eruditos d e la época, q ue no dej aron d e
aplaudir a quien critic a ba las ideas a ntiguas y, a cambio,
/ les ofrecía probabilidades. Descartes se levantó p a ra mos
trarles las enormes consecuencias d e esto, p a ra d arles
u n a lección viva d e escepticismo. Si meras p robabilidades
! ( ¡/. !(
(�\ ríamos la verdad, porq'ue ideas,
servían como base de las entonces nunca descubrí-
ya n o podríamos seguir distin
�\ n gui endo l a verdad d e l a falsedad . Se había i d o l a n orma,
:....-1: l a regla de verdad. L o que supuestamente habí a l ograd o la
Refo rm a e n materia d e religión (según l os e o n trarre
formadores franceses), reduciendo todas las ideas a sim
ples opiniones que debían ser j uzgadas por su p robabili-
' " Cf. Gouhier, Pe11sée mligieuse de Descartes. p. 72; J. M illet, Histoire de Descar
tes avant 1 637, París, 11l67, p. 160; y l a a fi rmac ión d e Desca rtes e n los Discow·s en
1637, sobre c u ándo empezó a e m plear s u método y a d esarro l l a r s u sistema
en Oeuvres, A.-T, VI, pp. 30-31.
"' C f. La crítica de Descartes d e las varias ra mas de e nseñanza a las que fue
introd ucido en l a escuela, en Discours, Oeuvres, A.-T. VI, pp. 5·10.
265 ..
DESCARTES, CONQUISTADOR DEL ESCEPTICISMO
j
dad, también h a bía ocurrido e n la filosofía y la c ie n c ia. Y
el cardenal Bérulle, que había buscado y e ncontrado una '-¡· \ ,
¡t ((.· ·
n ueva y c la ra vía hacia la verda d religiosa e n sus Médita- 1
f\b embates del escepticismo habían hecho desplomarse los an- !' /
1JJ� nacimiento natural del hombre, sobre el fundame nto más ¡; <:-·
y� sólido posible, el Dios etern o y omnipotente. Había que
superar la c risis teológica mediante una n ueva teología
que s i rviese a un propósito a ntiguo. E l mecanismo teoló
gico, el teocentrismo de Bérulle, combi n ado con un m ate-
� · Cf. los come ntarios d e Gouh ier sobre Bérulle y Descartes. en su "Crise de la
théologie", p.47.
" Descartes, Discours, Oeuvres, A.·T. VI, p.
30. Todo este pasaj e parece conte·
ner ecos del episodio de Chandoux.
�� 266 DESCARTES, CONQUISTADOR DEL ESCEPTICISMO
��
medi o para lograr q u e la gente viese l a verd adera n atu-
raleza meta físi ca y teol ógic a de la real i d a d h abía de c o �
ducirla, primero, a apreciar "la mi s eria del h om bre s m
D i o s " . E l asombro d e los h om bres c ultos q u e s e encontra
ban en la reunión de Ch andoux pro ba blemente fue una
etapa en el camino hacia e l método de la d u d a . S e h abía
mostrado que lo q u e parecía m á s cierto e ra d u doso. Lo
,1
que parecía más dudoso, podía ser cierto . Se ech aron las
bases de u n escepti c ism o c o mplet o p a ra c on m over a
(
¡ l os oyentes y hacerles buscar l a certi d u mbre abs ol uta .
Un pasaje aut o bi ográ fi c o del DiscouTs parece indicar
\ que fue en 1 628 o 1 629 c uando Descartes comenzó s u revo
-'/
1
lución filosófica, probablemente aplicando s u métod o d e
la d u d a sistemática a todo el edificio del conocimie nto
humano, para descubri r c ie rtos fun d a me ntos de lo q u e
conocemos. � a E l método, c o m o veremos, comienza s i e nd o
\ J poco m á s q u e u n a refo rzada aplicación sistemática d e las
__... i d ud a s de Montaigne y d e Ch arron . En el DiscouTs, las Medi
1
una o bra tardía de Descartes. h ay c i e rtas ind icaciones de q u e puede ser tem-
prana , q u i zá d el d ece n i o de 1 630. La h ipótesis del demonio no se presen t a , lo
\ que p a rece sugeri r que la o bra acaso preceda a las ll1editations. A: sim ismo, el
�lÍ/ término " Pyrrhoniens" apareee e n esta o bra, mientra s q u e e n el !J iscours y las
11 /11editatio11S emplea la palabra "Scepti q ues". En algu nas de las p nmeras c a rtas
(i>l La Recherche
de Descartes se d i seuten los "pyrrhoniens". Posteriormente, los personajes de
�
Dialogues
/
aeaso estén modelados sobre los de La M o t h e Le V ayer.
que Desearles probablemente l eyó en 1 630. ya que tienen nom bres simil ares y
o p i n i ones un tanto parecidas. La Mothe Le V ayer escribió un " D i a l ogue tra itant
d e l a p h ilosophie Sccptiq ue," cuyos personajes son Eudoxus y E festion, m ien
tras que Descarte d emplea a Pol�·ander, Epistemon y Eudoxus como personajes.
l El a utor tratará en un estud io futuro la cuestión d e l a posible fec h a d e La Re
cherche. Para las opin iones de Cass i rer, véase su obra "La place de la 'Rech er-
DESCAHTES, CONQUISTADOR DEL ESCEPTICI SMO 267
�1
dí an presen tarse o c a siones de dudar. La regla misma es
,. similar a otra , prop u esta an tes por Charron en La Sagesse; +
pero al apli c a rla, Descartes m ostró q u e los niveles d e
d u d a s o bre p a s an , c on m ucho, a l o s simples y ben ignos
hasta entonces introd ucidos por los escépticos. � 6
17 r,,1 L o s d o s prime r o s niveles_ t m: sól o pla nte_an ra z o nes
�.
ru normales p a ra d u d ar. Las I l u s i Ones s e n so n a s , en q u e
tan t o se explaya r o n 1 o s n o uveau:r Py?Th oniens. i n d ican
/,1 que hay cierta ? ase_ p ara cue � ti onar .1 o fi ? edign o o �e �� z de
nuestra exp e n en c 1 a sensonal o rd m a n a . La posibilidad
d e q u e tod a n u estra experiencia sea parte de u n sueño, el
segu n d o nivel, nos permite encon tra r una o c asión para
d udar d e l a real idad de c uales q u i era otros o bj etos q u e
conozcamos, y aun d e la realid a d del propio m u n d o . En \' ,
estos d o s niveles, l os habituales problemas escépti cos n os >
b a stan p a ra d e s c r i b i r u n esta d o d e c o s as e n q u e l a s ·
(?\Il
. ._
: '• 1 í;
siqu iera esperanza s de descubrir algun a verd ad limpia d e
toda d ud a o incerti dum ? re.
E n las Regu.lae, term m a d as en 1 628, al parecer ante s
"' :' t del
1
No es que Descartes n egara o d ud ara de la evidencia de
nuestro conocimie nto matemátic o o del más c ierto sino
que, antes bien, estaba mostrand o que mientras estemos
; \;>
infectados demo n i a � amente , lo q ue n o ? p arec e evidente
\ ' . puede ser fa lso. El simple p unto de partida d e las Regulae,
\, 1! que la razó n, al in tt� ir y d e d u � ir era infalible , Y p or ta n
1 ;/
_
; . ; t o q u e las matematic as eran mdud ablemente ciertas, es
desafiad o ah ora p or u n <FSceptic ism o d e nuestras fac u lta-
'
1
. .f que, d e propósito , nos . e ngañe, lo que consideramosagente más
cierto, de lo que somos incapace s d e d udar (psicológ ica
I-r: ente) en re alidad puede ser fa lso o dudoso.a n Al intro d u
,.-----:
. ·
l o s p e n sa d o re s anteriores, s i n o t a m b i é n las d e l j o ve n
/ .
René Desc artes. Pero d e este viaj e a l a s pro fundid ades
del escepticismo m á s completo, h a bía d e regresar Desear- /·· · ·
tes con u n a n ueva j u stifi cación metafísica y teológica del
{\)�(:,_��_-)
·
mundo de la racio nalidad humana.37 ., · - __
�ÍJ-.,,
o frece u n a lectura radi c a l mente d istinta de m uchos de los textos que he c i tado.
No creo yo que pueda d a rse una j ustificación defi n itiva de una interpretación ,
sobre otra, sino q u e hay q u e examinar los pasajes cl ave en cuestión y decidir
qué versión está en mejor armoní a con u n a i n tcrpret� c ión g� neral d � la natura- ·' U
i'
leza y l a estruct u ra de l a filosofía de Descartes. M I S propias op1nwnes _ cstan_ 1
IX, pp. 135-162. A este respecto, es interesante que Gassend1, comentando la 1 \-'
Med itación Primera, no p u d i e ra ver por qué Descartes consideraba neees � rio '-
verlo todo como falso, y fi ngir q ue Dios p u d i era ser un embusterv, o que p u d iese
1 estar suelto un demonio, en l ugar de contentarse con indicar qué cosas eran
i
J
1
274 DESCARTES, CONQUISTADOR DEL ESCEPTICISMO
j
c ed i m iento d e los e scépticos y el de Descartes se h alla e n
e l propósito con e l cual s e e mplea e l m étod o, y en los re-
sultados q u e se alcanzan c on su uso. Lo s escépticos, segú n
Desca rtes, sólo du dan por perversidad. Son gentes ·' que
[> sólo d ud an por dud ar, y simulan estar siempre inc iertas ' '-10
y o btienen "tan poco de e ste método de fi losofar q ue h a n
�
estado e n el error tod as s u s vidas y no h a n logrado li be
rarse de las dudas que ellos mismos han introducido en la
fi losofí a".·' ' Su prete n s ió n d e que a l a l c a n z a r la d u d a
co mpleta y e l vacío mental q u ed arían preparados para
.f rec i b i r la verda d por la Revelación, al parecer n o fue to
mada muy e n serio por Descartes. Por lo que él pudo ve r
no h abían logrado nada con sus d ud as, y no l o ha bían l o
grado porque deliberadamente prefelian qued arse e n la
más completa incerti dumbre . Pero , "aunque los p irróni
cos n o han e ncontrad o n a d a cierto como resultado d e su
duda, esto no sign ifica que no pudie ra n l ograrlo" . .j� S i al
guien duda para alcanzar la certidumbre, entonces algo
d e importan c i a monumental puede b rotar del método del
escéptico. Como d ij o un c a rtesiano d e l siglo xvm, "el es
céptico o p i rrónico dud a d e todo porq ue neci amente d e
sea c e rrar los oj os ante tod a luz", pero dudar como dudó
�,
Descartes " n o es ser p i rrónico sino se r filósofo . No es
quebrantar l a certidumbre h umana, s i n o reforzarla". -1 '1
L o s nouveaux Pyrrhoniens p od ían insistir e n que se les
repre senta ba falsame nte, ya que ta mbién s u o bj etivo e ra
encon trar e l c o nocimiento cierto; pero d eseaban encon
trarlo milagrosamente, re c i birlo súbita mente de manos d e
� inc iertas. Cf. Gassendi, Objectio11es Quintae. e n Descartes, Oewnes, A.-T. VII p p .
L 256-257.
"' Desc artes, Discours, en Oe11vres, A.-T. V I, p. 29.
" Descartes, The Searc/1 a.fter Truth by tlle Ligllt of Nawre, en Phílos, WoTics of
Descartes, l, p. 320. El texto latino se e ncuentra en Oeuvres, A.-T. X. pp. 519-520.
'" Descartes, carta a • • • , Marzo de 1638, en Oeuvres, A.-T. II, p. 38.
'
'
con sus ideas innatas y con su luz natural q ue nos obl iga a
aceptar como cierto aquello d e q u e n o podemos d ud ar.
M
Así, el métod o de la d u d a nos conduce naturalme nte al
cogito, y no sobren aturalmente a la ve rd a d , como a firma
ban los nouveaux Pyrrhoniens.
El d e s c u bri m i e n t o d e u n a verd a d a b s o l u t a m e n te
cierta, el cogito, puede derrocar la actitud e scéptica d e
q u e todo es incierto pero , a l mismo tiempo, u n a ve rd ad no
con stituye un sistema de conocimiento acerca de la reali
dad. Para descubrir o j ustificar el conocimiento d e la n a
turaleza de las cosas hay que con struir u n a serie d e p u en-
" Cf. Descartes, Reponses de l'avtevr avx secondes o¡Jjections. Oe11ncs.A.-T. I X.
pp. 1 10-1 11.Este pasaje parece ser el más c ategórico en favor ele la int erpreta
ción de Doney, ya q ue Descartes asevera que el conoc i m iento ele la ('X istenl' ia
ele Dios no se req uiere para saber a lgu nas verdades con certidum bre. 1�1 únieo
ejemplo ofrecido es el cogito,
que Descartes insiste en q ue no es la co nclusión
de un si logismo ele la pre m isa mayor, "que todo lo q u e piensa cs. o existe".
Antes b i en, el cogito
se conoce por s i mismo. por "un s i m ple aeto de visión men
tal".
...
DESCARTES, CON Q U I STADOR DEL ESCEPTICIS MO 277
tes u n a vez q u e l a experi encia del ser confrontad a p o r el
cogito nos h a dado un sólido y fi rme p u nto d e parti d a ; sin
embargo, la única verda d pro d ucida por el método d e la
duda no es u n a pre misa d e la q ue se sigan todas las d e más
verd a d es. Antes bien, e s una base para el discurso racio
nal q ue hace posible reconocer otra s verd a des. La expe
rie nc i a del cogito gira en torno a la luz i nterna de tal modo
q ue ahora podemos ver que otra s pro posiciones son cier
tas. S i n l a d ramática inve rsión d e l a d uda q u e oc urre en
el d es c ubri miento del cogito, no pod ríamos decir s i eran
�
realmente ciertas a firmac iones como "dos más tres igual a
.. cinco", porque a ú n podríamos cuestionarlas. Lo q u e en
reali d a d logra el cogito a l prod ucir la i lumin ación, es re
velar tam bién la l a rgamente b u scada norma o crite rio de
verd a d , y con ella la capacidad d e rec onocer otras verda
des, lo q u e a su vez nos perm ite construir u n sistem a d e
conoc imie nto verda dero de l a realida d . ( A este respecto
es i nteresa nte q u e e n l a pre s e ntación formal q u e h ace
Descartes d e su te oría, como apéndice a l as ré pl icas del
�
, segu n d o c o nj u nto de o bj e c i o n e s a l a s Meditations, n o
1 o fre c e el cogito c o mo p remisa, a c c i ó n o postul ado, s m _ o
que n o s ofrece el mét od o de l a d uda c om o p roces o men
tal q u e n os hará p osible decir s i s on c iert os l os axi omas
� y p ostulad os .) .¡¡¡ .
�
Al i n specci onar esa única verd ad s e enc u entra e l cn-
terio de verd ad. Como h a dicho Descartes acerca del sis-
tema de Herbert d e Cherb ury, sólo s i conocemos una ve r
d a d p o d e m o s p r o c e d e r a e o n stru i r una t e o ría d e l a
verd a d . Esta m o s segu r os d e la verdad del únic o cas o que
c on oc e m o s sól o p orque es cla r o y d i stint o.
Ciertamente en este p ri mer c o nocimiento no hay nada q u e
me asegure �u verdad, salvo la p e rcepción clara y distinta d e
lo q u e afirmo, q u e en realidad no bastaría para asegurarme
q u e lo q u e digo e s cierto si pudi era ocurrir jamás q u e una
'" Desca rtes, " Ra isons q vi provve nt J 'existence d e Diev & la d istinction q vi est
&
entre ! 'esprit le corps hvmain, d i sposées d 'vne fa<;on geometrique", en Repon
de
ses /'avtevr av:r secondes objections Oeuvres, A.· T. I X, pp.124-132, esp. pp. 125·
127.
278 DESCARTES, CONQUISTADOR DEL ESCEPTICISMO
cosa que yo concibo tan cl ara y distinta mente p u d i ese ser
falsa; y por consiguiente m e parece que ya puedo esta blecer
como regla general q u e toda s las cosas que perc i b o muy clara
y d istintamente so n ciertasY
En 1 os Principles se explican estas propiedades de cla
ridad y diferenciación, sie n d o la c l aridad aq uell o que se
encuen tra pres ente y aparente a u n espíritu ate nto, lo q u e
exige n uestra atención mental; y siendo l a d i ferenciación
la claridad q ue diferencia e sta conciencia de tod a s l as
demá s . ·'H El cogito nos desl u m bra tan poderosa mente con
su claridad y su d i ferenciación que no podemos d u d ar de
él. S i algo pudiese s er claro y d istinto y a la vez falso, po
dríamos ser engañados h asta por el cogito, pero éste n o
p u e d e s e r el caso, c o m o lo revela l a propia experiencia de
ello.
C o n u n criteri o de verd a d , p ode m os d escubrir las pre
misas de un sistema metafísico de conocimiento verd a
dero q u e , a s u vez, nos ofrec e la base de un sistema físic o
d e c o n o c i m i en to verd a d ero. El s i stema metafísico n o s
dará u n a j u stificación o garantía d e c riterio. N o sólo so
mos tales que aceptamos como cierta, c u alqu ier cosa q ue
d e s c u bramos como cl ara y d i stinta, s i n o q u e t a m b i é n
p u e d e mostrarse que, e n realidad , todo lo que e s cl aro y
d i stinto es cierto. Así pues, e l primer paso d e tod o esto es
establecer lo s principios claros y d istintos que nos permi
ten razonar a parti r de nuestras verda des intelectuales
hacia verd ades acerca de)a realid a d. El axioma d e que l �
reali d a d obj etiva de nuestras ideas req u iere u n a causa e n
q ue esté contenida la misma re alidad, n o o bj etivamente
sino formal o emin ente mente,·'!! nos da el primer y deci �
s ivo p uente desde las verd ades q u e hay e n el espíritu
hasta las verda des acerc a de algo que está más allá de
nuestras propias ideas, el primer puente desde una con-
i lu m i n a d o s p o r e l cogito ; y e s ta c e r ti d u mb re i n terna
acerca de n uestras ideas n os c onvence d e q u e debe haber
un Dios o bj etivo del q ue dependemos por completo para
nuestro ser y conoci miento, y por ta nto, s i n uestra certi
du mbre intern a se j ustifica o bj etivam ente (o sea, con re
feren c i a al mundo real) es a lgo q u e depende de Dios y no d e
nosotros.
Esta serie de percataci ones e onduce a un esceptic ism o
más elevado, a u n hiperpirronismo q u e debe ser supe rado
en el c ielo y n o é n el espí ritu del hombre. ¡ Qu i zá s el de
monismo q u e e n la Med itación Primera destruyó nuestra
fe en la razón sea un a specto del Mundo Divino! Qu izá
qu iere Dios que c reamos; d e hecho, nos obliga a creer
todo tipo d e cosas que son falsas. Quizá Dios es u n e nga
ñador, un demon io. El c amino que conduce de la d u d a
completa a l cogito y a l a re alidad o bj etiva b i e n puede ser
como el cierre fin al de u n a trampa que nos aparta de todo
conoc imiento salvo el d e nuestra propia e xi sten c i a, y nos
dej a p ara siempre a merced d e u n e nemigo omnipote nte
que desea q u e e rremos en todo tiempo y en todo lugar.
Esta ate rrad o ra p o s i b i l i d a d q u e p o d í a tra n sfo rma r e l
sueño cartesiano d e u n paraíso rac i onal en la tierra, e n
u n infiern o kafkiano e n q u e todos n u e stros intentos por
descubri r e l verd adero conocimiento de la realidad q ue
d arí an diabólicamente frustrados, req ui ere un exorc ismo
cósmico, una limpia del cieloY
Descartes elimina la p osibilidad d e q u e la Deidad p o
sea rasgos demoniacos � u brayando el cará cter d e nuestm
idea de Dios. Si l a idea d e Dios n o puede incluir elemen
tos demoniacos, e ntonces lo que es claro y d i stinto en la
idea también d ebe ser cierto acerca del o bj eto, el propio
Dios.
l
como verd a d . La i l uminación, la luz i nterna, daba u n a se
guridad c ompleta, u n a convic ci ón o certidumbre s u bj e-
tiva. Y , segú n afirmaban, l a experiencia misma d e esta '¡
a brumadora segu ri d a d nos convencía de que aquello que
sentíamos tan cierto era tambié n o bj etivamente cierto , es
decir, correspondía al verdadero esta d o de cosas del uni
verso.li o El h o mbre sabe que ha encon trado la verd adera
fe, y l o sabe p orq u e es l a fe medida p or la regla d e fe ,
la Escritura, que él sabe que es la regla de fe p orque es la
Palabra de D i os, q u e nos ha hecho capaces d e reconocerla
y entenderla. El principio básico e ind iscuti ble es l a cer
tidumbre s u bj etiva o c onvicción total en l a verd a d rel i
giosa. Y para garantizar que e sta c ertid umbre compl eta
no sea simplement e un s entimiento personal o locu ra , ha
de mostrar q u e aq uello d e que está seguro es obj e tiva
mente cierto, y no sólo lo que el hom bre considera s u bje
tivam ente como ci erto. Así la búsqueda es de "ganchos en
e l c i e l o " p a ra sostener e sta c e rti d u m b re s u bj etiva de
modo q ue p u eda transfo rmarse de una experie ncia i ndi
vid ual interna en u n rasgo o bj etivo d el mundo. Y, d e al
guna ma nera, la segurid ad personal q u e se ha encontrad o
en la verd adera fe , y q u e puede comprobarse mediante s u
verdadera regla (de la q u e está subjetivamen te cierto), Y
q ue proviene de Dios, s e transform a, d e su i n cuestio nada
opinión o c reencia en u n a verd ad o bjetiva med i a nte la
experienci a s u bj etiva d e l a iluminación d e l a verd a <;J Y su
fuente. La experien cia religiosa nos convence de c iertas
verd ades rel igiosas y al mismo tiempo verifica las verda
des, d e modo que é stas son, a l a vez, lo que él cree por
i completo y lo que es verdad. El mismo proceso mental en
1
1 q ue o btiene esta segurida d se trascien de a sí mismo de
;r
·. /i
\
286 DESCARTES, CONQUISTADOR DEL ESCEPTICISMO
�
c o n o c i m i ento trans-s ubj etivo. Lutero y Calvino fue ro n
a cusados de d ifundir s u s propias opinio nes personales y
sus sentimientos; d e trata r d e fundar tod a la estructura d e
l a rel igión sobre hechos subjetivos, sobre s u s propias vi-
d a s mentales. Insistiendo en que h ay u n a garantía de q u e
aquello q u e es subj etivamente cierto es verd adero no sólo
p ara el i nd ividuo, sino también a bsoluta y obj etivamente,
los refo rmadores declararon que habían evitad o los pozos
del escepticis mo. Y D esc artes, iniciando s u Reforma d e la
filosofía, h u bo de seguir e l mismo camino. En el drama
del cogito, Descartes " socava las bases del pirronismo". 1; 1
Pero, a fin d e que ésta sea más q u e una historia personal
a cerca d e las i deas de s u espíritu y sus sentimie ntos al
respecto, hubo que vincular la seguri d a d inquebra ntable
d e Descartes con u n a fuente que pu diese garantizar, asi- .
mismo, s u verdad o bj etiva. Para ser victorio so , l o q ue · '
Descartes pensó q u e era cierto t uvo q u e ser c ierto; a q ue- · �
r.¡ Jean-Baptiste Cochet, La Clef des sciences & des beaux arts, o u l a logique Pa
rís, 1750, p . 58.
X. DESCARTES, "SCEPTIQUE MALGRÉ LUI"
.
ti do, bien sabían que nunca podría ser supe rado. Los es
cépticos atacaron el resto de l as Meditadones como d udoso
non-sequ.itur de la Med itación Pri mera . En ambos lados ' el
�
m i s mo tipo de bombard e o q ue había red ucido a lo s re-
fo rma dores a p i rró n i c o s se desencadenó, n ueva mente,
con tra los nuevos dogm á ticos, contra el San Jorge q u e
" asegura ba haber d ado m uerte al dragón escéptico. El paso
de la certi dumbre subj etiva a ce rca d e las ideas d el espí
ritu a la ve rda d o bjetiva en el mundo rea l fue negado, y
hasta se m ostró q ue el punto de partida no e ra más q u e la
opinión de un hombre. S i la opinión d e Calvino era insufi
ciente para establecer la verda d religiosa, l a opinión de
Descartes era igualmente insuficiente para establecer la
verdad filosófica.
288
DESCARTES, "SCEPTIQUE M ALGRÉ LUI " 289
(
ta n d o u n e sc e pt i c i s m o d e l q u e n o p o d í a s u rgir n a d a
cierto. C o n s u método de d ud a , h abía echado por l a bord a
' toda la evidencia a ceptable que poseíamos. Había recha
I'Y zado el sentido común, la experiencia Y la a utori d a d ; por
1' 1 tanto, había eliminado toda posibili dad de q u e h u biese
u n fu n d a me nto seguro para n u e stros conoc imientos. Y
como tal escepti cismo no sólo e ra peligroso para la fi loso
fía, sino también para la religión, había que destruir al
escéptico y ateo Descartes. '
Ya en 1638 ene o ntram os un crític o n o identificad o es
cribiendo a Descartes para quejarse d e que las regla s d e
su momle y s u méthode s on demasi a d o escé pticas y que,
c omo las d u d as de los pirrón icos, n o cond ucirían a n in
guna verd ad básica.� Durante el mismo periodo, Petit es
c ribió sus o bj eciones, tratando de m o strar q u e Desc artes
había i nvertido tod o el proceso de c onocer las cosas y, en
e fe cto, las h aría i n c ognoscibles.:' Po r desgr acia, se h an
perd ido las q uej as d e Petit acerca del métod o de l a duda.
Pero la parte q u e poseemos ind i c a el p unto de vista general
desde el c ua l se argüía q u e Desc artes e staba poniéndolo
todo en duda. El argumento de Petit fue que el conoci
miento más elevado y final que pode mos tener es e l cono-
' Adrien Baillet . en su obra La Vie de M. Des Cartes, París, Hi!l l , 2a. Part. p. 92,
i n formó q ue Voet ius consideraba su cruzada contra Descartes como u n a de
fensa de la re ligión, en oposición a "un escéptico y un ateo". Voetius hasta trató
de h acer que Mersenne u n i era sus fuerzas con él, y a que lwbía h a bl a do tan
franca mente en contra del escepticismo y del ateísmo.
" Carta d e S. P. a Descartes, feb. 1638, en Descartes, Oeuvres, A.-T. I, pp. 5 1 1 -
517 .
" Las obj eciones de Pierre Petit fueron tomadas d e un manuscrito que se en
cuentra en l a B i bl i otheq u e N ationale, por Cornélis d e Waard, en su o bra "Les
objections de Pierre Peti t contre le Discours et les Essais de Descartes", Revue
de Metaplzysique et de Mora/e, XXXII ( 1 925), pp. 53-89.
290 DESCARTES, "SCEPTIQUE MALGRÉ LVI"
" El padre Bou rd in, tal como fue citado en Descartes, The Seventlz Set ofObjec
tio!ls, en Phi/os. Woi-J¡s, II, pp. 318·319; Oeuvres, A.-T., VII, pp. 528·529.
' Bourd in, en Descartes, Philos. Worlcs, II, pp. 273-274 y 318, Oeuvres, A.-T., VII,
pp. 469-470 y 528.
D ESCARTES, " SCEPTIQUE MALGRE LUI" 293
"' Gassend i, J Q(
T w Fifth Sei Objections, en Descartes, Philos. Works, II, p. 1 52. El
estud i o d e este t ema aparece en las pp. 151-152. El origi n a l l atino se encuen tra
en las Oeuvres de Descartes,A.-T., V I I . pp. 278-279.
DESCARTES, " SCEPTIQUE MALGRÉ LUI" 299
�
y d istintas se convierte e n garantía última de s u verdad.:1 1
! Al h acer de esto l a gara ntía d e la verdad, Descartes pa-
rec e estar su brayando aún más l a experiencia s u bj etiva y
psicológi c a como base d e l a c erti d u m bre, y n o a lgunos
rasgos o bj etivos d e las ideas o de aquello a lo q ue p uedan
refe ri rse. Mientra s el argumento en pro del c riterio de
clari d a d y distinción está fundado básicamente en l a con-
ciencia intuitiva y la experiencia de hallarse ante algo de
que no podemos d ud ar, e ntonces puede aplicarse la o bj e
ción d e Gassendi y el ataque d e los contrarreformadores,
que a rroj a n dudas sobre e l fu ndamento d e la filosofía car
tesiana. Puede c uestio nars e cada principio c entral intro-
'1 ' 111e rsenne, Secondcs Ubjections, en Descartes, OeuvTes, A.-T. I X, A , p p . 99-100.
a:¡ !bid., p. 1 00.
302 DESCARTES, " SCEPTIQUE MALGRÉ LUI"
1
m ente pueda desearse. ¿ Qué nos i mporta, si por casualidad
alguien finge q u e eso, la verdad d e la que estamos tan fi rme
m ente persuadidos, p arec e ser falsa a D i o s o a un ángel y p or
tanto, absol utamente hablando, es falsa? ¿Qué oídos d ebemos
prestar a aquella falsedad a bsoluta , cuando nosotros de nin 1
1
guna manera creemos que existe y ni aun sospechamo s de su
existencia? Hemos adoptado una convicción tan fue rte que
nada puede removerla, y esta persuasión es ' claramente lo '
_
nudo
'" Descartes, Reponses de l'm•tevr avx Secondes Objections, en Oeuvres,
p . 1 13. Deseartes o bserva aquí que "pereibo que aún estáis enredado en las
A.- T . IX,
1
" a bsolutamente h a b l a n d o " . La norm a absoluta, la q ue
emplean Dios o u n á ngel puede d ar resultados d i ame
tra l mente opuestos a los de nuestra norma de clari d a d y
d istinción. Así, Desc artes, i nvoluntari amente, h a permi
tid o que se i ntroduzca una cuña q ue separa nuestras ver
dades conocidas subj etivamente, garantizadas por nuestra
fe n atural, o c onvi c c ión completa, de las verdades o bj eti
vas del m undo de Dios. Ya no podemos tener ningun a ga
rantía de q u e los dos tipos de verda d se corresponden.
Habiend o d es arr ollad o e ste escepticism o e ompleto d e n
tro d e s u sistema, Descartes arguye, en s u réplica a Mer
senne, q u e esto no e s d e impo rtancia, pues ten emos toda
l a s eguri d ad que los hombre s razonables pueden desear.
Nuestra c erti d umbre s u bjetiva basta, porque es, en reali
dad, todo lo q ue j am á s tendremos. No podemos saber si
n u e stras verd a d e s son verd a de ra s o fa lsas " ab s o lu ta
mente hablando"; y como n o podemos saberlo y no cree
mos en la posibilidad de q u e lo que sa bemos pueda ser
falso, podemos olvid arnos de ello y q uedar satisfe chos con
nuestras verdades, cuya certidumbre está asegurad a por
304 DESCARTES, "SCEPTIQUE MALGRÉ LUI"
D i) }l'J;.CA'o �
') � p � p. � j ft? ,
306 DESCARTES, " SCEPTIQUE MALGRÉ LUI"
i.
q u e hemos de cerra r la puerta a l a razón, y c ontentarno s con
ser monos o loros, y d ej a r d e ser hombres".:I H Pues esto es,
precisamente, lo que los pirrónicos afirman q u e tiene q u e
o c u rrir. H e m o s d e c e rrar l a puerta a l a razón po rq u e
s �:m1os compl � ta1:nente ir�c apaces de encontrar alguna c e �
p tl � u m bre � bJ �tlva , a �gun p u e n te e ntre n u e stro c o n o c i
miento s u bJetivo, por m d u d a ble q u e sea , y el conocimie n
to del mundo re al . Desc a rte s h a bía constru ido tod o s s us
es � abones a parti r del cogito hacia el criterio, hacia el
axwma claro y d istinto q u e nos permitía razonar a partir
del contenido de una idea h asta s u causa real, hasta Dios,
y hasta la verdad acerca del universo . La "obj e c ión de o b
j e c iones " indicaba q u e toda esta estructura ra ci onal p o
d í a no ser más q u e u n c o nj u n to de c re e n c i a s q u e n o s
veí a m o s o bl igad o s a a c e ptar c o m o c ie rtas, q u e n u n c a
podríamos relacionar con algún mundo real fuera de noso
tros, que no era ningun a garantía como verd a d absoluta.
D e s c a rtes, e l s u p u e s t o e o n q u i s t a d or d e l e s c e p ti c i s
m o, sól o p odía c o ntemp l a r s u n ueva e inminente crise
pyrrhoni.enne, y declamar, a la manera de Casandra, c u á n
c atastrófi c o s e r í a q u e e s ta c r i s i s no p u d iera evitars e .
Pero, p or desastrosa q u e pud iera ser, Descartes n o n o s
había dej ad o me d i os en s u s istema fil osófic o p ara preve
nirla. Sól o p odía anun <; iar q u e él n o cedería y que, para
bien o para mal, j usti ficad o o n o, se prop onía s osteners e
e n s u segu ri d a d p e rs o n a l , c o m p l et a m e nte s u bj et i v a .
C o m o 1 os calvini stas, estaba d i spuesto a desafiar l a e on
denación eterna p or causa d e s u certi d u m bre s u bj etiva,
de las verd a des de las q u e esta b a pers on almente c onven
c ido (aun c uando pud iesen ser falsas o imaginarias).
Otra manera en q u e l os adversari o s escépti c o s ataca
ron el "tri unfo " cartesiano, d iciendo que e l sistema de
Descartes dej aba en d u d a s i p odríamos ten er u n conoci
miento obje � ivo a cerca del mund o real, c onsistió en embe-
" " !bid.. p. 212.
DESCARTES, "SCEPTIQUE MALGRÉ LVI" 307
]7 llecer e l a rgumento l l amado el "c írc ulo de Arnauld" . El
proble 1_11 a . escé p tico a q u í i mplícito queda bien expresado
e n el Dzccwnano de Bayle,:111 donde éste d ic e de Desc a rtes:
U n o d e los primero s princ i pios del rac ioc inio, d espués d e
que el _ habla _ d udado de todo, parece ser demasiado circula r
para poder constru i r sobre él con seguri dad; pues él e stá en
pro de demostrar el Ser de un D i os a p a rtir de la Verd a d de
� � estras fa cultades, ":! la ve :dad de nuestras facultades a par
tu del Ser de u n . Dws. Mas le valdrí a h a ber supuesto q ue
nuestras fac ultades eran ciertas; pues siendo los i nstrum e n
t� s de q u e nos valemos e n todas nuestras pruebas y ded u c
ciOnes, a menos que supongamos q u e son ciertos' nos e ncon
tramos paralizados y n o podemos i r más lej os en n uestras
pruebas. Así pues, el modo de suponer parece más rac i o n a l
q u e el d e d u d a r. � 0
Arn a u l d h a b í a i n d i c a d o la a p a re n te c i rc u l a r i d a d
d.e establec� r el c riterio de ideas claras y d i stintas a par
ti.r de la e x istencia de un Dios n o engai'iador, y l a existen
� l a de esta Deidad a partir de n uestra s claras y d istintas
Ideas de ÉI. ·1 1 La versión escéptica simple mente extiende
la dific ultad, afirmando q u e primero d e bemos emple ar
n uest �·as fac .ultades p ara probar q u e Dios exi ste , p e ro
q.ue solo h a biendo esta blecido esta prueba podemos d e cir
s.1 l as fac ultades eran fidedign as. Por tanto, tan sólo come
ti endo petición de principio sobre si n uestras fac ultades
son seguras para nosotros, podremos j ustificar algún d ía
el conocimien to o btenido por ellas.��
" " Esto aparece e n la edic ión inglesa, en d i ez vol úmenes. del Diccionario d e
Bay�e, en el artículo sobre "Caries <René Des)" q ue no e s de Bayl e. L a parte
.
aqu¡ anal1zada fue tomada de la obra escéptica de Thomas Ba ker, Re.f1ections on
Learmng. (4". edición) Londres 1708, 73.
p.
Dictionm·y,
'" Bayle, edición inglesa, Lon d res,1734-1-740,
art. "Cartes <René
Des)", Rem. AA.
Qu trie es Objections'
" Anta i n e Arn a u l d , a m en Descartes 'OeuvrcsA . -T. I X A . p
' ' ' .
166.
" Sobre l a respuesta un t a n to d esconcertante de Descartes a la acusación d e
A :·na·uld, Y sobre s u a lí rmación de q ue en rea l idad no ocurre ningún círc ulo.
;� Répon�es de l'avte�r avx Quatriémes Objections, Oeuvres,
ase Desc a rtes, en A.-T.,
· 189-190.
A., pp. Gou h 1er ha publlcado recien temente una interesante defensa
de Descartes en este punto, en los Études Philosophiques. (1956) ,
XI "La vérae ité
308 DESCARTES, "SCEPTIQUE MALGRÉ LVI"
1
Port-Royal. El gran oratoriano procl amó q u e esta opinión
"establece ento nces este ri dículo p irronismo , puesto q u e
s u prin cipio p uede ser re futa d o , y p o r buena ra zón " . 1 ·1
Pue d e argü irse que e l principio sólo es verdad ero si las .J
cosas e n re a l i d a d se conforman a n u e stras i deas, pero
"eso es lo q u e n o es seguro". No tenemos manera de saber 1
por adel antado, como los escépticos sie mpre lo han d icho, .J
si n uestros pensamientos se conforman a l a rea lidad; · · a sí J
pues, n o es cierto que l a cosa se co nform a a vuestra idea,
sino tan sólo q u e vos pensáis así". ·15 Mientras tratemos d e .(
razon ar a p artir d e nuestras ideas y h a c i a l a s cosas, esta 1
re mos atrapados en u n a crise pyrrhonienne. Tod o lo q u e
podremos hacer será re iterar u n a y otra vez que c reemos
que son c iertas nuestras i d eas de la realidad, que c re e
mos esto por c o mpleto, pero n u n c a podremos a segura r
más q u e nos parece ser el caso que l o q u e percibimos
clara y d isti ntamente es cierto en re alidad. S i en re alidad
es así, será para si empre un mi sterio.
Así p u e s , de t o d a s part e s . l o s fi lós o f o s a t a c a r o n el
·"' Arn a u l d.La Logique 011 /'art de pc11ser. e d i t a d o por L . B a rré, París, 1859. Par!.
I V. cap. VI. p. 329.
"' N i cholas Malc bra nchc. Rcpon.�e du Pi!re Malebm¡¡cl!e. Prestre de l 'Omtoire. a l.
la tmisieme lettre de M. Anulllld. Docteur de Sorbonne, touchant les idées & les plai
sirs, e n Receuil de toutes les réponses du P. Malebrancl1e á 111 . Amauld, Tomo I V . L.
Parí s . 1709, p. 5 1 .
"' lbid., p p . 5 1 -52. L a c i t a l'st ú en l a p . 52.
310 DESCARTES, " SCEPTIQUE MALGR É LUI"
1
1
tri u n fo c arte s i a n o , p a ra convertirlo e n un p i rro ni sm o ,
1
1
m uy a s u pesar. S i s e tomaba e n serio l a Meditación Pri
mera, argüían q u e n ad a se podría segu i r de ella. Si co
menzábamos con l a Meditación Segu n d a , con el cogito po
d ría socavarse todo paso ' ad elante, y todo el bello s i stema
q ue d a ría red u c i d o s i m plem ente a la o p i n i ó n de René
Descartes, que nunca podría d eterminar s i era cierta. En
cad a vuelta del camino, el dragón escéptico que, supues
tamente , Desc artes h abía matado, se l evantaría a atacarlo.
!
.
Así como Fran<:ois Veron ha bía red ucido a los refo rmad o
res a un estado de desesperación escéptica, sosteniendo
un l i bro c uyo significado n o podían sond ear y c uya verd ad
n o podían esta blecer, así los advers arios d e Descartes tra
taro n de red ucir al padre de la Modern a Filosofía a un
hom bre q u e, en el mej o r de los casos, tan sólo tenía c ono
c i mi ento y experiencia del cogito; pero n unca podría des
c u b rir lo que esto signi fi c aba, o por q u é e ra c ierto, o q u é
otra cosa era cierta. T o d o camino q u e siguiera h a c i a o
c�Bsde el cogito conducía d irectamente al más c ompleto pi
rronismo.
Descartes trató de e ontraatacar, insistiend o , p or una
parte, en que los principios q u e le habían l levado al ver
d a dero conocimiento n o podían c uestionarse y, por otra,
en q u e no pod ían tomarse en serio las d u da s de la Medi
tación Primera . Pero sus adve rs arios mostraron una y otra
vez q u e las d i fic ultades e sc épticas normales podían pl an
tea rse contra las realizaciones constructivas d e Descartes,
y que empleando el método de la duda cartesiana, se po
día desafiar todo lo que h a bía surgido d espués del cogito.
O bien Descartes había tomado d emasiado en serio a los
escé pticos, o no los había tomado lo ba stante e n serio. O
bien se h abía unido, sin d a rse c uenta, a sus filas, o bien
no h a bía establecido su filosofía sobre u n fu nd amento tan
sólido que no pudiese ser q u e brantado por alguno de los
gam bitos h abituales del arsenal de Sexto Empírico.
Descartes pr otestó, a legand o q u e su fase escéptica sól o
era fingi d a, •que nunca había tenido las d ud a s d e l a Medi
tación Primera, y q ue n i ngun a persona seria, atenta y sin
p rej uicios podía ten erl as, mientra s tuviese conciencia de
1
1 DESCARTES, " SCEPTIQUE MALGRÉ LUI" 31 1
1
allí por s u e fe cto terapéutico y d ramátic o , para hacer q u e
e l lector viera l a debilidad de lo que c reía hoy, y luego l a
fuerza d e l o s principios d e Descartes. No tenía ninguna
intención d e inculcar el escepticismo, pero e sta ba i m i
tando l a enfe rmedad para mostrar con m ayor e nergía c uál
e ra su c ura . 4 7 El hecho mismo de q ue h ubiese llega d o a
conclusiones positivas mostraba q u e no consideraba todo
.
como d u d oso:'H
Per o la insistencia de Descartes e n sus n obles inten
ciones y logros no res uelve el problema. Aparezca por l o
que aparezca l a Meditación Primera, si se l a toma e n serio
lleva el avanc e del pirronismo h asta tal punto que no es
posi ble responderle. No sólo han quedado eliminad o s los
procedi mien tos dudos os, sino también todos los procedi
mi entos posibles. Como sabi amente o bs e rvó Hume u n si
glo después,
Existe una especie d e escepticismo, antecedente a todo estu
dio y toda filosofía, muy inculcado por Descartes y por otros,
como preservativo soberano contra el error y el j ui cio prec i
pitado. Rec o mienda una d ud a un ivers a l , no sólo de tod a s
n u estras anteriore s o p in i o ne s y princ i p i o s , s in o t a m b i é n
de nuestras fac ultad es mismas, de c uya veracidad, según d i
cen, hemos d e asegurarnos por u n a c a d e n a d e razonamien
tos, ded ucidos de algún principio o riginal q ue no puede ser
falaz n i engaü os o. Per o no hay tal p rincipi o original que ten
ga una prerrogativa p or encima de l os demás, que sea evidente y
p ersuasivo ; o s i l o h u bi ere no podríamos i r un paso más a llá
más q u e por el empleo de esas mismas fac ultades de las q ue ,
·• n Descartes, Seventh Ser of Objections, en Phi los. Works, J I , p . 279, Oeuvres, A.-T.,
VII, pp. 476-477; y Entretien �vec Bunnan, pp. 4-5.
" Descartes, Troisieme Objections faites par Pn celebre Philosophe Anglois, avec
les 1·ésponses de l'auteur, en Oeuvres, A.-T., IX A, pp. 1 33-1 34. Seventh Set o.f Objec
tions, en Phi/os. Works, I I . p. 277 y Oeuvres, A.-T., V I I , pp. 473-474; Letter lo Dinet,
en ?hilos. Works, I I , p. 355. y Oeuvres, A.-'1'., VII, pp. 573-574. y Notes Di1·ected
against a ceTtain Programme published in Belgiwn, en ?hilos. \Vorlcs, I, p. 448. y
Oellvres, A.-T., V I I I B, p. 367; y Johann Clau berg, Opera O mnia P/zilosophica, A m s
terd a m , 1 69 1 , pp. 1 3 1 ss. Véase también Gou h i er, "Duote méthod i q ue ou néga
tion méthod i q u e ? " , pp. 1 57-1 62.
·lh
Descartes , Seventh Sel o.f Objeclions, en Pililos. WoTks, I I , p. 333, y Oeuv1·es,
A.-T., VII, p. 546.
312 DESCARTES, " SCEPTIQUE MALGRÉ LUI"
'" Samuel Sorbi ere, LettTe et DiscouTs de M. SoTbieTe suT diverses matieTes curieu !l
ses,
:1
París, 1 660. pp. 690-69 1 .
;1
:J
314 DESCARTES, " SC E PTIQUE MALGRÉ LVI"
''' Pascal,Pensées, Bru nsch v i cg ed., n ú ms. 374, 387, 395, 432 Y 434.
'·" DisseTtationes Anti-Baelius,
C i tado en Christoph, Matt. Pfa ff. Tu b i nga , 1 7 1 9, I ,
pp , 3n-4n.
'' ' Véase, por ej emplo, l a crítica del Scepticismus debellatus, d e V i l lemandy, en
la 1-Jistoire des Ouvmges des Savans, f'eb, 1 697, pp. 240-250, esp. pp. 241 -242.
DesseTtationes duae CJUarum prior de Scepticismo pro
...... Cf. Gabriel W e d d e rkoff.
fano et sacm praecipue Temo11strantiwn . . . posterior de Atheismo praeprimis Soci
nianorum, Argentora t i , 1665, p. 3 . J o h . V a l e n t B u tzer, Q.D.B.V. de Scepticorum
Praecipuis 1-Jypothesibus, Kiloniens, 1 706, p. 4 ("El primer a utor del escept i c i s m o
es e l d em o n i o"), y E frain C h a m bers, Cyclopaedia, V o l . I l , Lo n d re s , 1 743, art.
"Scepti d sm ".
316 DESCARTES, " SCEPTIQUE MALGRÉ LUI"
IL.
317
¡, l. ..',
1:
¡
¡,
l• !
318 I S AAC LA PEYR E RE
la a c usación. C f. Bibli othcq uc N a ti onalc Ms. Fonds. Fra n <: a i s 1 5827, fols. 149 Y
pero fue absuelto p o r el Sínodo Reformado Francés. N o h a y i n formes acerca d e
'· U n a carta d e Gabriel Naudé al card e n a l Barberini e n 1641. Bibl. Vat. Barbe
Prae-Adamitae
rin i . Latín 647 1 , fo l. 22 v , i n d i c ó q ue el ya h a bía s i d o completad o,
Y como e l cardenal Riehelieu l o había pro h i bi d o , l a gente estaba tratando de
obten e r ej e m p lares d e él.
" Cf. Popk i n , "The Marrano Theo logy of Isaac La Peyrcre".
' La deuda d e La Peyrcre a Postel y l a s i m i l i t u d de su m e n saj e u n ivcrs a l i sta
será n estud i a d o s en un vol u m e n que está s i e n d o prepara d o por l a Profa. Marion
Dani e l s Kuntz y por mí m i smo.
320 1 SAAC LA PEYRERE
Phi
losophy and Humanism, Renaissance Essays in Honor of Paul Oskar Kristeller, Lei
den , 1 976, pp. 50-54.
324 ISAAC LA PEYRERE
" L a Peyrére, "A Discourse upon the twelfth, thirteenth, and fourteenth ver
ses of the Fifth Ch apter of the Epistle of the Apostle Paul to the Romans", en
Mcn before Adam, especia l m ente cap. V I I I , pp. 22 y cap. xxvi. pp. 60-6 1 .
' " Cf. Popkin, "Th e Marra n o. Theology of Isaac L a Peyrcre", pp. 1 04-1 05. Ismael
Boulli ard a fi rmó, después de que fue publicado el l i bro, que h a bía aconsejado a
La Peyrcre no i mprimirlo. Véase s u c arta a Portnero, 3 ele diciembre ele 1655.
Bibliothéque N ationale Fonds fra n<; a i s 1 3041 , fo l. 179.
'" Popkin, "Marrano Theology", pp. 1 04- 1 05 y notas, correspondientes.
"' Le Duc d ' Aumale, Histoire des Princes de Candé, Tomo VI, París, 1892, p . 699;
y Popkin. "Marrano Theology", p. 1 05 y nota 55.
" Sven Stolpe, Christina of Sweden. Nueva York, 1 966, p. 130. El autor a firma
que cuando la rei na Cristina leyó el m anuscrito el e La Peyrére, "convenció al
a utor d e manda'rlo imprimir s i n d emora" Píntarcl, en Le Liberti.nage Érudit, pp.
399 y 4 2 0 indica q u e Cristina fue responsable de l a p u bl icación del Prae
Adamitae.
ISAAC LA PEYRERE 325
¡..
.
.
'
'
.
326 ISAAC LA PEYRE RE
Prae-Adamitae (p.
s u teología.
La Peyrére respond i ó a Grocio en el L i b ro IV, cap. X I V, del
275 de Men Befare Adam).
1
1
¡
/1
'!'11
,���¡j
¡¡
328 ISAAC LA PEYR E RE
ci
ú n i co converso.•
Lettre Philotíme, Apu/ogie,
ci
" La Peyrére, pp. 1 05-107; y pp. 20-23.
.,, La Peyré re, Lettre Philotime, pp. 1 42-1 68.
ISAAC LA PEYR E RE 331
'' ' Cf. las eartas de S i m on a La Peyre re , 1 670- 167 1 . Lett1·es clwisics, Tomo I I , p p .
1 -23, y I V p p . 36-45. L a cuestión d e q u e A d á n hu b i ese m u e rto d e g o t a ya h a bía
aparecido e n Pme-Adamitae.
Le Livre de Genésc,
''' M i c hel d e Marolles. p . 2.
''" Hay ej emplares de esta rara o bra en l a B i b l i o t h eq u e N a t i o n a l e y l a B ri t i s h
Memoires poHr
a
Li brary. Aparecen detalles acerca d e s u supresión e n N i ceron,
servir l'lliswire des ilommes illustres. To m o XX, París, 1 732, p . 43. A u n q u e Maro
lles h a bía dado a La Pcyrcre c i ertos d a tos que a p a re c i eron e n Pme-Adamitae.
Marolles no ace ptó l a teoría y a fi rmó que era contrad ictoria. Cf. Michel d e Ma
ro lles, Memoires, Amsterd a m , 1 755, p p . 63-70, y 234-236.
ISAAC LA PEYH E HE 333
Y
ial
¡;' Acerca de S i m o n y V i c o , v é a s e Po p k i n , " B i b l e C r i t i c i s m a n d S o c
Science", Bastan Studíes in the Philosoph¡¡ of Science,
e n X I V , p p . 344-345 3 47-350
y notas.
La i n nuencia d e La Peyrcre sobre Spinoza se d iscute más a d e lante, así como
Spinoza;
en m i articulo "La Peyrére and Spinoza", e n R. Shohan y J . B i ro . eds.
New Pe1·spectives, Norman, Okla., 1978, pp. 177- 1 95.
Philosophy
"' Véase Popkin, "The Philosophic al Bases of Modern Racism". e n
and the Cit•ilizing Arts Essa¡¡s presented to Hcrbert Sclmcidcr on his eíghtiet/1
W.
birthda¡¡, e d i ta d o por Craig Walton y J o hn P. Anton. Athens, Oh i o 1 974, pp. 1 26-
165: y "Spccu lativc B i ol ogy a n d Rac i s m : Pre-A d a m i s m i n Early N i n eteenth Cen
tury American Thought", en Pl1ilosophia, VIII, 1 978, 205-239.
¡;" Cf. Popkin, l'La Peyrcre, the
Abbé Grégoirc a n d the J cw i s h Question in the
Eighteenth Century", en Studíes in Eighteenth Century Culture, Vol. I V 1 975, pp.
209-222.
I SAAC LA PEYR E RE 335
&
" Carta d e Menessah bcn Israel del 1 de febrero de 1 655, publicada en Pa u l
Felge n h a uer,Bonum Nunciam Israeli quod offertur Populo Israel Jwiae in hisce
temporibus 11 0Vissim us de MESSIAI-I. A m sterd am , 1655, pp. 89-90.
Anti.-Prae-Adamitae,
"' Véase el " Beschl uss" a Felge n h a uer, pp. 89-90.
" ElAnti-Prae-Adamitae i d e n t i fi ca d o en la nota anterior es de Felgenhau er.
En él, Fclgen h a u e r a rguyó q u e sólo Jesucristo era pre a d a m i t a , ya q ue era a n te
rior a todos los hom bres y posterior a e l los.
M e n a sseh ben I srael e n u m e ró e n s u Vindiciae Judaeorum ( Lond res 1656) e n s u s
o b r a s q ue e s t á n " l istas para l a prensa", p. 4 1 .Refutatio libri qui titulus Prae
Adamitae. Esta o b ra nunca apareció, n i se ha en contrado su manuscrito.
11
"' C f. Popk i n , "Menasseh ben Israel and I s a ac La Peyrere", Pn Studia Rosent
lialia, VIII. pp. 59-63.
338 I SAAC LA PEY RE RE
noza", e n Revue, des études juifs. Tomo I I I (XXII I ) , 1 964, p p . 370-373 Y 391-408.
" I. S Révah, Spinoza et Juan de Prado, París, La Haya 1 959, e s p . pp. 84-153.
'" Révah, "Aux origines d e la R u p t u re S p i n ozienne", pp. 378 y 393.
'" Révah, Spinoza et Juan de Prado, p . 43.
I SAAC LA PEYR E RE 339
" " Ré\·ah , Spinoza et Juan de Prado, pp. 3 1-32 y 6 4 (donde aparece e l texto
e n es pañol).
XII. EL ESCEPTICISMO Y EL ANTIESCEPTICISMO
DE SPINOZA
a a la reli
L A POS ICI O N d esa rro llad a en el des afío d e Spi noz ace rca de
ept icis mo
gió n rev ela da a barc a un com ple to esc
ie nto reli gio so, esc ept icis mo
las a firm acio nes del con ocim a d u d a , ha sta una
q u e a men udo va m á s allá d e la merpin oza ante l a reli
S
abi erta negativ a. El esc ept icis mo de e en el Tractatus
e bás icam ent
gió n revela da, que apa rec
The olog ico- Pol itic us, el apé ndi ce
al Li bro I de la Étic a y al
de las ide as de Isa ac
gun as de sus cartas, cre ce al co nta ctométo d o c arte sian o al
La Pey rér e y de su apl icac ión del e, el res ulta do es una
con oci mie nto revela d o . Com o se sab es del con oci mi ent o
crít ica d eva stad ora d e l as pre ten sion ros o en los últi mos
mb
revela do, que ej erc ió u n efe cto aso
mod ern o en pro ces o de sec u-
tre s sigl os sob re el hom bre
lari zac ión . épt ic o d e las a firm a-
Al tiem p o que Spi n oza era tan esc
com ple tam ent e an
cion es de con ocim ien to reli gios o, era rac io nal " , es d e c ir,
ties cép tico res pec to al " con oci mie nto
la met afís ica y l as mat emá tica s.
e l a d e u n fi deí sta
Est a acti tud , exa ctam ent e opu esta d c a l , no nec e sa
a, Pas
com o el con te mp orá n e o de Spi noz
lida muc hos pen sa
d,
ri ame nte es esq u izofrén ica. En rea
a Spi noz a por h abe r
dore s mod ern os ren d i rían homenaj e
rac io nal es o c ien tífi
sid o el pri mero en ap Ú car mé tod os
ible me nte des truc
cos a la reli gión , con res ulta dos pre decmis mo s mé to d o s al
s
tivo s , y por neg ars e a apl ica r esto
mun do c ient ífic o o rac ion al q u e , en c iert a man era , se jus-
tifi c a por sí mis mo . su verdad , de la
O bvia men te, Spi n oza cam bió l a sed e de
en las mat emá tica s y
reli gión al c o n ocim ien t o rac i o nal
u e com enz ar con u n
l a m etafísic a. Par a hac er esto tuv o q mac ione s del c ono
aná lisi s sum ame nte crít ico d e las afir
pre fac io d el Tra ctat us,
cim ien to r.el igio so rev ela do. En el ien dec idie ra q u e l a
Spi no za afirmó q u e ant es de que algu
34 0
EL ESCEPTICISMO y EL ANTIESCEPTICISMO DE S PINOZA 34 1
Escritura era c i � rta y d ivina, a la luz d e la razón h a b 1' d
hacerse u n e stncto e s : ruti nio d e esta a firmación. 1 H :ch�
el exa men, se . descu bnrá ''que la Biblia d ej a l a razón a b
solut? � ente li bre , q u e n o tien � nada e n común c o n l a fi
l � sofia, d � h e cho, q u e Revelación y Filosofía se e n c uen-
tl an en mveles
. . .
totalmente d istintos" · � S pm
' oza m o s t rara
q ue est� � Igmflca q u e no h ay conteni d o cognoscitivo en la
Revelacwn. � �sarr� lla s u argumento, parci almente , em-
;
ple � n d o la cntica b1blica de Isaac La Pevrére y . t.
���� cando e l m étod o cartesiano a las c �Iesti on � :���� i ��
L � inv � stiga : �ón d e Spin oza c omienza an a lizand 0 una
ba..-. sr � a a fi rmacwn d e conocimiento de l a trad r· · o- n J· U d eo
· . ��
c n strano-islámica ' la d e l a profecía · La d e rrmcron d e e ste
fenor� e n o es q u e " pro �ecía o revel ación es conocimi ento
-
c ? nocr. · � mer
· · -.
�
pl eando s u r m agmación y no esta ba n d ando i n fo rm a c ión
f gn �s c �. trv. � de que n o d i � p ? ngan t od o s medi ante e l em-
eo e a s �� ultades recibidas de Dios. Afirmar q u e lo
que les . ? c u rrw a los profeta s para d arl es su s up uesta in
.
fo rmacwn es, d e algu n a m anera, el res ultado del poder de
.
�r. os. n o d r ce nada, p � rq u e t o d o s l os a c ontecim ient o s ' i n
cl u� o tod � el ; onocum ento hum � no, son re sultado del 0_
d e r � e D w s . . Por t � n to, "se srgue del último c a p í t �lo
(ac. e r ca d e la profecra) q ue, como he d icho, los profetas
' Bcncd i c t u s de S p i 11 o za. p
pem Q uotquot reperta sunt . ed i tad o por J. V a n Vlo-
t e n. �, .J . 1, · N. Land.
p . 1 9 1 4 . Tractat us Tlieo/o ico
�II.I I�l �. 9 Tl!e Cl!ief Works of Benedict Spinoza. Trad ucido por R. �. 111 .
To m u s sec u n d u s . La Haya.
P · 8 ., cÚ!
E� :' es . UC\. � . \ ork.
1 955. Tmctatus. p. 8.
;. Tra d u c c � � n de Elwcs, p. texto l a t i n o . p.
9; 90.
; �aducc �� n de Elwcs. p. 1 3. 93.
texto l a t i n o p.
, f¡ a cJ u c c wn de Elwcs. p.25. 106 .
texto l a t i n o . p.
J.
342 EL ESCEPTICISMO Y EL ANTIESCEPTICISMO DE SPINOZA
1
1
�
346 EL ESCEPTICISMO Y EL ANTIESCEPTICISMO DE SPINOZA
'
\
, l
;. )!' comprende r l a posibil i d a d d e q u e cartesianismo y c :Is-
tianismo s ean compatibles, y q u e e l propio Descartes bien
pudo ser u n pensador r� l igioso q ue tratara d e u � ir l a rel i
gi ó n y l a n ueva c i e n c i a e n u n a n u e v a re l a c w_ n a rm o
, / niosa.2 2
L os advers ari os de Descartes, espec ial me nte entre 1 os
\ j es u itas y los calvinistas, viero n impli_c a c io n e s pot� �� i al
; mente peligrosas, si se aplicaba s � método a l a r� lig: o n Y
l a teoría.� a Ni Descartes n i l o s miembros d e l a s igUiente
', gen e ración que se consideraron c a rtesi a l?' o s h i c i e �o � tal
1·
·
_
1 aplic ación, e insistiero n e n q u e sus opmwnes rehgwsas
1 eran ortodoxas.�4
esto a J r.
Dios exist e, p e ro sólo filosó ficam ente. 2 5 Toma n d o
d o fi- �\
pe c h o, el m é to d o para estud iar a Dios s ería un méto
losófi co. No q u e d a espac io para estud i a rl o en térmi nos
de
Revel ación o d e d atos supue stame nte so brena turale s. Por
tanto , el m étod o d e Spino za para estud i ar algo, desar ro
llo
d e l méto d o c a rtesi ano, tamb ién s e apli c a a l pro p i
o D i o s.
S obre esta base avan zó Spin oza p or l a Bibli a
exam i
nand o las a firma cione s d e l a Escr itura p ara ver '
d � � cuer? o con u n a n á l i si s racio nal ba sado e n
s i estab an
. cl aras y
d istm tas ! d e as d e Dws o d e l a natu ra l e z a . Ya q ue , afirm ó,
la m ayon a de los tema s tocad os en la B i bl i a n
o pued en
d e m o stra rse , e nton ces ti enen q ue ser i n te rpret
ados en
i stóri c a - Y
otros térm i n o s , p o r ej empl o, fil o l ógic a m ente h
n: ent� . psico lógic amen te, o en térm inos d e co � ocim
. iento l ",
Cienh fico. Esto pued e exp l icar p o r q u é aparecen tales co- 1
"
sas e n el l i bro, y por q u é algun as pers o n a s pueden creer
las, a un cuand o n o pod amos saber si son c iertas . Como
es T
e v i d e n te , S p i n o z a pront o tra n s fo rm ó l a E s critu ra
d e
fuent e d e conoc imien to e n o bj eto d e conoc imie nto 'm e
d i a n te l a a p l i c a c ión d e l a s n orma s c a rtesia nas. L � Es
critura q ue d a así red uc i d a a un extra fi o escri t o de l os
he bre os, d e h ace un o s d os m i l a ü os, y a s í se l e d e b e
'
c omp re n d er. 2 n J
T oman d o litera lment e las afirm aci o ne s d e l a Escri tura
Y j uzgán dola so bre la base de i d e a s c laras
y d istint as d e
Dios Y d e l as l eyes d e l a naturaleza , S p i n oza pregu ntó s i
es te p ro c e s o n o s d a a l g u n a i n fo rm a c i ó n d e m o stra
ble
ment e cierta o m oralm ente ci erta a cerc a de l a rea l i d
ad.
Lo más q u e p u e d e encon trars e en l a Escri tura, segú
n es
tas n o rmas, son básic as verda des moral es, q ue ta mbién
p ueden descu bri rse por medi o de un exam en fi l o
( � a m bién p o d ía apren derse much o acerc a d e lo
sófico . � '
que hi
Ciero n y pensa ron los antigu os h e breos, pero esto perte-
" Cf. nota 79, cap. X I .
"' Spinoza .Tractatus, "De Interpretatione Scripturae",
caput, VII, y caput VIII, "In
quo ostendi ture, Pen tateuch on et l i bros Josuae
, J u d icum, Rut. Samucl is, et Regum
n on esse autogra pha, Deinde i n q u i ri tu r,
fu: n. nt, an unus tantum , et q u i n am", a n eoru m o m n i u m Scripto res p i u res
_ Traduc ción de Ehves, pp, 98-132.
. . Trad ucción de Elwes, pp. 1 00-101, 1 19, 1 75- 1
1 90, 237-243 . y 247-248.
8 1 y 186-187; texto latino, pp. 1 73,
348 EL ESCEPTICISMO Y EL ANTIESCEPTICISMO DE S PI NOZA
l
c i ones te ológicas o religi osas, pues están fuera del ámbito
donde tien en perti nencia estos actos menta les. Así como
los I? O sitivis ! a s , a comi � nzos de este siglo, d eclara ron q u e
.
el d i s c urso etico y el disc urso estético era n no cognosc iti
vos Y n o esta ban a b i e rto s a pregunt as acerca de la verd a d
o falseda d d e l a s afirmac iones d e valor, d e manera simi
lar Spinoza h a b í a socava d o e l poder de la teología y de la
reli�ión supri m i é ndolo de tod a d iscusión filo sófi c a (en e l ¡;
sentid o ge ne ral e n que S p i noza e mplea e ste términ o) 0 ! ;
. . )
cognosc itlvame nte s ignifica tiva.
D e s p u é s d e h a b e r d egra d a d o fu n d a rn e n t a l m e nte l a
teología y l a rel igión, y de h aberlas expulsa do d e l mundo
raci o n al, Spinoza trató de h a cer p arecer q u e aún q uedaba
u n gra n papel q u e desemp eüar a l a teología y la religión .
Puso fin al c a pítulo x v d ec la rando:
gión y era n ateo s".a o Lue go lleg ó "SpEl ino za, prim ero j � dío_,
l ueg o c a rtes i a n o y aho ra ate o':- :1 •7 _ b1b '!rD:ct atu s, a firm o
More atac aba las bas es d e l a reh gwn hca . _ .
,
.. '1Thi!·d International Dictionary, d e Webster, d a como u n o de los tres signi
El
a person mar!ced by skeptici.sm regarding re/igion or reli-
f z c a d o s de "escéptico":
. ¡ .r
91ous pnnc1ples: and one of the three meanings of "skepticism" (persona marcada
l o s tres signifi cados d e "esceptic i s m o " "duda concern iente a los pri n c ipios rel i
Por escepticismo e n c uestión d e religión o d e principios religi osos" ; y uno d e
ca ·� i�� ; �
'
o
n
si u
u o
� : :� �� �·
e nte p rese ntan � o la te o
p re e �1tac wn.
h a ce
ría de D es
�
o
tra l i d a d de la ide a de lOS . f .bvi a la cen -
: . · .
rgi1 I r c o n qm ene s niegue n q u e
I rm a q ue n o tien e o bj eto
tie n en l a ide a . E s com o
rat a r de ens eii.a r los col ore s a
q ue est emo s d i s p ues tos a con un ciego. " Per o, a me nos
si der ar a e sta s Pe rs on a s
com o u n a n ue va esp ecie ani ma
l , a me d w . .
h o m b res Y bru tos pre sta rem . : am mo ent re
' os poc a a tenc wn a sus pal a-
.
"' S p i n oza, Prin
" !bid ., Tra d u c ccipi es. Tra d u c c i ó � d e. I-J_ayes, �- 1 3 ; texto l a ti no . Vol. I V, p . 1
•
j
356 EL ESCEPTICISMO y EL ANTIESCEPTICISMO DE SPINOZA
'r
i¡
358 EL ESCEPTICISMO Y EL ANTIESCEPTICISMO DE SPINOZA
' " Tractatus, Trad ucció n d e E l wcs, pp. 84-85; texto latin o,
I I , pp. I59- I 60.
360 EL ESCEPTICISMO Y EL ANTIESCEPTICISMO DE SPINOZA
1
1
362 EL E SCE PTICISMO Y EL ANTIESCEPTI CISMO DE SPINOZA
M ATERIAL PU BLIC A DO
m a i l le t ', e n Revu.e d'Histoire Littéraire ele lf.l France . l. 1 894, pp. 308-29.
Aymo n i er, C a m i l l e , ' U n A m i de M o n t a i g n e : L e J é s u i t e Maldonat' , e n
367
368 B IBLIOGRAFÍ A
de la Girond e, XXVII ,
Revue Historique de B ordeaux et du Départ ment
1935, pp. 5-29. . . . . .
ze of Learmng. or t h e
Bacon Franci s, Of the Advan cement and Profzczenc
rt
Pa itions of Sciences, Lon d re s : T. W i l l i a m s ,
s Bacon, e d itado por S p e d d mg, E l h s , Y Heath,
1674.
. .
-- , The Worlrs of Franci
A m s te rd a m , L e i d e , La
Bayle Pien·e, Dictionaire historique e t critique ,
Haya, Utrecht : P. Brunel, P. H u m be r�, .etc., 1 740.. n • • •
s h e d . , (2 e d i c JOn),
-- , The Dictionary Historical and Cnt!.Ca l, Engh
Lo n d res: i m preso para J . J . y P. Knapto n , e tc., .
1 734-8.
.
Sébastze n Castellw n;
Becker , Bruno, ed., Autour de Michel Servet et de
recueil Haarle m: H. D. Tj e e n k W i l l i n k, 1953. .
Bern u s , Á ugustc, Richard Simon et son Histoire
Critique du Vzeux Testa-
ment, Lucerna : G. Bridel, 1869. . .
.
tus fuent, Pan s .
Berr, Henri, An jure ínter Sceptic os Gassendus numera
Li braire Hachette , 1898. . . .
MI
-- , Du Sceptic isme
de Gassendi, trad . por B. Rochot , P a n s : A l b m
York Y
che!, 1960.
Bettenso n, Henry, c d . , Documen ts of the Christian Church, N ueva
Lond res : Oxford Univ. Press, 1947 .
'\ Bcza, Theodor e, (Béze), A Discourse , of the True and Visible
Mm·ks of the
�
rB¡ Caholique Churche, Londres, Robert Wa d e - r � u e , 1 582. ? . . .
Martzm
-- De Haereticis a civili Magistratu pumend1.s hbellus, adverstS
Bel Íii farraginem, & Novomm Academi com'!L sectam, n
.p . : O l i v a , R.
Ste p h a n i , 1554. . . . . .
. (Leip zig,
Bierli ng, Friedrich W., Comment atio de Pyrrhonzsmo HtStonco
1724). ' '
Droz, 1 935.
E.
P . y J . Blaeu , 1689.
-- , Th eses theol ogica e de summ o contm
versium judice, Seda n 1635.
Philosophy of Religion of Bishop
Carro l l , Robe rt Tod d , The Com mon-
Senc e
-- �
Dix- ep tieme Siecle, n ú m . 1 5 , 1 52, pp
¡• e
�� � �';[; ��
_
, Senéq ue e t l e Sto i'c i s me d a c o rd elie r J . D u Bos c ',
e n Dix-Septie�n e Siec l e, n ú m . 29, 1 5, p 3
-;-e Du Stotc?.sme chrétzen _
-
d l 'humanisme chrétien: Les 'diversités' de J ·
· �mus, 1609- 1 6 1 8, M e a u x : I m primerie André Po uvé 1952
�'v � L
Stor J_ s m e et " l i b e rtin age" dans l'oe u \Te de FI:a <; o i s a Mot h e
�§�� �
'
e n Revue des Sciences Hwnaines, F a s e . 75 (j ul-sept. 1954),
pp. 2 - .
);:;"' · �e . sto l'c i s m e en France d a n s l a premi ére m o i tié du xvn s i é c l e ··
� o 11g1 ? e s 1575-1616', en Études franciscai¡¡es II 1951 pp 389-4 1 0
--, Rev�ew of H e n ri Go u h ier's articl e : 'La c1:is de � 1� 1
t h e: o og ¡· a u
:
·
.
.r
C h ! lhng ; •o
· · ' '
D e�cartes, en Dzx-Septzeme Siecle, n ú m . 59 1963 pp . 105-09 .
�th , w 1· 11 I a m , Addztional Discourses af Mr. Chillingworth ' never
b eJ ore rmte�, Londres: A. & J. C h u rc h i l l , 1704.
--, The Relzgzon of the Protestants a S aje Way to Sal t ·on. en The ;��
_
.
d
Works of William Chillingworth, Lon res : A. C h u rc h ill ·
·
·
C 1 cero , M. T . C ., A ca demtques, París: B a rbo u Frére s , 1 796.
Cl ��� rg, J o h a n n , Op�ra Omnia Philosophica, Amsterd a m : prostant apud
gang, J a nsson w-Waesbe rgios, Boom. A. S o m e ro n , Y Goeth a l s ,
l69 l .
Cli [���� · Martín, A Treatise o.f Humane Reason, Lon d res: Henry Brom e ,
� �
Co h e , J ean-Ba�tiste , L a Clef des sciences & des beaux arts' ou l a logique
'
? n s : J . Desamt et C. S a i l lant, 1 750.
Col h.n s , J a m es , A Histo1"lj of Modem European Philosophy ' M i l w a u kee ··
B r u ce p u b . Co . , 1954.
i} �
Co e s tOJ?, re derick, A Histo1"lj of Philosophy, Ockham to Suarez ' Vol . I I I
'
e s tm i n s er, M a ryl a n d : N e w m a n Bookshop, 1953.
372 B I B LIOGRAFÍA
1 629.
D a i l l é J e a n L a Foy Fondée s u r les Saintes Escritures: Contre les nou-
� i
vea x met wdistes, 2" edition, C h a renton: S. Pé ier, 1 661.
� .
-- , Traité de l'employ des Saints Peres, pour le Jugement des di fferends
qui sont aujourd'hui en la religion. Ginebra: P. A u bert. 1632.
D'l m bska, Izydora , 'Meditationes Desc�rte a n a tle Sceptycyzm u Fran
�
c u skiego XVII Wieku ', en Kwartalnzk Fzlozoficny, ' XIX, 1950, pp. 1-24
(re sumen en francés, pp. 1 6 1 -2).
Sceptycyzm Francuski XVI i XVII Wieku, Towarzstwo Naukowe To
�
__
Fra m e , Donald M., 'What Next in Montaigne Stu d i e s ? ' , e n French Review,
XXXVI, 1963, pp. 577-87.
Frank, Adolphe, ed. Dictionnaire des sciences philosophiques . . . , 2" edi
ción, París: Hachette, 1875.
St. Fran<;ois de S a l e s , Les Controverses in Oeuvres, Tomo I, Annecy:
Impr. de J . Niérat, 1892.
-- Lettres, Vol. IV, in Oeuvres, Tomo XIV, Annecy: I m pr. J. A bry, 1906.
Freu d enthal, Jacob, Die Lebensgeschichte Spinoza s in Quellenscri
' ften,
Konigl. Preussisc hen Akademie des W i s se n sc h a ften 1899.
Leipsig: ;
Mundz, en Le
Gal i l e i , Gali leo, Dialogo sopra i due massim i Sistemi del
B arbéra,
Opere de Galileo Galilei, E d i z ione Nazional e; Floren c i a , G.
1929-39.
-- , Dialogue on the Great World Systems, editado por G i orgio d e San
tillana, C h icago: Univ. of C h icago Press, 1953.
tiae:
G a l l a n d , P., Contra Novam Academic am Petri Rami Oratio, L u te
apud Vascos Anum, 1 5 5 1 . .
Gara sse, Fran<;ois, Apologie du Pere Francois Garassus, de la Compagme
siecle, et
de Jesus, pour son livre contre les atheistes & libertins de nostre
reponse aux censures et calomnies de l'auteur anonyme, París: S. Chap
pelet, 1624.
--, La Doctrine curieuse des beaux esprits de ce temps, ou pretendus
tels, París: S. Chappele t, 1623.
--, La Somme Theologique des veritez capitales de la Reli.gion Chres
tienne, París: S. Chappelet , 1625.
Gari n , Euge n i o , Der Italienisc�e . Humanismus, Berna : A. Francke. ,
1 �47.
Gasse n d i , Pierre, Lettres fannlleres a Fran<;ozs Lulher pendant
_ l hwer
venet, 1658.
--, Disquisito Metaphysica, seu Dubitationes et lnstantiae adversus Re
e Bernard Rochot,
nati Cartesi Metaphysicam et Responsa, e d . con tra d . d
París: J . Vrin, 1959.
-- , Dissertations en forme de paradoxes contre les Anstoteliciens (Exer
citationes Paradoxicae adversus Aristotele os), Li bro I y I I , e d . Y trad
. por
Bernar d Rochot , París: J. Vrin, 1959.
-- , The Selected Works of Pierre Gassendi, tra d u c i d o y e d itado por
\ Craig Brus h , Nueva York: J o h n son Reprint Corp., 1972.
' /
Gilson, Étienne, Études sur le róle de la pensee médiévale dans la forma
1
tion du systeme cartésien, París: J. Vri n, 1930.
--, La Liberte chez Descartes et la theologie, París: F. Alean, 1913.
Giran, Étienne, Sébastien Castellion et la Réforme calviniste, les deux ré-
formes, Haarlem: B o isevai n , 1913.
Glanvill, Joseph, A B low at Modern Saducism in some Philosophical
Considerations about Witchcrajt, Lo ndres: Impreso por E. C. para J.
Collins, 1 668.
' BIBLIOGRAFÍA 375
-- , Essays on Several Important Subjec
ts in Philosophy and Religion'
Londr es: I m p reso por J. D. pa ra J. Ba ker,
--, AO �OY 0PHI� IA etc., 1 676.
or, A � asonable Recommendation and Defence
� of
Re �� n, m the Affmrs oj Rehgwn; against lnjidelity
. Scepticism, and Fa
n �tzczsms of all Sorts, Lon d re s : Impres o
por E. C. y A. c. para J. Co
l l ms , 1670.
--- , Scirr t um nihil est: or the Auth ors Defence
of the Vanity of Dogma
,z
� .
t . z �n:
. g:
Agams t the Except ions of the Leanzed Tho. Albius
in his late
Scm . . . (A Letter to a Friend Concem ing A1-istot
le), Londre s: por E. Co
tes p a ra Henry Eversd en, 1 665.
Godwy n , Morga n , The Negro' s and Indian 's Advoca
te. Londre s: Impres o
para e l A u tor por J . D., 1680.
Go u h i er, Henri , 'La Crise de l a Théolo gie au
temps de Descartes' en
�
Revu de Théol gie et de Philoso phie. 3" Ser.,
� I V , 1 954, pp. 19-54.
'
--• Do u te method ¡_ q u c o u n égation
. méthod i q u e ? ' Études Philoso -
phzques, IX, 1954, pp. 1 35-162. '
--, Essais sur Descartes, Parí s : J. Vrin, 1 949.
--, La Pensée religieuse de Descmtes, París:
-.- �
- ?
J. Vrin, 1924.
· s r la d a te e la R e c h c rche de la vérité de Desc
.
: a rtes,' Revue
--, 'La Vérac ité d i v i n e d a n s la 1\Iéd itat ion V', en Études Philosophi
d Hzston·e de la P/ulosophie . III, 1929, pp. 1-24.
�
Gra ton, A n thony; 'Jos e p h S c a l iger and H i s to
ri c a l Chrono logy: The
RJse and Fa l l of a D i s c i p l i n e ' en Histony and
The01y X I V 1975 p p .
' '
156-185.
:y '
Gra , .Floyd, 'Reflex i ons on Charro n 's Debt
mew, X XX V, 1962, pp. 377-82 .
'
to Mon ta igne', en French Re-
H a z a rd , Pa u l , L a Crise d e la
Conscience euTOpéene, 1 680-
vin, 1935 . 1 71 5, Parí s: Boi
H e r b e rt. Lord Edw ard , of Cher
b ury, Auto biography, 2" edic
S i d ney Lee, Lon dres : G. Rou ión, edit . por
tledg e & Sons , Ltd . , 1906 .
-- De Verit ate trad ucci ón e i ntro
' ducc ión d e Mey rick H. Carr
to l : p u b . p a ra the Universit é , Bris
y o f Bris tol por J . W . Arro
1937. wsm ith, ltd . ,
Hess Gerh ard 'Pierre Gass 1
J
d
en d . Der F ranz osis che Spát
b
u n das Pro lem v o n Wiss
en und G l a u be n , ' e n B erlin
humanismus
er Beit1·age zur
R omanischen Philologie, Ban
d IX, Heft 3/4, 1 939. p p . 1
Hey don, Sir Chri stop her, A - 199.
Defense ofjudiciall Astr olog
Treatise latel y Published by ie. In Answ er to a
J
M. Jo/m Chamber. Wherein
all those ?laces of
Scrip ture, Councells, Fathers,
Scho olem en, later Divines,
Histories, Lawes, Constitutions Philosophers,
, and Reasons drawne out of
ricus Picus Pererius Sixtu Sixtus Empi
P l :n
s Ab Heminga and others, agai
are ' nst this A 1te,
articu ar/y Exa ined: and
the Lawfulness thereof, by
Proofes Warranted, Cam brid Equivalent
ge: p u b. p o r J. Legat, 1603 .
H i rs c h , Eliz a beth Feis t,
'Cas te l l i o 's De mte dub itan
di and the Pro blem
of Rel igi o u s Li berty', en
Beclcer, Aut our de Mich el
tien Cas telli on, n ú m . 23. Servet et de Sebas
Hob bes, Th oma s, Elementa
philosophica de Cive, A m
viri a s, 1 647. stero d a m i ; L. Elze
--, Levi atha n, en Eng
lish Wotics of Tho mas Hob
bes, edit . por s i r Wi
l l i a m Mol esw orth , Lon dre
s: J . Boh n, 1839 .
Hor owit z, Mar yan ne Clin
e, 'Com plem enta ry Met hod
tory of Ide as' (a rep ly o logi es in the His
to A. So man ), en Jou rna
sophy, XII, 1 9 ?4, pp. 501-50 l o.f the HistorzJ o.f Philo
9.
-- , ' Pier
re Cha rron 's View of the
So urce of Wis dom ', en Journ
the Hist ory of Philosophy, al of
IX, 1 97 1 , pp. 443-457.
J
1
BIB LIO GR AF ÍA
377
Hu et, Pie rre -Da nie
l, Censura Philosophia
Ho rth em els , 1 689. e Car tisi ana e, Par ís:
apu d D.
Hu me , Da vid , Dia
logues Concerning
Na tur al Re lig ion ,
K e m p S m i th , 2" ed ed i t. por No rm a n
ici ón , Lo n d res , N u
eva Yo rk, etc .: T.
-, En
quiry Concerning Hu Ne lso n, 194 7.
man Understa ndi ng,
Ox for d: C l a ren don ed. por Sel by- Big ge,
Pre ss, 195 5.
-. A
Tre ati se of Hu ma n
Nature, ed. por Sel
don Pre ss, 194 9. by- Bigge, Ox fo rd :
Cia ren
H u x l ey , A l d o u s , Th
e Dev ils o.f Lou dun
Iri art e, J ., ' Fra n c , N u eva Yo rk: H
isc o Sán che z el Esc a rpe rs, 1 952 .
é pti co d is fra zad o
en d is c u s i ón e p i sto d e Ca rn é a d es
lar con Cri stó bal Cla
pp. 413-45 1 . vio ', Gre g01·ianium.
XX I, 1 940,
-,
Kartesischer oder San
chezizc her Zw eifel, B
Jovy, Ern est , Pas cal o n n : Bottro p, 193 5.
et Silh on ( Etu des Pas
cal ierz nes Il) , Par ís:
J u l i e n-Ey m a rd d 'An J . Vri n, 1 927 .
ge r s , véa se Ch e s n
d 'An ge rs) . e a u . C h a r l e s (J u l
i e n-Ey m a rd
J u rie u, Pie rre , Le
Vray Sys tem e de l'Eg
Foy, . . . , Do rdr ech lise et la ver itab le
t: yrc de Ca spa r et An alyse de la
Ki bre , Pe arl , The Lib T. Go ris , 1 686 .
rary o.f Pic o Del ia Mira
Un iv. Pre ss, 193 6. ndo/a, N u eva Yo rk:
Col u m bi a
Kie fl , F. X . , 'Ga sse
n d i 's Ske pti cis mu s
und sei ne Ste ll ung
ism us' , en Philosophi z u m Ma ter i a l
1
sches Jahrbuch der
pp. 23-3 4, 295-3 1 1 , 361- Go rres -Ge sellschaft,
73. VI, 1 89 3,
K i erk ega ard , S o re
n , Phi loso phi cal Fra
gments or a Fragm
sophy, tra d. por Dav ent of Phi lo
id F. Sw en son . Pri nce
Pre ss, 194 6. ton : Pri nce ton Un ive
rsit y
Ko yré , Ale xan dre ,
Essai sur l'idée de Die
che z Descartes, Par u et les preuves de
ís: E. Lero u x , 1 922 . son exis ten ce
- , 'Le
Sav ánt ', in Cen tre i n
ter nat ion al de Syn thé
n ú m . 63, pp. 59- 70. se. Pierre Gassendi,
Kri st el l e r , Pa u l O
ska r, 'Th e My th of
Frenc h Trad i ti on o Renaissance Atheis
f Fre e Tho ugh t'. en Jou m and t h e
sophy, VI, 1968 , p. rna l of t h e His tory o.f
233- 43. Phi lo
Lac hévre, F réd éri c,
Le Pri nce des libertin
Des Barreaux, sa vie s du XVII ' siec le: Jac
que s Vallée
- , Le
et ses poésies, 159 9-1
673 . Par ís: H. Lec ler
?roces du poe te Thé c. 190 7.
ophile de Via u , 2 \'ol
1909. s., Par ís: H. Cha mp ion
,
La Mo the Le Va yer
, Fra n<;o is d e , (Orati
gues .faits a l'im itat t� s Tub ero , p se u d.), Cinq dia
lo
ion des anc ien s . . . ,
L a Fle che , 1 67 1 . por Ora tius Tub ero ,
Mo ns: P. D e
es faits a l'imitation
-, Cinq Dialogu
No uve lle edition aug des anciens, p a r Ora
umentée d'une refut tius Tubero.
que ou preservat if con atio n de la Philosophi
tre le Pyrrhonisme, e Scepti
Ber l ín 1 744 . i n trod u c c i ó n de L.
M. Ka hle ,
es faits d l'im itat ion
-, Deu x dialogu
des anciens, i n tro duc
de Ern est Tis ser and ció n y not as
, Par ís: Edi tion s Bos
sar d , 192 2.
378 BIBLIOGRAFÍA
-- , Oeuvres de Franc,oi.s de La Mothe Le Vayer, C onseiller d'Estat Ordi
naire, 15 vols., París: L. B i l l a i n e , 1669.
Lang i u s , Wilhelmus (Lang, V i l l u m), De Veritatibus geometricus, libri II.
Prior contra Scepticos & Sextus Empiricum & posterior, contra Marcum
Meibomium, Cope n h ague : l iteris P. Morsingi i , 1656.
La Peyrére, Isaac, Apologie de La Peyrere, París: L. B i l l a ine, 1663.
-- , Lettre d e La P eyrere d Philotime, París: A . Courb e , 1658.
y
� of Renaissance Thought,
t h e Soc i a l S c i e n ces, o I l l i n o i s Stu d i e s in
! . 5 5 , Urb a n a : Uni v. o f lllin
New ton, I s a a c , Observatwns ois Pre ss, 1965 .
upo n the Prophecies of Dan
lypse of St. Jolm, Lon d iel, and the Apo ca
. re s : J. Darby y T. Bro wne
N 1 cero , Le P. Jea n-F ra , 1 733.
ir a l 'histoire des hom
� n c o i s, Memoires pour serv
mes 1ll stres, Tom o XX,
. 11; Par ís: Bria sson , 1732 .
N ICol e, P1e rre, Les Prét end
us Réfonnez conv ainc us
G. Desp rez, 1 684. de schi sme . . . , Par ís :
O d d os, J ean -Pa u l , Rech erche
s sur la vie et l'oeu vre d'Isa
!596 ?-16 76, The ses de 3émc ac La Peyrere '
Cyc le, Gre nob le, 1974 .
Ogie r, Fr nc;o is, Jugement
_a et censure du livre de La
Doctrine curieuse de
Franc;ozs Garasse, Pa rís: n.p.,
1 623.
O l a so, Eze q u i e l d . r view
. : � arti cle of Sch mitt 's Cice m
Aca dem 1 c a d e C1ce non y Scep ticu s, 'Las
l a Fi loso fia Ren acen tista '
en International
Studies in Philosophy VII,
1975, pp. 57-68. '
O l s <; hki, Leo nard o, ' Ga l i leo's
Ph i l osop hy of Scie nce, ' Phil
mew, LII, 1 943, p p . 349-65. osophical Re
�
O rci al, J e a n , Les Origines
du Jansénisme, Tom o 11,
Parí s : Vri n & Lo u
va m : R e v u e d ' H i stoi re Ecc
lési asti q u e, 1947 .
Owe n, Joh ? , The Skeptics
of the Fren ch Ren aissance,
n e n sche m & N u eva Yor k: Lon d re s : S. Son
Mac mill an, 1893 .
Pain e, Tho mas , The Age of
!"
Reason, Part the Second, bein
of True and abul ous Theo g an Investiga tion
logy, Lon dres : H. D. Sym
Para du Ph anJa s, Abb é Fran ond s, 1 795.
c;ois , Théo rie des �tres insen
sibles ou cours
ée et profane, mise d la porté '
comp let de métaphysique, sacr
monde, 5 vols ., Parí s : L. Ce e de tout le
l l ot y A. Jom bert, 1 779.
Pas cal, B I a ise, Oeuvres d
. e B laise Pascal, ed. por
B run schv i cg, Bou tro u x
e t Gaz 1er (Gmnds Écn.vain
s de la France), To m o I V
Hac hett e. 1914 . , Parí s: Li bra i ri e
-- , Pensées, e d . por B
runs chvi cg; intro d ucci ón y
nota s d e Ch. Mar c
Des Gran ges, Parí s: É d i t ions
Garn ier Frér es, 1 95 1 .
-- , Oeuvres completes, pref
a c i o d e Hen ri Go u h i e r; e d . p
fu ma, Parí s: Éd ition s de S e o r Lo u i s La
u i l , Mac mi llan , 1963 .
Pa tin, G u i (Guy), Lettres de
Gui Pati n, Tom o I, ed. por Dr.
Pa rís: H. Cha mpio n, 1907 . Paul Tri a i re,
-- , Correspondance de Gui
Patin, extraits publiés avec
�
bliog raphique, e d . por Arm and une notic e bi
Brette, Parí s: A. C l i n , 1 90 1 .
·- - -
. , Nau daea na
et Patiniana . . . (lo m i s mo que
el No. 238).
Patt 1son , Mark , Isaa c Casaubon
rend on Pres s, 1 892.
.
, 1 559- 1614 . . . 2a e d i c i ón ,
O x ford : C l a
Pei: esc, N i c l as-C l a u d e Fa
� bri de, Lett res de Peiresc . . .
h ppe Tam 1zey de Larr oq u e, , p u b l i é e s par Ph i
Tom e IV i n Collections de docu
ments inédits
382 BIBLIOGRAFÍA
sur l'histoire de France, 2" sér., París: I m pr. nationale, 1 893 .
. .
Pe l l isson-Fontanier, Pa u l , Réfle.ri ons sur les différends de la Telzgwn · · .,
París: G. Martin, 1686.
Perrens, Fran<;ois-Tommy, Les Libertins en France au XVII e siecle, Pans:
.
C . Levy, 1899.
. . .
Pfaff, Christoph. Matt., Petrus Baelius . . . in Dictionmio lnstonco et cn
tico . . . evidentiam veritatis criterium haud esse probaturus . . . pr?vocat,
_
T u binga: n .p., 17 19. (También l l a m ad o Dissertationes Antz-Baehus).
Pie, Pi erre, Guy Patin, París: G. Ste i n h e i l , 191 1 .
. . . . . .
Pico Delia M i randola, Gian Fra ncesco, Joanms Fra ? ci�ci Piel �h · randu
l a e Domi n i , et Concordiae Comitis, Examen Vamta� lS �octrmae Gen
�
tium, et Veritatis Christianae Disciplinae, D stm �tum n� Ll ros Sex, quo
.
? .
Relzquz Anstotelea m
�
rum Tres omnen Philosophorum Sectam Unwerszm,
.
et Aristoteleis Armis Particulatim Impugnant Ubicunque Autem C ns
tiana et Asseritur et Celebratur Disciplina, M i rand u l a e : I m p ress1t l .
. .
Maciochus Bundenius, 1520.
.
Pico Delia M i randola, Gian Fra n cesco, Opera Omma, Bas!lea: ex off¡-
c i n a H . Petrina, 1572-73. ·
. .
Pico Delia Mi randola, Giova n n i , Disputationes Adversus Astrologzam Dz
.
vinatricem, editado por Euge n i o Garin E d i zione Nazwnale. Floren-
c i a : Val lecchi, 1946-52.
,
Pintard, Re né, 'Desc artes et Gassendi', Travaux du IX: ' Congres mte:'�a
.
. . . . p .· .
C ie, 1943.
-- , Le Libertinage érudit dans la premzere m01.t1.é du XVII szecle a l ls.
Boiv in, 1943. .
'Modernisme. Humanisme, Li bertinage, Petite s m te s u r le " c a s
�
__
G a sen d i " ' , Revue d'Hist oire Littéraire d e la France, 48 a nnée, 1948, pp.
1-52.
, ,
Pinvert, Lucien, 'Lou i s Le Caron, d i t C h arond as, ( 1 536- 1 6 1 3 ) , en R evue
de la Renaissance, I I , 1902, p p . 1-9, 69-76 Y 181-8.
Po p k i n , R i c h a rd H., ' B i bl e Critic i sm and Soc i al Science', e n B oston
Studies in the Philosophy of Science, XIV, 1974, pp. 339-360.
-- , 'Charron y Descartes: The Fru i ts of Systematic D o u bt', e n Jour-
Rice, J a mes Van Nostrand, Gabriel Naudé 1 600-1 653, en Joluz's Hopkms
.
.
Studies in R o mance Literatures and Languages, X X XV, Ba ltunore : The
John's Hopkins Press, 1939. . . .
Ric hter, Raoul, DeT Skeptizi.smus in deT Philosophie und seme Obenmn
dung, Vol. 11 Leipz ig: Verlag der D ü rr'schen B u c h h a n d l u ng, 1908.
Roc h ot, Bernard , 'Le Cas Gasse n d i ' , en Revue d'Histoire Littéraire de la
France, 47' année, 1947, pp. 289-3 13. . .
1
BIBLIOGRAFÍA 385
Rossi, Mario, La Vita, le ope1·e, i tempi di Edoardo He1'bert
di Chirbury, 3
vols . , Floren c i a : G. C. San son i , 1947.
S a brié, Jea n-Baptis te. De l 'Humanisme au rationalisme: Pierre
Charron,
1541 - 1 603, l'homme , l'oe1w1·e, l 'influ ence, París: F. Alean,
1913.
S a doleto, Jacopo. Elogio della Sapienza (De Laudibu s philosop
hiae), tra
d u c i d o y editado por Anto n i o Alta m u ra. intro. Giusc
p pe Toffa n i n ,
N á polcs: R. Piron ti, 1950.
--, Opem quae exstant omnia, Veronae : ex typ. J. A.
Tumerm a n i ,
1738.
S a i n ct-Gelay s. Melin de (Sain t-Gela is, Mellin d e ), A dvertisse
ment sur les
jugemens d'astrologie, Lyon : J. de To u rnes, 1546.
--, Oeuvres completes de Melin de Sainct-Ge lays, ed itada por
Prosper
B l a n c h e m a i n , París: P. D a ffis ( B i b l i otheque E l z é virienne) , 1873.
S a i n te- B c u ve , C h a rl e s A . , ' E c r i va i n s crit i q u e s et mora l i s t e
s d e la
Fran ce, X I . Ga briel N a udé', e n Revue des Deu:c Mondes, I V, 1 3 c
annéc
N.S., 1843, pp. 754-89.
S a n ches, Fra n c i s co, Quod Nihil Scitur. en Opera Philosophi.ca.
Nova E d i
<;ao, precedida de i n trod u<;ao por Joaquim De Carva l h o , Co i m b ra
:
Inedita A c Redi viva , Separata de Revista da Universidade d e Coimbra,
vol. X V I I I , 1955.
-- , Que Nada Se Sabe . . .
, Prólogo de Maree l i n o Men éndez y Pe l ayo,
Colección Camino de Sant iago núm. 9, B u enos A i res: E d i toria l
Nova,
1944.
S a vonarola, G i ro lamo, P1·ediche S opra Ezechiele, e d . por Robe rto
Ridol fi ,
Edizione Nazional e, Vol. I , Ro m a : B e l a rdatti, 1955.
S c h i ff, Mario La Fille d'alliance de Montaign e. M01'ie de Goumay,
Pa rís: H.
Champion, 1 9 1 0.
S c h mitt, Charl es B . , Cicero Scepticus , A rc h i vo Internac ional
de la H i sto
ri a de las Ideas, La Haya, Nijhoff, 1972.
-- , ' F i l i ppo Fabri and Scepti
c i s m ; A Fo rgotten Defense of Scotus',
Storia e Cultura al Santo a c u ra d i Anto n i o Pop p i , Vincenza
1976, pp.
308-312.
--, Gianfracesco Pico della Mirandola (1 469-1533) and his C1'itique
of
Aris totle. Arch i vo Intern a c i o n a l de l a H istoria d e las Ideas. Vol.
23,
La Haya : Nijhoff, 1967.
--, ' G u i l i o Caste l l a n i (1528-1586) : .-\ S i x teenth-Cen tury O p ponent o f
Scept i c i s m ', en Jounwl of the HistonJ of Philosophy, V, 1967, p p . 15-39.
--, ' Ph i losophy and S c i e n c e in S i x teenth-C e n t u ry U n ivers i t i e s :
Some Pre l i m i n ary Comments', e n Tite Cultuml Conte.rt of Medieval
Leaming, ed. por J . E. M u rdoch y E. D. Sylla, Dordrecht , D. R e i d
el
P u b l i s h i n g Co., 1975, pp. 485-537.
-- , 'An Unknown Seventeen th-Centu ry French Translatio n of Sex
ttis Empi ri c u s ' , en Journal qf the Hist01y of Philosophy, VI, 1968,
pp.
69-76
--, 'An Unstud i ed Fifteenth Century L a t í n Translatio n o f' Sextus
Em
piricus by Giovanni Lorenzi', en Cultural Aspects of the Italian
Renais-
386 BIBLIOGRAFÍ A
· Lan d , J . P. N . : 341n
H o b b e s , Tho m a s : 2 1 4, 2 1 4n, 3 1 7 , Lamy, Bern ard : 346n
3 1 8, 321, 327 ·
Reconocimientos . 7
Prefacio . . . . . 11
Bibliografía . . . 367
Índice de nombres 39 1
399
Los contenidos de este libro pueden ser
reproducidos en todo o en parte, siempre
y cuando se cite la fuente y se haga con
fines académicos y no comerciales